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James Higgins

(Editor)

Heterogeneidad y Literatura
en el Perú

iiiÍffiiiEi,"iffiti* .!='^E'9!

L't*, /r,-7//
Íuplcr
9972-9578-L-0
el DePósito Legal: 1501412003-0289
9
Prefacio
13
Introducción
Polar
Centro de Estudios Literarios Antonio Comejo Santiago LóPez Maguiña
Av. Benavides 3074 - Lima 18 - Pe¡ú El concepto de discurso heterogéneo en la obra de
Telf. 216-1029 - Fax 448-6353
pe
Antonio Comejo Polar
Correo electrónico: celacp@wayna rcp net
org pe
Página web: httP://celacp perucultural
Raúl Bueno Chávez
Lima, enero de 2003
Sobre metáforas y otros ¡ecursos del lenguaje ciüco
latinoamericano 49

Luis Millones
Texto sagrado y tradición oral el culto a los santos en el Perú

David Sobrevilla
La heterogeneidad de la pintura peruana: los casos de
Femando de Szyszlo, ]orge Eduardo Eielson, Tilsa
81
Tsuchiya y Gerardo Chávez

Rosaleen Howa¡d
Papel de viento: procesos semióticos en el discurso
1-27
literario quechua

DrAGB¡¡rAcrÓN
James Higgins 'L57
Gino Becerra ¡'lores El racismo en la literafura Peruana
CoRRr,cclóN
Marco Antonio Pinedo Salazar
Carlos G arcía-BedoYa M.
Discurso criollo y discurso andino en la literatura
el Perli" fue peruana colonial t79
El proYecto " Heterogeneidad y Literatura en
Estudíos Literarios " Anton¡o
organizado Por el Centro de
Británica
Cornejo Polar", ausPiciad'o oor la Academia Y ]orge Comejo Polar
PetroPerú Y la Notas sobre indigenismo y vanguardia en el Perú
199
apoyado Por la Universidad de LiverPool,
Iibrería Minerva.
Catlos García-Bedoya

aristocracia andina cuzqueña y a los mestizos de noble estirpe. El


discurso garcilasista, con su sesgo aristocrático y cuzqueñista, ex-
presa la perspectiva de un sujeto transcultural andino que se es-
fuerza penosamente por adaptarse al régimen colonial sin sacrifi-
car una identidad de raigambre secular.
Esto nos conduce a decir algunas palabras sobre el papel de
Garcilaso en la configuración de la llamada por Burga segunda
utopía andina,3l y en especial su impacto en el desarrollo del mo-
vimiento o renacimiento inca. EI vago proyecto garcilasista no
podía tener mayor fortuna a comienzos del siglo xv4 cuando las
é1ites andinas (y muy especialmente las cuzqueñas) vivíart una
situación de gran debilidad. Pero a medida que este grupo social
se fue reconstifuyendo, la ob¡a de Garcilaso proveyó una insus- en el Perú
Notas sobre indigenismo y vanguardia
tituible imagen identificatoria que permitió organizar ta subjeti-
vidad de estas renovadas élites. Proporcionaba un pasado co-
mrll, pasado glorioso del cual todos se reclamaban, más allá de Joncr CorrstnJo Poran
Academia Petuana de la Lengua
sus remotas afüaciones ékricas. Estimulaba trn orgullo por lo pro-
pio: la lengua quechua, la vestimenta tradicional, los usos y cos-
tumbres natiyos. Configuraba al sujeto andino como resultante
de un sincretismo cultural, combinación enriquecedora de lo
andino y 1o español, que permitía integrar al grupo a los mesti-
zos, e incluso a los criollos que estuvieran dispuestos a un diá-
logo respetuoso con la culfura andina. El discurso armonizador
de Garcilaso resultó en manos de este grupo una poderosa he-
rramienta que posibilitaba una nueva hegemonía, inicialmente
forjando consensos dentto del, orden colonial, y luego recurrien-
do a la violencia conúra el o¡den colonial.

3r Véase su importanlelibro Nacimiento de una utopía. Muefiey resurección


de lo¡ Incas (Lima'.lnstituto de Apoyo Agrario, 1988).

