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convienen‐a‐ninos‐hiperactivos.html

Neurofeedback: ¿Qué es, en qué consiste, es eficaz


para tratar el TDAH?

A pesar de que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un


trastorno de etiología múltiple, donde la presencia de diversos factores es fundamental
para determinar los patrones y subtipos del trastorno, desde hace muchos años existen
evidencias médicas y científicas acerca de que el TDAH es una condición disfuncional
neurobiológica, donde la existencia de patrones disfuncionales neuroquímicos y
neuroanatómicos en ciertas áreas cerebrales como son las zonas prefrontales y orbito-
frontales, están especialmente dañadas y que presenta una disfunción neurofisiológica
significativa, que gracias al desarrollo de técnicas específicas y computarizadas en el área
de la neuroimagen y la neurofisiología, a día de hoy es posible recoger.

Estas disfunciones neurofisiológicas, se aprecian a nivel de las ondas eléctricas cerebrales,


es decir, las ondas que recogen las oscilaciones en la actividad eléctrica del cerebro
cuando estamos realizando una actividad (una tarea, dormir, pensar, etc.).

Estas ondas son detectadas en el cerebro humano a través de un electroencefalograma


(aparato que recoge la actividad eléctrica cerebral mediante sensores sobre el cuero
cabelludo llamados electrodos). Éstas se diferencian entre sí en función de la intensidad y
frecuencia:

• Las ondas alfa se originan sobre todo en el lóbulo occipital (la parte posterior del
cerebro) durante periodos de relajación, tranquilidad y bienestar.
• Las ondas beta están relacionadas con un estado de alerta y atención consciente.
Se registran cuando la persona se encuentra despierta y en plena actividad mental.
• Las ondas delta normalmente están asociadas con etapas de sueño profundo y
meditación o trance.
• Las ondas theta están relacionadas con un estado de vigilia. Las características de
este estado son: memoria plástica, armonía, motivación, fantasía, imaginación e
inspiración creativa.
En el caso de los niños/as con TDAH sus patrones normales de actividad eléctrica cerebral
se caracterizan por un incremento de las ondas cerebrales theta y una disminución de las
ondas alfa y beta. Es decir, estos niños/as presentan un incremento de la actividad o de la
excitación, y en cambio, muestran una disminución del estado de relajación, de reposo y de
la atención consciente, lo que se traduce a nivel comportamental en inatención,
hiperactividad y distractibilidad.

En el caso del TDAH, una gran parte de los estudios se centran el patrón de las
ondas theta y beta, y más concretamente en el ratio (o proporción) theta/beta, debido a que
un ratio de ondas theta/betaexcesivamente elevado se asocia con problemas atencionales,
de concentración e incluso de control de impulsos.

¿En qué consiste el neurofeedbak?

El neurofeedback, también llamado retroalimentación electroencefalografía, es un


tratamiento neurocomportamental destinado a la adquisición de autocontrol sobre
determinados patrones de actividad cerebral y la aplicación de estas habilidades en las
actividades de la vida diaria.

Los dos tipos de intervención que se llevan a cabo con neurofeedback en niños con TDAH
son: el entrenamiento con potenciales corticales lentos (SCPs) y el entrenamiento con
ondas theta/beta.

Las sesiones de neurofeedback son monitorizadas por un terapeuta quien le coloca uno o
más electrodos en el cuero cabelludo y en los lóbulos de las orejas al niño/a. Los
electrodos funcionan simplemente como sensores que recogen la información sobre la
actividad eléctrica de su cerebro que es recogida automáticamente por un programa
informático pudiendo de esta manera analizar su patrón de ondas cerebrales en tiempo
real.

Esta técnica es completamente inofensiva y nada invasiva y el formato se parece mucho al


de un videojuego en el que se pueden obtener puntos usando el cerebro. El niño/a juega
sólo con su cerebro (sin usar el teclado o un joystick). Cada vez que su patrón de ondas
cerebrales se acerca al patrón objetivo, se anota la marca. A lo largo de toda la prueba se
le informal niño/a de cómo van siendo sus resultados y su rendimiento en la actividad, para
que pueda modificar la actividad de su cerebro en función del objetivo/recompensa.

El neurofeedback, al ser un aprendizaje gradual, requiere de varias sesiones dependiendo


del niño/a, del progreso y de los resultados. En muchos casos, alrededor de 10 sesiones
suele ser suficiente.

La eficacia de esta técnica depende también de la propia motivación del sujeto para
completar y continuar con el entrenamiento. En el caso de los niños con TDAH, esto no
supone un problema, pues la prueba les resulta altamente motivante y atractiva.
En las primeras etapas del entrenamiento (fase inicial) se recomienda hacer entre 2-3
sesiones por semana. A medida que avanza el entrenamiento se van reduciendo el
número de sesiones hasta una sesión por semana.

El objetivo y el fin terapéutico de este tratamiento para el TDAH se basa en


el Condicionamiento Operante, esto es, al darle información al niño/a acerca de cómo
funciona su cerebro (si lo está haciendo bien o debe de modificar su patrón hacia una
dirección determinada)permite al niño/a que recibe estas instrucciones en el mismo
momento en el que está realizando la tarea, atender a los errores y entrenar las funciones
sobre las que normalmente no tienen un control consciente, como son: la dirección del foco
de la atención, la planificación, la consecución de metas en función de reforzadores y
objetivos, el autocontrol y la autorregulación de los niveles de atención y concentración,
así como inhibir los estímulos distractores.

Se considera que los beneficios a largo plazo del entrenamiento con neurofeedback para el
TDAH puedan ser:

• Un aumento en el ritmo de aprendizaje.


• Una mejora en la memoria de trabajo.
• Un aumento en la capacidad de concentración.
• Una mejora en la gestión del estrés y superar el miedo al fracaso.
• Una mejora la velocidad de procesamiento.
• Mejores resultados en deportes o actividades artísticas y visioespaciales.
• Un aumento de la motivación y el interés en la tarea.
• Un aumento de la plasticidad neuronal.
• Mejora global de todas de las funciones.

Evidencias a favor y en contra de la eficacia del neurofeedback en el TDAH

El uso del neurofeedback para tratar el TDAH comenzó en 1973, aunque fue en 1976
cuando se publicó el primer estudio con resultados positivos.

Carmen Cáceres, en un artículo en 2012, defiende el uso de esta técnica de


Neurofeedback en población infantil, debido a que mejora el comportamiento alterado, la
atención sostenida y el control de la impulsividad. También Lofthouse y cols., en un estudio
sobre una revisión de 14 ensayos aleatorios publicados y no publicados sobre el
neurofeedback en el tratamiento del TDAH en niños/as, concluyó que el neurofeedback
puede ser considerado actualmente como "probablemente eficaz" para tratar el TDAH.

Autores como Monastra et al., (2002) indican que los resultados de estudios que apuntan a
la autorregulación de las ondas theta y beta sugieren constantemente que el tratamiento
con neurofeedback reduce los síntomas de TDAH y mejoran las variables en atención e
inteligencia. Estos autores también apuntan a que los informes de los padres y profesores
indican una mejora en el comportamiento diario del niño como la disminución de la
impulsividad, hiperactividad y la distracción.
Por el contrario, también existen autores que defienden la teoría de que el neurofeedback
no se plantea como una técnica eficaz. La Guía de Práctica Clínica sobre el Trastorno por
Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en Niños y Adolescentes del Sistema
Nacional de Salud (Diciembre 2010) resume los datos sobre la evidencia científica del uso
de Neurofeeback concluyendo que no existe un grado de evidencia científica aceptable
para la recomendación de su uso en el tratamiento del TDAH. También las
guías SIGN (2005) y AACAP (2007) defienden que no existe evidencia científica
suficientemente contrastada acerca de una eficacia probada de la técnica en el TDAH y
menos aún como sustituto a un tratamiento farmacológico.

Entre las mayores dificultades que presenta el uso de esta técnica a día de hoy son, por
una parte, el alto coste y las dificultades sobre su accesibilidad, ya que se trata de técnicas
que actualmente no están a disposición de la población general y su uso se reduce casi
exclusivamente al campo de la investigación, y por otro lado, a la hora de asignar eficacia a
esta técnica hay que tener en cuenta que la técnica se emplea en combinación con otras
tratamientos adicionales (farmacológicos y psicológicos), por lo que es difícil aislar el efecto
directo de la técnica sobre la sintomatología pura del TDAH.

