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TEMA 10

SEGURIDAD SOCIAL

LA SEGURIDAD SOCIAL DEL PERSONAL FUNCIONARIO Y LABORAL AL


SERVICIO DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA. RÉGIMEN GENERAL DE LA
SEGURIDAD SOCIAL. AFILIACIÓN: ALTAS Y BAJAS. COTIZACIÓN. ACCIÓN
PROTECTORA: CONTINGENCIAS PROTEGIBLES. LA MUFACE Y EL SISTEMA
DE CLASES PRIVADAS: CONSIDERACIONES GENERALES

1. LA SEGURIDAD SOCIAL DEL PERSONAL FUNCIONARIO Y LABORAL


AL SERVICIO DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA.

1.1. REGULACIÓN BÁSICA

El sistema de la Seguridad Social, configurado por la acción protectora en sus


modalidades contributiva y no contributiva, se fundamenta en los principios de
universalidad, unidad, solidaridad e igualdad.

El Estado, por medio de la Seguridad Social, garantiza a las personas comprendidas en


el campo de aplicación de ésta, por cumplir los requisitos exigidos en las modalidades
contributiva o no contributiva, así como a los familiares o asimilados que tuvieran a su
cargo, la protección adecuada frente a las contingencias y en las situaciones que se
contemplan en esta Ley».

La Seguridad Social es el conjunto de medidas adoptadas por el Estado, estableciendo


unos determinados niveles de protección del individuo frente a los riesgos que le afectan
como miembro de la sociedad. Es un Sistema de seguridad económica destinado a la
protección de determinadas colectividades de personas frente a determinadas
contingencias que le provocan estados de necesidad.

La Constitución de 1.978 establece en su artículo 41, un régimen público de Seguridad


Social y admite las prestaciones complementarias libres y voluntarias, susceptibles de
prestación por entidades privadas.
El artículo.149.1.17 de la Constitución, establece la competencia exclusiva del Estado
sobre la legislación básica y régimen económico de la Seguridad Social sin perjuicio de
la ejecución de sus servicios por las Comunidades Autónomas.

La legislación básica en esta materia se contiene en el Real Decreto Legislativo 1/94, de


20 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de Seguridad
Social.

1.2. CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA ESPAÑOL DE SEGURIDAD SOCIAL

Las características básicas del sistema español de Seguridad Social, son:

1. Sistema de gestión pública

2. Participación de los interesados en la gestión

3. Financiación tripartita.

4. Tendencia a la unidad

5. Carencia de ánimo de lucro.

2. EL RÉGIMEN DE LA SEGURIDAD SOCIAL DEL PERSONAL AL


SERVICIO DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA

La Ley 6/1.985, de 28 de Noviembre, de ordenación de la Función Pública de la Junta


de Andalucía, se establece en el artículo 16 dos tipos de personal, atendiendo al
régimen jurídico aplicable:
- Personal sometido al derecho del trabajo (personal laboral)

- Personal sometido al derecho administrativo (funcionarios de carrera, interinos


y eventuales)

Todos ellos se encuentran incluidos en el Régimen General de la Seguridad Social, con


una excepción, los funcionarios del Estado que fueron transferidos a las Comunidades
Autónomas que hayan ingresado o ingresen voluntariamente en Cuerpos o Escalas de la
CCAA de destino, cualquiera que sea el sistema de acceso, estarán expresamente
comprendidos en el Régimen General, no obstante, los funcionarios que originariamente
fueron transferidos conservarán todos los derechos y privilegios que tenían en el Estado,
entre ellos el del mutualismo administrativo, siempre que no accedan como funcionarios
de nuevo ingreso en los Cuerpos o Escalas de la Comunidades Autónomas.

3. EL RÉGIMEN GENERAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL

El artículo 7º de la Ley General de la Seguridad Social, Texto refundido aprobado por


R.D. Legislativo 1/1994, de 20 de Junio, establece que:

“Estarán comprendidos en el sistema de la Seguridad Social a efectos de las


prestaciones de modalidad contributiva, todos los españoles cualquiera que sea su sexo,
estado civil y profesión, que residan y ejerzan normalmente su actividad en territorio
nacional y estén incluidos y que tengan la condición de trabajadores por cuenta
ajena1[1] en las distintas ramas de la actividad económica o asimilados a ellos, bien sean
eventuales, de temporada o fijos, aún de trabajo discontinuo, e incluidos los trabajadores
a domicilio, y con independencia en todos los casos, de la categoría profesional del
trabajador, de la forma y cuantía de la remuneración que perciba y de la naturaleza
común o especial de la relación laboral”.

3.1. ESTRUCTURA DEL SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL

1[1] Es trabajador por cuenta ajena, toda persona física que, voluntariamente presta sus
servicios retribuidos dentro del ámbito de organización y dirección de otra persona, física o
jurídica, denominada empleador o empresario.
El sistema español de la Seguridad Social se organiza en torno a la siguiente estructura:

a) Régimen General

- Sistemas Especiales

b) Regímenes Especiales

3.1.1. Régimen General

Se encuentran integrados en el régimen general de la Seguridad Social:

- Los trabajadores por cuenta ajena de la industria.

- Los trabajadores por cuenta ajena de los servicios.

- El personal de alta dirección, es decir, los que trabajen por cuenta ajena en los
cargos directivos de las empresas, quedando excluidos aquellos que ostenten
pura y simplemente cargos de consejeros en las empresas que adopten la forma
jurídica de Sociedad.

- Los conductores de vehículos de turismo al servicio de particulares.

- Los Laicos o seglares que presten servicios retribuidos en establecimientos de


las instituciones eclesiásticas.

- Personal al servicio de instituciones de carácter benéfico-social.

- Personal al servicio de notarias, registros de la propiedad y oficinas y centros


similares
- El personal no funcionario dependiente de organismos, servicios o entidades del
Estado (personal laboral al servicio de la Administración del Estado)

- El personal civil no funcionario al servicio de organismos y entidades de la


Administración Local.

- Altos cargos de las Administraciones Públicas que no sean funcionarios


públicos.

- Funcionarios de las Comunidades Autónomas.

- Funcionarios de la Administración Local.

- Funcionarios del Estado transferidos a las Comunidades Autónomas que hayan


ingresado o ingresen voluntariamente en Cuerpos o Escalas propios de la
Comunidades Autónomas de destino.

- Miembros de las Corporaciones Locales que desempeñen sus cargos con


dedicación exclusiva.

- Funcionarios de Organismos Autónomos y Entidades Gestoras y Servicios


Comunes de la Seguridad Social.

Además han quedado incluidas en el régimen general, entre otros:

- Los representantes de comercio, los artistas, los toreros, los jugadores


profesionales de fútbol y los trabajadores ferroviarios
- Los ciclistas profesionales.

- Los funcionarios de la Administración Local

No están integrados en el régimen general de la Seguridad Social:

- Los que ejecuten de forma ocasional trabajos amistosos, benévolos o de buena


vecindad. Estos no se realizan en virtud de contrato que establezca unas
prestaciones recíprocas por lo que quedan excluidos de la esfera jurídico-
laboral, aunque de algún modo pudiera existir reciprocidad.

- Los que realicen trabajos que den lugar a la inclusión en algunos de los
regímenes especiales de la Seguridad Social.

- Los que trabajen en régimen de comunidad familiar, a no ser que se demuestre


su condición de asalariado. Es decir, salvo prueba en contrario, el cónyuge, los
descendientes, los ascendientes y demás parientes del empresario por
consanguinidad o afinidad, hasta segundo grado inclusive, ocupados en el centro
o centros de trabajo, cuando convivan en su hogar y estén a su cargo.

Por otro lado, no están incluidos en el sistema de la Seguridad Social:

1. Los funcionarios de carrera de la Administración Civil del Estado, a los cuales se


les aplica un régimen propio.

2. Los funcionarios, del Estado, en prácticas que aspiren a incorporarse a Cuerpos


y Escalas sujetos al régimen de Clases Pasivas

3. Los funcionarios de la Administración militar


4. Los funcionarios al servicio de la Administración de Justicia

3.1.2. Sistemas Especiales

Se encuentran integrados en los sistemas especiales los trabajadores incluidos en


cualquiera de los siguientes grupos:

- Industria resinera

- Servicios extraordinarios de hostelería

- Industrias de conservas vegetales

- Frutas y hortalizas

- Manipulado y empaquetado de tomate fresco, realizado por cosecheros


exportadores.

- Trabajadores fijos discontinuos que presten servicios en las empresas de


exhibición cinematográfica, salas de baile, discotecas y salas de fiestas.

- Trabajadores fijos discontinuos que presten servicios en empresas de estudios de


mercado y opinión pública.

3.1.3. Regímenes especiales

Son regímenes especiales:


- El régimen especial agrario

- El régimen especial de los trabajadores del mar

- El régimen especial de autónomos

- El régimen especial de funcionarios públicos civiles y militares, con las


excepciones de las personas incluidas en el Régimen General.

- El régimen especial de empleadas de hogar

- El régimen especial de estudiantes

- El régimen especial de la minería del carbón.

