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d) Culpabilidad
Una vez que se verifica si la acción típica fue realizada sin permiso del derecho, o sea
antijurídica, hay q verificar si al autor de la conducta se le puede atribuir subjetivamente,
porque él estaba en condiciones de obrar diversamente. Los principales elementos
positivos, los cuales se apoya la imputación subjetiva, que componen a la culpabilidad
son: el dolo y la culpa. Existe dolo si el autor sabía y quería lo que hacía; existe culpa
cuando el autor no prevé el resultado ni tampoco quiere que suceda, pero sí pudo y
debió haberlo previsto.
Teoría de la conducta.
i. Diferencia entre el derecho penal de hecho y el derecho penal de autor.
Nuestro derecho penal mantiene la tradición liberal de castigar los delitos de hecho, los
cuales se definen como aquellos que persiguen la punibilidad en la conducta de los
sujetos y se diferencia particularmente con el delito de autor en que estos son los que
persiguen la punibilidad en un elemento o una característica especial en el sujeto que
comete alguna conducta. Esto se infiere del art. 1 del CP el cual menciona que delito es
“toda acción u omisión voluntaria penada por ley.” Sin embargo, nuestro derecho penal
castiga la reincidencia, elemento que determina la peligrosidad del condenado.
ii. La acción como elemento constitutivo del hecho punible
Es lógico concluir que el derecho penal debe perseguir y castigar las conductas humanas
que son guiadas por la voluntad y están destinadas a ocasionar algún daño en un bien
jurídico ajeno, lo que necesariamente excluye o pone como limite a la acción punitiva
del estado las conductas que son realizadas por alguien que no sea del género humano,
como también las realizadas inconscientemente o guiados por una fuerza irresistible.
a) Delitos de acción y omisión
Los delitos pueden clasificarse, bajo la teoría de la conducta, como delitos de acción y
delitos de omisión; la regla general es que se persiga y castigue a lo que los sujetos por
lo que hacen y no por lo que no realizan, y efectivamente, nuestro Código Penal consagra
en mayoría delitos de acción.
Ahora bien, los delitos de acción son definidos como “los que se realizan generalmente
por un hacer contrario a una prohibición.” Y los delitos de omisión consiste en “no
obedecer una norma imperativa, absteniéndose de realizar la acción esperada.”
Los delitos de omisión se dividen a su vez en los propios y los impropios; los primeros
son aquellos en los que expresamente se integra una omisión en el tipo penal sin esperar
un resultado; los impropios consisten en no impedir un resultado típico pese al deber
de garante que recae sobre esa persona, por lo que no son típicos como tal. Esto se
define como la comisión por omisión (existe la consumación de un resultado típico, pero
este fue provocado o fue consecuencia de una omisión).
Cristian Salas Sepúlveda
Apuntes de Derecho Penal
iii. El resultado
El resultado, entendido como la consumación del delito, permite clasificar a estos como
delitos de resultado (o materiales), los cuales consisten en la modificación del mundo
exterior producto de la acción u omisión realizada, y delitos formales aquellos en que se
consuma por la simple realización de la conducta.
a) Teoría de la causalidad
Esta se ocupa de vincular la acción con el resultado típico (delitos de resultado), y
principalmente e históricamente la que a preponderado ha sido la teoría generalizadora
de la conditio sine qua non y su limite a través de la imputación objetiva.
Conditio sine qua non: supone una equivalencia en las condiciones o causas que generan
un resultado y la solución para determinar cuál de estas se considera como real causa
del resultado es aquella la cual si se elimina mentalmente el resultado también
desaparece (fórmula de la supresión mental hipotética).
Pero esta teoría ha estado sujeta a múltiples críticas de las cuales, entre otras, destaca:
- No es aplicable cuando existe múltiples causas del resultado, ya que al ser todas
equivalentes todas pudieron haberla causado y si se suprime mentalmente la
acción de cualquiera de los hechores el resultado no desaparece.
