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René Descartes A.C. Crombie Se recuerda sobre ado a este francés extraordinario por swt invencién de la geometria analitica, pero hizo muchisimo mds. Su lagro mis notable fue la reduccién de la naturaleza a leyes matemdticas Alas “formaa” y las “cualidades” de la. A.C. CROMBIE fue profesor de ise toriayflosofia de Ia eieneia en la Uni- versidad de Osford. Entre sus libros se euentan Medieval and Early Mo dern Science y Robert Grosseteste and the Origins of Experimental Science: 41100-1700. Bs autor de namerosos lic ibros y artienlosy fue el editor inieial de British Journal for the Philosophy of Science 8 ‘Toda la fisica tedrica subsiguiente se ha planteado como objetivo la con- secucion de este ideal: ser un sistema teérico singular en el cual los més minimos detalles de las regularida- des observables fuesen reducibles a tun nuimero minimo de ecuaciones fundamentales que, a su ver, pudie- sen ser descritas en una sola pagina, Podemos afirmar que, en el siglo Xvt1, Blaise Pascal e Isaac Newton lograron evar a cabo el programa cartesiano, {que consiste en ofrecer Ia explicacion del mundo fisico en funcidn de su ‘mecanismo. En este siglo hemos sido testigos de intentos de teorias univer- sales por parte, entre otros, de Albert Einstein y Werner Heisenberg. Sin embargo, en opinion de Descartes, sus indiscutibles primeros principios —casi todos tan evidentes que bas- taba entenderlos para aceptarlos—no constitufan ol fin de la investigacién, sino su principio ‘No podomos dudar del cardeter re- volucionario ni de la influencia de las ideas tedricas y del programa de Des- cartes. La paradoja es que ésta haya sido tan profunds en personas que consideraban su enfoque esencial- mente inaceptable y que rechazaban algunos de sus presupuestos funda- mentales y de sus conclusiones espe- cificas. Christiaan Huygens, el gran matematico y astrénomo holandés, euvo padre habia sido amigo intimo de Descartes, afirmé a finales de su vida que solo podia aceptar una pequefa parte de la fisica cartesiana, oro, al mismo tiempo, reconocia que habia sido la obra Los prineipios de filosofta (Principia Philosophize] de Descartes lo que inicialmente habia abierto sus ojos a Is ciencia. Descar- tes, dijo, no sole pone de manifiestolas Timitaciones de a filosofia de los ant guos, sino que, “en sulugar, ofrece cau- sas comprensibles de todo Io que existe en la naturaleza”, Como sucle ocurrir eon frecuencia con las teorfas revolucionarias, el legado de Desear- tes no fue sélo un logro, sino también ademés una profecia y una vision, El propio Descartes se vio obligado ‘a reconocer que su ideal matematico de la ciencia, puramente deduetivo, habia fracasado ante las complejida- des de la naturaleza y los enigmas de Ja materia. Este fracaso era especial- menteevidenteen fisiolozia, el eampo cen el que se habia aventurado con ‘mayor osadia. No obstante, de su fra- ‘caso y compromiso Descartes extrajo otra contribucién parael pensamiento cientifico, en muchos aspectos tantoo mis importante que el propio pro. _grama te6rico. Forzado a reeurrira la experiencia y a las hipotesis, demos- tré ser el primer gran maestro del modelo hipotétieo. Este se ha conver- {ido en una herramienta esencial de cualquier investigacion cientifica, En sus modelos tesricos de los procesos fisiolégicns, Deseartes desplegé los iis ingeniosos ejercicios de su genio imaginative y experimental “Rene Devenrtes nae 81 daar zo de 1696 en La Haya, una pe- ‘quefia y atractiva ciudad de la Tou- raine, situada aorillas del rio Creuse, en una familia de fancionarios de In ppetite-noblesse; supadre era consejero del Parlement de Bretada, De su ‘madre, que murié un mes después de sui nacimiento, heredé “una tos seca y ‘una figonomia pélida”, que mantuvo hasta los veinte anos, ¥ ademas una fortuna que le permitié vivir con inde- pedencia economica. Y, como era un nino delicado, se daba por supuesto ue no viviria mucho tiempo. Sin em- argo, él dedies su