3.2. AFILIACIÓN: ALTAS Y BAJAS

La afiliación es el acto administrativo de la Tesorería General de la S.S. por el que se


realiza la incorporación al sistema de la S.S. de un sujeto protegido, lo que le convierte
en un titular de derechos y obligaciones con el mismo. En general se solicita por el
empleador para los trabajadores por cuenta ajena y por el propio trabajador si lo es por
cuenta propia. Da lugar a la asignación del “número de afiliación”, de carácter vitalicio
y único para todo el Sistema.

También se le asignará un Número de la Seguridad Social, a los beneficiarios de


pensiones u otras prestaciones del sistema, tanto en su modalidad contributiva como ni
contributiva.
Cualquier variación de datos que experimente la afiliación deberá ser comunicada por
el empresario o, en su caso, por el trabajador dentro de los seis meses naturales
siguientes a aquel en el que se produzca, debiendo ser firmada por el trabajador y
acompañada de la correspondiente documentación acreditativa.

Son sujetos las personas que tienen unas determinadas situaciones subjetivas dentro de
la relación de afiliación, así hay que considerar como sujetos:

- Afiliante

- Afiliado

- Afiliador

Por afiliante hay que entender a la persona que afilia, que, a su vez, puede serlo con
carácter de obligado principal o meramente como facultado o subsidiario.

Afiliante principal u obligado lo es el empresario, salvo que el sujeto protegido no sea


trabajador por cuenta ajena (sea un autónomo). Es el obligado a afiliar, y aún más, el
único obligado de entre los posibles afiliantes, por la responsabilización legal de las
necesidades de los trabajadores que el sistema de la Seguridad Social contributiva le
imputa. De aquí que sea el único responsable junto con los responsables subsidiarios y
solidarios.

Afiliantes facultados y subsidiarios lo son los propios sujetos protegidos, así como
diversas entidades que instan la afiliación de oficio.

Se entiende como afiliado la persona incluida en el campo de aplicación legal que,


mediante la afiliación, adquiere derecho potencial a la protección dispensada por las
Entidades Gestoras y colaboradoras, siempre que reúnan las demás condiciones legales.

En relación con el afiliador, corresponde a la Dirección General de la Tesorería General


de la S.S. competente el reconocimiento del derecho a la afiliación, sin perjuicio de la
posible decisión en contra de la jurisdicción laboral.
El reconocimiento del derecho no corresponde a cualquier entidad gestora sino sólo a la
TESORERÍA GENERAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL, con carácter exclusivo, con
la finalidad de mantener un control administrativo centralizado.

En cuanto a la forma de practicar la afiliación puede producirse:

 Los empresarios son los obligados a solicitar la afiliación al sistema de


Seguridad Social de quienes ingresen a su servicio y no estén aún afiliados.
Implicará el alta inicial en el Régimen que corresponda y la asignación del
número de Seguridad Social.
 Los trabajadores por cuenta propia o asimilados comprendidos en el campo de
aplicación del Sistema de Seguridad Social que inicien su actividad como tales y
no se encuentren ya afiliados, estarán obligados a solicitar su afiliación.

 Los trabajadores por cuenta ajena o asimilados, cuyo empresario no cumpla sus
obligaciones de afiliación, podrán solicitarla directamente ante lo que la
TESORERÍA GENERAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL dará cuenta a la
Inspección de Trabajo y Seguridad Social.

 Cuando se efectúe de por iniciativa de las Direcciones Provinciales o


Administraciones como consecuencia de:

- La actuación de la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social.

- Los datos obrantes en las entidades gestoras y servicios comunes de la


Seguridad Social.

- Cualquier procedimiento en el que se compruebe el incumplimiento de


la solicitud de afiliación.

Además de en aquellos registros que permite la Ley 30/1.992, la legislación de


Seguridad Social señala que la solicitud de afiliación, a nombre de cada trabajador, se
dirigirá a la Dirección Provincial de la Tesorería de la Seguridad Social o
Administración, diferenciando:
1. Cuando se trate de un trabajador por cuenta ajena o asimilado, se dirigirá la Dirección
Provincial o Administración del domicilio de la empresa.

2. Cuando se trate de un trabajador autónomo, se dirigirá la Dirección Provincial o


Administración de la provincia en la que radique su establecimiento, o en la que tenga
su domicilio.

3. Las solicitudes de afiliación habrán de presentarse con anterioridad a la iniciación de


actividad, tanta en trabajo por cuento ajena cuanto en el que sea por cuenta propia.

3.2.1. El acto de afiliación

Consiste en el acto administrativo por el que el sujeto protegido incluido en el campo de


aplicación de la Seguridad Social adquiere obligatoriamente la condición de afiliado,
con carácter vitalicio, general y exclusivo, a los efectos legales que de esta situación se
derivan.

El trabajador es afiliado cuando comienza su vida laboral y es dado de alta en su


primera empresa. Si cesa en ésta, será dado de baja, pero continuará afiliado. Si entra en
otra empresa, ésta formulará el alta, pero no tendrá que afiliar, puesto que ya se hizo.

El procedimiento de afiliación de los trabajadores al Régimen General de la Seguridad


Social viene regulado en el Reglamento General sobre inscripción de empresas y
afiliación, altas, bajas y variaciones de datos de trabajadores en la Seguridad Social.

La afiliación, altas y bajas de los trabajadores contratados a tiempo parcial, cuya


prestación de servicios sea inferior a 12 horas a la semana o 48 horas al mes, podrán
formalizarse bien mediante la presentación de los documentos establecidos en cada
momento, bien suministrando los correspondientes datos a través de fax o por cualquier
otro procedimiento informático, telemático o electrónico.

La solicitud ha de presentarse por los sujetos obligados con carácter previo a la


prestación del servicio por el trabajador, sin que en ningún caso puedan serlo antes de
los 60 días naturales anteriores al previsto para la iniciación de la misma.
En casos excepcionales en que no hubiere podido preverse con antelación dicha
iniciación, si el día o días anteriores a la misma fueren inhábiles o si la prestación de
servicios se iniciare en horas asimismo inhábiles, deberá remitirse, con anterioridad al
inicio en la prestación de servicios, por telegrama, fax o cualquier otro medio
electrónico, informático o telemático, los documentos para el alta inicial o sucesiva
debidamente cumplimentados o si ello no fuere posible por no disponer de los modelos
reglamentarios, se remitirán, asimismo con carácter previo por dicho medio o cualquier
otro medio electrónico, informático o telemático, los datos que determine el Ministerio
de Trabajo y Seguridad Social.

Si el empresario no cumple con su obligación, los propios trabajadores podrán instar


directamente su afiliación ante la Dirección Provincial de la Tesorería General de la
Seguridad Social que corresponda en estos casos, ésta dará cuenta a la Inspección de
Trabajo y Seguridad Social de las solicitudes al objeto de su comprobación y aplicación
de las sanciones que hubiera lugar.

La afiliación también podrá practicarse de oficio por las Direcciones Provinciales de la


Tesorería General de la Seguridad Social, cuando como consecuencia de la actuación de
la Inspección de Trabajo, de datos obrantes en las Entidades Gestoras o por cualquier
otro procedimiento se compruebe el incumplimiento de solicitar la afiliación y en estos
últimos casos se dará cuenta a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.

El reconocimiento del derecho a la afiliación corresponde a la Dirección Provincial de


la Tesorería General de la Seguridad Social o la Administración de la misma en la
provincia en que se encuentre abierta la cuenta de cotización del empresario a que presta
servicios el trabajador por cuenta ajena o en la que radique el establecimiento del
trabajador por cuenta propia, en su defecto, en la que tenga su domicilio, sin perjuicio
de las peculiaridades previstas en el Reglamento, una vez efectuadas las
comprobaciones que procedan. La admisión debe realizarse en el acto de presentación
de la solicitud. Ella se notifica y se plasma en el “documento” de afiliación y da lugar a
la inscripción en el correspondiente registro de la Tesorería General de la Seguridad
Social.

Si la Tesorería deniega la solicitud lo hará mediante acuerdo motivado en el que conste


la forma y plazos para su impugnación.

La afiliación al sistema de la Seguridad Social condiciona la aplicación de las normas


que lo regulan, es decir, la afiliación constituye el requisito básico e inicial para la
aplicación de los beneficios de la Seguridad Social a las personas que tengan la
condición de afiliados.

3.2.2.Altas y bajas

Cuando hablamos de altas y bajas nos referimos a actos administrativos a través de los
que se notifica a la Tesorería General de la Seguridad Social y esta reconoce las
variaciones relevantes que afectan al sujeto afiliado a lo largo de su vida activa, a fin de
mantener y actualizar el control subjetivo de los sujetos protegidos. Las variaciones más
relevantes consisten en los sucesivos ingresos y ceses en las actividades laborales y
empresas en que se produzcan. A ellos corresponden respectivamente las altas y bajas,
que han de ser obligatoriamente comunicadas.

A) Clases de alta

Se pueden distinguir tres tipos de altas en nuestro derecho positivo:

1. Alta real
2. Alta asimilada
3. Alta presunta

Alta real

Se produce cuando al iniciar una actividad laboral se cumple la notificación del alta o
ingreso en la empresa. A tales efectos, la iniciación del periodo de prueba se considera
como ingreso y no se considerará como cese la incapacidad temporal ni el cumplimiento
de deberes de carácter público o sindical, siempre que no den lugar a la excedencia en el
trabajo.

