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LA MORENADA

Hola Javier, al final del ensayo que publicas te haces la pregunta de cómo los aimaras
fueron a los yungas a copiar danzas de negros, ese es un error en el que caes, talvez por
tu notorio nacionalismo que se percibe en tu ensayo, aún poco aceptada por
investigadores bolivianos, pero que en el Perú cada vez cobra más fuerza es que antes
de la independencia de las repúblicas peruana (1821) y boliviana (1825), como se
observa en los documentos de archivo de la colonia los negros no tenían permiso para
reunirse y presentar sus tradiciones en lugares públicos excepto aquellos que estaban
designados por el virreinato para ello, este es el caso de YUNGUYO, pueblo peruano
fronterizo con Bolivia que en épocas de la colonia fue denominado como una PASCANA
para los negros, donde allí si podían danzar, bailar y hasta embriagarse mientras duraba
la peregrinación a Copacabana, es por eso el nombre de Yunguyo, que significa "de los
yungas" o "desde los yungas" esto confirmaría la versión que algún historiador boliviano
hizo sin querer al afirmar que con respecto a las pinturas rupestres de Chirapaca los
entrevistados de la península de Taraco manifestaron que los músicos para interpretar la
morenada eran traídos del sector de Khapia (que como se sabe es el volcán que divide
Yunguyo del Desaguadero en el Perú) entonces si los intérpretes eran de la zona del
Kaphia lo lógico es que la danza también se practicó esa zona ósea Yunguyo y el
Desaguadero, no conozco personalmente Chirapaca pero por la información que tengo es
que la pintura sería de unos morenos ascendiendo a un cerro de forma cónica, que sería
el Kaphia que se ve y divisa desde la península de Taraco porque esta frente a él, así que
los aimaras nunca tuvieron que viajar a los yungas, talvez solo vieron como los negros
danzaban y los imitaron como es una costumbre de los aimaras, por ejemplo en Puno hay
una danza que se llama los tucumanos, y no es ninguna danza del Tucumán, más bien es
la imitación que los aymaras hacían de los arrieros que venían del Tucumán cuando
pasaban hacia el Cusco, también hay la danza de los argentinos, y la de los turcos, y
muchas más lo cual confirmaría la tendencia de los aimaras a imitar y satirizar lo que
veían. Espero que publiques el comentario y no caigas en nacionalismos porque Puno y
la Paz son un mismo territorio una misma nación dividida en dos repúblicas y la nación
aimara trasciende las fronteras políticas creadas recientemente.

La Morenada - ¿Tradición vitivinícola en Bolivia?

Pintura rupestre encontrada en Chirapaca


(La Paz, Bolivia)
Dibujo de unos Morenos ilustra en un libro impreso
en homenaje al Centenario de la creación de la República de Bolivia

La Morenada se baila en el Altiplano paceño


sin representaciones negroides, sino como una forma de organización social aymara
El Achachi, dirige a la tropa de Morenos en Achacachi (La
Paz, Bolivia)

Mujeres aymaras se cubren los rostros con cuero


de oveja negra (¿querrían disfrazarse de negritas?)

6 de Octubre de 2006
Por: Javier Escalier Orihuela

Oír la exposición de un maestro a sus pupilos sobre el origen de la Morenada en una feria de la
ciudad de El Alto, me llevó a pensar en la importancia de estar al tanto de lo que se habla, de
manera responsable, puesto que ello quedará como indiscutible en esa niñez y juventud tal vez
toda su vida.

Es por esta razón que debamos investigar objetivamente el origen de una de las danzas más
importantes de Bolivia. Y uno de los puntos más álgidos sobre su origen surge a propósito de una
leyenda que insiste en la pisa de uva en el occidente de nuestro país. En pleno siglo XXI, nos
recrea una fábula de “negros pisadores de uvas metidos en amplias piscinas (lagares) en pleno
altiplano boliviano”.

A partir de ello, toneles, viñedos y bodegas de vino, en complicadas historias y lenguaje variopinto
han ido danzando y calando profundamente en una percepción sobre esta danza.

