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1. Concepto y clases.
Un poco de Historia:
- la Ley de lo C-A de 1888 admitió el recurso C-A contra “resoluciones administrativas”
- la Ley Jurisdiccional C-A de 1956 incluyó las pretensiones que se deduzcan contra los
“actos de las administraciones públicas” sujetos al Derecho administrativo
- la actual Ley JC-A 29/98, igual que la 1956, mantiene que la competencia de la JC-A
son “las actuaciones de las AAPP” sujetas al Derecho administrativo; pero, la actual
Ley ha ampliado el número de asuntos de que pueden entender estos tribunales:
- la actuación de las AAPP
- los actos expresos y presuntos de las AAPP
- la inactividad de las AAPP
- las actuaciones materiales que constituyan vía de hecho
- esto es, el acto administrativo ya no es el único objeto de la JC-A, aunque continúa
siendo el principal.
El acto administrativo es por tanto, básicamente, una resolución que puede ser impugnada ante
la JC-A para que la enjuicie:
- por eso no sirve de mucho la definición de acto administrativo de ZANOBINI (“toda
manifestación de voluntad, de deseo, de conocimiento o de juicio realizada por las
AAPP en el ejercicio de una potestad administrativa”)
- ya que no toda “manifestación de voluntad …” es enjuiciable ante la JC-A
- solamente son enjuiciables (directamente) las “resoluciones” definitivas que
afectan a la situación jurídica de los administrados
- el resto de actos y actuaciones que se dan dentro de un procedimiento
administrativo no tienen por sí solos entidad suficiente para abrir un proceso
ante la JC-A
- en este sentido, el Tribunal Supremo reitera que el acto administrativo ha de ser por sí
creador o modificador de situaciones jurídicas (es decir, tiene efectos imperativos o
decisorios)
- por lo tanto, el TS no reconoce el calificativo de actos impugnables a los
dictámenes e informes, manifestaciones de juicios, que siendo meros actos de
trámite provienen de órganos consultivos; ni las contestaciones a las consultas
de los administrados, ni a las certificaciones, ni a las propuestas de resolución,
aunque todos estos actos provengan de órganos administrativos
- el profesor define el acto administrativo como “resolución de un poder público (en el
ejercicio de potestades y funciones administrativas) mediante el que impone su
voluntad sobre los derechos, libertades e intereses de otros sujetos, públicos o
privados, bajo el control de la Jurisdicción C-A”.
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- los destinatarios históricos de un acto administrativo han sido siempre particulares o
administrados
- pero hoy en día (debido al fundamentalismo descentralizador, dice el
profesor) también una administración puede ser destinataria de un acto
administrativo de otra administración, lo que da origen a los pleitos entre
diferentes administraciones (del mismo o diferente nivel).
Del concepto de acto administrativo se han excluido actividades y resoluciones del poder
ejecutivo que, por su contenido, se excluyen del enjuiciamiento C-A:
- son los actos que emanan del Consejo de Ministros (y de los Consejos de Gobierno
de las CCAA); estos órganos de gobierno tienen doble naturaleza:
- por una parte tienen naturaleza político-constitucional -> en principio no están
sometidos a la JC-A
- por otra parte son órganos directivos de la Administración -> plenamente
enjuiciables por la JC-A.
Un poco de Historia:
- Ley de la JC-A de 1888: las resoluciones administrativas del Gobierno se podían
impugnar ante la JC-A, con ciertas excepciones: las materias que “pertenecen
señaladamente a la potestad discrecional”
- “se trata de los actos de orden político o de gobierno, así como las
disposiciones de carácter general relativas a la salud e higiene públicas, al
orden público y a la defensa, sin perjuicio de las indemnizaciones a las que
pudieran dar lugar”
- Ley JC-A de 1956: redujo el concepto de acto de gobierno a las “cuestiones que se
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susciten en relación con los actos políticos del Gobierno (como defensa, relaciones
internacionales, seguridad interior del Estado y militares), sin perjuicio de las
indemnizaciones a las que pudieran dar lugar”
- tras la promulgación de la Constitución de 1978 (cuando aún estaba en vigor
la ley de 1956) el TS dictaminó que son únicamente los actos del Consejo de
Ministros (y de los Consejos de Gobierno de las CCAA), y que materialmente
los actos políticos se refieran a las grandes decisiones que afectan al conjunto
del Estado, pero no a simples asuntos administrativos [por ejemplo, las
sanciones (orden público) o asuntos militares (ascensos, cursos, traslados, ...)
son plenamente recurribles]
- el TS también excluyó del concepto de acto político a los reglamentos
aprobados por el Gobierno
- así pues, según el TS no queda más espacio para el acto político que aquel
que era expresión de la función gubernamental propiamente dicha (es decir, las
referidas a las relaciones internacionales y las de relación con otros poderes
públicos)
- posteriormente el TS admitió que determinados actos políticos sí pueden ser
atacables en vía C-A: los que contienen “elementos reglados fijados por el
ordenamiento” o cuando el acto está sometido a un régimen de reglamentación
administrativa.
La actual Ley de la JC-A de 1998 ha intentado limitar al máximo el concepto de acto político
inatacable ante la JC-A:
- la Ley presupone que sobre determinados actos del Gobierno (o de los Gobiernos de
las CCAA), por muy políticos que sean y por muy amplia que sea su discrecionalidad,
el control jurisdiccional será siempre posible “sobre los derechos fundamentales, los
elementos reglados del acto y la determinación de las indemnizaciones procedentes”
- esto es, la actual Ley de la JC-A sobreentiende que sigue existiendo el acto político
puro (es decir, el que no afecta a derechos fundamentales, ni debe adecuarse a
elementos reglados, ni da origen a responsabilidad patrimonial del Estado)
- pero también reconoce la existencia del acto cuasi-político (que está limitado
por cualesquiera de esas circunstancias) -> este acto cuasi-político sí es
enjuiciable por la JC-A.
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- la “capacidad de opción, sin posibilidad de control jurisdiccional, entre varias
soluciones, todas ellas igualmente válidas por ser permitidas por la ley”
- o también “la concesión de posibilidades de actuación, cuyo desarrollo efectivo es
potestativo y queda enteramente en manos de la Administración”
- a veces el TS ha aludido a la “libertad de apreciación del interés general en cada caso
concreto”, lo que suele ser mayor en el caso de potestades reglamentarias
organizativas y de planeamiento que cuando se trata de la simple aplicación de normas
preestablecidas
- finalmente, el TS advierte que la libertad de apreciación no es absoluta; exige un
proceso de razonamiento, y la discrecionalidad no implica arbitrariedad.
Finalmente, los jueces de lo C-A suelen evitar enjuiciar la “discrecionalidad técnica” (que
requiere de especiales conocimientos técnicos, por ejemplo temarios de oposiciones de
ingenieros), aunque a veces lo hacen apoyándose en peritos.
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encaje dudoso) y un círculo de certeza negativa (los supuestos que no encajan
en el concepto)
- es en la zona de incertidumbre donde surge un cierto margen de
apreciación, que no de discrecionalidad, que la Administración ha
resolver mediante las pruebas y el juicio preciso para justificar su
legalidad y el acierto de la decisión
- finalmente, la JC-A puede atacar la aplicación de conceptos jurídicos indeterminados,
pero no la de los actos discrecionales.
Por el contrario, otro sector sostiene que la Constitución de 1978 ha erigido al Juez en guardián
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del Legislativo y del Ejecutivo, disminuyendo los poderes de estos
- esto es, si la Administración debe actuar con sometimiento pleno a la ley y al
Derecho, así como a los fines que la justifican, el Juez puede llegar a criticar y decidir
sobre los actos discrecionales de la Administración hasta donde le permita el Derecho.
A este respecto, el profesor dice que el pleno control judicial de las AAPP se está poniendo en
riesgo por otras vías pro-Administración: la huida de las AAPP hacia el Derecho privado, las
leyes singulares, la atribución a la Administración (mediante ley) de poderes no sólo
discrecionales sino libres o arbitrarios (adjudicación de contratos, libres designaciones), y otras
materias exentas de control judicial.
A efectos de su exclusión del control judicial es interesante la distinción entre actos que no
causan estado, actos firmes o consentidos y actos confirmatorios.
Los actos administrativos que causan estado son los que agotan la vía administrativa (y por
tanto pueden ser impugnados judicialmente):
a) Las resoluciones de los recursos de alzada
b) Las resoluciones (dictadas por órganos colegiados o comisiones específicas no
sometidas a instrucciones jerárquicas) dictadas en sustitución del recurso de alzada en
procedimientos de impugnación, reclamación, conciliación, mediación o arbitraje
c) Las resoluciones de los órganos administrativos que carezcan de superior jerárquico,
salvo que una ley establezca lo contrario
d) Las demás resoluciones de órganos administrativos, cuando una disposición legal o
reglamentaria lo establezca
e) Los acuerdos, pactos, convenios o contratos que tengan la consideración de
finalizadores del procedimiento.
Los actos que no causan estado son los que no expresan de manera definitiva la voluntad de
la Administración, porque contra los mismos se pueden interponer recursos administrativos
(antes de acudir a la vía judicial)
- el medio normal para conseguir la recurribilidad judicial de estos actos es agotar la vía
administrativa mediante la interposición de un recurso de alzada (que agota de una
sola vez la vía administrativa, como se estudia con detalle más adelante).
Los actos consentidos o firmes son los actos administrativos, hayan o no causado estado, que
son manifestaciones indiscutibles de la voluntad de un órgano administrativo (porque ya no se
pueden impugnar en vía administrativa o jurisdiccional [por el transcurso de los plazos
establecidos sin que el interesado haya interpuesto el correspondiente recurso]):
- en este sentido, no se admite el recurso C-A contra los actos que sean reproducción
de otros anteriores que sean definitivos y firmes, y los confirmatorios de acuerdos
consentidos por no haber sido recurridos en tiempo y forma
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- el acto sea declaratorio de derechos
- y que el interesado haya prestado su consentimiento
- normalmente mediante su aquietamiento procedimental o procesal
(esto es, no se ha recurrido en tiempo)
- o que se haya recurrido a través de un medio de impugnación
improcedente o inadecuado
- o que se haya procedido a su cumplimiento voluntario (evidenciando
aquiescencia con su contenido)
- el concepto de firmeza administrativa [“cosa juzgada administrativa”] es equivalente al
que se utiliza para las sentencias judiciales que, por no haber sido impugnadas en
tiempo y forma, devienen igualmente firmes y no son ya susceptibles de recurso
ordinario.
Un acto firme o consentido no impide, sin embargo, la acción de nulidad (que se puede ejercitar
en cualquier tiempo contra los actos nulos de pleno derecho):
- a pesar de haber transcurrido los plazos del recurso ordinario o del recurso C-A, si se
trata de actos nulos de pleno derecho -> el interesado puede reabrir el debate
administrativo mediante una petición de revisión de oficio
- si la Administración autora del acto lo deniega -> se puede, en su caso,
impugnar en vía JC-A.
Los actos reproductorios o confirmatorios, que tampoco son recurribles, son los que reiteran
(por reproducción o por confirmación) otros actos anteriores firmes y consentidos
- se pretende evitar reabrir un debate judicial sobre lo ya resuelto definitivamente por
vía administrativa o judicial; por eso el acto confirmatorio no debe recoger novedades
respecto del anterior, siendo simplemente una reproducción o confirmación
- el TS dice que el acto no es recurrible:
- aunque cambie el órgano o los recurrentes o los objetos
- o aunque cambien las pretensiones
- o cambien los fundamentos legales aducidos
- o cambie el ordenamiento jurídico aplicable.
Son los que amplían o restringen la esfera jurídica de los particulares (producen regímenes
jurídicos diversos)
- en algunos casos, el acto administrativos puede ser favorable para un conjunto de
beneficiarios y de gravamen para otros -> son los actos de doble efecto o mixtos (estos
actos siempre se producen cuando la Administración realiza alguna actividad arbitral,
por ejemplo en las expropiaciones).
a) Actos favorables.
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Los actos favorables o declarativos de derechos son los que amplían la esfera jurídica de los
particulares:
- son fáciles de dictar, pero difíciles de anular o revocar
- para su revocación se necesita seguir procedimientos formalizados
- no necesitan motivación respecto de sus destinatarios ni, en principio, apoyarse en
normas con rango de ley
- excepcionalmente pueden ser retroactivos.
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a) es una concesión administrativa.
b) es una autorización.
c) es una dispensa.
En la autorización administrativa
a) no existe un derecho preexistente del particular, sino que éste nace justamente del acto autorizatorio.
b) existe un derecho preexistente del particular.
c) existe un derecho preexistente de la Administración, cuyo uso cede a los particulares por medio del acto
autorizatorio.
Las concesiones
a) Son resoluciones en las que una administración transfiere a otros sujetos un derecho o un poder propio.
b) Son resoluciones en las que la administración confiere al administrado la facultad de ejercitar un poder o
derecho preexistente.
c) Son resoluciones en las que una administración permite a otros sujetos el ejercicio de un derecho o
facultad tras haber constatado la existencia y límites del derecho, y que no existen motivos contrarios a su
plena efectividad.
Los actos de gravamen son los que limitan la libertad o derechos de los administrados o bien
los que imponen sanciones; el ordenamiento jurídico exige para su emisión determinadas
garantías a favor del interesado:
- es inexcusable el trámite de audiencia del interesado y la motivación
- el efecto retroactivo está prohibido por la Ley 30/92 y por la CE (art. 9.3)
- la revocación no tiene tantos trámites procedimentales como los actos favorables,
pero si un límite material: que la revocación no constituya dispensa o exención no
permitida por las leyes, o sea contraria al principio de igualdad, al interés público o al
ordenamiento jurídico.
Un acto administrativo de gravamen puede revocarse cuando:
A.- La revocación constituya un trato favorable para el administrado que pueda ser contrario al ordenamiento
jurídico.
B.- La revocación no sea de actos que constituyan errores materiales de la Administración.
C.- La revocación no constituya dispensa o exención no permitida por las leyes, o sea contraria al principio
de igualdad, al interés público o al ordenamiento jurídico.
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4. Actos sancionadores:
- la Administración impone una sanción como consecuencia de una infracción a
lo dispuesto en una norma o en un acto administrativo.
La confiscación de un arma prohibida
a) Es una orden.
b) Es un acto extintivo.
c) Es un acto sancionador.
En el Derecho privado, se admite en general que el silencio de una parte (cuando tenía
obligación de responder) frente a la demanda de otra puede suponer el asentimiento; para ello
el TS exige dos condiciones:
- que el que calla pueda contradecir (esto es, ha de tener conocimiento de los hechos)
- y que el que calla tuviera obligación de contestar (o al menos que fuera natural y
normal que manifieste su disentimiento).
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b) La regulación inicial de los actos presuntos en la Ley 30/1992.
La presión sobre los funcionarios era muy alta (pues aunque el expediente estuviese
incompleto lo tenía que resolver) y el propio funcionario tenía que certificar su propia falta
mediante el certificado de actos presuntos, lo que podía ir en contra del derecho a no
confesarse culpable (art. 24 CE). Por eso se modificó mediante la Ley 4/1999.
c) La regulación del silencio administrativo y de los actos presuntos por la Ley 4/1999,
de modificación de la Ley 30/1992.
Transcurrido dicho plazo sin resolver la solicitud se puede entender estimada o desestimada
por silencio administrativo:
- la regla general es que el silencio es positivo en los procedimientos iniciados a
instancia del interesado (esto deriva de la legislación europea y se aplica sobre todo
a las autorizaciones)
- la excepción es el silencio negativo, en los siguientes casos:
1.º Que una norma con rango de ley o norma comunitario lo establezca.
2.º Los siguientes procedimientos:
a) De ejercicio del derecho de petición de CE 29.
b) Cuando se transfirieran al solicitante o a terceros facultades relativas
al dominio público o al servicio público.
c) De impugnación de actos o disposiciones (salvo recurso de alzada
que se haya interpuesto contra la desestimación por silencio
administrativo de una solicitud por el transcurso del plazo, que se
entenderá estimado el mismo si, llegado el plazo de resolución, el
órgano administrativo competente no dictase resolución expresa sobre
el mismo).
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El silencio se produce como consecuencia de no resolver y notificar en el plazo previsto; la ley
ha previsto que a los efectos de entender cumplida la obligación de notificación en plazo es
suficiente la notificación que contenga cuando menos el texto íntegro del acto, así como el
intento de notificación debidamente acreditado.
Usted solicita al Ayuntamiento de su municipio que coloque un paso de peatones frente a su vivienda. Si transcurre el
plazo máximo que tiene la administración para resolver sin que a usted le hayan notificado resolución expresa
a) Podría entender la solicitud estimada.
b) Podría entender su solicitud desestimada. [ya que se trata del derecho de petición]
c) En este supuesto concreto, al ser excepcional, habría que esperar la resolución expresa del Ayuntamiento.
Los actos administrativos que se producen por silencio se pueden hacer valer ante la
Administración o ante cualquier persona física o jurídica, pública o privada:
- producen efectos desde el vencimiento del plazo máximo en el que deben dictarse y
notificarse
- ¿cómo se acredita su existencia?
- por cualquier medio de prueba admitido en Derecho (normalmente copias de
los documentos dirigidos a la Administración)
- por el certificado acreditativo del silencio que puede solicitarse ante el órgano
competente para resolver (que se debe emitir en el plazo máximo de 15 días
desde que se solicita) -> ¿y si no se emite?: situación kafkiana dice el profesor.
En la doctrina española, que sigue a la italiana [que utiliza la dogmática privatista de los actos
jurídicos], se clasifican los elementos:
- por una parte en subjetivos, objetivos y formales
- por otra parte en esenciales (sujeto, objeto, voluntad, causa, contenido y forma) y
accidentales (término, condición y modo).
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Pero dice el profesor que los actos administrativos están más relacionados con los actos
judiciales que con los actos privados:
- por eso en los actos administrativos adquieren relevancia elementos como la causa y,
sobre todo, el fin (que tienen muy poca o ninguna relevancia en el caso de los actos
privados)
El acto administrativo emana de un sujeto (que es siempre una AAPP), pero la AAPP actúa
siempre a través de una persona física titular del órgano. Vamos a estudiar este elemento
subjetivo (el titular: funcionario o autoridad política) del acto administrativo.
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3. La actuación de autoridades y personal al servicio de las Administraciones Públicas
en los que concurran motivos de abstención no implicará, necesariamente, la
invalidez de los actos en que hayan intervenido.
4. Los órganos superiores podrán ordenar a las personas en quienes se dé alguna de
las circunstancias señaladas que se abstengan de toda intervención en el expediente.
5. La no abstención en los casos en que proceda dará lugar a responsabilidad.
- la autoridad o funcionario debe abstenerse (y también ordenar al inferior que se
abstenga), incurriendo en responsabilidad en caso contrario
- pero no implicará, necesariamente, la invalidez de los actos en que hayan intervenido
- esta es una regla lógica: no debe anularse un acto administrativo o
deshacerse una operación que pudiera ser favorable a los intereses públicos
por una simple razón de incompatibilidad formal y de sospecha de parcialidad
que puede no haber sido determinante.
Recusación:
1. En los casos previstos en el artículo anterior podrá promoverse recusación por los
interesados en cualquier momento de la tramitación del procedimiento.
2. La recusación se planteará por escrito en el que se expresará la causa o causas en
que se funda.
3. En el día siguiente el recusado manifestará a su inmediato superior si se da o no la
causa alegada. En el primer caso, el superior podrá acordar su sustitución acto seguido.
4. Si el recusado niega la causa de recusación, el superior resolverá en el plazo de tres
días, previos los informes y comprobaciones que considere oportunos.
5. Contra las resoluciones adoptadas en esta materia no cabrá recurso, sin perjuicio de
la posibilidad de alegar la recusación al interponer el recurso que proceda contra el acto
que termine el procedimiento.
- por las mismas causas de abstención, los interesados podrán promover la recusación
del titular del órgano en cualquier momento del procedimiento, haciéndolo por escrito
ante el inmediato superior, en el que se expresará la causa o causas en que se funda,
procediéndose entonces de la siguiente forma:
- en el día siguiente, el recusado manifestará a su inmediato superior si se da o
no en él la causa alegada
- en el primer caso, el superior podrá acordar su sustitución acto
seguido
- si el recusado niega la causa de recusación, el superior resolverá en
el plazo de 3 días, previos los informes y comprobaciones que
considere oportunos
- contra las resoluciones adoptadas en esta materia no cabrá recurso, sin
perjuicio de la posibilidad de alegar la recusación al interponer el recurso
(administrativo o c-a, según proceda) contra el acto que termine el
procedimiento.
La recusación del titular de un órgano administrativo en los casos en los que proceda
a) Podrá realizarse por los interesados, en cualquier momento del procedimiento, siempre que se haga por
escrito expresando las causas en que se funda.
a) Podrá realizarse por los interesados, al inicio del procedimiento, siempre que se haga por escrito
expresando las causas en que se funda.
c) Podrá realizarse por el titular del órgano inmediato superior, en cualquier momento del procedimiento,
siempre que se haga por escrito, expresando las causas en las que se funda.
La relación de servicio con persona natural o jurídica interesada directamente en el asunto, es causa de:
a) Causa de irregularidad de la investidura del titular del órgano administrativo
b) Causa de incapacidad
c) Causa de abstención y recusación.
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La competencia del titular
- la competencia es la aptitud que tiene un órgano de la Administración para emanar
actos jurídicos en nombre de la Administración
- es el elemento fundamental (y en la práctica mucho más relevante que los vicios
anteriores)
- la competencia depende de la materia, la jerarquía y el territorio
- el titular es competente para aquellas materias que tiene asignadas (pe
industria, educación,...)
- estas materias están repartidas dentro de una determinada jerarquía de
órganos (los asuntos más importantes son competencia de los órganos
superiores)
- un órgano solo actúa dentro de un territorio (la provincia, el municipio, ...)
- en general las competencias son establecidas por las normas de manera impersonal
(p.e. el Jefe de Servicio tiene tal competencias, sin importar que sea Juanito o Pepita)
- las competencias pueden ser modificadas sin que sus titulares o los particulares
puedan esgrimir un derecho a su mantenimiento
- las competencias no se pueden negociar o renunciar a su ejercicio
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9. La causa y los presupuestos de hecho.
La doctrina distingue entre causa jurídica o inmediata de los actos administrativos (que es la
finalidad para un determinado tipo de actos), y la causa natural o remota (que es el fin
particular que el sujeto se propone al realizar un determinado acto)
- en el caso de una concesión, la causa jurídica o inmediata consiste en crear un nuevo
derecho para el concesionario, mientras que el motivo o causa natural puede ser muy
diverso (p.e. crear un nuevo servicio público, mejorar otro ya existente, aprovechar los
bienes de dominio público, …)
- el acto administrativo será válido cuando se realiza no sólo de conformidad a un fin
típico, sino además de conformidad con un fin particular lícito
- la ley se refiere a la causa jurídica (el contenido de los actos se ajustará a lo
dispuesto por el ordenamiento jurídico) y a la causa natural (el contenido será
determinado y adecuado a los fines de los actos), prohibiendo por tanto los motivos de
interés privado como finalidad de los actos administrativos.
Producción y contenido de los actos administrativos (art. 53)
1. Los actos administrativos que dicten las Administraciones Públicas, bien de oficio o a
instancia del interesado, se producirán por el órgano competente ajustándose al
procedimiento establecido.
2. El contenido de los actos se ajustará a lo dispuesto por el ordenamiento jurídico y
será determinado y adecuado a los fines de aquéllos.
Otra doctrina (francesa) equipara los términos “presupuestos de hecho” y “causa o motivo
legal”:
- toda decisión administrativa encuentra su justificación o censura en una cierta
situación de hecho existente (porque la norma requiere para el ejercicio de las
competencias que tal hecho exista en el momento en el que se dicte el acto)
- por ejemplo, si la norma dice que se sacrificarán animales en caso de
epidemia, la existencia de epidemia condiciona la competencia de la
administración para ordenar el sacrificio de animales
- lo mismo cabe decir sobre una sanción administrativa
- el control del Juez sobre la causa atenderá a la verificación de los hechos que
integran la causa
- la jurisprudencia francesa señala que la Administración tiene la obligación de
explicitar ante el Juez, en caso de impugnación de un acto, los motivos de su
decisión (incluso en los casos en que formalmente no existe obligación legal de
motivar)
- el Juez puede convalidar un acto viciado (por motivación errónea) cuando
concurra otro acto que sirva para justificar el acto administrativo
- también nuestra legislación recoge la solución de convalidación de un acto
viciado por motivación errónea (o indebidamente invocado por las AAPP)
cuando concurre otro acto que sirva para justificar su decisión: “Los actos nulos
o anulables que, sin embargo, contengan los elementos constitutivos de otro
distinto producirán los efectos de éste” (art. 65).
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10. Los móviles y la desviación de poder.
Los móviles de los actos de las AAPP deben adecuarse a los fines públicos por los que la
competencia ha sido atribuida:
- el ejercicio de una competencia con una finalidad distinta de la que la justifica
constituye el vicio conocido como desviación de poder
- “Son anulables los actos de la Administración que incurran en cualquier
infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder” (art. 63)
- “La sentencia estimará el recurso C-A cuando la disposición, la actuación o el
acto incurrieran en cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso la
desviación de poder” (art. 70.2 LJCA)
- se entiende por desviación de poder el ejercicio de potestades administrativas para
fines distintos de los fijados por el ordenamiento jurídico.
La desviación de poder es una noción cercana al abuso del derecho (“todo acto u omisión que
por la intención de su autor, por su objeto, o por las circunstancias en que se realice sobrepase
manifiestamente los límites del ejercicio de un derecho, con daño para tercero”, art. 7.2 CC):
- en ambos casos se usa de un poder jurídico con una finalidad antisocial y
malintencionada, en sentido distinto del querido por el legislador
- los efectos derivados de la apreciación de abuso del derecho o de la desviación de
poder son análogos:
- el abuso del derecho dará lugar a la correspondiente indemnización y a la
adopción de las medidas judiciales o administrativas que impidan la
persistencia en el abuso, lo mismo que puede conseguirse con la estimación de
un recurso fundado en la desviación de poder.
Citar, por último, que la propia Constitución obliga a las AAPP a someterse a los fines que la
justifican: “Los Tribunales controlan la potestad reglamentaria y la legalidad de la actuación
administrativa, así como el sometimiento de ésta a los fines que la justifican“ (art. 106.1 CE).
El contenido de los actos administrativos es definido por Zanobini como aquello que con el acto
la autoridad administrativa entiende disponer, ordenar, permitir, atestiguar o certificar; este
autor distingue entre el contenido natural, el implícito y el accidental o eventual; otros autores
distinguen únicamente entre contenido natural y contenido accidental.
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Contenido natural es el que sirve para individualizar el acto mismo e impide su confusión con
otros:
- el contenido natural consiste en permitir a una persona ejercitar su derecho en el caso
de una autorización, y consiste en el traspaso coactivo de una propiedad en el caso de
una expropiación; el contenido natural también se le llama el contenido esencial
(porque si falta el acto se desvirtúa).
El contenido implícito es aquel que, aunque no esté expresamente recogido por el acto
singular, se entiende comprendido en él (por estarlo en la regulación legal)
- por ejemplo, la indemnización o justiprecio en las medidas expropiatorias, o el
derecho a sueldo en el nombramiento de un funcionario.
Los contenidos accidentales o eventuales de los actos son el término, la condición y el modo:
a) El término es el momento a partir del cual debe comenzar o cesar la eficacia del acto
(normalmente un día determinado):
- el término inicial es aquel en el que el acto adquiere eficacia [supungo que en
general cuando se notifica el acto], aunque también puede ser posterior, el
mismo, o anterior al momento en que se dicta el acto
- el término final es cuando el acto deja de tener efectos
b) La condición es la cláusula que subordina el comienzo o cesación de efectos de un
acto al cumplimiento de un suceso fortuito (suceso por lo común dañoso, que acontece
por azar, sin poder imputar a nadie su origen) o incierto
- en el caso de suceso fortuito la condición será suspensiva, y en el caso de
suceso incierto la condición será resolutoria
- estas condiciones se distinguen de aquellas condiciones que establece la ley
(y a las cuales igualmente se subordina el comienzo o fin de la eficacia de los
actos)
c) El modo es una carga específica impuesta a la persona en cuyo interés se ha
dictado el acto, exigiéndole un determinado comportamiento del que depende la
posibilidad de disfrutar de los beneficios del acto
- no se debe confundir el modo con los deberes que la ley impone directamente
como contenido implícito del acto.
.................................... es una carga específica impuesta a la persona en cuyo interés se ha dictado el acto, por la cual
se le exige un determinado comportamiento del que depende la posibilidad de disfrutar de los beneficios del acto.
a) El término.
b) El modo.
c) La condición.
Estas cláusulas accesorias o accidentales sólo se dan cuando la Administración hace uso de
sus facultades discrecionales y no hay norma contraria que se oponga a su inclusión en el acto
(de otra manera serían ilegales)
- cuando concurren vicios invalidante de la cláusula accesoria, su nulidad no se
contagia a todo el acto (salvo que la inclusión de la cláusula haya sido la razón
determinante de su emisión)
- en este sentido, la nulidad de la condición conlleva de ordinario la invalidez de todo el
acto, pero la nulidad del modo sólo comporta la invalidez de dicha cláusula.
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12. Los elementos formales.
a) Procedimiento administrativo.
b) Forma de la declaración.
La regla general es la exigencia de que el acto administrativo tenga forma escrita (lo que
contrasta con el principio general de libertad de actos y contratos privados)
- esta exigencia (similar a la de los actos judiciales) se justifica porque los actos
administrativos son actos recepticios (que necesitan ser comunicados y recibidos por la
otra parte)
- por lo tanto, los actos administrativos deben documentarse, notificarse o publicarse
(porque son creadores de derechos y deberes, y dotados de fuerza ejecutoria, lo que
exige constancia y prueba indubitada)
- y también porque en los actos administrativos se integran un conjunto de voluntades a
lo largo del procedimiento (y hay que dejar constancia fidedigna de esa participación)
- en conclusión, la regla es que los actos administrativos se producirán o consignarán
por escrito cuando su naturaleza o circunstancias no exijan otra forma más adecuada
de expresión o constancia
- pero no es necesario que cada acto administrativo se haga en un escrito diferente;
cuando deban dictarse una serie de actos de la misma naturaleza (como
nombramientos, concesiones o licencias) pueden refundirse en un único acto.
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Cuando el órgano administrativo ejerce su competencia de forma verbal:
- si se trata de resoluciones, el titular de la competencia deberá autorizar con su firma
una relación de las resoluciones que haya dictado en forma verbal, con indicación de
su contenido
- si no se trata de resoluciones, la constancia escrita del acto, cuando sea necesaria,
se efectuará y firmará por el órgano inferior que lo reciba oralmente, expresando en la
comunicación del mismo la autoridad de que proceda.
El contenido de los actos administrativos puede ser muy diverso (p.e. una sanción, un
nombramiento, …):
- el acto administrativo deberá recoger siempre algunos datos que permitan la
identificación del acto: la autoridad que lo dicta, la decisión (mandato o resolución) y la
fecha, así como la motivación cuando sea preceptiva
- deberán expresarse además otros extremos cuando estén exigidos por disposiciones
concretas (p.e. citar los dictámenes preceptivos del Consejo de Estado)
- finalmente es fundamental que el acto administrativo contenga la decisión (que
deberá ser motivada en los casos que proceda) y exprese además los recursos que
procedan contra esta decisión (esto es, el órgano ante el que haya que presentarse y el
plazo para interponerlos, sin perjuicio de los recursos que los interesados puedan
considerar oportunos)
- Art. 89.3: “Las resoluciones contendrán la decisión, que será motivada en los casos a que se
refiere el art. 54. Expresarán, además, los recursos que contra la misma procedan, órgano
administrativo o judicial ante el que hubieran de presentarse y plazo para interponerlos, sin
perjuicio de que los interesados puedan ejercitar cualquier otro que estimen oportuno”.
La denominación de los actos depende de la autoridad que los dicta: reales decretos del
Consejo de Ministro, órdenes de los Ministros, resoluciones o acuerdos en los demás casos
(también pueden ser instrucciones).
c) Motivación.
Art. 54:1. Serán motivados, con sucinta referencia de hechos y fundamentos de derecho:
a) Los actos que limiten derechos subjetivos o intereses legítimos.
b) Los que resuelvan procedimientos de revisión de oficio de disposiciones o actos
administrativos, recursos administrativos, reclamaciones previas a la vía judicial y
procedimientos de arbitraje.
c) Los que se separen del criterio seguido en actuaciones precedentes o del dictamen
de órganos consultivos.
d) Los acuerdos de suspensión de actos, cualquiera que sea el motivo de ésta, así
como la adopción de medidas provisionales previstas en los artículos 72 y 136 de esta
Ley.
e) Los acuerdos de aplicación de la tramitación de urgencia o de ampliación de plazos.
f) Los que se dicten en el ejercicio de potestades discrecionales, así como los que
deban serlo en virtud de disposición legal o reglamentaria expresa.