198
La vanguardia literaria en el Perú tuvo una presencia breve (alre-
dedor de dos décadas) pero intensa: muchos autores, varios libros,
nufnerosas aunque casi siempre efímeras revistas, polémicas, agi-
tación cultural en suma. Presencia intensa y algo paradójica; Cé-
sar Vallejo, el autor de Trilce que en 1922 marca el punto de parti-
da de la poesía hispa¡oamericana contemporiánea y es el gran li-
bro de la vanguardia a la manera vallejiana, no dejó de criticar a
la vanguardia o más bien al modo como ésta se practicaba en Amé-
rica Latina. Pero la vanguardia peruana deró otros nombres im-
portantes: Carlos Oquendo de Amat, Alejandro Peralt4 Artu¡o
Peralta, Magda Portal, César Moro, Martín Adán, Xavier Ab¡il,
Emilio Adolfo Westphalen.
El centro de la vida literaria peruana era desde la época colo-
nial Lima. Sin embargo, la heterodoxia de 1a vanguardia peruana
se manifiesta también al ir contra lo establecido y tener dos prin-
cipales focos de acción e i¡radiación: Lima, como siempre había
ocurrido, y Pr:no, ciudad de la sierra sur, a orillas del LaSo Titicac4
a 3800 metros de altitud y a varios miles de kilómetros de Lima,
en el corazón de la gélida meseta del Collao. Resulta difícil de en-
tender cómo en la provincia lejana, en la periferia de un país cen-
tralista en grado sumo como el Perú, pudo haber surgido en los
años veinte del pasado siglo decir, al mismo tiempo que en e1
-es
¡esto de Latinoamérica y no mucho después que en Europa- un
fuerte movimiento de vanguardia. Y la dificultad de entender e1
Notas sobre itdigctúsmo 11 oanguardía en cl Peti
lotge Comejo Polar
vanguardis-
;iir.1 caso se hace mayor cuando se descubre que quienes lo protagoni-
te (y a veces exclusivamente) 1as formas y el lenguaje
de las circunstancias
tas. La reflexión sobre este tema y el examen
zan son escritores confesamente indigenistas Sin embargo, así fue
y modalidades en que se dio esta inesperada simbiosis por una
y a comentar estos hechos está dedicado en Parte este trabajo' eI puntÓ de
En cuanto a lo primero, almque no sería posible en este mo- parte y la consideración de esle hecho Iiterario desde
lu h"tu.ogeneidad de elementos constitutivos que supone'
]ri"tu d"
mento explicar en detalle las razones por las que una remota ciu-
dad de provincia como Pu¡o tuvo intensa actividad cultural en por otra parte, son los objetivos centrales de este trabaio'
' Erl esta instu.rcia previa procede también dejar en claro que eI
las primeras décadas del siglo veinte, diremos de todos modos que y
las causas de este hecho insólito dentro de la tradición del Perú fenómeno que estudiamos -las relaciones entre eI indigenismo
en ul Perú- tuvo una duración breve' menor inclu-
republicano, pueden, a trazos gruesos, reducirse a dos: por una Ia rrar-rguuráiu
en Seneral Fn-este
so a la'no muy larga de Ia vanguardia Peruana
parte, el movimiento indigenista que se inicia en Cuzco al comen-
sentido cabe señaiar que el año 1926, en que se publica
Ande de
zar el siglo se extendió prontamente a Puno, donde alcanzó gran
Alejand ro Peralta y se funda ín Titikak¡' rtarca e1 inicio de
e1 Bolef
auge: surgieron en buen número escritores, artistas e intelectua- mucho más
les, se publicaron revistas, se fundaron grupos muy activos, el más
la vigencia de esta modalidad híbrida que no llega
Peralta'
importante de ellos el denomi¡ado Orkopata (significativo para a[a Je fs34, año de Kollno, el segr'rndo poemario del mismo
nuestro tema), y se instaló así una intensa vida cultu¡al' Por otra
parte, aunque Puno estaba muy aleiada de Lima (a1 menos cinco
I
dÍas demoraba el fatigoso viaje), en cambio, tenía una fluida co-
municación por ferrocarril con Buenos Aires, la gran capital cul- el momen-
tural del sur y con La Paz, capital de Bolivia, el cercano país fron- Haciendo un poco de historia conviene recordar que' en
y en medio del fra-
terizo. Debido a ello libros, revistas, informaciones literarias, ar- to mismo d.eiauge de Ia vanguardia Peruana
gor de lo que se ha llamado "la polémica del indigenismo"' José
tísticas y culturales en general (incluyendo por cierto todo lo rela- de 7927
éa.los Moriát"gui en su artículo "Intermezzo Polérnico"
tivo a vanguardia) llegaban muy rápidamente a Puno, a veces an-
tes que a Lima, y contribuían a hacer aún más intensa su activi- emplea por vez primera la expresión "indigenismo vanguardis-
dad cultural. ta", asociación que 1e parecía natural siempre que se conside¡ase
a Ia vanguardia é1 lo hacía desde su particular Punto de
En cuanto a lo segundo, el hecho a primera vista sorprenden- -como
te de que sean esc¡itores militantemente indigenistas quienes en vista- c-omo sinónimo de socialismo y al indigenismo como rei-
Puno tomen la ba¡dera de 1a vanguardia y lnagar. del' Boletín vindicación de Ios derechos de Ios pueblos indígenas Veamos:
Titikaka su vocero, habría que decir que si bien el indigenismo, en El indiSenismo de los vanguardistas no le patece sincero a
cuanto suPone el culto a los valores tradicionales de los pueblos Luis Alberto Sánchez No tengo Porqué convertirme en fiador
quechua y aymara y la Protesta por la situación del indígena, pa- de la sinceridad de ninguno [" ] Lo que afirmo por
mi cuenta es
na-
rece incompatible con la iconoclastia y la febril búsqueda de no- que de Ia confluencia o aleación de indigenismo y socialismo'
las puede sor-
vedades y la no-consideración de los problemas sociales como ái" q.r" -i.e al contenido y a la esencia de cosas
de
tema pdoritado, que caracterizan a la poesía de vanguardia en sen- prerrderse. EI socialismo o¡dena y define las leivindicaciones
tido estricto,los poetas indigenistas del grupo Orkopata y su en- lo" -u"o", de la clase trabajadora Y en el Perú las masas -la
indí8enas'
tomo no vieron tal incompatibilidad. Por el contrario, y sin entrar clase trabaiadora- son en sus cuatro quintas Partes
peruano sería siquiera so-
por lo común en justificaciones teóricas, utilizaron frecuentemen- Nuestro socialismo no sería, pues, -ni

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Notíts sobre itdigehismo y ztanguatdia en el Pctú
lorye Comejo Polat

