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Unidad - 1
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Carretero, M. (1996) “Historia reciente de la psicología
cognitiva” y “Las señas de identidad”. En Introducción a la
Psicología Cognitiva. Bs. As.: Aique. (Cap. 2)
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Introducción a la psicología cognitiva
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ión a la psicología cognitiva
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En la tabla 2.1 puede encontrarse un análisis de los te- 85
mas que específicamente hemos incluido dentro de cada epí
grafe. De esta forma, el lector puede interpretar con más
exactitud el contenido de las tablas siguientes. Evidentemen
te, esta clasificación es tan discutible como muchas otras.
Nuestra única pretensión en este caso ha sido ofrecer una vi
sión general de las líneas de trabajo en nuestra disciplina.
En el análisis de las tablas 2.2 y 2.3 puede verse que
existe un claro acuerdo con respecto al estudio de percepción
y atención, memoria, lenguaje, razonamiento, representación
y conceptos y categorías, que resultan ser los temas más estu
diados en los textos analizados. Por tanto, éstos parecen ser
los tópicos más ampliamente consolidados en los últimos
veinte años de nuestra disciplina.
La tabla 2.2 ofrece estos datos acerca de cada uno de
los manuales. Al estar ubicados en orden cronológico, puede
verse que ha habido cambios muy pequeños con respecto a
las cuestiones que se han venido cultivando en estas dos últi
mas décadas. Las tablas 2.4 y 2.5 ofrecen un análisis detalla
do de los contenidos de cada tema en el caso de dos de los
más estudiados, como son la memoria y el lenguaje. En el pri
mero de ellos (tabla 2.4) puede verse cómo sigue predomi
nando la visión estructural o multialmacén de la memoria, ya
que los apartados más frecuentes son los que tienen que ver
ión a la psicología cognitiva
cual-Leone, 1980).
¿C óm o se procede en el estudio de la cognición?
En el apartado anterior hemos presentado una somera
revisión de los temas centrales en la psicología cognitiva, in
tentando al mismo tiempo ofrecer algunas indicaciones de
las tendencias actuales. En estas páginas abordaremos la ma
nera en que se estudian dichos temas. No queremos indicar
con ello que nos vayamos a ocupar de los aspectos metodoló-
gicos en sentido estricto —cosa que ya hemos hecho en otra
ocasión (Carretero y García Madruga, 1984b)—sino de algo
más general. Es decir, de las características del enfoque cog-
nitivo o, lo que viene a ser lo mismo, de los supuestos funda
mentales. Algo similar a lo que entre nosotros se ha denomi
nado metapostulados. Por su parte, Gardner (1985) ha utiliza
do la denominación de “presupuestos centrales y característi
cas estratégicas”, que, como se verá a continuación, no pue
den considerarse totalmente al margen de los contenidos.
Este mismo autor considera que la actual ciencia cogni
tiva se caracteriza por los siguientes rasgos fundamentales:
a) enraizamiento en los problemas filosóficos clásicos;
b) tendencia a mantener relaciones interdisciplinares;
c) establecimiento del nivel de análisis en el estudio de
las representaciones;
d) escasa importancia y consideración de la influencia
del afecto, el contexto, la cultura y la historia en el conoci
miento humano;
e) influencia mayor o menor del ordenador como me
táfora del conocimiento humano; (Gardner, 1985, pp. 38-45).
Sin duda no es ésta la única caracterización que se ha
formulado para dar cuenta del paisaje cognitivo. De estos ras
gos puede decirse la frase clásica “no están todos los que son,
pero sí son todos los que están”. Podrían añadirse, por ejem
Introducción a la psicología cognitiva
104 cido, estas investigaciones han mostrado que los humanos te
nemos bastantes dificultades tanto para comprender la utili
dad de la falsación, como para cambiar nuestras ideas al reci
bir datos que la contradigan (véase p. 218, para una tarea en
la que el lector puede ponerse a prueba). Cuando esto suce
de, solemos recurrir a la utilización de hipótesis ad hoc que
nos permitan mantener lo esencial de nuestra posición. Re
sulta de importancia destacar que hasta los años setenta la
mayoría de estas investigaciones versaron sobre tareas físicas
o lógicas, pero en la actualidad se han encontrado las mismas
tendencias con situaciones o problemas relacionados tanto
con los fenómenos sociales como con la personalidad o la
motivación (p. e., las creencias sobre los demás o sobre noso
tros mismos). Por tanto, parece lógico hablar de su constan
cia o generalidad en el comportamiento humano.