2. La motivación de los actos que pongan fin a los procedimientos selectivos y de concurrencia
competitiva se realizará de conformidad con lo que dispongan las normas que regulen sus
convocatorias, debiendo en todo caso quedar acreditados en el procedimiento los fundamentos
de la resolución que se adopte.
20
La “sucinta referencia de hechos y fundamentos de derecho” no puede ser tan breve que
pueda ser cumplida con cualquier formulismo:
- la motivación debe ser suficiente para dar razón plena al proceso lógico y jurídico del
acto
- en este sentido, el Tribunal Supremo:
- exige más la motivación en los actos que extinguen derechos que en los que
los crean
- exige que no sea una mera invocación de un precepto legal sino que aluda a
los hechos concretos
- no exige la fundamentación de Derecho si la medida adoptada es evidente
- permite la incorporación o cita de informes o dictámenes previos.
Plazo de la notificación
- el plazo para el inicio de la notificación es de 10 días desde que se dicta el acto
- pero la superación de este plazo no determina la nulidad (porque es una
irregularidad no invalidante según el TS)
- según el TS, la fecha de la notificación es la de recepción de la misma por el
interesado.
Contenido de la notificación
- el contenido de la notificación deberá comprender:
- el texto íntegro de la resolución (indicando si es o no definitivo en la vía
administrativa)
- expresión de los recursos que procedan, órgano ante el que hubieran de
presentarse y su plazo de interposición (sin perjuicio de que los interesados
puedan ejercitar cualquier otro que estimen procedente)
- no obstante, a los solos efectos de entender cumplida la obligación de
notificar, será suficiente la notificación que contenga al menos el texto íntegro
de la resolución, así como el intento de notificación debidamente acreditado
21
- el acto carecerá de eficacia si falta el texto íntegro o los recursos procedentes:
- pero el acto es convalidable, es decir, surtirá efecto desde la fecha en que el
interesado realice actuaciones que supongan el conocimiento del contenido de
la resolución o acto objeto de notificación, o interponga el recurso procedente
- de no producirse la subsanación ni darse el interesado por notificado -> el acto
incorrectamente notificado no adquiere firmeza (por lo que se mantiene
indefinidamente la posibilidad de recurrir contra el mismo).
A Pedro M. le notifican una resolución sin indicarle si es o no definitiva en vía administrativa ni tampoco los recursos
que contra ella procedan
a) Sería una notificación nula al producir indefensión.
b) Sería una notificación defectuosa pero convalidable.
c) La notificación carecería de validez, y sería necesario repetirla para que el acto pudiera tener efectos.
Lugar de la notificación
- en los procedimientos iniciados a solicitud del interesado, el lugar de notificación es el
que éste haya designado en la solicitud
- si no fuera posible, en cualquier lugar adecuado a tal fin y por cualquier medio
- cuando se practique en el domicilio del interesado, de no hallarse éste
presente, podrá hacerse cargo de la misma cualquier persona que se
encuentre en el domicilio y haga constar su identidad
- si nadie pudiera hacerse cargo de la notificación se hará constar la
circunstancia en el expediente junto con el día y hora en que se intentó, intento
que se repetirá por una sola vez más en una hora distinta dentro de los tres
días siguientes.
Medios de notificación
- se realizará “por cualquier medio que permita tener constancia de su recepción por el
interesado o su representante, así como la fecha, identidad y contenido del acto
notificado”:
- por tanto se permite una notificación personal (con encuentro ente el agente o
funcionario notificador y el destinatario del acto) y una notificación por correo
postal (que ha sido la que ha terminado por imponerse con la técnica de los
certificados; de hecho, los funcionarios de correos son ahora los agentes
notificadores por excelencia)
- a partir de la Ley 24/2001 se permite la notificación empleando medios telemáticos
- se requiere que el interesado haya señalado dicho medio como preferente o
consentido expresamente su utilización, identificando la dirección electrónica,
que deberá cumplir los requisitos reglamentariamente establecidos
- esta preferencia o consentimiento puede emitirse y recabarse por
medios electrónicos
- la notificación se entenderá practicada, a todos los efectos legales, en el
momento en el que se acceda al contenido en la dirección electrónica
- cuando, existiendo constancia de la recepción de la notificación en la
dirección electrónica, transcurrieran 10 días naturales sin que se acceda a su
contenido se entenderá que ha sido rechazada, salvo que de oficio o a
instancia del destinatario se compruebe la imposibilidad técnica o material del
acceso
- además, cuando existe constancia del acceso electrónico del interesado al
contenido de las actuaciones administrativas, producirá los efectos propios de
la notificación por comparecencia.
22
Para que la Administración Pública pueda utilizar medios telemáticos en sus notificaciones es obligatorio que:
A.- La Administración previamente notifique al administrado advirtiéndole de que, en lo sucesivo, las
notificaciones serán por los medios telemáticos previstos en las normas.
B.- El interesado haya señalado dicho medio como preferente o haya consentido su utilización.
C.- El interesado notifique por escrito a la Administración señalando su preferencia por estos medios.
Rechazo de la notificación
- el sujeto pasivo de la notificación es el interesado o su representante
- si el sujeto pasivo rechaza la notificación -> se tendrá por efectuado el trámite de
notificación
- en todo caso, lo fundamental es que se acredite fehacientemente la recepción de la
notificación por el interesado
- por lo tanto, según el TS no son válidas las notificaciones cuando no consta
firma alguna que identifique al receptor y el concepto en que éste se hace
cargo de la notificación, o la realizada por correo certificado con entrega al
portero de la finca (sin constancia de que éste la entregase en la fecha que en
el recibo consta), o cuando el sobre certificado que contiene el traslado de la
resolución se devuelva por estar ausente el destinatario
- sin embargo el TS ha dada por válida la notificación realizada con diligencia
acreditativa de su práctica y depósito en el buzón de correspondencia del interesado.
Publicación
- es otra forma subsidiaria de notificación, insertando la resolución en el Boletín Oficial
correspondiente al ámbito territorial de la Administración
- la Ley 30/92 admite la publicación:
a) cuando el acto tenga por destinatario a una pluralidad indeterminada de
personas, o cuando la Administración estime que la notificación a un solo
interesado es insuficiente para garantizar la notificación a todos (siendo en este
segundo caso un medio adicional a la notificación efectuada)
b) para comunicar actos integrantes de un procedimiento selectivo o de
concurrencia competitiva de cualquier tipo, en cuyo caso la convocatoria
deberá indicar el tablón de anuncios, o medios de comunicación donde se
efectuarán las sucesivas publicaciones, careciendo de validez las que se
realicen en lugares distintos
23
- tanto la notificación por anuncios como la publicación pueden contener:
- el texto íntegro del acto
- o una somera indicación del contenido para que después el interesado
comparezca en el plazo que se señale para enterarse de su contenido íntegro y
dejar constancia de tal conocimiento
- esta fórmula de comunicación deberá utilizarse cuando se aprecie
que la notificación por medio de anuncios o la publicación de un acto
lesiona derechos o intereses legítimos
- finalmente, la Ley 11/2007 permite sustituir o complementar la publicación de actos
mediante tablón de anuncios o edictos por la publicación en la sede electrónica del
organismo correspondiente (esto es, en la página web).
24
Tema II. El acto administrativo, 2: Eficacia y ejecutoriedad
1. La presunción de validez.
Según el TS, la presunción de validez cubre los actos definitivos, pero no todas las actuaciones
del procedimiento previo que se documentan en el expediente administrativo:
- la presunción de validez, dice el TS, no desplaza la carga de la prueba (que
corresponde a la Administración)
- sin embargo, las actas de inspección gozan de presunción de certeza, siempre que el
acto refleje la convicción personal del inspector, resultado de su inspección directa y
personal in situ de los hechos y se trata de verdaderos servicios de inspección (en otro
caso tiene el valor de denuncia)
- dentro de los actos internos del expediente (y por tanto no definitivos), la presunción
de validez se extiende a los acuerdos o propuestas de organismos técnicos (como los
Tribunales de oposiciones), pero no a los informes técnicos de órganos administrativos
(que se consideran mediatizados por los contrarios informes privados).
Nótese que también los actos y negocios jurídico-privados también gozan de presunción de
validez (según el Código Civil):
- por lo tanto, la presunción de validez o legalidad no es una particularidad exclusiva de
los actos administrativos
- lo que realmente diferencia los actos administrativos de los actos privados es la
ejecutoriedad, acción de oficio o privilegio de decisión ejecutoria -> la potestad de la
Administración de llevar a efecto el mandato que el acto incorpora, violentando la
posesión y la libertad del administrado, sin intervención judicial alguna.
Por eficacia se entiende, en primer lugar, la producción de los efectos propios de cada uno de
los actos administrativos: definiendo derechos y creando obligaciones de manera unilateral; la
Jurisprudencia distingue entre validez y eficacia de los actos:
- la validez supone la concurrencia en el acto de todos los elementos que lo integran
- la eficacia hace referencia a la producción temporal de efectos (que puede hallarse
supeditada a la notificación, publicación o aprobación posterior del acto válido); con
carácter general, los actos administrativos (como las normas o los actos jurídico-
privados) producen efectos desde la fecha que se dictan, con dos excepciones:
- la demora del acto (que es el retraso en la producción de sus efectos
propios), que puede originarse:
- porque así lo exija la naturaleza del acto (p.e. no es eficaz el
nombramiento hasta la toma de posesión del funcionario)
- porque el contenido accidental incluya una condición suspensiva o
término inicial que así lo establezca
- o porque la eficacia quede supeditada a su notificación, publicación o
aprobación superior
- además, el acto eficaz puede dejar de producir efectos en los casos
de suspensión (como se verá más adelante)
25
- la regla general de la irretroactividad evita la proyección de la eficacia del
acto sobre el tiempo pasado
- esto es así, sin excepción, para los actos de gravamen o limitativos de
derechos (lo que es congruente con el principio general de
irretroactividad de los reglamentos administrativos, art. 9.3 CE).
¿Qué diferencia realmente los actos administrativos en relación con los privados en el Derecho español?
a) Que el acto administrativo está dotado de ejecutoriedad, acción de oficio o privilegio de decisión ejecutoria.
b) La eficacia del acto administrativo.
c) Los requisitos formales que se exigen a los actos administrativos.
26
Justificación dudosa, y casos donde no es necesario acudir a dicha potestad
- esta potestad es de difícil justificación, al ser los jueces los encargados de “juzgar y
hacer ejecutar lo juzgado”; además, el juez ha de proteger los derechos y posesiones
(y es el único órgano del Estado con poder para desconocerlos o quebrarlos)
- a veces la ejecución forzosa no es necesaria:
- porque el acto se cumple sin resistencia por el administrado
- o porque el acto no comporta ninguna actuación material de ejecución por la
Administración (ya que el acto se limita a definir una situación jurídica de la que
no se derivan derechos o deberes inmediatos, p.e. la inscripción en el Padrón
municipal)
- tampoco puede hablarse de ejecución forzosa del acto en contra de la propia
Administración (es decir, cuando el acto reconoce derechos a los particulares y
los correlativos deberes a la Administración)
- si la Administración no lo ejecuta voluntariamente, el administrado
tendrá que forzar su cumplimiento por la vía judicial (provocando
previamente los actos desestimatorios que procedan y presentar, en su
caso, los correspondientes recursos en vía administrativa)
- tampoco es necesario recurrir al privilegio de la ejecutoriedad cuando las
medidas de ejecución del acto se subsumen en el ejercicio natural de la
autodefensa posesoria
- por ejemplo, cuando la Administración ordena la expulsión de un
particular de una dependencia de dominio público
- en este caso la Administración emplea la potestad de dominio sobre
sus bienes y organizaciones (de la misma forma que lo ejercitaría un
particular en su casa o finca)
- al no quebrantarse la posesión o libertad del particular expulsado, no
se puede decir que se usa en estos casos la potestad ejecutoria.
El supuesto necesario para la ejecución forzosa de los actos administrativos es que el acto
imponga deberes al administrado y, cuando éste se niega al cumplimiento voluntario, se pueda
ejercer una agresión sobre su libertad personal o la alteración de sus posesiones -> la
Administración se libera de la necesidad de acudir al Juez (como tendría que hacer un
particular para hacer efectivas sus legítimas pretensiones).
27
Condiciones para la legitimidad de la ejecutoriedad de los actos
- sin perjuicio de la ejecutoriedad de los actos administrativos a la que se refieren otras
normas, la regulación general está en la Ley 30/92 que exige para su legitimidad el
cumplimiento de las siguientes condiciones:
1.ª La existencia de un acto administrativo (art. 93): “Las AAPP no iniciarán ninguna
actuación material de ejecución de resoluciones que limite derechos de los particulares
sin que previamente haya sido adoptada la decisión que le sirva de fundamento
jurídico”.
2.ª Que el acto sea plenamente eficaz (porque su eficacia no esté pendiente de
condición, plazo, autorización o aprobación de autoridad superior ni haya sido
suspendido administrativa o judicialmente su ejecutoriedad).
3.ª Que la ejecución vaya precedida del oportuno requerimiento o apercibimiento (para
que el obligado no sea sorprendido por aquélla y se le dé la oportunidad de cumplir
voluntariamente con el mandato de la Administración (art. 95): “Las AAPP, a través de
sus órganos competentes en cada caso, podrán proceder, previo apercibimiento, a la
ejecución forzosa de los actos administrativos …”
- a resaltar que el requerimiento supone el otorgamiento de un plazo razonable
para que el requerido pueda cumplir la prestación a que está obligado;
debiendo considerarse que falta ese plazo (y por tanto el requerimiento)
cuando se señalan plazos excesivamente perentorios para la actividad
demandada (p.e. el plazo de 24 h para el pago de una suma de dinero antes de
procederse por la vía de apremio).
4.ª Por último, la ejecución administrativa está condicionada, como dice el último inciso
del art. 95, a que la Ley no haya configurado con relación al acto que se pretende
ejecutar un régimen de ejecución judicial.
Las Administraciones Públicas, sin perjuicio de la ejecutoriedad de los actos administrativos, ha de cumplir las
siguientes condiciones:
A.- Que exista un acto administrativo previo, que sea eficaz y que la ejecución vaya precedida del oportuno
requerimiento o apercibimiento.
B.- Que exista un acto administrativo previo que sea eficaz y que la ejecución vaya precedida del oportuno
requerimiento o apercibimiento, siempre y cuando el acto no esté inmerso en una ejecución judicial.
C.- Que exista un acto administrativo previo, que sea eficaz y que la ejecución vaya precedida del oportuno
requerimiento o apercibimiento judicial.
Un poco de Historia:
- en la Ley de Toro 1371, dada por el Rey Enrique II, se regulaba “democráticamente”
el denominado “juicio de despojo de la propiedad”: se requería proceso, presencia de la
persona y juicio
- sin embargo, en el Antiguo Régimen (hasta 1800), la Hacienda utilizaba (sin
miramientos ni formalidades judiciales) fórmulas expeditivas para la ejecución de las
providencias gubernativas
- la Constitución de Cádiz introdujo que “la potestad de juzgar y hacer ejecutar lo
juzgado” corresponde a los Jueces y Tribunales, y “la Administración no puede ser juez
en su propia causa”
- de ese modo la Administración tenía que recurrir a la Jurisdicción civil para el
caso de impago de tributos o resolver los contratos con la Administración
- la orientación judicialista, negadora de la potestad ejecutoria de la
Administración, tiene además apoyo doctrinal de determinados
administrativistas del siglo XIX que defendían la introducción en España de la
Jurisdicción Contencioso-Administrativa (como la que existía en Francia)
28
- pero a lo largo del mismo siglo XIX se manifestó con fuerza la línea autoritaria que
defiende el privilegio de ejecución forzosa por la Administración sin intervención del
Juez (ni civil ni contencioso), principalmente en materia tributaria
- ya durante el segundo período de vigencia de la Constitución de Cádiz, un
Decreto de 1823 estableció un régimen de ejecutoriedad de los actos
tributarios, con exclusión de los Tribunales civiles
- la Ley Provisional de Administración y Contabilidad de la Hacienda de 1870
reiteró la ejecutoriedad de la cobranza de las contribuciones, sin que se
pudieran hacer contenciosos de dichos asuntos
- por otra parte, la protección de la acción ejecutiva de la Administración frente
a los tribunales ordinarios se estableció ya en 1839 prohibiendo los interdictos
contra la Administración (y continúa hasta hoy en día en la Ley 30/92); además,
los conflictos planteados por la Administración paralizaban la acción judicial
contraria a la ejecución administrativa
- otra materia en la que se refleja la ejecutoriedad de los actos administrativos
es en el reconocimiento de la facultad de recuperación de oficio de los bienes
patrimoniales a la Administración en el plazo de un año, y en cualquier tiempo
de los bienes demaniales.
El Derecho español reguló (mal) la ejecución de las providencias administrativas por vía judicial
- en una inversión de los principios liberales, se utilizó a los Jueces como un
instrumento de la ejecución de los actos de la Administración: los Tribunales llevaban a
ejecución las resoluciones administrativas como si se tratara de sentencias judiciales
firmes (sin que hubiera ningún control previo de la regularidad de los actos
administrativos)
- esta posibilidad está todavía abierta, pues una de las condiciones para la validez de la
ejecución directa de la Administración es que justamente la Ley no exija la intervención
de los Tribunales (art. 95)
- el ejemplo más importante de ejecuciones judiciales de actos administrativos
es la ejecución por la Magistratura de Trabajo de las cuotas impagadas de la
Seguridad Social (RD 1637/95)
- estos supuestos constituyen una clara dominación de la Administración sobre el poder
judicial (o de otra manera, una inversión de los papeles que corresponden a la
Administración y a los Jueces, que en vez de controlar la actividad de aquélla y de sus
actos, ponen toda la fuerza del sistema judicial al servicio de la ejecución de actos
ajenos, pero sin poderes de control sobre su adecuación con el ordenamiento jurídico)
- dice el profesor que estos supuestos son por tanto claramente
inconstitucionales (puesto que los jueces sólo pueden ejecutar lo previamente
juzgado o controlado por ellos mismos).
Sin llegar a la ejecución completa de los actos administrativos, hay más supuestos en que los
Jueces han de ayudar a la Administración en la ejecución de sus actos:
- el papel de los Jueces como defensores de la libertad y la propiedad privada
determinó su intervención en los procedimientos de ejecución administrativa (pero sin
que esa intervención fuese acompañada de los correspondientes poderes para
controlar la licitud misma de los actos de cuya ejecución se trata)
- por ejemplo, la autorización judicial ha sido históricamente requerida en el
procedimiento de apremio y embargo para presidir las subastas de los bienes de los
deudores de la Administración (que además se celebraban en la sede de los
Juzgados), así como para decretar la transferencia de los bienes inmuebles a favor de
la Hacienda
- esta intervención, que implicaba una indudable garantía sobre la regularidad
de dichos actos, se suprimió por RD 1327/86 sobre recaudación ejecutiva de
los derechos económicos de la Hacienda Pública: se sustituyó a los Jueces por
los funcionarios de Hacienda para la realización de las subastas (a celebrar
ahora en los locales que ésta designe)
29
- también así venía ocurriendo con las autorizaciones de entrada a domicilio que los
jueces “debían” otorgar al servicio de las ejecuciones administrativas previa exhibición
de los documentos de relación de deudores
- la LOPJ de 1985 prescribe la competencia de los jueces penales de
instrucción “para otorgar, en autorización motivada, la entrada en domicilios y
en los restantes edificios o lugares de acceso dependiente del consentimiento
de sus titulares, cuando ello proceda para la ejecución de los actos de la
Administración”
- podría entenderse que los jueces tienen un poder de control sobre el
acto administrativo que se iba a ejecutar (esto es, el control se
extendería tanto a la regularidad formal como a la legalidad de fondo)
- pero esta amplia concepción no ha sido admitida por el TC, para el
que “no se somete al juicio del juez una valoración de la acción de la
Administración, pero sí la necesidad justificada de la penetración en el
domicilio de una persona”
- en la actualidad son los Juzgados de lo C-A los que conocen de las
autorizaciones para la entrada en los domicilios y restantes lugares públicos
cuyo acceso requiera el consentimiento de su titular, siempre que ello proceda
para la ejecución forzosa de los actos de la Administración pública, pero ya no
se exige que la autorización sea motivada.
6. Cuestionamiento constitucional.
30
7. Suspensión de efectos del acto administrativo.
El Derecho español no prevé una potestad genérica de suspensión de los actos administrativos
como un poder propio de la Administración
- no obstante, debe reconocerse su existencia en todos los casos de gravamen o
desfavorables para los administrados cuando haya razones de interés público que lo
justifiquen
- estas razones de interés público, así como las situaciones de emergencia o de
urgencia, podrán servir también de justificación (aunque no exista una previsión legal al
respecto) para poner en cuarentena la eficacia de determinados actos
administrativos favorables a los interesados por el tiempo indispensable para
afrontar esas situaciones de interés público (sin perjuicio de las indemnizaciones que
correspondieren).
31
4. Al dictar el acuerdo de suspensión podrán adoptarse las medidas cautelares
que sean necesarias para asegurar la protección del interés público o de
terceros y la eficacia de la resolución o el acto impugnado. Cuando de la
suspensión puedan derivarse perjuicios de cualquier naturaleza, aquélla sólo
producirá efectos previa prestación de caución o garantía suficiente para
responder de ellos, en los términos establecidos reglamentariamente. La
suspensión podrá prolongarse después de agotada la vía administrativa
cuando exista medida cautelar y los efectos de ésta se extiendan a la vía
contencioso-administrativa. Si el interesado interpusiera recurso contencioso-
administrativo, solicitando la suspensión del acto objeto del proceso, se
mantendrá la suspensión hasta que se produzca el correspondiente
pronunciamiento judicial sobre la solicitud.
5. Cuando el recurso tenga por objeto la impugnación de un acto administrativo
que afecte a una pluralidad indeterminada de personas, la suspensión de su
eficacia habrá de ser publicada en el periódico oficial en que aquél se insertó.
Esto es, se admite la suspensión del acto impugnado, de oficio o a solicitud del recurrente, si
se dan los siguientes requisitos:
1. Que el órgano competente proceda a una ponderación suficientemente razonada
entre el perjuicio que causaría al interés público o de terceros y el perjuicio que se
causa al recurrente como consecuencia de la eficacia inmediata del acto recurrido
- aunque la Ley no lo diga, parece obvio que no basta con efectuar esa
ponderación, sino que el resultado de la misma suponga que el perjuicio para
el recurrente es mayor que el se ocasiona al interés público o a terceros
2. Que, además de esa ponderación favorable al recurrente, concurra cualquiera de las
dos siguientes circunstancias:
a) Que la ejecución pudiera causar perjuicios de imposible o difícil reparación
- se trata de prevenir el riesgo de malograr la pretensión ejercitada si se
sigue adelante en la ejecución dando lugar a una situación irreversible
(p.e. la orden de derribo de un edificio antes de que el proceso sobre la
validez de la licencia de construcción se haya ventilado)
- a este mismo requisito se refiere la LJC-A (art. 130.1) para justificar la
adopción de medidas cautelares (entre ellas la suspensión de la
ejecutoriedad): “La medida cautelar podrá acordarse únicamente
cuando la ejecución del acto o la ejecución o la disposición de la
ejecución pudieran hacer perder al recurso su finalidad”
b) Que la impugnación se fundamente en una causa de nulidad de pleno
derecho prevista en la Ley.
3. El acuerdo de suspensión puede estar condicionado en su eficacia por la exigencia
de medidas cautelares que debe prestar el recurrente beneficiario del mismo, siempre
que sean necesarias para asegurar la protección del interés público o de terceros o la
eficacia del acto o la resolución impugnada, cuando de la suspensión puedan derivarse
perjuicios de cualquier naturaleza.
4. A pesar de todos los requisitos anteriores para otorgar la suspensión, se produce
una suspensión automática que se entiende otorgada si transcurriesen 30 días desde
que el recurrente presentó la solicitud de suspensión y la Administración no dictare
resolución expresa
- esta aplicación de la técnica del silencio (que produce una suspensión tácita)
podría perjudicar no sólo al interés público, sino al de terceros afectados por el
acto y que ni siquiera son oídos sobre el particular.
32
Un acto administrativo, en vía de revisión de oficio:
A.- Se suspende como regla general cuando la ejecución pueda causar perjuicios de imposible o difícil
reparación.
B.- No se suspende nunca.
C.- Se suspende siempre y cuando una disposición no establezca lo contrario.
La regla general de la suspensión de efectos del acto administrativo en vía de revisión de oficio es:
a) Que la interposición de cualquier recurso no suspenda la ejecución del acto impugnado.
b) Que el órgano competente para resolver puede suspender la ejecución del acto, cuando ésta pueda
causar perjuicios de imposible o difícil reparación.
c) Que la interposición de cualquier recurso suspenda la ejecución del acto impugnado.
33
- el Estado puede suspender la eficacia de los actos de las Entidades locales que
atenten gravemente al interés general de España
- el Delegado del Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la
Corporación y en el caso de no ser atendido, podrá suspender el acto por sí
mismo (y adoptar las medidas pertinentes a la protección de dicho interés);
además, debe impugnar los actos ante la JC-A en el plazo de diez días desde
la suspensión.
Los medios de ejecución forzosa de los actos administrativos se indican en el art. 96:
1. La ejecución forzosa por las Administraciones Públicas se efectuará, respetando siempre el
principio de proporcionalidad, por los siguientes medios:
a) Apremio sobre el patrimonio.
b) Ejecución subsidiaria.
c) Multa coercitiva.
d) Compulsión sobre las personas.
2. Si fueran varios los medios de ejecución admisibles se elegirá el menos restrictivo de la
libertad individual.
3. Si fuese necesario entrar en el domicilio del afectado, las Administraciones Públicas deberán
obtener el consentimiento del mismo o, en su defecto, la oportuna autorización judicial.
- pero la enumeración de los medios es incompleta (no recoge la ocupación directa de
bienes) y reiterativa (ya que la multa coercitiva es una modalidad de compulsión)
- por otra parte, todos estos medios se someten a la regla de la proporcionalidad y de
la no intercambiabilidad en su empleo; no es discrecional la elección del medio de
ejecución forzosa: si fuera posible elegir varios se elegirá el menos restrictivo de la
libertad individual.
34
- para los inmuebles, el embargo se realiza mediante la anotación preventiva
en el Registro de la Propiedad
- el procedimiento termina con la ejecución del crédito sobre las cuentas corrientes
embargadas o la subasta pública de los bienes trabados (a no ser que se produzca
reclamación por tercería de dominio que se sustancia ante el Juez civil).
La ejecución subsidiaria consiste en la realización de la conducta que el acto impone, bien por
la misma Administración o a través de personas que se determinen (y en todo caso a costa de
lo obligado)
- se aplica a los actos que, por no ser personalísimos, pueden ser realizados por sujeto
distinto del obligado (p.e. se exige al sujeto que demuela una construcción)
- por ello es aplicable en toda suerte de trabajos materiales inespecíficos o
demoliciones
- pero no es aplicable cuando la obligación que se trata de ejecutar no admite
su transferencia a otro sujeto (como en la ejecución de una obra artística)
- en todo caso, la ejecución subsidiaria por persona distinta del obligado comporta que
los gastos que ocasione (así como el importe de los daños y perjuicios que se
produzcan) han de ser abonados por el destinatario del acto
- estos gastos se pueden exigir incluso con carácter cautelar antes de la
ejecución
- en el caso de incumplimiento de esta obligación de pago se procederá a su
exacción por la vía de apremio.
35
Los supuestos de la multa coercitiva son muy amplios y comprenden:
- los actos personalísimos cuando no proceda la compulsión directa sobre las personas
- o cuando la Administración no estimara conveniente esta compulsión
- e incluso cuando el obligado pueda encargar la ejecución a otra persona
- aunque este último supuesto carece de sentido (ya que si la prestación es
fungible, no personalísima, lo lógico es acudir a la ejecución subsidiaria, que
garantiza una ejecución rápida y se adapta al principio de proporcionalidad).
Este medio de ejecución se puede aplicar para la ejecución de actos que impongan una
obligación personalísima de no hacer o soportar (y por tanto no sirven los medios anteriores);
esta forma de ejecución puede ser directa o indirecta
- directa es cuando se actúa físicamente sobre la persona del obligado
- indirecta cuando se coacciona al obligado con la amenaza de la imposición de una
sanción administrativa o penal
- no obstante, la Ley 30/92 alude sólo a la coerción directa, distinguiendo:
- la coerción económica (es decir, la que incide sobre el patrimonio a través de
las multas coercitivas que acabamos de analizar)
- la coerción física (o compulsión sobre las personas).
Para la compulsión sobre las personas se pueden emplear medidas de coerción muy variadas:
- impedimento de no progresar en un determinado camino
- impedimento de entrada en cierto lugar
- privación momentánea de la libertad
- inmovilización para someter a determinadas operaciones médicas obligatorias
(vacunaciones, …)
- agresión física con armas de fuego, en casos extremos de violencia.
La compulsión sobre las personas, por la extrema gravedad que puede alcanzar, limita su
aplicación a los casos en que no se pueden emplear los demás medios de ejecución (y
además, que la ley expresamente lo autorice)
- la Ley 30/92 indica asimismo que sea dentro del debido respeto a la persona humana
y a los derechos fundamentales
- por lo tanto, gobierna la aplicación de esta técnica el criterio del mínimo indispensable
de la medida compulsoria y su proporcionalidad
- la compulsión sobre las personas exige, asimismo, un previo acto formal y personal
de intimidación para el debido cumplimiento del acto administrativo (p.e. participar en
una manifestación ilegal).
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La compulsión directa sobre las personas
a) Se permite para la ejecución de actos administrativos que impongan una obligación personalísima de
hacer o soportar.
b) Se permite para la ejecución de cualquier acto administrativo.
c) Está prohibida por la Ley 30/1992.
La ejecución no puede ir más allá del propio acto administrativo (esto es, el acto de ejecución
no puede alterar ni transformar el contenido del acto administrativo):
- por lo tanto, es posible impugnar en vía C-A los actos de ejecución que vayan más
allá de lo permitido por el acto administrativo de cuya ejecución se trata.
37
Tema III. El acto administrativo, 3: Invalidez, anulación y revocación
La teoría de la invalidez del acto administrativo aborda los vicios y defectos que éste pueda
contener (así como los remedios para los mismos, e incluso los medios para declarar su
anulación):
- el acto administrativo solo pierde la presunción de validez cuando hay una
declaración forma de la Administración o de los Tribunales en este sentido
- la invalidez es una situación patológica del acto administrativo, caracterizada porque
faltan o están viciados algunos de sus elementos
- la invalidez:
- se puede superar por el simple transcurso de tiempo o por aplicación de una
terapia adecuada
- o ser de tal entidad que el acto termina siendo inválido en cualquier caso
- esto es, algunos defectos originan simplemente una nulidad relativa (o
anulabilidad que cura el simple transcurso del tiempo o la subsanación de sus
defectos), mientras que otros defectos están aquejados de la nulidad absoluta
(o nulidad de pleno derecho que conduce irremediablemente a la anulación del
acto.
Tradicionalmente (hasta la LPA de 1958) la invalidez se regía por el Código Civil (que aún hoy
en día considera la nulidad absoluta de los actos jurídicos como regla general): los actos
contrarios a las normas imperativas y a las prohibitivas son nulos de pleno derecho, salvo que
en ellas se establezca un efecto contrario para el caso de contravención.
Pero actualmente tanto la nulidad como la anulabilidad de los actos administrativos están muy
restringidas:
Artículo 62. Nulidad de pleno derecho.
1. Los actos de las Administraciones Públicas son nulos de pleno derecho en los casos
siguientes:
a) Los que lesionen los derechos y libertades susceptibles de amparo
constitucional.
b) Los dictados por órgano manifiestamente incompetente por razón de la
materia o del territorio.
c) Los que tengan un contenido imposible.
d) Los que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como
consecuencia de ésta.
e) Los dictados prescindiendo total y absolutamente de procedimiento
legalmente establecido o de las normas que contienen las reglas esenciales
para la formación de la voluntad de los órganos colegiados.
f) Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los
que se adquieren facultades o derechos cuando se carezca de los requisitos
esenciales para su adquisición.
g) Cualquier otro que se establezca expresamente en una disposición de rango
legal [este inciso permite ampliar la lista de posibilidades por normas de rango
de ley estatales y autonómicas].
2. También serán nulas de pleno derecho las disposiciones administrativas que
vulneren la Constitución, las leyes u otras disposiciones administrativas de rango
superior, las que regulen materias reservadas a la Ley, y las que establezcan la
retroactividad de disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos
individuales.
Artículo 63. Anulabilidad.
1. Son anulables los actos de la Administración que incurran en cualquier infracción del
ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder.
2. No obstante, el defecto de forma sólo determinará la anulabilidad cuando el acto
carezca de los requisitos formales indispensables para alcanzar su fin o dé lugar a la
indefensión de los interesados.
3. La realización de actuaciones administrativas fuera del tiempo establecido para ellas
sólo implicará la anulabilidad del acto cuando así lo imponga la naturaleza del término o
plazo.
