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Especialización en
Derecho Administrativo
Director:
Dr.D. Juan Carlos Cassagne
Materia:
Introducción
En primer lugar pretendo desarrollar los aspectos introductorias al porque del estudio
de los derechos humanos, en segundo lugar pretendo desarrollar la vinculación de
dichos principios con la detención de un delincuente y en tercer lugar pretendo aplicar el
método del caso, en virtud de generar una mayor comprensión de los aspectos teóricos
desarrollados con antelación.
Primera parte
En primer lugar recordemos que es el poder de policía dentro del derecho administrativo
Para Agustín Gordillo seria la noción referida a la potestad que tiene la administración
por supuesto que subordinada a la ley a la constitución, para preservar el bien común en
por de cierto objetivos que pueden ser seguridad. Salubridad, moralidad. Incluso pueden
ser más. La ética publica, la economía colectiva el bienestar social, etc.
El poder de Policía, por su parte, seria la noción que describe la potestad que
tiene e congreso, no la administración, dentro del marco de la constitución y bajo el
principio de la razón habilidad y por cierto bajo control judicial de limitar los derechos
de los individuos en pro del bien común, para satisfacer principios del bien general. De
eso modo la noción que se carátula como poder de policía seria orgánica, puesta en
cabeza del poder legislativo, bajo centro judicial, y bajo supremacía constitucional—y
hoy en día de los tratados derecho humanos y demás tratados internacionales.
El Dr. Sergio Díaz Ricci; docente universidad Nacional de Tucumán analiza las
limitaciones al poder de policía con las siguientes consideraciones.
En suma, los términos poder de policía y policía provienen de usos distintos, La idea de
policía, es de raigambre europea, mas específicamente francesa. Mientras que la
Fuente: Limites al poder de policía y el control judicial. Autor: Sergio Diaz Ricci
Univ. Nac. de Tucumán. Pag 1- 8
Desde el punto de vista histórico Agustín Gordillo y Juan Carlos Cassagne, nos marcan
la siguientes directivas.
Gordillo: “desde la edad antigua hasta el siglo XV policía designaba el total de las
actividades estatales en el siglo XI se separa del concepto de policía todo lo referente a
las relaciones internacionales; sucesivas restricciones hacen que el en siglo XVIII estén
excluidas del concepto también la justicia y las finanzas”.
La policía de seguridad
La policía de seguridad, como actividad (la policía por antonomasia” para Diez) es la
parte de la policía administrativa que se ocupa del mantenimiento del orden publico
contra las posibles alteraciones de hecho que afectan la libertad persona, y que a la vez
coopera, vis militeri, con los jueces en el esclarecimiento de los delitos realizando en
este ultimo sentido una función de policial judicial”.
La policía de seguridad se destaca as como actividad administrativa que se asegura el
ejercicio de los derechos del individuo y también la tranquilidad y la paz publicas que
representan el orden público. Así confundidas policía de seguridad y policía general
aparecen identificas”.
Todavía esta expresión admite una acepción diferente, no para referirse a la actividad
materialmente considera, sino a la organización dedicada a es actividad se ha dicho, en
este sentido, que “policía de seguridad es el cuerpo encargado de vigilar por el
mantenimiento del orden publico y la seguridad de los ciudadanos, a las ordenes de las
autoridades políticas”.
Marco constitucional
Dentro de la perspectiva de los Derechos Humanos
De dicha pirámide podemos observar que los tratados con jerarquía constitucional se
encuentran en un mismo escalón que la constitución Nacional y los mismos son los
mencionados en el inc. 22 del art. 75 de nuestra constitución Nacional.
Es importante aclarar que existen autores que resaltan una diferencia entre los tratados
de jerarquía suprema, determinando que solo los relativos a derechos humanos son los
que gozan de igualdad constitucional. Encontrándose los demás en una condición de
infraconstitucionalidad, es decir inferiores a la constitución.
Así como también es importante destacar que el art. 75 inc. 22 otorga dicha jerarquía en
la condiciones de su vigencia, lo cual resalta que es importante que el tratado se
encuentre con su vigencia internacional efectiva.
Luego de los aspectos introductorias al análisis del porque el estudio de los derechos
humanos y del porque de su importancia normativa.
El principio de inocencia
Para algunos doctrinarios [1] su génesis se halla inmersa en la “Declaración de los
derechos del Hombre y del Ciudadano”, la que en su artículo noveno sentenció
“presumiéndose inocente a todo hombre hasta que haya sido declarado culpable, si se
juzga indispensable arrestarlo, todo rigor que no sea necesario para asegurar su persona
debe ser severamente reprimido por la ley” [2].
Sin lugar a dudas tal afirmación es una forma directa de reacción contra el régimen
inquisitivo que regía la vida de los ciudadanos con anterioridad a la Revolución.