Alta asimilada
Tiene lugar en determinados supuestos expresamente tipificados por la Ley en que,
producido el cese temporal o definitivo de la actividad laboral, la ley estima que debe
conservarse la situación de alta en que se encontraba con anterioridad al cese y la
conservación de esta aún coexistiendo en algún caso con la baja, como manifestación de
la tendencia del alta a no desaparecer en determinadas situaciones y de su tendencia a la
prolongación.

Continuarán comprendidos en el campo de aplicación del Régimen de la Seguridad


Social en que estuviesen encuadrados, pero en situación asimilada a la de alta en el
mismo, quienes, aún cuando hubieren cesado en la prestación de servicios o en el
desarrollo de la actividad determinante del encuadramiento en dicho régimen, se
encuentren en alguna de las siguientes situaciones:

1. La situación legal de desempleo, total y subsidiado, y la de paro involuntario,


una vez agotado la prestación contributiva, siempre que en tal situación se
mantenga la inscripción como desempleado en la oficina de empleo.

2. La excedencia forzosa.

3. La situación de excedencia para el cuidado de hijos con reserva de puesto de


trabajo, de acuerdo con la legislación aplicable.

4. La suspensión del contrato de trabajo por servicio militar o prestación social


sustitutoria.

5. El traslado del trabajador por la empresa fuera del territorio nacional.

6. La suscripción de convenio especial en sus diferentes tipos

7. Los períodos de inactividad entre trabajos de temporada.


8. Los períodos de prisión sufridos como consecuencia de los supuestos
contemplados en la Ley 46/1977 de 15 de octubre, de Amnistía, en los términos
regulados en la Ley 1811984.de 8 de junio.

9. La situación de aquellos trabajadores que no se encuentren en alta ni en ninguna


otra de las situaciones asimiladas a la misma, después de haber prestado
servicios en puestos de trabajo que ofrecieran riesgo de enfermedad profesional
y a los solos efectos de que pueda declarase una invalidez permanente debida a
dicha contingencia.

10. Para los colectivos de artistas y de profesionales taurinos los días que resulten
cotizados por aplicación de las normas que regulan su cotización los cuales
tendrán la consideración de días cotizados y en situación de alta aunque no se
correspondan con los de prestación de servicios.

11. A los solos efectos de conservación del derecho a la asistencia sanitaria, la


situación de baja de los trabajadores por cuenta ajena incluidos en e! Régimen
de la Seguridad Social que corresponda. habiendo permanecido o no en situación
de alta en dicho Régimen durante un período mínimo de noventa días dentro de
los trescientos sesenta y cinco días naturales inmediatamente anteriores al de la
baja, conforme a los términos que para cada caso establece el artículo 6 del
Decreto 2766/1967, de 16 de noviembre, en la redacción dada al mismo por el
Decreto 3313/1970 de 12 de noviembre.

12. Igualmente, a los solos efectos de asistencia sanitaria, la situación de los


trabajadores despedidos, incluidos en el correspondiente Régimen de la
Seguridad Social, que tengan pendiente de resolución ante la jurisdicción laboral
demanda por despido improcedente o nulo.

13. A los efectos de la protección por desempleo, las situaciones determinadas en el


articulo 2 del Real Decreto 625/1985, de 2 de abril, o en las normas específicas
que regulen dicha cobertura.

14. En el Régimen Especial Agrario, la situación de desplazamiento al extranjero


por razón de trabajo, en los términos regulados en el articulo 71 del Decreto
3772/1972, de 23 de diciembre.
15. En el Régimen Especial de Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos, el
periodo de los noventa días naturales siguientes al último día del mes en que se
produzca la baja en dicho Régimen.

16. Los períodos de percepción de las ayudas reguladas en el Real Decreto


1693/1995, de 20 de octubre, por el que se establece un régimen de ayudas
destinado a fomentar el cese anticipado de la actividad agraria.

17. Todas aquellas otras que determine el Ministro de Trabajo y Seguridad Social.

Las situaciones a que se refiere el apartado anterior son asimiladas a la de alta respecto
de las contingencias, en las condiciones y con los efectos que para cada una de ellas se
establecen en este Reglamento y en las demás normas reguladoras de las mismas.

Alta presunta

El alta presunta o de pleno derecho tiene lugar cuando es inexistente el alta real. Así, los
trabajadores comprendidos en el campo de aplicación de este Régimen General se
considerarán de pleno derecho en situación de alta a efectos de accidentes de trabajo,
enfermedades profesionales y desempleo, aunque su empresario hubiere incumplido sus
obligaciones. Igual norma se aplicará a los exclusivos efectos de la asistencia sanitaria
por enfermedad común, maternidad y accidente no laboral.

Los empresarios deberán comunicar a las direcciones provinciales de la Tesorería


General de la Seguridad Social de la provincia las variaciones y solicitudes de bajas de
los trabajadores que ingresen o cesen en sus empresas y en los modelos establecidos. La
comunicación se deberá de hacer en el plazo de 6 días naturales siguientes a partir del
cese en el trabajo o aquél en que la variación se produzca. Los documentos irán
firmados por el empresario y por el trabajador.

Si el empresario incumple su obligación pueden los propios trabajadores realizar la


comunicación correspondiente y también puede la Dirección Provincial de la Tesorería
General de la Seguridad Social de actuar de oficio.
El alta del trabajador condiciona la aplicación del mismo a las normas que regulan el
régimen correspondiente.

Las altas solicitadas fuera del plazo reglamentario sólo tendrán efectos desde el día en
que se formulen la solicitud, salvo que se haya producido ingreso de cuotas en plazo
reglamentario, en cuyo caso el alta retrotraerá sus efectos a la fecha en que se hayan
ingresado las primeras cuotas correspondiente al trabajador de que se trate. Las altas de
oficio practicadas retrotraerán sus efectos a la fecha en que los hechos que las motiven
hayan sido reconocidas por las mismas. Si se efectuasen como consecuencia de la
actuación de la Inspección de Trabajo los efectos se retrotraerán a la fecha en que se
haya llevado a cabo tal actuación.

Durante el periodo que pueda mediar entre la fecha de comienzo de la actividad laboral
y la fecha de efectos del alta, se produce la responsabilidad del sujeto obligado, es decir,
el empresario será responsable de las prestaciones que pudieran corresponder durante
dicho periodo y por otra parte subsiste la obligación de cotizar desde el comienzo de la
actividad laboral.

La baja del trabajador producirá efectos desde el cese en el trabajo, siempre que se haya
comunicado en el modelo oficial y dentro del plazo reglamentario.

3.3. COTIZACIÓN

Están sujetos a la obligación de cotizar al Régimen General los trabajadores y


asimilados comprendidos en su ámbito de aplicación y los empresarios por cuya cuenta
trabajen. Sin embargo, las aportaciones por accidente de trabajo y enfermedades
profesionales, la cotización completa correrá a cargo exclusivamente de los
empresarios.

El empresario es el sujeto responsable del cumplimiento de la obligación de cotización e


ingresará las aportaciones propias y las de sus trabajadores, en su totalidad.

Son responsables del cumplimiento de la obligación de cotizar y del pago de los demás
recursos de la Seguridad Social las personas físicas o jurídicas o entidades sin
personalidad a las que las normas reguladoras de cada régimen y recurso impongan
directamente la obligación de su ingreso y, además, los que resulten responsables
solidarios, subsidiarios o sucesores "mortis causa" de aquéllos, por concurrir hechos,
omisiones, negocios o actos jurídicos que determinen esas responsabilidades, en
aplicación de cualquier norma con rango de ley que se refiera o no excluya
expresamente a las obligaciones de Seguridad Social, o de pactos o convenios no
contrarios a las leyes. Dicha responsabilidad solidaria, subsidiaria, o "mortis causa" se
declarará y exigirá mediante el procedimiento recaudatorio establecido en esta Ley y su
normativa de desarrollo.

En caso de que la responsabilidad por la obligación de cotizar corresponda al


empresario, podrá dirigirse el procedimiento recaudatorio que se establece en esta Ley y
su normativa de desarrollo contra quien efectivamente reciba la prestación de servicios
de los trabajadores que emplee, aunque formalmente no figure como empresario en los
contratos de trabajo, en los registros públicos o en los archivos de las entidades gestoras
y servicios comunes.

3.3.1. Bases y Tipos

La cuota a ingresar está determinada por el importe resultante de aplicar el tipo o


porcentaje establecido para cada contingencia protegida (contingencias comunes,
accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, cotización profesional por horas
extraordinarias, desempleo, Fondo de Garantía Salarial y formación profesional) a la
"base de cotización" correspondiente a cada trabajador determinándose de esta forma
“la cuota" a ingresar.

A) Tipo de cotización

Para el año 2.003, los tipos de cotización al Régimen General de la S.S. son:

- Por contingencias comunes: el 28´30%: 23´6% a cargo de la empresa y 4´7% a


cargo del trabajador.

- Por accidente de trabaja y enfermedad profesional: la Tarifa de primas aprobada


por Real Decreto 2930/1979, reducidas linealmente un 10%, siendo a cargo
exclusivo de la empresa.

