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La realidad era que la mayoría de los miembros no me querían allí. Ellos no estaban
dispuestos a pagar a un consultor para decirles lo que estaba mal con su iglesia. Sólo
cuando un miembro benevolente ofreció pagar mis gastos, la congregación de mala gana
aceptó que me quedara y continuara.
Trabajé con la iglesia por tres semanas. Los problemas eran evidentes, las soluciones eran
difíciles.
Yo estaba equivocado. La iglesia cerró hace tan sólo unas semanas. Al igual que muchas
iglesias moribundas, ésta se aferró a la vida con tenacidad. Esta iglesia duró diez años
después de mi diagnóstico terminal.
Mi amigo de la iglesia me llamó para darme la noticia. No tuve ningún placer en descubrir
que no sólo mi diagnóstico fue correcto, también yo había conseguido correctamente casi
todas las señales de la muerte inminente de esa iglesia. Mi amigo y yo revisamos los
últimos diez años. Creo que hemos sido capaces de reconstruir una autopsia bastante
exacta. Estas son las once cosas que aprendí:
CONCLUSIÓN
A pesar de que este panorama es sombrío y desalentador, tenemos que aprender de estos
ejemplos. Nada menos que 100.000 iglesias en América podrían estar muriendo en este
momento. Su tiempo es corto, quizás menos de diez años...
Iglesia enferma I
No hay tal cosa como una iglesia "perfecta". Honestamente, nunca habrá una iglesia
perfecta, porque las personas que asisten a la iglesia son imperfectas.
Proverbios 29:18 dice: "Donde no hay visión, el pueblo perece." Una iglesia cuyo
liderazgo no ha explicado o establecido una visión que diga: "Esto es lo que somos, esto es
a donde vamos, y esto es cómo vamos a llegar", no es saludable en su más elevada forma.
¿Cómo puede existir o funcionar verdaderamente una iglesia o una organización sin visión?
Jesús fue el máximo impulsador de visión. Él manifestó Su visión, no sólo lo que la iglesia
debía parecer; pero, definitivamente, cuál sería el rol de la iglesia y su propósito.
Por desgracia, he visto iglesias que no tenían absolutamente ninguna misión y visión, que
estaban 100 por ciento correctas en la Escritura; pero su gente sencillamente pereció. Si
usted no sabe cuál es la misión y la visión de su iglesia, es probable que usted está en una
iglesia no-saludable.
Si usted es parte de una iglesia en la que el liderazgo no puede ser cuestionado o desafiado,
¡huya! He sido testigo de eso, y le puedo decir que eso no va a terminar muy bien.
Por favor, recuerde, los líderes de la iglesia están ahí para supervisar y para dirigir la iglesia
en la dirección en la que Dios la está guiando. Los líderes de la Iglesia no son y no deben
ser dictadores.
Lo que quiero decir es esto: los miembros no deben temer hacer una pregunta sobre un idea
propuesta o sobre la dirección que el liderazgo da a la iglesia.
Dicho lo anterior, también debe haber un nivel de respeto dado al preguntarle al liderazgo
de la iglesia. La clave es estar preocupado, no ser confrontativo.
En última instancia, usted debería ser capaz de hacer preguntas con respecto a asuntos de
adónde se dirige su iglesia, sin sentir miedo del liderazgo de la iglesia.
¡Sálgase de ahí!
La iglesia no debe estar diseñada para hacer que la gente simplemente se sienta cálida, pero
confusa en su interior; sino que la iglesia debe estar allí para traer convicción a través de la
Palabra de Dios, para traer corrección en la vida de las personas.
Si alguna vez has tenido que ir a un hospital para sanarte, entonces tú sabes que la mayoría
de las veces un proceso de curación requiere una dosis de dolor, siempre habrá algo de
dolor...
Es lo mismo con la iglesia, tu proceso de sanidad no será alegre todo el tiempo. Habrá y
debe haber momentos en que seas quebrantado, condenado y ofendido por tu pecado.
Por lo general puedo decir cuando la cultura de una iglesia no es-saludable, si sus asistentes
se contentan con ser "calentadores de bancas".
Cuando una iglesia es saludable, las personas están entusiasmadas con ofrecer sus dones
para la edificación de su iglesia local y el Cuerpo de Cristo en su conjunto.
Sin embargo, si la única vez que una iglesia ve un aumento en el voluntariado o servicio es
cuando el pastor pone un enorme sentimiento de culpa en su congregación, algo está
mal. Cuando el entorno de la iglesia es saludable, usted nunca tiene que infligir culpa a la
gente con el fin de involucrarlos.
Ellos tienen un corazón para servir, no por culpa, sino porque lo desean.
Una iglesia que no planea ni siquiera predica sobre la necesidad de compartir el Evangelio,
seguro que es poco saludable.