De esta manera, resulta bastante clara la convergencia
entre estos resultados de las investigaciones cognitivas y las
posiciones epistemológicas de autores como Laicatos que, co
mo es sabido, ha mantenido la escasa utilidad del falsacionis-
mo popperiano así como la distinción entre el núcleo de las
teorías científicas y su cinturón protector. Este último, com
puesto por los aspectos no esenciales de las teorías, parece ser
el único que los científicos —y el resto de los mortales—sue
len cambiar cuando se encuentran con datos que contradicen
Introducción a la psicología cognitiva
ca de sus teorías.
Todo ello, unido a los cambios habidos en la psicología
por la influencia de las posiciones epistemológicas que han
supuesto un recorrido desde el empirismo recalcitrante del
conductismo y afines hasta el auge constructivista actual, ha
ce pensar en un juego de espejos en el que psicología cogni
tiva y epistemología se enriquecen mutuamente. Es decir, tal
y como era en el sueño piagetiano, si nuestra memoria no
nos engaña. Aunque por supuesto en ese sueño no haya for-
106 malismos lógicos como único instrumento para analizar las
representaciones mentales, sino más bien programas de orde
nador, mapas conceptuales, scripts y cosas por el estilo. Vea
mos, por ejemplo, que la figura 5.1 (p. 253) no expresa for
malismos lógicos, sino una visión secuencial muy en la línea
de los diagramas de flujo, característicos de los diseños com-
putacionales.
Interdisciplina y soberanía de la ciencia cognitiva
La influencia de las relaciones interdisciplinares se en
cuentra en el origen de las propias psicología cognitiva y cien
cia cognitiva. Buena muestra de ello son las reuniones cientí
ficas y simposios que en las décadas de los cuarenta y cincuen
ta reunieron a matemáticos, ingenieros electrónicos, lingüis
tas, neurólogos, filósofos y psicólogos, empezando a dar for
ma a la orientación del procesamiento de información en psi
cología. Por ejemplo, el celebrado en 1948 en el California Ins-
titute of Technology sobre “Mecanismos cerebrales de la con
ducta”, organizado por la Fundación Hixon, a la que asistie
ron Von Neuman, McCulloch y Lashley, entre otros; el que tu
vo lugar en el MIT en 1956 sobre “Teoría de la información”,
contó con la asistencia de Miller, Newell, Simón y Chomsky y,
por último, el organizado ese mismo año —que no en vano
ion a ia psicología cognitiva
Indicadores
de escenas ENTRAR
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-► PEDIR
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Indicadores Abrir Buscar Sentarse Leer Decidir Pedir
de acciones puerta mesa menú plato comida
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C o m o es sa b id o , d ic h o s in str u m e n to s n o h a n e sta d o 115
e x e n to s d e críticas. La m ás h a b itu a l —g e n e r a lm e n te v in cu la d a
a p o s ic io n e s e m p irista s— es la q u e , c o m o p o d r ía esp e ra r se, ha
e n a r b o la d o la tan llev a d a y traíd a navaja d e O cca m , a rg u m en
ta n d o q u e o b ie n ta les c o n str u c to s n o s o n n e c e sa r io s o al m e
n o s lo s in v estig a d o re s d e b e r ía n p o n e r s e d e a cu er d o para u ti
lizarlos d e u n a m a n e ra m ás u n ív o c a e im p e d ir su p ro lifera
c ió n d e sm e d id a . O tra p o s ic ió n m ás su ave es la q u e a cep ta q u e
e ste tip o d e c o n str u c to s se u tilic e n , p e r o al m ism o tie m p o se
te n g a e n c u e n ta su re la c ió n c o n su su stra to n e u r o ló g ic o , p o r
