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Primera de tres partes I/III. Discusión de los resultados de una encuesta en el pueblo de Xoxocotla,
Morelos, México, y las referencias comparativas con la dieta polarizante y la macrobiótica.
1. RESUMEN
Se realizó una encuesta sobre la clasificación tradicional de los alimentos en cincuenta indígenas
nahuas de Xoxocotla, Morelos, México. La edad promedio fue de 42.7 años, todos nativos del
lugar. Se encontraron coincidencias estadísticas en la clasificación tradicional frío-caliente de los
alimentos, sin diferencias de opinión importantes en el conocimiento de los alimentos de origen
prehispánico y los introducidos con los colonizadores españoles después de la conquista.
2. INTRODUCCIÓN
En contraste con el abundante conocimiento común de los alimentos frío-calientes, son muy
escasos los trabajos de investigación científica en el campo de la clínica médica. La mayor parte de
los investigadores se han dirigido a dilucidar los aspectos históricos, antropológicos, e ideológicos
del problema. El presente trabajo intenta contribuir modestamente al conocimiento de la
dicotomía frío-caliente de los alimentos, desde un punto de vista médico, sin soslayar otros
aspectos que puedan contribuir de manera importante, en la realización de un análisis más
integrador.
En diversas partes del mundo, los pueblos y culturas antiguas desarrollaron en forma "natural" o
"inducida" de sensibilidad gustativa la clasificación de los alimentos de acuerdo a sus cualidades
químico-físicas. Se podría explicar así porque diferentes sistemas de dualidad frío-caliente se
desarrollaron en lugares tan distantes como China y México, entre otros. Se dice "natural" por que
parece indudable que los pueblos primitivos hayan sabido identificar los sabores y cualidades de
los alimentos en relación a sus características químicas -desde luego sin conocer nada de la
química moderna- de esta forma lograron identificar a los alimentos en las dicotomías: "ácido-
alcalino", "dulce-amargo", "seco-húmedo" y "proteico-hipoproteico", etc.
Los botones gustativos nos permiten seleccionar los alimentos según los deseos y también según
las necesidades nutricionales tisulares. Existen cuando menos cuatro sensaciones sápidas
primarias: ácido, salado, dulce y amargo; pero se sabe que una persona puede percibir cientos de
miles de sabores diferentes y se supone que son el resultado de la combinación de las cuatro
sensaciones gustativas primarias (6). Las sensaciones sápidas primarias tienen relación con los
agentes químicos dominantes o a sus combinaciones: el sabor salado depende de las sales
ionizadas; el ácido de la proporción de los iones hidrógeno (ácidos), el dulce depende de varios
agentes, entre los que mencionamos a los azúcares, glicoles, alcoholes, aldehidos, etc.; el amargo
de las substancias orgánicas de cadena muy larga y de los alcaloides. Con un poco de sensibilidad
gustativa nuestros antepasados pudieron haber logrado cuantificar empíricamente la cantidad de
carbohidratos, proteínas, electrolitos y vitaminas existentes en un alimento o yerba determinada.
Nos pudiera parecer aventurado afirmarlo, de no ser porque los modernos catadores de vinos
pueden realizar proezas gustativas superiores a las que referimos y a los mismos análisis químicos
con los mejores equipos. Por dar otra referencia, en la lengua náhuatl los nombres de hongos
tienen la terminación "nanacatl" que significa en español "carne", ¿qué otro parecido pueden
tener los hongos con la carne que no sea exclusivamente su importante contenido de proteínas?.
