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El Senado y Cámara de Diputados…

Actualización excepcional de tarifas de gas

Artículo 1°: Derógase la Resolución 20/2018 de la Secretaría de Gobierno de Energía,


dependiente del Ministerio de Hacienda, publicada en el Boletín Oficial del 5 de octubre de
2018.

Artículo 2°: La imposición de cargos extra por consumos de gas debe ser aprobado en
Audiencias Públicas que garanticen la participación de consumidores, y el acceso a una
información adecuada y veraz, y la transparencia del proceso decisorio y sean tomados en
cuenta en los resolutorios.

Artículo 3°: Cualquier compensación que surja de la pérdida del valor del tipo de cambio en
el precio del gas ya abonado por las distribuidoras a las productoras, debe,
obligatoriamente, ser tratada en Audiencia Pública Deliberativa con la necesaria presencia
de funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional, que deberán precisar el impacto del cargo
extra en el valor total que abona el Usuario Final, determinando una tarifa que deberá ser
justa y razonable, y que no podrá aplicarse a los usuarios de manera retroactiva, sino solo
para los consumos futuros.

Artículo 4°: De forma.


FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

La Ley 24.076 da el marco regulatorio del sector gasífero. El artículo 37 de la Ley


establece que la tarifa será el resultado de la suma del precio del gas en el punto de ingreso
al sistema de transporte, con más las tarifas de transporte y de distribución.

La reglamentación del artículo 37 de la Ley 24076 prevé en su inciso quinto que “las
variaciones del precio de adquisición del Gas serán trasladados a la tarifa final al usuario de
tal manera que no produzcan beneficios ni pérdidas al Distribuidor ni al Transportista bajo
el mecanismo, en los plazos y con la periodicidad que se establezca en la correspondiente
habilitación”.

El Punto 9.4.2.5. de las Reglas Básicas de la Licencia de Distribución dispone, entre


otras cosas, que “las diferencias diarias se acumularán mensualmente y hasta el último día
hábil de cada mes del período estacional”, y que “Si en el transcurso del período estacional,
la suma de los montos mensuales no difiriere en más de un 20% de las ventas acumuladas
del período estacional, tal suma será incorporada, con su signo, al ajuste de tarifas
determinado en 9.4.2. del período estacional siguiente.

En los fundamentos de la Resolución 20/2018 se afirma textualmente que el caso


bajo análisis es un “caso particular no contemplado” y que este cargo se aplicará “en forma
extraordinaria” habilitando un mecanismo de recupero de las diferencias diarias
acumuladas correspondientes al período estacional antes mencionado, que contemple su
recupero en un período temporal más extenso.

Visto lo expuesto, debemos tener presente que el marco regulatorio pretende que
no se generen desbalances de precios entre las productoras y distribuidoras de gas
debiéndose compensar las diferencias que pudieran ocurrir. Ahora bien, lo cierto es que
siempre esa diferencia lo termina pagando el usuario final de la tarifa que es el consumidor.
No resulta correcto que el Poder Ejecutivo disponga unilateralmente que corresponde
compensar la totalidad de las diferencias, las indexe y se las facture con intereses a los
usuarios finales en 24 meses.

La devaluación de la moneda no puede – ni debe – ser trasladada a los usuarios


finales que ya utilizaron el gas. De ninguna manera en un sistema capitalista es aceptable
que el consumidor sepa ex post cuál es el precio de venta. El precio es la señal de la
aceptación de las condiciones de venta: el usuario acepta consumir ciertas cantidades de
gas sabiendo que el precio es un cierto valor unitario. Esta protección a la buena fe
contractual se acentúa mucho más tratándose de relaciones que afectan directamente de
usuarios y consumidores finales.

Como ya hemos sostenido en reiteradas oportunidades desde este Bloque cuando


estamos en presencia de materia tarifaria necesariamente se debe cumplir con los
procedimientos constitucionales previstos para su fijación y se debe, siempre, atender la
situación de capacidad de pago de los usuarios finales.

Pero no es únicamente nuestro Bloque que viene insistiendo en la necesidad de que


cuando se pretende imponer una nueva tarifa o un nuevo cargo a los usuarios finales
derivados en el precio de producción de gas debe necesariamente discutirse en una
Audiencia Pública. Mismo criterio sostienen las asociaciones de usuarios, las defensorías del
pueblo y principalmente la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Vale recordar que, con fecha 18 de agosto de 2016, en los autos: "Centro de Estudios
para la Promoción de la Igualdad y la Solidaridad y otros e/ Ministerio de Energía y Minería
s/ amparo colectivo", el máximo tribunal en fallo unánime suspendió la aplicación de un
aumento tarifario de gas considerando principalmente que 1) Para toda modificación de
tarifas o imposición de nuevo cargo resulta necesaria la celebración de una audiencia
pública deliberativa y 2) la tarifa al usuario final debe ser previsible, justa y razonable.

