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GIORGIO Vasari vend, sobre todo en lo relative a ta erudicton y Jos rudimentos lite ‘arios, de lox que habria sacado un gran provecho si no hubiese si wey OBIE ¢inestable. Porque se ponia a estudiar muchas cosas, yung He lus habfa empezado, ls abandonata, En los pocos meses que de dic tomar lecciones de aco, hizo tantos progresos que, por melip, eas continuas dudas y problemas que suscitaba en el maesito que Ie ensefaba, a menudo To confundia, EstudiG también misica, enseguida aprendis 3 tocar Ia lira y, como alguien que ha recibido de la naturale. tu elevadisime y leno de elegancia, muy pronto fue capaz Ge improvisar cantos divinamente. Aunque se dedicabu a varias cosan ‘munca dej6 de dibujar y hacer relieves, actividades que nutrfan su fan. tasin més que cualquier otra. Cuando Ser Piero se dio cuenta de esto, Conscicate de la superioridad de su ingenio, tomé algunos de sus di, Dajos y $¢ los Hev6 a su gran amigo Andrea del Vertocchio ,y le 4o- £86 encarecidamente que le dijera si Ie parecia que Leonardo podria lo. Consagraba al dibujo. Andrea se asombré al ver los enor= Imes inicios de Leonardo y tranguilizé a Piero aconsejandole que lo imstruyera, Se puso de acuerdo con Leonardo para que fuera al tallor de Anirea, cosa que hizo con gran satisfaccidn, Y no ejercité s6lo una DrofesiGn, sino todas aquellas en las que interventa el diserio, Tenfa una inteligencia tan divina y maravillosa y era tan buen geémetra, que no foto actic6 la escultura y a arquitectra, sino que quiso que si pro- fesién fuese la pintura, La naturaleza de los actos de Leonardo mans festaba tanto talento, que sus razonamientos hacian eallar «los docton, ra despierto y agudo, y con un perfecto arte de la persuasion mostra ba la complejidad de su ingenio, pues con célculos numéricos movi raulatas, levantaba pesos y entre otras cosas demestraba que Se po- (fia alzarel templo de San Juan en Florencia y meter debajo escaleras, Sin destino, y tos persuadta con tan grandes razones que parecin po. sible, aunque todos, cuando se habfa ido, constataban por si mismox la imposibilidad de tamafias empresas. Y era tan agradable su conversa, Giém. que se atrafa el dnimo de las gentes. Aunque no tena nada y no Tabaitba mucho, siempre mantuvo sirvientes y eaballos, que le gusta. ban especialmente, y muchos ottos animales a los que mantenfay do iesticaba con gran amor y paciencia. Lo demuestra el hecho de que a menudo, cuando pasaba por lugares donde se vendian pajatos, los sa. ‘caba con sus propias manos de la jaula y, pagindoles a los vendledores * Vease «Vida de Vertocehion. LAS VIDAS 311 el preslaque ee pilosa vol rely bead IG donde dirig ida. Quiso la Naturaleza favorecerlo tanto que, al e i ee su cerebro y su dnimo mostraban tanta divinidad, que no tuyo rival alguno en perfeceidn, buena disposicién, vivacidad, lad, bell a RE de teeta Slee erpeaten eae t . jiadir nada ninguna, porque le parecia que la mano no podia aria ‘i metec ig iescie a Ge lesoa ecceeea ‘deaba con la mente dificultades tan maravillosas que con las manos, por muy diestras que fueran, no las podrfa haber expresado jams. Fueron tantas sus divagaciones que filosofando sobre la naturaleza ue 1 movimiento del tender la propiedad de las hierbas, observabu el Sua aese Ela y la trayectoria del Sol. Llegé a tener td . i aproximaba a ninguna religién, concepeiones tan heréticas, que no se ap Pies ume inle ered Alef ioc oo er En su juventud estudid arte, gracias a su tio Ser Piero, con Andrea del Verrocchio, Este estaba haciendo una tabla con un San Juan bauti- zando a Cristo en la que Leonardo