Conforme los pueblos fueron adquiriendo una cultura y desarrollando sus concepciones filosóficas
del mundo y de la vida, encontraron la existencia de contrarios, de opuestos o de polaridades
universales que se repetían también en el mundo pequeño, en el mundo de la naturaleza
circundante. Esta dualidad que se manifestaba en las leyes de del cielo y de la tierra tenía que
actuar también al interior de los alimentos, entonces las culturas antiguas establecieron un
sistema de clasificación de los alimentos dentro de la dualidad de las cualidades que se aparean,
como entre otras, en frías y calientes. De la suma de esos factores frío-calientes se obtiene una
dominante o vector dominante que les hace ser finalmente o fríos o calientes. En el mundo
náhuatl es muy probable que la capacidad gustativa se hay establecido en base a sus concepciones
filosóficas del universo, entre ellas la existencia de un mundo dual: "Mientras en México
Tenochtitlan y en todos sus vastos dominios se había impuesto, gracias a Tlacaelel, esa visión
mística guerrera del mundo que hacía de los aztecas el pueblo elegido del Sol-Huitzilopochtli, en
varias de las ciudades vecinas vivían pensadores profundos, cuyas ideas se orientaban por rumbos
distintos (7)". Estos sabios, poetas y filósofos indígenas intentaban continuar o reencontrar la
antigua doctrina heredada de los Toltecas. Los Toltecas concebían a Dios como un principio
ambivalente, dos rostros (masculino-femenino) en un solo Dios Ometeotl, el Dios de la dualidad
(8).
Las antiguas escuelas filosóficas creían en el origen dual de todas las cosas, de un principio
masculino y otro femenino que habían engendrado todas las cosas que existen en el universo.
Ometeotl es la síntesis de los opuestos. Posteriormente a una de las partes de la dualidad la
llamaron Ometecutli, el masculino y Omecihuatl la mujer (10). El indígena se sentía parte integral
del cosmos y como tal estaba sujeto a la polaridad del universo. El hombre era parte del Ometeotl
principio que regía la existencia. La noche se transformaba en día y el día en la noche; dos fases
que son contrarias (luz-sombra) se transformaban una en la otra, Ollin (el movimiento) producía el
cambio, los opuestos no eran pues estáticos o metafísicos, sino dialécticos, dinámicos.
En opinión de los autores de la obra "Psicotrónica de los Mayas" (11), un libro interesante pero
nada clásico en la antropología, el principio positivo recibe el nombre de "Hia" y el negativo de
"Hiu". "Hia" representa la claridad del sol, el sol, el macho, el verano, el calor y la luz. "Hiu" la
sombra, el reposo, lo femenino, la luna, la hembra, el invierno y el frío. De acuerdo con los
principios de la dualidad y del movimiento, los alimentos pudieron haberse clasificado no sólo en
su polaridad frío-caliente, sino también en los diversos tipos de polaridad y de su mutabilidad. Es
sorprendente la similitud del pensamiento náhuatl con el de la antigua India y el Taoísmo Chino
con sus principios femeninos y masculinos o Yin-Yang de los alimentos, resaltando las cualidades:
frío (Yin) y caliente (Yang); es en realidad un sistema réplica del pensamiento dual del Ometeol.
Tallos de xiuhenecapahtli, iztac ocoxoxtli, teamoxtli y piedras preciosas tetlahuotl, iztac tlalli, estel,
temamatlaltzin. Todo molido junto con agua fría. Calma el calor de la cabeza. Y en agua caliente,
su frialdad.
Se pondrá tres veces al día: en la mañana, al medio día y en la tarde. Se atarán en cuello y la
garganta con nervio de pata de cuello de águila.
El que sufra de la cabeza comerá cebollas en miel, no se sentará al sol, ni trabajará ni entrará a los
baños (12).
Para el calor:
En los ojos que se calientan mucho por enfermedades se destila la raíz de esta planta molida. La
cara se baña con el jugo de estas plantas: ocoxochitl, huacalxochitl, matlalxochitl, tlacoizquixochitl.
Cuando la irritación de los ojos es leve, se aplican hojas de mizquitl y de xoxouhqui matalxochitl,
bien molidas y en leche de mujer o con rocío o agua muy limpia. Esta mixtura se destila en los ojos.
Quien sufra de los ojos ha de abstenerse del trato carnal, del ardor del sol, del humo y del viento.
No debe tomar como condimento el chilimolli, ni ha de comer alimentos calientes, debe llevar junto
al cuello un cristal rojo, no ha de ver cosas blancas, sino negras (13).
