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1 Abogado-Licenciado en Derecho: Facultad de Derecho - Universidad de San Martín de Porres; Máster en Derechos Fundamentales,
Especialista en Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, Máster en Estudios Avanzados en Derechos Humanos,
Doctor Sobresaliente Cum Laude en Estudios Avanzados en Derechos Humanos: Instituto de Derechos Humanos “Bartolomé de
las Casas” - Universidad Carlos III de Madrid; Especialista con Matrícula de Honor en Derechos Humanos: Instituto de Derechos
Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid. Investigador y colaborador académico de Filosofía
del Derecho y Derechos Humanos en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.
jesuco_amag@yahoo.es
VOX JURIS (36) 2, 2018
VOX JURIS, Lima (Perú) 36 (2): 37-47, 2018
38 Jesús Víctor Alfredo contrerAs UgArte
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ISSN: 2521-5280
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Las determinaciones políticas en materia de derechos humanos. Consideraciones 39
desde la ética weberiana y desde la fuerza trascendental hegeliana
Political determinations in the field of human rights. Considerations from the
weberian ethics and from the hegelian transcendental force
Luego, quien actúa por la ética de la convicción, Por otro lado, puedo reconocer que, en cierta
si con su actuar provoca perjuicios, este no se medida, la historia nos ha mostrado que
considerará responsable de dichos perjuicios; quienes se guían únicamente por la ética de la
por el contrario, responsabilizará de ello al convicción terminan olvidando su conciencia
mundo, a la torpeza de los otros o la voluntad de la responsabilidad. Por su parte, también
de una fuerza supuestamente invencible; la es cierto que las situaciones del mundo no son
única responsabilidad que estará dispuesto a tan inflexibles, inconmovibles y estructuradas
asumir es la de perder la pasión convencida de como para creer que siempre de todo lo bueno va
su convicción, y sus acciones estarán dirigidas a brotar el bien y de todo lo malo, el mal. La vida
a mantener dicha pasión, las que únicamente humana no tiene esos niveles de racionalidad
deben y pueden tener un valor ejemplar dentro lógica y exacta, y la política no es la excepción.
del marco de sus convicciones. Sin embargo, No obstante, el ser humano que ejerce el poder
quien guía sus actos de acuerdo a la ética no tiene que estar siempre supeditándose a
de la responsabilidad, atenderá a todas las prever, calculada y estratégicamente, si va a
imperfecciones posibles de sus actos y asumirá lograr o no resultados socialmente óptimos y
que esos perjuicios se deben a su acción. Sobre correctos en sus acciones, ni tampoco limitarse
esto, Max Weber (2007) terminará concluyendo a una única forma de decidir, sea sujetándose
que la ética de la convicción no es la más a la ética de la responsabilidad o no. El mismo
conveniente para conducir el accionar político. Weber (2007) parece entenderlo así, pues pese
Para Weber (2007), es la ética de la a que opina que la ética de la responsabilidad
responsabilidad la que le corresponderá al actuar es la que debe conducir a la política; empero,
político. Y es que en la ética de convicción no reconoce que la ética de la convicción tiene
se añade remedio alguno al asunto sobre la un componente de ilusión y de firmeza hacia
motivación de las vías y mecanismos que deben la entrega del objetivo en el que se cree y el
ser usados en la política; el razonamiento que que se quiere alcanzar. Si bien es mejor ejercer
sigue la ética de la convicción es de talante las acciones políticas con responsabilidad,
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desde la ética weberiana y desde la fuerza trascendental hegeliana
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relevancia que esa fuerza universal, superior Por lo tanto, hay que rechazar la idea de
y trascendente, que es la que decide las cosas que el progreso de la realidad dependa,
en el mundo y en la realidad. Una suerte de inevitable y necesariamente, de una fuerza
providencia que desciende del cielo a la tierra. trascendental que es la que decide la historia
y la realidad de la humanidad; no es lo
Particularmente, no comparto la idea de Hegel correcto ni lo humanamente natural y según
(1968) de someter el progreso de la humanidad nuestras capacidades. No podemos aceptar
a una fuerza trascendental que lo decida todo; que por nacer en un determinado país o en una
por buena o mala que sea esta fuerza; pienso determinada realidad social nuestro destino esté
que esto dejaría al ser humano convertido en ya decidido y determinado inexorablemente.
