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MARCIAL RUBIO CORREA EL SISTEMA JURIDICO Introduccion al Derecho prea Décima edicién, aumentada FONDO EDITORIAL ‘A.su manera, el Pert también ha seguido un proceso evolutivo en la conformacion de su Estado y lo continuatd en ef futuro. Diversos hitos marcan los grandes perlodos de nos generales, desde la perspec siva juridico-politica, para luego hacer una descripcidn de su forma actual. Podremos cntonees apreciar de qué manera nuestro Estado se vincula a la historia general que hemos bosquejado en cl capitulo anterior. Antes de proceder a ello, sin embargo, es preciso referimos brevemente a algunos aspectos conecptuales, Ia evolucidn del Pent y nos referiremos a ellos en tér Concerro px Esrapo La historia que hemos recorrido en ls paginas anteriores no es otra que la construcién progresiva de una organizacién quc maneje el poder en su maximo grado de expresién social. Eso es precisamente el Estado: la forma superior y mas poderosa de organizar el poder dentro de la sociedad. Bl poder puede definirse como la capacidad que tiene una persona (0 un grupo) para lograr que las conductas de los demés sean realizadas de acuerdo a Jos rérminos que dllos fijan, Ast planteado, cl poder consiste en una fuerza capaz. de imponerse a los a mds obstéculos que los que Je presente otro poder, equivalente o superior. Sin embargo, esta forma de ejercicio absoluto del poder es perniciosa a la sociedad porque, en cérminos usuales, equivale a implantar la ley del més fuerte. Durance la inmensa mayoria de su historia las sociedades humanas sufé Como hemos visto en el capitulo anterior, durante los dos iltimos siglos la humani- dad ha librado una ardua batalla para superar esta concepcién del poder y llegar a otra segiin la cual el Estado se organiza de acuerdo a una Constitucién y leyes complemen- ‘arias, en las que se establecen los principios y derechos que regulan el uso de tal poder y los organismos que lo detentan. Desde el punto de vista constitucional, enconces, el Estado tiene cuando menos dos di- mensiones: una que llamaremos pottice, que se ocupa de los derechos constitucionales yy los geandes principios que lo rigen y otra que Hamaremos orgdnica, que se ocupa de Jos organismos que componen el Estado, su conformacién y atribuciones. Cuando estas dos dimensiones han sido establecidas en los textos normativos, y se cumplen en la realidad, estamos ante un Estado de Derecho, es decit, un Estado en el queel poder es ejercida no como poderio material, sino en abservancia de ciercas teglas preestablecidas. A continuacidn, trataremos por separado ambas dimensiones para el Estado peruano actaal, con una breve consideracidn previa sobre su cvolucidn desde la Independencia Et Estapo PeRvANO Dada nuestra historia y configuracién politica, es preciso hacer una aclaracién ini- Gal: el estudio del Estado peruano supone una marcada diferencia entre los hechos 19s y la normatividad constitucional que tedricamente le es aplicable. Si bien fos primeros debian adecuarse a la segunda, es notorio que no ha ocurtido ast. En este sentido, la aproximacién propia de la ciencia politica es sustantiva para entender fhuestras earacteristicas estatales pero, en esta parte, vamos a eentramnos en los aspectos constitucionales declarados en nuestra Constitucién, Podria parecer que hacerlo ast es un Gericio dscutible, por la discrepancia entre hechos y normas pero, de un lado, es inecesario conocer como debiera ser nuestro sistema politico y, de otro, conociéndolo podremos contribuir a solucionar sus problemas y a lograr que hechos y normas sean ‘crecientemente compat ‘en 1823, Se conforma sobre un puebli tuna riquera inusual, también le Aja ci de diferencias y desinwegracién. Al nacer, el Perit no era una nacién en el sentido clisico del tétmnino porque, de un lado, no estaba consolidado interamente y, de otro, tenfa rasgos comu- nes con ottos Estados latinoameticanos nacidos en la misma época. Hemos visto cémo en la Europa de los siglos pasados, esta forma de organizacién del poder que llamamos el Estado moderno, fue desarrollindose sobre naciones consti- tuidas como producto de la creacién colectiva de cada pueblo (aun cuando existen tambien significativas excepciones a En cierto sentido, este Estado fue fruro madurado de las naciones. De alli que se le haya llamado «Estado-Nacién». mos decenios de nuestra vida colonial, as lites criollas lacinoamerica- liberalismo que florecia en Europa continental y asumieron sus postulados, lo que contribuy independencia cde nuestro subcontinente. Naturalmente, el liberalismo criollo no era semejante al eu~ ropeo (ni al norteamericano) s su contexto social: en el Pert no habia conciencia extendida de su necesidad y vireudes y globalmence, como p\ no podemos decir que hubiera calado en la conciencia nacional porque la nacién no «estaba propiamente constituida No obstance, tenemos a su medida y con los raron a configurar el Estado peruano. En si mismo, ese reconocer que los grupos de poder nacional de enronces, ca, colabo- ho debe ser resaltado ss impuestos por la est como inicio de la peruanidad, aun con la conciencia de sus imites, en algunos casos considerabl Uno de estos grandes lit ces, que atafic a 1a materia que desacrollamas aqui, es el de la copia del modelo de Estado europeo y norteamericano, sin ejercer una para adaptatlos a nucstras sociedacles. Fuc asi como las constiruciones de los siglos XIX y XX mantuvieron en general un enorme divorcio con la realidad: se declararon de- rechos que nunca se cumplieron (y que en muchos casos eran imposibles de cup! yse pretendié establecer una estructura politica en base a la teoria de dix poderes que no era apicable a nuestra realidad. Se establecieron mecanismos de demo- cracia representativa inapropidos para la realidad nacional, y todo ello nos llevé a un sistema politico que, en los textos legales, era complecamente distinto al que operaba en la realidad. jin de los Niel caudillismo que va hasta poco antes de la ciblica ‘Aristocritica que dura hasta 1930, ni el Estado oligarquico que sigue hasta 1970, son excepciones a esta regla, Solo en contados periodos se intentaron soluciones distintas, 1a regla general fuc la del divorcio entre hechos y norms. En el curso de nuestro perfodo republicano, sin embargo, dos tendencias deben ser resaltadas por la importancia que revisten: 1. La primera es el esfuerzo sostenido de construit una nacién a partir del Estado. Parece cierto decir que micntras en muchas latitudes la nacién construye al Estado como su emanacién, en el Perit (asi como en varias otros paises) ¢s el Estado el que hace emanar de si un acrisolamiento progresive de la nacién, pro- eso atin no concluido y que tiene que hacer con la compleja tarea de identificar Jo comiin y resperar lo que hay de diverso entre nosotros. En este sentido, no de- hemos perder de vista que, si bien somos peruanos, también en un sentido més amplio somos latinoamericanos. Heros ido una tensién. permanente entre nuestro ser peruano y nuestro ser latinoamericano que es cre perspectivas fucuras alentadoras en un mundo crecientement yque presenta La segunda es una progresiva consolidacién del aparato del Estado. La obra de Ramén Castilla fue decisiva en el siglo XIX y, 1ego de vaivenes, ha sido cas y actuacién guber- largo plazo. El aparato del Estado estd en permanente discusién. Sobre él se tejen las més diversas posiciones, Pero, mas alld de las discrepancias, se piensa que el Estado debe ser moderno, eficiente y que, cuando menos, debe cubriz

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