Es posible que este tipo de técnica no suponga una alternativa al uso de medicamentos, ni
presente una eficacia demostrable como única intervención, pero si puede ser una forma
más de intervención positiva en el tratamiento multimodal del TDAH.

Bibliografía

Cardó, E. (2012) Neurofeedback y TDAH.

Carmen Cáceres (2012) artículo "Neurofeedback, terapia eficaz en niños con TDAH" en el
Diariomedico.com

LofthouseN , Arnold LE , Hersch S , E Hurt , DeBeus R . Una revisión del tratamiento de neurofeedback
para el TDAH pediátrico. J AttenDisord 2012 julio; 16 (5) :351-72.

Lorena Serna Amigo (2009). Tratamiento con Neurofeedback en niños con TDAH, Universidad de
Salamanca.

Monastra V., Monastra D., and George S. The effects of Stimulant Therapy, EEG Biofeedback, and
Parenting Style on the Primary Symptoms of Attention- Deficit/Hyperactivity Disorder.Applied
Psychophysiology and Biofeedback.Vol. 27, nº4, (2002).

MentisNeurofeedbac (2009). USA


Habilidades sociales y TDAH

BIBLIOGRAFÍA

Marta Mata Palma, Programa de Habilidades Sociales para niños/as con Trastorno por Déficit de
Atención.Revista digital, Investigación y Educación. NÚMERO 24 AGOSTO DE 2006 ISSN 1696-7208

Gay Edelman, Por qué los niños con TDAH tienen problemas para hacer amigos y cómo apoyarlos en
su socialización, Paso-a-Paso. Vol. 22.1.

Viviana Kelmanowicz, Las habilidades sociales en la infancia y su impacto en el desarrollo de la


Autoeficacia.

Sergi Banus Ll. Psicólogo infantil, Habilidades Sociales Infancia, 2012.

Orjales Villar, I. (1995). "Déficit de Atención con Hiperactividad. Manual para padres y educadores".
CEPE.

Orjales Villar, I. y Aquilino Polaino-Lorente, A (2001). Programas de intervención cognitivo-conductual


para niños con Déficit de Atención con Hiperactividad" . Editorial CEPE: Madrid.

Landau, S., y Moore, L.A (1991). Social skill déficits in Children with attention deficit/hyperactivity
disorder. Journal of Learning Disabilities, 17, 506-567.
Cómo manejar la impulsividad de los niños
hiperactivos en el aula

Los alumnos TDAH emplean muy poco tiempo en analizar los estímulos, son poco atentos
y cometen más errores que los reflexivos. Deben tomar conciencia de los procesos
cognitivos que se utilizan en el aprendizaje para aprender a controlarlos, reconducirlos y
optimizarlos.

También deteriora seriamente la capacidad de aprendizaje del niño y su buena adaptación


a la escuela y los compañeros. En primer lugar, debe quedar claro que el niño tiene
dificultades para regular su estado de activación. Por eso siempre suelo recordar que: "No
es tanto que no quieran autocontrolarse sino que tienen dificultades para hacerlo". Una vez
activados (descargas hormonales conjuntamente con emociones intensas de frustración)
tienen que efectuar alguna acción (rabietas, huida, agresión, lanzamiento objetos, etc.). Ello
no quiere decir que seamos tolerantes, sino que desde la comprensión de lo que pasa
podemos ayudarle de forma más eficaz. A este respecto, hay que señalar, que la mayoría
de niños impulsivos suelen luego arrepentirse y se comprometen a no volver a hacerlo
cuando se lo razonamos. No obstante, vuelven a recaer en los mismos comportamientos
disruptivos al tiempo que manifiestan una cierta perplejidad o inquietud al verse superados
por sus propios actos y no saber por qué vuelve a ocurrir.

La impulsividad es la causa del comportamiento inadecuado, la precipitación de la


respuesta hace que no entren en marcha los mecanismos de reflexión que seleccionarían
una respuesta más adecuada. Una respuesta probablemente más racional y menos
emocional.

Se contempla el TDAH como un fallo en el tiempo de demora, el tiempo de espera desde


que entra un estímulo y se responde ante él. Cuando nuestro cerebro recibe una
información se dispara una gran cantidad de actividad cerebral y se ponen en marcha de
manera automática, involuntaria e inconsciente diferentes procesos, pero lo más importante
es que estos procesos podemos hacerlos voluntarios y conscientes. El niño con TDAH no
sólo tiene dificultades en ese tiempo de demora que es menor, sino en no saber que
voluntariamente y conscientemente puede utilizar su mente, desarrollar y potenciar esos
procesos: mirar, observar, atender, analizar, seleccionar de forma consciente, utilizar su
mente para pensar en el pasado y anticipar el futuro, tomar decisiones, pensar un plan,
entre otros.

La impulsividad como deficiencia mediacional (Meichenbaum, 1977) es considerada como


consecuencia de una debilitada habilidad del lenguaje para guiar, controlar o gobernar la
conducta. En los niños con TDAH existe un déficit en la adquisición del lenguaje interno
como mediador de la conducta, existiendo diferentes niveles de deficiencias en este
discurso privado de auto-guía: deficiencia de mediación (no hay habla interna o no es auto-
guía), deficiencia de producción (sí utilizan autoinstrucciones de autoguía pero fracasan a
la hora de ponerlas en práctica en las situaciones apropiadas), deficiencia de autocontrol
(sí utilizan autoinstrucciones de autoguía, las ponen en práctica en las situaciones
apropiadas, pero son insuficientes para controlar la conducta). Las conductas impulsivas se
manifiestan en:

1. Interrumpe a los demás.


2. Se entromete en los asuntos de los demás.
3. Responde precipitadamente a preguntas.
4. Se muestra impaciente.
5. Dificultad para aplazar una gratificación.
6. Dificultad para esperar su turno.
7. Actúa sin pensar. Falta de reflexividad. Se salta normas.
8. Dificultad para tareas de análisis.
9. Poco control sobre la expresión de sentimientos.
10. Dificultad para inhibir la conducta. No siguen instrucciones
11. No evalúa consecuencias.

Respecto de estas conductas el profesor/a puede llevar a cabo diferentes estrategias y


pautas de intervención a aplicar en el aula:

