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ci se que hizo que en Italia existieran todos los fermentos para una especie de agitacién o de auconomia, para el descubrimiento de un nuevo sector de suronomia. En fin, ya reromaremos odo esto. 140 Clase 4 Segunda parte El pasaje de lo micro a lo macro: integracién y diferenciaci6n del poder en el saber. 28 de enero de 1986 Volvemos a nuestro problema. Hemos definido las relaciones de poder segin Foucault y auestra pregunta era la siguiente: si son Auidas, si son pancuales, multi-puntuales, si son difusas, ecérera, goSmo van a fijarse? {Cémo van a Bijarse esas rlaciones de poder extraordinariamente méviles, ‘Sxeaordinariamence difusas’ ;Cémo van a fijarse, a globalizarse? Lo cual quiere decir: Smo van a adquirir Forma, elas que no tienen forma? En efecto, el poder va de un punto a otro, pero ea si mismo es informal, la relaciGn de poder es informal. ;Cémo vaa adquirir forma, x decir cSmo va a fijarse y a estabilizacse? O bien: la relacién de poder es estrarégica, :pex0 ceémo va a escratficarse? O bien: puesto que las relaciones de poder en si rmismas emergen y se desvanecen, son en iiltima instancia vieruales, zedmo ‘yan a actualizarse? Todo remite a lo mismo: zcémo van a adquirir forma, cebmo van a estratficarse, cémo van a actualizarse? Es como el pasaje de lo ‘molecular alo molar, Aqui aos encontrdbamos la dilkima vez. Y Ia primera respuesta de Foucault es que las relaciones de poder son. efectivamente informales, peto se incegran en formas. Las formas, ls gran- des formas socials, son integraciones de las relaciones de poder multiples. En otros términos, a primera respuesta de Foucault ~c insisto sobre esto, cs solo la primera respuesta, veremos por qué consiste en decirnos que la Mi Clue 4 actualizacién ¢s una integracién. Las relaciones de poder son relaciones ~si puede decirse asi~moleculares, micto-relaciones, que se integran en formas sglobales. Invegracién global. YY sas formas sociales de invegeacién son lo que llamamos instituciones, Deallila iaversién operada por Foucault no esa institucién la que explica el poder, cs el poder el que explica la institucién, en la medida en que fas telaciones de poder se integran en instituciones, Desde entonces, seul es el tol de la instieuci6n? No es en absoluto producir poder, es dar al poder el medio de reproducirse. En la institucién el poder se reproduce, es decir se escratfica, deviene estable y fjo. Es enconces un pasaje de lo micro a lo macro, segiin lo que hemos visto, ode lo molecular a lo molar. ¥ yo mencionaba, porque me parecia especial- ‘mente interesante y sobre todo muy bello, el final de La voluntad de saber, en el cual Foucault invoca lo que llama una secuslidad sin sexo. Yo decta que eso es una sexualidad molecular. Si intento definir la sexualidad como conjunto de relaciones de poder, como canjunte de relaciones de fuerzas, en plural, diria que es la sexualidad molecular. En eso estabamos la vez pasada, yo me enredaba porque me desorientaba en mi combinatoria [risa]. Decia que romemos riesgos para ayudarnos a comprender. {Qué quiere decie una sexualidad sin sexo, una sexualidad molecular? {Tenemos amores moleculares? Si, seguramente los tenemos. ;Pero qué son? Lo que vemos son amores globales, los amores moleculares son quizd necesariamente inconscientes. Veo en general que amo, pero lo que amo en quien amo es ya més oscuro, ¢s molecular. A quien amo es molat. Bs una persona, y una persona es una instancia molar. Pero qué amo en ella? Ese gesto mindisculo? Puede ser, tal vezes otra cosa. Pero ven que no esel mismo dominio. Son micro-amores. En nuestros amores molarcs esté siempre lo molecular. “jAh, ese pequefio mech6n!”. En otros términos, son siempre rasgos, no son formas. Las formas forman parte del amor molar: “Qué bella esl”, "{Tiene el perfil griego!” [ras]. Son formas. En cambio los rasgos dinémicos: “Ah, cuando ella... cuando ella... ch...”... Estay fuera de forma (risa)... Ya sé: “Cuando ella arroja sus cabellos hacia atris, es formidable”. Eso no es una forma, es molecular. O bien: *jOh, qué manera de alzar los hombros!”