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LA CRISIS CLIMÁTICA VISTA

DESDE LA PERSPECTIVA
AGROECOLÓGICA

Por Diego Griffon Briceño

Si no hacemos lo imposible deberemos


afrontar lo inconcebible.
Murray Bookchin
1985

Durante los últimos años se han hecho tangibles muchos proble-


mas relacionados a consecuencias de la crisis climática, actualmente
la situación es de una magnitud tal que se ha vuelto parte de nues-
tra cotidianidad… todos los días escuchamos algo relacionado en los
noticieros. Paralelamente hemos sido testigos (muchas veces sin dar-
nos cuenta) de la sistemática reducción del problema a los efectos del
incremento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en
la atmósfera. Si bien es cierto que el incremento de estas sustancias
es importante, bajo ningún punto de vista son el problema principal
(Lander, 2010). La situación es mucho más compleja, está vinculada
a cómo entendemos nuestra relación con el resto de la naturaleza.
Hace ya mucho tiempo desde que Arne Naess denunció la visión
antropocentrista de la sociedad occidental como responsable de los
problemas ambientales (Naess, 1989). Como una solución a esta si-
tuación, Naess propuso una ética que llamó ecosofía T. El fundamento
de su visión se encuentra en el entendimiento de las interconexiones
e interdependencia que existen entre todos los componentes de la
biosfera. Por su parte, Murray Bookchin, en tal vez el análisis más pro-
fundo que se haya hecho hasta la fecha sobre el tema, mostró cómo
todos los problemas ambientales tienen su origen en tipos particulares
de estructuras sociales (Bookchin, 1982).
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Nuestra existencia esta relacionada con la de otros organismos de igual al de los norteamericanos, serían necesarios cinco planetas Tierra
múltiples formas, algunas de estas relaciones son prácticamente intan- para sustentarnos (Informe Planeta Vivo, 2008). La huella ecológica de
gibles, otras son muy explícitas. Mientras lees este artículo, cada vez una persona promedio del planeta es de 23,47 ha, esto quiere decir que
que respiras, te relacionas con árboles que liberan oxígeno. Incluso es necesita esta superficie para sustentar su modo de vida (Informe Plane-
probable que el oxígeno que respiras se haya producido a miles de kiló- ta Vivo, 2008). Es importante acotar que el uso de estos promedios es
metros en el mar, gracias a la fotosíntesis del fitoplancton (responsable peligroso si no se aclara que solo sirven como ejemplos. Es evidente que
de 75 % de la producción de oxígeno en el planeta). De esta manera los estilos de vida en el planeta son muy disímiles como para preten-
nos damos cuenta de que las relaciones existentes en la red de la vida der promediarlos. Efectivamente estos promedios esconden el hecho
pueden ser poco evidentes. Sin embargo, existen otras que son muy de que la huella ecológica de un norteamericano promedio es mucho
explícitas, tal vez la forma más tangible en la cual nos relacionamos con mayor a la de un venezolano promedio, a su vez la huella ecológica de
el resto de la naturaleza sea la alimentación. Tres veces al día nos vemos un venezolano es mucho mayor a la de un paraguayo promedio. Es-
enfrentados a nuestra ineludible dependencia a la red de la vida. El tos promedios también despersonalizan las culpas. La huella ecológica
sistema agroalimentario también nos permite evidenciar cómo las re- de Bill Gates es mucho mayor que mi huella ecológica, pero mi huella
laciones sociales condicionan la forma en la cual nos vinculamos con es mayor que la de un indígena amazónico. Estando conscientes de lo
el resto de la naturaleza. Una forma sencilla de hacer explícitas estas antes dicho, analicemos las características de la huella ecológica de una
relaciones es estudiando la responsabilidad de la producción de ali- “persona promedio” del planeta. En este sentido la categoría de consu-
mentos en la huella ecológica de la humanidad. La huella ecológica es mo que más aporta es la vinculada con la agricultura y alimentación, lo
un índice que intenta medir el impacto que ejerce la existencia de los que nos muestra claramente la relación que existe entre la agricultura
seres humanos sobre el planeta. Este índice puede ser estimado a cual- y los problemas ecológicos del planeta. Es importante resaltar que las
quier escala: persona, familia, ciudad, región, país, humanidad y nos siguientes cifras están relacionas con un tipo particular de agricultura,
permite evaluar el impacto de un determinado modo de vida en el resto no con todas. Estos datos revelan la huella de la agricultura industrial
de la naturaleza. La huella ecológica se mide en términos del número (i.e., de revolución verde), la cual contribuye hoy con más de un tercio
de hectáreas de diferentes tipos de ecosistemas necesarias para susten- de las emisiones globales de gases de invernadero (Altieri, 2008). En
tar un determinado estilo de vida. La huella ecológica de un área parti- particular, es responsable del 25 % de las emisiones del dióxido de car-
cular puede ser comparada con la biocapacidad de esa misma área y de bono del mundo, del 60 % de las emisiones de gas metano y del 80 %
esta manera establecer si un modo de vida en particular es sustentable. de óxido nitroso (Goldsmith, 2004).
La biocapacidad, es la capacidad de un área específica de generar un
abastecimiento regular de recursos renovables y absorber los desechos
resultantes de su consumo. Es importante señalar que la huella ecológi- Los posibles impactos de la crisis climática
ca de la humanidad ya ha sobrepasado la biocapacidad del planeta, que en la agricultura
se excedió por primera vez en los años ochenta y desde ese momento
lejos de disminuir, nuestra huella ha aumentado (Informe Planeta Vivo, Estamos viviendo de una manera irracional, generando perturbacio-
2008). Esto se debe a que muchos países han excedido su biocapaci- nes en la biosfera que van mucho más allá de su biocapacidad. Las
dad, por ejemplo, si todos los humanos tuviésemos un estilo de vida perspectivas a futuro son sombrías. En lo que a la agricultura se refiere,

