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Imperio Bizantino
El Imperio bizantino se constituyó de la división Imperio Romano, en el año 395, en dos partes: el Imperio
Romano de Oriente, con capital en Constantinopla y el Imperio Romano, con su capital en Milán.
Origen del Imperio Bizantino
Su nacimiento fue cuando el emperador Teodosio, al darse cuenta de los costoso y realmente difícil que
resultaba mantener seguras las fronteras del imperio romano, tomo la decisión en el año 395 de dividirlo en
dos: El imperio de Oriente y el de Occidente.
El imperio romano de Oriente fue entregado a su hijo arcadio. El imperio de occidente desapareció en el año
476 D.C a causa de los ataques germanos.
En Cambio el imperio romano de oriente conocido también como imperio bizantino sobrevivió a los ataques
germánicos y vivió una época de auge hasta su caída en el año 1453 cuando el imperio Otomano conquisto su
Capital, Constantinopla.
Desde el siglo IV, cuando los hijos del emperador Teodosio heredaron las dos mitades del Imperio Romano, la
parte situada al este y con capital en Constantinopla prosperó.
En el siglo IV el Imperio Romano daba señales claras de la caída de su poder en el occidente, principalmente
en función de la invasión de los bárbaros (pueblos germánicos) a través de sus fronteras.
Mientras que en Europa Occidental el Imperio Romano se desagregaba, sufriendo invasiones bárbaras y la
formación de nuevos reinos, en la parte oriental del Imperio Romano, la situación era totalmente diferente.
El emperador Constantino trasladó la capital del Imperio Romano de oriente a la ciudad oriental de Bizancio,
que pasó a ser llamada Constantinopla debido al emperador Constantino.
Este cambio, al mismo tiempo que significaba la caída del poder en el occidente, pero todo tenía su lado
positivo, pues la localización de Constantinopla, entre el Mar Negro y el mar Mármara, facilitaba mucho el
comercio en la región, hecho que favoreció enormemente la restauración de la ciudad, transformándola en una
Nueva Roma, como fue llamado antes de tomar el nombre de Constantinopla.
Después de muchas conquistas, que buscaban recuperar territorios perdidos por el imperio romano de
occidente, dejaron un coste muy alto, el imperio entro en una gran crisis económica profunda, que llevaron al
gobierno de Justiniano a pedir impuesto a la población para solventar la crisis económica, esta decisión pro
poco le cuesta el exilio al emperador.
Luego de esto un brote de peste durante el año 534 dificulto aún más la situación económica del imperio hasta
la muerte de Justiniano en el año 565, y después de su muerte llegaría el fin de uno del imperio más grande del
mundo.
Durante el gobierno de Justiniano se construyó la Catedral de Santa Sofía, que une la grandiosidad de la
arquitectura romana al lujo de la decoración oriental. Había todavía en Constantinopla palacios suntuosos y un
gigantesco hipódromo.
Como elementos decorativos se utilizaban magníficos mosaicos y pinturas.
La Economía
Situada en una posición privilegiada, entre el Mar Negro y el mar Mármara, facilitaba mucho el comercio en
la región. Constantinopla era punto de paso para los comerciantes que circulaban entre Oriente y Occidente. La
ciudad poseía diversas manufacturas, como las de seda y un comercio desarrollado.
La ubicación de Bizancio, entre Asia y Europa, le ha permitido un intenso desarrollo comercial.
Los productos del Lejano Oriente, tales como sedas, especias y marfil, se revendían en Europa occidental, junto
con los productos locales (tejidos, joyas, artesanía fina). Este gran movimiento atrajo a la ciudad comerciantes
de todas las nacionalidades.
Constantinopla se convirtió en la “capital de Oriente”, abriendo una enorme población, aunque el Imperio
poseía otras grandes ciudades, como Nicea, Antioquía, Salónica o Alejandría. Algunas de ellas estaban situadas
en las regiones fértiles y producen artículos agrícolas importantes como el trigo o las uvas para la producción de
vino.
La Política
La organización política tenía como expresión máxima la figura del emperador, el cual, auxiliado por
innumerables funcionarios, comandaba al ejército y dirigía a la Iglesia, que se autodenominaba ortodoxa.
