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Libro 2 LA TEORIA PSICOANALITICA DE LA PERSONALIDAD FREUD : INTRODUCCION | Cuando hacia mediados del siglo xxx en Alema- | nia la psicologia surgié como disciplina cientifica independiente, definié su tarea como el anilisis de ia conciencia del ser humano adulto y normal, a Ia | que concebia como constituida por elementos es- tructurales estrechamente vinculados con los pro- cesos de los érganos sensoriales. Las sensaciones visuales de color, por ejemplo, fueron relacionadas con cambios fotoquimicos en la retina ocular; los sonidos, con fendmenos que tienen lugar en el ofdo interno; de la reunién de cierta cantidad de sensa- ciones, imégenes y sentimientos elementales, resul- taron complejas experiencias. La tarea de Ia psico- logia —a la que con frecuencia se denominaba qui- ‘mica mental— consistia en descubrir los elementos bisicos de la conciencia y establecer cémo éstos llegan a constituir compuestos. La resistencia a tal tipo de pricolosia partié de muchas direcciones y por muy diversas razones. Hu- bo quienes, contrarios al exclusivo énfasis puesto en la estructura, insistian vigorosamente en que las caracteristicas preponderantes de la mente cons- ciente son los procesos activos y no los contenidos pasivos: el sentir, no las sensaciones; el pensar, no las ideas; el imaginar, no las imAgenes, debian cons- tituir el principal objeto de estudio de Ja ciencia de la psicologia. Otros argumentaron que Ia expe- iencia consciente no puede ser disecada sin. des- truir la esencia misma de la iencia, es decir, su cualidad de totalidad; segiin ellos, el conocimien- to directo consiste en patrones o configuraciones y no, en modo alguno, en sumas de elementos. Otro Srupo grande y notorio sostenfa que la mente no es pasible de investigacién mediante métodos cienti- ficos ya que es en exceso original y subjetiva e in- sistia, en cambio, en que la psicologia debia ser definida como la ciencia de Ia conducta. Freud llevé a cabo su ataque contra Ia psicologia tradicional de la conciencia desde un éngulo por completo diferente: comparé la mente humana con un témpano, cuya parte menor, la visible por’ en- Sion Sf (0 superficie del agua, representa Ia re- de la conciencia, en tanto que Ia gran masa pamergida equivale a’Jo inconsciente, vasto domi- ‘© en el cual se alojan las necesidades, las pasio- nes, las ideas y los sentimientos reprimidos; en su- ma, un enorme universo subterréneo de fuerzas vi- tales, invisibles, que ejercen imperioso so- bre los pensamientos conscientes y los actos del hombre. Desde este punto de vista, una psicologia limitada al andlisis de la conciencia resulta incom- eta para la comprensién de las motivaciones fun- Jamentales de la conducta humana. Durante més de 40 afios Freud exploré lo in- consciente empleando el método de la asociacién libre y desarrollé lo que, en general, es considerado como la primera teorfa amplia de la personalidad: traz6 los contornos de su topografia, penetré hasta las fuentes de su corriente energética y establecié el curso, sujeto a leyes, de su desarrollo, La realiza- cin de tan increible proezas lo convirtié en una de las més discutidas ¢ influyentes figuras de los tiempos modernos. (Para un informe sobre el estado dal 3 Joomeceats antes de Freud, véase Whyte, Sigmund Freud nacié en Moravia el 6 de mayo de 1858 y murié en Londres el 23 de setiembre de 1999, Durante aproximadamente ochenta afios re- sidié en Viena, ciudad que s6lo abandoné cuando Jos nazis invadieron Austria. Muy joven, resolvié dedicarse a la ciencia y, con tal propésito, ingresé en la Facultad de Medicina de la Universidad de Viena en 1873 donde se gradué ocho afios més tar- de. Aun cuando no habfa pensado ejercer la me- dicina, el escaso beneficio que ofrecia el trabajo cientifico, la restriccién de las oportunidades de ‘ogreso para los judfos en el terreno académico y las necesidades de su familia, lo forzaron a em- prender la practica privada. Encontr6, no obstante, tiempo para investigar y para escribir y sus logros como investigador en medicina le brindaron una ae reputacién. jo su interés por la neurologia se especialiab en el tratamiento de las perturbscionee nerviosas, rama de la medicina que, con el desarrollo de las artes de curar, habfa sido relegada durante el siglo pasado. Con el fin de aumentar su capacitacién técnica, Freud estudié durante un afio con el fa- moso psiquiatra francés Jean Charcot, quien por entonces empleaba Ja hipnosis en el tratamiento de 48 Ja histeria, Aunque Freud probé Ja hipnosis con sus pacientes, no quedé convencido de su eficacia y, al enterarse