algo que no puedo aceptar. El ser humano Nuestros representantes políticos deben tener
no es una marioneta ni un robot al que una una conciencia de libertad y de progreso
fuerza trascendental lo decida o programe, de la humanidad entendida como conjunto
determinante e ineludiblemente, en un sentido trascendental y vinculado, y las decisiones
o en otro; este es un error de entendimiento en deben tener en cuenta esta responsabilidad que
el que se puede caer si se cree que el ser humano nos es insoslayable a todos en general y, sobre
no es capaz de trascender y de determinar su todo, a quienes nos gobiernan, en particular.
acaecer; el ser humano es más bien autónomo
y tiene el libre albedrío de decidirse; el ser Lo cierto es que Hegel (1968) construye así
humano no es un autómata al que una fuerza su dialéctica porque es él que se encuentra
trascendental y determinante le imprima la desencantado de la fuerza activa y consciente
resolución de su vida. El ser humano educado y del ser humano. Hegel (1968) ya no confía o
formado en la conciencia y en la convicción de no cree que el ser humano tenga la suficiente
sus valores y derechos humanos y ciudadanos capacidad para hacer progresar al mundo
es un ser humano poderoso, capaz de cambiar desde su propia convicción, ni tampoco cree
el mundo en el sentido que determine. En este que sea capaz de alcanzar el entendimiento
sentido, es el ser humano quien también dirige de su propio valor humano desde sí mismo
las decisiones políticas, y estas deben dirigirse y, es por ello, que Hegel (1968) introduce
a lograr un mundo estable, solidario, inclusivo en su filosofía la necesidad de una fuerza
y justo. No existe una fuerza trascendental trascendental y determinante -pero que termina
que determine realidades infranqueables e siendo abstracta- que permita al ser humano
imposibles de transformar. entenderse a sí mismo y entender el fin que
cumple al ser parte de una misma totalidad; sin
Lo de Hegel (1968) hay que tomarlo como la embargo, todo este entender lo determinaría y
descripción de una patología social en la que se lograría gracias a esa fuerza trascendental
se puede caer y en la que, de hecho, demasiada hegeliana. Es decir, el entenderse a sí mismo
humanidad ya ha caído; pero, de ningún modo y el entender los fines para los que existimos
es la regla a la que todos estemos determinados; nos lo determinaría una fuerza extraña a
aunque, podríamos decir que, en cierta forma, esa nuestro propio ser y extraña a nuestras propias
fuerza trascendental y determinante hegeliana capacidades pues en los conceptos hegelianos
se parecería, o se podría equiparar, a los poderes no tendríamos la capacidad de determinarnos
económicos y de mercado imperantes en la en la realidad ni de entendernos por y desde
actualidad que parecen decidir lo que sucede nosotros mismos. En este mismo sentido,
en la realidad. No obstante, esto, en todo caso, Jacques D’Hondt (1971) escribirá:
es un problema; no es lo inevitablemente
correcto, trascendental o natural que haya que Hegel se resignaría ante la impotencia del
aceptar sí o sí. Tengo el firme convencimiento pensamiento humano, condenado a aceptar
de la fuerza y capacidad que los seres humanos las cosas e incapaz para corregirlas o
podemos alcanzar para cambiar el mundo reformarlas. Vería en la conciencia nada más
hacia una eficiencia real de armonía y justicia. que un simple epifenómeno, y esta derrota se
El antídoto para la patología que se desprende manifestaría acompañada de un sentimiento
de la dialéctica trascendental hegeliana, es, melancólico, de esa tristeza amarga que se
definitivamente, la educación, la capacidad apodera del espíritu al fin de una jornada
crítica y la cultura reflexiva y permanente en carente de acción, de una vida sin eficacia.
valores y derechos humanos, y de la que no (Página 127).
debieran librarse ningún representante político.
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En este extremo, no puedo estar de acuerdo Rodolfo Mondolfo (1961), ya que, según él,
con Hegel (1976) y a diferencia de él sostengo en la oposición dialéctica entre individuo y
que la historia de la humanidad es un continuo sociedad, nos desarrollamos, progresamos
desarrollo que tiene como resultado el progreso y reconstruimos continua e incesantemente
pero que su centro propulsor y determinante lo y, con ello, desarrollamos, progresamos y
constituye la actividad del ser humano y no reconstruimos a la humanidad. Es que la
una fuerza trascendental, abstracta, extraña y humanidad vive de la vida y de las relaciones
condicionante. Esa actividad del ser humano de sus individuos. Y por consiguiente, la
resulta más relevante y decisiva en el ejercicio humanidad también vive de las decisiones de
y capacidad de las determinaciones políticas sus individuos, incluidas las políticas. Con sus
que toman los que nos gobiernan. Hegel decisiones, los individuos hacen la realidad y
(1976) quita de la centralidad de la historia y la deciden en su presente y en su futuro.
