La esquizofrenia es una enfermedad del cerebro que distorsiona la realidad y el pensamiento. Se cree que es causada por factores genéticos y ambientales. Se manifiesta a través de síntomas positivos como alucinaciones y delirios, y síntomas negativos como falta de emociones y motivación. Existe tratamiento farmacológico con antipsicóticos y terapia conductual, aunque los síntomas pueden variar dependiendo del tipo de esquizofrenia.
La esquizofrenia es una enfermedad del cerebro que distorsiona la realidad y el pensamiento. Se cree que es causada por factores genéticos y ambientales. Se manifiesta a través de síntomas positivos como alucinaciones y delirios, y síntomas negativos como falta de emociones y motivación. Existe tratamiento farmacológico con antipsicóticos y terapia conductual, aunque los síntomas pueden variar dependiendo del tipo de esquizofrenia.
La esquizofrenia es una enfermedad del cerebro que distorsiona la realidad y el pensamiento. Se cree que es causada por factores genéticos y ambientales. Se manifiesta a través de síntomas positivos como alucinaciones y delirios, y síntomas negativos como falta de emociones y motivación. Existe tratamiento farmacológico con antipsicóticos y terapia conductual, aunque los síntomas pueden variar dependiendo del tipo de esquizofrenia.
Esquizofrenia, del griego schizo: “división” o “escisión” y phrenos: “mente”, es una
enfermedad del cerebro, grave y en algunos casos incapacitante, que trastorna la realidad y distorsiona el pensamiento. Aproximadamente, la encontramos entre el 0,2% y el 2% de la población mundial, repartidos entre hombres y mujeres sin preferencia alguna. En promedio, la edad de inicio en los hombres es entre los 15 y 24 años; mientras que en las mujeres, es entre los 24 y 34 años, aunque se han visto casos muy raros en los que la enfermedad puede aparecer antes de los 10 años y después de los 50 años. Durante el año 1400 A.C., en la antigua India, se refiere una condición muy similar a la actual esquizofrenia para la cual se medicaba “meditación” como tratamiento. En el año de 1856, Morel, introduce el término “Demencia Precoz”, para describir a un adolescente que era muy activo y que se volvió solitario, frío y callado. En 1896, Krepelin utiliza nuevamente el término “Demencia Precoz” y hace una descripción de esta condición. Manifiesta su inicio temprano, su evolución hacia el deterioro. A la vez que identifica tres subgrupos: paranoide, catatónica y hebefrénica. En 1911, Bleuer introduce el término esquizofrenia, supliendo así al de demencia precoz, ya que no siempre conducía al deterioro, incluso, Krepelin aceptaba que aproximadamente, el 13% se recuperaba. Para Bleuer, la esquizofrenia era la enfermedad resultado de la unión del autismo, asociaciones laxas, ambivalencia y efectos incongruentes. En 1933, Kasain introduce el término esquizofreactivo para nombrar a un grupo de esquizofrenias en las que se presentan variaciones afectivas importantes. En 1939, Langfeldt resalta las diferencias entre reacción esquizofrénica y proceso esquizofrénico. En 1949, Polatín menciona el término pseudoneurótica, para describir un tipo de esquizofrenia en las que la perturbación del pensamiento no es muy sobresaliente y que podría acabar en una neurosis de ansiedad. En realidad, todavía no se sabe a ciencia cierta cuál es la causa de la esquizofrenia. Pero se cree que hay muchos factores intervienen en su aparición. Algunos son: defectos en el cerebro (en los neurotransmisores); herencia genética y factores psicológicos y sociales.
Se pueden manifestar síntomas positivos: que son aquellos que el enfermo
experimenta y que las personas sanas no, por ejemplo: alucinaciones, delirio (de persecución, de grandeza, de culpa, de referencia, religioso, somático, entre otros), trastornos del pensamiento (lenguaje desorganizado y no coherente). Así como síntomas negativos: que son aquellas que el enfermo deja de hacer y que los individuos sanos pueden hacer diariamente, por ejemplo: pobreza afectiva (expresión facial inmutable, escaso contacto visual, movimientos espontáneos disminuidos y escasez de ademanes expresivos, incongruencia afectiva, risa tonta), alogia (pobreza de lenguaje, latencia de respuesta incrementada, el lenguaje es vago y repetitivo), abulia-apatía (cansancio, propensión al agotamiento físico y mental, lentitud) y problemas cognitivos de la atención.
Se clasifican en 7, Tipo Desorganizado, Tipo Catatónico, Tipo Indiferenciado, Tipo
Residual, Depresión Post-Esquizofrénica, Esquizofrenia Simple y la Tipo Paranoide que se presenta principalmente delirios y alucinaciones auditivas, no presenta lenguaje desorganizado, ni afectividad aplanada, ni comportamiento desorganizado. Puede presentar ira, violencia y ansiedad.
El tratamiento principial es farmacológico (antipsicóticos). Efectivo en el tratamiento
de esta enfermedad, sin embargo, su parte negativa es que presentan efectos secundarios como temblores, inquietud interna, rigidez, convulsiones y sudor. También pueden producir efectos no neurológicos tales como fiebre alta, anemia aplásica, hipersensibilidad dérmica, hipotensión y en algunos casos “síndrome neurótico maligno”. Actualmente, se están administrando fármacos antipsicóticos atípicos, que parecen tener menos efectos secundarios. Además de la terapia grupal para aumentar las habilidades sociales. Todo con el fin de enseñarle al paciente a tener un comportamiento adecuado en la vida diaria de la sociedad.