- Por desempleo:
1. Contratación indefinida, incluidos los contratos indefinidos a tiempo parcial y
fijos discontinuos, así como la contratación de duración determinada en las
modalidades de contratos formativos, de relevo, interinidad y contratos,
cualquiera que sea la modalidad utilizada, realizada con trabajadores
discapacitados: el 7´55%, del que el 60´% será a cargo del empresario y el 155
´% a cargo del trabajador.

2. Contratación de duración determinada: a tiempo completo: 8´3%, del que el 6


´7% será a cargo del empresario y el 1´6% a cargo del trabajador. A tiempo
parcial: 9´3%, del que el 77´% será a cargo del empresario y el 16´% a cargo del
trabajador.

3. Cuando la contratación de duración determinada, a tiempo completo o parcial, se


realice por empresas de trabajo temporal para poner a disposición de las
empresas usuarias a los trabajadores contratados: 93´% del que el 7´7% será a
cargo del empresario y el 1´6% a cargo del trabajador.

- Fondo de Garantía Salarial: el 04´%, a cargo exclusivo de la empresa.

- Formación profesional: el 0´7%, del que el 0´6% corresponde a la empresa y el


0´1% a cargo del trabajador.

B) Base de cotización

Vendrá determinada por la remuneración total, cualquiera que sea su forma o


denominación, que mensualmente tenga derecho a percibir el trabajador o asimilado o la
que efectivamente perciba, de ser ésta superior, por razón del trabajo que realice por
cuenta ajena.

3.4. ACCIÓN PROTECTORA DE LA SEGURIDAD SOCIAL EN EL RÉGIMEN


GENERAL

Son contingencias protegibles las siguientes:


1. Accidente de trabajo.

2. Enfermedad profesional.

3. Enfermedad común.

4. Accidente no laboral.

5. Maternidad.

6. Cese (voluntario o involuntario) en el trabajo por cumplimiento de la edad de


jubilación.

7. Cese involuntario en el trabajo sin pérdida de capacidad de trabajo ni el


cumplimiento de la edad de jubilación ( desempleo).

8. Las cargas familiares.

9. Necesidad de asistencia sanitaria y / o recuperación.

10. Defecto de ingresos por incapacidad temporal y maternidad.

11. Defecto por invalidez permanente.

12. Defecto de ingresos por jubilación.


13. Defecto de ingresos por desempleo.

14. Exceso de gastos y defecto de ingresos derivados de fallecimiento del causante y


de la supervivencia de los familiares a su cargo.

3.4.1. Accidente de trabajo

Se entiende por accidente de trabajo todos aquellos en los que exista un nexo causal
indubitado entre el trabajo por cuenta ajena y la lesión corporal sufrida con ocasión de
éste, no rompiendo este nexo causal y por tanto la calificación de accidente de trabajo:

o La imprudencia profesional consecuencia de la habitualidad del trabajo y


de la confianza que inspira.

o La concurrencia de culpabilidad civil o penal del empresario , de un


compañero o de un tercero, siempre que guarde alguna relación con el
trabajo.

Se presumirá, salvo prueba en contrario, que son constitutivas de accidente de trabajo


las lesiones que sufra el trabajador durante el tiempo y el lugar de trabajo.

En concreto, tendrán la consideración de accidentes de trabajo:

o Los que sufra al ir o al volver del lugar de trabajo, es decir, los in itinere.

o Los que sufra el trabajador con ocasión o como consecuencia del


desempeño de cargos electivos de carácter sindical, incluidos los in
itinere en el desempeño del mismo.
o Todos los ocurridos por el trabajador trabajando en cumplimiento de
órdenes del empresario o espontáneamente en interés del buen
funcionamiento de la empresa.

o Los que ocurran el actos de salvamento o análogos siempre que tengan


conexión con el trabajo.

o Las enfermedades comunes contraídas por el trabajador cuando haya un


nexo causal probado entre ésta y el trabajo desempeñado.

o Las enfermedades o defectos, padecidos con anterioridad por el


trabajador , que se agraven como consecuencia de la lesión constitutiva
del accidente.

o Las consecuencias del accidente que resulten modificadas en su


naturaleza, duración gravedad o terminación, por enfermedades
intermitentes, que constituyan complicaciones derivadas del proceso
patológico determinado por el accidente mismo o tengan su origen en
afecciones adquiridas en el nuevo medio en que se haya situado el
paciente para su curación.

No se consideran accidentes de trabajo:

o Los que sean debidos a fuerza mayor extraña al trabajo, entendiéndose


por ésta la que sea de tal naturaleza que ninguna relación guarde con el
trabajo que se ejecutaba al ocurrir el accidente. En ningún caso se
considerará fuerza mayor extraña al trabajo la insolación, el rayo y otros
fenómenos análogos de la naturaleza.

o Los que sean debidos a dolo o a imprudencia temeraria del trabajador


accidentado.

3.4.2. Enfermedad profesional


Es la contraida como consecuencia del trabajo por cuenta ajena en la actividad que se
especifique legalmente, y que esté provocada por la acción de determinados elementos y
concretas sustancias legalmente señalados.

3.4.3.Asistencia Sanitaria

La asistencia sanitaria tiene por objeto la prestación de los servicios médico-quirúrgicos


y farmacéuticos conducentes a conservar o restablecer la salud de los beneficiarios de
dicho régimen, así como su aptitud para el trabajo, atendiendo, de un modo especial, a
la rehabilitación física precisa para la recuperación profesional de los trabajadores.

Las contingencias cubiertas por la asistencia sanitaria son:

o La enfermedad común o profesional.

o Las lesiones derivadas de accidente, cualquiera que sea su causa.

o La maternidad.

Es beneficiario la persona protegida que, por hallarse en situación de necesidad y reunir


las condiciones exigidas legalmente, ostenta y ejercita un derecho directo a percibir la
prestación de la Seguridad Social.

Son titulares del derecho:

o A todos los españoles y extranjeros que residan en el territorio nacional.


o A los españoles residentes en el extranjero de acuerdo con las leyes y
convenios internacionales.

Tienen derecho a asistencia sanitaria:

En el caso de enfermedad profesional y accidente de trabajo los trabajadores por cuenta


ajena afiliados y en situación de alta o asimilada al alta.

En el caso de enfermedad común y accidente no laboral, además del anterior los


pensionistas y los perceptores de prestaciones periódicas y los familiares o asimilados, a
cargo de los beneficiarios de asistencia sanitaria.

El derecho a la asistencia sanitaria nace el día de la afiliación tanto para el titular, como
para sus familiares o beneficiarios asimilados, y la efectividad del derecho, a partir del
día siguiente al de la presentación del alta en el régimen general.

Las prestaciones sanitarias comprenderán las siguientes modalidades:

1. Atención primaria.
2. Atención especializada.
3. Prestaciones farmacéuticas.
4. Prestaciones complementarias.
5. Servicios de información y documentación sanitaria.

Con respecto a la atención primaria, se concretas, entre otras, en asistencia sanitaria en


consultas, servicios y centros de salud, asistencia sanitaria en el domicilio del enfermo,
indicación o prescripción, y la realización en su caso, de la pruebas y medios básicos de
diagnostico, educación sanitaria, vacunación, tratamientos parenterales, curas y cirugía
menor.

En cuanto a la atención especializada, se concreta en asistencia ambulatoria


especializada en consultas, en hospital de día, en régimen de hospitalización, atención a
la salud mental y asistencia psiquiátrica, etc.
Las prestaciones complementarias se refieren a elementos adicionales y
complementarios para la asistencia sanitaria completa, y se podrían concretar, en
prótesis, transporte sanitario, oxigeno domiciliario, etc.

Las prestaciones farmacéuticas comprenderán fómulas magistrales, especialidades y


efectos o accesorios farmacéuticos que se prescriban por los facultativos
de la Seguridad Social.

Quedan excluidos los productos dietéticos de régimen, aguas minero-medicinales, vinos


medicinales, elixires, dentífricos, cosméticos, confitería medicamentosa, jabones
medicinales, etc.

3.5. PROTECCIÓN

Se cubren, por el régimen general de Seguridad Social, las siguientes situaciones:

- Incapacidad temporal

- Maternidad

- Riesgo durante el embarazo

- Incapacidad Permanente:

 Parcial

 Total

 Absoluta

 Gran Incapacidad

- Jubilación

- De muerte y supervivencia:

 Auxilio por defunción


 Pensión de viudedad

 Pensión de orfandad

 Pensión a favor de familiares

 Subsidio a favor de familiares

 Indemnización a tanto alzado derivada de riesgo profesional, accidente


laboral o enfermedad profesional

3.5.1.Incapacidad temporal

Es la situación en la que se encuentra un trabajador que, por causa de enfermedad,


accidente o periodo de observación en caso de enfermedad profesional, está
imposibilitado, con carácter temporal para el trabajo, y precisa asistencia sanitaria de la
Seguridad Social

La prestación económica es la siguiente:

 Por enfermedad común o accidente no laboral: 60% de la Base Reguladora


entre el 4º y el 21º día de la baja médica; 75% a partir del día 21º
 Por enfermedad profesional y accidente de trabajo: 75% de la Base Reguladora
desde el día siguiente al de la baja

Son beneficiarios:

 Quienes estén afiliados, en alta o en situación asimilada a la de alta.