de la realidad al ser humano, cuando lo cierto
es precisamente todo lo contrario ya que al ser El ser humano no es un sujeto pasivo per se
humano es activamente el centro propulsor -ni debería aceptar serlo- donde la historia
y determinante de esa realidad. Son los le inscriba o le determine contenidos y
individuos los que toman las decisiones, son facultades. Los seres humanos no podemos
los que tienen la calidad de protagonistas de la ser reducidos a simples sujetos pasivos de
historia y son los que echan a andar la creación, la historia y de la naturaleza, o a simples
el desarrollo y el progreso de la realidad social, sujetos dormitados, inconscientes y distraídos
para bien o para mal, con acierto o no. hacia todo lo que pasa a nuestro alrededor y
en toda la realidad humana. El mundo y los
seres humanos constituyen el mundo social,
CONCIENCIA Y CONVICCIÓN EN LAS y este se conformó mediante la aglomeración
DETERMINACIONES POLÍTICAS de fragmentos, componentes y sucesos que
nosotros llamamos historia; por ello, el mundo
Luego de lo anterior, queda claro que mi
social, y así lo opina Pierre Bourdieu (2001):
consideración es que el ser humano es
“(...) no puede ser reducido a una concatenación
quien crea sus condiciones de vida desde su
de equilibrios instantáneos y mecánicos en los
voluntad, desde sus capacidades propias y
que los hombres juegan el papel de partículas
sin determinaciones o fuerzas trascendentales
intercambiables.”(Página 131)
que lo decidan. Luego, estas condiciones de
vida creadas actuarán sobre su creador –es Existe pues la necesidad de que nos entendamos
decir, sobre el mismo ser humano que las cada uno, interior e individualmente, para
creo- y, es este creador, quien debe superar luego poder entender que pertenecemos
las condiciones de vida creadas por él mismo. al resto de la humanidad, somos seres
Siendo así, la realidad ocasionada por la acción vinculados, indefectiblemente, a los demás
del ser humano es la condición del desarrollo o y a todo lo demás. Una de las características
progreso de las acciones futuras, las que son sus de la dignidad humana es la sociabilidad y
consecuencias. Por tanto, se trata de una auto- esto atendiendo a que el ser humano, en su
transformación continua de la sociedad. Toda desarrollo y desenvolvimiento de vida, es un
la historia está presente en nuestra humanidad ser sociable por naturaleza y necesidad; nuestra
pues es de ella desde donde emana. La realidad personalidad no se desarrolla bien en soledad y
entonces, es aquella a la que el ser humano le aislada de los demás. Somos seres conectados
da forma. Si la realidad no es producto de la con todo y todos los demás. La sociabilidad:
acción voluntaria del ser humano, no es parte de
la realidad o historia humana porque la realidad Supone el reconocimiento del otro como tal
humana, para ser tal, tiene que ser propulsada otro y el de la imposibilidad de alcanzar en
por la intervención del ser humano. Se transita, solitario el desarrollo de la dignidad (...)
recíproca y constantemente, de lo social al radical necesidad de la convivencia. (...) Es
individuo y de este a lo social; se trata de un la dignidad que deriva de nuestra condición
tránsito opuesto, desde la totalidad colectiva relacional. (Peces Barba 2005, página 66-67)
de la sociedad a la particularidad individual
o colectiva de los seres humanos. Más o Toda esta ineludible conexión, nos impone
menos en este sentido, podemos encontrar la necesidad de contar con una conciencia y
lo que propone el filósofo humanista italiano convicción activa sobre el valor de nuestra
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humanidad en las decisiones que tomamos, humano: “No hay que rendirse al desaliento.
