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CONTENIDO

DOSSIER 3 Cecilia Colón


LA VIDA COTIDIANA EN  PRESENTACIÓN.
MÉXICO EN EL SIGLO XIX LA VIDA COTIDIANA EN MÉXICO EN EL SIGLO XIX

7 Alejandro González Acosta


 LOS RESTOS DE JOSÉ MARÍA HEREDIA (SANTIAGO
DE CUBA, 1803-CIUDAD DE MÉXICO, 1839).
DETRÁS DE LOS HUESOS PERDIDOS
O ¿L A PAZ DE LOS SEPULCROS?

23 Leticia Romero Chumacero


 LAURA MÉNDEZ Y MANUEL ACUÑA:
UN IDILIO (CASI OLVIDADO) EN LA REPÚBLICA
DE LAS LETRAS

41 Margarita Alegría de la Colina


 IGNACIO RODRÍGUEZ GALVÁN, HUMOR Y VIDA
COTIDIANA EN EL MÉXICO DEL SIGLO XIX

59 Roxana Elvridge-Thomas
 DE MOLES, PULQUES, DULCES Y BISTECES:
LA COMIDA EN LA CIUDAD DE MÉXICO
DURANTE EL SIGLO XIX

71 Begoña Arteta
 NUEVOS SABORES: GUSTO Y DISGUSTO

85 María Emilia Chávez Lara


 LA SERPIENTE-HADA DEL DESEO DE LO IMPOSIBLE

93 Cecilia Colón
 LA CONSTRUCCIÓN DE LA LITERATURA NACIONAL
LITERATURA 101 Alejandro Caamaño Tomás
Diana M. Magaña Hernández
 LA MUJER Y SU REFLEJO EN LA LITERATURA
BAJOMEDIEVAL ESPAÑOLA:
¿LITERATURA FEMINISTA O FEMENINA?

119 Leonardo Martínez Carrizales


 LA FIGURA DEL CARIBE MEDITERRÁNEO
EN GERMÁN ARCINIEGAS.
UNA ESTRATEGIA DEL DISCURSO AMERICANISTA

137 Ociel Flores Flores


 EFRAÍN HUERTA Y OCTAVIO PAZ.
DOS TRAYECTORIAS DE LA LITERATURA SOCIAL

153 Alejandra Herrera


 “LOS SANTOS REYES” DE SEVERINO SALAZAR
O UN SUEÑO DE PAPEL FRENTE
A LA DESHUMANIZACIÓN DEL MUNDO GLOBAL

HISTORIA 163 Ana María Peppino Barale


 LAS HIJAS DE EVA Y SU ORDENACIÓN SACERDOTAL
¿OPRESIÓN INJUSTIFICADA O DOGMA DE FE?

179 Alicia Bazarte Martínez


José Antonio Cruz Rangel
 SANTAS ESCUELAS DE CRISTO EN LA SEGUNDA MITAD
DEL SIGLO XVIII EN LA CIUDAD DE MÉXICO

MIRADA CRÍTICA 201 José Martín Hidalgo Martínez  Alberto Rodríguez G.

207  SINOPSIS
211  COLABORADORES
PRESENTACIÓN
LA VIDA COTIDIANA EN MÉXICO EN EL SIGLO XIX

CECILIA COLÓN*

C
panorama de este México decimonónico
ostumbres, tradiciones, chismes, re- en todos los aspectos: comenzamos con
gocijos, obligaciones, cotidianeidad… con los cementerios, nos seguimos hasta la
cuántas palabras podemos designar aque- cocina y terminamos con la formalidad
llo que va formando nuestro diario ir y de la literatura.
venir por una ciudad, por una sociedad El primer artículo nos lleva a un lugar
determinada, por nuestro rumbo, por al que todos llegaremos tarde o tem-
nuestra casa en un momento histórico prano: los cementerios, y como la vida,
específico. Esta situación es la que va también existe la muerte y es necesaria,
haciendo que vivamos de una forma de- pero hay que reglamentarla. “Los restos
finida, que realicemos actividades que de José María Heredia. Detrás de los hue-
se van convirtiendo en costumbre y tradi- sos perdidos o ¿la paz de los sepulcros?”
ción de un lugar, de una época. En este do- es un texto de Alejandro González Acosta
ssier hemos querido reconstruir un poco y en él nos lleva a conocer, en primera
ese acontecer habitual y cotidiano de la instancia, el triste final de los restos del
Ciudad de México del siglo XIX, así que al gran poeta cubano José María Heredia
tiempo que lo hacemos desde un punto (1803-1839), que no descansa en paz; ya
de vista más formal, también nos vamos muerto, ha seguido viajando por varios
a los pasillos, a los entresijos de esta ciu- panteones: el Santuario de Nuestra Seño-
dad para conocer los chismes que se ra de los Ángeles, Santa Paula, y después,
decían entre susurros, pero que adere- sólo Dios sabe, pues la investigación
zaban, como las cerezas de un pastel, todavía no da el dato exacto de dónde
el incesante acontecer de esta naciente reposa. Junto a estas pesquisas, González
capital independentista. Acosta nos muestra la legislación que ha-
Nuestro dossier está formado por siete bía en el México Independiente sobre
artículos que nos dan un rico y variado los panteones, nos habla de las condicio
nes que se necesitaban para ser hués-
ped de ellos y hasta del precio que se ha-
bía de pagar: ¿a perpetuidad o temporal?
* Departamento de Humanidades, UAM-A. Lo que sucedía en el más allá, sólo Dios

3
CECILIA COLÓN

lo sabe, pero en el más acá... a veces era do, a esta serie de situaciones chistosas,
más complicado morir que vivir. a veces humillantes, llevadas a la exage-
Ya dijimos que la vida cotidiana está ración por un provinciano que se vuel-
llena no sólo de lo que se hace por cos- ve como el juguete de una Ciudad que
tumbre, sino también de las habladu- es alocada, terrible, peligrosa y diabólica,
rías, de todo aquello que se dice en voz pues todo le sale mal y lo que él pensa-
baja, de lo que se oculta, de los secretos ba que sería un paseo, se convierte en
a voces y Leticia Romero Chumacero nos una pesadilla.
entrega la crónica de un delicioso chisme- La comida y la bebida es algo que
rumor que durante muchos años estuvo siempre hacemos, desde que nacemos
en la clandestinidad: el idilio entre Laura hasta que morimos, lo interesante es
Méndez y Manuel Acuña, el famoso vate cómo resolvemos estos rituales que son
de quien se aseguraba se había suicida- motivo de tertulias, cambios de opinio-
do por el rechazo de Rosario de la Peña, nes y, a veces, hasta disputas. En este
¿realmente fue por ella? Los argumentos dossier contamos con tres artículos que
de Leticia Romero en su artículo: “Laura se refieren a este tema: “De moles, pul-
Méndez y Manuel Acuña: un idilio (casi ques, dulces y bisteces: la comida en la
olvidado) en la República de las Letras” son Ciudad de México durante el siglo XIX”
contundentes: hubo un gran amor entre de Roxana Elvridge-Thomas, “Nuevos
estos dos poetas decimonónicos, Laura y sabores: gusto y disgusto” de Begoña Ar-
Manuel, que culminó con el nacimiento teta y “La serpiente-hada del deseo de
de un hijo que no terminó ni siquiera su lo imposible” de María Emilia Chávez.
primer año de vida debido a la extrema Roxana Elvridge-Thomas nos obsequia
pobreza en que estaba sumida la pareja. con un delicioso texto donde nos da una
¡De lo que nos venimos a enterar tantos panorámica de las costumbres y rituales
años después! culinarios en el México del XIX. Ella nos
Por supuesto, junto a la muerte con la habla del menú que se estilaba comer
que los mexicanos nos llevamos tan bien por aquella época y después de enterar-
y en medio de un buen chisme no podía nos de esto, surge la pregunta: ¿por qué
faltar la risa, la ironía, la burla; el manejo no estaban completamente obesos nues-
de estas tres situaciones son diferentes tros ancestros luego de saborear tal can-
en cada cultura y en cada país. Margarita tidad de comida? Adivinando esta duda,
Alegría nos da una muestra de cómo se la propia Roxana Elvridge-Thomas se la
practica esto durante el siglo XIX a través plantea y la responde. Pero no sólo
de un escritor que ha sido considera- habla de esta cuestión, de la mano del
do el primer romántico mexicano: Igna- poeta Manuel Gutiérrez Nájera, nos in-
cio Rodríguez Galván (1816-1842), sobrino troduce al cosmopolitismo del final de
del famoso Mariano Galván, el editor de ese siglo en donde la moda, el lenguaje
los no menos conocidos calendarios Gal- y la cocina logran un sincretismo sin igual
ván. A lo largo del artículo “Ignacio Ro- con Europa, admitiendo las influencias
dríguez Galván, humor y vida cotidiana francesas y estadounidenses, pues nos
en el México del siglo XIX”, Margarita Ale- acercamos al cognac, al ajenjo y al cham-
gría nos introduce a ese siglo y, sobre to- pagne, sin dejar de lado, por supuesto,

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PRESENTACIÓN. L A VIDA COTIDIANA EN MÉXICO EN EL SIGLO XIX

nuestro tradicional mole que en ese mo- Europa, sino también los mexicanos. En
mento se consolida como el platillo na- el artículo “La serpiente-hada del deseo
cional por excelencia. de lo imposible”, María Emilia Chávez
Por su parte, Begoña Arteta nos mues- Lara nos explica qué es y qué efectos
tra como descubren el arte culinario del provocaba el ajenjo, esa hada verde que
México decimonónico, a tres viajeros ponía tan gozosos a nuestros artistas. Ella
ilustres: Frances Erksine Inglis, mejor co- nos platica cómo nuestros escritores se
nocida como Madame Calderón de la dejaban seducir por su color verde, su
Barca, de origen escocés; Brantz Mayer, aroma, su textura, pero quizás, sobre to-
norteamericano, y Carl Bartholomaeus, do, porque la propia seducción era mis-
un británico-austríaco; todos ellos tienen teriosa. “¿Qué va a suceder cuando la
en común el formar parte de diferentes beba yo? –quizás pensaban–, ¿qué imá-
legaciones diplomáticas que vivieron una genes y metáforas va a producir en mi
buena temporada en México. En “Nuevos cerebro...?” Esas preguntas, cada artista
sabores: gusto y disgusto” y junto con Be- las tenía que responder de manera per-
goña Arteta, podemos ver sus rostros de sonal luego de un largo y delicioso trago
asombro y, a veces, de repulsión al tener de ajenjo.
que probar un platillo, frutas exóticas, Cerramos nuestro dossier con un ar-
como el mango y el zapote, o picosas sal- tículo titulado “La construcción de la li-
sas que jamás hubieran imaginado comer teratura nacional” de la pluma de Cecilia
y no hablemos del pulque, bebida de lar- Colón; ella nos habla de la cotidianeidad
ga tradición en la historia de la comida entre los intelectuales, esta tarea que
mexicana, porque la expresión de nues- no podía esperar más tiempo y que era,
tros viajeros es de horror. Sin embargo, precisamente, la construcción de nues-
luego de vivir aquí y conocer no sólo la tra literatura nacional, faena nada sen-
comida sino las costumbres e idiosincra- cilla ni fácil si nos ubicamos en las cir-
cia del mexicano, llegan a la conclusión cunstancias de ser un país que apenas
de que el descubrimiento es por demás se estaba formando, que se estaba “in-
gustoso, apetitoso e inolvidable. ventando” a sí mismo y una de las
Continuamos con un artículo sobre un primeras responsabilidades que tenían
tema que a veces no tomamos en cuenta quienes poseían más educación, lectu-
cuando hablamos de la vida cotidiana de ras y conocimiento, era el fortalecimiento
una época determinada y es la bebida. de una literatura nacional y la creación de
Todos bebemos algo cuando comemos, una conciencia nacional.
cuando tenemos sed, pero también lo Así que luego de un paseo tan variado,
hacemos cuando nos reunimos con ami- seguramente suspiraremos ante la año-
gos y buscamos, además, algo más fuerte ranza de un México que ya no existe, pe-
que nos dé chispa en el cerebro, que ro que podemos reconstruir gracias a la
nos “ilumine” al momento de la creación memoria, a la investigación y la comida
y qué mejor que saber lo que bebían y bebida que todavía, hasta el día de hoy,
muchos de los intelectuales no sólo de podemos degustar. ¡Aah, qué tiempos
aquellos, señor don Simón!

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LOS RESTOS DE JOSÉ MARÍA HEREDIA
(SANTIAGO DE CUBA, 1803-CIUDAD DE MÉXICO, 1839)
DETRÁS DE LOS HUESOS PERDIDOS O ¿LA PAZ DE LOS SEPULCROS?
ALEJANDRO GONZÁLEZ ACOSTA*

“¡Qué tristes y solos Desde 1939, y como resultado según


se quedan los muertos!”
suelen serlo entre nosotros2 de un apre-
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER surado homenaje por el centenario de su
muerte, el meritorio y muy puntual Ma-
nuel García Garófalo-Mesa dio por perdi-
dos los restos del poeta cubano-mexicano

“S e agotan espacios en panteones


de la Ciudad de México. Son insuficien-
José María Heredia.3 Hoy ya nadie pone
en duda que el bardo murió en la Ciudad
de México, en un cuarto interior de la
tes para cubrir las necesidades de la Calle del Hospicio No. 15, el martes 7 de
capital. Urge construir más camposantos
y crematorios”.
“En los 100 panteones civiles de la
2 Decía Pedro Santacilia a Vidal Morales en
carta del 1ro. de diciembre de 1903: “Entre los
Ciudad de México, sólo quedan dis- innumerables defectos que hemos heredado de
ponibles 139 mil 176 fosas y en los 15 con- los españoles tenemos el imperdonable de de-
cesionados siete mil 223 espacios, lo cual jarlo todo para la última hora, y por eso suce-
de casi siempre que las cosas salen mal, y eso
resulta insuficiente para una capital con temo que va a suceder con los proyectos refe-
casi diecinueve millones de habitantes”.1 ridos a las celebraciones del Centenario” (Ma-
nuel García Garófalo-Mesa, Vida de José María
Heredia en México, p. 756). En adelante, só-
* Instituto de Investigaciones Bibliográficas (Biblio- lo García.
teca y Hemeroteca Nacionales), Universidad
3 Los intentos anteriores por encontrar sus restos
Nacional Autónoma de México fueron: en 1857, consulta de Loreto Heredia de
1 Laura Cardoso Tierra, unomásuno, México, 1ro. Lamadrid a su amiga Isidora Ortega, desde Cuba.
de noviembre de 1997. Desde octubre de 1975, La señora Ortega deslizó errores importantes
mediante decreto presidencial, desaparecieron en su informe; en 1882, la gestión que en Mé-
las perpetuidades, y en su lugar se establecie- xico y también sin éxito, realizó José de Jesús
ron las temporales, para el uso de las fosas por 7 Heredia; desde 1884, Vidal Morales los da por
años, con dos periodos iguales refrendables. Hoy perdidos (Vid. García, p. 751); y finalmente, en
en la ciudad, los cementerios más solicitados son 1939, García busca en las Actas del Cabildo
los de Dolores y San Nicolás Tolentino. El único de México, años 1839-1859, los Panteones de
que ya no brinda servicios es el de San Fernan- Nuestra Señora de los Ángeles y Santa Paula, y no
do en la Delegación Miguel Hidalgo, donde están encuentra nada sobre Heredia. También revisó
las tumbas de Vicente Guerrero y Benito Juárez. los de San Pablo y San Fernando.

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ALEJANDRO GONZÁLEZ ACOSTA

mayo de 1839, a los treinta y cinco años, Además del lógico interés en detectar
cuatro meses y siete días de vida,4 aun- los restos de quien fue no sólo el primer
que por algún tiempo subsistió el error de gran poeta cubano, sino una importante
suponer que había fallecido en Toluca,5 presencia en México, su segunda patria,
lo cual dio origen a una pista equivocada y en su tiempo el más señalado y reco-
para detectar su tumba. Lo cierto es que nocido romántico hispanoamericano, vol-
al momento de ocurrir, su muerte pasó sin ver sobre el asunto de ellos puede servir
noticia alguna, por los graves sucesos que por otra parte para abordar uno de los
padecía México en esos días.6 temas más apasionantes y poco estudia-
dos en la historia del México del siglo
XIX: el capítulo un tanto macabro –por
4 Libro de Entierros de Feligreses del sagrario del más de una razón, como se verá– de
año de 1839, existente en el Archivo de la mis-
ma Parroquia, fojas 45, frente. Al margen: “323. sus sitios de enterramiento. He podido
El Lic. Don José María Heredia. Casado. En siete constatar en la medida que avanzaba
de mayo de mil novecientos (¿ochocientos?) esta búsqueda, la extrema complejidad
treinta y nueve, echas las ecsequias en la Igle-
sia del Santuario de N. Sra. de los Ángeles, se del tema, en el cual se funden poderosos
le dió Sepultura Ecca. en Panteón de dho. al intereses económicos y políticos dentro
cadáver del Lic. D. José María Heredia, casado de las circunstancias del convulso siglo
que fué con Da. Jacoba Yáñez, no recibió los
Sacramentos, murió hoy, Calle del Hospicio pasado en México. Así pues, aunque es-
No. 15. Dor. José María Guerrero. Es copia fiel ta búsqueda de la cual ofrezco ahora los
del original. Doy fe. Para los fines lícitos que al primeros resultados documentales, no
interesado convengan. México, D.F., Parroquia
del Sagrario Metropolitano a los once días del logre llegar a su fin propuesto (encontrar
mes de noviembre de mil novecientos treinta y los restos de Heredia, de momento), sí
siete. F.O. del Párroco. José Luis Cordero. Pbro. podrá servir al menos para los curiosos
Hay un sello gomígrafo. Sagrario Metropolita-
no de México.” (García, p. 685). que nunca faltan –por fortuna– en estos
5 Se manejó que había muerto en la Calle de asuntos de la historia, y muy especialmen-
Cocheras No. 6, el 6 de mayo del mismo año. te para aquellos interesados en la mane-
Según James Kennedy, Selections from the Poems
of J.M. Heredia. La Habana, 1844. Dato obtenido, ra y medios de enterrar a sus muertos.
según él, de Domingo del Monte, que reprodu- Es muy confusa la documentación rela-
cirá Vidal Morales. Vid. infra. cionada con los restos de Heredia; tanto,
6 Apenas una convocatoria para concurrir por la
plaza vacante debido a su fallecimiento como que hasta el paciente Pedro Santacilia,
secretario de la Segunda Sala de la Audiencia, en cubano yerno y secretario de Benito Juá-
el Diario del Gobierno, núm. 1473 (12 de mayo,
1839) y un tardío artículo necrológico en el mis-
mo órgano, No. 1596 (4 de julio, 1839), de Igna-
cio Sierra y Rosso. Aunque García señala que En El Día de Oaxaca aparece: “Interior//Mégico,
este artículo no aporta nada nuevo o interesante Mayo 8 de 1839//Necrológicas// Con profundo
sobre la vida de Heredia, sí resultó premonito- sentimiento tenemos el dolor de anunciar, que
rio: “Tal vez el tiempo asolador hará confundir el mejor poeta americano, el literato de primer
el sepulcro donde la inmortalidad y la fama api- órden D. JOSÉ MARÍA HEREDIA ha fallecido ayer
ñan coronas de laurel, que reverdecerán cada á las seis de la mañana: pronto nos ocuparémos
aurora: Mas el nombre del Cantor de Cuba mo- de publicar la biografía de nuestro desgraciado
rirá con el último de los habitantes de México” amigo, cuya alma tenga Dios Todopoderoso en
(Apud. García, p. 693). García no registró una la manción de la luz y en los alcázares de es-
nota que hallé en un periódico de provincias con trellas á donde él se elevaba con su dulcísima y
el cual colaboró ocasionalmente Heredia, y de armoniosa lira /El Iris/”. (Oaxaca, Tomo III, 26 de
la cual doy noticias, creo que por primera vez. mayo de 1839, núm. 9, p. 70).

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LOS RESTOS DE JOSÉ MARÍA HEREDIA (SANTIAGO DE CUBA, 1803-CIUDAD DE MÉXICO, 1839)...

rez, llegó a hastiarse por las consultas documento que lo compruebe, debemos
(siempre bajo el signo de la premura del suponer que así se hizo por los varios
Homenaje del Centenario ya menciona- testimonios existentes y porque no ten-
do), y recomendar que dejaran “en paz dría sentido una adulteración sobre la rea-
al pobre Heredia”.7 Ante la saludable y lización de este traslado. Aquí comienza
razonable duda, me impuse revisar nue- la odisea de los restos de Heredia. Según
vamente todo el recorrido de los investi- el creíble testimonio de un amigo del
gadores que ya anteriormente se ocupa- poeta, su monumento funerario –que se
ron del asunto, no dando nada por describe como una urna sobre pedes-
aceptado sin comprobarlo antes personal tal–10 se encontraba en 1847 en Santa
y directamente: varias estimulantes sor-
presas me procuró esta cautela y falta de
confianza. Además, pude revisar los docu- México, 1ro. de julio de 1882), que estaban en
mentos que en 1939, fecha del último dicho Panteón “a mano derecha de la entrada
intento conocido por encontrar los di- que mira al Poniente”, y cita la inscripción: “Su
cuerpo envuelve del sepulcro el velo:/Pero le
chosos restos, no estaban a disposición del hacen la ciencia, la poesía/ y la pura virtud que
público. En verdad me resultó asombrosa en su alma ardía,/ Inmortal en la tierra y en el
y gratificante, por varias razones –algu- cielo”. Y se lo atribuye a José María Lacunza,
pero confiesa ignorar dónde estaban los restos en
nas algo alejadas de mi propósito cen- ese momento (1882). Al tema de los restos tam-
tral, pero igualmente ilustrativas y prove- bién se refirieron: José Augusto Escoto (Cuba y
chosas– pues hube de revisar la evolución América. Revista ilustrada. La Habana, año VII,
núm. 7, noviembre 15, 1908), y Vidal Morales y
de la legislación mexicana y especialmente Morales (El Mundo. La Habana, 31 de octubre,
capitalina, en cuanto al rubro de panteo- 1903). Al parecer, el traslado de los restos de
nes, camposantos y cementerios. Heredia de Nuestra Señora de los Ángeles a San-
ta Paula debió ser durante de la estancia de
Después de su muerte, el 7 de mayo de Carrerá, en 1844, entre el 15 de febrero y el 2
1839 sin la menor duda, en la Calle del de mayo, o días inmediatos posteriores, por en-
Hospicio de San Nicolás núm. 15 (hoy Re- cargo de la madre de Heredia. Se fueron a Cuba
el 2 de mayo de 1844, cinco días antes de que
pública de Guatemala, núm. 100, donde se cumpliera el plazo de cinco años otorgados
una placa señala el sitio a la memoria pú- por la ley mexicana entonces vigente para exhu-
blica), José María Heredia fue inhumado mar los sepultados. Ignoro cómo pudo ocurrir
esto. Deduzco que al menos salieron para Ve-
en el Santuario de Nuestra Señora de los racruz tres días antes de esa fecha, y llegaron a
Ángeles; al clausurarse éste, encontrán- la Isla justamente el 7 de mayo de 1844, en el
dose aún su viuda e hijos en México, los quinto aniversario de la muerte de Heredia. Poco
más de un mes –hasta el 17 de junio– vivió la
restos se trasladaron en 18448 al Pan- viuda (ya iba muy enferma), y fue enterrada en
teón de Santa Paula,9 y aunque no hay un la Iglesia Parroquial de San Carlos en Matanzas.
Le sobrevivieron dos hijas (Loreto y Mercedes)
y un hijo (José de Jesús).
10 Así describe José Augusto Escoto (“Los restos de
7 García, p. 753. José María Heredia”. Cuba y América, Año VII,
8 Ese fue el último año que vivieron en México, Vol. XII, núm. 17, noviembre 15, 1903), el mo-
pues vino por ellos Rafael Carrerá –encargado numento de Santa Paula: “No era aquel monu-
para tal fin por la madre del poeta– quien los mento de descanso eterno, ni un nicho, ni una
llevó a Matanzas, donde residía doña Mercedes. bóveda, sino un pedestal de piedra pintada de
9 Según los datos ofrecidos por J. Sebastián Segura color obscuro, de un metro de altura o poco
y José Augusto Escoto (Apud. García, p. 748). más; en la parte superior se colocaba un cajón
Segura señalaba (El Nacional, núm. 311, Año II, de metal de bastante capacidad para contener

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ALEJANDRO GONZÁLEZ ACOSTA

Paula, cerca del nicho de Luis Martínez •¿Fueron llevados al Panteón del
de Castro, y esto refuerza la gestión de Tepeyac, a una fosa común, como
Carrerá, tres años antes.11 supone García?
Después, en fecha nunca precisada •¿Fueron depositados en alguna cripta
del convento de Las Capuchinas?
con absoluta certidumbre, fue cerrado
•¿Los colocaron en el Panteón del
Santa Paula y se perdió la pista de los
Campo Florido?12
restos de Heredia. Existen varias hipótesis •¿Están en el Panteón de San Diego?
sobre este traslado:
Para algunas de estas preguntas he en-
•¿Fueron llevados al Panteón general de
contrado respuestas iniciales:
Dolores en el último tercio del siglo XIX,
al cerrarse definitiva y completamente
Es poco probable que fuera llevado fi-
Santa Paula?
nalmente a una fosa común del Pan-
teón del Tepeyac, como propone en-
tre otras probabilidades García, pues el
único Panteón entonces en la zona era
los restos: para cubrir la caja y que le sirviera a la
vez de adorno, tenía una urna en forma de farol, el ubicado en el mismo Cerro de Tepe-
hecha con vidrios negros para que no se viese la yac, y como era de lujo (lo sigue siendo
caja interior y como color más propio al caso en en 1997, según pude comprobar sobre
los vidrios se ponían las inscripciones con letras el mismo terreno: allí están, entre otros
doradas. Guardaba alguna semejanza con los
fanales que para el mismo objeto se usaron en ilustres, el general y “Alteza Serenísima”
otras edades, modificando lo más sencillo posible don Antonio López de Santa Anna, la
para su costo. El que compró la familia Heredia, primera esposa de don Porfirio Díaz,
no obstante, después de terminado, con los y el nieto de don Agustín de Iturbide),
derechos, le subió aquel a quinientos pesos. La
no contaba con fosa común, que era
vidriera que cubría los restos del poeta tenía en
sus cuatro costados la siguiente inscripción, que expediente sólo para gente muy pobre
la familia conserva copiada entre sus papeles, y sin familiares. La revisión documental
firmada por los señores Pomposo Fernández directa aportó además que el testimo-
de San Salvador y Juan Oraz y Guzmán, dice así: nio brindado por Isidora Ortega a su
‘El Licenciado Don José María Heredia falleció
el día 7 de mayo de 1839, de edad de 35 años. amiga, la hija del poeta, es falso, pues en
Varios de sus amigos y compañeros dedican a su 1857 aún no había sido clausurado San-
grata memoria el siguiente: //Epitafio// Su cuer- ta Paula.13
po envuelve del sepulcro el velo/ Pero le hacen
la ciencia, la poesía,/ Y la pura virtud que en su
alma ardía/ Inmortal en la tierra y en el cielo’//. Es Entre otras desdichas que le deparó la vi-
la misma inscripción que compuso D. José Ma- da y aun la muerte al pobre Heredia, es-
ría Lacunza y se grabó en la lápida que cubría el tuvo la persecución de las circunstancias
primer lugar de descanso de los restos de Here-
dia en el Panteón del Santuario de Nuestra nacionales. Le tocó morir en medio de un
Señora de los Ángeles, con la diferencia de que periodo de notable inestabilidad política
no pudiendo colocarse la lápida en el nuevo y administrativa, con gobiernos que –si
monumento de Santa Paula, se puso en letras
doradas en la vidriera que cubría la caja de los bien les iba– duraban el espacio entre un
restos, como dejamos dicho era costumbre amanecer y un ocaso. Y cuando su familia
hacerlo” (García, pp. 759-760).
11 Vid. García, p. 758. Testimonio de Juan N. Na-
varro. Escoto se equivoca al señalar que Santa
Paula fue clausurado entre 1845 y 1850 (Vid. 12 García, p. 766.
García, p. 762). 13 Ibid., p. 751.

10 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


LOS RESTOS DE JOSÉ MARÍA HEREDIA (SANTIAGO DE CUBA, 1803-CIUDAD DE MÉXICO, 1839)...

sale hacia Cuba, al poco tiempo estalla La concurrencia fue numerosa y lucida,
el conflicto de la Reforma, que trastocó pasó por Palacio, Calles de Plateros y
todo el orden establecido hasta entonces, San Francisco y por la de Santa Isabel,
con resultados de disímil interpretación, se dirigió al Panteón de Santa Paula en
donde se pronunciaron varios discursos
significación y valoración.
y, después de sepultados los restos de
Un formidable y casi desconocido –o
Pérez y Xicoténcatl, las tropas hicieron
al menos, muy poco difundido– cronista sus descargas y la concurrencia se
de esa época fue el preclaro don José Ra- disolvió a las tres de la tarde.17
món Malo, quien en su Diario de sucesos
notables (deliciosamente anotado por el La Reforma que turbó a los vivos, tam-
padre Mariano Cuevas, S.J.), fijó para la poco permitió el reposo de los muertos.
memoria de las futuras generaciones Hombre singularmente enterado (por su
algunos hechos que tienen mucho que ver posición y contactos), y crítico (no en
con esta pesquisa. Cuando reseña el 27 vano era sobrino de Iturbide), Malo no
de septiembre de 1842 la celebración del perdonó en su Diario (no destinado a la
aniversario de la entrada triunfal del Ejér- publicación, ciertamente), el menor de-
cito Trigarante (ocurrido en 1821), desta- talle de su época. Ocupaba para eso
ca la gran pompa del suceso y agrega: una privilegiada ubicación: era hombre
“Después del paseo de la mañana, se for- cercano a muchas figuras del gobierno,
mó otro desde la Alameda al cementerio quienes admiraban calladamente a su
de Santa Paula, para conducir el pie que tío, el fusilado Libertador y Emperador de
el General Santa Anna perdió en Veracruz, México, y mantenía excelentes vínculos
cuando la invasión francesa”.14 En esas con la Iglesia, de cuya administración ar-
mismas páginas encontré la mención de chiepiscopal fue quien llevó durante
un general llamado José María Heredia,15 muchos años las cuentas con probidad y
del cual no he podido encontrar más da- puntualidad. En agosto de 1860 reseña
tos, y de otro general, José Antonio Mejía, en su Diario18 las contribuciones forzosas
cubano (secretario nada menos que del impuestas por el gobierno a las iglesias y
embajador norteamericano Poinsett, quien conventos, en cuotas de plata y oro (por
era el principal agente de los masones yor- cierto, destacan las “contribuciones” de
kinos) y que fue fusilado por Santa Anna la Colegiata de Guadalupe, la Catedral
en Acajete (Puebla).16 Malo informa que en y los Conventos de San Francisco, San
ocasión de honrarse a los veteranos muer- Agustín y La Concepción). El día 27 de
tos por los norteamericanos en 1847, el 17 ese mes, el Santuario de Nuestra Señora
de septiembre de 1848: de los Ángeles aporta 0.302.2 quintados de
plata y tres días después otros 333.3.4.
Estas cifras van combinadas con entradas
y salidas de tropas en la capital, de todo
14 José Ramón Malo, Diario de sucesos notables. 2 lo cual da noticia fiel el Diario. El día 31
tomos. Edición y notas Mariano Cuevas, S.J. Sólo
se ha publicado una vez: México, Ediciones Botas,
1940. T.I, p. 215. En adelante, sólo MALO.
15 Ibid., T. I, p. 280. Nota del 12 de junio de 1845. 17 Ibid., T. I, p. 339.
16 Ibid., T. I, p. 62. 18 Ibid., T. II, pp. 573-576.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 11


ALEJANDRO GONZÁLEZ ACOSTA

de nuevo el Santuario de los Ángeles en- mártires de la Inquisición, hasta que el


tregó 3,000 pesos en alhajas. El día 3 de Reverendo Padre Serrano, publicó los
septiembre de 1860, Malo señala un da- nombres de los reverendos a que per-
to importante: tenecían y explicó la causa de que dos
estuvieran en la postura que alarmó a los
liberales amigos de la humanidad, que
3. Se ha publicado un decreto sobre
no la han tenido en mitad de la noche
cementerios, expedido en Veracruz el
y con violencia, a las inocentes vírgenes
31 de julio de 1859, en el que se re-
de sus Monasterios...21
glamentan las inhumaciones y cuanto
a esto concierne, y le quita toda inter-
vención al Clero Secular y Regular. En No esconde el cronista la ironía y hasta
los cementerios se pueden enterrar los la ira ante las nuevas e inescrupulosas au-
cadáveres de cuantos profesaron di- toridades. El mismo año, el 27 de agos-
ferentes cultos, dando sólo aviso a la to, acota:
autoridad civil, y pudiendo asistir el
Sacerdote del culto a que perteneció Fueron trasladadas a su antiguo conven-
el cadáver. El señor Prieto (Don Gui- to, las señoras Religiosas de Santa Brígi-
llermo), ha vuelto a entrar de admi- da. Algunos creen que esta providencia
nistrador de correos.19 fué dictada por la humedad del piso
bajo que ocupaban en Belén, y otros,
Este decreto apareció mencionado en por haberse vendido este edificio.22
enero de 1861, según la valiosa recopila-
ción de leyes y decretos del meritorio Aquí intercala el padre Cuevas, editor del
Arpillaga,20 colección fundamental para Diario, una nota de fuego: “Esta última,
empezar a entender mejor ese periodo fué la verdadera razón. El Sr. don Manuel
del siglo XIX mexicano. Malo no quita el Escandón, compró el edificio a don Be-
dedo del renglón, como formidable testi- nito Juárez, quien dió la palabra y firma
go de su tiempo. El 2 de marzo de 1861 de respetarlo”. Ésta es, sin duda, una gra-
anota en su Diario: ve acusación que indica el manejo en
provecho privado de los bienes expropia-
2. Como se cree que en los Conventos dos a la Iglesia por razón del “beneficio
de ambos sexos, se han servido de público”. Continúa Malo:
los sepulcros para enterrar en ellos el
dinero, es a donde van primeramente El 25 en la noche fueron exhumados
los encargados de las investigaciones. los cadáveres de las Señoras Religiosas
Lo hicieron en los de Santo Domingo difuntas de Jesús María, tanto las que
y encontraron las momias de once res- estaban en su panteón, como las que se
petables religiosos; pero por hallarse hallaban en una capilla del Coro bajo...
entre ellas dos encogidos, supusieron ser
Todo esto afirma que ésa fue una época
19 Ibid., T. II, p. 586. movidísima no sólo para los vivos, sino
20 Basilio José Arrillaga, Recopilación de leyes, de-
cretos, bandos, reglamentos, circulares y provi-
dencias de los supremos poderes y otras au-
toridades de la República Mexicana. México, A. 21 Malo, T. II p. 601.
Boix, 1858-1864. 7 vols. 22 Ibid., T. II, p. 632.

12 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


LOS RESTOS DE JOSÉ MARÍA HEREDIA (SANTIAGO DE CUBA, 1803-CIUDAD DE MÉXICO, 1839)...

aún para los muertos, quienes tampoco terrados en la parte principal”. El Artículo
escaparon a los agitados vaivenes de la 8 estipulaba:
vida política del país. Varios de los bienes
de la Iglesia, graciosamente confiscados, El espacio que en todos se conceda para
sirvieron para el lucro de algunas auto- la sepultura será –á perpetuidad para
ridades inescrupulosas. El 20 de octubre un individuo ó para familias– por cinco
de 1861, Malo informa que “el Ayunta- años aislada la sepultura de las demás
–por el mismo tiempo y contigua á las
miento de México ha dispuesto que las
otras, sea sobre el terreno, sea en ni-
puertas de hierro del cementerio de San chos– ó en fosa común para los casos de
Francisco sean colocadas en los costados gran mortandad. También se concede-
de la Alameda”.23 Destaca el mismo día, rán espacios para urnas, osarios y aun
como dato paralelo a mi asunto, que El para solo cenotafios.
Siglo se queja de la falta de rigor con
que son tratados los presos políticos, y Al Artículo 9 consignaba que
recuerda al gobierno y los jueces “que por
falta de justicia se estableció por el pue- Pasados los cinco años de las con-
blo de los Estados Unidos, la ley que cesiones temporales, se hará, si fuere
llaman Lynch”.24 necesario, la exhumación de los hue-
En medio de tanto y tan general de- sos que se conservarán en osario ge-
sorden, el Gobierno al menos intentó, al neral ó en las urnas de que habla el
apropiarse de los hasta entonces bienes artículo anterior, ó fuera del local y en
el punto que designen los interesados á
de la Iglesia, cubrir la acción con un cier-
quienes se entregarán, si los piden, sin
to manto de legalidad y control. El 31 de exigirles más remuneración por ello que
julio de 1860 la Secretaría de Goberna- el costo ordinario de la exhumación.
ción publica un Decreto (que reitera la Esceptuándose los casos en que los in-
Ley del 31 de julio de 1859), sobre “las pre- teresados quieran renovar por otros
venciones relativas á cementerios, cam- cinco años la conservación de la loca-
posantos y demás lugares que sirven lidad, casos en que darán nueva, pero
actualmente para sepulturas”,25 el cual menor retribución.26
termina el control eclesiástico sobre esos
sitios, que desde entonces pasaron al La reglamentación de la materia infor-
poder civil. Al final del Artículo 7 de ese maba que al 5 de septiembre de 1861
Decreto se lee: “En todos habrá un de- “quedan abiertos los panteones de Santa
partamento separado, sin ningún carácter Paula, los Ángeles, San Fernando, San
religioso, para los que no puedan ser en-

26 Además de la obra de Basilio José Arrillaga


pueden consultarse en este sentido también: Juan
23 Ibid., T. II, p. 652. N. Navarro, Legislación mexicana, ó sea, colec-
24 Loc. cit. ción completa de las leyes, decretos y circula-
25 Dictadas por el entonces Gobernador del Dis- res... Se terminó a finales de junio de 1836. El
trito, Juan J. Baz, quien ordena la materia en el anterior se continuó en el Archivo Mexicano
“Reglamento para el despacho de los jueces /desde junio de 1856?/ al 8 de septiembre de
del estado civil del mismo Distrito” (5 de sep- 1857. Arrillaga comienza su recopilación desde
tiembre de 1861). el 27 de diciembre de 1860.

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ALEJANDRO GONZÁLEZ ACOSTA

Pablo, Santa Cruz Acatlán y Campo Flo- loable empeño de las autoridades, en pri-
rido, este solo en los nichos. Las tarifas de mer lugar, para liberar el control hasta
precios de sepultura es la siguiente...”27 entonces absoluto de la Iglesia sobre los
Después de la relación de éstos, se anota enterramientos, y por otra parte, regla-
que “los precios de sepultura en el pan- mentar “modernamente” este asunto de
teón y cementerio de Santa Paula se pa- materia civil, según se comprueba en el
garán en el hospital de San Andrés; pero Arancel de Panteones publicado el 10 de
siempre previa la boleta respectiva”, y febrero de 1861.29 De hecho, esto res-
previene que “los cadáveres que hayan de ponde a una secuencia de acciones an-
inhumarse en la fosa común lo serán gra- teriores: el Decreto núm. 8047 emitido
tis aun cuando vayan en cajón, siempre por la Secretaría de Gobernación el 14
que acrediten sus deudos ante el Gober- de julio de 1879 contenía el Reglamento
nador del Distrito su insolvencia”.28 del Consejo Superior de Salubridad y en-
Ya desde unos meses antes, en el tre las obligaciones de este Consejo se
famoso Decreto emitido por la Secretaría encontraba (Artículo 5, Párrafo III): “Vi-
de Justicia sobre la “Tolerancia de cultos gilar que sean observadas las reglas de
en la República Mexicana”, aparecido el higiene en los hospitales, panteones, cuar-
día de Santa Bárbara, Patrona de los Ra- teles, hospicios, casas de corrección y de
yos (4 de diciembre de 1860), se estipula- expósitos, escuelas, talleres y demás esta-
ba en su Artículo 21: blecimientos en donde hay aglomeración
de individuos” (es revelador que el Decre-
Los Gobernadores de los Estados, to anterior se refiera a las “Prevenciones
Distrito ó Territorios cuidarán bajo su para la administración de la vacuna”). La
más estrecha responsabilidad de poner función expresada en el mismo artículo,
en práctica las leyes dadas con rela- pero en el acápite XVI, era la de “formar
ción á cementerios y panteones, y de
y publicar mensualmente la estadística
que en ningún lugar falte decorosa se-
médica de la capital, con una noticia de
pultura á los cadáveres, cualquiera que
sea la decisión de los sacerdotes ó de las enfermedades reinantes y de los datos
sus respectivas iglesias. que pudieran ilustrarla”; obviamente, el
control de los panteones era, junto con
A lo cual agregaba el Artículo 22: “Que- el de otros espacios, un asunto de interés
dan en todo vigor y fuerza las leyes que social por el peligro siempre presente de
castigan los ultrajes hechos á los cadáve- las epidemias contagiosas.
res y sus sepulcros”. El Reglamento de Panteones del Distri-
Además de la ya citada recopilación de to Federal (núm. 9819, del 15 de marzo de
Basilio José de Arrillaga, puede consultar- 1887) emitido por el entonces goberna-
se en otras obras similares disposiciones, dor don José Ceballos, señalaba la juris-
en lo que llamo la columna vertebral de dicción del gobierno distrital sobre los
la legislación mexicana del siglo XIX. Se cementerios, por encima de intereses par-
comprueba que existió inicialmente un ticulares y municipales. Éste es un docu-
mento de excepcional importancia para
27 Ibid., p. 15.
28 Ibid., p. 17. 29 Vid. Arrillaga, op. cit., p. 89.

14 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


LOS RESTOS DE JOSÉ MARÍA HEREDIA (SANTIAGO DE CUBA, 1803-CIUDAD DE MÉXICO, 1839)...

el tema, y es la base para toda la legis- pagaban 250 y los segundos 150 pesos.
lación posterior sobre la materia; ade- El de Dolores, por diez años para los
más, significa un corte histórico de gran adultos, establecía seis clases (80, 50, 20,
valor informativo, pues señala todos 10, 4 pesos y gratis). Por el concepto de
los cementerios del Distrito Federal en perpetuidad, los adultos se dividían en
la fecha de su promulgación, y las tarifas cinco clases (250, 150, 100, 60 y 30 pe-
correspondientes a cada uno. Por eso sos), y los párvulos o restos en otras cinco
merece un análisis especial en este re- (de 150, 100, 75, 40 y 20 pesos). En el Ce-
cuento. En el Capítulo I relaciona los pan- menterio Francés existía una Tarifa Espe-
teones abiertos al público en la muni- cial para los socios: por siete años, los
cipalidad de México, entre los que se adultos pagaban 35 pesos y los párvulos
encontraban, para inhumaciones: 20; y a perpetuidad, los primeros, 160, y
los segundos, 80 pesos. La Tarifa General
I. El Tepeyac, en Guadalupe Hidalgo. cobraba por siete años 100 pesos a los
II. El de Dolores. adultos y 40 a los párvulos, y a perpetuidad
III. El Francés, en la Piedad. 320 a los primeros y 160 a los segundos.
IV. El de Guadalupe, en Guadalupe El Panteón Español también contaba
Hidalgo. con una Tarifa Especial para sus socios:
V. El Cementerio General de la Piedad. por siete años, los adultos pagaban 35 pe-
VI. El Inglés, en la Tlaxpana. sos y 20 los párvulos; a perpetuidad, los
VII. El Americano, en el mismo lugar. primeros 160, y los segundos 40 pesos.
VIII. El Español, en Tacuba. La Tarifa General era, por siete años, de
100 pesos para adultos y 40 para pár-
Y para la conservación de restos: vulos, y a perpetuidad, de 320 y 80, res-
pectivamente. El de Guadalupe, por
I. El de San Fernando. cinco años, dividía a los adultos en dos
II. El de los Ángeles. clases, de 30 y 20 pesos, y a los párvulos
III. El Pocito, de Guadalupe Hidalgo. y restos, también en dos de 15 y 10 pe-
IV. Panteón de Tacubaya. sos. A perpetuidad, la primera clase de
V. Panteón de Tlalpan. los adultos pagaba 150, y la segunda
VI. Panteón de Xochimilco. 100, mientras los párvulos y restos, 75 y
VII. Panteón de Guadalupe Hidalgo. 50 pesos. En La Piedad, por cinco años,
los adultos se dividían en cinco clases
Después de establecer que los encargados (de 50, 35, 15, 10 y 4 pesos), y los párvulos
y jueces del Registro Civil tenían la obli- o restos en otras cinco (de 25, 17.50, 7.50,
gación de exponer en su despacho la tari- 5 y 2 pesos); al parecer, no existía el
fa de los cementerios a su cargo, el Regla- servicio de perpetuidad aquí. El Panteón
mento relacionaba la de los panteones de Inglés beneficiaba a los súbditos británicos
la municipalidad de México: el del Tepe- con sepulcros a perpetuidad por 50 pesos,
yac cobraba una única clase para adul- más los derechos del registro civil, de un
tos por seis años, de 80 pesos, y para los 25%, de 12.50 pesos. Para los que no
párvulos y restos, por igual tiempo, 50 fueran súbditos ingleses, los derechos
pesos. Si era a perpetuidad, los primeros de inhumación temporal por cinco años,

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 15


ALEJANDRO GONZÁLEZ ACOSTA

incluido el derecho del Registro Civil, eran ría a volver a cubrir la fosa. El Artículo 23
de 100 pesos, y por perpetuidad, en iguales es importante:
condiciones, de 250 pesos. El Panteón
Americano, último de la lista, al parecer no Siempre que se trate de exhumar los res-
cobraba por los difuntos norteamericanos, tos cumplidos, por parte del gobierno ó
pues sólo lo hacía a quienes no eran ciu- del propietario de un panteón, sea
dadanos de Estados Unidos, 100 pesos particular o municipal, se formará pre-
viamente una relación nominal de los
por cinco años (incluido el Registro Civil),
restos que hayan de exhumarse, expre-
y 250 a perpetuidad. Según esta lista del sando la fecha en que fueron inhuma-
Reglamento y Tarifa para los Panteones dos, clase, número y lote en que se en-
del Distrito Federal, en la Municipalidad de cuentran, y fecha de su vencimiento.
México sólo existían estos cementerios en
funcionamiento para 1887. Como puede Entiendo que entre estos “restos cum-
apreciarse, ya para la fecha el Panteón plidos” se encontrarían lógicamente los
de Santa Paula se consideraba no sólo de aquellos que hubieran llegado al tér-
clausurado, sino extinguido. mino de su pensión. Los dos siguientes
Los Capítulos II y III de este Reglamen- artículos del Reglamento también son de
to versaban sobre las inhumaciones y la gran interés:
traslación de cadáveres, respectivamen-
te. El IV es el que más interesa para mi Artículo 26: Los restos cumplidos que
propósito, pues trata de las exhumacio- sean exhumados, por parte de los
nes y regulaba estrictamente la materia propietarios de los panteones, serán
después del desorden imperante en los depositados en el osario ó incinera-
años precedentes, el cual se prestó a dos convenientemente.
tantos excesos y arbitrariedades. Este Ca- Artículo 27: Los monumentos de se-
pítulo prohíbe las exhumaciones sin or- pulcros desocupados se retendrán en
den expresa del Gobernador del Distrito el cementerio durante cuatro meses,
o la autoridad judicial (Artículo 20), y en á fin de que los recojan sus dueños.
el Artículo 21 fijaba plazos de diez años Fenecido este término, quedarán á
en el Panteón de Dolores, seis en el Te- disposición del gobierno del distrito y
peyac, y de cinco en cualquier otro, pa- á beneficio del panteón.
ra que se pudieran extraer los restos (los
permisos se fijaban en 5 pesos por con- En las Disposiciones Generales de este
ceptos de derechos). Las exhumaciones Reglamento, además de recomendar la
prematuras eran controladas directamen- mesura y decoro necesarios para estos
te por el Consejo de Salubridad (con cuo- fines a los encargados de los panteones,
tas de 30 a 150 pesos por su concesión). así como su limpieza y adorno, se estipu-
Se especificaba que los entierros en cajas laba el control de las inhumaciones y las
metálicas no podrían exhumarse antes exhumaciones; estas últimas debían repor-
de 10 o 15 años, de acuerdo con el pan- tarse cada mes, en los tres días primeros
teón de que se tratara, y cuando a pesar del siguiente, al Gobierno del Distrito.
de expirar el término concedido el cadá- Después de revisar esta legislación so-
ver aún estuviera corrupto, se procede- bre la materia de los panteones, puedo

16 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


LOS RESTOS DE JOSÉ MARÍA HEREDIA (SANTIAGO DE CUBA, 1803-CIUDAD DE MÉXICO, 1839)...

retomar la historia: el Gobierno del Distri- se conservan restos ni más noticias. Por
to Federal ordenó que el Panteón de San- otra parte, puede suponerse que en el
ta Paula –donde según testigos de vista Convento de Capuchinas también exis-
se encontraba en forma de caja sobre tió un panteón, del cual tampoco se
pedestal la segunda última morada de los cuenta hoy con restos ni pruebas mayo-
restos de Heredia, que, a fin de cuentas, al res. Hasta hace unos años el encargado
parecer, quizá fue la penúltima– se cerra- del Panteón del Tepeyac era el señor Sil-
ra el 20 de junio de 1879,30 concedió una vestre Medina González, y en el Museo de
prórroga el 5 de agosto de 1879, otra el 18 la Villa se conserva la Biblioteca Boturini
de marzo de 1881, y al parecer una últi- con numerosos datos sobre el sitio, la cual
ma el 18 de mayo de 1881. La disposición habría que revisar cuidadosamente.
señalaba que “los restos no reclamados Debo a mi buen, laboriosísimo y ge-
pasarán a los cementerios del Campo Flo- neroso amigo el licenciado Jorge Nacif
rido o del Pocito”. Según noticias docu- Mina (exdirector del Archivo Histórico del
mentales, el 17 de octubre de 1879 fueron Distrito Federal), y a su más directo co-
trasladados numerosos restos desde San- laborador, el licenciado J. Agustín Islas
ta Paula al Panteón de San Fernando.31 Moreno (exsubdirector del mismo Archi-
Horacio Sentíes, en su muy documenta- vo), un conjunto de valiosos informes re-
da obra sobre la Villa de Guadalupe,32 se- lacionados con Santa Paula. Tuvieron la
ñala que en la Capilla del Cerrito, “el pres- gentileza de enviarme copia del “Índice
bítero Juan José de Montúfar, a principios del Tomo 3568 del Acervo del Munici-
del siglo XVIII mandó construir una capilla pio de la Ciudad de México”, que con-
mayor con casa de ejercicios y un peque- tiene lo referente al Panteón de Santa
ño panteón, que se amplió por obra del Paula (junto con algunos documentos del
padre José Olarzón”.33 En la misma obra Británico), y varios interesantes datos re-
habla del Panteón del Tepeyac, funda- lacionados con este centro, donde, según
do por el canónigo don Juan María Gar- los informes examinados, estuvieron los
cía Quintana y Roda,34 y menciona que restos de Heredia antes de tomar otro aún
en la parte norte de la Capilla del Pocito incierto camino. Según estos obsequios
pudo existir un panteón,35 del cual no informativos, en el Diccionario Porrúa apa-
rece que el Panteón de Santa Paula fue
fundado por el arzobispo Haro y Peralta,
y entregado al Hospital de San Andrés.
30 Vid. García, p. 766.
31 Sin embargo, García sugiere que Santa Paula Se destinaba a los que morían sin deu-
fue clausurado al establecerse el Panteón Gene- dos. Algunas personas de representación
ral de Dolores, en el último tercio del siglo XIX por humildad también se sepultaban
(Vid. García, p. 748). Santacilia le dice a Vidal allí. En la capilla de pequeñas dimen-
Morales que “una persona respetable” le aseguró
que estaban en el Panteón de San Diego (Vid. siones se hicieron 36 sepulturas para
García, p. 754). este fin. Comenzó a funcionar en 1784
32 Vid. Horacio Sentíes, La Villa de Guadalupe: his- y tenía 260 varas de largo por 141 de
toria, estampas y leyendas. México. ancho. Se hallaba en terrenos de la
33 Ibid., p. 168.
34 Vid. ibid., p. 170.
parroquia de Santa María la Redonda.
35 Ibid., p. 187.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 17


ALEJANDRO GONZÁLEZ ACOSTA

Entre los nobles que pidieron enterrar- ampliación, y al año siguiente se iniciaron
se allí estuvo el Conde de Regla, fun- las obras, pero éstas nunca fueron con-
dador del Monte de Piedad. En 1836 se cluidas de acuerdo con el proyecto inicial.
declaró cementerio general para toda la Dice González Obregón:
ciudad. En marzo siguiente se iniciaron
las obras. Se amplió considerablemente,
En 1867, Santa Paula ocupaba un terre-
y se le pusieron bardas más altas. Se
no de 37,500 varas cuadradas, en forma
reconstruyó la capilla con ampliación de
de paralelogramo, cuyos lados mayo-
sepulcros. Fue semidestruida en 1858,
res de Este a Oeste medían 250 varas,
por un temblor de tierra. En 1866 tenía
y los menores de Norte a Sur, 150.
la extensión de 37,500 varas cuadra-
Entonces tenía dos puertas, una al
das. Fue clausurado en los primeros años
Oriente y otra al Sur, siendo la primera
de la gobernación porfiriana, en espe-
la entrada principal. A uno y otro lado
cial al abrirse el de Dolores.36
de estas puertas se leían poesías alusi-
vas a la muerte.39
Parte del mismo obsequio fueron los
datos que Luis González Obregón ofre- Especialmente importante para mi tema
ce sobre Santa Paula en su México Viejo es la siguiente nota: “Entrando por la puer-
(1521-1821):37 da la noticia general de ta del Oriente había una calle enlosada,
que en 1736, cuando ocurre la terrible con balaustradas de cal y ladrillo, que con-
epidemia de matlazáhuatl que asoló la tenían urnas para conservar las cenizas.
Nueva España, existían 20 cementerios Esta calle conducía a la capilla”.40 Pro-
en la capital, establecidos en iglesias y bablemente por ahí se ubicó aquella urna
hospitales, y otros cinco camposantos. De con los restos de Heredia, trasladados
los que se construyeron con posteriori- desde el Panteón de Nuestra Señora de
dad a esa fecha, fue el de Santa Paula los Ángeles. González Obregón no pre-
el más notable, adscrito inicialmente al cisa la fecha de clausura del Panteón de
Hospital de San Andrés. Aunque se toma Santa Paula, y al parecer ésta fue gra-
como fecha de su fundación la de 1784 dual, pues poco a poco lo vendieron en
por don Alonso Núñez de Haro, entonces parcelas a particulares después que las
arzobispo de México, no es bendecido Leyes de Reforma desamortizaron los bie-
hasta 1786, según la noticia de la Gaceta nes hasta entonces de la Iglesia mexicana.
de México,38 cuando se sitúa bajo la ad- Entre los ilustres enterrados en Santa
ministración del cura propio de Santa Paula, menciona a Leona Vicario, así co-
María de la Redonda, en cuya jurisdic- mo a muchos de los defensores de la so-
ción se encontraba. No fue hasta 1836 beranía mexicana que se enfrentaron a
–tres años antes de la muerte de Here- la invasión norteamericana (Juan Cano,
dia– cuando se declaró Cementerio Ge- José Frontera, Juan N. Pérez y Felipe Xi-
neral a partir del 19 de noviembre, para coténcatl), e igualmente a José Eleuterio
lo cual se dispuso su remodelación y Llaca, Melchor Múzquiz, Lucas Balderas

36 Diccionario Porrúa. Tomo II, p. 1569.


37 París, Librería de la Viuda de C. Bouret, 1900. En
adelante, sólo González. 39 González, p. 257.
38 Núm. 4, Tomo II. 40 Loc. cit.

18 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


LOS RESTOS DE JOSÉ MARÍA HEREDIA (SANTIAGO DE CUBA, 1803-CIUDAD DE MÉXICO, 1839)...

y Rafael Ramiro. González Obregón ofre- trozando este monumento a la barbe-


ce un dato enigmático, pues señala que ría, y arrastrando por las calles de México
averiguó que los restos de Leona Vicario el resto momificado. Aparte de las curiosi-
fueron trasladados al cementerio de Los dades históricas, esto sirve para reforzar la
Ángeles, aunque este panteón cerró an- idea de que Santa Paula era un cemente-
tes que el de Santa Paula. Destacaba rio con gran demanda entre los poblado-
entre los monumentos el de la familia res de la ciudad, y en su accidentada vida,
Esnaurrízar, uno de cuyos integrantes pro- con temblores, terremotos, remodelacio-
tagonizó uno de los incidentes más chus- nes nunca terminadas y saqueos diversos
cos relacionados con la historia del sitio: (por la chusma enardecida o por algu-
Antonio Esnaurrízar, jefe de la Comisaría nas autoridades inescrupulosas), fue pre-
de México en 1842, tuvo –como la califica sa de odios y ambiciones los cuales pu-
deliciosamente el cronista– la “peregri- sieron en peligro constante la paz que
na ocurrencia” de exaltar con un monu- buscaban en él los allí depositados. Es
mento heroico en Santa Paula nada me- quizá una especulación audaz, pero no
nos que aquella pierna de Antonio López sería demasiado improbable que cuando
de Santa Anna, perdida en Veracruz el en diciembre de 1844 el populacho des-
5 de diciembre de 1838 en pelea contra trozó el monumento de Santa Anna, ha-
los franceses. Dice González Obregón: yan sufrido daños semejantes otros mo-
numentos cercanos los cuales pudieran
Esnaurrízar erigió una columna que ser confundidos con el de “Su Alteza
reposaba en alta gradería, y encima Serenísima”. Y el mausoleo donde al pa-
de dorado chapitel colocó una urna o recer se encontraban los restos de Here-
sarcófago, que a su vez soportaba un dia también era una urna sobre un pe-
cañón sobre el cual descansaba el águi-
destal, según ya ha sido descrito, y se
la de México. Cuatro inscripciones se
ubicaba en un lugar próximo al de la
leían en la base de la columna, y ésta
se hallaba rodeada de un enverjado de famosa y escarnecida pierna. Aunque
hierro, en cuyas esquinas se ostentaban también es cierto que si bien estos he-
las faces y las hachas, símbolos de los chos ocurren en diciembre, se supone que
cónsules romanos.41 desde mayo de 1844 Rafael Carrerá ya
había cumplido el encargo de la madre del
De “risibles” califica el historiador las ce- poeta para efectuar el depósito en Santa
remonias para el entierro del fragmento Paula. Además, como ambos túmulos eran
humano,42 y además menciona las burlas de la misma época –de 1842 uno y de
populares contra esta “obra de los adu- 1844 el otro– el estado de conservación
ladores”; el populacho tomó justicia por debía ser sumamente parecido, casi nue-
su mano el 6 de diciembre de 1844 des- vo, apenas con dos años de diferencia.
Sería una terrible ironía histórica que el
túmulo de Heredia haya sido perjudicado
41 Ibid., p. 530 por confundirlo con el de López de Santa
42 Vid. González, pp. 530 y 531. También Carlos Anna, pues el poeta muere relegado y
María de Bustamante, quien tomó parte co- pobre ya que se había opuesto al amor
mo público en esta mojiganga, la calificó de “ri-
dícula ceremonia”. irrefrenable por el poder de su antiguo

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 19


ALEJANDRO GONZÁLEZ ACOSTA

amigo y protector, quien lo desplazó ha- ya se daba por extinguido el camposan-


cia una posición miserable. to, aunque todavía en 1911 y 1912, el
El obsequio de mis amigos Nacif e Is- Gobierno del Distrito pide “sean recojidas
las se completa espléndidamente con el unas osamentas humanas que han sido
contenido de los Ramos de Panteones de extraídas al hacer las excavaciones para
Santa Paula y Británico conservados en la entubación del agua potable en la 4a.
el notable Archivo Histórico del Distrito Calle de Galeana, lugar comprendido en
Federal. En el “Índice del Tomo núm. 3568 el expanteón de Santa Paula”. Todo esto
del Acervo del Municipio de la Ciudad de indica que Santa Paula fue el escenario y
México”, se aprecian varios documentos la víctima de numerosos negocios de be-
de interés, entre otros muchos, los del neficio particular, después de su clausu-
Legajo núm. 1, donde aparecen diversos ra, y que el cierre del mismo se efectuó
expedientes como el de “Terrenos en de una forma muy poco organizada e
propiedad en el Panteón de Santa Pau- irregular. Todavía muchos años después
la” (14 hojas) entre 1871 y 1872; avisos de haber sido clausurado, el panteón si-
de robos de lápidas; disposiciones donde guió siendo víctima del despojo de sus
“se previene al administrador... remita a restos y materiales. Así terminó el que
esta Secretaría [de Gobierno del Distri- García llamó “el mejor panteón de la re-
to] las lápidas y objetos cumplidos para pública”,43 con una agonía larga y doloro-
destinarlos al monumento de Popotla” sa para un sitio de muerte y paz.
(86 hojas); o súplicas para que el ayunta- Especialmente importante dentro de
miento “venda o aproveche el material la colección del Archivo Histórico del
que existe en este Panteón”; o las auto- Distrito Federal, es el Expediente núm.
rizaciones al administrador para que rea- 13, del año 1877, con las “Disposiciones
lice varias reparaciones; acuerdos como sobre extinción del Panteón de Santa
el de 1879 creando la partida presupues- Paula”, formado por 210 hojas, el cual me
tal para el derrumbe del portal del Pan- aplicaré en comentar.
teón; o la autorización en 1880 para en- En el “Inventario general de las existen-
tregar a Joaquín Piña las campanas 3 y 4; cias pertenecientes al Panteón de Santa
o el pedido de los “Amigos de su Refor- Paula” (formulado el 23 de diciembre de
ma” solicitando les cedan las bancas del 1876), aparece un Joaquín Heredia (en la
lugar; o la averiguación de 1882 “sobre si Fila lra., núm. 111 del Portal, de derecha a
se han abierto cepas para plantar árbo- izquierda), pero no aparece el apellido en
les en el panteón...”; o la solicitud de Mi- la relación de los monumentos; tan sólo
guel López para que “se abra una puerta una –o un– Dolores Heredia, depositada
en el panteón y poder introducir allí el (o) en las tumbas de la sacristía. Entre
material necesario para edificar en los lo- los numerosos despojos del Panteón allí
tes que le pertenecen” (1883); o las ven- arrumbados se encontraban “dos palabri-
tas de lotes, en 1884; o el pedido de nes de lata con vidrios rotos”, “dos faro-
Mariano Jiménez para que le cedan el les rotos” y “cinco bolsas de corporales”.
material que hay en el expanteón, “que
puede aprovecharse en embanquetado”
(1885)... Lo cierto es que para este año, 43 Ibid., p. 747.

20 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


LOS RESTOS DE JOSÉ MARÍA HEREDIA (SANTIAGO DE CUBA, 1803-CIUDAD DE MÉXICO, 1839)...

En el mismo volumen se encuentran las María Heredia, aunque sí el de otros va-


“Disposiciones sobre la extinción del rios; pero puede darnos idea hasta dónde
Panteón de Santa Paula” (10 de junio habían llegado la incuria y el descontrol
de 1879), en cuyo final expresa que los en el Panteón este fragmento del informe
restos no reclamados se trasladarían a correspondiente:
los nichos vacíos de los Panteones del
Campo Florido, o a los del Pocito en la ...Al exhumar los restos que contenían los
Ciudad de Guadalupe Hidalgo, pero aque- nichos 84, 89, 103 y 207, se encontraron
llos que tuvieran mausoleos se llevarían los de dos personas más en cada uno,
al de Campo Florido. Ya desde antes, el sin haber podido averiguar los nombres
que llevaron, por no constar en los re-
estado del sitio era lamentable: en un
gistros; é igualmente se encontró un
informe fechado el 19 de abril de 1872, cadáver más en el número 339.- En se-
un licenciado Enciso, de la Inspección guida, los despojos mortuorios de las
General de Policía del Distrito Federal, personas que se han referido fueron
reseña a sus superiores la visita que rea- pasados de los nichos, conforme se les
lizó al Panteón, y después de señalar el encontró, a cajas nuevas de madera, y
deterioro general, expresa: trasladados al Panteón de San Fernando...

En el centro de dicho Panteón existen Desde el 11 de octubre de 1871 el Pan-


algunas sepulturas cubiertas con yerba, teón fue cerrado para inhumaciones; só-
montones de escombros, de basuras y lo se conservaban en él los restos no
una infinidad de pedacería de enverja- reclamados hasta el 15 de junio de 1879,
dos de madera vieja; además hay al-
cuando quedó “extinguido definitiva y
gunas fosas casi descubiertas, y junto a
completamente”, según el informe corres-
la Capilla un mausoleo completamente
destruido,44 y en su centro una urna he- pondiente. Sin embargo, todavía el 15
cha pedazos, el balaustrado del pavi- de julio de 1881 el Gobierno del Distrito
mento, aunque es de mampostería, la Federal avisó con una comunicación fir-
mayor parte de él está caído, presentan- mada por Joaquín Díaz que se concedía
do todo aquel Panteón el aspecto de un último y ya irrevocable plazo a los mo-
una cloaca por su completo abandono... rosos, pues de no personarse y reclamar
los restos de sus deudos éstos serían
Una consecuencia de este informe fue trasladados al cementerio de Dolores.
la sustitución del administrador del Pan- Como puede apreciarse en este ex-
teón, José de Santa María, por Fernando tenso pero, espero, ilustrativo recorrido
Yepes. A pesar de este cambio, la situa- por la azarosa historia de Santa Paula,
ción empeoró. El 17 de octubre de 1879 quedamos casi como al principio de la
se procede a la desocupación total de pesquisa. Prácticamente no son uno,
Santa Paula, y en la relación de movimien- sino varios, los panteones que –de haber
tos tampoco aparece el nombre de José sido conservados, pues como se ha visto
corrieron bastantes riesgos– pudieron
haber recibido los restos de Heredia:
Campo Florido, San Fernando, El Pocito,
44 ¿Sería el de la pierna de Antonio López de Santa
Anna? ¿U otro? San Diego, Dolores...

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 21


ALEJANDRO GONZÁLEZ ACOSTA

Por otro lado, existe un vacío de 27 años FUENTES BIBLIOGRÁFICAS


en esta historia, desde 1844 –fecha en la
cual Carrerá asegura que dejó en Santa Arpillaga, Basilio José, Diccionario Porrúa
Paula la urna con los restos de Heredia– de Historia y Geografía de México.
hasta 1871, documento más antiguo del García Garófalo-Mesa, Manuel, Vida de
volumen consultado hasta ahora. José María Heredia en México. México,
Existe más documentación sobre los Botas, 1945.
panteones en el Distrito Federal anterior González Obregón, Luis, México viejo
a 1871, pero se encuentra integrada en un (1521-1821). París, Librería de la Viudad
conjunto general, que es mi siguiente lí- de C. Bouret, 1900.
nea de búsqueda. Kennedy, James, Selections from the
Espero que algún día se pueda develar Poems of J. M. Heredia. La Habana,
el misterio de los tan buscados restos del (s.e.), 1844.
desdichado José María Heredia. A ver si, Malo, José Ramón, Diario de sucesos
por fin, lo dejamos descansar en paz. notables. Mariano Cuevas, S.J. ed. y
notas. México, Ediciones Botas, 1940.
2 ts.
FUENTES HEMEROGRÁFICAS: Sentíes, Horacio, La Villa de Guadalupe:
historia, estampas y leyendas. México,
Laura Cardoso Terra, “Nota”. unomásuno, Departamento del Distrito Federal-
1o de noviembre, 1997, p. 12. Ediciones Pórtico, 1991.

22 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


LAURA MÉNDEZ Y MANUEL ACUÑA:
UN IDILIO (CASI OLVIDADO) EN LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

LETICIA ROMERO CHUMACERO*

Para el doctor Óscar Mata, zas del poeta a quien la Dirección Gene-
quien “me presentó” a Laura
ral de Bellas Artes rinde homenaje. La ur-
na que lo resguardará ha sido colocada
Pulse tu arpa otra vez el sentimiento,
desde el mediodía en el salón princi-
[…] y sálvese tu gloria del olvido. pal de la Biblioteca Nacional; contiene
restos exhumados del Cementerio de Do-
Agustín Cuenca, “La vuelta al hogar”
lores de la ciudad de México, dispuestos
para su traslado a Saltillo, Coahuila, ciu-
dad natal del vate. La mujer en cuestión es
Que tu nombre do quiera repetido,
resplandeciente en sus laureles sea
Laura Méndez Lefort, viuda de Cuenca; el
quien salve tu memoria del olvido... poeta cuyas cenizas resguardará, Manuel
Acuña Narro. El nexo entre ellos es uno
MANUEL ACUÑA, “A L AURA-EPÍSTOLA”
de los secretos mejor guardados en el
mundillo intelectual mexicano, por lo que
la inusitada presencia de la dama –sólo
I dos mujeres fueron invitadas al acto–
causa cierta curiosidad entre los artistas
S on las cinco de la tarde del 28 de oc-
tubre de 1917 y durante la siguiente me-
plásticos, escritores, periodistas y políti-
cos congregados en el ex templo de San
Agustín, sede de la Biblioteca.
dia hora, al lado de Luis González Obre- Pese a haber muerto en 1873, Acuña
gón y otros invitados ilustres, una mujer aún es famoso y su recuerdo convoca a
de sesenta y cuatro años de edad hará destacados personajes de la cultura, la di-
guardia de honor ante las célebres ceni- plomacia y la política, como Manuel Ca-
ballero, Rubén M. Campos, Antonio Caso,
Ciro B. Ceballos, Genaro Estrada, Germán
* Profesora-investigadora de tiempo completo en Gedovius, Enrique González Martínez,
la Universidad Autónoma de la Ciudad de Mé-
xico, plantel Cuautepec, y estudiante del docto- Carlos González Peña, Julio Jiménez
rado en Humanidades (línea Teoría Literaria) en Rueda, José López-Portillo y Rojas, Ra-
la Universidad Autónoma Metropolitana, uni-
dad Iztapalapa. món López Velarde, Manuel M. Ponce,

23
LETICIA ROMERO CHUMACERO

Manuel Puga y Acal, Efrén Rebolledo, Ju- tas, El Siglo XIX, El Tiempo Ilustrado y El
lio Torri, Manuel Toussaint y Jesús Urue- Universal; en impresos norteamericanos
ta.1 Tan admirado por los entusiastas de como El Internacional, La Raza Latina, Re-
la versificación romántica, como desde- vista Hispano-Americana (fundada por
ñado por los detractores de la literatura ella) y La República; así como en las pe-
ligada en el imaginario popular al Porfiria- ninsulares La España Moderna, La Ilus-
to, Acuña es evocado sobre todo como tración: Revista Hispano-Americana y
autor de una composición presuntamen- Revista de España.
te relacionada con su suicidio, el famoso También es conocida su participación
“Nocturno” dedicado a quien fuera mu- en congresos sobre educación, mutualis-
sa de muchos integrantes del panteón mo e higiene, efectuados en Estados Uni-
poético nacional, la señorita Rosario de dos y varias ciudades europeas, en repre-
la Peña y Llerena, quien a la sazón habita sentación del gobierno mexicano. Los
una casona en el sur de la ciudad, ajena personajes congregados en torno de la
a la ceremonia de ese día. improvisada capilla saben incluso que
En contraste, su contemporánea, la la venerable dama es autora del himno
señora Méndez de Cuenca, es una es- de la Liga Antialcohólica Nacional, que
critora reconocida. Ha publicado un to- escribió alguna vez una zarzuela y un
mo de cuentos, un tratado de economía libro de fábulas puesto a consideración
doméstica para niñas, cuatro semblanzas del Ministro de Instrucción Pública; que
y una buena cantidad de colaboraciones fue subdirectora de la Escuela Normal
(artículos, crónicas, editoriales, relatos bre- para Señoritas en la ciudad de Toluca,
ves, poemas, una novela) en periódicos catedrática en la Escuela Normal de la
y revistas mexicanas como Almanaque ciudad de México, integrante del Con-
de Artes y Letras, Boletín del Instituto sejo Superior de Educación, además de
Científico y Literario del Estado de México, presidenta de la Sociedad Protectora
El Correo Español, El Diario del Hogar, de la Mujer y de la Sociedad Protecto-
Flor de Lis (de Guadalajara), Gaceta del ra de Animales. Últimamente es motivo
Gobierno (Estado de México), El Imparcial, de profunda admiración su asistencia, en
La Juventud Literaria, El Mercurio (de Gua- calidad de alumna, a la Escuela de Al-
dalajara), La Mujer Mexicana (que ella tos Estudios donde un profesor la descri-
dirigió un tiempo), El Mundo de Vicente be así:
Sotres (donde tuvo a su cargo la sección
literaria), El Mundo de Rafael Reyes Spín- una señora de pelo cano que [oculta]
dola, El Mundo Ilustrado, El Nacional, casi siempre bajo el sombrero de mo-
El Parnaso Mexicano, El Partido Liberal, da; [viste], de acuerdo con las primeras
La Patria, el Periódico de las Señoras, modas del feminismo, una chaqueta
casi masculina, y se [toca] con un
El Pueblo, La Regeneración Social (de
sombrero de carrete… La apariencia
Coahuila), El Renacimiento (en su segun- de Laura Méndez [es] la de una mujer
da etapa), Revista Azul, Revista de Revis- ya emancipada.2

1 Vid. Caffarel Peralta, El verdadero Manuel Acuña, 2 Francisco Monterde, Cumbres de la poesía me-
p. 44. xicana en los siglos XIX y XX, pp. 20-21. Sobre la

24 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


L AURA MÉNDEZ Y MANUEL ACUÑA: UN IDILIO (CASI OLVIDADO) EN LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

Esa laboriosa señora, rigurosa guardiana en torno del trabajo creativo de Laura
de la urna con los restos de Acuña, será Méndez, en tanto que favoreció el naci-
elogiada por un periodista unos meses miento del rutilante binomio Manuel
después, cuando la sitúe entre quienes Acuña-Rosario de la Peña, legendario hoy
“llevan el cetro de la poesía femenina día. Por tanto y por lo menos en parte, la
en México”.3 recepción literaria de ambos es fruto de
Ciertamente no todos los que hacen aquellos hechos.
honores al receptáculo mortuorio cono- Así pues, se antoja preguntar qué
cen los hechos remotos que signan el aconteció y por qué fue encubierto. ¿Por
mes de octubre en el calendario emocio- qué muchos entre quienes custodiaron
nal de tan destacada mujer y la ligan con las cenizas en 1917 ignoraban el íntimo
el homenajeado: un día de octubre nació parentesco de Méndez y Acuña?, ¿por
su primer hijo y años más tarde, también qué quienes lo conocían, callaron? A con-
en ese mes, contrajo matrimonio. Esos tinuación, la crónica.
datos tienen sentido sólo para quienes
saben que el primogénito de Méndez,
nacido en 1873, era hijo de Manuel III
Acuña; y que uno de los mejores amigos
de éste, Agustín Fidencio Cuenca Coba, Laura María Luisa Elena Méndez Lefort
se casó con Méndez Lefort en 1877. Así nació el 18 de agosto de 1853 en la Ha-
pues, Laura y Manuel, dos jóvenes poetas cienda de Tamariz (Amecameca, Estado
decimonónicos, mantuvieron una rela- de México).4 A los diecinueve años vivía
ción de enorme cercanía que tras la muer- en la ciudad de México y dedicaba sus
te de él, por obra y gracia de acuerdos días a seguir cursos en el Conservatorio
tácitos y explícitos, se tornó asunto con- de Música y en la recientemente fundada
fidencial aun en medio de la fama que Escuela de Artes y Oficios para Mujeres,5
una y otro alcanzaron andado el tiempo. cuya formación era considerada como
equivalente a la de una escuela Normal
para profesoras. Vivía con su hermana ma-
II yor, Rosa, en Puente de Peredo número 3,
domicilio que reportaron al bautizar a
Lo antedicho carecería de interés para la Enrique y Arturo Beteta Méndez, sobrinos
historia literaria de no ser porque involu-
cra a escritores y porque el sonoro silen-
cio alrededor de ellos propició casi por
contagio y durante décadas, un mutismo 4 AGN, Genealogías, Archivo Parroquial de Santiago
Ayapango, Estado de México, Bautizos, libro 15,
1853-1858, registro 6 (21 de agosto de 1853),
p. 3.
5 De ello dan cuenta las cartas de Méndez a Enrique
recepción de la escritora entre sus contemporá- de Olavarría fechadas los días 25 de diciembre
neos Vid. Leticia Romero, “Laura Méndez de de 1893, 3 de enero de 1894 y 1 de mayo de
Cuenca: el canon de la vida literaria decimonó- 1897. Hay una estupenda versión digitalizada
nica mexicana”, en Relaciones, pp. 107-141. en “Españoles en México en el siglo XIX”: http://
3 S/n, “Dolores Bolio”, en Revista de Revistas, núm. www.coleccionesmexicanas.unam.mx/espanol.
414, p. 15. html (revisada en febrero de 2009).

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 25


LETICIA ROMERO CHUMACERO

de Laura;6 domicilio donde, además, las Sí, Laura... que tus labios de inspirada /
jóvenes organizaban tertulias literarias.7 nos repitan la queja misteriosa / que te
Sus padres, Ramón Méndez Mérida y dice la alondra enamorada; // [...] que
Elisa Clara Lefort Arias, habían criado a oigamos en tu acento la tristura / de la
paloma que se oculta y canta / desde
sus cuatro sucesores (Rosa, Laura, Beatriz
el fondo sin luz de la espesura // [...] Sí,
y Emilio) en Tlalmanalco y después en la
Laura... que tu espíritu despierte / para
capital del país. El abuelo materno era un cumplir con su misión sublime, / y que
comerciante francés, dueño de una canti- hallemos en ti a la mujer fuerte / que del
na en el teatro Principal y de otra en la oscurantismo se redime.10
lejana Azcapotzalco.8
Esa era la situación académica y El autor de dichos versos era un saltillen-
familiar de Laura en abril de 1872 cuando se de veintidós años cuya obra poética
un estudiante de medicina leyó con elogió Ignacio Manuel Altamirano en El
acento norteño ante los miembros del Renacimiento; su nombre, Manuel Acuña.
Liceo Hidalgo reunidos una noche en Durante los siguientes años se especuló
el Conservatorio, el poema “A Laura”, que aquellos versos fueron dedicados a
divulgado en las páginas de El Eco de Méndez Lefort, pero sólo en 1923 ella
Ambos Mundos cinco días atrás.9 Se tra- confirmó la hipótesis al participar en un
taba de una serie de tercetos endecasí- homenaje rendido al bardo en el cin-
labos encadenados, rematados por un cuentenario de su muerte, dando a co-
cuarteto y animados por la obvia intención nocer en Revista de Revistas una versión
de encomiar a una poeta: autógrafa del poema que había conser-
vado durante décadas.11
6 El primero fue bautizado el 28 de enero de 1871; Bien pudo ser el de 1872 el primer reco-
el segundo, el 22 de marzo de 1872. Eran hijos
“naturales” del abogado Ignacio María Beteta nocimiento público ofrecido a la escrito-
(AGN, Genealogías, Archivo Parroquial del tem- ra. Sobre esa epístola se ha comentado:
plo del Señor San José de México, Bautizos,
año 1871, acta 52, 28 de enero de 1871 y 22 de
marzo de 1872). José María Beteta y Rosa Mén- Ignoramos cuáles poemas provocaron
dez contrajeron matrimonio en 1873. Mención ese deslumbramiento [...] debieron ser
aparte merece la descendencia del sobrino ma- muy buenos para que en sus tercetos
yor de Laura, pues Enrique procreó a Ignacio [el poeta] elogie de una manera tan
María Beteta Quintana (1898-1988), general y
jefe del Estado Mayor del presidente Lázaro
desmesurada la inteligencia y el talen-
Cárdenas, además de acuarelista; y a Ramón to de la joven, al grado de augurarle el
Beteta Quintana (1901-1965), secretario de Ha- arribo a las grandes cimas.12
cienda de Miguel Alemán, embajador de México
en Italia durante el gobierno de Adolfo Ruiz
Cortines y director de los periódicos Noveda- En efecto, es claro que algo habrá leído
des y The News. Ignacio, por otra parte, fue pa- Laura a su amigo provocando elogios (de
dre de Mario Ramón Beteta Monsalve (1927- ninguna manera desmesurados, dicho sea
2004), secretario de Hacienda en el régimen
de José López-Portillo, director de PEMEX y go-
bernador del Estado de México.
7 Vid. Ignacio Miranda, “El acto heroico del Doctor 10 Acuña, Obras, pp. 69-70.
Orive”, en Revista de Revistas, p. 23. 11 Vid. “A Laura-Epístola”, en Revista de Revistas,
8 Vid. s/n, “Emilio Lefort”, en El Siglo XIX, p. 3. núm. 709, p. 34.
9 Así lo reportó la gacetilla s/n, “Liceo Hidalgo”, en 12 Marco Antonio Campos, Manuel Acuña. La des-
El Siglo XIX, p. 3. dicha fue mi Dios, p. 32.

