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El sexo es el conjunto de las peculiaridades que caracterizan los individuos de una especie
dividiéndolos en masculinos y femeninos, y hacen posible una reproducción que se caracteriza por
una diversificación genética. El sexo no se elige ya que es una construcción determinada por la
naturaleza, que viene dada desde el nacimiento. Se diferencia del género, que es una construcción
sociocultural referida a los rasgos que la sociedad considera femeninos o masculinos, con múltiples
opciones.
Definición de sexología
La sexología es el estudio sistemático del hecho sexual humano, desde todas sus perspectivas,
filogenéticas, ontogenéticas, antropológicas, socioculturales, fisiológicas, pedagógicas, clínicas e
investigativas. La sexología, como ciencia y como profesión, implica, desde un enfoque
multidisciplinar y/o lo interdisciplinar, a un gran número de disciplinas y especialidades médicas y
humanísticas, abarcando así todos los aspectos de la sexualidad.
Definición de sexualidad
La sexualidad no solo comparte las partes del cuerpo del hombre y mujer, esta diferenciación en el
pasado fue utilizada para someter a distintos roles a la gente, no solo los marcados por nuestra
sociedad, como el decir de que el color rosa es para las niñas y el azul para los niños, o que las
mujeres tenían el deber de permanecer en el hogar a cumplir con las labores domésticas y que los
hombres debían cazar o traer sustento; sino que también compete a los cambios psicológicos que
distinguen al hombre y a la mujer, aunque se puede decir que estos están estrechamente ligados a
las diferencias cerebrales que existen ya que "siempre se ha sospechado que los cerebros de las
mujeres y los de los hombres, son un poco diferentes. Ahora la ciencia está apoyando un dato del
saber popular: un nuevo estudio descubrió que los hombres tienen más sinapsis conectando a las
células en una región particular del cerebro". Así nos damos cuenta de que las reacciones entre
ambos ante una misma situación son muy distintas.
La conducta sexual además de ser esencial para la supervivencia de la especie representa una
fuente primordial de gratificación para el individuo y un vehículo importante de comunicación
afectiva. Sus trastornos pueden ser causa de infelicidad, frustración y deterioro de relaciones
interpersonales. La mayoría de estas alteraciones pueden ser aliviadas eficazmente mediante
diversas terapias que exigen el conocimiento de la fisiología sexual y sus anomalías. Por otra parte
muchos procesos patológicos no primariamente sexuales conllevan con frecuencia, sea como
síntoma o como complicación de su tratamiento, la aparición de alteraciones de la función sexual.
El conocimiento de sus mecanismos permite su prevención y tratamiento.
HOMBRE:
EXCITACIÓN: Cualquier estimulo físico externo, como un besos, una caricia o un pensamiento
provocado, puede ser suficiente para que el varón alcance un cierto grado de excitación sexual.
Estos estímulos se convierten en mensajes que activan el sistema nervioso y se transmiten hasta el
área del cerebro donde se interpretan y desde donde se parten nuevos estímulos que ponen en
marcha el proceso sexual masculino. Tan pronto como el varón entra en la fase de excitación, su
pene abandona el estado de flaccidez. Los vasos de sangres situados en esta zona se expanden y
comienzan a recibir mayor cantidad de sangre. Esta fase de excitación no solo se percibe en el
órgano sexual, sino que se incrementa a sí mismo la presión arterial, aumenta la frecuencia
cardíaca y la intensidad respiratoria y la piel se vuelve más sensible, en especial alrededor de las
zonas erógenas, por ejemplo: labios y genitales.
MESETA: Durante esta fase, el pene se mantiene completamente erecto y alcanza su máxima
longitud y diámetro. Los testículos ascienden, dado que el saco escrotal que los contiene se estira
como consecuencia de las erecciones del pene. La acumulación de sangre en la región hace que la
cabeza del pene, o blande, adopte un tono más oscuro. En este momento puede producirse una
ligera pérdida de líquido seminal. Esto hace, entre otras cosas, que el método del coitus
interruptus utilizado como sistema anticonceptivo resulte altamente cuestionable.
ORGASMO: Este ciclo culmina con la eyaculación. Con anterioridad se han producido diferentes
procesos internos. Los espermatozoides, que han abandonado los testículos a través de los vasos
deferentes, se mezclan con el líquido seminal segregado en las vesículas seminales. Este líquido
espermático llega hasta el pene por el mismo conducto que lleva habitualmente la orina. Gracias a
las contracciones rítmicas que se producen en el pene, la musculatura uretra expulsa el fluido
seminal hacía el exterior.
MUJER
EXCITACIÓN: Como sucede en el hombre, la excitación se inicia con una caricia, un impulso
emocional o un gesto de atracción sexual inspirado en el deseo, es decir, a través de los estímulos
psicofísicos del juego erótico. En este caso, además, intervienen otros factores, como la fluctuación
hormonal característica del ciclo femenino. El estradiol es la hormona específica femenina que
actúa sobre la libido.