forzosa inacti dada satisfacer una temprana pasion por el estudio. Cuando tuva 10 aos, su padre lo mandé a La Fléche, an colegio de los jesuitasrecientementeinaugurado,en Teas | donde permanecié ocha atiosy medio y en el que recibi6 una educacién exce- lente que abareaba la lézica, Ia filoso fla moral, Ia fisica y la metafisiea, la geometria cldsiea y el algebra moder- ha, asicomo una cierta familiaridad con el recientemente deseubierto telesco- pio de Galileo, En La Fléche surgen ya, de forma precoz, las earacteristi- ‘eas principales de st mente. Una vex introducido en el conocimiento de los elasicos, se onamoré de la poosia Lejos de ser un “gedmetra que sélo es un gedmetra” (ana deseripcién que, de 41, haria Pascal), Descartes escribié un ensayo de juventud, la Olympica’ En los escritos de los poetas hay sen- encias mis serias que en los de los f losofos. La razén es que los poetas las escribieron movidos por el entusiasmo y el poder de la imaginacién, En cada uno de nosotras existen, cual pederna- les, chispas de conocimiento oeultas, Los filésofos las manifiestan a través de la razén; los pootas las exteriorizan por medio de la imaginacién ‘mucho mas brillan Una de laser vas de Descartes idades mais lamati- yala vee una de las mas peligrasas, fue su fluidez mental Uno de sus companeros de colegio des- cribia asi su habilidad en las discu- siones. En primer lugar, trataba de ponerse de acuerdo con sus oponent sobre las definiciones y acerca del sig nificado de los prineipios que estaban dispuestos a aceptar, y después cons: truia con ellos una argumentacién deductiva singular que era muy di cil de rebatir. En La Flache adquiris, ademés, un habite que perduraria durante toda eu vida. Se le eximié de ciertas obligaciones y se le permitia quedarse en cama hasta mas tarde de lo que era habitual entre sus compa fheros. Asi eneantré la posibilidad de dedicarse mas plenamente a su incli nacién natural, el pensamiento eon centrado y solitario. esse cxmplis tos veinte aos, una vez graduado en leyes por la Universidad de Poitiers, Descartes fue a Paris. Alli se convirtié en un joven elogante y desocupado. No abs- tante, sus pensamientos pronto vol- vieron a preocuparse por las matemé- ticas y Ia Filosofia, Se vio animado por sus amigos, entre los que cabe destacar el padre minimo Marin Mersenne, al que habja conocido en La Fleche. Mersenne era, a su ver, un matemé tico competente y un hiibil experi mentador. Su eelda del convents sito cen la Place Royale servia de lugar de reunion delossavants, eonvirtiéndose sien un antecedente de la Academia de Ciencias [de Paris), fandada mas adelanteen el mismo siglo. Mer ademds, logré mantener una amplia correspondencia, de la que sélo se ha publicado una parte, y de esta forma fue el centro de informacion eientifiea en una época en la que las revistas cientifieas todavia no existian. Tra. dujo ademas los Dialogi ¥ los Discorst de Galileo al franeés, el primero en 1634, un ano después de la condena de Galileo. Hasta el final de su vida, Mersenne fue el mejor amigo de De: cartes, y cuando, en 16 propia, Descartes dejo Francia para siempre, Mersenne, desde Paris, le mantuvo constantemente informado de las novedades cientificas n 1618, Descartes se alist en el ejército del principe Maurice de Nassau (posteriormente principe de Orange) como caballero voluntario, Fue enviado ala guarnicién de Breda, tn Holanda, en donde en aque! momen to habia una tregua entre las fuerzas franeoholandesas y las espanolas, bajo cuyo dominio se hallaban some- por decision tidos los Paises Bajos. En ese perfodo sus intereses fueron los que corres. ponden a un oficial del ejéreito: Ia balistiea, la actistiea, la perspectiva, Ja ingenieria militar y la navegacién. Un dia —el 10 de noviembre de 1618— se encontré con un grupo de gente arremolinada ante un eartel que se hallaba expuesto en lacalle. Estaba escrito on flamenco y Deseartes, diri giendose a una de las personas del grupo, le pidié que se Io tradujera al Tatin o al