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APRENDIZAJE Y MEMORIA

Aprendizaje es el proceso mediante el cual se adquieren nuevos


conocimientos acerca del mundo que nos rodea. Es el medio más importante
en que los sucesos ambientales modelan la conducta. Memoria es la retención
o almacenamiento de los conocimientos aprendidos, su mantenimiento y la
posibilidad de recuperarlos en determinado plazo de tiempo. La memoria no
es un fenómeno unitario, existen diferentes tipos de procesos amnésicos, por
ejemplo: memoria explícita e implícita, dependiendo de la forma en que se
almacene y se recuerde la información. Las funciones amnésicas pueden
localizarse en regiones específicas del encéfalo. Existen tres propiedades en la
memoria que son importantes:

1. La memoria tiene fases o etapas de procesamiento de la información.

2. La memoria a largo plazo está representada en múltiples regiones en todo


el sistema nervioso.

3. La memoria implícita y la explícita pueden involucrar a diferentes circuitos


neuronales.

TIPOS DE MEMORIA SEGÚN LAS FASES DE PROCESAMIENTO

Existe un modelo de almacenamiento de la información en memoria en fases.


La entrada de información al encéfalo se procesa en un almacén de memoria a
corto plazo. Luego es transferida, mediante algún tipo de proceso, a un
almacén a largo plazo, más permanente. Existe además un sistema de
búsqueda y recuperación que busca en el almacén de memorias

y permite que se pueda disponer de la información para tareas específicas.


Según la duración de la permanencia de la información en las mismas, se
reconocen en el humano tres tipos de memoria:

1. Memoria a ultracorto término o memoria sensorial

2. Memoria a corto plazo, memoria operativa o de trabajo

3. Memoria a largo plazo


Aprendizaje relacional y Amnesia

El aprendizaje relacional es una forma evolucionada de adaptación al medio


que se basa en evaluaciones, comparaciones e inferencias consistentes entre
informaciones diversas. Requiere, por tanto, interacciones complejas entre las
diferentes zonas de procesamiento cerebral de información, especialmente
entre la neocorteza y el denominado “lóbulo temporal medial”. Este último
incluye la formación o el sistema hipocampal (hipocampo propiamente dicho,
circunvolución dentada, subículo y corteza entorrinal) y las cortezas
parahipocampal y perirrinal adyacentes.

Recordemos que el aprendizaje relacional da lugar a la memoria explícita o


declarativa, un tipo de memoria deliberada y consciente cuyas características
precisas han sido puestas de manifiesto a partir del análisis de la amnesia que
presentan los pacientes que han subrido determinados daños cerebrales.
Memoria explícita, memoria declarativa y memoria relacional vienen a
resultar equivalentes.

La amnesia anterógrada, es decir, la incapacidad para formar nuevas


memorias, es característica de todos los pacientes con lesiones bilaterales de
los lóbulos temporales del cerebro. Incluso en los enfermos de Alzheimer, uno
de cuyos más graves síntomas es la pérdida progresiva de memoria, la región
cerebral más gravemente atrofiada parece ser la corteza entorrinal, estructura
puente para la mayor parte de la comunicación entre el hipocampo y el reto
de la corteza cerebral. En general, las lesiones del lóbulo temporal medial sólo
afecta al almacenamiento a largo plazo de nuevas memorias, dejando intacta
la capacidad de los sujetos para recordar acontecimientos recientes.
Aparentemente pues, este tipo de amnesia es un déficit de consolidación de la
memoria, es decir, de la capacidad ordinaria para transferir información
desde la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo, conservando
intacta la capacidad de los sujetos para recordar acontecimientos recientes.
Aparentemente pues, este tipo de amnesia es un déficit de consolidación de la
memoria, es decir, de la capacidad ordinaria para transferir información
desde la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo.
Esquizofrenia
Es un trastorno mental que dificulta diferenciar lo que es real de lo que no.
También dificulta pensar con claridad, tener respuestas emocionales
normales y actuar de manera normal en situaciones sociales.

La esquizofrenia es una enfermedad compleja. Los expertos en salud mental


no están seguros de cuál es su causa. Es posible que influyan los genes.

Se presenta por igual en hombres y mujeres. Generalmente comienza en la


adolescencia o en los primeros años de la adultez, pero puede empezar más
tarde en la vida. Tiende a empezar más tarde en las mujeres y es una afección
más leve.

La esquizofrenia en los niños por lo general comienza después de los 5 años


de edad. Es poco común en la niñez y puede ser difícil diferenciarla de otros
problemas del desarrollo, como el autismo.

TRASTORNOS AFECTIVOS

Debido al frecuente uso del término depresión ha quedado un poco


desvirtuado y muchas veces a cualquier estado de ánimo negativo se le llama
depresión.