MESETA: Durante esta segunda fase del acto sexual, la excitación crece notablemente y la vagina
continúa aumentando de tamaño, aunque el introito, la parte inferior de la misma, se estreche
para poder rodear al pene durante la penetración. Gracias a este mecanismo de sujeción, el pene
puede friccionarse correctamente contra las paredes internas del órgano sexual femenino, lo cual
incrementa el grado de excitación de la pareja y facilita la posterior eyaculación masculina. A
medida que transcurre el acto sexual, el clítoris pierde su erección hasta quedar cubierto por el
capuchón clitorídeo.
ORGASMO: El orgasmo femenino supone una intensa sensación que se percibe de múltiples
formas. De hecho, cada mujer experimenta este clímax sexual de diferente manera, aunque,
básicamente, se percibe como la culminación de la excitación alcanzada en la fase meseta. Durante
el tiempo que dura el orgasmo femenino, las contracciones de los músculos que rodean la vagina,
la vulva y el ano se aceleran extraordinariamente. La mujer no siempre alcanza el orgasmo.
MENOPAUSIA Y ENDROPAUSIA
ENDROPAUSIA: A partir de una cierta edad, el varón comienza a experimentar una seria de
fenómenos que se conoce con el nombre de andropausia. El más evidente de todos es la
disminución del deseo sexual, consecuencia del envejecimiento y de un cúmulo de circunstancias
adversas como, como la presión de toda una vida de trabajo, la inseguridad ante el futuro, entre
otros.
La sexualidad, que con frecuencia se enmarca en las relaciones genitales, tiene una significación
más amplia, que incluye formas de pensar, sentir y actuar de cada persona, desde su nacimiento
hasta su muerte, la forma en que se ve el mundo y la forma en que el mundo ve a las personas. Es
una parte de nuestra personalidad e identidad; o sea, el aspecto psicológico de ésta, y una de las
necesidades humanas que se expresan a través del cuerpo; constituye un elemento básico de la
feminidad o masculinidad, de la autoimagen, de la autoconciencia, del desarrollo personal, y
estimula la necesidad de establecer las relaciones interpersonales. El aprendizaje de la sexualidad
comienza en el nacimiento. En este proceso se requieren dos factores: el individuo mismo, quien
va a aprender, (que ofrece un potencial psicológico, dentro de un marco genético) y el medio
ambiente, que va a orientar, moldear y definir su proceso de aprendizaje con una resultante: la
persona y sus conductas. Las normas sociales que rigen la expresión de la sexualidad varían con el
tiempo, la cultura y las circunstancias; existen comportamientos sexuales que en el pasado o en
algunas sociedades están bien considerados y que pueden ser rechazados en otras. Sin embargo,
es conveniente aclarar que en la sexualidad no existen normas, sino formas diferentes de
expresarla.
Al resumir los diferentes aspectos sociales abordados en relación con la sexualidad, se puede
inferir que no existe una adecuada interrelación familia-escuela-sociedad en materia sexual;
todavía la familia, en gran medida, no ha logrado su protagonismo, al no abordar el tema sexual,
en ocasiones, y en otras tratándolo de forma superficial, lo que propicia una inadecuada
preparación de los jóvenes, quienes cada vez incrementan las relaciones sexuales en edades más
tempranas, aumentan el índice de abortos, así como cambios frecuentes de pareja, que favorecen
conductas tales como la prostitución, la cual se internacionaliza, y se crea un enorme mercado de
servicios ofrecidos por diferentes vías: revistas, comerciales, videos, servicios telefónicos, Internet;
existe un fuerte vínculo entre turismo sexual y prostitución, que se vincula con otras tipicidades
delictivas graves, como las drogas, el contrabando, la corrupción de menores etc. Todo esto crea el
caldo de cultivo adecuado para las enfermedades e transmisión sexual y entre éstas, ocupa el lugar
cimero el SIDA, llamada la "Pandemia del Siglo", la cual, en poco más de una década, ha tomado
millones de víctimas, con los jóvenes como el grupo más afectado. En relación con la violencia en
materia sexual, ésta adquiere connotaciones relevantes en el mundo, al llegar al "comercio del
sexo", que abarca a niños y adolescentes, y que constituye una flagrante violación de los derechos
de los mismos. La violencia conyugal sigue siendo la forma más frecuente de violencia familiar.
Hoy, más que nunca, debemos luchar por hacer valedero el concepto de salud sexual que ofrece la
OMS: "Es la integración de los elementos somáticos, emocionales y sexuales, por medios que sean
positivamente enriquecedores y que potencien la personalidad, la comunicación y el amor".
https://mhmedical.com/Content.aspx?bookId=1858§ionId=134371878
https://prezi.com/xhlpr1l9_svt/fisiologia-de-la-sexualidad/
http://www.revinfcientifica.sld.cu/index.php/ric/article/viewFile/1707/3179
https://www.geosalud.com/sexologia/profesionales_articulos/anexo_dimension_social.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Sexolog%C3%ADa
https://es.wikipedia.org/wiki/Sexo
https://www.amaltea.org/sexologia-educacion-terapia/