pint6 un éngel con algunos ropa- Jes®; y, aunque era jovencito, lo ejecuts de tal mado que resultaba mu- cho mejor quc las figures de Andrea. Esta fue la razén por la que aS 10 quiso Volver a tocar los pinceles, indignado porque un mucha- ues mas que él, Se le enearg6 un cartén para un tapiz de oro y se¥a que iba a set tejido en Flandes, y enviado al rey de Portugal, con la represeniacién de Adin y Eva cuando pecan en el Paraiso terrestre: Leonardo pint6 un prado de infinitas hierbas con algunos animales, en laroscuro iluminado de albayalde, euya diligencia y verosimilitud (se ede realmente asegurar) no pueden ser igualados por talento alguno. En é! habfa una higuera, con los escorzas de las hojas y las vistas de Jasramas ejecutads con tanto amor, que el ingenio se desvaneve al pen- sareémo un hombre puede ener ana pacienca, Tambien haba una Fal mera con los efrculos del tronco trabajados con un arte tan grande y ‘maravilloso que s6lo la paciencia y el ingenio de Leonardo lo hubie- ran podido lograr. Esta obra al final no se hizo: el eartén esta hoy en Florencia en la feliz casa del Magnifico Ottaviano de Médicis, al que se lo dio, no hace mucho, el tfo de Leonardo, Se cuenta que Ser Piero da Vinci, tio de Leonardo, en su villa de campo, lo v > ease «Vida de Verrocchio», * Hoy pertido, 312 GIORGIO VaSARI de sus campesinos, que habia hecho con sus preopias manos una rode- | partir de un tronco cortado de una higuera cque habia en el predi para pedirle que se la hiciera pintar en Florencisa. Ser Piero acept6 en. Cantado, porque el campesino era muy dtl en eauzar péjarosy en la pes ea, y servia muy bien a Ser Piero en estos meneesteres, Hizo que se la Hevaran a Florencia y, sin decirle a Leonardo quiign era su ducio, le pi 4416 que pintara algo en ella, Un dfa Leonardo lax tomd en sus manos y ‘Viendo que estaba torcida, mal trabajada y tosca, la endere76 con fue- 20 Y se la dioa.un tornero que transformé su toxquedad en un acaba- do uniforme y delicado. Y, tras enyesarla y prepparia a su manera, ems ez6 a pensar en lo que se podria pintar en ella con el fin de que asus tara a quien a tuviera dekante, de que produjera los mismos efecios que Ia cabeza de Medusa, Con este objetivo, Leonaraio llev6 a una sala st Ys, en la que solo entraba él, lagartijas, lagartens, grillos, serpientes, ariposas, langostas, lechuzas y otras especies exctralas de animales se. ‘mejantes: de esta multitud, adecuadamente combyinada, extrajo un ani- imalote muy horrible y espantoso, que envenenalba con el halito y ex- halaba aire de fuego. Y lo represents saliendo de una piedra oscura y ‘despedazada, exhalando veneno de la garganta abiderta, Fuego de los ojos y humo de ta nariz, de una forma tan extrafia quie parecia elgo mons- truoso y horrible. Y aunque suftié mucho haciémdola, porque la sala estaba Hlena de los efluvios demasiado cnieles dle los animales mucr- tos. Leonardo ni siquiera los notaba, debido al grran amor que Te tenfa allarte. Cuando acabo esta obra y como no la recliamaban ya ni el cam= Pesino ni el tio, Leonardo le dijo a éste que para ‘su comodidad encar= fara que fueran a buscarla, pues, en lo concernicente a él, ya la habia dado por acabada, Una manana que Ser Piero fue a la estancia a bus- Car la rodela Hamié a la puerta, Leonardo le abrii6, y le pidlic que es Perara un momento; entré en la sala y colocé la rrodela cerca de la hz. sobre un caballete y preparé la ventana para que recibiera una luz des- lumbrante, luego lo hizo pasar para que la viera, Nada més verla, ser Piero se estremeci6, no creyendo que ésa fuera lat rodela, ni tampoco luna pintura lo que vefa