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Daniel Link COMO SE LEE _y-otras intervenciones criticas © Buanos Aiea enn Ai Lins, Mei igo de Chile, Sate Domigo Género y cultura Hace unos afios, una de esas intolerables tardes de lovizna buscébamos, mis hijos y yo, un higar mas 0 menos seco y mis ‘o menos divertido donde meternos a rumiar, cada uno de no- sotros, separadamente, nuestras desdichas cotidianas. Fuimos, naturalmente, al centro de compras mas cercano, €so que ellos tkaman shopping de manera no diré espontinea, pero sf indeliberada, Buscébamos una pelicula que resultara tolera- ble para nuestras respectivas melancolias dominicales. Ardua tarea, pensaba, conciliar nuestras ya indeclinables preferen- cias, Otra vez fumanjino, rogaba yo al cielo. Naturalmente: en Ia coleccién de carteleras cinematograficas que adomnaban el centro de compras con sus letreros de colores no habla ni una sola pelicula que hubiéramos podido ver los tres, no digo con placer, pero al menos sin irritacién, Nos unfa el sentirnos ex- ‘luidos simulténeamente de la oferta cinematoygratica de ese ro sario de saliculas. Pero no fuimos capaces de explotar ese sen- timiento (familiar, siniestro) de pertenencia a algo que solo negativamente podia definirse, En uno de esos desodorizados ambientes daban wna peli ‘eula ganadora en el festival de Cannes de ese aio, firmada por Kusturica, un director alguna vez yugostave y inuy festcjado en Berlin y otras eapitales enropeas del cine, Comenté slo so, como quien habla para si, como quien simplemente constatt a Daniel Link un hecho, como quien dice “lueve", Dije: “Aca dan Undengound de Kusturica”, Mis hijos comenzaron a interrogarme inmode- ridamente sobre las earacteristicas de una pelicula que, justo ces decirlo, no tends demasiaekts intenciones cle conocer y sobre fa cual no sabia mucho ms que lo que los carteles (multieo- lores) proclamaba igo para que ka "rath de callorion yo. "De gue ola pelea, eclan, pregUNTAR reclamal ué sé yo.” Si verdaderamente no la habia visto ynada habia leido sobre ella (las cosas no han mejorndo de- tnasiado con el tiempo: sigo ignoranie de los contenidos y las formas de esa pelicula que, gin embargo, puedo prever abomi- nable). "Revo de qué es, de qué es.” Por fin coshprendi: lo ‘aventuras 0 de amor o de ciencia ficién. La oscuridad del titulo no contribuia, para ellos, a la dilucidacién de una relacién de pertenencia como esa. Imp ciente (era ¢l dia, era la llovizus) contesté: "No es de fiada, es una pelicula de Kusturica, Kusturica es el director. Fs todo lo que se puede decir”, die. Mi impaciencia, claro, choeé con otra impaciencia, que co- smo resultaba de Ia summa de dos conciencias igualmente imp cientaclas, devolvi mi malhiumor nultiplicade come por un espejo de parque de diversiones: monstruoso. “Toda pe € dealgo", proclamé mi hija, sentenciosa como slo yo puedo serlo en mis peores momentos. "Sien una pelicuta hay peleas, es de peleas, si hay explosiones es deaccién”, razoné mi hijo. No ‘menos impaciente, pero si algo més consciente dle! papel que dc cups cnsae una microche a propit de ie rencias entre el cine de género y el cine de autor, Mi explis ci6n, naturalmente, no terminaba de convencerlos porque cera mucha la irvitacién que habfamos puesto entre nosotros, Por owe lado, s¢ trataba de Kusturica, nada menos: fie mi pereza lo que me llevé a una discusién, oa un intento de pe- dagogia semejante. {De qué género se podria decir que son las peliculas de Kusturica, que apelan todo el tiempo al arte? Grandes peliculas como Alien, 0 como Alphaville, o como Me ‘opolis 0 como La ventana indiscreta part ‘su modo, de o qWe-se_pretendia.que yo sentenciara eva si, la pelicula era de_ Como se ee algiin género: son generosas, podriamos decir, con el espe fador desprevenido, y también con lus nifios. No apetan al ar te como garantia, aun cuando terminen en el vasto saco del Séptimo ante, Pero a Kusturica, a diferencia de Tficheock, es imposible preverlo. les, ylo sib, wn autor. Yun “autor” come tada gran personalidad es impredecible y hasta incompren- ~sibje: Después de-todv.cl modela.de las grandes personalidades te Dios, el mas incomprensible de los autores hasta ahora existentes. ‘De modo que mi batalla estaba perdida de antemano por razones climaticas y psicot6gicas. No obstante intenté explicar ‘que hay peliculas, el “cine de autor”, que se reconocen por qasgos estilisticos y no por la “pertenencia" a una elase mas 0 “Renos abstracero cotivencional. “éDespuésde