Las indicaciones anteriores se escribieron alrededor de 1552, por el indígena nahua Martín de la
Cruz y podríamos citar muchas otras de él y de otros escritores de medicina indígena, en donde se
puede notar con claridad el fondo ideológico de la dualidad frío-caliente, tanto en los alimentos
como en los padecimientos y tratamientos. Resulta casi increíble que sus traductores e intérpretes
españoles hayan logrado alterar en lo fundamental el pensamiento indígena de los escritores. En
el caso de Martín de la Cruz resulta mucho más increíble, puesto que fue traducido del náhuatl
original al latín, por otro indígena en el siglo XVI, Juan Badiano.
Los botones gustativos tienen una especialización para identificar cada uno de los sabores, pero
pueden sentir otros sabores de menor intensidad de manera simultánea. Se piensa que alguna
zona del cerebro es capaz de descubrir los diferentes grados de estimulación de los alimentos en
los respectivos botones gustativos (15). Combinando el sentido del gusto con el del olfato, las
posibilidades de identificación de las diferentes cualidades de los elementos pueden alcanzar el
infinito, eso sugiere que cualquier ser humano podría dedicar toda su vida a desarrollar el sentido
del gusto, sin lograr agotar sus posibilidades sensitivas. Es triste que la educación moderna enseñe
tan poco a desarrollar ese tesoro natural. Por el contrario, en las culturas mesoamericanas en
general y en la cultura náhuatl en particular, se tenía como importante desarrollar el sentido del
gusto. El tipo de estructura social y la forma de producción del mundo mesoamericano
determinaron una forma de relación del hombre con la naturaleza, una relación que destacaba por
su fraternidad con el medio y el desarrollo profundo de la percepción sensorial del hombre con su
entorno. Tenía que ser así en una sociedad que carecía de aparatos tecnológicamente sofisticados
para el conocimiento de la naturaleza.
En cuando el sentido del gusto, es rarísimo encontrar en las descripciones de las plantas
medicinales alguna que no tenga las especificaciones de su sabor: "ilacatziuhqui" es quemosa y
dulce; la "ixnexton" tiene una raíz amarga, el "tlatlayotli" tiene una raíz entre dulce y amarga, la
raíz de la "tepeamalacotl" es quemosa (16).
Entre los aztecas había diversos tipos de médicos, especialistas y practicantes de las medicinas.
Para Gordon, los "tisitl" practicaban la antigua brujería clásica y el chamanismo; los "tepati" que
hacían uso empírico de las plantas medicinales y para ellos el emperador azteca había establecido
los magníficos jardines botánicos (17). La clasificación de Gordon resulta relativamente arbitraria y
esquemática, sin embargo es muy ilustrativa. El aprendizaje de la medicina se hacia por lo general
bajo la tutela de los maestros. El profesores era con frecuencia el padre del alumno mismo, quien
lo empleaba como asistente desde la infancia, cuando se enseñaba a reconocer la cualidades de
las plantas y alimentos, sus sabores y sus relaciones con el mundo mágico-filosófico heredado
fundamentalmente de los toltecas.
Tenían mucha experiencia y conocimiento los toltecas, que sabían y conocían las cualidades y
virtudes de las hierbas, que sabían las que eran de provecho y las que eran dañosas y mortíferas y
las que eran simples: y por la gran experiencia que tenían de ellas dejaron señaladas y conocidas
las que ahora se usan para curar porque también eran médicos. (18)
"El hombre ama todas las partes de su cuerpo y por esto cuida y alimenta a todas. Sí ama hasta la
menor partícula de su cuerpo, no dejará de alimentarla y cuidarla. Para determinar lo que es
bueno para su cuerpo y lo que le perjudica, no necesita consultar a nadie: su propio instinto se lo
dice" (Libro Cuarto Hia-Meng, Cap.V) (22).