oportunidad de ahonda¡ en el organismo del movimiento se de-


cialismo- si rio se solida¡izase, primeramente, con las reivindi
cide por una solución emPírica es de otra manera explica-
caciones indígenas [...] Y en este indigenismo vanguardista [,..] -no
ble su posición respecto de la verdadera etiología de nuest¡a des-
no existe ning¡in calco de nacionalismo exótico; no existe, en todo I
caso, sino Ia c¡eación de un nacionalismo peruano.r
castada vanguardia.3
Mariátegui se erige así, pues, en el precursor de la reflexión que Como no se conoce resPuesta esPecífica de Vallejo puede de-
busca fundamentar el engarce entre indigenismo y vanguardia, aun-
cirse que fue una polémica que quedó err agraz.
que su argumentación es más social y po[tica que literaria.
Años más tarde uno de los iniciadores del estudio sistemático
Por la misma época y en París, Valleio esc¡ibe su famoso texto de la poesía peruana en el siglo veinte, Luis Monguió, en su no
"Contra el secreto profesional" en que formula severos juicios so- superado estudio La poesía postmodernista peruana de 7954, consta-
ta los hechos y va más allá al afirmar directamente que en el Perú
bre quienes dicen hacer poesía autóctona con fórmulas europeas,
aunque no parece que se refiera a los poetas indigenistas y "el indigenismo [...] puede describirse con referencia a la poesía,
vanguardistas del grupo Orkopata o d,el Boletín Titikaka, con quie- como u¡a combinación de las importadas técnicas vanguardistas
nes mantenía buenas relaciones (en el Bolelín N." 2, setiembre de con formas lingüísticas locales y con contenidos que exaltan al in-
1926, aparcce,por eiemplo, una carta de Vallejo que envía a Peralta
dio y sus valores o que protestan su situación en el Perú contem-
"un abrazo por su magnífico libro Ande" que Io ha "emocionado poráneo".a Y más adelante: "Dado el impulso de renovación lité-
de la emoción de mi tierra" y en los números 4 y 10 se publican raria que movía a1 indigenismo, no es ilógico que para su aparien-
poemas de Trilce), De todos modos, creo importante recordar el cia formal se endeudase con las escuelas renovadoras, vanguar-
distas que desde hacía años exhibían [...] su iconoclastia formal,
duro texto de Vallejo referido a los escritores de la "actual genera-
ción" hispanoamericana: su insurgencia, su instinto c¡eador, los que en el Perú los indige-
nistas aprovecharon para sus propios fines."5
Y los tacho de falta de honradez espiritual, porque al reme- Como se ve, el profesor Monguió con su característica agude-
da¡ las estéticas ext¡anie¡as, están conscientes de este plagio y, za apunta certeramente a la que parece ser una de las principales
sin embargo lo practican, alardeando con ¡etórica lenguaraz, que explicaciones de Ia combinación indigenismo y vanguardia. Los
obran por inspiración autóctona, por since¡o y libre impulso vi-
indigenistas toman conciencia de que el impulso renovador que
tal. La autoctonía no consiste en decir que se es autóctono sino
en Io literario movía a los vanguardistas iba en la misma direc-
en serlo efectivamente aunque no se diga.,
ción que sus propios vehementes deseos de cambio social. Ambos
Aunque Vallejo no había mencionado a nadie en especial, buscaban subvertir el orden establecido unos en e1 arte y otros en
Arturo Peralta o Camaliel Churata, el codirector del Boletín, acusa la sociedad. De aquí que les parezca natural la apropiación de las
el golpe y publica bajo el título de "Septenario" (N.' 10, mayo de
1927) un artículo en que transcribe parte del de Vallejo y luego 1 Boletín Titikaka, edición facsimilar dirigida por Dante Callo Cuno y Juan
con muchos circunloquios lo critica al decir entre otras cosas: Alberto Osorio (Arequipa, 1997). Inexplicablemente esta edició¡ sólo incluye
h¿sta el número 25 y no comprende los números 25 (bis) a 34 Véase tambión
Val§o juzga con c¡iterio historicista primitivo formulando M iguel Ángel Rodríguez Rea, "Cu ía del B¿l¿ tín ntiklka (Púo, 1926-1930)" ,
objeciones que circundan la periferia pero cuando se le of¡ece la en Hueso Húmero, l0 (ulio-octubre de 1981) y 1l (octubre-diciembre de
t98t.
I a Luis Monguió,I-a poesía postmodemista pcruana (MéiicotFondo de Cultura
Manuel Aquézol o Castto, ed., IÁ polémíca del intligenismo José Carlos
Mariátegui
-
Lu¡s Albero Sánclrc|(Lim Mosca Azul, I 976), 75-76.
Económica, 1954),87.
- 5 lbíd.,100.
'z César Vallejo, "Contra el secreto profes ional", en Variedatle.r, )927 .

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lorge Comejo l,olat Notds sobre indigeñisrno q aofigaitdid e¡ el Perú

forrnas de la vanguardia para la expresión de su emoción y su re- Como lo vengo arguyendo, el nuevo intelectual peruano con-
clamo indigenistas. centró su preocupación discursiva en la reelaboración del discu¡-
Por su parte, Augusto Tamayo Vargas en stt Literaturn pennna so sobre la nacionalidad. Para este fin. el instrumental simbólico
de 1976 advierte que "el vanguardismo [...] se hace presente en va- mayormente adoptado fue el indigenismo [...] De esta manera
rios campos de la poesía peruana de la década del 20 y especial- puede llegarse al concepto de indigenismo vanguardista, al que
mente en un sector [...] que dio en llamarse indigenista,,6 y dedica quisiera definir como eje central de la propu*ta d,el Boletín Titika.ka
varias páginas a estudiar la obra de los principales poetas de la [...] que al declararse bastión de la revolución vanguardista tenía
tendencia aunque sin comenta¡ el vínculo indigenismo-vanguardia, coño consigna la reivindicación de la cultura autóctona andina.
Otro crítico que registra los hechos aunque no se demora en su aná- Ya que tanto vanguardistas como indigenistas tenian el mismo
lisis es Wáshirrgton Delgado en su Hrs torin de ta Literatura REtblí- propósito de desestructura¡ los valores que hasta el momento ha-
cara. Señala allÍ que "literariamente junto con la vanguardia o ins- bían sustentado el concepto de nacionalidad, su actuación conjunta

cribiéndose en ella, aparece la poesía indigenista concretamente en fue más frecuente de lo que tradicionalmente se ha pensado dada
la temática distinta que estereotipa a ambos movimientos.e
1926, año en que se publican,4nde de Alejandro peraltay Ccoca de
Mario Chávez". Y precisa: "En la poesía indigenista se fu¡den las Por nuestra parte, como hemos adelantado, pretendemos re-
técnicas de la vangua¡dia con la rebelión social indigenista.,,T examinar el tema indigenismo y vanguardia en el Perú en sí mis-
En los últimos veinie años la bibliografía crítica sobre la van- mo y en cuanto en esta relación se evidencia de dive¡sos modos la
guardia latinoamericana se ha enriquecido notablemente, pero el heterogeneidad consubstancial al proceso literario y a la sociedad
tema especÍfico, indigenismo y vanguardia en el Perú, a pesar de peruana. Nuestro approaclL se inicia con el estudio d,el Boletín
su singularidad, no ha sido abordado sino en pocos casos entre Titikaka, que es la revista en que de modo preferente se publican
los que citamos en primer lugar a David Wise con su precursor poemas del indigenismo vanguardista y también algu¡os textos
artículo "Vanguardismo a 3.800 metros: el caso del Boletín Titikaka teóricos. Continuará enseguida con el examen de algunos libros
(Purro 1926-1930)" (1984) en el que prefiere emplear Ia fórmula de poemas especialmente representativos.
"vanguardismo andinista"; luego a Amé¡ico Muda¡ra con su te-
sis: "Ande, una propuesta interpretativa', (7989); y por último a
Cynthia Vich con stllbro Indigenisnro de ztatgrurdia en el perú. Lht II
estudio sobre el Boletín Titíkaka (2000), que toma la cuestión de las
relaciones entre indigenismo y vanguardia como tema central de No cabe duda de que fueron los poetas del grupo Orkopata, fun-
su investigación.3 La profesora Vich sostiene, por ejemplo: dado en Puno al comienzo de los veinte, o cercanos a é1 (Alejan-
6 Augusto Tamayo Vargas, Literatu¡ a peruana (Lima: Ediciones Studium, l926), dro y Arturo Peralta, Emilio Armaza, José Varallanos, Luis de
' 480. Rodrigo, Guillermo Mercado) los principales protagonistas de la
7 Wáshington Delg ado, Historía de la Literatura Republícana (Lima: Ediciones
síntesis indigenismo y vanguardia así como tampoco cabe discu-
Rikchay Pcrú, 1980), 123.
3 David Wise, "l¡digenismo a 3800 mctros; el caso del Bol¿lí¡¡ Títicaca.,, en sión acerca de que el Boletín Titiknka (34 núneros publicados en-
Rev¡sta ¿e Crítico Lite¡aria Latinoamericaaa, l0 (1984), 89-100; Américo tre 1926 y 1930) fue, aparte de sus libros, el principai medio de
Mudarra, '7n¿¿, una propuesta interpretativa", tesis para optar el grado dc expresión que utilizaron tanto para sus poemas cuanto esporádi-
Bachiller, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facultad dc Letras,
camente para sus reflexiones.
1989 (lexto mecanogratlado); Cynthia Vich, hdígenísmo de vanguanlia en el
Perú. Un estudio sobre el Bole¡ín Titikaka (Lima: pontiñcia Universidad
Católica del Perú, 2000). 'q Vich,52.

