Professional Documents
Culture Documents
3º EVALUATIVO PARCIAL
COMISIÓN: SERBALI
INTEGRANTES
MILANO TOMÁS
BORDATO FEDERICO
MONACO JUAN MANUEL
ANALISIS DE LA TELEVISIÓN A PARTIR DE LOS TEXTOS DE T. ADORNO Y P. BOURDIEU
Theodor Adorno (1903 – 1969) y Pierre Bourdieu (1930 – 2002) analizan desde sus
propias perspectivas a la televisión como medio de masas.
Adorno fue un integrante de la Escuela de Frankfurt, esta escuela tiene como base la
teoría de Marx y Freud, y se dedicó a estudiar el fenómeno que denominaron industria
cultural. Bourdieu fue un sociólogo, antropólogo y filósofo francés, y definió el mismo
su modelo sociológico como “constructivismo estructuralista”.
En “La televisión como ideología” (1969) Adorno analiza las producciones televisivas
para caracterizar al medio. “Para señalar como esos programas afectan a sus
espectadores, corresponde recordar el conocido concepto de multiplicidad de estratos
estéticos: el hecho de que ninguna obra de arte comunica de manera univoca y de por
si su contenido.” Destaca el grado de estandarización de toda la producción, así como
una uniformidad que se da en todos los manuscritos por él analizados.
Para Adorno sería demasiado optimista creer que la falta de riqueza estética ha sido
reemplazada por la claridad informatoria. Más bien habría que decir que esa
ambigüedad estética, o sus formas decadentes, es utilizada para sus propios fines por
los productores. Afirma que las obras presentan al espectador varios estratos
psicológicamente superpuestos, que recíprocamente se influyen, para obtener una
meta única y racional para el promotor: el acrecentamiento del conformismo del
espectador y las fortificaciones del status quo.
También destaca que se lanzan contra el espectador mensajes abiertos o encubiertos.
El mensaje oculto se encuentra en la visión que el libreto da de personas, seduciendo
al público para que también las vea del mismo modo, sin advertirlo.Se hace patente el
mensaje oculto de la pieza, en oposición al expreso. Hacia afuera, trata de
representaciones psicodinámicas; se limita a una psicología convencional, en blanco y
negro, según la cual las características de los individuos ya están dadas de una vez para
siempre y, como propiedades físicas, no se modifican sino que solo se revelan
oportunamente.
Bourdieu desarrolla el concepto de violencia simbólica de la televisión, que se
produce a través de una serie de mecanismos. “La violencia simbólica es una violencia
que se ejerce con la complicidad tácita de quienes la padecen y la practican, en la
medida en que estos no son conscientes de padecerla o practicarla.”
Una parte de la acción simbólica consiste en llamar la atención sobre unos hechos que
por su naturaleza pueden interesar a todo el mundo, de los que cabe decir que son
para todos los gustos. Se tratan de hechos que no dividen, que crean consenso, pero
que por su propia naturaleza no tocan nada importante.
El acceso a la televisión tiene como contrapartida una formidable censura, una pérdida
de autonomía que está ligada, entre otras cosas a que el tema es impuesto, a que las
condiciones de las comunicaciones son impuestas, y sobre todo a que la limitación del
tiempo impone al discurso tantos obstáculos que resulta poco probable que pueda
decirse algo.La gente se deja llevar por una forma consciente o inconsciente de
autocensura, sin que haya necesidad de recurrir al orden. Tampoco hay que olvidar las
censuras económicas. Lo que pesa sobre la televisión es la coerción económica. Pero
no debe limitarse solo a eso, como tampoco conviene olvidarlo.
Las censuras se ejercen a través de mecanismos anónimos e invisibles, y hacen que la
televisión sea un colosal instrumento de mantenimiento del orden simbólico.Cuanto
más se avanza en el análisis de un medio más obligado se ve uno a liberar a los
individuos de su responsabilidad, y cuanto mejor se entiende cómo funciona más se
comprende también que las personas que intervienen en él son tan manipuladoras
como manipuladas. Incluso manipulan más cuando más manipuladas están y más
conscientes son de estarlo.
Ademas, afirma que por su extensión, por su peso extraordinario, la televisión produce
unos efectos absolutamente inéditos. Si un medio de estas características suministra
una información para todos los gustos, sin asperezas, homogenizada, cabe imaginarse
los efectos políticos y culturales que de ellos puede resultar. Cuanto más se extiende
su difusión, más se orienta hacia los temas para todos los gustos, que no plantean
problemas.
Adorno insiste en que “es mucho más importante tomar conciencia del carácter
ideológico de la televisión, y ello no solo por parte de los que están del lado de la
producción, sino sobre todo por parte del público”.
Y Bourdieu sostiene que “se puede y debe luchar contra los índices de audiencia en
nombre de la democracia”. “La televisión gobernada por los índices de audiencia
contribuye a que pesen sobre el consumidor las imposiciones del mercado, que nada
tiene que ver con la expresión democrática de una opinión colectiva ilustrada, de una
razón pública.”
BIBLIOGRAFÍA
Pierre Bourdieu “Sobre la televisión” (1996)
Theodor Adorno “La televisión como ideología” en Intervenciones. Nueve modelos de crítica. (1969)