1. Definir normas: Consensuar y definir las normas generales del aula, y decidir las
consecuencias de su incumplimiento. Redactarlas en positivo, han de ser pocas,
claras y consistentes. En el caso de niños con TDAH es importante anticiparse a su
conducta, hacer un recordatorio frecuente de la normativa y colocarla en un lugar
visible del aula.
2. Invitar a la reflexión: el profesor puede hacer la pregunta, "invitar a pensar" y
responder más tarde. También pueden hacer que deban tomarse el tiempo
necesario antes de dar respuesta a cualquier tipo de ejercicio (demora reforzada).
No dar por buena la primera respuesta y pedir volver a pensar.
3. Herramientas para recordar: Podemos decirle al alumno que escriba lo que va a
decir para así estar seguros de que no se olvidan y así aprenden a respetar el turno.
4. Ayudarle a generar alternativas: Hacer un ejercicio de reflexión, tras la acción, que
evalúe su conducta sin sentirse culpable pero sí generando alternativas para que
estén en su mente otras posibles actuaciones. Esto se puede llevar a cabo
analizando las consecuencias de cualquier problema viendo las distintas alternativas
de solución que se generan y eligiendo una de ellas para la resolución del problema.
5. Modelo participativo: El profesor/a puede ejemplificar ante los alumnos la
realización de los ejercicios y los corrige verbalizando las estrategias de solución. El
objetivo es servir de modelo para que observen e imiten, haciendo uso de las
autoinstrucciones.
6. Realizar una mayor supervisión: en situaciones menos estructuradas como el
patio de recreo, salidas, desplazamientos, fiestas?
7. Favorecer el autocontrol: mediante el entrenamiento en
autoinstrucciones,intentando que el alumnado modifique las verbalizaciones internas
que emplea cuando realiza cualquier tarea y las sustituya por verbalizaciones que
son apropiadas para lograr el éxito y control de su conducta. El objetivo es enseñar
el lenguaje como autoguía y que utilicen pasos que les ayuden a organizar su
pensamiento de forma más ordenada cuando se enfrentan al ejercicio. Pedirle que
piense en voz alta para ayudarle a generar un lenguaje interno que controle su
conducta.
8. Uso de reforzadores: reforzar al grupo la conducta adecuada que hayamos
planteado. Ej.: "¡Qué bien!, gracias a que habéis seguido la explicación sentados y
en silencio, hemos podido terminar a tiempo". Elogiar, en los momentos de inicio de
conducta inadecuada, al alumno que presente un comportamiento adecuado y que
pueda servir de modelo. Expresarle diariamente aspectos positivos realizados y
utilizar un registro donde pueda ver sus avances que realiza en los aprendizajes.
9. Mantener la calma: Es muy importante que cuando se produzca un episodio de
impulsividad extrema (rabieta, insultos, etc.) los padres, maestros o educadores
mantengan la calma. Nunca es aconsejable intentar chillar más que él o intentar
razonarle nada en esos momentos. Esto complicaría las cosas. Tenemos que
mostrarnos serenos y tranquilos pero, a la vez contundentes y decididos
10. Hablar sobre las conductas inadecuadas: hacerlo siempre en privado. Evitar
comparaciones con otros alumnos. Evitar comentarios negativos, ironías, alzar la
voz. Nunca decirle que es malo sino que se ha portado mal durante unos momentos
y que eso puede arreglarlo en un futuro si se empeña en ello. El niño debe aprender,
aunque aceptemos el hecho de que tiene dificultades para controlarse, que sus
actos tienen consecuencias. Por ello, contingentemente a las rabietas, conductas
desafiantes, agresiones u otros, deberemos ser capaces de marcar unas
consecuencias inmediatas (retirada de reforzadores, tiempo fuera, retirada de
atención, castigo, etc.). Por ejemplo si ha lanzado objetos, deberá recogerlos y
colocarlos en su lugar; si ha insultado deberá pedir disculpas, etc. esperando a que
se tranquilice para aplicar las contingencias marcadas.
11. Cuidar la autoestima: Sustituir el verbo ser por el verbo estar, para cuidar su
autoestima e informarle del comportamiento esperado. Ej.: en lugar de "Soy un
atolondrado", decir "Estoy atolondrado". Puede ser más adecuado utilizar como
señal de aviso algún movimiento concreto del maestro/a. Este método es más
discreto y tiene la ventaja que suele pasar desapercibido por el resto del grupo. Por
ejemplo: "Cuando veas que te miro y doy dos golpecitos con mi bolígrafo o cuando
me toque la nariz, etc."
12. El semáforo: Una estrategia que podemos emplear y suele funcionar, es la técnica
del semáforo. La estrategia es simple: se trata de avisar al niño o grupo de alumnos
(proporcionarles feedback) cuando se están empezando a activar. El color verde
significa que todo va bien, el amarillo significa precaución y el rojo que es una
conducta inadecuada. La técnica del semáforo es también muy adecuada para
utilizarla en dinámicas grupales en las que todos los niños reciben las instrucciones
y así conseguir una cierta autorregulación del grupo en casos en los que haya riesgo
de conflicto.
13. Estrategias de relajación: Si el niño ha trabajado, paralelamente, alguna técnica de
relajación o estrategia alternativa de afrontamiento, podrá intentar ponerla en
marcha cuando note la activación o se le avise de ella. Por ejemplo, podemos
(según edad y características del niño) enseñarle a que cuando se note activado
procure respirar profundamente al tiempo que se da autoinstrucciones: "Tranquilo",
"Cálmate", etc, o incluso utilizar la técnica de la tortuga.

El objetivo fundamental de toda intervención con niños impulsivos es dotarles de


herramientas prácticas que les permitan por ellos mismos regular, en la medida de lo
posible, su impulsividad.

BIBLIOGRAFÍA

Banús Llort, B. (2011)"Controlar la impulsividad en niños".

Seminario Regional de Orientadores de Centros de Secundaria de la región de Murcia. "Estrategias para


el profesorado con alumnado con trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH)".
Cómo captar la atención de los niños hiperactivos en
el aula

La atención es un proceso complejo, relacionado con actividades como seleccionar


información relevante sobre lo irrelevante, mantener la atención de forma constante durante
un tiempo prolongado o realizar una actividad evitando distractores. El déficit de atención
no implica una incapacidad total para mantener la atención, el alumno con TDAH puede
atender como cualquier otro en determinadas circunstancias, pero a costa de una fatiga
mucho mayor. Su falta de atención no es incompatible con cierto éxito en tareas de este
tipo cuando:

• Su motivación es muy elevada.


• Compensa con un nivel elevado de capacidad y buenas estrategias.
• Se encuentra enfocado o redirigido en una actividad.

Los niños con TDAH pueden tener mucha dificultad en la atención en situaciones en las
que la estimulación es lenta y monótona. Mantener la atención en situaciones de este tipo
les produce una fatiga mayor que a los demás alumnos, reflejándose en:

• Buen rendimiento inicial seguido del abandono de la tarea.


• Rendimiento inconstante (conecta y desconecta en la tarea).
• Una dedicación prolongada pero con múltiples errores producto de la fatiga.
• Trabajo adecuado pero extremadamente lento.

En general, para el profesorado es importante captar y mantener la atención del alumnado


durante todo el tiempo, así como prestar atención a todos los alumnos de manera
equitativa, ya que los procesos atencionales tienen una influencia considerable sobre el
control y el rendimiento del alumnado. Es necesario utilizar estrategias para captar y
mantener la atención del alumnado, prestando el profesor atención a cada alumno en la
medida que lo necesita y de manera más acusada a los niños hiperactivos, ya que como
sabemos existe un déficit en los mecanismos atencionales. Un clima de atención
generalizado es una condición previa imprescindible para empezar cualquier actividad
escolar y la forma de iniciar la clase es a menudo decisiva, condicionando todo lo que
sucede a continuación. Todo ello se traduce en la creación de unas condiciones favorables
para el trabajo.

Estrategias generales:

1.- Crear rutinas de inicio rápido en clase: Conviene planificar la forma de iniciar las
clases y practicarla hasta hacer de ella un hábito para el profesor y para los alumnos. Es
necesario habituarlos desde principios de curso a un inicio rápido, posponiendo las rutinas
distractoras (pasar lista, hacer comentarios,..) a otros momentos, poniendo especial énfasis
en cumplir y hacer cumplir todo lo referente a puntualidad, preparación previa del material
que se va a utilizar y consecución de un clima de atención generalizada como requisito
para empezar.

2.- Empezar con actividades incompatibles con la distracción: una forma de acelerar la
concentración y evitar la distracción inter-clases es empezar con actividades incompatibles
con la distracción (preguntas sobre lo tratado el día anterior o interrogantes que provoquen
curiosidad e interés, abrir el libro por la página?).

3.- No empezar sin la atención de todos: Hay que asegurar la atención concentrada de
todos los alumnos sin excepción como requisito previo imprescindible, si se empieza
permitiendo que algunos alumnos prosigan con sus distracciones, se estará transmitiendo
la idea implícitamente de que se puede continuar charlando/estando distraído mientras el
profesor se esfuerza por arrancar.

• Si se distrae durante las explicaciones, la estrategia a utilizar es utilizar todos los


