RECOLETA
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Iniciamos un paseo por el Cementerio de la Recoleta, nuestro
antiguo e historico Cementerio. Encontramos en él las bévedas y se-
pulcros de los préceres mas destacados, aquéllos que nos dieron Pa-
tria y Libertad. Una verdadera leccion de historia es caminar por sus
calles donde, por otra parte, observamos exponentes de refinada ar-
quitectura junto a realizaciones de importantes escultores. Una verda-
dera sintesis de Historia y Arte.
Asimismo, de las paginas siguientes surgiran anécdotas y
leyendas que se han ido incorporando al interés que despierta este
Cementerio en sus 175 afios de existencia.
La confeccién de esta Guia tiene por objeto ayudar a quién
Jo recorre, en un itinerario al cual podra agregar aquello que su inte-
res particular requiera, como tambien el personaje o la obra artistica
que sorpresivamente aparezca ante sus ojos.
El Gobierno de la Ctudad de Buenos Aires pretende con
ello que sus vecinos, como asimismo los turistas, tanto argentinos como
extranjeros, puedan aquilatar el importante reservorio que encierra
este Cementerio, en lo historico y en lo artistico, circunstancia que lo
ubica entre las necrépolis mas destacadas del mundo.
Fernando de la Ria@rigen
Las tierras en
Jas cuales se encuentra
el Cementerio fueron
concedidas por Don
Juan de Garay a Don
Rodrigo Ortiz de
Zérate tal cual era la
costumbre de la época,
j RAL
en el sentido de entre-
gar tierras a aquéllos
que acompaiaban al
que comandaba la ex-
pedicion. Ello sucedié
en cl aiio 1583, cono-
ciéndose a estos para-
jes como ‘los ombies’
por la presencia de arboleda de esa especie.
Distintos propietarios tuvo el lugar, hasta Ile-
gar finalmente al matrimonio formado por Don
Fernando de Valdéz e Inclan y dofia Gregoria
Herrera y Hurtado, quienes donaron parte de
ellas para leyantar un convento.
Asimismo Don Juan de Narbona hizo cons-
truir una iglesia que puso bajo la advocacion
de Nuestra Sefiora del Pilar, por ser él oriundo
de Zaragoza, que tiene por patrona a la Vir-
gen del Pilar. Convento e Iglesia fueron
regenteados por los frailes recoletos.
Las tierras linderas servian de huerto.
De acuerdo a la costumbre de la época el lugar
de enticrro cra en los templos. Se inhumaba
en los altares. presbiterios. naves. criptas y
trios.
Dado el aumento de la poblacién era necesa-
rio habilitar un cementerio y es asi como du-
rante la gobernacién del Brigadier General Don
Martin Rodri-guez, siendo ministro de Gobier-
no Don Ber- nardino Rivadavia, como conse-
cuencia de la expulsion de los recoletos por la
wt
reforma general del orden eclesiastico. su huer-
to se transformé en el primer cementerio pi-
blico: que se inauguré el 17 de noviembre de
1822. Al dia siguiente los primeros entierros
fueron los del parvulo liberto Juan Benito y el
de Maria Dolores Maciel.
Los planes del cementerio fueron confeccio-
nados por el ingeniero Préspero Catelin, sien-
do las sepulturas a término. renovables y otras
a perpetuidad, reservandose el gobierno algu-
nas para personalidades destacadas de la vida
nacional.
En 1881 el Presidente de la Municipalidad Don
Torcuato de Alvear encaré las tareas de
remodelacién del cementerio que fueron eje-
cutadas por el ingeniero-arquitecto Juan An-
tonio Buschiazzo.
Se accede a la necrépolis a través de un pérti-
co con doble hilera de columnas-tetrastilo-de
orden dérico, sin base y de fuste acanalado.
En su parte superior-cornisamento-vemos dis-
tintos simbolos y en el atico Ieemos
“REQUIESCANT IN PACE”