francés, Eleartel era un de- safio que instaba a los que lo lefan a resolver el problema matemético que en él se proponia. La persona a la que Descartes ee divigid para que selotra dujera era Isaac Beckman, uno delos mmatemitieos mas eminentes del pats. Descartes resolvié el problema y pre senté su solucién x Beeckman, quien reconocié al instante su genio mate mutico y se propuso reavivar el inte rés del joven por los problemas mate maticos. Durante aquel invierno Beckman le propuso a Deseartes que encontrase 1a ley matemaitica que rige 1, RETRATO DE DESCARTES POR FRANS HALS 10s campos en los que trabajé se cuentan la Fisiologia, In ps jeran el padre de la filosolia mod ‘astromomia. Muchos le cons Siondo tutor de Is reina de Suecia, ologia, la optiea y ria, Muri en 1650 la aceleracisn de los cuerpos que caen. Ninguno de ellos sabia que Galileo habia resuelto ya dicho problema. Su solucién aparecié en su obra Dialogi de 1632, Descartes establecis diversas soluciones, basadas en hipétesis dife- rentos. El hecho de que ninguna de ellas fuese acorde con el modo como eaen realmente los euerpos nolle preo- cupé en absoluto. Por aquel entances Descartes atin no habia aprendido conjugar el andlisis matematicocon a experimentacién, Debemos al diario de Beeckman, descubierto en 1905, el haber arrojado luz sobre este periodo de la vida de Descartes, Fue un periodo de auto- Aeseubrimiento; la mente del joven pasaba con gran celeridad de unas cuestiones a otras. Fue precisamente en esta época cuando Descartes dio con Ia pista del método con el que iba a intentar unificar el conocimienta humanoen base aun conjunto central do premisas 1.26 de marzo de 1619 Descartes informé a Beeckman “acerea de luna cieneia, enteramente nueva, que eibaa permitir resolver todos los pro- blemas que se pueden proponer acerca de cualquier clase de cantidades, con- tinuas o discontinuas, cada una de acuerdo con su naturaleza..., de forma que, en geometria, casi nada queda ria ya por descubrit”, De esta manera Descartes anunciaba el descubri- mionto de Ia geometria analitica o. como lo deseribiria Voltaire, “del métado que permite asignar ecuacio- nes algebraicas a las curvas’, En el siglo XIV Nicole Oresme, compatricta de Descartes, hizo una ligera con- tribucion a esta idea. En el siglo xv, Pierre de Fermat, eontemporaneo de Descartes, habia hecho el mismo des- cubrimiento de forma completamente independiente, peronolollevé adelan- te. Sin embargo, Deseartes no publi- caria su descubrimiento hasta el ano 1637 cuando, en su ensayo Géométrie ineluy6 una exposicion de los prinei- pios y de algunas de sus aplicaciones. Este texto nos ofrece la demostracion que da Descartes de que las secciones conicas de Apolonio se hallan todas contenidas en ua tinico conjunto de ecuaciones cuadraticas, y, con ello, Descartes pone de manifiesto el care: ter general de su descubrimiento, Poro, dado que las secciones ednicas ineluyen a las eircunferencias de los antiguos astrénomos, las elipses de Johannes Kepler y la parabola utili ‘ada por Galileo para describir la tra- yectoria de un proyectil, es claro que, ‘con esta primera invencion, Descar” tos facilitaba a los fisicos una pode- rosa herramienta. Sin dicha herra- rmienta incluso Newton se habria visto severamente limitado. Exactamente un ano despuésde su encuentro con Beckman, Descartes tuvo.una famosa experiencia, quiza la iis importante desu vida, induda, la mas dramstica. Se habia alistado on ol ejército del dugue de Baviera, otro de los aliados de Francia en la Guerra de los Treinta Anos, ¥ se hrallabaen los cuarteles de inviernoen un remoto lugar aorllas del Danubio. E] dia 10 de noviembre, abstraido en sus pensamientos, se encontré eom- pletamente solo en la famosa poele Giteralmente “estufa”, pero que, de hhecho, signifieaba habitacion caldea- da). Brel transcurso de aquel dia hhabia tomado importantisimas deci siones. En primer lugar, decidié que debia dudarmetédicamente de todo lo aque sabia acerca de la fisiea y de