- Es absurda ya que la acción tiene como fin el resultado y esta no tiene límites
temporales y la corriente causal puede seguir su curso hasta provocar un
resultado típico. (ej. Cuando una persona causa una herida en otra y la victima
muere de hemofilia causada por esa herida, el autor de la herida podría ser
condenado por homicidio).
Teoría de la imputación objetiva del resultado: elaborada por Roxin, le añade a la
conditio sine qua non además del elemento causal, la objetiva previsibilidad y
evitabilidad del resultado además de si el resultado es causa del peligro creado por la
conducta ilícita. En conclusión, la imputación objetiva elabora más filtros para
determinar cuando la conducta es causa del resultado y estos elementos son:
- Conducta es causa del resultado;
- La conducta crea o aumente un riesgo de producir un resultado típico;
- La creación o aumento del riesgo es jurídicamente desaprobado; y
- El resultado es la concreción del riesgo.
resultado producido. La causalidad hipotética debe afirmarse para ser incluida, esto es
que la omisión de la acción debe estar vinculada con el resultado de tal modo de que si
se hubiera realizado no se produciría un resultado típico.
Debe también aplicarse la teoría de objetiva del resultado para brindarle a este la
imputabilidad correspondiente. Esta se aplica bajo los criterios de:
- La producción del resultado apareciera, de acuerdo con la experiencia, como
previsible conforme al riesgo creado; y
- Si este riego, en su no evitación, es o no jurídicamente desaprobado.
Tipicidad de la conducta
El tipo penal comprende el conjunto de elementos que integran la descripción legal de
un delito. La tipicidad es la adecuación de una conducta del mundo real a esa disposición
legal. Los elementos que pueden componer el tipo penal pueden ser de diverso origen
y no siempre son males objetivos, sino que a veces contienen elementos como
valoraciones culturales (“buenas costumbres”) y jurídicas (“instrumento público”). Estos
son los elementos normativos del tipo de los cuales se distingue:
- Aquellos en los cuales el legislador incluye elementos de los cuales surgen dudas
orientadas a la antijuricidad para su configuración (sin derecho, ilegítimamente,
abuso de oficio, etc.);
- Aquellos en los que no se contiene una descripción exacta, si no que están
sujetas a valoraciones especiales, ya sean jurídicas (cosa ajena, funcionario
público) o socioculturales (grave escándalo, deshonra), para su configuración.
Los elementos que componen la estructura del tipo penal principalmente es el sujeto
activo el verbo rector y el objeto al cual recae el resultado típico.
i. El sujeto pasivo
Es aquel quien realiza la conducta típica y provoca el resultado punible, por otro lado,
está el sujeto pasivo quien es él que padece los efectos del acto. Esto permite clasificar
los delitos en comunes, especiales y de propia mano.
Los delitos comunes son los que pueden realizar cualquier persona ya que el tipo no
contiene una descripción clara del sujeto activo y usa términos como “el que”, “quien”
u otra semejante; son delitos especiales aquellos que pueden ser cometidos por algunos
que tienen la calidad que se describe en el tipo (funcionarios públicos, militares, etc.)
por ejemplo el cohecho. Estos, a su vez, se dividen en propios e impropios; los propios
son aquellos en la cual de no existir el elemento especial en el acusado no se configura
el tipo penal por lo que la conducta pasa a ser atípica y no es punible la acción que realiza
(prevaricación judicial); los impropios son aquellos en los cuales, a falta del elemento
especial, existe otro tipo para configurar la conducta como típica y punible (parricidio).
Los de propia mano consiste en que debe existir un acto corporal o al menos personal
del sujeto activo especial, si no está pasa a ser atípica (incesto).