NOTAS Y BIBLIOGRAFÍA
*El artículo fue publicado en el No. 2 de Medicina Alternativa, del Instituto Mexicano de Medicina
Tradicionales "Tlahuilli" A.C, en Abril de 1986. La encuesta también se presentó en el I CONGRESO
INTERNACIONAL DE MEDICINA TRADICIONAL Y FOLKLÓRICA, en Cuernavaca, Mor., Méx. 1983. Se
presentó y discutió también en el PRIMER CONGRESO LATINOAMERICANO DE MEDICINAS
TRADICIONALES Y ALTERNATIVAS, en La Paz, Bolivia, evento auspiciado, entre otras instituciones,
por la Sociedad Boliviana de Medicina Tradicional, del 1° al 5 de agosto de 1987.
3. HIPÓTESIS
4. MATERIAL Y MÉTODO
Se realizó una encuesta en cincuenta habitantes de Xoxocotla, Morelos, México, de ambos sexos,
con edades comprendidas entre 25 y 60 años, bilingües (náhuatl-español) y nacidos en ese pueblo.
La encuesta se realizó de manera individual, cuestionando los puntos siguientes: nombre, edad,
sexo, domicilio, lugar de nacimiento y un enlistado de cien alimentos con tres parámetros: frío,
desconocido o indeterminado y caliente. El encuestado tenía que responder a una sola opción de
las tres de cada alimento.
La encuesta fue realizada directamente por el autor, con un tiempo aproximado de 40 minutos por
persona. Se cuidó en todo momento de no influir en las respuestas.
5. RESULTADOS
Al término de las encuestas se sumaron las cincuenta opiniones por cada uno de los cien
alimentos, las respuestas de "desconocido" fueron considerada en 0, y se confrontaron las
adiciones de respuestas afirmativas frío-caliente, para obtener una tendencia media dominante.
Por ejemplo, el "chocolate" tuvo 0 respuestas por el "frío", 1 respuesta indeterminada, y 49
repuestas por "caliente", por lo tanto la dominancia frío-caliente del "chocolate" fue de 48 (96%)
por "caliente". Otro ejemplo, el "chayote" tuvo 46 respuestas por el "frío", 2 indeterminadas, y 0
por el "caliente", por lo tanto, la dominancia frío-caliente del "chayote" fue de 46 (92%) por el
"frío". Un último ejemplo, el "trigo" tuvo 8 respuestas por el "frío", 12 indeterminadas, y 30 por el
"caliente", por lo tanto la dominancia frío-caliente del "trigo" fue de 22 (44%) por lo "caliente".
Resultados generales: Los encuestados respondieron con mucha imprecisión y divagaciones, muy
pocos respondieron con seguridad.
c) ¿Escuchó alguna vez que un familiar o amigo dijera que un alimento es frío o caliente?
La absoluta mayoría aceptaron haber escuchado que un alimento es frío o caliente en la boca de
alguno de sus familiares o amigos.
Tercera de Tres parte III/III. Xoxocotla no está exento del mestizaje cultural. Un maestro del
pueblo me comentó la forma curiosa como un indígena regresó de pronto a la tienda donde algo
había olvidado comprar, entonces le dijo algo así como: oc centetl Twinky Wonder por favor, lo
que traducido al español quería decir: deme otro Twinky Wonder por favor. Es un ejemplo
simpático pero dramáticamente ilustrativo de las influencias española e inglesa en la corrupción
del náhuatl. Es imposible encontrar un pueblo náhuatl puro, a pesar de ello, Xoxocotla es un
pueblo de profundas raíces culturales nahuas y ha sabido conservar una gran parte de las mismas.
Por la edad promedio, el lugar de nacimiento, la lengua y domicilio, el grupo encuestado puede ser
considerado como representativo del la cultura tradicional del pueblo náhuatl de Xoxocotla.
De la lista de 100 alimentos, 61 resultaron ser calientes y 39 fríos. Por cada dos alimentos
calientes, hay uno frío. Hay mayor proporción de alimentos calientes en los alimentos encuestados
de origen mesoamericano, entre estos mismos, la cantidad de alimentos calientes es mayor en los
de origen tropical que en los de la tierra fría, aquí hay una mayor proporción de alimentos fríos
(particularmente entre las frutas y legumbres).