 Tener cotizados: Por enfermedad común: 180 días en los 5 años anteriores a
la fecha en la que se produzca el hecho causante; por enfermedad
profesional o accidente: no se exige periodo previo

La duración establecida es:


 12 meses prorrogables por otros 6 en caso de accidente o enfermedad
profesional o común

 Periodos de observación por enfermedad profesional: 6 meses prorrogables por


otros 6, cuando haya necesidad de aplazar el diagnóstico definitivo

 Los periodos de Incapacidad Temporal producidos por un mismo proceso


patológico se suman para el cómputo del periodo máximo, aunque se hubiesen
producido periodos de actividad laboral, siempre que estas sean inferiores a seis
meses

La extinción se produce por:

 Transcurso del plazo máximo

 Ser dado de alta

 Declaración de jubilación

 Incomparecencia injustificada a convocatorias de exámenes médicos

 Fallecimiento

3.5.2. Maternidad

Son situaciones protegidas la maternidad por parto, la adopción y el acogimiento


preadoptivo o permanente

La duración es la siguiente:

a) Parto

1. 16 semanas inimterrumpidas ampliables por parto múltiple en dos semanas más


por cada hijo a partir del segundo
2. Permiso distribuido a opción de la interesada, siempre que 6 semanas sean
inmediatamente posteriores al parto

3. En caso de fallecimiento de la madre, el padre podrá hacer uso del permiso

4. Si el padre y la madre trabajan, ésta, al iniciarse el periodo de descanso podrá


optar porque el padre disfrute de una parte determinada e interrumpida del
período de descanso, bien de forma simultánea o de modo sucesivo, salvo que el
reingreso suponga un riesgo par la salud de la misma

5. En casos de parto prematuro y otros en que el neonato deba permanecer


hospitalizado, puede contabilizarse a partir del alta hospitalaria; se excluyen las
6 semanas de baja obligatoria de la madre

6. En caso de fallecimiento del hijo y de alumbramientos que tengan lugar tras más
de 180 días de vida fetal, el descanso será de 6 semanas posteriores al parto.

b) Adopción o acogimiento

1. 16 semanas ininterrumpidas, ampliables en 2 semanas más por cada hijo o


menor, a partir del segundo, si se trata de una adopción o acogimiento múltiple,
respectivamente.
2. En el supuesto de que la madre y el padre trabajen, éstos podrán optar por
disfrutar el período de descanso de forma simultánea o sucesiva, siempre que se
trate de períodos ininterrumpidos y con los límites de duración establecidos.

La prestación económica consiste en un subsidio equivalente al 100% de la base reguladora.

En caso de parto múltiple y de adopción o acogimiento de más de un menor, realizados


de forma simultánea, se concederá un subsidio especial por cada hijo, a partir del
segundo, igual al que corresponda percibir por el primero, durante el período de 6
semanas inmediatamente posteriores al parto o, cuando se trate de adopción o
acogimiento, a partir de la decisión administrativa o judicial de acogimiento o de la
resolución judicial por la que se constituya la adopción.

3.5.3. Riesgo durante el embarazo

Son beneficiarias Las trabajadoras por cuenta ajena y socias trabajadoras de sociedades
cooperativas o laborales, declaradas en situación de suspensión de contrato por riesgo
durante el embarazo, siempre que reúnan los siguientes requisitos:
 Estar afiliadas y en alta
 Tener cubierto un período de cotización de 180 días dentro de los 5 años inmediatamente anteriores a la fecha en que se inicie la
suspensión del contrato de trabajo

3.5.4. Incapacidad permanente

La prestación económica por incapacidad permanente, en su modalidad contributiva,


trata de cubrir la pérdida de rentas salariales o profesionales que sufre una persona,
cuando estando afectada por un proceso patológico o traumático derivado de una
enfermedad o accidente, ve reducida o anulada su capacidad laboral de forma
presumiblemente definitiva.

Cada uno de los grados en que se clasifica la incapacidad permanente da lugar a la


correspondiente prestación económica.

Estas prestaciones están incluidas dentro de la acción protectora del Régimen General y
de los Regímenes Especiales que integran el Sistema de la Seguridad Social, con las
particularidades y salvedades que, en cada caso, se indican en el respectivo Régimen
Especial.

Incapacidad permanente es la situación del trabajador que, después de haber estado


sometido al tratamiento prescrito y de haber sido dado de alta médicamente, presenta
reducciones anatómicas o funcionales graves, susceptibles de determinación objetiva y
previsiblemente definitivas, que disminuyan o anulen su capacidad laboral. No obstará a
tal calificación la posibilidad de recuperación de la capacidad laboral del incapacitado,
si dicha posibilidad se estima médicamente como incierta o a largo plazo.

Las reducciones anatómicas o funcionales existentes en la fecha de afiliación del


interesado en la Seguridad Social no impedirán la calificación de la situación de
incapacidad permanente, cuando se trate de personas minusválidas y con posterioridad a
la afiliación tales reducciones se hayan agravado, provocando por sí mismas o por
concurrencia con nuevas lesiones o patologías una disminución o anulación de la
capacidad laboral que tenía el interesado en el momento de su afiliación.

No será necesaria el alta médica para la valoración de la incapacidad permanente en los


casos en que concurran secuelas definitivas.

También lo es, la situación de incapacidad que subsista después de extinguida la


incapacidad temporal por el transcurso del plazo máximo de duración de la misma,
salvo en el supuesto de que, continuando la necesidad de tratamiento médico, la
situación clínica del interesado hiciera aconsejable demorar la correspondiente
calificación (en ningún caso, podrá rebasar los 30 meses siguientes a la fecha en que se
haya iniciado la incapacidad temporal), en el cual no se accede a la situación de
incapacidad permanente hasta que no se proceda a la correspondiente calificación.

La incapacidad permanente habrá de derivarse de la situación de incapacidad temporal,


salvo que afecte a quienes carezcan de protección en cuanto a dicha incapacidad
temporal, bien por encontrarse en una situación asimilada a la de alta que no la
comprenda, bien en los supuestos de asimilación a trabajadores por cuenta ajena en los
que se dé la misma circunstancia, o bien en los casos de acceso a la incapacidad
permanente desde la situación de no alta.

En los supuestos en que se acceda a la pensión de incapacidad permanente desde una


situación de alta o asimilada al alta, sin obligación de cotizar, el período de los 10 años,
dentro de los cuales deba estar comprendido, al menos, una quinta parte del período de
cotización exigible, se computará, hacia atrás, desde la fecha en que cesó la obligación
de cotizar.

En los casos a que se refiere el párrafo anterior, y respecto de la determinación de la


base reguladora de la pensión, se aplicará lo establecido, respectivamente en los
apartados 1, 2 y 4 del artículo 140.

Las modalidades de incapacidad permanente son las siguientes:

A) Incapacidad permanente parcial para la profesión habitual

Aquella que, sin alcanzar el grado de total, ocasiona al trabajador una disminución no
inferior al 33% en su rendimiento normal para dicha profesión, sin impedirle la
realización de las tareas fundamentales de la misma.

Prestación: indemnización de 24 meses de la Base Reguladora

Requisitos:

- Estar afiliado, en alta o en situación asimilada al alta


- Tener cotizados 1800 días dentro de los 10 años anteriores a la fecha en la que
se extinguió la incapacidad temporal si deriva de enfermedad común.

B) Incapacidad permanente total para la profesión habitual

Es aquella incapacidad que inhabilita al trabajador para la realización de todas o de las


fundamentales tareas de dicha profesión, siempre que pueda dedicarse a otra distinta.

Prestación: pensión del 55% de la base reguladora. Si es cualificada se incrementa en un


20%. Se considera cualificada si el trabajador tiene cumplidos los 55 años y no tiene
empleo.

Requisitos:

- Estar afiliado, en alta o en situación asimilada


- Cotización para menores de 26 años: la mitad del tiempo transcurrido entre la
fecha en que cumplió 16 años y la del hecho causante
- Cotización para mayores de 26 años: un cuarto del tiempo transcurrido entre la
fecha en que cumplió 20 años y el día en que se produjo el hecho causante, con
un mínimo de 5 años. Un quinto del periodo de cotización exigido debe estar
dentro de los 10 años inmediatamente anteriores al hecho causante.
- Solo se exige cotización si deriva de enfermedad común

C) Incapacidad permanente absoluta para todo trabajo

Es aquella que inhabilita por completo al trabajador para toda profesión u oficio.

Prestación: 100% de la base reguladora

En relación con la cotización previa, si deriva de enfermedad común: si el sujeto está


en alta, el mismo periodo que para la incapacidad total. Si no lo está, ni tampoco en
asimilada, 15 años cotizados. La quinta parte del periodo debe estar comprendida dentro
de los 10 años anteriores al hecho causante.

D) Gran incapacidad

Es la situación del trabajador afecto de incapacidad permanente y que, por consecuencia


de pérdidas anatómicas o funcionales, necesite la asistencia de otra persona para los
actos más esenciales de la vida, tales como vestirse, desplazarse, comer o análogos.

