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Sistema nervioso
TA A14.0.00.000
TH H3.11.00.0.00001
Estructuras Histológicas
básicas
Neurona
Neuroglía
Sistema de asociación
Sistema eferente
Anatómicas[2]
SN central
SN periférico
Según su función[2]
SN autónomo
SN somático
Enlaces externos
FMA 7157
El sistema nervioso capta estímulos del entorno (estímulos externos) o señales del mismo
organismo (estímulos internos), procesa la información y genera respuestas diferentes según la
situación. A modo de ejemplo podemos considerar un animal que a través de las células sensibles
a la luz de la retina capta la proximidad de otro ser vivo. Esta información es transmitida mediante
el nervio óptico al cerebro que la procesa y emite una señal nerviosa que a través de los nervios
motores provoca la contracción de ciertos músculos con el objetivo de desplazarse en dirección
contraria al peligro potencial.[1] La rapidez de respuesta que proporciona el sistema nervioso
diferencia a la mayoría de los animales (eumetazoa) de otros seres pluricelulares de respuesta
motriz lenta que no lo poseen como los vegetales, hongos, mohos o algas.
Para su estudio desde el punto de vista anatómico el sistema nervioso se ha dividido en central y
periférico. El sistema nervioso central corresponde al encéfalo y la médula espinal, mientras que el
sistema nervioso periférico comprende el conjunto de nervios que conectan el sistema nervioso
central con el resto del organismo. Dentro del sistema nervioso periférico se diferencia un sistema
nervioso sensitivo o aferente, encargado de incorporar la información desde los receptores, y un
sistema motor o eferente, que lleva la información de salida hacia los efectores.[2]
Desde el punto de vista funcional suele distinguirse entre somático y autónomo. El sistema
nervioso somático está formado por el conjunto de neuronas que hacen posible las acciones
voluntarias, mientras que el sistema nervioso autónomo o vegetativo es el encargado de realizar
funciones que son controladas de forma involuntaria, dentro de este último se incluyen el sistema
nervioso simpático, el parasimpático y el sistema nervioso entérico que se encuentra únicamente
en la pared del tubo digestivo.[2]
Otra manera de estudiarlo y desde un punto de vista más incluyente, que abarca la mayoría de
animales, es seguir la estructura funcional de los reflejos que establece la división entre sistema
nervioso sensitivo o aferente, encargado de incorporar la información desde los receptores, en
sistema de asociación, encargado de almacenar e integrar la información, y en sistema motor o
eferente, que lleva la información de salida hacia los efectores.[2]
Células[editar]
Las neuronas son las células que constituyen la unidad fundamental básica del sistema nervioso, se
encuentran conectadas entre sí de manera compleja y tienen la propiedad de generar, propagar,
codificar y conducir señales por medio de gradientes electroquímicos (electrolitos) a nivel de
membrana axonal y de neurotransmisores a nivel de sinapsis y receptores. Los tejidos de sostén o
mantenimiento están formado por las células gliales (neuroglia) y un sistema vascular
especializado.[11][8]
Neuronas[editar]
La neurona al igual que todas las células, dispone de un citoplasma en el que existe un núcleo y
diversos orgánulos como las mitocondrias y el aparato de Golgi. Su particularidad está en que del
cuerpo celular arrancan diversas prolongaciones ramificadas que se llaman dendritas y otra única
que recibe el nombre de axón. Las dendritas reciben la señal nerviosa en dirección al cuerpo
celular, mientras que el axón la emite desde el cuerpo celular a otra neurona o una célula
muscular, el axón puede dividirse en miles de ramas, cada una de las cuales lleva a la información a
una célula diferente. La estructura básica del sistema nervioso está formada por redes de neuronas
interconectadas por sus dendritas y axones. La zona de conexión entre dos neuronas recibe el
nombre de sinapsis.[12][13]
Clasificación morfológica[editar]
1. Neurona unipolar
2. Neurona bipolar
3. Neurona multipolar
4. Neurona seudounipolar
Con base en la división morfológica entre las distintas partes anatómicas de las neuronas y sus
diversas formas de organización se clasifican en cuatro tipos:
Unipolares, son células con una sola proyección que parte del soma, son raras en los vertebrados.