recursos metodológicos de que dispongamos: podemos apoyar las explicaciones
con apoyos visuales.
• Cambiar la entonación. El control del tono de voz es un medio muy importante para
el manejo de los alumnos con TDAH.
• Plantear al alumno preguntas frecuentes durante las explicaciones y ofrecer una
retroalimentación inmediata de sus respuestas. No con la intención de pillarle sino
por mantenerle activo.
• Mantener un contacto ocular tan frecuente como resulte apropiado.
• Utilizar claves o señales, no verbales, previamente acordadas con el alumno, para
redirigir su atención sin interrumpir la clase. Por ejemplo, gestos con la mano,
señalarse los ojos para indicar "mira", o los oídos para indicar "escucha", una
palmada en el hombro, etc.
• Controlar los distractores y/o estímulos que hay en el aula para que el alumno no se
despiste con ellos.
• Procurar sentar al alumno cerca del profesor o donde pueda supervisarlo con
facilidad.
• Colocar al lado del estudiante con déficit de atención, compañeros que sean
• Modelos apropiados, es decir, que suelan estar atentos, ordenados, que cumplan las
órdenes?
• No le pidamos algún trabajo o actividad en los últimos cuatro minutos de clase
¡nadie nos atiende!.
• Si durante las explicaciones parece o escuchar, pinta sus cuadernos o juega con
cualquier cosa, la estrategia a seguir sería:
o En primer lugar, recordar que la ausencia de contacto ocular con el profesor y
el ver al alumno dedicado a otra actividad no siempre quiere decir que el
alumno no esté escuchando el discurso o no esté comprendiendo lo que se
dice.
o Recordar que los alumnos con TDAH necesitan dar salida a su actividad
realizando alguna tarea manipulativa mientras se mantienen escuchando.
o Si la conducta del alumno no interfiere a los demás y no parece crearle
problemas para seguir la clase, podemos tolerar este tipo de conductas.
o Solamente retiraremos aquellos objetos con los que el alumno se distrajera
verdaderamente.
• Si comete errores en los ejercicios por falta de atención, el entrenamiento en
estrategias de compensación aumenta su eficacia:
o Enseñar al alumno que la realización de tareas que se le encomiendan se
divide en dos pasos importantes:
ƒ 1. La ejecución de la tarea
ƒ 2. La revisión de la misma
o Dar tiempo para que termine con tranquilidad un examen y obligarle a que lo
revise antes de entregarlo.
o Ayudarlo a tomar conciencia de los errores, dándole pautas para que sea él
mismo quien lo descubra.

BIBLIOGRAFÍA

Vaello Orts, J. "Cómo dar clase a los que no quieren". Editorial Grao (2011).

Seminario Regional de Orientadores de Centros de Secundaria de la región de Murcia. "Estrategias para


el profesorado con alumnado con trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH)"
¿Cómo deben afrontar los exámenes los niños con
hiperactividad?

Todos nosotros, niños y adultos, hemos experimentado alguna vez ansiedad antes de un
examen. De hecho, una pequeña dosis de ansiedad puede ser positiva, ya que puede
mantenerte centrado en la tarea y concentrado. Pero, cuando los síntomas son tan intensos
que no te permiten funcionar o cuando estás tan ansioso que te encuentras realmente mal,
lo más probable es que no puedas dar lo máximo de ti mismo. Los exámenes miden en qué
medida los alumnos están aprendiendo las habilidades y la información que les enseñan
los profesores.

La mayoría de los padres de niños con hiperactividad se desesperan porque no ven que
exista relación entre el tiempo que dedican sus hijos a estudiar, lo aparentemente bien que
llevan preparadas las materias y los resultados de los exámenes (en la mayoría de las
ocasiones pobres para lo que estudió o, incluso, insuficientes). Estos resultados no sólo
afectan a las familias, sino de manera esencial a los niños, que cada vez sienten menor
control sobre su rendimiento académico, muestran más bajaautoestima y, con el tiempo,
menor tolerancia a hacer esfuerzos al estudiar. Pueden existir muchas razones por las que
no haya una correlación lógica entre esfuerzo, estudio y resultados en los exámenes:

1.- Pensamientos negativos: los pensamientos negativos que los niños hiperactivos
pueden tener a la hora de realizar un examen, asociados al miedo al fracaso o a la presión
que siente el niño en su entorno por aprobar las diferentes asignaturas pueden producirle
una sintomatología reactiva de ansiedad que provoca la liberación de adrenalina, una
hormona que prepara al cuerpo para reaccionar ante el peligro y provoca los siguientes
síntomas corporales: dolor de cabeza, dolor de estómago, musculatura tensa, temblor de
manos, sudoración, aceleración de la respiración y del pulso cardíaco. Ésta es un tipo de
ansiedad de ejecución, experimentada en situaciones donde importa mucho el rendimiento
o la correcta ejecución de una tarea, existiendo una gran presión por hacer las cosas bien.
Si tenemos demasiados pensamientos como éstos, no nos quedará espacio en la mente
para concentrarnos en las preguntas del examen.

2.- Falta de tiempo para terminar el examen: debido a las características cognitivas de
los niños hiperactivos (procesamiento lento) es muy frecuente que la mayoría de ellos
encuentren dificultad a la hora de realizar los exámenes dentro del tiempo estimado,
dejando preguntas sin hacer.

3.- Errores por falta de atención: dejar preguntas sin realizar por descuido, confundir un
autor, olvidarse las que se lleva en matemáticas o no ver que el examen continuaba por
detrás son errores comunes por falta de atención.

4.- Suspensos por la pérdida de puntos debido a la ortografía: Los niños hiperactivos
tienen debido a sus características motrices (déficit en motricidad fina) mala ortografía
influyendo este aspecto en la comprensión de sus escritos y en sus resultados académicos.

5.- Dificultad para volcar lo que saben, de forma completa, organizada y por
escrito: La mayoría de los niños con hiperactividad son cognitivamente impulsivos,
abordan las tareas con "el pronto", o vuelcan la información de forma incompleta y
desorganizada. Por tanto, preguntarles oralmente la lección, aunque serían muy capaces
de superar sin problemas un examen oral, no es suficiente. Necesitan entrenarse en
realizar exámenes escritos.

Estrategias para afrontar los exámenes con éxito

1.- Hacerles ver que deben pedir ayuda: Explícale a tu hijo/a que el mero hecho de
hablar con alguien (madre, padre, profesor, psicólogo escolar, etc.) sobre su ansiedad ante
los exámenes puede ayudarle a sentirse mejor. Es deseable que nos describan qué les
ocurre cuando se enfrentan a un examen para que podamos ayudarles a encontrar algunas
soluciones. Por ejemplo, podemos ayudarles a aprender técnicas de estudio que aumenten
su confianza, así como realizar algunas técnicas de relajación.

2.- Hacer que se prepare bien para el examen: es importante que adopte un enfoque
activo, que el estrés previo le recuerde que debe prepararse bien el examen con
antelación. Que sea consciente de que debe prestar atención en clase, hacer los deberes,
estudiar para el examen. Si lo hace, será más probable que el día del examen tenga la
sensación de que domina la materia. Algunos niños creen que lo único que necesitan para
aprenderse la materia y hacer bien los exámenes es asistir a clase. Pero para aprenderse
una materia hace falta mucho más que intentar absorber toda la información en clase. Por
eso son tan importantes los buenos hábitos de estudio y las buenas técnicas de estudio.
Muchos niños comprueban que su a ansiedad ante los exámenes disminuye cuando
empiezan a estudiar mejor o más regularmente. Cuanto mejor se sepa la materia, más
seguro se sentirá y esperará hacerlo mejor. Para practicar, realizamos con ellos el siguiente
entrenamiento:

• Realizamos en casa un examen por escrito (no muy largo) en las mismas
condiciones de tiempo y de aislamiento que en un examen normal, haciéndoles que
desarrollen las preguntas como mejor sepan.
• Una vez finalizado, hacemos que observen lo que han contestado, qué información
no sabían y cuál han olvidado. Para solucionar este aspecto es importante
estructurar el conocimiento en un esquema que les permita recordar en el examen
de cuántas cosas deben hablar y el orden en el que deben exponerlas.
• Por último, hacemos que redacten las preguntas correctamente y guarden los
esquemas realizados, que les servirá de repaso de cara al próximo examen.

3.- Hacerles entender que deben esperar lo mejor: Una vez se hayan preparado para el
examen, debemos enseñarles a pensar en positivo. Que se digan a sí mismos: "He
estudiado y estoy preparado para dar lo máximo de mí mismo/a". Si esperan hacerlo bien,
estarán más relajados mientras hacen el examen después de los primeros momentos de
nerviosismo.

4.- Ayudarles a controlar los pensamientos: Es importante hacer que se fijen en


cualquier mensaje negativo que se puedan estar enviando a sí mismos, ya que ese tipo de
mensajes pueden contribuir a su ansiedad. Si se dan cuenta de que están teniendo
pensamientos negativos ("No se me dan bien los exámenes" o "Si suspendo este examen,
lo tengo fatal"), les enseñaremos a sustituirlos por pensamientos positivos, por mensajes
prácticos y verdaderos, como: "He estudiado y me sé la materia, de modo que estoy
preparado para hacerlo lo mejor que puedo".

5.- Ayudarles a aceptar los errores: todo el mundo se equivoca. Debemos ayudarles a
ser más condescendientes con sus propios errores, sobre todo si se han preparado para el
examen y para rendir al máximo. Debemos hacerles entender que el error forma parte del
aprendizaje, los errores son "oportunidades de aprendizaje". Aprender a tolerar los errores
sin importancia (como el problema que hizo mal en el examen sorpresa de matemáticas) es
una facultad muy valiosa.

