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2) Los jóvenes y el disfraz ¿Cuál es la significación de estas cuestiones para la

juventud y que sucede con la escuela en este contexto?

Las identidades, dice, han estallado y en su lugar no está el vacío sino el mercado.
El que propone una colección de actos de consumo y objetos a los individuos
dándoles algo de lo que carecen no en el nivel de la posesión sino de la identidad.

La autora Beatriz Sarlo para explicar lo anteriormente leído lo hace médiate un


ejemplo usando a una adolecente que se produce para ir a bailar y su disfraz. La
joven en cuestión no se viste adaptando una moda ajena a los gustos de las
discotecas de la adolescencia .Ella lleva un disfraz de discoteca en el que el
humor disputa un terreno al erotismo.

Se propone desnudar, oponiéndose a su función tradicional de oscilar entre lo


visto y no lo visto. El disfraz de discoteca realiza casi por completo un ideal de
visibilidad total. El disfraz vive cierta discontinuidad y su belleza sorpresiva
proviene del arte de lo imprevisto, de la fantasía combinatoria más que el del
canon, el disfraz de discoteca no rehuye la combinación de diferentes
temporalidades y orígenes.

La chica esta vestida en dos tiempos: hay un contrapunto entre el cuerpo y el


disfraz. La ropa esta elegida para favorecer el cuerpo. Por el contrario la chica
elige el disfraz y luego lo pone, por capas y franjas. La chica no ha elegido
sopesando lo que le queda mejor, se ha puesto el disfraz que le gusta mas o,
simplemente, el que debe llevar.

La chica de la discoteca testimonia la forma de una amnesia, que pasa por alto el
origen de los estilos que combina sobre su cuerpo. Su disfraz no tiene pasado : no
diferencia el significado de los elementos que combina, sino la sintaxis con que se
articulan. Pura forma, su disfraz se distingue de la forma de la moda “legitima”
porque no aspira a la universavilidad sino a una fracción particular: marca su edad,
su condición juvenil, y no condición social y su dinero. Con el disfraz, la chica
cumple por completo el ciclo de algo que ya comenzaba a esbozarse en los 50´: el
“estilo joven”. La juventud no es una edad sino una estética de la vida cotidiana.

Hoy la juventud es más prestigiosa que nunca, la cultura juvenil ya no se


construye en el marco de la escuela, cuyo prestigio se ha debilitado por la quiebra
de la autoridad tradicional y ha sido reemplazada por de los medios masivos
convertidos en espacios de abundancia simbólica que la escuela no ofrece. En
tanto que la exaltación de lo juvenil abunda en el imaginario social y estructura una
nueva mentalidad.

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