Bipolares, con dos proyecciones que salen del soma, en los humanos se encuentran en el epitelio
olfativo y ganglios vestibular y coclear.
Multipolares, son neuronas con múltiples proyecciones dendríticas y una sola proyección axonal,
son características de las neuronas motoras.
Seudounipolares, con una sola proyección pero que se subdivide posteriormente en una rama
periférica y otra central, son características en la mayor parte de células de los ganglios sensitivos
humanos.
Clasificación fisiológica[editar]
Quimiorreceptores: Son los que captan sustancias químicas como el gusto (líquidos-sólidos) y
olfato (gaseosos).
Interneuronas: localizadas normalmente dentro del sistema nervioso central se encargan de crear
conexiones o redes entre los distintos tipos de neuronas.
Impulsos nerviosos[editar]
Las neuronas se pueden comunicar entre sí gracias a impulsos eléctricos que circulan a través de
sus prolongaciones. El impulso se denomina potencial de acción y es unidireccional desde el
cuerpo celular al axón. En estado de reposo existe una diferencia de potencial entre el interior y el
exterior de la neurona ya que ambos espacios están separados por la membrana celular, a dicha
diferencia de potencial se la denomina potencial de membrana en reposo.
Sinapsis[editar]
Se llama sinapsis a la comunicación funcional que se establece entre dos neuronas o entre una
neurona y una célula muscular, mediante la sinapsis el impulso nervioso puede circular a través de
varias neuronas enlazadas.[14] La neurona de la que parte el impulso se llama presináptica y la que
lo recibe se denomina postsináptica. Entre ambas existe un espacio que recibe el nombre de
espacio sináptico, el cual separa las membranas de las dos células aledañas. Pueden distinguirse
dos tipos de sinapsis:
Sinápsis químicas. Este tipo de sinapsis son predominantes en los animales vertebrados, el
extremo presináptico está cargado de vesículas que contienen sustancias químicas llamadas
neurotransmisores. Para que un impulso nervioso se transmita, la primera neurona debe liberar el
neurotransmisor al espacio sináptico.[14] La segunda neurona capta el neurotansmisor mediante
receptores específicos que una vez activados generan un nuevo potencial de acción.
Sinápsis eléctricas. En este tipo de sinapsis no existen neurotransmisores, el impulso nervioso pasa
directamente de la neurona presináptica a la postsináptica.
Neurotransmisores[editar]
Un neurotransmisor es una sustancia química producida por las neuronas que se libera al espacio
sináptico de una sinapsis química por la acción de un impulso nervioso o potencial de acción.
Interacciona con un receptor específico en la neurona postsináptica donde produce una
determinada respuesta que puede ser excitatoria o inhibitoria. Los neurotransmisores son un
aspecto fundamental en la transmisión del impulso nervioso y resultan de gran interés en
farmacología, pues muchos de los medicamentos que tienen alguna acción sobre el sistema
nervioso actúan sobre ellos.
Existen diferentes sustancias que actúan como neurotransmisores, algunas de las más importantes
son las siguientes:
Acetilcolina.
Dopamina.
Noradrenalina.
Endorfina.
Células gliales[editar]
Las células gliales (conocidas también genéricamente como glía o neuroglía) son células del
sistema nervioso que desempeñan, de forma principal, la función de soporte y protección de las
neuronas. En los humanos se clasifican según su localización o por su morfología y función. Las
diversas células de la neuroglía constituyen más de la mitad del volumen del sistema nervioso de
los vertebrados. Las neuronas no pueden funcionar en ausencia de las células gliales.[11]
Clasificación topográfica[editar]
Según su ubicación dentro del sistema nervioso ya sea central o periférico, las células gliales se
clasifican en dos grandes grupos. Las células que constituyen la glía central son los astrocitos,
oligodendrocitos, células ependimarias y las células de la microglía, suelen encontrarse en el
cerebro, cerebelo, tronco cerebral y médula espinal. Las células que constituyen la glía periférica
son las células de Schwann, células capsulares y células de Müller. Normalmente se encuentran a
lo largo de todo el sistema nervioso periférico.