represeniado en ella. ¥,euzando ya volvia sobre Sus pasos, Leonardo lo sujet6, diciendo: «Esta otora sirve para lo que ha sido hechat asi pues, tomadla y levdosla, que ste es el fin que se espera de Is obra.» Ser Piero le parecié algo ms que milagroso, y alabé mucho el original discurso de Leonardo; desipués le compra unt ‘mercader otra rodela pintada con un cors7én traspasado por una saeta ¥ se la dio al campesino, que le estuvo agradecide por el resto de sus dias. Y vendié Ia de Leonardo seeretamente en Florencia por cien du- LAS VIDAS 313, ccados a unos mercaderes. Y poco después leg a manos de Frances- co, Duque de Milin?, al que estos mercaderes se Ia vendieron por tres- cientos ducados. Después, Leonardo pint6 una Virgen en un cuadro, muy excelente, que tuvo en si poder el papa Clemente VIL Y, entre otras cosas que en €L pints, represents un jaro de agua con algunas flores dentro, en el que aparte de su maravilloso realismo', habia imitado las gotas del agua sobre el cristal de tal modo que parecian mas reales que la propia rea- lidad ’, Para su gran amigo Antonio Segni dibujé sobre un papel un Neptuno, con diseio tan diligente que parecia que estabs completa riente vivo, Se yeia el mar reyuelto y su carro tirado por caballos ma. rinos, con las quimeras, las orcas y algunas cabezas de dioses marinos hermosisimas. Su hijo Fabio le dio este dibujo a Giovanni Gaddi, con este epigrama: PINXIT VIRGILIUS NEPTUNUM, PINXIT HOMERUS DUM MARIS UNDISONI PER YADA FLECIIT EQUOS. MENTE QUIDEM YATES ILLUM CONSPEXTT VITEROUE VINCIUS AST OCULIS, IUREQVE VINCIT EOS”. Con gm reputaci, fae concede Leonardo a Mildn antl du jue Francesco, al que le gustaba mucho cl sonido de la lira para que {beast y Leonard lev sonsigo el instrument que €l msm habia fabricado en gran parte en plata para que la armonfa tuviese mayor timbre y una voz més sonora. Y con esto supers alos denis masicos ‘que concursaban en recitales; ademas fue el mejor recitador de rimas improvisadas de su tiempo. Cuzndo el duque escuch6 los admirables razonamientos de Leonardo, se prend6 de sus virtudes de una forma in- crefble. ¥ le rog6 que pintara una tabla de altar con una Natividad, que «el duque envié al emperador'®, En Milén pints también una Ultima Ce- e+ 4 Gian Galeazz, De hecho, en ln eden gianna mo apa * Se refiere, seguramet cele 15a pees ob ean cera cla in rai et 2 ecincsom pre omic cad re rir re wig ie Sn Nan prety rn mi ce pees ete Seen ero ey Tec mos nnacsnca or aca cen W Quizd la Virgen de las rocas, del Louvre, 314 GIORGIO VASARI naen San Domenico y Santa Maria delle Grazie '!, obra bellisimay mae ravillosa, y otorgé tanta majestad y belleva a Tas cabezas de los apés- toles, que dejé inacabada la de Cristo, pues se sinti i garle esa divinidad celestial que requiere la imagen de Cri 2 to. Este obra inacabada ha obtenido 1a constante vencraciGn de milaneses Y extran- Jeros, ya que Leonardo imaginé y logré expresar Ia sospecha de Apfvoles sobre quién seria el aidor desu mucsf, En tedos sts Tog) {os se aprecia el amor, el temor y el desdén, o bien el dolor por la im. lidad de comprender las intenciones de Cristo, No causa menor la el reeonocimiento, por el contrario, de la obstinacién, el odio y la traicion de Judas, como tampoco se hi dejado de mostrar en las mds minimas partes de la obra una inereible diligencia, Incluso en ef ‘mantel se hat representado el tejido de una manera que el propio lino no es capaz de mostrar mejor lo real. Lanobleza de esta pintura, ya sea porsu composicisn, ya porque jesus con un dlgencia compute. ho nacet nel Rey ce Francia "el deseo de trasladarla a su reino, lo que