6.- Enseñarles a respirar mejor: los ejercicios de respiración pueden ayudarle a calmarse
en los exámenes, sobre todo si se trata de una respiración profunda (llamada respiración
diafragmática).Así es como deben respirar: inhalar (inspirar) lenta y profundamente
cogiendo aire por la nariz, y después exhalar (espirar) soltando lentamente el aire por la
boca. Realizarlo cuatro veces seguidas. Si practican un poco, varias veces, tal vez les
resulte más fácil respirar la próxima vez que hagan un examen y su cuerpo aprenderá a ver
esos ejercicios como una señal para relajarse.

7.- Recordarles que hay que cuidarse: Rendirán mejor si dedican suficiente tiempo a
jugar, duermen lo suficiente y se alimentan bien. Esto es importante todos los días, pero
debemos asegurarnos sobre todo de que lo cumplan el día antes del examen.

Bibliografía y Webgrafía

http://kidshealth.org (Hospital San Joan De Déu-Barcelona).

Martínez Martín, M.A. y col. "Todo sobre el TDAH. Guía para la vida diaria". Edit Altaria (2013).
Estrategias básicas que debe usar un profesor para
mejorar la conducta de un alumno/a con TDAH

• Mantener un ambiente estructurado, con rutinas, organizado y motivador. Para


que el alumno conozca que es lo que tiene que hacer en cada momento y le ayude a
sentirse seguro en el aula. Importante acordar límites y normas para fomentar un
mayor autocontrol.

• Mostrar una actitud tolerante, flexible y paciente. Para afrontar adecuadamente


las situaciones que se produzcan en el aula.

• Comprender las características propias del TDAH. Saber a que se debe un


comportamiento y no castigar por aquellas conductas que no puede modificar.

• Refuerzo positivo: Elogiar comportamientos que queremos que se den con mayor
frecuencia. Podemos trabajar también de forma grupal.

• Extinción: Dejar de atender un comportamiento para evitar o reducir que se repita.

• Tiempo fuera: Aislar al niño en un ambiente carente de estímulos.

Más que modificaciones en el aula, lo que se necesita es supervisar, recordar,


animar, incentivar, premiar, aprobar, alimentar, motivar y estimular.
TDAH: Actuaciones en el aula

UBICACIÓN DENTRO DEL AULA

• Próximo al escritorio de sus profesores


• Alejarle de puertas, ventanas o paredes muy cargadas de estímulos porque pueden
servir como distractores
• Ubicarle en un espacio en donde la supervisión sea más fácil.
• Grupo de trabajo
• Rodearle de compañeros con buenas habilidades atencionales, no necesariamente
de alto rendimiento porque puede ser contraproducente
• Preferir el trabajo individual o en grupos pequeños de dos o tres miembros, en
grupos mayores pueden terminar dispersándose

INSTRUCCIONES

• Establecer contacto visual antes de formular la instrucción


• Formular una sola instrucción por vez
• Luego de formulada la instrucción pedir que la verbalice para verificar que ha sido
comprendida
• Supervisar con frecuencia el seguimiento de la instrucción

ASIGNACIÓN DE TAREAS

• Tareas fragmentadas, es decir divididas en partes más pequeñas


• Exámenes impresos solo al anverso y con una serie por página, de preferencia con
instrucciones muy sencillas apropiadas al nivel escolar
• Entregar cada parte al finalizarla y calificarla de manera inmediata a fin de que
pueda corregir los errores, en el caso de los exámenes es mejor no calificarlos
inmediatamente para evitar la ansiedad en el resto de la prueba

SUPERVISIÓN

• Es conveniente ubicarle en un lugar en donde se facilite la supervisión constante.


• Instruirle en buscar de sus profesores ayuda al momento de reconocer un problema
en su trabajo.
• Revisar con frecuencia el trabajo que está realizando de manera que se realicen las
correcciones oportunamente.
• Al detectar un error ayudarle, en forma positiva, a percatarse del mismo y hacer las
correcciones.

TAREAS PARA CASA O DEBERES ESCOLARES

• El volumen de tareas que quedan para realizar en casa debe ser razonable. Es
importante tomar en cuenta que aunque la relación en casa sea uno a uno, los niños
llegan cansados después de la jornada escolar diaria.
• Las tareas pueden resultar siendo una fuente de conflicto entre padres e hijos.
• En casa deben fragmentarse los períodos de trabajo de acuerdo al umbral de
atención estimado y alternarlas con tareas más sencillas o períodos en los que se
realicen otras actividades.

EVALUACIONES

• Realizarlas en un ambiente más tranquilo.


• Evitar crear una atmósfera de tensión alrededor de las evaluaciones. Los profesores
deben presentarla como una actividad de aprendizaje.
• En algunas oportunidades puede dejarse espacio a la evaluación oral o por otros
mecanismos.

TIEMPO ADICIONAL

Algunos niños presentan velocidad lenta de procesamiento de información como única


manifestación o como manifestación asociada al TDAH.

• Brindar tiempo extra para completar tareas o exámenes.


• Es conveniente colocar una señal del trabajo completado en el tiempo originalmente
asignado de manera que se pueda verificar el porcentaje trabajado a tiempo y el
trabajado fuera de tiempo.

RECURSOS ADICIONALES

• En algunas oportunidades puede ser necesario disponer de material que presente


las tareas en una forma diferente al resto de sus compañeros
• Al observar que resulta difícil centrar su atención es mejor recurrir a alguno de los
recursos siguientes:

• Permitirle cambio de actividad


• Asignarle alguna tarea que le distraiga: llevar un recado a dirección, devolver un libro
a la biblioteca, borrar el pizarrón, recoger los trabajos de sus compañeros, etc.
• Asignarle una actividad de contenido diferente, para esto es conveniente pedir a los
padres que envíen al colegio material seleccionado (adicional) para cada uno de los
curso.
• Cuando la situación resulte difícil de controlar por los mecanismos anteriores puede
recurrirse a alguna de las siguientes opciones: Trabajar en otro sector del colegio
bajo supervisión individual.

GESTIÓN DE ZONAS

• Cada institución educativa tiene sus reglamentos y deben seguir lineamientos del
Ministerio de Educación.
• Si las circunstancias lo ameritan podría considerarse la posibilidad de cambios en
las proporciones de zona o permitir la realización de trabajos adicionales para
completar punteos de evaluaciones escritas.

Carlos E. Orellana-Ayala (Neurólogo Pediatra)


Educación mediática y adquisición de competencia
digital en alumnos con TDAH

La educación mediática nos proporciona herramientas pedagógicas que pueden ayudar al


profesorado a desarrollar en los alumnos algunas competencias básicas en el
mundo laboral. Las habilidades que se requieren en el mundo laboral son cada vez
mayores y más específicas.

Por ello, deben empezar a desarrollarse en el ámbito escolar y posteriormente continuar


con su mejora en el ámbito universitario. Sin embargo, debemos profundizar en el análisis
de las implicaciones de las TIC en los casos de los alumnos con dificultades del
aprendizaje. Porque no siempre se crea una verdadera escuela inclusiva. Para crearla
necesitamos que los alumnos con dificultades del aprendizaje puedan hacer uso de las
nuevas tecnologías para cubrir sus necesidades.

En el desarrollo de este artículo vamos a centrarnos en el colectivo de los alumnos


con TDAH. Es uno de los trastornos más frecuentes en la edad escolar y afecta
aproximadamente a un 3-5% de estos niños (American Psychiatric Association
[APA], 2002).

En primer lugar, especificamos cuáles son las dificultades de este colectivo


y posteriormente reflexionar sobre cuáles son los beneficios que se pueden
conseguir mediante la utilización de las nuevas tecnologías.

Rose y Meyer (2002) señalan que los medios digitales son elementos clave para favorecer
el proceso de enseñanza aprendizaje debido a su flexibilidad (en Zubillaga, 2005). Los
alumnos con TDAH muestran una gran variabilidad en los ritmos de trabajo y concentración
a causa de diversos factores (cansancio acumulado, estímulos distractores, escasa
motivación, frustración?) que los profesores deben tener en cuenta para impartir las clases.
Por tanto, la utilización de los medios digitales en los casos de TDAH les beneficia porque
la flexibilidad va a permitir que los profesores puedan adecuar la práctica educativa a sus
ritmos de trabajo y concentración.
Los alumnos con TDAH encuentran grandes dificultades en el aula para poder mantener la
atención ante la tarea que tienen que desarrollar y para cambiar la atención de un estímulo
a otro (atender a la pizarra y posteriormente a su cuaderno). La utilización del ordenador va
a conseguir mejoras en el rendimiento de nuestros alumnos porque le proporciona diversos
estímulos que captan su atención y le ayudan a no distraerse.