Sí es cierto que casi todos los trastornos mentales, hay mas de trescientos,
producen síntomas depresivos y probablemente será por esta razón por la
que el termino depresión se use con tanta frecuencia. Sin embargo y según las
clasificaciones internacionales para el diagnóstico de los trastornos mentales
CIE-10 y DSM la depresión se engloba dentro de los trastornos afectivos o
estados del ánimo entre los que se encuentran son los siguientes:

EPISODIO DEPRESIVO MAYOR

Trastorno afectivo grave que se manifiesta en más de un 15% de la población


en países desarrollados y esta cifra va en aumento. Se caracteriza por:

 Tener un ánimo depresivo la mayor parte del día

 Disminución acusada del interés por las actividades cotidianas


 Pérdida del apetito y como consecuencia pérdida de al menos un 5% del
peso

 Alteraciones graves en el sueño

 Agitación o enlentecimiento motor

 Fatiga o cansancio la mayor parte del día

 Sentimientos de inutilidad y culpa excesivas e inapropiadas.

 Disminución de la capacidad para concentrarse e indecisión

 Pensamientos recurrentes respecto a la muerte sobre todo cuando el


episodio depresivo tiene un carácter grave.

Estos síntomas deben ser más o menos constantes durante un periodo de


tiempo de al menos dos semanas para poder diagnosticar un Episodio
depresivo mayor.

TRASTORNO DISTÍMICO

Trastorno afectivo menos grave que el anterior pero es precisamente esta


diferencia de intensidad en sus síntomas lo que hace que en muchas ocasiones
la distimia se confunda con un problema de carácter o “mal humor”.
Se caracteriza por los mismos síntomas que el Episodio depresivo mayor pero
estos síntomas son menos intensos y deben de estar presentes al menos
durante dos años para poder se diagnosticado.

Cuando se aprecia en una persona que “no es como antes”, “está siempre
irritado”, “se levanta con el pie izquierdo”, “se ha vuelto muy callado”, “está
amargado” y esto ocurre desde hace tiempo (al menos dos años) puede
padecer una distimia. Sobre todo son las personas que le rodean los que se
dan más cuenta de que “algo raro pasa” ya que las personas distímicas se
muestran irritables con facilidad, se vuelven puntillosas y critican por
pequeñeces.

El principal problema de la distimia al pasar desapercibida y ser confundida


con un problema de carácter es que puede llegare a cronificarse si no se trata
e incluso puede desarrollarse y convertirse en un Episodio depresivo mayor
con consecuencias más graves.

TRASTORNO BIPOLAR O MANÍACO-DEPRESIVO

Se caracteriza por cambios cíclicos en el estado del ánimo que van desde la
depresión a la manía. En fase depresiva el paciente se encuentra con los
mismos síntomas que en el Episodio depresivo mayor, sin embargo la fase
maniaca es todo lo contrario a la fase depresiva y se caracteriza por:

 Una euforia anormal y excesiva

 Energía incrementada excesivamente (el paciente está hiperactivo y no


se cansa nunca)

 Irritabilidad

 Pensamientos y habla (logorrea) acelerados

 Ideas de grandeza (delirios de grandeza)

 Falta de juicio

 Disminución de la necesidad de sueño

 Aumento del deseo sexual

Las clasificaciones de los trastornos del afecto se basan principalmente en


cómo y cuánto tiempo aparecen unos síntomas en un paciente. Son puramente
descriptivas y útiles para acotar los trastornos mentales pero no se refieren al
por qué de los mismos. Es decir, cuando se le diagnostica a una persona un
Episodio de depresión se le dice que padece unos síntomas pero no se le está
hablando de las causas de su depresión. La Psicoterapia Integrativa además de
tener en cuenta los síntomas depresivos que presenta el paciente comunes a
todos los pacientes depresivos investiga individualmente cómo vive,
interpreta y siente ese paciente concreto lo que le ocurre y que le hace
producir esos síntomas comunes, es decir, investiga y trata lo que hay detrás
de los síntomas de esa persona en concreto.
Psicofarmacología
La psicofarmacología es una rama de la farmacología, que estudia la acción de
los fármacos sobre las funciones cerebrales, y por ende sobre las cogniciones,
percepciones, pensamientos y conductas motoras. Se la considera una
herramienta básica de la medicina general, la psiquiatría, la neurología, las
neurociencias en general, e incluso de la psicología clínica.

Sobre este último punto, y si bien los psicólogos no están preparados


académicamente, ni habilitados legalmente, para prescribir fármacos, deben al
menos saber los efectos de los más comunes.

Se consideran tres grandes enfoques de estudio:

Experimental: Estudia los efectos del fármaco en la conducta (tanto motora


como encubierta), utilizando técnicas experimentales y cuasiexperimentales.
Se trabaja a nivel de los organismos como totalidades, más que buscando el
fenómeno específico a nivel de tejido nervioso.

Clínico: Se estudia lo que ocurre en el sistema nervioso, como efecto de los


fármacos. Se trabaja a nivel de tejidos, aunque sus aplicaciones se traducen en
prescripciones, tales como dosis, interacción con otros medicamentos,
frecuencia de administración, efectos colaterales, efectos secundarios, etc.

Neurológico (neuropsicofarmacología): Se estudia los fármacos en relación a


su efecto sobre modificaciones neurales, que a su vez se vinculan con cambios
en el comportamiento de los sujetos.

Los principales grupos de psicofármacos incluyen:

Alucinógenos (drogas psicodélicas): Fármacos que producen alucinaciones


simples o compuestas, vívidas.