intent6 por todas las vias posibles, como si fuera arquitecto, para que mediante estructuras dde madera ¢ hierro, la pudiesen armar de forma que Ilegara sana y sal- va, sin reparar en los gastos que tuviera que hacer, tanto la deseaba, Pe- ro, como se habfa hecho sobre una pared, Su Majestad tuvo que que arse con el deseo, y la obra permanecié con los milaneses. Mientras estaba ejecutande esta obra, Ie propuso al dugue hacer un caballo de bbronce de dimensiones extraordinarias con la imagen del duque y pa- ra su memoria. Y tan grande lo ide6, que nunca sc pudo hacer. Y se ‘eree que, como en otras cosas, lo empez6 para no acabarlo, De enor me tamafio, lo queria fundir en una sola pieza, y lo empezd, a pesar de Jas dificultades que entrafarfa acabarlo. Cuando el rey de Francia lle- 126.4 Mikin le pidio a Leonardo que hiciera algo extrafio, Este hizo un le6n al que, tras dar bastantes pasos, se le abrié el pecho, que estaba leno de flores de lis. En Milin tomé como discipulo al milanés Salat, elegante en gracia y belleza, con una bella cabellera rizada y ensorti- Jada, que le gustaba mucho a Leonardo; y le enseié muchas cosas de aire; en Mildn bay algunas obras que se ie atribuyen, con retoques de Leonardo, Probablememte pintado ensie 1495 y 1497 © Las X11 (1462-1514), rey de Francia a la muerte de Carlos Vill en 1498, Fue ‘dueno del Ducado de Milén desde 1512 hasta la demoia en Novara frenve a lis tropes de la liga promovida por el papa Julio Tl LAS VIDAS 315 \olvié a Florencia, donde se encontré con que los monjes de Servi habian encargado a Filippino las obras de Ia tabla del altar mayor de ta Nunziata, Leonardo dijo que é habria hecho con gusto semejante obra, ‘Al enterarse Filippino, como persona gentil que ora, abandoné las obras. Y los frailes se la evaron a Leonardo a su cast para que la pintara, re- uibuyéndole a él y a toda su familia, Le dedieé mucho tiempo, pero no lleg6 a empezar nada. En ese mismo soporte hizo un cartén con una Virgen y una Santa Ana con Cristo '*, que no s6lo provocé el asombro de todos los artistas, sino que, una vez acabada, estuvo expuesta du- rante dos dias en su sala donde iban a verla hombres y mujeres, jove- rnes y viejos, como quien acude a las fiestas solemnes, para contempkar las maravillas de Leonardo, que asombraron a todo el pueblo porque cen el rostro de esa Vingen se vefa todo lo sencillo y bello que con sen- cillez y belleza puede dotar de gracia a la macire de Cristo. Quiso mos- {rar esa modestia y humildad propias de una Virgen contenta y alegre de ver Ia belleza de su hijo, al que sostiene tiemnamente en su rezazo. ‘Al mismo tiempo, con honesta mirada hacia abajo reconoce al San Juan muchachito que juguetea con un cordero, no sin Ta sonrisa de una Santa Ama que, lena de felicidad, ve a su progenie terrena convertida cen celestial. Consideraciones verdadcramente dignas del intelecto y del ingenio de Leonardo, Retrat6 a Ginevra de Americo Benei , obra muy hermosa; y abandoné el trabajo de los monjes, quienes se lo devolvi ron a Filippino, que no fo pudo acabar porque le sobrevino la muerte, Hizo para Francesco del Giocondo el retrato de su mujer Mona Lisa? y, a pesur de dedicarle los esfuerzos de cuatro afios, lo dejé inacabado. Esta obra la tiene hoy el rey Francisco de Francia en Fontainebleau. To- do aquel que quisiera ver en qué medida puede el arte imitar a la na- turaleza lo podia comprender en su cabeza, porque en ellt se hab representado todos los detalles que se pueden pintar con sutileza. Los ojos tenfan ese brillo y ese lustre que se pueden ver en los reales, y a su alrededor habia es0s rosiceos lividos y los pelos que no se pueden realizar sin una gran sutileza. Fn Tas cejas se apreciaba el modo en que Jos pelos surgen de la carne, ms 0 menos abundantes y, girados segiin los poros de Ia earme, no podian ser més reales. La nariz, con todas esas perturas rosiceas y tiemas, parecia de verdad. La boca, con toda la ex- tension de su hendidura unida por el rojo de la bocs y la enearmacién "2 earton se encuentra en la Royal Academy de Lonires. National Gallery de Wash 1 La eslebérrima Giaconda en el Museo del Louvre. 