los restantes conocimientos organizados, ¥ que debia encontrar ciertos puntos departidaevidentesensimismos que le permitiesen reconstruir todas las ciencias. En segundo lugar, deeidio que, de la misma forma que una obra de arte 0 de arquitectura perfecta es siempre el producto de una eola mano maestea, ast él debia llevar acaho, por si solo, sv programa. Aquella noche, seguin su bidgrafo del siglo xvit Advien Baillet, Desear- tes tuvo tres suefos. Ein el primero se hallaba en una ealle barrida por un viento muy intenso. Se veia eomple- tamente incapaz de mantener el equi librio a causa de la debilidad de su pierna derecha, pero los companeros 4que se hallaban unto éllo sostenian firmemente. Descartes desperts y se durmio de nuevo. Entonces le des- perts el estruendo de un trueno que habia llenado Ja habitacién de chis- pas;era también un sue. Se durmié do nuevo y sofé que encontraba un diccionario, encima de su mesa, E tonces, en otro libro, su vista “tropezs con Ins palabras Quid vitae seetabor iter? [Qué clase de vida debo sequir?] Y,alavez, se presenté un hombre, que Ie era deseonocido, con unos versos ‘que empezaban con las palabras Est 1 non, que le recomends encaree mente”. Descartes reconocio en estas palabras la primera linea de dos poe- mas de Ausonius. Incluso antes de despertarse definitivamente, Des cartes habia empezado ya a interpre- tar el primer suede como una adver- tencia hacia los errores pasados, el segunda como el descenso del espiritu de la verdad para tomar posesién de 41, y el tercero como indicdndole que se le abrian los tesoros de todas las ciencias y el camino del conocimiento verdadero. No obstante, este inci- dente puede haber sido elaborado por el propio Baillet como un elemento retorico que simbolizase la certeza que Descartes tenia en la validez de su forma de aproximarse al conoci- miento verdadero, Siguid como mercenario hasta 1622, halldndose presente en la bata- lla de Praga y en los asedios de Pressburg y Neuhausel. Después, durante algunos afios, se dedies a via- Jar, recorriendo Europa desde Polonia 1 Italia, En 1625 regresé finalmente Paris. Aqui volvi6 a entrar en con- tacto con el cfroulu de Mersenne, tra- bajo en su “matemética universal” y se embareé en especulacianes sobre gran cantidad de cuestiones diversas gue iban de ln psicologia moral a la prolongacién de la vida. Al igual que 2 sus ociosos contemporaneos, el torbellino de la vida social, la musica, Jas lecturas frivolas, y el juego le dis- traian de tales cometides, Su padre legé a expresar la opinion de que “no valfa para nada, salva para aciealarse” jue entonces cuando ocurrié un su- eso que cambio su mision en Ia vida. Se hallaba presente, junto con un elegante e impresionante audito- rio, incluidos su amigo Mersenne y el influyente cardenal De Bérulle, en tuna reunién en la mansiGn del nuncia papal, para escuchar cémo un tal Chandoux exponia su “nueva filoso- fia”, Descartes fue el unico de los asis- tentes que no aplaudié. Instado a dar su opinion, hablo extensamente, de- mostrando eémo era posible para un hombre inteligente establecer un razonamiento aparentemente con- yincente de una proposicién y tam- bien de su contraria, mostrando ade- mais que, utilizando lo que él llamaba su “método natural”, incluso los pen- sadores mediocres podian establecer principios cuyo fundamento se halla- ba enraizado en la verdad, Sus oyentes quedaron aténitos. Cuando, unos dias mis tarde, Descartes visito a Berulle, eleardenal leenearys que dedicara su vida a conseguir que su metodo fuese plicable a la filosofia y a “la med: nica y la medicina’” En octubre de 1628, Descartes par- tighacia Holanda, en donde permane- cig el resto de su vida, salvo tres bre- ves visitas a Francia y su viaje @ Estocolma en 1649, el ultimo que rea- lizaria, Evité la compania de todo el mundo salvo la de sus amigos y discs pulos, y dedics su tiempo & Is aplica- cidn de sus principios ala filosofia, la ‘Teast

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