6.4. ¿Qué factores podrían determinar que un alimento sea frío o caliente?
En este caso me atreveré a especular sobre los posibles factores que podrían determinar las
cualidades frías y calientes de los alimentos. En una observación general, es probable que los
factores que el pueblo toma en consideración para determinar si un alimento es caliente o frío,
pueden ser muchos y de muy compleja interrelación, todos sin embargo, pueden ser percibidos en
mayor o menor grado a través del gusto, en este sentido lanzaría una hipótesis secundaria: "un
alimento puede tener en diversa intensidad y proporción varios factores tanto fríos como
calientes, teóricamente puede pensarse que cada factor es un vector interno con intensidad y
dirección frío-caliente, de su interrelación dinámica resulta un vector dominante que sintetiza la
cualidad del alimento.
El Clima. El clima templado o frío es favorable al desarrollo de la cualidad fría de los alimentos; el
clima tropical o cálido favorece la cualidad caliente. Cuando digo "factor favorable", no se refiere a
una característica absoluta, más bien a una "tendencia relativa" que favorece alguna de las
cualidades frío-caliente. El Chayote, manzana, pera, perón, zarzamora, tuna, nopalitos, fresa,
capulín, naranja, toronja, durazno, son alimentos que por lo general se producen en la tierra
templada o fría, sus cualidades son también frías. Por el contrario: el mango, melón, chirimoya,
mamey, y chicozapote se cultivan en las tierras cálidas tropicales, por lo tanto sus cualidades son
calientes. Es un hecho que el clima y la tierra de origen pueden darle un contenido químico y un
sabor característico a cada alimento. Aun en los alimentos de la misma especie se dan diferencias
de sabor al cambiar de lugar, de clima de cultivo; las uvas de Aguascalientes tienen su propio
sabor, las de California, Querétaro y Guerrero también, son iguales y al mismo tiempo diferentes,
los conocedores pueden identificar fácilmente el origen de la uva al gustarla, o al catar los vinos
que se producen con ellas. Lo mismo ocurre con el aguacate, aun en la misma variedad "Hass" (por
dar un ejemplo), el sabor tiene notables diferencias ya sea producido en Sinaloa, Puebla, Veracruz,
y sobre todo en Michoacán, más aun, el aguacate "Hass" de Uruapan, Michoacán y el de Puruarán,
Michoacán, cultivados apenas a unos kilómetros de distancia, tienen sabores bien característicos.
La estación del año. En la opinión tradicional, la papaya y la sandía tienden a considerarse frías a
las que se cultivan en el temporal o de lluvia, mientras que las que se producen comercialmente a
través del sistema de riego en regiones de clima muy cálido, suelen considerarse calientes, es
decir, que la estación del año en que se produce un alimento también puede ser un factor
determinante frío-caliente.
La vitaminas. Los alimentos ricos en vitamina C suelen ser fríos, mientras que los que lo son en
vitaminas A, D, K, y E, tienen la tendencia a ser calientes. Los cítricos tienden por lo tanto a ser
fríos.
Los electrolitos. Al parecer, los alimentos ricos en sodio y calcio tienden a ser calientes, los ricos en
potasio suelen clasificarse como fríos. La sal comestible, el calcio, espinacas, acelgas, queso, son
calientes; la manzana, naranja, toronja, fresa, uva, jitomate, son fríos.
Las proteínas. Los alimentos ricos en proteínas tienden a ser calientes: carne, leche, queso, leche,
etc., los de bajo contenido de son fríos.
El alcohol. Un alto contenido de alcohol es interpretado como calientes a excepción del pulque.
Contenido acuoso. Un alto contenido de agua es un factor frío: sandía, naranja, toronja, piña,
chayote, nopalitos, calabacita, lima limón, mandarina, uva, pepino, jícama y otros.