316 GIORGIO VASA} del rostro, no parecfa color sino carne real. En la fuente de le gargan~ 1a, si se miraba con atencién, se veia latir el pulso: y en verdad se pue de decir que fue pintada de una forma que hace estremecerse y atemo- riza a cualquier artista valioso. Mona Lisa era muy hermosa; mientras la retrataba, tenfa gente cantando o tocando, y bufones que la hacian, estar alegre, para rehuir esa melancolia que se suele dar en te pintura de retratos. Tenia un gesto tan agradable, que resultaba, al verlo, algo mis divino que humano, y se consideraba una obra maravillosa por no ser distinta la realidad, Habia aumentado tanto la celebridad de este divino artista, gracias a la excelencia de sus obras, que todos aquellos que amaban ¢! arte, es inés, a propia ciudad entera, deseaba que hiciese alguna obra en su me- moria. Y se hablaba por todas partes de encargarle alguna obra grande Y notable, donde lo pUblico pudicra verse omado y honrado por el gran ingenio, la gracia y el juicio " apreciables en las obras de Leonardo. ¥ entre 10s gonfalonieros y los ciudadanos notables se decidié que pinta ‘2 alguna bella obra en la gran sala de Consejo, que acababa de reha- cerse. Piero Soverini, el entonces gonfalonier de Justicia, le encargé la sala. Leonardo deseaba ejecutarla y empez6 un cartén en la sala de! pe pa. ubieada en Santa Maria Noveila, con la historia de Niccolo Picci- sino ”, capitén del duque Filippo de Milén, en el que dibujé un grupo de caballos que combaten por un estandarte, abra tenida por excelente y de gran maesiria debido a las admirables consideraciones que tuvo €n cuenta al representur esta fuga. En ella se reconocen la rabia, el dese én y la venganza tanto en los hombres como en los caballos; entre ellos hhay dos que, enredados por las patas delanteras, muestran tanta ven= ‘ganze con los dientes como los hombres que los cabalgan en combate por dicha bandera; un soldado la apresa con las manos, mientras que Con Is fuerza de sus hombros pone al caballo en fuga, con su cuerpo vuelto, aferrado al asta del estandarte, para tratar de arrancarlo a la fuerza de las manos de otros cuatro; dos de ellos lo defienden cada uno con una mano y tienen Ia otra en el aire, intentando cortar el asta con Jas espadas; mientras, un soldado viejo con un gorro rojo, gritando, tie " Véase nora 22 en «Vida de Uscellos, Este persomaje,comandante de las tropas milaneses de Filippo Maria Viscont fixe derroado por florentines en Anghian. El fresco representaba la Balla don. ‘sitar y consiutria la decoracion de Is Sala Mayor del Consejo, junto ata Rarula de ‘Cascina de Miguel Angel, Tanto los cartones como el propio fresco se desirvyecon y peeicron, LAS VIDAS 317 ne en unt mano el asta, y en la otra un alfanje y amenaza furioso con cortar las manos de los que, con toda su fuerza y apretando los dien= tes, procuran en actitud fiera defender su bandera, En el suelo, entre las patas de los caballos, hay das figuras en escorzo que estin comba- ticndo, Uno de elles, sobre el suelo, tiene encima un soldacto que le~ vanta el brazo cuanto puede para clavarle con toda su fuerza