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- los apartados 2 y 3 del art. 63 regulan la irregularidad no invalidante (los
actos con vicios menores):
- el defecto de forma:
- que no prive al acto de los requisitos indispensables para
alcanzar su fin
- y que no de lugar a la indefensión de los interesados
- la realización fuera del tiempo establecido, salvo que el término o
plazo sea esencial.
Las razones invocadas para reducir los supuestos de nulidad absoluta y de anulabilidad en
caso del Derecho administrativo son:
- la necesidad de preservar la presunción de la validez de los actos administrativos
(vinculada a la eficacia de la actividad administrativa)
- así como la seguridad jurídica (que resultaría perturbada por la perpetua amenaza de
sanciones radicales que la nulidad absoluta o de pleno derecho comporta)
- en este sentido, las sentencias del TS son muy tolerantes con los vicios del acto
administrativo, y recomiendan prudencia y moderación en el tratamiento de la invalidez
de los actos administrativos, dada la complejidad de los intereses que entran en juego
en dichos actos.
El acto nulo de pleno derecho es aquel que no puede producir efecto alguno por estar afectado
de un vicio especialmente grave (y, si lo produce, puede ser anulado en cualquier momento [sin
que a esa invalidez pueda oponerse la subsanación del defecto o el transcurso del tiempo]).
Es un supuesto introducido por la Ley 30/92 con la intención de reforzar la protección de los
derechos fundamentales:
- con su inclusión la categoría de nulidad de pleno derecho se aleja de la categoría de
inexistencia (porque antes de la inclusión de esta causa de nulidad, la nulidad de pleno
derecho estaba configurada como una categoría muy cercana a la inexistencia)
39
- además no hay plazo para interponer este recurso (en comparación con el plazo de
10 días para el recurso CA de amparo que establece la LJC-A de 1998)
- no obstante, el TS (aunque reconoce que estos derechos y libertades son
permanentes e imprescriptibles) no reconoce la imprescriptibilidad para
ejercitar el recurso.
Criterio muy claro, inicialmente, pero no tanto para algunos juristas y la jurisprudencia:
- la falta de competencia es manifiesta (por razón de la materia) cuando se invade la
competencia de otros poderes del Estado como el judicial o el legislativo
- también cuando la competencia ejercida salta a la vista que corresponde (por razón
de la materia o del territorio) a otro órgano administrativo.
Estos supuestos son más razonamientos lógicos de la doctrina que experiencias reales
resueltas por la jurisprudencia:
- se suponen imposibles aquellos actos en los que falta el sustrato personal (se nombra
funcionario a un fallecido), falta de sustrato material (la ejecución es material o
técnicamente imposible) y por falta de sustrato jurídico (revocación de un acto
administrativo ya anulado)
- el TS ha equiparado este supuesto al de las cosas o servicios imposibles (según la
regulación de contratos en el Código civil), otras veces se ha referido a actos ambiguos
o ininteligibles (y por ello inejecutables).
Este supuesto se refiere a los delitos que pueda cometer la autoridad o funcionario con motivo
de la emanación de un acto administrativo (tiene que ser una persona física ya que la
Administración, como persona jurídica, no puede ser sujeto activo de conductas delictivas).
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¿Quién califica el acto como delito?: lo más difícil es decidir si la calificación del acto como
delictivo debe hacerse:
- por los Tribunales penales
- o si cabe que lo haga la propia Administración (al resolver los recursos
administrativos) o los Tribunales de lo C-A (como presupuesto de sus sentencias
anulatorias del acto)
- en este sentido, el profesor opina que debe admitirse la competencia de la
Administración y de la JC-A para una calificación prejudicial del presunto delito (pero
obviamente sin prejuzgar condena, ni suponer imputación a persona alguna, ni
condicionar la actuación de los Tribunales penales)
- sólo si se admite esa competencia prejudicial en el orden CA podrán
realmente anularse los actos que, siendo constitutivos de delito, no se puede
llegar a una sentencia de condena (bien por falta de los elementos subjetivos
del delito [como la culpabilidad o la imputabilidad], bien porque se ha extinguido
la acción penal [como en los casos de muerte del reo o prescripción del delito o
de la pena]).
En definitiva, la interpretación del profesor es que, ante hechos groseros plenamente probados
en el procedimiento y en el proceso CA que sin ninguna duda pueden calificarse de delitos
(como por ejemplo una licencia urbanística contra el PGOU vigente otorgada a un concejal):
- la Justicia administrativa puede estimarlos nulos de pleno derecho, en razón a su
tipicidad penal
- y puede ser plenamente compatible con una sentencia penal absolutoria porque falten
los demás elementos subjetivos (como puede ser la enajenación mental del autor)
- esta solución, además, no contradice el art. 4 LJCA, que excluye del conocimiento de
la J-CA de las cuestiones prejudiciales de carácter penal (porque el Tribunal de lo C-A
ni imputa delito ni pronuncia una condena).
En el Derecho administrativo los efectos invalidatorios de los defectos de forma no son tan
graves como en el Derecho procesal:
- o bien el defecto es muy grave (en cuyo caso sí se alcanza la nulidad absoluta), o no
lo es tanto (y entonces no se invalida el acto, constituyendo simplemente una
irregularidad no invalidante)
- con esta interpretación, los dos vicios de forma contemplado en el art. 63.2 (cuando
carezca de los requisitos formales indispensables para alcanzar su fin o dé lugar a la
indefensión de los interesados) son realmente vicios de nulidad de pleno derecho.
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Los defectos de forma sólo invalidan el acto administrativo cuando:
a.- Son de tal naturaleza, que hacen imposible la comprensión de su contenido.
b.- En lugar de provocar la anulabilidad, impiden al administrado conocer el contenido del acto administrativo.
c.- Carecen de los requisitos indispensables para alcanzar su fin o producen indefensión a los interesados.
La selección directa de un contratista por concierto directo cuando lo procedente era convocar una subasta
a) Es nula.
b) Es anulable.
c) Se trata de una irregularidad no invalidante.
Este supuesto se justifica por la gran importancia que tienen los órganos colegiados en la
organización administrativa
- los órganos colegiados se rigen por sus reglas específicas y, a falta de ellas, por la
normativa básica de la Ley 30/92
- para la jurisprudencias son reglas esenciales (cuya falta determina la nulidad del
acto): la convocatoria, la nulidad de acuerdos sobre cuestiones que no figuran en el
orden del día, la composición del órgano (especialmente si el órgano es heterogéneo y
acuden sólo los de una parte, piénsese en un órgano bilateral), el quórum de asistencia
y votación (que es lo que determina la existencia jurídica misma del acuerdo y la
voluntad del órgano; el quorum debe mantenerse durante toda la reunión).
El origen de esta causa eran los actos presuntos por silencio positivo que daban origen al
reconocimiento de derechos (especialmente en materia urbanística) que eran considerados
nulos en la jurisprudencia por ser contrarios a lo establecido en los planes urbanísticos:
- actualmente se considera este vicio como nulidad absoluta: por ejemplo, el
nombramiento de un funcionario que no tenía el titulo universitario requerido, aunque
haya aprobado las pruebas de selección.
Este supuesto fue introducido por la vigente Ley 30/92: tanto para leyes estatales como
autonómicas, decretos-leyes y decretos-legislativos cada legislador marcará la frontera en cada
ley entre anulabilidad y nulidad.
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4. La imprescriptibilidad de la acción de nulidad de pleno derecho.
De la Ley 30/92 pueden extraerse las siguientes diferencias entre la nulidad y la anulabilidad:
a) El carácter automático de la nulidad, frente al carácter rogado (necesidad de
demanda) de la anulabilidad; esto es, el art. 63 dice “son nulos” frente a “son anulables”
b) La posibilidad de convalidación, subsanando los defectos de que adolezcan, de los
actos anulables (pero no de los actos nulos)
c) Los plazos de caducidad para la impugnación de unos y otros es la misma en vía de
recurso administrativo
- pero la revisión de los actos nulos puede hacerse en cualquier momento,
mientras que los actos anulables declarativos de derechos deben ser recurridos
en lesividad en el plazo de 4 años
d) La mayor facilidad para la suspensión de la ejecutividad de los actos nulos cuando
son impugnados (al margen de que ocasionen o no perjuicios de imposible o difícil
reparación).
La realidad de las cosas, así como la parsimonia y prudencia de la jurisprudencia, hace que las
diferencias en la práctica entre nulidad de pleno derecho y anulabilidad no sean tan
pronunciadas, y que se recurra a medidas indemnizatorias cuando ya no es posible volver a la
situación inicial
- esto es, el acto administrativo, cuando es firme por el transcurso de los plazos de
recursos, aparece revestido de las características de santidad de cosa juzgada que
tienen las sentencias judiciales inapelables
- por eso dice el profesor que la diferencia entre el régimen administrativo y el judicial
es algo relativo, siendo lo más señalado el reconocimiento del carácter imprescriptible
de los actos nulos
- art. 102.1: “Las AAPP, en cualquier momento, por iniciativa propia o a
solicitud de interesado, y previo dictamen favorable del Consejo de Estado u
órgano consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma, si lo hubiere,
declararán [no es facultativo] de oficio la nulidad de los actos administrativos
que hayan puesto fin a la vía administrativa o que no hayan sido recurridos en
plazo, en los supuestos previstos en el artículo 62.1 (supuestos de nulidad)”.
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5. Anulabilidad e irregularidad no invalidante.
“Son anulables los actos que incurran en cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso
la desviación de poder” (art. 63.1); los vicios de la anulabilidad son convalidables:
- por la subsanación de los defectos de que adolecen
- y por el transcurso de los plazos para la interposición de los recursos administrativos
(o por el transcurso del plazo de 4 años que tiene la Administración para la revisión de
oficio).
Pero hay infracciones del ordenamiento jurídico que originan vicios que no dan lugar a la
anulabilidad (es la irregularidad no invalidante); en este sentido, hay que tener en cuenta que:
- las actuaciones administrativas fuera del tiempo establecido sólo implican la anulación
del acto:
- cuando así lo impone la naturaleza del término o plazo (y la consiguiente
responsabilidad del funcionario causante de la demora)
- el TS ha limitado aún más esta causa de anulación: la naturaleza del plazo ha
de venir impuesta imperativamente por la norma y, además, ha de ser notorio
(o probado) que el tiempo ha influido en la actuación de que se trate
- los defectos de forma solo implican la anulación del acto:
- cuando el acto carece de los requisitos indispensables para alcanzar su fin
- o cuando el acto produce la indefensión de los interesados
- estos dos supuestos son de tal gravedad que, pese a su calificación legal de
vicios causantes de anulabilidad, en realidad son vicios que según el profesor
originan la inexistencia o nulidad de pleno derecho (y por lo tanto no deberían
ser subsanables; aunque sí son subsanables porque lo dice la Ley)
- igual que en el caso del tiempo, la jurisprudencia es también muy restrictiva
para apreciar la anulabilidad por defectos de forma (fuera de los dos supuestos
anteriores): el TS mantiene que la forma tiene un valor estrictamente
instrumental (que sólo adquiere importancia cuando realmente incide en la
decisión de fondo y además se haya producido indefensión).
La Ley 30/92 trata de reducir al mínimo las consecuencias de los vicios de los actos
administrativos (y por eso favorece la modificación de los actos anulables para adaptarlos a la
legalidad); en concreto, la Ley 30/92 admite la convalidación de los actos anulables cuando se
subsanan los vicios de que adolecen:
- Convalidación (art. 67)
1. La Administración podrá convalidar los actos anulables, subsanando los vicios de que
adolezcan.
2. El acto de convalidación producirá efecto desde su fecha, salvo lo dispuesto
anteriormente para la retroactividad de los actos administrativos.
3. Si el vicio consistiera en incompetencia no determinante de nulidad, la convalidación
podrá realizarse por el órgano competente cuando sea superior jerárquico del que dictó
el acto viciado.
4. Si el vicio consistiese en la falta de alguna autorización, podrá ser convalidado el acto
mediante el otorgamiento de la misma por el órgano competente.
- de la convalidación se excluyen la omisión de informes o propuestas preceptivas
(pues si el informe está previsto para ilustrar la decisión final, no tiene sentido que el
informe se realice se produzca a posteriori)
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- los efectos de la convalidación se producen sólo desde la fecha del acto
convalidatorio (a no ser que se den los supuestos de hecho que justifican con carácter
general el otorgamiento de eficacia retroactiva)
- la convalidación de la incompetencia jerárquica deberá efectuarse por ratificación del
órgano superior
- el TS admite como válida la convalidación que tiene lugar cuando el órgano
superior desestima el recurso de alzada interpuesto contra el acto del órgano
inferior incompetente
- en caso de que falten autorizaciones administrativas, el TS dice que el acto se puede
convalidar si las autorizaciones administrativas se obtienen con posterioridad (y el
otorgamiento de la autorizaciones se hace conforme a la legalidad vigente)
- cuando se dicta un nuevo acto que corrige los vicios del anterior (que era nulo o
anulable) -> a los efectos del computo de plazos para recursos administrativos y
judiciales se toma la fecha del nuevo acto.
La conversión sirve a la misma finalidad sanadora: un acto inválido puede producir otros
efectos válidos distintos de los previstos por su autor
- p.e. el nombramiento nulo de un funcionario en propiedad puede producir los efectos
de su mismo nombramiento como interino
- Conversión de actos viciados (art. 65): Los actos nulos o anulables que, sin embargo,
contengan los elementos constitutivos de otro distinto producirán los efectos de éste.
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7. La anulación por la Administración de los actos inválidos. El proceso de lesividad.
a) Introducción.
Pero sí se crean dificultades jurídicas cuando se trata de revisar o anular actos inválidos que
han creado o reconocido derechos a favor de terceros que se encuentran además en
posesión y disfrute de esos derechos que el acto administrativo ha reconocido
- en estos casos la Administración puede anular directamente (previo dictamen
favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad
autónoma) los actos nulos de pleno derecho
- pero la Administración no puede anular directamente los actos anulables, sino que
debe remitirse al proceso de lesividad:
- la Administración acude a la J-CA para que anule el acto (dictado por la
propia Administración) declarativo de derechos o favorable a un interesado
- el acto mantiene la validez hasta que una sentencia judicial declare su
nulidad.
Para la anulación directa por la propia Administración de un acto o disposición, la Ley 30/92
exige determinados requisitos:
- que el acto o disposición esté incurso en alguna de las causas de nulidad de pleno
derecho
- no importa que se trate de actos favorables o desfavorables (pues no todos
los interesados coincidirán en lo que es o no favorable)
- debido a que los actos nulos son imprescriptibles -> no hay limite temporal
para que el interesado solicite la acción de nulidad (o la Administración acuerde
ponerla en marcha)
- que la nulidad se acuerde previo dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano
consultivo equivalente de la CA, si lo hay
- esto es una garantía para el beneficiado por el acto favorable -> sin dictamen
o con un dictamen desfavorable no se puede llevar a cabo la anulación
- no obstante (cuando el procedimiento se inicia a solicitud del interesado y con
la finalidad de evitar planteamientos abusivos) la Administración puede acordar
motivadamente la inadmisión a trámite de las solicitudes formuladas sin
necesidad de recabar dictamen del órgano consultivo cuando:
- la solicitud de anulación no se funda en alguna de las causas de
nulidad de pleno derecho o carezca manifiestamente de fundamento
- o se hubieran desestimado en cuanto al fondo otras solicitudes
sustancialmente iguales
- en estos casos, los interesados pueden recurrir esta inadmisión
utilizando los recursos administrativos o c-a que procedan
46
- el procedimiento de anulación termina con una resolución expresa de anulación
- además de la anulación del acto o disposición nulos de pleno derecho, la
resolución ha de pronunciarse expresamente sobre la indemnización que
proceda reconocer a los interesados (en el caso de que se den los requisitos
que determinan la responsabilidad extracontractual de la Administración)
- si transcurren tres meses sin resolver se producirá la caducidad en los
procedimientos iniciados de oficio y la desestimación por silencio negativo en
los iniciados a instancia del interesado.
La Ley 30/92 obliga a la Administración (cuando pretende la anulación de actos anulables que
son favorables a los interesados) a acudir a la JC-A a través del proceso de lesividad:
- la Administración puede declarar lesivo para el interés público el acto favorable para
un interesado y que sea anulable de acuerdo al art. 63
- históricamente se exigía que la lesión para el interés público tenía que ser a la
vez lesiva económicamente para la Administración y lesiva contra el
ordenamiento jurídico
- pero actualmente no se exige expresamente la lesión económica contra la
Administración; el TS entiende que el “interés público” puede ser de cualquier
naturaleza, como un interés urbanístico e incluso político
- a continuación se puede impugnar el acto ante el orden jurisdiccional contencioso-
administrativa.
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La declaración de lesividad ha de ser previa a la impugnación contencioso-administrativa:
- el procedimiento para declarar la lesividad exige la previa audiencia de cuantos
aparezcan como interesados en el acto; el plazo para declarar la lesividad es de 6
meses desde la iniciación del procedimiento
- la declaración se realiza mediante Orden Ministerial del departamento autor del acto,
o acuerdo del Consejo de Ministros; si el acto proviene de las CCAA, la declaración de
lesividad se adopta por el órgano competente en la materia y si se trata de la
Administración local por el Pleno de la Corporación
- la declaración de lesividad no puede adoptarse después de 4 años desde que se dictó
el acto administrativo lesivo
- según el TS la declaración de lesividad no puede ser recurrida judicialmente por el
interesado (ya que la impugnación del acto lesivo por parte de la Administración es
precisamente el objeto mismo del proceso).
El que un acto sea inválido, de pleno derecho o anulable, no quiere decir que deba ser
necesariamente invalidado (porque es posible que la adecuación del acto al ordenamiento
jurídico engendre una situación más injusta que la originada por la ilegalidad que se pretende
combatir); por eso hay que moderar la facultad invalidatoria:
- el art. 106 establece unos límites generales a las facultades de anulación y
revocación, prohibiéndolas “cuando (por prescripción de acciones, por el tiempo
transcurrido u otras circunstancias) su ejercicio resulte contrario a la equidad, a la
buena fe, al derecho de los particulares o a las leyes”.
Cuando el proceso de anulación se lleva a cabo, los efectos invalidatorios sobre los derechos
reconocidos o las prestaciones efectuadas es una cuestión no resuelta por la Ley 30/92 (por
ejemplo, devolución de prestaciones recibidas o anulación de autorizaciones); por el contrario,
sí recogen estos efectos el CC para los contratos privados y la normativa urbanística.
La anulación o invalidación implican la retirada del acto por motivos de legalidad (por ser el
acto contrario a Derecho); la revocación es la eliminación o derogación del acto por motivos de
oportunidad o de conveniencia administrativa (esto es, la Administración había dictado un acto
perfectamente legal, pero ya no se acomoda a los intereses públicos y la Administración decide
dejarlo sin efecto).
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La revocación se fundamenta en el principio de que la acción de la Administración debe ser
coherente con los intereses públicos (y no sólo cuando el acto nació sino a lo largo de la vida
del acto; esto es, el acto puede ser sustituido por otro más idóneo):
- la potestad revocatoria se admite en los términos más amplios cuando afectan
únicamente a la organización administrativa, o cuando son perjudiciales o gravosos
para los particulares
- Art. 105.1: “Las Administraciones Públicas podrán revocar en cualquier momento sus
actos de gravamen o desfavorables, siempre que tal revocación no constituya dispensa
o exención no permitida por las leyes, o sea contraria al principio de igualdad, al interés
público o al ordenamiento jurídico”
- en estos casos no hay, en principio, impedimento alguno; más bien deben ser
revocados cuando dicha revocación es conveniente a los intereses y fines
públicos (aunque pudiera ser ilegal si contrariase normas prohibitivas o la
revocación lesionase los intereses públicos o de otras personas)
- los problemas más graves de la revocación (como en la anulación) se presentan
cuando la Administración pretende la revocación de actos declarativos de derechos
(como autorizaciones, concesiones, nombramientos, etc)
- en estos casos hay que tener en cuenta el derecho a indemnización del titular
del derecho
- el art. 106 establece unos límites generales a las facultades de anulación y
revocación, prohibiéndolas “cuando (por prescripción de acciones, por el
tiempo transcurrido u otras circunstancias) su ejercicio resulte contrario a la
equidad, a la buena fe, al derecho de los particulares o a las leyes”
- sin embargo la revocación (incluso contra los derechos de los particulares que
el propio acto reconoce) es admisible cuando está prevista en el acto o en la
norma que le da soporte
- por ejemplo en los supuestos de rescate o caducidad (o reversión) de
concesiones, o sencillamente por surgimiento de circunstancias
imprevistas (una de las cuales puede ser precisamente el cambio de
legislación)
- la apreciación de nuevos criterios (que han de estar sólidamente
justificados en el interés público) es la causa común justificadora de las
reversiones o rescates de concesiones de bienes o servicios públicos.
El titular del derecho revocado tendrá o no derecho a indemnización en función de las causas
que determinan la revocación y de la naturaleza del derecho afectado:
- en principio, no habrá que indemnizar por la revocación:
- “cuando se incumplen las condiciones” que en el acto administrativo sujeta el
derecho (una autorización o una concesión) que en él se reconoce
- tampoco es indemnizable la revocación cuando se trata de autorizaciones
sanitarias (o en general las de policía), ya que se trata de concesiones
precarias que se concedieron en unas determinadas circunstancias
- tampoco la revocación de nombramientos para determinados puestos de la
función pública o de altos cargos que, por su propia naturaleza, son
discrecionales
- por el contrario, sí es indemnizable la revocación de actos cuando la causa
legitimadora de la revocación es la adopción de nuevos criterios de apreciación sobre
el interés público (como ocurre con la revocación o rescate de las concesiones de
bienes y servicios públicos, o las licencias urbanísticas)
- el TS dice que el propio acto revocatorio tiene que decidir sobre la
indemnización
- en relación a la indemnización surge un caso curioso: ¿son válidas las
cláusulas que exoneran a la Administración de responsabilidad para el caso de
revocación de licencias?
- el profesor dice que estas cláusulas no son legítimas.
49
9. La rectificación de los errores materiales y aritméticos.
Por otra parte, el error material (por ejemplo un error de redacción del acto) o aritmético
legitima una inmediata rectificación de oficio por la Administración:
- art. 105.2: “Las Administraciones Públicas podrán rectificar en cualquier momento, de oficio o a
instancia de los interesados, los errores materiales, de hecho o aritméticos existentes en sus
actos”
- el TS dice que para que la Administración los pueda eliminar de manera mecánica e
inmediata (sin procedimiento anulatorio) cuando el error material y el error aritmético
son ostensibles, manifiestos e indiscutibles; en el resto de los casos se exige un
procedimiento de anulación.
Un acto administrativo que contiene un error aritmético, ¿puede ser rectificado por la Administración?
a) Sólo cuando lo soliciten los interesados.
b) Si, la Administración lo podrá rectificar en cualquier momento.
c) La Administración está obligada a rectificar de oficio cualquier error aritmético.
d) La Administración no podrá rectificar los actos administrativos que haya dictado siguiendo el procedimiento
previsto en la Ley.
50
Tema IV. El procedimiento administrativo
51
2. La regulación del procedimiento administrativo. Antecedentes, contenidos, ámbito de
aplicación y desarrollo reglamentario.
La LPA de 1958 pasó a ser también la norma básica a los efectos del Derecho autonómico, a
tenor de lo establecido en CE: “El Estado tiene competencia exclusiva sobre …
- las bases del régimen jurídico de las AAPP y del régimen estatutario de sus
funcionarios que, en todo caso, garantizarán a los administrados un tratamiento común
ante ellas, y
- el procedimiento administrativo común, sin perjuicio de las especialidades derivadas
de la organización propia de las CCAA”.
52
Desarrollo de la LRJ
- la Ley 30/92 ha sido desarrollada ampliamente, destacando los Reglamentos de
carácter general:
- la finalidad de estos Reglamentos es la adecuación a la Ley 30/92 de normas
reguladoras de categorías enteras de procedimientos administrativos
susceptibles de un tratamiento jurídico uniforme
- ejemplos de procedimientos: de responsabilidad patrimonial, para el ejercicio
de la potestad sancionadora, de concesión de ayudas y subvenciones públicas,
y de otorgamiento, modificación y extinción de autorizaciones.
GIANINI por otra parte hace una clasificación similar a la de los actos administrativos que
producen los procedimientos:
a) Procedimientos declarativos y constitutivos:
- los declarativos tienen una finalidad de atribuir cualificaciones jurídicas a
personas, cosas o relaciones
- los constitutivos producen el efecto jurídico de nacimiento, modificación o
extinción de situaciones subjetivas
b) Procedimientos ablatorios o expropiatorios, concesiones y autorizativos: son clases
en las que se dividen los procedimientos constitutivos
c) Procedimientos simples y complejos:
- son simples los que persiguen un único interés público (por ejemplo la
expedición de una licencia de caza)
- son complejos los que atienden a varios intereses públicos (por ejemplo la
aprobación de los PGOU)
- estos procedimientos son clases en las que se dividen los procs constitutivos
d) Procedimientos organizativos (por ejemplo los que tienen por objeto la creación,
modificación o extinción de personas jurídicas o de órganos administrativos, la
actividad de control, etc)
e) Procedimientos sancionadores, que son aquellos a través de los cuales la
Administración ejercita la potestad sancionadora
f) Procedimientos ejecutivos, en los que se materializan los contenidos de los actos
administrativos.
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4. Los sujetos en el procedimiento administrativo. El titular de la competencia.
Abstención y recusación.
El interesado
- en el procedimiento administrativo se utiliza la expresión interesado (en lugar de las
variantes demandante, demandado, denunciante, querellado, procesado, que se
emplean en los procesos civiles y penales)
- sin embargo, el interesado en un procedimiento administrativo puede estar en
situaciones parecidas: de demandante (en un recurso) o de demandado (por
un tercero), o ser denunciante o denunciado, o encausado o inculpado
- así se desprende de la LRJ, que considera interesados tanto a quienes instan
el procedimiento pretendiendo algún beneficio como a quienes, en general,
pueden resultar perjudicados por él
- en este sentido, la LRJ considera interesados a:
a) Quienes promuevan un procedimiento administrativo como titulares de
derechos o intereses legítimos individuales o colectivos
- las asociaciones y organizaciones representativas de intereses
económicos y sociales serán titulares de intereses legítimos colectivos
en los términos que la ley reconozca
b) Los que sin haber iniciado el procedimiento tengan derechos que puedan
resultar directamente afectados por la decisión que en el mismo se adopte
c) Aquellos cuyos intereses legítimos, individuales o colectivos, puedan resultar
afectados por la resolución y se personen en el procedimiento en tanto no haya
recaído resolución definitiva.
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- después de la Constitución, y con mayor amplitud, el TS ha entendido que el
concepto de interés cubre toda clase de interés moral o material que pueda resultar
beneficiado con la estimación de la pretensión ejercitada, siempre que no se reduzca a
un simple interés a la legalidad
- de no excluirse este último supuesto (esto es, se admitiera la legitimación por
el simple deseo de defender el ordenamiento jurídico) se confundiría la
legitimación por interés con la acción pública abierta a todos los ciudadanos
pertenecientes al ámbito de una Administración territorial.
Capacidad de obrar
- para estar y actuar en el procedimiento administratico, además de la condición de
interesado, es necesario tener capacidad de obrar; esta capacidad de obrar la
ostentan:
- los que la tienen con arreglo al Derecho civil
- y los menores de edad en el ejercicio y defensa de aquellos derechos e
intereses cuya actuación permita el ordenamiento jurídico administrativo sin la
asistencia de la persona que ostenta la patria potestad, tutela o curatela
- se exceptúa el supuesto de menores incapacitados, cuando la
extensión de la incapacidad afecte al ejercicio y defensa de los
derechos e intereses de que se trate.
Representación y su acreditación
- en el procedimiento administrativo no es necesaria, pero se admite la representación
(en cuyo caso se entenderán con el representante las actuaciones administrativas,
salvo manifestación expresa en contra del interesado)
- se trata (y frente a lo que es regla general en los procesos judiciales con abogados,
procuradores, peritos, …) de una representación voluntaria no profesionalizada (esto
es, cualquier persona con capacidad de obrar puede actuar en representación de otra
ante las AAPP)
- no obstante, la LRJ configura un supuesto de representación legal en el caso
de que varios interesados figuran en una solicitud, escrito o comunicación,
entendiéndose entonces las actuaciones a que dé lugar con aquel interesado
que lo suscriba en primer término, de no expresarse otra cosa en el escrito
- la forma de acreditar la representación es variable en función del alcance de la
misma:
- para las gestiones de mero trámite se presume la representación
- sin embargo, para formular reclamaciones, desistir de instancias y renunciar a
derechos en nombre de otra persona, deberá acreditarse la representación por
cualquier medio válido en Derecho que deje constancia fidedigna o, mediante
poder apud acta (declaración en comparecencia personal del interesado ante el
funcionario)
- en todo caso, la falta o insuficiente acreditación no impedirá que se
tenga por realizado el acto de que se trate, siempre que se aporte la
acreditación o se subsane el defecto dentro del plazo de 10 días que
deberá conceder a este efecto el órgano administrativo (o de un plazo
superior cuando las circunstancias del caso así lo requieran).
En el procedimiento administrativo
a) la representación no es necesaria pero se admite, y la asistencia de un profesional es preceptiva.
b) la ley no impone la asistencia de un profesional, pero la permite.
c) como regla general es preceptiva la asistencia de un profesional, excepto en los supuestos previstos en la
ley.
Asesores profesionales
- la asistencia de un profesional en Derecho u otra especialidad (al margen de aquellos
casos donde el abogado lleva simultáneamente la representación y la asistencia
técnica, como está previsto en el procedimiento de las reclamaciones económico-
administrativas), no es preciso como regla general ante la Administración
- la ley no impone esta asistencia profesional, pero la permite: “los interesados podrán
actuar asistidos de asesor cuando lo consideren conveniente en defensa de sus
intereses”
55
- sin embargo, se dan supuestos especiales en que la asistencia técnica se exige para
determinadas actuaciones
- así ocurre cuando se presentan informes técnicos que deben ser avalados por
los correspondientes profesionales (proyectos por ingenieros, hojas de
apreciación en la expropiación forzosa, …)
- asimismo, en base al art. 24 CE (que garantiza la defensa y la asistencia
letrada en los prolegómenos policiales del proceso penal y durante la
tramitación de éste), debería exigirse, como mantienen los Colegios de
Abogados, la obligatoriedad de la asistencia letrada (por lo menos en los
procedimiento administrativo sancionadores de los que puedan derivarse
responsabilidades penales)
- la actuación de un asesor plantea la cuestión de la imputación de sus actuaciones
- en general, y aunque la Ley no diga nada al respecto, hay que entender que
los actos del asesor son actos de la parte a la que asisten (salvo que la parte
revoque expresamente esas actuaciones).
Por ello, sin faltar al principio del contradictorio, el procedimiento se conduce ordinariamente
por el principio inquisitivo y de impulsión de oficio, que da libertad al instructor para dirigir
las actuaciones (como ocurre en la fase sumarial del proceso penal); en efecto, la LRJ
atempera el principio del contradictorio con el principio inquisitivo, que prevalece en diversos
preceptos como:
- los que establecen la iniciación y la impulsión de oficio del procedimiento en todos sus
trámites
- el desarrollo, de oficio, de los actos de instrucción adecuados para la determinación,
conocimiento y comprobación de los datos, en virtud de los cuales deba pronunciarse
la resolución
- la apertura de un periodo de prueba sin necesidad de petición de los interesados
- y por último los que permiten que el órgano competente, en aras del interés general,
pueda extender el contenido de su decisión a todas las cuestiones planteadas por el
expediente y aquellas otras derivadas del mismo (al margen de que hayan sido o no
planteadas por los interesados; por el contrario, el principio de congruencia no permite
al Juez resolver fuera de las peticiones de las partes).
56
Por otra parte, el principio inquisitivo y la impulsión de oficio tienen como una de sus finalidades
conseguir la mayor celeridad y economía en el procedimiento; para ello el instructor dispone de
facultades para:
- acordar en un solo acto todos los trámites que por su naturaleza admitan una
impulsión simultánea
- acumular procedimientos análogos
- repudiar las pretensiones de suspensión del procedimiento
- y dar por precluidos [dar por finalizados los trámites de una etapa del procedimiento]
los trámites establecidos a favor de los interesados cuando éstos no los evacuen en
plazo.
b) El principio de publicidad.
57
- por otra parte, hay que tener en cuenta las limitaciones y excepciones
previstas por otras regulaciones: materias clasificadas, datos sanitarios
personales de los pacientes, archivos de la legislación electoral, archivos
estadísticos, Registro Civil y Central de Penados y Rebeldes, de los Diputados
y Senadores y miembros de las Asambleas legislativas de las CCAA o de las
CCLL y, finalmente, sobre la consulta de los fondos documentales existentes
en los Archivos Históricos.
