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GERMINIE LACERTEUX PREFACIO DE LA PRIMERA EDICION neMos pedir perdén al piblico por poner en sus D manos ete libro y adverts defo que encontacd en él ‘Al piblico le gustan las novelas inventadas: esta novela cs unt novela verdad Le gustan los libros que parecen llevarnos al gran sriun- deo: et libro viene des ale ‘Le gustan las obritas picaronas las memorias de prosti- ‘tutas, las confesiones de aleoba, las inmundicias exoticas, elescindalo de una imagen con las fldas alzadas en los es- caparates de las ibrerias lo que va a ler es severo y puro. No espere hallar aqui el retrato descarado del placer; 1o ‘que sigue es un estudio clinico del amor. ‘Al piblico le gustan también las lecroras enodinas y consoladoras, las aventuras que terminan bien, las fanta- sias que no pertusban su digestin ni su serenidad; este i- bro, de triste y violenta distracci6n, se ha hecho para con- trariar sus costumbres y alterar sus habitos higiénicos. Por qué lo hemos escrito entonces? Sélo para sorpren- der al piblico y escandalizar sus gustos? No. uesto que vivimos en el siglo x1x, en un tiempo de su- frngo univeral, de democrats, de iberalsmoy nos he- ‘mos preguntado silo que se llama «la clase baja» no tenia derecho a la novela; si este mundo dentro de otro mundo, cl pueblo, debia permanecer bajo arresto literario y desde- Fado por los autores que, hasta ahora, han guardado silen- cio sobre el alma y el corazén que pudiera tener. Nos he- bs] nos prepuntado si, para cl esrtory lector, en estos "os de ipualéad en que vivimos in sepuian éxstendo lass indian desea de bj sta, dramas demas dh gomren crises cujo horror no lcanas a suicen- te pole Hemos sentido la curiosdad de saber sila tragedi, esa forma convenciona de una iteratucnolvidada y de una sociedad desaparcida, habia muerto definitivamente si, enon pais sin estas y sn ariatocraca legal, las nseria de los pobres y de los humildes sosciaran tanto interes, emoeién y pla como las de los grandes yo ios sen tne palabra fat lagrimas que derraman los de abajo por ing haer oie sno como lant que vista Toe [Estas conideraiones ns movieron a atevernos con la novela de ambiente build Sor Filme er 1861; oy nos Seciden « publicar Gronine Late Poco import ahora que et libro sea calumniad, Hoy, cand In novela ampli sus horizontes ycrece cuando mpiers a serla fora grande, seria apusionada yviviente Gclestudo tera y del investignton social, cuando se converte, merce alanis ye tvestgecion pcolog xen la historia moral contemporane; hy que la novela fume lot deberes el rigor de tu clencia, tambien puede reivindcar sus libertades y fanquicis. Ha de buscar ate y la verdad, ha de mostrar fs miserias que los pase ios felices no daben olvidar, ha de hacer vers las gentes ‘mundanasaquelloquc la demas cartatvasafontan con Valor, lo que las reinas de anafo poniaa ante los ojos de $us js en sus visita fos hospices el suftimiento = zmano, vivo y presente, quel arid pone de manifesto, Que la novel ndopte és eign, ala que e siglo pasado dha exe vaso 7 exenso nombre: humanidad: Con es, concienca le ban: en ela estiba su derecho, Paris, octubre de 1864 ba i ico, rite com alegit: —Se ha slvado, sent, esti usted fucra de peligeal —se preipité baca el izcholen que yacia sara , por encima delas manta, fe- ttca de elchad, pers soraar, en medio de ua fa- ‘inde earcias el pobre cuerpo flac del ancana, meno- {ho como el de un nino, en aquel enorme lecho 1S ancana, silenciosament, le cogi la cabeza entre ls nanos yestrechindola conta su coraba, lan un sapi- roy dep estaparr Bien! iabré que segue viviendo! ato ocurcisen una pega habteion,cuya ventana dcibn ver una eatrecha fai de cielo recortada por tres fegeos tubos de chimenea,lints de teadosy, «fo lejos, Entre dos eases que case tocsban, lamas hops deun Efbol que no se aleanzaba a ver. Ten i habitacion, sobre a chimenca, en una cade cxo- ba cura, desta tl} de ampli eer con andes atimeros, que desgranaba pesadamente ls horas. Bn indo, protelos por a exsal, habia dos candela tyros, en fra de tres canes plateados que tendlan el cue- Hloen torno a un cara) dorado, Cerca dela chimenea abria tess vacios un silon Vola abit