q u e allí, e n el ce re b r o , es d o n d e al fin y al ca b o se en cu en tra
la r e p r e se n ta c ió n ú ltim a d e lo s p la n e s, e sq u e m a s, etc étera . Es
tas id e a s está n e n la b a se d e l p r o g r e siv o a u m e n to d e la in ves
tig a c ió n n e u r o ló g ic a c o g n itiv a d e las ú ltim a s d éca d a s. Sin
d u d a , se h a n h e c h o cla ro s p r o g r e s o s e n e ste á m b ito e n lo s ú l
tim o s a ñ o s. S in e m b a r g o , c r e e m o s q u e s ig u e v ig e n te e n la
p s ic o lo g ía c o g n itiv a la id e a d e q u e e x iste u n n ivel d e an álisis
q u e e s el p r o p io d e n u e str a d isc ip lin a y q u e c o n siste p recisa
m e n te e n d e te r m in a r la estr u c tu ra y c o n te n id o d e las rep re
s e n ta c io n e s m e n ta le s. En to d o ca so , e n el ca p ítu lo 3 p u e d e
verse el a p a rta d o d e d ic a d o a la o r ie n ta c ió n c o n e x io n is ta q u e
e n la a ctu a lid a d u tiliza lo s m o d e lo s n e u r o ló g ic o s c o m o m etá
fo ra c o g n itiv a fu n d a m en ta l.
Introducción a la psicología cognitiva
Conocimiento y deseo
En lo q u e se r e fie r e a la esc a sa im p o r ta n c ia y c o n sid e
r a c ió n d e la in flu e n c ia d e l a fec to , el c o n te x to , la cu ltu ra y la
h isto ria e n el e s tu d io d el c o n o c im ie n to h u m a n o es o b v io q u e,
d u r a n te b a sta n te tie m p o , la p s ic o lo g ía c o g n itiv a h a e sta d o
c o n s id e r a n d o al su jeto h u m a n o d e u n a m a n e ra u n tan to ais
lada, c o m o si fu e ra u n o b je to al m a rg e n d el m u n d o q u e lo ro
d ea . (1 ) N o ca b e d u d a d e q u e d e s d e u n a ló g ic a ex p er im en ta l,
e n aras d e la p r e c isió n y la e fic a c ia , resu lta im p r e sc in d ib le lie-
var a cabo trabajos cuyos objetivos sean muy delimitados y no
se introduzcan demasiadas variables. Así, esta estrategia ha
hecho progresar claramente nuestro saber de lo que suele lla
marse la “arquitectura del conocimiento”. Sin embargo, cada
vez son más las voces que mantienen que las variables afecti
vas, culturales y contextúales son imprescindibles para ofre
cer una visión acabada del conocimiento humano.
Como se ha visto en páginas anteriores, la psicología
cognitiva se ha desarrollado durante varias décadas excluyen
do el afecto y las demás cuestiones mencionadas (2). Por eso
era razonable que autores como Gardner (1985) se refirieran
a ello como una de sus características esenciales (véase tam
bién los análisis de las pp. 80-84). Sin embargo, ha llovido
bastante durante los últimos años y se han abierto numerosas
vías de colaboración y diálogo entre los investigadores de los
aspectos cognitivos y afectivos, es decir entre los que escudri
ñan los mecanismos del deseo y los que le toman el pulso a
los procesos puramente cognitivos. Signos efectivos de esta
colaboración es la aparición de publicaciones como Cognition
and Emotion y otras similares. Como se ha indicado en otras
partes de este libro, las cuestiones vinculadas a lo emotivo se
han visto cada vez más ligadas a los planteamientos cogniti
vos. Una buena muestra de ello se puede ver en la obra de
Avia y Sánchez Bernardos (1995) sobre aspectos cognitivos y
ión a la psicología cognitiva
A
122 pacidad de ambas posiciones de renegociar sus supuestos e
integrarlos en concepciones más amplias. Es decir, de la dis
posición para modificar las posiciones propias a partir de los
datos empíricos y de las miradas más amplias que ofrecen los
proyectos interdisciplinares.
Introducción a la psicología cognitiva