En todo caso el derecho de acceso de los ciudadanos, que conlleva el de obtener copias o
certificados de los documentos cuyo examen sea autorizado por la Administración, deberá ser
ejercitado por los particulares de forma que no se vea afectada la eficacia del funcionamiento
de los servicios públicos (para ello se ha de formular petición individualizada de los
documentos que se desee consultar, sin que quepa, salvo para su consideración con carácter
potestativo por la Administración, formular una solicitud genérica sobre una materia o conjunto
de materias).
Pero en algunos sectores no se limita la publicidad a los expedientes terminados; por ejemplo,
la Ley 38/1995 de 12 de diciembre, sobre el derecho de acceso a la información en materia de
medio ambiente, que transpone la Directiva 90/313/CEE, reconoce el derecho a acceder a
expedientes en tramitación sin que para ello sea obligatorio probar un interés determinado,
fijando un plazo máximo de dos meses para que la Administración facilite la información
solicitada.
“Los procedimientos podrán iniciarse de oficio o a solicitud de persona interesada” (art. 68):
- en esto se parece al proceso penal (pero no al proceso civil que solamente se inicia a
petición de parte).
58
La solicitud de iniciación a instancia de parte (art. 70):
1. Las solicitudes que se formulen deberán contener:
a) Nombre y apellidos del interesado y, en su caso, de la persona que lo represente, así
como la identificación del medio preferente o del lugar que se señale a efectos de
notificaciones.
b) Hechos, razones y petición en que se concrete, con toda claridad, la solicitud.
c) Lugar y fecha.
d) Firma del solicitante o acreditación de la autenticidad de su voluntad expresada por
cualquier medio.
e) Órgano, centro o unidad administrativa a la que se dirige.
2. Cuando las pretensiones correspondientes a una pluralidad de personas tengan un contenido
y fundamento idéntico o sustancialmente similar, podrán ser formuladas en una única solicitud,
salvo que las normas reguladoras de los procedimientos específicos dispongan otra cosa.
3. De las solicitudes, comunicaciones y escritos que presenten los interesados en las oficinas de
la Administración, podrán éstos exigir el correspondiente recibo que acredite la fecha de
presentación, admitiéndose como tal una copia en la que figure la fecha de presentación anotada
por la oficina.
4. Las AAPP deberán establecer modelos y sistemas normalizados de solicitudes cuando se
trate de procedimientos que impliquen la resolución numerosa de una serie de procedimientos.
Los modelos mencionados estarán a disposición de los ciudadanos en las dependencias
administrativas. Los solicitantes podrán acompañar los elementos que estimen convenientes
para precisar o completar los datos del modelo, los cuales deberán ser admitidos y tenidos en
cuenta por el órgano al que se dirijan.
- respecto a este artículo, el profesor únicamente hace referencia al apartado 1.
59
Recibida la instancia el órgano competente (si el escrito de iniciación no reúne los requisitos
anteriores [y además el número del DNI]) requerirá al solicitante que proceda a subsanar la
solicitud o acompañar los documentos preceptivos, con la indicación de que, si así no lo
hiciere, se archivará el expediente
- Subsanación y mejora de la solicitud (art. 71)
1. Si la solicitud de iniciación no reúne los requisitos que señala el artículo anterior y los
exigidos, en su caso, por la legislación específica aplicable, se requerirá al interesado
para que, en un plazo de diez días, subsane la falta o acompañe los documentos
preceptivos, con indicación de que, si así no lo hiciera, se le tendrá por desistido de su
petición, previa resolución que deberá ser dictada en los términos previstos en el
artículo 42.
2. Siempre que no se trate de procedimientos selectivos o de concurrencia competitiva,
este plazo podrá ser ampliado prudencialmente, hasta cinco días, a petición del
interesado o iniciativa del órgano, cuando la aportación de los documentos requeridos
presente dificultades especiales.
3. En los procedimientos iniciados a solicitud de los interesados, el órgano competente
podrá recabar del solicitante la modificación o mejora voluntaria de los términos de
aquélla. De ellos se levantará acta sucinta, que se incorporará al procedimiento.
8. Tramitación e instrucción.
Los actos de instrucción tienen que proporcionar al órgano decisorio los elementos de juicio
necesarios para una resolución adecuada
- pero esto no implica que en todo procedimiento se den todos los actos de instrucción
regulados en la ley (ya que a veces se dicta la resolución directamente como respuesta
a la propia instancia de solicitud del interesado)
- la constatación de datos y hechos, que es la función de esta fase, se lleva a cabo
mediante: alegaciones de los interesados, trámite de información pública, informes,
pruebas y trámite de audiencia.
60
Un caso curioso, pero infrecuente, relacionado con las alegaciones es la alegación oral de
varios interesados:
- la LPA de 1958 permitía una vista oral para el supuesto de varios interesados; se
permitían las alegaciones simultáneas de todos los interesados en una reunión
convocada al efecto (con el fin de reducir al mínimo las discrepancias sobre cuestiones
de hecho o de derecho), levantándose acta sucinta
- la actual Ley de Procedimiento Económico-Administrativo también contempla una
vista oral
- pero la LRJ no regula un trámite de vista oral; no obstante, no impide realizarlo al
instructor (y a tal efecto reunir a los interesados en un solo acto, a la manera judicial,
para contrastar sus puntos de vista sobre los hechos, las pruebas practicadas y los
fundamentos jurídicos que han de servir de soporte a la resolución).
61
b) Informes.
62
c) La prueba.
63
En el Derecho administrativo, respecto a la valoración de la prueba, prevalece el criterio de
libertad de apreciación (más propio de los procesos penales, frente al sistema de pruebas
tasadas del proceso civil)
- este criterio se conoce jurisprudencialmente como el de apreciación conjunta de la
prueba (pero en el bien entendido que, en ningún caso, libre valoración o apreciación
conjunta de la prueba practicada implica estimación de pretensiones o condenas sin
base probatoria).
Esto es, una vez instruidos los procedimiento (e inmediatamente antes de redactar la
propuesta) el instructor habrá de poner el expediente de manifiesto a los interesados, para que
éstos puedan alegar y presentar los documentos y justificaciones que estimen pertinentes
- este trámite es “esencialísimo y hasta sagrado” para la jurisprudencia, que considera
su omisión causa de nulidad en cuanto produce indefensión de los interesados
- sólo se puede prescindir del trámite de audiencia cuando no figuren en el
procedimiento ni sean tenidos en cuenta en la resolución otros hechos ni otras
alegaciones y pruebas que las aducidas por el interesado
- la finalidad va más allá de la de permitir la presentación de alegaciones (que se puede
hacer en cualquier momento anterior) -> se facilita el conocimiento de la totalidad del
expediente para que pueda realizar un defensa eficaz y completa de sus intereses
- por ello tiene lugar al término del período de instrucción, inmediatamente
antes de que se redacte la propuesta de resolución (para no sustraer al
interesado de ninguna parte del expediente)
- el plazo conjunto para examinar el expediente y formular alegaciones, no puede ser
inferior a 10 días ni superior a 15 días
- se puede dar por realizado el trámite si antes del vencimiento los interesados
manifiestan su decisión de no efectuar alegaciones ni aportar nuevos
documentos o justificaciones.
El trámite de audiencia
a) Es un trámite obligatorio del procedimiento administrativo del que no se puede prescindir en ningún caso,
pues su omisión produce indefensión de los interesados.
b) Es un trámite obligatorio del que sólo se podrá prescindir cuando no figuren en el procedimiento ni sean
tenidos en cuanta en la resolución otros hechos ni otras alegaciones y pruebas que las aducidas por el
interesado.
c) Es un trámite del que se puede prescindir cuando lo solicite alguno de los interesados.
e) No es obligatorio y se puede prescindir de él cuando la Administración lo estime conveniente.
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e) Los plazos.
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Los plazos vienen expresados en las leyes por días, meses y años, lo que exige unas reglas
para su computo (días hábiles e inhábiles, día inicial y final)
- si el plazo se expresa en días:
1.º Se entiende referido a días hábiles (inhábiles son los domingos y los días
declarados festivos, a cuyo efecto la AGE y las CCAA en su respectivo ámbito
territorial fijarán al comienzo de cada año el correspondiente calendario), salvo
que en las notificaciones se exprese que son días naturales.
2.º El cómputo se inicia a partir del día siguiente a aquel en que tenga lugar la
notificación o publicación del acto (o desde el siguiente a aquel en que se
entienda producida la estimación o desestimación por silencio administrativo).
3.º Si el último día del plazo es inhábil se entiende prorrogado al primer día
hábil siguiente.
- si el plazo se expresa en meses o años:
- se computan a partir del día siguiente a la notificación o publicación
- el cómputo debe hacerse de fecha a fecha, con independencia del número de
días que tenga cada mes o año
- si el mes del vencimiento no hubiera día equivalente a aquel en que comenzó
el computo (p.e. si el cómputo comienza un 31), se entenderá que el plazo
expira el último día del mes (aunque sea un 30)
- si termina en día inhábil debe prorrogarse al siguiente día hábil.
En materia de plazos administrativos, la regla general es:
A.- Que los términos y plazos obligan a los interesados pero no a la Administración ni a su personal
competente.
B.- Que los términos y plazos obligan a los interesados pero la Administración y su personal siempre pueden
ampliarlos por razones de servicio.
C.- Que los términos y plazos obligan tanto a la Administración y su personal como a los interesados, si bien
estos últimos pueden solicitar ampliación de los plazos.
Esto es, la LRJ regula como formas o causas de finalización del procedimiento:
- El desistimiento
- La renuncia al derecho en que se funda la solicitud
- La declaración de caducidad
- La imposibilidad material de continuar el procedimiento por causas sobrevenidas
- La resolución
- La terminación convencional
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a) El desistimiento y la renuncia.
El procedimiento puede terminar, antes de llegar a su fin por desistimiento (el interesado
desiste de su petición o instancia), lo que significa el apartamiento del procedimiento pero no la
renuncia del derecho ejercitado a través de él. A diferencia del desistimiento, la renuncia va
más allá e implica la declaración de abandono del derecho, pretensión o interés en el
procedimiento que se había ejercitado (por la que el procedimiento deja de tener sentido).
Juan Gómez y Laura Gil solicitan conjuntamente una licencia de obras al Ayuntamiento X. Posteriormente, Juan
Gómez desiste de su solicitud.
a) El desistimiento sólo afecta a Juan, y no así a la solicitud de Laura.
b) A haber desistido Juan, los efectos del desistimiento se extienden también a la solicitud de Laura.
c) Al haber sido formulada la solicitud por Juan y Laura conjuntamente, Juan por su cuenta no podrá desistir
de la solicitud.
d) Cuando se solicita una licencia, los interesados no pueden desistir.
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3. La caducidad no producirá por sí sola la prescripción de las acciones del particular o de la
Administración, pero los procedimientos caducados no interrumpirán el plazo de prescripción.
4. Podrá no ser aplicable la caducidad en el supuesto de que la cuestión suscitada afecte al
interés general, o fuera conveniente sustanciarla para su definición y esclarecimiento.
68
En cuanto a los efectos de la caducidad, no implica siempre la correlativa pérdida o extinción
del derecho que en dicho procedimiento se estaba ejercitando o pretendiendo:
- art. 92.3: La caducidad no producirá por sí sola la prescripción de las acciones del particular o
de la Administración, pero los procedimientos caducados no interrumpirán el plazo de
prescripción
- por eso en los procedimientos iniciados de oficio en que se ejercen facultades
sancionadoras o de intervención es posible que la declaración de caducidad pueda ser
seguida del inicio de otro procedimiento con la misma finalidad si no ha prescrito la
infracción
- en cualquier caso, la caducidad no produce efecto alguno “en el supuesto de que la
cuestión suscitada afecte al interés general o cuando fuere conveniente sustanciarla
para su definición o esclarecimiento” (art. 92.4).
Las resoluciones contendrán la decisión que será motivada, en los casos a que se refiere el art.
54 LRJ (necesidad de motivación):
- de existir informes o dictámenes, éstos servirán de motivación a la resolución cuando
se incorporen al texto de la misma
- las resoluciones expresarán, además, los recursos que contra la misma procedan, el
órgano administrativo o judicial ante el que se hubieran de presentar y el plazo para
interponerlos, sin perjuicio de que los interesados puedan ejercitar cualquier otro que
estimen procedente
- finalmente, la LRJ asimila la resolución expresa a la no resolución en los plazos
establecidos y le atribuye determinado sentido, positivo o negativo, como se estudió en
un tema anterior (actos expresos y presuntos).
69
d) La terminación convencional.
70
Tema V. Las formas de la actividad administrativa: la actividad de policía o limitación
En la mayoría de las ocasiones se combinan varias clases de actividades para alcanzar el fin
previsto (es el denominado principio de intercambiabilidad de las técnicas de intervención
administrativa); por ejemplo, para mejorar la sanidad pública se pueden subvencionar los
hospitales privados y/o crear hospitales públicos.
Toda la actividad administrativa, al contrario de lo que pasa con las actividades de los
particulares, está sujeta a determinados principios: legalidad, igualdad, proporcionalidad, buena
fe, confianza legítima e interés público.
El art. 103 CE establece que “la Administración pública actúa con sometimiento pleno a la ley y
al Derecho”:
- el principio de legalidad de la actividad administrativa implica que la actuación de las
AAPP sólo puede hacer lo que indica la ley (vinculación positiva)
- sin embargo en la actividad privada se permite hacer todo lo que la ley no prohíbe
(vinculación negativa).
La regulación por norma legal es requisito esencial de toda la actividad limitativa o ablatoria
[que produce el sacrificio o menoscabo de derechos] que comporte limitación de los derechos y
libertades de los ciudadanos, definidos en el Capítulo II del Título I de la Constitución (art. 53
CE: sólo por ley, que respetará su contenido esencial, podrá regularse el ejercicio de tales
derechos y libertades)
- pero las tendencias democráticas hacen que incluso la limitación de derechos fuera
del CapítuloII-TítuloI se regula por ley (no se considera habilitante la simple regulación
mediante reglamento)
- no obstante, no es razonable exigir una previsión legal (incluso para materias que
afecten a la libertad o los derechos, como la tributaria o sancionadora); esto es, dice el
profesor que siempre hay que dejar un margen a los reglamentos
- por el contrario, sólo es exigible un apoderamiento legal para que la Administración
pueda regular (mediante reglamentos) las actividades administrativas que se orientan a
la ampliación de los derechos (como las actividades de fomento y de servicio público).
71
Conclusión: Se admite la tesis de la vinculación positiva de forma general, pero no parece
razonable exigir de la ley una regulación minuciosa de la actividad administrativa; en cualquier
caso, para que la actividad de la Administración sea lícita ha de existir una norma previa (que
puede ser una ley o un reglamento).
b) El principio de igualdad.
El principio de igualdad ha sido objeto de una numerosa jurisprudencia del TC y supone que “a
hechos iguales deben aplicárseles consecuencias iguales”, y que las diferencias de trato
necesitan justificar adecuadamente la existencia de los motivos de tales diferencias; este
principio de igualdad se aplica a todas las actividades de la Administración.
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- el principio de la confianza legítima ha sido introducido por la jurisprudencia
comunitaria, y exige determinadas condiciones para su aplicación:
- una acción de la Administración que justifique las legítimas expectativas de
los administrados
- que, además de la apreciación subjetiva del interesado, las expectativas
puedan ser objetivamente reconocidas por un observador neutral
- y que los intereses de los afectados no sean contrarios a los intereses
públicos preponderantes.
e) El interés público.
73
4. Los grados de limitación en la libertad y derechos de los particulares.
Otra forma de limitar los derechos es su sacrificio o privación a favor de un interés público
mediante una indemnización: la actividad que la Administración desarrolla a este efecto es la
expropiación forzosa (regulada en el art. 33 CE).
La LBRL enumera las técnicas administrativas para limitar la actividad de los ciudadanos:
a) Ordenanzas y bandos.
b) Sometimiento a previa licencia y otros actos de control preventivo.
c) Sometimiento a comunicación previa o a declaración responsable.
d) Sometimiento a control posterior tras iniciar la actividad (a efectos de verificar el
cumplimiento de la normativa reguladora de la actividad).
e) Órdenes individuales constitutivas de mandato para la ejecución de un acto o la
prohibición del mismo.
Pero dice el profesor que no se trata realmente de técnicas de intervención, sino que se trata
más bien de requisitos (además de la correspondiente previsión legal) previos a la propia
actividad de limitación; esto es, el reglamento (que exige autorizaciones, prohíbe conductas,
etc) se considera más un producto normativo que una técnica de intervención.
6. La autorización.
a) El concepto de autorización.
La autorización (permiso, licencia, carnet, ...) es la reina de las técnicas de limitación; se han
enfrentado dos concepciones, según se considere que el derecho del administrado a
desarrollar la determinada actividad existe o no antes de la propia autorización administrativa:
a) el derecho a realizar la actividad existe; lo que hace la autorización es permitir el
ejercicio de ese derecho una vez comprobado que se cumplen las condiciones para
ejercitar el derecho; la autorización es un acto declarativo (frente a la concesión, que
otorga derechos que el concesionario no tenía)
b) el derecho a realizar la actividad surge con la autorización
- el profesor parte de la existencia previa del derecho o libertad, y considera la
autorización como una acto de control reglado que determina si se cumplen las
exigencias legales o reglamentarias previstas en la norma (por ejemplo en el permiso
de conducción: la mayoría de edad, el examen médico preceptivo, y la superación de
las pruebas de aptitud y conocimientos)
- la potestad autorizatoria de la Administración se limita pues a la simple valoración
fáctica, no debiendo reconocerse ningún margen de discrecionalidad en el
otorgamiento o denegación de autorizaciones: no existen las autorizaciones o licencias
discrecionales.
74
b) Diferencia entre autorización y concesión.
El Real Decreto 1778/94 adecua a la Ley 30/92 las normas de los procedimientos de
otorgamiento, modificación y extinción de las autorizaciones:
- las autorizaciones administrativas se otorgan a solicitud de los interesados
- aunque la regla general es el silencio positivo, en el anexo del Real Decreto se da una
lista muy amplia de casos de silencio negativo
- además se regula la terminación convencional por acuerdo entre el autorizado y la
Administración (pero se trata de una regulación vacía porque se admite únicamente
cuando, por naturaleza de la actividad, las normas reguladoras de la autorización así lo
prevean)
- en caso de limitación de licencias (que podría considerarse más bien una concesión),
se impone un procedimiento que garantice de forma competitiva el principio de
igualdad entre los solicitantes; la normativa lo resuelve acudiendo a la licitación, y
cuando no es posible, al sorteo (esto es, el procedimiento es similar al exigido para el
otorgamiento de concesiones)
- puesto que la autorización es un acto reglado, las autorizaciones no se pueden
modular discrecionalmente a través de determinaciones accesorias (condición, modo y
término) pues se incidiría sobre los efectos de la actividad autorizada; sin embargo,
estas determinaciones accesorias sí se pueden hacer en el caso de las concesiones
- por lo tanto, cuando se habla de las condiciones de la licencia hay que
entender que se refieren a las previstas en la propia normativa que regula el
permiso, pero no las que libremente y sin base en la normativa pudiera
introducir la autoridad autorizante
- esto es, las condiciones para las licencias deben limitarse a las previstas en la
propia normativa.
75
No obstante, todas las autorizaciones se suelen otorgar con la cláusula “sin perjuicio de
tercero”:
- esta cláusula reduce el efecto de la autorización al ámbito de las relaciones entre la
Administración y el sujeto autorizado (sin que suponga alteración alguna en las
relaciones jurídico-privadas que subyacen en el otorgamiento de la autorización)
- esto es, la autorización:
- no supone reconocimiento de titularidades privadas de unos sujetos frente a
otros (por ejemplo, la autorización no tiene efectos en casos de expedir una
licencia de construcción a favor de quien no es dueño del solar edificable)
- ni es un salvoconducto de irresponsabilidad contra los eventuales fraudes que
pudiera envolver u ocasionar la actividad privada.
La Directiva 2006/123 y la Ley 17/2009 regulan el libre acceso a las actividades de servicio:
- en general (salvo para los servicios que expresamente señalan estas normativas)
únicamente pueden mantenerse regímenes de autorización previa cuando no sean
discriminatorios, estén justificados por una razón imperiosa de interés general, y sean
proporcionados
- en general, no está justificada una autorización cuando sea suficiente una
comunicación (para facilitar el control de la actividad si fuera necesario)
- en general se considera el silencio administrativo como positivo (salvo en
determinados casos por razón de interés general)
- en general las autorizaciones serán indefinidas
- se prohíbe limitar el número de autorizaciones:
- salvo cuando esté justificado por escasez de recursos; en estos casos se abre
un procedimiento concurrencial y la autorización será por un tiempo
determinado (no indefinida).
76
La Directiva 2006/123/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de diciembre de 2006, relativa a los servicios
en el mercado interior y la ley española 17/2009, de 23 de diciembre, sobre el libre acceso a las actividades de
servicios y su ejercicio:
a) Eliminan en todo caso las autorizaciones administrativas en el sector servicios.
b) Eliminan como principio general las autorizaciones administrativas salvo que no sean discriminatorias o se
justifiquen por el interés general y sean proporcionadas.
c) Eliminan la autorización administrativa siempre que no exista una razón que impida el control
administrativo de la actividad.
77
8. Ordenes, mandatos y prohibiciones.
78
Tema VI. La actividad administrativa de fomento
Atendiendo a las ventajas que se otorgan a los particulares incentivados, el fomento puede
consistir en medidas:
- honoríficas (condecoraciones, títulos nobiliarios, ...)
- económicas (primas, subvenciones, desgravaciones fiscales, ...)
- jurídicas (beneficiarios de la expropiación forzosa, otorgamiento de concesiones
mineras o de aguas subterráneas a sus descubridores, ...).
79
En cualquier caso, debe descartarse el carácter discrecional de la concesión de subvenciones
económicas o el beneficio de la expropiación forzosa
- esto es así porque hay un derecho subjetivo a su reconocimiento y una legitimación
para oponerse a su concesión a un tercero invocando mejor derecho o tratamiento
desigual (por ejemplo las becas)
- aunque sea a veces con dificultad, se pueden valorar las circunstancias de hecho
concurrentes y se puede realizar un control judicial sobre los actos de concesión o
denegación.
Los principales incentivos para la orientación de los particulares hacia fines de interés general
son los económicos (estos incentivos económicos también sirven para orientar y corregir el
sistema de mercado en una determinada dirección); los principales incentivos económicos son:
- menores ingresos para la Administración: son las exenciones y desgravaciones
fiscales
- mayores gastos para la Administración:
- los anticipos (préstamos reintegrables con bajo interés o sin él)
- los premios o primas (en función de determinados niveles productivos)
- los seguros de beneficios industriales (garantizan un nivel mínimo
determinado para sus beneficiarios)
- por otra parte, desde una perspectiva temporal, las ayudas económicas pueden ser:
- previas: si se libran antes del cumplimiento de la actividad incentivada (becas,
préstamos o anticipos a bajo interés, subvenciones en general)
- o posteriores a la actividad desarrollada.
La actividad de fomento económico también está sujeta al principio de igualdad, que obliga a
tratar por igual a los presuntos beneficiarios de la acción de fomento, y a distribuir las ayudas a
través de procedimientos basados en las reglas de transparencia, publicidad y libre
concurrencia, como se verá más adelante.
80
4. La subvención.
El profesor prácticamente transcribe los siguientes artículos de la vigente Ley 38/2003 General
de Subvenciones (LGS), aplicable a todas las AAPP:
- Objeto (art. 1)
Esta Ley tiene por objeto la regulación del régimen jurídico general de las
subvenciones otorgadas por las Administraciones públicas.
- Concepto de subvención (art. 2)
1. Se entiende por subvención, a los efectos de esta Ley, toda disposición dineraria
realizada por cualesquiera de los sujetos contemplados en el artículo 3 de esta Ley
[AAPP y sus organismos y entidades de Derecho público, vinculadas o dependientes], a
favor de personas públicas o privadas, y que cumpla los siguientes requisitos:
a) Que la entrega se realice sin contraprestación directa de los beneficiarios.
b) Que la entrega esté sujeta al cumplimiento de un determinado objetivo, la
ejecución de un proyecto, la realización de una actividad, la adopción de un
comportamiento singular, ya realizados o por desarrollar, o la concurrencia de
una situación, debiendo el beneficiario cumplir las obligaciones materiales y
formales que se hubieran establecido.
c) Que el proyecto, la acción, conducta o situación financiada tenga por objeto
el fomento de una actividad de utilidad pública o interés social o de promoción
de una finalidad pública.
2. No están comprendidas en el ámbito de aplicación de esta Ley las aportaciones
dinerarias entre diferentes AAPP (…), así como las que se realicen entre los distintos
agentes de una Administración (…).
3. (…)
81
4. No tienen carácter de subvenciones los siguientes supuestos:
- Las prestaciones contributivas y no contributivas del Sistema de la Seguridad
Social.
- Las pensiones asistenciales por ancianidad a favor de los españoles no
residentes en España, en los términos establecidos en su normativa
reguladora.
- Las prestaciones derivadas del sistema de clases pasivas del Estado,
pensiones de guerra y otras pensiones y prestaciones por razón de actos de
terrorismo.
- Las prestaciones reconocidas por el Fondo de Garantía Salarial.
- Los beneficios fiscales y beneficios en la cotización a la Seguridad Social.
- El crédito oficial, salvo en los supuestos en que la Administración Pública
subvencione al prestatario la totalidad o parte de los intereses u otras
contraprestaciones de la operación de crédito.
- Exclusiones del ámbito de aplicación de la Ley (art. 4)
- Quedan excluidos del ámbito de aplicación de esta Ley:
- Los premios que se otorguen sin la previa solicitud del beneficiario.
- Las subvenciones previstas en la Ley Orgánica 5/1985, del Régimen Electoral
General.
- Las reguladas en la Ley Orgánica de Financiación de los Partidos Políticos.
- Las subvenciones a los grupos parlamentarios de las Cortes Generales, así
como las subvenciones a los grupos parlamentarios de las Asambleas
autonómicas y a los grupos políticos de las corporaciones locales, según
establezca su propia normativa.
82
Actualmente tiende a sustituirse el sistema de auxilios rogados (donde el particular toma la
iniciativa de solicitar la subvención) por el sistema de auxilios concursados (la iniciativa la toma
la Administración cuando publica las bases de las subvenciones):
- no obstante, la LGS prevé supuestos de concesión al margen del procedimiento
- son las subvenciones previstas nominativamente en los Presupuestos, o cuyo
otorgamiento y cuantía venga impuesto a la Administración por una norma de rango
legal, y con carácter excepcional, aquellas otras subvenciones en que se acrediten
razones de interés público, social, económico o humanitario, u otras debidamente
justificadas que dificulten su convocatoria pública.
Otro principio capital del régimen de la subvención debería ser el de riesgo compartido:
- esto es, la subvención no debería liberar al particular de todo riesgo o aportación de
capital propio (si lo liberase, la subvención se convierte en una donación)
- en este sentido, la LGS es equívoca:
- por una parte establece que la norma reguladora de la subvención podrá
exigir un importe de financiación propia
- por otra establece que el importe de la subvención, en ningún caso podrá ser
de tal cuantía que (aisladamente, o en concurrencia con subvenciones o
ayudas de otras AAPP, o de otros Entes públicos o privados, nacionales o
internacionales) supere el coste de la actividad subvencionada -> por lo tanto,
la subvención puede alcanzar hasta el 100%.
Por último, la subvención debe respetar la libre competencia entre los operadores económicos,
sin crear situaciones de desigualdad entre unos y otros (”cuando los objetivos que se
pretenden conseguir afecten al mercado, su orientación debe dirigirse a corregir fallos
claramente identificados y sus efectos deben ser mínimamente distorsionadores).
Pueden ser entidades colaboradoras las personas privadas, así como los organismos y demás
entes públicos y las sociedades mercantiles mayoritariamente públicas; la entidad colaboradora
tiene las siguiente obligaciones:
- entregar a los beneficiarios los fondos recibidos
- comprobar el cumplimiento y efectividad de las condiciones o requisitos
determinantes para su otorgamiento
- justificar la entrega de los fondos recibidos ante el órgano concedente de la
subvención
- en su caso, entregar la justificación presentada por los beneficiarios
- someterse a las actuaciones de comprobación del órgano competente.
83
6. El procedimiento de otorgamiento de las subvenciones.
El procedimiento ordinario se inicia siempre de oficio y tiene por objeto establecer, mediante la
comparación de las solicitudes presentadas, una prelación entre las mismas de acuerdo con
los criterios de valoración previamente fijados en las bases reguladoras y en la convocatoria:
- tras los anuncios correspondientes en los diarios oficiales, tiene lugar la presentación
de solicitudes y documentos
- a ello sigue la correspondiente instrucción, realizándose de oficio cuantas actuaciones
se estimen necesarias para la determinación, conocimiento y comprobación de los
datos en virtud de los cuales debe formularse la propuesta de resolución
- es posible comenzar la instrucción por una fase de preevaluación, en la que
se verificará el cumplimiento de las condiciones impuestas para adquirir la
condición de beneficiario de la subvención
- una vez evaluadas las solicitudes, un órgano colegiado, cuya composición
será la que se establezca en las bases, deberá remitir informe con el resultado
de la evaluación
- tras esto, el órgano instructor, a la vista del expediente y del informe del
órgano colegiado, formulará la propuesta de resolución provisional,
debidamente motivada
- esta resolución provisional debe notificarse a los interesados en la forma que
establezca la convocatoria, y se concede un plazo de 10 días para presentar
alegaciones
- no obstante, se podrá prescindir del trámite de audiencia cuando no
figuren en el procedimiento ni sean tenidos en cuenta otros hechos ni
otras alegaciones y pruebas que las aducidas por los interesados
- el otorgamiento de la subvención se hará por resolución motivada en plazo que no
podrá exceder de 6 meses a partir de la publicación de la convocatoria (salvo que la
convocatoria posponga sus efectos a una fecha posterior); el transcurso de este plazo
sin haberse notificado a los interesados se entenderá denegatorio.
84
c) Procedimiento de concesión directa.
Se aplica cuando la cuantía viene impuesta a la Administración por una norma de rango legal,
o cuando las subvenciones estén previstas nominativamente en los presupuestos públicos.
a) Anulación de la relación.
La subvención puede quedar sin efecto si el título por el que se rige (esto es, el acto de
otorgamiento) está afectado de invalidez; a estos efectos, la LGS considera causas de nulidad:
- las indicadas en el art. 62.1 LRJ que ya hemos visto [actos administrativos nulos de
pleno derecho]
- además, la carencia o insuficiencia de crédito
- por otra parte, son causas de anulabilidad las demás infracciones del ordenamiento
juerídico (art. 63).
Sin embargo, no procede la revisión de oficio del acto de concesión cuando concurra alguna de
las causas de reintegro que se aludirán más adelante.
b) Modificación de la subvención.
El beneficiario tiene el derecho a percibir los fondos comprometidos (que se corresponde con la
correlativa obligación de la Administración concedente de pagarlos):
- se trata de una obligación estricta, plenamente exigible (ya se han superado las ideas
de voluntariedad y precariedad o eventualidad que se reflejaban en la jurisprudencia de
principios del siglo XX)
- sin embargo, el pago de la subvención se condiciona al cumplimiento de las
obligaciones tributarias y de la Seguridad Social, lo que deberá acreditar el beneficiario
de la subvención.
85
La principal obligación del beneficiario de una subvención es:
a) La de proceder al pago de los gastos subvencionados.
b) La de reintegrar la subvención en caso de incumplimiento de la actividad o de la adopción del
comportamiento que fundamente la concesión de la subvención.
c) La de realizar la actividad o adoptar el comportamiento que fundamente la concesión de la subvención.
d) Gastos subvencionables.
e) Reintegro de la subvención.
En caso de incumplimiento -> el beneficiario debe reintegrar las cantidades percibidas al Ente
concedente (así como el interés de demora del dinero):
- la obligación de reintegro es independiente de las sanciones que, en su caso, resulten
exigibles, y prescribe a los 4 años el derecho de la Administración a reconocer o
liquidar el reintegro.
Juan Ruiz recibe una subvención pero la destina a finalidades distintas de las previstas en su otorgamiento. ¿Qué
consecuencias tendría esto?
a) La obligación de reintegro de las cantidades percibidas más el interés de demora legal del dinero
incrementado un 25% desde el momento del pago de la subvención.
b) La obligación de reintegro de las cantidades percibidas.
c) Juan sería sancionado por no destinar la subvención a las finalidades previstas en el otorgamiento, pero
no tendría que devolver las cantidades percibidas.
86
8. Control y sanciones.
La LGS hace de la Intervención General del Estado (IGE) el elemento clave para el control de
las subvenciones estatales, salvo para las Entidades Gestoras de la Seguridad Social (que
tiene su propia intervención)
- la IGE también puede, a solicitud de las Corporaciones Locales, controlar a los
beneficiarios de las subvenciones concedidas por ellas, sujetándose el procedimiento
de control, reintegro y régimen de infracciones y sanciones previsto en la Ley
- asimismo la IGE suscribirá los acuerdos administrativos de cooperación con los
órganos de la Comisión Europea, previstos en la normativa comunitaria en materia de
control financiero de ayudas y subvenciones financiadas total o parcialmente con cargo
a fondos comunitarios.
b) Auditorías externas.
c) Procedimiento de control.
e) Infracciones penales.