La prestación consiste en un 150% de la base reguladora ( 50% adicional destinado a


retribuir a la persona que ayude al incapacitado)

El periodo de cotización: el mismo que en incapacidad absoluta.

3.5.5. Jubilación

La prestación económica por causa de jubilación será única para cada beneficiario y
consistirá en una pensión vitalicia que le será reconocida al trabajador cuando,
cumpliendo determinados requisitos al llega a cierta edad, cese en el trabajo o no se
vaya a reincorporar al mismo.

Para se beneficiario de la jubilación, el trabajador debe estar afiliado a la Seguridad


Social.

Los requisitos varían según el trabajador esté de alta, o situación asimilada, o no esté de
alta.

El trabajador afiliado en la Seguridad Social y en alta, o en situación asimilada al alta


podrá acceder a la pensión de jubilación, como regla general, cuando tenga cumplidos
los 65 años.
3.5.6. Prestaciones por muerte y supervivencia

Son las siguientes:

1. - Auxilio por defunción: ayuda para gastos de sepelio

2. - Pensión de viudedad:

Tendrá derecho a la pensión de viudedad, con carácter vitalicio, salvo que se produzca
alguna de las causas de extinción que legal o reglamentariamente se establezcan, el
cónyuge superviviente cuando, al fallecimiento de su cónyuge, éste, si al fallecer se
encontrase en alta o en situación asimilada a la de alta, hubiera completado un período
de cotización de quinientos días, dentro de un período ininterrumpido de cinco años
inmediatamente anteriores a la fecha del hecho causante de la pensión. En los supuestos
en que se cause aquélla desde una situación de alta o de asimilada al alta, sin obligación
de cotizar, el período de cotización de quinientos días deberá estar comprendido dentro
de un período ininterrumpido de cinco años inmediatamente anteriores a la fecha en que
cesó la obligación de cotizar. En cualquier caso, si la causa de la muerte fuere un
accidente, sea o no de trabajo, o una enfermedad profesional, no se exigirá ningún
período previo de cotización.

La cuantía de la pensión de viudedad es:


 El 52% de la base reguladora, con carácter general y efectos económicos a partir
de 1-1-04.

 El 70% de la base reguladora correspondiente siempre que, durante todo el


período de percepción de la pensión, se cumplan los siguientes requisitos:

1.- Que el pensionista tenga cargas familiares. Se entiende que existen cargas
familiares cuando:

o Conviva con hijos menores de 26 años o mayores incapacitados, o


menores acogidos. A estos efectos, se considera que existe incapacidad
cuando acredite una minusvalía igual o superior al 33%.
o Los rendimientos de la unidad familiar, incluido el propio pensionista,
divididos entre el número de miembros que la componen, no superen, en
cómputo anual, el 75% del salario mínimo interprofesional vigente en
cada momento, excluida la parte proporcional de las dos pagas
extraordinarias.

2.- Que la pensión de viudedad constituya la principal o única fuente de


ingresos, entendiendo que se cumple este requisito cuando el importe anual de la
pensión sea superior al 50% del total de los ingresos del pensionista.

3.- Que los rendimientos anuales del pensionista por todos los conceptos no
superen la cuantía resultante de sumar al límite que, en cada ejercicio
económico, esté previsto para el reconocimiento de los complementos por
mínimos de las pensiones contributivas, el importe anual que, en cada ejercicio
económico, corresponda a la pensión mínima de viudedad en función de la edad
del pensionista. A partir de 1-1-2004, el límite de ingresos es de:

 Con 65 o más años: 5.915,49 + 5.764,64 = 11.680,13 euros.


 Con menos de 65 años: 5.915,49 + 5.371,24 = 11.286,73 euros.

La pensión de viudedad, en cómputo anual, más los rendimientos anuales del


pensionista, no pueden exceder el límite de ingresos del párrafo anterior. En caso
contrario, se reducirá la cuantía de la pensión de viudedad a fin de no superar
dicho límite.

Los tres requisitos exigidos deben concurrir simultáneamente. La pérdida de uno


de ellos motivará la aplicación del porcentaje del 52% con efectos desde el día 1
del mes siguiente a aquél en que deje de concurrir dicho requisito.

 En caso de separación judicial, divorcio o nulidad, la cuantía será proporcional


al tiempo vivido en matrimonio con el fallecido.

3. - Pensión de orfandad:

- Requisitos: los mismos que en viudedad


- Beneficiarios: menores de 18 años o mayores de hasta 22 años, si sobrevive un
progenitor o 24 si no sobrevive ninguno

4. - Pensión a favor de familiares:

- Beneficiarios: padres; abuelos; hijos; hermanos; nietos


- Requisitos: 500 días dentro de los 5 años anteriores si el fallecimiento se
produce por enfermedad común; convivencia con el causante y a sus expensas
durante dos años; carencia de medios de subsistencia; sin parientes con la
obligación de prestar alimentos; sin derecho a otra pensión pública.
- Cuantía: 20% de la Base reguladora

5. - Subsidio a favor de familiares:

- Beneficiarios: hijos y hermanos, mayores de 22 años, sin vinculo matrimonial,


sin derecho a otra pensión, sin medios de subsistencia y sin parientes con
obligación de alimentos.
- Cuantía: 20% Base reguladora durante 12 meses y dos pagas extraordinarias

6. - Indemnización a tanto alzado derivada de riesgo profesional, accidente laboral o


enfermedad profesional:

- Beneficiarios: cónyuge, huérfanos, padres sin derecho a otras prestaciones.


- Cuantía: 6 mensualidades para el cónyuge; una mensualidad para los huérfanos;
doce mensualidades para los padres, si sobreviven los dos y una mensualidad si
sobrevive uno.
4. MUFACE Y EL SISTEMA DE CLASES PASIVAS: CONSIDERACIONES
GENERALES

El mutualismo administrativo, mecanismo de cobertura del Régimen especial de la


Seguridad Social de los Funcionarios Civiles del Estado integrado en el Sistema de la
Seguridad Social, previsto en el párrafo b) del artículo 2 del Texto Refundido, se rige
por lo dispuesto en éste, en el Real Decreto 375/2003, de 28 de marzo, por el que se
aprueba el Reglamento General del Mutualismo Administrativo y en las demás
disposiciones de aplicación y desarrollo.

4.1. CAMPO DE APLICACIÓN DEL MUTUALISMO ADMINISTRATIVO

Quedan obligatoriamente incluidos en el campo de aplicación del mutualismo


administrativo:

a) Los funcionarios de carrera de la Administración Civil del Estado.

b) Los funcionarios en prácticas, en la forma que se determina en el artículo 13 de


este Reglamento.

c) Los funcionarios especificados en los supuestos especiales de encuadramiento


que se indican en el apartado 1 de la disposición adicional primera y en la
disposición adicional cuarta del Texto Refundido.

d) Los funcionarios procedentes del extinguido Servicio de Inspección y


Asesoramiento de las Corporaciones Locales a que se refiere el Real Decreto
2856/1978, de 1 de diciembre, y sus normas complementarias, desde el 1 de
septiembre de 1979.

Pueden incorporarse opcionalmente los funcionarios mencionados en el apartado 3 de la


disposición adicional primera del Texto Refundido, así como los pensionistas a que se
refiere el apartado 2 de dicha disposición adicional.

Quedan excluidos de este régimen especial y se regirán por sus normas específicas:

a) Los funcionarios de la Administración Local.


b) Los funcionarios de organismos autónomos.

c) Los funcionarios de la Administración Militar.

d) Los funcionarios de la Administración de Justicia.

e) Los funcionarios de la Administración de la Seguridad Social.

f) Los funcionarios de nuevo ingreso y en prácticas de las Comunidades


Autónomas.

g) Los funcionarios de carrera de la Administración Civil del Estado transferidos a


las Comunidades Autónomas, que hayan ingresado o ingresen voluntariamente
en cuerpos o escalas propios de la Comunidad Autónoma de destino, cualquiera
que sea el sistema de acceso.

h) El personal de administración y servicios propio de las universidades.

4.2. NATURALEZA DE LA MUTUALIDAD GENERAL DE FUNCIONARIOS


CIVILES DEL ESTADO.

La Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (MUFACE) es un organismo


público, con personalidad jurídica pública diferenciada, patrimonio y tesorería propios y
autonomía de gestión en los términos recogidos en el Texto Refundido, a quien
corresponde de forma unitaria la gestión del mutualismo administrativo para los
funcionarios incluidos en su campo de aplicación.

Ninguna otra entidad podrá utilizar la denominación de «Mutualidad General de


Funcionarios Civiles del Estado», ni el acrónimo MUFACE.

4.2.1. Gobierno y organización de la mutualidad

Los órganos de gobierno, administración y representación de la Mutualidad General de


Funcionarios Civiles del Estado son los que se establecen, en forma análoga a las
entidades gestoras de la Seguridad Social, por Real Decreto, donde se determina su
composición, funcionamiento y atribuciones. Igualmente, y de acuerdo con las normas
sobre competencias y procedimientos en materia de organización, por Real Decreto, a
propuesta del Ministro de Administraciones Públicas, y por orden de dicho Ministro se
establecen, respectivamente, las estructuras propias de sus servicios centrales y de sus
servicios periféricos.
4.3. INCORPORACIÓN A LA MUTUALIDAD

4.3.1. Mutualistas: Régimen de afiliación, altas y bajas

A) Mutualistas

Tienen la condición de mutualistas:

a) Los funcionarios enumerados anteriormente, quienes conservarán la condición de


mutualistas cuando sean declarados jubilados y reúnan los requisitos que se establecen
en el artículo 9.3 del Reglamento.

b) Los funcionarios que hayan pasado a ser pensionistas de jubilación a que se refiere el
apartado 2 de la disposición adicional primera del Texto Refundido, en las condiciones
y con los requisitos señalados en dicho apartado.