Ansiolíticos: Tienen como finalidad la reducción de las conductas y emociones


aversivas de tipo angustioso.

Antidepresivos: Reducen las conductas, emociones y pensamientos


característicos del cuadro cínico de la depresión. También se los utiliza en
casos de distimias y transtornos de ansiedad.
Anti cíclicos: Reducen la variación periódica de estado de ánimo.

Anti demenciales: Reducen los comportamientos y pensamientos


característicos de cuadros demenciales de origen orgánico-degenerativo.

Anti maníacos: Normalizan pautas conductuales desviadas que pueden


resultar en riesgo para el sujeto o para otros.

Antipsicóticos (neurolépticos): Se usan principalmente para reestablecer


formas de pensamiento (dificultades en el juicio de realidad) y de conducta
ante la realidad, en especial en pacientes esquizofrénicos.

Barbitúricos (hipnóticos): Inducen ó facilitan el estado de sueño.

Estimulantes: Fármacos que producen una elevación de numerosos


indicadores fisiológicos, como la presión sanguínea y frecuencia cardíaca, y
psicofisiológicos, como la atención.

Nootrópicos: Estimulan la atención y desempeño cognitivo (concentración,


razonamiento, memoria).

Una adecuada administración de psicofármacos puede permitir un mejor


trabajo médico, con por ejemplo mediante un coma inducido. También puede
ser hecha con fines preventivos, como por ejemplo en el rescate de víctimas
que han quedado atrapadas bajo tierra. Y el aporte a los estudios y control de
las drogodependencias, genera un continuo crecimiento de la disciplina y
rápida transferencia hacia la realidad cotidiana. La psicofarmacología es una
ciencia en desarrollo y en expansión, todavía muy lejos de su techo.

Entre los principales autores históricos se encuentra a John Cade, Alexander


Shulgin y Emil Kraepelin. En Chile se destacan Gonzalo Montoya y Enrique
Contreras.
¿Que es la psicoterapia?

La psicoterapia es el tratamiento que tiene como objetivo el cambio de


pensamientos, sentimientos y conductas.

Se lleva a cabo entre un profesional con la formación y las habilidades


necesarias para facilitar el cambio psicológico, y el paciente/cliente que
requiere la ayuda para aliviar los síntomas que le producen un grado de
sufrimiento importante.

La persona que llega a terapia, cualquiera que sea la naturaleza de sus


síntomas psicológicos, se encuentra en un estado de desmoralización que
puede ser caracterizado por: pérdida de la autoestima, sentimientos de
incompetencia, desvalimiento y desesperanza. Esa sensación de
incompetencia subjetiva deja al individuo incapaz para afrontar las demandas
del medio ambiente y con frecuencia le lleva a confundir el significado de los
síntomas, a exagerar su severidad, a temer volverse loco, etc.

Los síntomas de los que se quejan las personas que solicitan psicoterapia son
variados, afectan a la experiencia personal, la relación con los demás o
dificultan de forma significativa sus actividades cotidianas. El malestar con
frecuencia se manifiesta a través de ansiedad, depresión, estrés, conflictos con
la pareja, dificultades en las relaciones sexuales, etc. o dan lugar a ciertos
comportamientos que interfieren la vida de una persona en distintas áreas,
como por ejemplo las adicciones (alcohol, drogas, etc.) los referidos a la
alimentación (anorexia nerviosa, bulimia, etc.). Resumiendo, las
circunstancias que llevan a una persona a solicitar ayuda profesional son
diversas y complejas.

La psicoterapia propicia cambios congruentes con los objetivos que desea


alcanzar el cliente. Proporciona orden al caos facilitando la comprensión de
ideas y acciones que habían sido confusas. Conduce a cierto alivio al capacitar
a la persona para afrontar ansiedades y tensiones que habían sido evitadas.
Conduce a nuevas oportunidades para aprender modos diferentes de pensar,
sentir y actuar. En definitiva, provoca que la sensación de malestar
progresivamente vaya dejando paso a la de dominio y control personal.
El cómo se consiga depende del problema que plantee el paciente, de las
metas que quiera conseguir y en gran medida del modelo teórico seguido por
el terapeuta, puesto que cada perspectiva en psicoterapia se caracteriza por
un conjunto de conceptos y principios que explican cómo ocurre el cambio. La
naturaleza, ritmo y objetivos de las intervenciones quedan en parte definidos
por la orientación teórica del terapeuta.

La concepción filosófica que subyace al psicoanálisis, la modificación de


conducta o la perspectiva humanista difiere en cuanto a las causas atribuidas
a las conductas y a la definición de los procesos de cambio, siendo lógico que
cada terapeuta se identifique más con una de ellas. Pero la flexibilidad al
mantener dichas teorías permite que en la práctica se utilicen las estrategias y
los principios clínicos que conducen a una mayor eficacia en la psicoterapia.
En esta dirección, distintos autores han concluido que los efectos de las
psicoterapias parecen deberse más a los factores comunes que comparten que
a las técnicas o procedimientos terapéuticos específicos de cada una de ellas.

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