con una de Sas bores a cundrosjedrezads que selen haces as ve- fos Is nifias. En las patedesapareciancolgados dos pe- Iuchospaisajs italiano, al estilo de Bertin, una acazela Efroret con una fecha en sina rojeal pe algunas minia- turas, Sobre la comoda de eaoba estilo Imperio una e- presentation del Tiempo en bronce negro yordinasio, con L cctiada, que acababa de cerrar la puerta tras el mé- (ol su hoz en ristre, servia de soporte a un reloj con los niime- +08 de diamantes sobre esmalte azul rodeado de perlas. So- bre el suelo de tarima, una alfombra flameada extendia sus franjas negras y verdes. En la ventana y en el lecho las cor- ‘inas eran de un tejido antiguo, con un estampado petsa de dibujos rojas sobre fondo chocolate. A la cabecera de la ‘cama pendia un recrato cuya mirada parecia gravitar sobre Ia enferma, Representaba a un hombre de rasgos duros, cuyo rostro sobresalia del alto cuello de un traje de taso verde y de una dde esas corbatas sueltas y flotances, una de esas muselinas negligentemente anudadas alrededor del cuello segiin los, dictados de Ia moda de los primetos afios de la Revolu- cidn. La anciana tendida en el lecho se parecia al rostro del retrato. Las mismas cejas pobladas, negras, imperiosas, la misma nariz aguilede, las mismas lineas voluntariosas, re- sueltas, enérgicas. E retrato daba la impresion de reflejar- se en ella como el semblante de un padre en el de su hija Pero.en su cara, la dureza de los rasgos se dulcificebs por un destello de ruda bondad, un cierto falgor de abnega- cid viril y caridad mascalina, La luz diurna que bafiaba la habitacién correspondia a uno de esos momentos primaverales en que, por la tarde, hacia las cinco, la luz adquiere claridades de cristal y blan. ccuras de plata, un dia frio, virginal y suave, que se extingue en el rosa del Sol con palidez de limbos. El cielo rezumaba de esa luz de nueva vida, adotablemente triste, como la tie- ra todavia desnuda y tan dulce, que hace llorar de feli- cidad, —jPero vamos a ver! zAhora se pone a llorar esta tonta de Germinie? —cijo al cabo de un momento la anciana re- tirando sus manos humedecidas por las ligrimas de su sir- vienta —rAhl, querida seftorita, ime gustarfa llorar siempre asil,jda tanto gustol, me hace recordar a mi pobre madre.. iy todo lo demist..jsi usted supieral —Bueno, bueno... —le dijo su sefiora cerrando los ojos para escuchar—, hablame de ello... —IMi pobre madrel... Iz crinda se detuvo. Después, (8 SA Songs comes on nemerion deo de rae ea citexameno er by clo SE pot ip orl guyel Eeamor ary Hann nc cn eee Fe ee anode comian orenon odes ied, Nbr pore me a a endo as Fac umadege Soe sen oa bara muy fb Ge en SNe et Togs mand ea be a Cie ee os manos pose, a a suse ay tin dnt ule poi ade Cie wc oe panbe ou sander deere focie Mental ied sper Vena ee ee Mery agp mio deo pelle ostinato Ak vor con catpons 9 cusndo OW, nr eee Oe capo un loci de: il fn i ent gow meson bs me Pld a man aver ios cbs de bo Ea cane as oe primer coms 7 Gir not 43 de le Inuoduceién. bs] ign! Teabajé a dstjo para que yo pucise ir como las Gras, con un uajecito blanco adocnedo con un ener ons, So yuna limosnera en la manor entonces se levaban ets cosas... No tenia cola; reeerdo que me habia hecho un Corona con cintas desea yea dla Bana que se ob- tiene dstortezndo los juntos: hay muchos done yo vic via, en los lugares donde se pone el camo a envae Aquél fue uno de mis dias buenos. con la rifa de los ces. dos en Navidad. las veces en que ibaa ayudar pars fo Grigat las vias. eso se hace en junio, sae usted. Tents: mos na pequets en lo te de Saint Hila Uno de aquellos ahs fue may dur. lo eeuerd, sehoria- Pedtisco de 1828 quc lo araséfodo. Llegs hasta Dio y Igjos ai... Hao que usarelcenteno prs hacer hu Mi hermano se vio ahrumado de tabujar Ni padre, qs por entonces andabs siempre fra recoriene ess oon, ot os taia a veces setas. Aquell en realidad eta ati sera. teniamos mis hamire que otra cosa Yo, cuando Saal campo, minba avers adem vel, me Color lcbuo de una vacs, me qutaba uno de ois mecony me Pos aia 2 ondefaca,. ;Anda que sf me hubieran pilldol Mi hhetmana la mayor estaba de srvients encase del lee de Lenelos, y enviaba a casa sus