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Marinetti, who in 1909 published the foundational manifesto of the Futurism, after
being in Madrid and Barcelona, arrived in Bilbao in 23 February 1928. The local press
was the only one which gave information about his stay, and the conference he gave
defending his aesthetic ideas brought the applause and laughter as well as the fron-
tal opposition of those who heard him. However, thanks to Marinetti’s visit, an unk-
nown local futurist dared to publish one of his poems.
* Este artículo se ha llevado a cabo bajo la financiación del Gobierno Vasco, a través de una
beca del Programa de Formación de Investigadores del Departamento de Educación, Universi-
dades e Investigación.
FRANCISCO JAVIER MUÑOZ
Introducción
Las vanguardias recurrieron a los medios más diversos para la articulación
y difusión de sus planteamientos: desde la propia obra artística hasta los mani-
fiestos o las revistas, pasando por el reportaje cinematográfico, la radio y las
conferencias.
Fue precisamente gracias a la prensa escrita y a las conferencias como se
conoció el Futurismo entre nosotros. El mismo Filippo Tomasso Marinetti, des-
pués de visitar Madrid y Barcelona recaló en Bilbao en 1928, diecinueve años
más tarde de que se publicara su conocido manifiesto futurista, que gracias a
Ramón Gómez de la Serna vio la luz en la revista Prometeo casi al mismo tiem-
po que su primera aparición en el diario Le Figaro1.
En su manifiesto Marinetti además de abogar por demoler los museos y
bibliotecas, señaló la guerra como única higiene del mundo.
Un automóvil de carrera, con su caja adornada de gruesos tubos
que se dirían serpientes de aliento explosivo... un automóvil de carre-
ra, que parece correr sobre metralla, es más hermoso que la Victoria
de Samotracia- apuntaba Marinetti-.
Puesto que la literatura ha glorificado hasta hoy la inmovilidad
pensativa, el éxtasis y el sueño, nosotros pretendemos exaltar el movi-
miento agresivo, el insomnio febril, al paso gimnástico, el salto peli-
groso, el puñetazo y la bofetada2.
En 1910, desde la misma revista madrileña Marinetti lanzó una “Proclama
futurista a los españoles”, en la que animaba a los responsables del crimen de
sueño en el que se vivía, a que se atrevieran a despertar de ese letargo. Ya en
1911 se publicó una recopilación de los manifiestos de Marinetti en castellano,
a los que le siguieron en 1921 la publicación de la obra Mafarka. Por lo que
las teorías estéticas del artista italiano no fueron desconocidas en la época.
No obstante, las vanguardias en general y el futurismo en particular, nun-
ca tuvieron el apoyo del público, y se desarrollaron bajo unas condiciones cul-
turales adversas. De tal modo que la publicación del manifiesto futurista y sus
derivaciones posteriores, tan sólo lograron el interés de unas minorías.
3 LARREA, J., Cartas a Gerardo Diego. 1916- 1980, Donostia, Mundaiz. Cuadernos Universi-
Cineclub bilbaíno, que fue una más de las ramificaciones del Cineclub Español, fundado en
Madrid a finales de 1928. Pero no fue hasta el 14 de febrero hasta que se organizó la primera
sesión de la mano de Manuel de la Sota, Miquelarena y Somonte. “El Cineclub en Bilbao”, en El
Pueblo Vasco, 15/2/1929 y “Boletín del Cineclub. Noticias del Cineclub”, en La Gaceta Literaria,
11/2/1929, pág.6
5 GIMÉNEZ CABALLERO, E., “En torno a una conferencia. Articulaciones sobre Bilbao”, en
10 SELVA, E., Ernesto Giménez Caballero. Entre la Vanguardia y el Fascismo, Valencia, Pre- tex-
17/2/1928. El mismo Giménez Caballero en 1935 en Arte y Estado, sigue de alguna forma el plan-
teamiento de Marinetti al señalar que el arte es consustancialmente político, de tal modo que se
muestra partidario del uso propagandístico del arte y del artista como un servidor del espíritu
colectivo. GIMÉNEZ CABALLERO, E., Arte y Estado, Madrid, Gráfica Universal, 1935, págs.186 y
12
Sin embargo, en el futurismo más que una ideología tenemos que buscar
una actitud hacia la vida. El proyecto de Marinetti no pretendía limitarse al
terreno estético sino implicar a todos los dominios de la experiencia humana.