Estas infracciones son castigadas con la pena de prisión de 1 a 4 años y multa del tanto al
séxtuplo de la citada subvención, así como la prohibición de obtener subvenciones publicas o
crédito oficial y del derecho de gozar de beneficios o incentivos fiscales durante un periodo 3-6
años (art. 308 y 309 CP).
87
f) Infracciones y sanciones administrativas.
Emilio Rodríguez obtiene una subvención falseando las condiciones requeridas para su concesión. Esta actuación
constituiría:
a) Una infracción muy grave.
b) Una infracción grave.
c) Una infracción leve.
d) La actuación sería lícita y no constituiría ninguna infracción.
Otras normas fijan la prescripción por el transcurso de 4 años tanto de las infracciones como de
las sanciones; además, estas normas determinan los órganos competentes para la sanción y
se remiten en materia de procedimiento a lo previsto en la LRJ.
88
9. Subvención y Derecho Comunitario.
a) Limitación de subvenciones.
Para facilitar el control, la Comisión Europea desarrolla una triple actividad de examen,
prevención y, en su caso, a la represión por infracción:
- en efecto, la Comisión procede a una análisis permanente con los Estados Miembros
de los sistemas de ayudas existentes, debiendo también ser informada de los
proyectos de creación o modificación de las ayudas económicas
- la apertura de un procedimiento de control conlleva, automáticamente, la suspensión
de las ayudas proyectadas
- si el Estado no se conforma con la decisión de suprimir o modificar la ayuda,
la Comisión o cualquier otro Estado puede apelar directamente al TJCE.
¿Puede un juez nacional aplicar el Tratado Europeo para anular una ayuda nacional?
- la opinión mayoritaria dice que cuando la ayuda ha sido sometida al conocimiento de
la Comisión y ésta no la ha prohibido -> el juez nacional no puede cuestionarla
- sin embargo, dice el profesor que, aunque sería dificultoso, sí que podría cuestionar la
ayuda (aunque a la Comisión le pareciera adecuada al Tratado europeo).
89
En cualquier caso, las subvenciones financiadas con fondos de la UE:
- se regulan por las normas comunitarias aplicables en cada caso y por las normas
nacionales de desarrollo o transposición de aquéllas, aplicándose la LGS
supletoriamente en cuanto a los procedimiento de concesión y de control
- la responsabilidad de las actividades de gestión y control de estas ayudas
corresponde a las AAPP.
90
Tema VII. La actividad de prestación o servicio público
Son servicios públicos uti universi aquellas prestaciones de interés general que los
ciudadanos reciben del Estado que derivan del ejercicio de funciones conectadas directamente
a la soberanía: la Justicia, la defensa nacional, la seguridad pública o las relaciones
internacionales.
Son, por otra parte, servicios públicos uti singuli los que se disfrutan individualmente (de forma
que los usuarios pueden asumir el coste total o parcialmente); dentro de estos servicios se
puede distinguir:
- por el objeto de la prestación:
- servicios públicos económicos, que satisfacen necesidades directamente
relacionadas con la actividad económica
- servicios públicos sociales, con una actividad prestacional que tiene por
objeto inmediato al ciudadano; sanidad, enseñanza, educación, cultura, y
asistencia social
- por la posibilidad de concurrencia con la actividad privada sobre el mismo objeto:
- servicios públicos monopólicos, son ejercidos únicamente por las AAPP
- servicios públicos virtuales o impropios, en concurrencia con la actividad
privada reglamentada.
En los últimos años se ha producido una evolución desde el servicio público monopólico (que
es el modelo originario de servicio público) a potenciar la libre concurrencia, y allí donde esta
no es posible, a reducir los servicios públicos a los límites estrictos del monopolio natural.
Los servicios públicos, en virtud de la posibilidad de concurrencia con la actividad privada sobre el mismo objeto,
pueden ser:
a.- Servicios públicos monopólicos y servicios públicos virtuales o impropios.
b.- Servicios públicos económicos y servicios sociales.
c.- Servicios públicos uti universi y servicios públicos uti singuli.
91
El constitucionalismo supuso la emergencia de una Administración poderosa, que asume las
funciones que antes desarrollaba la Iglesia, y de otros nuevos servicios:
- se implantan desde el Estado la sanidad, correos y telégrafos, la Guardia Civil,
bibliotecas, beneficencia, ...
- la concesión de servicios públicos a empresas privadas en régimen de monopolio
sirvió para afrontar la organización de servicios como el ferrocarril o las minas.
El Estado actual garantiza a todos los ciudadanos la asistencia sanitaria y una cierta pensión, y
se está orientando hacia otras situaciones de extrema necesidad (por ejemplo la Ley de
dependencia); también las CCAA han dictado sus propias leyes y creados sus propias
instituciones asistenciales.
Además de la acción directa pública, está progresando un tercer sector: el sector privado no
lucrativo: Fundaciones privadas, ONG, etc:
- estas organizaciones tienen preferencia para hacerse cargo de los servicios de
asistencia social, frente a la gestión pública directa u otras entidades privadas con
ánimo de lucro
- se vuelve así, de alguna manera, a la beneficencia anterior al constitucionalismo, pero
con financiación (aunque con poco control) pública.
92
2. Las fronteras entre la actividad de prestación y la actividad privada en la Constitución.
Según algunos autores no hay actividades públicas o privadas por naturaleza, sino distintas
ideologías políticas, distintas épocas, y diferentes formas de organización y de avances en la
tecnología -> eso explica los distintos modelos que los servicios públicos han tenido a lo largo
de la historia.
Art. 128.2 CE: “Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica. Mediante ley se
podrá reservar al sector público recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de
monopolio, y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés
general”
- la Constitución por lo tanto permite que el Estado o las CCAA que creen por ley
servicios públicos nuevos (o declaren actividades esenciales con exclusión de la
actividad privada)
- pero la ideología liberal actual y el Derecho comunitario hacen esta alternativa cada
vez más difícil.
La iniciativa pública puede extenderse más allá de los servicios esenciales o de interés general,
y puede extenderse sobre cualquier sector de la actividad económica, sin sujetarse a la regla
de subsidiariedad vigente antes de la Constitución
- regla de subsidiariedad: mientras una actividad pueda ser asumida por el sector
privado, debe estar vetada al sector público
- ahora, sin embargo, tanto el Estado como las CCAA pueden crear empresas públicas
- para que las Entidades Locales puedan crear empresas públicas en competencia con
la actividad privada se necesita el requisito de que la actividad económica sea de
utilidad pública; así lo prescribe el Texto refundido de la Ley de Régimen Local de
1986, que limita también la actividad al término municipal, y en beneficio de sus
habitantes.
Principio de legalidad
- corresponde al poder legislativo el reconocimiento de una actividad como de interés
general y la dotación de los créditos necesarios para su satisfacción mediante la
creación de un servicio público
- además, la ley estatal o autonómica puede también reservar en monopolio la
actividad pública cuando se trate de servicios esenciales (pero esto puede ser
enjuiciado por el TC)
- al poder reglamentario le corresponden las normas de organización de los
servicios.
- análogamente, la supresión de un servicio público requiere también la
intervención del poder legislativo
- en el ámbito local el principio de legalidad ya está cubierto para algunos servicios por
la legislación local
- además la legislación local prevé los servicios públicos que los Entes Locales
pueden llevar a cabo en régimen de monopolio
- para prestar otros servicios en régimen de monopolio es necesaria una ley
estatal o autonómica
- en todo caso no existe un derecho a exigir el establecimiento de un servicio público
(salvo que la ley lo haya prescrito con carácter obligatorio: por ejemplo, la LBRL admite
la exigencia a los Ayuntamientos de aquellos servicios que son obligatorios para los
mismos).
93
¿Existe un derecho a exigir el establecimiento de un servicio púbico?
a) No, en ningún caso.
b) Si. Los ciudadanos pueden exigir a la Administración el establecimiento de un servicio público que estimen
necesario.
c) Sólo es exigible cuando la Ley lo haya prescrito con carácter obligatorio.
d) Sólo es exigible en algunos ámbitos.
Principio de neutralidad
- el art. 103 CE exige objetividad en el funcionamiento de la Administración
- esto es, los servicios públicos deben prestarse teniendo en cuenta las exigencias de
interés general, siendo ilícita su utilización con fines partidistas, o como propaganda o
favoritismo
- así ocurre con la organización de los medios públicos de comunicación social para
respetar el pluralismo de la sociedad.
Principio de igualdad
- plasmado en el art. 14 CE
- implica un trato igual para todos los que tienen derecho de acceso al servicio y la
consiguiente prohibición de trato discriminatorio
- pero esto no implica un trato uniforme: son lícitas las tarifas reducidas a favor de
grupos socialmente desfavorecidos [como el Bono social en el caso de las tarifas
eléctricas].
Principio de gratuidad
- sólo es aplicable cuando se deriva de la naturaleza del servicio (por ejemplo la
protección ciudadana), o viene impuesto por una norma constitucional (enseñanza
obligatoria, art. 27 CE) o legislativa
- fuera de esta previsión nada impide, lo que es normal, que el coste total o parcial del
servicio sea recuperado por la Administración o el concesionario a través de las tarifas
correspondientes.
94
4. La relación de prestación. El estatus de los usuarios de los servicios públicos.
El particular tendrá derecho a la admisión al servicio siempre que reúna las condiciones
legalmente establecidas (por ejemplo, para el acceso a la Universidad pública se ha de poseer
el título de bachillerato y haber aprobado la selectividad):
- pero el derecho de admisión puede ser debilitado por el hecho de que la capacidad
del servicio no sea suficiente para atender la demanda de prestaciones
- usualmente habrá circunstancias que permitan baremar a cada solicitante (por
ejemplo la nota de la PAU)
- si no es así, el criterio de orden cronológico en la presentación de solicitudes
(o “régimen de cola”) puede ser aplicado en caso de igualdad de circunstancias
- la admisión al servicio público irá precedida por la comprobación administrativa de las
circunstancias de hecho alegadas por el usuario, antes de la decisión administrativa
por la que se admite al particular al disfrute del servicio
- en todo caso, la admisión del usuario al servicio supone la sumisión de éste a una
relación especial conforme a la normativa del servicio.
Una vez admitido el usuario a recibir las prestaciones (con la calidad y cantidad fijadas y con
derecho a ser resarcido por los daños ocasionados por el funcionamiento del servicio), el
usuario tendrá dos obligaciones:
- observar las normas de funcionamiento del servicio
- satisfacer la contraprestación económica en el caso de que el servicio no sea gratuito;
esta contraprestación puede consistir en una tasa, un precio público o una tarifa (o
precio privado).
Además del deber de observar las normas de funcionamiento del servicio público, ¿cuál es la principal obligación del
usuario?.
a) Satisfacer la contraprestación económica en el caso de que el servicio no fuera gratuito.
b) Satisfacer siempre la contraprestación económica, ya que el servicio público no puede ser gratuito.
c) El usuario no tiene ninguna obligación más.
Las Tasas son tributos cuyo hecho imponible consiste en la utilización privativa o
aprovechamiento especial del dominio público, en la prestación de servicios o en la realización
de actividades en régimen de Derecho público cuando:
1º: los servicios o actividades no son de solicitud voluntaria para los administrados, o
2º: los servicios y actividades no se prestan o realizan por el sector privado
- por ejemplo, emisión de certificados
- el importe de las tasas no podrá exceder, en su conjunto, del coste real o previsible
del servicio o actividad que se trate, o del valor de la prestación recibida.
Los Precios públicos son las contraprestaciones pecuniarias que se satisfagan por la
prestación de servicios o la realización de actividades efectuadas en régimen de Derecho
público cuando:
1º: estos servicios o actividades se prestan también por el sector privado, y
2º: estos servicios o actividades son de solicitud voluntaria por los administrados
- por ejemplo, llamar a los bomberos para abrir una cerradura
- los precios públicos han de cubrir al menos los costes económicos originados por la
realización de las actividades o la prestación de los servicios
- pero cuando existan razones sociales, benéficas, culturales o de interés
público que así lo aconsejen, podrán señalarse precios públicos que resulten
inferiores a los costes
- las tasas y los precios públicos se establecen por la Ley 8/1989 de Tasas y Precios
Públicos).
95
Las Tarifas se dan en los supuestos de gestión indirecta o contractual de los servicios públicos
(por ejemplo, la recogida de basura por parte de una empresa):
- la remuneración del concesionario o gestor privado del servicio es un precio privado,
pero intervenido
- estas “tarifas máximas y mínimas que hubieren de percibirse de los usuarios” deben
de incluirse en los contratos de gestión de servicios
- las tarifas han de ser iguales para todos los que reciban las mismas prestaciones y en
iguales circunstancias
- no obstante, podrán establecerse tarifas reducidas en beneficio de sectores
personales económicamente débiles
- en todo caso, el conjunto de tarifas deberá ser suficiente para la autofinanciación del
servicio que se trate
- si las Corporaciones locales desean aprobar tarifas inferiores a la autofinanciación del
servicio, necesitan la autorización de las CCAA o de la Administración competente
- aprobadas unas tarifas, cuando se produzca un desequilibrio en la economía de la
empresa mixta o de la concesión (por circunstancias independientes de la buena
gestión) deberán ser revisadas de oficio o a petición de las empresas
- la Corporación local es la titular del servicio y tiene la competencia para la
revisión de la tarifa
- la propia Corporación tendría que compensar mediante subvención a los
concesionarios en el caso de que las subidas de las tarifas no sean suficientes
para mantener el equilibrio económico de la concesión.
….son las contraprestaciones pecuniarias que se satisfacen por la prestación de servicios o la realización de
actividades realizadas en régimen de Derecho público cuando, prestándose también tales servicios o actividades por el
sector privado, sean de solicitud voluntaria por parte de los administrados.
a) Las tasas.
b) Los precios públicos.
c) Las tarifas.
96
5. Las formas de gestión de los servicios públicos.
Es un tanto confuso el tipo de Derecho (público o privado) que se aplica a los distintos
elementos que configuran el servicio público (entidad gestora, personal que la sirve, relación
logísticas con terceros, sus contratos, sus relaciones con los usuarios, y la jurisdicción
competente para conocer de los conflictos que se produzcan):
- en el caso de gestión directa por la Administración, con un órgano gestor de
naturaleza administrativa, personal funcionario y bienes de dominio público, y la
Jurisdicción contencioso-administrativa que presta la garantía judicial -> todo ello
implica la aplicación del Derecho administrativo en todos los aspectos
- en el caso de concesión (sin perjuicio de la relación administrativa contractual del
concesionario con la Administración) entra en juego el Derecho privado (aplicable a las
relaciones del concesionario con terceros y la Jurisdicción civil para la resolución de los
conflictos)
- con el tiempo se fueron nacionalizando empresas concesionarias -> aparecieron las
empresas con capital íntegramente público (las AAPP disfrazadas de empresas
privadas) pero gestionadas con arreglo al régimen jurídico-privado que venía
gestionándolas (p.e. los trabajadores ya no eran funcionarios)
- a esto se añade la fundación privada creada por Entes públicos -> se elude la
aplicación del Derecho administrativo en diferentes servicios públicos.
Cosa diferente son las Entidades locales, reguladas por la LBRL de 1986:
- formas de gestión directa de servicios públicos:
- la gestión por la propia Entidad local: con personal directamente dependiente
de los órganos de la Corporación
- la gestión por un Organismo autónomo local: se crea una organización
especializada regida por un Consejo de Administración, presidido por un
miembro de la Corporación.
- la gestión directa privada: se prevé la “sociedad mercantil, cuyo capital social
pertenece íntegramente a la Entidad local”, que debe adaptarse a una de las
formas de sociedad mercantil de responsabilidad limitada
- formas de gestión indirecta o contractual:
- todas ellas suponen la intervención de un particular (o de una empresa mixta)
ligado a la Administración titular del servicio mediante un contrato
- por ello, las modalidades de gestión indirecta se regulan en la Ley de
Contratos de las AAPP mediante el contrato de gestión del servicio público
(que se estudia en los temas de contratos administrativos).
97
No obstante, el libre mercado de los servicios sociales tiene el riesgo de excluir a parte de la
población y generar un riesgo de exclusión social y territorial:
- por este motivo, cada estado de la UE puede definir para cada sector el alcance del
servicio público (estableciendo en cada caso las compensaciones a las empresas que
los soporten
- cuando el servicio de interés económico general tenga carácter comercial
(p.e. telefonía) ha de quedar asegurada la libre competencia
- en los servicios generales que no tienen carácter comercial (como la
enseñanza básica, la protección social y otras funciones “de regalía” como la
seguridad, la justicia, la diplomacia, ...) no se aplica la libre competencia
- en España, en aplicación de esta política se inició en 1996 el proceso de
cambio en los servicios públicos económicos: correos, telecomunicaciones,
electricidad, hidrocarburos, ...
a) Electricidad.
La Ley 54/97 traspone la Directiva 96/92/CE sobre normas comunes para el mercado interior
de la electricidad:
- pretende alcanzar la convergencia hacia el mercado europeo de la electricidad
- el Estado no puede reservarse ninguna de las actividades del sector
- la planificación estatal queda restringida a las instalaciones de transporte
- se abandona la noción de “servicio público”, que se sustituye por la expresa “garantía
del suministro” a todos los consumidores demandantes
- las empresas del sector eléctrico deben tener separadas las distintas actividades que
realicen dentro del sector: producción, transporte, distribución y comercialización
- en la generación se reconoce el derecho a la libre instalación (sin perjuicio de
las autorizaciones medioambientales necesarias)
- el transporte y distribución se liberalizan, garantizando el acceso de terceros a
las redes de distribución (la propiedad de las redes no garantiza su uso
exclusivo)
- se obliga a las empresas eléctricas a la separación jurídica de las actividades
reguladas (transporte y distribución) y no reguladas (producción y
comercialización)
- se crea el mercado de energía eléctrica:
- la comercialización es libre: hay libertad de contratación y precios, y libertad
de elección para el consumidor
- la Comisión Nacional de Energía es el organismo regulador del sector energético
(electricidad, gas y otros hidrocarburos líquidos): tiene facultades en materia de
solicitud de información a las eléctricas y de resolución de conflictos, colaborando con
los organismos públicos de defensa de la competencia.
b) Servicio postal.
98
c) Hidrocarburos.
d) Gas.
e) Telecomunicaciones.
99
Los titulares de una autorización individual, o general pero con menor intensidad, están sujetos
al régimen de obligaciones de servicio público; son obligaciones de servicio público:
- el servicio universal de telecomunicaciones: es el conjunto definido de servicios de
telecomunicaciones con una calidad determinada, accesibles a todos los usuarios con
independencia de su localización geográfica y a un precio asequible de forma que
todos los ciudadanos puedan recibir conexión a la red telefónica pública fija y acceder a
la prestación del servicio telefónico
- dicha conexión debe permitir al usuario emitir y recibir llamadas nacionales e
internacionales, permitir voz, datos y fax, que los usuarios dispongan de una
guía gratuita actualizada e impresa de cada ámbito territorial, que haya oferta
de teléfonos públicos de pago, y que los discapacitados tengan acceso al
servicio telefónico fijo disponible en condiciones equiparables a las del resto de
los usuarios
- los servicios obligatorios de telecomunicaciones: se incluyen los de télex, los
telegráficos y similares (que comportan acreditación de fehaciencia de lo transmitido),
servicios de seguridad de personas en el mar y los que afecten, en general, a la
seguridad de las personas, a la seguridad pública y a la protección civil
- otras obligaciones de servicio público impuestas mediante Real Decreto por razones
de interés general.
El régimen de los servicios públicos impropios tiene gran parecido con el de los servicios
públicos prestados de manera indirecta o por concesión, aunque con diferencias:
- mientras que la figura del concesionario es monopolística, la de los servicios
impropios es oligopolística
- diferente fuente y contenido del deber de prestación: en las actividades
reglamentadas está en la norma, mientras que en la concesión está básicamente en el
contrato de concesión
- alcance de la potestad interventora de la Administración: en las actividades
reglamentadas está rígidamente establecido por la norma; en la concesión, además de
la norma, la Administración tiene potestad para modificar los contratos administrativos
- alcance de la potestad sancionadora de la Administración: en las actividades
reglamentadas está detallada en la norma de una manera estricta y pormenorizada;
para los concesionarios el régimen se acerca más al de los funcionarios con una mayor
elasticidad del principio de legalidad y atipicidad de las infracciones
- el ejercicio de una actividad reglamentada se puede renunciar y no tiene derecho al
equilibrio económico; por el contrario, la concesión no es renunciable y se tiene
derecho al equilibrio económico.
100
Tema VIII. La actividad sancionadora
Conclusión:
- la mayor parte de las leyes administrativas tienen su capítulo de infracciones y
sanciones
- la mayoría de las sanciones consisten en una multa, pero también pueden consistir en
el cierre de establecimientos, suspensión de actividades o pérdida de la carrera
funcionarial
- a veces se añade la posibilidad de decretar una indemnización por daños y perjuicios
a favor de la propia Administración o de terceros lesionados por una acción u omisión
del infractor
- la Administración no sólo sanciona sino que además ejecuta la sanción.
101
Principio de tipicidad (art. 129)
1. Sólo constituyen infracciones administrativas las vulneraciones del ordenamiento jurídico
previstas como tales infracciones por una Ley, sin perjuicio de lo dispuesto para la administración
local en la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local. Las
infracciones administrativas se clasificarán por la Ley en leves, graves y muy graves.
2. Únicamente por la comisión de infracciones administrativas podrán imponerse sanciones que,
en todo caso, estarán delimitadas por la Ley.
3. Las disposiciones reglamentarias de desarrollo podrán introducir especificaciones o
graduaciones al cuadro de las infracciones o sanciones establecidas legalmente que, sin
constituir nuevas infracciones o sanciones, ni alterar la naturaleza o límites de las que la Ley
contempla, contribuyan a la más correcta identificación de las conductas o a la más precisa
determinación de las sanciones correspondientes.
4. Las normas definidoras de infracciones y sanciones no serán susceptibles de aplicación
analógica.
Finalmente, la reserva de ley para las sanciones administrativas no significa “ley estatal”, sino
que también las CCAA pueden establecer sanciones administrativas a través de “leyes
autonómicas”
- esto no le gusta al profesor
- pero el TC dice que los Parlamentos autonómicos sí tienen esa potestad cuando
regulen materias de su competencia (pero sin que el límite máximo de la sanción
pueda exceder el máximo establecido por la ley estatal).
102
- el Derecho administrativo es confuso en cuanto a la culpabilidad (no contiene
referencia a la voluntariedad, a la intencionalidad o a la culpa de los hechos
infraccionales): incluso sin intención o debido a error -> hay responsabilidad.
- pero dice el profesor que no puede haber infracción cuando no hay dolo ni
negligencia; esto es, según el TC la culpabilidad (en forma de dolo o
negligencia) es un requisito esencial de todo sistema sancionador (sea penal o
administrativo o tributario)
- una excepción es el caso de personas jurídicas (en las que no está presente
la culpabilidad); en este sentido, el TC dice que en el caso de las personas
jurídicas:
- existe una reprochabilidad basada en la capacidad de infracción
- es eficaz la represión administrativa (dada la mayor solvencia
económica de las personas jurídicas frente a sus miembros o
empleados).
Además de la multa, que es el supuesto más frecuente, las sanciones consisten habitualmente
en la pérdida de derechos que el propio ordenamiento administrativo reconoce y reglamenta, y
de los que priva precisamente por su infracción (el carné de conducir, cierre de
establecimientos, inhabilitación profesional, ...).
Las sanciones pueden clasificarse en función del tipo de relación del sancionado con la
Administración:
- sanciones de policía general o de orden público, que son competencia de las
autoridades gubernativas generales (Gobierno, Ministerio del Interior, Subdelegados
del Gobierno, Alcaldes) y reguladas en la Ley 1/92 de seguridad ciudadana
- sanciones sectoriales, a cargo de la Administración especializada (tributaria, sanidad,
urbanismo, tráfico, etc)
- sanciones consecuencia de una relación de supremacía especial, destacan las
sanciones funcionariales y corporativas (normalmente denominadas sanciones
disciplinarias).
103
Se tiende a la uniformidad del régimen jurídico de las sanciones administrativas, así como a
asimilar este régimen jurídico con el régimen de las sanciones penales:
- en este sentido, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha establecido que las
sanciones administrativas tienen naturaleza penal y que deben ser observadas las
garantías procesales del sistema penal: asistencia de oficio en caso de pobreza,
audiencia, derecho a proponer pruebas, a ser juzgado por un tribunal independiente e
imparcial, sentencia pública, ...
- a pesar de ello, la LRJ excluye del régimen ordinario de sanciones administrativas a
las sanciones disciplinarias sobre el personal a su servicio (tanto funcionario como
laboral)
- otra exclusión del procedimiento ordinario de sanción se da en materia tributaria
- dice el profesor que estas dos exclusiones no son de recibo.
104
- pero en el caso de daños causados al dominio público o a los bienes públicos
por los particulares, dice el profesor que podría haberse reconocido
explícitamente la facultad de la Administración para la ejecución; de hecho, hay
dos casos donde si se reconoce a la Administración la posibilidad de resarcirse
por sí misma de los daños en su bienes o derechos:
- art. 145.3 LRJ: se reconoce a la Administración la posibilidad de
resarcirse de forma directa de los daños que en sus bienes o derechos
les ocasionan las autoridad y funcionarios.
- art. 100 Ley de Costas: cuando la restitución y reposición no sea
posible o subsistan los daños irreparables y perjuicios, los
responsables de la infracción deberán abonar las indemnizaciones que
procedan (indemnizaciones fijadas ejecutoriamente por la
Administración).
Las formas de extinción de las infracciones y sanciones administrativas son las mismas que en
el caso penal:
- La muerte del infractor: dado que la personalidad de la sanción propia de toda materia
punitiva no se transmite a los herederos hay que entender que Derecho penal y
administrativo están aparejados en este punto
- Disolución de personas jurídicas: el patrimonio social de la persona jurídica después
de la disolución quede afecto al pago de las sanciones impuestas (como si se tratare
de una deuda) -> las obligaciones pendientes se trasmiten a los socios en proporción a
su participación, imponiendo la solidaridad hasta dicho límite
- Cumplimiento de la sanción o pago de la multa: es la forma ordinaria de extinción de
la responsabilidad (siendo además la multa la forma más frecuente de sanción)
- además, en el Derecho tributario está muy desarrollada la modalidad de pago
voluntario en medida reducida (u oblación) para así evitar el recurso judicial;
esta práctica también se admite en el Derecho penal en infracciones menores
incriminadas con penas pecuniarias cuando el infractor admite su
responsabilidad
- es una medida que se viene aplicando a las sanciones en materia de tráfico
- Derecho de gracia (la amnistía o el indulto): ha habido varias amnistías fiscales ante
la imposibilidad de la Hacienda para luchar contra el fraude fiscal; el indulto regio en
materia administrativa parecería ir en contra del principio de igualdad (de hecho están
prohibidos por la Ley General Presupuestaria y por la Ley General Tributaria)
- Prescripción de la infracciones y de la sanción: este es el único motivo de extinción
regulado en la LRJ: la prescripción supone que el simple paso del tiempo dará lugar a
la imposibilidad de sancionar o de aplicar una sanción ya impuesta
- el profesor prácticamente transcribe el art. 132 sobre la Prescripción:
1. Las infracciones y sanciones prescribirán según lo dispuesto en las leyes que las
establezcan. Si éstas no fijan plazos de prescripción, las infracciones muy graves
prescribirán a los tres años, las graves a los dos años y las leves a los seis meses; las
sanciones impuestas por faltas muy graves prescribirán a los tres años, las impuestas
por faltas graves a los dos años y las impuestas por faltas leves al año.
2. El plazo de prescripción de las infracciones comenzará a contarse desde el día en
que la infracción se hubiera cometido. Interrumpirá la prescripción la iniciación, con
conocimiento del interesado, del procedimiento sancionador, reanudándose el plazo de
prescripción si el expediente sancionador estuviera paralizado durante más de un mes
por causa no imputable al presunto responsable.
3. El plazo de prescripción de las sanciones comenzará a contarse desde el día
siguiente a aquel en que adquiera firmeza la resolución por la que se impone la sanción
(por lo tanto, si hay algún recurso pendiente no comienza aún a contarse el plazo de
prescripción, porque la sanción no es firme). Interrumpirá la prescripción la iniciación,
con conocimiento del interesado, del procedimiento de ejecución, volviendo a transcurrir
el plazo si aquél está paralizado durante más de un mes por causa no imputable al
infractor.
105
Las infracciones y las sanciones administrativas se extinguen por:
a.- El transcurso del tiempo, por la prescripción regulada en las leyes o en la Ley 30/1992.
b.- Por indulto o condonación y por el paso del tiempo y la prescripción regulada en las leyes.
c.- Ninguna de las respuestas anteriores es correcta.
106
El TC ha declarado asimismo aplicable a los recursos administrativos el art. 24 CE (que
garantiza el derecho a la tutela judicial efectiva)
1. Todas las personas tienen derecho a obtener tutela efectiva de los jueces y tribunales en el
ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse
indefensión.
2. Asimismo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a la
asistencia al letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso
público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba
pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la
presunción de inocencia. La ley regulará los casos en que, por razón de parentesco o de secreto
profesional, no se estará obligado a declarar sobre hechos presuntamente delictivos.
Por otra parte el TC ha intentado reforzar las garantías del procedimiento administrativo
sancionador al incorporar a dicho procedimiento las garantías previstas en el art. 24 CE para
los procesos judiciales:
- la primera garantía es la exigencia de un procedimiento sancionador
- Artículo 134. Garantía de procedimiento.
1. El ejercicio de la potestad sancionadora requerirá procedimiento legal o
reglamentario establecido.
2. Los procedimiento que regulen el ejercicio de la potestad sancionadora
deberán establecer la debida separación entre la fase instructora y la
sancionadora, encomendándolas a órganos distintos.
3. En ningún caso se podrá imponer una sanción sin que se haya tramitado el
necesario procedimiento.
- el TC ha reconocido la similitud sustancial de la actividad administrativa a una
primera instancia judicial y del proceso c-a como un proceso de apelación,
equiparando las garantías del administrado con el inculpado en un proceso
penal, dándose así la oportunidad de conocer y alegar contra la acusación, y
proponer las pruebas oportunas en su defensa.
107
- la presunción de inocencia (administrativa) se pierde cuando los hechos han sido
declarados probados por resoluciones judiciales penales firmes, que vinculan a las
AAPP
- fuera del supuesto de sentencia penal, las imposiciones de sanciones deben ser
precedidas por las pruebas (impidiéndose la sanción sin pruebas), y requiere que las
pruebas tenidas en cuenta sean constitucionalmente legítimas, siendo la carga de la
prueba de los acusadores y nunca del acusado
- el acusado, ha dicho el TC, no debe estar obligado a demostrar su inocencia
o no participación en los hechos
- el TC ha dado validez al valor probatorio de las actas de funcionarios que son
agentes de la autoridad (Inspectores de Hacienda, Inspectores de Trabajo, ...);
pero el particular puede aportar otros medios de prueba en contra de las actas
de los inspectores
9. El procedimiento sancionador.
Hasta la Ley de Procedimiento Administrativo de 1958 no había preocupación por las garantías
del procedimiento sancionador; precisamente esta ley de 1958 fue la que estableció que “no
podrá imponerse una sanción administrativa sino en virtud del procedimiento regulado”.
108
- conclusión: existe una multiplicidad de procedimiento sancionadores estatales,
autonómicos y locales; esta multiplicidad es contraria al principio de seguridad jurídica
y el derecho a la igualdad de los ciudadanos.
Iniciación
- la iniciación se produce por acuerdo del órgano competente (por propia iniciativa, por
orden superior, petición razonada de otros órganos o denuncia)
- al recibir la comunicación o denuncia de infracción se podrá acordar la realización de
“actuaciones previas” para determinar con carácter preliminar si concurren las
circunstancias que justifican la iniciación y esclarecer con la mayor precisión los hechos
susceptibles de motivar la incoación del procedimiento, la identificación de las personas
responsables y las circunstancias relevantes que concurran
- será competente para estas actuaciones previas el órgano o unidad que
tenga atribuidas las funciones de investigación, averiguación o inspección de
las infracciones administrativas, o la persona u órgano designados al efecto por
el órgano competente para la iniciación o resolución del procedimiento
- estas actuaciones previas no forman parte del expediente sancionador, sino
un antecedente, y según el TS su omisión no constituye un vicio de
procedimiento
- dice el TS que la incoación del procedimiento sancionador no es un acto discrecional
del órgano, pero el órgano puede rechazar de plano las denuncias apócrifas
- el acuerdo de inicio precisará, como mínimo, los siguientes extremos:
· identificación de la persona o personas presuntamente responsables
· hechos que motivan la incoación del procedimiento, su posible calificación y
las sanciones que pudieran corresponder
· determinación de los órganos instructor y decisor
· medidas de carácter provisional que el órgano competente para iniciar el
procedimiento haya podido acordar para asegurar la eficacia de la resolución
que pudiera recaer
· indicación del derecho a formular alegaciones y a la audiencia en el
procedimiento y de los plazos que para su ejercicio
- este contenido mínimo es un trámite esencial del procedimiento de iniciación,
pues:
- constituye el presupuesto formal básico de su propia existencia
- y posibilita, además, el derecho de defensa de los presuntos
responsables, al permitirles el conocimiento previo de la imputación
provisional y la adopción de las medidas defensivas que consideren
oportunas a fin de resistirla
- el acuerdo de iniciación se comunica al instructor, con traslado de las actuaciones, y
se notifica al denunciante, en su caso, y a los interesados y al inculpado
- el denunciante, de acuerdo con la jurisprudencia, no tiene condición de
interesado (salvo cuando tenga reconocido un premio de denuncia o haya sido
perjudicado en su patrimonio como consecuencia de la infracción)
- también deben ser considerados interesados aquellos respecto de los que se
dilucida en el procedimiento sancionador el derecho a una indemnización como
consecuencia de la infracción que se investiga.