Otra característica de los alumnos con TDAH es la impulsividad. La utilización del


ordenador por medio de reforzadores basado en los criterios de tiempo extra y economía
de fichas pueden ayudarles a la reducción de su impulsividad (González, G., Oliver,
R, 2002).

Las auto-instrucciones son las instrucciones que una persona se proporciona a sí mismo
para realizar la tarea académica o cotidiana de forma eficiente. Los alumnos con TDAH
tienen limitaciones para guiarse mediante las auto-instrucciones. Por ello, el profesor puede
utilizar un software que les proporcionen las instrucciones de forma auditiva y visual para la
realización de las actividades. Algunos software facilitan una evaluación de los progresos
del alumno que les beneficia en el aumento de su autoestima porque pueden observar que
son capaces de realizar las actividades correctamente. Además, una mayor autoestima les
genera un aumento de su motivación ante la tarea porque se va a sentir capaz de ir
mejorando. Los alumnos con TDAH requieren de esa evaluación porque habitualmente no
perciben sus mejoras porque lo que suele predominar son sus constantes errores y
dificultades.

En relación a los beneficios del ordenador para los alumnos en la práctica educativa.

Debemos destacar que uno de los elementos esenciales al que podemos acceder con el
ordenador es el procesador de textos. Son muchos los beneficios que puede aportar en el
trabajo que se realiza en el aula. Pasamos a destacarlos a continuación:

En la corrección de los escritos del alumno. Es habitual que no recuerden la escritura


correcta de las palabras debido a su déficit en la memoria secuencial auditiva y visual.

Con la ayuda del procesador pueden observarlo visualmente, lo cual le va a facilitar la


retención de la escritura correcta. Los alumnos cometen muchos errores ortográficos, pero
no pueden saber cuáles han sido hasta que el profesor no le entrega el escrito corregido.
Con la utilización de este recurso didáctico el alumno podría disponer de un constante
feedback en el instante en el que escribe la palabra. Le proporcionará a su vez una mayor
seguridad para enfrentarse a sus limitaciones.

En la presentación de sus escritos. Porque tienen dificultades para escribir los escritos con
orden y limpieza. La claridad de la información le va a facilitar retener visualmente la
información y posteriormente recordar la información en los exámenes.

La realización de esquemas, puesto que te proporciona la posibilidad de utilizar plantillas


específicas. Lo cual le va a suponer menor cansancio en la ejecución.
No solamente debemos centrarnos en los beneficios de la utilización de los recurso
materiales que nos brindan las nuevas tecnologías, a su vez podemos analizar cómo
podemos eliminar las clases expositivas y desarrollar metodologías más activas en el aula
.Estas metodologías aportan motivación y flexibilidad.

En el caso de los sujetos con TDAH la motivación es primordial para que se pueda
producir un rendimiento óptimo. Además, la flexibilidad se constata porque el grupo que
realiza la actividad adquiere el ritmo que necesita en cada momento.

Una de las metodologías más adecuadas para el aprendizaje de estos sujetos son las
webquest, puesto que nuestros alumnos con estas características aprenden manipulando,
experimentando. Requieren de un aprendizaje de "aprender haciendo" y no "aprender
escuchando" porque les es muy complicado poder mantener la atención ante una
explicación durante un tiempo prolongado.

Pautas específicas para el alumnado con TDAH

En primer lugar, se debe analizar las necesidades específicas de los alumnos con
TDAH dentro del aulaporque el TDAH es un trastorno poco homogéneo. Por tanto,
analizar sus peculiaridades para decidir como implantar la metodología más acorde con
ese alumnado contribuirá a evitar errores habituales. Puede ocurrir que se busque la
innovación sin determinar cuáles son las principales dificultades y capacidades del
alumnado. Posteriormente se podrá realizar un plan de acción de la intervención.

Buscar materiales visuales y auditivos para lograr una mayor retención de los
conocimientos que deben adquirir. Alternar unos materiales con otros para evitar el
cansancio y la falta de atención que se produce cuando el alumno tiene que mantener la
atención durante un tiempo prolongado ante un mismo estímulo (tarea).Cerciorarnos que el
nivel de complejidad es adecuado para evitar que se frustren y desmotiven ante la tarea.

Buscar software que tengan gráficos atrayentes, con actividades lúdicas para evitar la
monotonía. Pero evadiendo que tenga muchas animaciones para evitar que se distraiga.
Así como, que no inciten al movimiento. Que contengan instrucciones auditivas y visuales
para que puedan ir interiorizándolas. Que generen una autoevaluación y les permita volver
a realizar las tareas en donde han tenido errores para que puedan observar que son
capaces de mejorar.

Las áreas de intervención más relevantes son las que tienen que ver con el currículum
(matemáticas, lengua?) para evitar el fracaso escolar. Así como, las tareas de habilidades
sociales, puesto que es habitual que encuentren grandes dificultades en la interacción con
sus iguales.

En relación a la utilización de las webquest:


Al realizar el diseño del proceso es fundamental subdividir los pasos a seguir para evitar
que omitan tareas previas y explicitar el por qué debemos realizar cada uno de esos pasos.
Debido a su dificultad en lafunción ejecutiva de la memoria de trabajo les es muy costoso
(sin referencias visuales) poder recordar todos los pasos que tienen que dar. Por ello, les
ayudará poder tener especificados los pasos que tienen que seguir para no cometer
errores.

La webquest debe ser de corta duración, entre tres y cuatro sesiones, para evitar que el
alumno con TDAH se disperse de la tarea que está realizando. Qué la información principal
sea fácil de ver y no proporcionar muchos vínculos que puedan dispersar su atención.
Puesto que tienen dificultad para prestar atención a un solo estímulos e inhibir el resto.

Llevar a cabo la personalización de los elementos de la pantalla: Un tamaño de letra


grande, diferenciando conceptos por medio de los colores, evitando el movimiento del
texto. También, utilizar la ayuda técnica para leer el texto de la pantalla y los subtítulos en
los videos para destacar las ideas principales.

Santurde del Arco, Estefanía.


Beneficiaria ayuda FPU del MEC
Adscrita al departamento de Pedagogía Social y Diversidad
Universidad de Deusto
Favorecer la integración de los alumno/as con TDAH

Debemos creer en la educación, en que se puede mejorar el contexto y en que todo puede
ser posible buscando alternativas. Por tanto debemos favorecer la integración de los
alumnos con TDAH y ayudarles a desarrollar destrezas sociales y de lenguaje, con el
objetivo de formar ciudadanos dignos, capaces de desenvolverse en la sociedad.

Debemos favorecer el desarrollo de potencialidades, asegurándonos que TODAS las


personas involucradas en la educación del alumno con TDAH entiendan el significado
común de la palabra “integración”. El mayor beneficio que conlleva la integración es que le
permita al alumno formar parte de un mundo “típico” y no de un estudiante “especial”.

Conseguir esta integración soñada puede ser posible en función de las actitudes de los
demás, de los recursos del entorno y de la existencia de programas adecuados para la
integración. No hay cambio si no hay implicación.

Además es muy importante que el perfil del cuidador sea muy humano y profesional, y que
pueda ayudar a desarrollar la personalidad de cada individuo sin anularle en ningún caso,
pero tampoco deben ser actividades prácticas con un gran deterioro cognitivo, hay que
saber parar cuando sea necesario. Debemos ser buenos observadores y no tratarles como
diferentes, ya que esta idea es, simplemente, fruto de nuestra socialización.

Habrá que enseñarles a que empleen de manera óptima y adecuada sus limitaciones para
que tengan esa capacidad crítica y habrá que intentar que aprendan a interiorizar
normas y valores porque quizás las han perdido por el camino y necesitan comunicarse.
Debemos esforzarnos para enlazar los contenidos con la propia realidad, creando interés al
alumno.