26 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


L AURA MÉNDEZ Y MANUEL ACUÑA: UN IDILIO (CASI OLVIDADO) EN LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

de paso). Hasta hoy, las más antiguas yotl;16 de haber ocurrido, Méndez y Acu-
composiciones fechadas de las que se ña se habrían conocido en el ex convento
tiene noticia fidedigna son las publica- de San Jerónimo, escenario de las tertu-
das en marzo y abril de 1874 en El Siglo lias, entre 1868 y 1871. Pero Juan de Dios
XIX (“Cineraria”, “A***” y “Esperanza”).13 Peza, “historiador lírico” de la generación
Se trata de poemas con posibles referen- de 1867, jamás menciona a la escritora
cias relacionadas con la muerte de Acu- como parte del grupo; tampoco lo hicie-
ña, por lo que debe andarse con tiento a ron Cuenca, protagonista de los hechos,
la hora de contabilizarlos como conoci- ni Altamirano, padrino de los jóvenes
dos por él.14 poetas.17 Y su ausencia en los recuentos
Pero volvamos a la historia. De acuerdo no puede atribuirse a una burda exclu-
con la declaración del doctor Gregorio sión de género: la española avecindada
Orive –compañero de Acuña en la Escue- en Guadalajara, Isabel Prieto, así como
la de Medicina–, él se encargó de presen- las mexicanas Clotilde Zárate y Laureana
tar a los jóvenes en casa de las Méndez Wright, colaboraron en 1869 en el órga-
Lefort, sitio donde “se reunía un grupo de no de difusión de esa Sociedad, El Aná-
literatos”,15 lo cual explicaría la familiaridad huac (que no contiene composiciones
de Acuña con algunas versificaciones de de Méndez), y no se les escatimó reco-
la muchacha. Por cierto, se ha sospecha- nocimiento alguno. Tampoco hay noticias
do, sin pruebas, la participación de ella de Laura durante la reinstauración del
en tertulias de la Sociedad Netzahualcó- grupo, en 1872. Así, se antoja viable con-
fiar en la versión de Orive: Laura y Manuel
se conocieron en una reunión literaria
organizada en casa de ella.
13 Había que comentar que Malcolm D. McLean Al margen de eso, es imprescindible
(Contenido literario de “El Siglo Diez y Nueve”, señalar la posibilidad de que el poema
p. 199), reporta otro poema publicado por anteriormente referido no sea el único
alguien que firmó con el seudónimo “L”, igual
que Méndez; se trata de “Espinelas” (en El Siglo dedicado a la mexiquense por Acuña,
Diecinueve, 8ª época, año XXXIII, t. 66, núm. pues existen presumibles alusiones a su
10,854 (23 de octubre de 1874), p. 3). No parece relación en composiciones de 1872 como
ser de la mexiquense, pues resulta un tanto
pedestre en materia de métrica y los poemas “Gracias”, “Por eso”, “Misterio”, “Espe-
indudablemente de ella no lo son; además, la ranza”, “Resignación” y “La felicidad”; y en
voz lírica es masculina y dirige su canto a una otros, de 1873: “Porque dejaste el mundo
interlocutora. Por eso lo excluyo de este bre-
ve recuento. de dolores...”, “Adiós”, “Hojas secas” y “La
14 Pero no debe descartarse la posibilidad de que
Campos, quien propone una data más tempra-
na, haya partido de una aproximación biográfica
ficcional como la de Siempre!, “A 150 años de su
nacimiento: entrevista con Manuel Acuña (poeta
mexicano)”; ahí publica una charla con el vate
16 Cf. Pablo Mora, “Estudio preliminar. Laura
coahuilense, extrañamente presentada como un Méndez de Cuenca: escritura y destino entre
original extraído de El Monitor Republicano. No siglos (XIX-XX)”, pp. 23 y 376-377.
huelga aclarar que en ese medio jamás se publi-
17 Cf. Cuenca, “Manuel Acuña”, en El Siglo XIX;
có tal documento, que debe atribuirse a la fértil Peza, “Manuel Acuña”, en Memorias; Perales,
imaginación de Campos. Las asociaciones literarias mexicanas y Romero,
15 Miranda, op. cit., p. 23. “Tradición, no ruptura: la generación de 1867”.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 27


LETICIA ROMERO CHUMACERO

gloria”. Históricamente ha sido desesti- torno a la poetisa; el relato es este:21 en


mada la presencia de elementos auto- una noche de invierno de 1872 Acu-
biográficos ligados a la escritora en los ña caminaba por una calle de Santa Ma-
textos del poeta, otorgando un peso ma- ría la Redonda y salió a su encuentro una
yúsculo y quizá excesivo al “Nocturno” mujer “todo lágrimas, todo apuro y toda
dedicado a De la Peña, pero a la luz del urgencia”, quien le pidió ayuda pues su
cotejo de sus biografías resulta difícil se- padre acababa de morir y ella carecía de
guir haciéndolo. Por otra parte, el intervalo recursos para hacerse cargo del problema.
abarcado por los textos parece coincidir El muchacho acudió entonces a algunos
con el lapso comprendido por la relación, amigos y a la imprenta de don Ignacio
es decir, entre 1872 y 1873; eso indicaría Cumplido, donde a veces trabajaba co-
que debió durar “menos de dos años”, rrigiendo pruebas de galera. El capital
según cálculo de uno de los biógrafos de reunido fue suficiente para ceras, caja
él.18 Ella, a su vez, sostuvo que “sus rela- y entierro, por lo cual los jóvenes se dis-
ciones acabaron con la muerte del poeta”.19 pusieron a amortajar el cadáver y dar por
No sólo en ese dato existe cierta con- iniciado el velorio, sin que durante las
troversia. Líneas atrás se citó a Gregorio siguientes horas se presentara alguien por
Orive, quien en 1923 declaró haber pre- ahí. Acuña, “sentado enfrente de la afligi-
sentado a los poetas en casa de las jó- da dama, fijó agudamente su vista sobre
venes Méndez (hecho verosímil dado que ésta y pudo comprobar que realmente era
por lo menos una de ellas comenzaba joven y bonita, de buen porte”. Solos, al
a conocer a los escritores que trabaja- llegar la media noche cerraron la puerta
ban como docentes en el Conservatorio de la calle y, en extremo cansados, se
y en la Escuela de Artes y Oficios).20 Pues durmieron. “Confiesa el poeta que al día
bien, en 1919 Rosario de la Peña procuró siguiente ella y él ya habían entrado en
a su confesor otra versión, tan sórdida amor carnal; que le horrorizaba la escena,
como cuestionable, atribuyéndosela para pero que esa era la verdad, llevado por
colmo al propio Acuña. Así sea de paso la belleza y feminidad de su compañera”.
se expondrá debido a que tal vez fue una Hasta aquí el relato expuesto por la an-
de las razones del silencio posterior en ciana señorita De la Peña a su confesor,
José Castillo y Piña; él, a su vez, lo divulgó
en sus memorias, aunque sin revelar el
18 Cf. Rojas Garcidueñas, Manuel Acuña. Hombre y
nombre de la “joven huérfana”.
poeta de su tiempo, p. xi. La historia es objetable por varios mo-
19 Balbino Dávalos apud Castillo Nájera, Manuel tivos. En primer lugar los hechos son
Acuña, p. 144.
20 Cabe acotar que Rosa Méndez también pudo
situados muy tardíamente, en el invierno
haber estudiado declamación y quizá actuación de 1872, con Laura sola, acompañando
en el Conservatorio. En el segundo tomo de su el cadáver de su padre en Santa María la
Reseña histórica del teatro en México, p. 939,
Olavarría la recuerda como actriz de la fallida
Redonda: pues bien, Laura y su hermana
puesta en escena titulada “La gran Duquesa”,
montada en 1876. Es pertinente mencionar asi-
mismo que la vena actoral de Rosa fue hereda- 21 Sigo la versión de José Farías Galindo, “Acuña y
da por algunos de sus descendientes, entre su vida”, en Manuel Acuña a través de la crítica
quienes destaca la actriz Amparo Arozamena. literaria, pp. 72-75.

28 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


L AURA MÉNDEZ Y MANUEL ACUÑA: UN IDILIO (CASI OLVIDADO) EN LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

Rosa vivían fuera de la casa familiar por En suma, hay elementos suficientes
lo menos desde enero de 1871, fecha en para desechar la infamia divulgada por el
que la primera fue madrina de un hijo confesor. Alguien ha llamado “historieta”
de la segunda. En segundo término es a la de Castillo y Piña y “crédulo” a
oportuno recordar que ambas habitaban éste;23 también ha calificado a Rosario de
en una casa de Puente de Peredo, calle “mitómana”.24 Al parecer, la sórdida ver-
que desembocaba en San Juan de Letrán sión debe reducirse a un simple caso de
(hoy Eje Lázaro Cárdenas) y, por ende, celotipia, pues incluso a la distancia de los
algo lejos de Santa María la Redonda. En años (la señora tenía alrededor de seten-
tercer lugar, es claro que Laura y Manuel ta y dos de edad cuando contó tales co-
se conocían por lo menos desde abril de sas al no muy discreto sacerdote), la poe-
1872 cuando el coahuilense leyó y pu- tisa era seria rival para la musa; la primera
blicó el poema dedicado a su amiga, de era una artista reconocida dentro y fue-
manera que llama la atención ese súbito ra del país, en tanto la segunda era sólo
reconocimiento de “la belleza y femini- una inspiradora cuyas viejas fotografías
dad de su compañera”. Cabe preguntarse, dificultaban adivinar las razones por las
cuando leyó los versos que le inspiraron cuales pudo rodearse de un nutrido grupo
“A Laura”, ¿no había observado que era de fieles. Por supuesto, ese insólito relato,
“joven y bonita, de buen porte”? A eso rematado por frases del tipo “la idea del
hay que sumar el testimonio de Orive, suicidio se le fijó luego de haber poseído
quien admitió haber presentado a la pa- a Laura la noche de la muerte del padre
reja en una tertulia, con lo cual se habrían de ésta, durante el velorio...”, parece
conocido y frecuentado en un contexto un desesperado intento por desviar la
muy diferente del imaginado por De la atención de quienes, como Altamirano,
Peña. Finalmente debe atenderse un da- la consideraron responsable de la inmola-
to definitivo: en 1872 el padre de Mén- ción; así, tan sentida muerte tendría un
dez Lefort aún vivía (quien había muerto origen sórdido y ajeno a ella.
en Saltillo el año anterior era el de Acu- En contraste, la historia macabra es
ña); don Ramón Méndez no asistió a la feliz germen del cuento “Monólogo del
boda de Rosa con Ignacio Beteta en ju- insumiso”, incluido en Confabulario, de
nio, pero envió su consentimiento.22 Y Juan José Arreola. Ese relato ostenta obvia
existe constancia de que todavía estuvo dedicatoria: “Homenaje a M. A.”, e inicia
en Michoacán entre agosto y octubre con la siguiente frase, casi idéntica a la
de 1875 y de que dos años después ya escrita por el confesor: “Poseí a la huérfana
no asistió a la boda civil de su segunda la noche misma en que velábamos a su
hija. Una sencilla operación matemáti- padre a la luz parpadeante de los cirios”.
ca permite descartar por incongruente
el episodio, pues Acuña murió en 1873
y el abuelo materno de su hijo, en 1876.

22 AGNGenealogías, Archivo parroquial del Sagra-


rio Metropolitano, Matrimonios, 27 de junio 23 Castillo Nájera, op. cit., pp. 89, 98.
de 1872. 24 Ibid., p. 48-64.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 29


LETICIA ROMERO CHUMACERO

IV la circunstancia antedicha Prieto consi-


guió sus propósitos o por lo menos hizo
Hacia el 4 de marzo de 1873 la relación correr el rumor que llegó dolorosamente
entre Laura y Manuel pudo haber tran- a oídos de Manuel, hombre melancóli-
sitado por una ruptura. Por lo menos eso co, por cierto.28
se desprende de una interpretación lite- La franca participación del poeta “de
ral de la composición publicada por él edad tan provecta como la de Ramírez”
aquel día en las páginas de El Siglo XIX. El (López-Portillo dixit), fue censurada con
título del trabajo en cuestión es “Adiós a...”, sigilo en su momento. Diego Bencomo,
y fue dedicado, según varias opiniones, verbigracia, apenas aludió al imputado
a Méndez Lefort, quien a su vez divulgó en un poema de diciembre de 1873: “Ya
un año más tarde en las páginas del que a la infamia asesinarle plugo, / tiña
mismo diario los quintetos alejandrinos la sangre del ilustre muerto / la frente vil
de “A***” (“Adiós”, en todas las versio- del criminal verdugo”.29 Años después, de-
nes posteriores). saparecido el poderoso autor de Musa
En el ensayo biográfico Rosario la de callejera, la acusación fue más directa:
Acuña, José López-Portillo atribuyó cier- “por intrigante tuvo mucha responsabili-
to rompimiento (quizá el referente extra- dad [en el suicidio de Acuña]. Detestaba
textual del poema) a la excesiva cercanía a Manuel [y] le birló uno de sus quereres”,
de Méndez con Guillermo Prieto, a la afirmó un ex estudiante de medicina.30
sazón profesor de historia en la Escuela Porfirio Parra, médico también, compar-
de Artes y Oficios, viudo y ex-ministro de tió la versión: “Guillermo Prieto por su
Hacienda, pero también –de acuerdo con pique literario con Acuña, pretendió a
un contemporáneo– “entusiasta ardien- Laura, la conquistó y después le llevó el
te en las lides del amor”.25 Se dijo que chisme a Rosario”.31 “El desengaño sufrido
Fidel “requería con abuso” a la muchacha con la mujer que hacía versos, llenó [al
aprovechando su necesidad de boletos joven] de amargura”, concluyó a su vez
de alimentación gratuita, ofrecidos a las López-Portillo.32 Algunas décadas más
alumnas pobres de la Escuela. Aquí cabe tarde la principal involucrada expuso de
puntualizar que ella no sólo vivía con una viva voz la historia a Dávalos, su compa-
de sus hermanas y los pequeños hijos de ñero de trabajo en la redacción de El
ésta sino que, según versión de Balbino Universal y luego en la de El Imparcial;
Dávalos, durante un tiempo dependió él la transmitió al general Francisco Cas-
económicamente del poeta de Saltillo,26 tillo Nájera cuando éste preparaba una
siendo éste tan pobre que en alguna oca- biografía del poeta:
sión confesó a su madre no haberle en-
viado cartas debido a la falta de capital
para papel.27 Hubo quien afirmó que dada 28 Vid. Farías Galindo, op. cit., p. 72. Sobre los ras-
gos melancólicos, vid. Quirarte, “Un testamen-
to de la ciudad romántica (6 de diciembre de
1873)”, p. 145.
29 Caffarel, op. cit., p. 36.
25 Castillo Nájera, op. cit., p. 143. 30 Castillo Nájera, op. cit., p. 45.
26 Ibid., p. 144. 31 Ibid., p. 46.
27 Vid. Acuña, Obras, p. 368. 32 Campos, Manuel Acuña..., p. 71.

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L AURA MÉNDEZ Y MANUEL ACUÑA: UN IDILIO (CASI OLVIDADO) EN LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

fue novia y, después, amante de Acu- como se verá después–, ocurrió meses
ña: por estas relaciones, vivió sola, atrás, alrededor de la fecha en que Laura
alejándose de familiares y amigos; eco- debió embarazarse. Ello se infiere del
nómicamente dependía del poeta, pau- siguiente hecho: Acuña publicó su poe-
pérrimo a la sazón. Buscando alivio,
ma “Adiós a...” en marzo, cierto, pero con
[...] se dirigió a Prieto; lo reputaba leal
una nota al calce: “México, febrero de
amigo de Acuña, quien tenía un elevado
concepto del ex ministro. Éste ofreció 1873” (cursiva mía). El examen de tal fe-
conseguirle boletos de alimentación cha a la luz del cálculo del tiempo normal
gratuita y proporcionarle otros subsi- de gestación permite, por otro lado, dis-
dios, siempre que la joven concediera cutir la posibilidad de que el drama El
sus encantos al vejete. [Ella] rechazó las pasado, fechado un año antes (mayo de
viles proposiciones.33 1872), haya tenido por origen las murmu-
raciones alrededor de Méndez y Prieto.
La innoble conducta de Fidel también La entrega por necesidad de una joven
halló eco fuera del círculo literario, a un anciano abusivo, tema de la pieza
como se constata en el colofón de una de Acuña, era común en las letras deci-
gacetilla publicada en El Siglo XIX; relativa monónicas acaso debido al escándalo
a la Escuela de Artes y Oficios para mu- moral provocado por historias como la
jeres, la nota hizo público lo citado a de ellos.
continuación: “En este establecimiento, El nacimiento del niño, por lo demás,
cuyo nuevo reglamento ha marcado un pudo menoscabar el ánimo del padre y
hasta aquí al desorden que dominó en quizá coincidió con un período de extre-
él durante la dirección de D. Guillermo ma depresión. Al respecto puede traerse
Prieto...” (cursiva del original).34 Amén de a cuento una revelación hecha por José
la anarquía denunciada y la impunidad Negrete, poeta nacido en Bélgica y co-
con que tuvo lugar, era sabida la enemis- lega de Manuel en la redacción de El
tad del ex ministro con el novio de Laura; Eco de Ambos Mundos, a quien habló de
Parra narró a sus alumnos episodios don- una mujer con la cual había engendra-
de se dejaba ver que Hilarión Frías y Soto do un hijo. Estimulado por una botella de
y Juan A. Mateos avivaron la rivalidad ajenjo según dictaba el gusto de la épo-
entre Prieto y Acuña, convenciendo al ca, confesó:
primero de que merecía mayor populari-
dad que el segundo, a quien calificaban ella también era pobre [...] Una no-
de advenedizo.35 che... Desde entonces se estableció
A pesar de lo anterior, en algún mo- entre nosotros esa relación íntima que
mento del mes de octubre nació Manuel comunica todos los deseos, todas las
Acuña Méndez. La ruptura entre los pa- dolencias, todos los temores, todas
las aspiraciones. ¡La dualidad perfecta
dres de esa criatura –quizá no definitiva,
es una trinidad! Nació un hijo, y mi ce-
rebro y mi corazón se encontraron
oprimidos por esa triple conspiración
33 Castillo Nájera, op. cit., p. 144. que tiraniza las facultades del hombre:
34 S/n, “La escuela de artes y oficios para mujeres”,
en El Siglo XIX, p. 3.
35 Vid. Castillo Nájera, op. cit., p. 17.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 31


LETICIA ROMERO CHUMACERO

la miseria, la delicadeza y la responsa- Hay otro aspecto relevante a propósi-


bilidad. ¡El que contrae obligaciones to de los sucesos de ese mes. En 1873
sin poder cumplirlas es un miserable!36 apareció un breve trabajo poético de
Acuña, titulado La gloria. Pequeño poema
Esa inquietud originada en la estrechez en dos cantos. Caffarel Peralta ha adverti-
económica se percibe asimismo en una do que uno de los ejemplares fue dedi-
carta premonitoria enviada por Acuña a su cado respetuosamente a Rosario de la
madre al iniciar el mes de octubre. En ese Peña el 11 de octubre;39 ha documentado
documento el muchacho de veinticuatro asimismo la existencia de otra copia con
años anuncia que su estado de salud le dedicatoria manuscrita –que necesaria-
impedirá concluir la carrera de medicina mente debemos datar en algún momen-
próximamente; añade: to entre octubre y el inicio de diciembre
de ese año. En comparación con la del
me pesa ya esta vida de aislamiento y día 11, la otra es concisa e íntima, dice
de fastidio en que me consumo sin ver
lo siguiente: “A Laura. Manuel”.40 En una
en mi derredor ni una persona que me
de sus versiones de los hechos, la propia
quiera [...] llegado el momento de vol-
ver a ustedes, recuerdo que no podré Rosario reveló que cuando el muchacho
llevar [...] ni el libro más necesario pues llegó por vez primera a su casa “ya soste-
no contaré con qué comprarlo y esto nía relaciones estrechas con una poetisa
me desespera al grado de que me notable”.41 Lo anterior deja ver que pese
arrepiento de haber emprendido la ca- a la ruptura aludida por el poema publica-
rrera y no dedicarme a arriero.37 do en marzo, el vínculo entre ellos no ha-
bía desaparecido del todo, ni siquiera an-
También en ese mes un compañero del te la presencia de la señorita De la Peña.
joven lo visitó en su habitación de la Y aún puede argumentarse algo con
Escuela de Medicina a pesar de haber base en un documento tan sobresaliente
sido advertido: “con nadie quiere hablar”. como poco aprovechado por biógrafos
Aquellos eran “días de mal humor”, pero del poeta. Tras la muerte de éste, sus
charlaron hasta que el poeta mostró compañeros en la redacción de El Siglo XIX
al visitante una nota: “Lo de menos era organizaron una colecta de fondos para
entrar en detalles sobre la causa de mi la ceremonia funeraria (es sabido que la
muerte; pero no creo que le importe a familia del finado vivía en Coahuila y no
ninguno; basta con saber que nadie más contaba con recursos monetarios); parti-
que yo es el culpable”; el joven Orive
supuso que era una broma.38 Un par de
meses después, una nota similar fue 39 La discreta dedicatoria dice así: “Obre. [sic] 11
de 1873. Rosario: Usted tiene la culpa si me atre-
descubierta por él, Peza y otros, a un la- vo a enviarle este cuaderno, por haberme dicho
do del cadáver de Acuña, ya conquistado que le agradaba el día que tuve el gusto de
por el olor a almendras amargas carac- leérselo; si ahora fuese yo tan desgraciado que
usted lo hallara malo, perdónelo siquiera por-
terístico del cianuro. que él le va a decir que como siempre cuenta
usted en mí con un sincero y buen amigo. –Man.
36 Campos, op. cit., p. 49. [sic] Acuña”. Caffarel, op. cit., p. 105.
37 Acuña, Obras, pp. 369-370. 40 Idem.
38 Miranda, op. cit., p. 23. 41 Campos, op. cit., p. 61.

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L AURA MÉNDEZ Y MANUEL ACUÑA: UN IDILIO (CASI OLVIDADO) EN LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

ciparon varias asociaciones literarias, nocían su secreta paternidad estaba Ne-


funcionarios del gobierno y amigos. Algu- grete; sabedor del drama disimulado, el
nos malintencionados pusieron en tela periodista belga censuró los excesos de
de juicio el destino del dinero recabado tal ceremonia:
y ello propició que el comité organizador
presentara un informe periodístico dando Si el fúnebre cortejo [...] hubiese pasado
cuenta puntual de cada desembolso. En la víspera delante de una puerta cerrada
aquella ocasión se afirmó que al encargado por la miseria, y oído las quejas de una
de la recaudación le entregaron diez madre que tenía hambre y de un niño
que se moría, la comitiva indiferente ha-
pesos “para gastos de luto de la familia
bría llegado impasible hasta esa tribu-
que dejó en México el señor Acuña”, na maldita que se levanta sobre ca-
dieciséis más “para alimentos de [esa] da sepulcro”.45
familia” y doce “para el entierro del hijo
del señor Acuña”.42 En las crónicas de la Entre las cartas de despedida de Acuña
época no aparece mención alguna sobre había “dos para unas amigas íntimas”.46
la presencia de la madre o los hermanos José Luis Martínez ha aventurado que
de Manuel en la ciudad de México; esto uno de los mensajes era para Rosario;47
parece apuntar hacia la posibilidad de que es del todo creíble que el otro fuera para
la familia aludida en la nota periodística Laura, madre de su hijo. Durante años la
haya sido la formada por Laura y su hijo. presencia de la poetisa, esa madre que
Ello confirmaría la versión de la escritora, tenía hambre, quedó opacada por la
según la cual “sus relaciones acabaron con leyenda de la señorita De la Peña, in-
la muerte del poeta”; también fortalece- tangible musa. En opinión de Castillo Ná-
ría las distintas declaraciones que coinci- jera el mutismo alrededor de la primera
den al subrayar la miseria como leit motiv fue realmente una “conspiración del si-
que agobió a la pareja y quizá contribuyó lencio”, destinada a respetar la memoria
al suicidio del joven bardo.43 del suicida, la de quien se casó con Laura,
“y por consideración a ésta que, esposa
y viuda, [fue] una dama intachable”.48
V También es factible que la artificiosa anéc-
dota narrada por De la Peña a su confe-
El 6 de diciembre de 1873 se suicidó sor tuviera alguna resonancia y se torna-
Acuña en su habitación de la Escuela ra motivo suficiente para omitir cualquier
de Medicina en la Plaza de Santo Do- mención sobre los involucrados.
mingo, propiciando una manifestación
luctuosa de antología.44 Entre quienes co-
sele la ausencia de Laura Méndez, protagonista
de esa historia, como se trata de demostrar en
42 Caffarel, op. cit., p. 39. estas líneas.
43 Castillo Nájera, op. cit., p. 144. 45 Campos, op. cit., p. 50.
44 Es posible revisar los detalles de la ceremonia 46 Peza, op. cit., p. 51. Las otras cartas de Acuña
luctuosa en las crónicas publicadas durante di- eran para su madre, para Antonio Cuéllar y para
ciembre de 1873 en El Siglo XIX y, desde luego, en Gerardo Silva.
la elaborada por Quirarte, art. cit., pp. 133-168; 47 Vid. Martínez, “Acuña...”, p. xxiv.
a este trabajo espléndido sólo puede objetár- 48 Castillo Nájera, op. cit., p. 46.

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LETICIA ROMERO CHUMACERO

No obstante, a pesar del pacto de dis- amigo cercano del finado. No hay moti-
creción la escritora debió resistir durante vos para dudar de su palabra, pues la pri-
años las habladurías; así se lo confesó a mera aparición indiscutible de él en la
Olavarría dos décadas más tarde: vida de la escritora tuvo lugar en enero
de 1874, tras la muerte del primogéni-
tanto y tanto como de mí se murmura- to de Manuel (vid infra). Es interesante
ba, pues ya sabe usted que unas veces notar de paso que si la mexiquense hu-
por lo que hice y otras por lo que hu- biera asistido a las sesiones de la Socie-
biera podido hacer, siempre he tenido dad Netzahualcóyotl como alguien ha
el poco envidiable privilegio de ser traí-
sugerido, habría conocido mucho antes a
da en las peores lenguas de mis carita-
Cuenca, cofrade de Acuña igual que Aga-
tivos paisanos.49
pito y Gerardo Silva, Javier Santamaría y
Ricardo Ramírez.52
Y es que, en efecto, los rumores se di-
Pocos años después, en 1877, el ague-
fundieron durante años. En 1949, por
rrido periodista se convirtió en esposo de
ejemplo, Miguel N. Lira obtuvo con un
Méndez Lefort, legándole el apellido con
corrido de su autoría la Flor Natural en
que firmaría el grueso de su obra. Cuan-
los Juegos organizados como homenaje
do se conocieron él cumplió veintitrés
al saltillense; el texto ganador –lamenta-
años de edad (había nacido en la ciudad
ble, por cierto– incluye los siguientes
de México el 16 de noviembre de 1850),
versos: “Sufre angustias y nostalgia, / po-
y publicó el librito Ángela Peralta de Cas-
breza en la faltriquera, / y amor y celos
tera: rasgos biográficos; había hecho es-
por Laura / y Chole la lavandera. // Una
tudios en el Seminario Conciliar y en la
destila heliotropos, / la otra es lirio sin
Escuela de Jurisprudencia. También era
aroma; / la que nombra, es una alondra,
autor de poemas que preludiaban la es-
/ y la innombrada, paloma. // De una
tética que poco después sería conocida
adora infierno y gloria, de otra, su olor a
como Modernismo; más adelante, algunos
jabón; y de las dos, ternura / que arrobó
fueron dedicados a su esposa;53 es el ca-
su corazón”.50 El pacto de discreción te-
so de “17 de enero”, “La vuelta al hogar” y
nía fisuras.
el poco conocido folleto Para besarla.

VI
VII
En la redacción de uno de los diarios don-
Y precisamente en fecha apuntada en un
de coincidieron, Laura confesó a Balvino
poema de Cuenca, el 17 de enero de 1874,
Dávalos que durante una de las noches
a las cinco y cuarto de la mañana murió
del velorio de Acuña conoció al poeta y
de bronquitis aguda, a los tres meses de
periodista capitalino Agustín F. Cuenca,51
edad, el niño Manuel Acuña Méndez.

49 Méndez, “Cartas…”, 25/10/1897.


52 Vid. Cuenca, “Manuel Acuña”, p. 3.
50 Castillo Nájera, op. cit., p. 199.
53 Vid. Kuehne, “Hemerografía de Agustín F.
51 Ibid., pp. 143-144. Cuenca”, p. 60.

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L AURA MÉNDEZ Y MANUEL ACUÑA: UN IDILIO (CASI OLVIDADO) EN LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

En el Registro Civil se dejó constancia de por lo menos al principio no fue así, toda
que era “«hijo natural» del finado Ma- vez que las composiciones inaugurales
nuel Acuña y doña Laura Méndez, de de ella aparecieron en el diario donde él
Amecameca [...] de veinte años, soltera”.54 trabajaba como gacetillero y encargado
El pequeño cadáver fue inhumado en el de las “Noticias Locales”: El Siglo XIX. En
modesto cementerio de Campo Florido, 1874 la distribución de ese decano del
igual que el de su padre. Laura vivía en periodismo mexicano abarcaba más de
Zuleta número 10 (hoy Venustiano Ca- doscientas poblaciones mexicanas, amén
rranza, en el Centro Histórico de la ciu- de algunas norteamericanas y París. Se
dad de México); la dirección correspon- trataba de un vehículo de abolengo libe-
día asimismo a la de quien compareció ral en materia de discusión política pues
ante el juzgado para notificar la muerte habían formado parte de la redacción plu-
del menor, Agustín Cuenca. Éste se en- mas tan destacadas como las de Altami-
cargó de hacer pública la lista de gastos rano, Bulnes, Olavarría, Payno, Peredo,
relacionados con las exequias de su ami- Prieto, Ramírez, Riva Palacio, los Sierra
go Manuel, mencionada líneas atrás; cabe y el propio Acuña, entre muchos más.57
repetir aquí uno de los datos: una frac- Por ende, el ingreso de la poetisa al ám-
ción de los capitales sirvió “para el entie- bito público tuvo lugar en condiciones
rro del hijo del señor Acuña”.55 Todo indi- ventajosas, por ocurrir en un medio de am-
ca que si bien contrajeron matrimonio plia divulgación y honda trascendencia.
tres años después, desde esas fechas El Siglo... poseía una dominical “Sec-
Méndez y Cuenca mantenían una rela- ción literaria” donde aparecieron tres
ción de enorme cercanía, acaso ahondada colaboraciones de Méndez Lefort firma-
por la compleja situación de ella, madre das con el seudónimo “L...”, de cuño
soltera sin apoyo familiar ni recursos eco- claramente autobiográfico. El 1 de marzo
nómicos, ligada a un joven suicida públi- circuló la primera, titulada “Cineraria”.
camente censurado por elegir tal muer- Se trata de una silva asonantada (AbCb
te; una muchacha sola, con aspiraciones DbEb...); con fecha al calce: “febrero
literarias y docentes, ámbitos delicados 1874”; su asunto es el dolor ante la muer-
donde una dama debía ostentar intacha- te. Al parecer se trata de su primera
ble fama pública para sobresalir. El amigo obra publicada, aunque es claro que
de Acuña debió estar al tanto de todo ello. comenzó a escribir versos desde, por lo
El general Victoriano Salado Álvarez menos, dos años atrás, lo cual se coli-
sugirió alguna vez que Cuenca coartó a su ge de los tercetos “A Laura-Epístola”
esposa la libertad de publicar,56 empero, (1872), de Acuña, donde la voz lírica se
refiere a la labor creativa de la destinata-
ria. Desde un punto de vista biográfico
54 AHRC, Juzgado Primero del Estado Civil, ra- son significativos tanto el tema como
mo Defunciones, Libro 103, acta 144, foja 75, 17 el título de la composición de Méndez
de enero de 1874. Vid. también Caffarel, op. cit.,
p. 38. pues la cineraria (es decir, la urna para
55 Caffarel, op. cit., p. 39.
56 Cf. Romero, “Laura Méndez de Cuenca: el canon
de la vida literaria decimonónica mexicana”, en
Relaciones, pp. 107-141. 57 Cf. McLean, op. cit., pp. 15-20.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 35


LETICIA ROMERO CHUMACERO

guardar las cenizas de un cadáver) puede según sugiere Campos; empero, habrá
aludir a la reciente pérdida de dos perso- que insistir en que la versión más tempra-
nas muy cercanas: Manuel Acuña Narro na conocida hasta hoy es la publicada en
y su hijo, Manuel Acuña Méndez. El cariz El Siglo XIX un año después.
elegíaco del poema evoca tácitamente El 26 de abril de 1874 la poetisa publicó
esas defunciones. “Esperanza” (A M***), ocho serventesios
El 29 de marzo dio a conocer el poema endecasílabos con rima consonante
“A***”, compuesto por cuarenta y cinco (ABAB), que llevan al calce la siguiente
versos: nueve quintetos alejandrinos data: “México, 1874”. El tema esta vez es
–hemistiquios heptasílabos– con rima elegiaco: la voz lírica añora a su amado.
consonante (ABAAB).58 Más adelante la Desde luego, la dedicatoria “A M***” es
autora lo publicó en Poesías líricas meji- elocuente y lo convierte en el único tra-
canas (1878), El Parnaso Mexicano (1885) bajo de la autora dedicado con alguna
y Poetisas mexicanas (1893) con el título claridad a Manuel Acuña. Por cierto, sor-
“Adiós”, a veces escrito entre signos de prende su ausencia en antologías con-
admiración. En efecto, aquí el asunto es temporáneas. No está de más añadir que
la despedida tras una ruptura amorosa. las mencionadas son composiciones de
Como han observado ciertos críticos,59 gran finura en lo formal y de profundidad
el poema guarda clara correspondencia en el tema. Ello les valió el reconocimien-
con el “Adiós” de Acuña, pues comparten to público, según Peza y Olavarría, quie-
metro y asunto. Asimismo, se ha aventu- nes cuatro años después las encontra-
rado la hipótesis de que el poema de ella ban notables.60
fue modelo del “Nocturno (a Rosario)”, En febrero del año siguiente fundó un
arguyendo por ejemplo la similitud foné- colegio y, el día 9, publicó otra elegía,
tica y métrica entre un par de versos de ahora firmada con su nombre: “Laura
Méndez (“y entre crespones blandos y rá- Méndez”.61 Se trata de “Bañada en lágri-
fagas de aurora, / la cuna de nuestro hijo mas: a mi hijo muerto”, conjunto de trece
como una bendición”), y un par de versos sextinas endecasílabas (AAB’CCB’), de
de Acuña (“los dos una sola alma, los dos rima consonante, con la nota “México
un solo pecho, / y en medio de nosotros, 1875”. El tema es tan transparente como
mi madre como un dios!”). Claro que si su título y dedicatoria aunque es difícil
se admite el “Adiós” de ella como modelo determinar si el referente extratextual
de la famosa composición de él, tendría continúa siendo el hijo de Acuña o uno
que datarse antes de octubre de 1873, de los siete que procreó con Cuenca.62

58 Aclaro que en la versión de El Siglo XIX fue in-


correctamente dividido en estrofas de diez ver- 60 Vid. Romero, “Laura Méndez de Cuenca: el ca-
sos heptasílabos sin rima identificable. En todas non…”, p. 115.
las publicaciones posteriores el esquema con 61 Vid. la gacetilla s/n, “Colegio de niñas”, en El Siglo
que se presentó fue el señalado en el cuerpo de XIX, p. 3. Con su nombre de casada publicó en ese
este artículo. Es uno de los poemas más conoci- medio, en 1885, “Fe”; en 1892, “Nieblas”; un año
dos de Méndez. más tarde, “Coloquio con los árboles”.
59 Cf. Martínez, “Acuña”, pp. xvii-xix; Caffarel, 62 Hasta hoy sólo hay alguna información sobre
El verdadero..., pp. 25 y 81; y Cáceres Carenzo, los siguientes hijos de Méndez y Cuenca: Eva
op. cit. Adelaida (nacida hacia marzo de 1876 y muerta

36 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


L AURA MÉNDEZ Y MANUEL ACUÑA: UN IDILIO (CASI OLVIDADO) EN LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

Finalmente, el 17 de marzo publicó “In- tro siglo romántico”; fue una escritora de
fortunio: a mi madre” (no compilado en mérito y alcances propios: no una mujer-
ediciones póstumas). Con ese trabajo con- adorno capaz de inspirar, sino una mujer
cluyó un ciclo relacionado directamente capaz de crear.65 Acaso tal es la ventaja
con la juventud de la escritora; sólo fue de que su malogrado idilio juvenil ha-
retomado a veces en la columna que ya pasado inadvertido en la República de
mantuvo en El Imparcial entrado el siglo las Letras
XX. Con ese ciclo inició, por otra parte, un
corpus de seis decenas de composicio-
nes poéticas, varias de las cuales conti- ARCHIVOS CONSULTADOS
núan sin ser publicadas entre dos pastas.
AGN, Archivo General de la Nación.
Genealogías. Bautizos.
VIII AHRC, Archivo Histórico del Registro Ci-
vil. Ciudad de México. Nacimientos y
Cuando se llevó a cabo la ceremonia matrimonios.
luctuosa de 1917 referida páginas atrás,
el general Castillo Nájera observó con
minucia a la escritora, quien “permaneció BIBLIOGRAFÍA
imperturbable”.63 Otro tanto ocurrió en
1921, cuando preguntó su opinión sobre Acuña, Manuel. Obras. Poesías, teatro,
Rosario, la de Acuña, libro recientemente artículos y cartas. 4ª ed. Ed. y pról. de
publicado donde se insinuaba su recón- José Luis Martínez. México, Porrúa,
dita relación con el vate romántico; ella 1986 (Colección de Escritores Mexi-
respondió “sin inmutarse”: “tiene algún canos, 55).
interés para la historia de nuestra lite- Caffarel Peralta, Pedro. El verdadero Ma-
ratura”.64 La historia de la literatura, sin nuel Acuña. México, UNAM, 1999 (Al
embargo, le escatimaría reconocimiento siglo XIX. Ida y regreso).
durante varias décadas, cediendo a los Campos, Marco Antonio. Manuel Acuña.
albores del siglo XXI la maravillada explo- La desdicha fue mi Dios. Comp. y est.:
ración de su vida y obra. Por fortuna para MAC. México, UAM, 2001 (Cuadernos
la causa de ella, quien en la década de de la Memoria, 8).
1870 apenas iniciaba un largo y fructífero Castillo Nájera, Francisco. Manuel Acuña,
periplo, nunca se convirtió en “Laura la de México, Imprenta Universitaria, 1950.
Acuña”, ni en la “segunda musa de nues- Farías Galindo, José. “Acuña y su vida”.
Manuel Acuña a través de la crítica li-
teraria. Antología. Selec.: Eleazar López
el 26 de marzo de 1878), Alicia Rosa (nacida el
29 de abril de 1877 y muerta el 7 de marzo
de 1937), Mario (nacido hacia agosto de 1878
y fallecido el 13 de junio de 1879) y Horacio 65 Es fácil demostrar hasta dónde era consciente
(nacido el 27 de octubre de 1879 y muerto el 17 de ser una escritora profesional. Vid. Romero,
de julio de 1902). “Más que discípula y amiga. Un epistolario de
63 Castillo Nájera, op. cit., p. 144. Laura Méndez de Cuenca”, en Casa del Tiempo,
64 Ibid., p. 144. pp. 7-9.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 37


LETICIA ROMERO CHUMACERO

Zamora y Jesús Márquez Narváez. De HEMEROGRAFÍA


una hemerografía elaborada por María
del Carmen Ruiz Castañeda. México, Acuña, Manuel. “A Laura-Epístola”. Revista
Hemeroteca Nacional, 1974. de Revistas. Año XIV, núm. 709 (9 de
Martínez, José Luis. La expresión nacio- diciembre de 1923), p. 34.
nal. México, CONACULTA, 1993 (Cien . “Adiós a...”. El Siglo XIX. 7ª
de México). época, año XXXII, t. 55, núm. 10,283, 4
Mclean, Malcolm D. Contenido literario de marzo de 1873, p. 2.
de “El Siglo Diez y Nueve”. México, Campos, Marco Antonio. “A 150 años de
Sobretiro del Boletín Bibliográfico de su nacimiento: entrevista con Manuel
la Secretaría de Hacienda y Crédito Acuña (poeta mexicano)”. Siempre! 23
Público, núm. 313, 1965. de septiembre de 1999.
Monterde, Francisco. Cumbres de la Cuenca, Agustín F. “Manuel Acuña”. El
poesía mexicana en los siglos XIX y XX. Siglo XIX. 8ª época, año XXXIII, t. 66,
Conferencias impartidas por Monter- núm. 10,891, 5 de diciembre de 1874,
de et al. Vol. I. México, Delegación p. 3.
Benito Juárez, 1977. Kuehne, Alyce G. de. “Hemerografía de
Mora, Pablo. “Estudio preliminar. Laura Agustín F. Cuenca”. Boletín de la Biblio-
Méndez de Cuenca: escritura y destino teca Nacional. T. XVII, 2ª época, núms.
entre siglos (XIX-XX)”. Laura Méndez de 3-4, julio-diciembre, 1966, pp. 53-72.
Cuenca, Impresiones de una mujer a Miranda, Ignacio. “El acto heroico del
solas. Una antología general. México, Doctor Orive”. Revista de Revistas.
FCE, Fundación para las Letras Mexi- Año XIV, núm. 709 (9 de diciembre de
canas, UNAM, 2006, pp. 15-68 (Biblio- 1923), p. 23.
teca Americana). Quirarte, Vicente. “Un testamento de la
Olavarría Y Ferrari, Enrique. Reseña his- ciudad romántica (6 de diciembre de
tórica del teatro en México. Tomo II. 1873)”. Tema y Variaciones de Literatura
México, Porrúa, 1961. [UAM-Azcapotzalco], núm. 5, pp. 133-
Perales Ojeda, Alicia. Las asociaciones 168, 1995.
literarias mexicanas, México, UNAM, Romero Chumacero, Leticia. “Laura Mén-
2000 (Al siglo XIX. Ida y regreso). dez de Cuenca: el canon de la vida
Peza, Juan de Dios. “Manuel Acuña”. literaria decimonónica mexicana”. Re-
Memorias, reliquias y retratos [1911]. laciones [El Colegio de Michoacán],
Pról. Isabel Quiñónez. México, Porrúa, núm. 113, vol. XXIX, invierno de 2008,
1990 (“Sepan cuantos...”, 594). pp. 107-141.
Rojas Garcidueñas, José. Manuel Acuña. . “Más que discípula y amiga.
Hombre y poeta de su tiempo, pról. y Un epistolario de Laura Méndez de
antol. de JRG, México: SEP, 1949 (Bi- Cuenca”. Casa del Tiempo [UAM]. Vol.
blioteca Enciclopédica Popular. Terce- II, época IV, núm. 17, marzo de 2009,
ra época, 217). pp. 7-9.
. “Tradición, no ruptura: la
generación de 1867”. Ponencia leída
en el VII Congreso Internacional de

38 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


L AURA MÉNDEZ Y MANUEL ACUÑA: UN IDILIO (CASI OLVIDADO) EN LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

Poesía y Poética: La tradición literaria S/n, “Liceo Hidalgo”. El Siglo XIX. 7ª época,
en Hispanoamérica. El poema entre la año XXXI, t. 54, núm. 9,975, 30 de abril
inmanencia y el mercado. BUAP, 24 de de 1872, p. 3.
octubre de 2006.
S/n, “Colegio para niñas”. El Siglo XIX. 8ª
época, año XXXIV, t. 67, núm. 10,948, INTERNET
miércoles 10 de febrero de 1875, p. 3.
S/n, “Dolores Bolio”. Revista de Revistas. Cáceres Carenzo, Raúl. “Laura Méndez: la
Año IX, núm. 414, 7 de abril de 1918, pasión y la voz”. La Colmena [Universidad
p. 15. Autónoma del Estado de México]. Núm.
S/n, “Emilio Lefort”. El Siglo XIX. Año XXXII, 40. En línea. http://www.uaemex.mx/
t. 55, núm. 10,381, 10 de junio de 1873, plin/colmena/Colmena40/Libros/Raul.
p. 3. html (diciembre de 2008).
S/n, “La escuela de artes y oficios para Méndez de Cuenca, Laura. “Cartas a
mujeres”. El Siglo XIX. 8ª época, año Enrique de Olavarría y Ferrari”. Mss. en
XXXIII, t. 56, núm. 10,664, 21 de marzo línea. Españoles en México en el siglo
de 1874, p. 3. XIX. «www.coleccionesmexicanas.unam.
mx/espanol.html» (febrero de 2009).

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 39


IGNACIO RODRÍGUEZ GALVÁN,
HUMOR Y VIDA COTIDIANA EN EL MÉXICO DEL SIGLO XIX

MARGARITA ALEGRÍA DE LA COLINA*

INTRODUCCIÓN la primera mitad del siglo XIX. El hilo


conductor de este análisis se tejerá con el

L a literatura es un terreno fértil cuan-


do se trata de recuperar información res-
humor manifiesto en esos textos y con
los recursos literarios del discurso en que
se expresa su autor; pero también con
pecto al habitus en el sentido en que lo la reflexión acerca de la cotidianei-
define Bordieu, como “conjunto de re- dad decimonónica.
laciones históricas depositadas en los
cuerpos individuales bajo la forma de es-
quemas mentales y corporales de per- ACERCA DEL HUMOR Y LA IRONÍA
cepción, apreciación y acción”.1 Los se-
res humanos nos movemos en el habitus El humor puede ser considerado en una
provocando interacciones diversas que acepción gongoresca de jovialidad y agu-
vistas y examinadas por observadores aje- deza; pero el sentido de este concepto
nos, provocan en éstos sentimientos, puede respaldarse también en la doctrina
emociones, y actitudes variadas que los presocrática sobre los humores por lo que
llevan a reaccionar de ciertas maneras. hace a su derivación hacia la teoría de
En este trabajo voy a analizar algunos los temperamentos. Sin duda el carácter
aspectos de la vida cotidiana en México predominantemente melancólico, coléri-
durante la primera mitad del siglo XIX, co, flemático o sanguíneo de las perso-
considerando los elementos que confor- nas, tiene que ver con su mayor o menor
maban el país como un habitus de inte- propensión a la alegría y la complacencia,
racción social. Enfocaré principalmente o bien con su aversión habitual o acci-
la ciudad capital, a través de fragmentos dental hacia tales manifestaciones.
de la obra de un escritor romántico de Una expresión retórica del humor es
la ironía. Se sabe que hablar diferente a
* Departamento de Humanidades, UAM-A. como pensaba era un recurso de Sócra-
1 Pierre Bordieu y J. D. Wacquant, Respuestas. Por tes, padre de esta figura, para inducir a
una antropología reflexiva, p. 23. Cit. en Victoria sus adversarios en el terreno de la retó-
Novelo y Sergio López Ramos, (coord.), Etnogra-
fía de la vida cotidiana, p. 6. rica –fingiéndose ignorante– a elaborar

41
MARGARITA ALEGRÍA DE LA COLINA

una teoría que en un segundo momento anotar aquí que nació el 22 de marzo de
debían abandonar irritados y avergon- 1816 en Tizayuca, hoy estado de Hidal-
zados, debido al acoso de las refutacio- go, que, huérfano de madre, trabajó des-
nes socráticas.2 de los 11 años de edad con su tío, el li-
Voy a analizar aquí diferentes usos de brero Mariano Galván Rivera4 y que fue
la ironía en algunos textos de carácter hu- en ese ambiente donde se hizo lector,
morístico de Ignacio Rodríguez Galván y traductor y escritor, formación fortalecida
en otro francamente cómico del mismo por su asistencia a las tertulias en casa del
autor, para revisar en qué medida es el poeta Francisco Ortega.
discurso el que permite la humorada. En Lo que me interesa resaltar aquí es la
esa línea, reflexionaré en mi análisis so- vena cómica (en el sentido de su capaci-
bre algunas manifestaciones del habitus dad para exaltar la risa) de este autor a
en la literatura de este autor. quien sus contemporáneos compadecie-
ron por la vida de sufrimiento que lleva-
ba y que, según algunos, llegó incluso a
RODRÍGUEZ GALVÁN, amargarlo. Algo de eso revela la efigie tan
UN ESCRITOR ROMÁNTICO formal y de melancólica expresión que,
como una de las pocas litografías res-
Como intelectual del siglo XIX, Rodríguez catadas, se reproduce en la mayoría de
Galván se inscribió en las filas del ro- las publicaciones sobre el autor y su obra.
manticismo literario; fue asiduo lector de En dicha imagen, Rodríguez aparece
La Biblia y un hombre consciente de estar con peinado relamido, partido al lado iz-
participando en la forja de la recientemen- quierdo y pequeña melena que apenas le
te inaugurada nación mexicana; con este cubre las orejas. Su postura es un tanto
ánimo se integró a la Academia de San solemne y se refuerza con la indumenta-
Juan de Letrán en el seno de la cual se ria propia de un vate decimonónico; de
trabajó por escribir una literatura autén- hecho nos lleva a evocar la traducción que
ticamente mexicana. hiciera Eulalio María Ortega de un texto
Los datos biográficos de este autor han de Alfonso Lamartine: Sobre los destinos
sido publicados en diversas fuentes;3 baste

2 Helena Beristáin en su Diccionario de retórica y


poética, p. 271, considera la ironía como figura
de pensamiento consistente en “oponer, para Fernando Tola, que refiere la vida y describe la
burlarse, el significado a la forma de las palabras obra de Rodríguez, muchos de los textos de sus
en oraciones, declarando una idea de tal modo contemporáneos a él dedicados, y también aná-
que, por el tono, se pueda comprender otra, lisis de críticos más recientes. En la bibliografía
contraria.” Sin embargo, también menciona de este trabajo integro también algunos de
esta estudiosa que en el contexto lingüístico los títulos bajo los cuales se ha publicado par-
próximo hay siempre una señal de advertencia cialmente al autor, o las revistas que él dirigió, y
que permite interpretar su sentido verdadero; lo que incluyen datos sobre su vida y obra.
que nos remite a la acepción griega del término 4 Sobre este famoso librero y editor, consultar
equivalente a disimulo, y conlleva una función “Prosperidad y quiebra. Una vivencia constan-
paradójica, al expresar un pensamiento para que te en la vida de Mariano Galván Rivera” en Lau-
se entienda el contrario. ra Beatriz Suárez de la Torre (coord.), Empre-
3 En las Obras de este autor publicadas por la sa y cultura en tinta y papel (1800-1860), pp.
UNAM (1994) se incluye, además del prólogo de 109-121.

42 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


IGNACIO RODRÍGUEZ GALVÁN, HUMOR Y VIDA COTIDIANA EN EL MÉXICO DEL SIGLO XIX

de la poesía, en el que se señala que la PRESENCIA DEL HUMOR EN LA OBRA


voz del poeta: DEL POETA. UN ANÁLISIS EN RELACIÓN
CON EL HABITUS
¡Nunca se apagará en el mundo porque
no es el hombre quien la inventó!, El sufrimiento que caracterizó a nuestro
Dios mismo se la ha dado, y ella es el poeta como un hombre de personalidad
primer grito que subió a él lanzado por
melancólica, se avenía a lo que “debía ser”
la humanidad! También será el último
de acuerdo con su oficio; por eso resulta
grito que el Creador oirá elevarse de
su obra cuando la destruya. Salida de él, curioso encontrarnos de pronto textos
a él volverá.5 muy divertidos dentro de su obra. Está por
ejemplo este epigrama:
Se refiere también Lamartine a la función
social de la poesía y dice que la poesía por Mi afición es de tal suerte
a las reverencias vanas,
venir “tiene un nuevo destino que llenar;
que en óperas italianas
debe seguir el curso de las instituciones es lo que más me divierte.
y de la prensa: debe hacerse pueblo y lle-
gar a ser popular como la religión, la razón Uno oyendo los chillidos
y la filosofía.” Y el poeta debe expresar en que una cantatriz lanzaba
su idioma “la bondad, nobleza, generosi- ¡Esto es divino! exclamaba
dad, patriotismo y piedad entusiasta que tapándose los oídos.8
Dios ha puesto en su corazón”.6
Ignacio Rodríguez Galván cumplió sin El uso de la ironía definitivamente no
duda, en todos los sentidos, con la función es de extrañar en un poeta, ya que se trata
social del poeta decimonónico y tomó de una de las figuras retóricas, cuyo obje-
tan en serio lo de la voz que Dios le dio, tivo es conseguir que el discurso resulte
que hizo suyas las palabras bíblicas para inesperado y turbe las expectativas para
constituirse en uno más de sus profetas que el acto expresivo se realice a plenitud
a través de su poema mayormente co- en virtud del carácter de creador que tiene
nocido titulado precisamente Profecía de el vate, en el sentido aristotélico de dar
Guatimoc, escrito en 1839.7 nuevos deleites gozados artísticamente.9
Este texto nos revela además, a través
del lenguaje, parte de un sistema de hábi-
tos propio de su tiempo;10 pero también
la posición que toma el autor como sujeto

8 Rodríguez Galván, Ignacio, Obras, t. I, p.2. Las ci-


5 Texto publicado en El año Nuevo de 1840, T IV, tas de esta obra y de todas las que se reproduz-
pp. 203-233. can aquí y se hayan escrito en el siglo XIX, se harán
6 Ibid., p. 231-232. con la actualización de la ortografía.
7 El análisis a fondo de este poema puede leerse 9 V. Aristóteles. La poética, pp. 61-72.
en mi libro Historia y religión en Profecía de 10 Agnes Heller dice que “el ‘escenario’ donde se
Guatimoc. Símbolos y representaciones cultura- mueven los humanos es ‘el mundo de las obje-
les, publicado por la UAM-A e incluido en la bi- tivaciones’ que representan distintos niveles;
bliografía de este ensayo. siendo el primero el que constituyen el lenguaje,

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 43


MARGARITA ALEGRÍA DE LA COLINA

social con una pertenencia de clase y con un sujeto colectivo por ser socio-cultural-
gustos personales, que lo llevan a calificar histórico-político; sujetado por esos con-
como chillidos los cantos operísticos. textos en que le tocó vivir y, por tanto,
Para hacer un rápido recorrido por las soporte del sentido de aquella sociedad;
conceptualizaciones acerca de la cate- contradictorio e inconsciente; pero, co-
goría del sujeto, tomaré prestadas las pa- mo bien señala Sánchez Guevara, el su-
labras de Graciela Sánchez Guevara, es- jeto puede estar sujetado a alguna ideo-
tudiosa que ha hecho una seria revisión logía, pero también ser libre [al menos
al respecto: parcialmente, agrego yo] porque tiene
la capacidad de advertirlo; de esa ma-
El estudio de la subjetividad atraviesa nera puede ser él mismo, origen de
muchas disciplinas con diferentes en- algún sentido. Puede haber, en suma, un
foques. Benveniste (1966), en su lin- continuum dialéctico entre ambos po-
güística, aporta la categoría de sujeto los antagónicos.12
de la enunciación y sus huellas en el
En este caso nuestro autor está sujeta-
discurso y C. Kebrat Orecchioni (1980),
do por su carácter de mestizo, provincia-
propone al sujeto lingüístico como “no-
sotros exclusivo e inclusivo”, Brauns- no, de escasos recursos económicos, y de
tein (1986), en la psicología y en el escritor romántico, miembro de la Aca-
psicoanálisis, estudia el sujeto referente demia de Letrán y –en consecuencia–
y psicoanalítico; Pêcheux (1969), Al- nacionalista; admirador de la literatura
thusser (1970), Foucault (1988), Regine española de los Siglos de Oro lo que,
Robin (1973) y Haidar (1994), en la como se puede apreciar a través de su
sociología y el análisis del discurso, obra, lo pone en más de una ocasión pre-
trabajan el sujeto del discurso. Lotman juiciosamente en contra de algunas ma-
(1996), en las prácticas semiótico-dis- nifestaciones procedentes de otras co-
cursivas y en la semiótica, tiene como
rrientes y de otros países europeos.
propuesta el sujeto como auditorio;
En el contexto de la referencia que se
y Sánchez Guevara (1999) aporta la
categoría de sujeto semiótico-visual. hace a la ópera como uno de los hábitos
(1999)11 de cierto grupo de personas en la época,
el sujeto aflora en el discurso para califi-
El sujeto de la enunciación es, en el caso car de “reverencia vana” el asistir a óperas
analizado, Ignacio Rodríguez Galván; pe- italianas, y al considerar que alguna gen-
ro, desde la dimensión althusseriana y te de su tiempo asistía a ellas sólo por-
acorde también con Pêcheux, se trata de que le daba estatus, ya que mientras
decían que aquellos cantos eran divinos,
se tapaban los oídos.
el sistema de hábitos y el uso de objetos que El autor de que me ocupo, a pesar de
es el mundo de lo cotidiano que se relaciona con haber reunido en su corta vida (1816-
los niveles no cotidianos ( o especializados co- 1842) una obra de desigual calidad, llegó
mo el saber científico, jurídico y el artístico)”. Cit.
en Novelo y López, op. cit., p.8. a ser un gran poeta, lo que consiguió en
11 Graciela Sánchez Guevara, La configuración de las
identidades nacionales en dos historias oficiales:
un análisis semiótico-discursivo transdisciplina-
rio, p. 214. 12 V. Ibid., p. 216 et seq.

44 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


IGNACIO RODRÍGUEZ GALVÁN, HUMOR Y VIDA COTIDIANA EN EL MÉXICO DEL SIGLO XIX

virtud de su férrea disciplina autodidác- de los más importantes acontecimientos


tica, misma que lo llevó al conocimiento históricos que este autor vivió:
y dominio de la poética de la sublimidad,
lo que se comprueba por la publicación Desde el establecimiento (la Librería
que hiciera la imprenta de Mariano Gal- de Galván), a unos metros de la Plaza
ván de las Lecciones sobre la retórica de Mayor, [Rodríguez] ve pasar la historia:
las bellas letras de Hugo Blair,13 que inclu- la expulsión de los españoles que se
llevan sus capitales y acaban de arrui-
ye el Tratado de la sublimidad de Dioni-
nar al país devastado por la guerra y
sio Casio Longino. Para 1834 circulaba ya sometido desde su nacimiento a la
la 4ª edición de dicha obra.14 deuda externa; la lucha entre las logias
escocesa (conservadora, centralista y
patrocinada por Inglaterra) y yorkina
RECURSOS DE LA POÉTICA SUBLIME (liberal, federalista y bajo los auspi-
cios del representante anglo america-
La mencionada poética hace referencia no Poinsett); la rebelión de la Acordada
a cinco fuentes de la sublimidad: cierta en que “la grey astrosa”, a la que despre-
elevación del espíritu que hace pensar cian españoles y criollos, saquea el Pa-
felizmente las cosas, lo patético, las figuras rián, un mall, un shopping center de su
tiempo, y destruye lo que le está veda-
de pensamiento y dicción giradas en cier-
do consumir; el intento de reconquis-
to modo, la nobleza de expresión en vir- ta del brigadier Barradas y la aparición
tud de una dicción elegante y figurada, y la del victorioso general Santa Anna como
composición y colocación de las palabras caudillo; las reformas liberales del vice-
con toda su magnificencia y dignidad. presidente Gómez Farías; la entrega de
Cuidar la armonía de la composición Santa Anna al poder conservador; la
es también recomendado por el autor de separación de Texas, la matanza de El
esta poética que pone énfasis en el escri- Álamo, La derrota de San Jacinto…15
tor, mismo que debe alcanzar la trascen-
dencia en virtud de dicha preceptiva, y Total, un México convulso, dominado por
en el lector, quien en virtud de ella con- la anarquía, y urgido por encontrar los
seguirá el arrebato que lo eleve a nive- elementos de identidad que aglutinaran a
les insospechados. esa población multiétnica y pluricultural
La finalidad de mover al lector a la que que ocupaba aquel extenso territorio.
llevaban las propuestas sublimes, venía
como anillo al dedo a las características
culturales de la época de Rodríguez. Jo-
sé Emilio Pacheco resume así algunos

13 En esta obra, Blair (1834) se inscribe en la poé-


tica de la sublimidad aunque plantea algunas
propuestas personales.
14 Fue esta edición la que pude consultar en la 15 José Emilio Pacheco, “Reloj de arena. Ignacio
Sala de Colecciones especiales de la Bibliote- Rodríguez Galván, el primer escritor mexicano”
ca México. en Letras libres, p. 17.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 45


MARGARITA ALEGRÍA DE LA COLINA

IMPORTANCIA DE LA HISTORIA poner planos para analizar el acontecer


EN EL SIGLO XIX cotidiano que muchas veces marca el
gran acontecimiento, o el hecho social
que la historia registra.18
Recuperar los hechos y los espacios his-
tóricos fue, en general, preocupación
prioritaria para los intelectuales de ese Así, la voz de Rodríguez escritor tiene
tiempo que veían en la revisión de la mucho que ver en la construcción del
historia el remedio para evitar males imaginario sobre los roles de género, en la
futuros; por eso José María Vigil re- valoración y revaloración de los elemen-
comendaba que la literatura nacional se tos que debían ponderarse para acuñar
inspirara precisamente en temas históri- la identidad mexicana, en la crítica al
cos, porque la imaginación régimen santanista y al intervencionismo
cultural en México; en la revisión, en
necesita tener un punto de partida fin, de una sociedad en riesgo porque el
sobre el que elevarse, […] este punto invasor venido del Norte sería más cruel
de partida no puede ser otro que una que el español.
historia propia, tradiciones gloriosas,
aspiraciones de raza, y hasta infortu-
nios, vicios y virtudes peculiares [de lo IRONIZANDO EN DEFENSA DE LA TRADICIÓN
que] se sigue necesariamente que en
donde falta todo eso no puede existir Se estaba en los tiempos en que la tra-
una literatura propiamente nacional.16 dición era elemento fundamental para la
construcción de instituciones y poderes
Y es cierto que la historia condiciona como definidora de una especie de verdad
al ser humano, pero también lo es que que, de acuerdo con Anthony Giddens,
acciones individuales cambian muchas quien analiza el fenómeno a dos siglos
veces el rumbo de la misma; por eso, de distancia, no permite hacer preguntas
Theodor Schieder se refiere al hombre sobre posibles alternativas.
como portador de la historia, para evitar Normalmente, señala también este
“dos cosas: la exageración de que el autor, “las tradiciones tienen guardianes
hombre es el señor y dueño de la historia, –eruditos, sacerdotes, sabios– [… que]
y la subvaloración de que el hombre es toman su posición y poder del hecho de
el juguete de la historia”.17 que sólo ellos son capaces de interpretar
Tomás Bernal añade que: la verdad del ritual de la tradición”.19
Otra gran influencia en el siglo XIX era
Lo micro (individuo) y lo macro (socie-
la religión, el elemento religioso pesaba
dad) existen en una dinámica de sobre-
realmente en la cultura de la época, así
que la propuesta de la poética sublime
16 “Algunas consideraciones sobre la cultura na- respecto a la importancia del ser supre-
cional” en Ruedas de la Serna, Jorge. La misión del
escritor. Ensayos mexicanos del siglo XIX, p. 265.
17 La historia como ciencia, p.93. Citado por Tomás
Bernal en “Revolución y lenguaje: lo cotidiano 18 Ibid., p. 153.
en la historia” en Novelo y Ramos, op. cit., pp. 19 Anthony Giddens, Un mundo desbocado, Los
151-152. efectos de la globalización en nuestras vidas, p. 54.

46 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


IGNACIO RODRÍGUEZ GALVÁN, HUMOR Y VIDA COTIDIANA EN EL MÉXICO DEL SIGLO XIX

mo, se avino también al pensamiento de los versos anteriores harían pensar en una
Rodríguez quien como intelectual de su belleza extraordinaria; pero, de entra-
tiempo fue, asimismo, un “guardián de la da, dichas propuestas retóricas son cáno-
tradición”; esto es evidente en Profecía de nes para hacer referencia a una belleza
Guatimoc, Eva ante el cadáver de Abel y de naturaleza muy distinta, despropósi-
algunos otros poemas del autor. to que ya marca una cierta intención en
En esa línea, Rodríguez ironiza en algu- el discurso.
nas de sus obras en contra de la imita- Habla después el autor de los hábitos
ción de modas extranjerizantes que rom- de tal señorita y el texto llega a ser sar-
pían con las tradiciones mexicanas de la cástico, de ironía cruel e insultante, so-
época. Es el caso, por ejemplo, del retrato bre todo si se considera que se está
que hace de las “niñas bien” de aquel en- haciendo la descripción de aquella con
tonces en el siguiente fragmento de “La quien el destinatario virtual del poeta se
señorita”, parte de una obra inconclusa va a casar:
que el autor titulara El ángel de la guarda
y que, por cierto, estaba escribiendo el Retrataré sus costumbres
mismo año en que compuso Profecía... para que tu mente alumbres
En éste el autor hace un repaso de las y vivan en unión plácida
actividades de tal tipo de damas, que cual Venus y el cojo dios.
A las once se levanta,
visitaban a los estilistas de la “Peluque-
se viste y pone la planta
ría francesa parisiense”, y define a una sobre la alfombra riquísima
de ellas con la que “alguien” va a casar- y deja escuchar su tos.
se, como…
Es cañonazo de leva,
[…] una muchacha clásica pues al punto se le lleva
como nunca igual se vio. en dos charolas magníficas
algo de desayunar.
Las gracias la dibujaron, Ante el espejo se adorna,
los amores la formaron se mira y á veces torna;
con las reglas de Aristóteles, y canta como Semíramis,
Horacio, Vida y Bualó.20 dirigiéndose a almorzar.

El uso de la ironía es aquí evidente. Si Y luego grita al cochero:


tomamos en cuenta el contexto cultural ¡El coche pronto, ligero!....
de la época, ese contexto situacional ex- suenan las ruedas, y el látigo,
tralingüístico, en el que las poéticas de y hasta la hora de comer.
Aristóteles, Horacio, Vida o Boileau a que a la modista visita:
sube al coche la maldita,
el autor hace referencia eran muy valo-
dos horas de pura plática
radas en relación con el arte de escribir, y…”Madama, hasta más ver.”
“¡Calle de la monterilla!”
Y va por la ventanilla
20 Rodríguez Galván, op.cit., pp. 298-299. Bualó se saludando como en Nápoles
refiere a Boileau escritor, retórico y teórico de la saluda una cantatriz.
poesía francesa. a todo animal andante

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 47


MARGARITA ALEGRÍA DE LA COLINA

saluda, si es elegante, que el hombre es un animal que teje di-


y tan solo a los de la ópera chas tramas y queda inserto en ellas; esa
si es acaso actor o actriz. cultura así considerada ha de ser analiza-
… da “no como una ciencia experimental
en busca de leyes, sino como una ciencia
Dando las nueve, al teatro.
interpretativa en busca de significacio-
saluda á dos, tres o cuatro,
llama la atención del público nes”.23 Siendo así, procedo a interpretar
con su charla sin igual. los versos anteriores sin perder de vista al
allá metida en su palco sujeto, ni el momento de su enunciación.
observa si son de talco Rodríguez Galván, ya se dijo, formó
las peinetillas de Lázara, parte del grupo de intelectuales del siglo
o de Carey ó metal. XIX que conformaron la Academia de
Si es por desgracia comedia, Letrán; pero antes de ser aceptado en
sainete, drama o tragedia, ella no había pertenecido a la elite in-
se duerme como una tórtola, telectual. Su origen era provinciano y
porque ya no puede más.
se desempeñaba como empleado de
Pero si es ópera acaso,
su tío Mariano Galván Rivera, librero e
entonces detiene el paso
a su sueño y de la música impresor. Como sujeto de una clase no
lleva con el pie el compás; favorecida socio-económicamente, su voz
y el lente o el anteojo revela resentimiento hacia las burguesas
anda vagando por su ojo, de la época; superficiales e imitadoras
ojo fatal, más mortífero acartonadas de las costumbres europeas,
que mordida de escorpión. además de abusivas y maltratadoras de
Del teatro, a la tertulia su servidumbre; lo cual enoja tanto al
de casa de Doña Julia. autor que insulta a la dama a quien se
Es tertulia diplomática refiere calificándola de “maldita”.
de juego y murmuración.21
También se desliza en el texto el sen-
timiento machista presente en la cultu-
Queda en evidencia que los primeros ra decimonónica en general; porque el
versos son irónicos. Estamos ante un blanco de la burla es una dama ignorante,
ejemplo de lo que Beristáin22 clasifica puesto que va al teatro únicamente por
como vituperio o paradoja, puesto que estatus, ya que se dedica a criticar a las
hay un elogio combinado con ironía. A demás y no aprecia la representación; si
través de un lenguaje retórico que en este acaso mueve los pies a ritmo de la música;
caso nos arranca sonrisas, se revela un pero, eso sí, usa anteojo para guardar la
cierto aspecto de la cotidianeidad como apariencia. El rechazo ante este tipo de
manifestación cultural. mujeres de su tiempo es tan fuerte en el
Si la cultura es esa urdimbre de tramas autor que llegar a ser cruel en su burla al
significativas que Clifford Geertz conside- referirse a la forma en que éste “vaga” por
ra con base en la idea de Max Weber de su ojo, y verdaderamente visceral cuando

21 Rodríguez Galván, op. cit., pp. 298-299 y 301. 23 Clifford Geertz, La interpretación de las culturas,
22 V. Beristáin, op. cit. p. 20.

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IGNACIO RODRÍGUEZ GALVÁN, HUMOR Y VIDA COTIDIANA EN EL MÉXICO DEL SIGLO XIX

lo califica de “fatal/ más mortífero que —Sale un badulaque, y bebe


mordida de escorpión.” de veneno medio tubo,
Las actividades de las mujeres de esa y pasa el resto a su dama,
clase en general son criticadas acremen- no más porque un viejo estúpido
viene con una trompeta
te por Rodríguez cuando se refiere a la
a hacerle turú, tururo.
tertulia en casa de doña Julia, donde éstas
Se está el bárbaro dos horas
se dedican al juego y a la murmuración. en si soy o no difunto,
En otro fragmento de El ángel de la y en vez de invocar a Dios
guarda, al que el autor tituló “El teatro pronuncia un largo discurso.
moderno” y que enseguida se reproduce, —Así se hacen las comedias
se mofa de la moda dramática francesa en este siglo de gusto.
que estaba opacando las comedias es- Calderón, Lope, Moreto,
pañolas, a las cuales él reconocía alto va- Alarcón son unos mulos,
lor literario: y en el teatro sus obras
derraman el sueño a cubos.
Pensemos en mi comedia Dejemos a los germanos
y en su plan. –Duro que duro que hagan de los tales usos.24
contra todos los románticos,
sin exceptuar los futuros. Podemos observar aquí un cleuasmo, va-
—Un pisaverde, que viene riedad de la ironía que, otra vez siguien-
de París, Roma o Presburgo. do a Helena Beristáin decimos: “consiste
—Un viejo ignorante y tonto, en atribuir irónicamente, como burla o
y un su amigo muy sesudo. mofa, a alguno nuestras cualidades, o a
—Una romántica hermosa nosotros mismos sus defectos”.25 En este
que llora y declama en turco. caso Rodríguez se está atribuyendo co-
—Trescientas obscenidades
mo autor de la comedia moderna que
que hagan reír al público.
—Una dama melindrosa
propone, los defectos que ve en los dra-
que habla francés. –he aquí el nudo,– maturgos franceses de la época.
¿y el desenlace?.... Un silbido Hay también simulación26 ya que el
del apuntador segundo.– escritor oculta su verdadera opinión res-
O hago un drama cadavérico pecto a los autores del teatro clásico es-
lleno de ahorcados y adúlteros, pañol a los que realmente admiraba, pero
en que son los siete infantes el lector que entiende su ironía puede
hijos del rey de Acapulco. percibir que, en este fragmento, se burla
Llamaré drama romántico del teatro moderno de su época.
a este manjar nauseabundo: Emilio Carrilla se pregunta: “¿tienen
divídolo en doce cuadros
cabida la alegría y el humor en los temas
los que a cinco actos reduzco
con su Aragón siglo quince,
aunque es de París el núcleo.
Mi fuente serán los dramas 24 Rodríguez, op.cit., pp. 296-297.
25 Beristáin, op. cit., p. 274.
de Dumas o Víctor Hugo: 26 El nombre de simulación o “illusio”, dice Beristáin,
Inmorales por supuesto: se adjudica a la ironía cuando lo que se disfraza
¿qué importa? Yo los traduzco. es la opinión del contrario, generalmente median-
te una fingida conformidad con él” Ibid., p. 272.

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MARGARITA ALEGRÍA DE LA COLINA

románticos?” a lo que responde: “La ver- queños sin que te deslumbre cualquier
dad que escasean porque [el romántico] adelantamiento que logres, estos han
los consideró poco poéticos, con mayor de ser los rudimentos que te enseñarán
razón aún, porque tuvieron en rigor poca aquella ciencia que más se aprende con
la práctica que con la teórica.28
importancia en lo esencial de la vida
romántica”.27 Cita sin embargo a poetas
satíricos hispanoamericanos quienes, di- El protagonista de Tras un mal nos vienen
ce, son sombra del español Mariano José ciento es un hombre avaro quien, ya que
de Larra. Entre ellos, por cierto, no está fue invitado por una mujer amiga suya
Rodríguez Galván; Carrilla se quedó, co- de nombre Mariquita, no está dispues-
mo la mayor parte de los críticos, con la to a perder esa oportunidad de disfrutar
imagen de “El mestizo triste”. una comida gratis. Todo le sucede mien-
tras recorre la ciudad para llegar a su
destino, lo que lo lleva a la conclusión de
ANÉCDOTAS CITADINAS, que, definitivamente, “no se puede an-
COMICIDAD MALICIOSA
dar en México”. Más allá de la ironía, en
esta obrita Rodríguez llega a ser realmen-
Sin embargo, los destellos irónicos que te humorístico.
hemos podido observar en los fragmen- Gregorio Ventrículo, el poblano en
tos de la obra de este autor antes citados cuestión, hombre rico, soltero, gordo
se convierten en auténtica vena cómica y de anteojos, de unos cuarenta años,
en su comedia Tras un mal nos vienen va de paseo a la Ciudad de México y,
ciento, en la que Rodríguez, provinciano justo el domingo, está invitado a comer
que llegó a la ciudad de México a los 11 a casa de Doña Mariquita. Él y su lacayo
años de edad, pone de manifiesto los tenían en el estómago solamente el atole
pesares de un poblano que la visita. del desayuno, pues con ser Gregorio un
Otras publicaciones en la época ad- hombre adinerado procuraba ahorrar
vertían acerca de los peligros de la ciu- todo lo que podía. Ha reservado sitio
dad. Al respecto es alusiva esta carta de en su estómago para todo cuanto pueda
un hombre a su primo que fue a la capi- ingerir en el convite.
tal, publicada en la revista El Museo Yu- Nuestro personaje sale a la calle y
cateco, en 1842: empieza a caminar porque reflexiona …
“—¡Ay –¡Qué lejos está– cerca tengo la
Tú estás pues en ella [la ciudad]; esto Plaza Mayor, y un coche… Cuatro reales
es, en un mar lleno de escollos, bajíos lo menos… ¡Ay Dios mío—”29
y borrascas: no pretendo darte una Diversas peripecias le ocurren al pro-
lección de náuticas para que puedas vinciano en la ciudad, está a punto de
gobernarte en semejante piélago. Si fue- tropezar y exclama:
res cauto al hablar, si dudases de todos,
si manifestases que no deseas nada, y
si fueres moderado con grandes y pe-
28 “A un petimetre, (carta de un hombre a su primo
que fue a la capital” en El Museo Yucateco, Mé-
27 Emilio Carrilla, El romanticismo en la América rida Yucatán, p. 53.
hispánica, t. 1, p. 24. 29 Rodríguez Galván, op. cit., t. II, p. 354.

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IGNACIO RODRÍGUEZ GALVÁN, HUMOR Y VIDA COTIDIANA EN EL MÉXICO DEL SIGLO XIX

¡Por poco me rompo la cabeza! ¡Mal- a la iglesia y nada más: ¿Pero en Méxi-
ditos ricos! ¡Qué daño hacen en todas co? Con tanto holgazán y tanto …32
partes! Vea vd, el declive de esa piedra:
¿Para qué sirve? Para que pase la rueda Algunas otras situaciones embarazosas
del coche y se mate la gente honrada. Y debe enfrentar Gregorio en su camino:
además, son tan estrechas estas aceras, se encuentra a unas señoritas conocidas
que no se puede caminar aprisa… ¡Ah!
las cuales, al verlo tan atolondrado, se ríen
¡Condenada suerte!...30
de él; tropieza con una Doña Manuela,
poblana también, quien se le cuelga del
La ciudad es demasiado azarosa para un
brazo y se ofrece a acompañarlo hasta
provinciano como Gregorio. De pronto
San Cosme, sitio en que vive la mujer
choca con una mujer y se suscita el si-
que lo invitó a comer. Lo hace ir “a paso
guiente diálogo:
de tortugas”. Provinciano inexperto, es
sorprendido también por un muchacho
Mujer. ¡Qué bruto!... Pues no me sacó
con su pezuña el zapato que le ofrece unas varas:
Gregorio. ¡Qué zapato, si es chancleta
¡Mujer. Mire qué roto sinvergüenza… Muchacho. Señor, vea vd. este bastón:
¡Qué no se llevara el diablo a estas lo daré barato.
gentes!... Gregorio. No quiero.
Gregorio. ¡Jesús qué boca! Tengamos Muchacho. Se lo he de dar en menos
filosofía.31 de dos pesos.
Gregorio. Ni dado.
Muchacho. Vaya señor, ¿pues qué tan
Más adelante un jinete, por lucir ante las
malo es? (Méteselo en la cara y le da en
damas, acosa su caballo y, gritando: ¡A las narices).
un lado!, lo echa sobre Gregorio quien Gregorio. Paciencia, Dios mío, paciencia.
exclama: “¡A un lado! Y ya me atropelló, y (Apresura el paso: el muchacho lo […]
ya subió el caballo a la acera”. sigue).
El pobre hombre se bajó de la acera Muchacho. Ofrezca vd. Es caña
huyendo del caballo y dio contra los legítima.
frisones de un coche, por lo que recibió Gregorio. No uso caña: me estorba al
un latigazo “que a la sazón le dirigía el andar.
cochero”. Las quejas de nuestro perso- Muchacho. Todos los caballeros la usan.
naje no se hicieron esperar: Gregorio. Pues llévale una a Florismarte
de Hircania.
Muchacho. ¿Dónde lo encontraré?
¡Ay! ... !Ay! Me partió el brazo […] no se
Gregorio. (Iracundo). ¡En el infierno!
puede andar en México, no se puede:
Muchacho. ¿Cuánto da vd. por la caña?
hay muchos coches, muchos caballos
Gregorio. Un real.
… ¡Oh! No cabe duda, hay muchos
Muchacho. ¿Tan poco vale? Nada pesa
caballos en México … En Puebla ya se
señor, púlsela vd. (…) Dóblela vd. Y
podría, porque nadie sale a la calle, y
verá si es buena caña: parece de acero
todos son muy recogidos y puntillosos:
templado.

