You are on page 1of 11

DESARROLLO ECONÓMICO, POLÍTICO, SOCIAL Y CULTURAL EN EL

MARCO DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL.

El papel del Estado como rector de la vida nacional ha hecho que en el


caso de los países latinoamericanos, sus gobernantes debatan en la
actualidad, entre modelos descentralizados y aquellos que tradicionalmente se
mantienen centralizado como aspectos claves en la superación de las grandes
contrariedades que afectan el desarrollo de sus pueblos como lo son: índices
de desigualdad social, distribución equitativa de la riqueza, alcance global de
los beneficios ofrecidos por los servicios públicos, entre otros; factores estos,
considerados como determinantes en la calidad de vida de las comunidades.

En el tema específico de Venezuela, el Estado ha contextualizado sus


acciones en el marco del denominado desarrollo endógeno, que se entiende
como un modelo de desarrollo que busca potenciar las capacidades internas
de una región o comunidad local; de modo que puedan ser utilizadas para
fortalecer la sociedad y su economía de adentro hacia afuera, para que sea
sustentable y sostenible en el tiempo. También se puede entender como una
forma de llevar adelante la transformación social, cultural y económica de la
sociedad, basada en la reconquista de las tradiciones, el respeto al medio
ambiente y las relaciones equitativas de producción, que permitan convertir
nuestros recursos naturales en productos que se puedan consumir, distribuir
y exportar al mundo entero.

En base a esta referencia, el Estado incorpora al ciudadano en la parte


económica, social, cultural, política, educativa, ecológica del país, donde éste
toma la participación dentro de estas áreas, con el firme propósito de exaltar y
hacer valer sus derechos individuales, los cuales están consagrados en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), siendo
ejercidos por las personas en forma directa por medio de la participación y
protagonismo de todos los ciudadanos y ciudadanas.

Desarrollo Económico:

Hay que destacar que la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela (1999), consagra el apoyo del Estado a las nuevas tendencias
organizativas en el ámbito de la denominada economía social. El término
empleado para denominar estas expresiones y manifestaciones socio-
económicas, fue el de "economía popular" (Art. 118 de la CRBV), y no el de
economía informal. El término de economía social es incluido en el artículo 184
de la CRBV, según el cual, se promueve la participación en los procesos
económicos, mediante el estímulo de expresiones de la economía social, tales
como cooperativas, cajas de ahorro, mutuales y otras formas asociativas;
además que se plantea la promoción de las organizaciones de la economía
social por medio de las políticas de Estado. Esto último ratificado en el artículo
Nº 300 CRBV, teniendo como fin fortalecer el desarrollo económico del país,
sustentándolo en la iniciativa popular, asegurando la capacitación, asistencia
técnica y el financiamiento oportuno.

A su vez La Carta Magna, en su artículo 308, (Capítulo I "Del régimen


socioeconómico y la función del Estado en la Economía, del Título VI, "Del
Sistema Socioeconómico") establece que "el Estado protegerá y promoverá la
pequeña y mediana industria, las cooperativas, las cajas de ahorro, así como
también la empresa familiar, la microempresa y cualquier otra forma de
asociación comunitaria para el trabajo, el ahorro y el consumo, bajo régimen
de propiedad colectiva, con el fin de fortalecer el desarrollo socioeconómico
del país, sustentándolo en la iniciativa popular. Se asegurará la capacitación,
la asistencia técnica y el financiamiento oportuno". Y determina en el artículo
70 que son medios de participación, las organizaciones que pertenecen al
sector de la economía social, haciendo mención a valores como cooperación
y solidaridad, dejando ver la concepción de lo económico y social de manera
más integral.

A pesar de las garantías establecidas en la Constitución, en los últimos


años se ha producido desabastecimiento de productos de primera necesidad
causado por la caída en la producción interna, el mal manejo de empresas
estatales, de las cooperativas o de las llamadas empresas de producción
social, que junto con el exceso de demanda, el control de las divisas, y el papel
de los empresarios quienes no convierten los dólares suministrados por el
gobierno en compra de bienes, han producido un desabastecimiento de
productos que ha llegado en algunos casos a un 28%.

Las dificultades económicas se han debido a factores de orden


estructural y coyuntural. Entre los factores estructurales se encuentran la alta
dependencia de las divisas petroleras (mermadas desde 2014, pero con un
leve crecimiento del 30% a partir del año 2017), dependencia de las
importaciones (70%), y la improductividad empresarial petrolera y no petrolera
(público y privado).