B) Incorporación a la Mutualidad: afiliación

La incorporación inicial a la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado es


obligatoria para los funcionarios incluidos en su ámbito de aplicación desde el momento
de la toma de posesión o, en su caso, desde el comienzo del período de prácticas. Dicha
incorporación, de carácter único y permanente, surtirá efectos en el sistema de la
Seguridad Social, sin perjuicio de las altas y bajas, así como de las variaciones que
puedan producirse con posterioridad a la misma.

C) Documento de afiliación

La condición de afiliado a la Mutualidad General se acredita mediante el


correspondiente documento de afiliación, que será expedido por MUFACE.
En el indicado documento figurarán los datos personales del funcionario que sean
necesarios para su identificación como mutualista y su número de afiliación, que tiene
carácter permanente y propio de este régimen especial de la Seguridad Social.

D) Altas

Estarán en alta obligatoria en la Mutualidad General los funcionarios en situación de


servicio activo desde el momento de la toma de posesión, bien cuando adquieran la
condición de funcionario, bien cuando sean rehabilitados en dicha condición, o
reingresen al servicio activo.

Conservarán la condición de mutualista en alta obligatoria, con los mismos derechos y


obligaciones que en la situación de servicio activo, los funcionarios cuando pasen a
alguna de las siguientes situaciones:

a) Servicios especiales, salvo lo dispuesto en el párrafo c) del apartado 1 y en


el apartado 3 del artículo 8 del Texto Refundido.

b) Servicios en Comunidades Autónomas.

c) Expectativa de destino.

d) Excedencia forzosa.

e) Excedencia por cuidado de familiares.

f) Suspensión provisional o firme defunciones.

Igualmente, se hallarán en alta obligatoria en la mutualidad los funcionarios cuando


sean declarados jubilados, en cualquiera de los siguientes supuestos:

a) Que procedan de las situaciones administrativas a que se refieren los apartados

b) a y b anteriores.

c) Que hayan mantenido el alta voluntaria


d) Que perciban pensión del Régimen de Clases Pasivas causada en su condición
de funcionarios incluidos en el ámbito de aplicación de este Reglamento.

E) Baja, mantenimiento facultativo y suspensión en la situación de alta

Causan baja como mutualistas obligatorios:

a) Los funcionarios que pasen a la situación de excedencia voluntaria, en


cualquiera de sus modalidades.

b) Los funcionarios que pierdan tal condición, cualquiera que sea la causa.

c) Los funcionarios que ejerciten el derecho de transferencia establecido en el


artículo 11.2 del anexo VIII del Estatuto de los Funcionarios de las
Comunidades Europeas, aprobado por el Reglamento 259/1968, del Consejo, de
29 de febrero.

d) Los funcionarios que sean afiliados obligatoriamente al Régimen especial de la


Seguridad Social de las Fuerzas Armadas, en aplicación de la disposición
transitoria decimocuarta de la Ley 17/1999, de 18 de mayo, de Régimen del
Personal de las Fuerzas Armadas, en tanto persista la causa que dio origen a esta
afiliación.

No obstante lo dispuesto en el apartado precedente, podrán mantener la situación de alta


como mutualistas voluntarios, con igualdad de derechos, los funcionarios señalados en
los párrafos a), b) y c) del apartado anterior, siempre que abonen exclusivamente a su
cargo las cuotas correspondientes al funcionario y al Estado.

El derecho de opción deberá ser ejercitado por el propio interesado, ante la Mutualidad
General, en el plazo de un mes, a partir de la fecha de recepción de la notificación, o de
la fecha de efectos si ésta fuera posterior, del acuerdo o declaración de excedencia
voluntaria, de la pérdida de la condición de funcionario, o del ejercicio del derecho de
transferencia establecido en el artículo 11.2 del anexo VIII del Estatuto de los
Funcionarios de las Comunidades Europeas, aprobado por el Reglamento 259/1968, del
Consejo, de 29 de febrero, causando baja, en caso de no ejercitarlo, con la misma fecha
de efectos de los actos administrativos correspondientes.
Si no se ejercitara el derecho de opción en el plazo señalado o se perdiera
posteriormente, por renuncia o impago de las cuotas, no podrá instarse ni recuperarse la
condición de mutualista con carácter voluntario.

No corresponderá el derecho de opción a aquellos funcionarios que pasen a excedencia


voluntaria como consecuencia del pase a otro cuerpo o escala de la Administración Civil
del Estado incluido en el ámbito de aplicación de este Reglamento.

Pueden optar por suspender el alta en la Mutualidad General y cesar en sus derechos y
obligaciones respecto a la misma, los funcionarios indicados en el apartado 3 del
artículo 8 del Texto Refundido, dejando de surtir efectos la suspensión cuando cese la
situación que la motivó.

4.4.PENSIONISTAS DE JUBILACIÓN DEL SISTEMA DE DERECHOS PASIVOS

Tendrán la consideración de mutualistas de carácter voluntario, con los derechos y


obligaciones que se contemplan en este Reglamento, los pensionistas de jubilación que
se incorporen a la mutualidad al amparo de lo establecido en el apartado 2 de la
disposición adicional primera del Texto Refundido.

4.5. CAMBIO DE CUERPO Y AFILIACIÓN A MÁS DE UN RÉGIMEN DE LA


SEGURIDAD SOCIAL

En el supuesto de que un mutualista ingrese o reingrese en otro cuerpo o escala incluido


en el ámbito de aplicación de este Reglamento, mantendrá su situación de alta en la
mutualidad, registrándose las variaciones inherentes a dicho cambio a efectos de la
correspondiente cotización del funcionario.

Cuando un funcionario ocupe varias plazas que tenga legalmente establecida su


compatibilidad causará alta a través de aquella por la que perciba las retribuciones
básicas.

Cuando una única prestación de servicios sea causa de la inclusión obligatoria de un


funcionario público en el Régimen especial de la Seguridad Social de los Funcionarios
Civiles del Estado y en otro régimen del Sistema de la Seguridad Social, podrá optar,
por una sola vez, por pertenecer exclusivamente al Régimen especial de la Seguridad
Social de los Funcionarios Civiles del Estado. Si la doble afiliación afecta a dos
regímenes especiales de funcionarios podrá optar, también por una sola vez, por
pertenecer a uno solo de ellos.

Para la determinación de los derechos que puedan causar para sí o para sus familiares
los mutualistas que pasen de este régimen especial a otro régimen de Seguridad Social o
viceversa, a lo largo de su vida profesional, serán de aplicación las disposiciones
vigentes sobre cómputo recíproco de cotizaciones entre los diferentes regímenes de
Seguridad Social, y en especial lo dispuesto en el artículo 58 de este Reglamento, así
como lo prevenido en el artículo 10 respecto al mantenimiento facultativo de la
situación de alta y en el artículo 16 en caso de fallecimiento, separación, divorcio o
nulidad de matrimonio del mutualista.

4.6. FUNCIONARIOS EN PRÁCTICAS

Los funcionarios en prácticas que aspiren a ingresar en los cuerpos de la Administración


Civil del Estado quedarán incluidos en el ámbito de aplicación del mutualismo
administrativo en las mismas condiciones que los funcionarios de carrera hasta la fecha
de su toma de posesión como tales, y serán afiliados a MUFACE con efectos del día de
inicio del período de prácticas, salvo que ya tuvieran la condición de mutualistas.

Los funcionarios en prácticas que no lleguen a alcanzar la condición de funcionarios de


carrera causarán baja en la mutualidad, con la salvedad contemplada en el apartado
anterior.

4.7. TRAMITACIÓN DE LA AFILIACIÓN, ALTAS Y BAJAS

La afiliación se llevará a cabo de oficio y, en su defecto, a instancia del interesado. El


mismo procedimiento se seguirá para las altas, bajas y cambios de situación
administrativa.

Los órganos competentes en materia de personal que formalicen la toma de posesión de


los funcionarios de carrera incluidos en el ámbito de aplicación del mutualismo
administrativo, el nombramiento de funcionarios en prácticas incluidos en el mismo
ámbito, así como el cambio de situación administrativa, la jubilación y, en general, los
actos administrativos que alteren o modifiquen datos referidos a la afiliación a
MUFACE, deberán dar cuenta inmediata a ésta de dichos actos administrativos en el
plazo máximo de un mes.

Los derechos y obligaciones respecto a la Mutualidad General se entenderán, en todo


caso, referidos a la fecha de efectos de los actos y situaciones indicados en el apartado
anterior. Las bajas se entenderán igualmente referidas a dicha fecha.