Luz-sombra. Existe la tendencia a clasificar como fríos a los alimentos que se producen a la sombra
o debajo de la tierra: patata, zanahoria, yuca, jícama. La alta exposición a los rayos solares los hace
calientes; la uva como tal es fría, mientras que la uva pasa (desecada) es caliente.
Partes del alimento. En un mismo alimento se pueden encontar diferencias internas, la corteza,
semillas, carnaza, jugo, etc., cada una tienen su propia cualidad.
Sintetizando, los factores que probablemente determinan que un alimento sea frío o caliente son:
Para determinar con exactitud los factores frío-calientes de los alimentos se requieren estudios
mucho profundos. Aquí se exponen únicamente en forma hipotética.
Sin contar con los elementos suficientes, solo se pueden dar unas ideas preliminares que pudieran
investigarse posteriormente. El sentido del gusto puede percibir las cualidades químicas de los
alimentos y por supuesto también la físicas: cada elemento y compuesto químico tienen un
espectro luminoso. El espectro luminoso es una emisión energética de la materia con diferentes
frecuencias de onda. Los espectros rojos e infrarrojos tienen una menor frecuencia de onda,
mayor amplitud y físicamente son calientes. Los violetas y ultravioletas tienen una mayor
frecuencia de onda, menor amplitud y físicamente son fríos. Entre estas dos emisiones, tenemos
otras que son en mayor o menor intensidad frías o calientes, entre el azul al amarillo y el verde.
Una hipótesis muy aventurada ¿es que la sensibilidad humana puede percibir de alguna forma la
irradiación dominante del espectro luminoso de un alimento?, no sería imposible. Quien nos dejo
la noble herencia científica de relacionar las cualidades energéticas de los alimentos Yin-Yang con
su espectro luminoso fue el médico japonés Sakurazawa Nyotti, conocido en el mundo occidental
como George Ohsawa, el divulgador de la Macrobiótica (23). Sin duda que la espectrofotometría
de loa alimentos y su relación con las concepciones tradicionales de los alimentos frío-calientes,
tienen enfrente un amplio campo de investigación.
En el campo de la Medicina Moderna, en México, la Dieta Polarizante del Doctor Demetrio Sodi
Pallares se ha utilizado con buenos resultados en el tratamiento de diversas enfermedades del
corazón, por cierto, los alimentos que recomienda son los mismos que se han empleado en las
dietas naturistas, macrobióticas y tradicionales para el tratamiento de enfermedades
cardiovasculares.
La fórmula de Gibbs y el enfoque termodinámico puede aplicarse no solo al estudio del Corazón
(27), sino también a los sistemas biológicos abiertos de diversas funciones del cuerpo humano
(28). Es de notar que la dieta polarizante tiene como base termodinámica fundamental, la relación
de los electrolitos sodio y potasio; de cierta forma, uno encuentra que la clasificación tradicional y
la Macrobiótica también les atribuye cualidades opuestas (29, 30). Al igual que las corrientes
naturistas, todas de una u otra forma recomiendan los alimentos naturales (ricos en potasio) para
el tratamiento de la hipertensión arterial, enfermedades del corazón y otros problemas de salud.
En la encuesta se encuentras datos que sugieren que la clasificación tiene bases autóctonas
relacionadas con la capacidad gustativa para percibir consciente o inconscientemente las
cualidades físico-químicas de los alimentos. La mayoría de encuestados no sabe de que forma
puede identificar a los alimentos frío-calientes aunque aceptan haber recibido información por
tradición oral de entre 20 y 30 alimentos enlistados. El resto de alimentos reconocidos de los
alimentos enlistados que fueron reconocidos, nos conduce a interpretar que la capacidad
gustativa y clasificación prehispánica se ha mantenido hasta la fecha. El común de los indígenas
siente algo frío o algo caliente en cada alimento. Un numero considerable piensa que podría
identificar un alimento desconocido como frío o caliente, sin saber en base a qué.
7. CONCLUSIONES
NOTAS Y BIBLIOGRAFÍA