109
Alegaciones
- los interesados tienen un plazo de 15 días, una vez recibido el acuerdo de iniciación
del procedimiento, para efectuar alegaciones en relación a los extremos contenidos en
dicho acuerdo (aportando cuantos documentos o informaciones estimen convenientes
y, en su caso, proponer los medios de prueba de que pretendan valerse para acreditar
los extremos del escrito de alegaciones)
- en el caso de que los interesados no formulen alegaciones en dicho plazo, la
iniciación se puede considerar además propuesta de resolución, evitando toda la fase
instructora previa, cuando contiene un pronunciamiento preciso sobre la
responsabilidad imputada.
Pago voluntario
- es una posibilidad de eliminar trámites y obtener una pronta resolución del
procedimiento (que algunas normas sectoriales como tráfico o el control de cambios ya
recogen)
- supone, de acuerdo con el Reglamento, la posibilidad de que el procedimiento se
resuelva anticipadamente cuando el infractor reconozca voluntariamente su
responsabilidad (o proceda voluntariamente al pago de la sanción cuando ésta consiste
en una multa; en este caso se puede aplicar una reducción sobre el importe mediante
oportunas disposiciones legales, que indicarán los términos y plazos).
Prueba
- el instructor realizará de oficio cuantas actuaciones sean necesarias para el examen
de los hechos, recabando los datos e informaciones que sean relevantes para
determinar la existencia de responsabilidades sancionables
- podrá acordar, recibidas la alegaciones o agotado su plazo, la apertura de un
período de prueba, por no más de 30 días, ni inferior a 10
- art. 137: “Se practicarán de oficio o se admitirán a propuesta del presunto responsable
cuantas pruebas sean adecuadas para la determinación de los hechos y posibles
responsabilidades, y sólo podrán declararse improcedentes aquellas pruebas que por su
relación con los hechos no puedan alterar la resolución final a favor del presunto
responsable”
- la jurisprudencia considera infracción grave del procedimiento la omisión del trámite
para realizar las pruebas propuestas por el interesado
- la carga de la prueba la tiene, obviamente, quien invoca el correspondiente
presupuesto fáctico
- por lo tanto, la Administración tiene el cargo de la prueba en el proceso
sancionador (lo que constituye una exigencia del principio de presunción de
inocencia del interesado)
- en aplicación de este principio de inocencia, el interesado no tiene que probar
la no comisión de los hechos antijurídicos imputados (sin que sea para nada
relevante la presunción de legalidad de que gozan los actos o actuaciones
administrativos).
110
Propuesta de resolución
- una vez acreditados los hechos se formaliza la propuesta de resolución, donde se
fijan los hechos de manera motivada:
- se especifican los hechos que se consideren probados y su exacta calificación
jurídica
- se determina la infracción que los hechos constituyen, y las personas
responsables
- se especifica la sanción que se propone
- o en otro caso la propuesta de resolución declarará la no existencia de
infracción o responsabilidad.
Trámite de audiencia
- la propuesta de resolución se comunica a los interesados, concediéndoles un plazo
de 15 días para formular alegaciones y presentar los documentos e informaciones que
se estimen pertinentes ante el instructor
- de este trámite de audiencia sólo se puede prescindir cuando en la propuesta de
resolución no se tomen otros hechos ni otras alegaciones que las incorporadas al
acuerdo de iniciaciones y los escritos alegatorios de los interesados.
Actuaciones complementarias
- presentados los escritos de alegaciones (o agotado su plazo) el instructor cursa
inmediatamente al órgano decisor su propuesta de resolución, con todos los
documentos, alegaciones e informaciones que obren en el mismo
- el órgano decisor podrá (antes de dictar resolución) decidir, mediante acuerdo
motivado, la realización de actuaciones complementarias que sean indispensables para
resolver el procedimiento
- estas actuaciones complementarias serán llevadas a cabo por el propio
órgano decisor
- dice el profesor que esto menoscaba el principio de separación de las
funciones inspectoras y decisoras
- además, este trámite de actuaciones complementarios quebranta el principio
de congruencia
- ya que la resolución incorpora hechos distintos de los determinados
en la fase de instrucción (sin que los interesados puedan formular
alegaciones contra los mismos, pues el Reglamento sólo les concede
la posibilidad de presentar alegaciones frente al acuerdo de realización
de actuaciones complementarios, pero no frente al resultado de las
mismas).
Resolución
- la resolución la dicta el órgano competente para ello
- el plazo para dictar la resolución es de 10 días desde la recepción de la propuesta de
resolución (salvo que se realicen actuaciones complementarias, que suspende dicho
plazo hasta la terminación de estas actuaciones [que deberán practicarse en un plazo
no superior a 15 días])
- la resolución debe ser motivada y decidir todas las cuestiones planteadas por los
interesados y las demás que se deriven del procedimiento
- no se pueden aceptar hechos distintos de los determinados en la fase de
instrucción (salvo los que resulten de las actuaciones complementarias)
- el TS dice que la vulneración del principio de congruencia constituye causa de
nulidad de pleno derecho de la resolución, al afectar al derecho de defensa del
administrado (indefensión)
- cuando el órgano decisor considere que la infracción reviste mayor importancia que la
determinada en la propuesta de resolución -> el inculpado deberá ser notificado para
que aporte cuantas alegaciones estime convenientes en un plazo de 15 días; esto es
así porque lo exige el principio de contradicción.
111
10. El principio nulla poena sine iudicio y la ejecutoriedad de los actos sancionadores de
la Administración.
¿La interposición de recursos judiciales (el c-a en el caso del procedimiento administrativo, o el
de amparo constitucional en su caso) contra los actos administrativos sancionadores
interrumpe o no su ejecutoriedad? En este sentido el art. 24 CE presume:
- la inocencia (que sería incompatible con la ejecución de una sanción administrativa
mientras que el juez no decidiera sobre ella)
- y la tutela judicial efectiva (que puede perjudicarse si la sanción se ejecuta
precipitadamente y sus efectos no son fáciles de remediar posteriormente).
El principio nulla peone sine iudicio está a favor de la suspensión automática de la sanción por
la interposición de un recurso:
- este principio es de aplicación siempre en la jurisdicción penal
- pero en la JC-A hay cierto arbitrismo del legislador:
- la mayoría de las leyes que regulan la potestad sancionadora no dicen nada
sobre la ejecutoriedad inmediata de las sanciones, otras imponen la
suspensión al menos parcialmente; en cualquier caso, el TC ha considerado
inconstitucional la prohibición expresa de la suspensión (como hacía la ley de
extranjería)
- la jurisprudencia de nuestro TC tampoco es continua:
- inicialmente consideró la suspensión cuando los actos sancionadores
afectaran a derechos fundamentales y descartando la suspensión en el
caso de relaciones de especial subordinación (funcionarios)
- pero después se ha llegado también a admitir la suspensión
automática por la interposición de los recursos incluso en materia
funcionarial
- concluye el profesor, tras una divagación, que la interposición de los recursos
administrativos y jurisdiccionales lleva aparejado automáticamente la suspensión (esto
es, en el Derecho administrativo también se aplica el principio nulla peone sine iudicio)
- de hecho, la propia LRJ admite que la resolución será ejecutiva cuando ponga
fin a la vía administrativa (art. 138.3): esto es, la sanción (si no se recurre
judicialmente) únicamente se ejecutará cuando sea firme en vía administrativa
- y que el TC lo amplía a la vía judicial.
112
Tema IX. La actividad administrativa arbitral
113
- esta posible sustitución del recurso administrativo por el arbitraje no afecta al posterior
recurso judicial en vía c-a que se pudiera interponer contra la resolución de arbitraje.
Además de un arbitraje que sustituya al recurso de alzada, ¿se puede admitir un arbitraje
privado que sustituya a la Jurisdicción c-a?
- recordemos que la jurisdicción civil puede ser sustituida por las decisiones y laudos
de árbitros
- una corriente doctrinal postula dicha solución para reducir la litigiosidad y evitar los
retrasos de la vía c-a
- pero otros argumentan en contra del arbitraje privado:
- iría en contra del art. 106.1 CE: Los Tribunales controlan la potestad
reglamentaria y la legalidad de la actuación administrativa, así como el
sometimiento de ésta a los fines que la justifican.
- puede afectar a terceros implicados en el acto administrativo (que quedarían
sin las garantías que supone el proceso c-a)
- en cualquier caso, este arbitraje va siendo legalmente reconocido.
La Administración puede estar investida por la Ley de la potestad de resolver conflictos entre
terceros (sobre derechos privados o administrativos)
- un ejemplo de esto son los Jurados de Expropiación cuando determinan el justiprecio
(y tanto el expropiado como el beneficiario de la expropiación son particulares)
- también cuando en las operaciones de compensación urbanísticas la Administración
decide las cuotas de aprovechamiento que corresponden a los propietarios afectados
en los terrenos edificables
- también cuando se recurre el derecho reconocido a un particular por un acto
administrativo (como es el caso de el nombramiento de un funcionario, o la
adjudicación de un contrato o una concesión administrativa)
- en todo caso, el arbitraje de la Administración se puede recurrir ante la JC-A.
114
- en la actualidad emplean también procedimientos de arbitraje las Administraciones
independientes (como la Comisión Nacional de la Competencia, del Mercado de
Valores, de la Energía, etc)
- por ejemplo la CNE tiene entre sus funciones la de actuar como órgano
arbitral en los conflictos que se suscitan entre los sujetos que realizan
actividades en los sectores energéticos, incluidos los consumidores.
115
4. El régimen de la actividad administrativa arbitral.
No hay una descripción general del régimen jurídico de la actividad arbitral, sino que hay
regulaciones sectoriales
- en estas regulaciones sectoriales se impone la neutralidad de la Administración
- la neutralidad del árbitro es un principio inexcusable (análogo al que se exige
al juez civil), garantizado en las causas de abstención y recusación de la LRJ
- en otros casos la neutralidad se garantiza con un órgano colegiado no
sometido a jerarquía, o mediante agencias reguladoras independientes
- también se impone un procedimiento administrativo, ajustado a los principios
esenciales de audiencia, libertad de prueba, contradicción e igualdad entre las partes
- el principio de igualdad de oportunidades y de medios de defensa supone que
los trámites administrativos incluirán trámites de audiencia y alegaciones
iguales para las partes (estos trámites tienen la misma finalidad y naturaleza
que los que se utilizan en los recursos administrativos).
Este tipo de arbitraje (antes obligatorio pero ahora voluntario) opera en los supuestos previstos
en las leyes especiales correspondientes:
- Ley General para la defensa de consumidores y usuarios
- Ley de Ordenación del Seguro privado
- Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres
- Ley de Propiedad Intelectual
- han establecido arbitrajes también las leyes del Deporte, la del Mercado de las
Telecomunicaciones, Cooperativas, etc.
116
La Ley 60/2003 se refiere, genéricamente, a los arbitrajes previstos en las leyes especiales
(siendo ella misma supletoria de la regulación arbitral establecida por cada ley especial); en
este sentido, se pueden distinguir dos modelos de arbitraje establecidos por las leyes
especiales:
- arbitraje institucional: un órgano administrativo ad hoc hace de árbitro (como la
Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones y la Comisión Mediadora de la
Propiedad Intelectual)
- arbitraje con órganos mixtos: la Administración gestiona o administra el arbitraje a
través de la creación de órganos mixtos, representativos de la Administración y de los
sectores interesados (como las Juntas arbitrales que se constituyen con representantes
de la Administración y de los sectores interesados como en Consumo o Transporte)
- en todo caso la Administración hace el papel de árbitro privado con sujeción a las
reglas de la Ley de Arbitraje.
La ejecución del laudo no está a cargo de la Administración (hemos dicho que el laudo no es
un acto administrativo, y por tanto no goza de ejecutoriedad por la propia Administración):
- corresponde al Juez de Primera instancia del lugar donde se haya dictado (esto es, la
ejecución del laudo se trata como si fuera la ejecución de una sentencia firme)
- el laudo que dicta la Administración como si fuera un árbitro privado se recurre
únicamente en anulación, también ante el juez de Primera instancia; el laudo sólo
podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y pruebe:
a) Que el convenio arbitral no existe o no es válido.
b) Que no ha sido notificada de la designación de un árbitro o de las
actuaciones arbitrales, o no ha podido, por cualquier otra razón, hacer valer sus
derechos.
c) Que los árbitros han resuelto sobre cuestiones no sometidas a su decisión.
d) Que la designación de los árbitros o el procedimiento arbitral no se han
ajustado al acuerdo entre las partes, salvo que dicho acuerdo fuera contrario a
una norma imperativa de la Ley arbitral, o a falta de acuerdo que no se ha
ajustado a dicha ley.
e) Que los árbitros han resuelto sobre cuestiones no susceptibles de arbitraje.
f) Que el laudo es contrario al orden público.
- contra la sentencia que dicte el juez de Primera instancia no cabe recurso alguno
- por otra parte, el laudo firme produce efectos de cosa juzgada y frente a él ya sólo
cabe solicitar la revisión conforme a lo establecido en la Ley de Enjuiciamiento Civil
para las sentencias firmes.
Cuando la Administración actúa en funciones de arbitraje por el cauce de la Ley 60/2003 de Arbitraje
a) Realiza una actividad administrativa arbitral.
b) Realiza una actividad administrativa de fomento.
c) Realiza una actividad administrativa de servicio público.
d) Ninguna de las anteriores respuestas es correcta.
Cuando la Administración, a través del Jurado de Expropiación, determina el montante del justiprecio que un particular
beneficiario de la expropiación ha de pagar a otro particular expropiado
a) Realiza una actividad administrativa arbitral.
b) Realiza una actividad de servicio público.
c) Realiza una actividad de fomento.
d) Ninguna de las anteriores respuestas es correcta.
117
Tema X. Los recursos administrativos
La declaración de invalidez del acto administrativo puede llevarse a cabo por la propia
Administración:
- bien mediante la revisión de oficio del acto administrativo
- bien mediante la resolución del recurso administrativo interpuesto por el interesado
contra el acto administrativo.
Los recursos abren una primera vía de revisión de la actividad administrativa, ante la propia
Administración, a instancia de los interesados lesionados en sus derechos o intereses
- además, los recursos pretenden evitar que la Administración resulte enjuiciada
sorpresivamente ante los tribunales c-a (ya el recurso le otorga un plazo de reflexión y
una oportunidad de corregir sus actos inválidos o cualesquiera actuaciones contrarias a
Derecho: sólo se puede recurrir a la vía c-a una vez que se ha agotado la vía
administrativa).
2. Clases de recursos.
Por otra parte las disposiciones de carácter general no son impugnables mediante recurso
administrativo, sino directamente ante la JC-A. Y los actos administrativos de aplicación de
dichas disposiciones sólo pueden recurrirse (recurso indirecto contra un acto administrativo
de aplicación de dicha disposición) ante el órgano que dictó la disposición (y no ante el autor
del acto impugnado), siempre que el recurso se funde únicamente en la nulidad de la
disposición de carácter general.
118
a) El recurso de alzada.
El recurso de alzada es el recurso jerárquico y (de poder interponerse) debe ser el primero; el
recurso de alzada permite al órgano superior:
- corregir, en su caso, la actuación del inferior
- o ratificar que el acto recurrido refleja la voluntad de la Administración, y por tanto se
agota la vía administrativa (y el acto puede ser recurrido en la vía c-a)
- el recurso de alzada puede ser considerado como el recurso común en la AGE o en
las CCAA, pero no tiene apenas sentido en el caso de las EELL (pues la mayoría de
las resoluciones son decisiones del Presidente o Alcalde o del Pleno, y por lo tanto,
especialmente en los municipios pequeños, no hay muchas posibilidades de
aplicación).
119
No son recurribles en alzada, naturalmente, las resoluciones y los actos que pongan fin a la vía
administrativa; esta vía administrativa se agota en los siguientes casos:
- cuando no hay un superior jerárquico al que recurrir (por ejemplo una resolución del
Consejo de Ministros, del Pleno de un Ayuntamiento, o del Consejo de Gobierno de
una CA)
- en la Administración del Estado ponen fin a la vía administrativa los actos y
resoluciones siguientes:
- los actos administrativos de los miembros y órganos del Gobierno, en
particular
- los emanados de los Ministros y los Secretarios de Estado en el
ejercicio de las competencias que tienen atribuidas los órganos de los
que son titulares
- los emanados de los órganos directivos con nivel de Director general
o superior, en relación con las competencias que tengan atribuidas en
materia de personal
- en los Organismos públicos adscritos a la AGE:
- los emanados de los máximos órganos de dirección unipersonales o
colegiados, de acuerdo con lo que establezcan sus estatutos
- en las AAPP de las CCAA:
- lo que especifiquen sus propias leyes autonómicas
- en la Administración de las EELL ponen fin a la vía administrativa las resoluciones de
los siguientes órganos y autoridades:
- las del Pleno, los Alcaldes o Presidentes y las Juntas de Gobierno (salvo en
los casos excepcionales en que una ley sectorial requiera la aprobación ulterior
de la AGE o de la CA, o cuando proceda recurso ante éstas en los supuestos
del artículo 27.2)
- las de autoridades y órganos inferiores en los casos que resuelvan por
delegación del Alcalde, del Presidente o de otro órgano cuyas resoluciones
pongan fin a la vía administrativa
- las de cualquier otra autoridad u órgano cuando así lo establezca una
disposición legal
- en todas las AAPP (art. 109 LRJ) ponen fin a la vía administrativa:
- las resoluciones de los recursos de alzada
- las resoluciones de los procedimiento de impugnación en los casos en los que
una ley ha sustituido el recurso de alzada por otro procedimiento de
impugnación
- las resoluciones de los órganos administrativos que carezcan de superior
jerárquico, salvo que una Ley establezca lo contrario
- las demás resoluciones de órganos administrativos cuando una disposición
legal o reglamentaria así lo establezca
- los acuerdos, pactos, convenios o contratos que tengan la consideración de
finalizadores del procedimiento.
120
- art. 115.1: El plazo para la interposición del recurso de alzada será de un mes, si el acto fuera
expreso. Si no lo fuera, el plazo será de 3 meses y se contará, para el solicitante y otros posibles
interesados, a partir del día siguiente a aquel en que, de acuerdo con su normativa específica, se
produzcan los efectos del silencio administrativo. Transcurridos dichos plazos sin haberse
interpuesto el recurso, la resolución será firme a todos los efectos.
- esto es, el plazo para la interposición del recurso tiene dos casos: actos
expresos (1 mes) y actos presuntos (3 meses a partir de que se produzcan los
efectos del silencio administrativo)
- si no se interpone el recurso en dichos plazos el acto es firme, y no puede ser
recurrido ni ante la Administración ni en vía c-a -> se ha extinguido el derecho
correspondiente (lo que según el profesor es una tremenda injusticia); no
obstante, se podría ejercer la acción de nulidad (que se puede ejercitar en
cualquier tiempo contra los actos nulos de pleno derecho).
El plazo para interponer un recurso de alzada contra una resolución expresa es de:
a) 15 días.
b) Un mes.
c) Dos meses.
d) 10 días.
¿Qué recurso cabe interponer contra el acto que resuelve un recurso de alzada?
a) Únicamente recurso de reposición.
b) No cabría ningún otro recurso administrativo, salvo el recurso extraordinario de revisión en los casos
legalmente establecidos.
c) Recurso de reposición y recurso contencioso-administrativo.
121
b) El recurso potestativo de reposición.
122
c) El recurso extraordinario de revisión.
123
- el silencio en el recurso extraordinario de revisión es negativo (de acuerdo
con la regla general de silencio para recursos administrativos), quedando
expedita la vía c-a
- el debate en lo c-a se limitará a verificar la procedencia o no de los
motivos que dieran origen a la revisión.
Contra las resoluciones dictadas como consecuencia de prevaricación, cohecho, violencia, maquinación fraudulenta u
otra conducta punible declarada en sentencia judicial firme, es posible interponer:
a.- Recurso contencioso-administrativo.
b.- Recurso de alzada.
c.- Recurso de revisión.
a) La interposición.
124
Cuando de la suspensión puedan derivarse perjuicios de cualquier naturaleza, aquélla sólo
producirá efectos previa prestación de caución o garantía suficiente para responder de ellos, en
los términos establecidos reglamentariamente.
La suspensión podrá prolongarse después de agotada la vía administrativa cuando exista
medida cautelar y los efectos de ésta se extiendan a la vía contencioso-administrativa. Si el
interesado interpusiera recurso c-a, solicitando la suspensión del acto objeto del proceso, se
mantendrá la suspensión hasta que se produzca el correspondiente pronunciamiento judicial
sobre la solicitud.
5. Cuando el recurso tenga por objeto la impugnación de un acto administrativo que afecte a una
pluralidad indeterminada de personas, la suspensión de su eficacia habrá de ser publicada en el
periódico oficial en que aquél se insertó.
La interposición del recurso no produce la suspensión del acto recurrido (salvo que una
disposición establezca lo contrario)
- no obstante, la suspensión de los efectos del acto recurrido podrá ser acordada (de
oficio o a solicitud del recurrente) por el órgano a quien compete resolver el recurso, de
la siguiente manera:
- primero, realizará una previa ponderación, suficientemente razonada, entre el
perjuicio que causaría al interés público o a terceros la suspensión y el perjuicio
que se causa al recurrente como consecuencia de la eficacia inmediata del
acto recurrido
- segundo, si la ponderación es favorable a la suspensión, debe comprobarse
además la concurrencia de alguna de estas dos circunstancias:
- que la ejecución pudiera causar perjuicios de imposible o difícil
reparación
- que la impugnación se fundamente en alguna de las causas de
nulidad de pleno derecho.
125
- estos interesados podrían pedir en vía c-a la declaración de nulidad
de la resolución dictada por omisión del trámite de audiencia y defensa.
2. Antes de la resolución del recurso puede tener lugar un trámite de vista y audiencia
al recurrente
- este trámite únicamente es preceptivo cuando en la resolución del recurso
hayan de tenerse en cuenta hechos o documentos no recogidos en el
expediente originario
- “los informes y las propuestas no tienen el carácter de documentos nuevos”
- esto no le gusta al profesor pues el interesado podría desconocer los
documentos e informes que han precedido la resolución impugnada (y
dice el profesor que si los pidiera, deberían ponérsele de manifiesto).
d) La resolución.
126
- Resolución presunta por silencio administrativo
- los plazos para resolver los recursos no son iguales:
- un mes, para el recurso potestativo de reposición
- tres meses, para los recurso de alzada y extraordinario de revisión
- el silencio es desestimatorio en los tres casos (salvo, como se ha dicho, el
doble silencio en recursos de alzada: se estima por silencio en la resolución del
recurso de alzada, cuando el recurso se interpone contra una resolución que
fue desestimada por silencio).
¿Qué dos reglas ha de cumplir la resolución administrativa tras la tramitación de un recurso administrativo?
A.- Que decida sobre todas las cuestiones de fondo y forma alegadas por el o los interesados.
B.- La congruencia y la prohibición de la "reformatio in peius".
C.- Que sea notificada, motivada y decida sobre las cuestiones de fondo.
Los diversos procedimientos que se regulan en estas normas se pueden clasificar en dos tipos:
- cuando la iniciativa de los procedimientos corresponde a la Administración Tributaria
(sin perjuicio que medie solicitud por los interesados)
- cuando los procedimiento se inician (únicamente) por recurso o reclamación del
particular.
127
Procedimiento para la Revocación de actos de aplicación de los tributos y de imposición de
sanciones
- este procedimiento se inicia exclusivamente de oficio (aunque los interesados pueden
promover su inicio mediante escrito dirigido al órgano que dictó el acto)
- este procedimiento se puede iniciar aunque los actos y sanciones objeto del mismo
hayan sido objeto de impugnación en vía económico-administrativa (en tanto no se
haya dictado una resolución o acuerdo de terminación por el tribunal e-a; pero en
ningún caso serán susceptibles de revocación si ya hubiera recaído resolución del
correspondiente tribunal e-a)
- tras un trámite de audiencia al interesado y formulado informe jurídico por el órgano
correspondiente -> se formulará la correspondiente propuesta de resolución que se
elevará al órgano correspondiente para resolver.
Como mecanismo propios de impugnación, por iniciativa siempre de los interesados, la Ley
General Tributaria y su Reglamento ofrecen dos alternativas:
- el recurso de reposición
- la reclamación económico-administrativa ante el tribunal e-a correspondiente
- ambas vías no se pueden compatibilizar en el tiempo: si se interpone recurso de
reposición hay que hacer constar que no se ha impugnado el mismo acto en la vía e-a.
Recurso de reposición
- el recurso de reposición tiene carácter potestativo (y, si se presenta, ha de
interponerse previamente a la reclamación e-a)
- el plazo de presentación es de un mes desde la notificación del acto
- contiene las alegaciones que el interesado formule, tanto sobre cuestiones de hecho
como de derecho, acompañando los documentos que sirvan de base a la pretensión
- el plazo máximo para notificar la resolución será de un mes contado desde la
presentación del recurso
- transcurrido dicho plazo el silencio es negativo, y el interesado podrá
interponer la correspondiente reclamación e-a.
128
Reclamaciones económico-administrativas
- el conocimiento de las reclamaciones e-a se encomienda a unos órganos colegiados
de funcionarios de la propia Hacienda y estructurados en dos niveles: el Tribunal
Central, y los Tribunales Regionales (con ámbito de CA)
- la reclamación e-a es obligatoria antes de acudir a la vía c-a
- por la vía e-a se sustancian las materias que se relacionan en la LGT:
- aplicación de tributos e imposición de sanciones tributarias que realicen la
AGE y sus entidades de Derecho público vinculadas o dependientes
- aplicación de tributos cedidos por el Estado a las CCAA o de los recargos
establecidos por éstas sobre tributos del Estado y la imposición de sanciones
que se deriven de unos y otros
- cualesquiera otras por precepto legal expreso (como los actos recaudatorios
de la AEAT relativos a ingresos no tributarios o tributarios de otras AAPP
distintas de la AGE, así como la materia de clases pasivas competencia del
Ministerio de Hacienda)
- sin embargo, los actos de aplicación y efectividad de los tributos de la Administración
Local no son reclamables en esta vía e-a
- la LBRL establece que contra los mismos podrá formularse ante el mismo
órgano que los dictó el correspondiente recurso de reposición, y contra la
denegación expresa o tácita de dicho recurso, el recurso contencioso-
administrativo
- en los municipios de gran población se crea un órgano especializado para el
conocimiento y resolución de reclamaciones sobre tributos e ingresos de
Derecho público que sean competencia municipal.
129
- no obstante, la LGT ha diseñado un procedimiento abreviado para reclamaciones e-a:
- se inicia con un escrito del interesado que deberá incluir las alegaciones que
se formulan al acto impugnado, y las pruebas que se consideren pertinentes
- el órgano e-a podrá dictar resolución (incluso con anterioridad a recibir el
expediente), siempre que de la documentación presentada por el reclamante
resulten acreditados todos los datos necesarios para resolver
- cuando el órgano e-a lo estime necesario (de oficio o a instancia del
interesado) convocará la celebración de una vista oral.
Recursos contencioso-administrativos
- una vez que se ha agotado la vía e-a, se pueden interponer dichos recursos ante el
órgano jurisdiccional competente.
130
5. Las reclamaciones previas al proceso civil y laboral.
¿Cuál es la técnica sustitutiva en el Derecho Administrativo del juicio de conciliación previo a los procesos civiles y
laborales?
A.- La reclamación previa al proceso civil y laboral.
B.- El recurso de reposición.
C.- La conciliación previa al proceso civil y laboral frente a la Administración.
Esto es, la reclamación previa tiene por finalidad impedir un planteamiento judicial directo (o
sustituir los actos conciliatorios previstos en los procesos civiles y laborales) y produce los
siguientes efectos:
- un efecto preclusivo de cierre del proceso mientras que no se sustancie (esto es,
mientras no se resuelva [o transcurra el plazo] no se puede acudir al proceso c-a)
- no obstante, la jurisprudencia del TS ha debilitado este efecto, razonando que
como actualmente el acto de conciliación es potestativo -> también la
reclamación previa debe ser potestativa
- un efecto interruptivo de los plazos de prescripción o caducidad para el ejercicio de
las acciones judiciales
- los plazos comienzan a correr de nuevo desde la notificación de la resolución
o desde que se entienda desestimada la pretensión por silencio negativo.
131
a) La reclamación previa a la vía judicial civil.
Al igual que ocurre con la reclamación previa a la vía civil, la acción laboral puede plantearse
en cualquier momento (una vez que ha sido desestimada) y antes de que transcurra el plazo de
prescripción del derecho que se reclame.
132
Tema XI. La jurisdicción contencioso-administrativa
1. La Jurisdicción Contencioso-Administrativa.
La Jurisdicción c-a (o Justicia administrativa) constituye (junto con la civil, penal y laboral) uno
de los cuatro órdenes jurisdiccionales que tiene una estructura orgánica que cubre el territorio
nacional, desde la provincia (Juzgados de lo C-A), pasando por la Comunidad Autónoma
(Salas de lo C-A de los TSJ) hasta el nivel estatal (Juzgados Centrales de los C-A, Sala de lo
C-A de la Audiencia Nacional, Sala de lo C-A del TS).
Historia:
- durante el constitucionalismo del siglo XIX se rechazó que el ejecutivo pudiera ser
enjuiciado por el poder judicial
- por eso se configuró la JC-A como una jurisdicción especial, integrada en el
mismo ejecutivo y servida por funcionarios (el modelo napoleónico)
- posteriormente, la presión a favor de la judicialización dio origen a dos
sistemas:
- el sistema armónico español consistió en reunir a jueces y
funcionarios en unos mismos Tribunales
- el sistema italiano repartió la competencia entre la jurisdicción civil
(conflictos sobre derechos) y la administrativa (conflictos sobre
intereses)
- actualmente han desaparecido las reticencias del control judicial sobre el ejecutivo, y
se ha creado dentro del sistema judicial un orden propio para los asuntos
administrativos (de la misma entidad y nivel que los otros órdenes).
Evolución constitucional:
- la Constitución de Bayona asumió el modelo francés: una jurisdicción administrativa
atribuida al Consejo de Estado (servida por funcionarios y separada del sistema de
jueces y tribunales)
- las Cortes de Cádiz asignaron los asuntos contenciosos de la Administración a la
Justicia civil
- pero los vaivenes del siglo XIX no afianzaron una JC-A independiente de la
Administración (se entendía que “Administrar también incluye juzgar a la
Administración”)
133
- tras la Restauración canovista y la Constitución de 1876 se llegó a un sistema de
compromiso (el sistema armónico), un modelo intermedio entre el funcionarial y el
judicialista:
- los Tribunales provinciales c-a estaban formados por jueces y funcionarios
- a nivel estatal el Consejo de Estado estaba compuesto sólo de funcionarios;
sin embargo, más adelante en 1904 se creó en el TS la Sala de lo C-A
únicamente con jueces
- la ley franquista de 1956 implantó el actual sistema judicial especializado, integrando
los Tribunales C-A en el sistema judicial común (y eliminando los tribunales mixtos
provinciales)
- este sistema fue ratificado por la Constitución de 1978, por la LOPJ de 1985 y
por la vigente Ley 29/1998 reguladora de la JC-A.
En este sentido, la JCA persigue ambas finalidades: es una justicia tanto garantista de los
derechos como de control de la legalidad de la Administración:
- Artículo 1.1 LRJCA: Los Juzgados y Tribunales del orden c-a conocerán de las
pretensiones que se deduzcan en relación con la actuación de las AAPP sujeta al
Derecho Administrativo, con las disposiciones generales de rango inferior a la Ley y
con los Decretos legislativos cuando excedan los límites de la delegación.
134
b) Incidencia de la Constitución de 1978, de la nueva Ley jurisdiccional de 1998 y de la Ley
orgánica 19/2003: eliminación de ámbitos exentos, extensión del control a la inactividad
administrativa, actuaciones materiales y supuestos de responsabilidad civil que impliquen a
la administración.