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un impacto posible del cambio climático es la pérdida de materia orgá- salinización producto de la infiltración de agua marina. Este fenómeno
nica del suelo debido a su calentamiento y a la consecuente aceleración se ocasionaría por el aumento de los niveles de los océanos debido al
de los procesos metabólicos de los organismos descomponedores. Es derretimiento de los casquetes polares (Altieri y Nicholls, 2008).
importante tomar en cuenta que la fertilidad del suelo es hoy una de las Paradójicamente, cuando en los modelos se toma en cuenta el
mayores limitaciones de la agricultura en las zonas tropicales (Altieri efecto de la llamada “fertilización por carbono”, las predicciones son
y Nicholls, 2008). Se espera que el cambio climático se traduzca en es- radicalmente diferentes. La fertilización por carbono es un fenómeno
taciones de crecimiento más largas en muchas regiones del mundo, lo hipotético relacionado al incremento de las concentración de CO2 en
que puede permitir a ciertas especies de insectos completar un mayor la atmósfera y a su consecuente mayor disponibilidad para la fotosínte-
número de ciclos reproductivos, generándose de esta manera la posi- sis de las plantas (Cline, 2007). Como producto de la fertilización por
bilidad de severas situaciones plaga. También se espera que insectos carbono las cosechas de ciertos países septentrionales se pudieran in-
migratorios respondan al cambio climático colonizando y ocasionan- crementar considerablemente (aunque no se espera que esto sea así en
do problemas en nuevos cultivos y hábitats (Altieri y Nicholls, 2008). países del Sur). De esta manera nos damos cuenta cómo dependiendo
Los modelos que se han desarrollado para evaluar los posibles efectos del modelo que se evalúe, los resultados pueden ser muy diferentes. Las
del cambio climático sobre las enfermedades de plantas, indican que modificaciones esperadas en las cosechas se podrían traducir en varia-
se podrían alterar las etapas y tasas del desarrollo de ciertos patóge- ciones en los precios de los bienes a granel. Por supuesto, se predice que
nos. Como consecuencia de estos cambios es posible que su distri- estas variaciones sean al alza (Rosegrant et al., 2010). En este sentido
bución geográfica se amplíe (Altieri y Nicholls, 2008) y que ocurran basta con recordar los efectos que tuvo en países como Haití la crisis
dramáticas cadenas de extinciones secundarias debido a la invasión de de los precios de los alimentos del año 2008, para hacerse una idea
microorganismos (patógenos y no patógenos) a nuevos ecosistemas de las posibles consecuencias sociales de esta situación. Este negativo
(Litchman, 2010). La mayoría de los modelos sugieren que los daños horizonte nos intimida, pero también nos muestra la necesidad de
serán sufridos en mayor medida por los pequeños agricultores. En par- identificar las causas del problema para de esta manera poder reme-
ticular, los agricultores que dependen de la lluvia se podrían ver negati- diarlas. Hemos identificado la responsabilidad de la agricultura indus-
vamente afectados ya que se espera que los regímenes de precipitación trial, veamos ahora qué soluciones se ofrecen desde este sector.
se vean profundamente alterados. En este sentido, existe una siniestra
correlación entre las zonas en las cuales se predicen las mayores dis-
minuciones en las lluvias y las zonas en donde la agricultura depende Las soluciones ofrecidas
en mayor medida de esta fuente de agua (Hofstrand y Takle, 2009). desde la agricultura industrial
El incremento en temperatura, la sequía y las precipitaciones anorma-
les, etc.; podrían reducir la productividad de la agricultura hasta en un La primera de las soluciones que se proponen son los cultivos genéti-
50 % en algunas regiones, especialmente en zonas secas. Se espera que camente modificados (transgénicos) tolerantes al cambio climático.
los cambios tengan efectos de gran envergadura en zonas tropicales Sin embargo, antes de considerar su uso como alternativa al cambio
con regímenes de precipitación que se encuentran entre semiárido climático, es prudente evaluar primero cómo ha sido su desempeño
y húmedo (Cline, 2007). Por su parte, el agua subterránea de las regio- en términos de las promesas que ya se han hecho con respecto a su
nes costeras puede quedar inutilizable para la agricultura debido a su comportamiento. Los cultivos transgénicos han sido promocionados