Los interesados podrán promover directamente ante la Mutualidad General su afiliación,


alta o baja, y comunicarán su cambio de situación administrativa o pase a la jubilación
en el caso de que, por alguna circunstancia, aquéllas no hayan tenido lugar de oficio
dentro del plazo establecido.

La afiliación o la continuidad en situación de alta de los mutualistas voluntarios será


promovida directamente ante MUFACE por los interesados.

4.8. OTROS SUJETOS PROTEGIDOS POR EL MUTUALISMO ADMINISTRATIVO

4.8.1. Beneficiarios de los mutualistas

Pueden ser incluidos como beneficiarios del mutualismo administrativo los familiares o
asimilados a cargo de un mutualista en alta que, cumpliendo los requisitos, se relacionan
a continuación:

a) El cónyuge del mutualista, así como la persona que conviva con el mutualista en
análoga relación de afectividad a la de cónyuge con los requisitos establecidos
en el Régimen General de la Seguridad Social.

b) Los descendientes, hijos adoptivos y hermanos. Los descendientes e hijos


adoptivos podrán serlo de ambos cónyuges o de cualquiera de ellos, y los hijos
también de la persona que conviva con el mutualista en análoga relación de
afectividad a la de cónyuge con los requisitos establecidos en el Régimen
General de la Seguridad Social. Excepcionalmente, los acogidos de hecho
quedan asimilados, a estos efectos, a los familiares mencionados, previo
acuerdo, en cada caso, de la Mutualidad General.
c) Los ascendientes, cualquiera que sea su condición legal, e incluso adoptivos,
tanto del mutualista como de su cónyuge, y los cónyuges por ulteriores nupcias
de tales ascendientes.

d) Cualquiera otra persona relacionada con el mutualista que se determine de


acuerdo con lo dispuesto en el Régimen General de la Seguridad Social.

Los requisitos a que se alude en el apartado anterior son los siguientes:

a) Vivir con el titular del derecho y a sus expensas. No se apreciará falta de


convivencia en los casos de separación transitoria y ocasional por razones de
trabajo, imposibilidad de encontrar vivienda en el nuevo punto de destino y
demás circunstancias similares.

b) No percibir ingresos por rendimientos derivados del trabajo, incluidos los de


naturaleza prestacional, y/o del capital mobiliario e inmobiliario, superiores al
doble del salario mínimo interprofesional.

c) No estar protegidos, por título distinto, a través de cualquiera de los Regímenes


que integran el sistema español de la Seguridad Social con una extensión y
contenidos análogos a los establecidos en el Régimen General.

4.8.2. Beneficiarios en caso de fallecimiento, separación, divorcio o nulidad de


matrimonio del mutualista

En caso de fallecimiento del mutualista en alta, podrán ser beneficiarios del mutualismo
administrativo los viudos y huérfanos de mutualistas, activos y jubilados, y de los
funcionarios y pensionistas a que se refieren los apartados 2 y 3 de la disposición
adicional tercera del Texto Refundido, si cumplen el requisito a que se refiere el párrafo
c) anterior.

A efectos de lo previsto en este apartado, se consideran asimilados a los viudos quienes


perciban pensión de viudedad de Clases Pasivas por haber sido cónyuges legítimos de
funcionarios incluidos en el campo de aplicación del mutualismo administrativo, y
equiparado al huérfano el hijo menor de edad o mayor incapacitado que haya sido
abandonado por padre o madre mutualista.
Igualmente, podrán conservar la condición de beneficiarios del mutualismo
administrativo, con el mismo requisito mencionado en el apartado anterior, el cónyuge
que viva separado de un mutualista en alta o cuyo matrimonio haya sido declarado nulo
o disuelto por divorcio, y los hijos que convivan con aquél.

4.8.3. Reconocimiento y mantenimiento del derecho de los beneficiarios

El reconocimiento de la condición de beneficiario compete a la Mutualidad General.

La petición de reconocimiento de la condición de beneficiario de los familiares o


asimilados que tuviera a su cargo el titular del derecho se formulará por él mismo al
tiempo de la afiliación o alta inicial o sucesivas altas, o en cualquier momento posterior
cuando desee incluir a un nuevo beneficiario.

Los requisitos para ser beneficiario a que se refiere esta sección deben poseerse en el
momento del reconocimiento del derecho y mantenerse durante todo el tiempo para
conservar dicha condición. El derecho se extinguirá cuando deje de cumplirse alguno de
los requisitos exigidos para ser beneficiario o por renuncia, fallecimiento y, en todo
caso, cuando se extinga el del titular del que derive, salvo que, por fallecimiento del
mutualista, quede subsistente según lo previsto en este Reglamento.

Las variaciones de las circunstancias familiares que afecten al derecho de los


beneficiarios deberán ser comunicadas por los mutualistas o asimilados a la Mutualidad
General dentro del mes siguiente a la fecha en que se produzcan. Si la variación
conllevara la baja de un beneficiario, los gastos que se originen a la mutualidad por su
mantenimiento como tal por encima del plazo señalado serán considerados, salvo causa
justificada, como indebidos.

La Mutualidad General podrá comprobar el grado de parentesco y demás circunstancias


de los beneficiarios por cualquier medio admitido en derecho y, especialmente, a través
del Registro Civil, Padrón Municipal u organismo competente, que expedirán
gratuitamente las informaciones o certificaciones que procedan.

4.9. INCOMPATIBILIDADES
La condición de beneficiario en el ámbito del mutualismo administrativo resulta
incompatible para la persona que la posea con:

a) Un nuevo reconocimiento o mantenimiento de esa misma condición a título


derivado de otro mutualista en el mismo ámbito.

b) La condición de mutualista obligatorio.

c) La pertenencia a otro régimen del Sistema de la Seguridad Social, ya sea como


titular o beneficiario.

La incompatibilidad será absoluta en los casos de pertenencia a título propio al


mutualismo administrativo o a otro régimen del Sistema de la Seguridad Social. Sin
embargo, la persona que pudiera tener la condición de beneficiario a título derivado de
más de un mutualista en el ámbito del mutualismo administrativo, o que pudiera tener
esa condición, tanto en dicho ámbito como en otro régimen del Sistema de la Seguridad
Social, deberá ejercitar su opción de inclusión respecto de un solo titular del derecho.

4.10. NORMAS GENERALES DE LA ACCIÓN PROTECTORA

4.10.1. Régimen de las prestaciones

A) Normas reguladoras

La acción protectora del mutualismo administrativo y los requisitos y condiciones


exigidos para causar derecho a las prestaciones que la misma comprende se regirán por
lo establecido en el Texto Refundido, en este Reglamento y en las demás disposiciones
para su aplicación y desarrollo.

B) Contingencias protegidas

Los mutualistas y, en su caso, los familiares y asimilados a su cargo, quedan


concretamente protegidos, de acuerdo con lo establecido en el Texto Refundido y en
este Reglamento, en las siguientes contingencias:
a) Necesidad de asistencia sanitaria.

b) Incapacidad temporal, derivada, bien de enfermedad común o profesional, bien


de accidente común o en acto de servicio o como consecuencia de él.

c) Incapacidad permanente en los mismos supuestos del párrafo anterior.

d) Cargas familiares.

C) Prestaciones

Las prestaciones a que tienen derecho los mutualistas o sus beneficiarios, cuando se
encuentren en los supuestos de hecho legalmente establecidos, son las siguientes:

a) Asistencia sanitaria.

b) Subsidios por incapacidad temporal y por riesgo durante el embarazo.

c) Prestaciones recuperadoras por incapacidad permanente total, absoluta y gran


invalidez.

d) Prestación para la remuneración de la persona encargada de la asistencia del


gran inválido.

e) Indemnizaciones por lesiones, mutilaciones o deformidades causadas por


enfermedad profesional o en acto de servicio o como consecuencia de él.

f) Servicios sociales.

g) Asistencia social.

h) Prestaciones familiares por hijo a cargo minusválido.

i) Ayudas económicas en los casos de parto múltiple.

D) Caracteres de las prestaciones


Las prestaciones que comprende la acción protectora del mutualismo administrativo no
podrán ser objeto de retención, sin perjuicio de lo previsto en el apartado 3 de este
artículo, cesión total o parcial, compensación o descuento, salvo en los dos casos
siguientes:

a) En orden al cumplimiento de las obligaciones alimenticias a favor del cónyuge e


hijos.

b) Cuando se trate de obligaciones contraídas por el beneficiario dentro del


mutualismo administrativo.

En materia de embargo, se estará a lo establecido en la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Las percepciones derivadas de la acción protectora del Mutualismo administrativo


estarán sujetas a tributación en los términos establecidos en las normas reguladoras de
cada impuesto.

4.11. EL SISTEMA DE CLASES PASIVAS

Se entienden que son las clases pasivas aquellos funcionarios que, extinguida la relación
funcionarial, perciben pensiones legalmente establecidas.

Su regulación fundamental se encuentra en el Real Decreto Legislativo 670/87, de 30 de


abril, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Clases Pasivas del Estado.

La protección dispensada se refiere a las pensiones que causen en su favor o en el de sus


familiares los funcionarios de carrera de la Administración Civil del Estado, de las
Cortes Generales, de la Administración de Justicia, así como el personal militar y
asimilado de las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

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