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lorge Comejo Polat Notas sobrc indigetrismo y ''tanguarclia ut cl Petli

Sin embargo, al revisar 1as páginas del Boletín Titikafu er.b.us- al sostenerse
se va a hablar de la fusión vanguardia-indigenismo'
otro rumbo'
ca de textos teóricos o declarativos soble el tema indigenismo y que el Bolefín es notoriamente sintético, el texto toma
valguardia, el estudioso se sorprende de no encontrar ni en notas Ádemás, y curiosamente, no hay una sola pclabra sobre-vanguar-
indigenlsmo
editoriales ni en artículos firmados por los responsables del Bol¿- dia, casi como si se diese por suPuesto acept'rdo que el
tín, los hermanos Arturo y Alejandro Peralta, material de este tiPo. poético tenía que hacerse con las fo¡mas de la vanguardia'
No se descubre tampoco que el Bolefíz "se declarase bastión de la En el número 21 (abri.l de 1928) se publica otra
nota Y en ella
pero referida indudable-
revolución vanguardista" como afi¡ma la profesora Vich (aunque encontramos una mención algo críptica
de hecho Io fuese) ni menos aún definición alguna de "indige- mente a las relaciones entre el indigenismo y la vanguardia:
nismo vanguardista" (aunque se publican numerosos poemas que Creemos éste ha sido nuestro criteio inicial- que los
ejemplifican la tendencia). En realidad, el Boletín nace con inten- -y
escritores indoamericanos debieran realiza¡ el continentalismo'
ciones más modestas, como se ve de la breve nota editorial que Decir, pues, que la conciencia aborigen enraíza en los
esPíritus
aparece en el número 1 (agosto de 1926): todos y
nuevos es decir algo ya comPletamente asimilado Por
periodística como ésta dedi-
La ardua labor que se ha impuesto la Editorial Titicaca que- desde luego huelga que en una hoja
realice la fusión
daría incompleta si no difundiera el éxito de §us Publicaciones y cada a avivar el fuego estético de la heredad' se
no anu¡ciara las que va a realiza¡ de inmediato. Tal es el obieto clándoleen Io posible el sentido y trascendencia política que toda
de este boletín. obra de Pensamiento suPone

Aquí se habla, según se ve, de la "conciencia aboriSen enrai-


Esta nota inaugural tiene su complemento en otra i8ualmente
zad.a Á los espíritus nuevos" (hay que entender espíritus de-van-
breve que aparece en el número 25 i¡rformando del cierre del pri-
mer tramo del Bolefín. En ella se ref orrrrulan a posteriori los obieti guardia) como un hecho reconocido y se proclama 1o natural-que
de la
vos de la revista y se describe la repercusión que alcanzó y la di- iesulta que en el Bo/efín dedicado "a avivar el fuego estético
espíritus nuevos y la con-
fusión continental que tuvo, que fueron, de hecho, mayores a las heredadl', se realice Ia fusión entre tales
que sus fundadores pensaron originalmente, Leamos: ciencia aborigen.
Otro texto que aporta algunos elementos interesantes' aunque
En agosto de 1926 iniciamos la publicación de esta hoja con la de van-
no es tampoco una definición explícita del indigenismo
finalidad de acendrar el movimiento indígena de la literatura con ini-
guardia, es el titulado "Indoamericanismo" que, firmado
peruana que, a Partir de Ande, de Alejandro Peralta [ .] viniera a del número
áales por Gamaliel Churata, ocuPa la prir:rer página
representar la actividad a¡tística más inte¡esante del Perú según el de indoamérica
juicio ilustre de L.A. Sánchez y Jorge Basadre. Este movimiento 22 (miyo de 1928). Se dice acá que "los pueblos
buscando en los eslabones
osmótico devino teatro Neoqueswa con Inocencio Mamani, senti- [si.] dor-t -restras de plenitud varonil
áe la confederación el secreto de su fuerza"' Luego de aludir a
miento dmmático con la compañía Orkopata, invasión de la ciu-
1as razas y culturas azteca e inca, se afirma:
"Sobre tal estrato ét-
dad por e[ joven indio y formas de Iucha reivindicatoria del ayllu;
fun-
móviles que son la raíz ideológica de los trabajadores que actúa¡ nico se puebla el continente de individuos que representan
didas en matriz aborigen todas las razas humanas";
y más ade-
a nuestro lado [...] Así nuestra acción siendo proletaria, plebeya,
mismos un vago
tuvo que ser integralmente indígena. Pero como el Bolefí¿ es no- Iante: "percibimos finamente dentro de nosotros
toriamente sintético, más que palabras semb¡amos hechos ritmo en que renacen conciencias sepultas y germinan módulos
futuros"; y s" m"r',.iono "la vigorosa humanidad de nuestras
Como se ve, hay insistencia en los ap ottes del Boletín al "rrto-
estéticas revolucionarias".
vimiento indigena de la literatura peruana" y cuando Parece que