todo, de-qué-cs Quisiera ser grande”, pregunté, orgulloso de mi hallazgo, por que se trata de wna pelicula que los tres ambamos hasta In Srfasea. Noes de suspenso, ni de accién, ni de eiencia ficcién, ni ide amor, *@De quién es Quisira ser grand2", me preguntaron. No lo sabia. “Entonces nv 3 de auton” “Bs una comedia’ (ellos), “Probablemente” (yo),"Entonces alo mejor Undergrosned también es wis contedia", “Lo duudo: Kusturica carece de todo sentido del humor”. Pero estaba per~ dlido, La sabia entonces y lo sé ahora: contra la lucida irritada dde mis hijos nada puedo. Sélo sentarmne a escribir. ¥€s en est ucides, inritada y naturalizadora de las cosas de fa cultura, que iis hijos tenfan esa tarde, que hay que encontrar los fanda- mentos de este apartado, Mis hijos me regataban, sin saberlo, una pesta en escent de algo que desde haefa tiempo ocupaba mi cabeza: los géne- ros y su importancia en relaciOn con la produccién cultural kt manera natural en que la gente se acostumbra a inanejar ca- tegorias nada naturales. El primer horizonte de decisién que tllos reclamaban, esa tarde y siempre, es el género: “De qué tes", (De qué genero es", "A qué genero pertenece”. A veces # Varios, a veces a ninguno. Y para que esa explicacién tuviera aigiin sentido, en fin, alguna eficacia, yo debia remontarme 93 wre yerr errr vwwvwvevererwww ewer ee a las solemnes categorias det arte y del j Fanciones sociales de las produeciones simblicas. Asi qué gracia, Lo cierto es que gran parte de Ja cultura del sigho xx, es decir dle Ta cultura que nes impor ee come prod cida en relacién con modelos genéricos mas o menos eslables nenos heger nicos, E do, los géneros fu nes, expectativas y con- venciones que circulan entre la industria, el texto y el sujeco. No vale la pena remontarse a los griegos. Los nifios son impacientes y reclaman explicaciones mésalalcance de la mano. Y por otro lado, hasta los nifios saben que nuestro mundo, es decie nuestra cultura, nada tiene que ver con la “cultura de los una distancia temporal, sino de una discontinuidad: todo lo que sobre el mundo sabemos y estamos acostumbrados a pensar, incluso tos lenguajes que utilizamos para comunicarnos, ¢s bas- tante mas moderno que la “cultura de los griegos". «Qué po- drfan pues decimnos a nosotros, quie no comes ni fildsofos, ni historiadores, sobre nuestro presente, e308 griegos? Por ejemplo, la palabra que designa uno de los géneros en os que me detendré mas adelante, “melodrama”, tiene una cevidente rafe griega. Quiere decir “drama cantado”, y si tuviéra- mos que rastrear algo parecido al drama cantado en la “cultura de la Antigiedad” (por otro lado es bien cierto que “la ant giiedad” no tiene idea de cultura, sino de civilizacién), jvoila!: 280 es la tragedia clisica, go no? Lo cierto ¢s que el melodrama, nuestro melodrama, no era conocido por los griegos. Desde el Punto de vista estrictamente historico el melodrama es un géne~ Fo cuyo origen hay que buscar en el siglo xv: es un género de Ja modernidad y habria que pensar, pues, que (de un modoo de otro) encarna sus ideales. En esas discontinuidades (que hacen la historia) fundabamos, esa tarde de Hluvia en el centro de compras, nuestra renuencia a re-caer en los griegos, ‘Toda nuestra cultura comienza en el siglo xvi y es slo a partir del siglo xvitl que podemos reconocer nuestra vida eotidiana, :mestva imaginacis oa = Dacto-qe ta historia no es Lineal; nose wala 5616: de— Cain se lee tras. Yes por eso que defininos el géncra, los géneros, en relacién con ka industria, el texto y el sujeto, wes categorias que sélo pueden entenderse en el contexto dle nuestra nyodernidac. Entendamos “texto” como cualquier enunciaelo en soporte, con uns homogencidtl nis 0 ‘acuerdo con patrones culturales heredados 0 adquirides: una ‘anci6nyrunapelfeuhirun-video-son-textos.cn-cL.mismo sentidu, en que una novela lo es, al menos respecto de nuestras inten ciones en este libro. Hay pues, “textos”, y esos textos existen en relacion con la industria de la cultura. La industria de la cultura es un gigan- tesco dispositive para generar, precisamnente, lextos, artefactos cullurales cuyo sentido se completari cn el momento de la Tectura. La cultura indusuial, podriamos deci er et comiext de cualquier tipo de textnalidad en la que se piense: desde las formas mas expcrimentales hasta las formas mas obedientes de la regla, la ley, la previsidn, Hlay ciertas tradiciones, en particular ciertas tradiciones li terarias (después de todo, la literatura ¢s el arte