El emperador era, por lo tanto, muy poderoso y considerado un representante de Dios en la tierra, llegando
incluso a ser retratado con una aureola alrededor de la cabeza.
Con la Iglesia local estaba subordinada a su autoridad, hubo un alejamiento cada vez mayor en relación a la
Iglesia occidental, que obedecía al Papa. Más tarde, esos lazos se rompieron definitivamente, existiendo hasta
hoy la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa.
Además de la rica nobleza, también los comerciantes y artesanos tenían una situación económica privilegiada.
Los campesinos, sin embargo, vivían bajo un régimen de servidumbre y pobreza.
La Sociedad
La sociedad bizantina era una jerarquía. Compruebe a continuación su organización:
La Religión
La religión fue fundamental para el mantenimiento del Imperio, pues las doctrinas dirigidas a esta sociedad eran
las mismas de la sociedad romana. Justiniano trató de usar la religión para unir el mundo oriental y occidental.
El cristianismo ocupaba un lugar destacado en la vida de los bizantinos y podía ser observado, incluso, en las
más diversas manifestaciones artísticas. Las catedrales y los mosaicos bizantinos se encuentran entre las obras
de arte y la arquitectura más hermosa en el mundo.
Los monjes, además de ganar mucho dinero con la venta de iconos, también tenían fuerte poder de
manipulación sobre la sociedad. Sin embargo, incomodado con este poder, el gobierno prohibió la veneración
de imágenes, a no ser la de Jesucristo, y decretó la pena de muerte a todos aquellos que las adorasen. Esta
guerra contra las imágenes se conoció como la cuestión de Iconoclasta.
El emperador pasó a ser considerado el principal jefe de la Iglesia. Despreciaban las imágenes, podían adorar a
Dios, cuya imagen tampoco podía ser reproducida.
Al cuestionar los dogmas cristianos clavados por el clero que seguía el Papa de Roma, dieron origen a algunas
herejías - corrientes doctrinales discordantes de la interpretación cristiana tradicional.
Se creó una diferencia entre el imperio de oriente y de occidente centrada por las disputas entre el emperador
y el Papa ya que el emperador paso a ser el principal jefe de la iglesia en oriente y en occidente fue el Papa
ambos poderes se vieron enfrentados y culminaron en la división de la Iglesia, en 1054, creando una
cristiandad occidental, encabezada por el papa y una oriental, encabezada por el emperador. Este hecho
recibió el nombre de Cisma de Oriente.
Arte bizantino
El arte bizantino es un arte cristiano que solo se produce en un momento en el que el cristianismo será
reconocida como una religión.
El emperador Constantino otorgó el Edicto de Milán, que prohibía la persecución a los cristianos y entonces el
cristianismo empieza a crecer. Surgen las iglesias cristianas y un nuevo estilo de arte, el Arte Bizantino.
El Arte Bizantino, a su vez, surge después de la aceptación del Cristianismo y, así, revela la exuberancia de un
arte que pretende ser vista, divulgada y que tenía como propósito instruir a los devotos, en ellos incutando la
devoción al Cristianismo. De este modo, el arte bizantino puede ser considerado el primer estilo de arte
cristiano.
La Arquitectura
El emperador mandó construir iglesias donde los convertidos pudieran reunirse para rezar. La arquitectura se
destaca como expresión artística de ese período por la construcción de grandes y ricas iglesias, en la verdad
basílicas, dada su amplitud y riqueza expresada en el revestimiento de oro y decoración con mosaicos.
Escuela Fernando Alessandri Docente Patricia Cornejo García
La Pintura
El predominio de los temas religiosos pone de relieve las pinturas hechas en las iglesias. Esta expresión artística,
sin embargo, no fue mucho más allá del contexto religioso como en el Imperio se produjo un movimiento
llamado iconoclasia.
Las figuras humanas no podían ser adoradas, la adoración cabía sólo a Dios. De acuerdo con la práctica
monoteísta la veneración de los santos consistía en el pecado de la idolatría. Así, para acabar con el culto a
figuras humanas, el emperador prohibió la reproducción de toda representación humana, ordenando, incluso, la
destrucción de las obras artísticas que existir en esas condiciones.