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Filosofía de la vida cotidiana

La religión y las redes sociales como actores de la auto-socialización


Rafael Fernández Hart, SJ

Introducción
El presente texto es preparatorio y se basa en una investigación iniciada hace cuatro años por la
Abo Akademi University de Finlandia en la que participo junto con 28 investigadores a nivel
mundial. La información vertida en esta comunicación recoge algunos usos de las redes sociales
y puede ayudar para componer el lugar. En este sentido, sólo pretendo mostrar una situación
específica con relación al uso de las redes sociales y los medios de comunicación para aprender
o pensar, desde esta situación específica, una antropología filosófica encarnada; es decir una
que responda efectivamente a preguntas y realidades como las que se precisan. Ahora bien,
para este efecto, debemos comenzar por problematizar un concepto más bien común de
“socialización” para entender luego porqué las ciencias sociales y la psicología social prefieren
hablar hoy de auto-socialización.

Diferentes autores definen la socialización, en términos generales, como el proceso en


el cual los individuos incorporan normas, roles, valores, actitudes y creencias, a partir
del contexto socio-histórico en el que se encuentran insertos a través de diversos
agentes de socialización tales como los medios de comunicación, la familia, los grupos
de pares y las instituciones educativas, religiosas y recreacionales, entre otras (Simkin &
Becerra, 2013, pág. 122)

Vermeer expresa en el mismo sentido que “[t]raditionally socialization was seen as the
transmission and internalization of societal values and norms” (Vermeer, 2006, pág. 104). Estas
concepciones que señalan siempre al entorno social como actor habían dominado en el ámbito
de las ciencias sociales y procedían de Durheim. En efecto, el entorno social era considerado
como aquel que domesticaba al individuo; sin embargo, los ampliamente difundidos procesos
de individualización contemporáneos han hecho reconsiderar esta visión de las cosas. “As a
social development individualization is the gradual disappearance of the traditional authority of
social institutions and relationships like social class, the church, the family, or neighborhood”
(Vermeer, 2006, pág. 106). En definitiva, el individuo está en condiciones de decidir cuándo y
dónde desea realizar su propia socialización. La creciente libertad aneja a la autonomía implica
la posibilidad de decidir los entornos de socialización: “As a result modern individuals have far
greater freedom to live their lives as they please” (Vermeer, 2006, pág. 107). Nuestros procesos
de enganche con la sociedad se producen a través de un itinerario de construcción individual.
Podemos preguntar si esta descripción nos deja satisfechos o si no deberíamos interrogarla con
la ayuda de cierta filosofía ya que, después de todo, la auto-socialización podría constituirse en
una amenaza al desaparecer o difuminar al otro en virtud de apetitos no siempre bien precisos.

El caso peruano
La República del Perú se estableció en 1823 con su primera Constitución Política; la constitución
actual fue promulgada en 1993 y en ésta el país se presenta como un estado democrático
independiente y autónomo, aunque reconoce en particular el rol histórico de la Iglesia Católica
(Constitución Política del Perú, 1993, art.50). Tiene una población predominantemente cristiana
y católica como se indica a continuación. La presencia masiva del cristianismo no deja
prácticamente lugar para otras confesiones religiosas. A pesar de todas las estadísticas globales
que incluimos a continuación, en la muestra peruana de la encuesta a 321 estudiantes
universitarios de tres universidades diferentes de la ciudad de Lima (Proyecto YARG1), el 71.3
por ciento de los encuestados afirma que no pertenece a ningún grupo o tradición religiosa. Esta
aparentemente inconsistencia debe tener una explicación. Incluso si una gran mayoría es
formalmente reconocida como católica, no puede decirse que sean católicos con una práctica
de fe muy activa. La otra explicación es que han recibido la formación religiosa familiar, pero en
un proceso de auto-socialización han decidido distanciarse de esta aunque sea temporalmente.