209
208
lor¡¡c Corncjo l,olar Nof¡¡s solr/¿ itrdigenisrtro y ttittguardi¡ cn cl Parli

Estas dos últimas citas parecen demostr¿rr que el Bolctí,r En cambio diciendo- el año 1926 sí "ilstaura para el
Titíktrkn qtriso constituirse además de tribuna del indigenismo y -sigue
arte poético de r.ruestra América" una nlleva etapa representada
la vanguardia, en 'vocero de un indoamericanismo telúrico y pro- por Ande. Resulta curioso que Pavletich, ta¡ crítico del entusias-
fundo'.r0 Así lo confirma, además, la abundante y calificada cola_ mo por las novedades importadas, vale decir la vanguardia, no
bo¡ación de escritores latinoamericanos y la variada información reparase en que el libro de Peralta significaba precisamente lrn
literaria de toda Latinoamérica que acoge en sus páginas. amplio uso de tales novedades aunque, es cierto, puestas al servi-
Otras precisiones interesa¡tes se hallan en textos de colabora, cio de la emoción indigenista.
dores. Así, Antero Peralt¿ escritor arequipeño ccrca¡o a Orkopata, El Boletht Títíkakn dejó muy pronto de ser una mlresha de textos
sostiene en 'Indoamericanismo Estótico, (Bolcfír N.., 14): ,,El arte críticos favorables y de comer.rtarios elogiosos a,4lrde y anuncio de
vanguardista de hoy, examinado con cuidado, ofrece, en primer nuevas cdiciones, para convertirse en una revista que destinaba sus
término, un doble aspecto. Por un lado, lucha cont¡a el rnodo y páginas a la creación literaria, especialmente a la poesía, al ensayo
forma de pcnsar europeo y trata de forjar su personalidarcl, y, por estéfico y social, a Ia crÍtica y a la información literari¿r.
otro, frente a la cuestión social del mundo, encarna un apostola_
do: el de la justicia", frases escritas pensando seguramente en
nuestro indigenismo de vanguardia. Llama la atención, sin em_
III
bargo, la afirmación no explicada de que el arte vanguardista ,,lu_
cha contra el modo dc pensar europeo,, siendo así que la vanguar_
Quisiéramos, con Ia perspectiva que dan los más de setenta años
dia venía de Europa, salvo que se refiera, precisamente, al que l.ran transcurrido clesde su publicación, ensayar algulras re-
vanguardismo indigenista.
flexiones y formular ciertos juicios cn torno al Bolclítt Títiklka,
Por otra parte, el escritor Esteban pavletich publica en tres nú_
Hay que subrayar ante todo la misión que tácitamente se pro-
me¡os sucesivos del Bol¿lí¡¡ el estudio ,,Hacia nuestra propia esté_
puso (ya hemos dicho quc no hay ninguna declaración explícita) y
tica", en el que parte de la afirmación: ,,En América no han exist! cumplió de constituirse en tribuna del indigenismo. Así, pues, el
do en cuatrocientos años, no podíal haber existido, corrientes pro_ Boletín pretendia da¡ cuenta de una de las líreas de pensamiento,
pias, signos." Dedica luego breves pár¡afos a Ia colonia y la repú_
el indigenismo, que en una sociedad heterogónea como el Perú,
blica para concluir: "En lo que va del siglo, esta reacción contra resulta apenas natr¡ral aunque su aparición cs sir.r duda tardía. El
las proyecciones de la color.ria se acentúa, culminardo el viraje ha_
indigenismo peruano, en efccto, había nacido con el Disutrst¡ an el
cia nuevas pero ajenas fuentes, con la importación en gran escala
Politeann (1888) y con el artículo "Nuestros i¡dios" (1904) de Ma-
de métodos y tcndencias europeas de la postguerra, a las que
nuel González Prada y había telrido su primera expresión Iitera-
regocijadamente acuden nuestras juventudes incont¡oladamente
ria en la novela áoes sitl ltido (1889) dc Clorinda Matto de Tu¡ner
entusiastas [...] Pero el intento de transportar aclimatar si_ (aunque, como es de sr.rponer, existen antecedentes). Luego ya en el
quiera- a nuestra temperatura [...] modalidades-no
estéticas produ_ siglo xx, el indigenismo había iluminado la acción casi apostólica
cidas en planos donde el industrialismo y la sociedad burguesa
de Pedro Zulen y la Asocínción Pro-ltrdígun y había daclo origer-r a
han llcnado todos los resquicios socialcs, no podia marcrrpara
un vigoroso movimiento en Cr¡zco. Más ta¡cle había tenido una
nosotros el ritmo de una nueva etapa, de un nuevo periodo artísti_ nueva expresión Iite¡aria en los Crrctltos anditos (1920) de Enrique
co" (Bolclír7 N.'14, septiembre de 1927).
López Albújar. De este sumario recuento se deduce que, desde srr
ro aparición a fines del xrx hasta los años veinte, el indigelismo en
wise, 9l.
el Perú se había movido en los campos del ensayo, Ios estudios,la

210
211
v!
Nottrs sobtc indigcnisno y oanguatiia ctt cl l'ctti
lorge Cotncjo I'olar

