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Los tres tiempos dal Edipo J, Lacan: Primer tiempo: La que él nifio busca, en quanto deseo de deseo, es poder satsfacer al deseo de su madre, es decir, tobe omotfo be el objeto del deseo dela madre. Asi, introduce se demanda aqui, en A, Deseo su fruto, el resultado, aparacera aqui en A’, el que corresponde a lo que es ego, y entrente éste, que es si otro, aquelo con lo que se identifica, eso otro que tratard de ser, a saber, el objeto ‘safsfaciorio para la madre. Tan pronto empiece a menearsele algo en la parte bajade su vientre, se to empezar a mostrar a su madre, por aquello de saber si soy capaz de algo, con las decepciones resuitantes. Esto es lo que busca, y lo que encuentra cuando la madre es intemogada por la ‘demanda del nifio. Ella también, por su parte, persigue su propiodeses, y en aigin lugar por aqui se ‘sitdan sus constituyentes. En al primer tiempo y én la primera etapa, se trata, pues, de esin — el sujate se identifica en aspajo ‘con Jo qué 5 él objeto del deseo de la madre. Es la etapa falica primitiva, cuando la metafora patema acta en si, al estar la primacia del falo ya instaurada en el mundo por la existencia del simbolo del discurso y de la ley. Pero el nifio, por su parte, solo capta el resultado. Para gustarie a la madre, si me pemniten ustedes ir deprisa y usar palabras graficas, basta y és suficiente ser al fale. En esta etapa muchas cosas se detienen y se fijan en un sentido determinado, De acuerdo oon ta forma mas o menos satisfactoria en que se realiza el mensaje en M, pueden encontrar su fundamento un cierto niimero de trasiomos y pertubaciones, entre los cuales estan aquellas ‘dentificaciones que hemos calificado de perversas. Segundo tiempo. Les he dicho que en el plano imaginario, el padre interviene realmente como privador de la madre, y esto significa que la demanda difigida al Otro, si obtiene 2 relevo ‘conveniante, esremitida a un tribunal superior, si puedo expresame asi. En efecto, eso con lo que él sujels intemoga al Otro, al recorreria iodo entero, encuentra siempre en 4, en algin lado, al Otro de! Otro, a saber, su propia lay. En este nivel se praduoelo que hace que al nifo le vuelva, pura y simplemente, la ley del padre concebida imaginariamente por e sujeto como privadora para la madre, Es 4! estadio, digamos nodal y negative por el cual lo que desprende al ‘sujelo de su identificacion lo liga, al mismo tiempo, oon la primera apanicion de la ley con este hecho - la madre es dependiente de un objeto que ya no 4s simplemente el abjeto de su deseo, sino un objeto que el Otro tiene o no tiene. El estrecho vinculo de esta remisién de la madre a una ley no es la suya sino la de Otro, junto con el hecho de que al objeto de su deseo es soberanamente posaido en la realidad por aquel mismo Otro cuya ley ella remite, da la clave de la relaciin del Edipo. Aquello que constituye su caracler decisivo se ha de aisiar como relacion con el padre, sino con la palabra del padre. Aqui es importante que el nifio se dé cuenta de que no es silbdito de la madre como objeto de deseo, légica que lo adentra en la interdiccién de la prohibicion del incesto, En el caso de Juanito a pesar de que su padre era un ejemplo a sequir era inoperante a rivel simbdlico, su madre sin embargo es interdiciora, desempefa el papel de castrador que podiamos ver atribuido al padre en el plano rea, bo cual n le impide, en el terreno practico, admitirio en su intimidad, y no solo permitiie desempeiiar la funcién de su objeto imaginario sina incluso estimularlo para que lo haga La tercera etapa es tan importante como la segunda, pues de ella depende la salida del complejo de Edipo. El flo, & padre ha demostrado que lo daba slo en la medida en que es porlador, o supporter, si me permiten, de la ley. De & depende la posesiGn o no por parte del sujeto maierno de dicho falo, $i la etapa del segundo tiempo ha sido atravesada, ahora es preciso en el