Según investigaciones recientes, Perú sigue siendo un país que cree en Dios. El 89.1 por ciento
de los peruanos responde que se considera creyente en Dios en términos generales (IOP,
Religiones y religiosidad en el Perú de hoy, 2017). En el último censo nacional del 20082, la gran
mayoría de los peruanos (75.2 por ciento) se autoidentifica como cristiano (INEI, Perfl
sociodemográfico del Perú, 2008). En un estudio más reciente, según el Instituto Peruano de
Opinión Pública (IOP) de la Pontificia Universidad Católica del Perú, el 75.2 por ciento de la
población se autoidentifica como católica, seguido por el 13.5 por ciento que se autoidentifica
como Cristiano evangélico. Sin embargo, entre las personas de 18-29 años, el 71 por ciento se
identifica como católico, seguido por el 15.3 por ciento que se autoidentifica como cristiano
evangélico, el 7 por ciento alude a otras religiones y el 5.7 por ciento no refiere ninguna afiliación
religiosa (IOP 2017). Aunque la opinión pública se ha vuelto cada vez más crítica con respecto al
estatus social y a la presencia pública de la Iglesia Católica, ésta todavía goza de amplio apoyo y
credibilidad en la población en general, incluso entre los jóvenes (Ipsos, 2017).

Perú es un país unido a sus tradiciones, especialmente a aquellas que tienen que ver con la
comida, el folclore y la moral; esto último puede ser reconocido, por ejemplo, en la resistencia
al aborto o la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo. Después de un largo
gobierno (1990-2001) con características dictatoriales por Alberto Fujimori, Perú ha tenido
varios presidentes elegidos democráticamente. Esta estabilidad política ha permitido un
crecimiento sostenido de la economía. Aunque en 2017 el número de personas en situación de
pobreza aumentó en 375,000, en la década 2007-2017 la pobreza monetaria disminuyó en
5,180,000 personas (INEI, 2018). Esta sensación de bienestar económico es visible en un
crecimiento sostenido del consumo de bienes y servicios, así como en el desarrollo de un boom
de la construcción en todo el país con la consiguiente expansión de los servicios básicos (agua,
electricidad y drenaje especialmente, pero también conexiones a internet) (INEI, Perfil
Sociodemográfico de Perú, 2008).

Desde la década de 1980, ha habido un aumento en la migración del campo a la ciudad debido
al terrorismo del grupo armado Sendero Luminoso y la respuesta, a menudo tan violenta como
la primera, por parte de las fuerzas armadas del Estado. Las poblaciones rurales que llegan a la
ciudad intentaron preservar los valores y estilos de vida que trajeron del campo, como el ayni,
una forma de trabajo cooperativo muy típico de la cultura andina, mientras que en la ciudad
hubo y hay un proceso creciente de individualización. El contexto peruano es pues una mezcla
de machismo, solidaridad y espíritu de superación (REFERENCIA).

Los estudiantes universitarios -jóvenes adultos- peruanos incluidos en el estudio provienen de


diferentes estratos sociales y entornos socioeconómicos (SES). La ciudad de Lima representa casi
un tercio de la población total y las diversas posiciones económicas y académicas del país (INEI,

1
YARG, Young Adults Religion in global perspective.
2
Cabe anotar que existe un censo nacional realizado en el año 2017, pero cuyos resultados no
han sido publicados actualmente.
Perfl sociodemográfico del Perú, 2008). De un total de 143 universidades en Perú, 57 están
ubicadas en el área de Lima (46 privadas y 11 públicas) (SUNEDU, 2018).

Perú sigue siendo un país donde aún persisten muchas formas tradicionales de socialización
religiosa. Los niños generalmente adoptan la fe de sus padres, como se puede ver en duradera
popularidad de devociones masivas a lo largo del país. Sobre este tema, José Sánchez afirma:
"Debemos ubicar este Perú 'creyente' entre las principales tradiciones religiosas, tanto católicas
como evangélicas, que se han transmitido histórica y culturalmente, a través de la socialización,
como parte de la cultura y en el marco de la institución familiar" (IOP, 2017, 13).