“Educar para la convivencia. Educar para adquirir conciencia de la justicia. Educar


en la igualdad para que no se pierda un solo talento por falta de oportunidades…”
Estrategias que mejoran la organización del alumno/a
con TDAH dentro del aula

Mantener un ambiente estructurado, con rutinas, organizado, motivador y


predecible. Conseguiremos que el alumno conozca que es lo que tiene que hacer en cada
momento y le ayude a sentirse seguro en el aula, de modo que el modelo al que se
enfrente el niño cada día sea lo más predecible posible.

Importante acordar límites y normas para fomentar un mayor autocontrol.

Recordarle, repetirle y avanzarle las tareas a realizar o entregar según se vaya


aproximando la fecha. Ejemplo: El jueves de la semana que viene tenéis que entregar el
resumen del libro; Acordaros que el viernes me tenéis que entregar tal trabajo; El examen
de lengua será el próximo martes; Os recuerdo que tal examen se ha cambiado para tal
día. Mirarle a los ojos para comunicarle las cosas y asegurarse que lo ha entendido.

Pierden u olvidan cosas necesarias para sus tareas escolares tanto para llevar a
clase como para casa. Importancia del uso de la agenda.

Es fundamental que los profesores estén pendientes en recordarles que metan a la mochila
lo necesario para realizar los deberes y que anoten en la agenda la tarea para que los
padres puedan estar pendientes de que es lo que tienen que hacer o estudiar.

“Examen de mates el jueves 24”, “Entrega de resumen del libro tal, el 12 de tal mes”,

“Lengua, ejercicios 6 y 7 para mañana” ó “lengua, ejercicio 6 y 7 para el viernes”.

Trasmitir a los padres la no entrega de tareas pero sin descalificativos, por ejemplo en vez
de escribir “no ha hecho la tarea de lengua”, escribir “le falta la tarea de lengua”. No hacer
uso de la agenda sólo para lo negativo. Cuando haya que comunicar a los padres cosas
que el niño debe corregir es preferible escribir en la agenda: “Solicitar hora”, los padres
entenderán que es necesario hablar con el profesor.
A la hora de que cada profesor dicte o escriba en la pizarra la tarea para hacer,
hacerlo con el suficiente tiempo antes de que suene la campana. Ellos, como los
demás, querrán salir al patio o a casa como todos, sólo que a los demás les ha dado
tiempo y ellos no lo habrán terminado de hacer o al menos bien.

Mientras el profesor trasmite la tarea a hacer deberá echar un vistazo a los alumnos
que tengan TDAH y comprobar con discreción que lo está haciendo correctamente.

Hacer un calendario y lista de actividades, tareas y exámenes tan predecible como


sea posible. Se puede colocar en algún panel donde lo tenga visible o pegado en su
pupitre. Si el profesor no puede hacerlo, asignar un delegado de deberes.

Proporcionar pistas visuales que le ayuden a organizarse (láminas con dibujos que
informen de qué tipo de tarea están realizando en cada momento…) Estas pistas junto con
un apoyo visual que actúe de recordatorio de las reglas o normas de convivencia en el
grupo deberán estar en lugar visible.

Elegir un delegado de los deberes que se encargue, junto uno de los niños que tienen
dificultades de organización (rotando cada vez), de anotar en la puerta de la clase, fechas
importantes, entrega de trabajos y deberes.
El manejo del TDAH en el aula: Estrategias para el
éxito

Resumen ponencia Dr.Russell A. Barkley

El Dr. Barkley recalca que no se podrán hacer cambios si los maestros no conocen el
trastorno y su base biológica. Que el TDAH no es el resultado de padres malos. Que
debemos aceptar la discapacidad y dar igualdad de oportunidades. El que un niño tenga
éxito o no depende de muchos factores, no sólo el TDAH, pero al que lo padece debemos
darle la ayuda necesaria para que le pueda tener.

Barkley da 5 recomendaciones:

1. Debido a su falta de retención en mente: Crear a su alrededor listas, tarjetas, signos,


pegatinas.
2. Por tener un deterioro en el tiempo: Poner un reloj en su mesa, dividirles el tiempo.
3. Por no poder ver el futuro: Desglosar en etapas o tareas, leer varias páginas y hacer
apuntes (libro).
4. Tratar el problema con motivación, aprender técnicas de modificación de la
conducta y aplicación de consecuencias tanto positivas como negativas.
5. Permitir más manipulación externa de las tareas y normalizar el problema tanto
como se pueda.

El Dr. Barkley nos da también unas consideraciones básicas para utilizar en nuestras aulas
y que en Estados Unidos se utilizan con éxito:

• Tener en los centros una profesora experta en TDAH encargada de todos los niños
con TDAH y que recomiende a los profesores que hacer en el aula. Mantener una
comunicación bilateral.
• No retener en el mismo grado: Cuando se les retiene los niños se vuelven más
agresivos y las niñas más depresivas.
• Centrarse durante las 2 primeras semanas del curso en el comportamiento más que
en la materia que se va a dar.
• No se les debiera dar tanto trabajo como a los demás o al menos dividírselo.
• Todos los pupitres deben estar mirando al profesor y al afectado situarle delante.
• Enfocar en la productividad. El punto de rendimiento está en clase, no en casa
(punto de desempeño). Se les debiera de dar los lunes la tarea a realizar a lo largo
de la semana, anotada o fotocopiada. Así la vida familiar se podrá organizar en torno
a los deberes.
• Los deberes no tienen ningún valor en primaria. Son importantes en secundaria.
Superior a 1 hora y media es improductivo. Lo ideal es utilizar 10 minutos por curso.
• Mayor libertad de movimientos, ejercicio físico, más descansos, clases más
interactivas. Cuanto más se puedan mover, mejor aprenderán.
• Para no hacer distinciones entre los que levantan la mano y no la levantan utilizar
una "pizarra contestación" para todos.
• Mantener un contacto físico y visual para llamar su atención.
• Preguntarle cuantos problemas puede hacer.
• Dejarles manejar el ordenador.
• Para usar recompensas: La primera semana se les dice a todos los padres que
limpien los armarios y lo lleven en una caja al colegio para usar ese material como
recompensa.
• Ganarse una recompensa en casa por su comportamiento en el colegio.
• Usar cartulinas de colores para comunicarse cuando se pueden mover o acercarse a
la mesa del profesor.
• El castigo no funciona si no existe una compensación disponible por algo positivo.
• Se debe implementar el castigo inmediatamente. Ejecutar la justicia
inmediatamente.

En cuanto a los adolescentes Barkley resalta la importancia del uso de la medicación y que
en el colegio tenga un profesor de apoyo o mentor con el que se pueda citar tres veces al
día para organizar, revisar sus deberes y reforzar sus habilidades sociales.

El Dr. Barkley recomienda que a los niños con TDAH se les proporcionen adaptaciones
curriculares no significativas y que es imprescindible reconocer que "ser justo no es ser
igual con todos, sino que ser justo es darle a cada uno lo que necesita". No tiene por qué
ser así
El TDAH como trastorno de las funciones ejecutivas:
Aplicaciones para su manejo en el aula

Resumen ponencia del Dr. Russell A. Barkley.

Según el Dr. Barkley el TDAH es un fallo en el sistema ejecutivo del cerebro y por lo tanto
un trastorno de las capacidades ejecutivas de éste y más concretamente un fallo en su
sistema de inhibición. Este fallo en la inhibición afecta a cuatro capacidades ejecutivas:

• Capacidad visual: mirar hacia atrás y ver o rescatar información visual de acciones
pasadas y sus consecuencias.
• Lenguaje interno: voz en nuestro cerebro que nos permite hablarnos a nosotros
mismos.
• Capacidad emocional: controlar las emociones, ajustarlas y moderarlas, lo que les
hace no tener control de las frustraciones y de las emociones
• La Capacidad de innovación dirigida a un objetivo, planificar una respuesta y elegir
la más conveniente, enfrentarnos a problemas, planear nuestra vida y pensar en el
futuro.

Barkley apunta a que el TDAH retrasa el Lenguaje interno, que el cerebro de los afectados
madura y crece de entre 2 y 3 años de retraso y su capacidad funcional es inferior a lo
normal.

Esto hace encontrarnos que niños con TDAH no consigan inhibir a los 5 años, que a los 7
no se hablen a sí mismos, a los 9 no puedan aún controlar sus emociones y que a los 12
años no consigan planificarse.