ochenta francs de sued, «so mis que tenjamos La segunda ibaa coer las casa io Ia gente acomodada;pezoentonces los precios no ert fos de thor: se iba desde las ss dela manana hasta Ls noche or ocho perras chica. Con eso ella quetiaahocra ps westirse de fiesta ef dia de Seine Remit Asi somoy en festa tierra: ay muchos que comen dos pate a! dit durante seis meses para pode estenar un vestdo el adel patron. La mala suerte nos pesteguin. Se produ It muerte de mi padse. Hbo que vender un eampo poque Foy unas cepas que todos lot ats nos daban uh tol de vino. Los notatios euestan caros, Cando ti hermano S= paso enfermo, a0 teniamos pura drle de beber mis que tomo al que foames shadiend agua desde hacia un ale Y ademas no habia opa de cana para cambiar; todas 2 San Remi Se Fest se clea eI de oetbre {6} sibanas del armario, encima de las cuales habia una cruz de oro en tiempos de mamé, habian desaparecid..y Ia cruz también. Por aquel entonces, claro que antes de po- terse eafeemo, mi hermano apres en Is Festa de Cler- mont. Oy6 decir que mi hermana habia tenido un desliz con el alcalde « quien servia: cayé sobre los que decian aquuello.. no era nada fuerte... Ellos eran muchos, le de- rribaron y cuando estuvo en el suelo le dieron patadas en Ja boea del est6mago con los zuecos puestos... Nos lo traje- ron medio muerto... EI médico, sin embargo, consiguié ‘que se pudiera levantar de la cama, y nos dijo que estaba curado. Pero desde entonces ya no levant6 cabeza. Cuando ime abrazaba, yo me daba cuenta de que se nos iba... Cuan- do murié mi pobre y querido paliducho, Cadet Ballard tuvo gue emplear toda su fuerza para separarme del cadé- ver. Todo el pucblo, alealde incluido, fue al entierro. Como mi hermana no habia podido conservar su empleo co.casu dl alclde aque, debio ls proposcones que € Te hacia, y se habia ido 2 Paris para colocarse, mi otra her- mana la Siguid.. Me encontsé completamente sola. Una prima de mi madre me lev6 con ella a Damblins pero ali ‘me sentia totalmente desplezad, pasabs las noches lloran- do y cuando me podia escapar, volvia siempre a nuestra casa, Sélo el ver, desde a entrada de nuestra calle, la vieja parra en nuestra puerta jme producia un efectol.. Me na- cian alas en los pies... Las buenas gentes que habian com- prado la casa me xetenian hasta que venian 2 buscarme: siempre sabian donde encontrarme. Al final escribieron = ‘mi hermana, la de Pats, diciéndole que si no me llevabe con ella, bien podria no durar mucho... La verdad es que estaba pilida como la cera... Me encomendaron al conduc- torde un pequefio carruaje que iba todos los meses de Lan- gres a Paris; y asi es como vine aqui. Tenia entonces cator- ce aos... Recuerdo que, durante todo el viaje, dormi vesti- a, porque me hacian acostarme en el dormitorio comin. Al llegar, estaba llena de piojos.. (on 0 con Ia de su criada. Mlle. de Varandeuil habia nacido en 1782. Su ‘acimiento tuvo lugar en un palacete de la calle Royale, y Tes hermanas del Rey la sosnivieron en la pla bautismal Su padre pertenecia al circulo intimo del conde de Artois, cn cuya casa desempefaba un cargo. Tomaba parte en sus tacerias se contaba entre los intimos ante los cuales, en la ‘isa que precedia ala partida,el que un dia seria Carlos X Gaba prisa al oficiante diciéndole a media vor: @Chist, chist, cura, engulle pronto al Sefor!» M. de Varandevil ha. bia hecho uno de esos casamientos que eran habituales en sus tempos: se habia casado con una especie de actriz, una cantante que, sin gran talento, habia triunfado en los Con- ciertos Espirituales, al lado de Mme. Todi, Mme. Ponteuil y Mlle, Saint-Hluberti. La ait nacida de ese matrimonio én 1782, tenia mala salud y era fea, con wna nariz grande ‘Que ya resultaba ridicula en una cara ao mas gruesa que el ppuao. No poseia nada de lo que hubiera deseado para ella la vanidad de sus padzes. A raiz del chasco que se llevaron ceuando, al cumplir los cinco afos, la sentaron ante el pia- noforte en un concierto dado por su madze en su salén, fue relegada entre la servidumbre. Slo podia estar con su ma- dre un minuto, por la manana, y debia besarla debajo de la barbilla para no estropear su rojo de labios. Cuando leg la