Sin embargo, se ha demostrado que la educación superior tiene un impacto observable en la


religiosidad de los adultos jóvenes. En particular, la socialización en la universidad expresa un
creciente cuestionamiento y relativización de los valores y costumbres religiosas recibidas. Esto
lo ilustra este joven adulto peruano que describe su relación con el catolicismo de la siguiente
manera:

Aunque la universidad, bueno ... no diría que es la mayor fuente de cristianismo en el


mundo [hablando de su propia universidad], pero, eh, sí, en parte es [...] De hecho,
cuanto más lo aprendí, más detalles descubrí de él. (E: ¿Y qué ha sido decisivo para
influenciarte al cambiar de un punto de vista a otro?) Respuesta: saber y preguntar. [...]
Un ejemplo es la Biblia, que ahora considero que debe leerse de manera crítica, es decir,
no tomarla de manera literal. Preguntar, conocer y responder son instrumentos de uso
frecuente en la universidad y se están convirtiendo en una herramienta esencial para
recorrer la distancia o volverse más críticos en relación con la fe recibida (YPEMV050).

El panorama de los medios en Perú es bastante diverso. Los medios más utilizados son la radio
y la televisión (INEI, Perfl sociodemográfico del Perú, 2008). El uso de Internet se está
extendiendo cada vez más; las plataformas de redes sociales más utilizadas son Facebook,
YouTube y Whatsapp (GfK, 2017, pág.17). Con respecto a la cuestión de cómo ha penetrado el
uso de internet en el país, el informe de GfK 2017 sostiene que el 53 por ciento de los peruanos
usa Internet (GfK, 2017, 8). Sin embargo, la encuesta YARG reveló dos datos adicionales: el 64.8
por ciento de los encuestados usa Internet a diario para fines de comunicación, pero solo el 0.6
por ciento lo usa diariamente para servicios o asuntos espirituales o religiosos. Además de eso,
las conexiones domésticas a internet todavía son bastante raras. En cambio, la mayoría de los
peruanos todavía accede a Internet a través de cabinas de internet públicas.

Los adultos jóvenes peruanos incluidos en el estudio informan que principalmente y con mayor
frecuencia utilizan Internet para recopilar información. Wikipedia y YouTube se destacan como
los sitios más mencionados en las entrevistas. Por ejemplo, como dijo un encuestado:

No negaré que lo primero que hice fue ingresar a "Wikipedia" {I: uhum}, porque era la
primera fuente de información, luego a menudo consulto con mi padre (YPESC030).

Como se puede ver, tenemos una fuente anónima que se consulta primero y a la que se da una
autoridad frente a la relación interpersonal. Es cierto que los entrevistados también intentan
contrastar la información como lo muestra esta opinión.

Cuando se trata del uso de Internet por parte de los encuestados peruanos para "servicios o
asuntos religiosos o espirituales", menos del 1 por ciento informó que lo usa para tales fines
diariamente, seguido por el 5.3 por ciento informó que lo usa casi a diario, el 5,9 por ciento
informó utilizarlo semanalmente, el 24.9 por ciento informó haberlo usado ocasionalmente, y
el 63.2 por ciento informó que nunca utilizó Internet para tales fines. Sobre la base de las
encuestas y entrevistas personales, parece que el boca a boca sigue siendo un medio importante
por el cual la información sobre las ideas relacionadas con la religión se difunde. Los adultos
jóvenes peruanos incluidos en el estudio utilizan principalmente Internet como un medio para
verificar los hechos y adquirir información rápida y esporádica sobre asuntos relacionados con
la religión. Algunas veces, esto también toma la forma de buscar información sobre tradiciones
religiosas que son bastante desconocidas en un contexto peruano. Esto se ilustra en el relato de
un encuestado3 que habló sobre el uso de Internet para buscar más información sobre los
cuáqueros:

sobre todo, últimamente he estado buscando esto, mucha información sobre los
cuáqueros, {E ?: Ah} precisamente por esta razón, la lágrima divina. Luego estuve
revisando mucho, mucho de ... eso. Esto, te digo, Internet, y si hay videos también puedo
ver videos, ¿verdad? (SESC011).

