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Asociativismo
Objetivos compatibles:
Más arriba dijimos que las asociaciones se producen cuando los participantes
(personas u organizaciones) buscan un objetivo común. Puede darse también
el caso que se persigan objetivos diferentes, como en muchas alianzas
estratégicas, lo importante es que los objetivos sean compatibles, es decir que
puedan desarrollarse en el mismo ambiente sin que el logro de uno vaya en
desmedro de los demás.
Habilidades complementarias:
Quizás por una cuestión de comodidad, o de costumbre, la mayoría de las
personas busca asociarse con aquellas que guardan cierta semejanza. Pero
las asociaciones que logran mayor potencialidad de trabajo son aquellas que
involucran personas u organizaciones con diferentes disciplinas, de tal manera
que pueden enriquecerse unos a otros y construir en conjunto visiones más
desafiantes, generar mejores estrategias y aplicar nuevos estilos de operación.
Valores compartidos:
Así como el liderazgo basado en valores resulta ser la estrategia más
adecuada para cimentar la confianza entre el líder y sus seguidores, también
en el caso de las asociaciones resulta crítico establecer alianzas con aquellas
personas y organizaciones que mantengan respeto por la misma clase de
valores. Este tipo de tendencia busca fortalecer un compromiso ético
compartido, y redunda en menores tiempos para la consolidación efectiva de la
sociedad, disminución de la carga de estrés entre las partes negociadoras,
disminución de posibilidades de conflicto, generación de un clima de
transparencia y agilidad en las comunicaciones.
Evaluación de riesgos:
Como vimos al hablar sobre gestión de la incertidumbre y planificación
estratégica, la posibilidad de riesgos está siempre presente en cualquier
proyecto. Al trabajar en asociación con otros actores, es probable que ocurran
contingencias de diferente naturaleza, las que seguramente podrán afectar más
a unas partes que a otras. Será necesario entonces que la sociedad invierta
parte de sus reuniones en la tarea de analizar escenarios futuros, previendo
para cada caso la manera en que unirán sus esfuerzos para salvar las
situaciones desfavorables, implementando de ser necesario mecanismos de
ayuda para los socios más dagnificados.
Reglas claras:
La mejor manera de mantener asociaciones exitosas es por medio de reglas
claras. Por tal razón será preciso que en las reuniones previas a la constitución
de cualquier asociación, se invierta todo el tiempo necesario para poner sobre
la mesa las expectativas, las visiones, los valores, las dudas e incluso los
temores de cada participante, propiciando un diálogo abierto y constructivo que
permita generar acuerdos equitativamente beneficiosos. Es recomendable que
el contrato social explicite claramente los objetivos de la sociedad, los alcances
del acuerdo, la duración prevista, los aportes que hará cada uno de los
miembros, los beneficios que se esperan obtener, la forma en que se
organizarán para administrar su funcionamiento, la forma en que se controlará
la administración, la forma en que solucionarán los conflictos, la posibilidad de
incorporación de nuevos socios, la posibilidad de retiro de socios y todas otras
cuestiones que los miembros puedan considerar relevantes.
Beneficios compartidos:
Las negociaciones en que sólo una parte sale ganando difícilmente den lugar a
asociaciones duraderas. Más allá de la percepción intuitiva que podemos tener
de esta situación, ya sea a través de la historia, de los legados culturales o de
nuestra propia experiencia, hay interesantes trabajos de simulación matemática
que demuestran que a largo plazo, las mayores posibilidades de obtener
beneficios para todas las partes, se dan cuando establecen negociaciones del
tipo Gana-Gana. Por otra parte, se debe considerar que los beneficios no
deben medirse únicamente desde la perspectiva económica, en toda
asociación exitosa es posible percibir diferentes emergentes, tales como el
aumento de la perspectiva sistémica, mayor responsabilidad social e incluso
generación de lazos afectivos.
Alianzas estratégicas
Una alianza es una forma de asociación en donde se pone de manifiesto la
importancia de la filosofía “gana-gana”. Como asociación en sí, podemos
aplicar a las alianzas todos los conceptos vertidos en el capítulo anterior.