30 Loc. cit.
31 Loc. cit. 32 Ibid., p. 355.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 51


MARGARITA ALEGRÍA DE LA COLINA

Gregorio. Siempre a la oreja como un Varios. ¡Pague la caña! ¡Páguela!


lebrel. –Es un palo cualquiera. Gregorio se resistía, pero llegó un
Muchacho. Dóblela vd y si se rompe, policía:
la pierdo. Uno de la policía. (Abriéndose paso).
(Arrebátasela Gregorio, la dobla y la ¿A dónde está el herido? ¿Ha sido con
rompe) puñal o con tranchete?
Gregorio. ¿No lo dije? Es un palo Gregorio. Váyase el esbirro a su negocio,
cualquiera. y no venga a meterse en lo que no le
Muchacho. Es una caña que vale tres importa.
pesos: yo no dije que la doblara vd. con El hombre de la policía. Este es el
tanta fuerza. matador, puesto que me ha llamado
Gregorio. ¿Conque no? esbirro.
Muchacho. No. Muchacho. Que me pague mis tres pesos
Gregorio. No pago nada. señor “aguilita”.
Muchacho. Sí pagará. Policía. (viendo amenazante a Gregorio)
Gregorio. (Rabiando). Mira… Hoy me ¡Ah!, ¡con que el asunto son tres
pierdo. pesos!34
Muchacho. Tres pesos.
Gregorio. Vete a rezar al Calvario. Nuestro personaje tuvo que pagar los
Muchacho. Tres pesos. (La gente se tres pesos y salir corriendo de allí, ante
reúne: el muchacho detiene a Gregorio). la presencia de quien ofrecía a la venta
Vean vds., señores, cómo este hombre
billetes de lotería, temeroso de que lo
no me quiere pagar una caña que me ha
metieran nuevamente en un lío. Otro
roto.
Gregorio. Me dijo que la rompiera. encuentro indeseable para él porque le
Muchacho. No dije tal. ¿Ustedes se retrasaba la llegada a la casa en la que
figuran que había de suplicar al señor esperaba degustar gratis una suculenta
que me rompiera la caña? En caso de comida, fue el de su amigo Pancracio
querer romperla, la hubiera roto yo, o la Pachorra, el cual lo envolvió en una larga
hubiera tirado.33 conversación acerca de su familia: su
mujer, su hijo mayor (Pablo) y la recién
En gran lío se metió el pobre Gregorio. In- nacida (Virginia).
tervino un hombre para alegar que el Pancracio invitó a su amigo a comer,
muchacho tenía razón. También una mu- pero él se negó, y cuando por fin logró
jer para pedir compasión para el pobre llegar a su ansiado destino quedó atrapa-
chico, el cual gemía… do en la escalera de la vivienda, pues
bajaban los muebles de alguien que se
Muchacho. Yo soy un infeliz que man- mudaba ¿sería Mariquita? Gregorio sufría
tengo a mi padre que es ciego y a mi
de sólo pensarlo pues a esa hora ya mo-
madre que es tullida, y a mi hermanita
ría de hambre.
que es coja del pie derecho y tiene una
nube en el ojo izquierdo. ¡Pobre de mí! Su anfitriona no se mudaba; pero, can-
¿Con que pagaré al que me dio a vender sada de esperarlo, había salido. Pancracio
las cañas?... (Llorando). hubiera podido ser su solución pero vivía

33 Ibid., pp. 356-357. 34 Loc. cit.

52 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


IGNACIO RODRÍGUEZ GALVÁN, HUMOR Y VIDA COTIDIANA EN EL MÉXICO DEL SIGLO XIX

hasta San Antonio Abad. Se acuerda en- Gregorio. (Aterrado) ¡Basca!!! …


tonces de doña Gervasia, pobre vieja Gervasia. Sí señor, provenida de una
que ha insistido en que coma con ella al- indigestión insoportable.
guna vez y piensa: “!Oh mi afecto… mi Gregorio. ¡Indigestión!
Gervasia. Me la produjo un bagre
cortesía… necesario es no ser ingratos. Y
abominable.
hasta la calle del reloj, no importa”.
Gregorio. ¡Qué desgracia!
Claro que no pagó coche, decidió que Gervasia. Afortunadamente no es incu-
tenía buenas piernas y corrió. Desde lue- rable, y con una formidable purga que
go que estando en la calle otra vez, nuevas he tomado…
desgracias le acontecieron. Una diligen- Gregorio. ¡Purga también!
cia que se hundió en una atarjea lo salpicó Gervasia. Y me está haciendo un efecto
de lodo y allí estaba Gregorio, subiéndo- admirable.
se la pierna del pantalón y maldiciendo: Gregorio. (Como en secreto) Lo creo:
si tiene usted una cara “espantable”, y
[…] Maldita diligencia … y ensuciarse el mi situación es “envidiable” (aparte).
pantalón nuevo de polaina que tanto Pero mi hambre es “inaguantable ( Ya
trabajo me costó ponerme… ¡Oh fuer- directamente hacia doña Gervasia)
za del sino! ¡Oh ciudad condenada! —Un amigo me dijo que estaba vd.
Parece que una legión de demonios mala, y quise de paso saludar a vd.: ya
se ha soltado en tus calles… ¿Y cómo la vi, y enterarme ha satisfecho de mi
limpiarme? Esperaré a que se seque: lo buena fortuna y de la fuerza del sino,
bueno es que doña Gervasia es vieja, me voy porque fuerza es co… comprar
y no será melindrosa, y no le dará asco unas cosas, y visitar a una señora
mi pantalón […]35 (Levantándose). He quedado de comer
con…
Gervasia. Comerá vd. Conmigo.
Cuando Gregorio llegó a la casa de su
Gregorio. Siento mucho…
vieja amiga, se enteró gustoso de que es-
Gervasia. No hay escape.
taba sola, no había comido aún, y única- Gregorio. Pero…
mente ellos gustarían de los exquisitos Gervasia. Aunque es comida de dieta…
platillos que sin duda había preparado; Gregorio. Agradezco mucho…
pero Gervasia se encontraba compungi- Gervasia. Siéntese vd:
da en la sala de su casa y el invitado le Gregorio. (Sentándose). (¡Oh! Dolor).
preguntó al verla: Gervasia. ¿Qué decía vd. de olor?
Gregorio. Nada.
Gregorio. ¿Por qué tanto encogimiento? Gervasia. Creí… porque… ¡Oh, que
Algún dolorcillo de cabeza, constipado: hedor tan pestífero y fragante se
¿no es verdad? percibe!
Gervasia. No señor Gregorio. ¿Cómo?...
Gregorio (sentándose) ¡Vaya! Mucho me Gervasia. Y mi estómago… ¡Ay! ¡Dios
alegro. mío! ¿Dónde se ha metido vd.?
Gervasia. Lo único que tengo es una Gregorio. (Mirando el lodo de sus pier-
basca intolerable. nas). ¿Yo?…
Gervasia. ¡Ay!... ¡ay!... que me da… que
me da…
35 Ibid., p. 369.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 53


MARGARITA ALEGRÍA DE LA COLINA

Gregorio. ¿Qué cosa? deleite satírico y hasta cierta crueldad”.37


Gervasia. Que me da la basca… ¡Pepa! Toma este autor como blanco de la sátira,
¡Pepa! Y la purga… ¡Pepa! ¡Pepa!... que indudablemente llega a ser cruel, a
tráeme el… tráeme la.. la… la… (Vase). un poblano estereotipado: adinerado pe-
Gregorio. ¡Pues he quedado lucido!...
ro avaro, y lo lleva a situaciones grotescas
Me voy, y el diablo cargue con la casa
extremas que se justifican en el texto por
y su dueño.36
su deseo de ahorrarse una comida.
Como romántico, Rodríguez Galván cul-
Ya en la calle Gregorio se quejó:
tivó lo grotesco. Lo hizo cuando escribió
¿A quién le sucede lo que a mí? Si ahora poesía en el marco de la retórica de la
hubiera una diligencia que se dirigiera sublimidad. Longino recomienda, precisa-
a Puebla, no me volvían a oler los me- mente, enfrentar el lado feo y grotesco de
xicanos ¿Pero hay justicia para esto? … la realidad. Hugo Blair afirma por su parte
y es fuerza comer, mi estómago me lo que lo sublime tiene fuerza, es producto
pregona… ¡Oh! ¡Miserable de mí! … del genio y despierta el gusto a través de
Aún me queda un amigo; pero vive tan situaciones patéticas y terribles. También
lejos… San Antonio Abad. Víctor Hugo señaló cómo, colocada en
lo alto en virtud del cristianismo, la musa
Gregorio pensó en Pancracio Pachorra. de la creación poética observó que lo hu-
Derrotado por el hambre tomó un coche mano no es todo bello, sino que a su lado
con tal de llegar antes de que la familia existe lo feo, “que lo deforme está junto a
hubiera comido; pero no olvidemos que la lo gracioso, que lo grotesco es el reverso
calle siempre fue peligrosa para nuestro de lo sublime, que el mal se entremezcla
personaje. Lo estafó el cochero y, cuando con el bien y la sombra con la luz”.38
por fin llegó, fue atacado en tal forma por Gilles Lipovetsky analiza lo cómico alu-
los hijos de Pachorra (una berreaba a voz sivo a un realismo grotesco manifiesto
en cuello sin parar y el otro le arrojaba durante la fiesta en la Edad Media. Hu-
objetos a la cabeza), que salió huyendo mor, apunta, en el que priva la escatología
también de aquella casa decidido a pagar en su sentido físico.39 Este tipo de humor
sus alimentos en un bodegón porque pone en juego Rodríguez en Tras un mal
“fuerza es comer”. nos vienen ciento. Es grotesco el pobla-
En esta obrita, Rodríguez Galván cons- no, gordo, de anteojos, iracundo y avaro
truye una comicidad maliciosa, como la al extremo, y lo es también la situación
califica Jaime Castañeda cuando dice que a la que su avaricia lo lleva, ante una mu-
ésta “proviene del deseo de reírse de jer que expulsa gases pestilentes y está
alguien o de algo humanizado, implica un a punto del vómito, mientras él muere
de hambre.

36 Ibid., pp. 371-373.


37 V. “Jorge Ibargüengoitia: humorismo y narrativa”,
en Estudios, filosofía-historia-letras, invierno, en
ht tp://biblioteca.it am.mx /estudios /estudio / 38 Víctor Hugo, “Introducción”, Cromwel. Drama en
estudio07/sec_43.html, consultado el 19 de sep. cinco actos, p. 9.
de 2005. 39 V. La era del vacío, passim.

54 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


IGNACIO RODRÍGUEZ GALVÁN, HUMOR Y VIDA COTIDIANA EN EL MÉXICO DEL SIGLO XIX

Por su parte, Henri Bergson señala muchas veces impertinente al posible


que la intención de humillar está siempre cliente; lo que, por otro lado, revela las
presente cuando se quiere producir un condiciones de la clase económicamen-
efecto cómico; pero también lo está la de te desposeída en el México de ayer y de
corregir, porque lo cómico se relaciona hoy. También se deja ver en la obra un
siempre con los prejuicios sociales, y dice aspecto de la tradición familiar a través
que generalmente lo que hace reír son de Pancracio Pachorra, su esposa y sus hi-
los defectos ajenos más por la insociabi- jos mal educados, por cierto; asimismo se
lidad que por la inmoralidad de que reproduce la costumbre de tomar purgas
son indicio.40 y comer puchero cuando la gente está
Es innegable la humillación que el po- enferma del estómago, aún vigente en
blano recibe en la obra de Rodríguez a ciertos ámbitos de la sociedad mexicana
través de la figura de Gregorio; pero la a pesar de los adelantos médicos actua-
misma tiene implícita una moraleja que, les, sobre todo porque éstos no van de
sí, tiene la intención de corregir: se filtra la mano con una más justa repartición
también aquí la ideología, en este caso de la riqueza en el país; pero también
religiosa del autor, en relación con el cas- en virtud del proceso de endocultura-
tigo ante la falta: si se cae en excesos de ción por el cual una sociedad tiende a
avaricias se puede perder todo. También ser similar en muchos aspectos de una
es cierto que las peripecias en que se ve generación a otra.42
envuelto este personaje mueven a risa, re- Otras costumbres características de ese
sultan verdaderamente cómicas, y revelan tiempo quedaron plasmadas en la obra
el humor sublime de “El mestizo triste”. analizada, por ejemplo, el uso de caba-
En la obra de Rodríguez que aquí ana- llos como medio de transporte urbano y
lizo podemos ver un mosaico cultural en de diligencias; así como de pantalones de
el sentido etnográfico de la palabra; o sea, polaina; costumbres que, superadas en
como ese “todo complejo que compren- tiempos posteriores, permiten al lector
de conocimientos, creencias, arte, moral, contemporáneo imaginar aquellas esce-
derecho, costumbres y cualesquiera otras nas de la vida cotidiana decimonónica
capacidades y hábitos adquiridos por el y, dado que van de la mano con los as-
hombre en tanto miembro de la socie- pectos endoculturales (los cuales de to-
dad”.41 Además de los conocimientos li- das maneras no siempre se repiten con
terarios y las creencias del autor que in- exactitud en generaciones sucesivas por-
fluyen en su obra, algunas de las cuales que continuamente se añaden nuevas
ya han sido mencionadas aquí, éste nos de-
ja ver hábitos y costumbres que han deja-
do herencia a las generaciones siguientes. 42 La endoculturación, dice, Marvin Harris, “es
Está, por ejemplo, el hábito del ambu- una experiencia de aprendizaje parcialmente
lantaje con sus pregones y su insistencia conciente y parcialmente inconsciente a través
de la cual la generación de más edad incita,
induce y obliga a la generación más joven a
40 V. La risa, passim. adoptar los modos de pensar y comportamientos
41 Según Edgard Burnett Taylor, fundador de la tradicionales [… y ] se basa, principalmente, en
antropología académica. Cit. en Marvin Harris, el control que [ésta] ejerce sobre los medios de
Antropología cultural, p. 20. premiar y castigar a los niños.” Ibid., p. 21.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 55


MARGARITA ALEGRÍA DE LA COLINA

pautas), acaban siendo sentidas como BIBLIOGRAFÍA


propias y suscitan la nostalgia del lector.
Alegría, de la C. Margarita. Historia y reli-
gión en Profecía de Guatimoc. Símbo-
CONCLUSIÓN los y representaciones culturales, Mé-
xico, UAM Azcapotzalco, 2004.
Reconozco que mi interpretación de los Aristóteles. La poética. Versión de García
textos de Rodríguez Galván aquí co- Baca, México, Editores Mexicanos Uni-
mentados puede ser rebatible a pesar dos, 1985.
de haber realizado su análisis a la luz de Bergson, Henri. La risa. Madrid, Sarpe,
algunas categorías conceptuales corres- 1985 (Los grandes pensadores).
pondientes a marcos teóricos reconoci- Beristáin, Helena. Diccionario de retórica
dos; pero como dice Geertz al referirse a y poética. México, Porrúa, 1985.
las descripciones etnográficas: “lo que no- Bordieu, Pierre y J. D. Wacquant, Res-
sotros llamamos nuestros datos son real- puestas. Por una antropología reflexiva,
mente interpretaciones de interpretacio- Grijalbo, México, 1995.
nes de otras personas sobre lo que ellas Blair, Hugo. Lecciones sobre la retórica
y sus compatriotas piensan y sienten”.43 de las bellas letras. José Luis Munárriz
Como producto de mi análisis estoy (trad. del inglés), 4ª ed., aumentada
interpretando unos textos en que Ro- con el Tratado del Sublime por Casio
dríguez, desde su lugar socioeconómi- Longino, Agustín García Arrieta (trad.
co y cultural, interpreta algunas de las si- de Bioleau), México, imprenta de Gal-
tuaciones que se presentaban en la vida ván, 1834, 3 vols.
cotidiana de su tiempo en la Ciudad de Carrilla, Emilio. El romanticismo en la
México. Lo que hice fue desentrañar las América Hispánica. t.1. 3ª ed., Madrid,
estructuras de significación en el contex- Gredos, 1975 (Biblioteca Románica
to de campos social y literariamente de- Hispánica, 11. Estudios, 40).
terminados, y a la luz del alcance que Giddens, Anthony. Un mundo desbocado,
éstos me han permitido tener. No obstan- Los efectos de la globalización en
te lo corto que se pueda haber queda- nuestras vidas. Pedro Cifuentes (trad.),
do mi análisis interpretativo, es innega- México, Taurus, 2000.
ble que la literatura constituye una fuente Geerrtz, Clifford. La interpretación de las
muy rica para rescatar el habitus de tiem- culturas. Barcelona, Gedisa, 1997 (Se-
pos pasados rie Antropología).
Harris, Marvin. Antropología cultural. Sa-
lamanca, Alianza Editorial, 1990 (El
libro de bolsillo. Antropología).
Lipovetsky, Gilles. La era del vacío. trad
Joan Vinyoli y M. Pendax, Barcelona, Ana-
grama, 2005 (Compactos anagrama).
Novelo, Victoria y Sergio López Ramos,
(coord.), Etnografía de la vida cotidia-
43 Geertz, op. cit., p. 23. na. México, Porrúa, 2000.

56 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


IGNACIO RODRÍGUEZ GALVÁN, HUMOR Y VIDA COTIDIANA EN EL MÉXICO DEL SIGLO XIX

Picard, Roger. El romanticismo social. Nacional Autónoma de México, Mé-


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Dr. José María Luis Mora/ Universidad

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DE MOLES, PULQUES, DULCES Y BISTECES:
LA COMIDA EN LA CIUDAD DE MÉXICO DURANTE EL SIGLO XIX

ROXANA ELVRIDGE-THOMAS*

Para Daniel Santillana un fenómeno complejo que implica una


gran diferencia entre el acto de alimen-
tarse en los seres humanos y en los demás

C ocinar y comer son prácticas recu-


rrentes en la vida cotidiana. Cuando lle-
animales. Nosotros hemos refinado esa
necesidad vital, la hemos transformado
en todo un rito.
vamos a cabo el acto de alimentarnos, tam- El comer es para nosotros un factor de
bién nos estamos sensibilizando ante los unidad. En torno a nuestras conductas
fenómenos y procesos involucrados alre- de mesa se puede entender a un indivi-
dedor de la mesa. Comer no sólo es saciar duo, una cultura o nación entera. Guada-
necesidades fisiológicas, también entran lupe Loaeza, en su ensayo “Lo que comen
en juego las necesidades psicológicas, los escritores”, comenta: “Uno aprende
de status, de pertenencia, de identidad. mucho sobre el carácter de un ser huma-
Estamos todos de acuerdo en que la no con sólo ver lo que come y cómo lo
alimentación, es en definitiva, un proceso come. Comer es un movimiento del alma,
vital. Si el cuerpo deja de recibir sustan- refleja un modo de ser”.1 Vemos, pues, que
cias para sus procesos metabólicos como al comer hallamos unidad e identidad en
carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas torno a una mesa, conformándonos como
y minerales, se enferma y en casos más seres humanos. Para ser más específicos,
severos, muere. nosotros, en México, nos sentimos más
Pero también podemos considerar que ligados emocionalmente a nuestro país al
estamos ante un proceso que implica pro- degustar un taco o comer unas quesadi-
ducción de productos para ser procesa- llas con salsa picante, que cuando can-
dos (cocinados, comercializados, empa- tamos el Himno Nacional. La tortilla es
cados, distribuidos), y con esta perspecti- la base alimenticia de nuestra nación,
va las actividades en torno a la mesa y pero también implica un sentimiento de
al acto de alimentarse se transforman en
1 Guadalupe Loaeza, “Lo que comen los escri-
tores”. En gustos se comen géneros: Congreso
* Universidad del Claustro de Sor Juana. Internacional Comida y Literatura, vol. I, p. 3.

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ROXANA ELVRIDGE-THOMAS

pertenencia, de colectividad. Respecto a también altamente significativa en las re-


esto Oscar Sauri escribe: laciones humanas, en la conformación de
parejas, familias, amistades, cofradías, fra-
La comida que da sustento a los orga- ternidades, naciones.
nismos individuales es, al mismo tiem- El alimento es el inicio de nuestra ru-
po, base de conformación de los pue- tina, nos organizamos en torno a él, se
blos, pues constituye uno de los puede cerrar un negocio en una comida,
elementos más tangibles entre todos
se formalizan matrimonios con cenas, se
los que son portadores de las identida-
da un pésame acompañado de un café
des colectivas, esas estructuras dinámi-
cas que nos congregan en torno a pro- y un refrigerio en un funeral (quizás por
yectos de amplio alcance. Al conjuro de eso popularmente se diga: “Las penas con
los alimentos, los hombres y las mujeres pan son menos”). En la mesa es donde el
trazan caminos definitivos para extraer ser humano se desnuda frente a los de-
de sí los signos básicos que evocan la más y muestra su naturaleza: compartida
memoria de sus antecesores y guían el o reservada, extrovertida o introvertida,
asombro vital de los ojos que despun- alegre o meditante.
tan el horizonte. Tanto por sus conno- Matías Bruera afirma que:
taciones inmediatas como por su sen-
tido más profundo, la comida es terreno Comer es un ejercicio depredativo, un
de cruce de las vivencias más íntimas acto animal y sucio, y así todos los inten-
y de los misterios más apabullantes, tos de refinamiento –desde el uso más
convoca anhelos que mantienen vibran- elemental del fuego para cocinar hasta
te el pulso de la existencia y refiere por la utilización de utensilios para llevarlos
contraste las arideces que la muerte a la boca lo que cocemos a través de me-
depara irremediablemente.2 dios y elementos industrializados– per-
siguen como meta el enmascaramiento
La comida, con sus texturas, sabores y del instinto de alimentarnos que po-
apariencias, lleva una carga simbólica que seemos en tanto seres vivos. Sublimar
proporciona un retrato fidedigno de un ese acto y convertirlo en algo social,
cuerpo, una cultura, un lenguaje. Es así culto, limpio y espiritual, que nos per-
que el comer, algo tan básico, describe mita trascender nuestra naturaleza ani-
cosmovisiones de toda una nación. Co- mal, sólo ha sido posible mediante un
mer y comida son acentos fecundos que imaginario estético o mediante formas
reguladas de comportamiento.3
han permanecido a través de la heren-
cia y la tradición. La alimentación que se
El intelecto y su capacidad creativa nos
tiene en determinado tiempo y espacio
han puesto por encima de lo animal. El
es un reflejo y a la vez una causa de cómo
gusto nos da posibilidad de refinarnos;
funciona una sociedad.
es uno de los sentidos que nos ayudó no
La manera en la que los seres humanos
sólo a sobrevivir en tiempos arcaicos sino
compartimos alrededor de la mesa es
a crear una serie de valores: las reglas de

2 Oscar Sauri, presentación de En gustos se comen


géneros: Congreso Internacional Comida y Lite- 3 Matías Bruera, Meditaciones sobre el gusto: vino,
ratura, pp. i-ii. alimentación y cultura, p. 39.

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DE MOLES, PULQUES, DULCES Y BISTECES: LA COMIDA EN LA CIUDAD DE MÉXICO DURANTE EL SIGLO XIX

etiqueta. Alrededor del gusto se construye Tenemos como ejemplo los pastes de
una sociedad, una sociedad que medita. Hidalgo, los quesos de Chipilo y la bien-
Es de esta manera que vemos con- venida gustosa que se dio a la cocina
formarse a la sociedad mexicana del siglo francesa y a los “bisteces” y “rosbifes”
XIX en torno a la comida, sentada alrede- traídos por los norteamericanos.
dor de una mesa. Pero acerquémonos a los fogones del
José Juan Tablada, en La feria de la vida siglo XIX y sentémonos a las mesas de esos
está muy consciente del papel fundamen- hombres y mujeres que nos precedieron
tal que juegan la comida y sus ritos den- en el tiempo. Para ello, nos valdremos de
tro de la conformación tanto de la propia algunas obras literarias que describen con
identidad como de la nacional. Dice: fruición estos actos.
Comencemos con las rutinas diarias y
Perdonen los lectores esta digresión de preguntándonos, ¿cuántas veces se co-
goloso, perdónenla, porque lo que un mía, a qué hora y qué alimentos se con-
pueblo come, sus viandas y sus frutos sumían? Una respuesta la ofrece Guiller-
nacionales no son cosa trivial, sino im- mo Prieto, quien en Memorias de mis
portantísima… La cocina de un pueblo
tiempos (1828-1853), ofrece un retablo de
es uno de los factores más poderosos
las viandas y sus momentos. Clementina
del patriotismo. En el destierro o en la
simple ausencia de la tierra natal, recor- Díaz y de Ovando sintetiza el sentir de
dar los sabrosos manjares del terruño, es Prieto de la siguiente manera:
uno de los mayores tormentos… Créan-
melo, la nostalgia del paladar, hace su- Los mexicanos que tenían la fortuna
frir tanto como la de la naturaleza.4 de comer tres veces al día al despertar
tomaban chocolate en agua o en leche,5
Es la anterior, la confesión de un hijo de atole engalanado con tostadas y molle-
tes, bizcochos, tamalitos cernidos.
este siglo convulso, caótico y pleno, en
A las diez de la mañana almorzaban
el cual nuestro país pasó por invasiones, asado de carnero, o de pollo, rabo de
guerras, reestructuraciones, y sus habitan- mestiza, manchamanteles, adobo o es-
tes vivieron apasionadamente estos cam- tofado, alguno de los muchos moles
bios, adaptándose asombrosamente a o de las tortas del amplio saber y enten-
todos ellos. der de la cocinera y, desde luego, frijoles.6
Así como la gente se adecuó a los La comida era a la una o dos de la tar-
constantes vaivenes a los que le arrojaba de. Se componía de caldo, sopas de arroz
la historia, también lo hizo su cocina, la o de fideos, tortilla, puchero. O guisados
cual, por una parte, reforzó su identidad como pollo en almendrado, torta cua-
en torno a platillos emblemáticos como jada, patas en cuñete, o guajolotes re-
llenos y deshuesados, obras de arte de
el mole y, por otra, asimiló y adaptó a
las cocineras de la alta escuela.
sus propios gustos las tradiciones gastro-
nómicas de quienes invadieron suce-
sivamente nuestro país, así como de quie- 5 Prieto se refiere al chocolate de tres tantos: uno de
nes llegaron como inmigrantes al mismo. canela, uno de azúcar y uno de cacao desleído en
agua o leche, también acompañado de huesitos
de manteca, hojuelas o bizcochos de maíz.
4 José Juan Tablada, La feria de la vida, pp. 53-54. 6 Todo ello acompañado de un fresco pulque.

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ROXANA ELVRIDGE-THOMAS

Como tentempié, entre las cuatro y el mercado de “El Volador”: naranjas,


cinco de la tarde, no estaba por de- limas, plátanos, manzanas. A las seis,
más un chocolate. A las diez de la no- chocolate y a las once la cena.
che la cena: asado con ensalada o mole En días especiales no faltaba el puchero
de pecho. con gallinas enteras, jamón, trozos de
Para un día de santo, ése en que se ternera, garbanzos y todas las verdu-
echa la casa por la ventana, en que no ras posibles.8
se repara en gastos, el plato favorito era
la olla podrida con su abundancia de Payno también nos deleita con los guisos
diferentes carnes y verduras, a las que de la clase baja, aquéllos que cocina-
Prieto ponderaba como el fandango, el ba con maestría la frutera Cecilia: hue-
cataclismo gastronómico.
vos con longaniza fresca de Toluca, ade-
Si la olla podrida era un plato excep-
rezados con rajas de chile verde, chícharos
cional, lo maravilloso, las exquisiteces
venían a ser los postres: ensolerados, tiernos, rebanadas de aguacate y tomate.
cocada, cubiletes, huevos reales, zoco- Huevos que se saboreaban con tortillas
nostles rellenos de coco; zapote batido recién salidas del comal y con el rico
con canela y vino tirito, la garapiña. neutle, mejor, si era curado.
Para tranquilizar el estómago después de Y así, Payno nos sitúa en el centro de
tan opípara comida acompañada de vino creación de estos manjares: las mujeres.
cascarrón (bronco) o sangría, se bebía té Ellas eran las que preparaban o manda-
de salvia, muitle, cedrón o yerbabuena.7 ban preparar a la servidumbre –siempre
bajo sus vigilantes ojos y exigentes pa-
Por su parte, Manuel Payno en Los bandi- ladares– estos atracones diarios. Y sí, ellas
dos de Río Frío, nos habla detalladamente también tenían su propia rutina diaria, que
de las comidas que hacía un hacendado giraba en torno a la comida.
que vivía en la ciudad de México: Después del almuerzo, las señoras par-
tían a hacer sus visitas a familiares y ami-
Don Pedro Martín de Oñate no bien abría gas. Eran recibidas con licores dulces co-
los ojos a las cinco de la mañana iniciaba
mo el jerez, así como con algunas pastas y
su ejercicio gastronómico: un chocolate
panecillos como Ias puchas, Ios rodeos
bien espeso con un estribo o rosca. A las
diez en punto el almuerzo: arroz blan- y Ios mostachones.
co, lomito de carnero asado, un molito, Mientras tanto, habían dejado instruc-
frijoles bien refritos y un vaso de pulque. ciones precisas para llevar a cabo las ac-
A las tres y media de la tarde la comi- tividades de cocina en su ausencia. Al
da: caldo con limón y chivitos verdes, respecto, nos habla María Cristina Suá-
sopas de fideo o de pan que mezclaba rez y Farías:
en un plato, puchero con su calabacete
de castilla, albóndigas, torta de zanaho- Y como en Ia cocina Ia actividad nun-
ria u otro guisado, y fruta comprada en ca cesaba, [después del almuerzo] se
iniciaba Ia preparación de Ia comida
principal. Ya desde temprana hora, Ia
7 Clementina Díaz y de Ovando, “Guillermo Prieto
y Manuel Payno, gastrónomos literarios” de En
gustos se comen géneros: Congreso Internacional
Comida y Literatura III, 2003, pp. 539-540. 8 Ibid., p. 544.

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DE MOLES, PULQUES, DULCES Y BISTECES: LA COMIDA EN LA CIUDAD DE MÉXICO DURANTE EL SIGLO XIX

cocinera y alguna de sus ayudantes Pero se preguntarán ustedes conmigo,


habían regresado deI mercado. En enor- queridos lectores, lo mismo que pregunta
mes canastas se cargaba todo lo nece- y responde Rafael Castellano en su deli-
sario: jitomates, cebollas, verduras y con- cioso libro-recetario La cocina romántica:
dimentos, Ia carne y los pollos frescos,
chiles de todos colores y granos como
Lo que sigue siendo un enigma es el
el maíz. La mayor parte de Ias verduras
porqué de sus siluetas esbeltas, sus
se producían en el sur deI ValIe de Mé-
gráciles abdómenes, su soma eva-
xico, en Ias chinampas de Xochimilco;
nescente dentro de la moda joven. En-
los nahuas cultivaban toda clase de hor-
tonces no se hacía jogging, se hacían
talizas que se traían de Ia ciudad en
visitas. A pie se iba una –con niños o
trajineras surcando alguno de los cana-
sin ellos– [a la calle] (…) Llevaba la bisa-
les principales, como el de Ia Viga o el de
buela traje de faya verde botella y raso
Santa Anita. Para Ia dulcería se compra-
color marfil con dibujos Pompadour,
ba harina, azúcar, mieI, piloncillo, hue-
adornos de encaje bretón, fleco de los
vos, nueces, piñones, pasitas y almen-
mismos colores del traje y botones de
dras. Los mercados eran también lugares
acero fino con dibujos esmaltados. El
de encuentro de comadres y amistades
corpiño largo, abierto sobre un chaleco
y de intercambio de información.9
de faya, mangas largas adornadas de
encaje y de una triple cartera de seda
Regresaban las damas a sus domicilios lisa. La falda era de cola, guarneci-
para regir la comida familiar y supervisar da en la parte inferior con volante ri-
los trabajos de cocina para la merienda zado. Y la sobrefalda de raso, recogida
y la cena. Les daba también tiempo de muy ligeramente por detrás y guarneci-
arreglarse para, como toda buena ama da por delante con un fleco puesto en
de casa decimonónica, dirigir el rosario, el borde inferior del delantal, y dos fal-
al que algunas veces acudía sólo la familia das plegadas de faya adornadas también
y en otras ocasiones, llegaban otros pa- con un fleco. Las dos bandas se cruzaban
al sesgo, de derecha a izquierda, yendo
rientes y amigos para disfrutar después de
a terminarse por debajo del paño de
su compañía. detrás, el cual iba adornado por un la-
Por supuesto, para gozar mejor de la do de cocas con cintas flotantes, y por
plática en compañía familiar o amistosa, el otro con solapas de seda lisa. Caminar
nada mejor que el delicioso chocolate, por las calles con todo aquello, sin contar
acompañado de pan dulce recién hecho, el sombrero y la complicada corsetería
se enviaba a comprarlo a alguna de las infraestructural, era toda una sauna. Uno
más jóvenes asistentes de cocina (de ahí se lo explica todo.10
aquel famoso dicho: “¿A qué hora vas por
el pan?”) pues muchas veces los jóvenes Por supuesto que con toda aquella ar-
pretendientes de la época aprovechaban quitectura de tela encima, nuestras ado-
para acompañar a las enviadas. rables antepasadas que iban “desde las
puertas de la Sorpresa hasta la esquina del

9 María Cristina Suárez y Farías, “El siglo XIX en la


gastronomía mexicana”, en México en el Tiempo, 10 Rafael Castellano, La cocina romántica, 1985, pp.
pp. 23-24. 82-83.

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ROXANA ELVRIDGE-THOMAS

Jockey Club”, como tan bien nos lo cuenta Si alguien la alcanza, si la requiebra,
Manuel Gutiérrez Nájera en su “Duquesa ella, ligera como una cebra,
Job”, adelgazaban en un solo paseo la sigue camino del almacén;
enorme ingesta de ese día. pero, ¡ay del tuno si alarga el brazo!
¡Nadie se salva del sombrillazo
Y hablando del delicioso poema, me
que le descarga sobre la sien!
permitiré citar algunos fragmentos en
donde podemos observar esos paseos por ¡No hay en el mundo mujer más linda!
la ciudad de México, alguna alusión a la Pie de andaluza, boca de guinda,
moda de ese tiempo (el poema fue escrito sprint rociado de Veuve Clicquot,
en 1884), y algunos datos en torno a la talle de avispa, cutis de ala,
comida, la bebida y sus rituales: ojos traviesos de colegiala
como los ojos de Louise Theo.
En dulce charla de sobremesa,
mientras devoro fresa tras fresa, Ágil, nerviosa, blanca, delgada,
y abajo ronca tu perro Bob, media de seda bien restirada,
te haré el retrato de la duquesa gola de encaje, corsé de crac,
que adora a veces al duque Job. nariz pequeña, garbosa, cuca,
(…) y palpitantes sobre la nuca
Mi duquesita, la que me adora, rizos tan rubios como el coñac.
no tiene humos de gran señora: (…)
es la griseta de Paul de Kock. ¡Ah! Tú no has visto cuando se peina,
No baila Boston, y desconoce sobre sus hombros de rosa reina
de las carreras el alto goce caer los rizos en profusión.
y los placeres del five o’clock. Tú no has oído qué alegre canta,
(…) mientras sus brazos y su garganta
Si pisa alfombras, no es en su casa; de fresca espuma cubre el jabón.
si por Plateros alegre pasa
y la saluda madam Marnat, Y los domingos, ¡con qué alegría!,
no es, sin disputa, porque la vista, oye en su lecho bullir el día
sí porque a casa de otra modista ¡y hasta las nueve quieta se está!
desde temprano rápida va. ¡Cuál se acurruca la perezosa
(…) bajo la colcha color de rosa,
Desde las puertas de la Sorpresa mientras a misa la criada va!
hasta la esquina del Jockey Club,
no hay española, yanqui o francesa, (…)
ni más bonita ni más traviesa Toco; se viste; me abre; almorzamos;
que la duquesa del duque Job. con apetito los dos tomamos
un par de huevos y un buen beefsteak,
¡Cómo resuena su taconeo media botella de rico vino,
en las baldosas! ¡Con qué meneo y en coche, juntos, vamos camino
luce su talle de tentación! del pintoresco Chapultepec.11
¡Con qué airecito de aristocracia
mira a los hombres, y con qué gracia
frunce los labios —¡Mimí Pinsón!
11 Manuel Gutiérrez Nájera, Poesía Completa, pp.
200-202.

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DE MOLES, PULQUES, DULCES Y BISTECES: LA COMIDA EN LA CIUDAD DE MÉXICO DURANTE EL SIGLO XIX

Gutiérrez Nájera nos presenta un vivo y que tuvo amplia resonancia entre otros
retrato de costumbres decimonónicas escritores tanto a su favor como en con-
en este poema. Comienza platicándonos tra. Sólo les resta el paseo de domingo:
justamente en una “dulce charla de so- a Chapultepec.
bremesa”, llegado ya el final de los pos- Vemos entonces cómo se refleja en
tres, sobre la mujer que “adora a veces”. la poesía de don Manuel la plácida vida
Vemos ya la costumbre de alargar la cotidiana de la clase media porfiriana. Al
comida “picando” frutas, bebiendo café o respecto, podemos completar las refe-
algún licor y sazonando el momento con rencias que combinan recreo y gastrono-
animadas conversaciones. Observamos mía con lo escrito por María Cristina
también, en la segunda estancia, la nueva Suárez y Farías:
costumbre, introducida desde Inglaterra,
de tomar el té a las cinco. Muchas seño- Al amparo de don Porfirio, se vivía igual-
ras de alta sociedad la habían adoptado mente una intensa vida nocturna, así,
alegremente y en estas reuniones se de- en esta época empiezan a proliferar
gustaba, por supuesto, té, acompañado Ios cafés: el de Ia Concordia, el deI
Cazador, situado en Ia esquina de Pla-
de otras infusiones, café y chocolate co-
teros y Portal de Mercaderes, el Colón,
mo bebidas; y de pastelillos varios, los el Veroly en Ias calles deI Coliseo Viejo
muy británicos sándwiches de pepino y Coliseo Nuevo, el Café deI Sur en
–mencionados juguetonamente por Wil- donde se reunían actores y bailarinas
de–, y bizcochería nacional. Desde luego, o el deI Águila de Oro, sitio elegido por
este hábito es conocido por la “duquesi- Ios que preferían Ios temas políticos y
ta”, al igual que asistir a las carreras (otra en el que eran famosos Ios “fósforos” o
actividad extranjera). “fosforitos”, hechos de café y aguardien-
Nos informa también de su paseo por la te en partes iguales. A estos lugares acu-
calle de Plateros y del alegre taconeo con día la gente, antes o después de Ia sali-
que lo hace, de la manera de coquetear da de Ia Opera o deI Teatro Principal y
a los mismos los señores invitaban a Ias
de las mujeres de la época y del doble
tiples. Por Ias tardes, los cafés estaban
uso de la sombrilla: cubre los albos ros- Ilenos de señoras, de señoritas y jóve-
tros del sol y también propina golpes a nes «Iagartijos» que echaban novio bajo
los impertinentes. Ia mirada vigilante de Ias mamás o de
Es muy interesante la manera en que Ias chaperonas. Por ellos se paseaba to-
Gutiérrez Nájera habla de la belleza de su da Ia sociedad y eran los lugares ade-
duquesa, ya que la compara con comida cuados para ver y dejarse ver, ahí se
o bebida de su entero agrado: guindas, tejían historias y se hacían y deshacían
champaña, cognac. Y por supuesto, con- honras. En los cafés se tomaba, desde
tinúa nuestra lista de vestimenta femeni- luego, café, que apenas empezaba a
na y el elaborado peinado pleno de bu- acostumbrarse, se bebían licores, así
como nieves de frutas y sorbetes de
cles con que las mujeres decimonónicas
sabores. Como Ia pastelería francesa
salían a la calle. ya había sentado sus reales, no podía
Y por último, nuevo guiño a la gastro- faltar un platón pletórico de écclaires
nomía: el almuerzo de huevos y beef-
steak, del que hablaremos más adelante

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ROXANA ELVRIDGE-THOMAS

y croissants o los deliciosos bocados en nuestras copas, eres demencia


de dama.12 ¡oh, musa verde!

Por supuesto que estaban también los Son ojos verdes los que buscamos,
otros cafés, donde dejaban pasar las verde el tapete donde jugué,
horas vespertinas los varones, charlando verdes absintios los que apuramos,
y verde el sauce que colocamos
sobre los últimos acontecimientos po-
en tu sepulcro, pobre Musset.13
líticos, la belleza de la tiple de moda
o el último poema de algún amigo. O
Estamos ante la dulce y desmayada de-
tal vez enfrascados en algún debate de
cadencia heredada de Francia, ante la si-
ajedrez. En esos recintos, los caballeros
ma en la que sumerge a sus devotos el
eran acompañados por cafés, en efecto,
ajenjo, la otra cara de los cafés decimo-
pero principalmente por diversos licores,
nónicos de la ciudad de México.
de entre los que destacaba el ajenjo, con
Y ya que estamos en compañía de es-
su amargura y voluptuosidad muy a tono
critores e intelectuales, adentrémonos con
con el siglo. Y aquí nos lleva nuevamente
ellos en sus tertulias, las cuales estaban tam-
Gutiérrez Nájera a la vida cotidiana, mas-
bién rociadas con muy diversas bebidas y
culina, de los cafés, con el bello poema al
robustecidas con todo tipo de manjares.
ajenjo titulado “El hada verde”:
Alejandro Rivas Velásquez nos habla
de las Veladas Literarias que se celebraron
¡En tus abismos, negros y rojos,
fiebre implacable mi alma se pierde, en la ciudad de México entre noviem-
y en tus abismos miro los ojos, bre de 1867 y abril de 1868,14 y nos da
los verdes ojos del hada verde! cuenta de las comilonas en que resulta-
ba aquello, por más que buscaran la aus-
Es nuestra musa glauca y sombría, teridad. Apunta Rivas Velásquez:
la copa rompe, la lira quiebra,
y a nuestro cuello se enrosca impía Estas Veladas fueron el primer intento
como culebra! de Ignacio Manuel Altamirano por lo-
grar la concordia entre los escritores
Llega y nos dice: —¡Soy el olvido, nacionales. Aunque en realidad, aparte
yo tus dolores aliviaré! de divergencias poéticas y políticas, en
Y entre sus brazos, siempre dormido, ellas pronto comenzaron a manifestar-
yace Musset. se otro tipo de diferencias; por ejem-
plo, se fue haciendo importante el tema
¡Oh, musa verde! Tú la que flotas de los banquetes que se daban al térmi-
en nuestras vidas enardecidas, no de las reuniones, los cuales llegaron
tú la que absorbes, tú la que agotas a ser motivo de constante preocupa-
almas y vidas. ción por parte de algunos de sus miem-

En las pupilas concupiscencia;


juego en la mesa donde se pierde 13 Gutiérrez Nájera, op. cit., pp. 262-263.
con el dinero, vida y conciencia, 14 Alejandro Rivas Velásquez, “La frugalidad en las
veladas literarias”, en En gustos se comen géne-
ros: Congreso Internacional Comida y Literatura
12 Suárez y Farias, op. cit., s/p. III, pp. 549-561.

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DE MOLES, PULQUES, DULCES Y BISTECES: LA COMIDA EN LA CIUDAD DE MÉXICO DURANTE EL SIGLO XIX

bros pues, al parecer, amenazaban el ofrecidas sin tener el más mínimo inte-
sentimiento de austeridad e igualdad rés literario.
que era necesario conservar entre los Fue hasta varias reuniones después que
escritores.15 se enmendó esta situación. La Velada fue
organizada por Ignacio Ramírez y Agustín
La primera de estas Veladas fue cele- Silicio, en una casa prestada en la calle de
brada en casa del poeta Luis G. Ortiz a Gante. Alejandro Rivas Velásquez apunta
fines de 1867. En ella se leyó Los misio- sobre este encuentro:
neros de amor, comedia de Enrique
Olavarría y Ferrari. Asistieron a la misma, En otra piecesita contigua se podía ver
entre otros, José Tomás de Cuéllar, Igna- una mesa pequeña y limpia, pero no
cio Manuel Altamirano y Manuel Pere- llevaba sobre sí más que algunas grandes
do. Posteriormente, los asistentes pudie- tortas de pan blanco, algunas botellas
ron degustar diversos dulces y pasteles, de manzanilla y de cognac, y una tetera,
acompañados de vino y ponche. limones, azúcar y agua.16
La segunda de estas Veladas fue en ca-
sa de Altamirano. En ella fue más intensa Después de un par de Veladas más, Alta-
la actividad literaria, con poemas de Prie- mirano, quien las había convocado en
to y Riva Palacio y la lectura del Atoyac un principio, puso fin a esta práctica. El
de Altamirano, y de Los árboles de Cuéllar. resultado que perseguía con ellas se
En el ámbito culinario, nuestros escrito- había cumplido y los literatos mexicanos
res se volvieron a solazar con todo tipo se conocían y habían reactivado sus ac-
de vinos y licores –incluida la champaña– tividades en cuanto a la escritura. En re-
y deliciosos pasteles y dulces. lación a las jóvenes voces, se habían da-
La tercera Velada rayó en el exceso. do a conocer varias de ellas, como la de
Se llevó a cabo en casa de Agustín Lo- Justo Sierra o Juan de Dios Peza.
zano, quien no era escritor, pero sí muy Altamirano decidió cambiar el lugar de
acaudalado y ofreció a sus invitados todo reunión de las mesas a una publicación y
tipo de manjares, postres y vinos, acom- así nació la revista El Renacimiento (pu-
pañados de una orquesta que animó el blicada en 1869), la cual llegó a ser un
evento. Tanta abundancia propició las manjar para el intelecto.
críticas de muchos de los asistentes, pero Vemos de qué manera la comida, como
aún así las siguientes Veladas continua- parte de la vida cotidiana, constituyó un
ron con el tono de derroche gastronó- tema importante para la literatura y los
mico que, en verdad, contrastaba se- escritores mexicanos del siglo XIX. Algu-
veramente con la condición económica nos alimentos causaron entre ellos polé-
de muchos de los participantes. A todo mica, como los “rosbifes” y los “bisteces”,
esto, se sumó la molestia de soportar a los llegados de la mano de los norteameri-
asistentes que comenzaron a sumarse por canos. Algunos escritores e intelectuales
el sólo hecho de degustar las viandas se lamentaban de la asimilación de ali-
mentos tan bárbaros, como Payno; otros,

15 Ibid, p. 551. 16 Ibid, p. 560.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 67


ROXANA ELVRIDGE-THOMAS

como ya lo vimos con Gutiérrez Nájera, sus deliciosas crónicas José Juan Tablada19
acogieron con alegría estas novedades y Guillermo Prieto.20
culinarias, e incluso estas extranjerías hi- Pero, sin duda, el platillo ante quien
cieron su aparición en diversos recetarios todos los habitantes de México se ren-
personales de la época.17 dían era el mole, símbolo de identidad
Otro elemento fundamental dentro de nacional y liga entre los distintos estratos
los cambios gastronómicos sufridos por sociales. Sabemos que el mole, en su mo-
la sociedad mexicana decimonónica fue dalidad amplia de salsa que combinaba
el auge de la cocina francesa. Ya se men- distintos chiles y especias para bañar con
cionaron los cafés afrancesados y sus go- ella carnes o vegetales, data de la época
losinas. Fueron abiertos también varios prehispánica; que sor Andrea de la Cruz,
restaurantes atendidos por auténticos monja poblana, fue la inventora “oficial”
chefs franceses que ofrecían una gran va- del guiso para dar la bienvenida al virrey
riedad de platillos cuyos sabores y nom- conde de Mancera. Pero tomó la forma
bres seducían a las clases altas mexicanas, definitiva con chocolate, guajolote y ajon-
cuyos miembros acudían a degustar y, jolí tostado hasta los diversos recetarios
sobre todo, a ser vistos en estos nuevos del siglo XIX y también su auge como la co-
recintos que simbolizaban para ellos el mida festiva en todos los niveles sociales.
lujo, la modernidad y el cosmopolitismo. Esto se demuestra con la deliciosa “Char-
Hubo incluso quienes prescindieron de las la dominguera” de Prieto-Fidel, publicada
cocineras nacionales para contratar un chef en la Revista Universal el 18 de julio de
galo para preparar los alimentos diarios. 1875, donde nos describe, precisamen-
Por supuesto que también proliferaron te, una fiesta familiar con el mole como
las fondas,18 donde tanto la clase me- centro gravitacional en el que confluyen
dia como la baja gozaban de la cocina todos los apetitos:
mexicana de enorme tradición y sincre-
tismo; así como las pulquerías donde, En el comedor ardía el entusiasmo; en
además de la espesa bebida, se podía grandes vasos de cristal que descolla-
degustar la comida típica. No debemos ban en el centro de la mesa, brindaba
olvidar a los siempre presentes vende- sus dulzuras el pulque de piña, la Isabel
dores callejeros de comida, como la ta- dormida, la chicha color de ópalo, y el
alabastrino pulque de almendra, sin que
malera, los dulceros o la hoy extinta chie-
faltasen las botellas de vino cascarrón,
ra que tanto placer causaba a la vista y al
catalán y licores.
paladar con su refrescante mercancía. De Sirviese en aquella mesa riquísimo ja-
todas estas comidas nos dan cuenta en món en vino del gusto de la concurren-
cia toda; disputábanle la primacía, en
orondas tajadas, la vaca aprensada,
fresca, con su rocío de aceite y vina-
17 Ver Rafael Castellano, La cocina romántica;
Clementina Díaz y de Ovando y Luis Mario
Schneider, Arte Culinario Mexicano, Siglo XIX, Re- 19 En La feria de la vida.
cetario; Formulario de la cocina mexicana. Pue- 20 En Memorias de mis tiempos (1828-1853) y en sus
bla, siglo XIX; entre otros. “Charlas domingueras”, publicadas en El Univer-
18 También llamadas figones. sal bajo el seudónimo de “Fidel”.

68 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


DE MOLES, PULQUES, DULCES Y BISTECES: LA COMIDA EN LA CIUDAD DE MÉXICO DURANTE EL SIGLO XIX

gre, su despolvoreo de orégano que BIBLIOGRAFÍA


trascendía, y sus puntitas de perejil
que la alegraban. Bruera, Matías. Meditaciones sobre el gus-
Y en medio del júbilo hizo su aparición
to: vino, alimentación y cultura. Buenos
el MOLE. Vino en su cazuela inmensa
Aires, Paidós, 2005.
y a su tiempo el mole de guajolote y,
desde su colocación en la mesa fue Castellano, Rafael. La cocina romántica,
un acontecimiento. Era un tanque, un Barcelona, Laia, 1985.
aerolito, un baluarte, una ciudadela, una Díaz y de Ovando, Clementina. “Guiller-
plaza de toros aquella cazuela. mo Prieto y Manuel Payno, gastróno-
Al ponerse en manos del consumidor mos literarios” en En gustos se comen
cada plato, caía sobre él en lluvia de géneros. Congreso Internacional Comi-
oro, un manto de ajonjolí, que le hacía da y Literatura III, Mérida, Instituto de
el firmamento de la gula. Cultura de Yucatán, 2003.
[…] La sensación que produjo el mole y Schenider, Luis Mario. Arte
fue inexplicable; personas hubo que se
Culinario Mexicano Siglo XIX. Recetario,
echaron a pie, esto es que comieron
México, Fundación de Investigaciones
con los dedos, y personas que pidie-
ron tortilla caliente, porque no se pu- Sociales, 1985.
dieron contener de honrar con todos Fernández, Adela. La tradicional cocina
sus adminículos al plato mexicano.21 mexicana y sus mejores recetas, Méxi-
co, Panorama Editorial, 1997.
Vemos de qué manera la identidad na- Formulario de la cocina mexicana. Puebla,
cional del mexicano del siglo xIX estaba siglo XIX, México, CONACULTA, 2002.
íntimamente ligada al mole; y que la co- Gutiérrez Nájera, Manuel. Poesía Com-
mida en general servía no sólo como pleta, México, Premiá editora, 1979
aglutinante social, sino como verdadera (Colección Los libros del bicho).
generadora de relaciones sentimenta- León García, María del Carmen. El libro de
les y familiares, proyectos culturales y Dominga de Guzmán. Un documento
obras literarias. personal del siglo XVIII, México, CONA-
Brindemos, queridos lectores, con pul- CULTA, 1997.

que, vino, cognac, ajenjo, champán o un Loaeza, Guadalupe. “Lo que comen los
vaso de chía y degustemos, como nues- escritores” en En gustos se comen gé-
tros antepasados, de un día de copiosa nero. Congreso Internacional Comida y
comida y, si salimos bien librados, vaya- Literatura I, Mérida, Instituto de Cultu-
mos a caminar al bosque de Chapulte- ra de Yucatán, 2003.
pec, a la calle de Plateros, o a hacer el Rivas Velásquez, Alejandro, “La frugalidad
recorrido desde las puertas de la Sorpresa en las veladas literarias”, en En gustos
hasta la esquina del Jockey Club. ¡Salud! se comen géneros. Congreso Internacio-
nal Comida y Literatura III, Mérida, Ins-
tituto de Cultura de Yucatán, 2003.
Sauir, Oscar, Presentación de En gustos se
comen géneros. Congreso Internacional
Comida y Literatura I, Mérida, Instituto
21 Cit. por Clementina Díaz y de Ovando, op. cit.,
pp. 540-541. de Cultura de Yucatán, 2003.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 69


ROXANA ELVRIDGE-THOMAS

Souto Mantecón, Matilde. “De la cocina a Suárez y Farías, María Cristina. “El siglo XIX
la mesa”, en Historia de la vida cotidiana en la gastronomía mexicana”, en Mé-
en México, IV. Bienes y vivencias. El siglo xico en el Tiempo, Año 1, núm. 14,
XIX, México, El Colegio de México/Fon- México. Agosto-septiembre, 1996.
do de Cultura Económica, 2005. Tablada, José Juan. La feria de la vida, Mé-
xico, Ediciones Botas, 1937.

70 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


NUEVOS SABORES: GUSTO Y DISGUSTO

BEGOÑA ARTETA*

El carácter ambiguo del mexicano queda con el actual turismo de aventura o el


perfectamente reflejado en su hospitali-
dad culinaria. El anfitrión se desvivirá para
turismo rural más elemental. Ellos se veían
halagar a su invitado extranjero, le dirá obligados a aceptar lo inesperado en los
“ésta es tu casa”, lo agasajará con entu- caminos, tanto por los medios de transpor-
siasmo, pero no evitará servirle un plato
picante como el infierno. Sólo si el ex-
te al uso como por las posadas y los luga-
tranjero sale avante podrá considerarse res en los que tenían que pernoctar y
parte de la familia. comer, así como por las inciertas distan-
cias que podían recorrerse con la luz del
JORGE VOLPI día; el éxito de su viaje dependía, no cabe
duda, de su capacidad de adaptación
personal al país que visitaban por diferen-

V iajar en el siglo XIX significaba, entre


otras muchas cosas, aventura, riesgo, su-
tes motivos, en este caso, a México.
Cuando se adentraban en la antigua
Nueva España, a los viajeros del siglo XIX
frir incomodidades, confrontar costum- les sorprendían sus paisajes por la gran
bres diferentes a las propias, y era también diversidad de vegetación; los pobladores,
probar sabores completamente descono- su historia y costumbres, la política y has-
cidos. El viajero distaba mucho del turista ta los golpes de Estado, ya que todo los
actual al que le acondicionan todo para sumergía en un mundo del que ape-
que no padezca ninguna molestia, en nas habían oído hablar y que, casi auto-
ocasiones, incluso, evitándole el trato di- máticamente, los situaba en la posición
recto con los nativos del lugar que visita, del “otro”, de alguien distinto, que en-
a no ser con los vendedores de artesa- cuentra interesante dar a conocer a los
nías o los empleados del hotel en el que suyos lo que en sus países de origen no
se hospeda. Esto no les sucedía a los viaje- se daba o acostumbraba. Llegaban a un
ros del siglo XIX por privilegiada que fuera México ya independiente de España, ri-
su situación económica o social. Sus via- co culturalmente, que les daba materia
jes no podrían compararse ni siquiera para describir muchos aspectos que les
llamaban la atención, en ese su descubri-
* Departamento de Humanidades, uam-a. miento de lo diferente, no puede escapar

71
BEGOÑA ARTETA

la gastronomía nacional, con sus muy aclarar que no considero lejano lo que
variados condimentos, sabores, olores admito que para un joven puede ser un
y colores. pasado remoto–, yo misma conocí no ha-
Para nosotros es difícil imaginar lo duro ce muchos años algunas frutas como el
que, en ocasiones, pudo ser para aquellos lichi, el kiwi y el maracuyá, lo que explica
visitantes exponer su paladar a una gran que estos nombres y frutas, llegadas tarde
cantidad de productos desconocidos, que a mi vida, sigan guardando para mí su
formaban parte sustancial del alimento connotación de “exóticas”.
de los mexicanos, y del gusto o disgusto Con esta explicación que considero
que podía causarles su novedoso sabor y necesaria para mejor situarnos en el con-
aspecto. Es difícil imaginarlo, porque en texto social y cultural de la época, los in-
nuestros días la gastronomía ha adquiri- vito a recorrer algunos lugares de nuestra
do la categoría de arte culinario, que se di- geografía, con tres viajeros, ninguno de
vulga ampliamente por todos los medios: origen español, que, por distintas cir-
desde programas de televisión hasta los cunstancias, vivieron en nuestro país en
puestos de periódicos, los supermercados la década de los años cuarenta del siglo
y librerías de prestigio, que ofrecen revis- XIX, y a compartir lo que representó para
tas y libros de recetas bellamente ilus- su gusto, olfato y tacto el probar frutas,
trados y, nunca mejor dicho, para “todos bebidas, dulces y platillos en ese acto
los gustos y sabores” y también “para tan natural de comer para vivir y que tan
todos los bolsillos.” La globalización ac- fácilmente puede convertirse en algo
tual con la rapidez de los transportes, tan placentero, que raye en el ‘pecado’.
refrigeración y sobre todo, los sistemas Siendo la gastronomía regional tan rica
de comercialización, nos permite contar y variada, tuve que limitarme a elegir los
con ingredientes que antes se conseguían comentarios sobre lo que me parece lo
solamente en sus países de origen. Así, más representativo de la cocina mexi-
la cocina ha pasado de ser privativa de cana. Dejo al lector la tarea de identifi-
una cierta región a no tener fronteras, a car platillos y bebidas aún hoy vigentes,
ser compartida con otros muchos pue- las formas en que se han enriquecido o
blos, con lo que se ha extendido y en- transformado, o casi desaparecido.
riquecido uno de los grandes placeres que Los viajeros seleccionados son la es-
puede tener el ser humano, degustar la cocesa, Frances Erskine Inglis, mejor co-
comida preparada con un toque artesa- nocida por el título y apellido de su
nal al que se aúna la sensibilidad del co- marido como la Marquesa Calderón de
mensal dispuesto a gozarla. la Barca, que permaneció en México
A los jóvenes acostumbrados a este de diciembre de 1839 a enero de 1842, en
ir y venir de mercancías, tal vez les sea su calidad de esposa del primer ministro
difícil creer que en los años treinta del plenipotenciario enviado por España al
siglo veinte, una persona que viviera en reiniciarse las relaciones diplomáticas en-
Chihuahua, por ejemplo, no hubiera pro- tre ambos países. Los otros dos viajeros
bado nunca una papaya o un delicioso son Brantz Mayer, que desempeñó el
mango. Y, sin ir tan lejos en décadas –co- cargo de Secretario de la Legación norte-
mo voy a hablar de mi experiencia, debo americana de noviembre de 1841 hasta

72 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


NUEVOS SABORES: GUSTO Y DISGUSTO

1843, y Carl Bartholomaeus Heller, que en mi vida he probado nada semejante


estuvo en México de 1845 a 1848. Se a este menjurje de cebollas, tocino,
trata de un botánico austriaco, que vino ajos y chile. Por unanimidad decidimos
a estudiar y recolectar plantas de la zona dejar ese delicioso bonne bouche a
nuestros sucesores españoles, a cuyos
sur de México.
paladares sabría esa mixtura mejor que
a los norteamericanos.3

DE LOS PLATILLOS CONDIMENTADOS Sin importar el lugar en el que se los


A LA NATURALIDAD DE LAS FRUTAS
sirvieron, los guisos, en la degustación
inicial, no pasaron la prueba del paladar
Empecemos con la llegada a Veracruz de los
de nuestros visitantes.
señores Calderón de la Barca. Se alojaron,
Para compensar esa evaluación bastan-
con todo lujo de atenciones, en casa de
te negativa de sus primeras confrontacio-
un ex cónsul español y los anfitriones para
nes con sabores desconocidos, y según
agasajarlos les organizaron una cena por
parece nada agradables, se encontraron
todo lo alto. Sin embargo, la esposa del
con las frutas cultivadas en México. Ma-
embajador, con ese sentido del humor
yer, al pasar por Jalapa, descubre “...en
que impregna todo su libro, comenta:
toda su magnificencia y profusión”, las chi-
rimoyas y granaditas. En el mercado de
...cocina a la española vera-crucificada.
Probé, y esto bastó: el ajo y el aceite
Córdoba, Heller también se encuentra
envolvían la carne, el pescado y las aves; con frutas desconocidas, y, como biólogo,
servidos con pimientos y plátanos y toda enumera todas las que vio y quizá probó
clase de frutas extrañas, a las que no en un pueblo del estado de Veracruz,
puedo todavía acostumbrarme.1 donde se vendían productos de tierra fría
o caliente, según la temporada: “anonas,
El biólogo Heller también describe así una mangos, plátanos, naranjas, papayas, chi-
de sus primeras comidas en el hotel de rimoyas, granaditas, piñas, timbiriches,
Veracruz: “...una mezcla de platos ingle- piñones, pitayas, coyoles, aguacates, car-
ses, franceses y mexicanos a los que un tones, cacahuates...”4 En su viaje por el sur,
alemán, de no ser de paladar caprichoso, hacia Campeche, le llama la atención que
sólo puede acostumbrarse poco a poco”.2 las viviendas sean quintas con jardines y
A Brantz Mayer, en el camino rumbo a que las propiedades se aprovechen como
la ciudad de México, le sirven un estofa- huertos en donde se cultivan: “...caimitos,
do de carnero y pescado del río que lo marañones, ciruelas, mangos, mameyes,
hace exclamar: zapotes, icacos, melones y verduras…”5

1 Calderón de la Barca. La vida en México. Durante 3 Brantz Mayer. México lo que fue y lo que es, p.
una residencia de dos años en ese país, p. 21. 21.
2 Carl Bartholomaeus Heller. Viajes por México en 4 Heller, op. cit., p. 81.
los años 1845-1848, p. 62. 5 Ibid., p. 192.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 73


BEGOÑA ARTETA

A la señora Calderón de la Barca, sin les y las tortillas de maíz. En sus muy
el sentido científico del alemán, pero variadas combinaciones de mezclas y
sí con el del gusto bien desarrollado, las sabores encuentran estos tres productos
frutas tropicales mexicanas le parecen en todos los lugares de la geografía me-
sencillamente exquisitas; llega a decir, in- xicana que visitan. El chile o los chiles
cluso, que más que frutas son como pos- con que se elaboran las salsas –que aún
tres elaborados. Al igual que los otros dos en este nuestro siglo XXI nos gusta hacer
viajeros, es también en Veracruz donde probar a los extranjeros para que las go-
saborea por primer vez unas “deliciosas cen o las sufran–, ponían también a prue-
chirimoyas”, de las que dice son: “... ba las papilas gustativas de los visitantes
una especie de flan natural”. Entre otras del XIX, según dejan consignado.
varias frutas, también prueba granaditas, Pero son las tortillas de maíz el alimen-
plátanos y zapotes.6 Más adelante señala to que más les sorprende. Los tres coin-
que de estos últimos hay diferentes tipos ciden en señalar que constituyen la base
... “blancos y negros” y que de la misma alimenticia de las clases populares, aun-
familia son los chicozapotes. Al capulín que tampoco faltan en las casas de las
le dice la cereza mexicana, describe el familias de abolengo. Todos describen
mango, y acaba confesando que, de to- cómo se elaboran y con qué se condi-
das las frutas, ella prefiere la chirimoya, mentan, pero, quizá, lo que más les
el zapote blanco, la granadita y el man- asombra es cómo les sirven para comer
go, aunque reconoce que es cuestión de otros platillos, para ser luego también
gustos.7 En cuanto a los plátanos, llama ingeridas. Por ejemplo, Heller describe
su atención el que se encuentren en to- la choza en la que estuvo en una de sus
das partes y en grandes cantidades, y al excursiones, choza que era una casa co-
respecto comenta que son “una fruta de mo tantas otras, y en la que dice:
imponderable utilidad y base alimenticia
de los pobres habitantes de los climas …arde un fuego en torno al cual se
tropicales ...su país adoptivo les convie- revuelcan los niños pequeños, semi-
ne más que su tierra natal...” Para ella, desnudos, mientras la mujer pone
la tuna, “…es una de las frutas más re- sus ollas con frijoles o carne y muele
frescantes, que hay”.8 el maíz sobre una piedra (“metate”);
esta masa está formada con las ma-
nos en una especie de galletas re-
dondas, aplastadas y delgadas que
PÁSELE A LO SABROSO son puestas a cocer en un platón de
barro; se llaman “tortillas” y nunca
Y estando en México, cómo no iban a deben faltarles a los mexicanos, ya que
referirse a los alimentos por excelencia sustituyen el pan, a la cuchara, al cuchi-
de la comida mexicana, los tres de origen llo y al tenedor. En otro mortero de
prehispánico, como son el chile, los frijo- piedra, tallado toscamente, se majan
pimientos españoles aquí llamados
“chile” (Capsicum Nahum), para con-
6 Calderón de la Barca, op. cit., p. 33. vertirlos en una salsa de la que el
7 Ibid., p. 120. pueblo mexicano puede prescindir
8 Ibid., p. 208.

74 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


NUEVOS SABORES: GUSTO Y DISGUSTO

tan poco como los europeos de la persona acomodada o se deje llevar de


sal. Son capaces de comer este caldo un antojo alargará un plato de arcilla,
tremendamente fuerte en cantidades hará que le pongan frijoles, o chile con
increíbles, a tal grado que las frecuen- carne, y, haciendo cuchara de su tor-
tes enfermedades del estómago que tilla, irá poco a poco comiendo el
padece esta gente deben adscribirse alimento, y acabará por comerse la
sólo al excesivo uso de él.9 misma cuchara…. Ni platos que lavar,
ni cubiertos que limpiar. Nuestro indio
A Mayer le extraña que mucha gente co- suelta sus tlacos, se estira cuan largo
ma en la calle y no en su casa, en lo que es, a modo de despedida, se da unas
hoy llamamos puestos de comida, aun- palmaditas de satisfacción sobre la ba-
rriga llena, y se va a su trabajo.11
que seguramente serían entonces mucho
más rudimentarios. Es tan grande su asom-
También la marquesa hace referencia a la
bro, que me permite pensar que México
ya señalada utilidad de suplir los cuchi-
fue pionero en la comida rápida tan en
llos y tenedores con la tortilla, y escribe:
boga hoy en las ciudades modernas. Co-
mentarios aparte, Mayer observa que los
...todos los criados de México y todo
trabajadores salen de su casa, llevando en el común del pueblo, ¡comen con los
los bolsillos unos cuantos “tlacos”10 que dedos! Los más curiosos enrollan dos
les permiten satisfacer su apetito llegada tortillas que les sirven de cuchillo y
la hora de reponer fuerzas, y le encuen- tenedor, y que, os lo puedo asegurar
tra tantas ventajas a esta costumbre de por experiencia propia, es mil veces
comer en la calle que la propone como preferible que nada cuando habéis
un buen método de economía domésti- aprendido a usarla.12
ca, especialmente recomendable para los
solteros. Así lo describe:
EL PULQUE, BEBIDA CASI EN DESAPARICIÓN
...y pagará dos o tres de ellos [tlacos] a
alguna india, a cambio de las tortillas En este recorrido gastronómico referido
que ha menester. A unos cuantos pasos mayormente a los productos mexicanos
habrá otra india que sobre una cocini- por antonomasia no podía faltar el pul-
lla portátil tendrá una olla hirviendo con que. Una bebida suplantada por la cerve-
frijoles o chile. El hambriento se pondrá
za y tan venida a menos en nuestros días
en cuclillas junto a la vendedora, le
–tanto por su escaso consumo como por
tenderá la tortilla extendida sobre la
mano, para que ella le ponga una cu- haber dejado de ser el cultivo del maguey
charada de chile y un pedazo de carne; la fuente de riqueza que representó en el
luego doblará la tortilla a modo de siglo XIX para tantos dueños de haciendas
“sandwich”, y seguirá haciendo lo mis- pulqueras–, era la bebida más común en el
mo hasta saciar su apetito. El que sea altiplano, lo que bebían las clases popula-
res y también las más refinadas a las que
9 Heller, op. cit., p.103
10 Una forma de referirse en México al dinero, a 11 Brantz Maye, op. cit., p. 29.
la moneda de uso corriente. Del nahuatl, tla- 12 Calderon de la Barca, op. cit., p. 363.
co, mitad.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 75


BEGOÑA ARTETA

no faltaba pretexto para tenerlo en casa. la primera vez que lo prueba en su viaje
Las mismas familias acomodadas que en hacia la ciudad de México, para cambiar
cenas formales ofrecían vinos europeos, de opinión cuando más adelante le coge
servían pulque en los almuerzos campi- el gusto:
ranos, y los dueños de las ricas haciendas
animaban a sus huéspedes extranjeros a ... desde el primer sorbo deduje que
tomarlo como algo único, que no podían así como el néctar era la bebida del
dejar de probar. A los visitantes les cuesta Olimpo, (residencia de los dioses, en
bastante trabajo apreciar este elixir de los sus banquetes se bebía el néctar rojo
que los hacía inmortales) podíamos
dioses, como algunos lo siguen llamando,
conjeturar con justicia que Plutón (dios
por la repugnancia inicial que provoca, de los infiernos, dios nefasto) ha de ha-
quizá más por su olor que por el sabor y ber cultivado el maguey en sus domi-
la consistencia. Los conocedores afirman nios. El sabor y el olor, combinados, me
que hay que paladearlo, y es probable que cogieron tan de sorpresa, que me temo
Mayer lo haya hecho, pues llega a distin- que mis gestos de horror deben de ha-
guir calidades distintas en los que prueba: ber sido cruel ofensa para el digno al-
calde, quien la conceptúa como la be-
No puedo decir que su aroma sea agra- bida más deliciosa del mundo, y de
dable, aunque varía mucho según las hecho, se dice que cuando se vence la
diferentes regiones del país. En México repugnancia al principio, es después
probé uno que era delicioso, enviado muy agradable. La dificultad debe con-
de regalo desde una hacienda cerca de sistir en vencerla.15
Puebla; pero el que de ordinario se ven-
de en el mercado me sabe a limonada ¿Por qué las bebidas embriagantes tienen
agria mezclada con ácido tartárico.13 en todas las mitologías un origen divino?
El caso del pulque no será diferente al
Ningún hacendado importante envía a de los griegos clásicos. Se dice que este
Heller la bebida prehispánica de los dio- líquido blanco fue un regalo de la diosa
ses, pero se ve obligado a tomar pulque Mayehuel, quien lo depositó en el cora-
en una pequeña población, cerca de Hua- zón del maguey y le dio después su sabor
tusco, municipio de la zona central mon- al mezclarlo con su sangre. La marquesa
tañosa del estado de Veracruz, en donde hace referencia a esta antigua leyenda:
los lugareños lo consumen más que el “El maguey y su producto el pulque” di-
agua, porque la tierra rica en sodio hace ce “fueron conocidos de los indios des-
que ésta sea muy salada. Dice el biólogo de la más remota antigüedad, y es muy
que, “... al principio sólo podía tomarlo a posible que los primitivos aztecas se em-
gotas a causa de su repugnante sabor”,14 borracharan lo mismo con su octli favo-
lo que parece dar a entender que luego rito, como los modernos mexicanos lo
pasó a los sorbos y de ahí a que no le re- hacen con su amado pulque”.
sultara desagradable. Como Heller, tam- Enseguida apunta las cualidades que
bién la marquesa lo encuentra horroroso los mexicanos le exponen para animarla

13 Ibid., pp. 109-110.


14 Heller, op. cit., p. 124. 15 Calderón de la Barca, op. cit., p. 33.

76 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


NUEVOS SABORES: GUSTO Y DISGUSTO

a degustarlo: “... se dice que es la bebida ... cuya leche, de sabor agradable, se
más sana del mundo, y agradable en toma con frecuencia como refresco. Los
sumo grado una vez que se ha logrado caballeros y las damas van sobre todo
vencer el disgusto que produce su olor en las mañanas a los jardines para to-
mar leche de coco, pues se considera
a rancio”.16 Más adelante, en su visita a
muy saludable. Debo admitir que pron-
Teotihuacan, hacen una parada en la ha-
to me acostumbré a ello, dado que el
cienda de la señora Adalid, en donde les agua de las cisternas de la ciudad es ma-
ofrecieron un excelente almuerzo y el la, pues se guarda desde una tempora-
consabido pulque, y es aquí donde tal da de lluvias hasta la siguiente.21
parece que le empieza a gustar, pues le
“... pareció más bien refrescante, de sabor
dulce, y con una espuma cremosa, y, PERO, ¿QUÉ ES ESTO?
decididamente mucho menos malolien-
te que el que se vende en México”.17 Pá- Pero pasemos ya a las comidas “extrañas”.
ginas adelante compara las corridas de Podemos imaginar la sorpresa de Mayer
toros con esta bebida, de ambas, apunta, cuando oye hablar de los huevos de
“...al principio le tuerce uno el gesto, y mosca. Iba con unos amigos a Texcoco y
después se comienza a tomarle el gus- Teotihuacan y en la puerta de San Láza-
to”.18 Poco antes de dejar el país, visita ro, por el canal que entraba a la ciudad,
la hacienda pulquera del señor Francisco queda fascinado por la vista que tiene
Tagle en San Ángel, a la que llegan los in- desde ahí el lago, pero enseguida le asom-
dios desde el pueblo para que les llenen bran mucho más las barcas en que car-
sus jarritos con el líquido blanco, “... el gaban los peces o con las que recogían
cuál dicho sea de paso” dice “encuentro los “huevos de mosca” de los altos ca-
ahora excelente, y pienso que me sería ñaverales, que los indios plantaban en lar-
muy difícil ¡vivir sin él!”19 Sin duda, la es- gas hileras, para que en ellos anidaran los
cocesa pasó del disgusto al gusto. insectos. Luego explica que se comían
Heller menciona y describe otras be- ya desde la época prehispánica: “...estos
bidas. Habla del aguamiel, y dice gustarle huevos (llamados aguayacatl)”, dice, “eran
especialmente la “chicha”, que se elabora alimento predilecto de los indios. Desde
con los granos del elote y se produce en mucho antes de la conquista, y, guisados
forma análoga a la cerveza, y también el en forma de patés, no difieren mucho
tepache, bebida fermentada de piña y de las ovas de los peces, ni en cuanto al
azúcar, la que a pesar de su color sucio aspecto, ni en cuanto al sabor”.22
y sin transparencia, le parece un refresco La Marquesa Calderón también co-
recomendable en lugares calientes.20 Des- menta sobre estos huevos, ya que el Con-
taca lo mucho que aprecian el coco en de de la Cortina le prometió mandarle
Campeche y otros lugares del sur: una caja de estos huevos de mosquito.
Si no coincide con Mayer en el nombre,
16 Ibid., p. 70. aunque haya cierto parecido en la grafía
17 Ibid., pp. 115-116.
18 Ibid., p. 119.
19 Ibid., p. 281. 21 Ibid., p. 19.
20 Heller, op. cit., p. 63. 22 Mayer, op. cit., p. 286.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 77


BEGOÑA ARTETA

nahuatl, si concuerdan en la manera él, bromeando con las mujeres de la ca-


de prepararlos: sa, les pidió mole. Enseguida, nos dice,
encontraron la vasija llena del “anhelado
...con los cuales se hace una especie pavo con chile” la que calentaron junto
de tortillas consideradas como un bo- con otra llena casi hasta el tope de sa-
cado exquisito. Tomando en cuenta brosos frijoles.24
que los mosquitos son unos pequeños Veamos ahora descripciones de los
“caníbales” con alas, la idea me produjo
viajeros cuando comían en una gran ha-
una sensación de repugnancia; pero
cienda, como la de los señores Torres
pretenden que éstos, que vienen de la
Laguna, son de una especie superior, Adalid, cerca de Tulancingo, Hidalgo, en
y no pican. En realidad, los historiado- la que se sirvió una cena para los señores
res españoles mencionan el hecho de Calderón de la Barca y cuarenta comen-
que los indios comían pan elaborado sales más, y de la que ella comenta:
con los huevos que un mosco llamado
axaxayacatl pone en los juncos de los Me estoy familiarizando con muchos
lagos, y que ellos (los españoles) tenían de los platillos mexicanos; mole (carne
por muy sabrosos.23 guisada con chile colorado), nopales
cocidos, plátanos fritos, chile verde, etc.
En el obligado recorrido para llegar a su Tenemos después invariablemente, fri-
destino, los viajeros tenían que detenerse joles (judías negras guisadas), tortillas
a comer en las mal llamadas hosterías y calientes, y como estamos en el campo,
el pulque es bebida obligatoria. En Mé-
avenirse a lo que la mujer de la casa pre-
xico, las tortillas y el pulque se consi-
paraba: no tenían mucho donde escoger. deran como plebeyos, aunque de vez en
Salvo que fueran recibidos y atendidos en cuando figuran en la mesa de las mejo-
alguna hacienda, la queja es unánime: no res casas chapadas a la antigua.25
existen hoteles y deben dormir en luga-
res nada confortables y muy poco limpios. Bartholomeus Heller, que viaja de Vera-
En cuanto a la comida, si ésta consistía en cruz a Yucatán, consigna que, en la costa,
huevos, frijoles y pan, no había problema, gran parte de la población vive sólo de
ya que, como apunta uno de ellos, “con la pesca, y que ésta es inagotable. “En
la salsa del apetito” uno come sin reparo. especial, los tiburones jóvenes” dice “lla-
Los peros aparecen cuando la salsa está mados ‘cazón’, sirven a todos como
preparada a la usanza de la tierra, como alimento y son tan apreciados que rara
lo describen al principio de su viaje, aun- vez faltan aún en las mesas de los ricos”.26
que estas quejas van disminuyendo en la El viajar por la península de Yucatán le
medida en que el cuerpo se acostumbra permite probar alimentos que no se en-
al picante. En su viaje a tierra caliente, contraban o vendían en otras zonas del
Mayer nos cuenta que comió mollé de país. Así, por ejemplo, en Xantel, cuando
guagelote. Iban rumbo a Cuernavaca y en se refugia en un lugar donde se encontra-
el lugar donde se detuvieron a comer
ordenaron tortillas, frijoles y huevos, pero
24 Brantz Mayer, op. cit., p. 219.
25 Calderón de la Barca, op. cit., p. 120.
23 Calderón de la Barca, op. cit., p. 56. 26 Heller, op. cit., p. 193.

78 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


NUEVOS SABORES: GUSTO Y DISGUSTO

ban algunos indios sentados frente al borran las distinciones, como lo prueba
fuego, que “...comían sus tortillas o asaban el que, tanto en aquella época como aho-
tortugas e iguanas (grandes lagartijas) ra, nadie se escape de comer y saborear
acabadas de coger; me invité con ellos y un “antojito”.
encontré buen sabor especialmente a es-
te último platillo”.27 En Xiltepec, un ran-
cho de Tabasco, lo recibió el dueño ama- BANQUETES
blemente y su mujer le preparó
En las recepciones o comidas de las “ca-
...una comida sencilla a base de carne sas grandes”, como se decía entonces, se
de venado, disculpándose innumerables servía como en Europa. Así, por ejemplo,
veces por no poder ofrecer nada mejor, a la que acudieron los Calderón de la
a pesar de que yo le aseguraba que Barca cuando iban camino a la ciudad de
durante todo mi viaje no hubiera podi-
México, en la hacienda Manga de Clavo,
do desear algo mejor y que me estaba
cercana a Perote, Veracruz, propiedad del
dando un gran gusto.28
general Santa Anna, la marquesa comen-
ta: “El almuerzo fue espléndido, y consis-
Como seguía su viaje por el río en cayu-
tió en una variedad de platos españoles,
co, su anfitrión le preparó unos víveres
carne y legumbres, pescado, aves, frutas y
que eran “....un asado frío de venado y
dulces, café, vinos, etcétera, todo servido
“posole”.29
en vajilla francesa en blanco y oro”.30
Las tortillas y el pulque se califican de
También Mayer se refiere al banquete
plebeyos por ser, quizá, el alimento bási-
que ofreció el presidente Santa Anna en el
co del pueblo, que los consumía ya des-
Palacio Nacional, en el que: “los manjares
de antes de la llegada de los españoles,
eran sustanciosos (franceses e ingleses) y
sin que el que emite el juicio se detenga a
su número infinito”.31 En Real del Monte,
considerar que la mayoría de la población
Hidalgo, los diplomáticos españoles, to-
los sigue consumiendo porque su econo-
maron un delicioso desayuno:
mía no les permite acceder a otros pro-
ductos, y al hecho de que también apa-
El mejor que haya gozado en mucho
recen en la mesa de los ricos. Lo cierto tiempo –dice la señora– feliz mélange
es que en esta materia, en México se de lo inglés y lo mexicano. El mantel
albeando, el humear de la tetera, los
huevos frescos, el café, el té y las tosta-
27 Ibid., p. 209. das proporcionaban un tono ‘a l’Anglais,
28 Ibid., pp. 253-254. con una mezcla de varios y sustancio-
29 Ibid., p. 254. En la página 208, una nota explica
que el posole es una bebida que forma el ali- sos platillos ‘a lÉspagnole, junto con unos
mento principal en Tabasco y Yucatán. Se pre- frescos y deliciosos quesos de crema, a
para el maíz re-blandecido en agua con cal y todo lo cual hicimos debida y genero-
lo convierten en una masa por medio de dos sa justicia.32
piedras, después se le agrega agua y se bebe
frío. Si se le pone algo de azúcar resulta una
bebida muy alimenticia, sana y agradable y sirve
el “posole” como comida general. Este posole o 30 Ibid., p. 26.
posol no debe ser confundido con el pozole que 31 Brantz Mayer, op. cit., p. 106.
todos conocemos. 32 Calderon de la Barca, op. cit., p. 128.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 79


BEGOÑA ARTETA

No cabe duda, los sabores nos transpor- poco femenina que ella [la costumbre]
tan al “paraíso perdido” de la infancia y a sea, encuentro que no carece de gracia
nuestra tierra natal. una mujer bonita cuando fuma”.33 Y le
parece que en Puebla: “las mujeres fu-
man más, o al menos con más libertad
que en México”.34 Así, esta antigua
DESPUÉS DE UN BUEN TACO, costumbre mexicana, antecedió a lo
UN BUEN TABACO
que sería en el siglo XX la femme fatale
de Hollywood, se empezó a perder
Aprovecho el menú de estas dos comi- a principios del siglo XX, para ser hoy
das elegantes para introducir, mediante anatema su uso, sin importar el gé-
el popular dicho mexicano: “después de nero y el lugar, en aras de una salud
un buen taco, un buen tabaco”, otro te- globalizada.
ma que nos indica que en el México del
siglo XIX tampoco había distinciones ‘de
género’ en algunos aspectos: las mujeres ¡QUÉ RICO! ¿PERO SERÁ SALUDABLE?
fumaban al igual que los hombres. El que
ellas encendieran un cigarro con el ma- Relacionados también con la comida, con
yor desparpajo causa, entre los viajeros, su cantidad, mezcla y condimentación, son
a veces sorpresa, otras desagrado y, en los comentarios que la marquesa hace
ciertas ocasiones, hasta simpatía. No hay sobre los estragos que la alimentación
que olvidar que en sus países de origen causa en las mujeres de las clases aco-
fumaban sólo las mujeres de no muy modadas. Observa que su belleza decae
buena reputación. La marquesa cuenta prematuramente, sus dientes se deterio-
que, al terminar la cena en Manga de ran y engordan mucho, y como precur-
Clavo, la señora de Santa Anna pidió a sora de las modernas nutriólogas y con-
un oficial que le trajera su cigarrera –era sejeras de la salud, dice que:
ésta de oro con un diamante engarzado
en el cierre, observa la invitada–, y le …son sin duda los resultados naturales
ofreció a ella un cigarrillo, el que, desde de la falta de ejercicio y de una ali-
luego, no aceptó. La anfitriona encendió mentación disparatada. No existe nin-
gún país en el mundo en donde se
un pequeño cigarrito de papel y los ca-
consuma tal cantidad de alimentos
balleros siguieron su ejemplo.
de procedencia animal, y no hay otro
país en donde menos se necesite éste.
Un poco más adelante la señora Cal- Los consumidores no son los indios,
derón de la Barca, apunta: “el fumar cuyos medios no se lo permiten, sino
va pasando de moda entre las señoras las mejores clases sociales, que por lo
de la aristocracia, y rara vez lo hacen general comen carne tres veces al día.
en público, excepto las viejas o, por lo Añadid a esto una gran cantidad de chi-
menos, las casadas. Es cierto que entre le y de dulces en un clima del que se
la clase media, jóvenes y viejas tragan queja todo el mundo por irritante
el humo de sus cigarritos sin inmutar-
se; pero cuando una costumbre empie-
za a considerarse vulgar, es difícil que 33 Ibid., p. 79.
subsista en la próxima generación. Por 34 Ibid., p. 250.