polémica y Ias modalidadcs narrativas pero no había llegado al peruano, se recuüe a formas tomadas de la vanguardia europea'
mundo de la poesía. Y ésta es la gran novedad y un mérito indis- Se puede ve¡ acá sin duda "una negociación transcul-turadora",
cutible del Bolelír? Titikúa: promover el i¡digenismo en una nueva como dice Cynthia Vich, que sólo funciona adecuadamente en los
faceta, el discurso poético. Pero el indigenismo en el Perú es el rei meiores poetas y Poemas. Podría decirse incluso que aquí reside
no puro de una insalvable y múltiple heterogeneidad. la especificidad del indigenismo vanguardista, que se Presenta
En primer término sus representantes no son indios ni escri- como una apropiación de los aportes formales de la vanguardia
ben en lenguas nativas sino en castellano. En segundo lugar, como por parte de los Poetas indigenistas, quienes ven en la subversión
lógica consecuencia, los lecto¡es de estos textos no son, no podrían técnica del vanguardismo un movimiento de similar direccio-
ser indios (salvo aquellos alfabetizados en español que en ese en- nalidad a la transformación social que preconizaban.
tonces eran una minoría poco significativa). Graves e inevitables Por otra parte, el B oletítt Titikaka es importa¡te por el nivel de
contradicciones que provienen también de que el indigenismo era calidad que alcanzó debido a las colaboraciones de un conjunto
un esfuerzo casi imposible de expresar mediante la escritura el rico de destacados escritores del Perú y de Latinoamérica (entre los que
mundo de la oralidad andina. Subyace, pues, en esta situación una figuran Jorge Luis Borges, Pablo Neruda, Xavier Villaurrutia, Luis
no resuelta dialéctica ent¡e oralidad y escritura, es decir, un nue- Cardoza y Aragón, Pablo de Rokha, César Vallejo, Alberto Hidal
vo signo de heterogeneidad. go, ]uana de Ibarbou¡ou, Manuel Maples Arce) y Por el elevado ín-
De toda esta complicada problemática no hay que responsa- dice de difusión que tuvo en toda la región en base, sobre todo, a
bilizar ciertamente a los indigenistas que actuaban con la mejor una sistemática y bien orientada política de canjes. Y aunque no
de las intenciones sino más bien ver sus causas en el carácter des- hay definiciones de indigenismo vanguardista ni proclamas de fe
garrado, descoyuntado, desintegrado que la sociedad peruana en la vanguardia, sí hay en cambio muchos poemas que en su con-
arrastra desde la conquista, sociedad en la que blancos y mesti- cepción, en su imaginería y en su Ienguaje son buenas muestras
zos no hablal ni entienden quechua ni aymara y los indios no de esa extrana pero funcional fusión de indigcnismo y vanguar-
hablan ni entienden castella¡o. dia. Por Io demás, hace mucho que se reconoce que en el Perú e1
Podría pensarse incluso que los poetas indigenistas, conscien- Bolcttl es sin discusión Ia más importante revista de va:rguardia
tes de que no podían ser leídos por indígenas, optaron por escri- desptés de AmatLtn Todo ello, sea dicho, sin ocultar que en las pá-
bir para los no indios y por ello de la calidad Iiteraria ginas del Bolctín se encuentran abundantes muestras de diversida-
-aparte
que se supone era lo prioritario- imprimen a sus textos una in- des y aún contradicciones ideológicas y multitud de tendencias
tención difusora de la vida, costumbres, problemas del indio o les poéticas. Y es que a Pesar de sus propósitos el Bolefí¿, revista sur-
insufla¡ un aire de alegato en pro de sus derechos. El gran pro- gida en una sociedad pluricultural y multifacética, forzozamente
blema es que no siempre se logra mantener el equilibrio entre el tenía que registrar esta heterogencidad en el arte y en las ideas'
contenido y la forma poética y las intenciones digamos sociales,
lo que origina no pocos poemas viciados de didactismo o tono
panfletario. IV
Pero en los poemas del indigenismo de vanguardia que se pu-
" FtLe en Orkopata donde se rcalizó
blican en el BolethL Titiknka y en los libros de los poetas indige-
nistas alienta otra forma de heterogeneidad: la que nace de la ex- el nilagro de encajar el indigenísmo
en la Poesífr ultrñísta."
presión de contenidos indigenistas en moldes vanguardistas. Es
(Emílío Amtazn)
decir, para hacer poesía de lo autóctono, de lo más entrañablemcnte

211
212
-l
Jorge Corutjo l,oltr Notns sttbrc intlígtttist o llpttttgttñti¡n u ¡l l'trti
Nos dcdicamos ahora al estudio de los dos primcros libros dc No ha visto más campo y más indios que los que se asom¿ln temc-
Alejandro Peralta, Andc (1916) y Kollao (1934),11 que pueden con_ rosos y tímidos por Ia ciudad. Pero ha bastado a este formidable
siderarse entre los más represcnfativos del indigenismo de var.t- intuitivo ver el perfil indígena, Para penetrar hasta el fondo dcl
guardia. Pero dejamos constancia quc, para no extender desmesu- espíritu de 7a raza" (Boletín N." 12). De modo tal que se trata de
radamente este texto, no vamos a estudiar la obra importante de una consciente, voluntaria y sincera identificación del poeta con
Arturo Peralta básicamente representada por cse Iibro inclasifica- lo indígena ( y no el resultado de una convivencia). Y esta es la
ble que es EI pez de oro (1957) a pesar de sus múltiples relaciones fuerza que ilumina el libro.
con la vanguardia.12 Pero, además, el libro está esc¡ito en castellano (nuevo rasgo
árrde aparece en formato mayor (35 cm x 31 cm) publicado por heterogéneo), lo que significa que sus lectores tendrán que ser ne-
la Editorial Titicaca dent¡o de la colccción ,,plebeya,,. En la cará- cesariamente hispanohablantes alfabetos con lo que
tula y en varias páginas del libro figuran grabados en madera de
-paradóji-
camente- se elimina como potencial receptor del poemario a la
Domingo Pantigoso. Ilepárese que la palabra Titicaca no se escri- gran mayoría del pueblo aymara o quechua, cuya situación, cos-
be todar,ía con "k" como se utilizará más adela¡te cuando se afir- tumbres y problemas desde el pru.rto de vista del poeta-
me el movimicnto indigenista. Son vcintidós poemas y la dist¡ibu- -vistos
son precisamcnte Ia materia de que están hechos los textos.
ción de los textos en el espacio de cada pá¡;ira, así como la utili- Otra constatación: no todos los poemas de árde pueden ser
zación de mayirsculas, es la usual en los poeurarios vanguardistas. considerados indigenistas si por indiger.rismo se entiende expre-
Incluimos cn el estudio los cuatro poer.nas que el autor publicó en sión del espíritu o de la psicología indígenas, presentación de la
el Bolctít't Tilllnika y que r.ro fucron recogidos cn l(o//ao, el segundo situación deprimida tlel indio, ¡eferencias a su cultura, sus tradi-
iibro, por considerar que en espÍritu y forma corrcsponden al mis- ciones y costumbres, descripción del paisaje de la sierra, etc. Hay
mo impulso creador que da origcn a Ande, libro en el quc ,,los mo- varios textos que en mi opinión no son indiScnistas sino van-
tivos indigenistas y rr.rrales se poetizan en un lcnguaje agresiva- guardistas a secas, lo cual, aunque no disminuye Por cierto su va-
mente vanguardisla".r3 1or literario, es un hecho que acentúa la compleiidad hcterogénea
Como sucede cor.r casi todos los textos indigeuistas, según he_ del libro.
mos comentado, el autor del primer libro de poesía indigenista no Un nuevo descubrimiento: en Arde se perciben rezagos moder-
es indio sino mestizo y slrs lextos están escritos en españolno en nistas especialrnente visibles en algunas palabras como orto, agua-
quechua o aymara (se repite así el caso de Ia nar¡ativa incligenista: fuertc, nocturno, epifanía, Iunario, azul, empleadas todas ellas
Clorinda Matto, López Albírjar, Ciro Alegría, José María Arguedas como títulos de poemas y otras como chambelanes, infa:rtas, aza-
no eran indios). Pe¡o este hcclro no afecta en nada a la cali- hares incorpomdas al te\to de los mismos. Este erir un fenómeno
-que
dad poética de los textos- instaura Luta primera heterogencidad, frecuente en nuestra América dada la extendida i¡fluencia de
una hibridez de base, que se hace más compleja si reco¡damos el Darío en todo eI continente (recuérdese el caso de Los Hcrnlclos Ne-
dicho de Emilio Romero: "Peralta no ha vivido en pleno campo. gros) y su presencia en,4nd¿, como en el caso anterior, no afecta al
valor intrínseco de los poemas pero sí hace aún más evidente la
ll Alcjanclro Pcmlt¡. A/¡¿lc (Puno: Edilori¿l Titic¡ca. 1926); Kol!(o (LinÁl
índole heterogénea del lib¡o.
Compañía dc I mprcsioncs y Pubiicidad, I 93,1).
l¿ Arturo Pcralt¿r (Cao¡aliel Chur¿1¡), /rll, ez de oro (.Lupt\ztEdjLori¡l Ci¡nal¡, Si nos preguntamos ahora en qué consiste el indigenismo de
tL)s.7). Ande, la primera pero insuficiente respuesta sería qt-le su carácter
rr Nelson Osorio, "P¡ra una car¡clcriz¡ción dcl vanguarclismo litcrario hispano- indigenista viene anu¡ciado por el título, que además tiene ecos
americrno", en /l¿lLr¡¿r I l¡e roune ricu n a, I I 4- I I 5 ( I 98 I ), 22?-54.
en Ios de algunos poemas como "Cristales clel Ande" o "Andinismo".