. ¥ el otro no ve nada, dice: “Si, esedalzando los hombros” [ris] Son nuestros amores moleculares. ‘Y yo decia que nos ayudemos con todo lo que podamos para comprender cesta sexualidad sin sexo. Y decia que aunque no lo diga ~qué le vamos a hacer-, me parece evidente que Foucaule piensa en Proust. Pues es Proust 12 Spun pete. El pee deo mie ke mar: brain ified poder en cab quien hizo verdaderamente un cuadro de fos amores molecular. Sin esto, hho se puede comprender a Proust. Entonces esto es perfecto, cabe la po- ibilidad de comprender tanto a Proust como a Foucault... Es més de lo {que pedimos [risa Y deefa que vemos lo que hizo Proust, ante todo en Sodoma y Gomorra’. “Entonces partia de mi combinatoria para llegar al umbral molecular... Si juno se hunde en losamores moleculaces, seria terrible... Pero nos mantene- ‘mos en el umbral molecular, gno? y mujer (comienzat a escribir en el pizarrn). ero cn fn, para reservarme el derecho, o mas bien para reservasle un derecho a todas las anomalias, debo desdoblar, puesto que la relacién amcrosa puede ser hombre-hombre, mujer- ‘mujes, tanto como hombre-mujer. Tengo entonces dos hombres, H, y Hy» ¥ ddos mujeres, M, y M,. El umbral molecular es muy simple. Si permanezco fn una macto-sexualidad, eso quiere decir que hay una centralizacién bajo la forma de tal o cual sexo. ;Cémo paso al umbral molecular? Suprimo lt centtalizacién. Al mismo tiempo qu: me siguen,¢s preciso que se digan que lo que nos interesa al nivel del problema en el que estamos actualmente es el camino inverso: jedmo nace la eentralizacién? Pero yo estoy obligado 2 ‘omo instancias molates, tengo hombre omar el sentido contrario. Cada quien tiene los dos sexos a la vez. “Pero cenconces son todavia sexos”, me dirdn ustedes. No, lamémosles polos. Cada {quien tiene los dos polos. En efecro, no hay mas que un tinico sexo, pero dene dos polos, polo hombre y polo mujer. El hombre H, tiene dos polos, h ym. H, tiene dos polos, h y m. M tiene dos polos, m y h. Obtengo el sexo global de alguien en virrud del polo prevalence. Y todavia hacen falta otras ‘operaciones, pero no importa, no hay que complicarlo demasiado {risa Entonces la iltima vez buscabs las combinaciones posibles. ¥ no sé qué me agart6, pero queria siete... No sé por qué. Evidentemente no son siete. Me olvidé la regla, pero no es dificil con cuatro términos cada uno de los cuales est dividido en dos. Ya no me acuerdo la reg, asi que tengo que rehacerlo empiricamente. Ahcra bien, es evidente que si parto de un rérmino, tendré cuatro relaciones; si tomo el segundo, tendré tres; si romo dl tercero, tendré dos; y si como el ilkimo, solo tendré una relacién puesto que las otras estin cubiertas. Es asi que tengo: 4 y 3 son7, y 2son 9, y una 10, Tengo 10 relaciones posibles, que van a ser las relaciones de fuerzas 0 las relaciones de poder en la micto-sexualidad. Esta vez hice bien mi lista para que no nos tome una media kora (risa). Comienzo por H,h, Tendeia © Maree Proust, En busce del tempo perdi. &.Sodoma y Gomorra, op. | | | relacién con Hh, en eelacién con H,m, en relacién con M,m, en con M,h. He aqui mis cuatro relaciones. No hay razén pare decir M.my Mh porque desde el punto de vista de H,h son lo mismo que M,m yM,h. zDe acuerdo? Son cuatro relaciones: con H,h, Hm, M,m y Mh, Son cuatro micro-relaciones. Paso a M,m. Esta vez tengo tres relaciones, forrosamente, puesto que de derecho habria cuatro, pero hay wna que yaestd tomada por mi serie precedente. Por lo tanto solo puedo tener tres. Entonces, Mm estard en relacién con H,m, M,m, M,h, La telacién M,m/H,h esté comada en la serie precedente. Por tanto solo tengo tres. ¥ e50 me da 7, 4+ 3, Si tomo ahora H,m, por la misma razén tendré solo dos. Habré cuatro relaciones, pero una escari tomada en la serie H,h y la orra estard tomada ela serie M,m. Por tanto para Hm cendrfa Hm y M,h. Son ¢jercicios pricticos, es un curso de sexologia, No veo qué uso pueden daric, pero nunca se sabe [résas). Finalmente, si tomo Mh, ya solo tengo una tinica relacién con M,h. Tengo por lo tanto diez relaciones, diez relaciones moleculares. Esto es lo que define la serie de los amores moleculares. De alli los extrzordinarios texcos de Proust en Sodoma y Gomorra, donde dice que “homosexualidad” no quiere decir gran cosa porque un