80 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


NUEVOS SABORES: GUSTO Y DISGUSTO

e inflamatorio, y produce, probablemen- y pavos, o un huacal lleno de cacharros


te, estas afecciones nerviosas, aquí tan de alfarería, o un canasto de naranjas
generalizadas, y para las cuales existe un que lleva a la espalda como el aguador
universal y agradable remedio, como es su vasija. Más allá viene una mujer con
el de tomar baños calientes.35 chícharos, o patos o pescado del lago;
en seguida otra con papas; más tarde
De acuerdo con la geografía que recorren, otra que tira del cabestro de un pobre
la experiencia de los viajeros es diferen- burro cargado de rábanos y cebollas;
te en cuanto a la comida principal de y todos los individuos de esa abigarra-
da muchedumbre anuncian voz en
los habitantes.
cuello su mercancía ¡Es una Babel!”,37
acaba exclamando Mayer.

AQUÍ, AQUÍ MARCHANTE, PÁSELE Los vendedores no se limitan a las plazas


fijas, los hay que acercan los más diversos
Pero, ya para terminar, vayamos al mer- productos a las ‘marchantitas’, siguien-
cado de la ciudad de México, que es do distintos recorridos y haciendo de la
donde se consiguen los productos que se ciudad un mercado itinerante. Tienen
consumen en las casas de acuerdo con horarios diferentes según la especiali-
los presupuestos que en éstas se mane- dad, empiezan al alba y muchos siguen
jen. Los vendedores de las más diversas hasta que oscurece, y se les reconoce
mercancías aparecen aún antes de que también por la manera de vocear sus mer-
claree el día para convertir el lugar en cancías: tan lejos el pregón sonoro y claro
un estruendoso punto de reunión, como de esos años del anuncio local y actual,
bien lo describe Heller: cansino por la baja batería, de los tama-
les oaxaqueños calentitos. El de los ca-
La gritería de los ardientes mexicanos,
motes y plátanos asados tiene hoy un re-
los distintos idiomas de los indios, el re-
gateo de los compradores y vendedo- clamo que bien los identifica, y quizá los
res produce tal ruido que podría pen- únicos que, de vez en cuando, gritan to-
sarse que aquí se discute el bienestar davía con un chorro de voz son los
del mundo.36 compradores de ropa usada y otros
trastos y los que arreglan cortinas... Con
Descripción que se enriquece con la si- nostalgia por esta costumbre perdida,
guiente de Mayer, al que también llama cito los pregones que recoge la Marque-
la atención que se venda hasta agua para sa Calderón de la Barca en su obra; me
los que no van a buscarla a las fuentes: parecen buen final por su gracia y fi-
delidad, y porque podrían ser una invi-
El ‘aguador’, “ ...con sus dos vasijas de tación a la lectura de su libro: los mayores
barro a la espalda y suspendidas de una recordarán y los jóvenes podrán, toda-
correa que le pasa atrás de la cabeza, vía, reconocer e identificar con gusto
de modo que conserve el equilibrio, el y sin disgusto sitios, personajes, usos y
indio con una enorme jaula de pollos

35 Ibid., p. 74.
36 Heller, op. cit., pp. 47-48. 37 Brantz Mayer, op. cit., pp. 65-66.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 81


BEGOÑA ARTETA

costumbres que fueron la historia de mu- cocinera o el ama de llaves ya no pue-


chos lugares de nuestro país. den resistir más tiempo, y asomándose
por encima de la balaustrada le llaman
Hay en México –dice la marquesa– para que suba con sus plátanos, sus
“diversidad de gritos callejeros que naranjas y granaditas, etc…
empiezan al amanecer y continúan has- Se oye una tonadilla penetrante e in-
ta la noche, proferidos por centenares terrogativa, que anuncia algo caliente,
de voces discordantes, imposibles de que debe ser comido sin demora, antes
entender al principio; pero el Señor… de que se enfríe: ¡”Gorditas de horno
me los ha estado explicando, mientras caliente!”, dicho en un tono afeminado,
empiezo a tener un más claro enten- agudo y penetrante.
dimiento de lo que significan. Al ama- Le sigue el vendedor de petates:
necer os despierta el penetrante y “¡Quién quiere petates de la Puebla,
monótono grito del carbonero: petates de cinco varas?”

“¡Carbón, señor!” El cual, según la Y éstos son los pregones de las primeras
manera como le pronuncia, suena co- horas de la mañana.
mo “¡Carbosiú!”
Más tarde empieza su pregón el Al mediodía, los limosneros comienzan
mantequillero: “¡Mantequía! ¡Mantequía a hacerse particularmente inoportunos,
de a real y di a medio! y sus lamentaciones y plegarias, y sus
“¡Cecina buena, cecina buena!”; irrumpe inacabables salmodias, se unen al acom-
el carnicero con voz ronca. pañamiento general de los demás ruidos.
“¿Hay sebo-o-o-o-o?” Esta es la pro- Entonces dominándolos, se deja oir el
longada y melancólica nota de la mujer grito de:
que compra las sobras de la cocina, y “¡Pasteles de miel!”
que se para delante de la puerta. “¡Queso y miel!”
Luego pasa el cambista, algo así como “¡Requesón y melado bueno!” (El
una india comerciante que cambia un requesón es una especie de cuajada que
efecto por otro, la cual canta: se vende como si fuera queso.)
“¡Tejocotes por venas de chile!”; una En seguida llega el dulcero, el vendedor
fruta pequeña que propone en cam- de fruta cubierta, el que vende me-
bio de pimientos picantes. No hay da- rengues, que son muy buenos, y toda
ño en ello. especie de caramelos.
Un tipo que parece buhonero ambulan- “¡Caramelos de esperma, bocadillo de
te deja oír la voz aguda y penetrante coco!”
del indio: A gritos requiere al público Y después los vendedores de billete de
que le compre agujas, alfileres, dedales, la lotería, mensajeros de la fortuna, con
botones de camisa, bolas de hilo de sus gritos:
algodón, espejitos, etcétera. Entra a la “¡El último billetito, el último que me
casa, y en seguida le rodean las mujeres, queda, por medio real!” Un anuncio
jóvenes y viejas, ofreciéndole la décima tentador para el mendigo perezoso, que
parte de lo que pide, y que después de ha encontrado que es más fácil jugar
mucho regatear, acepta. que trabajar, y que a lo mejor tiene di-
Detrás de él está el indio con las nero para comprarlo, escondido entre
tentadoras canastas de fruta; va dicien- sus harapos.
do el nombre de cada una hasta que la

82 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


NUEVOS SABORES: GUSTO Y DISGUSTO

A eso del atardecer se escucha el gri- que hace dos años me pareció detes-
to de: table, la encuentro ahora deliciosa.
“¡Tortillas de cuajada!”, o bien: “¡Quién ¡Qué pescado tan excelente! ¡Y que
quiere nueces!”, a los cuales, le sigue el frijoles tan incomparables! Podrá ser esto
nocturno pregón de: una nadería, pero después de todo, en
“¡Castaña asada, caliente!”, y el canto estas naderías como en cosas de mayor
cariñoso de las vendedoras de patos: alcance, cuán necesario es para el viaje-
“¡Patos, mi alma, patos calientes!” ro revisar sus juicios en diversos perío-
“¡Tamales de maíz!, etc., etc. dos, a fin de corregirlos. La primera
impresión puede ser de importancia
Y a medida que pasa la noche, se van si sólo se la toma como tal; mas si se
apagando las voces, para volver a em- le concede el valor de una opinión
pezar de nuevo, a la mañana siguiente, definitiva, ¡en cuántos errores se pue-
con igual entusiasmo.38 de incurrir!39 

COMPARTIR LA COMIDA Y LA BEBIDA BIBLIOGRAFÍA


ES UN MOMENTO DE ACERCAMIENTO
Calderón de la Barca, Marquesa. La vida
En el siglo XIX, viajar significaba muchas en México. Durante una residencia de
cosas, en cuanto a la comida y la bebida dos años en ese país. Trad. y Prol. Fe-
suponía probar sabores completamente lipe Teixidor. 2ª ed. México, Editorial
desconocidos, percibir olores desacostum- Porrúa, 1967.
brados, consumir productos no habitua- Heller, Carl Barrtholomaeus. Viajes por
les, conocer algunos ancestrales, pero a México en los años 1845-1848. Trad.
diferencia de los aspectos ideológicos y nota preliminar Elsa Cecilia Frost.
que pueden excluir la vivencia, la comida México, Banco de México, 1987.
es compartir un paisaje, un momento, Mayer, Brantz. México lo que fue y lo
una plática; es compañía que invita, y que es. Trad. Francisco A. Delpiane.
sin querer va llevando a no ser ya “el Pról. y notas Juan A. Ortega y Medina.
otro”, con el paso del tiempo se disfruta México, Fondo de Cultura Económica,
sin comparar con lo propio, y sin juzgar 1953 (Biblioteca Americana, Serie de
según el personal canon de los prejuicios Viajeros).
y condicionamientos culturales. Conclu- Historia de la vida cotidiana en México.
yo y coincido con lo que dice la Marque- Bienes y vivencias del siglo XIX. Coor-
sa, cuando está en Veracruz, lista ya para dinadora Anne Stapler. México, Fondo
embarcarse, después de dos años de de Cultura Económica, Colegio de Mé-
estancia en México: xico, 2005. T. IV
Los sabores escondidos de la ciudad de
…debo decir, y hablo por mí, que se ha México. Pról. Jorge Volpi. Intr. Armando
realizado un cambio en mi gusto, que no Fuentes Aguirre “Catón”. México, Fun-
en mi opinión. La cocina veracruzana, dación APAC, 2006. T. II

38 Calderón de la Barca, op. cit., pp. 47-48. 39 Calderón de la Barca, op. cit. p. 393.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 83


LA SERPIENTE-HADA DEL DESEO DE LO IMPOSIBLE

MARÍA EMILIA CHÁVEZ LARA*

Y mira del ajenjo entre el vapor miasmático Couto Castillo seguía los pasos de Ma-
Sobre del glauco líquido brillar el fuego errático
De la mirada verde de su fatal querida.
nuel Gutiérrez Nájera (1859-1895), cuan-
do, cuatro años antes, fundó la efímera
FRANCISCO M. DE OLAGUÍBEL Revista Azul (1894-1896), en la que podía
leerse a Baudelaire, Poe, Gautier, Hugo,
Wilde, Heine, D’Aurevilly. Si para los
simbolistas la idea del viaje era más bella
DE LA REVISTA AZUL A LA REVISTA MODERNA que el viaje mismo, los escritores de la
revista estaban dispuestos a soñarlo más

H ay que ser flâneur en el Infierno y


no sólo voyeur, entrar en sus recovecos
que a emprenderlo. Como los decaden-
tes, se consagrarían al arte y a la belleza,
por extraña que ésta pudiera parecer. “El
y descubrir sus secretos. Buscar las “me- arte es nuestro Príncipe y Señor”, escri-
jores malas compañías”, procurar tener bió Gutiérrez Nájera –El Duque Job– al
al Hada Verde cerca, muy cerquita, dis- presentar su publicación.
puesta a convertirnos en poetas y, así,
“consumar y consumir la existencia”.1 Para la “loca de la casa” no teníamos casa
Imagino a Bernardo Couto Castillo (1880- y por eso fundamos esta Revista. ¡Azul!...
1901) con estos pensamientos al fundar ¿Y por qué azul? Porque en lo azul hay
la Revista Moderna cuyo primer número sol, porque en lo azul hay alas, porque
–hoy desaparecido– fue copiosamente en lo azul hay nubes y porque vuelan a
obsequiado a los comensales de un bar. lo azul las esperanzas en bandadas. El
azul no es sólo un color: es un misterio...
una virginidad intacta.2

Pero azul es también la Melancolía, el


* Profesora e investigadora, Universidad Autóno-
ma de la Ciudad de México. spleen, enfermedad que en el siglo XVII
1 Vicente Quirarte, “Excursiones a paraísos arti-
ficiales en la ciudad de los cinco lagos muertos”,
conferencia dictada en la Sociedad Mexicana de
Historia y Filosofía de la Medicina, México, 22 2 El Duque Job [Manuel Gutiérrez Nájera], “Al pie
de agosto, 2005. de la escalera”, Revista Azul, pp. 1-2.

85
MARÍA EMILIA CHÁVEZ L ARA

mereció un tratado por parte del médico hombre ese santo anhelo de la eterna
inglés Robert Burton, quien escribía de belleza, ese ideal sublime que todo lo
ella para no ser su prisionero. La melanco- engrandece y purifica.5
lía no es un simple sentimiento de tristeza,
es una patología que Freud relacionaba Prioridad fue definir la belleza como un
con el duelo y la pérdida de la libido. Entre sentimiento estético que guía a lo infinito.
los griegos se originaba por el exceso de Lo bello sustituyó a lo verdadero.
la bilis negra y daba nombre a uno de los
cuatro temperamentos. Bajo la regencia Para nosotros, lo bello es la repre-
sentación de lo infinito en lo finito; la
de Saturno, el planeta de las desviaciones
manifestación de lo extensivo en lo in-
y las lentitudes, nacen los que no podrán
tensivo; el reflejo de lo absoluto; la re-
esquivarla: locos, iluminados, poetas, ta- velación de Dios. Para nosotros el sen-
citurnos, dubitativos y suicidas. “La me- timiento de lo bello es innato en el
lancolía hace acopio del conocimiento: hombre; es un destello de la naturale-
la meditación y la reflexión la acompa- za angélica, un ideal sublime que Dios
ñan: una cierta dulzura en la inactivi- presenta al espíritu como el término de
dad. Ser o no ser. El delito de haber nacido. sus luchas, como la realización de sus
La pregunta sin respuesta. El ritmo eróti- aspiraciones, como el bien supremo.
co sincopado”.3 Lo bello tiene que ser necesariamente
El materialismo de la época, la incom- ontológico: es lo absoluto, es Dios.[...]
[...] Si no lo sentís en vuestro espíritu,
prensión por parte de la sociedad, no
no pretendáis que nosotros os demos
pertenecer a ella y la extrema sensibili-
su definición: lo bello no se define,
dad del artista, eran las causas del mal: se siente.6
“El spleen es una enfermedad moral,
causada por el vacío que deja en el alma Sin ser en realidad decadentes –“fueron
la sociedad... De esta enfermedad están las flores del bien que preludiaron a las
libres los que tienen la fortuna de no te- verdaderas flores del mal que llegaron
ner imaginación ni sensibilidad”.4 años después”–,7 los escritores de la Re-
Contra la melancolía, la belleza. “Nada vista Azul prepararon el camino para una
es verdad más que lo bello, nada es ver- nueva publicación.
dad sin belleza”, afirmó Musset, a quien “Abrigo la esperanza de que la Revista
habrían de seguir los escritores mexica- Moderna no sea el portavoz de una secta
nos, en especial Gutiérrez Nájera. literaria exclusivista y fanática, el ‘Gato
negro’ de la neurosis artística”, había es-
En esta lucha titánica del ángel de la luz
crito Jesús Urueta (1868-1920) cuando
y el ángel de las sombras, aquellos que
sientan arder en su pecho el sagrado
Tablada anunció que pronto aparecería la
fuego del arte, deben consagrar todos
sus esfuerzos a inculcar en el espíritu del
5 Manuel Gutiérrez Nájera, “El arte y el mate-
rialismo”, en Belem Clark y Ana Laura Zavala,
3 Angelina Muñíz-Huberman, El siglo del desen- La construcción del modernismo, pp. 25.
canto, p. 40. 6 Ibid., pp. 14-15.
4 Francisco Zarco, citado por Vicente Quirarte, “La 7 Rafael Pérez Gay, prólogo a Manuel Gutiérrez
invención del dandy”. Nájera, p. LV.

86 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


L A SERPIENTE-HADA DEL DESEO DE LO IMPOSIBLE

publicación. Fue en julio de 1898 cuan- favor de la democracia. Contrario a la


do el joven Couto Castillo –llamado cari- esperanza que mostraba Gutiérrez Náje-
ñosamente Coutito por ser el benjamín ra, alrededor de la Revista Moderna se
de la familia y el más joven entre los es- percibía pesimismo, mas no apatía.
critores– mostró a Jesús E. Valenzuela
(1856-1911) el primer número que toda-
vía no circulaba. LA BÚSQUEDA DE LOS PARAÍSOS ARTIFICIALES
Como Couto no tenía más dinero para
pagar la impresión, invitó a Valenzue- Aunque los escritores modernistas se
la a dirigirla y patrocinarla, proposición declararon afines al decadentismo, sus
que fue aceptada de inmediato. Se deci- creaciones no lo son. La revista fue una
dió que Julio Ruelas (1870-1907) –“un mezcla de nacionalismo, afrancesamien-
joven cetrino y cenceño, siempre vestido to, decadentismo y simbolismo. A pesar
en negro, con la nariz de cigüeña en un del abatimiento mostrado, sus autores
rostro dantesco cual de visionario que nunca dejaron de sentir esperanza por
acabara de salir del infierno, sin hablar un futuro mejor. Salvo Couto Castillo,
ni reírse jamás, silencioso y taciturno, escribían con la mirada puesta en el
pero de un bello corazón martirizado cielo. Su literatura “más que melancolía
por una fantasía demoníaca”– 8 ilustrara está hecha de gritos; más que tristezas
la revista. Se alquiló un piso en la esqui- nocturnas, hay arrebatos; más que oca-
na de Plateros y Bolívar, “y de la noche sos, largas noches y luces meridianas, a
a la mañana apareció la revista instalada veces enceguecedoras”.10
en una espléndida casa señorial a la que El decadentismo fue entendido como
se ascendía por amplias escaleras, y a cu- una forma de modernidad en donde se
yas salas se entraba sobre espesas y mue- incluye lo transitorio, lo fugitivo, lo aza-
lles alfombras para descansar en amplios roso, complementado con lo eterno e ina-
sillones y espléndidos divanes...”.9 movible; la conciliación de contrarios. Las
El gobierno de Porfirio Díaz, con sus temáticas, tanto en la prosa como en la
vaivenes económicos y la manipulación poesía, incluyeron tópicos considerados
y censura que ejerció sobre las publica- repulsivos; van del refinamiento a la bar-
ciones, produjo desilusión en los escrito- barie, de la serenidad a la exaltación y del
res de la revista, quienes opuestos a la pudor a la incitación sexual.
moral porfiriana, sin creer en la aparente Uno de los modelos a seguir fue Verlai-
bonanza y en contra de la represión, ne y su verso libre, ante el cual Gutiérrez
lucharon por crear espacios públicos y Nájera se sentía desconcertado:
utilizaron el arte contra el porfirismo. No
vivían, como se ha dicho, en una torre Leo los versos de Verlaine, y me
de marfil; participaban activamente en la pregunto: ¿Qué estoy leyendo? ¿No son
construcción de un proyecto de nación, versos?... unos no tienen rima.... otros no
buscaban cultura y educación, estaban a tienen metro... el pensamiento está en
algunos tan enharinado, que no acierto

8 Rubén M. Campos, El bar, p. 38.


9 Ibid., p. 39. 10 Pérez Gay, op. cit., p. LVI.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 87


MARÍA EMILIA CHÁVEZ L ARA

a descubrir sus facciones... me gustan –cual vampiresa– los absorbe poco a po-
porque acaso yo también padezco de co hasta dejarlos sin vida. Al ser un grupo
esta vida moderna... pero ¿qué son? que buscó, entre otras cosas, explorar
[...] Revélase en toda esta literatura la la relación entre la literatura y las artes,
presencia del alcohol, la de la morfina,
se unió el dibujante Julio Ruelas, quien
la del éter.11
expresó en las artes plásticas lo que sus
compañeros en las letras.
Los modernistas buscaron la fusión de las
La mayoría de estos artistas probó
artes, en especial de música y literatura
con los llamados paraísos artificiales: el
en recuerdo de Orfeo –músico y poeta al
uso de drogas, abuso en el consumo de
mismo tiempo. Wagner ya había expresa-
bebidas alcohólicas y ajenjo –influencia
do que el más alto poema sería perfecta
de Baudelaire y el modo de vida france-
música, y la música no nombra, sugiere.
sa de mediados del siglo XIX. Señala Vi-
cente Quirarte que, en este periodo,
El propósito de la Revista Moderna, sin
embargo, no era más que el de reunir a “Beber se vuelve una ocupación no sólo
los amantes de las letras y de las bellas ética sino también estética”; y Rubén M.
artes en una reunión en la que hubiera Campos narra cómo el consumo de ajen-
intimidad y cordialidad; y logróse que jo va acabando con la vida de varios miem-
desfilaran por las veladas muchos es- bros del grupo y los llama “víctimas del
critores y artistas, músicos, pintores y bar”, y escribe:
escritores que fueron tratados por el
grupo modernista con afabilidad, por ... una vez decidido el bebedor, su gula
lo cual estrecharon los lazos de unión y se saboreaba al ver el cristal transparen-
amistad que hay siempre entre las gen- te de la fina copa de Bohemia en la
tes de pluma y las gentes que cultivan el que caía el chorro líquido del coñac,
arte musical o las artes plásticas.12 el topacio del vino de Xerez, el granate
del Cinzano, la esmeralda del Piper,
Amado Nervo, Alberto Leduc, Francisco el ópalo del absintio o el ámbar de la
M. de Olaguíbel, José Juan Tablada, Ciro cerveza. Extraían de los cubos de hielo
B. Ceballos y Bernardo Couto Castillo, las ventrudas botellas de la champa-
cada uno con estilo propio, con formas ña diademada de perlas, para preparar
únicas de percibir el mundo, a pesar de una copa helada y servirla en una crate-
ra abierta anchamente como flor.13
sus diferencias, compartieron la inspira-
ción encontrada en la unión de lo divi-
Muchos artistas bebieron de la fuente
no con lo diabólico, la creación de pa-
de inspiración que el ajenjo constituía.
raísos artificiales y sobre todo, en el
El escritor Ernest Hemmingway afirma-
personaje de la femme fatal, mujer per-
ba que el ajenjo era “una alquimia líqui-
versa que enloquece a los hombres y
da que cambia las ideas”.

11 Manuel Gutiérrez Nájera, “La nueva Santísima


Trinidad”, El Partido Liberal (3 de abril de 1892),
citado en Pérez Gay, op. cit., p. L.
12 Rubén M. Campos, op. cit., p. 116. 13 Rubén M. Campos, El bar, p. 32.

88 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


L A SERPIENTE-HADA DEL DESEO DE LO IMPOSIBLE

EL HADA VERDE lévolas. No necesitan alas para volar


ni varitas mágicas para realizar sus en-
De sabor amargo y anisado, el ajenjo cantamientos. Tienen apariencia y esta-
–conocido también como absenta– se tura humanas y sólo se distinguen de las
convirtió en la bebida más popular del mujeres por su belleza sobrenatural y sus
siglo XIX. Personajes como Van Gogh, Ma- poderes mágicos. Aunque suelen vestir
net y Picasso, entre muchos otros, con- de verde, el color rojo no se descarta.
tribuyeron a hacer aún más grande su fa- Son enamoradizas y, aunque cuentan con
ma. Defendían que la absenta potenciaba complementos feéricos masculinos, no
la creatividad. se sienten satisfechas, por lo que suelen
Aunque el ajenjo se utilizaba en la seducir a hombres –generalmente artis-
antigua Grecia con fines medicinales, fue tas–, quienes no pueden resistir al encan-
hasta 1792 que un doctor suizo, Pierre to que las hadas lanzan sobre ellos.
Ordinaire, inventó lo que después sería la Premian a los humanos que exploran
bebida más popular a finales del siglo XIX libremente la sexualidad al tiempo que
y principios del XX: la absenta. Destilada exigen de los mortales un comportamien-
de hierbas aromáticas –principalmente to virtuoso. Como se observa, las hadas
ajenjo– la bebida fue publicitada como no distan del concepto de femme fatal.
“remedio para todo”. Por si fuera poco, estos seres se han
En 1797, Henri Louis Pernod compró asociado –al igual que las musas– a la
la receta y comenzó la destilación en capacidad de creación artística, pues se
Suiza; un año después se mudó a Francia. dice que ellas otorgan el don de la sen-
La bebida fue conocida como La Diosa sibilidad y la genialidad.
Verde o La Musa Verde, pero al ser usada
para curar cualquier cosa se le dio el
apodo de La Fée Verte o El Hada Verde, EL DESEO DE LO IMPOSIBLE
sobrenombre que le quedó para siempre.
Cualquiera que sea el eufemismo con Con la arraigada creencia de que los
que se la llame –diosa, musa y hada se paraísos artificiales transforman cualquier
encuentran emparentadas con la mujer producción en obra de arte, Bernardo
fatal. El ajenjo, contrario a lo ocurrido Couto Castillo murió en 1901 –a los 21
con las hadas de los cuentos infantiles, años– víctima de excesos etílicos. En sus
no augura un final feliz. obras se observan los lineamientos ge-
La palabra hada proviene del latín fa- nerales que los modernistas perseguían
tum –destino–, y de fata, nombre que de- dentro de su estética: pesimismo, rebeldía,
signa a las diosas del destino. Las hadas hedonismo que lleva a la culpa y culpa que
son entonces diosas que saben qué su- vuelve a llevar al hedonismo, melancolía.
cederá con los hombres, es decir, lo que Couto Castillo, al escribir sobre la dio-
el fatum tiene reservado. Las mujeres sa-musa-hada del ajenjo no fue ajeno
fatales son pues, mujeres feéricas, muje- –quizá de forma inconsciente– a las
res que se nos tienen destinadas, inevi- creencias en torno al mundo feérico.
tables. Las hadas son susceptibles y En La Canción del Ajenjo –poema de-
caprichosas. Pueden ser benévolas o ma- dicado a José Juan Tablada, y publicado

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 89


MARÍA EMILIA CHÁVEZ L ARA

un año después de la muerte de Manuel ¡Cadáveres existen que sin mí, sacudi-
Gutiérrez Nájera– vemos los espejismos dos estarían aún por alas poderosas y
creados por el encanto de la absenta: brutales, por las inflexibles alas del ne-
gro cuervo de la desventura!/ Y también,
Yo soy para ti, poeta, desheredado o cuando el inevitable momento al que a
afligido, la deseada ambrosía del olvi- cada paso nos acercamos llega, a cuán-
do –del olvido donde se hunden los tos dio mi amargura el valor para sentir
dolores./ Yo, la verde diosa de la quime- y bien acoger a la Todopoderosa!
ra, yo, quien a tu mente, hoy oscurecida
por el pesar, da los ensueños color de “¡Soy amarga, pero mi amargura endulza
rosa, los exotismos, los refinamientos los espíritus de hiel, yo doy la dulzura del
de la ilusión. Yo puedo hacerte ver no sentir, del no pensar, del no llorar.”
–como a Fausto el maravilloso espejo– Palabras que nos recuerdan los versos de
la mujer, que si tu destino fuera menos W. B. Yeats: “...la tierra de las hadas,/don-
cruel, te amaría. de nadie envejece y se ensombrece,/
donde nadie envejece y se envilece,/don-
El hada es llamada “diosa de la quimera” de nadie envejece y se llena de amargura.”
aludiendo a su poder de crear espejismos Las hadas, entre otros poderes, tienen
y hace ver al poeta que no habrá mujer el don de la licantropía. Son comunes
que lo ame. La única amante que tendrá las historias de hadas-foca, hadas-pez,
será la absenta. hadas-cisne. Pero también, aunque menos
Y continúa con las ensoñaciones: comunes, existen las hadas-serpiente. La
historia del hada Melusina, condenada
¡Yo, perla de ópalo, caigo gota a gota, por su madre a transformarse en serpien-
gota a gota con triste ritmo –algo del
te un día a la semana y que hace caer
ritmo de una campana tocando a
funerales– y al hundirme en el fondo
en desgracia a su amado, es el ejemplo
del vaso formo vapores azulados, nubes por antonomasia de la creencia en estos
azuladas de donde surgen las quime- singulares seres.
ras que la vida –duro fardo– jamás pu- La serpiente tiene una extraordinaria
do darte! importancia como animal simbólico en
casi todos los pueblos: reflejo del mal
Katharine Briggs, autoridad en el estudio en la cultura judeo-cristiana –en donde
de los territorios feéricos, ha querido también se suele hacer énfasis en su
ver en las hadas una metáfora de la aspecto seductor y se pone en relación
muerte: en el país de las hadas el tiempo con la mujer–, su veneno también puede
transcurre de manera arbitraria –pueden ser empleado como medicina.
transcurrir siglos en tan sólo un instante–; Couto logró una creación magistral
allí no hay dolor o pena, no hay hambre al escribir sobre el hada-serpiente del
ni sed. Nadie envejece. No hay muerte, ajenjo: “Del fondo de ese vaso levántanse
pues no se puede morir dos veces. Y por irguiéndose y desenrollándose la verdo-
supuesto, es la muerte lo que el fatum nos sa serpiente del deseo –la serpiente de
tiene preparado. ojos de zafiro– la serpiente del deseo
Y el hada verde, en la voz de Couto, de lo imposible...” Si las hadas –cuando
nos dice: bondadosas– cumplen nuestros más

90 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


L A SERPIENTE-HADA DEL DESEO DE LO IMPOSIBLE

hondos anhelos, la diosa verde represen- No hay que dejar de mencionar los
ta el deseo frustrado. carteles publicitarios que se hicieron para
En las artes plásticas finiseculares en- promocionar la absenta. Uno de los más
contramos artistas –aunque no mexica- famosos fue el del ajenjo Robette, aun-
nos– que también se dejaron seducir por que existe gran cantidad de obras de este
el hada del ajenjo: en 1859, Edouard tipo que vale la pena considerar por su
Manet pintó The Absinthe Drinker, obra valor artístico.
en la que recrea a un hombre con una co- A pesar de que los modernistas tenían
pa de ajenjo. Por su parte, Edgar Degas, conciencia del mal que consumían en
años más tarde, creó la obra L´Absinthe, una copa de ajenjo, decidieron, como
en donde observamos a una mujer con narra Rubén M. Campos, continuar con
la mirada perdida frente al licor. En 1863, la forma de vida que los paraísos artificia-
Honore Daumier creó sus Absinthe Li- les ofrecían:
thographs. Más adelante –aproximada-
mente en 1893– Henri de Tolouse-Lautrec Todos sabemos qué mal fatal llevamos
hizo lo propio. con nosotros, que nos acecha, de cuan-
Picasso fue uno de los más grandes do en cuando, piadosamente, nos da
bebedores de absenta, y al tiempo en que un aviso preventivo: lo presentimos,
lo vemos venir, lo sentimos ya en no-
Bernardo Couto moría, pintaba su prime-
sotros, en nuestros entorpecimientos
ra versión del bebedor de ajenjo. musculares, en nuestras cóleras sordas,
Se ha dicho que el ajenjo ayudó a Vi- en nuestro trágico despertar después
cent Van Gogh en su decisión de cortar- de una orgía, en nuestra amnesia que
se la oreja. Cierto o no, lo que se puede nos hace olvidar todo como si cayera
asegurar es que Van Gogh supo trasla- un telón entre el pasado y el presente,
dar –en la obra titulada Still Life with Ab- en nuestra acrimonia para los seres más
sinthe– un pensamiento de Oscar Wilde queridos, en el pavor constante porque
a las artes visuales: “Absinthe has a won- no sabemos qué peligro nos amenaza,
derful color, green. A glass of absinthe en los insomnios que ya no nos dejan
is as poetical as anything in the world. dormir como antes, en las paralizacio-
nes dolorosas de las extremidades que
What difference is there between a glass
se nos duermen y que no podemos
of absinthe and a sunset?” mover al despertar...14
Casi cuarenta años después de que
Couto escribiera su canción, Joseph Roth En la literatura mexicana, en el periodo
publicó en París La leyenda del Santo de 1887 a 1902, se han encontrado ape-
Bebedor, narración que descubre cómo nas una treintena de textos que hacen
las buenas intenciones de un hombre referencia al ajenjo. Tras su análisis pue-
son destruidas por la absenta. Junto con do sugerir tres etapas literarias:
esta novela, Roth mostró a su público un La primera surge con el poema de
autorretrato en donde se puede ver al Manuel Gutiérrez Nájera –poema en el
autor frente a la barra de algún bar con-
sumiendo el elixir verde con la siguiente
leyenda: “Así soy realmente: maligno,
borracho, pero lúcido. Joseph Roth.” 14 Ibid., p. 203.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 91


MARÍA EMILIA CHÁVEZ L ARA

que el autor se reconoce a sí mismo a tra- Benoit, Noel y Peter Verte. Absinthe.
vés de Musset. Esta fase fue un acerca- A Mith Always Green. París, L´Esprit
miento a Francia y a sus artistas. En ella Frappeur, 2003.
se adoptaron ideas, técnicas y herramien- Becker, Udo. Enciclopedia de los símbo-
tas estéticas provenientes de Europa, que los; México, Océano, 1997.
más tarde fueron transformadas. Brasey, Édouard. El universo feérico (cinco
Bernardo Couto Castillo fue el repre- tomos); Barcelona, Olañeta, 2000.
sentante de un segundo momento, en el Briggs, Katharine. Diccionario de las Hadas;
que el decadentismo, por medio de la España, Alejandría, Olañeta, 1992.
melancolía, buscaba nuevas formas de en- Campos, Rubén M. El bar. La vida litera.
caminarse hacia lo sublime y lo eterno. ria de México en 1900; México, Uni-
Amado Nervo cerró la era mexicana del versidad Nacional Autónoma de Mé-
ajenjo. Con él se rechazó el decadentis- xico, 1996.
mo, se rechazó la imitación. Si bien es Clark de Lara, Belem y Ana Laura Zavala
cierto que adoptaron elementos ajenos, Díaz. La construcción del modernismo;
también lo es que los modernistas crea- México, Universidad Nacional Autóno-
ron una estética propia. ma de México, 2002.
Más allá de la simple imitación de la cul- Conrad, Barnaby. Absinthe: History in
tura francesa, Couto Castillo, como mu- a bottle; Chronicle Books, California,
chos de sus contemporáneos, tuvo un de- 1997.
seo imposible: la trascendencia artística. Gutiérrez Nájera, Manuel. “Al pie de la
Se cree que comer alimentos en el escalera”, en Revista Azul, t. I, núm. 1,
país de las hadas, o bien, que sean ofre- México (6 de mayo de 1894).
cidos por una de ellas, hace que, irre- Lecouteux, Claude. Hadas, brujas y hom-
mediablemente, quien los consume sea bres lobo en la Edad Media. Historia del
capturado y hecho cautivo por estas don- doble; Barcelona, Olañeta, 1998.
cellas. Pero en ningún cuento de hadas Muñoz Fernández, Ángel. Bernardo Couto
se advierte del peligro que se corre al Castillo. Cuentos completos; México,
beber lo que el hada verde nos ofrece: Factoría Ediciones, 2001.
se camina directamente hacia la muer- Page, Michael y Robert Ingpen. Enciclo-
te cuando se prueba el néctar opalino. pedia de las cosas que nunca existieron;
Todos los personajes aquí mencionados Madrid, Anaya, 1986.
lo sabían bien, sin embargo, prefirieron Pérez Gay, Rafael. Manuel Gutiérrez Ná-
hundirse en el fascinante abismo verde jera, México, Cal y Arena, 1996.
Phillpotts, Beatrice. El mundo de las hadas;
Barcelona, Ediciones Montena, 2000.
BIBLIOGRAFÍA Quirarte, Vicente. Elogio de la calle. Bio-
grafía literaria de la Ciudad de México,
Adams, Jad. Hideous Absinthe. A history of 1850-1992; México, Ediciones Cal y
the Devil in a bottle. Madison, Wisconsin, Arena, 2001.
University of Wisconsin Press, 2004. . “La invención del dandy”. En línea
Baker, Phil. The book of Absinthe. A cultural http://w w w.cronica.com.mx/1999/
History. New York, Grove Press, 2001. oct/17/dom02.html. (Abril 11, 2005)

92 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


LA CONSTRUCCIÓN DE LA LITERATURA NACIONAL

CECILIA COLÓN*

D espués del movimiento armado de-


nominado como Guerra de Independen-
LAS ASOCIACIONES LITERARIAS

En medio de los constantes conflictos bé-


cia, el país quedó consternado y confun- licos que hubo en nuestro país a lo largo
dido, había que levantarlo, reconstruirlo del siglo XIX, en México se fundaron varias
a partir de nuevas formas de pensar, de sociedades literarias.1 En ellas se reunían
sentir, de gobernar y de entender una jóvenes con la finalidad de platicar sobre
realidad que se había transformado por el acontecer del momento, externar sus
completo. Pasarían todavía muchos años opiniones y puntos de vista con entera
antes de lograr la tan ansiada paz. Había libertad y someter a la crítica de los de-
que hacer antes muchas cosas al mismo más sus textos. Dentro de estas tertulias
tiempo para “inventar” a este naciente se leía lo que escribían –casi siempre
país que iniciaba la difícil tarea de en- composiciones en prosa y verso–, se cri-
contrarse y formarse a sí mismo desde ticaba y este ejercicio ayudó a que se fue-
todos los aspectos. Quizás uno de los ra creando una literatura nueva, fresca y
más importantes fue la construcción de auténtica, pues tocaban los temas que les
una literatura propia, una literatura real- eran cercanos y familiares. Cabe resaltar
mente nacional con la que los mexicanos que no todos los miembros de estas
nos pudiéramos sentir plenamente iden- asociaciones eran jóvenes: algunos ya eran
tificados. Muchos de los escritores deci- más maduros, con más experiencia en la
monónicos tomaron conciencia de esta escritura y servían de guía para quienes
búsqueda y hacia ella encaminaron sus se iniciaban en el campo de la crítica y las
más grandes esfuerzos, pues sabían que
sin esta literatura nacional sería difícil
identificarnos todos como mexicanos. 1 Durante este siglo también hubo sociedades
que combinaban los intereses científicos con
Veamos, pues, cuál era la situación en los literarios, a veces sólo eran científicas, en al-
el aspecto literario de ese siglo XIX. gunas ocasiones el interés era de índole cultural
o político, en fin, que hubo muchos motivos
para formarlas. En la introducción de su libro Las
asociaciones literarias mexicanas, Alicia Perales
* Departamento de Humanidades, UAM-A. da un claro panorama de todo esto.

93
CECILIA COLÓN

letras: estaban sentando las bases de lo en una asociación4 a la que poco a poco se
que sería la literatura durante ese siglo XIX. fueron uniendo otros jóvenes que tenían
Alicia Perales agrega que: las mismas inquietudes y el mismo afán de
que este país superara la crisis en la que
La reseña histórica de las asociaciones estaba inmerso. Algunos de sus miembros
literarias de México, durante la centuria fueron, además de José María, su hermano
pasada, constituye de hecho la crónica Juan Nepomuceno Lacunza, José María
de las letras patrias. Puede aceptarse Roa Bárcena, Manuel Carpio, Francisco
tal afirmación si se tiene en cuenta que
Ortega, José Joaquín Pesado, Ignacio
los principales escritores del siglo XIX
Rodríguez Galván, Fernando Calderón,
participaron en estas agrupaciones, y
que casi no hubo escritor de esa épo- Guillermo Prieto, Andrés Quintana Roo
ca que no tuviera conexión con algu- e Ignacio Ramírez el Nigromante, entre
nas de las asociaciones literarias de su otros.
tiempo. De ahí la necesidad de desta- Al respecto, Fernando Tola de Habich
car la función que desempeñaron las agrega:
agrupaciones literarias y las activida-
des que realizaron sus miembros en el [La Academia de Letrán] es un proyec-
campo de las letras.2 to literario consciente, concreto, con-
gruente y nacional. Ellos sabían perfec-
Muchos de los escritores que pertenecie- tamente lo que estaban tratando de
ron a estas asociaciones, además de ser hacer. En este aspecto no hubo la me-
literatos, eran políticos que, preocupados nor inocencia ni la menor ingenuidad. A
por rehacer a este país que estaba en ple- partir de la Academia de Letrán ya no
es posible discutir sobre la mexicani-
na efervescencia tanto política como
dad o el españolismo de cualquier escri-
social, buscaban la manera de darle la tor mexicano: ellos son deliberadamen-
unidad y la personalidad definidas que te mexicanos.5
tanto se necesitaban.
Sin lugar a dudas, la Academia de San Los temas sobre los que escribieron
Juan de Letrán fue una de las más famosas fueron: la conquista española, la guerra
y la primera que inició esta tradición. Hija de Independencia y el mundo indígena
directa del Colegio de San Juan de Letrán, remoto,6 entre otros.
de aquí su nombre, se fundó en 1836.
Alicia Perales3 explica que al principio un
grupo de jóvenes se reunía en el cuarto del
maestro José María Lacunza para escuchar
sus disertaciones sobre literatura; estas
reuniones informales llegaron a constituirse 4 Fernando Tola de Habich, en la “Introducción”
ya mencionada, agrega lo siguiente: “Bastaba que
se juntaran cuatro gatos para leer sus poemas,
sus cuentos, sus piezas de teatro, y de inmedia-
to nombraban un presidente, un secretario y
pronunciaban discursos. Todo el siglo XIX fue de
una solemnidad formal increíble.”, p. XIII.
2 Ibid., p. 29. 5 Ibid., p. XXVI.
3 Cfr, ibid., pp. 74-81 y Fernando Tola de Habich, 6 Cfr. Carlos Illades, Nación, sociedad y utopía,
“Introducción” en El Año Nuevo de 1837, p. XII. p. 22.

94 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


L A CONSTRUCCIÓN DE LA LITERATURA NACIONAL

Otra de las asociaciones que hizo his- Altamirano,10 quien se convirtió en el


toria fue el Liceo Hidalgo,7 fundado en mentor y guía de casi todos los jóvenes
1849.8 Fue el heredero de la Academia de finales del siglo XIX.
de San Juan de Letrán, cuando ésta se di- Algunos de los miembros más sobre-
solvió debido a la desaparición de varios salientes, además de Altamirano, fueron:
de sus miembros, motivada por la lucha Guillermo Prieto, Luis G. Ortiz, Vicente Ri-
armada de 1847. Uno de sus dos grandes va Palacio, Enrique de Olavarría y Ferra-
promotores fue Francisco Zarco, desde ri, Ignacio Ramírez, Justo Sierra, José To-
esta fecha hasta su muerte en 1869. En más de Cuéllar y José María Roa Bárcena,
estas veladas literarias se maduró el pro- entre otros. Los temas recurrentes en sus
yecto que finalmente cristalizó en el pe- textos fueron: la época colonial, la gue-
riódico literario El Renacimiento: “Para rra con Estados Unidos y Francia, el san-
el arte no debe haber fronteras. Todo el tanismo, la didáctica moral y los dramas
que tenga algo que decir podrá hacerlo pasionales.11 Cabe destacar que mientras
desde las columnas de este semanario de en esta asociación literaria Vicente Riva
nombre simbólico”,9 era el argumento Palacio todavía era un joven, en las si-
de Ignacio Manuel Altamirano, el otro gran guientes, tanto el Liceo Mexicano como
promotor de esta asociación, para acep- el Liceo Hidalgo,12 él ya sería uno de los
tar como colaborador a todo aquel que escritores con experiencia que apoyaría
quisiera exponer sus ideas sin importar su a los que empezaban.
filiación política. Fundado y dirigido por Finalmente, el 5 de febrero de 1885,
él con el objetivo de hacer resurgir las se fundó el Liceo Mexicano, formado por
letras mexicanas, en este periódico reúne el propio Altamirano, que dirigía al grupo
a los escritores de todas las tendencias; lo de jóvenes de ese momento: Luis Gonzá-
importante era la preocupación común lez Obregón, Genaro García, Toribio Es-
de iniciar una literatura nacional. Este Li- quivel Obregón (primo de Luis González
ceo, al igual que varios de los subsecuen- Obregón), Ezequiel A. Chávez, Ángel de
tes, fueron fuertemente apoyados por Campo y Alberto Michel, entre otros. Al
igual que en los casos anteriores, la in-
fluencia de Altamirano fue determinante
7 Con respecto al origen del nombre, transcribo la
y decisiva en cuanto a la duración de es-
nota que encontré en Variedades de la civiliza- ta Asociación. En 1889, cuando inició su
ción: “[El Liceo Hidalgo] no recibió este nombre misión diplomática en Europa, las reu-
sino un mes después en que el señor general
Tornel propuso que se le pusiese Liceo Hidalgo,
niones se espaciaron, para finalizar en
quitándole el de Academia de Bellas Letras que 1893 con la muerte del maestro.
tenía”, p. 43.
8 En La misión del escritor, Rossi Vergara, al hacer
la presentación del discurso de Francisco Gon-
zález Bocanegra, dice que el Liceo Hidalgo fue
10 Cabe aclarar que Ignacio Ramírez tomó parte
fundado en 1849 y no en 1850 como errónea- activa en varias de estas asociaciones, de he-
mente se ha consignado, cuando González cho, él fue maestro de Altamirano y éste, a su
Bocanegra dice su “Discurso sobre la poesía na- vez, le pasaría la tarea y la responsabilidad a
cional” en 1850, lo hace para conmemorar el Justo Sierra.
primer aniversario del Liceo, p. 143.
11 Cfr. Carlos Illades, op. cit., p. 22.
9 Julio Jiménez Rueda, Letras mexicanas en el siglo
12 El 24 de septiembre de 1885, Riva Palacio fue
XIX, p. 116. nombrado presidente del Liceo Hidalgo.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 95


CECILIA COLÓN

Debido a la difícil situación política y EN BÚSQUEDA DE LA IDENTIDAD NACIONAL


económica por la que atravesaba el país
y a la desorganización y la intranquilidad Benedict Anderson habla de la importan-
constantes, intentar sistematizar la ense- cia e influencia que ha tenido la literatura
ñanza y la publicación de textos literarios en la identidad de las naciones. La in-
se hacía cada vez más difícil y complica- vención de la imprenta en el siglo XVI
do, a tal grado, que estas asociaciones ayudó a acrecentar la cantidad de libros
que se podían hacer, facilitando con es-
Eran un centro de descanso, de ilustra- to que más gente tuviera acceso a ellos. El
ción y de camaradería, y no será exa- latín, que en esa época era prácticamen-
gerado afirmar que la mayor parte de te el idioma oficial al escribir, comenzó
las veces fueron verdaderos centros
a ser desplazado poco a poco por las
de docencia literaria y que, por la na-
lenguas vernáculas como el francés y el
turaleza de las lecturas y discusiones
que en ellas se efectuaron, desempe- español, entre otras; dando como resul-
ñaron el papel de una escuela de en- tado que la literatura fuese más accesible,
señanza superior o de formación cul- pues se escribía en un idioma más cer-
tural [...]. Estas discusiones fueron cano a la gente, es decir, en el que ha-
verdaderas cátedras de donde recibieron blaba y entendía. Anderson menciona co-
lo mejor de su formación muchos es- mo ejemplo que cuando Martín Lutero
critores mexicanos.13 protestó contra la Iglesia católica, escribió
sus tesis en alemán y pegó las hojas en
Una de las características que hicieron las puertas de las iglesias; de esta forma,
tan famosas a estas asociaciones literarias quienes sabían leer se enteraron de lo
y que ayudaron a la formación de los es- que él estaba haciendo y de los motivos
critores fue que cada una de ellas, al mo- de su protesta. La gente comenzó a va-
mento de su inicio, tenía siempre como lorar su propio idioma, el que lo distin-
finalidad publicar una revista; en aquel gue de los demás y con el que se identifi-
tiempo se incluía poesía, cuento, teatro ca plenamente, y la consecuencia de este
y crónica periodística, algunas traduccio- hecho fue el nacimiento de una identi-
nes de novelas o cuentos europeos he- dad nacional asociada a la lengua y a
chas por los propios miembros, y la novela la literatura.14
por entregas imitando el modelo euro- En México, la lucha por la Independen-
peo. De esta manera, estas publicacio- cia había dejado un vacío de identidad.
nes facilitan el conocimiento de lo que se La gente no se sentía identificada con lo
escribió durante ese siglo XIX y el aconte- indígena ni tampoco con lo español. Los
cer político y social que se vivía. héroes de la Independencia todavía no
adquirían el tono de héroes inmaculados,
por lo tanto, lo que quedaba como moti-
vo literario auténticamente mexicano era

14 V. Benedict Anderson, Comunidades imaginadas,


13 Alicia Perales Ojeda, op. cit., p. 41. pp. 63-76 passim.

96 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


L A CONSTRUCCIÓN DE LA LITERATURA NACIONAL

el paisaje,15 además de las costumbres. los periódicos y las revistas. Altamirano,


Por esta razón, la búsqueda de la iden- preocupado por esto, manifestó en sus
tidad y la conciencia nacionales fue ince- escritos estas ideas: “deseamos que se
sante en muchos escritores y políticos cree una literatura absolutamente nues-
decimonónicos que estaban conscien- tra, como todos los pueblos la tienen, los
tes de que mientras esto no se diera, sería cuales también estudian los monumen-
muy difícil unificar al país. Para comenzar tos de otros, pero no fundan su orgullo en
a armar el concepto de México, fue vital imitarlos servilmente”.18
que todos se sintieran pertenecientes a Una de las grandes aportaciones de
un mismo lugar y miembros de una colec- las asociaciones literarias fue, como ya se
tividad que tenía mucho en común: el dijo, la formación de una literatura pro-
objetivo era intentar unificar al país y dar- pia que con el tiempo pudiera llamarse
le el concepto de nación.16 nacional. Los escritores que estuvieron in-
Como escribe Altamirano: volucrados en ellas a lo largo de todo el
siglo XIX, sentaron las bases de la literatura
La juventud de hoy, nacida en medio de que nos daría el sello personal e individual
la guerra y aleccionada por lo que ha como nación, aquella que mostraría nues-
visto, no se propone sujetarse a un nue- tra idiosincrasia, nuestra forma de ser y
vo silencio. Tiene el propósito firme de que denunciaría, al mismo tiempo, los
trabajar constantemente hasta llevar a
problemas de nuestra sociedad para bus-
cabo la creación y el desarrollo de la li-
car las soluciones que nos harían una
teratura nacional, cualesquiera que sean
las peripecias que sobrevengan.17 nación fuerte e independiente. Se bus-
caba lograrlo mediante el color del
Era una época en la que el mismo que paisaje mexicano, retratar o mostrar las
esgrimía una espada para defender una costumbres, lo que después daría por re-
causa en el campo de batalla, tomaba la sultado los cuadros de costumbres y la
pluma en el papel como diputado o sena- corriente costumbrista en cuentos y no-
dor para defender sus ideas en el campo velas; el sincretismo de las raíces indí-
de batalla llamado Congreso o a través de genas con las españolas, lo que implicó
la literatura en artículos publicados por que se tocaran temas indígenas en la li-
teratura, aunque de una forma muy idea-
lizada, como Netzula (l832)19 de José
15 Cfr. José Ortiz Monasterio, “Patria”, tu ronca voz
me repetía... p. 55.
16 Si bien es cierto que este proyecto unificador de 18 Ibid., p. 15.
nación era de origen liberal, existía la exclusión 19 Durante mucho tiempo se pensó que esta nove-
de los pueblos y comunidades indígenas, quie- la corta era de la autoría de José María Lafra-
nes durante la Colonia fueron tomados bajo gua, pues cuando apareció en El Año Nuevo de
la protección de la Corona y, posteriomente, 1837 sólo estaba firmada con las iniciales J.M.L.,
con la Guerra de Independencia, los gobier- pero Celia Miranda Cárabes en su libro La no.
nos subsecuentes los relegaron. Sin embargo, vela corta en el primer romanticismo y Ángel
su presencia fue retomada por algunos literatos, Muñóz Fernández en Los muchachos de Letrán:
aunque de manera muy idealizada. Cfr. Luis José María Lacunza. Estudio y recopilación, entre
Villoro, Del estado homogéneo al estado plural. otros, deslindan la verdadera paternidad del
17 Ignacio Manuel Altamirano, La literatura nacio- texto. Por otro lado, Netzula aparece fechada en
nal, p. 7. 1832, aunque se publicó hasta 1837.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 97


CECILIA COLÓN

María Lacunza (1809-1869), en un afán las costumbres nacionales”23 como un pri-


por fusionar el presente con el pasado y mer acercamiento a esta constante bús-
que le diera voz al mexicano que ya se queda de lo nacional. La novela ayudó
había independizado y que buscaba su mucho a que esto se lograra, pues “fue
propia identidad. Como escribe José considerada como un medio poderosí-
Luis Martínez: simo para influir en las masas”,24 gracias
a ella se revalora la geografía nacional.
La respuesta no podía ser más que Recordemos que en el romanticismo que
una: volver los ojos hacia lo propio de imperaba en este momento, la descrip-
América y hacia lo nacional. Cuando ción del paisaje es una característica esen-
ese objetivo se conquistara, la litera- cial, podemos decir que es otro personaje
tura de nuestros pueblos merecería lla-
más que ayuda a darle énfasis a las accio-
marse independiente y original”.20
nes y sentimientos que se describen. Los
escritores decimonónicos aprovecharon
Francisco Monterde también argumenta
esta oportunidad para llegar a más gente
que “la literatura es la forma de expresión
y lo consiguieron.
usual con que la cultura se manifiesta y
La literatura misma fue uno de los te-
transmite”,21 esto se puede ver en la su-
mas recurrentes en sus disertaciones, por
cesiva apertura de periódicos y revistas;
ejemplo: Francisco Ortega: “Sobre el por-
aunque muchos de ellos morían al poco
venir de la literatura”; Francisco Zarco:
tiempo, siempre hubo una tenacidad pa-
“Discurso sobre el objeto de la literatura”;
ra fundar más, pues la lectura es el vehícu-
José María Lafragua: “Carácter y objeto
lo idóneo para transmitir las ideas y en
de la literatura”; Luis de la Rosa: “Utilidad
ese siglo XIX, había muchas en México.
de la literatura en México”.25 Todos, en
Como escribe José Ortiz Monasterio:
mayor o menor medida, necesitaban ex-
“Hace falta todavía mucha investigación
plicar y explicarse qué pasaba con la li-
[...] para hacer comprender la importan-
teratura nacional, cuál era el rumbo que
cia estratégica de la invención literaria [...]
tomaría, cuáles los temas que interesa-
en la formación del Estado mexicano mo-
ban y por qué; en una palabra, hacer un
derno”.22 Quizás todavía falta estudiar
alto y reflexionar acerca de lo que pasa-
más, pero no podemos pasar por alto
ba alrededor y dentro de ese México tan
que, como dice Anderson, antes de que
caótico y cambiante.26
una nación exista es necesario imaginar-
la, “inventarla” para después poder lle-
varla a la realidad. 23 José Luis Martínez, La expresión nacional, p. 26.
José Luis Martínez opina que “se inten- 24 José Ortiz Monasterio, op. cit., p. 165.
ta una literatura que exprese el paisaje y 25 Al respecto puede consultarse el libro La misión
del escritor. Ensayos mexicanos del siglo XIX, co-
ordinado por Jorge Ruedas de la Serna. En él se
recopilan los ensayos que menciono y que
se hicieron con la finalidad de explicar cómo
20 José Luis Martínez, Unidad y diversidad de la era la literatura nacional. Además hay un peque-
literatura latinoamericana, p. 92. ño comentario crítico por parte del grupo que
21 Francisco Monterde, Aspectos literarios de la cul- realizó la tarea de recopilar todos estos textos.
tura mexicana, p. 11. 26 Al hacer esta investigación, llegó a mis manos
22 José Ortiz Monasterio, op. cit., pp. 55-56. un texto curioso, cuyo pie de imprenta dice así:

98 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


L A CONSTRUCCIÓN DE LA LITERATURA NACIONAL

Ahora bien, hubo varios escritores que Los principales exponentes de la temá-
se ocuparon de escribir sobre el pasado tica colonial fueron: Justo Sierra O’Reilly
prehispánico para rescatarlo, reinventán- (1814-1861) con La hija del judío (1848);
dolo en un marco romántico de senti- Vicente Riva Palacio (l832-1896) con
mientos, paisaje y costumbres. Este es un Monja y casada, virgen y mártir (1868) y
tema importante dentro del romanticis- Martín Garatuza (1868), entre otras; Eligio
mo, pues esta búsqueda contribuye a dar- Ancona (1836-1893) con El filibustero
le una personalidad más definida a este (1864) y Los mártires de Anáhuac (1870),
naciente país y, sobre todo, trata de abun- entre otros escritores. Ellos cristalizaron
dar en un origen al cual asirse que in- esta preocupación y ayudaron a la recons-
fluya en la identificación de los elemen- trucción de ese pasado que se necesita-
tos propios de México. ba explorar para entendernos mejor y
Otro pasado que también se reescri- que tiene que ver con un sentimiento de
bió fue el colonial: la Santa Inquisición, pertenencia, pero que también ayudó
los virreyes y todos los personajes espa- para poder hacer una crítica más fuerte
ñoles, criollos y mestizos que vivieron en y unir el pasado indígena con el presente
nuestro país y que fueron los protagonis- así como superar el colonial para darle a
tas de muchas novelas, pero la finalidad todo un solo nombre: la historia de Mé-
de hacerlo fue mostrar esa parte de la xico. Este concepto lo encierra perfecta-
historia que estos intelectuales querían mente Riva Palacio en su célebre frase: “Ni
recalcar para poder separarse de ella; ellos rencores por el pasado ni temores por el
pensaban que “reviviendo”, por medio de porvenir” para explicar que él no buscaba
la literatura, los horrores que habían co- venganza, sólo el bienestar de la nación.
metido la Santa Inquisición y el gobierno Esta identidad nacional comenzó a
colonial, sería más fácil hacerlos a un la- construirse en el siglo XIX y fue importante
do y utilizarlos para recalcar lo negativo porque ayudó al nacimiento de nuestra
que quedó atrás con la Independencia y nación actual. Lo que hoy somos: bueno
darle más valor a la libertad que empeza- y malo, se inicia aquí, ciertamente hubo
ba a respirarse en México con el nue- errores, exclusiones, pero era un inicio,
vo gobierno. un principio que nos permitiría sentirnos
orgullosos de ser mexicanos y tener una
literatura nacional con la que nos sintié-
ramos identificados, pues nos mostraría
Variedades de la civilización, tomo 1, Imprenta de
Juan N. Navarro, 1852. Al parecer fue una revista lo que somos a través de las palabras
que no duró mucho, el tomo que poseo está
conformado por relatos, poesía y varios discur-
sos “Pronunciados en la Academia de Literatura
de san Juan de Letrán y en el Liceo Hidalgo, por
Francisco Granados Maldonado, socio de estas
y otras sociedades científicas y literarias de la
república”, en ellos, el autor habla de la influen-
cia de la literatura cristiana y de los clásicos grie-
gos y romanos dentro de la literatura nacional,
utiliza un lenguaje grandilocuente y esmerado,
como se acostumbraba en aquella época, pero
presenta conceptos interesantes.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER 99


CECILIA COLÓN

BIBLIOGRAFÍA Muñóz Fernández, Ángel. Los muchachos


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100 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 DOSSIER


LA MUJER Y SU REFLEJO EN LA LITERATURA BAJOMEDIEVAL
ESPAÑOLA: ¿LITERATURA FEMINISTA O FEMENINA?

ALEJANDRO CAAMAÑO TOMÁS*


DIANA M. MAGAÑA HERNÁNDEZ**

INTRODUCCIÓN túan la concepción de la figura femeni-


na en épocas y parámetros ideológicos

L a época bajomedieval española es


un período fecundo en la producción de
alejados de esa mentalidad androcéntrica
medieval, para la cual el proyecto feminis-
ta era impensable.
obras literarias y no literarias relacionadas Por eso, el presente trabajo tiene co-
con la figura femenina, y en dichos tex- mo finalidad echar una breve mirada
tos la imagen de la mujer es un reflejo a la situación social de la mujer, al ideal
palmario de su condición y de su papel femenino en la España bajomedieval, y,
en la misma sociedad medieval: se re- en último lugar, a varios ejemplos de la
presenta como un ser pasivo y sumiso, literatura sobre mujeres y de la escrita
como un ser conformado por las ideas por mujeres, que nos permitan comparar
que sobre ella se fueron estableciendo a la literatura bajomedieval española con
lo largo de los siglos. los propósitos presentes y pasados del
Es bastante común en la crítica literaria movimiento feminista, para determinar la
referirse al conjunto de estas obras de- inexactitud e incorrección de los críticos
dicadas a la mujer con diferentes deno- literarios cuando en sus trabajos utilizan
minaciones: literatura de mujeres, literatu- los términos “feminista” o “antifeminista”
ra para mujeres, literatura de matrimonio, para referirse tanto a autores como a
literatura femenina e, incluso, literatura obras de la literatura bajomedieval espa-
feminista o antifeminista, cuando el obje- ñola, y europea, en general.
to de esa obra fuera alabar o denigrar la Para esto, será necesario un análisis
figura femenina. Sin embargo, estas dos sociológico de la figura femenina que de-
últimas calificaciones tienen, a todas lu- termine su situación en la sociedad ba-
ces, una indefinición ideológica, impropia jomedieval hispana y una revisión de los
de dichos estudios, ya que desmarcan posicionamientos de algunos de los más
tales obras de su espacio temporal y si- destacados autores bajomedievales, en lo
relativo a las mujeres, en contraste con
los basamentos ideológicos del feminis-
* Departamento de Humanidades, UAM-A.
** Departamento de Derecho, UAM-A.
mo. Aunque debemos precisar lo siguiente.

101
ALEJANDRO CAAMAÑO TOMÁS / DIANA M. MAGAÑA HERNÁNDEZ

La imposibilidad de comentar la totalidad de género.1 Según esta tesis, esto se dio


o incluso una parte substancial de este como respuesta a que la mujer ocupaba
corpus literario nos obliga a precisar el un sitio primordial en la alta Edad Me-
parámetro elemental que seguiremos pa- dia –debido a la ausencia y falta de hom-
ra la elección de los textos con los que bres–2 y por eso el poder punitivo asumió
trabajaremos, que no será otro que la la tarea de cerrarle espacios. Esto se ex-
consideración, por parte de la crítica, plica si colocamos a la mujer del Medie-
de las obras escogidas por ser alguno de vo en la categoría de transmisora de una
los mejores ejemplos –no los únicos, cultura que se pretendía erradicar porque
por supuesto– de máximo odio hacia obstaculizaba la verticalización social: el
las mujeres y de la más piadosa de las orden corporativo no podía establecerse
defensas y exaltación femeninas, y que sin eliminar las culturas comunitarias.
han servido de modelo ideológico a es- Por otro lado, la vida era dura, llena
critores y escritoras en ese tiempo y en de peligros y enfermedades, por lo que
épocas posteriores. la existencia era corta. En oposición, la
Sin embargo, también hemos decidido sociedad requería crecimiento demográ-
incluir en nuestro trabajo el comentario fico para consolidar asentamientos y co-
a una obra que, en un principio, pare- lonizaciones; por lo tanto, la fecundidad
ce contradecir el título de nuestra inves- de la mujer era altamente apreciada, y
tigación, y nos referimos a La Ciudad de razón de ello lo dan las leyes bárbaras
las Damas, de 1405, de la francesa Cristina que establecían severos castigos al res-
de Pizán. La razón de la elección está ponsable de la muerte de una mujer espe-
basada en su importancia en el contexto cialmente si se encontraba en edad fértil,
de los estudios sobre la producción fe- en contraposición a penas mucho menos
menina bajomedieval europea y en su duras en el caso de que la víctima fuera
consideración como uno de las primeros un hombre de la misma edad.3 Habla-
antecedentes del feminismo. mos, pues, de una sociedad que todavía
no tiene el orden que se irá fraguan-
do en el camino hacia la modernidad (que
ASPECTOS SOCIOLÓGICOS DE LA FIGURA en muchos casos levantará obstáculos
FEMENINA MEDIEVAL para la mujer); una sociedad que además
carece de recursos humanos, por lo que
En la alta Edad Media, los modelos de
subordinación femenina que ya existían
desde la Antigüedad se acentuaron y 1 Eugenio Raúl Zaffaroni, La mujer y el poder
consolidaron con el paso del modelo punitivo. Seminario regional “Normatividad penal
y mujer en América Latina y el Caribe”, p. 21.
feudal al modelo corporativo de sociedad; 2 Fenómeno que en Europa se explica por el ingre-
por ejemplo, el poder punitivo en los so de un gran número de varones a los ejércitos
siglos XII y XIII –gracias a la inquisición o que desde finales del siglo XI hasta el último
cuarto del siglo XIII combatieron en las Cruzadas;
investigación criminal– se consolidó en pero también por las luchas que de manera casi
la forma que aún hoy perdura: orienta- continua asolaron el continente europeo a lo lar-
do contra la mujer, es decir, como poder go del Medievo.
3 Margaret Wade Labargue, La mujer en la Edad
Media, p. 19.

102 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A MUJER Y SU REFLEJO EN LA LITERATURA BAJOMEDIEVAL ESPAÑOLA: ¿LITERATURA FEMINISTA O FEMENINA?

se ve en la necesidad de aprovechar el decisiones con los varones. Por ello, po-


talento de todos sin restricción de sexo; demos afirmar que a pesar de la duras
una sociedad en la que las mujeres podían y violentas condiciones de vida de estas
ser compañeras activas en las empresas mujeres, tenían una cierta libertad e
más difíciles. Muestra de ello lo dan las influencia en ciertos aspectos, situación
mujeres de los estratos sociales más altos; que gradualmente fue menguando has-
así, el poder se concentraba en la figura ta que se fue haciendo evidente en el si-
del rey o era palpable, en esta primera glo XIV.
fase del Medievo, de igual manera en el Será durante el bajomedievo, en Eu-
poder de las reinas, las cuales asumían ropa, cuando se produzca un giro total
auténticas funciones administrativas en en el pensamiento civilizado occidental;
las casas reales y llegaban a intervenir se encontrará la semilla de la nueva so-
en asuntos eclesiásticos; pero sin duda ciedad y la perpetuación del papel pasi-
una de las funciones primordiales de la vo y subalterno de la mujer que trae en
reina era la de madre de la familia real sus entrañas la filosofía misógina de Santo
a la que le tocaba el papel de santificar Tomás de Aquino, lo que permitirá deli-
la memoria de los muertos.4 De modo near la construcción social de la nueva
que se puede decir que en Europa, en mujer a través de la demostración lógica,
la alta Edad Media, había mujeres que en el terreno ideológico, de su inferiori-
poseían gran influencia política como las dad. Pero, no sólo eso; algo mucho más
reinas, las emperatrices y las abadesas, y grave que la ideología tomista –por la
cuyas vidas son más conocidas porque ha expansión que alcanzaría– fue el mo-
quedado constancia de sus actividades.5 vimiento cultural que propugnó “el amor
Sin embargo, también hay que destacar cortés” que, sin duda, conformaría la
que en la vida cotidiana la mujer en este nueva visión del sujeto femenino.
periodo compartía responsabilidades y En este género literario, a la mujer se
la glorifica, se la deifica, se la compara a
una bella y delicada flor, a una diosa pu-
4 Duby comenta en uno de sus textos sobre las ra, a la Virgen María, por lo que se le co-
mujeres del siglo XII (o más bien, de cómo
los hombres del siglo XII imaginaban a las muje- loca en un pedestal; desde ese momento,
res), que una de las tareas primordiales de la la mujer deja de existir como el sujeto
mujer era conservar la memoria de los muertos activo que había sido en la sociedad de la
en la casa y de procurar que sus nombres
no cayeran en el olvido. Mujeres del siglo XII. alta Edad Media europea, para convertir-
Recordando el linaje femenino, p.20. se en el objeto pasivo del amor, del des-
5 El siglo XII marca un cambio en la visión del pecho, del odio masculino; para con-
papel femenino a partir de las Cruzadas por la
ausencia de hombres ya mencionada; por el vertirse en un ser ideal pero irreal. No
papel que jugaron mujeres políticas, como es obstante, esta visión de la mujer como
el caso de Leonor de Aquitania, mujeres poetas, reflejo mariano sólo es una de las caras
como María de Francia, o mujeres de la talla
de la abadesa y escritora Hildegarda de Bingen, de la moneda.
y por el movimiento de las beguinas –fueron La plasmación literaria de la figura fe-
conocidas como beatas en Castilla–, cuya visión menina comprende dos categorías con-
de innovación y de renovación de la Iglesia ca-
laría profundamente en la sociedad altomedie- trapuestas y perfectamente diferenciadas:
val europea desde el siglo XIII. las buenas y las malas mujeres. Mientras

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 103


ALEJANDRO CAAMAÑO TOMÁS / DIANA M. MAGAÑA HERNÁNDEZ

unos adoptaron con énfasis las ideas en lo que respecta a la virtud femenina
sobre la virginidad de la mujer, como el –pero no única virtud, como veremos más
mejor y más santo estado posible (ideas adelante–, a imagen aquí de la Virgen Ma-
que provenían de los propios Padres de ría: un fervor mariano que llega a su apo-
la Iglesia, como san Jerónimo), escri- geo en la literatura, con obras de exalta-
biendo a la vez sobre las desventajas ción y alabanza a la Virgen, en autores
del matrimonio: problemas de celos, como Gonzalo de Berceo (S. XIII), y sus
problemas corporales en la mujer a causa Milagros de Santa María, o en las Cantigas
de los embarazos, con los niños, etcéte- de Santa María, de Alfonso X, también del
ra;6 otros muchos escritores eclesiásticos, siglo XIII, por citar algunos de los ejemplos
como afirma Bühler, presentaban a la más representativos.8
mujer “revolcándose literalmente entre el Sin embargo, hacia el final de la Edad
cieno o degradaban todo lo que podían Media, si bien continuaba el discurso
las virtudes y el carácter femeninos para acerca de la inferioridad natural femeni-
de este modo hacer más llevadero a los na, de su herencia de la culpa de Eva, de
jóvenes clérigos, con arreglo al principio su sumisión al esposo y de su función en
de las uvas verdes, la renuncia a la con- el matrimonio como esposa-reproduc-
vivencia con el sexo contrario”,7 con la tora-madre, la imagen femenina como
idea de que la trasgresión de Eva, y por reflejo de la Virgen María, de virgen y
extensión la de todas las mujeres, provo- madre a la vez, se fue diluyendo, lo que
ca los males que desde entonces aque- dio paso al reflejo ya comentado de la
jan al hombre y a toda la humanidad. mujer de la baja Edad Media, devaluada
Se insiste entonces, y constantemente, social e ideológicamente.
en las directrices espirituales que deben El advenimiento del Renacimiento en
regir el comportamiento femenino; éstas Europa, que tradicionalmente se expresa
ocupan un lugar destacado en la literatu- como la luz después de la oscuridad, el
ra ejemplar y se asientan en especial en despertar de la razón, etcétera, y que
la castidad como piedra de toque moral representó para el varón la libertad de
fabricar el propio destino –el indivi-
dualismo–, no tuvo el mismo alcance pa-
6 La autora M. Wade Labarge, refiriéndose a la
virginidad, en relación con la Virgen María, ra las mujeres.
escribe: “…las reformas gregorianas de los siglos Según la historiadora Joan Nelly,
XI y XII luchaban por imponer con carácter gene- “Ciertos acontecimientos que promueven
ral el celibato clerical, situación que acentuó el
retrato de las mujeres como meras seductoras y el desarrollo histórico de los varones tie-
tentadoras. Al mismo tiempo, se realzó más el nen efectos distintos e incluso opuestos
valor único de la Virgen María y su compasión y sobre ellas”.9 De hecho, el Renacimiento
preocupación maternal por todos los que busca-
ban su ayuda, por muy indignos de ella que fue-
ran. El contraste entre la mayoría de las mujeres,
hijas caídas de Eva, y la gloria de la Virgen María, 8 Es muy interesante e ilustrativo sobre la figura
que era compartida en cierta medida por todas de la Virgen el artículo de María Isabel Pérez de
las vírgenes, contribuyó a la profunda dicotomía Tudela “El espejo mariano de la feminidad en la
en la mentalidad medieval sobre las mujeres”. Edad Media española”, Anuario filosófico, Vol.
7 Op. cit., p. 51. 26, núm. 3, 1993, pp. 621-635.
Johannes Bühler, Vida y cultura en la Edad Media, 9 Su análisis, tomado del texto de Celia Amorós,
p. 252. Tiempo de feminismo, se centra en las mujeres de

104 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A MUJER Y SU REFLEJO EN LA LITERATURA BAJOMEDIEVAL ESPAÑOLA: ¿LITERATURA FEMINISTA O FEMENINA?

significó para la mujer la continuación En suma, el movimiento antifemenino


del proceso devaluador en su posición del final de la Edad Media, originado por
social. La estabilidad del régimen feudal la filosofía oficial de la Iglesia, la literatura
y del estado monárquico, según la histo- y la aparición del fenómeno burgués, se
riadora, habría significado mejores con- estableció como uno de los basamentos
diciones para el desempeño de la mujer del Renacimiento que consagra el triun-
en las cuestiones políticas; en cambio, fo de un ideal masculino heredado de
con la Revolución Francesa se frenó defi- la Antigüedad y el triunfo de la moral
nitivamente la expansión de los nuevos religiosa que se desarrolla tanto al ampa-
derechos de las mujeres. Por otro lado, ro de las teorías de Lutero o de Calvino,
la educación a la que tenían acceso las como al de la Contrarreforma católica:
mujeres nobles del medievo iba más una época marcada por la intolerancia,
en relación con sus propios intereses, y, en por las guerras de religión, por la perse-
cambio, la educación humanística re- cución de los inconformes, y, para la mujer,
nacentista separó tajantemente la edu- por el recrudecimiento de la represión se-
cación del varón y la mujer, la excluyó de xual, la exclusión de la actividad tanto
los beneficios del Renacimiento y la colocó social como cívica y la reclusión domés-
en una posición decorativa que resulta tica, conventual o criminal.
sintomática de la depresión de su estatus
en el ámbito cultural.10 Como resultado, la
mujer adquiere durante el Renacimiento MUJER MEDIEVAL Y FEMINISMO
cierto “poder carismático”. Por ejemplo,
“los mayores niveles de organización y Sin lugar a dudas, en la Edad Media las
compartamentalización que se desarro- mujeres eran inferiores en derecho y con-
llaron en las cortes de los reyes y de los sideración social al hombre y las cargas
nobles desplazaron gradualmente a la de la vida pesaban con más dureza en
reina y a la gran señora de sus posiciones la mujer que en el hombre.12 Incluso las
de suprema influencia para convertir- mujeres que eran consideradas buenas
las en mayor medida en meras figuras y piadosas, o las tenidas por santas, lo
de ceremonia que de poder”.11 Igualmen- eran, pero por la omnipotencia de la
te, las abadías de monjas perdieron gracia divina. O sea, podría decirse que su
poco a poco su posición de centros naturaleza no tenía la capacidad para esa
intelectuales y culturales en la medida bondad, ni mucho menos para la santidad,
en que se desarrollaron nuevos centros aunque la Iglesia sí reconociese a la mu-
de saber como la escuela catedralicia y jer como portadora de un alma inmortal.
las universidades. La pertenencia a una posición privi-
legiada protegía, en la mayoría de los

la nobleza de las cortes de la Italia renacentis-


ta y su punto de referencia comparativo son sus
homólogas de la Edad Media bajo el régimen 12 “Generalmente, la mujer a quien se adoraba en
feudal y la cultura caballeresca. Tiempo de fe- las cortes de amor no era la misma a la que se
minismo, p. 51. hacía dueña del hogar o a la que concedía su
10 Ibid., p. 54. mano el servicial caballero…” Johannes Bühler,
11 Margaret Wade Labarge, op. cit., p. 36. op. cit., p. 251.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 105


ALEJANDRO CAAMAÑO TOMÁS / DIANA M. MAGAÑA HERNÁNDEZ

casos, a las mujeres del duro trato mas- mujer y su virtud –el conjunto de virtu-
culino, pero para las de la clase baja esta des– se acercarían al papel de suma per-
situación social acentuaba aun más, si fección representado por María.
cabe, su “natural” inferioridad femenina; La nómina de virtudes de las mujeres
una situación social en la que la violencia, (aunque es necesario matizar que la so-
justificada por muchos hombres, era mo- ciedad medieval exigirá diferentes vir-
neda común; una violencia muy frecuen- tudes y habilidades en las diferentes
te en la Edad Media dentro y fuera del etapas de la vida de la mujer),14 desde la
matrimonio contra las mujeres de más literatura clásica hasta la Edad Media, es
bajo rango social, y perpetrada por varo- muy extensa: fidelidad conyugal, casti-
nes a los que la ley reconocía el derecho dad, amor filial, docilidad, silencio, ver-
de pegar a sus mujeres.13 güenza, discreción, honradez, temor de
El desarrollo de la virtud, como ideal Dios, piedad, caridad, humildad, etcéte-
necesario para las féminas medievales, es ra. Y la potenciación de dichas virtudes
sobre el que descansa el eje programáti- femeninas vendrá impulsada y contenida
co del ideario medieval, en lo que a las en una serie de tratados de carácter mo-
mujeres se refiere: con el perfecciona- ralizante y en obras de tipo sentimental,
miento de sus virtudes la mujer responde, encuadrados, los primeros, dentro de la
en último término, del perfeccionamien- prosa doctrinal o didáctica, y las segun-
to de su persona y de su papel en el das, en la poesía de los Cancioneros. Su
matrimonio, de la buena marcha de su temática es variada y en ambos grupos se
unión y de la sociedad. En definitiva, la pueden localizar obras referidas al deba-
te medieval de la defensa o ataque a las
mujeres (esta disputa sobre las mujeres
13 Curiosamente, el código de Las Siete Partidas, del
se extenderá por toda Europa y no se
siglo XIII, código castellano de leyes de la Espa- circunscribirá sólo al género didáctico-
ña medieval y cuya vigencia se extiende cerca de doctrinal) y al estado matrimonial.
500 años, recoge penas diametralmente opues-
tas para los cónyuges, en caso de adulterio, y
Efectivamente, en estos corpus de la
en las que el varón, contrariamente a lo que se literatura hispánica de los siglos XIV y
pudiera pensar, se lleva la peor parte: XV se da una abundancia de textos que

Acusado leyendo algund


proponen una reivindicación del sexo
ome, que ouiesse fecho femenino (que también han sido llama-
adulterio; si le fuesse dos “profeministas”), pertenecientes a
prouado que lo fizo, deue
morir porende: mas la muger
una importante cantidad de autores que
que fiziesse el adulterio,
Moguer la fuesse prouado
en juicio, deue ser castigada, 14 No todas las mujeres se ajustaban al estereoti-
e ferida publicamente con po de la sumisión: algunas sí que contribuyeron
açotes, e puesta, e encerrada personalmente a la cultura medieval, mientras
en algun Monasterio de que otras continuaban en su posición social de
dueñas: e demas desto, deue marginación; aunque para el estudio de la valía
perder la dote, e las arras que de una mujer en esa sociedad sería necesario
le fueron dadas por razon del conocer su posición social, su estado, e incluso
casamiento, e deuen ser del características como la etapa de su vida en que
marido. Partida VII, Título se encontrase o su belleza (ésta podía, en muchos
XVII, Ley XV. casos, mejorar la categoría social de una mujer).

