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ORIGAMI

El origami o papiroflexia es un arte japonés en el que a través del plegado del papel se
elaboran diferentes figuras y formas. Desde el clásico barco de papel a elementos
mucho más elaborados.

La práctica del origami es beneficiosa para todo el mundo, pero a los niños puede
estimularles tanto física como mentalmente. Supone un desafío para ellos y un reto con
el que además de divertirse están aprendiendo.

10 razones por las que los niños deben hacer origami

1- Ayuda a desarrollar la coordinación mano-ojo, y la motricidad fina. Estos


estímulos ejercitan los músculos, nervios y huesos de la mano, que van ganando fuerza
y preparándose para la escritura.

2- Estimula la concentración: la papiroflexia exige una atención y un esfuerzo mental


para plegar el papel en el orden correcto y conseguir así la figura deseada. Potencia pues
que el niño mantenga su concentración durante un período de tiempo en una misma
actividad y así active una pauta de atención en una tarea.

3- Activa la memoria: las primeras veces que el niño hace una figura de origami ha de
seguir unas instrucciones, sin embargo, mientras no sean muy complicadas inicialmente,
le ayudará a recordarlas y podrá realizar él mismo la figura de origami. Por lo tanto
pone a prueba su memoria.

4- Desarrolla la paciencia: no siempre salen las figuras a la primera, por lo tanto el


niño habrá de ser constante y paciente para lograr su objetivo.

5- Potencia la satisfacción emocional: el niño se siente satisfecho de haber elaborado


algo con sus propias manos, el placer de conseguir hacer algo por sí mismo.
6- Fomenta la imaginación: el niño puede crear sus propias figuras de papel creadas
por el misma, un gran estímulo a la creatividad.

7- Es una actividad relajante: muchos encuentran en la papiroflexia una forma de


relajación y de olvidarse de otros problemas o momentos de estrés.

8- Estimula el esfuerzo y el trabajo: para lograr la figura deseada hay que realizar un
trabajo de precisión y el niño ha de esforzarse si quiere lograr el objetivo.

9- Fomenta el aprendizaje: ayuda a que los niños comprendan conceptos espaciales


como arriba, abajo, delante y detrás y desarrolla el pensamiento lógico y matemático.

10- Es muy útil para el tratamiento de ciertos trastornos como el TDAH,


hiperactividad o dislexia.

SOURCE: https://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/aprendizaje/10-beneficios-del-
origami-para-ninos/
El término “origami” es japonés y está formado por “ori” (plegar) y “Kami” (papel) y
consiste en el arte de plegar hojas de papel, sin cortarlas ni pegarlas, realizando todo
tipo de figuras. Se trata de un término utilizado en todo el mundo y su traducción al
español es papiroflexia.

Hablamos de un arte muy antiguo que se cree que se originó en China en el siglo II de
nuestra era y pasó a Japón en el siglo VI. Con esta antigüedad se han desarrollado
muchas escuelas y actualmente las posibilidades de crear objetos con papel son
prácticamente infinitas.

Es una actividad apta para todo tipo de edades, aunque se recomienda que los niños
empiecen a desarrollarla a partir de los cinco años, ya que entonces cuentan con
suficiente motricidad fina en sus manos como para comenzar a realizar figuras sencillas
(barquitos, aviones, pajaritas), que pueden ir complicando a medida que avance su edad
y su experiencia. Los más pequeños pueden frustrarse al ver que no pueden hacerlo
ellos solos, por lo que habrá que prestarles mucha ayuda si queremos iniciarles en este
bonito entretenimiento.

Si adentramos a nuestro hijo en este arte estaremos haciendo algo más que entretenerle
pues aporta numerosos beneficios a su desarrollo físico y mental. Veamos algunos
de ellos:

 Desarrolla la motricidad fina. Se ejercita la utilización de la mano y la


coordinación entre esta y los ojos. Crear las figuras exige realizar los pliegues
con precisión y la mano va cogiendo fuerza para la escritura.
 Desarrolla la constancia. Es difícil que el niño lo logre a la primera, por lo que
tendrá que realizar diversos intentos hasta conseguir el objetivo. Así aprenderá a
valorar la paciencia como arma para conseguir sus fines.
 Desarrolla la concentración. Es necesario fijar la atención en cómo y en qué
orden plegar el papel, de esta forma el niño se mantiene centrado en una
actividad y aprende a evadirse del entorno mientras realiza una tarea para él
importante.
 Potencia la memoria. A medida que realiza una y otra vez una misma figura va
mejorando la realización de esta sin necesidad de seguir las instrucciones, lo que
le permite ejercitar su memoria sin apenas darse cuenta.
 Ayuda a incorporar conceptos espaciales, como delante, detrás, arriba y abajo.
 Aumenta la autoestima. El niño se siente satisfecho cuando observa la figura
creada por él mismo, lo que refuerza su propia seguridad y el convencimiento de
que es capaz de conseguir lo que se propone.
 Alimenta su imaginación. A medida que va cogiendo experiencia el niño
descubre que puede crear sus propias figuras, lo que supone estimular su
creatividad y su capacidad de visualizar e imaginar.
 Ayuda a la relajación. Mientras está ocupado en conseguir la figura, olvida
problemas o situaciones de estrés que haya podido tener durante la jornada.
 Desarrolla la cultura del esfuerzo. Para lograr la figura que tiene como
objetivo necesita trabajar con atención y precisión esforzándose para conseguir
lo que busca.
 Es útil en el tratamiento de algunos trastornos, como el Trastorno por Déficit
de Atención e Hiperactividad (TDAH) o la dislexia.

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