Clasificación morfo-funcional[editar]
Por su morfología o función, entre las células gliales se distinguen las células macrogliales
(astrocitos, oligodendrocitos ), las células microgliales (entre el 10 y el 15 % de la glía) y las células
ependimarias.
Puede dividirse en dos partes bien diferenciadas para facilitar su estudio: El sistema nervioso
central que está compuesto por el encéfalo y la médula espinal, y el sistema nervioso periférico
que incluye todos los nervios periféricos, tanto los nervios motores como los nervios sensitivos.
[15][16]
Desarrollo embrionario[editar]
Durante el desarrollo del embrión, el tubo neural primitivo da origen a la formación de tres
vesículas encefálicas que se denominan prosencéfalo, mesencéfalo y rombencéfalo.
Posteriormente el prosencéfalo se divide y da origen al telencéfalo y el diencéfalo, mientras que el
rombencéfalo da origen al metencéfalo y el mielencéfalo. El mesencéfalo permanece sin dividirse.
De esta forma se constituyen las cinco porciones de las que surgen todas las partes del encéfalo
totalmente desarrollado.[17]
Esquema del Sistema Nervioso Central humano. Se compone de dos partes: encéfalo (cerebro,
cerebelo, tallo encefálico) y médula espinal.[18] Los colores son con fines didácticos
El sistema nervioso central está formado por el encéfalo y la médula espinal, se encuentra
protegido por tres membranas, las meninges. En su interior existe un sistema de cavidades
conocidas como ventrículos, por las cuales circula el líquido cefalorraquídeo.[15]
El encéfalo es la parte del sistema nervioso central que está protegida por los huesos del cráneo.
Está formado por el cerebro, el cerebelo y el tallo cerebral.[15]
El cerebro es la parte más voluminosa. Está dividido en dos hemisferios, uno derecho y otro
izquierdo, separados por la cisura interhemisférica y comunicados mediante el cuerpo calloso. La
superficie se denomina corteza cerebral y está formada por plegamientos denominados
circunvoluciones constituidas de sustancia gris. Subyacente a la misma se encuentra la sustancia
blanca. En zonas profundas existen áreas de sustancia gris conformando núcleos como el tálamo,
el núcleo caudado y el hipotálamo.[15] Cada hemisferio cerebral posee varias cisuras que dividen
la corteza cerebral en lóbulos:
Lóbulo parietal. Se extiende en la cara externa del hemisferio, debajo del lóbulo temporal.
El cerebelo está en la parte inferior y posterior del encéfalo, alojado en la fosa cerebral posterior
junto al tronco del encéfalo.[15]
La médula espinal es una prolongación del encéfalo, como si fuese un cordón que se extiende por
el interior de la columna vertebral. En ella la sustancia gris se encuentra en el interior y la blanca en
el exterior.[15]
Cerebro
Encéfalo Cerebelo
Sistema nervioso central
Tallo cerebral
Médula espinal
Vista inferior del encéfalo humano con los nervios craneales etiquetados
El sistema nervioso humano
El sistema nervioso periférico está formado por los nervios, craneales y espinales, que emergen del
sistema nervioso central y que recorren todo el cuerpo. Conteniendo axones de vías neurales con
distintas funciones y por los ganglios periféricos. Que se encuentran en el trayecto de los nervios y
que contienen cuerpos neuronales, los únicos fuera del sistema nervioso central.[16]
Los nervios craneales son 12 pares que envían información sensorial procedente del cuello y la
cabeza hacia el sistema nervioso central. Reciben órdenes motoras para el control de la
musculatura esquelética del cuello y la cabeza.[16] Estos tractos nerviosos son:
Par III. Nervio motor ocular común, con función motora para varios músculos del ojo.