con mayor tadicién tcdrica y preceptiva) que nos han aeastumbrade a pensar en términos de “ruptura”: el arte apareceria allf donde ‘algo (una expectativa, un horizonte de lectura, una convencién de género) se rompe. Sobre todo en los momentos mas clasicos del siglo xx, suede que fa literatura se levanta en contra de mo- delos puramente reprocluctivistas de las estéticas genéricas para proponer una “transgresién”™ generalizada respecto dle todo quello que sostendria, por lo menos en hipstesis, a un género. ¥stamos acostumbrados, pues, @ pensar los yéneros, por un lado, y el arte, por el ot20. Todo los aparatos escolares, podria decirse, se man¢jan con comodidad con ides (mas o menos hheredadhs, mis o menos originales) sobre el arte, Pero es poco Jo que se reflexiona, en e308 contextos institucionales, sobre Ios géneros como instituciones de Ia cultura y del arte. ‘Tal vez porque se supone, a partir de la lucidlez de cualquier nije o joven promedio (mis hijos) que, de los géneros, se sube todo, ¥ del arte, por el contrario, nada, También contra una Daniel Link ingenuidad semejante es que estas paginas sobre géneros en general, pero sobre todo sobre algunos géneros en particular, fueron escritas ‘que decirlo al principio, hay que detenerse unes minw- tos en ciertas formulas, ciertos preciosismos,ciertas precsiones: fa cultura de masas es a cultura industrialmente producida, ha ——~culturade-masas es-leformediseursivarde-una cierta formade— dominacién, Ia cultura de masas funciona sobre la base de la repetici6n. Estos enunciados “problematicos” mefecen, seguramente, una consideracién més detenida, Para que haya *género" (cs decir: para que haya cultura industrial) debe haber repeticién 0 lo. que es lo misino: para que haya “clase” (Ia clase como co- Teecién, hay que recordarlo, se opone a la serie) debe haber una cierta recurrencia de ciertas formas que permitan la generalizaci6n. Es légico pues, que toda estética de géneros corresponda a un momento de repeticién, Ahora bien (hay que decirlo, hay que detenerse, es nece- sarfo), porque la cultura industrial funciona en y por los géneros € que los géneros funcionan como patrones cle reconocimicn- to cultural, en principio,’y modelos de identidad, en cltima instancia, Los géneros organizan la experiencia (y, por €s0, los, géneros producen diferencias puras. Las regularidades del gé- nero son, ya, un efecto de lectura). Los géneros, en la cultura, industrial, organizan la experiencia de las masas, su “vida co- tidiana”..La complicidad entre género, texto y cultura, pues, garantiza la legibilidad de la vida, Cada género vendria a explicar tuna parcela de la vida, a garantizar una lectura de esa parcela, 2 organizar la experiencia (de las muchedumbres) en relacion con un t6pico o aspecto de'la vida. HYamores un naufgia: lo que hace, por gemplo, el melodrama es, sencillamente, organiza la experiencia del amor, la desdicha, la pena, el abandono. Lo que hace cl melodrama es contar literalmente y explotar hasta Jaexasperacign los comportamientos culturalmente asocados al amor, Pero si se introduce la variable dineroen esc universo, todo pucde complicarse policialmente, porque aparece (puede 96 Cio lee parecer) el delito: un taxi boy que exaspera hasta el crimen a quien lo ama y lo mantiene. De todos los géneros de Ia cultura, el mas variable hist ccamente seria hi Hiterauura infantil yet mis irrecuperable seria ‘el melodrama, porque en la fuerza del abismo que abre en los sujetos parece caber todo salvo la duela. La seriedad (mortal) ~delamor-ywelve-chseeno-algénero-Al-mismostiempo-elmelo- drama sobrevive precisamente por la capacidad que el amor tiene para opacarlo todo: la guerra, el hambre, la enfermedad yl inforunio, todo puede leerse como una forma del amor © de su falta, ¢Es Eaipo ny el primer policial 0 el primer melo- drama? Es la historia de un erimen y de su resolucién, pero es también Ia historia de una falta (es la historia, también, y pre- ‘isamente por eso, de a paranoia de sentido). ‘Lo que expondré a continuacién, pues, no es tanto un: historia del género (de las géneros)’, sino una analftica y una critica de algunas de sus formas contempordneas cle aparicién), 1 ay veka igre sue ee yeast ened ‘oat mio menor neues Asie Lue tai Adu, Nos ate {henon de stenionar uaa de es pone, naval, Kin ‘Sempre ln mejor te alten aio sé recoamen ingot cnc an) hice a colecei Cautillo de ye reas de Buches fives, pars capes wlinenes 97

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