Esto es lo que aproxima el futurismo a la política13. De hecho, en la confe-
rencia que pronunció en Madrid el mismo Marinetti señaló que el futurismo se
manifiesta en todos los órdenes de la vida humana14.
En el campo artístico el futurismo consiste en despertar la alegría y el opti-
mismo en el presente, creando una esperanza para el mañana. Pero el futu-
rismo no es una Academia, ni Marinetti es su maestro, porque no hay nada
que enseñar. El artista italiano tan sólo trata de impulsar la obra del futurismo
que está en marcha, e intenta ganar adeptos que la respalden.
Una manera de intentar ganar adeptos bien pudieron ser sus conferencias.
Tras la conferencia que pronunció en Madrid, el 2o de febrero, Marinetti se
desplazó hasta Barcelona, justo el día del aniversario de la publicación del
manifiesto futurista que se celebró con una exposición de las obras de van-
guardia más valiosas de Joseph Dalmau.
En la conferencia de Barcelona, a la que asistieron alrededor de ciento cin-
cuenta personas y el que periódico bilbaíno Euzkadi resumió como un com-
pleto fracaso, el artista italiano apuntó que en Madrid sus teorías no habían
sido acogidas con el debido respeto. La prensa bilbaína, adelantado cómo iba
a ser la intervención de Marinetti en Bilbao, señaló que Marinetti disertó acer-
ca del futurismo en el arte, declamó unas poesías en francés y en italiano y
cerró su intervención un film en la que apareció Mussolini, que fue acogido
con protestas y aplausos15.
13 SAN MARTÍN, F.J., La mirada nerviosa. Manifiestos y textos futuristas, Donostia, Diputación
Foral de Gipuzkoa, 1992, pág.39
14 “El señor Marinetti habla del futurismo”, en El Nervión, 15/2/1928
15 “Galerías Dalmau. Marinetti en Barcelona”, La Gaceta Literaria, 1/3/1928, pág.5. “Marinet-
ti en Barcelona” en El Pueblo Vasco, 22/2/1928. “Barcelona. La conferencia de Marinetti no ha
sido un éxito”, en Euzkadi, 22/2/1928
El Liberal publicó una fotografía junto con un artículo sobre el artista ita-
liano [Fig. 2] en el que se decía que Marinetti no debía ser entendido al pie de
la letra, ya que el futurista es un agitador:
“¡oh, rebaño de mamuts, que arqueáis pesadamente vuestros
lomos! Os dejamos atrás”. “¡Deprisa, más deprisa, soltad los frenos!
¿No podéis? Trituradlos”. ¡Marchad, seguir, no volver la cabeza al
recuerdo!16
La libertad, la voluntariedad, la velocidad y la ubicuidad, son- según el
periodista de El Liberal - las pasiones del futurismo. Pasiones que bien pode-
mos encontrar en el teatro de la sorpresa que intenta imponerse como sea. Se
trata de un teatro que reduce todo al mínimo de tal modo que hay tragedias
futuristas que pueden representarse en varios minutos. Un teatro que al igual
que el resto de las artes parte de Marinetti, el mismo que nos adoctrinará sobre
sus ideas, óigasele – se nos recomienda- y, si es posible, discrépese de él.
Gamito Iturralde desde El Pueblo Vasco, prosigue con esta actitud contra-
ria al agitador italiano, y dice que Marinetti se tilda de futurista tan sólo por
lirizar el maquinismo y a los conductores de automóviles17. Y añade que lo
ininteligible mueve a los que se autodenominan minorías selectas. De tal
modo que si Marinetti escribiera de forma sencilla no tendría la notoriedad y
el dinero que tiene en la actualidad. A juicio del periodista, Marinetti en sus
poemas remeda todos los susurros, ruidos y estruendos. A Marinetti le sucede
lo mismo que a los niños que, en sus canciones, en sus juegos imitan a los
perros, a las fuentes, a las bocinas, a los jilgueros:
El taxi- exhalación
Escuchen, escuchen...