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prometiendo mayores rendimientos, menor uso de agrotóxicos y, por primer lugar, la eficiencia energética (i.e., la energía producida por uni-
supuesto, como una solución al hambre en el mundo. Con respecto dad de energía invertida) de los agrocombustibles es muy baja, en algu-
a la última de estas promesas, su fracaso es tan evidente que no vale la nos casos incluso negativa (Pimentel y Pimentel, 2005; Pimentel et al.,
pena profundizar. En cuanto a los rendimientos, en los últimos años 2008). Más aun, cuando se hacen los cálculos relativos a la superficie
han sido publicados un conjunto de investigaciones que muestran tam- de cultivo de agrocombustibles necesaria para sustituir un pequeño
bién la falsedad de esta promesa (Greenpeace, 2008; Gurian-Sherman, porcentaje (apenas 20 %) del uso de energía fósil, se encuentra que
2009; GMWatch, 2011). En lo que respecta al menor uso de agrotó- debería reorientar ingentes áreas agrícolas a la producción de carbu-
xicos, en realidad el resultado ha sido el opuesto (Gurian-Sherman, rantes (Fondo de Desarrollo, 2010). Una variante de esta propuesta la
2009; GMWatch, 2010). Estos fracasos se han obtenido con el uso de representan las plantaciones (de árboles transgénicos, por supuesto)
una tecnología que es básicamente simple. Todos los cultivos transgé- para la obtención de “biocombustibles”. En este caso se argumenta
nicos hasta ahora comercializados involucran la incorporación de uno que dado que los árboles no son alimentos, no representan un dilema
o pocos genes. Estos genes le confieren a las plantas nuevos atributos, ético. Esta propuesta también se ha mercadeado como un mecanis-
como puede ser la resistencia a un herbicida o la capacidad de sinteti- mo para el secuestro de carbono. Es decir, dado que los árboles son
zar una proteína de efectos insecticidas. Sin embargo, la tecnología que capaces de fijar CO2 de la atmósfera, estas plantaciones contribuirían
intentan desarrollar en los cultivos tolerantes al cambio climático, invo- a disminuir la concentración de este gas de efecto invernadero. En
lucra la modificación drástica de la fisiología de las plantas (GMWatch, realidad estas plantaciones no son más que otro fraude. En muchos
2010). Fisiología que es el resultado de la interacción compleja de un casos son realizadas en tierras anteriormente cultivadas, producien-
conjunto amplio de moléculas, esto es algo completamente distinto do un efecto igual al de los agrocombustibles. Sin embargo, la gran
a introducir unos pocos genes relacionados a características simples. mayoría se originan en la desforestación. En este caso se debe hacer
Las transnacionales están jugando con el resultado de millones de hincapié en que la desforestación (i.e., la destrucción de hábitats) es
años de evolución vegetal, muchos piensan que con pocas posibili- la mayor causa de pérdida de biodiversidad en el planeta. Los efectos
dades de éxito. Sea cual sea el resultado de la apuesta, está fuera de de los monocultivos de árboles para la producción de “biocombusti-
discusión que estos cultivos son solo compatibles con los paquetes bles” han sido devastadores en los bosques de diversos países del Sur
tecnológicos propios de la revolución verde. Tecnologías que han fra- global. En realidad la capacidad de secuestro de carbono de una plan-
casado estrepitosamente en cumplir sus promesas. Tecnologías que no tación no es comparable con la de un bosque. El tema central en este
son compatibles con el modo de vida campesino. Tecnologías que son punto es que un monocultivo de árboles no es un bosque, es un desierto
profundamente rechazadas por los consumidores. Otra oferta son los verde. Son verdes por que contienen árboles, pero son desiertos por-
agrocombustibles. Desde la lógica de la agricultura industrial, se pre- que involucran una biodiversidad sumamente disminuida.
fiere eufemísticamente llamarlos biocombustibles. Sin embargo, esto Ahora bien, ¿cómo es posible que estas disparatadas alternativas
es una trampa que esconde un dilema ético importante: involucran sean promovidas con tanto énfasis en las reuniones de los organismos
el cultivo de alimentos para satisfacer el deseo voraz de gasolina del multilaterales? ¿Cómo es posible que estos fraudes sean tan vehemen-
norte global… muchas veces a expensas del hambre del Sur. temente impulsados?
Si bien el último argumento es suficiente para descartar esta falsa
alternativa, son muchos más los problemas relacionados con ella. En