de la existencia de un nuevo método, crea- do por el médico vienés Joseph Breuer, segin el cual el paciente curaba de sus sintomas al hablar de ‘ellos, lo ensayd estimindolo efectivo. Breuer y Freud escribieron, en colaboracién, acerca de cier- tos casos de histeria que habfan sido tratados con el método catirtico (1895). Sin embargo, poco después disintieron acerca de Ja importancia del factor sexual en la histeria: en tanto Freud consideraba que la causa de la histeria tesidia en los conflictos sexuales, la posicién de era_més conservadora. Desde entonces, Freud desarroll6 por su cuenta las ideas que lle- garfan a constituir los fundamentos de la tearfa psi- coanalftica y que culminaron con la publicacién de su primera gran obra, The interpretation of dreams (1900) [La interpretacién de los ‘suefios]. Pronto otros libros y articulos atrajeron la atencién de mé- dicos y cientificos de todo el mundo y no pasé mu- cho tiempo antes de que se encontrara rodeado por un grupo de disefpulos provenientes de varios pal Ses, entre quienes se contaban Emest Jones, de In- glaterra, Carl G. Jung, de Ziirich, A. A. Brill, de Nueva York, Sandor Ferenczi, de Budapest, Karl Abraham, de Berlin y Alfred Adler, de Viena, Pos- teriormente Jung y Adler se retiraron de ese circulo y desarrollaron posiciones distintas, Dentro del breve espacio de que disponemos re- sulta imposible abarcar siquiera lo més brillante de la vida intelectual y personal de Freud: sus prim Tos afios como estudiante de medicina y como in- vestigador; la decisiva influencia que sobre é] ejer- cié el eminente fisiélogo alem4n Ernst Briicke, uno de los lideres de la Escuela de medicina de Helm- holtz, de quien Freud aprendié a considerar al hom- como un sistema dindmico sujeto a las leyes de la naturaleza (Amacher, 1965); su matrimonio con Martha Bernays y la devocién hacia ella y sus seis hijos, uno de los cuales, Anna, siguié los pasos de su padre; el aio provechoso que pasé con Char- cot en Paris; su extrafia relacién con Wilhelm Fliess; el minucioso autoandlisis que, iniciado en 1890, lle. ‘v6 a cabo toda su vida; su frustrado intento de ex- plicar los fenémenos psicolégicos en funcién de la anatomia cerebral; los afios de su aislamiento con respecto a la comunidad médica de Viena; la invi- tacin de G. Stanley Hall, el destacado psicélogo norteamericano y presidente de la Clark University, CALVIN S, HALL Y GARDNER LINDZEY jue participara en las reuniones conmemora- Evas dela fundacién de ean universidad; el etable, cimiento de la eae eee ce Internacio- nal, y Ia separacién de discfpulos tan importantes como Jung, Adler, Rank y Stekel; Ia influcncia de Ja Primera Guerra Mundial sobre su pensamiento y la revisién exhaustiva de los dogmas bisicos de la teoria psicoanalitica; la aplicacién de los principios psicoanaliticos a todos los campos del quehacer hu- mano; las caracteristicas personales de Freud y el largo tormento de su cdncer maxilar y, finalmente, su melodramética huida de las garras de los nazis. Por fortuna, el més eminente de los psicoanalistas ingleses, Ernest Jones, ha expuesto con singular bri- Mo cada una de las facetas de la vida de Freud en una biografia de tres vohimenes (1953, 1955, 1957). Tampoco estamos en condiciones, por falta de espacio, de enumerar los trabajos publicados de Freud: desde The interpretation of dreams en’ 1900 hasta Ia obra péstuma publicada en 1940, An out- line of psychoanalysis [Esquema del psicoanilisis], sus escritos psicolégicos al 24 volimenes en la definitiva Standard Edition en inglés (1953- ). Recomendamos al lector poco familiarizado con Ja teorfa freudiana de la personalidad los siguientes Ebros: The int ‘of dreams (1900), The Psychopathology of everyday life (1901) [Psicopa- tologia de la vida cotidiana], General introductory ches on Pescho-analyas (1917) [Introduceién al Psicoandlisis], New introductory lectures on psycho- (1983) [Nuevas aportaciones al peiesende Tisis ¥ An outline of poychoanalysis (1940). En la siguiente exposicién de las ideas de Fy deberemos limitamos a los puntos referentes om teoria de la personalidad -y ejay de lado la teorfa Reicoanalitica de las neurosis, la cual, de todos wrce muy bien tratada por ‘Otto Fenichel ién de In psicologis mont ciencias sociales (véase Fall y fay restiana. a las artes y las humanidades, derar la evolucién del pensamiente de fe Teepecto 2 Tos conceptes bisicos de su tenn ac an Sat eee sent los conceptos finales al res, ; Snalizaremos, lamentablemente, ls! corte eee? imerosos Continuador fos, ofrecen valiosos aportes a fn feovis Sunes >

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