Entre los factores coyunturales tenemos la incidencia de Dolartoday y


sus aliados internos que impulsan (deliberadamente) la especulación en el
mercado de bienes y servicios; las sanciones y bloqueo de Estados Unidos
contra nuestro comercio exterior no petrolero; la caída de la producción y de
los precios del petróleo; el pago de deuda externa y de bonos soberano más
intereses por 8,7 MMUS$, cuyas transferencias financieras al exterior obligan
al déficit en la balanza de pagos. Esta situación, ha ocasionado una reducción
de las reservas internacionales en 8,7% (ubicadas en 9.700 MMUS$) y ha
introducido un déficit fiscal, que ha sido compensado con la devaluación del
signo monetario nacional en 396% (DICOM).
Cabe señalar, que esa devaluación oficial junto a la devaluación del
dólar paralelo, también generó el incremento del déficit fiscal porque aumenta
el peso de la deuda externa en moneda nacional, y motiva el aza de los precios
de los bienes que en su mayoría son importados.

Esa situación el gobierno intentó compensarla con políticas expansivas


del gasto público, la expansión monetaria, el aumento del empleo público,
aumentos salariales y cesta tickets, incrementos de las pensiones,
jubilaciones, hogares de la patria y otros con base al "Carnet de la Patria", más
entrega de viviendas y otras subvenciones gubernamentales, que trataron de
atenuar la pérdida cuantitativa del poder adquisitivo de la fuerza laboral activa.

El Estado en aras de lograr el establecimiento de un mejor desarrollo


económico y comprometido con la responsabilidad social establecida en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ha establecido
recientemente (agosto 2018):

 Congelamiento de precios de artículos de primera necesidad


(concertados o no).
 Aplicación de subsidios directos (alimentos y medicinas) a las familias
más vulnerables de la sociedad identificables por medio del Carnet de
la Patria.
 Igualar el precio de la gasolina a costo internacional y mantener
subsidio a través del Carnet de la Patria según registro automotor.
 Reconversión y nuevo cono monetario que será anclado a la
criptomoneda Petro.
 Reactivación de convenios con China, Rusia y países árabes.

El Estado venezolano se enfrenta a decisiones muy difíciles que debe


tomar para evitar que la economía se derrumbe; no puede continuar
dependiendo solamente del petróleo y ser simplemente una economía
rentística. El primer punto es el de implementar una política de precios
realistas, lo que implica eliminar gradualmente los excesivos subsidios de los
servicios públicos y de los bajísimos precios de los derivados del petróleo. Hay
que promover la industria y agricultura. Se tienen las tierras necesarias para
volver a ser un país agrícola; y para ello es clave tener una tasa de cambio
competitiva.

Desarrollo Político Social:

Los problemas que actualmente afectan el bienestar de los venezolanos


son de carácter estructural, es decir, requieren de estructuras, sean éstas
físicas, financieras, políticas o institucionales que garanticen su solución de
manera permanente y sostenida. La Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela de 1999 es reconocida como la más avanzada que haya tenido
Venezuela en garantías y derechos sociales. Los cambios que trajo la
Constitución abrieron nuevas dimensiones en lo social en el país, no solo
asociado con la provisión de subsistencia económica o de bienes y servicios
básicos. El artículo 2 del texto constitucional establece que: “Venezuela se
constituye en un Estado democrático y social, de derecho y justicia…”. En este
artículo, lo social se convierte en uno de los pilares del ordenamiento jurídico.

Se consagra: el derecho a la protección integral de la familia como


prioridad absoluta (art. 78); el logro del tránsito productivo hacia la vida adulta
de los jóvenes (art. 79); el derecho a la salud como obligación del Estado (art.
83 al 86); la protección de las personas en situación de discapacidad (art. 81);
el derecho a la educación gratuita y obligatoria hasta el nivel medio y
diversificado (art. 102 y 103); el derecho a la vivienda (art.82), al trabajo, a una
remuneración adecuada y a la seguridad social (art. 80, 86 y 87); se da
especial consideración a los pueblos indígenas otorgándoles por primera vez
representación política y respeto jurídico a sus territorios y sus costumbres (art.
199-121). Así mismo se le asigna un papel relevante a la participación
ciudadana tanto en lo político como en lo social.