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Distorsiones del mercado mundial de alimentos contratos que empleados directos (Grain, 2010). Esta es la estructura
que permite que las transnacionales impongan sus agendas. Esta es
No se puede comprender esta situación, si no se conocen las particu- la forma en la cual el agronegocio ha logrado dominar los escenarios
laridades del agronegocio a nivel global. La producción y distribución mundiales. Esta estructura permite que se ofrezcan como soluciones
mundial de alimentos se encuentra controlada por un puñado de com- al cambio climático, tecnologías que en gran medida son responsa-
pañías. Solamente diez compañías multinacionales son dueñas del bles del problema. Esto es algo muy propio de la racionalidad que está
50 % del mercado mundial de semillas (ETC group, 2009). Este oli- detrás del agronegocio, una racionalidad perversa que ha anclado
gopolio se ha construido sobre la base del crecimiento interno de estas muy hondo sus raíces en el mundo agrícola globalizado. Esta es, en
compañías, pero sobre todo, se ha fundamentado en la compra de com- última instancia, la racionalidad de la revolución verde.
pañías más pequeñas, para las cuales es cada vez más difícil coexistir de
forma autónoma (Howard, 2009). Por difícil que parezca, la situación
puede ser aún peor. En el caso de las semillas genéticamente modi- Las mentiras de la revolución verde
ficadas, solo cinco compañías (Monsanto, DuPont, Syngenta, Bayer
y Dow) colectivamente controlan el 75 % de las patentes y el 100 % Revolución verde es el nombre con el que se bautizó al sistema de pro-
de los productos agrobiotecnológicos (GMWatch, 2010). Esta es, in- ducción agrícola de cereales que se inventó en México en la década de
discutiblemente la verdadera razón (controlar el mercado mundial de los cuarenta, como consecuencia del empleo de técnicas de cultivo cen-
semillas), que se encuentra detrás del incansable mercadeo de estos tradas en la selección genética, la explotación intensiva permitida por
productos. Esta es la razón por la cual los ofrecen como soluciones el regadío y la utilización masiva de fertilizantes, pesticidas y herbicidas
al cambio climático. En lo que al procesamiento de alimentos com- (Lamo, 2005). Estas técnicas al poco tiempo se fueron incorporando
pete, la situación no es diferente. En este caso, el mercado se encuen- en otros países, a la par que se diversificó su aplicación a otros cultivos.
tra configurado de una manera tal, que solo favorece a los intereses La importancia de esta forma de hacer agricultura se encuentra en que
de las transnacionales. Así se explica por qué los precios a puerta de mostraba perspectivas muy optimistas con respecto a la erradicación
granja tienen cada vez un valor real menor, mientras que los precios de del hambre y la desnutrición en los países del Sur (López y López,
los productos obtenidos a partir de estos son cada vez más altos 2003). Los resultados en cuanto al aumento de la productividad fue-
(IAASDT, 2008). Detrás de esta circunstancia se encuentra un ron en principio espectaculares. Estos resultados llevaron a toda una
fenómeno conocido como “efecto reloj de arena”. Su nombre hace generación de agrónomos del sur a implementar las técnicas de la re-
referencia al hecho de que existen muchísimos agricultores cultivando volución verde masivamente en sus respectivos países. Los aspectos
alimentos y gigantescas cantidades de consumidores comprando. Sin negativos de la revolución verde no tardaron en aparecer: problemas
embargo, el número de compañías procesadoras de alimentos es muy de almacenaje de sustancias tóxicas desconocidas y perjudiciales, exce-
reducido, formándose de esta manera una estructura con forma de re- sivo costo de semillas y tecnología complementaria, alta dependencia
loj de arena que permite a los procesadores modificar los precios a su tecnológica, desaparición de cultivos tradicionales mejor adaptados
antojo. Más aún, las grandes compañías del agronegocio han logrado a las condiciones locales y aparición dramática de nuevas plagas
cooptar ingentes cantidades de agricultores. De hecho, las procesado- (Lamo, 2005). Todo lo cual, lejos de solucionar los problemas de pobre-
ras de alimentos tienen más agricultores trabajando para ellas mediante za y hambre, solo los incrementó a la par que aumentó la dependencia