Cuando una iglesia no siente ninguna necesidad o deseo no sólo de predicar o de ayudar a
aquellos fuera de las cuatro paredes, y nunca hace nada en la comunidad que la rodea, eso
lo dice todo.
Una cosa es hablar SOBRE la iglesia, pero otra cosa es SER la iglesia.
Si en la iglesia a la que usted asiste nunca se predica o planea la predicación del Evangelio
(en palabra y obra) en su comunidad, su país o en el mundo, sin duda alguna usted es parte
de una iglesia no-saludable.
La verdadera iglesia se lleva a cabo por medio del servicio activo, por lo general, fuera de
las cuatro paredes de un edificio.
IGLESIA ENFERMA II
Recientemente, cuando una revista en-línea me envió un artículo sobre "5 señales que eres
parte de una iglesia no-saludable": Yo lo abrí con impaciencia. Este tema es muy cercano a
mi corazón.
Las 5 señales del escritor eran buenas, hasta donde llegaron. No hay discusión sobre ellas.
De ninguna manera dejaré un comentario ni una respuesta.
Lo que sentí, sin embargo, es que mi experiencia parece ser de otra naturaleza a la de él.
En primer lugar, aquí están sus "5 señales que eres parte de una iglesia no-saludable":
Aquí hay 10 señales adicionales (evidencias, indicadores) que la iglesia a la que pertenece
no es saludable:
Recientemente, mientras que pasaba un largo fin de semana con un grupo de pastores y sus
esposas en un retiro en Italia, me llamó la atención algo extraño. En el momento en que me
levanté a hablar, durante el servicio - que para entonces había pasado una media hora- había
experimentado al menos cinco oraciones. El líder de adoración había seguido un par de
canciones con oración; el líder encargado había orado, y al menos otras dos personas
encargadas del servicio habían orado. Cada oración había sido espontánea, sincera y
alegres. Entonces supe que íbamos a tener un rico tiempo de compañerismo cristiano.
Por otro lado, me duele recordar los servicios de adoración dominical por la mañana, donde
yo era el predicador invitado y me daba cuenta que cuando me ponía de pie para predicar,
no se había hecho ni una sola oración ¡ninguna se había ofrecido!
"...no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre" (2Cor . 9:07).
Alguien le preguntó a un amigo mío: -"¿Crees que Jesús nunca se rió? La Biblia no dice
que lo hizo. "La respuesta de mi amigo fue tan buena como la pongo: "No sé si Él rió o no,
pero seguro que Él me restauró, de tal manera, para que yo lo hiciera."
Estamos "restaurados para reír ", -dijo Christian. El gozo es la atmósfera de la sala del
trono de los Cielos (Salmo 16:11) y la risa no es más que gozo audible.
El predicador que cree que tiene que contar chistes, para provocar la risa de su pueblo, le
falta tino. La diferencia en ese tipo de alegría provocada y la alegría natural que surge del
corazón de unos creyentes felices, es tan diferente como la noche del día.
Le dije a un pastor que acababa de predicar: --"Cierra los ojos y escucha. Ese es el sonido
de la comunión."- Para entonces, el servicio ya había terminado hace media hora, pero la
congregación seguía allí compartiendo, conversando el uno con el otro.
Hay pocos mayores elogios para darle a una iglesia que ese: los miembros se aman y no
pueden esperar para reunirse. "De este modo todos sabrán que son mis discípulos"...
Nuestro Señor dijo: "Que os améis unos a otros" ( Juan 13:34-35 ) .
Los líderes pueden dirigir, pero si nadie los está siguiendo, sólo están dando un paseo. Se
requiere de ambos: líderes fuertes con valentía y visión, compromiso y fuerza; y de
voluntarios de entre el pueblo del Señor, para poder llegar hasta la segunda milla, para
hacer un poco más que antes, para esforzarse a sí mismos y alcanzar el éxito en la obra.
La congregación que se ve obligada a confiar en los mismos pocos voluntarios con exceso
de trabajo, está en soporte vital [traductor: en cuidados intensivos].
Sorprende la manera sana cómo los líderes de la iglesia de Jerusalén trataron el conflicto
que había surgido en Hechos 6. Ambos, líderes y miembros, reaccionaron con tanta
rapidez y fidelidad que los extraños estaban impresionados. A continuación, la palabra del
Señor y el número de los discípulos se multiplicaban grandemente en Jerusalén; también
muchos de los sacerdotes obedecían a la Fe.
George Bullard ha escrito un libro y da conferencias, ambos con un título intrigante "Cada
iglesia necesita un poco de conflicto".
Una iglesia saludable a menudo tendrá dolores por el crecimiento, será regularmente
atacada por el enemigo, y siempre habrá que estar preparados para hacer frente a los
problemas desde dentro y de fuera (Hechos 20:29-30).
Mi madre, de casi 96 años, ha ido a la iglesia toda su vida. Sin embargo, nadie le enseñó
cómo estudiar la Palabra de Dios. Ella lee su Biblia y la marca, me alegra mencionarlo...