Otro uso de las redes sociales para fines religiosos que hemos encontrado es aquel que permite
a una persona ir y venir entre el contacto personal y la relación impersonal de Internet. Si bien
es cierto que todavía es una búsqueda de información, crea una relación triangular que va del
individuo a la relación interpersonal y de esta a la relación impersonal con las redes para
finalmente regresar a la relación. Esto puede ser reconocido en el testimonio de YPESC030.
Después de un primer contacto personal, recurrió a Wikipedia para obtener más información.
El contacto personal aún continuó incluso si nunca visitó una iglesia mormona. Otro uso de las
redes sociales con fines religiosos es cargar libros religiosos en sus dispositivos para tener un
enfoque cognitivo de la religión. Este entrevistado se considera un viejo católico que durante su
adolescencia comenzó a percibir cosas que merecían más profundidad, y su investigación lo
llevó a extraer información que almacenó para estudiar y profundizar su comprensión.

Encontré algunos libros como, un libro bien conocido. Lo leí hace un tiempo. Exploré
cuáles son los textos del evangelio. No coincidieron con la Biblia (YPESC0124).

En este caso, no se trata solo de buscar información en Internet como muchos pueden hacerlo.
Esta persona entrevistada recopila información para reflexionar y sacar conclusiones, incluso si
conducen en una dirección diferente a su fe. En este ejemplo, este joven adulto nota haber
descubierto la incoherencia entre la Biblia y los Evangelios. No es, por lo tanto, otorgar autoridad
al Internet, sino a las mediaciones cognitivas que se desarrollan a partir de esta red. Del mismo
modo, YPESC120 dice que ha leído textos religiosos como el Corán y la Biblia, y ha reconocido
las contradicciones dentro de ellos ya desde que tenía entre 13 y 14 años:

Cuando tienes internet, puedes mirar allí, en efecto, y ver que hay contradicciones y te
dice el versículo, el capítulo y miras y ves que estos y aquellos no son válidos o que tal
idea del Antiguo Testamento contradice el Nuevo Testamento (YPESC120).

El internet permite un contacto directo e inmediato con los textos y la posibilidad de observar
de primera mano lo que dicen los textos y, de esta forma, es posible tomar una posición
personal, aunque, al menos en estos casos, sin otra mediación interpersonal.

Otro uso de las redes sociales para fines religiosos puede alterar el proyecto de vida personal.
Uno de los entrevistados reconoce que cuando estaba por terminar la escuela, mientras

3
La persona en cuestión decía haber experimentado que poseía el don de lágrima; de allí que
haya tenido interés en indagar por este tema entre los cuáqueros.
navegaba por Internet, tuvo un impulso religioso que lo llevó a buscar en YouTube las
condiciones para convertirse en sacerdote católico.

Aproximadamente a principios del mes de octubre, estaba en Internet y de la nada,


comencé a buscar en YouTube, cómo se llama, el tema "por qué no ser sacerdote" ... y
ahí es donde nació todo, desde allí hasta ahora (YPESC122).

Como se puede ver, la intención de esta persona determinó qué búsqueda deseaba hacer. Por
lo tanto, cuando se trata de buscar en Internet, no siempre se navega al azar; a veces hay una
intención clara como refleja este caso. No se trata de la persona que está procrastinando en
Internet, sino de la persona que usa Internet para ayudarse a forjar nada menos que su estilo
de vida y su proyecto de vida religiosa. Ciertamente, es una búsqueda de información como en
otros casos, pero ahora hay un propósito determinado.

La radio y la televisión son las redes sociales cuyo uso es el más extendido en el país y en este
sentido también conviene saber lo que expresan los jóvenes adultos que participaron en la
encuesta. El 24.92 por ciento usa la televisión diariamente, 14.64 por ciento usa radio
diariamente y solo 9.35 por ciento usa la prensa escrita diariamente. Sin lugar a dudas, al menos
en la ciudad, la mayoría de las redes sociales utilizadas diariamente es Internet entre los jóvenes
estudiantes encuestados.