135
d) El contencioso interadministrativo.
La competencia de la JC-A:
- cubre la práctica generalidad de todos los conflictos que origina la actuación de las
AAPP sujetas al Derecho administrativo, las disposiciones generales de rango inferior a
la Ley, y los Decretos legislativos cuando exceden los límites de la delegación
- Artículo 1.1 LRJCA: Los Juzgados y Tribunales del orden c-a conocerán de las
pretensiones que se deduzcan en relación con la actuación de las AAPP sujeta al
Derecho Administrativo, con las disposiciones generales de rango inferior a la Ley y con
los Decretos legislativos cuando excedan los límites de la delegación.
- pero no quedan sujetos al Derecho administrativo ni a la JC-A los actos de los
Entes públicos, sociedades anónimas y fundaciones de capital público; este
hecho no le gusta al profesor
- conoce también la JC-A, incidentalmente, de las cuestiones prejudiciales e
incidentales no pertenecientes al orden administrativo, pero directamente relacionadas
con un recurso c-a, salvo las de carácter constitucional y penal (art. 4 LJCA)
- si se plantean cuestiones incidentales penales, se suspende el procedimiento
hasta que sea resuelta por los órganos penales correspondientes
- si se plantea una cuestión prejudicial o incidental civil -> no producirá efecto
fuera del proceso c-a en que se dicte (y podrá ser revisada por la jurisdicción
correspondiente)
- esto es, aunque la JCA puede conocer las cuestiones prejudiciales e
incidentales de carácter civil que se produzcan con ocasión de un acto
administrativo, sólo la Jurisdicción civil es competente para resolver
definitivamente los conflictos sobre propiedad entre la Administración y
los particulares, así como los que origina el cumplimiento de los
contratos civiles que no tienen por objeto obras o servicios públicos
- en todo caso la jurisdicción civil es supletoria de la C-A, pues conoce
(además de las materias que le son propias) de todas aquellas que no
estén atribuidas a otro orden jurisdiccional
- la jurisdicción laboral conoce de los conflictos entre la Administración y sus
empleados sujetos al Derecho laboral, mientras que la JC-A es competente para los
que se suscitan entre la Administración y los empleados que tienen la condición de
empleados públicos
- no obstante, la JC-A conoce de las impugnaciones de los procedimientos
administrativos seguidos para garantizar que la contratación laboral se efectúa
con arreglo a los principios de mérito y capacidad
- el conocimiento de la materia disciplinaria militar (pese a su naturaleza c-a) está
atribuido a los tribunales militares; los demás conflictos funcionariales no disciplinarios
de los militares son de la competencia de la JC-A
- tampoco entran en el ámbito de la JC-A los conflictos de jurisdicción entre los
Juzgados y las AAPP (que se tramitan y resuelven en los términos de la Ley orgánica
de conflictos jurisdiccionales), ni los conflictos entre los órganos de una misma
Administración (que resuelve el superior jerárquico).
136
f) Una competencia no contenciosa. La autorización de entrada al domicilio.
Estas competencias no son las típicas de la JC-A porque en estos casos el juez no ejercita una
actividad judicial (no juzga a través de un proceso) sino que resuelve una petición de la
Administración en el seno de un expediente administrativo; es una actividad “administrativa” del
juez (que no tiene, además, una regulación sustantiva y procedimental).
a) Clases.
Para poder aplicar el derecho constitucional al juez predeterminado por la ley (art. 24 CE) hay
que conocer previamente la distribución de competencias.
137
Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional
- conoce en única instancia de los recursos c-a contra disposiciones y actos de los
Ministros y Secretarios de Estado que la ley no atribuya a los Juzgados Centrales de lo
C-A
- también de los recursos contra los actos dictados por la Comisión de Vigilancia de
Actividades de Financiación del Terrorismo y de la posible prórroga de los plazos que
le plantee dicha Comisión respectos de las medidas previstas en la Ley 12/3 de
prevención y bloqueo de la financiación del terrorismo
- conoce también de los recursos no atribuidos a los TSJ de las CCAA, en relación con
los convenios entre las AAPP y de los recursos interpuestos contra las resoluciones del
Tribunal Económico-Administrativo Central
- también de los recursos que se interponen contra los actos administrativos de las
Administraciones independientes y análogas: Banco de España, Tribunal de Defensa
de la Competencia, Junta Arbitral de Financiación de las CCAA, Agencia de Protección
de Datos, Comisión Nacional de Energía, CNMT, Consejo Económico y Social, Instituto
Cervantes, CSN y Consejo de Universidades.
138
Juzgados de lo Contencioso-Administrativo de ámbito provincial
- conocen de conflictos procedentes de todas las AAPP (estatal, autonómicas y locales)
- el profesor prácticamente transcribe el Artículo 8:
1. Los Juzgados de lo C-A conocerán, en única o primera instancia según lo dispuesto
en esta Ley, de los recursos que se deduzcan frente a los actos de las entidades
locales o de las entidades y corporaciones dependientes o vinculadas a las mismas
(excluidas las impugnaciones sobre instrumentos de planeamiento urbanístico).
2. Conocerán, asimismo, en única o primera instancia de los recursos que se deduzcan
frente a los actos administrativos de la Administración de las CCAA (salvo cuando
procedan del respectivo Consejo de Gobierno) cuando tengan por objeto:
a) Cuestiones de personal, salvo que se refieran al nacimiento o extinción de la
relación de servicio de funcionarios públicos de carrera.
b) Las sanciones administrativas que consistan en multas no superiores a
60.000 euros y en ceses de actividades o privación de ejercicio de derechos
que no excedan de seis meses.
c) Las reclamaciones por responsabilidad patrimonial cuya cuantía no exceda
de 30.050 euros.
3. Conocerán en única o primera instancia de los recursos que se deduzcan frente a
disposiciones y actos de la Administración periférica del Estado y de las CCAA,
contra los actos de los organismos, entes, entidades o corporaciones de derecho
público, cuya competencia no se extienda a todo el territorio nacional y contra las
resoluciones de los órganos superiores cuando confirmen íntegramente los dictados por
aquéllos en vía de recurso, fiscalización o tutela. Se exceptúan los actos de cuantía
superior a 60.000 euros dictados por la Administración periférica del Estado y los
organismos públicos estatales cuya competencia no se extienda a todo el territorio
nacional, o cuando se dicten en ejercicio de sus competencias sobre dominio público,
obras públicas del Estado, expropiación forzosa y propiedades especiales.
4. Conocerán, igualmente, de todas las resoluciones que se dicten en materia de
extranjería por la Administración periférica del Estado.
5. Corresponde conocer a los Juzgados de las impugnaciones contra actos de las
Juntas Electorales de Zona y de las formuladas en materia de proclamación de
candidaturas y candidatos efectuada por cualquiera de las Juntas Electorales, en los
términos previstos en la legislación electoral.
6. Conocerán también de las autorizaciones para la entrada en domicilios y restantes
lugares cuyo acceso requiera el consentimiento de su titular, siempre que ello proceda
para la ejecución forzosa de actos de la Administración pública.
Asimismo, corresponderá la autorización o ratificación judicial de las medidas que las
autoridades sanitarias consideren urgentes y necesarias para la salud pública e
impliquen privación o restricción de la libertad o de otro derecho fundamental.
Además, conocerán de autorizaciones para entrada e inspección de domicilios, locales,
terrenos y medios de transporte que haya sido acordada por la Comisión Nacional de la
Competencia, cuando, requiriendo dicho acceso e inspección el consentimiento de su
titular, éste se oponga a ello o exista riesgo de tal oposición.
Recursos de casación
- la casación está atribuida únicamente:
- a las Salas de lo C-A de los TSJ: limitadamente a la casación por unificación
de doctrina y en interés de la Ley
- a la Sala 3ª TS: para las restantes y ordinarias modalidades de la casación.
Recursos de revisión
- los recursos de revisión contra las sentencias firmes de los Juzgados provinciales
corresponde a las Salas de Revisión de los TSJ
- los recursos de revisión contra las sentencias firmes de los Juzgados Centrales
corresponde a las Salas de lo C-A de la Audiencia Nacional
- finalmente, la Sala de lo C-A del TS revisa la resoluciones de las Salas de lo C-A de
la Audiencia Nacional, de los TSJ y de las Secciones del propio TS.
139
Otros aspectos a considerar:
- las referencias a la AGE, CCAA y EELL comprenden las Entidades y Corporaciones
dependientes y vinculadas de cada una de ellas
- las referencias a recursos contra actos administrativos incluyen las relativas a la
inactividad de las AAPP y a las actuaciones constitutivas de vía de hecho
- la atribución de competencia por razón de las materia prevalece sobre la efectuada en
razón del órgano administrativo autor del acto.
c) La competencia territorial.
La distribución de asuntos entre las distintas Salas de un mismo Tribunal o entre las distintas
Secciones de una misma Sala, se atribuye a la Sala de Gobierno de dicho Tribunal (teniendo
en cuenta la naturaleza y homogeneidad de la materia a que se refieren los recursos); el mismo
criterio se aplica para la distribución entre los Juzgados de una misma población.
Son partes activas o demandantes las que ejercitan el derecho de acudir ante el juez afirmando
la titularidad de un derecho o un interés y solicitando una pretensión, y son partes pasivas o
demandadas los sujetos contra quien se dirige esa pretensión y que se resisten o se oponen a
concederla.
140
Los particulares como parte demandada
- no obstante, los particulares pueden ser parte pasiva o demandada en dos casos:
- Proceso de lesividad: la Administración autora de un acto lo impugna (previa
declaración de lesividad en el plazo de 4 años)
- la posición de demandado la asume el titular de los derechos o
intereses legítimos cuya revocación pretende la acción de lesividad
- Codemandados: el particular (o también otro ente público) es demandado
junto con la AAPP autora del acto recurrido
- en este caso un particular (demandante) demanda a otro particular
(codemandado) porque los derechos o intereses legítimos del
demandado pudieran quedar afectados por la estimación de las
pretensiones del demandante.
Contenciosos interadministrativos
- se pueden dar contenciosos entre AAPP de igual nivel territorial (como dos municipios
o dos CCAA) o de distinto nivel territorial (entre Estado, CCAA y CCLL)
- en esto casos lo normal es que sea parte demandante la que toma la iniciativa de
formular frente a la otra el requerimiento para que se derogue la disposición, la anule o
revoque el acto.
Como en el proceso civil, en el proceso c-a se distingue entre capacidad para ser parte y
capacidad procesal:
- Capacidad para ser parte: es la capacidad jurídica o aptitud genérica que ostentan las
personas físicas y jurídicas para intervenir válidamente en un proceso (por sí o con la
debida asistencia o representación)
- tienen capacidad para ser parte las personas físicas y jurídicas de acuerdo
con el Derecho civil
- además, también tienen capacidad de ser parte en el proceso c-a: los grupos
de afectados (al margen de su integración en las estructuras formales de las
personas jurídicas) cuando sean titulares de derechos y obligaciones
- Capacidad procesal: es la aptitud para realizar actos válidamente en un proceso
- la capacidad procesal presupone la capacidad para ser parte, pero no
viceversa: no todas las personas con capacidad para ser parte tienen
capacidad procesal, si no es mediante asistencia (intervención de terceras
personas cuya aquiescencia es necesaria para su válida actuación) o
representación (actuación por medio de terceras personas cuyos actos
producen eficacia en la esfera jurídica de aquéllas, como si por ellas hubieran
sido realizados)
- los menores de edad tienen capacidad procesal para la defensa de aquellos
de sus derechos e intereses legítimos cuya actuación les esté permitida por el
ordenamiento jurídico (sin necesidad de asistencia de la persona que ejerza la
patria potestad, tutela o cúratela).
141
La representación de las partes deberá conferirse a un procurador con poder al efecto, y la
defensa será realizada en todo caso por un abogado:
- no obstante, en los Juzgados unipersonales de lo c-a provinciales o centrales, la
representación se puede otorgar al mismo abogado que lleva la defensa
- además, se exceptúa de la representación y del abogado en el caso de la defensa de
derechos estatutarios de funcionarios para cuestiones de personal que no impliquen
separación del empleo público
- al profesor no la gusta que se exija tanto procurador como abogado.
En el proceso contencioso-administrativo, cuando las partes actúen ante órganos unipersonales (Juzgados
Provinciales o Centrales)
a) la representación por un procurador y la asistencia por un abogado no es necesaria pero se admite.
b) es preceptivo encomendar la representación a un procurador y la defensa a un abogado.
c) podrán conferir su representación a un procurador y serán asistidas, en todo caso, por abogado.
c) La legitimación.
Además de la capacidad para serlo, la parte que recurre debe ostentar legitimación adecuada:
- esto es, para que la parte esté legitimada le debe afectar la disposición o acto o
inactividad o vía de hecho recurridas
- por lo tanto, el sujeto (persona física o jurídica) debe ser portador de un derecho o de
un interés legítimo, y este derecho o interés debe haber sido lesionado por la
disposición, acto, inactividad o vía de hecho.
Debido a que se han ido ampliando los sujetos legitimados, se ha llegado casi a la acción
popular (cualquier ciudadano está legitimado, en los casos expresamente previstos por las
leyes, a recurrir una presunta infracción cometida por la Administración); una figura similar, la
sustitución procesal, está contemplada en la LBRL cuando se permite a los vecinos ejercer
acciones en nombre e interés de las CCLL ante la pasividad de éstas.
“Están legitimadas las personas físicas o jurídicas que ostenten un derecho o un interés
legítimo” (art. 19.1):
- se precisa la legitimación por lesión de un derecho cuando:
- el recurrente pretende, además de la anulación del acto o disposición, el
reconocimiento de una situación jurídica individualizada y/o además, el
resarcimiento de daños y perjuicios
- cuando se recurre la inactividad de la Administración (porque lo que se
reclama es un derecho cuya titularidad deberá acreditarse)
- para recurrir contra una actividad material constitutiva de vía de hecho (en
que la presunta lesión será en la mayor parte de los casos un atentado del
derecho de propiedad, pero que podría comprender el interés para legitimar
acciones protectoras del medio ambiente)
- también están legitimadas las personas que ostentan un interés legítimo:
- según el TS, el interés para recurrir es aquel que, de prosperar el recurso,
produciría algún beneficio o evitaría un perjuicio de cualquier tipo al accionante
- el TC lo amplía a los intereses indirectos: todo interés individual y social
tutelado por el Derecho indirectamente con motivo de la protección del interés
general puede calificarse como interés legítimo
- algunas personas públicas no están legitimadas para interponer recurso c-a contra la
actividad de una Administración pública (art. 20 LJCA):
- Los órganos de la misma y los miembros de sus órganos colegiados, salvo
que una Ley lo autorice expresamente [por ejemplo, sí están legitimados los
Concejales que votan en contra].
- las Entidades de Derecho público que sean dependientes o estén vinculadas
al Estado, las CCAA o las EELL, respecto de la actividad de la Administración
de la que dependan. Se exceptúan aquellos a los que por Ley se haya dotado
de un estatuto específico de autonomía respecto de dicha Administración
[como pasa con las Universidades].
142
6. Objeto del recurso.
El objeto del recurso c-a son dos cosas: la delimitación de la actividad administrativa
impugnable y las pretensiones de las partes; en cualquier caso, el objeto del recurso c-a es
siempre la actividad de una AP:
Artículo 25 LJC-A
1. El recurso c-a es admisible en relación con las disposiciones de carácter general y con los
actos expresos y presuntos de la AP que pongan fin a la vía administrativa, ya sean definitivos o
de trámite, si estos últimos deciden directa o indirectamente el fondo del asunto, determinan la
imposibilidad de continuar el procedimiento, producen indefensión o perjuicio irreparable a
derechos o intereses legítimos.
2. También es admisible el recurso contra la inactividad de la Administración y contra sus
actuaciones materiales que constituyan vía de hecho, en los términos establecidos en esta Ley.
Artículo 26 LRJ-A
1. Además de la impugnación directa de las disposiciones de carácter general, también es
admisible la de los actos que se produzcan en aplicación de las mismas, fundada en que tales
disposiciones no son conformes a Derecho.
2. La falta de impugnación directa de una disposición general o la desestimación del recurso que
frente a ella se hubiera interpuesto no impiden la impugnación de los actos de aplicación con
fundamento en lo dispuesto en el apartado anterior.
¿En qué casos es admisible el recurso contencioso-administrativo contra disposiciones de carácter general?
a) En ningún caso.
b) En todos los casos, salvo cuando se desarrollen directamente preceptos constitucionales, en cuyo caso se
deberá interponer el recurso de inconstitucionalidad.
c) En todos los casos
d) Sólo en los casos en los que lo diga expresamente la Ley.
El recurso c-a es admisible (en la hipótesis más tradicional y común) contra actos expresos o
presuntos que pongan fin a la vía administrativa, ya sean definitivos o de trámite; en cuanto a
los de trámite, la ley vigente contempla los siguientes casos:
- que decidan directa o indirectamente en el fondo del asunto
- que determinen la imposibilidad de continuar el procedimiento
- que produzcan indefensión o perjuicio irreparable a derechos o intereses legítimos.
143
Tanto en el caso de actos como de reglamentos las pretensiones ejercitables son dos: el
recurso de anulación y el recurso de plena jurisdicción:
- en el recurso de anulación se pretende la anulación de un acto o disposición por no
ser conformes a Derecho
- en el recurso de plena jurisdicción el recurrente, además de la anulación, exige el
reconocimiento de una situación jurídica individualizada y la adopción de las medidas
adecuadas para el pleno restablecimiento de la misma (entre ellas la indemnización de
daños y perjuicios).
Pero no se admiten recursos en el caso de actos consentidos (art. 28 LJCA); actos que sean
reproducción de otros anteriores (definitivos y firmes), y los confirmatorios de acuerdos
consentidos por no haber sido recurridos en tiempo y forma; esto es, se cierra la vía judicial en
dos casos:
- cuando el acto no haya sido recurrido en vía administrativa (dejando transcurrir el
plazo)
- cuando un acto que pone fin a la vía administrativa no ha sido recurrido (en plazo) en
vía judicial
- según el profesor, se sustituyen así (injustamente) los plazos de prescripción de los
derechos materiales por los plazos más cortos de interposición de recursos
administrativos o recursos c-a.
Artículo 29.
1. Cuando la Administración, en virtud de una disposición general que no precise de actos de aplicación o
en virtud de un acto, contrato o convenio administrativo, esté obligada a realizar una prestación concreta
en favor de una o varias personas determinadas, quienes tuvieran derecho a ella pueden reclamar de la
Administración el cumplimiento de dicha obligación. Si en el plazo de tres meses desde la fecha de la
reclamación, la Administración no hubiera dado cumplimiento a lo solicitado o no hubiera llegado a un
acuerdo con los interesados, éstos pueden deducir recurso contencioso-administrativo contra la
inactividad de la Administración.
2. Cuando la Administración no ejecute sus actos firmes podrán los afectados solicitar su ejecución, y si
ésta no se produce en el plazo de un mes desde tal petición, podrán los solicitantes formular recurso
contencioso-administrativo, que se tramitará por el procedimiento abreviado regulado en el artículo 78.
Artículo 32.
1. Cuando el recurso se dirija contra la inactividad de la Administración pública, conforme a lo dispuesto
en el artículo 29, el demandante podrá pretender del órgano jurisdiccional que condene a la
Administración al cumplimiento de sus obligaciones en los concretos términos en que estén establecidas.
Nótese que:
a) Los jueces de lo c-a no pueden sustituir a la Administración en su actividad.
b) La ley limita a quienes tuvieran derecho a “prestación concreta en favor de una o
varias personas determinadas”.
c) Se condena “a la Administración al cumplimiento de sus obligaciones en los
concretos términos en que estén establecidas”.
d) Los plazos (desde que se solicita el cumplimiento a la Administración) son muy
cortos
144
- dice el profesor que el recurso c-a contra la inactividad de la Administración se
debería poder interponer tantas veces como se quisiera mientras no prescriba el
derecho material que se está ejercitando (y por tanto no debería aplicarse la doctrina
del acto firme y consentido).
Son recurribles en este caso las “actuaciones de la Administración que carecen de la necesaria
cobertura jurídica y lesionan derechos e intereses legítimos de cualquier clase”
- en la práctica, la vía de hecho es el cauce para reaccionar contra la Administración
cuando invade la propiedad o la posesión de bienes ajenos sin seguir el procedimiento
establecido (típicamente el expropiatorio)
- antes se recurría a interdictos ante el juez civil, pero según el art. 101 LRJ “no
se admitirán interdictos contra las actuaciones de la Administración realizadas
en materia de su competencia y de acuerdo con el procedimiento establecido”
- la nueva LRJA deja pendiente si los interdictos civiles han desaparecido, si los
plazos de estos últimos continúan, etc
- además de sustituir el largo interdicto en lo civil, el recurso contra la vía de hecho
sirve también para actuar pretensiones en defensa de la legalidad urbanística o del
medio ambiente y casos similares (donde basta invocar la legitimación por interés
legítimo, individual o colectivo, si se ejerce por una agrupación o asociación).
Artículo 31.
1. El demandante podrá pretender la declaración de no ser conformes a Derecho y, en su caso,
la anulación de los actos y disposiciones susceptibles de impugnación según el Capítulo
precedente.
2. También podrá pretender el reconocimiento de una situación jurídica individualizada y la
adopción de las medidas adecuadas para el pleno restablecimiento de la misma, entre ellas la
indemnización de los daños y perjuicios, cuando proceda.
Artículo 32.
2. Si el recurso tiene por objeto una actuación material constitutiva de vía de hecho, el
demandante podrá pretender que se declare contraria a Derecho, que se ordene el cese de
dicha actuación y que se adopten, en su caso, las demás medidas previstas en el artículo 31.2.
En este caso, como en el anterior, la pretensión ejercitable en vía de hecho puede ser
alcanzada a través de una medida cautelar solicitada antes de la interposición del recurso y
que el juez deberá conceder, salvo que la medida cause perturbación grave a los intereses
generales o de tercero, lo que ponderará de forma circunstanciada.
145
En los supuestos de inactividad administrativa y de vía de hecho, la Ley prescribe en relación con las medidas
cautelares que:
A.- Se adoptará la medida salvo que se aprecie con evidencia que no se dan las situaciones previstas en la
norma o la medida ocasione una perturbación grave de los intereses generales o de tercero.
B.- No se adopte la medida cautelar salvo que el interesado pueda probar un daño o perjuicio cuantificable.
C.- Se adoptará la medida salvo que existan indicios de que la ejecución de la medida puede causar una
perturbación grave de los intereses generales o de tercero.
d) El régimen de pretensiones.
Las pretensiones del proceso c-a son limitadoras de los poderes del juez, acumulables,
ampliables y cuantificables:
- Limitadoras de los poderes del órgano jurisdiccional: el juez deberá juzgar dentro de los
límites de las pretensiones formuladas por las partes y de los motivos que fundamenten el
recurso y la oposición
- no obstante, el Juez puede provocar una clarificación de las posiciones de las partes
si al dictar sentencia estima que la cuestión pudiera no haber sido apreciada
debidamente por las partes
- lo somete a las partes mediante providencia, advirtiendo que no se prejuzga
el fallo definitivo, dando un plazo común de 10 días a ambas partes para que
formulen alegaciones, con suspensión del plazo para dictar el fallo
- lo mismo ocurre cuando, habiéndose impugnado determinados preceptos de una
disposición general, el Tribunal entienda que es necesario extender el enjuiciamiento a
otros preceptos de la misma disposición por razones de conexión o consecuencia de
los preceptos recurridos.
- Ampliación del recurso (es distinta a la acumulación): supone la ampliación del recurso a
cualquier acto, disposición o actuación que tenga la misma relación exigida para la
acumulación:
- las partes pueden solicitar la ampliación al nuevo acto
- también pueden solicitar la ampliación a la resolución expresa respecto de la
pretensión inicialmente deducida en los recursos c-a inicialmente interpuestos contra
actos presuntos
- en este caso el recurrente puede desistir del recurso interpuesto
anteriormente, aceptando la resolución expresa posterior, o solicitar la
ampliación a la resolución expresa que se haya dictado
- una vez producido el desistimiento del recurso inicialmente interpuesto, el
plazo para recurrir la resolución expresa, de 2 meses, se cuenta desde el día
siguiente a la notificación de la misma.
146
- Cuantía: la fijación de la cuantía cumple la finalidad de servir de criterio para la determinación
de las competencias entre los órganos jurisdiccionales y la procedencia o no de determinados
recursos
- el órgano jurisdiccional fija la cuantía del recurso c-a, una vez formulados los escritos
de demanda y contestación, en los que las partes podrán exponer, por medio de otrosí,
su parecer al respecto
- la cuantía del recurso c-a vendrá determinada por el valor económico de la pretensión
objeto del mismo teniendo en cuenta las normas de la legislación procesal civil (LEC),
con determinadas especialidades.
147
Tema XII. El proceso contencioso-administrativo
El proceso c-a nació en 1845 como un proceso civil de primera instancia, y evolucionó hacia un
modelo similar al modelo de apelación civil:
- el acto administrativo recurrido sería equivalente a la sentencia en 1ª instancia (y el
expediente administrativo cumple las funciones de los autos judiciales)
- la no impugnación del acto administrativo en sus (breves) plazos produce el efecto de
cosa juzgada: lo convierte en un acto firme y consentido, inatacable posteriormente.
La Ley jurisdiccional de 1956 (vigente hasta 1998) estructuró el proceso c-a sobre los
elementos del recurso de apelación civil: interposición contra una resolución ejecutoria que
deviene firme si no se recurre en el plazo de 2 meses. Pero aunque la 1ª instancia del proceso
c-a se asemeja a la 2ª instancia o apelación del proceso civil, no significa que no existan
diferencias:
- la interposición del recurso no implica la suspensión del acto administrativo (mientras
que la apelación contra la sentencia civil de 1ª instancia suspende la eficacia de la
sentencia)
- la Administración (que es juez en el primera parte) es parte en la segunda (mientras
que el juez de la 1ª sentencia civil no es parte en la apelación).
Con todo, la principal consecuencia del carácter revisor o de apelación del proceso c-a es la
equiparación entre la sentencia civil de 1ª instancia y el acto administrativo: el acto no recurrido
en plazo (2 meses) deviene en firme e inatacable.
El profesor insiste en que el sistema de plazos (un mes para el recurso administrativo y dos
meses para el recurso contencioso-administrativo) es injusto, porque no se está atendiendo a
la prescripción de los derechos en sí mismos: en la justicia administrativa, desistir de la acción
equivale a renunciar al derecho material.
148
Por otra parte, se mantiene la desigualdad entre las partes: mientras los plazos para
presentación del recurso c-a son muy pequeños para el administrado, la Administración tiene 4
años para declarar la lesividad; además, el administrado no puede elegir el momento de
presentar el recurso (ha de ser necesariamente dentro de los plazos previstos).
La tutela cautelar se presenta como la última oportunidad de salvar a una justicia administrativa
poco eficaz (porque se caracteriza por el retraso en la resolución de procesos y en ciertos
casos la no ejecución de las sentencias por no haberse tomado las medidas de aseguramiento
adecuadas). Históricamente no se preveía otra medida cautelar que la suspensión de efectos
del acto administrativo (suspensión regulada en términos muy restrictivos); la nueva LJCA
hace un esfuerzo de ampliación de las medidas cautelares (impulsada por la jurisprudencia y la
evolución de los ordenamientos europeos y el Derecho comunitario).
a) Referencias comparadas.
La LJCE de 1956 supeditaba la suspensión de efectos del acto administrativo (la única medida
cautelar que se admitía) al periculum rei: a que la ejecución del acto pudiera hacer peligrar la
viabilidad posterior de la pretensión ejercitada
- su art. 122 decía: procederá la suspensión cuando la ejecución hubiese de ocasionar
daños o perjuicios de reparación imposible o difícil
- aplicando la regla del periculum rei se suspendieron demoliciones, sanciones
inhabilitadoras del ejercicio de una profesión, desalojo de viviendas, etc.
149
La LJCA 98 cambia el planteamiento anterior:
- establece en su exposición de motivos: Se parte de la base de que la justicia cautelar forma
parte del derecho a la tutela efectiva, tal como tiene declarado la jurisprudencia más reciente, por
lo que la adopción de medidas provisionales que permitan asegurar el resultado del proceso no
debe contemplarse como una excepción, sino como facultad que el órgano judicial puede
ejercitar siempre que resulte necesario. La suspensión de la disposición o acto recurrido no
puede constituir ya la única medida cautelar posible: la Ley introduce en consecuencia la
posibilidad de adoptar cualquier medida cautelar, incluso las de carácter positivo. No existen para
ello especiales restricciones, dado el fundamento común a todas las medidas cautelares.
Corresponderá al Juez o Tribunal determinar las que, según las circunstancias, fuesen
necesarias.
- la actual Ley ya no limita las medidas cautelares, permitiendo solicitar en cualquier
estado del proceso la adopción de cuantas medidas aseguren la efectividad de la
sentencia
- además, contempla medidas cautelares concretas (como la suspensión de efectos de
las disposiciones y actos, actuaciones constitutivas de vías de hecho, y medidas
positivas de anticipación del cumplimiento de obligaciones concretas que constituyen la
pretensión deducida en el proceso)
- en definitiva, ahora son posibles (además de medidas de suspensión de efectos de la
disposición o acto recurridos), cualquiera otras, positivas o negativas, de hacer o de no
hacer.
Artículo 130
1. Previa valoración circunstanciada de todos los intereses en conflicto, la medida cautelar podrá
acordarse únicamente cuando la ejecución del acto o la aplicación de la disposición pudieran
hacer perder su finalidad legítima al recurso.
2. La medida cautelar podrá denegarse cuando de ésta pudiera seguirse perturbación grave de
los intereses generales o de tercero que el Juez o Tribunal ponderará en forma circunstanciada.
Artículo 132
1. Las medidas cautelares estarán en vigor hasta que recaiga sentencia firme que ponga fin al
procedimiento en el que se hayan acordado, o hasta que éste finalice por cualquiera de las
causas previstas en esta Ley. No obstante, podrán ser modificadas o revocadas durante el curso
del procedimiento si cambiarán las circunstancias en virtud de las cuales se hubieran adoptado.
2. No podrán modificarse o revocarse las medidas cautelares en razón de los distintos avances
que se vayan haciendo durante el proceso respecto al análisis de las cuestiones formales o de
fondo que configuran el debate, y, tampoco, en razón de la modificación de los criterios de
valoración que el Juez o Tribunal aplicó a los hechos al decidir el incidente cautelar.
Sin embargo, la Ley es muy limitativa en cuanto al fundamento o causa en que el juez puede
apoyar la medida cautelar
- esta causa o fundamento es único: “Previa valoración circunstanciada de todos los
intereses en conflicto, la medida cautelar podrá acordarse únicamente cuando la ejecución del
acto o la aplicación de la disposición pudieran hacer perder su finalidad legítima al recurso”
- es decir, el elemento esencial continúa siendo el periculum rei: el riesgo que corre el
objeto de la pretensión mientras que se tramita el proceso
- por el contrario, la Ley prohíbe el fumus bonus iuris (apariencia de buen derecho, esto
es, la demanda tiene fundadas posibilidades de prosperar): “No podrán modificarse o
revocarse las medidas cautelares en razón de los distintos avances que se vayan haciendo
durante el proceso respecto al análisis de las cuestiones formales o de fondo que configuran el
debate, y, tampoco, en razón de la modificación de los criterios de valoración que el Juez o
Tribunal aplicó a los hechos al decidir el incidente cautelar”
- en definitiva, la Ley permite la modificación o revocación de las medidas cautelares
durante el proceso si cambian las circunstancias en virtud de las cuales se hubieran
adoptado, pero por el periculum rei y no por el fumus bonus iuris.
Para establecer una medida cautelar, en general es necesaria una previa valoración
circunstanciada del juez de todos los intereses en conflicto, lo que impide que la medida
cautelar se pueda conceder automáticamente por el juez
- no obstante, en los supuestos de inactividad de la Administración y de la vía de
hecho, la Ley es más proclive al automatismo, al prescribir que el Juez adoptará la
medida salvo que se aprecie con evidencia que no se dan las circunstancias previstas
en dichos artículos o la medida ocasione una perturbación grave de los intereses
generales o de tercero, que el Juez ponderará en forma circunstanciada.
150
La medida cautelar puede verse dificultada por las garantías que el Juez deberá imponer al
solicitante de la medida cuando de ésta pudieran derivarse perjuicios de cualquier naturaleza
(por ejemplo exigir una caución o garantía que se utilizará, en su caso, para indemnizar a la
Administración o terceros por los daños sufridos con motivo de dicha medida cautelar).
La medida cautelar se puede solicitar en cualquier estado del proceso (salvo que se solicitare
la suspensión de vigencia de una disposición de carácter general o de algunos de sus
preceptos, en cuyo caso la petición deberá efectuarse en el escrito de interposición o en la
demanda); también es posible solicitar la medida cautelar antes de la interposición del recurso
en los supuestos de inactividad de la Administración o vía de hecho.