tercer tiempo, que lo que el padre ha prometido lo sostenga. Puede dar o negar, porque lo fene, pero el hecho de que é bo tiene, el falo, ha de dar alguna prueba. Interviene en el teroer tiempo como el que tiene el falo y no como 4 que lo es, y por eso puede producirse el giro que reinstaura a instancia del falo como objeto deseado por lamadre, y no ya solamente como objeto del que e! padre puede privar. El padre tod podereso es el que priva. Este es el sequndo tiempo. En este estadiose detenian los analisis de! complejo de Edipo cuando se pensaba que todos los estragos de! complejo de Edipo dependian de la omnipotencia del padre. Sdo se pensaba en este segundo liempo, pero no se destacaba que la castracién ejercida era la privacién de la madre y ne del nino. En el tercer tiempo es esto — el padre puede darle ala madre lo que ella desea, y puede darselo porque io tiene. Aqui interviene, por lo tanto, e hecho de la potencia en e! sentido genital de ta palabra-digamos que el padre es un padre potente, por eso la relacién de ia madre con el padre vuelve al plano real. Asi, la identificacion que puede producirse con la instancia paterna se ha realizado en estos tres tiempos. En primer lugar, fa instancia patema se introduce bajo una forma velada, o todavia no se ha manifestado. Ello na impide que el padre exista en la materialidad mundana, quiero decir ene | mundo, debido a queen éste reina la ley del simbolo, Por eso la cuestion del falo ya esta planteada en algin lugar en la madre, donde el nifia ha de encontrarla, En segundo lugar, el padre se afirma en su presencia privadora, en tanto que es quien soporla la ley, yasto ya no se produoe de una farma velada sino de una forma mediada por la madre, que es quien Jo establece coma quien dicta la Jey (impera en al reina imaginana del nifo)) En terver lugar, el padre se revela en tanto que él tiene. Es la salida de! complejo de Edipo. Dicha salida es favorable si la identificacion can el padre se produce en esle tercar tempo, en el que intervene como quien lo tiene. Esta identificaciin se lama Ideal del yo. Se inscribe en el triangulo simbélico en el polo donde estdel nifo, mientras queen el polo matemo empieza a constiluirse toda Jo que luego sera realidad, y del lado de! padre es donde empieza a constituirse todo lo que luego sera superyé. | s En el tercer fiempo, pues, el padre intervene como real y potente. Este tiempo viene tras la Privacién, ola castracion, que afecta ala madre, a la madre imaginada, pore! sujeto, en su pasicién imaginaria, |a de alla, de dependencia, Si el padre es interionizado en el sujeta como Heal del yo y, entonces, no lo olvidemos, el complejo de Edipo declina, es en la medida en que el padre intervene como quien, él si fo tiene. Esto significa, tangalo en cuenta, en cuanto viril, un hombre @s siempre mas 0 menos su propia metafora. Incluso es esto lo que proyecta sobre el témina de viriidad aquella sombra de ridicule que iguaimente se ha de constatar." Lacan logra desarrollar explicitamente y con mejorias la estructura del complejo de Edipo, operacién que determinara un *-a ssujet-" en un “sujeto” (ser biolbgico a ser hablante),en donde el complejo de castracion es un punto nodal donde se priva a la madre y no al nifia y el declive de! complejo se efectuara via metaférica, es decir, el significante Nombre-del-padre sustituira al significante Madre que re significara la posicién con respecto al falo, ecuacién légica interdictora de la ley de! Otro, conocida también come la prohibicién del incesto, el cual divide en tres tiempos:. Primer tiempo: + Lo que elnifio busca, en cuanto deseo de deseo, es poder satisfacer el deseo de su madre, es decir, fobe omotto be el objeto del deseo de la madre. » El sujeto se identifica en espejo con lo que es 4l objeto del deseo de la madre. = Es la elapa falica primitiva, cuando la metafora patema actiia en si, al estar la primacia del falo ya instaurada en el mundo parla existencia del simbalo