hombre puede encontrar con una mujer los placeres que espera de otro hombre. En efecto, tomen la combinacién H,h en relacién con M,h. A este nivel hay tuna sexualidad molecular que ya no es ni homosexual ni heterosexual, Hay tuna mulrplicidad de relaciones. Es una microsexualidad ‘Si me conceden esto, me pregunto ~y ven nuestra confluencia con el problema de Foucault eSmo se integra esta microsexualidad. Se integra ce dos maneras. En primer lugar se integra ~digimoslo asi- verticalmente ‘en dos series homosexuales. La serie H/H ¢5 globalmente homosexual rasculino. Después tienen otra serie homosexual M/M. Ahora bien, estas os series se apoyan sobre seis combinaciones de mis diez combinaciones. Seis sobre diez. En efecto, son tres para H/H y tres para M/M. Lucgo tengo ova integracién, a la que llamar esta vez horizontal. Son las cuatio combinaciones restantes las cuatro tiltimas, que se integran en los amores heterosexuales, ¢s decir en fa serie H/M. Por qué esto concierne a Proust? Porque les decia que si toman el «s- quema de los amores en Sodoma y Gomorra, puede ser que desde entonces comprendan el razonamiento de Proust. En En busca del tiempo perdido hay ‘guns homosexuales notorios. ¥ luego hay amores hererosexuales, por ejemplo el narrador y Albertine, 0 el narrador y Gilberte, Proust parte ~¥ «sto es lo que constituye roda su concepcién del amor de una especie de 44 = Segue parte psa deo mice a a macro: integra y fein del poder n obeaber conjunto constituido pot los emores heterosexuales. Luego, con angustia y hnorzos, desprende de esos amores heterosexuales dos series homosexuales [Mientras erie en el pizarrén] El narrador ama a Gilberte, y después ama a Albertine. Se dari cuenta de que seguramente ~;seguramentel— Albertine tesculpable: ha amado y amaréa otras mujeres. Extrae una serie homosexual de un amor heterosexual. Del otro lado hace la misma extraccién: Charlus, setie homosexual. Ast como Albertine remie en secrero a otras mujeres, CCharlus remite en secreto a otros hombres. ¥ recuerdan ustedes que la idea de que Charlus es homasexual, por evidente que sea, es descubierta poco 2 poco por el nazrador de Bn brsca del riempo perdido. Charlus es raro, parece tun loco. Es mucho més taede que el narrador comprende: “;Ah! Ese era el secreto de Charlus”. Del conjunto de los amores heterosexuales extrac entonces dos series homosexuales. Y alli estin hs grandes piginas de Proust sobre la falta, la culpabilidad, la culpabilidad original de los amores a priori culpables, culpables « priori. Por qué culpables « prior Porque Albertine remite ne~ cssariamence a otras mujeres. Es la abominable profecia: cada sexo motiré de su lado, los scxos esti separades. Pero yo decia que limitarse a eso es un extor del lector, un error inexeu- sable, completamente inexcusable. Es nuestro gusto por lo trigico, lo decta la Gitima vez. Pero por lo general para los grandes ausores lo trigico es siempre un mal momento de paso, y tenemos que atracar en orllas mucho is alegres. El conjunto de los amores heterosexuales se descompone en lo aque Proust llama dos razas malditas, la raza de Sodoma ya raza de Gomo- ra, la raza de la homosexualidad masculina, la raza de la homosexualidad femnenina, Pero les decia que Proust no se queda ahi porque ajusta cuentas con la culpabilidad. ;Bajo qué forma? Se da cuenta de que esas dos series ‘no son la Gltima palabra de la sexualidad, y que esas dos series se bafian en. tuna especie de conjunto, de multiplicidad de una nacuraleza completamente distinta la del conjunco de los amores hererosexuales de los euales se habia partido. A saber, cn una suerte de sexualidad molecular donde propiamente hablando ya no hay mds sexo, sino que hay polos, donde ya no hay dos series, sino dies relaciones de un polo a otro, es decit de un punto a otro; donde ya no estin en relaciéa las dos formas “hombre” y “mujer”, sea para uunisse, sea para separarse, sino que se tienden todo tipo de relaciones entre puntos, el punto h y el punto m, que estén contenidos tanto en la gran forma-H como en la gran forma-M. Tienen ahi entonces diez relaciones que constituyen lz sexualidad molecular. 145

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