Una característica importante que enmarca la responsabilidad social del


Estado venezolano son las misiones sociales. Las misiones surgen en el año
2003, como iniciativa del gobierno nacional a fin de atender en forma prioritaria
a los sectores populares del país en áreas donde existieran altos déficit de
atención de la política social. Estos programas han demostrado ser efectivos
y altamente populares. Al proveer soluciones integrales al problema de la
pobreza, mejorar el acceso al crédito, enfocar esfuerzos en aspectos de
género y raza, y fomentar el empoderamiento de las comunidades, las
Misiones han ayudado a disminuir los índices de pobreza y han creado
conciencia social en la población. Estudios han demostrado que las Misiones
Sociales han contribuido a la reducción en el índice de pobreza desde 2003.

Con miras a la consolidación de lo dispuesto en la Carta Magna y al


cumplimiento de la responsabilidad social, como principal ente
Gubernamental, el expresidente fallecido Hugo Chávez, presenta en el año
2007 el lanzamiento del “Proyecto Nacional Simón Bolívar; Primer Plan
Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación, 2007-2013”, el cual
propuso la puesta en marcha de siete grandes líneas: 1. Nueva ética socialista,
2. Suprema felicidad social, 3. Democracia protagónica revolucionaria, 4.
Modelo productivo socialista, 5. Nueva geopolítica nacional, 6. Venezuela:
potencia energética mundial, y 7. Nueva geopolítica internacional.
Posteriormente, el 11 de junio de 2012, presenta el Plan de Desarrollo
Económico y Social de la Nación 2013-2019 (Plan de la Patria) que contempla
cinco grandes objetivos históricos; dicho documento está estructurado
partiendo de lo general a lo particular.
La política social de la actual administración ha estado signada por una
gran preocupación dados los niveles de pobreza y las condiciones de vida de
la población venezolana, las cuales se han deteriorado de manera
espectacular durante las dos últimas décadas, generando un descontento
social que sirvió de contexto para el florecimiento de proposiciones de cambio
y transformación.

Por todo lo anterior, la política social, al menos hasta el presente, ha


estado orientada a la atención de los síntomas de la pobreza, de modo que se
trata de una política asistencialista y de poca discriminación o focalización de
los beneficiarios de la misma, con un criterio de reparto de bienes o servicios
de manera indiscriminada, y siempre insuficiente, desconociendo las
diferencias regionales, entre lo urbano y lo rural, e incluso sin considerar la
posible heterogeneidad existente en las barriadas de las principales ciudades
del país.

El éxito de las políticas sociales del gobierno venezolano se debe a que


el nuevo paradigma de la política petrolera, basada en la recuperación y el
control de los ingresos petroleros, ha contribuido a incrementar
significativamente los recursos invertidos en las políticas sociales.

Desarrollo Cultural

El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela ha desarrollado


una política cultural inclusiva, la cual tiene como principal misión proteger y
promover la diversidad cultural. Dentro de nuestra Constitución Nacional los
artículos 98, 99, 100 y 101 enuncian claramente los principios que rigen el
ámbito cultural venezolano.
Existe hoy en Venezuela un desborde de la cultura popular. Editoriales
del estado no cesan de publicar libros de todas las tendencias estéticas e
ideológicas; la música y el cine han llegado a un punto enorme de expresión y
difusión; se multiplican los reportajes televisivos sobre nuestros pueblos del
interior, donde se privilegia el saber popular; gabinetes ministeriales de cultura
se instalaron en cada estado, y distintos Ministerios y Misiones ejecutan planes
de avanzada en materia de vivienda, educación y salud, donde cada año
participan más venezolanos. Bajo ese formato ampliado de participación, –y
no de simple cooperación, ayuda o caridad– las comunidades se están
organizando para dar respuesta a sus urgencias, en contra de cualquier
pronóstico adverso, como el que se fabrica en la maquinaria de los medios
privados.

La cultura desde el paradigma del desarrollo humano, es un medio para


ampliar las opciones y libertades de las personas, para la plena realización de
sus potencialidades, y no simplemente el aumento de sus niveles de ingreso.
Debe ser garantizada por los procesos de desarrollo. Concebir la cultura desde
esta mirada, conlleva a que pueda convertirse en un eje integrador de las
intervenciones del desarrollo, a partir del reconocimiento de que el tejido social
no es sólo el resultado de fuerzas socioeconómicas, sino que es
esencialmente un producto de la dinámica cultural.

