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SALARIOS Y DESEIMPLEO EN LAS REGIONES ESPANOLAS José VILLAVERDE CASTRO ‘Adolfo MAZA FERNANDEZ nversicaet dle Cantata L_INTRODUCCION tipo de relacién que vincula a éstos con el desem- Resumen Abstract nese raboio se analvan, desde ura porbectvarediona, los tosgos mésdestocodos del desernbleo ios sats en Espana. en ‘te 1985 y 1999, yse Donen de maniteso os telaciones que se 70 ‘aucan nie ambos Pate ale exisiensiacie tayactotes smicxes en amoyoria de los communitaces autonemas, se tegiston dsporida- ‘des regionctes muy fuses onto en as faaas de pare como ens ‘alates, ad come un grado reltivarnento clovado de poidtoncta, (enae isa. En cuanto. fos vnctdos ene solaris ydaserrpleo por comunidades, no se encuenia evidencia conciuvente a favor ‘Ge ringuna de lasies's cowenconaes; no obstante, et ands po ec opoyarla feds de que la dnémica cel mercado de thd) se ‘enoventia mas cetcana alos pomacos de a curvace Pps GL, ‘clos de fa cua de sales, aratras clove: tegiones, desempleo, saltos, dspcridodes, ppoxieencla, contogiacien Inthe aicle we analyse the most slrtcant aspects of unem- ployment and wages in Soain tom « regional standooin. over the petod 1985-1999, and we point oul the reiaions operating bet- ween them. Aough mag cf the auionomous communities follow .smilar pet, very markeci regional ferences cre tecotded both in unemployment ates and inwages, accompanied by arekavey high evel of pesitonos in these, As regard he inke botwoon wa {gesand unerrployrent by autonomous communities, no CorclUs- ve evidence i foundtio suppor anyone conventional neces: ne ‘nats does howeve! seer Io suppor the ness nat he aynamics Cf ne labour mati s clceer othe postictes of he Philips cuve ‘han to me wages eu. ‘Koy woros: recone, unemployment, wanes, cfetencee, Hes fence, co-ntegaton. EL olasticarton:J80, 212, R23, Az Ia situacion ha mejorado reciente- mente de forma signifcativa, uno de los as- pectos Més preocupanies de Ia economia ‘espanioia en fas tes titimas décaidas ha consistido, ysigue consistiendo, en el deficiente funcionamien- fo del mercado de trabajo. Si bien es cierto que es- tas deficiencias se matterializan, entie otfos aspec- os, en unos rectucidas tasos de actividad y ocupa- ccién —sobre todo en comparacién con la media de la Union Europea (V2) no lo es menos que los ‘dos rasgos mds relevantes estén relacionados con las vicistdes suttidas por las tasas de desempleo y su plasmacién, por un lado, en que éstas son, a es- cola nacional, sensiblemente més pronunciadas ‘que en al esto de Ia UE y, por otro, en que las cispar- . 3. La persistencia del desempleo y su dndmica Otto de los hechos eslizaddos del desempleo en, Fspaha —compartido asimismo con atos paises europeos (Reino Unido, Francia, ttajia, Dinamor- ca. ..). Peto NO con los Estados Unidos— es su per- gistencia tanto en lo que concleme a su estuctura regional como en lo que se refiere alas disparida- ‘des espaciales propamente dichas, que, tal y co mo se aDrEcia €n él aistico 2, no Manifiestan nin- guna tendencia clara disminut. Dado que, a prio- fi, Patece que la petsistencia en los disparidacies regionales constituye una condicién necesatia, pe- fono suficiente, para la persstencia en ia estructura regional del desempleo, comenzamos refiiéndo- nos dla primera, parailo que computamos el coeti- ciente de correlacién entre las tasas de desempleo fegionales —expresacias tanto en diferenciascomo €@N tatlos (6)— en 1985 y las de todos los demas aries, Los valores obtenidos (véase la segunda co- lumnaide! cuadro n.° 2) son relativamente elevacos @ indicativos, por lo tanto, de un atto grado de per- 185 Sistencia, que sélo da muestias de disminuit amed- da que ‘nos alejamos considerablemente en el tiempo. Encuanto aia petsistencia en Ia estuctura tegio- nol del desempleo, su magnitud se pone cle mank fiesto sin més que conserar que, de forma sste- mitica, algunas comuniiaces auténomas han re- gistado tasos de Paro supetiores a la. media acional, mientras que olras las han registrado inte- riotes: Andalucia y Extremadura, por ejemplo, siem- pie han padecido indices de desempieo sensible- Mente Mayores que Ia media del pais, mientras ‘que Aragon, Navarna, La fo\ao Balectes, entre otfas ‘Comuniciades, han registiacio en todo momento ta- 805 de par mucho Menoves, Puesto que el coef lente de conelacién de rangos entte las tasas de esempleo regionales consifuye un incicador vai do del grado de patsistencia en ia estuctura regio- nal del Gesempieo, lo hemos caculado, oblerien- do los resultados mostrados en la tercera columna del cuado n° 2: de acusdo Con éstos, los valores registrados constituyen Ia mejor prueba de que Ia ppeisislencia en ka mencionada esttuctura tegional del desempleo es, también, bastante elevada, algo mayorincluso que Ia observada en las disparidaces. Habiondo establecido que la porsistoncia en ol esempleo regional es importante tanto en afspari- dades como en estructura), parece adecuado pPosttlar la presencia de una rekacién estable, lar go piezo, enti las tesas de desempleo