Se puede decir que las redes sociales suponen momentos de pasividad durante los cuales los
usuarios simplemente recopilan información de la prensa escrita, televisión y radio, pero
también hemos notado que existe una forma de socialización entre los adultos jóvenes en la
que Internet es una pieza clave, incluso si su uso es raro cuando se trata de propósitos religiosos.
De hecho, Internet es actualmente el medio de comunicación social más utilizado a diario,
especialmente cuando es exclusivamente un medio de comunicación. Con objetivos religiosos,
el uso de Internet significa que los actores no solo recopilan y graban información, sino que
también la buscan, la seleccionan y la organizan para tomar decisiones relevantes (proyecto de
vida), establecer un vínculo con otras personas o hacer investigación sobre sus intereses
religiosos. Este margen de decisión es pues la auto-socialización de la que se habla en las ciencias
sociales de un tiempo a esta parte.

Sin embargo, cuando se trata de seleccionar el modo de socialización más comúnmente utilizado
para fines religiosos, la comunicación oral como herramienta específica todavía tiene una
especial relevancia. Esto se prueba de dos maneras: las encuestas realizadas muestran un uso
diario muy limitado de las redes sociales para fines específicamente religiosos y, al mismo
tiempo, una presencia significativa de la familia "como guía a medida que vives tu vida y tomas
decisiones" (más del 77 por ciento). Es muy posible que la familia suponga un trato interpersonal
y un desarrollo de la comunicación oral.

Finalmente, como hemos notado, la inconsistencia revelada por la encuesta realizada es


sorprendente. De hecho, un alto porcentaje de encuestados afirma que no pertenece a ningún
grupo, comunidad o tradición religiosa y, sin embargo, el país es básicamente creyente, como
solemos decir en Perú con respecto a los que aceptan a Dios; pero también, el país es cristiano
y católico. La interpretación de esta inconsistencia debe considerar un hiato entre la tradición
recibida por la socialización cultural y familiar y la práctica de la fe como decisión producida a
través de la auto-socialización. Ninguna información recopilada de las entrevistas o encuestas
explícitamente expresa este hiato, pero se puede inferir cuando se enfrentan las estadísticas.
A modo de conclusión
El presente texto busca esbozar una realidad específica que conserva similitudes con las
realidades contemporáneas en América Latina. Por supuesto, esto supondría un estudio de
campo mucho más completo por el que pudiésemos abarcar el impacto de las redes sociales en
el continente y no sólo en el Perú.

Como se ha visto, el internet está muy presente entre los jóvenes adultos diariamente. La
diversidad de los usos de esta red social tiene especial relación con el acopio de información y
con la fácil accesibilidad de la misma. Pero a la base de este panorama encontramos sobre todo
que el internet es un instrumento privilegiado en el ámbito de la auto-socialización. Nada mejor
que el internet para decidir dónde, cuándo y qué tipo de información explorar.

Aunque no es propósito de esta comunicación satanizar la auto-socialización, si parece


necesario interrogar este fenómeno emergente a la luz de la filosofía. Lo primero que habría
que preguntar es si no hay una continuidad entre el fenómeno de la individualización y el de la
auto-socialización. Pero ¿cómo se comprende la relación entre ambos fenómenos? ¿uno causa
del otro? Y si es así, ¿cuál es el origen? El actual fenómeno de la auto-socialización, ¿no refuerza
ciertos hábitos del abrumador proceso de individualización? ¿O es solo un elemento
concomitante?

Ambos fenómenos, que ponen al individuo por delante, construyen al sujeto como proyección
de las relaciones de intercambio en las que podemos observar no solo la herencia de la
economía que se yergue como sombra sobre la sociedad, sino que nos ofrecen las condiciones
para comprender cómo es posible la sociedad. ¿No conviene interrogar con cierta premura a
esta nueva forma de socialización?

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