214 215
Jorge Comejo Polar Notas sobrc indigetismo y vangtardio en el Pcrú

Pero si ahondamos en el análisis, hay, a un nive¡ más importalte, comparte su imperio con el sol Ere "se ha desmenuzado como un
un segundo factor a considerar: los persona.jes, algr.mos con nom- desbande de canarios", el "sol que está detrás de mis talones", el
bre propio como la pastora Artuca, el balsero Martín o el indio "so1 picapedrero [que] rompe las moles fantasmas", "e1 sol [que]
Antonio y otros innominados como "las vírgenes de las rocas" o há d"L.,ido a ordenar 1as labores", "el sol que ha ama-{ecido
"u
los "fuertes indios pescadores". Indios todos ellos, su presenta- cantando huainos"; y también con los "vientos [que] baian a sal-
ción está hecha con dosis iguales de comprensión, ternu¡a e tos de los cerros,/ [...] como tropeles de vicuñas" y las "brisas
imaginerÍa vanguardista. Así: los "ojos golondrinas de la Antuca/ lacust¡es" y con los sembríos,1os papales, los quinuales y el kolli,
se van a brincos sob¡e las quinuas" y "se van/ planeando,/ por árbol emblemático. Es en Ia aprehensión del diálogo incesante de
las cabañas"; "El indio balsero Martín/ AZOTA EL ESPINAZO 1os indios puneños con su ambiente y su paisaie, en la captación
DE LAS AGUAS". Y de modo más nítido en "El indio Antonio", de este trabado tejido de vivencias y en su Por lo general lograda
Ia muerte de cuya esposa se describe así: expresión poética, donde radica, me parece, otro de los elementos
esenciales del indigenismo de Alejandro Peralta. Creo que un buen
Anocle ejemplo se encuentra en r¡na estrofa del Poema "Cristales del Ande":
envuelta en sus harapos de bayeta
la Francisca se retorció como un reso¡te Vienen
mient¡as el granizo apedreaba la puna las vírgenes de las rocas
las lenguas picadas de jilgueros
VENUS DE BRONCE
y la vela de sebo
ojos mojados de totorales
frentes quemadas de relámPagos
corría a gritos por el cuarto piernas mordidas de Peña§c('s

Pero los personajes no están aislados: son parte de una multi-


Aquí está de manera paradigmática esa interpenetración del
tud de hombres y mujeres semejantes a ellos en miseria, en de-
ser humano con el mundo natural: lenguas, ojos, frentes, Piernas
samparo/ sí, pero también en costumbres y tradiciones: "de las
lleva¡ su huella.
cuevas de los cerros/ los indios sacariín rujidos como culebras/
Resulta interesante examinar con calma el poema "Andi-
para amarrar a la muerta"; "la llevaron enferrna en la camilla
nismo", que por el título se podría suponer una suerte de mani-
de nuestra angustia,/ un viento de alcanfor goteaba haraposo por
fiesto. El poema comienza por una declaración que aunque suena
las calles" ("Madre"). Y a la vez unos y otros están inmersos en
a preludio guerrero que llenar mis bolsillos de peñas-
una atmósfera y en un paisaje que son los del altiplano puneño. -"Tengo casi de inmediato para dar paso al
cos//- se diluye sin embargo
El abigarrado conjunto lo domina el lago, su presencia se impone
relato poético de una ascensión que se va a revelar como el motivo
al lector. Veamos: "TIICACA EMPERADOR/ en los hombros su
central. En efecto se habla de que "arriba/ ruge Ia hélice de mis
peplum de alas prusia/ contempla el júbilo de sus marineros,/ y
cabellos". Con esta propulsiÓn el viaje se declara "ESTUPENDO"
se limpia los tímpanos de un aluvión de trinos"; y en otros luga-
y lo es porque en este "Sran vuelo serPenteante" el "sol está de-
res "sale el lago a mirar las sementeras" y "a todo víento el lago
trás de mis talones", la respiración en las alturas es como un
embarca y desembarca cargamentos de olas". Sin embargo, el lago