del discurso y de la ley. = Para guslarlea la madre basta y es suficiente ser el falo. Segundo tiempo: * Enel plano imaginario, el padre interviene realmente como privador de la madre, y esto significa que la demanda dirigida al Otro, si obtiene 4 rdevo convenian’e, es remitida a un tribunal superior. + En este nivel se produce lo que hace que ai nifio le vuelva, pura y simplemente, la ley del padre concebida imaginariamente por el sujeto como privadora para la madre + Es al estadio, digamos nodal y negativo por el cual lo que desprende al sujeto de su identificacién fo liga, al mismo tiempo, con la primera aparicin de la ley can este hecho - la madre es dependiente de un objeto que ya no es simplemente el objeto de su deseo, sino un objeto que el Otro tiene o no tiene. + Dala clave de la relacién del Edipo, Aquello que constituye su caracter decisivo se ha de aislar como relacién con él padre, sino con la palabra del padre. » Elpadre todo poderaso es el que priva. = La castracién ejercida es la privacién de la madre como objeto de deseo. Tercer tiempo. + El padre puede darie a la madre lo que ella desea, y puede darselo porque /o tiene. Aqui interviene, por lo tanto, e! hecho de la potencia en el sentido genital de la palabra - digamos que el padre es un padre potente, por eso la relacién de la madre con el padre vuelve al plano real. «Enel tercer tiempo, pues, el padre interviene como real y potente. Este tiempo viene tras la privacion, o la castracion, que afecta a la madre, a la madre imaginada, por el sujeto, en su posicién imaginaria, la de ella, de dependencia, + Si el padre es interionzado en el sujeto como Weal del yo y, entonces, nolo alvidemos, el complejo de Edipo declina, es en la medida en que al padre interviene como quien, él si lo bene. Esto significa, téngalo en cuenta, en cuanto viril, un hombre es siempre mas o menos su propia metafora. Incluso es esto lo que prayecta sobre el témino de virilidad aquella sombra de ridicule que iguaimente se ha de constatar? El nifio asi lograra reasignar su objeto de deseo, en este caso la madre, por sublimacién para que de ella resulte la identificacian en donde su deseo queda latente para posteriormente surtir efecto en la etapa de la pubertad. en otras palabras y citando a Lacan: “Qué quiere decir esto? No quiere decir que el nifio vaya a tomar posesiin de todos sus poderes sexuales y a ejerceras... Muy al contrario, na los sjerce en absolulo, y sé puede decir que aparentemente esta despojado del ejercicio de las funciones que habian empezado a despertarse. Sin embargo, si la que Freud arficuld tiene sentido, el nino tiene en reserva todos los fitulos para usarlas en un futuro. El panel que desempera aqui la melatora patema es Gerlamente el que podiamos esperar de una metdfora ~conduce a la institudén de algo perleneciente ala categoria del signifcante, esta ahien resena y su sgnificacin se desarolara mas larde. El nifo fene todos los tituios para ser hombre, ylo que més tarde se le pueda discutir en el momento de !a pubertad, se deberd a algo que no haya cumplido del todo con la identificadion metaférica con la imagen del padre, si esti se ha constituide a través de esos tres tiempos. Esto significa, que, en cuanto viri, un hombre es siempre més o menos su propia metifora, luso esto es lo que proyecta sobre el ‘érmino de virlidad aquella sombra de ridiculo que igualmente se ha de constatar...Tengan en cuenta también que la salida del compiejo de Edipa es, como todo el mundo lo sabe, dislinta en la Para ella, en efecto, esta lercera etapa, coma lo destaca Freud es mucha mas simple. Ella no ha de enfrentarse con esa identificaddn, ni ha de conservar ese titulo de viriidad Sabe dinde esti eso y sabe dénde ha ira buscario, al padke, y se dirige hacia quien lo flena.“* El resultado de esto puede variar, segiin Lacan, todo depende de cémo se posicione, el nifio(a), con respecto al falo.

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