- Externalización o tercerización:
Cuando una empresa encuentra en otras compañías capacidades operativas
que pueden ser aprovechada de forma conveniente para la producción de sus
productos (ya sea porque poseen mayor capacidad productiva, una tecnología
más económica, o porque tienen una planta instalada en un sitio en donde
saldría más costoso transportar y comercializar productos fabricados en la
planta matriz.
- Franquicias:
- Alianzas promocionales:
Mediante las cuales una o varias compañías acceden a promocionar los
productos y servicios de otra.
- Alianzas logísticas:
Cuando una empresa ofrece apoyo logístico (incluyendo atención al cliente)
para los productos de otra empresa.
- Acuerdos de precios:
Cuando las empresas de un mismo sector acuerdan en mantener los precios
de sus productos o servicios en una franja de precios establecida de común
acuerdo.
Para ello se diseño la matriz que se muestra en la figura 18, en donde luego de
identificar a los diversos grupos de interés, se procedió a investigar, mediante
la participación activa de todos los involucrados, cuáles eran sus expectativas
más comunes, cuáles sus obligaciones y cuáles sus necesidades de respaldo
por parte de los otros sectores. Los muy buenos resultados obtenidos con el
uso de esta estrategia, nos alientan a invitar a los lectores a desarrollar esta
práctica en sus futuros proyectos asociativos.
Sectores Involucrados con el Turismo Rural ( listado no exhaustivo )
Sectores Expectativas más Obligaciones Necesidad de
comunes Respaldo
Establecimientos Establecerse en el Cumplir las leyes Reglamentación
de turismo rural mercado en forma vigentes. de la actividad
competitiva. - Brindar servicios para evitar la
-Obtener de calidad acorde proliferación de
ganancias. a la oferta competencias
-Desarrollar una realizada. desleales.
cartera de -Respetar los -Acceso a
clientes. contratos. financiación para
-Participar de -Cumplir con las desarrollar nuevos
asociaciones y reglamentaciones proyectos.
consejos específicas del -Mantenimiento de
tendientes a sector. rutas de acceso,
elaborar proyectos -Cuidar del medio señalización,
para el sector. ambiente. estructuras
-Asociarse en básicas y servicios
forma generales.
responsable.
Procesos de negociación:
En su libro “Obtenga el sí” (Getting to yes) Fisher y Ury (1995) afirman que en
último término, la finalidad de toda negociación es alcanzar acuerdos
inteligentes y explican esto diciendo que cualquier método de negociación se
debe juzgar a la luz de tres criterios:
Un acuerdo sensato puede definirse como aquel que satisface los legítimos
intereses de cada parte al mayor nivel posible, resuelve con limpieza los
intereses en conflicto, es duradero y tiene en cuenta los intereses de la
comunidad.
Es la etapa crítica en donde se sientan las bases para que la negociación sea
exitosa. La preparación comienza con definir cual será el motivo de la
negociación (en otras palabras que cosas estamos dispuestos a negociar y
cuales no); se cuantifican los objetivos definiendo los valores máximos y
mínimos y cuales serán los límites que pueden marcar la ruptura de la
negociación; se recopila información sobre las características de las ofertas de
ambas partes; se trata de averiguar quienes serán los negociadores de la otra
parte; se calcula el tiempo que se dedicará a la negociación y se establece una
agenda tentativa, que también deberá ser negociada con la otra parte.
Este proceso está definido por el tiempo que media entre la primera reunión
con la otra parte hasta la finalización de la negociación (tanto si se haya
conseguido un acuerdo como si no). Las actividades características consisten
en establecer la agenda; intercambiar información; dar a conocer las
respectivas opiniones; constatar los puntos de coincidencia y las discrepancias;
argumentar posiciones y ofrecer alternativas hasta el momento en que las
posiciones de ambas partes se aproximan a una zona de beneficio mutuo en
que se concreta la negociación, o hasta que se evidencian posiciones
incompatibles que derivan en la finalización de la negociación sin llegar a un
acuerdo.