Paff- Paff- Paaaaff
Auto, vertiginosidad, rueda, rueda, rueda
¡Canalla, canalla, canalla!
Un nunca sofrenado SIEMPRE, desbocado siempre
¡Fii- fiii- fiiiii! ¡En alto!
Paff- paff- parapapaff...
¡Bandido! ¡Sinvergüenza!
¡Ay- ay- ayayayay! ¡Oh- ooooh!
Vivacísimo chofer diabólico
¡Paaff- paaf- p...
Marinetti llegó a Bilbao el 23 de febrero alrededor de las diez de la maña-
na acompañado de su esposa [Fig.3]. Unas horas más tarde, ante una sala aba-
palabras en libertad. Antología de la poesía futurista italiana, Madrid, Hiperión, 1986, pág.200.
Este manifiesto de 1912 junto con La imaginación sin hilos y las palabras en libertad de 1913,
recoge la poética futurista.
28 “El Futurismo. Marinetti en el Ateneo”, en La Gaceta del Norte, 24/2/1928
Entre los versos que declamó el artista italiano unos trataban sobre la auro-
ra, el mar y sus olas, o eran retratos olfativos de un “donna”. Otros exaltaban
la locomotora, el automóvil o el avión:
Cra, cra, cra,
brrr, brrr.
Chissssss ¡uf!
Pi, ni, pi, pi.
ban ban ban...
Otro poema describía el bombardeo de Andrinópolis, al que Marinetti asis-
tió como corresponsal de guerra; y la guerra quedó representad en el zumbi-
do de las balas, el tableteo de las ametralladoras, el tac- tac del morse y demás
onomatopeyas que el artista italiano producía con inverosímil fidelidad29. Una
de las composiciones que declamó Marinetti en francés fue la que reprodujo
y tradujo el diario La Tarde [Fig.4]:
Máquina lírica
Pistón caldera
pistón caldera
pissss-ttton
pissss-ttton
pisss-ttton
Primer pistón de alegría cálida
PENETRAR en el aceite
freir reir freirreir su nostalgia
graaasa graaasa graaasa
Segundo pistón de
VOLUN VOLUN TAD
VOOO LUUN TAAD
frenado por demasiado aceite
sensualidad (grave, penosa, mal ritmada)
loca, loca, loca carrera
loca de dos correas de transmisión
(afección rencor)
(estridencia y lentitud)
Primer tubo de escape
pan- pantomima- pan
panpantomina
panpapantomina- pan
alegríaalegría danzante
elegante y sublime
del humo de los viejos pesares quemados,
pan- pantomima – pan
en el tubo de forma de boca
de estudiante alborotador en vacación
PUFF! – PUFF!
muy alto un globo blanco
colosal de ambición – humo espeso!
DOS globos
TRES globos blancos
blancos puff fuera de la chimenea
de la locomotora
Luego con despreocupación
y desenvoltura
TRES espirales de fantasías
ligeras y grises
Para el artista italiano el declamador debe desarrollar su voz con las vibra-
ciones propias de la materia que expresan las palabras en libertad y dejarse
guiar por su propio “olfato”, a la vez que ofrecer una gesticulación gráfica y
tipográfica que cree sintéticamente en el aire cubos, conos, espirales, elipses,
etc. De este modo el declamador que necesita todo poema futurista, colabora
con el autor produciendo “nuevas leyes” y “horizontes imprevistos” para las
palabras en libertad por él interpretadas31.
Se rompe así con la caricaturesca declamación tradicional que se caracteriza
por la monotonía vocal y gestual, y que se asemeja a una marioneta controlada
por un titiritero invisible. A la vez que los recitales futuristas se nos muestran
como un espectáculo visual y fonético, que además de buscar la provocación
del público, sintetizan teoría y práctica literarias en una forma de arte total32.
palabras en libertad. Antología de la poesía futurista italiana, Madrid, Hiperión, 1986, págs.210-
215, escrito en 1916
32 GÓMEZ TORRES, A. M., La retórica de la nada: en torno a la poética de las vanguardias,
la noche en la que la República sustituyó a la Monarquía en Portugal. Aquella noche los buques
bombardearon el Palacio real mientras el rey don Manuel tocaba la pianola, los regimientos de
infantería y artillería se combatían desde la estación del Rocío hasta el final del paseo, los paisa-
nos armados recorrían las calles de Lisboa, y la guardia municipal de defendía en los altos de
Campodile. El poeta bilbaíno escribió esta poética impresión futurista desde su cuarto en el
Francfort Hotel, que acompaña de explicaciones para facilitar así su compresión.