Así, y “en virtud de ese clásico dogma se ha sostenido, por una parte, que a favor del
imputado existe una presunción de inocencia que lo ampara durante la sustanciación del
proceso; otros consideran que esa presunción sólo podría aceptarse en ciertos casos;
otros derechamente, la impugnan como absurdo escogido del empirismo francés”[3].
creen que “ ...solo puede valer en lo que se refiere a la prueba material del hecho
perseguido, para la responsabilidad física del procesado que niega ser el autor del acto
incriminado. Cuando se trata de un flagrante delito o de una confesión del procesado,
confirmada por otros datos, esta presunción, que le es favorable, no me parece que tenga
la misma fuerza lógica o jurídica...”[5].
Es justo enunciar que si bien, hasta aquí, se ha desarrollado las posiciones más radicales
enfrentadas al principio, el avance doctrinario ha conllevado a que la la segunda
claúsula de la Constitución Italiana -promulgada el 22/12/49)- establece “La
responsabilidad penal es personal. No se considera culpable al encausado hasta su
sentencia definitiva...”.
Ello deriva en que el principio consagra un estadio jurídico, y no una presunción legal,
el imputado es inocente hasta que sea declarado culpable por sentencia firme, y “...no
obsta, claro esta, que durante el proceso pueda existir una presunción de culpabilidad
(del juez) capaz de justificar medidas coercitivas de seguridad...”[7].
Es aquel en el cual reparan las directivas que con carácter de ley impone el legislador.
Dos pilares asientan la base de este campo; en primer lugar la inviolabilidad de la
defensa, exigiendo -al decir de Longhi- que el imputado sea tratado “como un sujeto de
una relación jurídico procesal”, contraponiéndose a que sea tratado como un objeto
pasivo en la persecución penal, o sea una persona con el rótulo de inocente al cual se lo
nutre de determinados derechos para poder responder a la acusación a la cual deberá
enfrentar.
En segundo lugar, si se parte de la base que toda persona es inocente hasta que exista
una sentencia firme que lo declare culpable, toda restricción a su libertad ambulatoria,
solamente se puede basar a título de medida de seguridad o de cautela, “cuando sea
indispensable para asegurar el imperio de derecho, es decir la aplicación, efectiva y
actual de la ley”[8]. Para ser más exactos siempre debe mediar -Cfr. Chiovenda- que se
compruebe la necesidad, efectiva y actual, de evitar el peligro de un daño jurídico; ya
sea por la presumible realización de actos capaces de entorpecer la investigación y
recolección de pruebas; o por eludir el accionar de la justicia; o por que pueda continuar
con la ejecución hechos que alteren el orden jurídico.
La garantía exige que ante la eventual condena del acusado, el Juez adquiera la
convicción de su culpabilidad, en caso de duda deberá absolverlo, no siendo necesario
que tenga la convicción de su inocencia, dado que es el estado normal del imputado.[10]
Es claro que para el Derecho Procesal Penal es necesario, y así lo exige la exigencia de
una sentencia condenatoria con la consecuente aplicación de una pena, para que esta
presunción se desvanezca. Para el Juez la duda y/o probabilidad impiden la condena, y
acarrea la absolución.[11]
Tal como lo expresara Sentis Melendo, “...la duda y la certeza son dos caras de una
misma moneda que se resuelven solo en la certeza porque cuando el Juez decide no
duda sobre la solución que debe dar al caso, sino que tiene la certeza y la
expresa...cuando absuelve por falta de certeza sobre la imputación, sabe ciertamente que
debe absolver pues no ha alcanzado el grado de convicción necesaria para condenar...”.
[12]
Por lo tanto durante el curso del procedimiento el imputado no puede ser tratado como
un sujeto culpable. Sin embargo tal afirmación no se puede sostener, dado que durante
la sustanciación del proceso no se elimina la coerción estatal. Así el reconocimiento de
tal garantía, no impide la aplicación y regulación de de medidas de coerción -todo ello
antes del dictado de la sentencia firme de condena-.
Roxin expresa “...toda medida de coerción, representa una intervención del estado en el
ámbito de la libertad jurídica del hombre, fundamentalmente las que se utilizan durante
el procedimiento, pues se aplican a un individuo al cual, por imposición jurídica, se le
debe considerar inocente...cualquier medida de coerción conculca, alguno de los
derechos fundamentales reconocidos al hombre por la constitución...”.
Coerción, así observada, es el medio organizado por el derecho para que el estado
intervenga en el ámbito de libertad de las personas y, cuando nos referimos a la coerción
procesal, aquella que se practica con el fin de asegurar la realización del proceso de
El debido proceso es el principio del derecho que pretende garantizar que un hecho
delictivo va a ser objeto de las diferentes etapas procesales legales y en las mismas se
garantizara, tanto del derecho a la defensa, el derecho a ser oído, el derecho a un juicio
imparcial y acorde a la ley vigente.
El debido proceso fue diseñado para proteger al individuo contra el poder arbitrario del
Estado. El primer indicio que hace referencia al debido proceso lo encontramos en la
Carta Magna, expedida por el Rey Juan de Inglaterra en Runnmede en el año 1215
donde se estableció que el poder del Rey no era absoluto.