Par IV. Nervio patético, con función motora para el músculo oblicuo mayor del ojo.
Par V. Nervio trigémino, con función sensitiva facial y motora para los músculos de la masticación.
Par VI. Nervio abducens externo, con función motora para el músculo recto del ojo.
Par VII. Nervio facial, con función motora somática para los músculos faciales y sensitiva para la
parte más anterior de la lengua.
Par VIII. Nervio auditivo, recoge los estímulos auditivos y del equilibrio-orientación.
Par IX. Nervio glosofaríngeo, con función sensitiva quimiorreceptora (gusto) y motora para faringe.
Par X. Nervio neumogástrico o vago, con función sensitiva y motora de tipo visceral para casi todo
el cuerpo.
Par XI. Nervio espinal, con función motora somática para el cuello y parte posterior de la cabeza.
Los nervios espinales son 31 pares y se encargan de enviar información sensorial (tacto, dolor y
temperatura) del tronco y las extremidades, de la posición, el estado de la musculatura y las
articulaciones del tronco y las extremidades hacia el sistema nervioso central y, desde el mismo,
reciben órdenes motoras para el control de la musculatura esquelética que se conducen por la
médula espinal.[16] Estos tractos nerviosos son:
Una división menos anatómica pero más funcional, es la que divide al sistema nervioso de acuerdo
al rol que cumplen las diferentes vías neurales, sin importar si estas recorren parte del sistema
nervioso central o el periférico:
El sistema nervioso somático, también llamado sistema nervioso de la vida de relación, está
formado por el conjunto de neuronas que regulan las funciones voluntarias o conscientes en el
organismo (p.e. movimiento muscular, tacto).
El sistema nervioso autónomo, también llamado sistema nervioso vegetativo o sistema nervioso
visceral, está formado por el conjunto de neuronas que regulan las funciones involuntarias o
inconscientes en el organismo (p.e. movimiento intestinal, sensibilidad visceral). A su vez el sistema
vegetativo se clasifica en simpático y parasimpático, sistemas que tienen funciones en su mayoría
antagónicas.
En color azul se muestra la inervación parasimpática, en color rojo la inervación simpática.
Sistema nervioso entérico. El sistema nervioso entérico está formado por un conjunto de neuronas
localizadas en la pared del tubo digestivo. Tiene una importante función en el control de motilidad
gastrointestinal. Consta de dos plexos nerviosos: submucoso de Meissner y mientérico de
Auerbach, los cuales generan los patrones que provocan la motilidad gastrointestinal. Al tratarse
de un mecanismo automático ajeno a la voluntad, el sistema nervioso entérico se incluye dentro
del sistema nervioso autónomo, pero se considera una entidad independiente del simpático y el
parasimpático.[19]
Enfermedades[editar]
Infecciosas. Pueden estar producidas por bacterias, virus o parásitos. Algunas de las más
frecuentes son la meningitis y el absceso cerebral.
Hereditarias. Entre las enfermedades hereditarias que afectan al funcionamiento del sistema
nervioso se encuentra la enfermedad de Huntington.
Vasculares. La afectación de los vasos sanguíneos que aportan sangre al sistema nervioso puede
provocar daños graves en las estructuras nerviosas si estas permanecen varios minutos sin recibir
aporte de oxígeno. Este mecanismo se produce en la embolia cerebral y en el infarto cerebral.
Desmielinizantes. La esclerosis múltiple se produce por afectación de la vaina de mielina que rodea
los axones que parten de las neuronas.
Tumorales. Diferentes tipos de cáncer pueden afectar al sistema nervioso de manera primaria,
entre ellos el astrocitoma, el oligodendroglioma y el meningioma.