106 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A MUJER Y SU REFLEJO EN LA LITERATURA BAJOMEDIEVAL ESPAÑOLA: ¿LITERATURA FEMINISTA O FEMENINA?

emprendieron con gran énfasis la em- Primero, es obligatorio preguntarnos


presa de la defensa y revalorización de si resulta apropiado denominar como
la mujer; así como de obras de carácter feminista o antifeminista una literatura
misógino (“antifeministas”) que, además referida a las féminas con vocablos con-
de su fundamento cristiano, tienen un cebidos para unos fines totalmente dis-
estrecho vínculo con el amor cortés, tintos a la crítica o elogio de las mismas
puesto que surgieron en buena parte y en una época muy posterior a la que
como reacción a la idealización de la estamos aquí estudiando.
mujer y a los excesos del sincretismo Segundo, es un imperativo de la ar-
del erotismo y la religión.15 Aunque tam- gumentación textual la definición exac-
bién es posible observar un tercer grupo ta de las palabras de un escrito, cuando
que estaría representado por una serie de éstas pueden provocar ambigüedad se-
escritores que se aproximaron a la mujer mántica en el mismo y confusión en el
desde la moderación, lo que les situaría lector/oyente; definición que no se pro-
en un punto intermedio. duce en los textos en los que aparecen
Como en un principio puntualizamos, las denominaciones de feminista y anti-
la nómina de autores que se podrían feminista, dejándose al arbitrio del re-
incorporar a cada uno de estos grupos ceptor dicha interpretación.
es amplia, pero, en cierta medida, sería Por tanto, y para intentar eliminar
irrelevante desarrollarla aquí, pues no es cualquier atisbo de duda, creemos ne-
de la cantidad de escritores ni del mon- cesario un esclarecimiento preciso y ajus-
to de su producción de lo que queremos tado de ambas expresiones, que sólo pue-
hablar, sino de las consideraciones ideo- de ser conseguido desde la más estricta
lógicas que alguno de ellos tiene sobre la observancia de los planteamientos de la
figura femenina, en una de sus obras en doctrina feminista. Y para esto, creemos
particular, de ahí que obviemos listados que es ineludible un breve pero puntual
innecesarios para nuestros objetivos. análisis doctrinal e histórico que siente las
Pero antes de acercarnos a los auto- adecuadas bases teóricas del movimien-
res, deberíamos hacer ciertas reflexiones to feminista.
sobre el asunto. El feminismo, y siempre hablando stric-
to sensu, es un movimiento social creado
desde la conciencia de las desigualdades
15 Leah Otis-Cour comenta que la literatura causadas por los géneros (es indiscutible
misógina de la alta Edad Media, producto de
autores eclesiásticos, condena a la mujer como que la creación de la conciencia femeni-
compendio de todo lo que es material y efímero, na parte de la innegable discriminación
ya que su corporeidad es símbolo de cualquier histórica) y orientado a la búsqueda de la
sexualidad, y ésta es detestada por todos los
defensores de la castidad y continencia. Pero la justicia. Esto como definición general.
literatura misógina bajomedieval no atacará tan- Pero, como afirma G. Duby: “Múlti-
to el carácter libidinoso femenino, sino más bien ples son los rostros del feminismo, y sería
su deseo de poder, y esto es lo que convierte a
la mujer en el blanco de esta literatura: arruinar inútil tratar de encontrar su momento
a su esposo gastando en vestidos e invitacio-
nes, alardear de su posición social, etcétera.
Historia de la pareja en la Edad Media. Placer y
amor, p. 35.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 107


ALEJANDRO CAAMAÑO TOMÁS / DIANA M. MAGAÑA HERNÁNDEZ

fundacional”;16 aunque, más adelante, el bre las posesiones de la esposa, el dere-


francés nos deja una guía de la génesis del cho a compartir con el marido la patria
movimiento: “En toda Europa, la filoso- potestad de los hijos; y, en el ámbito pú-
fía de la Ilustración ofrece su arsenal de blico, el derecho a asistir a escuelas su-
armas intelectuales a la causa feminista: periores, el derecho al mismo salario por
ideas de la razón, del progreso, derecho el mismo trabajo, y, el que será el más
natural, expansión de la personalidad, importante de la lucha feminista en la
influencia positiva de la educación, uti- segunda mitad del siglo XIX y principios del
lización social de la libertad y postulado XX, el derecho al sufragio.19
de derechos iguales”.17 En este punto, es necesario aclarar
La Ilustración, tiempo de ansia de li- que si la discusión sobre la localización
bertad y de derechos, trae consigo una temporal de los orígenes del feminismo
carga de contradicciones de las que to- es todavía una materia de pugna entre los
davía no será posible desligarse: críticos, los argumentos ideológicos de lo
considerado como feminismo concitan un
La esfera de lo privado familiar, y la mayor consenso. Y dichas consideracio-
mujer que por ella se define, permanece nes serían las siguientes: la disidencia,
regida por una suerte de ley divina la reivindicación y la ruptura.20 Y son las
o natural y atada al antiguo derecho mismas que nos servirán para definir
sacro […] la mujer ha de ser, al mismo
más adelante el carácter feminista o no de
tiempo, afirmada como sujeto libre
las obras medievales.
capaz de celebrar un pacto y negada
en su libertad en cuanto ha de nacer en Michelle Perrot, en su artículo “Ha-
la sujeción para que este tipo de pacto ciendo historia: las mujeres en Francia”, a
sea posible.18 la pregunta de ¿cómo definir a las muje-
res feministas?, adoptó una definición
Solamente en la centuria siguiente se general: “’feminista’ es cualquier mujer
comenzará a dar voz –y, sobre todo, a es-
cuchar– al pensamiento femenino y a sus
aspiraciones. Esa reivindicación ilustrada 19 George Duby y Michelle Perrot, op. cit., pp.
se llenará de pretensiones por conseguir 203-204.
20 El consenso también parece unánime sobre otras
un amplio espectro de derechos: en el dos cuestiones: primeramente, el feminismo es-
ámbito privado, el derecho sobre la deci- tá marcado por un claro y determinante origen
sión del marido en los asuntos relativos a occidental; y, en segundo lugar, su concepción
tiene el sello de la modernidad. Ésta última
la vida marital, el derecho del marido so- afirmación es precisamente la tesis defendida
por Celia Amorós. Para la escritora, “el feminis-
mo es un producto genuinamente moderno.
16 George Duby y Michelle Perrot, Historia de las No es concebible en un medio en el que no
mujeres en Occidente. El siglo XIX. Cuerpo, traba- haya prendido la lógica generalizadora de la
jo y modernidad, p. 191. democracia […] consideramos que no hay un
17 George Duby y Michelle Perrot, Ibid., pp. 191-192. feminismo premoderno, [y] tampoco hay, en
18 Cristina Molina Petit, Dialéctica feminista de la rigor, un feminismo postmoderno, si se entien-
Ilustración, p. 37. El pacto al que se refiere la au- de por tal en sentido muy amplio aquel que, se-
tora es el llamado “contrato sexual”, denominado gún lo caracteriza la propia Luisa Muraro, ‘no
así por Carole Pateman en su obra El contrato acepta ningún compromiso con la coherencia
sexual, y es aquél que daría poder al hombre sobre interna del paradigma de la modernidad’”.
la mujer. Cfr., Carole Pateman, El contrato sexual. Op. cit., p. 83.

108 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A MUJER Y SU REFLEJO EN LA LITERATURA BAJOMEDIEVAL ESPAÑOLA: ¿LITERATURA FEMINISTA O FEMENINA?

que en algún momento de su vida ha COMENTARIOS A TRES OBRAS SELECCIONADAS


hecho alguna contribución para lograr DE LA LITERATURA BAJOMEDIEVAL ESPAÑOLA
la igualdad de los sexos mediante una Y A UNA OBRA BAJOMEDIEVAL FRANCESA
inversión de los papeles tradicionales”.21
Y continúa explicando: “la historia de las Corbacho (1438),23 de Alfonso Martínez de
mujeres ha pasado por diversas etapas: Toledo, es considerado, y con razón, uno
el deseo de mostrar que son oprimidas y de los mejores ejemplos del más genui-
de comprender por qué son subyugadas, no furor antifemenino medieval.
seguido por la determinación de mostrar En la segunda parte, de las cuatro que
en todos los niveles su papel positivo, su componen la obra,24 se dedican trece
presencia y su participación activa”.22 capítulos a vituperar y despedazar a las
Es decir, por un lado tendríamos, en féminas (las que se salvan son únicamente
un primer estadio, a la mujer “disidente”, las virtuosas: “Las buenas en sus virtudes
que reacciona de un modo tímido a aprobando”, como apostilla al comienzo
una opresión; y, por otro, aparecería la de esta segunda parte); vanidad, volubili-
mujer “combativa”, la que, además de dad, avaricia, codicia, soberbia, falsedad…
disentir, reivindica con ánimo de ruptu- y así toda una retahíla de vicios que
ra. En ese primer momento, aún no se asustarían hasta al ser más depravado.
podría considerar la iniciativa femenina Las mujeres son caricaturizadas, en
como propiamente feminista, pues hay dicha parte, en una suerte de extensas
implícito en el comportamiento femeni- parodias que ejemplarizan los compor-
no una actitud de conformismo, aleja- tamientos femeninos en situaciones ficti-
da del ansia de reivindicación y ruptu- cias; como la quevedesca descripción de
ra decimonónica. la mujer envidiosa en el capítulo IV:
Ante lo expuesto, ¿podríamos decir
que en las obras, tanto de autores como Hallan las gentes que Fulana es hermo-
de autoras bajomedievales hay un acer- sa. ¡Oh, Señor, y qué cosa es favor! No
camiento ideológico –y hablamos ya la han visto desnuda como yo el otro
no de posicionamiento contundente sino día en el baño: más negra es que un
de acercamiento a los fundamentos del diablo; flaca que no parece sino a la
muerte; sus cabellos negros como la pez
segundo momento– que nos permita lla-
y bien crespillos; la cabeza gruesa, el
marles feministas? Veamos. cuello gordo y corto como de toro; los
pechos todos huesos, las tetas luengas
como de cabra; toda uniza, igual, no
tiene facción de cuerpo; las piernas,
muy delgadas, parecen de cigüeña; los
pies tiene galindos…

23 Cfr., Alfonso Martínez de Toledo, Corbacho, http://


www.cervantesvirtual.com/.
24 Sólo en las dos primeras es donde el autor se
dedica a los temas que son de nuestro interés:
21 Michelle Perrot, “Haciendo historia: las mujeres “…en la primera hablaré de reprobación de loco
en Francia”. Género e historia, pp. 81-82. amor. Y en la segunda diré de las condiciones
22 Michelle Perrot, ibid., p. 82. algún tanto de las viciosas mujeres”. Prólogo.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 109


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O la no menos burlesca imitación de güenza, castidad madre de continencia.”


la mujer, en el capítulo I, a la que se le (Capítulo VIII, primera parte).26
ha perdido un huevo, o a la que, en ese Y comandando ese amor desordena-
mismo capítulo, le han robado una galli- do coloca a la lujuria (el principal azote
na, en referencia a la avaricia femenina: contra la castidad, que era la virtud más
valorada en la mujer), a la que dedica el
¿Do mi gallina, la rubia de la calza capítulo más amplio de la primera parte
bermeja?, o ¿la de la cresta partida, ce- (capítulo XV “Cómo el amor quebranta
nicienta oscura, cuello de pavón, con los matrimonios”), y a la que no duda en
la calza morada, ponedora de huevos? calificar, en el capítulo XVI de esa misma
¡Quien me la hurtó, hurtada sea su vi-
parte, como devastadora para el alma y
da! ¡Quien menos me hizo de ella, me-
para el cuerpo:
nos se le tornen los días de la vida! ¡Mala
landre, dolor de costado, rabia mortal
comiese con ella! ¡Nunca otra coma! Aun otra razón viene en argumento
¡Comida mala comiese, amén! ¡Ay, contra amor y sus amantes, por cuanto
gallina mía, tan rubia, un huevo me del lujurioso y vil acto los cuerpos hu-
dabas tú cada día; aojada te tenía el manos en gran parte son debilitados,
que te comió, acechándote estaba y donde de los hombres previenen en
el traidor!... armas y otras fuerzas, son muy poco
poderosos. Y así los hombres por cua-
tro razones son debilitados: lo primero,
Pero si bien es cierto que el juicio de por cuanto, según los actores de me-
Martínez de Toledo navega, a veces cier- dicina ponen, que lujuria es causa
tamente errático, entre la consideración eficiente y formal de debilitar el huma-
de la maldad femenina como innata e no cuerpo; lo segundo, por cuanto el
irremediable, y la apreciación de distintas que a la tal delectación se da, en gran
naturalezas femeninas, dependiendo de cantidad pierde el comer y aun acre-
que la mujer se sitúe en el camino de la cienta por ardor y sequedad de fuego en
virtud o practique el amor desordena- el beber, como todo violento movimien-
do,25 no es menos cierto que sus ataques to sea causa de calor, y todo calor
alcanzan por igual a los hombres: “Por- causa de sequedad, y toda sequedad y
adustión, causa de destrucción. […] Lo
que te digo más: que aun así en el viejo
tercero, amor y lujuria privan al hombre
como en el mozo, así en el clérigo co- del sueño; que no puede dormir como
mo en el lego, así en el caballero como en solía ni debe, y privado del sueño
el escudero, en el hombre de pie como toda la noche está congojando nunca
en el rapaz, así en el hombre como en reposa, y no reposando es privado de
la mujer, honestidad es hermana de ver- holganza. […] Lo cuarto, amor y lujuria
traen muchas enfermedades y abrevian
la vida a los hombres y hácenlos antes

25 “Concluyendo: tenemos ya que el que locamente 26 Esta afirmación nuestra concuerda con el análisis
ama traspasa los diez mandamientos, y aun de A. D. Deyermond: “…aunque denuncie a las
comete los siete pecados mortales; demás no usa mujeres lascivas, el ataque se halla formulado, por
de cuatro virtudes cardinales que tiene de haber, otra parte, con igual severidad contra los hom-
antes las corrompe; los cinco sesos corporales bres lujuriosos”. Historia de la literatura españo-
anula…” Capítulo XXXVII, Primera parte. la: La Edad Media, p. 250.

110 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A MUJER Y SU REFLEJO EN LA LITERATURA BAJOMEDIEVAL ESPAÑOLA: ¿LITERATURA FEMINISTA O FEMENINA?

de tiempo envejecer y encanecer, los las donas, non fundando sobre divina nin
miembros temblar, y como ya de alto humana auctoridat, mas sola ficçión.”
dije, los cinco sentidos alterar y algunos En un principio, nos encontramos a
de ellos en todo o en parte perder… un personaje narrador, representando
la voz de Rodríguez del Padrón, que es
Visto esto, la pregunta es inevitable: ¿ata- reprendido por la ninfa Cardiana –cuya
ca Martínez de Toledo al género feme- voz sale de una fuente– por sus palabras
nino porque éste se atreve a alzarse contra contra las mujeres.
el poder masculino, intentando romper La intervención de dicha ninfa, que
con una hegemonía incontestable, o lo reflejaría el pensamiento del autor, da
hace con el manido tópico medieval que pie para desarrollar el discurso en favor
atribuye a las mujeres la causa de todos de las mujeres, el cual comienza con la
los males? explicación que ofrece Cardiana sobre
Si la respuesta a la primera parte de las cuatro razones por las que debemos
la pregunta fuera afirmativa, nos encon- tener en mayor consideración a la mujer
traríamos con un caso claro de anti- que al hombre:
feminismo; sin embargo, no es así. El au-
tor arremete contra las féminas por una La primera, por ser toda razonable
tradición ya comentada en este trabajo criatura de la muger, es a saber, de la ma-
y no porque pretendan desvincularse del dre, naturalmente más amada. La se-
yugo masculino. No hay en las “mujeres gunda, por ser más çierta del mater-
de Corbacho” una aspiración reivindica- nal debdo. La terçera, por traher della
tiva, ni emancipadora; ni en el autor más parte en la generaçión. La quarta,
un ánimo hiriente contra ellas por tales por aver seido más trabajada en su
motivos, pues éstos no existen. Y, en criaçión. Et por consiguiente, segund
afectión (h)ordenada, como seas de la
consecuencia, desde la más estricta ob-
muger más amado, e más benefiçios
servancia de la definición, no podría ser ayas della resçebido más la deves amar,
esta obra considerada como antifeminista. e más por su honor que de otra perso-
Pero también es posible –y necesario– na alguna deves trabajar.
estudiar este interrogante desde el otro
lado de la visión medieval sobre la mujer: A esto le suma una plétora de motivos
la imagen femenina como reflejo de la por los que la mujer es en excelencia
Virgen María. Y, para esto, un excelente superior al hombre: “…por aver seido
ejemplo lo tenemos en Triunfo de las después de todas las cosas criada”; “…por
donas (1443),27 del gallego Juan Rodríguez quanto dentro del paraíso, en conpañía
del Padrón, que representa una exalta- de los ángeles formada, e non el onbre,
ción femenina, rayana en el paroxismo, y que fue con las bestias en el canpo
en donde las alusiones a la anterior obra damasçeno fuera del paraíso, criado.”;
pronto se dejan ver: “…maldiçiente et “…por aver seido formada de carne
vituperoso Covarcho ofensor del valor de purificada, e non del vapor de la tierra,
de la qual el onbre e los otros animales
fueron criados”, y así hasta cincuenta
27 Cfr., Juan Rodríguez del Padrón, Triunfo de las razonamientos, que ocuparán el resto de
donas, http://www.cervantesvirtual.com/.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 111


ALEJANDRO CAAMAÑO TOMÁS / DIANA M. MAGAÑA HERNÁNDEZ

la obra. Y en éstos hay ciertas cuestiones la muger, la qual non fue del Señor
que debemos considerar. reprehendida por aver el pomo gustado,
Primeramente, en la mayoría de las mas por lo aver al onbre ofresçido, a
quince primeras razones, la defensa de quien fuera en persona vedado.
la mujer está basada en una ofensiva con-
tra los argumentos que la atacan como En segundo lugar, el tema de la hermosura
causante de todos los males, desmontan- femenina es tratado junto a las virtudes
do, desde un principio, la culpabilidad de la honestidad y la castidad en las razo-
de Eva y, por ende, la posibilidad de nes 14 y 15 de modo amplio –de hecho,
que las “hijas caídas de Eva” tengan que son dos de las más largas de la obra–, lo
seguir soportando las consecuencias de que da fe de la importancia que tales
la “herencia materna”: virtudes tienen para la defensa de la mu-
jer.28 Pero, curiosamente, la hermosura
La segunda razón es por quanto dentro –uno de los motivos preferidos por los
del paraíso, en conpañía de los ángeles autores misóginos por su carácter de ele-
formada, e non el onbre, que fue con las mento trastornador del hombre, la fami-
bestias en el canpo damasçeno fuera del lia y la sociedad, aunque no explotado en
paraíso, criado […] La tercera, por aver la obra de Martínez de Toledo– adquiere
seido formada de carne purificada, e en las palabras de Rodríguez del Padrón
non del vapor de la tierra, de la qual el un carácter natural y de procedencia
onbre e los otros animales fueron cria- divina, lo cual contradice la argumenta-
dos. […] La VIII razón es por ser uno
ción antifemenina tradicional que atribuía
de los plazeres del paraíso. Et la novena
razón es, por que meresçió el primero
a la hermosura una naturaleza, sí natural,
onbre aver por ella la bendiçión del su pero de índole maligna:
fazedor, la qual non se lee, fasta ser la
muger criada, aver resçibido. La dézima La déçima quarta razón es por ser más
razón es por que fue el pomo de la honesta […] Nin contradize a la su ho-
sçiençia al onbre en persona vedado, e nestidat, commo algunos, en maldezir
non a la muger, commo fuesse aún por se gloriando, afirman el componer o
criar. La undéçima razón es por aver seido acresçentar con estudiosa mano la su
primeramente tentada; como la sierpe, fermosura; lo qual es ayudar a la na-
enbidiosa de la su gloria, segund dize turaleza, que se esforçó quanto pudo
Bernardo, vista su maravillosa fermosu- fazer la fermosura, e non es fazer contra
ra, la creyese ser aquella muger que ella […] ¿Et quántos son aquellos que sus
viera en la presençia divina sobre todos faziendas, por tra(h)er ropas brocadas
los ángeles se dever asentar, della sola, e de sotil oro febrería, vendieron sin-
por la su escellençia, e non del onbre, plemente, creyendo poderse dar aque-
prendiendo enbidia. La dozena razón
es por quanto el onbre peccó de cierta 28 El tratamiento de las virtudes y, en especial, de
sabiduría, sin ser engañado, e la muger éstas, es un tópico en la literatura de la época,
por engaño e por ignorançia. La déçima como también se puede ver en Corbacho: “…por
terçia razón es, por quanto el peccado cuanto honestidad y continencia no es duda ser
del primer onbre, a quien fue fecho el muy grandes y escogidas virtudes, y por contra-
rio, lujuria y delectación de carne son dos con-
mandamiento, nos causó la perpetua trarios vicios muy feos y abominables. Capítulo
et tenporal muerte, e non la culpa de VIII, Libro I.

112 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A MUJER Y SU REFLEJO EN LA LITERATURA BAJOMEDIEVAL ESPAÑOLA: ¿LITERATURA FEMINISTA O FEMENINA?

llo que les denegó la naturaleza, la qual Teresa de Cartagena fue una monja
se llama a engaño, e todas oras dellos nacida en Burgos, en 1425, y en su segun-
reclama por diversos modos? da obra, Admiraçion operum Dey,29 rei-
vindica, a modo de defensa, la condición
La mujer de Rodríguez del Padrón re- natural de la mujer para la escritura, la
presenta esa visión mariana de dulzura y cual es inspirada por Dios:30
candidez, alejada de la perspectiva de la
mujer depravada, manirrota, deshones- …que asy en las henbras como en los
ta y alejada de la virtud del otro lado de la varones puede yspirar e fazer obras de
literatura sobre mujeres. Pero, ¿es posible, grande admiraçión e magnifiçençia a
con todos estos antecedentes, calificar loor y gloria del santo Nonbre […] Pues,
esta obra y las que defienden a la mujer ¿qué debda tan escusada es dubdar
de esta guisa –y las no tan fervorosamen- que la muger entienda algund bien e
te profemeninas– como producciones fe- sepa hazer tractados o alguna otra obra
loable e buena, aunque no sea acos-
ministas? Creemos que no.
tumbrado en el estado fimineo? Ca
La apología femenina del Triunfo de las aquel poderoso Señor soberano que dio
donas se basa en la reconocimiento de preheminençias al varón para que las aya
la mujer como ser de naturaleza superior, naturalmente e continua, bien las pue-
por sus virtudes, y no en la igualdad de de dar a la henbra graciosamente e en
derechos con el hombre. Los derechos tienpos devidos, asý como la su profun-
y deberes de los sexos no son puestos da sabiduría sabe que conviene e alo he-
a consideración por nuestro autor en cho algunas vezes, e avnque no lo aya
la obra (ni siquiera el catálogo sobre la hecho lo puede hazer. (pp. 118-119).
mujer virtuosa, que abarca las últimas seis
razones, hace mención a tales derechos Dentro del carácter apologético de la
y deberes); no discute que la mujer deba obra, lo más reseñable en Admiraçion es
equipararse al hombre y que la situación de la reivindicación intelectual –la demanda
inferioridad deba cambiar, por lo que esos del trabajo de literata para las mujeres–,31
principios básicos del feminismo tampo- pues, a decir de la autora, está la sabidu-
co parecen confirmarse en este caso. ría repartida por igual por Dios entre
Y ¿qué pasa con la contraparte fe- hombres y mujeres (“…ca la sufiçiençia
menina?, pues, sin lugar a dudas, es en la que han los varones no la an de suy[o],
obra de las autoras medievales en donde que Dios gela dio y da”, p. 116), por
se podrían calibrar estas incógnitas de un
modo más categórico. Veámoslo en los
trabajos que han sido reconocidos por la 29 Al parecer, fueron las críticas recibidas a raíz de
la publicación de su primera obra Arboleda de los
crítica, si no como feministas, sí cercanos enfermos (1450), por su condición de mujer, su
a posturas de corte feminista; y nos re- atrevimiento a escribir y por su sordera, las que
ferimos a la obra de la española Teresa la impulsaron a escribir este segundo tratado.
30 Teresa de Cartagena, Arboleda de los enfermos,
de Cartagena y de la francesa Cristina de Admiraçión operum dey, 1967.
Pizán, considerada esta última como la 31 Como señala el autor de nuestra edición:”…
creadora de los primeros esbozos de fue Teresa la primera mujer en la historia de la
Península Ibérica que escribiera en defensa del
la teoría feminista. derecho de la mujer a ser literata.” (p. 8).

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 113


ALEJANDRO CAAMAÑO TOMÁS / DIANA M. MAGAÑA HERNÁNDEZ

esa facultad divina que la autora llama solamente loar la onipotençia e sabidu-
“bienes de gracia” y que se oponen a los ría e magnificencia de Dios… (p. 118).
bienes de naturaleza y fortuna (los que
otorgan valentía, ánimo, hermosura y Esto viene precedido por la omnipresen-
bienes materiales): “…bienes influidos o te y manida referencia bíblica del Géne-
ynespirados por especial graçia de Dios, sis, utilizada para ratificar la dependencia
o bienes de Dios que Dios da graciosa- y sumisión femenina a partir del varón:
mente a quien le place…” (p. 123). “De ser la henbra ayudadora del va-
Entonces la causa por la que los hombres rón, leémoslo en el Génesy, que después
se admiran al ver que una mujer ha escrito que Dios ovo formado <d>el onbre del
un tratado es “…por no ser acostumbra- limo de la tierra e ovo ysp[i]rado en él
do en el estado fimíneo, mas solamente espíritu de vida, dixo: “No es bueno que
en el varonil” (p. 115). sea el onbre solo; hagámosle adjutorio
En Admiraçión hay una aceptación semejante a él.” (p. 118). Por tanto, es el
explícita del reparto de tareas enco- mismo Dios, decidiendo su origen a par-
mendado por Dios a hombres y mujeres: tir del hombre, el que le confiere a la mu-
“Ca los varones con su fuerça e ánimo e jer un estatus de inferioridad, con lo cual
sufiçiençia de entendimiento conseruan la subordinación queda justificada a los
e guardan las cosas de fuera, asý en ojos de los creyentes; y de igual manera es
procurar e tratar e saber ganar los bie- aceptada por la autora.
nes de fortuna…” (p. 117), que serían pro- De modo semejante a como vimos
pias de los varones; y las que serían labores en las obras anteriores, vuelve a ser la
de mujeres: “con su yndustria e trabajo virtud el motor del espíritu o alma (“Ca
e obras domésticas e delicadas dan fuerça asý como el cuerpo biue por el espíritu,
e vigor; e sin dubda non pequeño sobsi- [el espíritu] biue por la virtud e por el
dio a los varones” (p. 118); “Ca asý como exerçiçio de obras virtuosas”, p. 136); esto
las henbras estando estando ynclusas es importante reseñarlo, si tenemos en
dentro de las puertas de su casa se exer- cuenta que será con las potencias del al-
çen en sus propios e onestos ofiçios…” ma –entendimiento, memoria y voluntad–
(p. 138). Y, lo que para el caso es más con las que Dios le debe iluminar para
ejemplificante, hay un reconocimiento acabar con su “çeguedad de entendi-
también explícito e incuestionable de la miento y con su “ynteletual tiniebla” (p.
superioridad del sexo masculino, que re- 134), que, a su vez, representa el paso
dondea la ilustración anterior: previo e indispensable para desarrollar
su labor intelectual.
Mas porque estos argumentos e quistio- Y ahora la pregunta, ¿tiene dicha rei-
nes hacen a la arrogancia mundana e vindicación intelectual entidad suficiente
vana e non aprovechan cosa a la devo- como para llevar el nombre de feminista,
ción e huyen mucho del propósito e final vista, además, la inexistencia de una rei-
entençíón mía, la qual no es, ni pliega a vindicación de derechos para las mujeres,
Dios que sea, ofender al estado superior y la declaración formal de la superiori-
e onorable de los prudentes varones, ni
dad masculina?
tanpoco fauor<r>esçer al fimineo, mas

114 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A MUJER Y SU REFLEJO EN LA LITERATURA BAJOMEDIEVAL ESPAÑOLA: ¿LITERATURA FEMINISTA O FEMENINA?

Tampoco en este caso nos parece que ¡Ay Señor! ¿Cómo puede ser, cómo
existan fundamentos para dar a esta obra creer sin caer en el error de que tu sa-
esta denominación. Al igual que en los biduría infinita y tu perfecta bondad
casos precedentes, la ausencia de vin- hayan podido crear algo que no sea
bueno? ¿Acaso no has creado a la mu-
dicaciones –además de parte de una mu-
jer deliberadamente, dándole todas las
jer–, y de lucha por la igualdad y los de-
cualidades que se te antojaban? ¿Cómo
rechos hace alejarse a este ejemplo de los iba a ser posible que te equivocaras?
postulados feministas de un modo más (p. 65) […] ¿Si el Soberano Obrero no
manifiesto; aunque sí es cierto que nues- se avergonzó creando el cuerpo fe-
tra autora se puede incluir en la llamada menino, ¿por qué Naturaleza habría de
Querella de las mujeres, ese movimien- avergonzarse? (p. 81).
to, contra el orden simbólico medieval,32
que mantuvo un tira y afloja durante va- En medio de su lamento, aparecen Razón,
rios siglos con la contraparte masculina, Rectitud y Justicia, tres damas, que guían
por la apertura de espacios para las mu- a la desconsolada Cristina, el alter ego
jeres en una sociedad con férreos mo- de la autora, que sufre preguntándose el
delos establecidos.33 porqué de los ataques contra las muje-
El libro de Cristina de Pizán, La Ciudad res, y le proponen fundar una ciudad que
de las Damas (1405),34 considerado por poblará solamente con mujeres ilustres
muchos como el germen feminista, y meritorias: “Sólo la habitarán damas
tendría observaciones parecidas al caso ilustres y mujeres dignas” (p. 70). Para
precedente, y, aunque es una obra aleja- esto, primeramente, habrá de “limpiar”
da de la producción femenina bajome- el terreno, y, más tarde, deberá proceder
dieval española, su importancia en el a la “construcción” de la ciudad en la que
contexto medieval justificaría sobrada- las mujeres podrán defenderse de tantos
mente su incorporación a este estudio. ataques, ya que “Durante mucho tiempo
La Ciudad de las Damas es, en buena las mujeres han quedado indefensas,
medida, una gran reflexión, un producto abandonadas como un campo sin cerca,
de los llamados “espejo de príncipes”; sin que ningún campeón luche en su
un fruto de la meditación sobre ella ayuda” (p. 69).
misma y sobre las mujeres, con unos Como en el caso de la española, Pizán
pronunciamientos muy similares a los justifica el reparto de tareas entre hom-
que encontramos en la obra de Teresa bre y mujer:
de Cartagena:
Así, quiso Dios que el hombre y la mujer
le sirvan de forma distinta, que se pres-
ten mutua ayuda, cada uno a su mane-
32 Luisa Murara lo enfrenta al que llama “orden
ra. Por ello dotó a los dos sexos con la
simbólico de la madre”, que define como aquél naturaleza y cualidades necesarias para
en el que la mujer puede encontrar su libertad. cumplir con sus deberes, aunque a ve-
El orden simbólico de la madre, 1994. ces los seres humanos se equivoquen
33 A la Querella de las mujeres perteneció el sobre lo que les conviene. A los hombres
movimiento de las beguinas comentado an-
teriormente. Vid, supra, p. 3, cita 6. Dios les otorgó fuerza física y el valor
34 Cristina de Pizán, La Ciudad de las Damas, 2000. para andar por la vida y hablar sin temor;

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 115


ALEJANDRO CAAMAÑO TOMÁS / DIANA M. MAGAÑA HERNÁNDEZ

gracias a esas aptitudes aprenden el y lealtad en el matrimonio; se describen


derecho, tan necesario para mantener los beneficios que han traído y traen
el imperio de la ley en el mundo, y si las mujeres al mundo; se critica a los
alguien se niega a respetar la ley esta- hombres que se oponen a que las muje-
blecida, cuando es promulgada con-
res estudien; se discute la opinión de que
forme a derecho, hay que obligarle por
a las mujeres le gusta que las violen; de
la fuerza y el poder de las armas. Las
mujeres no podrían recurrir a una vía la inconstancia y la infidelidad femeninas,
tan violenta (p. 87). y muchos otros casos de falsas creencias
en torno a las mujeres, en un juego de
Pero –y esto es una novedad que hay que preguntas-respuestas característico del
resaltar– asimismo afirma: diálogo platónico.35
Si bien es cierto que hay una defensa
Para que te adentres aún más en es- de las aptitudes de las mujeres –y no sólo
ta verdad, te recordaré también al- en el terreno literario, como en el trabajo
gunas de tus coetáneas que, una vez de Teresa de Cartagena–, éstas las basa
viudas, llevaron muy acertadamente en la creación divina de la mujer: Dios
todos los asuntos tras la muerte de su no puede equivocarse al dotar a la mujer
marido, demostrando así que una mu- de un cuerpo, una voz y unas capacidades
jer inteligente puede hacerse cargo de intelectuales evidentes. Pero dentro de
cualquier tarea (p. 88).
esta encendida defensa de la naturaleza
femenina ¿hay un posicionamiento en
El discurso pizaniano, apoyado en las vi- favor de dotar a las féminas con derechos
das ejemplificantes de diversas mujeres, que las equiparen a los varones?
niega, al igual que la obra de Teresa de En Pizán hay un avance en el proceso
Cartagena, la incapacidad intelectual de las de autoconciencia como mujer y escrito-
mujeres, la cual atribuye a su alejamiento ra, que será anterior y mucho más intenso
de la educación: al que medio siglo después experimenta-
rá Teresa de Cartagena, pero seguimos
…si la costumbre fuera mandar a las
sin oír una decidida defensa y vindicación
niñas a la escuela y enseñarles las cien-
cias con método, como se hace con los de los derechos femeninos que, a decir
niños, aprenderían y entenderían las di- verdad, ni en la teoría ni en la práctica se
ficultades y sutilezas de todas las artes y solicitan. Su tantas veces asegurado acen-
ciencias tan bien como ellos. (p. 119). to feminista contrastaría, por ejemplo,
con la afirmación de la imposibilidad de
Y continúa diciendo en la siguiente pá- las mujeres para avanzar en sus tareas
gina:”La falta de estudio lo explica todo, sociales, al igual que hacía la española:
lo que no excluye que en los hombres, “[…] la sociedad no necesita que ellas
como en las mujeres, algunos individuos se ocupen de los asuntos confiados a los
sean más inteligentes que otros” (p. 120).
A partir de aquí, se relatan los quehace-
res de mujeres en las ciencias; de mujeres
35 El modelo dialógico, en el que el uso de exempla
es habitual, fue utilizado comúnmente en el bajo
con “templado juicio y discernimiento”; Medievo y Renacimiento por su eficacia en el
de mujeres que destacaron por su amor discurso ideológico y didáctico-moral.

116 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A MUJER Y SU REFLEJO EN LA LITERATURA BAJOMEDIEVAL ESPAÑOLA: ¿LITERATURA FEMINISTA O FEMENINA?

hombres, y a ellas les basta con cumplir las En segundo lugar, somos conscientes
tareas que les han encargado.” (p. 119); con de lo arriesgado de nuestra propuesta,
la afirmación de la vulnerabilidad, flaque- al tratar de sistematizar unos resultados
za e imperfección del cuerpo femenino tan exiguos; pero nuestras pretensiones
frente al masculino (p. 92). Y, lo que es más fueron, simplemente, aportar un minúscu-
significativo, la restricción de la entrada lo análisis que pudiera arrojar más luz so-
a una parte de las féminas a su “nueva bre las cuestiones terminológicas plan-
ciudad” restaría credibilidad a su defensa teadas, antes que dogmatizar y generalizar
del conjunto del género femenino,36 pues unos postulados de un corpus tan hete-
el discurso ya visto en sus colegas varones rogéneo como éste. No obstante, aunque
de la mujer virtuosa frente a la no virtuosa nuestro estudio se pudiera ampliar a la
que deja bien sentado desde el comien- totalidad de obras del corpus femenino
zo de la obra, producto de la diatriba bajomedieval español pensamos que
medieval de la concepción mariana fren- los resultados no diferirían mucho de lo
te a la de Eva, rebajaría las posibilidades observado aquí.
a la modernidad de sus planteamientos Y por último, también sabemos que la
sobre las mujeres. En definitiva, su disi- literatura bajomedieval se puede definir
dencia tampoco alcanzaría el grado de de muchas maneras, pero nunca como
intensidad pertinente como para poder caprichosa. Es resultado de la maduración
afirmar su carácter feminista; digamos que secular de concepciones teocéntricas y
su voz se alzaría con fuerza y claridad, con pseudocientíficas, manejadas por un an-
una intensidad y franqueza no vistas has- drocentrismo recalcitrante. Pero ¿“fe-
ta el momento en una mujer, pero sin las minista” o “antifeminista”? No nos parece
intenciones de lucha y ruptura necesarias correcto. Digamos que profemenina o
para poder incluirla en dicha categoría. antifemenina. O cualquiera de las acep-
Acabado este breve vistazo a estos ciones que en ese campo semántico se
ejemplos de la producción pro y antife- acerquen a las mejores o peores con-
menina, son varias las cosas que nos sideraciones acerca de la mujer. Porque,
quedan por decir. como hemos podido observar, tiempo,
En primer lugar, este artículo, como enfoque y contenido ideológicos y obje-
dejamos claro desde un principio, es tivos separan irremediablemente las lite-
sólo una visión panorámica a un paisaje raturas y, especialmente, las mentalida-
poblado por una enorme cantidad de des del bajo Medievo y de los siglos XIX y
obras de los siglos XIV y XV, referidas a la XX; y, en segundo lugar, porque es cierto
mujer, y en las cuales las procedencias, que la mejor definición está profunda e
ideologías, estados y pretensiones de sus indivisiblemente ligada al conocimiento
autores son incluso más variados que las de la verdadera esencia de lo definido,
mismas obras. y su incorrección nos hace apartarnos y
desconocer sus intrínsecos atributos, lo
cual, en último término, puede desvir-
36 “En efecto, no hay nada que deba rehuirse tanto tuar cualquier investigación, por excelen-
en este mundo como una mujer perversa y te que ésta sea
disoluta”, dice Pizán, en la misma línea ideológi-
ca de Martínez de Toledo (p. 76).

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 117


ALEJANDRO CAAMAÑO TOMÁS / DIANA M. MAGAÑA HERNÁNDEZ

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118 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


LA FIGURA DEL CARIBE MEDITERRÁNEO EN GERMÁN ARCINIEGAS
UNA ESTRATEGIA DEL DISCURSO AMERICANISTA

LEONARDO MARTÍNEZ CARRIZALES*

PROPÓSITO en la construcción del enunciado literario


señalan un lugar histórico y social; por

E ste artículo es el resultado de una


lectura crítica del ensayo Biografía del
lo tanto, una lectura concentrada en las
formas verbales que resultan de las elec-
ciones señaladas forma parte de los ins-
Caribe (1944), del escritor colombiano trumentos críticos de la historiografía
Germán Arciniegas. Nuestra lectura se cultural, y no sólo de la crítica literaria. Tal
ha concentrado en las representaciones ha sido nuestra perspectiva al estudiar
y las figuras del discurso más significativas con motivo de este artículo el discurso
de este ensayo. Estas figuras (por ejemplo que Germán Arciniegas elaboró sobre
la idea de un “Caribe mediterráneo”) y América hacia los años cuarenta del siglo
estas representaciones (el pirata) no sólo XX con base en los recursos, el público y
constituyen, de acuerdo con las premisas los propósitos del horizonte de enuncia-
de nuestra lectura, recursos del argumen- ción del cual formaba parte nuestro autor
to y de la narración que caracterizan el y en el cual sus palabras cobraron senti-
aparto retórico de Biografía del Caribe, do pleno. Ese horizonte ya no es el nues-
sino también las huellas textuales de la tro. No obstante, eso no nos impide es-
historicidad de este ensayo y del estatuto tudiarlo y conocer sus condiciones; en
de autor bajo cuyas pautas Arciniegas ese conocimiento se apoya la historici-
construyó y difundió sus enunciados. dad de la cultura letrada.
Las representaciones y las figuras del
discurso que articulan un texto literario
suponen las elecciones llevadas a cabo MATERIA
por un autor en el repertorio de recursos
expresivos que una cultura literaria de- La obra literaria, el desempeño docente
terminada en el tiempo y en el espacio po- y la gestión política de Germán Arciniegas,
ne a su disposición. Así, tales elecciones cualquiera que sea su propósito y su ma-
teria, siempre se llevaron a cabo desde la
perspectiva de América. La situación ame-
* Departamento de Humanidades, UAM-A.
ricana de enunciación de este escritor,

119
LEONARDO MARTÍNEZ CARRIZALES

periodista, profesor y diplomático nacido las independencias de las naciones de


en Colombia en 1900 determina todos la América hispana, se dieron a la tarea
sus discursos y todas sus formulaciones de formular la identidad de estas comu-
verbales. A este respecto, de Germán Ar- nidades históricas mediante los instru-
ciniegas podría decirse algo parecido a mentos conceptuales y los recursos sim-
lo que éste escribiera en 1952 acerca de bólicos que habían normado su propia
una lección impartida por Alfonso Reyes educación y, por tanto, su integridad como
en El Colegio Nacional de la ciudad de sujetos habilitados para construir bienes
México sobre “las versiones medioevales culturales. Entre estos recursos y estos
de la caída de Troya”. En ese comentario instrumentos, una investigación dedica-
afectuoso pero consciente de la intención da a las representaciones y las figuras del
americana que Arciniegas imprimió a discurso que se destacan como núcleos
toda su trayectoria intelectual y a la red significativos de la explicación de América
de sus interacciones personales, leemos: por parte de sus hombres de letras nos
“[…] él [Reyes], sin proponérselo, tal vez aproxima a un fenómeno paradójico: la
sin saberlo, toca y encanta las imágenes construcción de la identidad de América
con algo que nace de la experiencia Latina mediante las obras de los escrito-
americana”.1 De modo parecido, aunque res que se han arrogado tal cometido
proponiéndoselo y con plena conciencia, tiene entre sus valores fundamentales la
pues en esto radica parte de la originalidad originalidad de este dominio geográfico
y la importancia de su obra, Germán y cultural, su novedad con respecto del
Arciniegas toca y encanta las imágenes, resto del mundo conocido hasta el mo-
pongamos por caso las imágenes de Amé- mento de su incorporación en el dis-
rico Vespucci, por aludir a uno de sus li- curso de la historia mundial; sin embar-
bros más significativos, con algo que nace go, esta identidad se construye gracias a
de la experiencia americana. El matiz de los recursos de la imaginación europea.
América refracta en la perspectiva de Ar- Entonces, América resulta una función
ciniegas el “tema universal”.2 de Europa, una proyección de la inte-
En este sentido, el hombre de letras ligencia de Europa sobre el territorio
del cual nos ocuparemos en estas líneas de América.3 En este sentido, unas veces
se inscribe en el cuadro de los escritores América es una deficiencia de Europa;
americanos que, luego del proceso de otras, su reparación. En cualquier caso,
estas estructuras del discurso implican
1 Germán Arciniegas, “Una lección de Alfonso el lugar social y la identidad socialmente
Reyes”, recogido en Serge I. Zaïtzeff, compilador, construida de quienes elaboran y repro-
Algo de la experiencia americana, pp. 110. ducen tales estructuras: el hombre de
2 “El tema universal recibe en este caso el travieso
escrutinio de un mexicano.” Loc. cit. El “tema letras en América Latina, el sujeto letra-
universal” que se alude en esta frase corresponde do que se reconoce a sí mismo como el
a la caída de Troya y, por extensión, a toda la
cultura griega clásica. En este elogio funciona
la figura del desplazamiento de la civilización 3 Esta condición paradójica es uno de los elementos
grecolatina a la experiencia americana operado de estudio del ensayo de Carlos Altamirano
gracias a la obra de un escritor. Esta figura será “El orientalismo y la idea del despotismo en el
estratégica tanto en el americanismo de Alfonso Facundo”, contenido en Carlos Altamirano y
Reyes como en el de Germán Arciniegas. Beatriz Sarlo, Ensayos argentinos, pp. 83-102.

120 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A FIGURA DEL CARIBE MEDITERRÁNEO EN GERMÁN ARCINIEGAS. UNA ESTRATEGIA DEL DISCURSO AMERICANISTA

responsable de reducir la realidad ame- tar su desarrollo a ciertas constricciones


ricana a las instituciones culturales de impuestas por quienes observaban el
Europa, fuera de las cuales, a su juicio, poder de decisión o ejercían influencias
no es posible pensar racionalmente el decisivas. Podría decirse que el desarro-
llo latinoamericano resulta de cierto
continente. Germán Arciniegas pertene-
juego entre una vigorosa originalidad
ce a esta órbita del discurso racionaliza-
y una necesidad de adecuarla luego a
dor de América. Nuestra discusión de ciertos esquemas de origen extraño que
la imagen de un “Caribe mediterráneo” la limitan y constriñen.4
examina en el ámbito del discurso literario
las determinaciones históricas y sociales En este horizonte de sentido es posible
del sujeto letrado que encarna Arciniegas. investigar las operaciones cognitivas y ex-
En la obra de este notable escritor co- presivas que se encuentran cifradas en el
lombiano se lleva a cabo un acercamien- acercamiento de Europa con el paisaje
to drástico, casi diríamos un desplaza- natural y social de América; acercamien-
miento en un sentido físico, del tema to cifrado en el discurso de Arciniegas
europeo a la experiencia americana co- en las representaciones de los piratas
mo efecto de la tematización de un atareados en los puertos y las costas del
problema capital de la historia de la cul- Caribe. Por ejemplo, Verrazano a las
tura de América Latina: las relaciones con- puertas del Golfo de México cuando se
ceptuales entre América y Europa. Este alza con el fabuloso tesoro de Hernán
problema es de tal importancia para la Cortés que éste despacha a su majestad
configuración simbólica de Latinoaméri- católica; Francis Drake alojado en el
ca como una entidad histórica, que cita- corazón de las muchachas de Cartagena
ré con toda su amplitud el planteamiento de Indias que duermen la siesta criolla
de la cuestión por parte del historiador en espera de volver a ver al aventurero
José Luis Romero: cruzar el mar por la Boca Chica, o bien
agazapado en un escondite del Golfo del
Quizá pueda cuestionarse –y de hecho
Darién con el propósito de tomar por
se ha cuestionado– si Latinoamérica
existe como una unidad real. Pero,
asalto la embarcación que traslada la pla-
cualquier respuesta que se dé a ese in- ta del Potosí a los puertos que desde la
terrogante, es innegable que existe al bisagra de América conectan los veneros
menos como una unidad mirada desde de este mundo nuevo con el antiguo.
Europa, en relación con la cual se ha En cualquiera de estos casos y otros
dado siempre una suerte de diálogo de parecidos hay una simbolización del des-
muy variados matices. No significa esto plazamiento de Europa hacia la órbita
que no se hayan dado en Latinoaméri- geográfica de América, como si el centro
ca ciertos procesos autónomos. Por el de gravedad de la tierra se hubiese reco-
contrario, significa, precisamente, que se rrido hacia la izquierda unos cuantos ga-
han dado desde un comienzo; pero ta-
jos en las representaciones de los cartó-
les procesos han debido conjugarse con
otros desencadenados fuera de su área,
grafos del Renacimiento; como si en
dirigidos y controlados desde Europa, y
por eso Latinoamérica ha debido ajus-
4 José Luis Romero, El obstinado rigor, p. 35.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 121


LEONARDO MARTÍNEZ CARRIZALES

efecto, tal y como lo plantea Germán UNA PERSPECTIVA AGÓNICA DE LA SOCIEDAD


Arciniegas, el drama centenario que se Y DE LA HISTORIA
ha desarrollado en el Mar Mediterráneo
hubiera rebosado los límites grecolatinos El pirata es una de las figuras que se desta-
de ese vaso de agua civilizadora para can con mayor nitidez en el ensayo Bio-
rebalsarse en el Caribe y prolongar en grafía del Caribe de Germán Arciniegas.5
América la obra de Europa. Este personaje, igual que otras figuras
Esta clase de representaciones litera- afines en esta obra, indica la perspectiva
rias articulan la perspectiva americana de agónica, enérgicamente individualizada,
Germán Arciniegas a lo largo de toda su biográfica, casi heroica, que el autor abri-
obra y no son sino proyecciones simbóli- ga a propósito de los procesos históricos
cas con un valor estético de fuertes ten- y sociales. Una perspectiva que se des-
siones que obligaron a la cultura letrada dobla en un “estilo tan vivo, tan saluda-
de América Latina a repensar en el con- ble, tan noble”, cruzado continuamente
texto del periodo de entreguerras y de la por “ráfagas vitales”, según las palabras
Segunda Guerra Mundial su legitimidad laudatorias de Alfonso Reyes a propósi-
como expresión del continente, y a pro- to de América mágica.6
blematizar sus vínculos con las tradicio- Una perspectiva de la sociedad y de
nes intelectuales del mundo europeo. La la historia que centra su funcionamiento
contribución más conocida en el ámbito interpretativo en las “ráfagas vitales”
literario a este respecto es la de Alfonso de la aventura humana, por necesidad,
Reyes gracias a su ensayo Última Tule y ha dejado sus huellas en la elaboración
a una buena parte de las páginas que, del relato que nos ocupa; entre todas
junto a este último título, integran el tomo éstas destaco la estrecha cercanía del
décimo primero de sus obras completas. saber que se procesa en esta clase de
El libro de Arciniegas que será la materia discursos con el escenario material en
de nuestra discusión en las páginas que el que se lleva a cabo la lucha de unos
siguen, Biografía del Caribe, se organiza de seres humanos con otros. Éste es un efec-
acuerdo con el argumento sancionado y to intenso que se produce en una con-
acreditado por Alfonso Reyes consistente ciencia cuyos dictámenes racionales no
en que América ha sido prefigurada en sólo no pretenden apartarse de la con-
el pensamiento de la Antigüedad greco-
latina como una utopía; utopía que
cobra consistencia al paso de los siglos 5 Esta obra fue publicada por vez primera en
al ser traducida en los términos de una 1944. La edición a la cual he tenido acceso con
reparación política de Europa. En este motivo de este artículo es la siguiente: Germán
Arciniegas, Biografía del Caribe, 10ª ed., Buenos
traslado de Europa a América que da lu- Aires, Editorial Sudamericana, 1973. En adelan-
gar a un ameno relato de aventuras en te, las páginas de las cuales se han tomado las
el caso de Arciniegas, hay una tesis cultu- citas correspondientes a esta obra se indicarán
entre paréntesis inmediatamente después del
ral cuya consideración nos proponemos texto. Una edición accesible actualmente para
hacer en estas páginas. el gran público es la publicada en México, en
1983, por Editorial Porrúa (Colección Sepan cuan-
tos…, 406), con al menos tres reimpresiones.
6 S. I. Zaïtzeff, op. cit., p. 101.

122 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A FIGURA DEL CARIBE MEDITERRÁNEO EN GERMÁN ARCINIEGAS. UNA ESTRATEGIA DEL DISCURSO AMERICANISTA

creción de los actos del ser humano dis- gestión da la medida, según el plan del
cernible y diferenciado con respecto de ensayo de Germán Arciniegas, del Caribe
otro, sino que apelan a esta materialidad y, por medio de éste, de toda América.
como prueba o ejemplo de valor absolu- No se trata de un procedimiento mera-
to. Al conservar unido el proceso del mente constructivo y estilístico, sino de
conocimiento con el mundo vital huma- uno intelectivo: un mecanismo analógico
no, el relato coloca su materia en un del entendimiento propio de las formas
contexto de lucha, en el escenario donde literarias, y específicamente del ensayo.
los cuerpos entran en contacto entre sí Entre todas estas vidas temerarias se alza
para hacer evidentes, y aun atrayentes pa- el pirata que, escribe nuestro autor, da
ra el lector/espectador, las fuerzas colec- como escudo de armas al Caribe “un tra-
tivas que en ellos se condensan.7 po, unas tablas y unos cuchillos”, instru-
Por ello, en más de un lugar, Arciniegas mentos de aventura y violencia con los
caracteriza los procesos desencadena- cuales se hizo “el mapa del mundo” en el
dos por el “descubrimiento” de América siglo XVI (p. 12). El pirata es el señor de los
como un drama, una epopeya, una aven- mares que, en virtud de sus navegaciones,
tura; es decir, un relato comprensible traza la figura del mundo moderno. Gra-
gracias a los actos concretos de un ser cias a semejante estatuto en las operacio-
humano. “Todo parece una epopeya. Todo nes cognitivas de nuestro autor, el pirata
una novela picaresca” (p. 11). Así ocurre se convierte en la figura de mayor densi-
con los descubridores, los conquistado- dad en su discurso.
res, los reyes, las reinas, los comercian- En consecuencia, el ensayista colom-
tes y los navegantes que integran el elen- biano no tiene como propósito ni la
co de los personajes sobre el cual se documentación ni la explicación históri-
construye el discurso de este libro. No hay ca de los piratas que han dejado su rastro
tesis en nuestro autor que no se encuen- en los puertos del Caribe; en cambio,
tre planteada en los términos de un ser Arciniegas se vale del prestigio agónico
humano que entra en colisión con otro de estos personajes –su valor, su audacia,
en un escenario claramente determina- sus aventuras, su violencia, su fuerza
do. Esta perspectiva es uno de los moti- física– para construir una figura capaz de
vos que da sustento a la figura retórica calzar el mecanismo predominantemen-
del título de la obra que atribuye la vida te narrativo de su ensayo y, al mismo
humana a esta región de América, cintura tiempo, condensar en estos apuntes bio-
del continente: Biografía del Caribe. En este gráficos los ejes de su entendimiento de
sentido, América resulta ser el conjunto de la dinámica del Caribe en un escenario
las vidas notables, destacadas y sollama- geopolítico dominado por la navegación
das por el prestigio de la aventura, cuya y el comercio trasatlántico.
Entre todas las virtudes agónicas que
convienen a la construcción del relato
7 En la idea que da pie a esta nota tomo en benefi-
cio de mis propósitos las muy estimulantes
americano de Arciniegas, destaca la
reflexiones que Walter Ong lleva a cabo a propó- violencia: “La violencia con que fueron
sito de algunas características del pensamiento y ensanchándose los horizontes empujó a
la expresión de índole oral. Consúltese su obra
Oralidad y escritura, pp. 49 y 50.
los hombres por el camino de la audacia

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 123


LEONARDO MARTÍNEZ CARRIZALES

temeraria. No hubo peón ni caballero, pa- políticas como ideológicas que es con-
je ni rey, poeta ni fraile, que no tuvieran veniente tomar en cuenta.
algo de aventureros” (p. 11). Las peripecias
de estos aventureros son una consecuen-
cia del “descubrimiento de América” y LA CIUDADANÍA “OCCIDENTAL”
ocurren, “tanto o más que en ningún otro DEL HOMBRE DE LETRAS LATINOAMERICANO
sitio del planeta, en el mar Caribe”, cuyo
drama hace que la vida tome una nue- Un episodio primordial de la cultura lati-
va dimensión: noamericana del siglo XX se encuentra
constituido por múltiples obras literarias
se pasa de la geometría plana a la concebidas y formuladas con el propósito
geometría del espacio. De 1500 hacia de llevar a cabo un examen retrospectivo
atrás, los hombres se mueven en pe- e introspectivo de los países del área. La
queños solares, están en un corral, na- literatura ofreció a los hombres de letras
vegan en lagos. De 1500 hacia delante
la posibilidad de elaborar referentes sim-
surgen continentes y mares océanos. Es
bólicos capaces de explicar, al margen
como el paso del tercero al cuarto día en
el primer capítulo del Génesis (p. 11). de las disciplinas de estudio sancionadas
por el campo científico, la naturaleza de
En último término, América, gracias al las sociedades ya constituidas en el orden
escenario agónico del Caribe, gracias a político hacia el siglo XX, aunque obliga-
la violencia que ensancha el horizonte das a reconsiderar y, en no pocos casos,
del mundo en virtud de la temeridad de refrendar su integridad con motivo de un
hombres audaces, queda inscrita en el sistema internacional que se organizó a lo
tiempo y en el espacio de los intereses largo de la primera mitad de la centuria.
de Europa. “La historia del Caribe en En este sentido, la necesidad de expli-
el XVI hay que verla como un campo de car el pasado, la identidad y la función
batalla donde se juegan, con los dados histórica de los pueblos de América Latina
de los piratas, las coronas de los reyes de se actualiza como consecuencia de un
Europa” (p. 12). Europa se ha trasladado espacio que, lejos de tener como prioridad
de un momento a otro, en los navíos la independencia y la constitución políti-
piratas, a las costas de América. Ésta es ca del área, en principio ya conquistadas
la postulación literaria de una tesis que durante el siglo XIX, propone a las mino-
da estructura y coherencia al ensayo rías políticas y culturales de la región
Biografía del Caribe, materia de estudio la tarea de replantear las bases de los
en las siguientes páginas de este artículo. Estados nacionales en medio de alianzas
En primer lugar, dediquemos un espacio estratégicas entre países. No se trata de
al horizonte social y a los expedientes las funciones identitarias que la literatura
culturales que alimentaron una tesis de y el arte desempeñan en el marco del au-
esta naturaleza. Porque un planteamiento ge de los nacionalismos, sino de un desvío
así expresado, así estabilizado en ciertas que se impone a estas tareas ideológicas
representaciones verbales, se inscribe en durante los años más álgidos del periodo
un campo sometido a tensiones tanto de entreguerras, antesala de la confla-
gración internacional de 1939-1945. Es

124 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A FIGURA DEL CARIBE MEDITERRÁNEO EN GERMÁN ARCINIEGAS. UNA ESTRATEGIA DEL DISCURSO AMERICANISTA

necesario subrayar que, al lado de la evi- La importancia de las cuestiones im-


dente dimensión política de este proceso, plicadas en estos planteamientos justifica
hay también una dimensión simbólica de suficientemente el espectáculo de una
gran envergadura que compromete a los buena parte de los intelectuales latino-
actores, los instrumentos y las institucio- americanos que, a partir de los años vein-
nes propias del campo social reservado a te, se movilizan con el objetivo implícito
las letras. El compromiso de esta zona de la en sus responsabilidades públicas de
organización social con el diseño político elaborar el sustento doctrinal o teórico
de la integración de América Latina en de su propia acción social, de la pertinen-
los nacientes bloques internacionales no cia pública de su propia obra y, en última
sólo consiste en la dotación al servicio instancia, de su propia identidad históri-
diplomático de una coherencia discursiva, ca.9 Esta movilización de naturaleza lite-
sino en la problematización del lugar y la raria se organiza con el propósito deli-
función de la literatura en el nuevo orden. berado de construir una nueva figura
Si sobre los dispositivos propios del del hombre de letras que recupere el
aparato literario ya no descasa la función patrimonio de la historia del escritor en
legitimadora de escribir, legislar y reducir la ciudad letrada latinoamericana, y lo
al orden de la razón letrada todos los reconsidere con base en los imperativos
ámbitos de la vida social en América Lati- del nuevo orden internacional. Gracias
na, ¿cuál ha de ser entonces la fuente de a esta coyuntura que sacudió los funda-
su autoridad y de su pertinencia pública? mentos ideológicos y culturales de Euro-
En esta problematización se destaca el pa –matriz conceptual de la civilización
asunto relativo al estatuto del hombre de atlántica– algunos sectores ilustrados se
letras latinoamericano. ¿Cuál ha de ser vieron obligados a poner fin al largo
el papel, el crédito público y la función periodo caracterizado por Julio Ramos
social del hombre de letras en la ciudad como la “fragmentación de la república
latinoamericana que, lejos de la necesi- de las letras” mediante la actualización
dad imperiosa de constituir su indepen- y la refuncionalización de algunos ins-
dencia y su identidad políticas, se apresta trumentos y discursos de esta entidad en
con urgencia a explicar racionalmente su crisis, como los correspondientes a una
incorporación en las zonas de influencia función estatal de la literatura.10
de las potencias del nuevo orden interna-
cional? ¿Cuál ha de ser la tarea que recla-
me para sí mismo el sujeto letrado que 9 Uno de los casos más destacados en este con-
ya no puede acreditarse como fundador texto es el correspondiente a los hombres de
de la patria, ni civilizador de la nación, ni letras vinculados con la Revolución Mexicana.
La acción social de éstos a partir de 1915 rinde
modernizador del Estado?8 testimonio del desplazamiento drástico que
tuvieron que asumir con respecto del horizonte
social y el campo discursivo que había venido
8 Con respecto de las funciones características del caracterizando su identidad pública. Sugiero la
hombre de letras que se encuentran implicadas relectura a la luz de estas consideraciones de
en este último enunciado, he tenido en cuenta la los itinerarios intelectuales planteados por Pa-
perspectiva de análisis desarrollada en los primeros blo Yankelevich en La revolución mexicana en
tres capítulos de Julio Ramos, Desencuentros de la América Latina, 2003.
modernidad en América Latina, pp. 19-81. 10 Julio Ramos, op. cit., pp. 50-81.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 125


LEONARDO MARTÍNEZ CARRIZALES

Con motivo del replanteamiento de es- LA INVENCIÓN DE “OCCIDENTE”


ta figura de autoridad intelectual no sólo
se replantea la dimensión cultural propia El ensayo fue una herramienta cultural de
de los Estados nacionales, sino que tam- la mayor importancia para llevar a cabo
bién se reabre el expediente de Europa este proceso. La materia de ensayos co-
en las operaciones conceptuales de la mo Última Tule y Biografía del Caribe ra-
identidad latinoamericana. Entonces, Eu- dica precisamente en el replanteamiento
ropa, amenazada en su viabilidad políti- de la figura del hombre de letras de la
ca, ya no puede ser elaborada con base ciudad latinoamericana incorporada en
en el modelo de su hegemonía absoluta; la geografía de la “comunidad occidental”
su inevitable referencialidad con respecto gracias a los archivos culturales del Hu-
del orbe latinoamericano se replantea de manismo clásico. En estas obras, Reyes
acuerdo con discursos que trasladan su y Arciniegas han reabierto el expediente
integridad al campo simbólico de las tra- de Europa con base en un nuevo recorte
diciones intelectuales de “Occidente”, del problema, alimentado por la geografía
entidad imaginaria que implica, al lado de clásica y humanista del descubrimiento,
Europa, a las Américas, reunidas gracias a conquista e incorporación de América
una comunidad pretendidamente esen- al sistema internacional de “Occidente”;
cial que se discute en los archivos cultura- lectura del pasado que lleva implícitos en
les del Humanismo clásico. Las tradicio- su formulación los intereses del presente
nes letradas de este archivo cultural de ambos autores, sujetos a las tensiones
confieren al hombre de letras latinoame- por incorporar a América Latina en la zo-
ricano una autoridad vigente en el territo- na de influencia de los países aliados.
rio simbólico de la comunidad de nacio- El alcance del ensayo considerado co-
nes “occidentales” y, en consecuencia, mo un instrumento conceptual y expre-
éste se apresta a destacar en sus discursos sivo a un mismo tiempo no sólo radica
la integridad de un sistema internacional en su ubicación como parte de los gé-
concebido como proyección actualizada neros doxológicos y persuasivos del dis-
del orden grecolatino.11 Éste es el expe- curso (Marc Angenot), sino también, y
diente cultural que hacia los años treinta sobre todo, en su capacidad de inscribir
y cuarenta, en la obra de personajes la problematización América/Europa/Oc-
como Alfonso Reyes y Germán Arcinie- cidente en su propia materialidad ver-
gas, alimenta el desplazamiento de Europa bal.12 En virtud de ello, por ejemplo, los
sobre América y todo su aparato retórico.
12 La materialidad verbal del texto literario lleva
inscritas no sólo las elecciones de índole
expresiva que el autor llevó a cabo con base en
11 Sobre este problema he aventurado algunas ideas una situación de enunciación específica, sino
en la introducción a la correspondencia Alfon- también el proceso en sí de su entendimiento.
so Reyes/Enrique González Martínez, El tiempo Con el propósito de subrayar las posibilida-
de los patriarcas, especialmente en el capítu- des intelectivas del ensayo, consúltese Evodio
lo segundo, “Una amistad en el contexto del Escalante, “La metáfora como aproximación a la
clasicismo”, pp. 41-59. En dichas ideas he tenido verdad. Ensayo acerca del ensayo”, pp. 289-309.
en cuenta la obra de Arturo Ardao, América Lati- Con respecto de nuestros intereses, cito estas
na y la latinidad, 1993. palabras: “A la luz de lo que se dice en el texto

126 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A FIGURA DEL CARIBE MEDITERRÁNEO EN GERMÁN ARCINIEGAS. UNA ESTRATEGIA DEL DISCURSO AMERICANISTA

ensayos referidos son obras que tienen Reyes, en las conclusiones de Última
el mar como escenario (el mar grecolati- Tule escribió lo que copio enseguida a
no de las primeras incursiones en busca manera de ejemplo de una inscripción
de la imagen cabal del planeta; el mar del espacio/tiempo que determina el
agitado por la Segunda Guerra Mundial enunciado:
(en conquistas todavía inciertas), y un mo-
vimiento en su orden expresivo que se A partir de ese instante [el correspon-
desplaza hacia el Occidente, de Europa diente al descubrimiento], entre las vi-
hacia América, de los primeros puertos cisitudes históricas, entre vacilaciones
del Mediterráneo y del Atlántico euro- y acasos […], América aparece como
el teatro para todos los intentos de
peo hacia el Caribe (el desplazamiento
la felicidad humana, para todas las
de la navegación renacentista y humanis- aventuras del bien. Y hoy, ante los de-
ta hacia el Caribe; el desplazamiento de sastres del Antiguo Mundo, América
la Europa aliada hacia América en busca cobra el valor de una esperanza.14
de auxilio). En la puesta en forma del
ensayo quedan incorporadas las huellas En una sola frase se inscribe el yo del
de la situación de enunciación en la cual autor en el hoy de los desastres del An-
se lleva a cabo la voluntad de explicar el tiguo Mundo ante el cual se ha relatado
problema americano.13 la historia de la utopía de América. La
enunciación ocurre en el eje que reúne
filosófico [la Poética de Aristóteles], su valor [de
el ayer del ideal civilizador y el hoy de
la metáfora] es ante todo cognoscitivo. De aquí la esperanza de la realización de ese ideal;
que pueda decirse que el trabajo del ensayista el ayer/Europa y el hoy/América; y el su-
es en sí mismo metafórico. Porque produce un
conocimiento, y no lo hace por la vía reflexiva,
jeto de la enunciación como mediador
por la vía del conocimiento templado, obede- de ese esquema binario. El argumento de
ciendo la normatividad del proceder científico índole paratáctica que queda cifrado en
(y su dogmatismo consiguiente), sino por la vía
de la intuición” (p. 294). Por su parte, Liliana
este esquema anuncia una demostración
Weinberg destaca, al lado de estos mecanismos anticipada; una demostración enraizada
de intelección propios del ensayo, sus instru- en el léxico, las figuras o las represen-
mentos expresivos en un complejo modelo
teórico de índole pragmático-enunciativa cuya
taciones del enunciado mismo; una de-
ley fundadora es el que piensa escribe. Consúlte- mostración característica del ensayo
se especialmente la segunda parte de Pensar el que no sólo carece de un aparato per-
ensayo, pp. 125-170.
13 Al hacer uso en la frase que da pie a esta nota
suasivo, sino también de un proceso de
de las palabras “puesta en forma”, cuyo sinóni- encadenamientos conclusivos: las tradi-
mo posible sería formalización, cito en beneficio ciones letradas de la utopía americana
de estas páginas la estrategia de lectura crítica
apenas esbozada en Carlos Altamirano, “Ideas
postuladas por la inteligencia europea
para un programa de historia intelectual”, pp.
13-24. En el pasaje que interesa a los propósitos
de nuestra discusión, Altamirano se interesa
en una serie de textos latinoamericanos que alto “su forma (su retórica, sus metáforas, sus
suelen caracterizarse como “ensayos”, “pensa- ficciones), es decir, […] todo aquello que ofrece
miento latinoamericano” o “literatura de ideas”; resistencia a las operaciones clásicas de la exé-
cualquiera que sea la propiedad de esta deno- gesis y el comentario” (pp. 16-17).
minación, el autor argentino lamenta que al 14 Alfonso Reyes, Obras completas de Alfonso Re-
abordar estos textos regularmente se pase por yes, t. XI, p. 61.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 127


LEONARDO MARTÍNEZ CARRIZALES

se convertirán en el fundamento de un de Versalles sorprendió al mundo. El


orden internacional renovado a partir de clásico laissez-faire no puede salvarnos.
los años cuarenta. Los recursos de esta No es legítimo confiar en la inercia de
demostración no persuasiva (figuras, re- la sola naturaleza, sino que esta inercia
debe ser conducida y aprovechada por
presentaciones) indican con claridad las
nuestra voluntad. No nos enfrentamos
determinaciones espaciales y temporales
aquí con una tarea que puede resolver
(culturales) del sujeto enunciante y de su el tiempo abandonado a sí mismo, sino
comunidad de sentido. con una tarea que debe ser creación del
Estas huellas o inscripciones del punto arte humano, de la conciencia vigilante
de enunciación del hombre de letras la- y despierta. El afán por recomponer
tinoamericano ante los fenómenos plan- el mundo mediante arbitrios políticos
teados por el nuevo orden internacional pudo ser en otros días la chifladura de
permiten investigar los pormenores de aquéllos que llamaba Quevedo “locos
sus empeños por simbolizar la posición repúblicos”. Hoy es un deber apremian-
de América (Alfonso Reyes); empeños te, a menos que nos resignemos a de-
jar que el planeta se convierta en un
relativos no sólo al tratamiento de la
revolcadero de bestias. Tras el fracaso
materia americana, sino también al su-
de los antiguos esquemas –alianzas
jeto que enuncia esta clase de obras li- parciales, balanzas de poder, etc.–, to-
terarias, el horizonte social en el que di- dos los esquemas se orientan hoy hacia
cho sujeto histórico quiso situar su texto, una coordinación superestatal de todas
y el depósito de tradiciones intelectuales las naciones. Todos lo admiten así en
que hizo posible sus formulaciones. En teoría. Pero al acercarnos a la práctica,
este complejo entramado discursivo in- comienzan las dudas y los recelos.15
tensificado por la Segunda Guerra Mun-
dial funcionan las figuras del discurso, El parecer de Alfonso Reyes implícito en
las representaciones y los símbolos que esta formulación del panorama interna-
condensan tanto la intelección como la cional, como el de Arciniegas, se atuvo al
expresión del problema americano que eje retórico ayer/Europa/ideal civilizador;
tratamos en este artículo. hoy/América/esperanza en la realización
Uno de los integrantes de la clase de ese ideal. El eje en el cual ocurrió el
literaria que más hizo por discutir esta traslado simbólico de Europa a América
situación, Alfonso Reyes, escribió en 1943 se operó de acuerdo con los principios
lo que copio enseguida:

De todos los puntos del horizonte lle- 15 Alfonso Reyes, “Un mundo organizado”, Obras
gan avisos, consejos y proyectos sobre completas de Alfonso Reyes, t. XI, p. 327. Antes
la necesaria reorganización del mundo de la cita a bando, echamos mano del término
después del incendio que lo ha des- “clase literaria” que el propio Reyes usó para
caracterizar al grupo de los escritores entre los
truido en buena parte y que amenazó cuales se situaba a sí mismo ante el poder del
consumirlo todo. Nadie pone en duda Estado. A este respecto consúltese la alocución
que tengamos el deber de acudir a esta que Alfonso Reyes pronunció ante el presidente
necesidad imperiosa. El día de mañana de México Manuel Ávila Camacho en 1945
al recibir el Premio Nacional de Letras, Víctor
no debe sorprendernos en el estado de Díaz Arciniega, ed. y comp., Premio Nacional de
funesta impreparación en que la paz Ciencias y Artes (1945-1990), p. 69.

128 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A FIGURA DEL CARIBE MEDITERRÁNEO EN GERMÁN ARCINIEGAS. UNA ESTRATEGIA DEL DISCURSO AMERICANISTA

del hombre de letras latinoamericano, principios eminentemente políticos es po-


ciudadano del territorio simbólico de sible reconocer un complejo entramado
“Occidente”: los expedientes letrados
del Humanismo clásico. Por ello Reyes
empeñó su crédito en favor de los pro- Políticas y procuren entender las cosas confor-
gramas de cooperación interamericana; me al lenguaje de su momento”, Obras comple-
tas de Alfonso Reyes, p. 7. Tanto en Reyes como
por ello Arciniegas quiso movilizarse en en Germán Arciniegas, en el depósito de los
pos de los valores políticos del liberalis- términos políticos del “lenguaje de su momen-
mo.16 Quienes se inclinaron a favor de la to” hay un matiz muy fuerte de carácter popular
y colectivo, casi diríamos que un sentido atento
vinculación de sus intereses estratégicos a la multiplicación y diferenciación demográ-
con los correspondientes a los países alia- fica de los pueblos. De esta perspectiva popular
dos pusieron en marcha algunos mecanis- y colectiva se desprenden con nitidez las figuras
de descubridores, navegantes, marineros, aventu-
mos del discurso que se proponían radicar reros, empresarios y comerciantes que, según las
la alianza política en el territorio simbólico elaboraciones de ambos escritores, desempeña-
de la llamada “civilización occidental”, ron las tareas sustantivas de la incorporación
de América en la órbita de influencia europea a
comunidad solidaria de naciones ima- partir del siglo XVI. El pirata se perfila nítidamen-
ginada gracias al modelo histórico de la te en el relato literario gracias a este punto de
filología, la tradición retórico-poética y vista. “En Inglaterra, como en Francia o en
España, los reyes van a la zaga de la gente del
la filosofía. común, pelean como Dios les ayuda” (pp. 128-
Esta construcción simbólica tenía como 129). La “gente del común” en este pasaje es la
ejes los fundamentos de la teoría política de los puertos, “los pescadores, los burgueses,
en una palabra: corsarios y piratas” que “vieron
referida a la cultura grecolatina, al me- las cosas claras”; es decir, antes que Eduardo VII,
nos como un referente prestigioso. Tal es convinieron en la oportunidad de extender sus
el caso del uso de los vocablos democracia intereses comerciales en el Caribe. Este pasaje,
estratégico en el relato de Arciniegas, es el eco
y libertad como núcleos léxicos producto- de las tesis desarrolladas en Última Tule (Obras
res de sentido en los discursos culturales completas de Alfonso Reyes, t. XI) por Alfonso
de la causa aliada.17 En el sustrato de estos Reyes relativas a la preparación colectiva que hi-
zo concebible y posible tanto la personalidad
como los viajes de Cristóbal Colón; tesis que, en
última instancia, se focaliza en el ámbito ibérico
16 A propósito de esta clase de iniciativas políticas para atribuir a la “iniciativa privada” y al “pueblo”
emprendidas por Germán Arciniegas, consúlte- la fortuna del Imperio español: “Y el Descubri-
se Serge I. Zaïtzeff, op. cit., pp. 75-78. miento, como todas las grandes cosas ibéricas,
17 Consúltense a este respecto los discursos escri- resulta en gran parte una obra de la iniciati-
tos y pronunciados en el periodo por Jaime va privada” (p. 50). “Esta onda cálida de acciones
Torres Bodet, y hágase un ejercicio de semánti- privadas, tan sensible en la historia peninsular,
ca histórica a propósito de los vocablos señala- hace ya que los primeros vecinos de la Nueva
dos en la frase que da pie a esta nota, Discursos: España –fenómeno que tiene su equivalente
1941-1964, Porrúa, 1965. Sobre las variaciones en las demás colonias– se sientan distintos del
de estos términos del vocabulario político, tóme- funcionario metropolitano recién llegado, y asi-
se en cuenta el testimonio que Alfonso Reyes de- len en su ánimo los gérmenes de la indepen-
jó al frente del volumen en el cual recuperó, dencia futura. Hasta cierto punto […] seguimos
entre otras de tema afín, las páginas escritas en creyendo que, en esencia, aquel Imperio no se
el escenario de la Segunda Guerra Mundial: mantiene tanto por obra de la administración
“En este tomo se examinan y discuten algunos siempre desajustada, ni de un poder marítimo
conflictos actuales. Pero, desde la época en que que en rigor nunca fue absoluto, sino por la índole
estas páginas fueron escritas, algunas palabras española, por la manera de ser de un pueblo que
han cambiado de sentido y hasta se han vuelto tiende naturalmente a trascender las instituciones
de revés. No se impacienten, pues, las Furias con un desborde de energía personal.” (p. 52).

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 129


LEONARDO MARTÍNEZ CARRIZALES

de referencias culturales organizadas en Prueba de ello es el complejo y variado


torno de materias de índole diversa cu- sistema de los recursos narrativos y des-
yo común denominador es la llamada criptivos que caracterizan la estructura
tradición clásica o el Humanismo identi- de Biografía del Caribe, adecuada para
ficado con sus orígenes grecolatinos. Me textualizar el punto de vista agónico que
refiero a un relato ordenador de la si- nuestro autor tiene de la historia y de la
tuación internacional de los años cuaren- sociedad. Por tal motivo, en las páginas
ta con base en coordenadas espaciales de este ensayo se suceden diversos per-
y temporales radicadas en la Grecia y files y apuntes biográficos; es decir, bre-
la Roma clásicas que pretendía dar co- ves relatos organizados en torno de la
herencia a un complejo de comunidades lucha que un ser humano entabla en
no sólo diversas sino en conflicto; la contra de otros con el fin de dar expre-
coherencia pretendida por este relato se sión a sus intereses sociales y conseguir
sustentaba en las tradiciones intelectua- sus objetivos históricos. La sucesión de
les, rigurosamente letradas, del clasicis- estos perfiles y estos apuntes constituye
mo grecorromano y de su influjo mode- un gran relato cuyo sentido histórico y
lador en años posteriores. Las instituciones social se apoya en el poder emotivo de
del lenguaje, la filosofía y la literatura se tales destinos personales. En un texto
destacan como archivos culturales que de 1982 referido a esta materia, Arcinie-
aportan autoridades, modelos, pruebas y gas, ya descargado de la obligación de
ejemplos a estas operaciones del discur- elaborar circunstanciadamente los esce-
so, pero también hacen las veces de mo- narios y los personajes de su perspectiva
delos teóricos sobre los cuales se trazan agónica, aún sostenía una tesis de gran
los relatos pretendidamente coherentes y valor emocional a propósito del Caribe:
articulados sin fisuras que postulaban el
orden internacional como descendiente El destino del Caribe es la aventura.
del sistema clásico. En este entramado Aventura fueron los viajes de Colón y
puede comprenderse la densidad de la aventura las hazañas de piratas, cor-
figura del pirata como portadora del en- sarios, filibusteros, contrabandistas, gue-
rrilleros… En cada puerto de tierra
tendimiento que Germán Arciniegas tu-
firme o de cada isla, historia y leyenda
vo de América Latina hacia 1944. recuerdan emboscados, asaltos, abor-
dajes, hambres en los asedios en que
los sitiados han comido hasta los cueros
LA ÍNDOLE ENSAYÍSTICA DE LA TESIS de las correas, escapadas heroicas, gol-
DE AMÉRICA OCCIDENTALIZADA pes de audacia. Y así, parecerá el Ca-
ribe el más ruidoso y loco de los mares,
Germán Arciniegas, lejos de acudir a los pintoresco con sus historias de tesoros
conocimientos y a las convenciones ex- y ladrones, divertido con sus generales
positivas de disciplinas como por ejem- de opereta: los generalísimos… Y sin
plo la economía y la sociología, escribió embargo, algunos de los dramas más
una obra situada en el campo de la litera-
tura y, específicamente, en el contrato de
lectura implícito en el género del ensayo.

130 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A FIGURA DEL CARIBE MEDITERRÁNEO EN GERMÁN ARCINIEGAS. UNA ESTRATEGIA DEL DISCURSO AMERICANISTA

hondos de la tristeza universal se han su- figuras resultan del desplazamiento enér-
cedido en ese gran teatro del mundo…18 gico de un término que se propone co-
mo conocido o familiar en el posible
Una prueba más de la índole ensayística lector del ensayo –un lugar común que
de Biografía del Caribe consiste en la caracteriza a una comunidad de sentido
construcción de figuras analógicas del (el Mediterráneo, el “mar grecolatino”)–
discurso mediante las cuales se plantea la hacia otro término ajeno al campo del
tesis de América integrada en el escenario primero (el Caribe) que termina por co-
de la civilización europea, de acuerdo brar un significado gracias a la relación
con los principios expuestos líneas arri- planteada por el desplazamiento: el Cari-
ba. Se trata de figuras como la del Caribe be mediterráneo. Estas figuras analógicas
mediterráneo que sintetizan procesos estructuradoras de Biografía del Caribe
complejos del entendimiento de una ma- descargan la obra de una demorada de-
teria y condensan la exposición lógica mostración lógico-argumentativa y, en
mediante entimemas19 que desarrollan la consecuencia, abren el espacio para el
fuerza tensiva del aparato verbal.20 Estas despliegue de la descripción de los esce-
narios, la narración de las aventuras
de los héroes, sustento principal de la
18 Germán Arciniegas, “El Caribe, un mar con estrategia tensiva, persuasiva y emotiva
huracanes”, texto recogido en América ladina, de este ensayo. Un índice textual de es-
p. 317. te mecanismo se reconoce en la falta de
19 “Silogismo trunco, el entimema tiene una ca-
racterística notable: obliga al espectador a un riguroso aparato de lecturas eruditas
completar el orden del pensamiento. Dicho y especializadas, aun cuando éstas sean
de otro modo: es un silogismo que pide la co- aludidas como recursos de autoridad y
laboración del lector: ‘De todos los silogismos
–dice Aristóteles– ya sean refutativos o demos- estrategias de colocación del ensayo en
trativos, los más celebrados son aquellos de los tradiciones del conocimiento definidas
cuales entrevemos las conclusiones desde el y reconocibles. Así ocurre mediante epí-
principio, en tanto que no sean obvios a primera
vista –porque parte del placer que sentimos se grafes, referencias, glosas, citas y una bi-
debe a nuestra propia inteligente anticipación’.” bliografía sumaria al final del texto,
Evodio Escalante, op. cit., p. 299. organizada por capítulos. El aparato críti-
20 Enseguida, hago explícito el sentido en que
hago uso del adjetivo tensivo: “Al romperse el co disimulado bajo estas licencias propias
modelo autoritario y repetitivo de conocimiento de los textos literarios no altera los proce-
[que la autora asocia al canon de la retórica y el sos sintéticos de intelección y expresión,
latín], la concepción cerrada del mismo como
necesariamente ‘constativo’ empieza a ceder su y se conserva sin embargo para ubicar
sitio a una concepción abierta, ‘performativa’, en al autor como parte del ámbito erudito,
la cual el aspecto intencional, o, para decirlo con recurso de autoridad que textualiza la
un término de nuevo cuño, el aspecto tensivo,
resulta un componente fundamental, como no lo construcción de la identidad pública de
es menos la importancia atribuida a un destina-
tario del sentido, que ya no obedece a un modelo
de lector receptivo capaz de desentrañar signi- una ‘obra abierta’ de sentido inacabado (Eco)
ficados cerrados y fijos que sólo pueden repetir- que habrá de ser permanentemente reestabili-
se (y que obedece implícitamente a los dictados zado, completado y enriquecido a través de la
de un ‘gran inquisidor’ del sentido colocado co- tarea de múltiples lectores-intérpretes.” Liliana
mo anterior a los textos), sino al modelo de lector Weinberg, op. cit., pp. 127-128. (El hincapié
participativo que se corresponde con la idea de es mío.)