de cada ‘Comunidad y la tasa de desempleo nacional. Si es- faconjetura fusta conecta, ello impiicaria que toles seties estarian cointegrads. Puesbien, con|a fingidad de contrastariahipsie- 8 de caintagracién, hemos utizado el conocido test de Johansen, basado en las representaciones autoregresivas de ios modelos var. Los resutacdos ; x : as 3 soa Gem ay pr oaeiey as ° ay gm ) so oh Sm) on) oman) aa — rr rr ee af 38 ast EA 3 : costa nn oe ayt oa comois verse ne ee a ee a ag caaure a Veen ous) ape 3) si a se a Geen ile ags opie oan a a cae Se vex sare) bao) wate) at aa 8a vane vem ome onary revere i a ee tents ow oma =a odes enistentes en las tasas de equiltio a largo plazo telacionadas, por ejemplo, con afferencias fen las dotaciones factoriales. tecnolégicas. en la cualifcacién de la mano de obra, ete, Este Uitimo hai sido, en esencia, el punto de vista adoptado en el epigrate IL.3 al analzar la persistencia en las ais- patkdades y en la esttuctura regional del desem- Pleo, Manteniendo —en la linea de Davies y Holle, 2001 (19}— una postura eckéctica acerca de la ‘Cuestiin anterior, en este apartads tratamos de de- sentremiar en qué medida los salaries regionals en, Esparia tesponden al desemioieo regional; a obser- vacion conjunta de los mapas 1 y2 pemite fomar- se Una piimera idea sobre esta cuestion. No obstan- te, si ttatomos de ser mas sistemnaticos, convendre- mos Que las respuestas Convencionales al nexo de union entre estas dos variables se pueden sintetizar en tes meconismos diferentes. dos de los cuales Pueden reconcliase entre 3, tal y Como muestion Blanchard y Katz (1999). Ei primero de estos meca- nismos, de naturcleza empiica, es consistente con ka curva de Philips, que preconiza una relacién versa entre el imo de variacisn de los solaris rec- les ya tasa de desempleo. El segundo de los me- canismos, de natuicleza tedtica, es consisiente con, 0, es decir & 89 produjera und relacién postiva entre salario regional y desempleo, nos encontraria- ccuaoro N°? Vaiiabe encegene: evn eve Voricbles exbgencs Cost Coot W, oars) oer) (07) (085) nu, .003 00s (0.008 ia) vials 4771,1 (0.00) 3£208,8 (0,00) m, -102|0311 — -0464 (0.52) Sargon 1621.00) mos ante la existencia de diferencias compensa- doras de salatios, tal y como ponen de manifiesto Morten Dytstad y Johansen (2000), Siguiendo a Arellano y Bond (1998), y dados los problemas de endogeneidad que existen en la ecuacién [A], hemos estimado ésia a través. del método generalizacio de los momentos (city) 21) En conereto, hemos esimado dicha ecuacion en imetas diferencias, lo que nos ha peimitida aimi- nar el efecto fjo permanente de cada regién (4); una ver hecho asto, hemos utizado como inst. mentos en el proceso de estimation los vaiotes re ferdocos de Wj > 2). Ademés y con|a finalicad de evaluat la 1oBustez de los resultados obtenicios se ha edimado la ecuacién [4] por medio de los os estimadores Git propuesios por Aveliano y Bond: un ivi, que considera que la primera dife- rencia del férmino de error de la ecuacién es un proceso MalT} con raz unitaria: y un GMM2, que ultl- 2a los tesiduos estinacios en el GWM para consitur una matiz ponderaia, lo que permite obtener un estimador Gat en dos elapas que resulla robusto. “ante problemas de heteiocedasticidad, Los resultados obtenidos se muestian en el cud- dro numero 7, De acuerdo con ellos, se aprecia que Ia elasticiciac a corto piezo del salatio respecto del desempieo (f) no difere estacistcamente de cei, resullado que es acoide con el oblenido en: ‘fos tabgjos (veanse, por ejemplo, Bayo EF at, 1999; Vilaverde, 1999, y Maza, 2002), pero que no permite 192 isciiminar con precision entre los tes mecanismos ‘antes mencionacios (22). Sin embargo, la existencia de una signiicativa autocortelacién en los salatios —el coeficiente asociade a la variable de saitios relerdada un pefiodo alcanza un valor cercano a 0,7 en ambos esimaciones— parece poner de manifiesto que la evidencia empriica en elcaso es- Pofiolestdémads cerca de los postulados dela cuva de Pnilips que dle los que se encuentian detrés de Ia.curva de salatios; al mismo tiempo, da cuenta de una considerable inercia salarial a corto piezo, Por Litimo, parece conveniente hacer una breve mencion a la dlagnosss Ge! modelo, ya que, st este Wield incorectamente especiicad, sus resultados carecetian, cbviamente, de fablidad, Respecto a estci Cuesti6n, hay que seriolar que los estimadores Gv Se basan en el supuesto de que no nay corre lacién de segundo orden ent los residues de las ecuaciones en piimeras diferencias (yéuse Arellano y Bond, 1991), Para anaiizar esta cuestion, hemos empleado, de acuerdo con estos autores, un test de comtelaci6n de segundo orcien denominado m,.. Los resultacios obteniclos muestran que no se pueds rechazar Ia hipétess nula de ausencia de cortela- cién de segundo orden. Ademds, se ha utiizado el test de Sargan de restticciones de sobreidentifica- cién, obtoniéncioss como conctusién quo no pare- ce que las mismas sean no validas es decir, que to-

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