y en las que toman nuestros representantes (...) Entro lo que ‘es’ y lo que ‘debería’ o
políticos. Esta es la conciencia de que tenemos ‘podría ser’, entre los sueños y la realidad,
la necesidad de entender nuestra existencia y sólo hay un puente posible: la acción.”(Falcón
de entendernos como seres trascendentes con y Tella 2006, página 110). Esto solo se logra
capacidad de decidir y determinar nuestro desde la convicción, forjada a partir del
destino, sin obviar que además de seres ejercicio consciente de la capacidad crítica y
trascendentes somos seres vinculados a los reflexiva sobre todo lo que hay. La vida en
demás en tanto pertenecemos a una misma y sociedad, el mundo social y sus componentes
única humanidad. El valor de la verdad real educativos, deben proyectarse a conseguir en
y vinculante de nuestra existencia, el amor sus ciudadanos el sentimiento y la convicción
propio de cada uno de nosotros y el respeto de ser individuos verdaderamente libres,
hacia nuestra humanidad se establecen poseedores de un pensamiento propio y de
luchando contra los errores y contra los fraudes una personalidad capaz, crítica y activa. Esto
de verdad que pretenden o dicen ser “lo todo es lo único capaz de generar una conciencia
valioso y verdadero”. A partir la conciencia sólida en cada uno de los integrantes de
que se expresa en la lucha interior contra nuestras sociedades; es con ello que se gesta
el mal, nacerá la conciencia laboriosa que una conciencia pública que sabrá exigir a los
busca el bien para la humanidad. El estímulo poderes públicos el respeto hacia sus valores
contemplativo de considerar o tener presente y derechos, para que estos sean eficaces y
a los demás parte de la unidad del propio antes bien, y, sobre todo, eficientes. Esta es
espíritu con la totalidad infinita del ser; esto no la forma de sostener y mantener una sociedad
es negación ni disolución de la personalidad justa, libre de poderes sin escrúpulos que
y de la propia autoconciencia que nos lleve pretendan dominar todo y a todos, libre de
al delirio embelesado de lo que significa élites privilegiadas que hacen lo necesario
nuestra existencia. La conciencia y convicción para favorecer sus intereses particularistas en
de que nuestra existencia se encuentra detrimento de los demás que le sean ajenos a
indefectiblemente vinculada, constituye más ellos y allegados de privilegio. La conciencia
bien el aserto más cierto y rebosante de nuestro y convicción de nuestras capacidades, de
ser que completa nuestra propia personalidad nuestros derechos y vinculaciones, nos permite
interior y espiritual en su potencia expansiva. ejercer la resistencia contra quienes pretendan
En este sentido, autores como Rodolfo negar nuestra trascendencia y posibilidad de
Mondolfo (1962) dirán que: determinación; nos permite tener conciencia
pública de que somos capaces de ejercer
(...) el amor de sí en su misma afirmación se fuerza sobre las decisiones políticas para que
expande ‘en un cierto impulso del corazón nuestros derechos se respeten y se mantengan.
hacia goces sentidos como necesidad (...); Solo con una conciencia convencida de su
el ‘vacío inexplicable sentido en sí mismo’ valor y sólidamente sensible a su ser, forjada
se colma de la ternura del ‘placer delicioso constantemente, se logrará alcanzar el vigor
y puro de la humanidad’ y del abandono y el espíritu necesario para lograr el respeto
extático en la infinitud del todo. El amor de hacia nuestra libertad de pensamiento, de
sí se convierte en impulso de amor hacia el expresión, de conciencia autónoma y de
sistema universal de las cosas, en inspiración libertad de crítica:
moral (...). Recibiendo de la intimidad de la
conciencia su contenido y su valor, se eleva Es necesario, (...) difundir y mantener viva
a sentimiento de la dignidad de la naturaleza la conciencia del peligro inherente a la
humana y de la armonía o identidad entre los mentalidad del hombre masa, que renuncia a
fines de la personalidad y el sistema universal. la autonomía espiritual; es necesario hacer
(Página 44-45) sentir que la libertad no es una pertenencia
que, conquistada una vez, se mantiene en
Seguro estoy, que la verdadera libertad es pie por su propia fuerza; sino que es una
algo que se conquista, pero esta libertad conquista incesante, que es necesario renovar
verdadera únicamente se alcanza con una diariamente, hora a hora, con la tensión
actitud activa, consciente y vigilante desde vigilante de cada uno y de todos. (Mondolfo
nuestro interior; interioridad de nuestro 1971, página 67)
espíritu que debe entender el verdadero valor
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Hay que tener en cuenta, en principio, que orden social, entendido este como el medio
por nuestro valor humano y universal en capaz de organizar a la colectividad de tal
la sociedad, podemos y debemos exigir y forma que se eviten los abusos y oportunismos
exigirnos nuestros derechos y el respeto de de unos sobre otros. En este sentido debemos
los mismos, pero esto conlleva la necesidad tener en cuenta las palabras del ilustre autor
de tener la conciencia del valor superior de español, Catedrático y Filósofo del Derecho,
nuestros derechos humanos; en este sentido, José Iturmendi Morales (1983):
el tener esta conciencia, es un deber humano,
universal, cívico y democrático, para todos (...) el Derecho se aplica directamente sobre
sin excepción, pero, sobre todo, para los que el entretejido de la convivencia social, en
toman las decisiones políticas y los que dirigen que los hechos de la existencia colectiva se
las sociedades: integran en los supuestos de la norma jurídica.
La realidad jurídica resulta ser por ello más
Si individuos libres e iguales pactan para profunda y compleja (...). (Página 591)
superar los inconvenientes del Estado de
naturaleza, quien afecta los fundamentos de Sin embargo, esto conlleva la necesaria corres-
la sociedad civil, con todo el prejuicio para pondencia con el deber de contar activamente
los bienes y libertad de sus miembros, entra con la conciencia sobre el valor verdadero de
en estado de guerra contra estos, quienes los derechos humanos que son superiores y
tienen habilitado su derecho a la resistencia. prioritarios a cualquier interés que los vulnere
La reacción del pueblo puede ser terrible y y contravenga. Debe contarse intensa y activa-
el gobernante o magistrado tentado por el mente con la conciencia y convicción del valor
ejercicio del poder arbitrario debe saberlo humano, pues es ello lo que nos permitirá al-
perfectamente. (Vargas 2018, página 201) canzar el bienestar particular y social para cada
una de nuestras sociedades haciéndolas más
Y es que, en la colectividad cívica de una justas para todos. De esto depende la realiza-
sociedad, a todo derecho le corresponde ción eficiente del fin mismo del Derecho, pues
un necesario deber. La conciencia de poder el conocimiento y el cumplimiento activo de
exigir un determinado derecho y el deber de esta conciencia y convicción de la superioridad
respetarlo, no pueden ser eficientes si son del valor humano, coinciden con la eficiencia
ajenos a la conciencia de saber el valor humano de lo buscado por el Derecho y por las decisio-
que se contiene en dicho derecho, y por igual nes políticas justas.
para todos. La conciencia de lo primero no
puede estar desconectada de la conciencia de El desarrollo universal de la personalidad
lo segundo. humana no se logra sin poner en actividad
nuestras energías y conocimientos conscientes:
Pues bien, ahora voy a fijarme en el Derecho “Pues si, como es indudable, la felicidad
y en las decisiones políticas en relación con lo resulta sobre todo de una inteligente actividad
que se espera de una sociedad justa. Parto de la (...)” (Comte 1985, página 164). Esto me lleva
idea de que el Derecho se origina en relación a afirmar que, en busca de una real eficiencia,
y paralelismo con el concepto de persona -que debemos también tener claro que la ausencia
es el sujeto de derecho-; es decir, de la idea de respeto y de conciencia hacia nuestro valor
de igualdad jurídica al interior de la sociedad humano, tanto de nosotros mismos como
civil: “(...) en cuanto personas en general todos de los demás, supone, inevitablemente, un
somos iguales (...)” (Wences 1998, página problema para la libertad, para la autenticidad
133). El ser humano vale por el hecho de serlo. y dignidad de nuestra propia humanidad y
la de los demás. Si no se tiene conciencia de
Luego, el fin del Derecho, y de toda decisión este problema como tal, el vigor y el impulso
política en derechos humanos, es lograr necesarios para el ejercicio activo de nuestras
una sociedad justa, democrática y decente energías conscientes, simplemente pierden
y, para ello, se tiene que centrar, necesaria y fuerza y protagonismo. En ese momento
prioritariamente, en proporcionar el marco corremos el riesgo de dejarnos llevar por todo
y medios necesarios para que los ciudadanos lo que hay, transformándonos en meros sujetos
alcancen el pleno desarrollo de su personalidad sujetados por el sistema, envueltos en la inercia
yde su dignidadhumana. Elpapelquedesarrolla y la desidia de la masa inconsciente; caemos
el Derecho en nuestras vidas es crucial para el en la debacle de una vida inauténticamente
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de nuestras decisiones, aceptaré entonces la políticamente sin tener que atender problemas de
idea de una fuerza trascendental determinante, pobreza, de desigualdad o de auxilio a quienes
pero concreta: sostengo que la concreción de huyen del terror o de la guerra; no obstante, una
esta fuerza se encarna en el ser humano. Somos mayor dificultad no puede eximir a nadie de
los seres humanos lo concreto de esa fuerza asumir su responsabilidad humana de atención y
que decide el destino de nuestras sociedades; solidaridad para con los demás. El problema
somos los seres humanos los que ejercemos los “ajeno” tiene que ser tratado como un problema
cargos de representación política y, con ello, propioyaque, en la realidaddenuestrahumanidad,
somos los que definimos y disponemos de las lo “ajeno” no existe. Hay que poner en práctica
determinaciones políticas sobre la sociedad y eso que he dado en llamar como la teoría de la
sobre los derechos que la regulan. Estoy en empatía del reconocimiento. Con esta teoría
desacuerdo con el filósofo Martín Heidegger planteo, que todos debemos saber reconocernos
(2005) y creo que se equivoca cuando niega en todos, en todos los demás o, si se quiere, en
la importancia de nuestra capacidad de pensar, los “otros”, pues esos “otros” también somos
afirmando que: “Lo que más merece pensarse nosotros. En la idea de unidad humana, todos
en nuestro tiempo problemático es el hecho de somos parte de lo mismo y nos une un mismo
que no pensamos”(página 17). Por el contrario, interés de bienestar, dignidad y desarrollo. Si de
no puedo estar más de acuerdo con las acertadas esto se ve privado cualquier sujeto, más tarde o
afirmaciones del autor Ortega Gaisán (1958): más temprano, en mayor o menor medida, nos
terminará afectando a todos precisamente por esa
La inteligencia humana apunta (...) el idea de conjunto, vinculación y unidad, que es la
primer hito para la grandeza humana. Tus que nos une ineludiblemente a todos por nuestra
pensamientos: eso eres tú. (...) Lo que cada sola y propia condición de seres humanos.
hombre lleva en su cabeza, eso importa
sobre todo y, antes que nada. (Página 273) Finalmente, dejo cerrado este trabajo
afirmando que en las determinaciones políticas
No hay sociedades, comunidades o pueblos hay que reconocerse responsablemente en los
sentenciados a sufrir por una determinante requerimientos humanos de todos los pueblos,
fuerza abstracta e invencible; somos los seres sin indiferencias ni justificaciones sesgadas
humanos los que, pensando y reflexionando, que intenten justificar lo injustificable y que
decidimos lo que sucede en nuestras solo busquen excusar la desatención o la
sociedades; somos los llamados a ejercer insuficiente atención a la eficiencia práctica y
nuestra fuerza concreta para interesarnos por real de los derechos y, con ello, también de los
los derechos de aquellos que son desatendidos, derechos humanos. Debemos forjar sociedades
de aquellos desfavorecidos, o de aquellos que que tengan unidad de sentimientos y unidad
sufren el embiste de una guerra, del hambre de deberes, con convicciones fundadas en los
o de la pobreza. La historia y la realidad no valores que nos hacen personas de bien. Como
sobrevienen mecánica y automáticamente apunta el filósofo J. Cohn (1927, página 188):
impuestas, sino que somos los seres “(...) la unión de la voluntad más pura y del
humanos los que las decidimos: “(...) vivir es conocimiento de nuestras energías nativas y de
constantemente decidir lo que vamos a ser” la cohesión y relación histórica de ambas, esa
(Ortega y Gasset 1984, página 195). es también nuestra misión.”
Debo pues recalcar que en las decisiones
políticas -y más para las referidas a la toma de FUENTES DE INFORMACIÓN
decisiones sobre temas que se relacionen directa
o indirectamente con los derechos humanos- se Fuentes bibliográficas
necesita contar con una conciencia y convicción
sobre los valores superiores de nuestra Abellán, Joaquín (2004). Poder y política
humanidad. Esta conciencia y convicción nos en Max Weber. Madrid, España: Biblioteca
exigirá ser responsables con nuestras decisiones y Nueva.
no nos permitirá ejercer un cargo, desatendiendo
irresponsablemente nuestro comportamiento en Bourdieu, Pierre (2001). Poder, derecho y
relación a lo que el cargo me permita determinar clases sociales. Traducido por Mª José Bernuz
en relación a las personas y sus derechos. Puede Beneitez. Bilbao, España: Desclée,
ser cierto que sea más fácil gobernar y decidir
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