Considerar a la cultura en las acciones para mejorar la calidad de vida


de las personas, implica adaptar los modelos de desarrollo a las instituciones,
la historia y las tradiciones de las distintas sociedades. La cultura tiene un
papel relevante en la cohesión social que requieren las sociedades, en razón
de constituir un factor esencial en la formación y utilización del capital social;
elemento clave en la lucha contra la pobreza y en la formación de valores en
los que se funda y desarrolla una nación. Por ello, no debe verse sólo como
generadora de creación artística sino como depositaria de valores. Los efectos
positivos se visualizan en que hay un esfuerzo por romper a nivel de las
políticas culturales con las ideas y paradigmas anteriores de mirar la cultura.
La cultura empieza a ser articulada a temas como el desarrollo, la animación
cultural, las culturas populares, la construcción de la ciudadanía y el
fortalecimiento de la democracia, las industrias culturales y su papel en la
economía del país, las identidades como factor central del desarrollo y el
respeto a la pluralidad cultural, el turismo y el papel del patrimonio cultural en
el fortalecimiento de las identidades y del desarrollo sociocultural.

Tras la creación del Ministerio del Poder Popular para la Cultura (MPPC)
el 10 de febrero de 2005, se da inicio a un proceso de cambios dentro de
algunas instituciones adscritas al naciente Despacho, a fin de refundar el
sector cultural del país. El MPPC, es el responsable de generar y proyectar los
lineamientos y las políticas culturales del Estado como órgano del Ejecutivo
Nacional, que coadyuven al desarrollo humano integralmente, a la
preservación y conocimiento del patrimonio cultural tangible e intangible de la
nación, así como, al fomento y potenciación de las expresiones culturales de
los pueblos, como elementos sustantivos y determinantes para el resguardo
de la memoria, el patrimonio cultural y la profundización del sentido de
identidad nacional, como expresiones del ideario de una vida digna e íntegra.

Actualmente, las industrias culturales son un elemento clave para la


formulación de políticas culturales, que tengan como objetivo preservar la
diversidad, fomentar el desarrollo social y económico y propiciar la creación de
un espacio público latinoamericano e iberoamericano. Estos objetivos
estratégicos tienen que orientar políticas integradas, que abarquen al conjunto
de las industrias culturales de forma coherente.

El Gobierno Nacional en pro de elevar la participación protagónica crea


la Red Cultural Comunitaria. La creación de esta plataforma tiene como
propósito el apoyo a los creadores locales y la inclusión de las comunidades
de forma consciente en la difusión y promoción de la cultura. Llamada a
convertirse en un elemento fundamental en el desarrollo de los Consejos
Comunales y del sistema universitario creado en el país (Aldeas Universitarias
o Aulas Móviles).

Lamentablemente en Venezuela la lucha política se efectúa en el plano


simbólico y cultural y se hace evidente. La hegemonía comunicacional del
gobierno es cada vez mayor debido a que por una parte, han pasado a tener
más canales en el espacio radioeléctrico (se estima que durante el año 2007
al 2014 se han creado más de 300 emisoras comunitarias en todo el país) y
por otra parte, las televisoras privadas de mayor audiencia que han quedado
han decidido por la autocensura.

Se puede decir que a pesar de lo expuesto, el estado venezolano ha


hecho hincapié en retomar la cultura patrimonial, reconociendo como valor
propio las manifestaciones culturales de las comunidades elaborando
programas de encuentros de la diversidad cultural, tomándolo como
justificación de que la cultura deja de ser un instrumento para la modernidad
venezolana para pasar a ser un instrumento de la revolución en Venezuela.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

BARRANTES A., César A. Estado, Desarrollo Social y Economía Popular en


Venezuela. Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura. 2005. p 11-27.

CABEZAS Luis F., D´ELIA Yolanda. La política social en Venezuela. ILDIS


(Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales). 2008. Caracas.
Venezuela.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

Observatorio Venezolano de la Seguridad Social. La Política Social de


Venezuela: volver a lo básico. Luis Pedro España N. http://www.eumed.net/oe-
vess/lit/lpe.htm.

Plan de la Patria 2013-2019

PRADA. Diego Otero. SITUACIÓN SOCIAL, ECONÓMICA Y POLÍTICA DE


VENEZUELA. DOCUMENTOS DE INVESTIGACIÓN. Centro de Estudios
Latinoamericanos. Primera Edición: Julio 2014. Corporación Universitaria de
Ciencia y Desarrollo UNICIENCIA- Bucaramanga. Impreso en Colombia

You might also like