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ESCUELA DE PSICOLOGÍA
CARRERA DE LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA
TEMA
LAS CREENCIAS Y JUICIOS SOCIALES
ASIGNATURA
PSICOLOGÍA SOCIAL
SUSTENTANTES
AMAYA ESTRELLA 201700331
GEROGINA PIMENTEL 2017-00342
NAHYR PEREZ 2017-00283
DOCENTE:
ILSA OROZCO
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................... 3
CONCLUSION...................................................................................................................... 15
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................... 16
ANEXOS ............................................................................................................................... 17
INTRODUCCIÓN
Al iniciar la investigación efectiva que lleva como título las creencias y juicios
sociales se propone a dar a conocer posibles cuestionamientos en cuanto a las
actividades referentes al citado tema.
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Las Creencias
Los términos juicio y creencia son básicamente iguales. Nosotros utilizamos una
pequeña distinción, al considerar la creencia como un tipo de juicio que está
hondamente arraigado, en un plano normalmente subconsciente, que procede
muchas veces de la infancia y que hace que actuemos en una de- terminada
dirección. Imaginemos, por ejemplo, el tipo de acciones diferentes (y de
personalidades diferentes) que generarán creencias como éstas: El trabajo duro y
el esfuerzo constante son la base del éxito, La vida es muy corta, hay que
disfrutarla al máximo, La opinión de los demás es fundamental, Este mundo es un
lugar peligroso, No hay que ser egoísta; No debo fiarme de los demás, Cada día
puedo aprender algo nuevo, las cosas tienen que estar perfectas. Utilizamos el
término creencia para diferenciar ese tipo de opiniones de carácter más profundo
que, durante años, han configurado nuestras acciones y nos han impulsado en
una determinada dirección.
El juicio social
El juicio social es importante. Pobre juicio nos lleva a malas decisiones. Nos lleva
a malas relaciones y a la infelicidad en general. Buen juicio social ayuda a medir
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los potenciales efectos de nuestras acciones en otras personas. Permite que
podamos leer nuestras interacciones sociales apropiadamente y nos ayuda a vivir
en nuestra comunidad.
Tener buen juicio también ayuda a que puedas elegir a una pareja con potencial
para hacerte feliz. Un problema común en las relaciones de pareja es que la
persona no interpreta bien las acciones de su pareja. Se deja llevar por lo que ve
de frente sin pensar en el contexto amplio de las interacciones de la relación.
Combinado con pobre introspección, el pobre juicio trae consecuencias
catastróficas. Si has visto una persona que comenta que no sé escoger
probablemente es por su pobre juicio social.
Adquirimos ese juicio a través de las experiencias que vivimos. Lo forjamos con
miles de pequeñas victorias y derrotas que nos llevan a aprender las reglas del
juego de la vida. El tener buen juicio social es sobre la regla más básica de la vida
humana, todos estamos interconectados en el sentido más básico. Todo ser
humano es un ser social. Y no podemos vivir sin sociedad.
Este tema de las creencias y juicios sociales en donde se determina sobre todo la
actitud de las personas ante el comportamiento de otras emitiendo un juicio
muchas veces erróneo, además de la conducta de las mismas ante una situación
en particular.
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Enseguida tratare de definir estos conceptos según mi impresión.
Teoría de la atribución: estudia la forma en que la gente interpreta la conducta de
los demás ya sea por rasgos motivos o actitudes (atribución disposicional), o a
situaciones de índole físico o social (atribución situacional). Dice de la deducción
de los seres que atribuyen a sus semejantes por su comportamiento (inferencia de
rasgos) en donde tales conclusiones son racionales debido a la consistencia,
singularidad y consenso (atribuciones al sentido común).
Diferencias culturales.
En occidente se inclina más por que las personas y no las situaciones provocan
los acontecimientos. Como la frase célebre de las porras de Futbol: Si se puede, si
se puede.
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capacidad de nuestros ensueños y auto engaños es asombroso y muchas veces
nuestro razonamiento es adaptativo.
Al tratar de entender a las personas, nos preguntamos por qué actúan como lo
hacen, analizando porqué las cosas ocurren de una determinada manera, sobre
todo cuando son sucesos negativos o inesperados.
Esta distinción entre causas internas y externas no es muy clara, puesto que un
cambio en las causas externas puede producir cambios internos.
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Influencia de rasgos.
Solemos deducir que las disposiciones e intenciones de otras personas
corresponden a sus acciones, sin tener en cuenta las causas de situación.
Muchas veces, nuestro estado interno, que condiciona nuestras actitudes, está
influenciado por la situación. Si no se tiene en cuenta la influencia de la situación,
surge el error de atribución fundamental, que es la tendencia de los observadores
a restar importancia a las influencias situacionales, y otorgar más importancia de
la que tiene a las causas de disposición (internas) (también se llama sesgo de
correspondencia, porque creemos que el comportamiento corresponde a la
disposición de la persona).
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tal y como actúan, sin tener en cuenta que pueden estar actuando así presionados
por la situación.
Las perspectivas cambian con el tiempo: a medida que pasa el tiempo desde el
comportamiento observado, se da más importancia ala situación y menos a la
disposición de la persona.
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La heurística de la representatividad es la estrategia que seguimos de juzgar algo
comparándolo con nuestra representación mental de una categoría; encuadramos
algo en prototipos particulares y propios, lo que no puede llevar a ignorar otra
información relevante.
Pensamiento ilusorio
Otra tendencia general es que tratamos de buscar un orden o una relación en los
eventos que se nos presentan al azar. Este fenómeno de captar una relación
donde no existe se denomina correlación ilusoria. Hacemos uso de la misma por el
deseo humano de hallar un orden en todo, de buscar explicaciones hasta para lo
insólito. Al atribuir una causa a los sucesos, ordenamos nuestro entorno, y
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podemos así creer que todo es predecible y controlable. Además, al identificar esa
causa, recordamos mejor el acontecimiento.
La tendencia que tenemos a percibir los eventos que se presentan al azar como si
estuvieran relacionados alimenta la ilusión de control, es decir, la idea de que los
eventos causales están sujetos a nuestra influencia. (muy marcado en los juegos
de azar). Otra manera de que surja esta ilusión de control es el fenómeno
estadístico de regresión al promedio, o la tendencia estadística a que los
comportamientos extremos regresen al promedio propio.
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Pero tenemos pocas probabilidades de confirmar las expectativas de los demás,
cuando sus expectativas chocan con algún aspecto definido de nuestro
autoconcepto.
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Las personas tienden a atribuir el comportamiento de alguien a causas internas o
externas: la disposición y situación de una persona, respectivamente; por ejemplo
un profesor puede preguntarse si el bajo rendimiento de un alumno se debe a la
falta de motivación y habilidad (atribución de disposición: causa interna) o a
circunstancias sociales y físicas (atribución de situación: causa externa).
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oposición y su interacción dinámica se manifiesta como el comportamiento
observable.
El teórico de la atribución Harold Kelley (1973) sostiene que hay tres factores que
influyen en que atribuyamos el comportamiento de alguien a causas o bien
internas o bien externas: la regularidad, la singularidad y el consenso. Cuando
tratamos de explicar por qué un alumno tiene dificultades en el área curricular de
matemática, nos preguntamos si dicho alumno tiene dificultades solamente en
esta área (regularidad), o si tiene dificultades semejantes con otras áreas
curriculares (singularidad), o si otros alumnos tienen dificultades en el área
curricular de matemática (consenso).
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CONCLUSION
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BIBLIOGRAFÍA
Juan Villoro (1982): Creer, saber, conocer, Siglo XXI Editores, México DF,
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ANEXOS
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