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 131


LEONARDO MARTÍNEZ CARRIZALES

esta clase de autores. Así, Germán Arci- de la sociedad imaginado de acuerdo


niegas adopta textualmente la identi- con el orden de los modelos lingüísticos
dad autorizada del hombre de letras en la y retóricos, el orden de las institucio-
ciudad latinoamericana con base en al- nes letradas.21
gunos instrumentos y prácticas del apa- Ahora, Arciniegas, sin desmontar el
rato escolar y, al mismo tiempo, organiza aparato ideológico y discursivo del orden
su enunciado según una disposición letrado, todavía fuente de autoridad de su
enérgicamente ilocutiva cuyo destinata- estatuto público, abre el abanico de las
rio es un público abierto, democrático, instituciones ordenadoras en beneficio
capaz de ser seducido por las peripecias de la navegación, el comercio y el siste-
agónicas de los personajes del ensayo/ ma teórico de libertades republicanas, y
relato. En este umbral del tejido social, aprovecha en su beneficio la autoridad
en esta frontera o límite que une/separa de los discursos científicos sobre los cua-
el aula escolar y la calle, el discurso es- les se apoya la relectura de Europa que se
pecializado y la novela de aventuras, la hace desde América durante el periodo
naturaleza ensayística de la tesis y del que nos atañe. Así, Arciniegas propone
aparato retórico de Biografía del Caribe se la reducción de América a un orden in-
hace evidente. teligible de acuerdo con los principios de
Germán Arciniegas depositó en esta la “civilización occidental” que se apoya
puesta en forma de índole ensayística la en una perspectiva literaria de matriz clá-
tesis según la cual la integración de Amé- sica. Estamos ante un orden de la inteli-
rica como un sistema económico y po- gibilidad de América planteado con base
lítico de naciones ocurrió a lo largo de en las coordenadas espaciales y tempora-
cuatro siglos (el siglo de oro, el siglo les de la racionalidad europea, reivindi-
de plata, el siglo de las Luces y el siglo de cada culturalmente en América “después
la libertad según el título de cada uno del incendio” que destruyó el mundo “en
de los capítulos de su ensayo) en el se- buena parte y que amenazó consumirlo
no de las tensiones del mismo orden que, todo”, según Reyes. Las coordenadas
a su vez, determinaron la configuración del espacio trazado por la geografía de
de las potencias de Europa y los Estados Europa y sus flujos comerciales; las claves
Unidos. Esta integración, sin ocultar acon- temporales del relato histórico europeo
tecimientos violentos ni saldos negativos de la civilización y el progreso material.
para la población aborigen, supone la Estas coordenadas del espacio y el tiem-
reducción del mundo americano al or- po en las cuales se elabora la historia de
den de la navegación transoceánica, el América se encuentran textualizadas en
comercio trasatlántico, la economía de la primera de las figuras construidas con
enclaves y la libertad republicana. En es- detenimiento en Biografía del Caribe: la
te sentido, el ensayista colombiano re- del Mar Caribe representado como un
produce en el contexto enunciativo de Mar Mediterráneo.
los años cuarenta del siglo XX la conducta
generadora de autoridad cultural del
hombre de letras que Julio Ramos estu-
dió a propósito de Andrés Bello: el orden 21 Julio Ramos, op. cit., pp. 35-49.

132 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A FIGURA DEL CARIBE MEDITERRÁNEO EN GERMÁN ARCINIEGAS. UNA ESTRATEGIA DEL DISCURSO AMERICANISTA

EL PIRATA CIVILIZADO Y CIVILIZADOR rrollado poco antes a propósito del


vaso que vincula a tres continentes para
Germán Arciniegas plantea a América exponer la vecindad civil de los pueblos
como consecuencia de los procesos mediterráneos.
culturales, económicos y políticos cuyo
origen, de acuerdo con los discursos de Cuando llegaron las naves de Colón, el
la tradición clásica, se sitúa en el extre- Caribe pasó, de súbito, a ser cruce de
mo oriental del Mar Mediterráneo, a todos los caminos. Por primera vez los
pueblos de este hemisferio se vieron
cuyas orillas se llevó a cabo la articula-
las caras. Y se las vieron las de todo el
ción política de varios pueblos. Mar
mundo. De Europa llegaron los que
“común, internacional, parlanchín, coma- venían a hacer su historia, a soltar al
drero y chismoso”, en torno del cual las viento una poesía nueva. El Caribe
“gentes curiosas, que necesitan ver, oír empezó a ensancharse y fue el mar del
y dialogar” (p. 16) se reunían para llevar Nuevo Mundo (p. 21).
a cabo los ejercicios civiles que se impli-
can en estos verbos. Este mar mediterráneo de América per-
mitió cumplir a “nuestras viejas naciones”
Ese mar es no sólo la única realidad que habían quedado “encerradas en sus
histórica, sino la imagen poética en que castillos de peñas” (Aztecas e Incas) su
se expresan todas las luchas, trabajos destino en la civilización europea gracias
e ilusiones de unos cuantos siglos. Por-
a la posibilidad de intercambiar ideas y
que hubo esa época marina en que la
geografía política no estaba en Tierra
protagonizar “uno de esos choques que
Firme, sino pintada sobre sus olas (pp. fecundan la humanidad y ensanchan
15-16.). los horizontes y la inteligencia” (21). La
“lámpara” civilizadora del “mar greco-
El mar es el sustento de la civilización para latino” que irrigó a la cultura clásica y
el ensayista colombiano; cuando los seres poco más tarde al Renacimiento termi-
humanos se alejan del mar y se internan en na por alumbrar a América gracias a que
el continente, se entregan a la barbarie. sus pueblos, como consecuencia del Des-
El ensayo de Germán Arciniegas pos- cubrimiento, se ponen a dialogar en el
tula un movimiento de sucesivos en- escenario del Mar Caribe.
sanches que, desde el “pequeño” Mar Como puede advertirse, esta figura
Egeo, “huevo de donde iba a brotar el literaria dispone el escenario de sentido
Mediterráneo”, incorpora a los pueblos para sentar la tesis de la navegación y el
vecinos de toda la costa mediterránea, comercio marítimo como instrumentos
luego a los del Mar Caribe y, en último de la civilización. América, por medio del
término, los de toda América. La figura Mar Caribe, queda inscrita en las coor-
del Mar Caribe concebido como un mar denadas espacio-temporales cuyo centro
interior de América, en medio de la tie- es el eje Grecia-Roma. En estas coordena-
rra, mediterráneo, proyecta sobre este das se ubica la figura de los “piratas y
continente la tesis de índole civilizadora, ladrones de Grecia”, navegantes medi-
política y comercial que se había desa- terráneos que ya han puesto su granito de

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 133


LEONARDO MARTÍNEZ CARRIZALES

arena civilizador al contribuir con el diálo- Sir Francis Drake o las rutas del comercio
go de los pueblos mediante sus incursio- de esclavos de William y John Hawkins.
nes, al lado de “soldados de Julio César, Por ejemplo, esta perspectiva es la
mercaderes de Fenicia, filósofos, apósto- que organiza el relato de las aventuras
les, santos, hombres libres y esclavos ata- trasatlánticas de Giovanni da Verrazano
dos al remo” y “pastores [que] bajaban de quien, a pesar de ser florentino, “asalta
la campiña, a bañarse, a recoger caraco- las naves de España como pirata francés”
les” (pp. 16-17). He aquí al pirata incor- (p. 117). El primero de los piratas que
porado en el elenco de las prácticas de la reclama demoradamente la atención de
vida civil. El pirata civilizado y civilizador, Germán Arciniegas para narrar su origen,
según uno más de los traslados de senti- su formación, la naturaleza de sus ser-
do que caracterizan las figuras expresi- vicios a Francisco I y su muerte. Este es-
vas de Germán Arciniegas. Este pirata quema biográfico sirve a su autor para
que convive junto con filósofos, apósto- explicar las disputas entre los reyes más
les, santos y pastores mansos que des- poderosos de Europa hacia la primera
cienden de sus colinas a recoger caracoles mitad del siglo XVI por la primacía en el
entre los dedos del mar, páginas más mundo recientemente trazado gracias a
adelante en el libro del escritor colombia- los descubrimientos de nuevos enclaves
no se convertirá en un embajador de la económicos y nuevas rutas comerciales.
política y un agente del comercio en el “Los ojos de Francisco se vuelven al Ca-
Mar Caribe, ministro plenipotenciario de ribe.” (p. 116) Los intereses en disputa
los intereses reales de Europa en el Nuevo abandonan el macizo continental y se
Mundo, sujeto histórico que ata los hilos trasladan hacia el llamado Nuevo Mundo
de la economía política de un verdadero como una guerra por el control de los
orden internacional. El pirata, por un lado, mares y por el derecho de gozar de las
según el lugar común literario, navegante riquezas explotadas en América. “¿Qué
audaz, temerario y violento; asaltante as- derecho asiste a Carlos para ser el único
tuto; estratega perspicaz; por el otro, usufructuario de esas tierras?” (p. 116)
según el desplazamiento propuesto por En este contexto, el pirata Verrazano es
la figura literaria de Arciniegas, caballero el agente comercial y el aventurero que
de su majestad británica, empresario sirve a Francisco I para disputar a Carlos I
disciplinado, cartógrafo, hombre próspe- sus privilegios en el Nuevo Mundo me-
ro bien dispuesto en la escala social. diante el asalto en altamar de los buques
Acerca de los primeros epítetos, Arcinie- españoles que conducen a su metrópolis
gas da cuenta circunstanciada en nume- bienes materiales de todo tipo.
rosos episodios, entre los cuales cabe
destacar los asaltos de Drake al Puerto La hazaña grande de Verrazano, que
de Veracruz y a la ciudad amurallada de le hace célebre y temible, es su asalto
Cartagena; el primero por su audacia y a las naves que traen el mayor tesoro
temeridad, el segundo por la estrategia de Cortés, recogido al tomar la ciudad
de México, después de la muerte de
de ocupación. Acerca de los siguientes
Moctezuma (p. 118).
epítetos, el ensayista hace otro tanto al
narrar los vínculos de la reina Isabel con

134 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


L A FIGURA DEL CARIBE MEDITERRÁNEO EN GERMÁN ARCINIEGAS. UNA ESTRATEGIA DEL DISCURSO AMERICANISTA

La economía del mundo se acelera en La complejidad del papel histórico de-


virtud del transporte marítimo de objetos sempeñado por esta figura se apoya
que han dejado de ser tesoros para con- en el detenimiento con el cual Germán
vertirse en mercancías. Arciniegas narra sus acciones sin sólo
En consecuencia, la figura del pirata atenerse a su prestigio heroico, sino tam-
aparece iluminada por la luz de sus fun- bién gracias al planteamiento implícito
ciones políticas y económicas en el nuevo de una perspectiva marítima de la civili-
orden del mundo, convirtiéndose así en zación. Una perspectiva implícita en la
una proyección individualizada, no exen- teoría mediterránea de la historia del
ta de los fastos del heroísmo y de la “mundo occidental” que, lámpara del Hu-
aventura, del sistema de relaciones sos- manismo clásico, reverbera con mayor
tenidas por las grandes potencias euro- fuerza en el Renacimiento luego de la
peas del Renacimiento, así como también noche medieval para iluminar el Caribe.
del esquema emergente de los vínculos En consecuencia, la geografía del mun-
económicos y políticos intercontinentales. do entero queda trazada gracias a las
coordenadas en las cuales se ubican los
El emperador [Carlos V] proclama la puertos, y al carácter histórico-social que
guerra a los corsarios, ofreciendo el ánimo empresarial de las comunida-
la mitad de la presa a quien ponga la des humanas que en éstos se desarrollan
mano en Juan Florentín [Verrazano]. El imprimió a la civilización humana. La
rey Francisco [I] está contento. Verra-
navegación y el comercio trasatlánticos
zano no ha descubierto un continente,
resultan en este discurso las “tradicio-
pero sí un nuevo camino para hacer
nes” de la llamada civilización occidental
la guerra.
Mientras el rey Francisco hace la des- que, gracias a la “gente del común” entre
venturada campaña de Italia y cae la cual se destaca y se amerita el pirata
prisionero, Verrazano sigue pirateando civilizado y civilizador, han modelado el
como puede. Cuando regresa el rey vaso que contiene a América.
de su prisión, le da patente de corso, y
Verrazano le escribe cartas contándole
sus aventuras. Los banqueros de Lyon CONCLUSIÓN
contribuyen para equipar sus naves.
En Dieppe el nombre de Verrazano La lectura crítica de las figuras del discur-
es una bandera. El corsario toca en
so y las representaciones que articulan el
muchas partes de la costa de América,
ensayo Biografía del Caribe nos ha per-
y su nombre queda vinculado al de los
grandes descubridores. Es todo un ilus- mitido reconocer un proceso de argu-
tre navegante (pp. 18-19). mentación que carece de medios de
persuasión de índole lógico-demostrativa,
La figura del pirata encarna, mediante los característico del tipo de conocimiento
recursos de la literatura que intervienen generado y expresado mediante el ensa-
en su construcción, el nuevo orden in- yo; en cambio, este proceso se encuentra
ternacional del siglo XVI determinado enraizado en el enunciado en sí gracias
por el dominio del Océano Atlántico. a los recursos verbales que éste pone

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 135


LEONARDO MARTÍNEZ CARRIZALES

en juego y que aspiran a suscitar en el 1990). México, Fondo de Cultura Eco-


lector una experiencia cognitiva sintéti- nómica/Secretaría de Educación Pú-
ca. Los recursos verbales que articulan blica, 1991 (Vida y Pensamiento de
el enunciado literario aquí estudiado ya México).
contienen en sí un orden del mundo, una Escalante, Evodio. “La metáfora como
estructura cognitiva que sólo se desarrolla aproximación a la verdad. Ensayo
narrativamente (no demostrativamente) acerca del ensayo”, Las metáforas de la
en el texto. Ese orden del mundo es his- crítica. México, Joaquín Mortiz, 1998.
tórico; por tanto, su conocimiento es una Ong, Walter J. Oralidad y escritura. An-
vía de acceso al horizonte de enunciación gélica Scherp, traductora. México,
en que tal orden pudo ser expresado. Tal Fondo de Cultura Económica, 1987.
ha sido nuestro interés al reconocer la Ramos, Julio. Desencuentros de la mo-
historicidad de los recursos e instrumen- dernidad en América Latina. Literatura
tos verbales que hicieron posible la pers- y política en el siglo XIX. México, Fondo
pectiva de Germán Arciniegas sobre de Cultura Económica, 1989 (Tie-
América Latina rra Firme).
Reyes, Alfonso. Obras completas de Alfonso
Reyes. T. XI. Última Tule. Tentativas y
orientaciones. No hay tal lugar. México,
BIBLIOGRAFÍA Fondo de Cultura Económica, 1960
(Letras Mexicanas).
Altamirano, Carlos. Para un programa y Enrique González Martínez.
de historia intelectual y otros ensayos. El tiempo de los patriarcas. Epistolario
Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 1909-1952. Compilación, estudio intro-
2005 (Mínima). ductorio y notas de Leonardo Martínez
y Beatriz Sarlo. Ensayos argenti- Carrizales. México, Fondo de Cultura
nos. De Sarmiento a la vanguardia. Económica, 2002.
Buenos Aires, Ariel, 1997. Torres Bodet, Jaime. Discursos: 1941-1964,
Arciniegas, Germán. Biografía del Caribe. Porrúa, 1965.
10ª ed. Buenos Aires, Editorial Suda- Weinberg, Liliana. Pensar el ensayo.
mericana, 1973. México, Siglo Veintiuno Editores, 2007.
. América ladina. Juan Gustavo Yankelevich, Pablo. La revolución mexi-
Cobo Borda, compilador. México, Fon- cana en América Latina. Intereses polí-
do de Cultura Económica, 1993. ticos e itinerarios intelectuales. México,
Ardao, Arturo. América Latina y la la- Instituto Mora, 2003.
tinidad. México, Universidad Nacio- Zaïtzeff, Serge I., compilador. Algo de la
nal Autónoma de México, 1993 (500 experiencia americana. Corresponden-
años después). cia entre Alfonso Reyes y Germán Ar-
Díaz Arciniega, Víctor, (comp.) Premio ciniegas. México, El Colegio Nacional,
Nacional de Ciencias y Artes (1945- 1998.

136 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


EFRAÍN HUERTA Y OCTAVIO PAZ
DOS TRAYECTORIAS DE LA LITERATURA SOCIAL

OCIEL FLORES FLORES*

E n 1938, André Breton, el líder de los


surrealistas, llega a México para entrevis-
e incluso la de algunos disidentes como
Efraín Huerta y Octavio Paz.
Sin embargo, la trayectoria de estos dos
tarse con León Trotsky; en este encuentro poetas permite afirmar que su adopción
capital para la historia de las ideas y de la de la causa comunista constituye sólo un
literatura en particular se redacta un texto hiato que distingue la obra de numerosos
que analiza la posibilidad de un arte que, escritores, no sólo mexicanos. Durante el
sin abandonar su misión revolucionaria, periodo de fascinación ideológica, ambos
se oponga al sometimiento que en aque- escriben poemas en que muestran su
llos días sufrían de manera más o menos adhesión a la corriente socialista. Aunque
voluntaria los artistas “socialistas”. la tentación por el arte destinado a for-
La reunión de Bretón y Trotsky en la jar la sociedad de los iguales tendría efec-
casa de Coyoacán, en la que Diego Rivera tos diferentes en los dos mexicanos y se
albergaba al ideólogo ruso perseguido por extendería, de igual manera, por periodos
agentes stalinistas, fue el escenario de las distintos –que pueden enmarcarse en los
conversaciones de ambos intelectuales. años treinta para Paz y entre los cuaren-
Sin embargo, el debate que dio como re- ta y cincuenta para Huerta.
sultado el manifiesto Por un arte revolu- En el caso de Efraín Huerta, es fácil
cionario e independiente1 tuvo poco eco rastrear un compromiso permanente con
entre sus destinatarios naturales. El am- su tiempo, que va más allá de esta etapa;
biente en que vivían los artistas locales escribió poemas para cada uno de los
en los años treinta era poco propicio para eventos mayores de la historia del siglo
que esta discusión, lúcida e intransigente, XX: la Revolución Rusa, la Revolución Chi-
abierta a un horizonte planetario, per- na, la Guerra Civil Española, la Segunda
meara la posición política de los grupos Guerra Mundial. En el caso de México,
ligados al partido Comunista Mexicano dedicó al menos un texto a la Revolución

* Departamento de Humanidades, UAM-A.


1 Diego Rivera aparece como firmante en la ver-
sión original del texto para proteger a Trotsky.

137
OCIEL FLORES FLORES

Mexicana, a los movimientos sindicales, a lo sacro. Este desplazamiento no signifi-


a las represiones de 1968 y de 1971.2 ca, en el fondo, más que un ocultamiento:
Una parte de esta obra puede, en los himnos revolucionarios, compuestos
efecto, ser calificada como propagan- con imágenes usurpadas a la Iglesia, de-
da; es decir, como literatura que cumple latan la visión inevitablemente religiosa
una deliberada intención de difusión de del artista; visión que habría de reapare-
una ideología, en este caso, la comunista, cer –aun bajo un tono de airada rebe-
o al menos la idea que se tenía de ella lión– una vez que las utopías mostraran
en las décadas que van de los años trein- sus límites, y que el revolucionario de-
ta a los cincuenta. Pero estos poemas se sengañado devolviera a sus nichos las
ubican en un momento preciso: de 1942 imágenes prestadas a los iconos sociales.
a 1952; sólo en esta década es posible Octavio Paz cedió por un periodo mu-
constatar una intención semejante a la cho más breve que el de Huerta a la fie-
que animaba a los artistas del realismo bre ideológica y sus secuelas tuvieron en
socialista. Efraín Huerta escribió, además él menor intensidad. Su legado para la poe-
–y sobre todo–, poesía que va del lirismo sía social es mínimo; la importancia de su
elevado de “Los hombres del alba” o obra en este sentido debe buscarse en las
de “El Tajín” a la sensualidad de la poe- reflexiones que lo llevarían casi una déca-
sía erótica, al humor salpicado de ingenio da después del encuentro Bretón-Trotsky
de los poemínimos, además de los poe- a reconocer sus afinidades “avant la lettre”
mas de viaje y de los poemas prohibidos. con el movimiento surrealista, reflexio-
Por otra parte, la obra de Huerta ma- nes que se continuarían en numerosos
nifiesta un fenómeno de particular inte- ensayos. En su libro autobiográfico Itine-
rés: la literatura de propaganda utiliza el rario, narra cómo en aquella época no
imaginario cristiano del escritor guana- encontraba oposición entre la creatividad
juatense, y lo obliga a abandonar el domi- libre de restricciones de la poesía y el
nio propiamente religioso para llevarlo a proyecto revolucionario; para él, se tra-
cumplir funciones en apariencia ajenas taba de “dos alas de la misma pasión”.3
Sin embargo, el joven ensayista se rehu-
saba a supeditar la poesía al ideal social.
2 Esta elección propició que el celo clasificador,
que durante varias décadas dividió a los inte- Más tarde, al conocer la obra de Luis
lectuales en arte-puristas y escritores com- Cernuda, Paz descubriría una forma más
prometidos, encasillara al autor de “Juárez- sutil de rebelión que, más allá de la trans-
Loreto” bajo las etiquetas adjudicadas a los
escritores revolucionarios: panfletario, realista- formación social, alcanzaba la naturale-
socialista, artista comprometido, ignorando la za humana. Al leer La realidad y el de-
amplia gama temática que cubre la obra del seo, comenta:
poeta guanajuatense, que no se reduce de nin-
gún modo a la llamada literatura social. La varie-
dad de términos que la enuncia es considera- ...escuchaba una voz profundamente
ble; Jorge Alejandro Boccanera propone el individual, en la cual la subversión mo-
término “rebelde” para designar todos los sub- ral se unía a la subversión poética y era
géneros de literatura “social”, y la define de
imposible identificar a la revolución so-
la siguiente manera: la que se opone “al apo-
deramiento de la palabra y su uso enajenante
por los sectores de dominio...”, en Poesía Rebel-
de en Latinoamérica, pp. 6-7. 3 Cf. Itinerario, p. 49.

138 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


EFRAÍN HUERTA Y OCTAVIO PAZ. DOS TRAYECTORIAS DE LA LITERATURA SOCIAL

cial con la subversión. El poeta iba más do a vivir eternamente: “ciudad que aca-
allá, traspasaba, diríamos, la lucha revo- ba de llegar y que nunca termina.”
lucionaria y me mostraba otro mundo.4
…ciudad redescubierta, invencible
El interés de unir a Efraín Huerta y a Octa- como el amor,
vio Paz en este ensayo responde a dos suave y perfecta como la palma de la
razones. La primera reside en el hecho mano,
que, como contemporáneos –ambos na- yo te comparo a una patria antigua y
cen en 1914–, hayan vivido experiencias joven,
semejantes, sobre todo en su etapa de a una patria de sabios y de poetas con el
pecho brillante de medallas;
formación y en la que publican sus pri-
[…]
meros textos. La segunda consiste en que ciudad madre del mundo donde un río
en la obra de Octavio Paz se encuentran es la balada que pasa
argumentos que permiten explicar, por como en sueños;
una parte, la naturaleza de la inclinación ciudad que acaba de llegar y que nunca
que los llevó a ambos a abrazar la causa termina.
social, y por otra, explorar los espacios
que comparten, en la poesía de este perio- Bajo un tratamiento semejante, los habi-
do, el espíritu religioso y el ideológico, en tantes de Moscú, hombres casi divinos,
este caso, el del comunismo. “sabios y poetas”,5 acumulan superlati-
El presente ensayo es una parte de un vos que los elevan por encima del géne-
trabajo de mayor aliento que tiene como ro humano:
objetivo estudiar la especificidad de la
obra de una decena de poetas ligados al He visto a los héroes por las calles,
“realismo socialista”. inmortales y humanos,
llevando de la mano a sus hijos,
sonriendo y pensando,
EL POEMA DIVINIZA AL PUEBLO victoriosos, perfectos.6

Los títulos de Huerta en el periodo en La nota más alta la alcanza en este senti-
cuestión son por demás elocuentes: do el retrato de Stalin. El autor ubica en
“Stalingrado en pie”, “Los soviéticos”, la cúspide de la nueva sociedad “al único
“URSS”. Entre ellos, “Descubrimiento de hombre que sabe lo que piensa”, el “padre”
Moscú” (1952) es sin duda el ejemplo redentor que habrá de liberar al mundo
emblemático de la corriente social. y crear la primera sociedad en armonía:
En este poema, se lee una descripción
idealizada de la nueva capital del mun- 5 Paz menciona también la paradoja de la divi-
do. Los adjetivos “invencible”, “perfecta” nización del hombre comunista: “El cristianismo
pintan a la ciudad “redescubierta” como fue la humanización de un dios; la Revolución
un paraíso terrenal, recobrado y destina- promete la divinización de los hombres.” Cf.
Hombres en su siglo, p. 151.
6 “Descubrimiento de Moscú”, en Efraín Huerta,
Poesía completa, p. 176. Los poemas citados de
Efraín Huerta son tomados de esta edición; en lo
4 Octavio Paz, Solo a dos voces, p. 39. sucesivo, se mencionará sólo la página.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 139


OCIEL FLORES FLORES

El Kremlin es tan antiguo como el río de vertida,


Moscú tórnese día de júbilo aquel en que un
y majestuoso como todos los ríos de la soldado
URSS. de las naciones libres bese a un soldado
Allí vive, allí piensa, allí es más joven y rojo.9
más digno,
allí es el único hombre del mundo que En “Palomas sobre Varsovia”, el poeta
sabe lo que piensa, confiere a los proletarios, constructores
y a quien los pueblos de la URSS de una ciudad perfecta en su transparen-
llaman el padre de todos los pueblos de
cia, la facultad de señalar el rumbo que
la URSS.7
habrá de seguir el mundo:
El tono de este poema se había escucha- Varsovia socializada, hecha cristal por
do en “Los soviéticos” –escrito diez años los campeones del trabajo
antes, en 1942–, en el cual la imagen de […]
Stalin, dorado como una estatua barro- Las palomas, aquí, abren sus alas y
ca, poseedor del don de la ubicuidad, es reinventan el ritmo del amor,
ya caracterizado como el guía sin tacha mientras el joven ingeniero, rubio cabello
de la humanidad: al sol,
ordena y dicta el curso de las próximas
A donde los ojos miren, horas.10
un soldado soviético está montando
guardia; Los espacios, al igual que los hombres
a donde la mirada se vuelva, que los habitan, alcanzan una forma de
nuestro Stalin de oro vigilará el paisaje, perfección por el simple hecho de que
pues más dulce que la terrible sangre ahí se cumplen las promesas de la nueva
derramada doctrina. En la tercera de “Las cuartetas
es el rostro perfecto del futuro del
de Armenia”, de 1952, el autor pinta la
mundo.
vida rural de las naciones soviéticas como
¡Salud por los soviéticos y su gran jefe
Stalin!8 un edén en el que los hombres vuelven
al inicio, a una nueva armonía. El mundo
A lo largo de esta década se multiplican surgido de la revolución es rodeado con
descripciones equivalentes. En el “Canto una aureola semidivina que enmarca el
a la liberación de Europa”, de 1944, el mundo de la redención:
ejército soviético, vencedor de los nazis,
El nuevo ritmo, la nueva voz,
es designado destinatario legítimo de la
el negro bronce, la suave lila.
gloria que trae consigo la paz mundial: Todo perfuma, todo fascina
la paz que reina en el koljós.11
En nombre del primer caído con arrojo,
digo esta santa noche: por su sangre

9 “Canto a la liberación de Europa”, ibid., p. 77.


7 Ibid., p. 175. 10 “Palomas sobre Varsovia”, ibid., pp. 178-179.
8 “Los soviéticos”, ibid., p. 68. 11 “Las cuartetas de Armenia”, ibid., p. 169.

140 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


EFRAÍN HUERTA Y OCTAVIO PAZ. DOS TRAYECTORIAS DE LA LITERATURA SOCIAL

LAS INTERPRETACIONES PARCIALES Afirmo que el arte debe asumir un papel


evidentemente social y solamente debe
Numerosos escritores, como Huerta,12 ser portador de asuntos y sentimientos
interesantes para la colectividad […;]
fueron arrastrados por la avalancha de la
cuando no está al servicio de ningún
ideología comunista, o de la idea que
sentimiento grupal, sencillamente no
quisieron formarse los intelectuales me- es arte.14
xicanos del marxismo-leninismo en esas
décadas de eufórico anhelo de recons- Monsiváis comenta, de igual modo, la dé-
trucción del mundo. Fue una época de bil influencia que podía tener en tiempos
deslumbramiento y de esperanza, en la de fanatismo un intelectual reconocido
que el entusiasmo generoso de quienes como Antonio Caso:
soñaban con una sociedad justa predo-
minó sobre la crítica. En 1933, El Primer Congreso de Uni-
Huberto Batis retiene una irónica frase versitarios Mexicanos aprueba, con
leída en un artículo de la Revista Me- intervención en contra de Caso, las con-
xicana de Literatura, de junio de 1956: clusiones de una ponencia según la cual
“En México, ser escritor comprometido la Universidad Nacional Autónoma de
consiste en exigirles a los demás que México y las instituciones de carácter
sean escritores comprometidos…”,13 fra- universitario del país deben adoptar la
se reveladora de los excesos a los que filosofía del materialismo histórico co-
mo orientación de sus tareas docentes,
llevó el ímpetu comunista a los escrito-
científicas, culturales...15
res mexicanos.
Carlos Monsiváis, por su parte, se-
Ahora bien, existen razones para pensar
ñala dos hechos que dan cuenta de la
que la interpretación de las doctrinas co-
extraordinaria influencia que la fiebre
munistas que predominaba en la época
socialista de los años treinta y cuarenta
distaba mucho de ser ortodoxa.16 En un
ejerció en la vida cultural del país. El
ensayo de 1983, incluido en Sombras de
primero es un discurso de Carlos Gutié-
rrez Cruz, poeta menor, ejemplo de or-
todoxia marxista: 14 Carlos Monsiváis, Historia de México, p. 389.
15 Ibid., p. 392.
16 Hay que recordar que la imposición de pre-
ceptivas se dio en la URSS durante la época del
12 Unos años antes del periodo social de Huerta, terror staliniano. Es entonces cuando se defor-
Octavio Paz había escrito algunos poemas den- man, por una ingerencia política directa, concep-
tro de esta corriente, como “Elegía a un com- ciones más amplias de lo que debería ser la
pañero muerto en el frente de Aragón” (1937), cultura –y la literatura– revolucionaria. Cf. Wael
que dedica a un joven anarquista español Barakat, La théorie du réalisme socialiste et sa
expulsado de México y que él creía fallecido: pratique dans le roman européen, pp. 65-79. El
“Te imagino cercado por las balas, / por la rabia y mismo Lenin se había mostrado hostil al Proletkult
el odio pantanoso, / como relámpago caído y agua y al igual que Lunatcharsky, su asesor en asuntos
/ prisionera de rocas y negrura. / Te imagino tirado culturales, creía que la cultura proletaria debía
en lodazales, / sin máscara, sonriente, / tocando, asimilar cualquier otro tipo de manifestación.
ya sin tacto, / las manos camaradas que soñabas. Estas opiniones lo acercaban a Trostky, quien
/ Has muerto entre los tuyos, por los tuyos.”, en consideraba una falacia la oposición del arte
Octavio Paz, LBP, p. 160. burgués y el arte proletario. Cf. Marc Angenot, La
13 Huberto Batis, Lo que Cuadernos del Viento nos Critique au service de la révolution, pp. 155-158.
dejó, p. 129.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 141


OCIEL FLORES FLORES

Obras, Octavio Paz rememora el ambien- Taller se había pronunciado al proscribir


te que vivían los jóvenes intelectuales cualquier forma de dogmatismo.19
por los años 30, y explica que en la men- El mismo autor del Ogro filantrópico
te de esa generación hervía una confu- reconoce haber sucumbido a la seduc-
sión de opiniones que, generalizando y ción ideologizante en sus primeros años
sintetizando teorías que no se conocían a como escritor, aunque habría de aban-
fondo, formaban una amalgama confusa de donar pronto esta postura:
ideas estéticas y de posiciones políticas:
…si me opuse al arte “engagé”, al arte
Sería un error creer que el pensamiento social y a todas esas cosas que por
marxista inspiraba nuestras actitudes […] muchos años se escribieron en América
hablábamos con frecuencia sobre la ‘so- Latina, fue porque a mí me parecía
lidaridad proletaria internacional’ pero inmoral que un escritor asumiese que
¿los trabajadores eran internacionalis- de su parte estaban la razón, la justicia
tas? ¿Qué sabíamos de la clase obrera? o la historia.20
[…] en nuestro lenguaje había un ele-
mento de irrealidad: nuestras palabras Octavio Paz parece haber conservado
no designaban una realidad, sino ente- cierta lucidez en la interpretación de los
lequias ideológicas.17 excesos comunistas. En un texto de
1937 tomaba ya distancia de la ortodo-
David Huerta, el hijo del poeta, sugiere xia de los real-socialistas con una defini-
algo semejante en su texto introductorio ción de la “revolución” muy parcialmen-
a la Poesía completa de su progenitor. te “comprometida”:
David describe en estos términos la super-
ficialidad del discurso ideológico que di- …no la substitución de una clase por
vidía en bandos a intelectuales y artistas: otra, sino un cambio
mucho más profundo, en toda la
Los emblemas y las armas de esa gue- estructura viva del mundo […,]
rra literaria, política e ideológica eran expresar la lucha del proletariado y de
unas cuantas nociones: estalinismo, rea- nuestro pueblo es parte de
lismo socialista, arte al servicio del pue- nuestra ambición. Pero expresarla con
blo, poesía comprometida, literatura toda su veracidad y su
burguesa […;] al final, sólo el talento y la profundidad y, al mismo tiempo, crear
lucidez salvarían a unos cuantos…18 un mundo de poesía capaz de
contener lo que nace y lo que está
En el ensayo que dedica a la revista Ta- muriendo…21
ller, Paz menciona que los jóvenes de su
generación adoptarían durante décadas En un texto titulado “Sarampión marxista
una defensa intransigente de la doctrina y treintena trágica”, Eduardo Lizalde, quien
socialista del arte; posición contra la cual había ingresado al PCM en 1955, narra
cómo su celo ideológico lo llevó, con la

19 Octavio Paz, Sombras de obras, p. 30.


17 Octavio Paz, Sombras de obras, pp. 24-26. 20 Idem., El ogro filantrópico, p. 315.
18 Efraín Huerta, Poesía completa, p. XV. 21 Idem., Primeras letras, p. 46.

142 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


EFRAÍN HUERTA Y OCTAVIO PAZ. DOS TRAYECTORIAS DE LA LITERATURA SOCIAL

misma actitud, a leer un agresivo ensayo tomara la plaqueta por una publicación
en el que analizaba la poesía de Octavio de su especialidad.23
Paz desde la perspectiva socialista, aná-
lisis que él mismo califica de “críticas Es sabido que la generación que precedió
paupérrimamente marxistas”. El futuro a la de Huerta tuvo, no obstante, excep-
“Tigre” creía entonces en “el viejo cuen- ciones a la miopía del “compromiso”.
to real-socialista y stalinista o zhdanoviano Los Contemporáneos rechazaron en su
de que se podía hacer literatura, aun de momento el arte comprometido y se con-
encargo partidista, con mensaje socialista centraron en una experiencia estética
y aliento proletario”.22 individual. También es sabido que esta
En esos tiempos iconoclastas, aun la posición motivó frecuentes agresiones
obra de mejores intenciones, pasaba por hacia “El Grupo sin Grupo”. Efraín Huerta
censura o por crítica acerba. En una no- no fue la excepción en las hostilidades,
ta de Autobiografía de un fracaso: el poe- según lo confiesa en “Una antología de
ticismo (1981), el mismo Lizalde comenta forcejeos”, de febrero de 1941: “Ata-
el aciago destino de “La sangre en gene- qué a los ‘Contemporáneos’ –lo he di-
ral” que denuncia las represiones de los cho mil veces– por su franca posición
ferrocarrileros en 1958-1959: abstencionista ante problemas que están
muy por encima de la literatura”.24
[Sus] páginas polémicas fueron de- Xavier Villaurrutia, para tomar sólo
comisadas por la policía en un asalto un ejemplo entre los poetas disidentes,
a la imprenta, aunque según decían excluyó de su actividad intelectual y
algunos compañeros, los pliegos que artística la transformación de la socie-
se habían logrado rescatar antes fueron dad. La aversión que él y el resto de los
democráticamente quemados por la Contemporáneos sintieron por el realis-
dirección del Partido comunista mexi-
mo social los condujo a rechazar el
cano, porque en la revista aparecían
colaboraciones de militantes disiden-
“compromiso”; del mismo modo, se re-
tes como José Revueltas, el que esto husaron a participar en el debate acerca
escribe y otros que fuimos expulsados de la “autenticidad nacional”, proyectos
del PCM en 1960 […] Los camaradas ambos que ocupaban en los años treinta
proletarios, contados con los dedos y cuarenta las mentes de los intelectua-
de la mano, que llegaron a leerlo, ex- les mexicanos.
presaron su consternación sincera por
el impenetrable barroquismo del tex-
to. No faltó en cambio hematólogo que 23 Ibid., p. 99. Desencantado ya, Lizalde publica-
ría varios poemas en los que satiriza las teorías
sociales de la literatura. Un ejemplo es “Para
dar pie a los impolutos” (1976): “Hubo un tiem-
22 Eduardo Lizalde, Autobiografía de un fracaso: el po dorado, / hermosos santos revolucionarios, /
poeticismo, p. 51 Lizalde escribió también algún enfebrecidos y abstemios como divinos alfanjes
poema de tinte comprometido, como “La sangre […] Luego se dieron los gloriosos asesinos
en general”, en el que exalta el sacrificio del ebrios / internacionales / de la Revolución en el
proletariado: “Hay que decir: la sangre viene a poder.”, en Eduardo Lizalde, Nueva memoria del
la ciudad / desde los duros flancos montañosos tigre (Poesía 1949-1991), p. 287.
de este obrero / nevado por los golpes…”, en 24 Efraín Huerta, “Una antología de forcejeos”, en
ibid., p. 93. Taller VII-XII, Revistas Literarias Modernas, p. 511.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 143


OCIEL FLORES FLORES

Monsiváis atribuye el desinterés de es- la cual mostró una fe ciega en las promesas
tos escritores por los asuntos sociales a del proyecto comunista. Sin embargo, su
un estado de depresión espiritual que se entusiasmo se debilitaría a medida que las
habría apoderado de la población sensi- contradicciones del régimen, ocultas tras
ble de México como consecuencia del el brillo de la propaganda, se manifesta-
enfrentamiento revolucionario de 1910. ran tanto en las naciones “liberadas” por
Villaurrutia y sus contemporáneos habían el Ejército Rojo, como en la misma URSS.
vivido una época de crisis, semejante Al final de un periodo de dogmatismo,
a la que sufrieran los europeos al final de Huerta abandona el arte comprometido
la Primera Guerra Mundial, aunque en el para reencontrar el vasto horizonte de la
caso de los mexicanos no se resolvió en la poesía sin preceptiva, que había queda-
violencia contestataria de Dada, ni originó do latente en Los hombres del alba. Si aca-
la concepción de un mundo en libertad, so se insistiera en el término “contenido
como el que imaginaron los surrealistas. social” para calificar este periodo de su
obra, sería porque Huerta no abandonó
Lo que logró hacer la Revolución me- nunca su posición de testigo y de con-
xicana con la nueva generación de es- ciencia de su sociedad, de su tiempo. En
critores puestos desde la infancia a este sentido, “contenido social” sería más
comprobar la amarga realidad de esa explícito si viniera acompañado de sus-
revolución [afirma Monsiváis], fue con-
tantivos como solidaridad o fraternidad.
vencerlos de la existencia de una sensi-
En un poema de 1952, “Praga, mi no-
bilidad personal…25
via”, se percibe el inicio del desencanto
del poeta revolucionario. El tema es el
Efraín Huerta se ubica en el extremo
relato de una especie de amor que une
opuesto a Villaurrutia, pues es innegable
al poeta a una bella praguense: Lily –que
que tuvo una época real-socialista durante
en ocasiones se confunde con la ciudad
misma–. El poeta y Lily recorren Praga
25 Carlos Monsiváis, Historia de México, p. 369.
En un ensayo de juventud, Octavio Paz des- en una atmósfera de nostalgia, suscitada
cribe irónicamente a la generación de los Con- por sus viejos monumentos y por los
temporáneos como una “alba indecisa”, seña- recuerdos trágicos de su historia; atmósfe-
lando con este calificativo dos rasgos comunes
a sus miembros, rasgos que explicaban su ca- ra impregnada también de la ternura y
rácter “indefinido”. El primero, su oposición del candor de Lily “… con sus ojos / que
a las propuestas del realismo socialista que parecen ojos de santa flagelada…”
por aquella época él y los jóvenes de su edad
defendían. El segundo, su rechazo a adoptar En este poema, a pesar de que se alu-
“una actitud vital trágica” y a manifestarla en de todavía a los países del Bloque del
su obra. Estas contradicciones –según el joven Este, se da un giro radical en la temática
Paz– estarían presentes en Villaurrutia con par-
ticular énfasis. En Octavio Paz, “Razón de ser” habitualmente social. Es por ello signifi-
(1939), incluido posteriormente en Primeras Le- cativo que el poeta ponga en labios de
tras. Años más tarde, Paz rectificaría sus opi- la hermosa Lily palabras que sugieren,
niones precisando que “[Villaurrutia] sentía
una invencible desconfianza ante todas las no sin ironía, el rechazo de los checos-
teorías, los sistemas y las escuelas…” razón por lovacos hacia la ocupación soviética:
la cual habría descartado la rebelión social y
explorado dominios más individuales. En Octa-
vio Paz, Xavier Villaurrutia, Antología, pp. 16-17.

144 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


EFRAÍN HUERTA Y OCTAVIO PAZ. DOS TRAYECTORIAS DE LA LITERATURA SOCIAL

Por eso Lily, que cree en Dios y es y ya no “Revolución Cubana”. En ellos


hermosa y católica, no se escucha un himno socialista, sino
me dice que si estoy en Praga es porque la exaltación de la sensualidad caribeña.
soy malo Estos poemas serían ubicados finalmente
y debo ser un sanguinario comunista…26
entre la poesía erótica.29
Ahora bien, si Efraín Huerta no encon-
Basta recordar éstos y los versos de “Hoy tró en el comunismo la posibilidad de
he dado mi firma para la paz”, de 1952, cambiar el mundo, supo conservar su
para escuchar la distancia que Huerta esperanza en la fuerza contestataria de
empezaba a tomar en relación con la la poesía:
preceptiva del arte social. El poeta cuen-
ta cómo se acerca a él “una joven con Uno debe ignorar la mirada de
ojos de esperanza”: compasión,
caminar por esa selva con el paso del
Junto a ella otras jóvenes pedían más hombre
firmas dueño apenas del cielo que lo ampara,
y aquella hora fue como una encendida […]
patria Vencido por el pavor del día y la miseria
de amor al amor, de gracia por la gracia, de la noche,
de una luz a otra luz.27 la hipocresía de todas las almas y, si
acaso,
Algunos de los movimientos revoluciona- salvado por el ángel perverso del poema
rios de la segunda mitad del siglo pasado, y sus alas.30
como la Revolución Cubana, habrían de
reavivar los ánimos socialistas en América En este poema, Huerta encuentra una
Latina. El entusiasmo por la construcción interpretación poética que lo acerca a
de la tan ansiada sociedad igualitaria re- Paz. Las inconsistencias de la poesía com-
surgió. La literatura comprometida habría prometida residen en una interpretación
de tener larga vida,28 aunque para Huerta, perversa, que concierne a la naturaleza
por esos años, la tentación revolucionaria de la actividad poética. La poesía es una
se había desvanecido; prueba de ello es experiencia “ahistórica” o “antihistórica”,
que los poemas dedicados a la isla del pues a pesar de que tiene lugar en la
Caribe se titulan “Cuba Revelación” (1969) historia, su materia son las experiencias
fundamentales de la vida del hombre
–el amor, la muerte…–, experiencias que
26 Huerta, op. cit.,“Praga mi novia”, p. 210. al repetirse contradicen el paso del tiem-
27 Ibid., “Hoy he dado mi firma para la paz”, p. 166. po. La poesía escapa a la sujeción de
28 Las opiniones fueron muy variadas, como ésta
de Mario Benedetti quien en un texto de 1967,
afirmaba que América Latina necesitaba un
escritor con un compromiso particular: “No
creo en el compromiso forzado, sin profundi-
29 En este sentido, Jorge Alejandro Boccanera
dad existencial. Pero tampoco creo en un hi- afirma que a partir de 1960 se logra un equilibrio
potético deslinde […;] tengo la impresión de que permite la “coexistencia dialéctica” de
que en América Latina terminó definitivamente la vanguardia con el compromiso.”, en Poesía
la era del escritor puro, incontaminado.”, en El Rebelde en Latinoamérica, p. 9.
ejercicio del criterio, p. 44.
30 “Avenida Juárez”, pp. 215-216.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 145


OCIEL FLORES FLORES

la historia; los poemas son “máquinas la transformación del mundo por medio
productoras de tiempo que continuamen- de la revolución social ocupa de manera
te regresan a su origen, máquinas anti- natural el lugar del mesianismo religioso.
históricas”.31 Por este hecho, el poema se Y cuando el poeta vive la decepción de
alejará naturalmente de la coyuntura que la empresa humana, vuelve la mirada a
parece arraigarlo al suceder cronológico fuerzas menos corruptibles: a la poesía y
para ubicarse en un nivel superior.32 a cierto avatar de la divinidad.34
En este contexto, es revelador el poema
“Un hombre solitario”, escrito a partir de
EL FONDO RELIGIOSO una nota de prensa publicada en 1966; en
él Huerta describe a un hombre que se
Existen razones para creer que son dos atreve a rendir homenaje póstumo a Stalin:
las causas que llevarían a Efraín Huerta a “…lo hizo / y al hacerlo había desafiado
abandonar su inclinación por la dogmáti- congresos, consignas, condenaciones, tor-
ca del realismo social. La primera, como turas…” Huerta subraya el heroísmo del
se ha dicho, residió en su elección del arte hombre común, anónimo –ya no el héroe
libre de restricciones. La segunda, consis- socialista– que, en un acto de piedad,
tió en ser heredero, como mexicano, rinde homenaje al antiguo dictador:
de una arraigada tradición cristiana, im-
permeable a un materialismo radical. Digo que solamente un hombre dulce-
Una constante en la poesía de Huerta mente solitario, valientemente solo, ha-
delata la contradicción que reside en la bló al través de las flores que llevaba, y
filiación del poeta con la preceptiva del que
fue él, quien el 5 de marzo de 1966
arte social: el imaginario cristiano que
atravesó
cubre de una atmósfera religiosa incluso la Plaza Roja de la ciudad de Moscú, y
aquellos textos en los que el ateísmo recordó el aniversario
debería ser tela de fondo.33 El sueño de de la muerte de José Stalin.35

Es verdad que un poeta de herencia cris-


31 Cf. Octavio Paz, Pasión crítica, p. 35.
32 Huerta vivió, aunque su fidelidad durara más que tiana puede recurrir a su imaginario para
la de otros, el desengaño que trajo la evidencia
de la corrupción del régimen comunista. Algunos
intelectuales alertaron desde temprana hora
acerca de los peligros del totalitarismo –inclu- para asegurar el paso de la religión al socialismo.
yendo el cultural–. André Breton, entre ellos: Es poco probable, sin embargo, que el uso del
“La historia dirá si aquellos que reivindican el imaginario religioso en la poesía de Huerta fuera
monopolio de esta transformación trabajan en una estrategia deliberada para hacer aceptable el
la liberación del hombre o lo destinan a una contenido ideológico de sus poemas. Cf. Vladimir
esclavitud aún peor”, en André Breton, Oeuvre Ilich Lenin, Acerca de la religión, pp. 20-25.
complète, p. 216. 34 Huerta necesita recuperar tal vez su fondo
33 En sus textos acerca de la religión, Lenin hace una religioso para suavizar los estragos de su angustia
hipotética pregunta: ¿qué pensar de alguien que existencial; ya que, como afirma Eliade, “es
dice “El socialismo es mi religión”? En su respues- seguro que ninguna de las filosofías historicistas
ta acepta que el militante debe manifestar cierto está en condiciones de defenderlo del terror a
grado de tolerancia en el proceso de reeducación la historia.”, en Mircea Eliade, El mito del eterno
de las masas; el aparente contrasentido subya- retorno, p. 153.
cente en la pregunta podría ser una estrategia 35 Huerta, op. cit., “Un hombre solitario”, p. 131.

146 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


EFRAÍN HUERTA Y OCTAVIO PAZ. DOS TRAYECTORIAS DE LA LITERATURA SOCIAL

escribir sus poemas y que esto puede El objetivo de una felicidad


ser sólo un acto inconsciente de alguien eterna en el más allá cambia por el de la
que usa su propio lenguaje y los símbo- felicidad para todos aquí abajo.37
los y las imágenes que le son familiares.
Sin embargo, esta postura resulta ingenua En el poema ya comentado, “Descu-
cuando se trata de un poeta de una va- brimiento de Moscú”, el icono de la poe-
riedad temática y de imaginario como sía real-socialista huertiana, predomina,
Huerta. Además, hay evidencias, como los se ha dicho, el imaginario cristiano. El
poemas que escribe con posterioridad a poeta describe, en estrofas que semejan
los sociales, que revelan en él un espíri- una oración, la naturaleza semidivina de
tu religioso a pesar de que él mismo se la urbe que acoge a la reciente socie-
declarara ateo. En este sentido, Émile dad igualitaria:
Durkheim, entre otros, ha explicado que
incluso en los medios intelectuales hay No hay ciudad sin milagros, pero lo
milagroso
una predisposición a creer, pues la rela-
es que Moscú parece un millón de
ción con lo sagrado se guarda en estratos
milagros.
ajenos al razonamiento: “la verdadera Esa tarde, un milagro en el cielo por
justificación de las prácticas religiosas donde el sol caía,
no está en los fines aparentes que ellas y un matiz milagroso en cada piedra, en
persiguen, sino en la acción invisible que cada callejuela
ejercen sobre las conciencias…”36 en agonía
En el movimiento pendular que sigue […]
Huerta en su adopción y abandono de
las doctrinas sociales, sigue curiosamen- ¡Que la paz sea contigo a cada hora, en
te un trayecto inverso al que describe Mar- calles y avenidas,
sobre y bajo tus cielos, a la sombra del
tin Heidegger para explicar el camino por
árbol, en la fábrica
el que transitan los modernos en direc-
[…]
ción a su laicización: Que la paz sea contigo en todas partes
donde un libro se lee
A la autoridad desaparecida de Dios y y un poema se escribe…38
de la enseñanza de la Iglesia,
le sucede la autoridad de la conciencia y
La ciudad eterna se revela al poeta en una
de la razón. Contra ésta, se
levanta muy pronto el instinto social. La
imagen en la que se funden el “corazón
evasión en lo suprasensible
es remplazada por el progreso histórico. 37 “A l’autorité disparue de Dieu et de l’enseignement
de l’Église succède l’autorité de la conscience
et de la raison. Contre celle-ci s’élève bientôt
l’instinct social. L’évasion dans le suprasensible
36 Émile Durkheim, Las formas elementales de la vida est remplacée par le progrès historique. Le but
religiosa, p. 371. d’une félicité éternelle dans l’au-delà se change
En este sentido, Carlos Mendoza afirma, por su en celui du bonheur pour tous ici-bas.”, en
parte, que el espíritu religioso “no sólo es algo de Martin Heidegger, Chemins qui ne mènent nulle
lo que yo no soy consciente, sino que me prece- part. pp. 266.
de. La relación con lo trascendente es origina- 38 Huerta, op. cit., “Descubrimiento de Moscú”,
ria.” Cf. El Dios otro, p. 96. p. 173.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 147


OCIEL FLORES FLORES

de hierro” de la nación destinada a la Oculta tras la ideología, hay una re-


vida eterna y el símbolo de la comunión ligión escondida, y por ello los símbolos
de la ceremonia católica. La sangre de comunistas se identifican en su momen-
Cristo cambia de sentido para represen- to de auge con los cristianos: líderes se-
tar no la comunión de la humanidad con mejantes a santos, consagración de
el Dios infinito, sino la comunión del mártires…42 Existe un punto en el que
adepto a la nueva religión social con sus ambos dominios se encuentran: “La
correligionarios: ideología revolucionaria colinda con la fi-
losofía por un lado y, por el otro, con
Creo haber descubierto a Moscú, la religión. Como la primera, deriva su
que es como haber bebido un poco de autoridad de la (supuesta) autoridad de
la sangre luminosa la razón; como la segunda, se ofrece
del corazón de hierro y de seda de la URSS.39 como una explicación total y universal
del mundo y de la existencia”.43 Por ello,
Huerta parece vivir la misma paradoja que los ideólogos adoptan el mismo carácter
José Revueltas quien “vive como cristiano que los fanáticos religiosos: “Al perder
dentro de su ateísmo marxista”.40 (Huerta su antigua fe, veneran ídolos falsamente
expresa en un momento de aparente racionales: el progreso, las utopías socia-
ligereza esta paradoja: “y sin ser yo cris- les y revolucionarias. Han abjurado de la
tiano, que Dios esté contigo.”)41 religión de sus padres, no de la religión:
en lugar de Cristo y de la Virgen adoran
39 Ibid., p. 176. La imagen anterior, que desplaza uno dos o tres ideas de manual”.44
de los símbolos cristianos a un fin ajeno, guarda No hay que olvidar que el cristianismo
una notable semejanza con una afirmación de (en su origen movimiento contestatario
Paz, quien establece un paralelismo entre el
misterio de la consagración en la misa católica del judaísmo) esconde un anhelo de
y la transformación social que pretendía el co- reivindicación social. Para el cristiano, el
munismo: “…la revolución es el crisol en el que se mundo es injusto, de ahí que se sienta
produce la amalgama de los distintos miembros
del cuerpo social y su transubstanciación en otro tentado a adoptar como proyecto la
cuerpo.”, en Octavio Paz, Hijos del limo, p. 103. atenuación de esa injusticia, mientras
Huerta no es, desde luego, el único poeta que aguarda y se gana el reino de los cielos.
usa el imaginario religioso para tratar un tema
social. Octavio Paz escribe años antes el poe-
ma “Entre la piedra y la flor” (1937), en el cual 42 Mircea Eliade señala un punto de coincidencia
los símbolos del sacrificio de Jesús: “calvario”, entre la religión cristiana y la ideología comunis-
“corona”, sirven para describir el martirio del ta, importaciones del Occidente, que podría
campesino mexicano: “Desde hace siglos y si- explicar los vínculos de ambas en el contexto
glos / tú das vueltas y vueltas / con un trote obs- mexicano: “Sorprende que de toda la espiri-
tinado de animal humano: / tus días son largos tualidad europea moderna tan solo dos mensajes
como años / y de año en año tus días marcan el interesen realmente a los mundos extraeuro-
paso; / no el reloj del banquero ni el del líder: / peos: el cristianismo y el comunismo. Los dos,
el sol es tu patrón, / y tu jornal es el sudor, / rocío de modo distinto, y en planos netamente opues-
de cada día / que en tu calvario cotidiano / se vuel- tos, son soteriologías, doctrinas de salvación, y,
ve una corona transparente…”, “Calamidades por tanto, aprehenden los “símbolos” y los “mi-
y milagros”, en LBP, p. 153; esta versión, corregi- tos” dentro de una escala que sólo tiene paralelo
da, es de 1976; la primera versión es de 1947. en la humanidad extraeuropea.”, en Imágenes
40 Cf. Octavio Paz, “Cristianismo y revolución: José y símbolos, p. 11.
Revueltas”, en Hombres en su siglo, p. 146. 43 Octavio Paz, Pasión crítica, p. 196.
41 Efraín Huerta, op. cit., p. 540. 44 Idem., Hombres en su siglo, pp. 22-23.

148 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


EFRAÍN HUERTA Y OCTAVIO PAZ. DOS TRAYECTORIAS DE LA LITERATURA SOCIAL

El marxista y el cristiano coinciden en un Teóricos como Octavio Derisi insisten


punto: su acción en la historia. Ambos se en que la Iglesia va más allá que cualquier
concentran en el individuo y su mundo. proyecto concebido por las instituciones
Al mismo tiempo, y en ello se encuentra temporales, y si éstas llegan a cuestionar la
también su radical diferencia, para que (in)justicia social y económica, es porque
la revolución comunista triunfe debe ha- la obra y el ejemplo de Cristo toca el fon-
cer desaparecer a Dios: “El primer acto do de su causalidad, ya que “El Cristianis-
revolucionario es la crítica del cielo”.45 mo libera a los hombres del desorden
Efraín Huerta, como José Revueltas, pre- humano –del error y de la culpa– y con-
siente lo religioso detrás del milenarismo tribuye al restablecimiento del orden na-
comunista y se guía por su sensibilidad tural de la verdad, la justicia y el amor. Al
–o su intuición–, por ello se aleja de una hacer partícipe al hombre de la vida de
adopción sin reservas de la ideología. Dios, ayuda a reconquistar el orden natu-
Se podría aplicar a ambos esta misma ral: un orden justo no sólo en cada perso-
caracterización: “Dentro de la iglesia ca- na, sino también en la sociedad, y con él
tólica habría sido un hereje, como lo fue la liberación económica y política”.48
dentro de la ortodoxia comunista”.46 El fenómeno es válido en sentido
La Iglesia Católica tiene dos facetas, inverso: del mismo modo que la religión
una conservadora y otra revolucionaria: promete un paraíso después de la vida,
conserva invariable –o casi– un dogma, la ideología revolucionaria termina por
y al mismo tiempo es capaz de exponer ofrecer su propia versión de edén terre-
una estrategia para cuestionar e incluso nal; de ahí que los mismos símbolos sean
cambiar al mundo. El impulso religioso, usados con un valor equivalente en am-
lejos de agotarse en el individuo, lo empu- bos dominios. El poeta, por su parte, par-
ja al encuentro con su semejante, hecho ticipa del valor religioso de la poesía al
que suscita, inevitablemente, la solidari- igual que de su carácter revolucionario y
dad, el amor. En una dirección paralela, concentra los dos impulsos en un mismo
la teología latinoamericana de la libera- propósito: la “sacralización del mundo” y
ción parte del principio de que “la reli- la concepción de otros mundos.49
gión no sólo no es el opio del pueblo, sino Después de la aventura comunista,
que es factor de liberación de los opri- Huerta deja insensiblemente de asociar el
midos y fuerza histórica de transforma- imaginario religioso a los iconos sociales
ción social”.47 para devolver a aquellas imágenes su va-
lor original. Es posible afirmar que la per-
vivencia del espíritu religioso de Huerta
45 Ibid., p. 149.
48
46 Ibid., p. 152. Octavio Derisi, La iglesia y el orden temporal,
47 Cf. Carlos Mendoza, El Dios otro, p. 149. José M. p. 124.
49
González Ruiz sugiere en este sentido que las Si se recuerda que Concha Urquiza militó en el
comunidades eclesiales de base habrían tenido partido comunista antes de recibir el llamado de
un efecto limitado debido a que, en el fondo, Dios y de tomar la determinación de recluirse
surgían de la misma racionalidad moderna, temporalmente en un convento, no resulta difícil
cualidad que las alejó de la espontaneidad del explicar la amalgama de imaginarios comunistas
catolicismo popular, cf. El Cristianismo no es un y cristianos que se dan cita en los poemas socia-
humanismo, p. 158. les. Cf. Elsa Cross, Misticismo y erotismo.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 149


OCIEL FLORES FLORES

–resistente a los postulados materialistas ta a conceder un paraíso a los hombres.


del marxismo–, lo llevaría a reconocer En una actitud de rebeldía, se dirige a un
los excesos del arte comprometido y a poder extrahumano, disminuido, pero no
reencontrar a la divinidad, no con un menos presente y exige a ese dios –escri-
abandono piadoso, sino reconociendo to en minúsculas– aquello que los hom-
una vez más la existencia de un ente más bres no consiguieron darse a sí mismos:
allá de lo inmediato, el cual, no obstante
su lejanía, debe dar cuenta de la injusti- Oh sordo, ciego y luminoso dios,
cia terrenal. enciende alguna vez el rostro del
La relación de Huerta con la Iglesia y pueblo,
con Dios habría de ser siempre conflicti- de este bosque sin dueño, propiedad
de todos y de nadie. Patria de espejos
va. Su severa crítica a la Iglesia Católica
y mediodías, patria embriagada de
puede ser observada desde sus primeros muerte.51
poemas; en éstos, el objetivo es la insti-
tución corrompida y su influencia per- En “Agua de Dios (2),52 el poeta expresa
versa sobre los espíritus de los fieles. En en tono semejante su desolación al dios
su violento ataque, Huerta rescata, sin que asiste impasible a la destrucción de
embargo, el espíritu cristiano original. la patria:
Esta intención puede leerse en “Dolori-
do canto a la Iglesia Católica y a quienes Parece no importar, oh tú, horripilante
en ella suelen confiar”: y solitario lleno de asco dios de la
infamia,
La luz es propiedad del hombre, gran sacerdote del exterminio.
del hombre en general y de nuestros A tus pies hombre y duelo,
hijos junto a tus heridas cristalinas y tu agua,
en forma más precisa; me arrodillo otra vez a contemplar el
la sabiduría es terreno propicio a la paso de mi patria,
bondad, y digo que todo podría ser tan hermoso
y los golpes de pecho son las campanadas y sagrado
del pavor…50 como el amor, como el Amor,
como el AMOR, oh dios,
En 1964, aparecen tres títulos capitales: recíbeme en tu piedra,
“Despliegue de asombros ante un dios”, ¡hazme vivir!
“Agua del dios [1]” y “Agua del dios [2]”, en
los que se percibe un profundo desencan-
to. El poeta buscó la utopía del paraíso en 51 Ibid., “Despliegue de asombros ante un dios”,
p. 253.
la tierra, no la encontró, y al volver la mi- 52 Este poema de Huerta, que guarda una nota-
rada a su realidad inmediata, comprendió ble semejanza con “El ausente”, de Octavio Paz,
que la divinidad no parecía estar dispues- tiene ecos de la voz que alguna vez compartieron
ambos. Los dos poetas increpan a Dios: “Te he
buscado, te busco, / en la cólera pura de los
desesperados, / allí donde los hombres se juntan
para morir sin ti, /entre una maldición y una flor
50 Huerta, op. cit., “Dolorido canto a la Iglesia degollada. / No, no estabas en ese rostro roto
Católica y a quienes en ella suelen confiar”, en mil rostros iguales.”, en Octavio Paz, Obra
pp. 131-132. poética, p. 109.

150 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


EFRAÍN HUERTA Y OCTAVIO PAZ. DOS TRAYECTORIAS DE LA LITERATURA SOCIAL

Efraín Huerta sucumbió por un tiempo a mismo tiempo, la utopía del paraíso en
la desorientación que llevó a numerosos el mundo es sustituida por un objetivo
escritores a abandonar su posición de menos intelectual.56 En “Esto se llama los
testigo y crítico de la Historia que, impre- incendios”, poema de 1968, el poeta lo ex-
visible, “acumula incoherencias y con- presa con estas palabras:
trasentidos, con una suerte de humor a
un tiempo involuntario y perverso”.53 El Se necesita ser muy hombre para no ser
poeta abandona el canto de las prome- violento.
sas del comunismo y del culto a la perso- Se necesita saber musitar un versículo.
nalidad de sus próceres, a la búsqueda Hoy necesito
mucha cobardía para callarme la
del sentido de este mundo, del inmedia-
oración
to, que lo interpela con urgencia.54 De ahí
por Martin Luther King…57
que, después de la obra comprometida,
regale al lector con la expresión de ira
Efraín Huerta vuelve a la poesía ajena a
indignada de “Elegía de la policía monta-
la propaganda, a la poesía libre de dog-
da”, con el canto sublime de “Amor, patria
matismos. Finalmente, como ejercicio de
mía”, o con la pasión sensual de nuevos
la libertad y de la capacidad creadora del
“Poemas prohibidos y de amor”, poesía
hombre, la creación poética guarda en sí
que une al poeta con sus semejantes en
el poder de cambiar el mundo; el poeta
su angustia y en su dicha.55
que hace de su ejercicio un acto de fe “no
El autor de Tranza poética recupera la
distingue entre el conocimiento poético
antigua relación de solidaridad con sus
de la realidad y su transformación”.58 
semejantes. No buscaría ya al hombre
perfecto del futuro, sino la imperfecta hu-
manidad presente urgida de justicia. Al
BIBLIOGRAFÍA

Angenot, Marc. La Critique au service de la


53 Idem., Tiempo nublado, p. 146. révolution, Leuven, Peeters Vrin, 1998.
54 En este sentido, Huerta encontraría la rebelión
amplia que defenderían los surrealistas, tal co-
Batis, Huberto. Lo que Cuadernos del
mo lo enunciaba Breton en el tiempo en que Viento nos dejó, México, CONACULTA,
el movimiento surrealista se adhirió al Partido núm. 71, Tercera Serie, 1985.
Comunista: “por qué nos abstendríamos de tra-
tar, si contemplamos bajo el mismo ángulo que
Barakat, Wael. La théorie du réalisme
ellos contemplan –al igual que nosotros mis- socialiste et sa pratique dans le roman
mos–la Revolución, los problemas del amor, del
sueño, de la locura, del arte y de la religión”, en
André Breton, Manifestes, p. 89.
55 En este sentido hay que recordar el poema
“Conversaciones con Efraín”, en el que Jaime 56 Jorge Alejandro Boccanera precisa el alcance
Labastida parece ratificar el mismo argumento: de la poesía comprometida: “…el poema apunta
“Y este país, que se agita / ante el anuncio de a la cabeza, al entendimiento, a la eficacia in-
tormentas, / parece que hoy requiere que le di- telectual de la gente. Nadie puede pretender que
gas, / como siempre, una sola palabra, / un res- un disparo con pólvora poética cambie al mun-
ponso, una sílaba, para / que te detengas, como do o le rompa el corazón a un dictador.”, en op.
un relámpago / en el día, hermano, hermano, cit., p. 9.
/ hermano, y te desangres…”, en Plenitud del 57 “Esto se llama los incendios”, p. 274.
tiempo, p. 171. 58 Octavio Paz, La búsqueda del comienzo, p. 11.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 151


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152 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


“LOS SANTOS REYES” DE SEVERINO SALAZAR
O UN SUEÑO DE PAPEL
FRENTE A LA DESHUMANIZACIÓN DEL MUNDO GLOBAL
ALEJANDRA HERRERA*

A mis alumnos la hora de la cena la familia está agotada o


y también para Iván y Michel Reynaud
distanciada, nunca falta. Pero los niños, al
margen de este caos, esperan sus regalos.
Muchas veces me he preguntado si en es-
to consiste el espíritu navideño. ¿Dónde
¿Q uién no ha padecido el horror
de los días previos a la Navidad? Para
está la parte espiritual de la Navidad? ¿Por
qué la necesidad de gastar, de atiborrarse
de objetos y objetos que no llenan ese
empezar, el tráfico nos atrapa en un río algo que necesitamos llenar? Sí, es cierto
desarticulado de vehículos de todo tipo; que es una tradición de todo el mundo
las tiendas están reventando y todo el occidental, pero su significado original se
mundo a la “rebatinga” porque no hay ha ido diluyendo a lo largo de los siglos: la
quien atienda con orden; pero eso sí, espiritualidad, la necesidad de conversar
hay que comprar objetos inútiles que en con voces antiguas y trascendentes ha si-
general a nadie le sirven o gustan; quizá su do suplida por una feria del consumo.
única función sea la de adornar el arboli- Hay algo, sin embargo, que nos rescata
to de Navidad. La compra de juguetes de este caos. Severino Salazar lo define así:
es punto aparte. Y qué decir de la cena; “Un sueño de papel donde sucederán las
no importa el precio, hay que comprar el cosas como desearíamos que sucedieran.
bacalao, el pavo, la pasta, la ensalada, Se vuelve un tiempo y un espacio de lo
el whisky, el tequila (porque está de mo- factible. Donde la magia de la Navidad
da), los refrescos, la fruta para el ponche, tiene cabal realización”.1 Sí, se trata de
y un largo etcétera. Las discusiones fami- un Cuento de Navidad. Veamos el origen
liares son otro tema, porque, según sea de esta forma de celebrar el Milagro de
el caso, hoy toca con la suegra o con la Belén y del surgimiento de este género en
mamá. Todo es desorden y confusión. nuestro país.
Este es el espíritu que se esparce por
nuestra metrópoli. Por fin llega el 24 y a
1 Severino Salazar, “El cuento de Navidad”, en
Tema y Variaciones de literatura, núm. 22, 2004,
* Departamento de Humanidades, UAM-A. pp. 224, 225.

153
ALEJANDRA HERRERA

Dice Jorge Ruedas de la Serna que a destaca “Los Santos Reyes” porque, desde
mediados del siglo XIX las fiestas navide- mi punto de vista, da cuenta de la des-
ñas importaron de Europa una serie de treza narrativa de este autor y de su
elementos, que soslayaban la conme- intención por seguir los cánones que se
moración de las fiestas de la Natividad desprenden del mismo Cuento de Navi-
heredadas de los españoles y arraigadas dad de Dickens. Además, debo decir
a lo largo de la Colonia. Durante ésta y que en el 2004 el mismo autor publicó
en la primera mitad del siglo XIX, se trata- un lúcido ensayo titulado “El cuento de
ba de una celebración sencilla, alegre, Navidad”, que me será de gran ayuda
austera y dedicada a los niños. En la se- para sostener mi lectura de su cuento. Iré
gunda mitad del mismo siglo, llegaron a los por partes.
hogares mexicanos el árbol de Navidad, La maestría narrativa de Severino Sa-
las cenas con productos europeos y la lazar se muestra desde la primera línea
figura del viejo Noel que hacía regalos a de “Los Santos Reyes”: “Mi tío me trajo de
los niños. La significación de la Navidad regalo un lugar sagrado”, porque despier-
como una fiesta propiamente religiosa se ta en el lector una serie de preguntas:
desleía y su celebración se convertía en ¿quién cuenta?, ¿cuál es ese lugar sa-
reuniones sociales seculares, en las que grado?, ¿de qué regalo se trata?, ¿quién
la cena y el baile eran los ingredientes es el tío?, ¿qué edad tiene el narrador?
principales con toda la parafernalia que Julio Cortázar diría que el incipit revela el
implica el lujo y el derroche.2 manejo de la intensidad, uno de los ras-
La influencia europea también se dejó gos estructurales del cuento y la define
sentir en el ámbito literario. El cuento de como “[…] la eliminación de todas las
Navidad nace en el siglo XIX con Charles ideas o situaciones intermedias, de todos
Dickens, en Inglaterra, y ahí obtuvo gran los rellenos o fases de transición que la
éxito. Su gran repercusión llegó incluso novela permite e incluso exige”.3 Así, el
a México, prueba de ello es la novela, La lector ya no tiene alternativa, ha sido sa-
Navidad en las montañas de Ignacio Al- cudido por la primera frase y ya no tiene
tamirano, y otros cuentos de escritores otra salida más que continuar leyendo
mexicanos como Manuel Gutiérrez Ná- para resolver las interrogantes. Después
jera, Guillermo Prieto y José Tomás de Cué- de este arranque, Severino Salazar baja-
llar, por mencionar sólo unos nombres, rá esa intensidad para dar lugar a la ten-
entre los que también adoptaron ese sión narrativa, es decir, dosificará la in-
género durante el mismo siglo. En el ya formación y las claves que sólo cobrarán
pasado siglo XX, algunos autores fueron sentido cuando el lector termine de leer
seducidos por este género y siguieron el cuento. A veces, dice Cortázar
cultivándolo. Uno de ellos fue Severino
Salazar (Zacatecas 1947-2005), quien pu- […] la intensidad es de otro orden, y
blicó un volumen titulado Quince cuen- yo prefiero darle el nombre de tensión.
tos de Navidad (2000), entre los cuales Es una intensidad que se ejerce en la

3 Julio Cortázar, “Paseo por el cuento”, en Adolfo


2 Cf. Jorge Ruedas de la Serna, Presente de Navidad. Sánchez Vázquez, Antología. Textos de estética y
Cuentos mexicanos del siglo XIX, 1994. teoría del Arte, 1972, pp. 335, 336.