Consiste en revisar cada uno de los puntos tratados y dejar constancia escrita
de todo lo acordado. Es probable que durante la negociación cada una de las
partes haya tomado notas a medida que se alcanzaban los acuerdos, pero
también es probable que en el fragor de las intervenciones una y otra parte
hayan entendido distinto. Habiendo llegado a un acuerdo satisfactorio, es
improbable que las discrepancias sean tan grandes como para volver la
negociación al punto de partida, por eso es necesario invertir este tiempo de
conclusiones para afinar lo acordado y evitar que pequeños malentendidos
afloren más adelante generando conflictos de magnitud. Los acuerdos suelen
incluir plazos de revisión, posibilidades y condiciones de prorroga de lo
acordado, cláusulas de incumplimiento y jurisdicción a la que se someterán las
partes para arbitrar cualquier conflicto.
Cada uno de estos tres procesos constituye, entonces, una etapa diferente que
hay que saber reconocer y gestionar teniendo en cuenta sus características
particulares. Como ocurre con toda actividad, la habilidad para negociar se
incrementa con la práctica. Por lo tanto, una buena estrategia para facilitar el
aprendizaje y promover nuestra habilidad negociadora, puede ser la de
reflexionar sobre nuestros procesos de negociación, ya sean anteriores o en
curso.
Administración de procesos de cambio:
· Compromiso de la Dirección
· Políticas claras
· Programa de gestión
· Organización Centrada en el Hombre
· Liderazgo Compartido
· Comunicación Eficaz
Barreras y obstáculos
Todo proceso de cambio pasa por determinadas etapas típicas, de las cuales la
primera y más difícil es la "etapa del desconocimiento". Las personas
desconocen los nuevos conceptos (y sus implicaciones) y tienen miedo de
ensayar cosas distintas; ya saben cómo comportarse y se aferran a esa
conducta por diversas razones (entre ellas el temor al ridículo o al fracaso, al
aumento de la carga de trabajo, o la pérdida de espacios de poder).
Luego, una vez que han comprendido de qué se trata, pasan por una segunda
etapa, la del “escepticismo y rechazo". En esta fase es común escuchar frases
como “¿Por qué he de cambiar si siempre lo he hecho así?”; “Llevo años
haciéndolo de esta manera, he sido exitoso, ¿y ahora quieren que cambie?” o
“Ya estoy muy viejo para aprender esas cosas. Eso es para los jóvenes”.
Hay personas que ofrecen una gran resistencia a los cambios impuestos por
sus superiores: “siempre lo he hecho así y nunca se han presentado
problemas”, es la excusa más común. En este caso, un acercamiento
condescendiente y respetuoso con el empleado es la mejor alternativa. Es
necesario tener presente que las personas que están a cargo de ciertas áreas
son las que mejor conocen sus secretos; por ello, para combatir el
escepticismo es imprescindible entender las motivaciones del personal, ganar
su confianza y sumar la experiencia de cada uno de sus integrantes.
Cuando un líder es capaz de explicar las razones y movilizar las personas hacia el
cambio, se alcanza el "entendimiento y compromiso", que es la última etapa; aquí la
gente “compra” el proyecto y se compromete con él. La “rutina” puede otorgar
seguridad pero la “innovación” con el sustento del conocimiento promueve el desarrollo.
Es muy importante recalcar que detrás de todas estas etapas siempre debe existir un
liderazgo firme que no permita que los ánimos decaigan o se desvíen de los objetivos
propuestos.
En dicha ocasión, el Director del hospital era la única persona con autoridad
necesaria para decidir la remodelación edilicia, pero dado que el hospital no
contaba con una política de calidad, las exigencias del laboratorio a tal respecto
no significaban ninguna prioridad y tenían para la Dirección el mismo peso que
aquellas que provenientes de otros servicios.
La clave para destrabar el problema surgió a partir del respeto profesional que
el Director del hospital mantenía por la Jefa de Laboratorio y la excelente
relación de esta con el Departamento Técnico (que estando en una situación
inicial que no implicaba ningún compromiso) accedió a colaborar con el
proyecto motivado por el beneficio que implicaba para los pacientes y usuarios
del laboratorio.