La clase gobernante es restaurada, no sólo en número sino en calidad, por familias que vienen de las clases inferiores, que le aportan energía y le proporcionan elementos originales para mantenerse en el poder. Se restituye también por la pérdida de quienes más han decaído (Pareto, 1980: 70-71).
La clase gobernante es restaurada, no sólo en número sino en calidad, por familias que vienen de las clases inferiores, que le aportan energía y le proporcionan elementos originales para mantenerse en el poder. Se restituye también por la pérdida de quienes más han decaído (Pareto, 1980: 70-71).
La clase gobernante es restaurada, no sólo en número sino en calidad, por familias que vienen de las clases inferiores, que le aportan energía y le proporcionan elementos originales para mantenerse en el poder. Se restituye también por la pérdida de quienes más han decaído (Pareto, 1980: 70-71).