La Luna
ha tomado localidad
de Paraíso
para presenciar
el drama.
De la gran bolsa
del estuario
de Lisboa,
ha sacado el maravilloso
espejo del Tajo.
¡Quiere darse en los labios
el carmín
de la sangre de la Revolución!
De la inmensa polvera
del firmamento
toma la borla de una nube
redonda.
¡Quiere que sus mejillas
sean más pálidas
y empapa la borla en el polvo
de estrellas de la vía Láctea!
¡Uiiiiiii!... ¡Uiiiiiii!... ¡Uiiiiiii!...
¡Ui!... ¡Ui!... ¡Ui!...
(Estos son los silvidos con los que los
revolucionarios avisan desde tierra al Vasco de Gama)
¡Pi!... ¡Pi!... ¡Pipiripipiii...!
¡Pipipí!... ¡Pipipí!... ¡Pi!... ¡Pi!...
(Un contramaestre del Vasco de Gama contesta
a los revolucionarios terrestres)
¡Pac!... ¡Pac!... ¡Pac!...
(Tres tiros de fusil Rémington. Es el preludio
de la que se va a armar)
¡Allo!... ¡Allo!... ¡Centraaal!...
¡tres!... ¡uno!... ¡cuatro!... ¡seis!
¿Jefatura de policía?
¡¡Sí!!
¡¡Pac!!... ¡¡Pac!!... ¡¡Pac!!...
¡¡Papác!!... ¡¡Papapác!!... ¡¡Pac!!
Dorremisol... mifasolá... mi... mi
mifasolfadó... misolfadó...
(Esto es que el rey Manuel está tocando la pianola)
¡¡Buuum!!... ¡¡Buuum!!...
(Los dos primeros cañonazos del
Vasco de Gama al Palacio real)
¡¡Rrrraasss!!... ¡¡Crischsss!!... ¡¡Rrrass!!
bajo la margarita
que le ha servido de casamata
¡Central!!... ¡¡¡Centraaaaaaal!!!...
Tres... uno... cuatro... seis
¡Sigue hablando!
Paradójicamente desde la misma La Gaceta del Norte que publicó este poe-
ma, Salvador Minquijón, un poco más tarde, se refiere a este nuevo arte como
una inquietud estética que se preocupa por la originalidad absoluta que crea
una atadura tal vez más limitadora y compresora que la cultura clásica. En el
arte ya no se canta en música, ni se cuenta en literatura, ni se representa en
plástica, sino que se busca la esencia. Sin embargo a esta nueva estética le fal-
ta explicar de forma coherente la ordenada realidad del universo38.
Por lo tanto, esta nueva estética que defendió Matinetti fue rechazada tan-
to antes como después de su conferencia en Bilbao. Ya que si bien es cierto
que su llegada a la capital vizcaína suscitó gran expectación y atención por
parte de la prensa local, y sus ideas merecieron el aplauso del público que las
escuchó, en ningún momento tuvieron respaldo alguno.
De hecho su intervención en Bilbao se entendió más como un divertimento
gracioso que como una nueva propuesta poético- artística. Sus “palabras en
libertad” no dejaron de asombrar a los asistentes a la conferencia del Ateneo.
Poemas que provocaron la despavorida huída de algunos de los asistentes, a
la vez que imprimieron el coraje suficiente a un anónimo poeta local para que
se atreviera a publicar su trabajo. Todo ello nos da cuenta de la difusión y asi-
milación que tuvieron el futurismo y las vanguardias entre nosotros: general-
mente rechazadas, o a lo sumo interpretadas minoritariamente de manera
superficial.
1/1/1929