2t6 217
.q
lorge Conrcjo Pollr Notas solrrc indigeúsnto y oatgutrtlia tt cl I'trti

"resuello de águilas" y "LOS MARTILLOS DE LOS MONTES [gol- otro, más importante, la emoción social de Peralta, su comprorni-
peanl SOBRE LOS YUNQUES PLILMONARES". Se descubre final- so con el pueblo indígena, se exPresan demasiado obviamente
mente que esta voluntad ascensional, que es como u¡ "huracán daldo a algunos poemas la apariencia de manifiesto o de lección.
de espinos y árboles/ hacia el océano de las cumbres", se origina El compromiso no se ha hecho poesía, no se ha convertido en ima-
en una "erupción del vesubio del alma". Si bien el poema no es gen o metáfora sino quc se manificsta directamente y ello rcdurda
u¡a declaración sobre el indigenismo como se podía Pensar ni so- en el nivel del conjunto a pesar de poemas soberbios como "Las
bre e1 indigenismo de vanguardia, revela en cambio uno de sus bodas de la Marti¡ra" o "El indio Pako".
componentes: una veneración casi religiosa por las altas monta- "Las bodas de la Martina" puede verse como un fresco cuyos
ñas andinas, por los Andes que inspi¡an el título. materiales son las costumbres, las gentes y el paisaje. Construido
En definitiva, ptes, Ande y los poernas de Alejandro Peralta en base a la distribución no convencional del texto en Ia página, a
publicados en el B olctí11 Titikaka conforman ur.r conjunto de textos la utilización frecuente de mayúsculas y a la reiteración de pala-
definidamentc vanguardistas la mayoría de los cuales son tam- bras que buscan reflcjar la algarabía de Ia fiesta, el poema está Ile-
bién indigenistas. El conjunto revela heterogeneidades varias en no de imágenes vanguardistas que logran exPresar con intensi-
su origen y naturaleza. dad una sencilla historia de campesinos i¡dios:
Ko/ino se publica en 1934, es dccir, cuando la ola vanguardis-
ta en el Perír estaí ya perdiendo fuerza, y comprende veintitrés poe- En una esquina de la noche
mas. Todos los caracte¡es de la literatura indigenista que hemos está da¡rzando
comcntado entre autor mestizo y referente indígena, ir.t- 1a bandera
-desfase
compatibilidad entre el lenguaje textual y la capacidad rcceptiva de fuego
del presunto destinatario indiSena- se rePiten como es lógico er.r del festejo
esfe nuevo libro. Hay, sin embargo, algunas difercncias en rela-
ción a Ande. La primera, la desapariciór-r de todo vestigio dc mo-
demismo; la segunda, ya no hay poemas puramente vanguardis-
tas: todos los textos son a la vez indigcnistas y vanguardistas. Pero
la influencia positiva de estos cambios no lleva lamentablemente FI, CHARANGO SALE A GRITAR A LA PUERTA
a la esc¡itura de un libro mejor que el a¡terior. Al contrario. ¿Qrré
ha pasado? La primera engañosa imPresión es que el impulso poé-
SE FIA CASADO LA MARTINA
tico dcl autor ha perdido la fuerza avasalladora que hacia de Ande
un libro memorable a pesar de sus limitaciones. Y que, en conse-
cuencia, la imaginación discur¡e con menos audacia, el ritmo se
pierde por momentos y el Ienguaje ha olvidado en cierta medida
la admirable Iibertad con que campeaba en el anterior poemario. BOM BOM BOM BOM
Una lectura atenta de Kol/co da base para sostener que en rea-
lidad son otros los factores que pueden haber contribuido a estos
Ahora es el bombo que levanta terrales de alegría
efectos negativos. Uno, la tendencia a escribir textos dcmasiado
largos en los que resulta difícil mantener la intensidad lírica; el

218 219
lotge Comejo Polar Notas sobte indigerismo y oanguardia en el Per,ít

El cua*o está alumbrado de gritos


Final

Pienso que el indigenismo vanguardista significa una bqena re-


presentación del fenómeno de la transculturación como lo define
Los novios están bailando un wayñu de llamaradas.
el cubano Fernando Ortiz.la En efecto la asimilación del producto
transcultural, la vanguardia, por parte de los poetas indigenistas
supone una parcial "deculturación" (desaparecen por ejemplo lo
En el final campea a sus anchas el vanguardismo. Lo confor-
folclórico o lo pintoresco como valores a mantener) y a la vez ori-
man tres versos en que se repite siete veces "LA MARTINA" y un
gina una "neoculturación", un nuevo fenómeno cultural y especí-
verso de cierre: "El alba está cantando en las vertientes."
ficamente literario, los poemas del indigenismo de vanguardia. Es
En "El indio Pako", retrato de u¡ rebelde, se alcanza u¡ra Io-
cierto que el auge de esta modalidad fue breve pero tuvo la inten-
grada fusión del contenido social y la expresión poética:
sidad y eI fulgor de una llamarada que brotara de una hoguera en
la que ardían en plena y gozosa conmixión heterogéneos materia-
La prisión le ha comido la carne al indio Pako
les europeos y autóctonos.
sólo le queda el pómulo filudo

PERO
AQÚ
ESTA
EL
INDIO
PAKO
Y SU NOMBRE ES ALCOHOL
PARA LA INDIADA

HOMBRE DE PIEDRA REFUGIADO EN SUS LLAGAS

LA CARA DEL INDIO PAKO ES UN PEÑON SOBRE LA


IPAMPA

Jnnto a los dos libros de Peralta, Frrlo deErrulto Armaza, El hom-


bre del Ande que asesinó nt esperanm de José Varallanos y Un chullo
de poemas de Guillermo Me¡cado son sin duda las mejores expre-
siones del indigenismo de vanguardia.
ta Fernando Ortiz, ContrLtpunteo cubano deL tabaco y el aaúc.1r,2, ed. (La
Habana: Consejo Nacional de Cultura, 1953).

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