Contra el auto que acuerde medidas cautelares no cabe recurso, pero en el Juez convocará a
las partes a una comparecencia sobre el levantamiento, mantenimiento o modificación de la
medida cautelar adoptada. El auto que acuerde las medidas se comunicará al órgano
administrativo correspondiente, el cual dispondrá su inmediato cumplimiento, debiendo
publicarse las suspensiones de disposiciones y actos generales.
Las medidas cautelares estarán vigentes hasta que recaiga sentencia firme que ponga fin al
procedimiento en el que fueren acordados (o hasta que el procedimiento finalice por cualquiera
de las causas previstas en la Ley); no obstante, las medidas cautelares podrán ser modificadas
o revocadas durante el proceso si cambiaran las circunstancias en virtud de las cuales se
hubieran adoptado. En esta modificación no deben pesar los distintos avances que se vayan
haciendo durante el proceso respecto del análisis de las cuestiones formales o de fondo que
configuran el debate; ni tampoco en razón de la modificación de los criterios de valoración que
el Juez o Tribunal aplicó a los hechos al decidir el incidente cautelar.
El modelo del proceso c-a, desde la Ley de Santamaría de Paredes de 1888, continúa
respondiendo al proceso civil de 2ª instancia o apelación, girando en torno a la revisión del acto
administrativo:
- se inicia, como los procesos de apelación, a través del escrito de interposición (que
cumple varias finalidades: precisar cuál es el acto recurrido, impedir su firmeza y fijar la
cuantía del recurso)
- se ciñe, al igual que el proceso civil de apelación, a analizar el expediente
administrativo (que será la principal pieza de convicción para las partes y para el juez).
La LJCA regula un procedimiento común de primera o única instancia, de acuerdo con dicho
patrón revisor, con diversas matizaciones según el tipo de pretensión
- además, se ha añadido un procedimiento abreviado para conflictos de menor entidad
- la LJCA también reinstaura dos procedimientos especiales: el procedimiento de
protección de derechos fundamentales y el procedimiento en los casos de suspensión
administrativa previa de acuerdos
- finalmente, instaura un procedimiento nuevo: la cuestión de ilegalidad de
reglamentos.
El procedimiento general se inicia de forma diferente según los diversos tipos de conflictos:
proceso de lesividad, conflictos entre AAPP o Entes públicos, y recursos de particulares contra
la Administración.
151
El recurso c-a se inicia con un escrito de interposición:
- se cita la disposición, acto, inactividad o actuación constitutiva de vía de hecho que se
impugna
- y solicita que se tenga por interpuesto el recurso
- el escrito de interposición se acompañará los siguientes documentos:
a) Acreditación de la representación del compareciente.
b) Acreditación de la legitimación del actor, cuando la ostente por habérsela
transmitido otro por herencia o por cualquier otro título.
c) Copia o traslado de la disposición o del acto expreso que se recurran, o
indicación del expediente en que haya recaído el acto o el periódico oficial en
que la disposición se haya publicado. En el caso de inactividad de la
Administración o una vía de hecho, se menciona el órgano o dependencia al
que se atribuya una u otra, en su caso, el expediente en que tuvieran origen, o
cualesquiera otros datos que sirvan para identificar suficientemente el objeto
del recurso.
d) Documento o documentos que acrediten el cumplimiento de los requisitos
exigidos para entablar acciones las personas jurídicas con arreglo a las normas
o estatutos que les sean de aplicación.
El recurso contencioso-administrativo dirigido contra una disposición general, acto, inactividad o vía de hecho, cuando
no existen terceros interesados
a) Debería iniciarse por escrito de interposición.
b) Deberá iniciarse mediante demanda.
c) Podrá iniciarse mediante demanda.
¿Cómo iniciaría usted el procedimiento por el que se procede a impugnar en vía contencioso-administrativa una multa
de 300 euros?
a) Por demanda.
b) Por escrito de interposición.
c) Por escrito de solicitud de apertura del procedimiento.
152
b) Publicidad, emplazamiento de los demandados y reclamación del expediente
administrativo.
Frente a los frecuentes retrasos en la remisión del expediente, la LJCA ha arbitrado medidas
extremas:
1.- La imposición de multas de 300,50 a 1.202, 02 € a la autoridad o empleado
responsable si el expediente no se enviara en el término de 10 días
- la multa será reiterada cada 20 días, hasta el cumplimiento de lo requerido
- en caso de imposibilidad de determinación individualizada de la autoridad o
empleado responsable, la Administración será la responsable del pago de la
multa, sin perjuicio de que se repercuta contra el responsable
- aquel a quien se le hubiera impuesto la multa podrá ser oído en justicia por el
Juzgado o Tribunal, que resolverá mediante auto contra el que no cabe recurso
alguno
2.- Si con las 3 primeras multas coercitivas no se consiguiese la remisión del
expediente completo, el Juez o Tribunal pondrá los hechos en conocimiento del
Ministerio Fiscal, sin perjuicio de seguir imponiendo nuevas multas.
153
c) Los trámites de admisión, demanda, alegaciones previas y contestación a la demanda.
La reconvención.
A las causas de inadmisibilidad anteriores, que provienen de la Ley de 1956, la vigente Ley de
1998 ha añadido otras nuevas:
- cuando se hubieran desestimado en el fondo otros recursos sustancialmente iguales
por sentencia firme (mencionando la resolución o resoluciones desestimatorias)
- cuando se impugne una actuación material constitutiva de vía de hecho, si fuera
evidente que la actuación administrativa se ha producido dentro de la competencia y en
conformidad con las reglas del procedimiento legalmente establecido
- cuando se impugne la no realización por la Administración de sus obligaciones si
fuera evidente la ausencia de obligación concreta de la Administración respecto de los
recurrentes.
A la vista del expediente remitido, si las partes estimasen que no está completo, podrán
solicitar la ampliación de expediente, lo que suspenderá el curso del plazo de formalización
de demanda o de contestación.
Las partes demandadas podrán formular, dentro de los primeros 5 días del plazo para
contestar la demanda, alegaciones previas sobre inadmisibilidad, referidas a los motivos
que pudieran determinar la incompetencia del órgano jurisdiccional o la inadmisibilidad del
recurso (sin perjuicio de que tales motivos, salvo la incompetencia del órgano jurisdiccional,
puedan ser alegados en la contestación, incluso si hubiesen sido desestimados como
alegación previa)
- del escrito que formule alegaciones previas se dará traslado por 5 días al actor, el
cual podrá subsanar el defecto, si procediera, en el plazo de 10 días y, evacuado el
traslado, se seguirá la tramitación prevista para los incidentes en la Ley de
Enjuiciamiento Civil
- el auto desestimatorio de las alegaciones previas no será susceptible de recurso y
dispondrá que se conteste la demanda en el plazo que reste.
154
¿Es posible en el escrito de contestación a la demanda una reconvención (una pretensión
contra el demandante)?
- en el proceso civil, la reconvención es un acción nueva, no necesariamente contraria,
que el demandado ejercita frente al actor para que se sustancie en el mismo proceso y
se decide en la misma sentencia
- con carácter general en el proceso c-a se ha rechazado esta posibilidad, aduciendo
diversas razones que tienen que ver con el carácter revisor de la vía c-a y con el
prototipo de “particular que demanda a la Administración”
- admitir que la Administración pudiera revolverse contra el actor, lesionaría la
prohibición de la reformatio in peius y privaría a éste de la garantía previa de la
vía administrativa
- de hecho, la jurisprudencia abunda en la negación a la Administración de
formular una reconvención.
d) La prueba.
La apertura de un período de prueba se condiciona a que las partes lo soliciten por medio de
otrosí, en los escritos de demanda, de contestación o de alegaciones complementarias,
expresando de forma ordenada los puntos de hecho sobre los que haya de versar la prueba.
Pero en todo caso es el juez el que decide:
- aún sin pedirlo las partes puede acordar de oficio el recibimiento a prueba y disponer
la práctica de cuantas estime pertinentes para la más acertada decisión
- aún pidiéndolo ambas partes, la apertura del período de prueba se condiciona a una
valoración judicial que versa sobre dos circunstancias:
- que exista disconformidad en los hechos
- y que estos sean de especial trascendencia para la resolución del pleito
- una excepción a lo anterior es el caso de sanciones administrativas o disciplinarias,
en que el pleito se recibe a prueba siempre que exista disconformidad en los hechos.
La prueba se practica con arreglo a las normas del proceso civil, pero el plazo es de 15 días
para proponer y 30 para practicar. Se podrán aportar al proceso las pruebas practicadas fuera
de este plazo por causas no imputables a la parte que las propuso. Las Salas podrán delegar
en uno de sus magistrados o en un Juzgado de lo C-A la práctica de todas o algunas de las
diligencias probatorias, y el representante en autos de la Administración podrá, a su vez,
delegar en un funcionario de la misma la facultad de intervenir en su práctica.
e) El período conclusivo.
El proceso c-a termina con una fase de recapitulación y valoración de lo actuado, cuya
existencia se remite a la voluntad de las partes, pues éstas podrán solicitar en la demanda y en
la contestación:
- que se celebre vista
- o que se presenten conclusiones
- o que el pleito sea declarado concluso, sin más trámites, para sentencia
- esta solicitud habrá de formularse por otrosí en los escritos de demanda o
contestación (o por escrito presentado en el plazo de 3 días contados desde que se
declare concluso el período de prueba)
- el juez proveerá según lo que coincidentemente hayan solicitado las partes
- en otro caso, el juez sólo acordará la celebración de vista o la formulación de
conclusiones escritas cuando lo solicite el demandante o cuando, habiéndose
practicado prueba, lo solicite cualquiera de las partes.
En el acto de vista, se dará la palabra a las partes para que de forma sucinta expongan sus
alegaciones. El juez o Presidente de la Sala podrá invitar a los defensores de las partes a que
concreten los hechos y puntualicen, aclaren o rectifiquen cuanto sea preciso para delimitar el
objeto del debate.
155
Cuando se acuerde trámite de conclusiones, las partes presentarán unas alegaciones
sucintas sobre los hechos, la prueba practicada y los fundamentos jurídicos en que apoyen sus
pretensiones, sin que puedan plantearse cuestiones que no hayan sido suscitadas en los
escritos de demanda y contestación (salvo que el juez juzgue oportuno que se traten motivos
relevantes para el fallo, y distintos de los alegados, poniéndolo en conocimiento de las partes
mediante providencia).
Celebrada la vista o presentadas las conclusiones, el juez o Tribunal, declarará que el pleito
ha quedado concluso para sentencia, salvo que haga uso de la facultad de acordar
determinadas pruebas para mejor proveer, en cuyo caso dicha declaración se hará
inmediatamente después de que finalice la práctica de la diligencia o diligencias de prueba
acordadas.
El procedimiento c-a, como los pleitos civiles y laborales, concluye por sentencia, por
desistimiento del actor y por allanamiento del demandado; además, puede terminar por
reconocimiento en vía administrativa de las pretensiones del demandante o por conciliación
judicial.
156
c) Si la medida consiste en la emisión de una acto o en la práctica de una actuación
jurídicamente obligatoria, la sentencia podrá establecer plazo para que se cumpla el
fallo
d) Si fuera estimada una pretensión de resarcir daños y perjuicios, se declarará en todo
caso el derecho a la reparación, señalando asimismo quién viene obligado a
indemnizar. La sentencia fijará también la cuantía de la indemnización cuando lo pida
expresamente el demandante y consten probados elementos suficientes para ello. En
todo caso, se establecerán las bases para la determinación de la cuantía, cuya
definitiva concreción quedará diferida al período de ejecución de sentencia.
Límites de la sentencia:
- el juez tiene prohibido determinar el contenido de los preceptos de una disposición
general en sustitución de los anulados o el contenido discrecional de los actos
administrativos
- en principio la sentencia sólo produce efectos entre las partes, pero si se trata de una
disposición general los tendrá erga omnes, desde el día en que sea publicado su fallo y
preceptos anulados en el mismo periódico oficial en que lo hubiera sido la disposición
anulada. También se publicarán las sentencias firmes que anulen un acto
administrativo que afecte a una pluralidad indeterminada de personas.
El proceso también puede terminar por desistimiento: una declaración de voluntad del actor
por que abandona la acción ejercitada en el proceso
- esto provoca que el acto recurrido se convierta en acto consentido, en acto
inatacable; deviene en cosa juzgada, con pérdida del derecho material.
157
5. Procedimiento abreviado.
Se aplican estos trámites para los recursos que se deduzcan ante los Juzgados de lo C-A,
sobre cuestiones de personal al servicio de las AAPP, sobre extranjería, inadmisión de
peticiones de asilo político, y aquellas cuya cuantía no supere los 13.000 €. Es un
procedimiento de carácter fundamentalmente oral, se aplica únicamente en los juzgados (no en
los tribunales), y en este procedimiento abreviado tiene un papel importante el Secretario
judicial.
6. El sistema de recursos.
Todas las resoluciones judiciales son impugnables a través de un sistema de recursos que,
para asignar el tipo de recurso que corresponde a cada impugnación, tiene en cuenta:
- la importancia del acto judicial impugnado: providencia, auto y sentencia
- la naturaleza y cuantía del objeto del proceso.
El recurso de …. se interpone ante el propio órgano jurisdiccional autor de la resolución, quien igualmente lo resuelve.
a) Súplica.
b) Apelación.
c) Casación.
d) Revisión.
a) Evolución histórica.
- Recurso de apelación
- lo creó la Ley de 1956 para recurrir los autos y sentencias de las Audiencias
territoriales, y si imponía ante la Sala 3ª del TS
- actualmente se mantiene para impugnar autos y sentencias, pero ante el TSJ
o la AN
158
- Recurso de casación
- la LOPJ de 1985 configuró el TS como órgano de casación
- como consecuencia, el recurso de casación sustituyó al de apelación ante el
TS a partir de 1992
- Recursos contra las resoluciones locutorias y Recurso de revisión: son recursos de
menor alcance.
c) El recurso de apelación.
Se pueden apelar los autos de los Juzgados de lo C-A (ante las Salas de lo c-a de los TSJ) y
los de los Juzgados Centrales de lo c-a (ante las Salas de los c-a de la Audiencia Nacional):
- que versen sobre medidas cautelares, ejecuciones de sentencias, inadmisión del
recurso c-a o sobre las autorizaciones de entradas en domicilio, y los recaídos sobre
ejecución provisional de la sentencia, en los incidentes seguidos para extender a
terceros una sentencia estimatoria, en materia tributaria y de personal.
En cuanto a las sentencias de los mismos órganos judiciales, serán todas ellas susceptibles
de recurso de apelación ante las Salas referidas (salvo que se refieran a asuntos cuya cuantía
no exceda de 30.000 euros y los relativos a materia electoral)
- en todo caso siempre serán apelables las sentencias dictadas en el procedimiento
para la protección de los derechos fundamentales, las que resuelven litigios entre
AAPP y sobre impugnaciones indirectas de disposiciones generales
- el recurso de apelación tiene efecto suspensivo sobre la ejecución de la sentencia
- a instancia de parte interesada, el juez pueda adoptar las medidas cautelares
que sean pertinentes para asegurar, en su caso, las ejecución de la sentencia
- se admite también la ejecución provisional de la sentencia recurrida, salvo
cuando la misma sea susceptible de producir situaciones irreversibles o
perjuicios de imposible reparación.
159
La tramitación del recurso de apelación tiene 3 fases: interposición, admisión y resolución
- Interposición: ante el Juzgado que haya dictado la resolución apelada
- dentro de los 15 días siguientes al de la notificación de la sentencia
- Resolución: corresponde a las Salas de lo c-a de los TSJ y de la Audiencia Nacional
- ante estas salas podrán practicarse únicamente las pruebas que hubieran
sido denegadas o no hubieran sido debidamente practicas en 1ª instancia
- la Sala resuelve directamente (sin vista o presentación de conclusiones),
salvo que lo hubieran solicitado todas las partes, se hubiese practicado prueba
o la Sala lo estime necesario
- la Sala no puede devolver los autos al inferior cuando éste declaró la
inadmisibilidad del recurso en 1ª instancia; se obliga a la Sala a entrar en el
fondo del asunto y evitar la reiteración de la 1ª instancia (esto es, cuando la
Sala revoca una inadmisibilidad en la 1.ª instancia debe, además, pronunciarse
sobre el fondo, no sólo sobre la inadmisibilidad).
El juez de casación, sin embargo, no revisa la determinación y fijación de los hechos realizada
por el juez inferior: la casación es un recurso síntesis de la anulación y la apelación por motivos
exclusivamente de Derecho:
- el órgano de casación dicta una nueva sentencia en términos similares a los del juez
de apelación, salvo en los casos de falta de jurisdicción o vicios de procedimiento
- no obstante, según el profesor, el juez de casación es en puridad un juez de control
negativo y no debiera dictar una sentencia en sustitución de la que casa o anula, sino
reenviarla al juez autor de la sentencia para que dicte una nueva ajustada a la
sentencia de casación.
La Ley regula tres tipos de recursos de casación, aunque el régimen del primero es de
aplicación en todos (salvo que se regule explícitamente de otra manera en la ley):
- Recurso ordinario de casación
- Recurso de casación para unificación de la doctrina
- Recurso de casación en interés de la Ley.
El recurso ordinario de casación se admite en la Sala de lo c-a del TS contra las sentencias
dictadas en única instancia por la Sala de lo c-a de la Audiencia Nacional o por las Salas de lo
c-a de los TSJ, salvo:
a) las cuestiones de personal al servicio de las AAPP y que no afecten al nacimiento o
extinción de la relación de servicio de funcionarios de carrera
b) las recaídas en asuntos cuya cuantía no exceda de 25 Mptas (150.000 €), salvo que
se trate del procedimiento especial para la defensa de los derechos fundamentales
c) las dictadas en materia electoral.
En todo caso, se admite este recurso ordinario de casación contra las sentencias que declaren
nula o conforme a Derecho una disposición de carácter general y contra las resoluciones del
Tribunal de Cuentas en materia de responsabilidad contable.
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En cualquier caso el recurso contra las sentencias de los TSJ debe fundarse únicamente en
infracción de normas de Derecho estatal o comunitario que hayan sido relevantes y
determinantes en el fallo, siempre que hubieran sido invocadas en el proceso o consideradas
por la Sala sentenciadora
- este requisito debe ser cuidadosamente invocado y justificado por el recurrente a fin
de evitar las frecuentes inadmisiones que impone por su falta una jurisprudencia
excesivamente quisquillosa.
También pueden ser recurridos en casación, previo recurso de reposición, los autos siguientes:
a) los que declaren la inadmisión del recurso c-a o hagan imposible su continuación
b) los que pongan término a la pieza separada de suspensión o de otras medidas
cautelares
c) los recaídos en ejecución de sentencia, siempre que no resuelvan cuestiones no
decididas, directa o indirectamente, en aquélla o que contradigan los términos del fallo
que se ejecuta
d) los dictados sobre ejecución provisional
e) los dictados para extender los efectos de una sentencia a terceros en situación
análoga.
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- la Sala (cuando lo pidan todas las partes o la Sala lo estime necesario, lo que no
ocurre casi nunca) señala día y hora para la vista, o declarará el pleito concluso para
sentencia.
Este recurso se circunscribe a las sentencias dictadas en única instancia por los Jueces de lo
c-a y por las Salas de lo c-a de los TSJ y de la AN que no sean susceptibles de los recursos de
casación:
- sólo están legitimados: la Audiencia Provincial territorial que tenga interés legítimo en
el asunto, las Entidades o Corporaciones que ostenten la representación y defensa de
intereses de carácter general o corporativo y tuviesen interés legítimo en el asunto, el
Ministerio Fiscal y la AGE, en interés de la ley
- están excluidos los particulares.
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El recurso sólo puede justificarse en que se estime gravemente dañosa para el interés general
y errónea la resolución dictada, y únicamente podrá enjuiciarse a través de este recurso la
correcta interpretación y aplicación de normas emanadas del Estado que hayan sido
determinantes del fallo recurrido.
Es una segunda modalidad de la casación en interés de la ley a favor del Derecho de las
CCAA:
- se admite contra las sentencias dictadas en única instancia por los Jueces de los c-a
no susceptibles del recurso en interés de ley estatal
- las sentencias pueden ser impugnadas por las mismas AAPP (salvo,
sorprendentemente, la AGE)
- conocen de este recurso las Salas de lo c-a de los TSJ
- se enjuicia la correcta interpretación y aplicación de las normas emanadas de las
CCAA que hayan sido determinantes del fallo recurrido
- la sentencia se publica en e Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma.
Se interpone ante las Salas de lo c-a de los TSJ o ante la Sala de lo c-a del TS, contra
sentencias firmes, por motivos excepcionales, acaecidos o conocidos con posterioridad a la
sentencia objeto de revisión no son susceptibles de recurso ordinario:
- cuando después de pronunciada la sentencia se recobraren documentos decisivos,
detenidos por fuerza mayor o por obra de la parte en cuyo favor se hubiere dictado
- cuando hubiere recaído la sentencia en virtud de documentos que al tiempo de
dictarse aquélla ignoraba una de las partes, haber sido reconocidos y declarados falsos
o cuya falsedad se reconociese o declarase después
- cuando habiéndose dictado sentencia en virtud de prueba testifical, fuesen los
testigos condenados por falso testimonio dado en las declaraciones que sirvieron de
fundamento a la sentencia
- cuando la sentencia se hubiere ganado injustamente en virtud de cohecho, violencia u
otra maquinación fraudulenta.
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8. Ejecución de sentencias.
La ejecución de las sentencias c-a corresponde a la Administración que hubiere dictado el acto
o disposición objeto del recurso, pero bajo la dirección y control del Tribunal sentenciador (que
puede adoptar a instancia de las partes cuantas medidas fueren adecuadas para la ejecución
de la sentencia):
- se puede llegar a penar por el incumplimiento de las órdenes dictadas por los jueces
de lo c-a en los mismo términos que establecen para la desobediencia de los
Tribunales de lo civil o de lo criminal; además, se permite la imposición de multas
coercitivas contra la Administración o sus funcionarios
- este sistema no infringe el art. 117.3 CE que atribuye a los Jueces y Tribunales, en
exclusiva, la potestad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado
- el ejercicio corresponde al que haya conocido del asunto en primera o única
instancia
- tanto las partes como todas las personas y entidades públicas y privadas
están obligadas a prestar la colaboración requerida para la debida y completa
ejecución de lo resuelto, declarándose nulos de pleno derecho los actos y
disposiciones contrarios a los pronunciamientos de las sentencias que se
dicten con la finalidad de eludir su cumplimiento.
La instrumentación de la ejecución (en lugar de permitir al juez resolver por sí todos los
incidentes de ejecución) permite su procedimentalización (lo que facilita que se alargue el
conflicto por los nuevos pleitos que pueden plantearse)
- esto es así porque la Ley admite que las AAPP, las demás partes procesales y las
personas afectadas por el fallo, mientras que no conste en autos la total ejecución de la
sentencia, puedan promover incidentes para decidir (sin contrariar el contenido del
fallo) cuantas cuestiones se planteen en la ejecución y especialmente las referidas al
órgano responsable de la misma, plazo máximo de cumplimiento, medios con que ha
de llevarse a efecto y procedimiento a seguir
- hay que esperar a terminar con todos estos incidentes y que trascurran todos los
plazos, antes de que el juez pueda dictar, previa audiencia de las partes, las medidas
necesarias para lograr la plena efectividad de lo mandado.
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Cuando se acredite la responsabilidad del órgano en el incumplimiento de lo mandado, el juez
podrá:
- imponer multas coercitivas de 150,25-1.502,53 € a las autoridades, funcionarios o
agentes que incumplan los requerimientos del Juzgado o Sala, así como reiterar estas
multas hasta la completa ejecución del fallo, sin perjuicio de otras responsabilidades
patrimoniales a que hubiera lugar
- deducir el oportuno testimonio de particulares para exigir la responsabilidad penal que
pudiera corresponder.
d) Modalidades de la ejecución.
Además de la regulación general, la LRJA despieza los distintos y más frecuentes supuestos
de ejecución de sentencias en atención a sus contenidos:
d) Si la sentencia fuese una condena a realizar una determinada actividad o dictar un acto:
- el Juez o Tribunal podrá en caso de incumplimiento:
- ejecutar la sentencia a través de sus propios medios o requiriendo la
colaboración de las autoridades y agentes de la Administración condenada (o,
en su defecto, de otras AAPP), con observancia de los procedimiento
establecidos al efecto
- y adoptar las medidas necesarias para que el fallo adquiera la eficacia que,
en su caso, sería inherente al acto omitido, entre las que se incluye la ejecución
subsidiaria con cargo a la Administración condenada.
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e) La extensión a terceros de los efectos de una sentencia firme.
Es una novedad de la LJCA: se extienden a terceros los efectos de una sentencia firme si
versa:
- sobre materia tributaria o de personal al servicio de las AAPP
- en los casos de suspensión de la tramitación de procesos análogos a otros que se
tramiten con preferencia (precisamente con la finalidad de extender después los
efectos de la sentencia a aquellos retenidos en su curso procesal).
9. Procesos especiales.
Historia:
La Ley 62/1978, de 26 de diciembre, de Protección Jurisdiccional de Derechos Fundamentales
(anterior a la Constitución de 27 de diciembre de 1978) diseñó un proceso c-a (en paralelo a
otros de carácter civil o penal) para la protección de los derechos de expresión, reunión y
asociación, libertad y secreto de la correspondencia, libertad religiosa y de residencia,
inviolabilidad del domicilio, protección jurídica frente a las detenciones ilegales y, en general,
frente a las sanciones impuestas en materia de orden público
- posteriormente, el Decreto legislativo 342/1979 amplió el ámbito de protección de la
Ley a los derechos al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, al
secreto de las comunicaciones telefónicas y telegráficas, a la libre circulación por el
territorio nacional, a la entrada y salida de España en los términos legales, a la libertad
de cátedra y a la libertad sindical
- asimismo, la DT 2.ª de la LOTC ha establecido que (mientras no sean desarrolladas
las previsiones del art. 53.2 CE) se entenderá que la vía judicial previa a la
interposición del recurso de amparo será la c-a ordinaria o la configurada en la Ley
62/1978, a cuyos efectos el ámbito de la misma se extiende a todos los derechos y
libertades a que se refiere el citado art. 53.2 CE
- art. 53.2 CE: Cualquier ciudadano podrá recabar la tutela de las libertades y derechos
reconocidos en el artículo 14 (Igualdad ante la ley) y la Sección primera (De los
derechos fundamentales y de las libertades públicas) del Capítulo segundo ante los
Tribunales ordinarios por un procedimiento basado en los principios de preferencia y
sumariedad y, en su caso, a través del recurso de amparo ante el Tribunal
Constitucional. Este último recurso será aplicable a la objeción de conciencia reconocida
en el artículo 30 (Objeción de conciencia a las obligaciones militares)
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- las singularidades de este proceso, que pretendió ser una especie de interdicto
administrativo (es decir, un proceso inspirado en principios de urgencia y sumariedad),
se centraron en la eliminación de los requisitos de interposición, en la intervención del
Ministerio Fiscal, en la facilitación de la suspensión del acto impugnado, y en la
reducción de los plazos respecto del proceso ordinario.
La LJCA de 1998 mantiene este proceso con el mismo carácter preferente y urgente que ya
tenía, pero introduce importantes variaciones:
- la más relevante de las novedades es el tratamiento del objeto del recurso (y por tanto
de la sentencia) de acuerdo con el fundamento común de los procesos c-a,
contemplando la lesión de los derechos susceptibles de amparo desde la perspectiva
de la conformidad de la actuación administrativa con el ordenamiento jurídico
- según la nueva versión, más amplia, este recurso tiene por objeto hacer valer todas
las pretensiones propias del proceso, siempre que tengan como finalidad restablecer o
preservar los derechos o libertades por razón de las cuales el recurso hubiere sido
formulado
- a todos los efectos la tramitación de estos recursos tendrá carácter preferente
- el plazo de interposición es de 10 días, contados, según los casos, desde el día
siguiente al de notificación del acto, publicación de la disposición impugnada,
requerimiento para el cese de la vía de hecho, o transcurso del plazo fijado para la
resolución, sin más trámites
- cuando la lesión del derecho fundamental tuviera su origen en la inactividad de la
Administración, o se hubiera interpuesto potestativamente un recurso administrativo, o
tratándose de una actuación en vía de hecho no se hubiera formulado requerimiento, el
plazo de 10 días se iniciará transcurridos 20 días desde la reclamación, la presentación
del recurso o el inicio de la actuación administrativa en vía de hecho, respectivamente.
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La prohibición o propuesta de modificación de reuniones, previstas en la Ley Orgánica
Reguladora del Derecho de Reunión de 1983, que no sean aceptadas por los promotores tiene
un tratamiento especial:
- el recurso se interpone en 48 horas después de la notificación de la prohibición o de
la modificación, y se traslada a los promotores copia registrada del escrito del recurso a
la autoridad gubernativa, con el objeto de que éste remita inmediatamente el
expediente
- el Tribunal en el plazo improrrogable de 4 días y poniendo de manifiesto el expediente
si se hubiera recibido, convocará al representante legal de la Administración, al
Ministerio Fiscal y a los recurrentes, a una audiencia en la que, de manera
contradictoria, oirá a todos los personados y resolverá sin ulterior recurso
- la decisión que se adopte sólo podrá mantener o revocar la prohibición o las
modificaciones propuestas.
Cuando un Juez o Tribunal dicte una sentencia estimatoria por considerar ilegal el contenido de
la disposición general aplicable, pero no sea competente para anularla en un recurso directo,
deberá plantear la cuestión de ilegalidad ante el Tribunal competente para conocer éste:
- se trata de un control, de oficio, de la legalidad del reglamento que aprovecha la
circunstancia de una sentencia estimatoria de un recurso indirecto contra un acto de
aplicación y a resolver por el juez competente para el recurso directo
- no es un proceso garantista de los derechos e intereses de las partes que intervienen
en el proceso suscitado por el recurso directo, ya que la eventual y posterior sentencia
que, en contra de la primera sentencia que estimó el recurso indirecto, confirmara la
validez del reglamento, no afecta para nada a la primera, pues no se modifica la
situación jurídica creada por ella
- esta novedad arroja sobre el juez de instancia la carga de fundamentar ante el
superior la invalidez del reglamento, con el riesgo de ser desautorizado, lo que le
expone a eventuales acciones de responsabilidad.
El planteamiento de la cuestión de ilegalidad por el juez se hará dentro de los 5 días siguientes
a aquel en que conste en las actuaciones la firmeza de la sentencia:
- la cuestión de ilegalidad habrá de ceñirse exclusivamente a aquel o aquellos
preceptos reglamentos cuya declaración de ilegalidad haya servido de base para la
estimación de la demanda
- emplazando a las partes para que en el plazo de 15 días, puedan comparecer y
formular alegaciones ante el Tribunal competente para resolver la cuestión, publicando
el planteamiento de dicha cuestión en el mismo periódico oficial en que lo hubiera sido
la disposición cuestionada
- con el escrito de personación y alegaciones podrán las partes acompañar la
documentación que estimen oportuna para enjuiciar la legalidad de la disposición
cuestionada pudiendo el Tribunal rechazar, en el trámite de admisión, mediante auto y
sin necesidad de audiencia de las partes, la cuestión de ilegalidad cuando faltaren las
condiciones procesales
- la sentencia estimará o desestimará, parcial o totalmente, la cuestión, salvo que falte
algún requisito procesal insubsanable, caso en que la declarará inadmisible
- como se ha dicho, la sentencia que resuelva la cuestión de ilegalidad no
afectará a la situación jurídica concreta derivada de la sentencia dictada por el
Juez que planteó la cuestión de ilegalidad.
Los controles administrativos directos de la AAPP territoriales superiores sobre las locales
fueron suprimidos en virtud del dogma constitucional de autonomía local -> ahora sólo queda la
impugnación por razones de legalidad ante el sistema judicial.
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Cuando estas impugnaciones van precedidas del reconocimiento legal de un efecto suspensivo
sobre la actividad cuestionada, la suspensión administrativa de los actos o acuerdos de
Corporaciones o Entidades públicas debe ir seguida de la impugnación o traslado de aquéllos
ante la jurisdicción c-a. En el plazo de 10 días siguientes a la fecha de dictado del acto de
suspensión o en el que establezca la Ley deberá interponerse recurso c-a mediante escrito
fundado, o darse traslado directo del acuerdo suspendido al órgano jurisdiccional, según
proceda, acompañando en todo caso copia del citado acto de suspensión.
Celebrada la vista o deducidas las alegaciones, se dictará sentencia por la que se anule o
confirme el acto o acuerdo objeto del recurso, disponiendo lo que proceda en cuanto a la
suspensión.
En el proceso contencioso-administrativo
a) los interesados sólo podrán solicitar en su escrito de demanda la adopción de las medidas aseguren la
efectividad de la sentencia.
b) como regla general, los interesados podrán solicitar en cualquier estado del proceso la adopción de
cuantas medidas aseguren la efectividad de la sentencia.
c) los interesados sólo podrán solicitar en el escrito de interposición la adopción de las medidas que
aseguren la efectividad de la sentencia.
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