Es importante destacar que en la audiencia pública que se realizó para fijar la tarifa
final de los usuarios para el periodo del 1 de abril al 30 de septiembre de 2018 nadie expuso,
ni siquiera la posibilidad de que la ocurrencia de una tremenda devaluación iba a impactar
directamente en la tarifa final del usuario. Por supuesto que nadie lo contempló, lo calculo
ni mucho menos efectuó un análisis de sensibilidad de esos aumentos en la capacidad de
pago de los usuarios. Es por eso que debe efectuarse una nueva audiencia pública, con la
participación de los funcionarios públicos (Que en la audiencia anterior ni siquiera
participaron) que garantice los principios fundamentales de la audiencia pública que el
citado fallo destaca, como ser:

“El rol fundamental de las audiencias públicas se basa en la participación ciudadana


en la toma de decisiones públicas, un control social mediante un mecanismo que mejor
asegure aquella participación en cada caso. Los procedimientos y mecanismos de
participación y de impugnación en cabeza de los usuarios tiene el inocultable fin de que sus
intereses sean debidamente tutelados. Que en materia tarifaria la participación de los
usuarios de un servicio público no se satisface con la mera notificación de una tarifa ya
establecida. Es imperativo constitucional garantizar la participación ciudadana en
instancias públicas de discusión y debate susceptibles de ser ponderadas por la autoridad
de aplicación al momento de la fijación del precio del servicio.”

El otro punto fundamental desarrollado en el citado fallo y que debe aplicarse a la


fijación de una tarifa o cargo a abonar por el usuario final es la obligatoria utilización de los
criterios de razonabilidad.

Lejos de lo que algunos afirman, los criterios rectores fijados por la Corte para tarifas
de servicios públicos esenciales son concretos y para nada en abstracto. El Máximo Tribunal
entiende que servicios públicos son aquellos cuyas prestaciones se consideran vitales e
indispensables para el conjunto de los ciudadanos. Sostuvo que el cambio de política
económica, los cambios en el sistema energético nacional, y a la variación de los precios de
la economía, imponen al Estado una especial prudencia y rigor a la hora de la
determinación de las tarifas y de su transparencia, a fin de asegurar su certeza,
previsibilidad, gradualidad y razonabilidad, es decir una relación directa, real y sustancial
entre los medios empleados y los fines a cumplir, evitando que tales decisiones impongan
restricciones arbitrarias o desproporcionadas a los derechos de los usuarios, y de
resguardar la seguridad jurídica de los ciudadanos. De tal modo, todo reajuste tarifario
debe consagrar el derecho de los usuarios a la protección de sus "intereses económicos”
adoptando el criterio de gradualidad, expresión concreta del principio de razonabilidad. Es
misión del Estado velar por la continuidad, universalidad y accesibilidad de los servicios
públicos, ponderando la realidad económico-social concreta de los afectados por la
decisión tarifaria con especial atención a los sectores más vulnerables, y evitando, de esta
forma, el perjuicio social provocado por la exclusión de numerosos usuarios de dichos
servicios esenciales como consecuencia de una tarifa que, por su elevada cuantía, pudiera
calificarse de "confiscatoria” , en tanto detraiga de manera irrazonable una proporción
excesiva de los ingresos del grupo familiar a considerar. Por lo demás, no debe obviarse
que un cálculo tarifario desmesurado o irrazonable generará altos niveles de incobrabilidad
y terminará afectando al mentado financiamiento y, por vía de consecuencia de este círculo
vicioso, a la calidad y continuidad del servicio.

En razón de todo lo expuesto, y teniendo en cuenta que el pretendido cargo


impuesto por el Estado Nacional a todos los usuarios finales de todo el Territorio Nacional,
se adiciona a los aumentos tarifarias vigentes y a los próximos aumentos ya anunciados,
esta medida carece de razonabilidad ya que fue tomada intempestivamente sin los
procedimientos adecuados y sin tener en cuenta la capacidad de pago de los usuarios.
Asimismo, de aplicarse generaría un peligroso antecedente hacia futuro ya que dentro de
seis meses se podría efectuar un mecanismo similar al realizado y sumar un nuevo plan de
pagos de 24 meses que se acumularía a lo que aún se sigue pagando, todo ello con intereses.

En razón de ello, es que se propicia la derogación de la Resolución 20/2018 y se


ordena al Ejecutivo que si pretende imponer un cargo a los usuarios, someta su iniciativa a
una audiencia pública, efectuándose los análisis pormenorizados que correspondan
teniendo en cuenta la capacidad de pago del usuarios, los marcos regulatorios del sector y
en definitiva se fije una tarifa justa y razonable.

Por todo lo expuesto, es que solicitamos a nuestros pares que nos acompañen en la
sanción del presente proyecto de ley.

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