el pufal en la gargania, y quitarle asi la vida, mientras que el otto, forcejeando con piernas y brazes, hace todo lo posible para no morit. Es indeserip- tible el dibujo con el que Leonardo hizo los ropajes de los soldados, con una inmensa variedad; asi como las cimeras y el resto de tos alor- nos, sin contar con la increfble maestria que most en las formas y li rneamentos'® de los caballos, cuya bravura, miisculos y elegante belk za consiguié hacer mejor que ningun otro maestro. Dibujé su anatomia mediante escorzos, asf como la de los hombres, reconduciéadolos a lt auténtica luz moderna, Se dice que para dibujer este cartén construyo tun mecanismo muy ingenioso, que se levantaba al acortarlo y bajaba al alargarlo. Crey6 poder colorear la pared al deo, por lo que compu- so una mezcla tan espesa para encolar la pared, que, mientras seguia Pintando en esa sala, empez6 1 chorrear, de tal manera que en poco tiempo tuyo que abandonar la obra. Leonardo tenfa un gran espiritu y ra generoso en todas sus actos. Se cuenta que una vez que iba al ban- co par la asignacién que le hacfa mensualmente Peso Soderin, el ca- jero le quiso entregar unos cartuchos de quattrini " que él no quiso aaceplar,respondiendo: «Yo no soy pintor de cuatro cuartos.» Se le acu- s6 de estafa y Pietro Soderini murmurs contra él. Leonardo reunié el dinero por medio de sus amigos y s¢ lo quiso restituira Pictro, pero és- ‘no Jo quiso aceptar. . Fue ce aa duque Juliano de Médicis *° para el nombra micato del papa Leén, que apreciaba los temas filoséficos, y sobre to- do, la alquimia; por lo que, formando una pasta de cera, mientras iba caminando, hacia animales muy ligeros Ilenos de viento, 1 los que ha- fa yolar por los aires soplindoles; pero, cuando cesaba el viento, cafan al suelo, A un lagarto muy extrao que habfa encontrado el jardine- +0 del Relvedere le pegé las escamas que les habia arrancado a otros * Vea neta 23.¢n aida de Cimsbue» ' Quattrino, moneda de cobre o pata de cuatro dentins, comin en Roma y Tos- Extuvo en Roma a las Srdenes de Juliano, hermano del papa Leén X.entre 1513 y 1516 318 GIORGIO VASARI lagartos, y le puso alas con una mezcla de mercurio que temblaban por el movimiento del animal al caminar. Le hizo ojos, cuemos y barbas, lo domestics y lo tenfa en una eaja, y todos los amigos a los que se To ensefiaba, hufan de espanto, Solfa hacer desengrasar y purgar las en trafas de un capon, y las haefa tan finas que cabfan en una mano. En otra estancia tenia un par de fuelles de herrero, con los que inflaba las mencionadas tripas, llenando toda la estaicia, que era muy grande, de {al forma que los presentes tenian que arrinconarse. y cuando mostra ba e6mo, transparentes y lenas de aire, pasaban de ocupar tan poco es pacio al principio a ocupar tanto después, las comparaba con las virtu- des, Hizo muchas locuras de este tipo y estudié las espejos: y ensayo rarisimas mezelas de 6leos para pintar, y barnices para conservar las obras hechas. Se dice que cl papa le encarg6 una obra, ¢ inmediae tamente empez6 a destilar 6le0s ¢ hierbas para hacer el bamiz. Por lo que el papa Ledn dijo: «Ay de mi, éste no sirve para hacer nada, pues empieza por pensar en el final antes que en el principio de ta obra.» Habfa un enorme desprecio mutuo entre Miguel Angel Buonacrrotiy él Debido a esta competencia Miguel Angel partié de Florencia, con el permiso del duque Juliano, llamado por el papa para la fachada de San Lorenzo. Al enterarse, Leonardo partié rumbo a Francia, donde el rey, Aue tenia obras suyas y lo querfa mucho, deseabs que colorease el car- 6n de la Santa Ana”, Pero él, segiin su