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económica y tecnológica de las naciones menos industrializadas la agricultura alternativa produce mayores cosechas que la agricul-
(López y López, 2003). Por estas razones la revolución verde ha sido tura industrial. Estos resultados enfáticamente rebaten el argumen-
muy criticada desde diversos puntos de vista que van desde el ecológico to esgrimido por la generalidad de los científicos agrícolas sobre la
al económico, pasando por el nutricional e incluso el cultural (López imposibilidad de lograr buenos rendimientos utilizando técnicas
y López, 2003). La revolución verde representa un modelo agrícola de agricultura alternativa. En efecto, la agricultura alternativa/
obsoleto que solo se mantiene en vigencia por la reticencia al cambio de campesina no solo puede alimentar el mundo, sino que es capaz de
los profesionales de las ciencias agrícolas y por los intereses económi- producir mayores cosechas. Este incremento permitiría disminuir
cos que subyacen. Luego de cincuenta años de revolución verde, vale el área bajo cultivo y seguir produciendo cosechas iguales a las ac-
la pena hacer un balance general del estado actual de la agricultura. tuales. Es importante mencionar que los resultados obtenidos por
Un balance de esta naturaleza fue patrocinado por la IAASDT (2008), Badgley y colaboradores son similares a los obtenidos en otros tra-
el trabajo fue llevado a cabo por cuatrocientos investigadores durante bajos, como por ejemplo en las investigaciones de Stanhill (1990) y
cuatro años, utilizando datos de todo el planeta. En el informe final de de Posner y colaboradores (2008). La crisis climática está muy rela-
esta investigación se señala que es imperativo cambiar el modelo agríco- cionada a nuestros modelos de consumo de energía. Como ya se ha
la dominante (i.e., revolución verde) por otro que permita desarrollar mencionado, una forma de evaluar este aspecto es haciendo uso del
sistemas agrícolas sustentables (e.g., agroecología). Esta situación hace concepto de eficiencia energética. Una interesante comparación,
evidente la necesidad de impulsar a gran escala una transformación muy relacionada con el cambio climático, es contrastar la eficiencia
de los sistemas agrícolas. La necesidad de una transformación de esta energética de la agricultura alternativa contra la industrial. Cuan-
naturaleza se hace urgente cuando comprendemos la responsabilidad do se realiza una comparación de esta naturaleza, los resultados
que tiene la agricultura industrial en el cambio climático. Sin embargo, son demoledores; contrariamente a todas las falsas afirmaciones
esta transformación se ve frenada por un conjunto de mentiras que son hechas desde el agronegocio, se ha encontrado que la agricultu-
fuertemente impulsadas desde los grupos de cabildeo del agronegocio. ra campesina tradicional es hasta cuatro veces más eficiente que
A continuación analizaremos una a una estas mentiras. la agricultura industrial (Pimentel y Pimentel, 2005). Las ventajas
• Mentira 1: Solo la agricultura de revolución verde puede alimentar de la agricultura alternativa/campesina no se remiten solamente
al mundo a rendimientos y a eficiencia energética. Cuando se comparan las
Con respecto a este tema, Badgley y colaboradores (2007), rea- emisiones de CO2 en los diferentes tipos de agricultura, se hace
lizaron una interesante investigación en la cual se desmonta esta evidente que esta es otra ventaja de la agricultura alternativa (Ríos
afirmación. Los autores, en un sencillo artículo, muestran que et al., 2009), en realidad una agricultura es una fuente de CO2,
la agricultura alternativa puede producir tantos o más alimen- mientras que otra es sumidero. Una libera carbono a la atmós-
tos que la agricultura de revolución verde. En su investigación fera, mientras que otra lo secuestra. Es decir, existe un tipo de
Badgley y colaboradores compararon las cosechas obtenidas me- agricultura que calienta el planeta y otra que lo enfría (Horowitz,
diante técnicas de agricultura alternativa (i.e., campesina) contra y Gottieb, 2010). Las ventajas de la agricultura alternativa/cam-
las obtenidas mediante agricultura industrial (i.e., revolución pesina no solamente se limitan a esto, se ha encontrado que la
verde). En el trabajo se comparan las cosechas obtenidas en diferen- agricultura industrial (debido al uso de agrovenenos) conduce
tes rubros bajo los dos esquemas de producción. Se encontró que a la extinción local de componentes claves de la biodiversidad