Cristian Salas Sepúlveda
Apuntes de Derecho Penal
b) Los delitos de tendencia: aquí es el ánimo del sujeto quien tiñe de sentido a la
conducta objetiva, a diferencia de los delitos de trascendencia. Consiste en que
el elemento subjetivo no sirve para completar del tipo penal, si no que este se
ubica tras o antes de la conducta objetiva. (ej. Abuso sexual)
Tipicidad en la omisión
a) Omisión propia
La conducta típica consiste en la simple infracción del deber de actuar, todo esto debe
estar descrito en la ley (ej. Art. 494 nº14). La ley además exige la capacidad de acción
del sujeto.
b) Omisión impropia
Aquí existe un problema de legalidad, ya que se plantea la pregunta de si es posible
sancionar la omisión de una conducta, cuando el tipo penal requiere una acción. La
dogmática penal se ha encargado de darle solución a este problema y ha establecido
requisitos para sancionar la omisión impropia que causa un resultado típico, estos son:
- El omitente tenía el deber jurídico de actuar (posición de garante);
La fuente de la posición de garante puede ser la ley o el ordenamiento jurídico,
contrato civil, injerencia o actividad ilícita común.
- Posición efectiva de la posición de garante, esto es la posibilidad real de evitar el
resultado; y
- Omisión es equivalente a la acción en el sentido del tipo penal.
Teoría de la antijuricidad
El concepto de antijuricidad es entendido como la realización de una conducta típica
que provoca un resultado sin permiso del derecho. La antijuricidad, a su vez, puede ser
material, cuando se lesiona o pone en peligro un bien jurídico y formal, cuando se
ejecuta una conducta típica, pero esta se contradice con lo dispuesto en la ley cuando
se actúa bajo una causal de justificación.
Una conducta es antijurídica cuando:
- La conducta lesiona o pone en peligro un bien
Delitos de lesión: de acuerdo al tipo penal requiere una efectiva lesión al bien
jurídico
Delitos de peligro: se satisfacen por una sensibilización del bien jurídico o puesta
en peligro sin esperar que este se lesione, se dividen en peligro concreto (cuando
el peligro es inminente) y peligro abstracto (cuando el peligro es más alejado,
por ejemplo, conducir en estado de ebriedad supone un peligro a la vida).
- El autor realiza la conducta sin ningún tipo de causal de justificación.
Cristian Salas Sepúlveda
Apuntes de Derecho Penal
Causales de justificación
i. Legítima defensa
Causal de justificación por criterio del interés preponderante, Jiménez de Azua la define
como: “repulso de la agresión ilegitima por parte del atacado o tercera persona, contra
el agresor, sin traspasar la necesidad de la defensa y dentro de la racional proporción de
los medios empleados para impedirla o repelerla”.
Se encuentra regulada en nuestro Código Penal en los arts. 10 nº4 (defensa propia), 10
nº5 (defensa de parientes) y 10 nº6 (defensa de extraños).
a) Legítima defensa propia
Los requisitos para completar la legitima defensa propia son:
1) Agresión ilegitima: se entiende por agresión la conducta humana objetivamente
idónea para lesionar o poner en peligro un interés ajeno jurídicamente protegido
y se entiende por ilegitima la agresión ilícita contraria a derecho, no
necesariamente tiene que ser típica ni mucho menos culpable.
2) Actualidad o inminencia de la agresión: actualidad se refiere a que la agresión se
está ejecutando o mientras la lesión del bien jurídico no se haya agotado
totalmente, mientras que inminencia se refiere a que la agresión es lógicamente
previsible, en este caso se puede ejercer la defensa sin esperar el daño ya que,
si hay indicios evidentes de su proximidad, una mayor espera podría frustrar las
posibilidades de defensa.
3) Realidad de la agresión: la agresión debe existir en el plano de la realidad y no
ser producto de la imaginación del defensor; en este caso el supuesto agresor
pasa a ser el agredido y hay que distinguir si ese error era evitable o no.
4) El objeto de la agresión deben ser bienes defendibles: se deduce del art. 10 nº4:
“el que obra en defensa de su persona o derechos.” Esto permitiría que cualquier
derecho sería susceptible de ser agredido y por ende defendido, esto respecto a
los bienes personales o derecho de una persona parece ser claro, pero no de los
derechos colectivos.
5) Necesidad racional de los medios empleados en la defensa: se establecen: