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Cien afios de propuestas y combates, La historiografia chilena durante el siglo x Jiio Pinto Valigjost La msrpwoeanta De Cute, como la de cualquier pate hija [directa dest historia, As, un siglo xx caracterizado a ecala nacio tal por as grandes convulsiones, ss audaces proyecciones las | doloros}s rupturas, se reflja en una producciin historiografica ‘gualmehte lensionada,introspectiva y desflante, inctinada a las constanfeselecturas del posal yal exigent critica del presente 1 eco de los debates y las renovaciones discplinaris legadas desde fijera, tanto desde otras dencias tocnles como desde otras tiers se ha mezelado alo largo dal sigh con los intensos ya veces ldramilifos debates interno referidos al tipo de sociedad que 5 ‘tiene y de queria tener. Mas visiblementetalverque en oltospaises el continent, el oficio de Ia historia ha sido en Chile mas campo |e batalla que torre de marl, més enfentamiento politico que pero ei academic, aque ena ltimas decadasalguos |de sus chltores han lamentado una cesta pézdida de presencia on os espatios publices, ato de un supuceta ’academicino” profe |sionaliz}nte (ede vestrccionesfStiens oeasionalmene muy dif {les de Hudis), la verdad es que wn examen desspesionado del Iquehacehistoriografico recente sugiere que no se ha perdido |capacddd de mover Is concencias ¥ de encender Ia polémica. Tal, {oma viene sucediend deed incluso antes cue despuntar cl sgloX. Jao Posto WalisI08 la historiografia beral exrta durante In segunda mitsd de 20% por los padres fandadores de la dsciplina en nuestco pa (Diego Barzos Arana, Miguel Luis Amunstegul, Benjamin Vieuha “Mackenna), aungue aparezca ante la mada actual como una pr sencia incontestablemente hegeménica, fae en si momento ina ‘psi politi sobre el tipo de Estado y de nacisn que se estaba fen proceso de constniir y por tanto no exenta de propuestas dlivergents 0 francamenté antagénicas, De igual forma, la hist ogratia nacionalist-conservadors que da forma a la primera ‘yan corrente disciptinaria del siglo 2, surge de una Visi que ‘Se proclama abiertamente contaria 2 la liberal tanto en el plano ‘cadémico como en su juiio sobre el ipo de sociedad que el XX habia dejado come legado. Los histerindores y los analisas ade crite a esta nueva lctura de nuestro pasado recinin ai el evo ‘siglo polemizando, y a través de tales polémicas dibujaban un nuevo sentido comin histrico que se hara fuerte alo larg de las décadas sigulentes. Movidas y desmoronadas gran paste de las certidumbres de ‘imonénicas a partir de la eras iniciada en la década de 1920, Is posterior Segunda Gueera Mundial asistié a una renovacion hhistoriogrtica que una vez mas se sostenia sobre Ia exten asus predecesores,y’al orden social en que se habia desenvuelto st ‘quchacer. Aparecis asi, por una part, una primera coriente de Iistoriadores deciaradamente mamrsts, que ponian sus saberes al servicio de una visién revolucionasiamente alternative de la historia y de la sociedad. Al miama tempo, yen forma pazalela, una segunda coriente de historiadores seducids por el ejemplo de la escuela francesa de los Annales enfrentaba su objeto de es tio desde un dngulo tal vez menos ruptuista en fo inmedia- tamente polio, pero igualmente determinado a constr una historia en que tuviesen cabida ls grandes mayorias sociales y Ios process relevantes para el conjunto de Is comunidad nacional Por uno w otto conducto, una socieded embareada en sna dec- dda Tacha por la democraiay Ia Justicia soctal seria de ince badora para una historiogratia que recogia else inguletudes y reconocia el protagonismo de los sujetos imbues de tales pro- yeetoe (ims 08D FROFUESTAS¥COMARES ae et a eae Soyer a ea eee near ree eres ee eee ee mel ee ene «in Sa me recientes a er sn is aes athe arora safes emis rire ere 8 ee ‘eerarenacemennmei eh nar iin oer pre it Oe ae Paper op en ee aac ve anes yeaa pean Rigraeetrg eto nes sete terol le meen eae fo febrero ceed ete fap een ek aed dee me spleen lye ew tee Spero cee er nian seen ee separ ft cere ra pe renee emt ea Jou0 Povo Vauisos Augusto Pinochet en Inglaterra y Ta egada del nuevo siglo han Pesto una vez mds al aniisishistvion en el centro del debate ‘nacional, recuperando para sus cultore tin papel que, como seh insnuado en los paerafos que preceden, tiene una hayectorla mas _gue secular La sociedad cilenaenfrenta asst segundo certenario como nacién independiente interogindose una vez ini, como 10 ha hecho a lo largo desu historia, por el sentido de au guehacer caleativo, En las piginas que siguen se hard un recorrde mas pausado Por las etapa yvicstudes ripidamente esbozadas hasta sat No Se trata, por certo ce una reconsitcionhistrien exhaustivay Ge tallada dela historiografi chilena del siglo Xx, sino masbien de un {ntento de idenificar las principales propuesta y Incas de tension que este quchacer ha exhbido en estos cien anos. Pars cad na le ls cuatro tapas en que se ha centrado el anlisis se hagd una Presentacin general, segulda del examen mle detenido de algan Autor o autores considerados particularmente representatives de ‘Strespeetiva conente.En todo momento, y ensintonia con lo que seha dicho mis arriba sobre el paraletsmo entre Nistoriopeais Astoria, se iné coreacionando el anise con los process mde significatvos que enfrent la sociedad chilena durante cada una de esas etapas, Se podré configuraraei una suerte de "ventana historiogrfica” desde Ia cual observar lo que ha sido para Chile Jn experiencia del siglo, y su comparsbilidad o excepeionalidad respect dela vivida por ottos paises latinosmericanos 1 FIN DE SIECLE Y NACIONALISMO CCONSERVADOR (1900-1940) “Me parece”, sefalaba el paslamentario Enrique Mac Tver en un muy Gitado discurso pronunciado en el Ateneo de Santiago el 1 die agosto de 1900, “que no somos flies”. "Se nota un malestar",

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