154 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


“LOS SANTOS REYES” DE SEVERINO SALAZAR O UN SUEÑO DE PAPEL FRENTE A LA DESHUMANIZACIÓN DEL MUNDO GLOBAL

manera con que el autor nos va de los personajes de carne y hueso, en


acercando lentamente a lo contado. la trama, en la atmósfera, en la revela-
Todavía estamos muy lejos de saber ción o en la epifanía espiritual con la
lo que va a ocurrir en el cuento y sin que finaliza el relato. En consecuencia,
embargo no podemos sustraernos a el cuento de Navidad es muchas veces
su atmósfera.4 un divertimento, una pieza literaria don-
de la ludicidad es uno de sus elemen-
En “Los Santos Reyes”, Severino Salazar tos primordiales.5
maneja estos dos aspectos estructurales
del cuento, para lograr el ambiente que Desde luego, todos estos cánones es-
rodea a sus personajes; incluido el inge- tán presentes en “Los Santos Reyes”,6
nuo chiquillo, que muchos años después, pues la historia ocurre alrededor de la
será el narrador y dará cuenta de un epi- Noche Buena y termina el 6 de enero. El
sodio de su infancia, en un pueblo del es- espacio, como tengo dicho, es un pueblo
tado de Zacatecas, donde perdió la fe. zacatecano, azotado en muchas ocasio-
En el ensayo señalado de Salazar, éste nes por los crudos inviernos y heladas.
afirma que aunque Dickens no escribió El asunto es que llegan a ese pueblo las
propiamente una poética del género, de familias que viven en los Estados Unidos:
su Chrisman carol se desprende lo que regresan, como muchos emigrados, a la
podrían ser sus cánones: casa materna a festejar las navidades.
También, el tío, un sacerdote, regresa des-
El cuento de Navidad, obviamente, de- pués de estudiar teología en Roma y de
be suceder en la Noche Buena o alre- un largo viaje por Tierra Santa y el Me-
dedor de esa fecha. Esto implica el dio Oriente. La atmósfera es toda ruido y
invierno: una atmósfera que para el ca- alegría. Y, así, transcurre el tiempo hasta
so es determinante. Debe apelar a los llegar la noche del 25 de diciembre.
sentimientos más primarios del ser Alrededor de una fogata los niños que
humano; es sentimental en esencia,
vienen de Estados Unidos se pregun-
con una fuerte dosis de lo kitch. Debe
tan emocionados si verán a Santoclós. A
haber una epifanía, una revelación, que
nos descubra una faceta positiva de la lo que el tío responde con grandes car-
condición de la grandeza humana, de cajadas y afirma que este personaje no
lo que la nobleza humana es capaz, es más que un invento de la Coca-Cola.
invariablemente, este rasgo es una cons- Con esta afirmación rompe la creencia
tante […] y es el más importante. El en el anciano vestido de rojo. Esa misma
personaje se halla al borde de una noche, los niños que vienen del extran-
situación límite, en un sentido exis- jero dicen a su primo que los Reyes tam-
tencial. Pero lo que al principio podría poco existen. Y es aquí donde surge el
transformarse en una tragedia, en algo conflicto existencial del Narrador,7 quien
negativo y adverso, todo deviene en
bien al final. […] Por último, la misma
fiesta de Navidad es un personaje, un
5 Severino Salazar, op. cit., p. 222.
6 Idem, “Los Santos Reyes”, en Quince cuentos de
catalizador de emociones y acciones,
Navidad, pp. 13-18.
porque es determinante en la sicología 7 Escribo narrador con mayúscula, porque en este
cuento no sólo es un personaje, sino el narrador-
4 Ibid., p. 336. protagonista de esta historia.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 155


ALEJANDRA HERRERA

desamparado dice a su tío lo que los como para que se levante de la tierra y
primos le han asegurado. El sacerdote se desafíe la gravedad. Es más bien digno
irrita y afirma: “El pecado más grande que de lástima. Y tan grotesco como las bote-
se puede cometer es contra la fe”.8 Des- llas que anuncia.10
pués de la desazón del Narrador y cuan-
do ya todos se han marchado, ocurre el Recordemos de dónde proviene Santa-
milagro, la revelación. Puede verse así, clós. Se trata de san Nicolás, cuyo origen
que “Los Santos Reyes” es un auténtico puede ubicarse en el siglo IV en Turquía,
cuento de Navidad. donde llegó a ser el obispo de Mira y fue
En el mismo ensayo de Salazar, éste conocido por obrar muchos milagros y
afirma que los antecedentes del cuento ayudar a los pobres, especialmente a los
de Navidad se encuentran en el Roman- niños. Cuando los musulmanes invadie-
ticismo y en la Escuela Gótica. Del primer ron Turquía, en el siglo XI, sus restos fueron
movimiento se entiende la influencia por llevados por los cristianos a Bari, Italia,
la exaltación de los sentimientos, buenos de ahí que se le conozca como san Nico-
o malos, y de la segunda, la estructura lás de Bari. Su fama de santo milagroso
de los personajes, que pueden ser: “[…] corrió por toda Europa donde ha sido
grotescos, deformes, retorcidos; y por venerado, prueba de ello es que en mu-
otro lado los bellos, sublimes hasta la chas ciudades hay un templo dedicado
incredulidad […]”9 a él. No obstante, a su figura se han
Siguiendo esta estructura, en el adherido otras entre las que destaca la
cuento de “Los Santos Reyes”, aparece de un finlandés, llamado también Ni-
un Santoclós muy peculiar. Transcribo su kolás, cuyo origen es muy antiguo, y que
descripción: hacía juguetes de madera para regalar a
los niños. Puede afirmarse que el mito
Santoclós es un invento de la coca-cola, de Santoclós está compuesto de otros
niños. Pero mírenlo bien: un viejo con personajes, pero la imagen que hoy se
ese panzón tiene un hígado crecido y las tiene de él, efectivamente, corresponde
tripas hinchadas, por lo tanto es ruidoso a una campaña publicitaria de la Coca-
y flatulento. No come, traga y bebe co- Cola Company que en 1931 pidió al
mo un cerdo. Si tiene la nariz roja, llena pintor Haddon Sundblom una versión del
de venas a punto de reventar, es porque mítico personaje, más acorde con aque-
es un borrachín empedernido, que por lla época.
algo siempre anda muerto de risa, jo,
La presencia de Santoclós en el ima-
jo, jo. ¿Díganme qué mensaje es ése?
Jo, jo, jo. Tiene la presión alta, el pobre
ginario de estos niños emigrados, puede
vejete. Los dientes se le pudrieron de explicarse, primero, por lo apuntado por
tanto tomar coca. Y, por como camina Ruedas de la Serna: la introducción de
ha de estar gotoso. Esa cosa no puede elementos europeos ya desde mediados
andar por el cielo haciéndoles regalos a del siglo XIX; y, segundo, porque dichos
los niños. No hay nada espiritual en él niños viven con sus padres en los Estados
Unidos, donde la tradición y costumbres

8 Ibid., p. 16
9 S. Salazar, “El cuento de Navidad”, p. 223. 10 Idem. “Los Santos Reyes”, p. 16.

156 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


“LOS SANTOS REYES” DE SEVERINO SALAZAR O UN SUEÑO DE PAPEL FRENTE A LA DESHUMANIZACIÓN DEL MUNDO GLOBAL

anglosajonas transmigraron junto con la bién el clima contribuya a ese ambiente


ocupación de los territorios del Norte del porque en el campo, el invierno es un
continente; y pese a la resistencia de los tiempo de reposo; la actividad agrícola
mexicanos, hoy emigrados en aquel país, se detiene porque la naturaleza está
las tradiciones se filtran y se adoptan de adormecida y es preciso dejarla descan-
manera imperceptible. sar, tal vez eso también dé lugar a la ins-
La imagen del Santoclós citada con- piración del ánimo:
trasta con la figura del tío del narrador;
en la descripción que se lee de él, resalta Me acuerdo que esos días se nos iban
su hondo carácter espiritual: como un suspiro, que después de
desayunar o de comer, nadie se paraba
[…] estaba más flaco y más alto, huesudo y se iba, pues nos quedábamos las
y descolorido, como que no terminaba horas sentados alrededor de la mesa
de crecer. Su vestimenta era toda ne- escuchándolo, bien atentos y con la
gra, con su cuello blanco [...] boca abierta como si no tuviéramos
Mi abuela no se llenaba de verlo, y nada más que hacer, sólo escuchar las
suspiraba; se le hacía imposible que fue- maravillas que nos hacía ver tan sólo
ra verdad que su hijo amado, el esco- con sus palabras […]
gido, ya estuviera de regreso y entre Él no se reía a carcajadas como los
nosotros. Y quería abrazarlo, pero se demás, sino que sonreía y miraba a las
aguantaba, porque nos decía que ya cosas y a las gentes serenamente, como
era un hombre consagrado y había si no le corriera ninguna prisa […] Deja-
que ser respetuoso con él. Que él ba sus largas manos sobre el mantel,
ya era un representante de Dios sobre casi olvidadas […]12
la tierra. Que era un espacio consagra-
do a Dios.11 Puede confirmarse entonces que la at-
mósfera espiritual del cuento se logra a
Como puede verse, se trata de una figura través del tío, gran estudioso de teología
estilizada y espiritual, que muy bien pue- y religión.
de compararse con las estatuas de los Por otra parte, hay que recordar que
santos que pueblan las iglesias y catedra- el conflicto narrativo se hace presente,
les, y, por lo tanto, opuesta a la imagen cuando los primos le dicen al Narrador:
terrena del Santoclós. “[…] que tampoco los Santos Reyes
Y es precisamente este personaje, el existían. Que los que ponían los regalos
tío, el que propicia el ambiente festivo en los zapatos eran nuestros padres”.13 Y
que impera en la familia del Narrador. esta información propicia que el Narra-
Evidentemente, la fiesta navideña es un dor se vea en un auténtico problema
factor importante, pero en esta historia existencial, pues a partir de ese momen-
la visita del tío es fundamental, pues a to lo invade por un sentimiento de ab-
través de este personaje, el autor provee surdo; por ése que rompe el vínculo en-
de espiritualidad a la atmósfera en la que tre el individuo y el mundo exterior, y
se desarrollan las acciones. Quizá tam-

12 Loc. cit.
11 Ibid., pp. 13, 14. 13 Ibid., p. 16.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 157


ALEJANDRA HERRERA

el sujeto se percibe a sí mismo como un en la realización del milagro. Es la lucha


extraño sin respuestas, sin Norte: entre la fe y la ciencia, porque atenerse
a ésta, al pensamiento, a la lógica del co-
Saber esa noticia, que curiosamente ni nocimiento, no es suficiente: hay más
por un momento dudé de su veracidad, preguntas que respuestas y una vida no
me llenó de una tristeza instantánea, alcanza para aclararlas. Esta limitación
que fue como si me hubieran echado un hace que la necesidad de creer se robus-
costal de maíz sobre los hombros. Me
tezca y se vuelva imperioso volver a escu-
sentía pesado, como oprimido contra
char las voces de nuestros antepasados,
la tierra.14
la certeza de sus creencias, que si ahora
suenan añejas, infundadas, procuraban el
Me parece digna de atención esta reac-
alivio a la falta de trascendencia.
ción del Narrador, porque si como él
La verdadera expulsión del paraíso
dice, nunca dudó de la veracidad de lo
consiste en vivir con la certeza de que el
dicho por sus primos, parecería como
conocimiento no puede explicar todo y
si auténticamente él no hubiera creí-
que el misterio y la duda rondarán siem-
do en la existencia de estos Reyes,
pre la vida del hombre. Quizá esto expli-
pues de lo contrario, al menos hubiera
que el desánimo del Narrador, pues no
dudado de la negación de sus primos.
hay que olvidar que ya es un adulto
Si bien lo comenta con el tío, la res-
quien nos cuenta ahora un episodio de
puesta de éste, el coraje y la indignación,
su infancia, porque ya sabe usar las pa-
tampoco alivia su ánimo, pues el tío no
labras, traducir en ellas su experiencia
aclara si existen o no los Reyes. Así el Na-
y emoción.
rrador se ve en un estado de desazón que
Y así volvemos al pueblo zacatecano
indica que en verdad perdió algo impor-
en donde las visitas empiezan a irse,
tante. La tensión narrativa genera otra
para contribuir al vacío y desánimo del
pregunta, ¿por qué si no creía se siente así?
Narrador. Los tíos y sus familias comien-
Y una posible respuesta podría encon-
zan el regreso a los lugares en donde ha-
trarse en la contradicción que constituye
cen sus vidas. El tío regresa a su seminario,
la condición humana: queremos que algo
y la casa, antes llena de vida, se conge-
exista, pero al mismo tiempo buscamos
la ahora no por el clima, sino por la falta
pruebas que confirmen su inexistencia; y
de huéspedes, el desmembramiento de
al tenerlas, sentimos nostalgia por la ino-
la familia. La ausencia de ésta es, así, una
cencia perdida. Como cuando nos damos
forma de morir; la soledad del Narrador
cuenta que los ritos agrícolas, dedicados
no sólo es interna sino también externa:
siempre a reavivar a la naturaleza y a ex-
pulsar a la muerte, y que, además, son
La casa y todo el pueblo se sentían
la cuna de la civilización y las artes, sólo vacíos, más vacíos que antes que lle-
estaban fundados en la ignorancia y la su- garan a visitarnos. Pues las fiestas, una
perstición. Entonces sentimos el deseo vez que pasan, como que nos dejan un
de seguir creyendo y que la observan- agujero, que tarda tiempo en llenarse.
cia de ciertas normas y acciones influirá En un día más sería la noche de reyes.
Pero ahora me daba vergüenza hacer
14 Loc. cit. mi carta y ponerla en mi zapato; me

158 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


“LOS SANTOS REYES” DE SEVERINO SALAZAR O UN SUEÑO DE PAPEL FRENTE A LA DESHUMANIZACIÓN DEL MUNDO GLOBAL

sentía estúpido, como si el mundo cumpliendo los deseos de los niños, y to-
estuviera hueco […] Al mismo tiempo davía algo más: que a él le dejan en su casa
me sentía robado, saqueado. O enga- tapetes musulmanes para que, sin duda,
ñado; no sabía ni qué.15 los reparta a cada niño del pueblo. Co-
mo si a él le hubiesen dejado la tarea de
Y justo aquí, en medio de esta confusión, mantener la tradición en los Santos Reyes.
en la noche de Reyes ocurre el milagro. Muchos años después, el Narrador re-
Será preciso detenernos en el regalo que cuerda este momento de epifanía:
el tío trajo de Turquía. Se trata de un
tapete oriental, justo el que utilizan los Al despertar –había pasado toda la no-
musulmanes para rezar. El tío explica a che sobre mi tapete– tenía la certeza
su sobrino para qué es y cómo colocarse de que algo muy grande todavía me
en él: quedaba. Y que eso iba a ser muy difícil
perderlo o que me lo robaran.17
Me dijo: cada uno de los musulmanes […]
tiene un tapete como éste. Es auténtico Ahora bien ¿por qué los Santos Reyes y
[…] Este tapete es un espacio sagrado, no Santoclós? y al hacer esta pregunta sur-
donde nada más cabe un hombre para gen otras: ¿por qué los primos destruyen
estar solo con Dios […] Luego mi tío me la fe del Narrador en la existencia de los
enseñó cómo postrarme. Me dijo, los
Reyes?, ¿por venganza?, ¿por qué el tío
musulmanes creen que para hablarle a
no dice abiertamente al Narrador que los
Dios, uno debe tocar el piso con siete
apoyos de su cuerpo, con las palmas, las Reyes tampoco existen? Quizá no poda-
rodillas, la punta de los pies y la frente. mos saber todas las respuestas porque en
Esta actitud ante la divinidad nos llega el cuento no están todas las claves que
de la noche de los tiempos.16 las descifren; lo que sí podemos saber es
que gracias a la imaginación y fantasía el
Precisamente en ese tapete, previa una niño recupera la fe, y que Severino Sala-
paz inexplicable, el niño se hinca y luego zar ha logrado:
de hacer sus plegarias ocurre el milagro,
la magia navideña, la epifanía que todo […] ese clima propio de todo gran
cuento de Navidad debe contener. El ta- cuento, que obliga a seguir leyendo, que
pete comienza a moverse y el Narrador, aísla al lector de todo lo que lo rodea
para después, terminado el cuento, vol-
asustado al principio, se deja ir en él y al
ver a conectarlo con su circunstancia de
salir por la ventana en un vuelo fantásti- una manera nueva, enriquecida, más
co descubre lo que nunca había visto de honda o más hermosa.18
su pueblo. La noche era clara y estrellada,
todo convocaba a una serena alegría, a Y gracias a la estructura de esa atmósfera
la revelación; y desde ahí contempla na- creada por Severino Salazar se pueden in-
da menos que a los Santos Reyes, en- ferir algunas respuestas que permanecen
trando a los hogares, leyendo cartas y

15 Ibid., p. 17. 17 Ibid., p. 18.


16 Ibid., p. 15. 18 J. Cortázar, op. cit., p. 335.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 159


ALEJANDRA HERRERA

en la parte subterránea de la historia y más profunda con el mundo que nos


que conforman su significado. rodea. Para esto me detendré en nuestra
Si concedemos que el tío es un ser actual circunstancia. Con los procesos
elevado, cabe preguntarse, ¿por qué rom- económicos y los avances tecnológicos
pe la creencia de sus sobrinos en Santa- de las últimas décadas que han comuni-
clós? Una primera respuesta nos llevaría a cado como nunca a los cinco continentes
pensar que se trata de un hombre cerra- a través de satélites y la famosa red de
do a la influencia de otras tradiciones y internet, se ha producido un fenómeno
que su religión de alguna manera avala llamado globalización cuyo fundamento
la existencia de los Santos Reyes, pues en económico es el libre mercado. Indepen-
el Evangelio de san Mateos, por lo menos dientemente de lo justo o injusto de este
existe una referencia a la visita de unos suceso, es un hecho que la globalización
magos –en aquellos tiempos éstos eran no se da en términos humanos y las tradi-
los reyes de sus pueblos debido a los ciones originales de un país se ven debili-
poderes que manejaban– que siguiendo tadas por la comercialización de objetos
una estrella, llegaron a Belén con ofren- ajenos que en muchos casos no respon-
das para el recién nacido Niño Dios.19 den a necesidades básicas de un pueblo,
Pero si éste fuera el caso, la presencia pero sí trastocan, con esa importación,
del tapete no tendría sentido pues la re- sus costumbres y tradiciones auténticas.
ligión en México es el catolicismo y no, Por otra parte, las tradiciones de un
el islamismo. país, una región o de cualquier comuni-
Cuando el niño recibe el regalo, pre- dad son una serie de valores, creencias,
gunta a su tío: “¿No le hace que ellos le hechos y costumbres que originalmente
recen a Alá? […] [A lo que él responde:] responden a una forma de entender el
Dios es el mismo en cualquier lugar […] mundo y vivir en él. El mito, el rito y la
solamente cambia Su nombre”.20 Con lo religión son sus antecedentes, que a
cual se confirma que el tío no se opone menudo se van desvaneciendo y quedan
a otras tradiciones. Entonces es pertinen- sólo las costumbres que de alguna forma
te preguntar ¿qué quiere decir el autor a constituyen la identidad de una comuni-
sus lectores?, ¿qué hay más allá del episo- dad. Aunque las tradiciones hayan perdi-
dio narrado? Contestar estas preguntas do su fundamento, es fácil entender que
implica transitar por un terreno poco fir- son la herencia de generaciones anterio-
me, porque, aunque siempre atenidas al res y perduran porque se les considera,
texto, las lecturas pueden variar y, sin de alguna forma, valiosas. Entonces, te-
duda, son múltiples. No obstante, trata- nemos que el tío del Narrador no pue-
ré de formular mi interpretación. de aceptar que la creencia en los Santos
Se trata del regreso de lo contado a la Reyes se vea sustituida, no por el original
realidad; recordemos la cita anterior de obispo de Bari, sino por una figura pu-
Cortázar, de esa capacidad que tiene un blicitaria, el Santoclós que conocemos
buen texto para conectarnos de manera de una de las marcas más emblemáticas
del comercio.
19 Cf. S. Mateo, 2, 1, 2, 10, 11
20 S. Salazar “Los Santos Reyes”, p. 15

160 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


“LOS SANTOS REYES” DE SEVERINO SALAZAR O UN SUEÑO DE PAPEL FRENTE A LA DESHUMANIZACIÓN DEL MUNDO GLOBAL

No se trata de aislarse a la influencia cajones. Y no digamos las maravillas de


extranjera; se puede convivir con lo au- internet: mientras hablamos por teléfono
téntico y original de otras culturas, siem- podemos ver en vivo y color a nuestros
pre y cuando no sean marcas comercia- interlocutores. Engaño colorido: nada pue-
les que procuren crear necesidades para de sustituir el contacto humano: darse la
fortalecer el consumo y el mercado, por- mano, un abrazo, un beso.
que en éste, el humanismo se ve reducido Además, en abono a mi lectura, ca-
a la ley de la oferta y la demanda. be señalar, la recomendación que el tío
Hay un ejemplo de esta demanda de le hace a su sobrino, el Narrador de es-
la sociedad de consumo en la historia, es ta historia:
un pequeño detalle pero significativo, y
se refiere al uso de la cámara fotográfica: […] cuida tu cuerpo y mantenlo siempre
limpio porque es un espacio sagrado.
[…] Nos quedábamos sentados las ho- Es tu responsabilidad que no lo ensu-
ras alrededor de la mesa escuchándo- cien ideas extrañas, para que sea ligero
lo [el Narrador se refiere a su tío], bien y espiritual. Y flote sobre la mugre del
atentos […] como si no tuviéramos na- mundo, y ésta no lo toque.22
da más qué hacer, sólo escuchar las
maravillas que nos hacía ver tan sólo Y esas ideas extrañas referidas son, para
con sus palabras. Uno de mis primos mí, las marcas comerciales y las necesida-
le preguntó si no había sacado fotos. des inútiles, los mitos de la globalización,
Él lo miró por un momento como si que contaminan las auténticas tradicio-
no hubiera entendido o como si le es- nes de cualquier país o pueblo.
tuviera haciendo la pregunta más tonta
Pero, así están las cosas. Echar marcha
del mundo.21
atrás es imposible: las utopías ya no exis-
ten. Qué gran pérdida es renunciar a
Es evidente que la palabra es para Severi-
los sueños y a la imaginación, lo que au-
no Salazar superior a la imagen; quizá
ténticamente, más que las ciencias, ha
lo es para todo escritor, pues es su me-
movido al mundo. Por eso, para Severi-
dio expresivo, su material de trabajo, pero
no Salazar es un imperativo rescatar ese
por qué el desprecio por las fotografías.
“sueño de papel”, porque “En el cuento
Yo creo que este rechazo se da porque
de Navidad caben entonces todas las
se trata de una necesidad creada, y en
posibilidades del bien supremo, absoluto,
la mayoría de los casos inútil. Hay toda
todas las esperanzas, todas las imágenes
una industria dedicada a las cámaras fo-
por más inalcanzables o descabelladas
tográficas, filmadoras, instantáneas, ma-
que nos parezcan. Todas esas cosas que
nuales, automáticas, digitales; pero que
en el inclemente mundo actual, en la
a la mera hora, nos quitan el tiempo de
globalización, en la realidad cotidiana, no
disfrutar, sólo para atender a las fotos;
tienen cabida”.23 
y, después, a nadie le interesa verlas, y
así, se convierten en una auténtica plaga
porque ya no caben en álbumes ni
22 Ibid., p. 17
21 Ibid., p. 14. 23 Idem, “El cuento de Navidad”, pp. 224, 225.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA 161


ALEJANDRA HERRERA

BIBLIOGRAFÍA Haddon Sundblom. En línea. http:// Wiki-


pedia.org /wiki/Haddon_Sundblom
Cortazar, Julio. “Paseo por el cuento”, en (06/04/2009).
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Escobedo Rodhe, Teresa. Tiempo sagra- Semestre 1, 2004, pp. 221-229.
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glo XIX. México, UNAM, 1994 (Ida y
regreso al siglo XIX).

162 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 LITERATURA


LAS HIJAS DE EVA Y SU ORDENACIÓN SACERDOTAL
¿OPRESIÓN INJUSTIFICADA O DOGMA DE FE?1

ANA MARÍA PEPPINO BARALE*

D
las interesadas el derecho a ser ordenadas
entro del campo de conocimiento sacerdotalmente, particularmente en la
referido a los estudios sobre las mujeres, comunidad cristiana más numerosa y que
es menester tomar en cuenta la diversidad ejerce desde siglos una profunda influen-
de éstas para reconocer y atender sus cia en la cultura latinoamericana desde el
diferencias y particularidades. Es decir, to- inicio de la Conquista: la Iglesia Católica
mar a la mujer como objeto de estudio Apostólica y Romana –caracterizada por
implica entender que no se trata de un el reconocimiento de la autoridad del obis-
bloque monolítico sino de un mundo po de Roma, el Papa–. En adelante me
plural que es necesario delimitar para refiero a ella con las iniciales de la de-
enfocar el estudio sobre una situación en nominación breve de uso común: IC.
particular. En esta ocasión, la precisión se Aquí, no se discute la religiosidad in-
orienta a revisar el papel de la mujer en las dividual que tiene una profunda raigam-
organizaciones religiosas, particularmen- bre en la cultura humana; se expone una
te desde la óptica feminista que impulsa situación social de trato desigual cuya jus-
la toma de conciencia del trato desigual tificación histórica se ha vuelto obsoleta.
recibido en una sociedad estructurada so- Una óptica desde la sociología de la mu-
bre intereses mayoritariamente masculinos jer hace hincapié en las relaciones de
y, además, influenciada y cimentada por desigualdad entre mujeres y hombres en
preceptos religiosos que, durante siglos, una sociedad que sobrepone un género
han asignado a las mujeres un espacio sobre otro y, además, permite analizar
secundario, limitado a la obediencia del las diferentes etapas de la organización
poder masculino y contrario a sus dere- social y la discriminación que han sufrido
chos como humanas. Así, se les niega a las mujeres en los diferentes ámbitos e
instituciones sociales desde la familia
hasta la religión. Desde la perspectiva del
1 Una primera versión fue presentada como po- feminismo laico, el interés se centra en
nencia en el XII Congreso Latinoamericano so- el papel representativo que las mujeres
bre Religión y Etnicidad (Bogotá, 7 al 11 de julio
de 2008). deben tener en las diferentes órdenes
* Departamento de Humanidades, UAM-A. religiosas, particularmente para intervenir

163
ANA MARÍA PEPPINO BARALE

en las reglas de vida y conciencia que nido a la mujer como centro de sus pro-
orientan la actuación social y particular de hibiciones y controles, justificados a me-
los seguidores de esa religión particular. nudo como medidas de protección. Esto
El tema permite atender muchas aristas último puede entenderse en la época
y todas importantes, pero la limitada ex- colonial donde las mujeres de una fa-
tensión de un artículo obliga, por ejem- milia quedaban desprotegidas cuando
plo, a esbozar apenas las causas de este desaparecía la cabeza –masculina– de la
sometimiento de género en un modelo misma; donde los conventos fueron un
de sociedad que se ha estructurado para refugio, que en ciertos casos resultaron
responder primordialmente a necesida- formas de liberación del destino impuesto
des, intereses y valores de una parte de a las mujeres de contraer matrimonio con-
la misma en detrimento de la atención tra su voluntad y de aumentar el número
a la otra. Una cosmovisión parcial que de parturientas muertas. Las estructuras,
centró su forma de comprender el mun- modos y sentidos así construidos dieron
do desde y para los hombres, asignando lugar a la conformación de una sociedad
un papel pasivo y dependiente a las muje- patriarcal que cercó la libertad femenina
res. Por lo que respecta a América Latina, a lo largo de los siglos. Así, se puede en-
es importante repasar hechos históricos contrar en ese pasado el significado de un
que han establecido las bases de nuestra mundo signado por la apropiación de la
cultura actual desde que la Conquista palabra y del poder por el sector masculi-
impuso su lengua, su religión y también no de la sociedad, que fijó como cualida-
la minusvalía de las mujeres. des femeninas el silencio, la pasividad y,
Sirva ello, en primer lugar, para en- sobre todo, la obediencia.
marcar la mirada crítica y los datos es- Medievalistas europeas han ido trazan-
tadísticos sobre el hecho de que la IC si- do el origen del peso fundamental de la
gue relegando a las mujeres del aparato cuestión religiosa en el contexto español,
eclesiástico negándoles el sacramento de situación que se desplegó posteriormen-
la ordenación, acción sustentada por di- te a los territorios americanos durante la
versas comunicaciones eclesiásticas que conquista y colonización. Mientras que
se anotan más adelante, mientras que otras en Europa se iban sucediendo transfor-
comunidades cristianas, de acuerdo con maciones sociales importantes que ten-
los ejemplos que se presentan adelante, dían a desestabilizar las estructuras feu-
han iniciado un camino por la igualdad de dales, España legitimó la conquista y la
oportunidades para uno y otro género. imposición de una forma única de ex-
presión religiosa en las colonias del
nuevo mundo: la de la IC. Desde ahí, se
LA MIRADA CRÍTICA SOBRE LA HISTORIA va construyendo el orden colonial con
la imposición de modelos de comporta-
La secularización de las sociedades occi- miento y espiritualidad que respondían
dentales no ha logrado romper con la al discurso político, social y religioso del
estructura de dominación que la IC ha poder central que obligó a respetar las
impuesto en Latinoamérica y que ha te- normas establecidas, particularmente se-

164 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


L AS HIJAS DE EVA Y SU ORDENACIÓN SACERDOTAL ¿OPRESIÓN INJUSTIFICADA O DOGMA DE FE?

veras en el caso de las mujeres porque orden del mundo y el papel asignado a
se trataba de garantizar el honor de las las mujeres. Una lucha por los derechos
familias depositarias del orden hispano. femeninos, únicamente desde el escena-
La revisión de los archivos correspon- rio secular impide reconocer la dimen-
dientes a los procesos del tribunal del sión religiosa del problema, debilitando
Santo Oficio de la Inquisición muestra la no sólo la argumentación sino el enten-
persecución de “judías, nuevas cristianas, dimiento de la sujeción misma. Las teó-
beatas, alumbradas y visionarias”,2 cuyas logas feministas latinoamericanas han
formas de vida y palabras públicas eran demostrado tener los argumentos ne-
consideradas un peligro para la suprema- cesarios para dialogar tanto con el fe-
cía del poder de la Iglesia y su orden. En minismo secular como con la Iglesia y,
el contexto de una sociedad preocupa- fundamentalmente, desde una realidad
da por el honor y construida sobre una definida por la geográfica económica
base unilateral de pensamiento y obra, que determina una visión diferente a
se desarrolla la “tradición ejemplarizante” la asumida desde una óptica teológi-
representada por el ejercicio de narrar ca feminista desde el escenario del pri-
las “vidas y virtudes de las mujeres que mer mundo.4
debían preservar el honor”; la biografía
y hagiografía colonial es el resultado de En este sentido, la teología hecha desde
un proceso restrictivo ejercido por los la óptica de la mujer, está comprome-
confesores de las monjas como forma tida con las necesidades, los intereses y
de control y donde se recreó la perfec- las expectativas de las mujeres oprimi-
das que unen sus esfuerzos a otras
ción como ejemplo de lo que debían ser
mujeres y otros hombres, en la cons-
las mujeres perfectas: “recogidas, obe- trucción de nuevas realidades sociales
dientes, moralmente impecables y devo- y eclesiales, donde sea posible la so-
tas según los cánones de la Iglesia”.3 lidaridad, la participación igualitaria y
Es así que desde la etapa colonial de la vida para todos.5
nuestra América se establecen los pa-
rámetros de la identidad femenina exal- Los motivos bíblicos-teológicos que se
tando la humildad, la obediencia, la su- argumentan para defender “la masculini-
bordinación y la capacidad de sacrificio dad del Verbo encarnado”, están siendo
como las características más preciadas revisados y objetados desde un enfoque
de la virtud perfecta. Para cambiar dicha que arguye que la exclusión de las muje-
situación, es de suma importancia una res responde a una cuestión cultural que
comprensión de los asuntos religiosos ya no tiene sentido. Por otro lado, sería
porque las tradiciones relacionadas con deseable que la apertura ecuménica post-
ellos constituyen una base para otorgar conciliar católica, vaya más allá de un
significado, crear imágenes y entender el acercamiento ritual para ir en busca de

2 Mary Giles, Mujeres en la Inquisición. La per-


secución del Santo Oficio en España y el Nuevo 4 Elina Vuola, Teología feminista/Teología de la Li-
Mundo, p. 34. beración. Los límites de la liberación, p. 236.
3 Patricia Victoria Martínez i Álvarez, La libertad 5 María Pilar Aquino, ¿Qué es hacer teología desde
femenina de dar lugar a Dios, p. 209. la perspectiva de la mujer?, p. 6.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 165


ANA MARÍA PEPPINO BARALE

un denominador común: la igualdad de pia teología dé cuenta de la gran riqueza


oportunidades para mujeres y hombres del Pueblo de Dios, sin relegar a ningu-
de servir a Dios en todos los órdenes, no de los actores en la fe.6
particularmente respecto al sacerdocio
ministerial. Esta mirada crítica permite prácticas de
Especialistas releen la Biblia y propo- toma de conciencia, de palabra y de re-
nen una reformulación de la teología, lación, y en eso consiste su poder para
lo que da lugar a una revisión del papel determinar el papel de las mujeres en una
de las mujeres en la fundación, preser- sociedad construida en el reconocimien-
vación y difusión de la tradición cristiana, to de que:
haciendo hincapié en sus contribucio-
nes y estudiando el papel prominente de […] la igualdad es un principio jurídico:
el denominador común presente en to-
las discípulas femeninas de Cristo (reva-
do ser humano al que se haga justicia. La
loración de la figura de María Magdale-
diferencia es un principio existencial que
na y la acusación de prostituta con la se refiere a los modos del ser humano,
que se la descalifica); igualmente, propo- a la peculiaridad de sus experiencias,
nen cambios doctrinarios para que las de sus finalidades, de sus aperturas,
mujeres rompan como una tradición de de su sentido de la existencia en una
avasallamiento de sus derechos. Por su situación dada y en las situaciones que
parte, teólogas feministas reflexionan crí- quiere darse. La diferencia entre mujer
ticamente sobre la realidad específica de y hombre, es la diferencia básica de
mujeres y hombres con objeto de trans- la humanidad.7
formar instituciones y sistemas para cons-
truir relaciones sociales libres de la domi- Aquella antigua preponderancia de la re-
nación patriarcal. No sólo proponen una ligión católica sigue manteniéndose se-
nueva imagen de Dios sino también un gún los datos estadísticos que se anotan
entendimiento diferente de la Iglesia des- enseguida, lo que permite resaltar el he-
de una conexión de vida más que como cho de que la más importante congrega-
una relación de jerarquía. En ese senti- ción religiosa cristiana está muy a la zaga
do, las teólogas buscan rescatar “un de- de otras menores en número de fieles con
recho secuestrado” y reflexionar sobre la respecto al tema que aquí se trata.
marginación de la mujer en la iglesia.

Si la teología se entiende como una LOS DATOS NUMÉRICOS


reflexión de la fe que la comunidad
creyente vive, celebra y anuncia, y se La estadística sobre el número de inte-
define como inteligencia de la fe y pa- grantes de las distintas religiones del
labra razonada (logos) sobre Dios mundo es aproximada y varía según la
(Theos) hemos de afirmar que, para las fuente, se alega dificultades para obte-
mujeres, como parte fundamental de la ner los registros de sus miembros, entre
comunidad eclesial, es no sólo posible,
sino necesario, elaborar una reflexión o
inteligencia de la fe a partir de su propia 6 María Pilar Aquino, op. cit., p. 7.
experiencia, para permitir que la pro- 7 Carla Lonzi, Escupamos sobre Hegel, p. 16.

166 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


L AS HIJAS DE EVA Y SU ORDENACIÓN SACERDOTAL ¿OPRESIÓN INJUSTIFICADA O DOGMA DE FE?

otras razones porque en muchos de los Para una referencia estadística, repro-
censos de población no se incorpora la duzco los tres cuadros siguientes que
pregunta sobre prácticas religiosas. Ade- provienen de la misma fuente,9 con la
más, porque se parte de formas de conteo salvedad de entenderlos como un acer-
distintas: mientras que para los católicos camiento a la realidad y que para estudios
todo bautizado es miembro de por sí, puntuales sobre el tema es necesario
entre los protestantes sólo se consideran efectuar una investigación más minucio-
los que se han “unido”. Así, en un mundo sa. El cuadro 1, se refiere al número de
poblado por 6,781,583,556 millones de miembros de las mayores religiones del
habitantes,8 los tres grupos religiosos más mundo en el año 2000 comparado con
numerosos son el de la cristiandad, el islam el del año 1900, y los porcentajes de ca-
y el hinduismo; dentro del primer gru- da grupo respecto a la población mun-
po, actualmente, el catolicismo es mayoría dial total.
en el mundo y en América Latina.

Cuadro 1. Religiones del mundo, 1900-2000

Religiones del mundo año 1900 año 2000

Población total 1619 100% 6055 100%


Cristianos 558 34.5% 1999 33%
Musulmanes 200 12.3% 1188 19.6%
Hindúes 203 12.5% 881 13.4%
Budistas 127 7.8% 360 5.9%
Religiones Indígenas 117 7.3% 228 3.8%
Judíos 12 0.8% 14 0.2%
Nuevas Religiones 6 0.4% 102 1.7%
No creyentes 3 0.2% 778 12.7%

Según la fuente citada, la población una quinta parte es musulmana y crece


mundial crece anualmente 1.2% y de ella: 2.1%, mientras que el hinduismo está
85% manifiesta profesar una religión; una creciendo 1.7%. En América Latina el pa-
tercera parte es cristiana y crece 1.4%; norama es el siguiente (cuadro 2):

8 De acuerdo con lo proyectado por U.S. Census


Bureau, International Data Base (IBD), a las 21:27
GMT (EST+5), del 22 de mayo de 2009. En línea, 9 Franz Damen, Panorama de las religiones en el
mundo y en América Latina. mundo y en América Latina. En línea.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 167


ANA MARÍA PEPPINO BARALE

Cuadro 2. Religiones en América Latina, 1900-2000

Religiones en América Latina año 1900 año 2000

Población total 65 100% 519 100%


Cristianos 62 95.2% 481 92.75%
Musulmanes 0.05 0.1% 1.5 0.3%
Religiones indígenas 2.2 3.5% 1.2 0.3%
Judíos 0.02 0.0% 1.1 0.2%
Hindúes 0.1 0.3% 0.7 0.2%
Budistas 0.0005 0.0% 0.6 0.1%
Nuevas religiones 0 0.0% 0.5 0.1%
Espiritistas 0.2 0.4% 12 2.3%
No creyentes 0.3 0.6% 16 3.1%
Ateos 0.1 0.0% 2.7 0.5%

En el curso del siglo XX, la población –catolicismo, protestantismo, ortodoxia


mundial creció 3.74 veces, mientras que y anglicanismo–; igualmente señalan dos
en América Latina se multiplicó casi bloques recientes: “los ‘cristianos mar-
ocho veces. En esta última, el cristianismo ginales’ (mormones, testigos de Jehová)
ha mantenido su hegemonía dentro de y las ‘iglesias independientes’ que repre-
los cuatro grandes bloques tradicionales sentan mayormente iglesias indígenas no
que distinguen los expertos en el tema blancas”, (cuadro 3):

Cuadro 3. Cristianos en América Latina, 1900-2000

Cristianos en América Latina año 1900 año 2000

Población total 65 100% 519 100%


Cristianos 62 95.2% 481 92.75%
Católicos 59 90.1% 461 88.8%
Protestantes 0.9 1.4% 46 9.3%
Anglicanos 0.7 1.1% 1 0.2%
Ortodoxos 0.7 1.1% 0.5 0.1%
Iglesias independientes 0.03 0.1% 39 7.7%
Cristianos marginales 0.003 0.0% 6 1.3%
Evangelicales 0.7 1.2% 40.3 7.8%
Pentecostales/Carismáticos 0.01 0.0% 141 27%
Afiliados doblemente 0.3 0.4% 80 15.5%

168 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


L AS HIJAS DE EVA Y SU ORDENACIÓN SACERDOTAL ¿OPRESIÓN INJUSTIFICADA O DOGMA DE FE?

En México se considera en primer lu- razones históricas y de otro orden, para


gar un 88.22% de católicos; luego 5.02% seguir manteniendo la hegemonía del
evangélicas y protestantes (14% de his- varón en la ordenación sacerdotal.
tóricas, 32% de pentecostales y neopen-
tecostales, 1.41% Iglesia del Dios vivo
columna y apoyo de la verdad Luz del LAS INSTRUCCIONES Y CARTAS EPISCOPALES
Mundo, 51.10% otras evangélicas); 2.13%
bíblicas no evangélicas (58% Testigos de En la religión católica, que según las es-
Jehová, 29% Adventistas del séptimo día, tadísticas señaladas es la más importante
11% Iglesia de Jesucristo de los Santos en el mundo y en nuestra América Lati-
de los últimos días –mormones–); 0.06% na, resaltan las expresiones de teólogas
judaica; 3.49% sin religión.10 que abogan por una apertura hacia una
Si bien el cristianismo se destaca como reconsideración del papel de las mujeres,
la mayor fuerza religiosa del mundo, es en respuesta a la posición excluyente de
necesario resaltar que ese universo se va la IC. Christine Gudorf señala que la Igle-
fracturando ya sea por divisiones internas sia debe “reconocer, admitir y arrepentir-
o por el surgimiento y proliferación de nue- se de su misoginia histórica” que la ha
vos grupos religiosos, muchos de ellos llevado “no sólo a proyectar a las mujeres
surgidos a partir de los grupos ya con- como símbolos de sexo y pecado, placer
solidados; se menciona que en la actuali- y tentación, sino a intentar redefinir a las
dad existen unas 10.000 comunidades mujeres en términos de reproducción y
religiosas diferentes, si bien, como se ha de servicio al hombre y a los hijos”.11 Por
presentado en los datos anteriores, las su parte, Ivonne Gebara, religiosa católi-
tres principales representan el 66% del ca brasileña de la congregación Herma-
87.3% de la población que declara obser- nas de Nuestra Señora, doctora en Fi-
var alguna religión. En América Latina, que losofía y Ciencias Religiosas, y teóloga
es el espacio que nos corresponde, los feminista,12 considera que la salida no es
católicos constituyen –según la estadís- ordenar a las mujeres o que éstas accedan
tica anterior– el 88.8%. Por ello, destaca a ser Papas, sino que el problema está en
la circunstancia de que la religión más el modelo jerárquico y que se tiene que
importante del mundo global y de nues- cambiar la concepción que la Iglesia tiene
tro mundo en particular, por el número sobre el ser humano. Lo esencial, dice, no
de sus fieles, sigue negando a las mujeres es tanto el sacerdocio de las mujeres sino
su derecho a ser ordenas sacerdotes, aun- que se les reconozca el derecho a pen-
que ha venido permitiéndoles una parti- sar, hablar, actuar o tener liderazgo, des-
cipación más activa en diferentes espacios de su ser como mujeres, desde sus pro-
de su organización. La justificación de di- pias necesidades. Para ello reconoce que:
cha actitud se encuentra en comunicacio-
nes puntuales en las que se argumentan 11 Christine E. Gudorf, “Ética sexual feminista”, p. 34.
12 En 1994, el Vaticano censuró el tema de sus escri-
tos relativos a la mujer, el aborto y la teología, por
10 INEGI,La diversidad religiosa en México. XII Censo lo que para que reformulara sus planteamien-
General de Población y Vivienda México 2000. tos fue “invitada” a trasladarse a Europa a realizar
En línea. estudios teológicos en una institución católica.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 169


ANA MARÍA PEPPINO BARALE

Hay que crear nuevas relaciones en la el significado pleno de su feminidad y,


sociedad; eso quiere decir que también de esta manera, disponerse al ‘don sin-
hay que repensar los contenidos teoló- cero de sí misma’ a los demás, y de es-
gicos, porque hay cosas que ya no se te modo encontrarse a sí misma.”14
pueden sustentar, que han sido válidas
Siguiendo la interesante carta –requiere
en un mundo teocéntrico y medieval,
un pormenorizado razonamiento que
donde todo era organizado desde una
imagen de Dios como “padre todo po- queda fuera de esta comunicación–, ci-
deroso, creador del cielo y de la tierra”, to un párrafo in extenso para ilustrar la
pero ahora ya no se tiene esa idea de postura oficial referida al significado de
Dios. Los nuevos paradigmas de la cien- los derechos asignados a la mujer, mis-
cia, los movimientos ecológicos, femi- mo que ofrece conceptos que se prestan
nistas, etc., han hecho cambiar la men- a controversias puntuales:
talidad, por lo que ya no se puede decir
lo mismo que antes.13 En nuestro tiempo la cuestión de los
“derechos de la mujer” ha adquirido un
Sin embargo, la respuesta de las autori- nuevo significado en el vasto contexto
dades eclesiásticas es contundente, pero de los derechos de la persona humana.
incongruente, ya que mientras diferentes Iluminando este programa, declarado
mensajes papales y otros documentos re- constantemente y recordado de diver-
saltan la importancia del papel de las sos modos, el mensaje bíblico y evangé-
lico custodia la verdad sobre la “uni-
mujeres en la sociedad, particularmente
dad” de los “dos”, es decir, sobre aque-
en la familia como núcleo primario del lla dignidad y vocación que resultan de
desarrollo social de la humanidad, otras la diversidad específica y de la originali-
manifestaciones confirman la imposibili- dad personal del hombre y de la mujer.
dad de que la IC permita la ordenación Por tanto, también la justa oposición
femenina. Entre los primeros, la carta de la mujer frente a lo que expresan las
apostólica Mulieris dignitatem sobre la palabras bíblicas “él te dominará” (Gén.
dignidad y la vocación de la mujer, da- 3, 16) no puede de ninguna manera
da a conocer en ocasión del año mariano conducir a la “masculinización” de las
(3 de mayo de 1998), y en la que la mujeres. La mujer –en nombre de la
reflexión de Juan Pablo II se orienta hacia liberación del “dominio” del hombre–
no puede tender a apropiarse de las
el reconocimiento “desde el interior del
características masculinas, en contra de
‘don de Dios’ lo que El, creador y reden- su propia “originalidad” femenina. Exis-
tor, confía a la mujer, a toda mujer. En el te el fundado temor de que por este
Espíritu de Cristo ella puede descubrir camino la mujer no llegará a “realizarse”
y podría, en cambio, deformar y perder
lo que constituye su riqueza esencial.
13 Entrevista realizada a fines de los años noventa
en la Universidad Católica de Lovaina cuando Se trata de una riqueza enorme. En la
Lobera estaba por defender su tesis doctoral descripción bíblica la exclamación del
El mal visto desde la mujer, en la que analiza primer hombre, al ver la mujer que ha
críticamente a la teología occidental por basar-
se en una jerarquización valorativa fundada
en el patriarcado. Hugo José Suárez, “Diálogo
con Ivonne Gebara: mujer, teóloga y feminista”. 14 Carta apostólica “Mulieris dignitatem”, IX Conclu-
En línea. sión, párrafo segundo. En línea.

170 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


L AS HIJAS DE EVA Y SU ORDENACIÓN SACERDOTAL ¿OPRESIÓN INJUSTIFICADA O DOGMA DE FE?

sido creada, es una exclamación de reconocimiento a la ONU por promover


admiración y de encanto, que abar- tan importante encuentro y señala que:
ca toda la historia del hombre sobre
la tierra.15 La Iglesia quiere ofrecer también su
contribución en defensa de la digni-
La cuestión es saber si las católicas están dad, papel y derechos de las mujeres, no
de acuerdo con dicha “originalidad feme- sólo a través de la aportación especifi-
nina” y, también, si consideran que luchar ca de la Delegación oficial de la Santa
contra la dominación androcéntrica las Sede a los trabajos de Pekín, sino tam-
conducirá a una “masculinización”, como bién hablando directamente al corazón
si sólo los hombres pudieran cuestionar y a la mente de todas las mujeres. 17
las reglas establecidas en tiempos y lu-
gares que ya no corresponden a las si- Se pueden citar otras aportaciones en pro
tuaciones actuales; de igual manera, del respeto (limitado) a los derechos de
siguiendo costumbres decimonónicas, si las mujeres siempre y cuando no se trate,
un padre es cariñoso con su hijo se es- entre otros puntos esenciales, de la inclu-
taría “feminizando”. En ese contexto, sión del sector femenino en el ministerio
ambos cambios adquieren un significado que les permita recibir la ordenación y
negativo. La Mulieris dignitatem señala presidir la eucaristía, tal como se asienta
como “conciencia de una misión” que: en dos documentos que se refieren ex-
presamente al tema: la instrucción Inter
Si la dignidad de la mujer testimonia el insigniores (1976) y la Carta Apostólica
amor, que ella recibe para amar a su Ordinatio Sacerdotales (1995).
vez, el paradigma bíblico de la “mujer” Pablo VI encargó expresamente a la
parece desvelar también cuál es el ver- Sagrada Congregación para la Doctrina
dadero orden del amor que constituye de la Fe,18 la redacción de una respuesta
la vocación de la mujer misma. Se trata
aquí de la vocación en su significado
fundamental, –podríamos decir univer-
sal– que se concreta y se expresa des- 17 Carta del papa Juan Pablo II a las mujeres, inci-
pués en las múltiples “vocaciones” so 1. Interesante recordar el papel de la delega-
de la mujer, tanto en la Iglesia como ción oficial del Vaticano en franca contraposición
en el mundo.16 a lo defendido por ONG’S y redes, respecto al
reconocimiento de que los derechos humanos
de las mujeres deben incluir su derecho a tener
Con motivo de la celebración de la IV control sobre su sexualidad y su reproducción,
Conferencia Mundial sobre la Mujer (Pe- por lo que proponían revisar las leyes que casti-
gan a las mujeres que han recurrido al aborto.
kín, 4 al 15 de septiembre de 1995), el 18 Fundada por Pablo III en 1542 para defender a la
papa Juan Pablo II dirigió una carta a las Iglesia de las herejías, es la más antigua de las nue-
mujeres en la que expresa su entusiasta ve Congregaciones de la Curia. Según el Artícu-
lo 48 de la Constitución Apostólica sobre la
Curia Romana Pastor bonus, promulgada por
Juan Pablo II el 28 de junio de 1988, “la tarea
propia de la Congregación para la Doctrina de
15 Ibid., IV. Eva y María, “Él te dominará”, párra- la Fe es promover y tutelar la doctrina de la fe
fo cuarto. y la moral en todo el mundo católico. Por esta
16 Ibid., VII. La mayor es la caridad, “Conciencia de razón, todo aquello que, de alguna manera toca
una misión”, inciso 30. este tema, cae bajo su competencia”. La reforma

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 171


ANA MARÍA PEPPINO BARALE

fundamentada ante la inquietud crecien- como Santa Clara, Santa Teresa de Ávila y
te por la igualdad de derechos entre el Santa Catalina de Siena.
hombre y la mujer reconocidos por al-
gunas iglesias cristianas protestantes que Ni tampoco se pueden echar en olvido
permiten el acceso femenino al oficio las numerosas mujeres consagradas al
de pastores, y ante la inexistencia en el Señor en el ejercicio de la caridad o en
Nuevo Testamento de referencias a una las misiones, ni el influjo profundo de las
esposas cristianas dentro de sus familias
prohibición expresa a que el sacerdocio
y en la transmisión de la fe a sus hijos.21
pueda ser ejercido por las mujeres. La
resultante instrucción, Inter insigniores
Sin embargo, la tradición indica que la
“Declaración sobre la cuestión de la ad-
Iglesia “no ha admitido nunca que las
misión de las mujeres al sacerdocio mi-
mujeres pudiesen recibir válidamente
nisterial”, reafirmó claramente la práctica
la ordenación sacerdotal o episcopal”, y
y los fundamentos que la IC al respecto.
que “al llamar únicamente a los hombres
El papa Pablo VI aprobó esta declaración,
para la ordenación y para el ministerio
la confirmó y ordenó que se publicara el
propiamente sacerdotal, quiere perma-
15 de octubre de 1976.19
necer fiel al tipo de ministerio sacerdotal
La Inter insigniores señala en su In-
deseado por el Señor Jesucristo y mante-
troducción. Puesto que corresponde a
nido cuidadosamente por los apósto-
la mujer en la sociedad moderna y en la
les”.(6).22 Por otra parte, llama a no olvidar
Iglesia”, que entre las formas sociales que
que “el sacerdocio no forma parte de los
deben ser superadas y eliminadas por
derechos de la persona, sino que depen-
afectar a los derechos fundamentales de
de del misterio de Cristo y de la Iglesia”
la persona y “ser contrarias al plan de Dios
(38), así como que la igualdad de los
está, en primer lugar, la discriminación
bautizados no significa identidad igual,
por razón de sexo”;20 igualmente, reco-
ya que cada cuerpo diferenciado tiene
noce el papel de mujeres que no sólo
su función dentro de la Iglesia donde
fueron fundadoras de órdenes religiosas
“los papeles son diversos y no deben ser
importantes sino que se las reconoce en-
confundidos […] no dan pie a superiori-
tre los doctores de la Iglesia por sus escri-
dad de unos sobre otros ni ofrecen pretex-
tos de gran contenido espiritual, tales
to para la envidia” (39). Para concluir, la
Inter insigniores asienta que:

La Iglesia hace votos para que las muje-


del Código de Derecho Canónico de 1983, excluyó res cristianas tomen plena conciencia de
de los nombres de las congregaciones vaticanas
el término “Sagrada”. la grandeza de su misión: su papel es
19 El sumario de esta instrucción papal consigna que: capital hoy en día, tanto para la reno-
“estudia la constante tradición de la Iglesia y el vación y humanización de la sociedad
modo de actuar de Cristo v de los apóstoles (I-III); como para descubrir de nuevo, por parte
valora después este hecho teológicamente (IV) y
lo ilumina con la analogía de la fe, tanto a la luz
del misterio de Cristo (V) como del misterio de la 21 Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe.
Iglesia (VI)”. Instrucción “Inter insigniores”, inciso 2.
20 Tomado de: Concilio Vaticano II, Constitución 22 En adelante se señala entre paréntesis el número de
pastoral Gaudium et spes, inciso 29. inciso correspondiente al documento anunciado.

172 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


L AS HIJAS DE EVA Y SU ORDENACIÓN SACERDOTAL ¿OPRESIÓN INJUSTIFICADA O DOGMA DE FE?

de los creyentes, el verdadero rostro de La Ordinatio Sacerdotalis reconoce que


la Iglesia. (40) en distintos lugares se considera discuti-
ble la posición de la Iglesia e “incluso se
Por su parte, con igual contundencia, atribuye un valor meramente disciplinar
Juan Pablo II emitió la Carta Apostólica a la decisión de la Iglesia de no admi-
Ordinatio Sacerdotalis, el 22 de mayo de tir a las mujeres a tal ordenación”. Por eso,
1994. En ella comienza afirmando que: para no dejar duda sobre tan importan-
“La ordenación sacerdotal, mediante la te cuestión, declara “que la Iglesia no tie-
cual se transmite la función confiada ne en modo alguno la facultad de conferir
por Cristo a sus Apóstoles, de enseñar, la ordenación sacerdotal a las mujeres, y
santificar y regir a los fieles, desde el que este dictamen debe ser considera-
principio ha sido reservada siempre en do como definitivo por todos los fieles de
la IC exclusivamente a los hombres.” (1) la Iglesia”. (4)
Recuerda la carta enviada por el papa Sin embargo, el mundo cambia y ya
Pablo VI al Arzobispo de Cantorbery nada parece ser definitivo. Posiblemente
(Canterbury en inglés), Revdmo. Dr. F.D. la IC demore su respuesta a los nuevos
Coogan, el 30 noviembre de 1975, con aires o, puede suceder también, que las
motivo del surgimiento en la Comunión católicas interesadas decidan servir a Dios
Anglicana de la ordenación de las muje- en otra congregación más abierta a sus
res “quiso recordar a los hermanos an- inclinaciones, para alcanzar lo que otras
glicanos cuál era la posición de la IC” ex- congéneres ya practican.
poniendo las razones fundamentales:
“el ejemplo, consignado en las Sagradas
Escrituras, de Cristo que escogió sus LAS MUJERES ORDENADAS
Apóstoles sólo entre varones; la práctica
constante de la Iglesia, que ha imitado a De acuerdo con lo anterior, la IC niega
Cristo, escogiendo sólo varones; y su vi- la ordenación sacerdotal femenina, por lo
viente Magisterio, que coherentemente tanto los casos que se citan en este aparta-
ha establecido que la exclusión de las mu- do corresponden a mujeres ordenadas en
jeres del sacerdocio está en armonía con una comunidad religiosa que está muy
el plan de Dios para su Iglesia”. Juan Pablo lejos de tener el número de feligreses de
II apela igualmente a razones históricas la primera, si bien es conveniente estu-
cuando señala que: diar la importancia que sus seguidores
tienen en la sociedad en que se desarro-
María Santísima, Madre de Dios y Madre llan. Es decir, son pocos pero influyentes.
de la Iglesia, no recibiera la misión pro- La congregación religiosa en cuestión ha
pia de los Apóstoles ni el sacerdocio
demostrado una apertura considerable
ministerial, muestra claramente que la
con respecto al papel de las mujeres en
no admisión de las mujeres a la orde-
nación sacerdotal no puede significar la ordenación sacerdotal, de la cual se
una menor dignidad ni una discrimina- han beneficiado dos latinoamericanas tal
ción hacia ellas, sino la observancia fiel como se consigna más adelante.
de una disposición que hay que atribuir La Iglesia Episcopal en los Estados Uni-
a la sabiduría del Señor del universo. (3) dos de América (ECUSA-Episcopal Church

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 173


ANA MARÍA PEPPINO BARALE

in the USA),23 cuenta actualmente 77 mi- en Corvallis, Oregón, donde tenía la res-
llones de fieles en el mundo, y proce- ponsabilidad especial de atender a la co-
de de la Comunión Anglicana, iglesia ofi- munidad hispana ya que habla español
cial de Inglaterra originada en 1534 cuando fluidamente. Nombrada obispa de Neva-
se desconoció la autoridad del Papa de da en 2001, destaca como líderesa del
Roma. ECUSA considera a sus obispos co- sector más liberal de su iglesia.
mo los pastores principales y como sím- Ya en 1996, Carolyn Tanner Irish (1940)
bolos principales de unidad y continuidad. fue electa obispo de la Diócesis de Utah
Esta iglesia se considera a sí misma católi- y con ello se convirtió en la cuarta mujer
ca y protestante: católica, porque conserva cabeza de diócesis episcopal y una de
los antiguos credos, sacramentos y órde- las doce en total de dicha comunidad
nes de la IC; protestante o “reformada”, religiosa. Ella es guía espiritual de cerca
porque rechazó la autoridad del Papa.24 de 6,000 feligreses en 22 congregacio-
En USA se trata de una comunidad peque- nes de Utah y una en Arizona.
ña, algo más de cinco millones entre la En ese ambiente propicio, el 10 de
cual se contó con los presidentes Franklin febrero de 2007, Isabel González (1964)
D. Roosevelt y George H. W. Bush. fue ordenada pastora en la Iglesia Epis-
Además, para este tema, es importante copal de Utah, pasando a la historia co-
señalar que ECUSA está encabezada por mo la primera hispana en alcanzar esa
una obispa presidenta25 la primera mujer posición. Originaria de Tlaltenango, es-
de la historia de la Comunión Anglica- tado de Zacatecas (México), de familia
na–, la Reverendísima Katharine Jefferts campesina, católica, con diez hermanos,
(Pensacola, Florida, 25 de marzo de 1954), tuvo pocas oportunidades para superar
que fue elegida en la Convención Gene- una escolarización de nivel primario por
ral efectuada en Columbus, Ohio (2006); el difícil acceso a los centros escolares. Su
obtuvo su doctorado en oceanografía deseo de superación la lanzó a Salinas,
en la Universidad de Oregón en 1983, California, a los 20 años con una hijita de
hija de un oficial de la Armada, ordena- seis meses, siguiendo a una hermana que
da presbítera en 1994 cuando asistía al ya estaba trabajando como jornalera en
rector de la Iglesia del Buen Samaritano los campos agrícolas. Ahí trabajó también
y luego en una planta empacadora, mien-
tras tomaba clases nocturnas para con-
seguir su diploma de educación general.
23 ECUSA está afiliada al gobierno por una ley del
Congreso aprobada el 6 de enero de 1883; la Cierto día concurrió a una iglesia episco-
Catedral Nacional de Washington, que cumple pal invitada por una amiga y ahí, ante la
funciones también de reunión nacional, es su presbítera que conducía el servicio, reno-
templo principal. Cuenta con 108 diócesis en te-
rritorio estadounidense y comprende además vó el deseo de su infancia de servir a Dios
las Islas Vírgenes, Haití, Taiwán, Colombia, la Re- y así, cuando en 1994 –casada y con tres
pública Dominicana, Ecuador, Honduras, Puerto hijos más– llega a Salt Lake City, donde
Rico, Europa y Venezuela; además mantiene una
relación extra provincial con la diócesis de Cuba. poco a poco fue escalando posiciones y
24 Iglesia Episcopal. Definición y génesis histórica. ampliando su labor a tiempo completo
En línea. en la diócesis de la Iglesia Episcopal
25 En femenino, atendiendo a mi posición en contra
del androcentrismo lingüístico. de Utah. La llegada desde México del

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L AS HIJAS DE EVA Y SU ORDENACIÓN SACERDOTAL ¿OPRESIÓN INJUSTIFICADA O DOGMA DE FE?

religioso Pablo Ramos para reforzar el un liderazgo de hombres y mujeres” y


ministerio hispano, le dio a Isabel la opor- se congratuló que las mujeres tuvieran
tunidad esperada, ya que con él inició la oportunidad de aportar sus dotes al
estudios independientes porque por su pastorado. Entre los clérigos que asistie-
condición de hispana y mujer no tenía ron al juramento se encontraron, Andrew
opción de ser aceptada en un seminario Hutchison y Katharine J. Schory, prima-
para seguir sus estudios teológicos. Ra- dos de la Iglesia Episcopal de Canadá
mos elaboró un programa de estudios y Estados Unidos y contó con la pre-
para ella con el apoyo del seminario sencia especial de las otras obispas de
episcopal de la Ciudad de México, al que la comunidad mundial. También estuvo
Isabel debía acudir dos o tres veces al presente Caridad Diego, jefa del De-
año para cursos intensivos. Su prepara- partamento de Asuntos Religiosos del
ción se complementaba con clases de Comité Central del Partido Comunista de
inglés en la Universidad de Utah. Después Cuba. Cot, de 69 años, fue profesora
de ocho años de esforzados estudios, fue de escuela secundaria y primaria; la re-
ordenada diácono y empezó a servir en forma eclesiástica de 1987 le permitió
la Iglesia de San Esteban, en West Valley ordenarse como presbítera anglicana.
City y a ocuparse de la creciente con- Su hija Marianela sigue sus pasos como
gregación hispana, además de su función religiosa y su esposo Juan Ramón de la
como capellán en hospitales.26 Paz Cerezo, es deán de la Catedral de
Otro caso es el de la canóniga cubana la Santísima Trinidad.28
Nerva Cot Aguilera; después de 20 años Las anteriores no son las únicas muje-
de ministra fue ordenada el 10 de junio de res que han podido alcanzar la ordenación
2007 como la primera obispa de la Igle- sacerdotal, también cuentan las tempra-
sia Episcopal en América Latina –habían nas pioneras en la Iglesia Metodista Uni-
pasado 136 años desde el arribo a la isla da donde en 2004 fue elegida en San
de un estadounidense sencillo, con una José, California (USA), como primera obispa
Biblia en la mano y la intención de pro- “hispana” Minerva Carcaño. En México,
pagar la palabra de Dios.27 La ceremonia Rebeca Montemayor es la primera minis-
de ordenación se efectuó en la Catedral tra bautista nombrada en el país. Un re-
Episcopal de la Santísima Trinidad, de La paso más minucioso llevará a muchas
Habana. Cot señaló que tal hecho habla- sorpresas y sacará a la luz pública la labor
ba de una “Iglesia más inclusiva […] con de muchas mujeres en el campo religioso
en posiciones antes no alcanzadas, es de-
cir, en los puestos o labores que han sido
26 The Episcopal Church of Utah. “Diáspora. tradicionalmente coto cerrado masculino.
Ordenación de Isabel González”. En línea.
27 La Iglesia Episcopal cuenta con unos 10 mil
miembros en Cuba, tiene nueve parroquias, 28
congregaciones y 43 misiones. Hasta finales de
los 60 fue una diócesis de Estados Unidos, pe-
ro las dificultades políticas y de comunicación la
obligaron a separarse. En 1990 Cuba orientó su
posición hacia el laicismo, permitiendo libremen-
te los credos y su ejercicio, aunque no les brinda 28 “Ordenan a una mujer obispo en Cuba”, BBC
apoyo gubernamental. Mundo.com. América Latina. En línea.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 175


ANA MARÍA PEPPINO BARALE

PALABRAS FINALES así como al feminismo con su reflexión y


teorización sobre el papel de las mujeres
Desde el planteamiento teórico señalado en las sociedades actuales.
inicialmente, he tratado de resaltar el ca- La retrospectiva histórica permite do-
mino que se ha abierto para algunas mu- cumentar los tiempos en que a las rebel-
jeres, aún pocas, en comunidades reli- des las declararon brujas y las arrojaron
giosas cristianas de la rama protestante; a la hoguera; les quitaron el derecho a
éstas han sido mucho más proclives a heredar y ser dueñas de la tierra que tra-
participar en los cambios que se vienen bajaban; las transformaron en objetos va-
dando cada vez con mayor fuerza res- cíos que cumplían una sola misión: re-
pecto al reacomodo social de los pape- producir y preservar la especie. Ese orden
les tradicionalmente asignados a muje- medieval aún persiste en comunidades
res y hombres, mientras que la IC sigue que responden a “usos y costumbres” gene-
una línea apegada a justificativos históri- ralmente desfavorables para las mujeres.
cos ancestrales. La Iglesia Episcopal, como se ha visto,
La Iglesia de Roma con su historia de se diferencia de la IC en que ésta aún pre-
siglos ha ido efectuando lentamente al- valece como el más claro ejemplo de
gunas reformas (particularmente en la patriarcado, si nos atenemos a las expre-
liturgia después del Concilio Vaticano II), siones contundentes de papa Juan Pablo
para “promover todo aquello que pueda II negando toda posibilidad a las mujeres
contribuir a la unión de cuantos creen en de ser ordenadas sacerdotes. Para el caso,
Jesucristo”,29 de ahí que se puede espe- es ilustrativo lo estipulado por la Iglesia
rar que en algún momento se discuta la Episcopal de Colombia:
posibilidad de la ordenación femenina.
Al contrario, de la misma manera que Las mujeres tienen acceso a la orde-
fieles inconformes con la liberalización nación, al diaconado, al presbiterado
anglicana de Inglaterra se han cambiado y al obispado en reconocimiento de
la completa participación de que le es
al culto católico, más conservador, las
conferida en el cuerpo del bautismo y
católicas pueden ver otras posibilidades
basado en la doctrina de la encarnación
más acordes con su manera de entender la mediante la cual Cristo asume nuestra
participación de las mujeres en la iglesia. naturaleza humana y no nuestra iden-
Por otro lado, es necesario atender a tidad sexual. En otra palabra hombres
la ola secularista,30 laica31 e irreligiosa,32 y mujeres participamos de la misma
humanidad y naturaleza redimida que
es objeto de la encarnación de Dios en
la persona de Cristo.33
29 Constitución Sacrosanctum Concilium sobre la
sagrada liturgia, “Proemio”, inciso 1.
30 Pérdida de la influencia de la religión y sus Pero, como se dice, “no todo es miel
instituciones sobre las sociedades o estados. sobre hojuelas”. La Iglesia Anglicana de
31 Sociedad organizada aconfesionalmente.
32 No practicar o seguir una religión, China el país
Inglaterra tiene problemas con los fieles
más poblado del mundo (1,300 millones de
habitantes) tienen el más alto porcentaje 71%;
Japón el 58%; Rusia 48,1; Biolurrusia 47.8%. 33 Iglesia Episcopal en Colombia. Comunión An-
“Irreligión” en Wikipedia. glicana, La ordenación de mujeres. En línea.

176 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


L AS HIJAS DE EVA Y SU ORDENACIÓN SACERDOTAL ¿OPRESIÓN INJUSTIFICADA O DOGMA DE FE?

conservadores por la apertura que per- www.franciscanos.org/docpontificios/


mite la ordenación sacerdotal de muje- cartajpiimujeres.html. (enero de 2009)
res, así como ECUSA los tiene por ordenar Carta Apostólica “Ordinario sacerdotalis”,
a sacerdotes homosexuales. del papa Juan Pablo II sobre la orde-
Este milenio se encamina a la toma de nación sacerdotal reservada sólo a los
decisiones que deben corresponder a la hombres, 22 de mayo de 1995. En línea.
época y el campo religioso no está exento http://www.vatican.va/holy_father/
de ello ante el peligro del alejamiento de john_paul_ii/apost_letters/documents/
los fieles. Pero ¿cómo darle respuesta a hf_jp-ii_apl_22051994_ordinatio-
todas y todos? ¿Cómo aceptar un mundo sacerdotalis_sp.html
donde las sociedades más “avanzadas” Concilio Vaticano II, Constitución pastoral
se abren a la inclusión, mientras otras si- “Gaudium et spes” sobre la Iglesia en el
guen imponiendo sus cerradas normas mundo actual, diciembre 7 de 1965.
que obligan a las mujeres a vivir sujetas En línea.http://www.vatican.va/archive/
al poder masculino? Las respuestas a hist_councils/ii_vatican_council/
estas preguntas van encontrando diferen- documents/vat-ii_const_19651207_
tes caminos, unos desde la institución, gaudium-et-spes_sp.html
otros desde la individualidad. Aquí sólo Constitución Sacrosanctum Concilium
se ha propuesto otra mirada sobre di- sobre la sagrada liturgia, 4 de diciembre
cha encrucijada de 1963. En línea. http://www.vatican.
va/archive/hist_councils/ii_vatican_
council/documents/vat-ii_const_
BIBLIOGRAFÍA 19631204_sacrosanctum-concilium_
sp.html. ( febrero de 2009)
Aquino, María Pilar. ¿Qué es hacer teo- Damen, Franz. Panorama de las religiones
logía desde la perspectiva de la mujer?, en el mundo y en América Latina. En
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choacano de Investigación y Forma- textos/castellano/Damen.htm. (febrero
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de 2008)

178 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


SANTAS ESCUELAS DE CRISTO EN LA SEGUNDA MITAD
DEL SIGLO XVIII EN LA CIUDAD DE MÉXICO

ALICIA BAZARTE MARTÍNEZ*


JOSÉ ANTONIO CRUZ R ANGEL**

H acia 1799, en la capital del virrei-


nato novohispano existían las Santas
Como sucedía con las cofradías, algu-
nas habían sido fundadas con licencia del
ordinario (es decir del obispo del lugar),
Escuelas de Cristo en doce templos: en pero la gran mayoría de ellas no. Su finali-
los conventos de San Francisco, Santo dad era promover la ortodoxia doctrinal
Domingo, San Agustín y Nuestra Señora entre los distintos grupos sociales del vi-
de La Merced; en las parroquias de San- rreinato, que debían someterse a mortifi-
ta María la Redonda, Santa Cruz y Sole- caciones físicas y hacer de la oración
dad, San Sebastián, Santa Veracruz; en los y reflexión sobre la muerte de Cristo su
hospitales de Jesús Nazareno y Real de doctrina. Si bien promovían la agrupa-
Naturales, y en el colegio de San Pedro, así ción de personas en el seno de la Igle-
como en pueblos y ciudades importantes sia Católica, su objetivo las alejó defini-
de casi todo el virreinato.1 tivamente de las cofradías y las terceras
órdenes a excepción, quizá, de las cofra-
* Profesora-investigadora de la Escuela Superior de días de la Doctrina Cristiana.
Economía, IPN.
**Profesor de la Escuela Nacional de Antropología
e Historia.
1 “La primera Escuela de Cristo de la que tenemos ANTECEDENTES
noticias se fundó en Madrid el 26 de febrero de
1653, en el Hospital de los Italianos, por el ad-
ministrador del mismo, el padre Juan Bautista En España, las Escuelas de Cristo ini-
Ferruzzo, con la aprobación del obispo de Tole- ciaron en el siglo XVII y han perdurado
do don Baltasar de Moscoso y Sandoval el mismo
año y en 1655 la del Papa Alejandro VII. En cierto hasta la actualidad. Su objetivo quedó
sentido, se considera a San Felipe Neri como el establecido en el primer capítulo de sus
padre de las Escuelas de Cristo por el paralelismo constituciones:
que éstas guardan con los oratorios creados por
él para seglares en Roma. Sus constituciones se
deben mayoritariamente al padre Ferruzzo y al El aprovechamiento espiritual y aspirar
obispo de Osma, D. Juan de Palafox y Mendoza, en todo al cumplimiento de la volun-
antes obispo de Puebla de los Ángeles”. Manuel tad de Dios, de sus preceptos y conse-
Moreno Valero, “La Escuela de Cristo. Su vida, or-
ganización y espiritualidad barrocas”, en Carlos
jos, caminando a la perfección cada
Álvarez Santaló (coord.), La religiosidad popular, uno, según su estado, y las obligaciones
Antropos-Fundación Ma-chado, t. III, p. 509. de él, con enmienda de la vida,

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ALICIA BAZARTE MARTÍNEZ / JOSÉ ANTONIO CRUZ R ANGEL

penitencia y contrición de los pecados, La fecha que tenemos registrada para


mortificación de los sentidos, pureza la primera Escuela de Cristo en la capital
de conciencia, oración, y frecuencia de del virreinato novohispano es la de 1721,
Sacramentos, obras de caridad y otros establecida en el Convento de Nuestra
ejercicios santos que en ella se ense-
Señora de la Merced, en la Capilla de
ñan y practican, con aprecio grande a lo
San José. A ésta le seguirían otras once.
eterno y desestimación de lo temporal,
buscando todos en su estado el cami- Originalmente las Santas Escuelas en el
no y la senda estrecha, y más segura virreinato novohispano fueron establecidas
de salvarse.2 por y para los españoles prominentes,
pero poco a poco dieron paso a otras
La noticia más antigua de las Santas más abiertas que se conformaron
Escuelas de Cristo en España se remonta mayoritariamente por trabajadores.
al 26 de febrero de 1653, cuando se fundó
la primera en el Hospital de los Italianos SAN FELIPE NERI ESPÍRITU DEL ORATORIO
de Madrid. Su promotor, el sacerdote Y DE LAS SANTAS ESCUELAS
italiano Juan Bautista Ferruzzo era el
administrador de dicho nosocomio, y más Paradójicamente la Iglesia, queriendo
tarde fue ordenado obispo de Trivento, confrontar la irreligiosidad y la educación
en Nápoles. Esta Escuela de Cristo fue laica manifiesta en las ideas ilustradas
aprobada el 10 de abril de 1655 por el radicalizadas en Francia, pero que en
arzobispo de Toledo Baltasar de Moscoso España también tenía seguidores, trató
y Sandoval y por el papa Alejandro VII.3 de implantar una educación religiosa
En el año de 1953, en la conmemoración “racional” y más o menos democrática en
del tricentenario de esta fundación, se la institución de las Santas Escuelas de
registraron en España 385 escuelas que Cristo surgidas en Europa durante el si-
habían existido; ahí se declaró cofundador glo XVII, con una fuerte presencia en el
del instituto a Juan de Palafox y Mendoza, debutante siglo XVIII e inspiradas en las
obispo de Osma y antiguo obispo de la enseñanzas de san Felipe Neri5 como una
Puebla de los Ángeles.4

5 San Felipe Neri nació en Florencia, Italia, en 1515.


Vivió en Roma austeramente, y en 1558 con la
2 Ibid., p. 511. ayuda de su confesor el P. Persiano Rossa fundó
3 Moreno Valero se sorprende de que no se ha- una cofradía de pobres, que se reunían para los
yan estudiado estas instituciones tanto como las ejercicios espirituales en la Iglesia de San Salva-
cofradías, atribuyendo el desinterés o desco- tore in Campo. Esta cofradía se encargaba de so-
nocimiento a que su fin no era exteriorizar correr a los peregrinos pobres. Al poco tiempo
sus actividades y al restringido número de sus fundó el célebre Hospital de la Santa Trinidad del
miembros que, en ocasiones, no pasaba de 72. Peregrino. En 1551 recibió las órdenes sagradas y
Además, su carácter ascético enaltecía como se fue a vivir a San Jerónimo de la Carita, fundó
virtud la humildad y la discreción, por lo que su apostolado en el confesionario donde atendía a
nadie debía enterarse de lo sucedido en su inte- una multitud de penitentes, organizaba conversa-
rior; sus espacios tendían a ser lo más aislados y ciones y discusiones espirituales que terminaban
oscuros posibles. Ibid., pp. 507-522. con una visita al Santísimo Sacramento; y se leía
4 Para consultar las constituciones de esta pri- la vida de los mártires y misioneros. En la Iglesia
mera fundación véase Juan de Palafox y Men- de San Jerónimo se construyó una gran sala para
doza, Obras. las conferencias de san Felipe, y varios sacerdotes

180 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


SANTAS ESCUELAS DE CRISTO EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII EN LA CIUDAD DE MÉXICO

estrategia de la Iglesia preocupada por el para combatir las ideas de la modernidad


embate ilustrado. Amén del espíritu de que se imponían especialmente en Fran-
estudio de la doctrina cristiana, privaba el cia, donde una revolución liberal cobraría
de una disciplina casi militar, de tal forma la vida del rey Luis XVI ante el azoro de la
que pareciera ser el entrenamiento de los monarquía europea.
nuevos soldados de Cristo, preparándose Estas instituciones tenían como parte
del método para alcanzar la compren-
sión del espíritu cristiano, una pedagogía
que estaba enfocada cada vez más en
empezaron a ayudarle en la obra. El pueblo los
llamaba “Los oratorianos”, porque tocaban la las masas; el número de discípulos, que
campana para llamar a los fieles para rezar en su inicialmente debía de ser de 72 aumentó
oratorio. El santo redactó una regla muy sencilla rápidamente a más de cien agremiados
para sus jóvenes discípulos, entre los cuales se
encontraba el historiador César Baronio. Si bien en cada escuela. Justamente el nombre de
vivían y oraban en comunidad, no se obligaron escuela implicaba una tarea de enseñan-
con ningún tipo de voto ni renunciaron a sus za-aprendizaje para adultos
propiedades. El papa Gregorio XIII aprobó la con-
gregación en 1575 confiándole la Iglesia de
Santa María en Vallichella, sin embargo, san Fe- cuyo instituto y fin es el aprovechamien-
lipe Neri prefirió mantenerse en San Jerónimo. to espiritual y aspirar en todo al cum-
Dos años antes de su muerte era frecuente verlo plimiento de la voluntad de Dios, de sus
arrebatado en éxtasis durante la misa, así que
preceptores y consejeros, caminando a
los asistentes tomaron la costumbre de retirarse
al Agnus Dei. El acólito hacía lo mismo, después la perfección cada uno según su estado,
de apagar los cirios, encender una lamparilla y y las obligaciones de él con enmienda
colgar de la puerta un letrero para anunciar que de la vida, penitencia y contrición de los
San Felipe estaba celebrando todavía; dos horas pecados, mortificación de los sentidos,
después, regresaba el acólito, encendía de nuevo
los cirios y la misa continuaba. El santo murió el pureza de conciencia, oración, fre-
25 de mayo de 1595 y fue canonizado en 1622. cuencia de los sacramentos que en ella
Butler, Vida de los Santos, vol. II, pp. 378-381. se enseñan y practican, con aprecio
En cuanto a su iconografía, se le representa con grande de lo eterno y desestimación de
un globo rojo en la mano (corazón), ya que en
lo personal.6
1544 tuvo una experiencia mística, un globo de
fuego entró por su boca y se alojó en su pecho
de manera visible, y cuando se hizo la autop- Las Santas Escuelas de Cristo se caracte-
sia de su cuerpo se descubrió que tenía dos cos- rizaron por tener como sus patronos
tillas rotas y arqueadas. “en vida se negó a ser
retratado, sus facciones fueron reproducidas
tomando como modelo la mascarilla hecha
después de muerto. Ello dio origen, como en 6 Constituciones de la Santa Escuela de Cristo Nues-
el caso de otros santos a que se creara un tipo tro Señor fundada bajo la protección de la virgen
que, aunque estereotipado, reproduce sus rasgos María Nuestra Señora y de los gloriosos san Juan
fisonómicos. Una de las imágenes más difundi- Nepomuceno y san Felipe Neri, en el Hospital de
das lo muestra de pie, con la sotana, el manteo Nuestra Señora de la Concepción y Jesús Nazare-
y el bonete, sosteniendo un rosario y un lirio”. En no de esta ciudad, México, reimpresas en México
vida el santo tuvo un encuentro con san Carlos en la imprenta de D. Felipe Zúñiga y Ontiveros,
Borromeo y san Ignacio de Loyola, por lo que se Calle la Palma, 1774, p. 1. Estas constituciones
le representa con ellos revestido con los ornamen- fueron aprobadas por los papas Alejandro VII y
tos sacerdotales. A los pies, una mitra y un capelo Clemente IX, e indica la obra que son las cons-
cardenalicio. Suele ser representado en éxtasis, tituciones que siguen todas las Santas Escuelas.
en levitación y con fuego que sale de su pecho. Cada escuela pudo imprimir sus constituciones
Héctor H. Schenone, Iconografía del arte colonial, una vez que fueron aprobadas por el obispo del
Los santos, pp. 318-320. lugar (véase bibliografía).

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 181


ALICIA BAZARTE MARTÍNEZ / JOSÉ ANTONIO CRUZ R ANGEL

principales a san Felipe Neri y a la virgen ban de la correspondencia y de los libros


María, dada la asociación al milagro que de caudales.
le hizo la virgen al curarlo de la vesícu- El Secretario debía nombrar un coadju-
la,7 y a cualquier otro santo de acuer- tor para que bajo ninguna circunstancia
do a la orden religiosa o parroquia a la dejara de celebrarse la reunión semanal,
que pertenecieran. además, siempre debía ser el primero en
llegar. En cuanto a la puntualidad, todas
las constituciones insisten en que gracias
REGLAMENTO Y ADMINISTRACIÓN a ésta las santas escuelas tendrían el éxi-
to deseado,
Las constituciones exigían que los discí-
pulos de estas escuelas estuvieran apar- a causa de que cada uno permanece
tados de los vicios y vanidades del siglo, listado hasta cuando quiera, porque
que se distinguieran por su devoción, aquí no hay coacción o presión alguna
fueran practicantes de la oración, así co- que los obligue a que estén siempre,
aunque por lo común, los que son her-
mo que ejercitaran la caridad, la modes-
manos o lo han sido de esta Santa Es-
tia y dieran siempre el mejor de los ejem- cuela, sus virtudes los han hecho subsis-
plos a sus semejantes. En el carisma de las tir en ella hasta la muerte.8
Escuelas de Cristo se reconoció como la
principal de sus virtudes a la obediencia. En cuanto a la función de los nuncios (el
Para su administración necesitaban número varió de acuerdo al tamaño de la
contar con seis diputados, eclesiásticos Santa Escuela), también debían ser ecle-
y seglares de acuerdo a cada escuela; y siásticos y seglares. Los eclesiásticos se
con un secretario con voz y voto en encargaban de cuidar el altar, el oratorio,
todas las reuniones, sin la posibilidad de repartían las disciplinas y la cédula de
ausentarse, que tenía a su cargo el libro meditación; por su parte, los seglares vi-
de acuerdos y asientos de los hermanos gilaban la puerta, apartaban a los que no
y que, además, tomaba asistencia en las eran discípulos, y acompañaban a sus
reuniones semanales, para lo cual tenía asientos a los discípulos; asistían a los no-
una tabla por alfabeto de los discípulos vicios el día de su entrada, eran los
vivos y muertos, y en su caso podía excu- celadores de todos los hermanos y ade-
sar la falta a quien justificara la ausencia. más informaban su mal comportamien-
Por su parte, los secretarios se encarga- to público.
El principal funcionario de estas institu-
ciones fue el Hermano Obediencia, quien
7 “El suceso aconteció así: el santo había casi per- era el encargado de presidir y conducir las
dido el conocimiento por el dolor, cuando reuniones semanales. Además, existía un
súbitamente se incorporó, abrió los brazos y Consejo de Ancianos, integrado por los
exclamó: ‘¡Mi hermosa Señora!’, ‘¡Mi Santa
Señora!’. El médico que le asistía lo tomó por el antiguos Hermanos Obediencia y Nun-
brazo, pero san Felipe le dijo: ‘Dejadme abrazar cios, éstos tenían la última palabra en las
a mi Madre que ha venido a visitarme’. Después decisiones importantes de la Santa Escue-
cayó en la cuenta que había varios testigos y
escondió el rostro entre las sábanas”, en <www.
Cathoilic.net>, consulta junio de 2008. 8 AGN, Cultos religiosos, vol. 1, exp. 2, f. 57.

182 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


SANTAS ESCUELAS DE CRISTO EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII EN LA CIUDAD DE MÉXICO

la. Todos los funcionarios duraban cuatro LOS DISCÍPULOS


meses en sus funciones, a excepción de
los Hermanos Obediencia y del Consejo Los aspirantes debían estar conscientes de
de Ancianos, quienes podían permanecer lo que implicaba ser discípulo de una Santa
en la mesa directiva el tiempo que ellos Escuela de Cristo, así como de los gravosos
consideraran pertinente. ejercicios y obligaciones a desempeñar, ser
La elección se efectuaba cada cuatro dóciles y ejercitados en la oración.
meses hacia el final de los meses de
diciembre, abril y agosto, donde toda la Deben ser los discípulos de tal escuela
escuela tenía un voto decisivo. Los discí- varones apartados de los vicios, engaños
pulos se reunían en el oratorio con el y vanidades del siglo, que con verda-
consejo de ancianos para elegir a los dero conocimiento, y firme resolución
candidatos a secretario, nuncio y coad- deseen agradar a Dios Nuestro Señor
y cumplir su santa voluntad: que traten
jutores a través de una votación. Los
de oración, y recogimiento espiritual: de-
votos se depositaban al pie de la imagen votos, piadosos, caritativos, modestos,
del Cristo y una vez contados, los nuevos templados, sufridos y ejemplares.10
funcionarios electos oraban y pedían al
cuorum su ayuda para el buen desempe- La indagación sobre méritos del postu-
ño de su oficio. lante era efectuada por el Hermano Obe-
En cuanto a la elección de los aspiran- diencia, quien debía cerciorarse del buen
tes, éstos podían pertenecer a cualquier comportamiento y desempeño cristiano
grupo social. En este caso no existía del futuro discípulo, solicitaba el certifi-
discriminación: cado de frecuencia para cumplir con los
sacramentos, otorgado por el respectivo
por eso tenemos muchos de color
director espiritual. Las solicitudes eran
quebrado, siendo los más, pobres ar-
examinadas por un hermano eclesiástico
tesanos, menestrales y gente miserable,
en quienes, según acredita la experien- asociado a un seglar: “si llegan a 24 años de
cia, es más sólida y más constante la edad, que es la que se regula más provec-
virtud: siendo el espíritu de todos los ta y menos expuesta a la incontinencia”;
hermanos el culto divino, aprovecha- así, se levantaban informaciones acerca
miento espiritual y la adquisición de de la conducta de los aspirantes. Si eran
las gracias e indulgencias que están escandalosos, pecadores públicos, indig-
concedidas en nuestra congregación.9 nos, esto se sabía por informes verbales
reservados, nada por escrito a fin de ob-
viar indiscreciones. Otro de los requisitos
para su aceptación era que el postulan-
te debía hacer confesión general y testa-
mento, además de asistir previamente,
con capa, a dos reuniones de la escuela

10 Constituciones de la Santa Escuela de Cristo del


9 AGN,Cultos religiosos, lib. 1, exp. 2, fs. 59v, 69v, Hospital de N. S. de la Concepción, op. cit., pp.
196v, 197. 3-4.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 183


ALICIA BAZARTE MARTÍNEZ / JOSÉ ANTONIO CRUZ R ANGEL

para reafirmar sus deseos de pertenecer manales. Como mencionamos anterior-


a la corporación. Una vez salvados estos mente, la puntualidad y la obediencia
requisitos el consejo de ancianos votaba eran las cualidades distintivas de todas
su recepción o rechazo del aspirante. las Santas Escuelas de Cristo. Otro motivo
La ceremonia de “entrada” del aspi- de expulsión se debía a los delitos graves
rante era significativa, pues estando el (condenados por la justicia eclesiástica
futuro miembro de frente al oratorio de o civil) o en caso de notorios escándalos
la Santa Escuela, se le interrogaba para en la vida privada y pública del discípulo.
que reforzara su decisión de pertenecer Cuando los delitos y ausencias eran leves,
a la asociación: únicamente se le amonestaba durante tres
ocasiones para que corrigiera su conduc-
– “¿A que viene?” ta, de no hacerlo, por votos secretos del
– “A enmendar mi vida y a aprender a pleno de la Santa Escuela se le expulsaba.
servir a Dios”.11 En las Escuelas de Cristo, la preeminen-
cia de los varones fue clara e incuestiona-
En esta ceremonia se recitaban oraciones, ble, pues no había escuelas de mujeres,
la mayoría en latín, pero el compendio sólo la del Espíritu Santo y la del Hospital
de las obligaciones de los postulantes de de Jesús Nazareno tenían permiso para
acuerdo con la constitución XIV de las ingresarlas, sin embargo no se tiene noti-
Constituciones de la Santa Escuela de cia de que alguna mujer estuviera en és-
Cristo del Hospital de Nuestra Señora tas; la de San Francisco lo solicitó en su
de la Concepción se encuentran resumi- momento, aunque, según la indagación del
das en este acróstico: escribano Francisco Jiménez, redactada
el 1 de agosto de 1799, hecha a solicitud
Sólo a Dios acudir en despertando de la Audiencia decía que para las muje-
Aplicar a su culto el mejor tiempo
res existía:
No dejar la oración, por ningún modo,
Todos los días oír misa, muy atento,
Un día de retiro cada mes a costa de
Acompañar a Dios sacramentado
varios bienhechores en la parroquia
de Santa María, al que entran (las muje-
En su presencia siempre con respeto
res) a las nueve de la mañana y salen
Saber y repetir jaculatoria
a las cinco de la tarde y que, para sus
Con la lección espiritual desvelo
ejercicios de oración, plática y rezo,
Usar en cada noche del examen
los hermanos de la Santa Escuela les
En la muerte fijar el pensamiento
prestan la capilla en que ésta se halla.
La más santa frecuente comunión
Y finalmente, que en la Santa Escuela
Asistencia, piedad y buen ejemplo12
del Colegio de San Pedro, también se
les da a las mujeres un día de retiro a
En lo referente a las causas de expulsión costa de otros bienhechores, pero con
de los discípulos, éstas se originaban por la diferencia de que no se quedan a co-
las repetidas ausencias a las reuniones se- mer como en Santa María, sino que se
van a sus casas y vuelven por la tarde.13

11 Ibid., pp. 53-56.


12 Ibid, s.p. 13 AGN, Cultos religiosos, vol. 1, exp. 1, fs. 8-9.

184 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


SANTAS ESCUELAS DE CRISTO EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII EN LA CIUDAD DE MÉXICO

Únicamente, en la Santa Escuela de la dos horas antes del anochecer. El 24 de


Santa Cruz estaban inscritas dos muje- agosto de 1799 la Santa Escuela de la
res: Gertrudis Padilla y Petra Villalba, Parroquia de San Sebastián, por conduc-
quienes sólo participaban de gracias e to del capellán Obediencia Manuel José
indulgencias.14 Pérez, declaró al obispo que los ejercicios
nocturnos eran prudentes y de corta du-
ración para comodidad de los hermanos
LOS ORATORIOS que practicaban la oración nocturna
durante dos horas, ya que “en la noche
Los oratorios debían tener en el altar un es cuando se desprenden de sus oficinas,
crucifijo (si era de gran tamaño, mejor), tiendas, oficios y tareas”.15
éste podía ser en escultura o pintura, una El oratorio debía permanecer en si-
imagen de la virgen, una de san Felipe lencio y el discípulo de rodillas cuando el
Neri y otro u otros santos patrones; a los Santísimo Sacramento estuviera expuesto,
pies del crucifijo dos calaveras, huesos de cada quien en su lugar asignado; sus ar-
muertos y dos manojos de disciplinas. mas quedaban al entrar al oratorio, no
En la sala frente al altar se colocaba un así la capa y el sombrero que debían es-
banco bajo, donde se sentaba el Herma- tar bajo el banco donde se sentaban. El
no Obediencia y frente a él una mesa rito empezaba con el rezo de una parte
pequeña con una calavera, la cédula de del rosario, de rodillas eran asperjados.
meditación del día, agua bendita, un reloj Después de algunas oraciones, el Herma-
y una campanilla, frente a esta mesa un no Obediencia hacía una breve plática
banquillo para aquel que debía confesar- sobre la reflexión del día, se meditaba
se y arrepentirse públicamente de sus pe- media hora, y recitaba una breve jacu-
cados, así como responder a las pregun- latoria de acuerdo al día; se rezaba una
tas del Hermano Obediencia durante la letanía en honor de la virgen. Después
reunión semanal, a los lados del altar dos de esto se repartían las disciplinas y se
banquillos para los nuncios, bancas rasas “mataban las luces”. El Obediencia hacía
y bajas arrimadas a las paredes para los un resumen de algún pasaje del via crucis
hermanos. El oratorio debía estar cerrado y en seguida pronunciaba las palabras
y con una sola vela encendida al empe- “aprehendite disciplinam” y los hermanos
zar la ceremonia semanal. se comenzaban a disciplinar y a recitar en
coro el miserere mei deus, el de profun-
dis y el acto de contrición.
EL RITUAL Posteriormente se encendían las luces
y se mencionaban algunos capítulos de
Las reuniones eran los jueves, a excepción las constituciones. En seguida hacían una
del de Semana Santa que se cambiaba adoración al Santísimo Sacramento como
por el martes anterior. El jueves de Cor- parte culminante de la ceremonia, en re-
pus Christi se trasladaba al domingo in- cuerdo a la devoción de las cuarenta ho-
fraoctavo. Todas las reuniones iniciaban ras instituidas por san Felipe Neri.