La falta de inhibición les hace ser impulsivos, su falta de capacidad visual les hace no
cooperar, no compartir, no interactuar en grupo, no imitar y no tener un sentido del tiempo.

Su fallo en la memoria del trabajo verbal les hace tener una pobre autodescripción,
autoinstrucciones y tener problemas con lo que oyen, leen o ven. Su fallo en la función de
la habilidad para solucionar problemas les impide automotivarse, solventar problemas y
recopilar información, por ejemplo, si les pedimos que nos cuenten la historia que han
leído, no la pueden trasformar en una narrativa coherente.
Tienen ceguera hacia el tiempo, miopía hacia el futuro y sólo miran el ahora. Son niños que
tienen aptitudes pero no las saben utilizar. Al igual que un audífono o una silla de ruedas
son consideradas prótesis, las prótesis adecuadas para los niños con TDAH son las
enseñanzas en habilidades. Nunca se puede quitar una prótesis porque aparecerá de
nuevo la discapacidad. Una de esas prótesis es la motivación, para hacer lo que ya saben
hacer.

En cuanto a la diferenciación entre TDA y TDAH, Barkley señala que las últimas
investigaciones apuntan a que el TDAH no es un problema de simple déficit de atención,
sino que es más un trastorno de la inhibición, que se está trabajando en un nuevo DSM-V
en el que se dividirá el TDA y el TDAH-Impulsivo como dos trastornos distintos.

El TDA cambiaría su definición como SCT (Sluggish Cognitive Tempo) traducido como
niños con un Procesamiento Desalineado del Tiempo. El TDAH quedaría dividido como
TDAH con Trastorno de Conducta y TDAH sin Trastorno de Conducta.

Pero para eso queda mucho tiempo, se estima que todos estos avances den su luz en el
2020.

Son muchas las incógnitas que se hacen los padres de niños en edad infantil y Barkley dio
unas ideas para poder intuir antes de los 6 años que un niño pueda padecer TDAH.

Entre los 0 y 3 años nos pueden hacer sospechar varios ítems: El que el padre lo padezca,
que hayan sido niños prematuros o con problemas en el embarazo o parto, que llore muy
habitualmente, que no se reconforte con nada, que sea o haya sido muy activo como bebé
y que sean malos comedores. Después de los 3 años y hasta los 6 los ítems que nos
harían sospechar serían: El que tengan un comportamiento impulsivo y arriesgado, que no
sepan esperar, que cambie de juguetes muy a menudo e incluso que no sean capaces de
escuchar cuentos.
Uso imprescindible de la agenda para los alumnos
con TDAH

Algunas de las dificultades más relevantes del alumno con TDAH son las de organización y
planificación de sus deberes, tareas, estudio, etc., por lo tanto, se recomienda:

• Sensibilizar sobre la importancia de que la comunicación entre el centro y la familia,


a través de la agenda, contenga información de aspectos tanto positivos como
negativos del alumno; así como cuidar la forma en que se transmite. Cuando las
comunicaciones negativas se den de forma frecuente no se aconseja el uso de la
agenda, pues irá en detrimento de su autoestima; se pueden usar otras vías como
un sobre aparte, una llamada telefónica, registrarlo para reuniones posteriores, etc.

• Considerar que el manejo de la agenda es una de sus dificultades más significativas.

• Para asegurarse que los alumnos han recibido las instrucciones de las tareas
previstas se recomienda explicar las tareas para realizar en casa y apuntarlas en la
pizarra. Reservar un espacio o recuadro en la pizarra para anotar en él toda la
información relativa a la agenda y que permanezca siempre a la vista. Incluso en
secundaria.

• Dedicar un tiempo cada día para que los alumnos apunte las tareas en la agenda.

• Además de las tareas diarias, es esencial que los alumnos y los padres tengan
acceso a las fechas de exámenes con suficiente antelación, el contenido que
abarcará, las fechas previstas para la entrega de trabajos y lo que deberán
contener, así como los libros que deben leer y las fechas límite de entrega para
planificar los tiempos de estudio y la supervisión necesaria.

• Asegurarse que llevan el material necesario a casa para realizar las tareas.

Es fundamental que los profesores estén pendientes en recordarles que metan a la mochila
lo necesario para realizar los deberes y que anoten en la agenda la tarea para que los
padres puedan estar pendientes de que es lo que tienen que hacer o estudiar.

"Examen de mates el jueves 24", "Entrega de resumen del libro tal, el 12 de tal mes",
"Lengua, ejercicios 6 y 7 para mañana" ó "lengua, ejercicio 6 y 7 para el viernes".

Trasmitir a los padres la no entrega de tareas pero sin descalificativos, por ejemplo en vez
de escribir "no ha hecho la tarea de lengua", escribir "le falta la tarea de lengua".

No hacer uso de la agenda sólo para lo negativo. Cuando haya que comunicar a los
padres cosas que el niño debe corregir es preferible escribir en la agenda: "Solicitar
hora", los padres entenderán que es necesario hablar con el profesor.
1.- Conocer la preparación académica de la profesora

2.- Conocer las adaptaciones curriculares que ha realizado para modificar:

a) Objetivos
b) Contenidos
c) Criterios de evaluación,

De no haberlo realizado, contemplar adaptaciones en cuanto a:

¾ La metodología
¾ La organización
¾ Lo ambiental
¾ Las ayudas (material, lecturas, etc)

2.1.- Establecer objetivos realistas, pocos, pero alcanzables (De no alcanzarse


analizar por qué y establecer nuevas alternativas de solución

3.- Conocer las estrategias didácticas que ha implementado con Fabrizio para:

a) Mejorar atención
b) Mejorar conducta
c) Mejorar habilidades sociales

4.- Asegurarse que conozca el padecimiento de Fabrizio, de lo contrario, orientarla.

Se sugieren las siguientes adaptaciones:

• Tener una relación positiva con Fabrizio. Comprenderlo y ayudarlo.


• Lograr que participe en clase.
• Animarlo, mostrar interés cuando está trabajando, acercarse a su mesa
ocasionalmente.

• Pedirle habitualmente, que pase al pizarrón, para intentar lograr que esté más
atento.

• Realizarle preguntas frecuentemente sobre los temas y retroalimentarlo para


mantenerlo activo.

• Supervisión constante, mirarlo a menudo, encontrar una señal o consigna como


tocar su espalda para retomar su atención.
• Si la tarea es muy larga, fragmentarla.
• Captar su atención buscando estrategias mediante el contacto físico y visual, por
ejemplo señalarse los ojos para indicarle “mira” , o los oídos para indicar “escucha”

• Anticipar y prevenir situaciones que puedan presentar problemas.


• Supervisar de manera especial en los exámenes, darle más tiempo y realizarlos
orales si lo requiere.

• Dar instrucciones con lenguaje simple y claro para lograr que realice las tareas
• Realizar entrevistas periódicas de forma individual con Fabrizio para seguimiento y
motivación.

• Situar su mesa de modo que se reduzca la dispersión.


• Sentarle en un lugar tal que le podamos tener vigilado, lejos de distracciones y de
las ventanas y junto a compañeros en los que se pueda apoyar.

• Elegir un alumno que se encargue de anotar fechas importantes (exámenes, entrega


de trabajos…)

• Si durante las explicaciones parece no escuchar, pinta sus cuadernos o juega con
cualquier cosa, la estrategia a seguir sería:

o En primer lugar, recordar que la ausencia de contacto ocular con la maestra y
el verlo haciendo otra actividad no siempre quiere decir que no esté
escuchando o no esté comprendiendo lo que se dice.

o Recordar que los niños con TDAH necesitan dar salida a su actividad
realizando alguna tarea manipulativa mientras se mantienen escuchando.

o Si su conducta no interfiere a los demás y no parece crearle problemas para


seguir la clase, tolerar este tipo de conductas.

o Retirar aquellos objetos con los que se distraiga verdaderamente.

• Si comete errores en los ejercicios por falta de atención, el entrenamiento en


estrategias de compensación aumenta su eficacia:

o Enseñarle que la realización de tareas se divide en dos pasos importantes:

ƒ 1. La ejecución de la tarea
ƒ 2. La revisión de la misma

o Darle tiempo para que termine con tranquilidad un examen y obligarle a que lo
revise antes de entregarlo.

o Ayudarlo a tomar conciencia de los errores, dándole pautas para que sea él
mismo quien lo descubra.

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