Sin embargo, cabe recalcar que la tradición vitivinícola en Bolivia se desenvolvió, según la
historiadora Rossana Barragán, primeramente en la zona de Mizque, Cochabamba, donde se
situaron los primeros productores de vid, “que pasaron en la época colonial de la tradición del
comercio de la coca a la uva”, como consta en una investigación inédita, teniendo su auge en los
siglos XVI y XVII. Poco después inexplicablemente hubo un descenso y hasta un cese casi total en
la producción, tal vez por alguna enfermedad como la “filoxera” que destruyó en ese tiempo varios
viñedos.

Más tarde, apareció un nuevo centro productivo, —siempre con la migración de europeos a estas
tierras— en Nor y Sud Cinti, Chuquisaca y sus ciudades intermedias: Camargo, Villa Abecia y
Carreras, así como en Potosí, en Nor Chichas, Vitichi y Cotagaita y al sur del país en Tarija.

Sobre este tema, un estudio profundo sobre la tradición vitivinícola en Bolivia realizado por el
ingeniero agrónomo Arcil Oliva, encargado por la Corporación de Desarrollo de La Paz
(CORDEPAZ), señala que en el único lugar de los yungas paceños en que se ha elaborado vino y
singani es en el Luribay, aunque de manera muy artesanal, “donde los propios caciques eran
quienes comercializaban su producto hacia Potosí mediante ‘botijas’ de vino”, acota un trabajo
sobre ayllus y haciendas realizado por la historiadora francesa Nadine sibyl.

Por otra parte, aquella tradición que atribuye a los negros, la pisa de uva, es más bien una práctica
ritual que viene de Europa (España e Italia), quienes recibían la cosecha de vid con grandes fiestas
en homenaje a la producción, aspecto que no se podía delegar a terceros.

En el caso de los descendientes afros, tampoco se tiene registro, desde el país de origen, África,
sobre la existencia de un ritual de pisado de la uva, ni que en España e Italia, los negros hayan
participado en esta costumbre; ni que el destino de los esclavos negros en América haya ido a
parar a Cinti o Camargo. Es más la nación afro boliviana ha aceptado que nunca los “esclavos
negros” han interpretado un baile parecido a la pisa de la uva, supuesto origen de la danza, y
menos aún a la Morenada.

En el tema de la danza, Augusto Beltrán Heredia recién describe al Moreno de pollerín en 1955:
“Se diría que son grandes tinajas de plata que se mueven pausadamente por pesadas. Es que en
realidad llevan un saco como tonelete, y un pollerón de tres secciones cónicas...”. La palabra
“tonel” es rápidamente aplicada por los investigadores como Julia Elena Fortún y otros, que la van
transformando en “barril de vino”, que es donde supuestamente el Moreno —esclavo negro—, se
introducía a beber.

Si esto de alguna manera explica el por qué del pollerín del Moreno, no lo hace con la chaqueta de
éste, pues los esclavos negros no vestían monumentales indumentarias, incluso por el calor.
Beltrán es también quien menciona por primera vez a la negra María Antonieta.

Surgen entonces incógnitas como: ¿Por qué los aymaras fueron hasta los yungas paceños, a los
asentamientos de negros, a copiar sus danzas?, o ¿Cuál era el interés de los aymaras por
representar a esclavos negros en lugar de sí mismos?, y con ello surge esta necesidad de una
investigación objetiva.

El origen de la Morenada se remonta a la época colonial. Ya en 1850 era una tradición en La Paz,
posteriormente va sufriendo un proceso de “aymarización” que culmina con las características con
las que hoy se la conoce; ahora lo que se vive es su “bolivianización”, más allá de querer buscar
connotaciones regionales.
¡Qué tal que primero la Morenada sea reconocida por nosotros como boliviana!

* Javier Escalier Orihuela impulsa un Proyecto para que la Prefectura paceña declare a la
Morenada como Patrimonio de los paceños

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