14 Loc. cit. 15 Ibid., pp. 60-61.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 185


ALICIA BAZARTE MARTÍNEZ / JOSÉ ANTONIO CRUZ R ANGEL

El paso siguiente era nombrar a dos saban en suprimirlo, pero, de quitarlo, la


hermanos que se encargaran de la limpie- Santa Escuela sería como cualquier otra
za del oratorio para la siguiente reunión y congregación.17
dos más para que visitasen a los hermanos Las cuatro partes principales que carac-
enfermos. Punto seguido, se hacían tres terizaban a todas las Santas Escuelas eran:
genuflexiones, una junto al altar, una en oración, plática, banquillo y disciplina:
medio del oratorio y una a la salida. En ¿El quitar una es desmembrar este
Navidad se acercaban a adorar al niño cuerpo armónico que no causará
en el pesebre, que se instalaba bajo el aquel suave deleite que ofrece cuando
crucifijo. Se excusaba a los hermanos de completas y bien templadas todas sus
cuerdas hace ordenar todos los mo-
la disciplina los jueves en la víspera de Na-
vimientos del corazón humano? Las
vidad y hasta Reyes, también el jueves de demás menudencias hermanos míos, de
corpus, el de pascua de resurrección y del que piadosamente usamos y que quizá
Espíritu Santo. Esta ceremonia no debía no omitimos aun cuando el tiempo nos
exceder las dos horas. urge, son como aquellos atavíos muje-
riles cuya falta no impide que se perciban
las hermosuras de sus rostros, la gallar-
EL EJERCICIO DEL BANQUILLO día de sus cuerpos y el armonioso con-
cierto de sus voces.18
La mayoría de los discípulos se quejaban
del ejercicio del banquillo, el cual consis- También se señalaron algunos abusos en el
tía en que uno de los participantes en el cumplimiento de las constituciones, como:
rito semanal, debía sentarse en un banco a) que el ejercitante debería examinar a
que estaba frente al altar y confesar pú- otros sus iguales, por lo cual, ni el uno sabía
blicamente sus pecados, y en repetidas preguntar, ni los otros qué responder a las
ocasiones, desde la primera mitad del preguntas disímbolas que se les hacían
siglo XVIII, pedían que se suprimiera. En a aquellos que ocupaban el banquillo.
1746, las autoridades de la Santa Escuela Los hermanos decían “mil mentiras en la
fustigaron a los que no querían el ejerci- confesión que hacen de defectos peca-
cio del banquillo “por sus genios cortos minosos sujetos sólo al tribunal de la
y vergonzosos”, éstos no aprenderían ni penitencia, de lo que se ha seguido, nada
seguirían el manual Despertador Cristia- menos, que un sumo odio de tal ejercicio
no: “siendo el ejercicio del banquillo en por las menudencias de jaculatorias, con-
el que esencial y propiamente consiste el fesión de defectos, etcétera”; b) que los
instituto de la Santa Escuela, pues ésta hermanos carecían del acceso a los im-
es para estudiar y aprehender el mejor presos de las constituciones para instruir-
modo de seguir a Dios”.16 Muchos pen- se; c) que el ejercitador reprendía áspe-

16 Sobre el despertador cristiano véase Desperta-


dor de la vida espiritual que, según sus reglas, si- 17 De acuerdo con las enseñanzas de S. F. Neri, el
gue la Santa Escuela de Cristo canónicamente valor de la penitencia y mortificación ayudaba
fundada en el Convento del Espíritu Santo de esta al alma a crecer en humildad.
corte, dedicado a su patrón el gloriosísimo san 18 AGN, Cultos religiosos: Santas escuelas, lib. 1, exp.
Felipe Neri, Herederos de D. Ma. de Rivera, s. p. 2, f. 88.

186 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


SANTAS ESCUELAS DE CRISTO EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII EN LA CIUDAD DE MÉXICO

ramente a los ejercitantes, cuando debe- en general no sean de mucho fruto


ría dar “una caritativa admonición”. Y y, que no se aprovechen tanto como
se pregunta el disquisidor acerca de las suaves admoniciones que se dicen
quiénes fueron los autores del banquillo, en los confesionarios. No es otro el
origen de esto, más que el que se hace
y responde “fueron ciertamente aquellos
en general, donde se habla para toda
santos hombres que habitaban retirados
clase de gentes, donde no se pueden
en los yermos, los tebaidas, un san las más veces singularizarse en alguna
Jerónimo, un san Benito”, cuya hermana virtud y, donde las palabras que pasa-
santa Esculapia le pidió quedarse loan- ron y no se entendieron, se quedaron
do a Dios, él no quiso y ya se iba, cuando sin inteligencia. Por lo que más aprove-
se soltó una gran tormenta, a ruegos de la cha una media hora de catecismo, que
hermana a Dios cientos de exhortaciones... El doctor
de la iglesia habla de las dos partes
movió al gran padre fundador de las del hombre: “la animal y la racional,
Escuelas, San Felipe Neri, a establecer que según la primera es sumamente
nuestro banquillo como quien conocía dificultosa [por el ejercicio del] banqui-
que todos tenemos de estos medios pa- llo y observar todos los preceptos, pero
ra aprovechar en el servicio de Jesu- para la segunda, no hay tal dificultad,
cristo… no hay duda de que no es pues se inclina naturalmente a la virtud
lo mismo congregación piadosa que […] y ciertamente el banquillo, como
Escuela de Cristo. Para ser congrega- que tiene que humillar a los ejercitan-
ción piadosa es bastante que en ella se tes y los ejercitados en él, como que
practiquen cualesquier género de obras oprime nuestra soberbia y amor pro-
de virtud, más, para ser Escuela de Cristo pio, avergonzándonos si erramos de-
no basta esto, es necesario que en ella lante de nuestros hermanos, hostiga a
se enseñen las virtudes, se hagan prac- la parte animal, no a la razón.19
ticar y examinar los medios más opor-
tunos para ello, y aún no es bastante En la cita anterior se aprecia la finalidad
esto, es también necesario que se de las Santas Escuelas de Cristo. A diferen-
examine su cumplimiento y aprove- cia de los Oratorios de San Felipe Neri20
chamiento en ellas. Luego se sigue de que terminaban con música, cantos y en
aquí, que en la Santa Escuela se deben ocasiones con alguna representación tea-
enseñar una por una, con claridad,
tral, los ejercicios de las Santas Escuelas
con facilidad, sin adorno que quizá
las oscurecen, de suerte que todos,
implementaban la humillación y arrepen-
aún el más rudo, puedan entenderlas, timiento público por medio del banquillo
concebirlas, amarlas y practicarlas. Lue- y la mortificación física. Era natural, los
go, es necesario que esto se haga sin tiempos habían cambiado y se necesitaba
intromisión, porque el día que no se hacer frente a las ideas y costumbres de
haga, no es escuela... A la verdad, en
todas partes donde se adora a Jesucris- 19 AGN, Cultos religiosos, lib. 1, exp. 2, fs. 88v-89, 99-
to se oyen resonar en los púlpitos vo- 99v, 101v-102.
ces de ministros fervorosos que ins- 20 El Instituto del Oratorio de San Felipe Neri se
estableció en 1575, “sin más reglas que los
truyen en la virtud, que reprenden
cánones, sin más votos que los compromisos el
los vicios, pero de donde viere que bautismo y de la ordenación, sin más vínculos que
estas amonestaciones que se hacen los de la caridad. Las reuniones empezaban con

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 187


ALICIA BAZARTE MARTÍNEZ / JOSÉ ANTONIO CRUZ R ANGEL

la modernidad, por lo que se desbordó en especial se encargaron de continuar la


una necesaria confianza en las bondades obra espiritual de los jesuitas, en lo que
y resultados de esta institución para la correspondió a los ejercicios espirituales.23
sociedad católica, al punto de considerar-
la antídoto contra las nuevas corrientes de
pensamiento y praxis social secularizado- LA ORACIÓN
ras en boga:
Las Escuelas de Cristo tenían en la caridad
Si Francia, protectora de escuelas de una de sus principales virtudes, debían
baile, danza, música, diversión y sen- recurrir a la oración para lograr el amor
sualidad, hubiera protegido el estable- hacia Dios, la virgen y los santos, pero
cimiento de las Escuelas de Cristo, ¡qué sobre todo el amor al prójimo y hacia uno
distintos fueran sus aspectos! Puede
mismo. Para manifestar el amor hacia la
ser que no hubiera llorado la horrorosa
divinidad se imprimieron un sinnúmero
catástrofe que aún todavía [sic] exe-
cramos y, ni la religión experimentara los de manuales, lo que debió representar
tristes efectos que advertimos.21 un importante gasto para las autoridades,
ya que los imprimían con sus propios
Por este motivo, las Santas Escuelas de recursos y en pocos ejemplares, por lo
Cristo en el virreinato novohispano adqui- cual es posible que se custodiaran en los
rieron gran presencia entre la población oratorios de las escuelas, y en ocasiones
en la segunda mitad del siglo XVIII, además, se buscaba el mayor cuidado posible para
recordemos que la orden filipense here- que todos los discípulos pudieran leerlos
dó, no sólo algunas de las propiedades de y reflexionar sobre su contenido.24
los jesuitas a partir de 1767, sino tam-
bién tuvo que ampliar sus tareas de de los ejercicios espirituales de san Ignacio que
adoctrinamiento a toda la población,22 tomó a su cargo, como por haberse trasladado al
centro de la Ciudad, en la que fue Casa Profesa de
aquellos religiosos”. Mariano Cuevas, S. J., Historia
de la Iglesia en México, vol. IV, pp. 488-489.
una lectura y el comentario del que presidía; al 23 El primer filipense que dio los ejercicios espiri-
que seguía una enseñanza dialogada, y, finalmente, tuales fue el padre José Joaquín Olazarán, en el
uno de los ayudantes del santo, al principio César año de 1769, en una capilla del cerro de Gua-
Boronio, recordaba algún punto de Historia dalupe y es hasta el 25 de marzo de 1771 en que
eclesiástica, y sacaba de él la enseñanza teológica les fue acordada la casa Profesa por mediación
o moral”, en <www.cathoilic.net>, consulta: del virrey marqués de Croix. Esta adjudicación fue
junio de 2008. confirmada durante el mes de agosto del mismo
21 AGN, Cultos religiosos, lib. 1, exp. 2, fs. 215-217. año por el rey Carlos III. Ibid., p. 489.
22 “En virtud de esta real cédula (28 de junio de 24 En el Despertador de la vida espiritual..., en la
1701) y la citada bula de Inocencio XII, que se última página aparece una leyenda donde se
recibieron en México alrededor de noviembre conmina a los discípulos a que lo cuiden para
de 1701, se instaló con toda solemnidad la Con- que pueda pasar de una mano a otra. Op. cit. Los
gregación del Oratorio [de San Felipe Neri] de oratorios, como mencionamos fueron inspirados
México el día 12 de febrero de 1702, autorizan- por el Oratorio de San Felipe Neri y la oración
do el acto el Excmo. e Ilmo. Sr. Dr. D. Juan de era su principal virtud. “Oratorio: la congrega-
Ortega Montañez, virrey entonces y arzobispo ción de presbíteros, fundada por San Felipe Neri.
[…]. Después de la expatriación de los jesuitas Llamose así, porque su instituto es el ejercicio de
adquirió un nuevo lustre la congregación del la Oración.” Academia de Autoridades RAE A,
Oratorio de México, tanto por el nuevo ministerio 1737. http://buscon.rae.es/ntlle/SrvltGUIMenuNtl
de los ejercicios espirituales de san Ignacio que le?cmd=Lema&sec=1.0.0.0.0.

188 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


SANTAS ESCUELAS DE CRISTO EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII EN LA CIUDAD DE MÉXICO

Estos manuales cuentan con una gran Como se señaló anteriormente, estas ora-
cantidad de jaculatorias25 y algunas ora- ciones y jaculatorias se recitaban durante
ciones, inspiradas en la vida de Jesucristo, las reuniones semanales y el Hermano
desde que es concebido hasta su resu- Obediencia repartía cédulas con estas re-
rrección. Además, se agregan otras jacu- flexiones a todos los demás discípulos.27
latorias especiales: semanales, mensuales Las Santas Escuelas no se encargaron,
y para fechas litúrgicas importantes, así como las cofradías, de dar sepultura a
como para el ejercicio de la buena muer- sus discípulos, sin embargo siempre los
te durante los meses de abril, agosto y asistieron a la hora de su muerte. Para
diciembre. En el entendido de que está esto sus constituciones fueron muy pre-
por realizarse un estudio historiográfico cisas: el ejercicio de la caridad hacia los
devocional donde se resalte el contenido enfermos consistía en que el Hermano
e ideales de los autores sobre estos ma- Obediencia designaba a dos de los discí-
nuales, se transcriben algunas jaculatorias: pulos para que los cuidaran, en especial,
debían estar atentos para que recibieran
Para el mes de septiembre: los sacramentos. Dos hermanos sacerdo-
Jesús maestro enamorado, tes integrantes de la Santa Escuela de-
médico del alma vienes, bían asistir al enfermo en sus últimos mo-
en el pan sacramentado, mentos, turnándose para no dejarlo solo.
pues, enfermo, aquí me tienes
Cada mes los discípulos entregaban al
Hermano Obediencia una cédula con los
----
sacrificios, oraciones y penitencias que
Para el mes de octubre: habían ofrecido por el muerto. Cada año
los discípulos debían hacer una confe-
Jesús maestro, a defenderme sión general y, si no tenían testamento, de-
de los lobos, tu amor viene; bían hacerlo. En el último jueves de cada
pues a ti quiero acogerme, mes, los hermanos debían tomar en sus
nada mi Dios, me detiene26 manos, por tandas, una calavera y hacer
meditación sobre la muerte. Cuando un
--- discípulo fallecía, se le acompañaba en la
misa de cuerpo presente, se ayudaba con
25 “Jaculatoria. Del latín iaculari (lanzar un dardo). limosnas a la familia y se ofrecían oracio-
Breve y vigoroso movimiento del alma hacia nes para ganar indulgencias que podían
Dios en una oración interna o externa de al-
gunas palabras”, Olivier de la Brosse, Antonin- ser aplicadas a las ánimas del purgatorio.
Marie Henry, y Philippe Rouillar, Diccionario A los discípulos muertos en otra ciudad
del cristianismo. Jaculatorias deducidas de todos se les ofrecía una misa y comunión.
los puntos en las meditaciones del Manual
compuesto por el P. Tomás de Villa-Castin de La práctica de una buena vida para
la Compañía de Jesús: que el secretario de la una buena muerte quedaba establecida
Santa Escuela de Christo nuestro señor del Con- en las constituciones, pues ejercitar una
vento de N. S. P. S. Francisco de esta ciudad ha
dispuesto y a expensas de un hermano, se vida piadosa debía ser el distintivo de los
ha costeado su impresión, a quien las dedica a discípulos de las Santas Escuelas, por ello
su venerable junta de Ancianos, México, reim-
preso en la calle de San Bernardo, 1783.
26 Despertador de la vida espiritual..., p. 36. 27 Otros ejemplos en el apéndice 2.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 189


ALICIA BAZARTE MARTÍNEZ / JOSÉ ANTONIO CRUZ R ANGEL

se pedía “distribuir el tiempo con orden EL CENSO DE 1799


y medida como fácilmente se malogra,
faltando para lo que más se debe si se gas- Las reformas al episcopado mexicano a
ta desordenadamente”,28 se recomenda- partir de 1780 también alcanzaron a las
ba repartir las horas provechosamente, Santas Escuelas, el afán de reforzar la au-
esto era muy importante debido a que la tonomía del clero secular frente a las con-
mayoría de los discípulos eran trabajado- gregaciones y hermandades originó que
res; acompañar al Santísimo Sacramento, se levantaran censos e informes sobre el
leer libros devotos, libros de vidas de número de las Escuelas de Cristo, regis-
santos; hacer examen de conciencia por la trando si estaban o no fundadas con la
noche, meditar sobre la muerte, comulgar autoridad del ordinario, su sede y el nú-
una vez a la semana; visitar a los enfermos mero de discípulos. Como sucedía con
de los hospitales, asistiendo a servirles la las cofradías, algunas tenían licencia mien-
comida humildemente, consolarlos espi- tras otras carecían de ella. Por Real Cé-
ritualmente y corporalmente, y visitar a dula del 16 de mayo e 1797 se pidió al
los presos en cuaresma, por la porciúncu- virrey que informara sobre el número de
la y por la Navidad. También debían imi- Escuelas de Cristo, y fue el comerciante
tar a Cristo y no hacer gastos inútiles; y si de la Ciudad de México, don Antonio del
alguno de los discípulos quería ofrecer una Puerto y Gómez, quien se encargó de
limosna, debía entregársela al síndico de hacer la averiguación. En ésta se mencio-
la hermandad. na a los Hermanos Obediencia de cada
En lo que corresponde a la economía una de ellas, en:
de las Santas Escuelas de Cristo, éstas re-
cibieron donación de capitales para la HERMANO
construcción de sus capillas y altares. En SEDE
OBEDIENCIA
ocasiones se invirtieron capitales para ad-
Gregorio
ministrarlos y ganar intereses, aunque se San Francisco
Aguirre
estipuló que estos bienes “no se espiri-
tualizarían”, sino que debían considerar- Espíritu Santo
Estanislao
se “profanos”.29 Segura

José
Santo
Fernández
Domingo
Mora
28 Constituciones de la Santa Escuela de Cristo
Nuestro Señor..., p. 33.
29 AGN, Cultos religiosos, vol. 1, exp. 2. fs. 112-128.
La relación de estos caudales se pueden consultar
San Agustín José Toledo
en AGN, Cofradías y archicofradías, 1805: “Relación
de los caudales de las capellanías y obras pías
pertenecientes a las siguientes santas escuelas: Provincial
Jesús de Nazareno, Santa María la Redonda, Cristo La Merced Fray Manuel
Nuestro Señor, Nuestra Señora de la Merced, Mercadillo
Sagrado Corazón de Jesús, Santa Veracruz, Cristo
Nuestro Señor del Colegio de San Pedro, San
Francisco, Cristo de la Parroquia de la Soledad y
Santa María”, vol. 6, exp. 6, fs., pp. 456-486.

190 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


SANTAS ESCUELAS DE CRISTO EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII EN LA CIUDAD DE MÉXICO

El objetivo primario y principalísimo


HERMANO
SEDE de ésta [medida] fue el de proveer a
OBEDIENCIA
los pobres de todas clases y calidades
Parroquia de Juan Nicolás de un auxilio espiritual, que sirviera de
Santa María Abad reforma a las costumbres y, de instruir
a la gente artesana en todos sus debe-
En Santa Fernando de res, repitiéndoles sus obligaciones de
Cruz Soria fidelidad, hombría de bien y palabras
Parroquia de de que hay tanta falta en esta pobre
Manuel Pérez gente y en esta corte, y de que se hayan
San Sebastián
privados en otras escuelas de anterior
Parroquia fundación, pues en ellas sólo se admi-
de la Santa Pedro Solano te la gente española y en el número fijo
Veracruz de setenta y dos individuos, cuando en
ésta, indistintamente se admiten y sin
número determinado. Por esta razón,
Hospital ninguna información se hace de las
de Jesús José Munive personas que a ella se suscriben, sólo
Nazareno si se indaga de su vida y costumbres,
presentando para esto, certificación del
Hospital Real Vicente confesor… lo que, verificado, se admi-
de Naturales Alcántara ten al noviciado o pretensión, que du-
ra por el término de un año, en que,
Colegio de separados del cuerpo de la escuela, dan
Juan Bautista prueba de su verdadera vocación.30
San Pedro y
Alcivar
San Pablo
El número de hermanos en dicha escuela
era de 179, de los que 38 eran sacerdotes
En la averiguación mencionada del año de la Iglesia Catedral.
1799, se levantó un censo sobre las San- La Santa Escuela de Santa María
tas Escuelas de Cristo, en el que se repor- de Guadalupe del Hospital Real de
tó lo siguiente: Naturales, erigida en 1748, con licencia
La Santa Escuela de Jesús Nazareno del ordinario y cédula real, funcionaba sin
era de las más numerosas, estaba funda- ningún problema.
da sólo con autorización del ordinario. La Escuela de Cristo, establecida en
Al respecto, el Hermano Obediencia dijo la parroquia de San Sebastián con la ad-
que había intentado reformar algunos vocación del Sagrado Corazón de Jesús,
puntos sobre la falta de asistencia de los fundada el 6 de marzo de 1751, con li-
hermanos a los ejercicios y comuniones cencia real para erigir o usar constitución
mensuales, así que por decreto del arzo- existente, concedida por el doctor Igna-
bispo Manuel Rubio y Salinas se expul- cio Ceballos del gremio y claustro de la
saría a los hermanos que tuvieran ocho Universidad, visitador de testamentos,
faltas culpables a los ejercicios y seis a capellanías y obras pías del arzobispado
las comuniones mensuales, sin volver
a ser aceptados: 30 AGN, Cultos religiosos: Santas escuelas, exp. 2, f. 146.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 191


ALICIA BAZARTE MARTÍNEZ / JOSÉ ANTONIO CRUZ R ANGEL

y de las parroquias de Santa Cruz y San Esta escuela contaba con 150 discípu-
Sebastián y, por el arzobispo Manuel Ru- los y el ejercicio del banquillo se había
bio y Salinas, ante el escribano y notario abolido “en lo material más no en lo es-
público Jerónimo Antonio Pérez Castro, piritual”, por el rubor que causaba a los
en marzo 6 de 1751.31 hermanos ser cuestionados “por sus de-
De un informe redactado el 30 de fectos y adelantamientos”.33
diciembre de 1783 sobre la Santa Escue- A la Santa Escuela ubicada en la pa-
la del convento del Espíritu Santo, se rroquia de la Santa Veracruz, por decreto
desprende que se fundó en 1730 median- del 30 de abril de 1795, dado en Tacuba-
te licencia del ordinario de 7 de octubre, ya, se le permitió aumentar el número de
fue confirmada por la Santa Sede en bre- hermanos a más de 100. Asimismo se le
ve del 13 de enero de 1785 y también por concedía ochenta días de indulgencias
el Consejo de Indias mediante real cédu- aplicables a las ánimas del purgatorio, a
la de 21 de octubre de 1795, de acuerdo cualquier persona que visitara o socorrie-
con la Ley 25, tít. 4º, lib. 1º de la Ley de ra a los enfermos y a sus familias. Los her-
Recopilación de Indias. Los hermanos manos eran individuos de distintas clases
obtuvieron traslado en 1797, siendo tes- sociales, los había artesanos, justicias,
tigos el Hermano Obediencia padre Ma- militares de plana mayor, comerciantes,
riano Quevedo, el padre Joaquín de la etcétera. A dos hermanos de la junta de
Campa y Cos, don Francisco de Espinosa ancianos se les encargaba instruirse so-
y Risal, presbíteros, diputados eclesiásti- bre los individuos, el Obediencia se cam-
cos y hermanos. biaba cada cuatro meses mediante voto
Las constituciones establecían que el secreto en escuela plena, aunque había
Celador de pretendientes, si era eclesiás- reelección, el cargo era gravoso por lo que
tico, podría ser llamado maestro de no- algunos se excusaban.34
vicios, los hermanos si quisieran efectuar La Santa Escuela de Santa María en la
cambios, tendrían que consultar al Obe- capilla de la Tercera Orden de Peniten-
diencia y las bulas santas. Los diputados cia de San Agustín, sus miembros debe-
no tendrían bienes independientes de la rían contar con el permiso de la esposa
escuela, el maestro, si fuera sacerdote, o amo, para evitar dificultades, esto ex-
se colocaría al frente, si seglar, junto a presaba el licenciado José Toledo, Obe-
las bancas de novicios. El secretario in- diencia, el 17 de agosto de 1799.35
formaría al maestro de novicios sobre los En la Santa Escuela de Santa Cruz,
que faltaran a comunidad, pues habría estaban inscritos cincuenta hermanos y
libro de asistencia de novicios. La petición se reunían en la capilla de la Tercera
de entrada se dirigiría al celador, quien Orden. En esta misma capilla había una
informaría del caso a la jerarquía.32 congregación llamada Escuela de María
Santísima, en la que las mujeres se reu-

33 Loc. cit.
31 Ibid., fs. 176-188. 34 AGN, Cultos religiosos: Santas escuelas, exp. 1 y 2,
32 AGN, Cultos religiosos: Santas escuelas, exp. 1 y 2, fs. 112-112v., 260, 121v, 261.
fs. 8-72. 35 Ibid., f. 215-217.

192 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


SANTAS ESCUELAS DE CRISTO EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII EN LA CIUDAD DE MÉXICO

nían los viernes, y donde, “como en nio de Vizarrón y Egarrieta, a petición de


cualquier otra cofradía”, se asentaban José García Villalobos, comerciante de la
hombres y mujeres, no se practicaban los Ciudad de México y del bachiller Juan
rigurosos ejercicios y realizaban tres fies- García Villalobos.
tas públicas anuales de día.36 En las constituciones de la Santa Escue-
La Santa Escuela de la parroquia de la de Cristo del convento del Espíritu
San Sebastián, por conducto del cape- Santo, se hacía hincapié de que, en caso
llán Obediencia Manuel José Pérez, aclaró de que algún discípulo fuera delincuente,
al arzobispo que cada escuela imprimía sería sancionado por el maestro y herma-
las constituciones cuando lo considera- no obediencia.
ba pertinente, aunque éstas eran las mis- En agosto de 1796, Mariano José de Mi-
mas para todas las demás, los impresos randa y Ledo siguió la propuesta de Juan
de estas reglas llevaban el nombre de la Nicolás, abad y en ese entonces, Herma-
escuela que la había costeado.37 no Obediencia de la Santa Escuela de
El cura Gregorio Pérez Cancio se mos- Cristo, para moderar el banquillo, para lo
traba orgulloso de la función de la San- cual pidió aprobación real y, el licencia-
ta Escuela de Cristo en la parroquia do Cienfuegos lo aprobó el 5 de agosto
de la Santa Cruz y Soledad en 1777 de 1796. Ésta era la manera de
y recordó la aprobación de las Santas
Escuelas del ilustre y casi beato obispo formar varones espirituales de que tan-
Palafox y Mendoza: “por eso tienen la alta to carece nuestro siglo, con daño no
recomendación de aquel eminentísimo sólo de la iglesia, sino también de los
y venerable prelado, el señor cura Pala- estados, pues, por su falta, apenas hay
quién se oponga al torrente de los vicios
fox, cuya respetable doctrina las hace
… se forman padres de familia, hom-
respetables”. El 1 de septiembre de 1777, bres de república y aún los eclesiásti-
se fundó esta Santa Escuela “arreglándose cos celosos que den respectivamente
a la de San Sebastián, con licencia del fruto centuplicado.40
arzobispo Alonso Núñez de Haro y Pe-
ralta,38 las invitaciones para la primera Mediante un decreto del 26 de agosto
junta el 21 de septiembre, se colocaron de 1796, el provisor y vicario general de
en las puertas de las iglesias capitalinas.39 españoles, confirmó que: “concedemos
Aún se puede conocer la arquitectura de ochenta días de indulgencias a todos los
esta Santa Escuela, así como el óleo del hermanos y novicios de la Santa Escuela
cristo que estuvo en la capilla. de Cristo […] por cada acto de ejercicio
La Escuela del Santo Cristo del Cole- que practiquen en ella”.41
gio de San Pedro se fundó el 31 de En la Santa Escuela de María de la
octubre de 1741 por el doctor Francisco Asunción, de la parroquia de Santa Ma-
Javier Cruz, abogado de la Real Audien- ría, como en todas las demás se admi-
cia, en tiempos del arzobispo José Anto- tían hermanos sin distinción de clases
36 Ibid., fs. 12, 16v-17 y 38-41.
37 Ibid., f. 86.
38 Ibid., f. 238. 40 Ibid., 109 v.
39 Ibid., pp. 239-247. 41 Ibid., fs. 112-129.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 193


ALICIA BAZARTE MARTÍNEZ / JOSÉ ANTONIO CRUZ R ANGEL

y calidades, con un total de 68 más tres reuniones terminaran siempre con una
miembros protectores, ya que la pobre- adoración al Santísimo Sacramento, incre-
za de la gente los hacía necesarios, éstos mentó esta devoción y poco a poco sur-
fueron don Mariano Cadena, don Ramón gió y se arraigó en la población católica
Cascano y don José María Rodallega, a los de la Ciudad de México la veneración al
que se agregaron, aunque sin constancia, Santísimo Sacramento que adquirió gran
don Nicolás Antonio del Puerto, don José fuerza a partir de las primeras décadas del
González y don Pedro Patricio Zanz: “ya siglo XIX y que continúa aún en la mayo-
que las limosnas que voluntariamente ría de los templos de la ciudad de Méxi-
ofrecen los hermanos no pasan de dos co el día jueves.
y medio o tres reales semanarios por su
pobreza, que no ha dado lugar a exigirles
contribución alguna”.42

EXTINCIÓN curiosa. Cerca de ciento cincuenta hombres,


envueltos en sus capas y sarapes, embozados
Finalmente las Escuelas de Cristo per- los rostros, se habían congregado en medio
de la nave. Un fraile acababa de subir al púlpi-
dieron vigencia, el siglo XIX, y en especial to. La iglesia permanecía casi a obscuras, salvo el
el movimiento de Independencia, aleja- sitio ocupado por el fraile, cuya figura surgía en
rían a los discípulos de las prácticas es- atrevido relieve con su hábito gris, echada a sus
espaldas la capucha, descubriendo una frente
pirituales y corporales en el seno de las amplia y calva y una expresiva fisonomía. (…)
Santas Escuelas, aun así muchas de ellas La escena empezaba a revestirse de una gran
continuaron hasta mediados del siglo solemnidad; como si dispusieran, a bien morir a
una caterva de criminales condenados a la últi-
XIX.43 Sin embargo, el hecho de que sus
ma pena. Terminó la prédica y se arrodillaron
todos, y unidos en fervorosa oración, dábanse
golpes de pecho y tocaban con la frente el sue-
42 AGN, Cultos religiosos, lib. 1, exp. 2, fs. 198v-209.
lo. Otra vez se levantó el fraile, y con voz muy
43 Suponemos, que aunque la Independencia de
clara leyó algunos pasajes de la Escritura que
México mermó enormemente el número de dis- relatan los sufrimientos de Cristo. Irrumpió el
cípulos de las Santas Escuelas, el rito principal órgano con el Miserere, y de súbito se hundió
que consistía en la oración y en la mortificación el templo en las tinieblas profundas, menos un
continuó vigente hasta su desaparición con las monumento del Calvario que, como suspendido
Leyes de Reforma. Madame Calderón de la Barca, en el aire, quedóse iluminado. Empecé a sentir
para el año de 1840, relata los siguiente: “Mas cierto temor, y de buena gana habría salido de la
la otra noche presencié una escena mucho más iglesia, si la oscuridad me lo hubiera permitido. De
extraña: la penitencia de los hombres. Pudimos pronto se dejó oir una terrible voz en las tinieblas:
presenciarla gracias a ciertas influencias ‘privadas ‘¡Hermanos míos! ¡Cuando a Cristo le ataron a la
pero poderosas.’ En consecuencia, a las primeras columna, los judíos le azotaron!’ (…) Oímos al
sombras, envueltas en grandes capas y sin la instante los golpes de centenares de disciplinas
menor idea de lo que iba a suceder, nos fuimos azotar las carnes desnudas. Me es imposible
a pie por las calles que conducen a la iglesia de imaginar nada más horrendo. (…) He oído decir
San Agustín. Cuando llegamos, una pequeña de penitencias semejantes que se practican en las
puerta falsa se abrió como por encanto, y una iglesias de Italia, y también que la mitad de los
vez adentro pasamos por largos y abovedados disciplinantes no se azotan de veras; pero aquí,
corredores hasta encontrar una escalera de cara- en donde se hace en el más absoluto secreto, creo
col. Subimos, y nos hallamos en una estrecha que no puede uno llamarse a engaño”. Madame
galería cubierta con celosías, y que daba direc- Calderón de la Barca, La vida en México, durante
tamente al interior del templo. La escena era una residencia de dos años en ese país”, p. 198.

194 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


SANTAS ESCUELAS DE CRISTO EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII EN LA CIUDAD DE MÉXICO

CONCLUSIÓN da por el Padre Luis Felipe Neri de Alfaro,


quien se inspiró en el Santo Sepulcro
Consideramos que el auge que tuvo la ubicado en Jerusalén.44 Este santuario es
oración como base de la catequesis de notable por las pinturas al fresco sobre
las Santas Escuelas fructificó con infinidad escenas de la pasión de Cristo atribuidas
de jaculatorias, acrósticos, cédulas de re- a Miguel Antonio Martínez Pocasangre,
flexión sobre la muerte de Cristo y sobre la y porque al pasar Miguel Hidalgo por
propia, se perdió y jamás fue recuperada este templo en 1810, tomó la imagen de
por ninguna otra asociación religiosa. la virgen de Guadalupe, como estandar-
Con frecuencia hemos visitado los re- te para la lucha de la Independencia
cintos de las Santas Escuelas en la ciudad de México.
de México (aquellos que aún quedan de Así, los libros de oración y las edifica-
pie) y hemos podido constatar, muy a ciones de los oratorios de las Santas Escue-
nuestro pesar, que la mayoría de ellos son las de Cristo, son los únicos testimonio que
bodegas de los templos, en muy pocas quedan de estas asociaciones piadosas
ocasiones se pueden observar lienzos re-
lacionados con las devociones de las
Santas Escuelas, pero contrariamente a lo
anterior hemos heredado una capilla de
la Escuela de Cristo en la ciudad de Ori-
zaba, actualmente convertida en el Mu-
seo de Arte del Estado de Veracruz
que nos hace evocar el esplendor y la
magnificencia de aquellos discípulos que
con tanta fe continuaron las enseñanzas
de san Felipe Neri.
Otro de los grandes monumentos, he-
redados de las Escuelas de Cristo es el
Oratorio de San Felipe Neri, también co-
nocido como santuario de Jesús Nazare-
no de Atotonilco. La primera piedra se
colocó el 3 de mayo de 1740, dando
inicio a la construcción de una iglesia con
una sola nave, paulatinamente se fueron
añadiendo otras capillas; al lado izquier-
do de la nave se situó la capilla de la Vir- 44 http://images.google.com.mx/imgres?imgurl
= h t t p : / / w w w. b i c e n t e n a r i o . g o b . m x / R u t a
gen de Loreto y su camarín en 1754; la Hidalgo/estados/guanajuato/imagenes/
pequeña capilla de Belén en 1759 y, el 4 SantuarioAtotonilco.jpg&imgrefurl=http://www.
de abril de 1760, la del Santo Sepulcro. bicentenario.gob.mx/RutaHidalgo/estados/
guanajuato/monografias/matotonilco.html&
Además se amplió el coro, al que poste- usg=__8pqKzNbQ4uvA1hvIyQ64tN5iSM0=&h
riormente se añadió un recinto rectangu- =246&w=600&sz=46&hl=es&start=9&tbnid=
lar, conocido como capilla de “La Gloria cDETDo83hvJr-M:&tbnh=55&tbnw=135&prev
=/images%3Fq%3DSanturio%2Bde%2BAtotonilc
Escondida”. La obra fue diseñada y dirigi- o%26gbv%3D2%26hl%3Des%26sa%3DG.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 195


ALICIA BAZARTE MARTÍNEZ / JOSÉ ANTONIO CRUZ R ANGEL

BIBLIOGRAFÍA el purísimo corazón de Jesús, Imprenta


Real del Superior Gobierno, y del Nue-
Brosse O. de la, A. M. Henry, Ph. Rouillard, vo Rezado, de los herederos de doña
Diccionario del cristianismo, Herder, María de Ribera, calle de san Bernar-
Barcelona, 1986. do, México, 1765.
Calderón de la Barca, Madame, La vida en Directorio manual de la Santa Escuela de
México, durante una residencia de dos Christo señor nuestro: para uso de la
años en ese país”, traducción y prólogo de Santo Domingo de esta corte, Im-
de Felipe Teixidor, Editorial Porrúa, S. prenta Madrileña de los Herederos
A. (Sepan Cuantos, No. 74), México, del licenciado Joseph de Jáuregui, calle
1981, p. 198. de Santo Domingo y esquina de la de
Constituciones de la Santa Escuela de Tacuba, México, 1794.
Christo Señor Nuestro, fundada bajo la Espinosa y Rosal, Francisco, Despertador
protección de la Virgen María, Nues- de la vida espiritual: que según sus re-
tra Señora, y de los gloriosos S. Juan glas, sigue la Santa Escuela de Christo,
Nepomuceno, y S. Felipe Neri, en el canónicamente fundada en el Conven-
hospital de Nuestra Señora de la Con- to del Espíritu Santo de esta corte el
cepción, y Jesús Nazareno de esta ciu- Fr. Francisco Espinosa Rosal, discípulo
dad, D. Felipe de Zúñiga, y Ontiveros, también (aunque más indigno) de dicha
calle de la Palma, México, 1774. Santa Escuela..., Herederos de D. María
Constituciones de la congregación y Es- de Rivera, México, 1765.
cuela de Christo: fundada debajo del Manual de las oraciones que se dicen en
patrocinio de SS. Virgen María, Ntra. Sra. la Santa Escuela de Christo Señor Nues-
Y del Glorioso S. Phelippe Neri, Joseph tro, s.l., s.n., s.a.
Bernardo de Hogal, México, 1735. Osorio, Diego, Estabilidad y firmesa de la
Constituciones de la Congregación y Escue- santa escuela de Christo Sr. Nro. Con
la de Christo Señor Nuestro, fundada autoridad apostólica, y ordinaria, en el
bajo el patrocinio de la Santísima Virgen convento de N.S.P. Sr. San Francisco de
María Nuestra Señora, y del glorioso México: y ahora nuevamente confirma-
San Phelipe Neri salen a la luz en esta da, y aprobada por N. SS. P. Benedicto
reimprenta para utilidad y aumento de XIV, como consta de su bulla: sermón,
la Santa Escuela, a expensas de la que en acción de gracias de la confir-
de Nuestro Seráfico Padre San Francis- mación de dicha santa escuela predicó
co de México, fundada con autoridad el día I. de agosto de este año de 1756,
apostólica, Imprenta del Nuevo Reza- Imprenta de el Empredradillo, Méxi-
do, de los Herederos de doña María de co, 1756.
rivera, México, 1758. Palafox y Mendoza, Juan, Obras, Gabriel
Constituciones de la Santa Escuela de Ramírez, Madrid, 1762.
Christo Señor Nuestro, que se halla Puente, Luis de la, Místico relox, que en
fundada con autoridad ordinaria, en la las breves meditaciones del V. P. Luis de
Iglesia del Gran Padre San Camilo de la Puente, señala las horas de la oración
Lelis, e esta corte escriviolas un discípu- para todo el año; reguladas según el
lo de la misma escuela y las consagra a orden de las dominicas; y práctica de

196 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


SANTAS ESCUELAS DE CRISTO EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII EN LA CIUDAD DE MÉXICO

la Santa Escuela de Christo Señor Nues- de Ancianos, Reimpreso en la calle de


tro. Fundada en el Colegio del Príncipe San Bernardo, México, 1783.
de los Apóstoles Nuestro Gran Padre
San Pedro e esta corte, Herederos del
licenciado don Joseph de Jáuregui, APÉNDICE 1
México, 1794. FÓRMULA DEL JURAMENTO AL SER ADMITIDO
Santa Escuela de Cristo, Explicación de COMO DISCÍPULO DE LA SANTA ESCUELA
las obligaciones de los Hermanos de la DE CRISTO
Santa Escuela de Christo Señor Nuestro,
fundada en el Convento de Nues- Yo el hermano hago voto, y
tro Padre San Francisco de México, por prometo a Dios Nuestro Señor y a la
don Mariano de Zúñiga y Ontiveros, bienaventurada siempre virgen María y
México, 1797. a los bienaventurados y a todos
Valle y Araujo, José Manuel del, Trono los santos y a vos padre de guardar, te-
espiritual, místico altar, que fabrica la ner y defender, como tiene y defiende la
alma al mayor bien de los bienes Je- religión sagrada de Nuestro Seráfico Padre
sucristo Sacramentado, en los ocho días San Francisco que la Virgen María Nues-
de su solemne octava: compuesto de tra Señora fue concebida sin pecado
dulces meditaciones, tiernas súplicas y original, en el primer instante de su ser
jaculatorias devotas sacada su idea de natural, y que por los méritos de la pasión
las obras del venerable doctísimo pa- y muerte de Nuestro Señor Jesucristo fue
dre Enrique Engelgrave...; sacala a luz un preservada de toda culpa y pecado.
hermano sacerdote de la Santa Escue-
la de Christo Señor Nuestro de nuestro Constituciones de la Santa Escuela
seráfico padre San Francisco, Herederos de Cristo Nuestro Señor fundada bajo la
de D. Felipe Zúñiga y Ontiveros, Mé- protección de la Virgen María Nuestra Se-
xico, s.f. ñora y de los gloriosos san Juan Nepomu-
Valle, Juan de Dios del, Jaculatorias per- ceno y san Felipe Neri, en el Hospital
petuas para el uso de los discípulos [sic] de Nuestra Señora de la Concepción, y
de la Santa Escuela de Christo Señor Jesús Nazareno de esta ciudad. México,
Nuestro, fundada en el Convento de Sr. reimpresas en México en la Imprenta de
Santo Domingo de México, en la calle Felipe Zúñiga y Ontiveros, calle la Palma
de S. Bernardo, México, 1787. 1774, s.p.
Villa Castín de, Tomás, Jaculatorias de-
ducidas de todos los puntos en las me-
ditaciones del Manual Compuesto por el
P. Tomás de Villa-Castin de la Compañía
de Jesús: que el secretario de la Santa
Escuela de Christo nuestro señor del
Convento de N. S. P. S. Francisco de esta
ciudad ha dispuesto y a expensas de un
hermano, se ha costeado su impresión,
a quien las dedica a su venerable junta

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 197


ALICIA BAZARTE MARTÍNEZ / JOSÉ ANTONIO CRUZ R ANGEL

APÉNDICE 2 Cada domingo primero


ADEMÁS DE LOS MANUALES LAS ESCUELAS Otro día que cabe muerte,
DE CRISTO NO DEJARON DE IMPRIMIR Muerte y elección que son
LOS LLAMADOS SONETOS DESPERTADORES Una en cada cuatrimestre
EN OCASIONES ACRÓSTICOS O VERSOS DE Nuestro patrón San Felipe
REFLEXIÓN RECITADOS EN SUS RITOS. I algún hermano muere,
Otra el día de Pentecostés;
Es de Cristo Discípulo llamado, No menos se nos advierte
Ser debe, a su elección agradecido, El día de preciosa sangre;
Conociendo por sí no ha merecido Serán el mes de noviembre
Verse en tan Santa Escuela, colocado Patrocinio y desposorios
Es que se mira; porque Dios le ha dado Los que este número sirven.45
Lugar entre otros, a otros preferidos,
Antes quizá, de haberse repelido

De su vida, como pedía, el pecado:


En cuya vocación deberá temer

Justa y grande la cuenta, que le espera.


En la muerte, si su vida, no es crecer;
Solicitando fiel la verdadera
Virtud, que muy despierto, debe tener,
Sin dormirse jamás en su carrera

Obligación de los hermanos según las


constituciones de la Santa Escuela de
Cristo en la iglesia de San Camilo Lelis :

Examen de cada día


Jaculatoria frecuente,
Ejercitar lo piadoso,
Memoria útil de la muerte
Misa, sin que falte día,
Presencia de Dios por siempre,
Lección diaria espiritual,
Oración constantemente

45 Constituciones de la Santa Escuela de Cristo del


Templo de San Camilo Lelis.

198 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA


SANTAS ESCUELAS DE CRISTO EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII EN LA CIUDAD DE MÉXICO

APÉNDICE 3. SANTAS ESCUELAS DE CRISTO


Fecha de
Nombre Sede
fundación

Santa Escuela de Cristo Convento de Nuestra Señora de


1721
Nuestro Señor la Merced, Capilla de San José

Santa Escuela de Cristo Atrio del Convento de San


1724
Señor Nuestro Francisco

Convento Hospital
Santa Escuela de Cristo 7 oct. 1730
del Espíritu Santo

Santa Escuela de Cristo


Colegio de San Pedro, príncipe 31 oct. 1741
Jesús Nazareno
de los apóstoles

Santa Escuela de Cristo


nuestro señor bajo la
protección de la Virgen
Hospital de Nuestra Señora de la Se desconoce
María, y de los gloriosos
Concepción y Jesús Nazareno
S. Juan Nepomuceno y S.
Felipe Neri

Santa Escuela de Cristo


Se desconoce
Nuestro Señor Convento de San Camilo Lelis

Santa Escuela de Cristo


de Nuestra Señora de 1748
Hospital Real de Naturales
Guadalupe

Santa Escuela de Ma. Convento de San Agustín, Capilla


1748
Santísima de la Tercera Orden

Santa Escuela del Corazón 6 de marzo


de Jesús Parroquia de San Sebastián 1751

Parroquia de la Santa Cruz y


Santa Escuela de Cristo 1º. sep. 1777
Soledad de Nuestra Señora

Inmaculada Concepción y 30 de abril


Francisco Xavier. Parroquia de la Santa Veracruz 1795

Santa Escuela de Cristo Se


Convento de Santo Domingo
nuestro señor desconoce

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 HISTORIA 199


Manual de gramática histórica Con esa idea en la mente podemos
Company Company, Concepción y Javier decir que lo único que tienen en común
Cuétara Priede las lenguas, además de ser medio para la
México: UNAM-FFL, 2008. comunicación, es el cambio lingüístico.
Cambio y comunicación son apellidos

N ada es tan seguro en las lenguas co-


mo el cambio, su continua transforma-
materno y paterno de la pluralidad de
lenguas, cada una de ellas está en per-
manente construcción de su propia e in-
ción hasta que el uso y el paso de los trincada Babel. Así, nuestro español es el
años las convierte en lenguas distintas, brote más reciente del árbol genealógico
ininteligibles entre unas y otras. El español que tuvo como tronco al latín y como raíz
lleno de anglicismos de hoy día no es ya alguna lengua, perdida ya en la oscuridad
el del México afrancesado de principios del pasado, que los lingüistas han llama-
de siglo XX, ni éste el que se usaba en la do protoindoeuropeo.
Nueva España de Alarcón y Sor Juana, y el En el estudio de nuestra lengua en-
de estos dos literatos mexicanos ya dife- contramos la fuente de la cultura de la que
ría bastante del que se hablaba en la Cas- formamos parte y cimentamos nuestra
tilla de la Reconquista. Ninguno de los identidad, para enraizarnos a nuestro pre-
hablantes antes mencionados lograría en- sente. Con este objetivo colabora el Ma-
tenderse con los habitantes de la Hispania nual de gramática histórica de Concep-
Romana de los primeros siglos de nues- ción Company y Javier Cuétara, el cual se
tra era. Lo anterior es fácil de entender si crea como herramienta de apoyo para la
reparamos en que la comunicación entre formación de profesionistas del estudio de
los mismos habitantes de la Península la lengua. En sus páginas se abordan los
ocupada por los romanos ya se tornaba di- tópicos básicos para desentrañar las vías
ficultosa a causa de la brecha que se abría de transformación del español desde su
progresivamente entre el latín de Cicerón origen como lengua latina hasta la pau-
y Virgilio y el hablado por el vulgus. latina metamorfosis en protoromance

201
JOSÉ MARTÍN HIDALGO MARTÍNEZ

y desemboque en el español actual. Se se sustituyó el futuro latino y se creó el


abordan en él los diversos tipos de cam- futuro de las lenguas romances, así como
bio lingüísticos, la transformación en dis- la creación de los tiempos compuestos, y,
tintos niveles, principalmente en el foné- posteriormente, se discute y ejemplifica
tico y fonológico. el origen y marcado preposicional de los
La obra se divide en tres partes. La objetos directo e indirecto.
primera comienza con un repaso teórico Aunque esta obra está dirigida a los
que introduce al tema mediante algunos estudiantes de la carrera en letras y lin-
deslindes, a saber: qué es una lengua na- güística, también puede ser útil y valiosa
tural; qué significa la doble articulación, para cualquier interesado en el origen y
historicidad, prevaricación, especializa- evolución del español. Provee al lector
ción y productividad, entre otras, como información importante para conocer las
características o rasgos definitorios de rutas que siguieron las palabras de uso
una lengua natural; qué es y cuáles son común en la actualidad. Requiere para
los distintos tipos de cambios lingüísti- su abordaje de la mínima curiosidad por
cos; también se hace la pregunta de cuá- la lengua y la historia de que somos he-
les disciplinas deben ser las encargadas rederos. En este manual se ofrecen cua-
de estudiar los cambios y, finalmente, cuál dros, esquemas y gráficas de alfabetos
es la clasificación y origen de las lenguas fonéticos, de efectos de la yod, evolu-
romances, entre otros. ción de vocales y de distintos sistemas
La segunda parte aborda de lleno lo consonánticos, todo ello es un enrique-
relacionado con la gramática histórica, cedor elemento didáctico que facilita la
específicamente la fonética y fonología memorización de los conceptos.
del español. Los autores explican exhaus- A decir de los autores, en la obra reto-
tivamente la tipología de los cambios y man el orden y planteamientos expuestos
ofrecen al lector un sinfín de ejemplos por Menendez Pidal en su Manual de
que facilitan la comprensión. De esta ma- gramática histórica. Es el resultado de la
nera nos explican cuáles fueron los orí- colaboración de la doctora Concepción
genes, tipos y efectos de la yod y la wau Company y del maestro Javier Cuétara
en la evolución del español, cómo fue para la elaboración de materiales de
la evolución de vocales y consonantes apoyo a la licenciatura en letras hispáni-
de nuestra lengua y cuál es la tipología cas, específicamente para la materia Filo-
general de los cambios de sonido, ya sea logía 1 y 2 del séptimo y octavo semestre.
por asimilación, disimilación y pérdida, Está editado por la Universidad Nacional
entre otros. Autónoma de México y tiene como ante-
La tercera y última parte de este manual cedente otro material elaborado por la
está dedicado a discutir algunos temas doctora Company en el año 2001 de
clásicos de la sintaxis histórica del espa- nombre Manual de filología hispánica,
ñol. Los autores abordan el nacimiento de Fonética y fonología históricas.
los artículos en la lengua de Cervantes,
tanto el significado como el empleo de
este elemento propio de nuestra lengua. José Martín Hidalgo Martínez
También abordan las causas por las que Estudiante de sociología, UAM-A

202 Fuentes Humanísticas 38 MIRADA CRÍTICA


TRAS EL ECO DEL DRAMA ESTRIDENTISTA:
TEATRO Y VANGUARDIA EN EL MÉXICO POSREVOLUCIONARIO
(1920-1940) DE ALEJANDRO ORTIZ BULLÉ GOYRI
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA-AZCAPOTZALCO (2005)

C uando Alejandro Ortiz Bullé Goyri se


propone ofrecer un nuevo acercamiento al
pero adicionalmente se involucran con
las tendencias sociales y políticas pro-
estudio de los orígenes del teatro mexica- gresistas. La metodología analítica de Or-
no moderno, fundamenta su reflexión en tiz Bullé Goyri resulta en un panorama
la concepción de la dramaturgia como amplio y detallado de las diferentes pro-
un fenómeno complejo, pues no sólo puestas en pugna por erigirse como el
es un género discursivo, sino también un modelo a seguir por el teatro mexicano
discurso social; en consecuencia, el au- del siglo XX.
tor propone un análisis concentrado en Así como el proceso histórico de la
los contextos histórico y social dentro Revolución fue un fenómeno complejo,
de los cuales se gestan los productos dra- imposible de reducir a un todo unificado
máticos del siglo XX. y coherente, igual sucede con la produc-
Teatro y vanguardia no sólo se ocupa en ción teatral generada a partir de 1920.
realizar un recuento de las obras, autores Como parte de esta complejidad, el tex-
o compañías surgidos luego del periodo to da cuenta de la coexistencia simultá-
armado de la Revolución, se preocupa nea de las diferentes concepciones es-
además por explorar el entorno social y téticas de lo que debía ser un teatro
cultural donde se generan los productos nacional, de las profundas divergencias
dramáticos de los primeros años del siglo entre ellas, pero también de sus eventua-
XX, cuyos autores se empeñaban en crear les coincidencias. El énfasis del autor en
un nuevo teatro acorde con el proyecto los debates estéticos entre los creadores
de nación surgido de la lucha revolucio- de entonces permite, por ejemplo, en-
naria. A partir de esta directriz meto- tender que las diferentes concepciones
dológica, el texto muestra cómo en esa teatrales compartían, a pesar de lo enco-
construcción de nuevas expresiones, los nado del debate, una base común: la ne-
creadores mexicanos que quieren par- cesidad de renovar el anquilosado mo-
ticipar de la experiencia revolucionaria, delo del teatro nacional, que al iniciar la
se interesan en las posibilidades formales década de 1920 aún insistía en reprodu-
ofrecidas por las vanguardias artísticas, cir los modelos de la dramaturgia española

203
ALBERTO RODRÍGUEZ G.

decimonónica, no sólo en temas y obras, emanados de dicho movimiento, pues


sino también en los aspectos formales, frece un recorrido por las obras de tea-
al punto que los actores recitaban con tro publicadas en las revistas del movi-
engolada voz y acento peninsular. miento estridentista, Irradiador y Horizon-
En este contexto, Teatro y vanguardia te, como Comedia sin solución, de Ger-
muestra, por ejemplo, como incluso estri- mán Cueto o Muerta de hambre (drama
dentistas y contemporáneos, dos de los de la calle), teatro revolucionario en cinco
grupos en disputa por el derecho a mar- escenas, de Elena Álvarez, pero además
car el rumbo del arte moderno en México informa de la existencia de textos inéditos
y, con ello, protagonistas de una encona- hasta la fecha, como La Venus trunca,
da rivalidad, estaban al menos de acuerdo último drama burgués en dos actos y una
sobre la aridez de las propuestas de la rectificación, de Salvador Gallardo. Por
dramaturgia nacional. otro lado, estudia la exploración de Luis
La obra recupera los comentarios des- Quintanilla en el llamado teatro sintéti-
deñosos del estridentista Manuel Maples co a través de la compañía del Teatro
Arce sobre las noches de teatro en la del Murciélago.
ciudad de México, en los que deplora que Posteriormente, el texto señala cómo,
lo más emocionante fueran las rivalida- después de la disgregación del grupo
des entre el público masculino por ha- estridentista, algunos de sus integrantes
cerse de los favores de la tiple de moda. fueron modificando su pensamiento y
La abulia de Maples Arce encuentra con- quehacer artístico, orientándose a la idea
sonancia con el tedio de Salvador Novo, de vincular la actividad creadora con la
cuando éste recuerda que luego de can- militancia social y vieron en el teatro
sarse de peregrinar por los teatros del la herramienta idónea.
centro capitalino sin encontrar alguna Al concebir el teatro como una estrate-
obra de su gusto, el grupo de Contem- gia de educación popular, explica el tex-
poráneos decide iniciar la aventura del to, Germán List Arzubide, junto con el
Teatro Ulises. pintor Germán Cueto y su esposa, Lola
Es precisamente en la exploración de Cueto, introducen en México el teatro
las incursiones en el teatro por parte guiñol y crean varias compañías de títe-
de los escritores del Movimiento Estriden- res para difundir este género en barrios
tista donde se ubica uno de los aciertos populares y zonas rurales. Este teatro in-
nodales del trabajo de Ortiz Bullé fantil tenía un carácter eminentemente
Goyri, pues los datos ofrecidos permiten didáctico y con este objetivo en mente,
acercarse a la primera vanguardia artística List crea al personaje Comino, quien en
de México sin la visión prejuiciosa pre- obras como Comino va a la huelga o Co-
sente en ciertos trabajos previos que se mino vence al diablo buscaba instruir so-
han referido a este episodio de la lite- bre los derechos laborales, pero también
ratura mexicana. Al concretar el inédito en temas básicos de higiene y salud.
recuento del teatro realizado por los in- Para la reconstrucción del entorno
tegrantes del estridentismo, el texto ofrece histórico donde se genera el teatro mo-
una herramienta importante para aquel derno de México, el autor, con rigor
interesado en investigar a los autores académico, recurre a importantes fuentes

204 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 MIRADA CRÍTICA


MIRADA CRÍTICA

documentales, pero no olvida la impor- bre la pertinencia de llamar “estridentis-


tancia de recuperar la voz viva de los ta” al Teatro del Murciélago, pues el pro-
protagonistas de aquellos intensos años pio List afirma que Quintanilla sólo utilizó
de polémica para proporcionar una di- el adjetivo estridentista para aprovechar los
mensión integral al estudio académico. reflectores que el movimiento tenía en ese
De tal suerte Ortiz Bullé Goyri presenta momento, una discusión similar merece-
una de las últimas entrevistas a Germán rían el teatro de propaganda política y
List Arzubide, el último sobreviviente de el teatro infantil de List, toda vez que su
la vanguardia estridentista, con quien es- estilo se aleja de los experimentos formales
tablece un diálogo para reconstruir los de la vanguardia. Los datos aportados por
aconteceres y debates de la época; el texto de Ortiz Bullé-Goyri lo coloca
aunque para la fecha de aparición de dentro de la lista de las escasas obras
Teatro y vanguardia, la entrevista íntegra de referencia para aquel esfuerzo crítico
aún no se editaba, está disponible en el orientado a reconsiderar las aportaciones
número 26 de la revista Tema y variacio- del Movimiento Estridentista, como son el
nes de literatura de la UAM-Azcapotzalco texto Elevación y caída del estridentismo
con el título “Don Germán List Arzubide: de Evodio Escalante y Estridentópolis: ur-
El último estridentista (Una entrevista banización y montaje de Silvia Pappe.
con el escritor)”. De la misma manera como Teatro y
Ilustrativa y significativa es además la vanguardia desmenuza las propuestas
inclusión de la voz de Lucrecia González, y experimentos de la dramaturgia estri-
quien a finales de los años 30 participó dentista, se encarga además de analizar
en los talleres de teatro de la Liga de las aventuras emprendidas por otros gru-
Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) pos de artistas como son el Teatro de
organizados por los estridentistas Germán Ulises, el Teatro Universitario, el Teatro
List y Germán Cueto, entre otros. Orientación, el Teatro Indigenista, el Tea-
Además de dar noticia de la producción tro Mexicano de Masas, y el Teatro de
teatral de los escritores emanados del es- Ahora, entre otros, documentando el diá-
tridentismo, la obra documenta el de- logo y el debate entre las diferentes ma-
bate entre dichas obras y su contexto neras de concebir el fenómeno teatral. En
histórico; por ejemplo, a partir de la resumen, el enfoque de la obra, al mostrar
entrevista con Germán List, Ortiz Bullé los diferentes movimientos artísticos in-
Goyri revela las divergencias de éste volucrados en la construcción del nuevo
con los exponentes del teatro de masas teatro mexicano dentro de su circunstan-
nacionalista. Así pues, si consideramos cia histórica, ayuda a comprender cómo
que la obra estridentista, particularmente estos esfuerzos se inscriben en un debate
la dramática, está aún dispersa y apenas más amplio, presente en todas las esferas
reeditada, Teatro y vanguardia ofrece pis- sociales de la época sobre la mejor mane-
tas importantes para la construcción de ra de construir la modernidad anhelada
un corpus de la dramaturgia emanada por el México posrevolucionario.
del movimiento, lo cual impulse el estu-
dio de esta vanguardia mexicana. Por otro Alberto Rodríguez G.
lado, el texto permite abrir el debate so-

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 MIRADA CRÍTICA 205


SINOPSIS

Los restos de José María Heredia da creativa e institucional; y favoreciendo


(Santiago de Cuba, 1803-Ciudad de para él la instauración de un mito román-
México, 1839). Detrás de los huesos tico que lo ligaba a otra mujer. Esa his-
perdidos o ¿La paz de los sepulcros? toria, la otra, la oficial, palidece ante la
A partir de la búsqueda de los restos crudeza de la casi olvidada relación en-
mortales del escritor y político cubano- tre Méndez y Acuña, idilio que, por cier-
mexicano José Maria Heredia, se realiza to, involucra a toda una generación
una revisión del estado de los sitios de creativa mexicana.
enterramiento en la Ciudad de México
entre 1839 y los siguientes años hasta
finales del siglo XIX, en una época que in- Ignacio Rodríguez Galván, humor y vida
cluye las diversas disposiciones de los cotidiana en el México del siglo XIX
gobiernos liberales mexicanos en cuanto El análisis de algunos textos humorísticos
a los paneteones y cementerios, hasta en- de Ignacio Rodríguez Galván, escritor ro-
tonces propiedad de la Iglesia. mántico mexicano cuya obra se publicó
en la primera mitad del siglo XIX, favorece
la recuperación desde la retórica, la his-
Laura Méndez y Manuel Acuña: un idilio toria, la semiótica y la antropología cul-
(casi olvidado) en la república de las tural, de escenas de la vida cotidiana en
letras la época que permiten al lector contem-
Laura Méndez y Manuel Acuña, poetas poráneo mexicano constatar la herencia
decimonónicos, mantuvieron un vínculo endocultural que posee, y quizás también
amoroso apenas insinuado en los canóni- entender la dinámica social de su cultu-
cos manuales de las letras mexicanas. La ra a través de la literatura. Divertirse con
relevancia de un examen de ese asunto la vena cómica de un autor a quien en su
privado consiste en que su índole ilícita tiempo le dieran el sobrenombre de “El
parece haber influido en la recepción li- mestizo triste” y sentir nostalgia por los
teraria de ambos escritores, propiciando tiempos idos, pueden ser dos reaccio-
alrededor de ella un mutismo posterior, nes emotivas que este ensayo provoque
destinado a no empañar su laboriosa vi- en sus receptores.

207
De moles, pulques, dulces y bisteces: gustativas de los platillos que se les
la comida en la Ciudad de México duran- ofrecían, les causaba sorpresa y “gusto o
te el siglo XIX disgusto” como se menciona en el títu-
El comer es para nosotros un factor de lo del artículo.
unidad. En torno a nuestras conductas
en la mesa se puede entender a un indivi- La serpiente-hada del deseo de
duo, una cultura o nación entera. Es así lo imposible
que el comer, algo tan básico, describe “Sea la música ante todo”, escribió Paul
cosmovisiones de toda una nación. Co- Verlaine en su “Arte poética”, y los artistas
mer y comida son acentos fecundos que mexicanos lo siguieron. Música y poesía
han permanecido a través de la heren- se convirtieron en elementos esenciales
cia y la tradición. La alimentación que se de la vida decimonónica finisecular. Si
tiene en determinado tiempo y espacio en Europa se escuchaba a Wagner y se
constituyen un reflejo y a la vez una cau- criticaba a Offenbach, en México había
sa de cómo funciona una sociedad. Es que hacer lo mismo. Si allá se leía a los
de esta manera que vemos conformarse a poetas malditos, nuestros poetas pre-
la sociedad mexicana del siglo XIX en torno tendían ser igual de nocivos.
a la comida, sentada alrededor de una Los cafés y cabarés proliferaron por
mesa. De la mano de José Juan Tablada, la Ciudad de México a imitación de la
Manuel Payno, Manuel Gutiérrez Náje- sociedad francesa. Se dice que donde hay
ra, Ignacio Manuel Atamirano y Guiller- algo francés, hay ajenjo. Si se copiaba la
mo Prieto, nos acercamos a los hábitos moda de los cafés cantantes, había que
alimenticios del siglo XIX en México y a beber también lo mismo que en Francia.
algunas costumbres que los rodeaban, El ajenjo fue una bebida fascinante,
así como a la comida y bebida que eran identificada con lo femenino y consumi-
ingeridas por nuestros antepasados. da por bohemios y dandis. El camino que
conducía a la creatividad y a la locura.
Figura en la vida de artistas, recordados
Nuevos sabores: gusto y disgusto poco en nuestros días, pero que hicie-
La cultura culinaria es parte esencial de ron una contribución al arte. Un excelen-
los pueblos, tanto que unifica a todas te pretexto para husmear en la estética
las clases sociales. Las coincidencias son y el pensamiento de fin de siglo.
muchas en torno al gusto gastronómico
de los comensales de un país cuando
se trata de sabores tradicionales que se La construcción de la literatura nacional
han heredado durante generaciones. La Durante el siglo XIX, los intelectuales
comida mexicana es tan variada como sus mexicanos, precupados por definir a Mé-
diferentes regiones, una mezcla de sabo- xico, se dan a la tarea de crear una litera-
res prehispánicos a los que se incorporó tura que exprese al mexicano y lo mexi-
la comida española. Sin embargo, durante cano. A través de asociaciones literarias
el siglo XIX a los viajeros de otras cul- comenzaron a reunirse y a producir lo
turas no acostumbrados a las especies, que ha sido llamado la literatura nacional,
productos de la tierra, y combinaciones en donde se rescata la idiosincracia del

208 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 SINOPSIS


mexicano, el paisaje y sus costumbres, que, homologada con el Mar Mediterrá-
principalmente. En este artículo, se hace neo, sirvió de punto de encuentro para
una retrospectiva panorámica que expli- todo tipo de intercambios culturales y
ca los inicios de este complejo proceso, civilizadores. Esta clase de representacio-
y los resultados que se dieron a raíz de nes son tópicas en la primera mitad del
esta preocupación. siglo XX y entre sus representantes más
acreditados se encuentra Alfonso Reyes
con su libro Última Tule, del cual el “Cari-
La mujer y su reflejo en la literatura be mediterráneo” es un desprendimiento
bajomedieval española: ¿literatura fe- y una elaboración original. Este artículo
minista o femenina? se propone no sólo describir y explicar el
La literatura femenina bajomedieval es- funcionamiento ideológico de la metáfo-
pañola ha recibido y sigue recibiendo ra textualizada en Biografía del Caribe, de
muy distintas denominaciones: literatura Germán Arciniegas, sino sobre todo aspi-
de matrimonio, literatura para mujeres o ra a demostrar que el estudio histórico
literatura feminista o antifeminista. Estas y social de los hombres de letras es
últimas acepciones van a ser el centro de posible como consecuencia de la lectura
atención y estudio de nuestro trabajo, pues historiográfica de sus formulaciones y re-
creemos que el uso indiscriminado que presentaciones simbólicas.
se produce en la crítica literaria desvirtúa
la naturaleza de las obras bajomedievales
y el sentido preciso que tienen los térmi- Efraín Huerta y Octavio Paz. Dos tra-
nos feminista y antifeminista, apartándo- yectorias de la literatura social
los de su correcta taxonomía y de su ideo- La obra de Efraín Huerta es, con frecuen-
logía más propia. cia, objeto de una valoración inexacta.
La imagen del escritor guanajuatense que
ha perdurado ha sido la de “poeta so-
La figura del Caribe mediterráneo en cial”. Sin embargo, la poesía que podría
Germán Arciniegas. Una estrategia del ubicarse bajo este rubro aparece en una
discurso americanista época muy precisa (la década que va de
Este artículo tiene como propósito el 1942 a 1952). Octavio Paz, por su par-
estudio de las formulaciones simbólicas te, no es asociado a esta corriente ideo-
por medio de las cuales el ensayista co- lógica, aunque también escribió en su
lombiano Germán Arciniegas planteó, ha- juventud poemas “sociales”. El propósito
cia los años cuarenta, la integración de de este ensayo es analizar las circunstan-
Latinoamérica en el sistema internacional cias que llevaron a estos poetas, como a
del llamado Occidente. Entre estas for- un número considerable de escritores,
mulaciones destaca la representación de a adoptar la ideología comunista y la
la historia de América luego de 1492 con preceptiva del realismo socialista.
base en la metáfora del “Caribe medi-
terráneo”; es decir, América como una
comunidad histórica reunida en torno
de una cuenca marítima, el Mar Caribe,

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 SINOPSIS 209


“Los Santos Reyes” de Severino Salazar minismo laico, el interés se centra en el
o Un sueño de papel frente a la des- papel representativo que las mujeres
humanización del mundo global deben tener en las diferentes órdenes
Se trata de un ensayo que en primer lu- religiosas, particularmente para interve-
gar destaca la destreza narrativa del autor nir en las reglas de vida y conciencia que
zacatecano, Severino Salazar (1947-2005), orientan la actuación social y particular de
a través de su cuento de Navidad “Los los seguidores de esa religión particular.
Santos Reyes”. En segundo lugar, el aná-
lisis se detiene en el rescate que hace el
autor de las tradiciones mexicanas, frente Santas escuelas de Cristo en la segunda
al mundo globalizado sujeto a las leyes mitad del siglo XVIII en la Ciudad de
del mercado. México
Las Santas Escuelas de Cristo se fundaron
en las primeras décadas del siglo XVIII y
Las hijas de Eva y su ordenación alcanzaron rápidamente presencia en la
sacerdotal ¿Opresión injustificada o sociedad novohispana, fundándose en
dogma de fe? la mayoría de los templos de las princi-
Las corrientes actuales se orientan a una pales ciudades, villas y pueblos. Sus
revalorización del papel de la mujer en discípulos fueron en su mayoría traba-
las organizaciones religiosas. Mientras jadores y personas de los grupos más
que la Iglesia católica sigue relegando a desprotegidos social y económicamente.
las mujeres del aparato eclesiástico ne- Su objetivo fue promover la ortodoxia
gándoles el sacramento de la ordena- doctrinal entre sus congregantes, quienes
ción, otras comunidades religiosas han debían someterse a mortificaciones físi-
iniciado el camino por la igualdad de los cas y hacer de la oración y la reflexión so-
géneros. Desde la perspectiva del fe- bre la muerte de Cristo, su doctrina.

210 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 SINOPSIS


COLABORADORES

Alejandro González Acosta Guatimoc de Ignacio Rodríguez Galván. Autora


Escritor e historiador cubano-mexicano (El Ve- de algunos libros de texto sobre lectura y re-
dado, La Habana, Cuba: 1953). Investigador Ti- dacción, y de diversos artículos de análisis, crí-
tular del Instituto de Investigaciones Bibliográ- tica literaria y asuntos culturales, en revistas es-
ficas (Biblioteca y Hemeroteca Nacionales) de pecializadas y libros colectivos.
la UNAM y Profesor en la División de Estudios
de Postgrado de la Facultad de filosofía y le- Roxana Elvridge-Thomas
tras (UNAM). Coordinador General del Proyecto Estudió la Licenciatura en Ciencias Humanas
Internacional “Rescate de José María Heredia”, en la Universidad del Claustro de Sor Juana y
apoyado por el CONACYT. Doctor en Letras Ibe- la Maestría en Literatura Mexicana en la UNAM.
roamericanas. En 1983 ingresó como Miembro Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía Jo-
de Número en la Academia Cubana de la Len- ven “Elías Nandino”, el Premio Nacional de Pe-
gua y como Miembro Correspondiente Hispa- riodismo Juvenil “Elena Poniatowska”, el Premio
no-americano de la Real Academia Española. Nacional de Ensayo “El Privilegio de la Palabra” y
el Premio Nacional de Poesía “Enriqueta Ochoa”.
Leticia Romero Chumacero También las becas del Centro Eurolatinoame-
Profesora-investigadora de tiempo completo en ricano para la Juventud (CEULAJ), de España, y
la Universidad Autónoma de la Ciudad de Mé- la de Jóvenes Creadores, del FONCA, ambas en
xico, plantel Cuautepec. Actualmente prepara el área de poesía. Ha publicado “Memorias del
una tesis para obtener el grado de doctora en aire” El segundo laberinto, La fontana, Imáge-
Humanidades (línea Teoría literaria) en la UAM- nes para una anunciación, La turba silenciosa
Iztapalapa. Cursó la maestría en Letras (UNAM), de las aguas, Fuego, Xavier Villaurrutia …y mi
un master en Estudios de la Diferencia Sexual voz que madura y Gilberto Owen. Con una
(Universidad de Barcelona) y la especialidad en voz distinta en cada puerto. Poemas, ensayos,
Literatura Mexicana del siglo XX (UAM-Azcapot- artículos, y entrevistas suyos han sido publica-
zalco). Su línea de investigación más reciente dos en libros, revistas y suplementos culturales
se centra en la recepción de la escritura de mu- del país y del extranjero. Miembro del Siste-
jeres en la historiografía literaria mexicana. ma Nacional de Creadores de Arte desde 2004.

Margarita Alegría de la Colina Begoña Arteta


Es licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas, Profesora del Departamento de Humanidades
con estudios de Maestría en Literatura mexicana. de la UAM-Azcapotzalco. Autora de varios ar-
Doctora en Literatura mexicana, título obteni- tículos, y libros como El Destino manifiesto en
do con la tesis Historia y religión en Profecía de los viajeros anglosajones, Fray Servando Teresa de

211
Mier, Una vida de novela y La primera exposición literatura en las revistas Tema y Variaciones
de Arte Prehispánico, William Bullock. de Literatura y Fuentes Humanísticas editadas
por la UAM-Azcapotzalco. Actualmente, imparte
María Emilia Chávez Lara clases en la UAM-Azcapotzalco y en la Universi-
Es Maestra en Letras Mexicanas por la Universi- dad del Claustro de Sor Juana.
dad Autónoma de la Ciudad de México. Ac-
tualmente se desempeña como profesora e in- Leonardo Martínez Carrizales
vestigadora en la Universidad Autónoma de la Es doctor en letras por la Facultad de Filosofía
Ciudad de México y prepara una investigación y Letras de la UNAM. Actualmente se desempeña
sobre la melancolía y el sentimiento de lo subli- como profesor-investigador del Departamento
me en la literatura mexicana del siglo XIX. de Humanidades de la UAM-A, donde es inte-
grante del Cuerpo Académico y del Comité
Alejandro Caamaño Tomás del Posgrado en Historiografía. Desarrolla un
Profesor invitado en el Departamento de Hu- proyecto de investigación centrado en el estu-
manidades de la Universidad Autónoma Metro- dio de las representaciones correspondientes a
politana, Unidad Azcapotzalco. Es licenciado en la categoría del hombre de letras en el México
Filología Clásica por la Universidad de Santia- de los siglos XIX y XX. Sus libros más recientes son
go de Compostela, España, y realiza sus estu- El recurso de la tradición. Jaime Torres Bodet ante
dios de Doctorado en Filología Hispánica, en la Rubén Darío y el modernismo (UNAM, 2006), y
Universidad de A Coruña, España. Ha publicado la edición, el estudio introductorio y las notas
diversos artículos sobre literatura matrimonial de Alfonso Reyes-Enrique González Martínez, El
bajomedieval y renacentista española, y actual- tiempo de los patriarcas. Epistolario 1909-1952
mente trabaja su tesis doctoral “Mujer y hermo- (FCE, 2002). Actualmente se encuentra en pren-
sura en El carnero, de Juan Rodríguez Freyle”. sa el libro colectivo que coordinó junto con la
Mtra. Tere Quiroz, El espacio. Presencia y repre-
Diana Margarita Magaña Hernández sentación (UAM-A, 2009).
Profesora titular del Departamento de Derecho
de la Universidad Autónoma Metropolitana- Ociel Flores Flores
Azcapotzalco. Es licenciada en Derecho y ac- Profesor-investigador adscrito al Departamento
tualmente está escribiendo su tesis doctoral en de Humanidades. Doctor en Literatura General
la Universidad de A Coruña, España. Ha realiza- y Comparada, Universidad de la Sorbonne
do y publicado diversos artículos sobre la teo- Nouvelle, Paris III. Coordinador del Grupo de
ría de género, historia del feminismo y control Investigación en Lingüística Aplicada. Coordina-
social de las mujeres. dor de la Especialización en Literatura Mexicana

Cecilia Colón Alejandra Herrera Galván


Licenciada en Literatura Latinoamericana, tiene Profesora e investigadora de la UAM-Azcapotzal-
la especialidad en Literatura Mexicana del Si- co. Estudió la licenciatura en Filosofía y la maes-
glo XX y es Maestra en Letras Mexicanas por la tría en Letras Mexicanas en la Facultad de filoso-
UNAM. Durante 15 años escribió argumentos para fía y Letras de la UNAM. Ha sido Jefa del Área de
historietas en las editoriales Ejea, Vid, Riplay Literatura del Departamento de Humanidades
y Trompo. Escribió el libro de cuentos Citlali y en la UAM-A. Sus ensayos se han publicado en
otros relatos, editado por la UAM-Azcapotzalco revistas especializadas.
(2000). Y el libro La bailarina del Astoria y otras
leyendas editado por Plaza y Valdés (2002), en Ana María Peppino Barale
el año 2005 éste ganó el concurso de Bibliote- Profesora-investigadora del Departamento de
cas de Aulas convocado por la SEP. Colabora Humanidades, Universidad Autónoma Metropo-
con artículos y ensayos sobre temas diversos de litana Azcapotzalco. Doctora en Estudios Lati-

212 FUENTES HUMANÍSTICAS 38 COLABORADORES


noamericanos por la UNAM. Investigadora Nacio- José Antonio Cruz Rangel
nal. Proyecto de investigación: Estudio sobre Profesor de la Escuela Nacional de Antropología
las mujeres. e Historia, cuenta con estudios de maestría y
doctorado en Historia y Etnohistoria por la ENAH,
Alicia Bazarte Martínez donde ha abordado la religiosidad indígena
Es egresada de la Universidad Nacional Autó- en la Colonia, tanto en su vertiente cristiana
noma de México, obtuvo su maestría y docto- a través de las cofradías y mayordomías, como
rado en Historia de Sociedades y Economías la mesoamericana de origen prehispánico. Al
de los siglos XIV al XIX por la Escuela de Altos Estu- tiempo que realiza estudios etnográficos entre
dios, París, Francia. Desde hace 28 años es do- los pueblos originarios de la Cuenca de Méxi-
cente investigadora en la Escuela Superior de co, de cuyos resultados ha dictado conferencias
Economía del Instituto Politécnico Nacional. Au- en el Instituto de Investigaciones Antropoló-
tora de varios libros y ensayos entre los que des- gicas de la UNAM, Universidad de Guanajuato, la
tacan los temas sobre las cofradías novohispanas y ENAH, entre otras instituciones. Tiene numero-
los monacatos femeninos de la orden jerónima. sos libros y artículos sobre el tema.

FUENTES HUMANÍSTICAS 38 COLABORADORES 213


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