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Concepto entre Costo y Gasto y su diferencia.

Apartes tomados de Gerencie.com


Conceptualmente no siempre resulta fácil diferenciar entre un costo y un gasto, conceptos que si bien
significan erogaciones, tienen una naturaleza y una connotación bien diferentes.
El Decreto reglamentario 2649 de 1993 define costo en su artículo 39 y gasto en el artículo 40, vemos:

ARTICULO 39. COSTOS. Los costos representan erogaciones y cargos asociados clara y directamente
con la adquisición o la producción de los bienes o la prestación de los servicios, de los cuales un ente
económico obtuvo sus ingresos.

ARTICULO 40. GASTOS. Los gastos representan flujos de salida de recursos, en forma de
disminuciones del activo o incrementos del pasivo o una combinación de ambos, que generan
disminuciones del patrimonio, incurridos en las actividades de administración, comercialización,
investigación y financiación, realizadas durante un período, que no provienen de los retiros de capital o
de utilidades o excedentes.

El costo hace referencia al conjunto de erogaciones en que se incurre para producir un bien o servicio,
como es la materia prima, insumos y mano de obra.
El gasto, en cambio, es el conjunto de erogaciones destinadas a la distribución o venta del producto, y a
la administración.
Se detalla aquí una gran diferencia:
El costo es la erogación en que se incurre para fabricar un producto.
El gasto es la erogación en que se incurre para distribuirlo y para administrar los procesos relacionados
con la gestión, comercialización y venta de los productos, para operar la empresa o negocio.

En general se entiende por gasto al sacrificio económico para la adquisición de un bien o servicio,
derivado de la operación normal de la organización, y que no se espera que pueda generar ingresos en
el futuro.

A diferencia de los gastos, los costos, por ejemplo de compra de materias primas, generarán
probablemente un ingreso en el futuro al ser transformados y vendidos como producto terminado.

En general las normas contables requieren que los gastos se contabilicen siguiendo el criterio de
Devengado, que implica que el gasto se debe registrar en el momento en que ocurre el hecho económico
que lo genera, con independencia de si fue pagado o cobrado, o de su formalización mediante un
contrato o cualquier otro documento.

Por ejemplo, supongamos una empresa que fabrica tornillos. Cada tornillo requerirá de cierta cantidad de
hierro, así como la mano de obra para poderlo fabricar. Necesitará también cierta cantidad de energía
eléctrica para operar la maquinaria que lo produce.
También requerirá material para ser empacado. Hasta aquí todas las erogaciones se pueden considerar
como costo. Ahora ya el tornillo está fabricado, empacado y almacenado listo para ser comercializado.
Una vez el tornillo terminado se encuentra en la bodega, toda erogación en que se incurra en adelante,
se constituirá en un gasto.
Para vender esos tornillos habrá que pagar transporte, almacenamiento, teléfono, pagarle al vendedor, a
la recepcionista, al gerente, al contador público y al abogado, etc. Todas esas erogaciones se consideran
como gastos.
Esto, por supuesto, de una forma simplificada y elemental, ya que un costeo preciso requiere considerar
muchos aspectos adicionales.
De aquí podemos advertir otra diferencia. Los elementos que constituyen costo, generalmente están
presentes en el producto terminado: en cada tornillo hay una cantidad de hierro, una cantidad de minutos
de trabajo, y unos cuantos vatios de energía. Todos cuantificables e identificables.
Mientras que el sueldo del vendedor, de la secretaria o del gerente, no se puede identificar en el tornillo,
por cuanto no están, ya que fueron posteriores a su fabricación, o estas personas no realizaron ninguna
actividad que se pueda imputar de forma directa en la fabricación del tornillo.
Una diferencia más teórica nos dice que el gasto es la erogación de la que no esperamos obtener un
ingreso futuro, y el costo es una erogación de la que sí se espera un ingreso futuro.
Lo anterior luce más sencillo cuando suponemos que de lo pagado al gerente (gasto) no hay forma de
obtener un ingreso. En cambio, de la venta del tornillo sí se puede obtener algún ingreso.

¿Cuándo una compra es Costo, Gasto o Propiedad, Planta y


Equipo?
Cuando se realiza una compra, quien tiene a cargo la contabilización tiene que decidir cómo tratará esa
compra entre las tres posibilidades que existen: costo, gasto o propiedad planta y quipo.
Veamos entonces algunas referencias para tomar la decisión adecuada.
¿Cuándo la compra es un costo?
El Decreto reglamentario 2649 de 1993 define costo en su artículo 39.
“Los costos representan erogaciones y cargos asociados clara y directamente con la adquisición o la
producción de los bienes o la prestación de los servicios, de los cuales un ente económico obtuvo sus
ingresos”.
Cuando lo que un ente económico adquiere representa bienes corporales para formar parte de su
inventario, es decir para vender, procesar, o producir otro producto y luego venderlo en el curso normal
de sus negocios se trata de un costo, por lo que este costo de la compra es recuperable cuando el
producto sea vendido.
¿Cuándo la compra es un gasto?
El Decreto reglamentario 2649 de 1993 define costo en su artículo 40.
“Los gastos representan flujos de salida de recursos, en forma de disminuciones del activo o incrementos
del pasivo o una combinación de ambos, que generan disminuciones del patrimonio, incurridos en las
actividades de administración, comercialización, investigación y financiación, realizadas durante un
período, que no provienen de los retiros de capital o de utilidades o excedentes”.
Por lo tanto el gasto es cuando lo que el ente económico compra va a ser destinado o está destinado
para ser utilizado en el desarrollo del proceso de generar ingresos en el desarrollo de la actividad
económica y no es utilizado para venderlo, en este caso se contabilizará como un gasto.
¿Cuándo una compra es Propiedad, planta y equipo?
Para que se pueda contabilizar como propiedad, planta y equipo debe cumplir las siguientes condiciones
que se encuentran en el art. 64 del Decreto 2649 de 1993.
1. Que se compre para la producción, construcción, con la intención de emplearlos en forma
permanente para la producción o suministro de bienes y servicios o para usarlos en la
administración del ente económico, que no están.
2. Que no estén destinados para la venta
3. Que tenga una duración y la vida útil exceda de un año
De acuerdo a lo anterior se puede deducir que las diferencias entre las tres compras son muy
específicas, por lo tanto es fácil clasificarlas en el momento de su contabilización ya que de la correcta
clasificación depende la buena en la presentación de los estados financieros.
Adicionalmente hay que tener en cuenta la influencia que tiene el Iva en la clasificación de estas
compras, puesto que no es lo mismo la contabilización del Iva en la compra de propiedad, planta y
equipo, a la contabilización del Iva de un gasto o costo.

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