Pero un día ella me dijo: -"Acabo de dejarla caer abierta y he leído allí. Siempre parece
funcionar."
"No sé lo que la Biblia enseña sobre eso" --me dijo una mujer-- "¡pero yo sé lo que creo!"
Como alguien que nunca había sido enseñada en la Palabra, pero que había tenido arraigada
en ella la importancia de defender sus convicciones, ella no pudo ver la diferencia...
Lástima da una iglesia con líderes que tengan similar escaso conocimiento de la Palabra de
Dios...
Los que conocen la Palabra no pueden moverse de la prominencia que Jesucristo recibe en
ella. Las Escrituras dicen: "En él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad"
(Colosenses 2:9). Y, "Él es la imagen visible del Dios invisible" (Colosenses 1:15).
Como John Bisagno dice: "Jesucristo es todo lo que Dios tiene que decir acerca de sí
mismo." Jesús dijo: "El que me ha visto, ha visto al Padre" (Juan 14:09), y "Cuando
venga el Espíritu Santo... Él dará testimonio de mí" (Juan 15:26).
Confieso que me sorprende las veces cómo los cristianos hablan de servir a Dios, de vivir
para Dios, etc, dejando a Jesús afuera. Los primeros creyentes fueron perseguidos, no por
predicar acerca de Dios; sino, por hablar de Jesús (Hechos 4:18). Si hubieran permanecido
en silencio acerca de Jesús, no hubiera habido ninguna persecución.
Se de una iglesia que ha tenido durante mucho tiempo un ministerio vital y eficaz que tiene
como lema: "Hagamos mucho de Jesús". No es una mala declaración de misión...
Crecí en una granja de Alabama, que tenía un huerto de peras en el patio trasero. A través
de la siguiente parcela, mi abuelo tenía un gran huerto de manzanas. Diseminados por
todos lados habían árboles de durazno. Todos ellos tenían una gran cosa en común: los
árboles sanos siempre producían fruta deliciosa y abundante. Fruta sana.
Si el árbol era estéril o la fruta era enferma, era un claro indicativo de que el árbol estaba en
problemas.
Esto no significa que todas las iglesias que tienen un gran número de nuevos miembros y
bautizan a cientos han demostrado automáticamente ser saludables. Por desgracia, se
pueden utilizar trucos para conseguir que la gente se una a una iglesia y manipularlos para
ser bautizados. Y digo para vergüenza nuestra, que muchas iglesias optan por eso, en vez
de pisar el duro camino de la edificación de una iglesia saludable.
"No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros y os he puesto para que
vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca..." (Juan 15:16 ) .
10. Ni los miembros ni los dirigentes están dispuestos a pagar el precio para que la
iglesia sea saludable.
Pasar del lecho de muerte a la salud requiere sacrificio, compromiso, trabajo, y con
frecuencia dolor. Se le pide al paciente realizar grandes cambios, a someterse a la
supervisión de profesionales médicos que saben más que el paciente enfermo y saben bien
lo que le recetan. Se requerirá voluntad para morir al yo.
Es por eso que una verdadera iglesia enferma de muerte preferirá morir antes que
vivir. Porque para estar sana, tendría que detener sus formas auto-destructivas, tendría que
retirar a algunos líderes no saludables, y convertirse en una especie de iglesia que no ha
sido durante años, si acaso lo ha sido alguna vez.
Justo en este momento, puedo llevarle a una media docena de iglesias que están muriendo y
que han rechazado el acertado consejo de amigos que les dijeron lo que se necesitaría hacer
para estar bien. Fue por una buena razón que nuestro Señor le preguntó al hombre en la
piscina de Betesda: -"¿Quieres ser sano?" (Juan 5:6 ). No todos quieren ser sanos...
Sin embargo, la buena noticia, es que sé que el mismo número de otras pequeñas iglesias
que antes estaban moribundas, le han dado la bienvenida a un nuevo liderazgo externo y se
han puesto completamente en sus manos. Estos especialistas están haciendo grandes
cambios -comenzando con el cambio de nombre de la iglesia por completo- y nada de esto
está sucediendo sin dolor.
CONCLUSIÓN:
Es bueno para todos nosotros, miembros y líderes por igual, recordarnos a nosotros
mismos, cada día de nuestras vidas, estas tres cosas:
Esta es la iglesia del Señor. Él murió por ella, yo no lo hice (Mateo 16:18),
La única pregunta es: "¿Qué quieres hacer con Su iglesia?" (Hechos 9:06 ),
Todo lo que hagas por la iglesia, bueno o malo, Jesús lo tomará personalmente
(Hechos 9:3,5; Mateo 25:40,45 ).
http://haypazcondios.blogspot.com/2013/11/iglesias-que-crecen-i.html