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CO eet >> DISENO ESPACIO PUBLICO | Por RODRIGO VERA CUBAS (COLECTIVO ANIMA LISA)* | . DEL POEMA: REFLEXIONES EN TORNO ALA CIUDAD Y SU AGENCIA ENLA EXPERIMENTACION POETICA Seeders ki) Tee ee ero ena Cre ee ete aac R Scie) COR ue eg Meet Fe eet ec ce dole no han dejado de apuntar hacia estas como Dee ee er Cee ee sme En acted See eee eee ae Ty PUR ett act los contenidos, esto es, a un abordaje que entien- Cee ue tence Tae Seat ene erent ee Me ana ee nm cence a ce sobre la pagina: inmovil, blanca silenciosa, re Rae ec eo) desde el modo unilateral en el que lacritica, y qui- Cena ence esfuerzo en la mayoria de casos, sino més bien Cee Eee eet eee hac) Ce ee ene eee ny eee a een ee Ce ee ene Cee eee | So eee ay etc), tal como una critica distante al modelo an- Seen eae eae Sees eet Tg entrecruzamiento material y simbolico en el que poesia y ciudad se leen en mutua corresponden- COE eR eure eet es eC er Ce ue eu Cte teeta ee eat eee * Estas dos aproximaciones parecieran no re- Cee ee Oa toes te damentales de la ruptura moderna en poesia: la Bee er renee eer eee ed Teen een une ete eee Re en ae See eee er eae Ce eet Ne eee que la poesia habria de interactuar ahora en un eee eos Greene een ee ocd entre un sujeto individual y el soporte de un pa- Pee ea eects cee acio publico del poema deberia romper con tal Cee ea eRe eee eto ee Ce ee ee ed eee ee ee Pe eee ec ce ea ea eee ee ree nC ae eee rare irre ane Bi et ere Ee cry Ge a a abe eee eee ey ee ner eae ae ect cea loner cy ‘rimalisa, lmargenes noise Pryecionsobreplsa la, Tpac Aman), 2012 esquema, pero ello no sucede realmente. Cuando la demanda social del arte aparece y se nos incita de este modo a arrancar ala poesia de los lindes académicos a fin de que “invada las calles” y se integre a la ola democratica de las nuevas ini tivas ciudadanas, es curioso observar la forma en que el modela de lo privado reaparece bajo la for- ma de un soporte tan “inmévil blanco y silencio- so” como la pagina de la cual pretendia excluirse” Para muchas de estas iniciativas, las superficies rasgadas e impuras del escenario urbano parecen, exigir el mismo tipo de experiencia que exigiriala aparente neutralidad de la pagina. Ahora bien, este tipo de practicas pueden leer- se en realidad como un rezago de la relacién pri- maria que el poeta tadicionalmente establece con la condicién material de su escritura: el papel, fa tina, la visualidad y sonoridad de sus palabras, las propias manos agltandose sobre la hoja o el computador en el que escribe, Para un poeta que no hace cuestion de tal relacion, la pagina es solo un contenedor, un medio de inscripcién pasivo, un escenario neutro sobre el cual las palabras se dis~ onen ignorando los ejes espaciales que posibll- tan sulegiblidad. St. Mallarmé, hace ya mas de un siglo, refuto els usd tlzando una pogafa yor homogenenen suinscr de contarconsucursslesen mas de vent tala Hay tambininlatvasinsttuconales adomanlss vena ylzas principales de Lina Es fueradelos crus acadéicos per seg Jona uneepla, prsemas en elaharafanose movimiento mari consist en escogerversos en su mayriade amor frases arias ncaa ses latheamaricanosndyen uese ahiren ndectamente ste modo de atedersreaconesenve poesia ciudad Penso ealgunasinicitvas mnie Sans, Miles etc) canola tasenperthcas cu bid en bea eee Arima Lisa Murunayfest Poyecensobreel sartuarodel ‘ford Muruhay Tara), 2072 este modelo con a publicacion desu célebre "Gol- pe de Dados” en 1897. Desde allla pagina dejo de ser esa superficieneutray hamogenea para pasar aser un agente que altera el transcurrir de las pa- labras e interviene activamente en sus transfor maciones, Los espacios en blanco, analogos al si- lencio de la oralidad, ritman la lectura del poema y la experimentacién tipografica y sonora cobra una vital importancia. Asi, las palabras serian antes consideradas como una materia verbal (aconteci- miento sonoro y visual con un peso, un tamario y una textura especifica) que como una mera marca transparente que escondeun significado tras desi Sefialar este giro materialista de la escritura puede contribuir a arrojarnos algunas pistas inte- resantes para repensar los usos que la poesia tra~ dicionalmente hace de los espacios publicos en la actualidad, Veamos: Un abordaje mas bien dialéctico de esta rela- clon deberia partir de la premisa de que la letra, la palabra, el poema son materialidades indistin- guibles del espacio en el que se inscriben, Uno no puede ser sin el otro. Desde el campo de las artes lo leccion parece haber quedado mas clara hace ‘asi un siglo con la obra de Marcel Duchamp. Asi como el acto de arrancar un urinario de su esce- Monterey, Mexico denominad “A arelueg colocaiasend y nego). El payectoesextosoal punto Peri, ademas de alguns pases europeos como Espana ARKINKA >» DISENO nario habitual y colocarlo en un museo redefine al objeto y plantea interrogantes sobre el estatu- to ficcional de la validacion artistica, asi también arrancar un verso de su soporte habitual y colo- carlo en un espacio que lo enfrenta a una exigen: cia material y simbolica distinta deberia redefinir la naturaleza escritural del poema y plantearnos interrogantes sobre las nuevas retoricas de re- cepcién y produccién posticas a las que nos en- frentamos en un escenario de margenes difusos, efimeros e inestables como el del espacio puiblico contemporaneo, Se pueden enumerar al respecto algunas de estos condicionamientos que la ciudad impone en varios niveles: Leer un poema no es solo un acto de ope- jon intelectual y/o emocional, sino también fisico, corporal. En |a ciudad uno lee desplazando- se y en el contexto de una multitud que estimula 0 interfiere tal experiencia. Los nuevos flujos de desplazamiento urbano condiclonan asi la apari- ion de nuevas retoricas de lectura y escritura en laciudad, 2. En la ciudad (y con mayor motivo en Lima) el soporte de inscripcion es siempre "impuro contaminado por lenguajes diversos. En la super- ficie urbana las palabras aparecen inscritas antes come huellas, incrustaciones o palimpsestos que ‘como signos univocos y transparer Laciudades, en tal sentido, un espacio de con- fllcto en donde discursos heterogeneos y capas textuales de origen diverso aparecen en tension. y convergen en un unico entramado linglistico- visual. 3.""No existe eso que llamamos silencio, siem- pre ocurre algo que produce un sonido."* Esta declaracién de John Cage que aludia en principio. ala experiencia privada de la escucha en un re- into insonorizado ("igo al menos la circulacion de la sangre por mi cerebro y los latidos de mi corazon”) se repotencia en la experiencia publica de la ciudad. El silencio del poeta ha sido siempre un silencio abstracto, ideal. Esta mentira se refu- ta con violencia en la vivencia urbana: somos al participes de una experiencia polifénica en la que via Santana, Mac, ERA m a ° oS r m a > wuaawies ‘mals CIO, Pesiay Espacio (CasaPausa) stalainautlousual 207

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