RevoluciSn, M. de Varandeuil era, gracias a la protee- cién de Artois, habilitado de rentas. Mme. de Vazsndeuil Visjaba por tli, donde habia conseguido que la envia- ran con el pretexto de cuidar de su salud, abundonando en manos de su marido el cuidado de su hija de un hijo de corta edad. Las graves preocupaciones del momento, as fmenazis que se proferlan contra el dinero y ls famiis que lo manejaban —M. de Varandeul tenia un hermano L anciana permanecié silenciosa; comparaba su vida YE frat sey Calor X. {2] ‘que era recaudador de Impuestos—, apenas dejaban a este adie de suyo muy epita y moy Seco, la dspsicin de fnimo nccesaria para ocuparse de sus hijos. Encima de todo ello, os aputos econémicos empezaban a invadie su hhogae. Tuvo que dejar la calle Royale y alojarse en el pala- cate del Petit-Charolais perteneciente a su madre, que atin vivia y que le permitiéinstalase alli. Los acontecimnientos se sucedian; era al comienzo de los afos de la guillotina cuando, una tarde, en la calle Saint-Antoine, marchaba detris de un repartidor que voceaba el periédico: «A los Iadrones! ;A los ladrones!» El repartidor, sein Ia costum- brede la época, anunciaba ios articulos del ejemplar: M. de Varandeuil oyé su nombre mezclado con insultos como bas hs dep Compré un pesidico y ley6 en na de- ‘Alin tiempo después, su hermano era detenido y ence- srado-en el palacete Talaru con los otros recaudadores de impuestos. Su madre, aterrorizada, malvendié el palacete del Petit-Charolais, en el que él se elojaba, por un precio cequivalente al de ios espejos que contenia; lo cobré en casignados»*y murié de desesperacién ante la baja crecien- te del papel. Afortunadamente, M. de Varandeuil obtuvo de los compradores, que no encontraban a quien alquilar- lo, permiso para vivir en les habitaciones que pestenecic- rom otrora al personal de los establos. Alli se refugié, en la parte trasera del palacio, renuncié a su apellido, einscribié fn la puerta, tal como estaba ordenado, su patronimico Roulot, bajo'cl cual enterraba el de Varandeuil® y al anti- .guo cortesano del concle de Artois. Alli vivié solitario, e- Cogido, oculto, escondiendo el rostro, agazapado en su ‘agujero, sin criado, atendido por su hij y dejando que ella lo hicieea todo. El Terror transcursié para ellos en medio de la espera, el temblor, la emocin demorada de la muer- te. Todas las tardes, la pequefia iba a escuchar a través de una claraboya enrejada las condenas del dia la Lista de los pel moneda en circlacidn durante Is Revoluién Frances. Se Te valor cola gala dele biene nacional. fot 5 de is Inerodceia, {6} ganadores dela loteria de santa Guillotina, A cada llamada tn Ia puerta, iba a abrir pensando que venian a prender a su padre para conducirlo a la plaza de la Revolucién’ adonde ya habjan Ilevado a su tio. Llego un momento en gue el dinero, tan escaso, ya no basto para conseguir pan; bhubo que arrebatarlo casi Ia fuerza en la puerta de las pa naderias; hubo que conquistarlo a base de horas pasadas, en lo més crudo y frio de las noches, entze los apretujones yeel aplastamiento del gentio, haciendo cola desde las tres de Ia madrugada, Al padee ni se le ocurria arriesgarse entre esa masa de gente. Tenia miedo de ser reconocido, de comprometerse por uno de esos arrebatos, que hubieran podido producirse sabe Dios dénde, dado lo Fogoso de su ‘caricter. Ademés, lo duro y aburrido de la tarea le hacian retroceder. Fl nifio todavia era muy pequefio; lo hubieran aplastado; le tocé a la hija la responsabilidad de conseguir cada dia el pan para tres bocas. Y lo consiguié. Con su ccuerpecillo flaco perdido en un enorme chaleco de punto de su padre, un gorro de algodén caledo hasta los ojos, los brazos apretados para conservar un resto de calor, espera- ba tiritando, con los ojos irritados por el frio, entre coda- 20s y empujones, hasta el momento en que la panadera de Ia calle Franes-Bourgeois le ponia entre las manos un pan que sus deditos, entamecidos por el frio, apenas si podian asir. Al inal, esa pobre nifia que volvia todos los dias, con su cara de suftimiento y sus carnes flacas temblorosas, mo- vvié a compasién a la panadera. Con ese corszén bondado- so del pueblo, en