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El Cadejo

La leyenda de El Cadejo o de Los Cadejos está presente en casi toda


Centroamérica, en México, y al extremo sur en Argentina. Se trata de dos tipos de
perros grandes, de centellantes ojos rojos, usualmente descritos como “espectrales”
o “fantasmales”: el primer tipo de perro es blanco, está asociado al bien, y tiene un
carácter protector, cuidando (desde las sombras o como una presencia que se
siente pero casi nunca se ve) sobre todo a ciertos borrachos y a hombres que llegan
a su hogar a altas horas de la noche; el segundo es negro, está asociado al mal, y
ataca o mata a personas que son malas o muy inmorales. Según se cuenta, ambos
tipos de cadejos son enemigos encarnizados, que cuando se enfrentan entablan
salvajes combates, en los cuales siempre hay tiempo para que la persona, puesta
en peligro por el cadejo negro, consiga escapar; no obstante, esto no sucede
siempre, pues los cadejos negros generalmente atacan al tipo de personas que no
protegen los cadejos blancos.
Leyenda del Sombrerón
En esta leyenda, Asturias describe la idea del niño/demonio, El Sombrerón, a través de una lente de
magia; crea una pelota que aparece y desaparece, en el que encierra un Sombrerón o demonio.

El protagonista es un monje, que se deja tentar por una pelota que rebota por la ventana de su
celda. Se encuentra cautivado por la pelota e incluso comienza a preguntarse si puede estar
vinculada con el diablo. Pasa horas y horas jugando con la pelota. Cuando, tras hablar con una mujer
cuyo hijo perdió la pelota, se siente presionado a devolverla, los vecinos afirman que se pareció al
diablo. A continuación, cuando finalmente tira la pelota por la ventana, la pelota se transforma en
el Sombrerón. Así, nuevamente Asturias está demostrando que los seres humanos «son capaces de
romper los lazos que los atan a lo indeseable».

Esta leyenda, como la Leyenda del Cadejo, corresponde a la época colonial española en Guatemala,
y está escrita en una lengua coloquial y sencilla. Los eventos se llevan a cabo en la ciudad de Antigua
y se centra en los españoles y algunos aspectos cristianos de Guatemala.

Según Sáenz, la pelota simboliza un antiguo juego de pelota maya. En esta leyenda Asturias combina
tradiciones cristianas y mayas, ya que la pelota equivale a un elemento del ritual maya, pero también
tiene las características de un demonio. En realidad se percibe como sombrero que vuela y no se
deja atrapar; el lenguaje es surrealista.

Leyenda de la Tatuana
Esta leyenda describe las formas en que la humanidad puede recuperar su libertad. Trata de un
almendro que se describe como un «árbol-sacerdote». Este árbol custodia las tradiciones mayas y
narra el paso de los años. El árbol divide su alma entre los cuatro caminos que uno encontrará antes
de llegar al inframundo Xibalbá. Estos cuatro caminos están marcados por diferentes colores: verde,
rojo, blanco y negro. Cada porción del alma se embarca en un camino diferente en la que cada uno
tiene que enfrentarse a tentaciones. El camino negro, que en la tradición maya, lleva al inframundo,
intercambia parte de su alma con el comerciante de joyas de incalculable valor, quién luego lo utiliza
para adquirir la más bella esclava. La esclava escapa, y el personaje del árbol, buscando la parte
faltante de su alma, finalmente la encuentra. Entonces interviene la Inquisición y ordena matarlos.
Al final, la bella esclava escapa la noche por medio de la magia de un barco dibujado en la pared de
su prisión. En la mañana de la ejecución, la única cosa que los guardias encuentran en la celda es un
viejo almendro.

En esta leyenda, el Maestro Almendro representa a la civilización maya-quiché y la Inquisición


representa una potencia extranjera. Esta leyenda indica que «el alma no está a merced de fuerzas
externas» y «por lo tanto, los seres humanos siempre tienen los medios para recuperar su
independencia».

La Llorona
La llorona es una de las leyendas más conocidas en Guatemala y, aunque hay varios
elementos que no cambian, existen varias versiones sobre el origen de esta leyenda. Uno
de los elementos que permanece igual en todos los relatos es el nombre de la Llorona y su
procedencia. Es decir, en todas las leyendas la mujer lleva el nombre de María y es criolla,
es decir, hija de españoles en época de la colonia.
Así mismo, otro de los elementos en común de las leyendas es que María contrajo
matrimonio y que su esposo viajaba mucho. Los elementos que varían es que, estando de
viaje, María se enamoró de un fontanero de nombre Juan de la Cruz y producto de este
amor queda embarazada.
Otra de las versiones es que de la persona que se enamora es de un mozo de su finca y la
tercera versión es que María llevaba una vida de libertinaje y se desconoce de quien queda
embarazada. Las leyendas, casi todas de ellas, cuentan que, una vez embarazada, puede ser
de 1, 2 o inclusive 3 hijos, y preocupada de lo que diría su esposo, María va al rio y ahoga a
sus hijos. Luego de haber ahogado a su hijo o hijos, a María le da cargo de conciencia y trata
de rescatar a sus pequeños y termina ahogada ella también.
La Ciguanaba
La ciguanaba, según cuentan la leyenda en su origen, era una mujer llamada Sihuehuet, cuyo
nombre significa mujer hermosa. Esta mujer tenía una relación con el hijo de un Dios, del cual quedó
embarazada. Pero Sihuehuet probó no ser una buena madre, al contrario, fue una madre que no
cumplía con sus obligaciones.

A parte de ser una mala madre, Sihuehuet tenía un amante. Al descubrir esto, el hijo del Dios,
llamado Tlaloc, maldijo a Sihuehuet. La maldición consiste en que la mujer sería bella de lejos pero
una vez las personas se acercaran y la vieran de cerca sería una mujer horrible. Esta leyenda continua
estando vigente, ya que, según cuentan los relatos, la ciguanaba es una mujer que parece hermosa
a primera vista pero al acercarse tiene cara de yegua o incluso de calavera.

Se dice que la ciguanaba persigue a los hombres que son infieles o trasnochadores. Siguen contando
las leyendas que la ciguanaba atrae a los hombres a barrancos o lugares desiertos para que las
personas mueran al seguirla. Otra de las versiones es que la ciguanaba mata del susto a las personas
o que, sino mueren, se vuelven locas luego de verla.

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