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IMAGEN POR RESONANCIA MAGNÉTICA (IRM)

HISTORIA

En 1971, hace justo 40 años, el doctor Raymond Damadian demostró que la


resonancia magnética podía ser usada para detectar enfermedades porque distintos
tipos de tejidos emiten señales que varían en su duración, en respuesta al campo
magnético.

Damadian creó el primer equipo de resonancia magnética en 1972. Pocos meses


más tarde aplicó a una patente para para su invento con el título “Aparato y método
para detectar tejidos cancerígenos”. La patente fue otorgada el 1974 en Estados
Unidos, y fue la primera que se dio en el campo de la resonancia magnética.

Reconociendo la importancia del descubrimiento de Damadian, el investigador Paul


Lauterbur desarrolló la técnica para generar las primeras imágenes en resonancia
magnética en 2 y 3 dimensiones utilizando gradientes, y publicó la primera en 1973.

Peter Mansfiel, un físico de la Universidad de Nottingham en Inglaterra, extendió el


uso de los gradientes mediante un modelo matemático que permitía acelerar
muchísimo el tiempo de captura de imágenes, de horas a tan sólo segundos, y
producirlas con mejor definición.

Mansfield y Lauterbur recibieron en 2003 el premio Nobel de Medicina por sus


descubrimientos en el campo de las imágenes de resonancia magnética. Damadian,
que fue dejado de lado por la academia Sueca, protestó con una solicitada en el
diario New York Times.

Más allá de esta controversia en cuanto a la contribución de cada uno al invento, lo


que no cabe duda es que en los 40 años que pasaron desde su descubrimiento la
resonancia magnética cambió la historia de la medicina.

¿QUÉ ES LA IRM?

La IRM es una tecnología de imágenes no invasiva que produce imágenes


anatómicas tridimensionales detalladas, sin el uso de la radiación dañina. Se usa
frecuentemente para la detección de enfermedades, el diagnóstico y el monitoreo
de tratamientos. Se basa en una tecnología sofisticada que estimula y detecta el
cambio en la dirección del eje de rotación de protones que se encuentran en el agua
que compone los tejidos vivos.

¿CÓMO FUNCIONA LA IRM?

La IRM emplea imanes poderosos que producen un potente campo magnético que
obliga a los protones en el cuerpo a alinearse con ese campo. Cuando se pulsa una
corriente de radiofrecuencia a través de un paciente, los protones son estimulados
y giran fuera de equilibrio, luchando contra la fuerza del campo magnético. Cuando
se apaga el campo de radiofrecuencia, los sensores de IRM son capaces de
detectar la energía liberada mientras los protones se realinean con el campo
magnético. El tiempo que tardan los protones para realinearse con el campo
magnético, así como la cantidad de energía liberada, cambian dependiendo del
entorno y la naturaleza química de las moléculas. Los médicos son capaces de
identificar la diferencia entre los varios tipos de tejidos basándose en estas
propiedades magnéticas. Para obtener una imagen por IRM, se coloca a un paciente
dentro de un imán muy grande y debe permanecer inmóvil durante el proceso para
que la imagen no salga borrosa. Los medios de contraste (que a menudo contienen
el elemento gadolinio) se pueden administrar al paciente por vía intravenosa, antes
o durante la IRM, para aumentar la velocidad a la cual los protones se realinean con
el campo magnético. Mientras más rápido se realineen los protones, más brillante
será la imagen. La IRM no se limita al eje cráneo - espinal (cráneo, cordon espinal,
columna vertebral y estructuras profundas del cuello) sino que podemos estudiar
todas las articulaciones y tejidos blandos evitando en muchos casos la necesidad
de estudios artrográficos. Los órganos abdominales y pélvicos son estudiados con
sorprendente precisión, complementándolos con otras técnicas de diagnóstico por
imagen.

Un estudio simple por RMN tiene una duración de 30 a 40 minutos y estudios más
complejos varían entre 60 minutos y 120 minutos. Se debe tener en cuenta que por
trabajarse con campos magnéticos intensos si un paciente posee marcapasos o
válvulas o prótesis no compatibles, no se puede realizar este tipo de estudios; más
allá de estas excepciones, al realizarse un estudio por Resonancia Magnética
Nuclear, se puede hacer vida completamente normal, antes y después de la
exploración y esta no produce efectos nocivos.

¿PARA QUÉ SE USA LA IRM?

Los escáneres de IRM son particularmente apropiados para obtener imágenes de


las partes no óseas o de los tejidos blandos del cuerpo. Difieren de la tomografía
computarizada (TC), en que no usan la radiación ionizante dañina de los rayos X.
El cerebro, la médula espinal y los nervios, así como los músculos, ligamentos y
tendones se ven mucho más claros con la IRM que con los rayos X y la TC
regulares; por esta razón la IRM se utiliza con frecuencia para obtener imágenes de
lesiones de rodilla y de hombro. En el cerebro, la IRM puede diferenciar entre la
materia blanca y la materia gris, y también puede usarse para diagnosticar
aneurismas y tumores. Debido a que la IRM no utiliza rayos X u otra radiación, es
la modalidad de imágenes preferida cuando se requieren imágenes frecuentes para
el diagnóstico o la terapia, especialmente en el cerebro. Sin embargo, la IRM es
más costosa que las imágenes de rayos X o de escaneo por TC. Una clase de IRM
especializada es la Imagen por Resonancia Magnética funcional (IRMf). Esta se usa
para observar las estructuras del cerebro y determinar qué áreas del cerebro se
“activan” (consumen más oxígeno) durante varias tareas cognitivas. Se utiliza para
fomentar el entendimiento de la organización del cerebro y ofrece un nuevo estándar
potencial para evaluar el estado neurológico y el riesgo neuroquirúrgico.