costumbre, lo mantuvo por mu cho tiempo en meras palabras. Cuando lieg6 a la vejez, estuvo muchos meses enfermo; y al ver corcana la muerte, disputando de asuntos ca- {Glicos, volvio al buen camino y se. convirtio a la fe cristiana en medio de un gran Ianto. Se confes6 y se arrepintié, si bien no podia mante- nerse en pie; sostenido por les brazos de sus amigos y criados, quiso tomar el santisimo sacramento fuera del techo. Lleg6 el rey, que lo vi- sitaba a menudo con mucho earifio. Senténdose en el lecho reverente- mente, le relaté sus males y los hechos en los que mostraba cudinto ha- bbfa ofendido a Dios y a los hombres en el mundo, por no haber obra- do en cl arte como era debido. Entonces le sobrevino un paroxismo mensajero de la muerte, El rey se levanté y le toms la cabeza para ayu- darlo y hacer que se le aligerase ef mal; su espiritu, que era muy div ‘no, reconociendo que no podia tener mayor honor, expiré en brazos del rey, a In edad de setenta y cinco afios”, La pérdida de Leonardo cau- 56 un exiraondinario dolor @ todos los que lo habian conocido, porque 21 En el Museo del Louvre. * Aunque Francisco Ile tenfa un gran aprecio, esta anéedots parece poco protable LAS VIDAS 319 hunca hubo una persona que honrara tanto la pintura. Con el esplendor de su aspecto, que era bellisimo, sereniaba todo espititu triste, y con sus palabras trestoraba toda intenci6n obstinada, Con sus fuerzas, retenia toda furia violenta; con fa mano derecha era capaz de torcer el hicrro de una aldaba y la herradura de un caballo, como si fuesen de plomo. Con su generosidad recogia y albergaba a cualquier umigo pobre 0 ri- co, siempre que tuviera algtin ingenio o virtua. i (Omnaba y honraba con todas sus acciones cualquier estancia des- hhonrosa 0 desnuda, por lo que Florencia recibié un gran don cuando nacié Leonardo, y sti muerte supuso una mas gue infinita pérdida, En el are de la pintura afiadié a Ja manera de colorear el dleo una cierta ‘oscuridad, gracias la cual los modemos han concedido fuerza y re- lieve asus figuras, Y, en laestatuaria, ensayo en las tes figuras de bron- ‘ce que estén sobre fa puerta de San Giovanni en la parte de tramonta- hechas por Giovan Francesco Rustici, pero concebidas bajo el con- sejo de Leonardo, que son el mas bello vaciado en diseno y perfeccién que se ha visto hasta la actualidad. Le debemos el eonocimiento de la anatomifa de los caballos y la de los hombres, bastante més perfecta. Debido a todos estes aspectos tan divinos, y a pesar de que obrara mas con las palabras que con los hechos, su nombre y fama no se spagarén ya nunca, Por eso su cpitafio rezat VINCE COSTUL PUR SOLO ‘TUTTE ALTRI; E VINCE FIDIA, E VINCI APELLE, E‘TUTTO IL LOR VITTORIOSO STUOLO™. Y auin otro, para en verdad honrarlo, dice: LEONARDUS VINCIUS. QUOD PLURA? IVINUM INGENIUM, DIVINA MANUS, [MORE IN SINU REGIO MEVERE. VIRTLS ER FORTUNA HOC MONUMENTUM. CCONTINGERE GRUISS(IMIS) IMPENSIS CURAVERUNT, EY GENTEM BT PATRIAM NOSCIS; TIBI GLORIA E' INGENS NOTA EST: HAC TEGITUR NAM LEONRADUS HUMO. PERSPICUAS PICTURAE UNBRAS OLEOQUE COLORES: ‘Veneid, aunque solo, al resto: vencié a Fidias y a Apeles,y ateda su esferada compa “91S w2.oHanut X 29p] U9 opronu ‘opseucey| op soindyostp sayedioursd soj 2p ou, 4 “seopes: BUR 9p sepog se[ A UOBILA v] 9p oUsUPAT, Jo oovg UIJOP vLBYY BIUEG oziy a) “TUOIgs A OOF UZIQuIN} { ‘vIOpod0U0D K vonovad ANU yz OWJUN[OG OTWOWUURADID ssuRTrUE [9 OAns ondrostp ony “SIND LTAON AYFONIA WVWINY SLLOId _-S4aY NI V¥OdNOD ANOOND WNAIG ‘WANINOH ATT AXAWIdWT “LINSOd SANWA-VLI0d SOITV ALNV SQITIL TYVSVA OIDYOID OcE

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