cuanto la chiquilla aparecia en Ia larga cola, le enviaba con su mozo el pan que venia a buscar. ero un diz, cuando la nifia iba a cogerlo, una mujer envi- diosa del favor y Ia preferencia dio a la cfiatura un punta pié con el mueco que la reruvo en Ia cama cerca de un mes. Mlle. de Varandeuil conservé toda su vida la sefal. Durante ese mes, la familia habria muerto de hambre, sino hubiera sido por una provisién de arroz que una de sus amistades, la condesa de Arteuil, habia tenido la buena “Bra Pla def Conconde acral, donde extvo instal Ie uiletna rane Tero, (64) idea de almacenar y quiso compartir con el pare y as dot ios NL de Varandeuil escapé asi del Tribunal revoluciona~ rio, giacias 1 a oscuridad de una vida sepultada. Gracias {ambien als cuentas de su eargo que hublera debido rene tir rendicign que tuvo a flea de aplasar y demorae mes tras mes, Adem, ahuyentaba las sospeciss por himosdad personal contra grandes personajes dela coe, porel odio contr la Reina’ que muchos de lo servidores Fe 'os prncipes habian sprendido de los hermanos del Rey. Siempre que habia tenkdo oct de hablar de esa deognciads, mjc, habla proferdo. palabras violets, timuzgs injurtos, con acento tan apasonado y since {ue haban dado cas la aparienia de un enemigo de la fealec de modo que aquellos para quienes sol ese cu Gedang Roulor le tenant porun patriot, aells que le conoefan por sa antigu spellido, fe excunaban cas de hae fer side lo que habis sido: un noble el amigo den pine pede sngie real yun hore bien siwsdo. ‘Et ln epoca de las cenaspatrigicas de a Replica, esas comidas de toos los habitantes de una calle en ais tmacalle, Mile de Verandel,en sus recuerdos enmaraie- ffs que confwadian sus ovroses, vei las mesas del calle Pavée, con ls patas ene arroyo de sangre de Sepiembe* gue cotia desde la Force Fue en uns de aquelascenss Gtnado M. de Varandeiltavo una ocurrencs qe scab dk garntizareo vida Cont dos vecinos de mes, aien- tex pasion, uno de los cules estaba relacionado con Chatmette que se encontaba en un gran apo, ques hi slo hai sido bnutiada, que area de estado civil, {ue ee sein muy feliz si Chaumerte quisiera insenbica eros regitoe dela municpalidad y bonrarla con un nome ecogido por den el ealendaro repubicano de 7 Mara Antonis espns de Lic XV 4 Duda desepdenbre nil anc de iva psn, oie com lr en Pa tune de ener plicor “i hone ea won posi Ye Reyeacem ie duoc ln Comins de 1792 fo de gn plore del calcos do Rt (63) Grecia 0 Roma. Chaumeute fijé pronto una eta para ese padre que estaba «tan a la altura de su tiempon, Como se Gecia entonces. Acto seguido, se hizo entrar a Mlle. de Va- randeuil en un gabinete donde estaban dos matronas en cargadas de comprobar su sexo y alas que hubo de mostrar el pecho. La condujeron entonces a la gran sala de las De- elaraciones y ali, después de una alocucién metaférica, CChaumette ia bautiad Sempronie; un nombre que la cos. tambre hizo conservar @ Mlle. de Varandeuil y que ya no hhabria de abandonat. Un poco a eubierto y tranguilzada por todo aquello, Ia familia atravesé los terribles dias que precedieron a a ca da de Robespierre. Al fin lleg el 9 de Termidor" y la libe- racién. Pero la pobreza seguia siendo grande y acuciante en el hogar. Habian vivido todo aquel duro tiempo de la Revolucion e iban a vivir toda la época miserable del Di- rectorio" slo gracias aun recurso del todo inesperado, un dinero providencial eaviado por la Farindula". Los dos nifios y el padte apenas si habian tenido otra cosa para subsist que los ingresos de cuatro acciones del Vaudevi- lie, una inversion que M. de Varandeuil habia tenido la inspiracién de hacer en 1791 y que sesulté ser el mejor ne- {gocio en aquellos aos macabzos en que se necesitabs olvi- dar la muerte todas las noches, de aquellos dias supremos fen que todos querian lanzar su posteeza cazcajada en la ble tima cancin. Muy pronto esas acciones, unidas é la zecu- ppezaciéa de algunos préstamos, dieron algo mis que pan a Ja familia que Salié entonces de las dependencias del pala- 1 Fecha del alenaso evolucionasio qu corresponde 27 deulio de 1794 Esse deteido Rabie alin Insestn de a Comins y

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