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Con relación a lo publicado por Manu Ureste “Se desconoce en qué se gastaron más de

1,000 mdp del nuevo aeropuerto de la CDMX: Auditoría”, en su prestigiado medio de


comunicación, precisamos lo siguiente:

Todos los recursos destinados a la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de


México (NAIM) tienen su origen y destino plenamente identificado, justificado y
comprobable, conforme al marco legal mexicano, el esquema de financiamiento del
proyecto y las reglas de operación de cada uno de los contratos. Por ello, es imprecisa la
interpretación que se hace en la nota informativa.

• Las cantidades millonarias a que se alude, están referidas a “Solicitudes de Aclaración” de


la ASF, de modo que no hay ningún daño patrimonial o quebranto económico determinado,
ni actos de corrupción en la ejecución de la obra, como sugiere la exposición mediática.

• Como su nombre lo indica, se trata de requerimientos que hace la ASF para aportar
información adicional (la cual se entregará dentro de los 30 días hábiles que prevé la Ley) a
la que fue entregada durante la auditoría. Es muy probable que esta última información
necesite ser complementada o no haya sido posible revisarla en tiempo por los auditores.
Por eso la observación se define como “Solicitud de Aclaración”, es decir, la documentación
entregada no fue suficiente, al cierre de la auditoría, para solventarla. Pero dado que la
misma existe, se solicita al auditado que aporte dicha información complementaria dentro
del plazo legal para aclarar el monto observado.

• De las 7 auditorías practicadas a GACM, por un monto acumulado de casi 112 mil millones
de pesos, solo en una se determinó un posible daño patrimonial por 11 millones de pesos.

• La observación de $385 millones relativa a la barda perimetral a cargo de SEDENA se


refiere a un monto pagado que, dice la ASF, no fue ejecutado. La respuesta de GACM es que
el monto se pagó por trabajos adicionales que se le encomendaron a SEDENA, los cuales, al
momento del cierre de la auditoría, no habían quedado formalizados a través del convenio
modificatorio (de ampliación) respectivo. Se presentará dicho convenio ante la ASF, el cual
ya ha quedado formalizado a la fecha, con lo que se solventará la observación.

• La observación de $205 millones se refiere a pagos hechos a OMEGA por trabajos de


remoción de escombros y acarreos que no estaban contemplados en el catálogo
topográfico original. La respuesta de GACM es que surgieron nuevas necesidades una vez
iniciados los trabajos y se encomendó al contratista la realización de ellos, en las nuevas
zonas topográficas. Se deberá celebrar el modificatorio respectivo, precisando las nuevas
secciones y entregarlo a la ASF.

• La observación de $58 millones se refiere a un ajuste de costos hecho al Arquitecto


Maestro (FREE-FOSTER). La ASF cuestiona que solo se debió aplicar a mano de obra y no a
materiales. Sin embargo, al tratarse de un contrato de servicios (no de obra pública), era
procedente el ajuste en la forma que se aplicó. Se aclarará ante la ASF que, de haber hecho
el ajuste en la forma que ellos indican, o de haberlo hecho como lo hizo GACM, el resultado
es exactamente el mismo, es decir, los $58 millones se hubieran pagado conforme a uno u
otro procedimiento.

• La observación de $39 millones de pesos se refiere a un pago efectuado a los diseñadores


del lado tierra (TASANA), por concepto de “Acompañamiento antes de que iniciara la obra”.
La respuesta de GACM es que el pago se hizo por un concepto incluido en el contrato,
denominado “Acompañamiento”, conforme al programa de pagos que presentó el
contratista. Es cierto que el concepto se pagó antes de que iniciaran las obras principales
que cuestiona la ASF (pistas). Sin embargo, el acompañamiento se hizo en torno a otros
contratos también relacionados con el lado aire (construcción de la barda, camino
perimetral). Se hará esta aclaración a la ASF y se acompañará de la documentación soporte
que justifique los servicios, con lo cual quedará solventada la observación.

En resumen:

1. No hay daño ni quebranto patrimonial, ni indicio alguno de corrupción o desvío de


recursos, como lo sugiere la nota.

2. No “se desconoce” el paradero de los recursos. Al contrario: se sabe con precisión en qué
se está invirtiendo cada peso y por eso el GACM estará en posibilidades de responder a la
ASF.

3. Hay solicitudes de aclaración de la ASF que serán solventadas en tiempo y forma por el
GACM.

En aras de aportar mayores elementos a sus lectores, solicitamos respetuosamente la


publicación de la presente en su prestigiado medio en los mismos espacios y con la misma
difusión que la nota que motiva la presente aclaración.

Sin más por el momento, reciba un cordial saludo.

Atentamente

Octavio Mayén Mena


Comunicación Social GACM

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