APLICACIONES MÉDICAS

Entre sus aplicaciones tenemos:

 Neurológicas: Proporciona imágenes de mayor resolución que la tomografía


computada (TC) para las estructuras nerviosas. Permite detectar edemas
cerebrales, tumores, trombosis venosas, placas de desmielinización
(esclerosis múltiple) e infartos cerebrales. Casi todas las anomalías
cerebrales presentan alteraciones en el contenido de agua, que se consigue
registrar con la RM. Una diferencia en el contenido acuoso de menos del uno
por ciento es suficiente para detectar los cambios patológicos.
Cardiovasculares.: A veces, en colaboración con la radiografía, la TC o el
ecocardiograma. Se puede estudiar el corazón así como las arterias.
 Otorrinolaringología: Alteraciones de oídos, senos paranasales, boca y
garganta. Oftalmología. Tumorales: Permite detectar alteraciones tumorales
de cualquier tipo y en cualquier órgano. Aparato locomotor: Permite localizar
lesiones óseas o musculares de todo tipo y en cualquier región del
organismo. Es el único procedimiento que permite ver los ligamentos. En
general, puede ser utilizada para visualizar estructuras como corazón,
pulmones, glándulas mamarias, hígado, vías biliares, bazo, páncreas,
riñones, útero, ovarios, próstata, etc.

¿EXISTEN RIESGOS?

Aunque la IRM no emite la radiación ionizante dañina que se encuentra en las


técnicas de imágenes de rayos X y de TC, sí emplea un potente campo magnético.
El campo magnético se extiende más allá de la máquina y ejerce fuerzas muy
poderosas sobre objetos de hierro, algunos aceros y otros objetos magnetizables;
es lo suficientemente fuerte para lanzar una silla de ruedas a través del cuarto. Los
pacientes deben notificar a sus médicos de cualquier condición médica o implante
que tengan antes de un escaneo por IRM. Antes de someterse a una IRM, se debe
considerar lo siguiente:

 Personas con implantes, particularmente los que contienen hierro:


marcapasos, estimuladores del nervio vago, desfibrilador- cardioversor
implantable, monitores cardiacos subcutáneos, bombas de insulina,
implantes cocleares, estimuladores cerebrales profundos y cápsulas
endoscópicas, no deben entrar a una máquina de IRM.
 Ruido: el ruido fuerte, comúnmente referido como chasquidos y pitidos, así
como la intensidad del sonido de hasta 120 decibeles en ciertos escáneres
de IRM, puede requerir protección especial para los oídos.
 Estimulación Nerviosa: a veces se produce una sensación de espasmos
debido a los cambios bruscos de campos en la IRM.
 Medios de contraste: los pacientes con insuficiencia renal severa que
requieren diálisis podrían correr el riesgo de contraer una enfermedad rara
pero sería llamada fibrosis nefrogénica sistémica, que puede estar ligada al
uso de ciertos medios que contienen gadolinio, como la gadodiamide y otros.
Aunque no se ha establecido una correlación causal, las normas actuales en
los Estados Unidos recomiendan que los pacientes de diálisis solo deben
recibir medios de contraste con gadolinio cuando sea esencial, y que la
diálisis se debe realizar tan pronto como sea posible después del estudio
para retirar el medio de contraste del cuerpo con prontitud.
 Embarazo: aunque no se han demostrado efectos en el feto, se recomienda
evitar los escaneos de IRM como precaución, especialmente en el primer
trimestre del embarazo cuando los órganos del feto se están formando y los
medios de contraste, si se usan, podrían entrar en el flujo sanguíneo fetal.
 Claustrofobia: a las personas aún con leve claustrofobia les puede ser difícil
tolerar largos tiempos de escaneo dentro de la máquina. La familiarización
con la máquina y el proceso, así como las técnicas de visualización, sedación
y anestesia, proporcionan a los pacientes mecanismos para superar su
malestar. Mecanismos adicionales de adaptación incluyen escuchar música
o ver un video o película, cerrar o cubrirse los ojos, y sostener un botón de
pánico. La IRM abierta es una máquina que está abierta por los lados en
lugar de ser un tubo cerrado en un extremo, por lo que no rodea
completamente al paciente. Fue desarrollada para satisfacer las necesidades
de pacientes que se sienten incómodos con el túnel estrecho y los ruidos de
la IRM tradicional, y para pacientes cuyo tamaño o peso hacen que la IRM
tradicional sea impráctica. La novedosa tecnología de IRM abierta
proporciona imágenes de alta calidad para muchos pero no todos los tipos
de exámenes.

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