EDUARDO SEGUNDO. PERSONAJES
Rey EDUARDO Srauxno:
Pricirt EDUARDO, su hijo,
después rey Eduardo
Tercero
Cone DE Kent, hermano
del rey Eduardo Segundo
Gavestow
WARWICK
LancasTER
PEMBROKE
ARUNDEL
Leicester
BERKELEY
MORTONER
‘MORTIMER MENOR, su
sobrino
SPENCER
SPENCER HIJO
ARZOBISPO DE CANTERBURY.
Oatst0 pe CoveNTay
(Onsro DE WincHesTER
Batpocx
BEAUMONT
‘TRUSSEL
Gurney
Mamevs
LicHraonN
St JUAN DE Hansautr
LEvUNE
Rice aP Hows
Abad, monjes, heraldos, seio-
res, pobres, Jaime, Mower,
Cempeia, mensajeros, sol-
ddados y criados
REINA [ABEL esposa de
Eduardo,
Sobrina del rey Eduardo Se-
tudo, hiia del dugue de
Glowcester
Damas
ACTO PRIMERO
ESCENA PRIMERA
Una calle de Londres. Entra GAVESTON leyenda wna carta que he
recibido del rey
Gavesron.— «Mi padre ha fallecido, Ven aci, Gaveston,
a compartir el reino con tu amado amigo.» Ob, palabras
‘que me sacian de deleite’ (Qué mayor felicidad puede
faber 2 Gaveston que ser el favorito de un rey? Dulce
principe, voy; que tus amorosos renglones habrian podido
hacerme venir a nado de Francia y,como Leandro, expirar
‘en la arena con tal de verte sonreir y tomarme en tus
brazos. Para mis ojos de exilado la vista de Londres ex
como eleliseo aunalmaaél recién llegada. No porque ame
festa ciudad sia sus hombres, sino porque alberga a! que
me es tan caro, esto es, al rey. sobre cuyo pecho moriria
Tontento aunque tuviese por enemigo al resto del mundo.
{Necesitan las gentes del Artico amar las estrellas cuando
Elsol brilla sobre ellos dia y noche? Adiés, vil humillarse
ante los orgullosos pares; que mi rodilla s6lo se doblara
dante el rey. En cuanto a la multitud, gqué son sino chispas
arrancadae de los madcros quemantes de su pobreza?
‘Antes trataria de halagar al viento que roza mis labios
¥ huye.. Pera gquiénes son és0s?
(Entran tres pobres hombres)
Posnes.— Los que necesita el servicio de Vuestra
Sefioria.
Gaveston,— ¢Qué sabéis hacer?
Posar v.— Yo s€ cuidar caballos.
Gaveston.— Pero no tengo caballos. gY +i?
193PoarE>.- Yo soy un viajero.
Gaveston.— Veamos... Td podrias ayudar a mi trineha-
dor y, contarme mentiras a Ja hora de yantar, Me gusta tu
discurso y te tomaré, (Tu, qué eres?
Poare ».— Un soldado que ha luchado contra los
excoceses,
Gavrsron.— Hospitales hay para Jos que estin en tu
80. Yo no hago guerra alguna; por lo tanto, marchaos,
Posne y.~ Adiés, y asi perezea a manos de un soldado
quien como recompensa quiere para ellos ¢! hospital,
Gaveston.~ (dparte.) Tanto me inmutan tus palabras
como si un ganso, fingiéndose pucrcoespin, quisiera con
sus plumas perforar mi pecho. Sin embargo, no cuesta
trabajo hablar con afabilidad 2 las gentes. Asi, lisonjearé
1 éstos y les haré vivir de esperanaas. (A ellos.) Ya sabréis,
que scabo de Hlegar de Francia y ain no he hablado a mi
sefior el rey. Si me aviene bien, os emplearé a todos,
‘Tovos.— Lo agradecemos a Vuestra Sefioria.
Gaveston.— Ahora tengo que hacer: dejadme.
‘Tonos. Os esperaremos cerca de la corte.
Galen)
Gaveston. ~ Estos no son hombres para mi. Yo necesi-
10 poetas exquisitos, ingenios, placenteros, mésicos que
con el tocar de una cuerda convenzan al décil rey de que
‘haga lo que se me antoje, porque la poesia y la musica son
su deleite. Prepararé por la noche mascaradas italiana,
amenot discurror, comediae y ageedables exhibiciones,
Por el dia, cuando salgamos, mis pajes irin vestidos de
sclvéticas ninfas, y mis hombres, como satiros disfrazados
en las praderas, danzarin con sus pies de cabra un paso
nistico antiguo. A veces un gentil mancebo, con la aparien-
cia de Diana, con un cabello que dore el agua cuando sobre
clla se deslice, con brazaletes de perlas en torno a sus
brazos desnudos y en sus manos juguetonas una rama de
olivo paraesconder esas partes que los hombres se compla-
‘cen en ver, se bafiard en una fuente, y af cerca, uno, en
‘Buisa de Actedn, atisbard entre el follaje y por la enojada
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diosa metamorfoseado, como liebre correri perseguido
por aullantes sabuesos que le derribarin en tierra, donde
fingird morir. Cosas como éstas son las que mis placen aSu
Majestad. (Se detiene,) {Dios mio! Aqui vienen del Parla-
mento el rey y los nobles. Me apartaré,
(Se retira. Entram el Rey, Lancaster, Mortimer, Mortimer menor,
Edmundo, conde de Kent, Guy, conde de Warwick, e,)
EDUARDO.~ jLancaster!
LLANCASTER.— {Sefior?
Gaveston.— (Aparte,) Aborrezco al conde de Lan-
caster.
EDUARDO.~ (Aparte, a Lancaster.) {No me concederis
esto? A pesar de ellos cumpliré mi voluntad, aunque
conozco que esos dos Mortimer, que tanto me enojan, se
sentirén disgustados.
‘Morimen.— Si nos amis, seior, odiad a Gaveston.
Gaveston.~ (Aparte,) \Villano Mortimer! Yo seré tu
muerte.
‘Moxrimen menon.— A mi tio, a este conde y a mi nos
hizo jurar, al morir, vuestro padre que nunca permitir
mos x Gaveston volver 3 este reino. Y si hubiese yo, sefior,
de quebrantar mi juramento, esa espada mia, harto capaz
de ofender a tus enemigos, dormiria en la vaina en tw
nesesidad y bajo wus banderas marcharia quien quisiere,
porque Mortimer colgaria su armadura.
GAVESTON.~ (Aparte.) Mort Dieu!
EpuARDO.— Mortimer, yo haré que te arrepientas de
esas palabras. Parécete razonable contradecir a tu rey?
gTambién te tornas ti adusto, ambicioso Lancaster? La
espada alisara las arrugas de tu frente y ablandard esas
rodillas que tan rigidas se han tornado. Gaveston vendra
aqui y entonces sabréis vosotros el peligro que hay en
oponerse a vuestro rey.
Gaveston.— (Apart) {Bien, Eduardito!
ws