En la declaración de os derechos del hombre y el ciudadano, acotada por la asamblea
nacional constituyente. De Francia el 26 de agosto de 1789 y aceptada por el rey Luís
XVI el 5 de octubre de 1789 en sus artículos 6,7,8 y 9 se recoge la institución del debido
proceso.
La declaración Americana de los derechos y deberes del hombre, aprobada en la novena
conferencia internacional Americana en Bogota en el año 1948, dispone en su articulo
18 normas relativas al debido proceso y por ultimo a la convención América sobre
derechos humanos suscripta en San José de Costa Rica el 22 de noviembre de 1969
acoge el mismo en su art. 8.
En sus orígenes el debido proceso solo estaba limitado a un conjunto de reglas básicas a
seguir en miras al respeto del derecho a la defensa circunscripta solamente al proceso
penal.
Su posterior reconocimiento legal lo llevo a su consagración constitucional dando
origen al debido proceso constitucional el que tuvo más valor implícito que el
expresado en los textos de las cartas magnas. A modo de ejemplo podemos decir que del
art. 33 de nuestra constitución nacional se dedujo el derecho a un debido proceso sujeto
a las condiciones de la ley y la discrecionalidad de los magistrados. Ya si en modo mas
explicita nuestro art. 18 de la constitución Nacional expresa derechos como el juicio
precio dudando en la ley anterior al hecho del proceso axial como la inviolabilidad de la
defensa en juicio, e derechos a las cárceles sanas y limpias o el derecho al juez natural.
Artículo 8: Toda persona tiene derecho aun recurso efectivo ante los tribunales
nacionales competentes, que la ampere contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la constitucional o por la ley.
Articulo 10: Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída
públicamente y con justicia por un tribuna independiente e imparcial, para la determinas
de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en
materia penal.
Articulo 11:
1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma s inocencia mientras
no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan
asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en momento de cometerse no fueren
delictivos según el derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena mas
grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.
Artículo 18: derecho de justicia. Toda persona puede concurrir a los tribunales para
hacer valer sus derechos. Asimismo debe disponer de un procedimiento sencillo y breve
por el cual la justicia lo ampare contra actos de autoridad que violen, en perjuicio suyo,
alguno de los derechos fundamentales consagrados constitucionalmente.
Articulo Granitas. Se presume que todo acusado es inocente, hasta que se pruebe que es
culpable.
Toda persona acusada de delito tiene derecho a ser oída en forma imparcial y publica, a
ser juzgada por tribunales anteriores establecidos de acuerdo con las leyes preexistentes
y a que no se le imponga penas crueles, infamantes o inusitadas.
Articulo 9. Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de
cometerse no fueran delictivos según el derecho aplicable.
Tampoco se puede imponer pena mas grave que la aplicable en el momento de la
comisión del delito. Si con posterioridad a la comisión del delito la ley dispone la
imposición de una pena mas leve, el delincuente se beneficiara de ello.
Caso práctico
Como caso practico alusivo a la aplicación de los derechos humanos, vamos a citar un
caso del Juzgado de instrucción y correccional N° 3 de la ciudad de General Pico,
provincia de la Pampa en donde prestamos servicios, conocido como Caso Janssen
causa n° 18893/07 caratulados Serra, Bernadr Jose y otros (imp) C/janssen isaias Agel
(dam) S/ Apremios Ilegales.
El hecho tuvo una noticia trascendencia institucional en la provincia y finalizo con la
sentencia condenatoria de oficiales policiales por apremios ilegales y encubrimiento
agravado para el comisario de la repartición. Los policías fueron separados de la fuerza
y la causa actualmente se encuentra con recurso de queja ante la corte suprema de
justicias de la nación, ante la confirmación de la sentencia por todas las instancias
provinciales y la denegación del recurso extraordinario.
Es fácil advertir a las claras violaciones a los derechos humanos de Isaias Janssen, n
cuanto a la arbitrariedad de su demora, y además que mientras se producía la misma, fue
victima de delitos graves, vulnerándose derechos consagrados en la convención
Americana de Derecho Humanos, que en su art. 7 consigna:
1- Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal.
2- Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las
condiciones fijadas de antemano por las contituciones políticas de los estados
partes o por las leyes dictadas conforme a ellas.
3- Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios
Articulo 8:
Toda persona inculpa de delito tiene derecho a- las siguientes garantías: g) Derecho a no
ser obligado a declarar contra si mismo ni a declararse culpable.
Conclusiones Finales.
Fuentes
-La seguridad ciudadana para la Granita de los Derechos Humanos: un deber de los
Estados. Autor: Isabel Aldalajedo Escribano
Obra: Limitaciones al poder de policía y el control Judicial. Autor: Sergio Díaz Ricci.
Autor:
Dr. Sergio M. Aguilera