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(Griffon et al., 2010). Por el contrario, en la agricultura alternativa es realizada en pequeños predios. El tema central en el debate es
no se produce este efecto. Este resultado general coincide con los el efecto que sobre la producción tiene el tamaño del predio. En
obtenidos en diferentes trabajos que muestran las bondades que este respecto, los resultados de autores como Frank Ellis (1988),
tiene la agricultura alternativa/campesina sobre poblaciones sil- Robert Netting (1993), H.P. Biswanger y colaboradores (1993)
vestres (Aberg et al., 1995; Gustafson y Gardner, 1996; Sisk et al., demuestran elocuentemente la superioridad del pequeño predio
1997; Cantrell et al., 1998; Delin y Andren, 1999; Vandermeer y agrícola. Esta superioridad se hace evidente en las gráficas elabo-
Carvajal; 2001, Alfonzo et al., 2009; Griffon y Hernández, 2014). radas por Peter Rosset (1999) sobre la relación entre el tamaño
• Mentira 2: Solo la agricultura a gran escala es eficiente del predio y la productividad por hectárea en diversos países del
Una vez establecido que la agricultura alternativa es efectivamen- mundo, donde elocuentemente se muestra que existe una relación
te capaz de alimentar al mundo, es importante atacar la segunda inversa entre la escala del predio y la productividad por hectárea.
de las críticas más comúnmente escuchadas. Se suele afirmar que La explicación de este hecho es simple, en una propiedad grande
la agricultura alternativa nunca va a tener un impacto real so- no es posible realizar el manejo meticuloso y fino que caracteriza
bre la producción mundial de alimentos, porque es típicamente a los predios pequeños. Además, los predios grandes típicamente
practicada en pequeñas unidades de producción, poco eficientes consisten en monocultivos, sumamente ineficientes en términos
en comparación con los grandes predios agrícolas característicos de producción de biomasa comerciable, en comparación con los
de la agricultura industrial. Contrariamente a la idea imperante, predios pequeños multidiversos.
las unidades de producción pequeñas son más productivas que • Mentira 3: No es posible realizar una transformación de la agricultura
las grandes. Esto es un hecho que ha sido demostrado en nume- mundial en el corto plazo
rosos estudios. Víctor Toledo (2002), en una exhaustiva revisión Puede ser que ante lo abrumador de la evidencia, se llegue a
bibliográfica, muestra que los predios agrícolas pequeños son más aceptar la falsedad de las dos mentiras anteriores. Sin embargo,
productivos en términos económicos y ecológicos que los me- en este punto siempre se dice que no es posible llevar a cabo una
dianos y grandes. Los beneficios ecológicos inherentes a pequeña transformación de los sistemas agrícolas industriales hacia siste-
escala son confirmados por Belfrage y colaboradores (2002) en mas alternativos/campesinos en el corto plazo. Como evidencia
un trabajo de campo efectuado en Suecia. Por su parte, Pimentel se utilizan los fracasos que los programas de “extensión agríco-
y Pimentel (1979) demostraron cuantitativamente que los predios la” han tenido a escala mundial, donde la máxima expresión de
de menor escala son más eficientes en términos energéticos. Las esta torpe estrategia se encuentra en los programas de “desarro-
ventajas sociales, ambientales y económicas de la pequeña escala llo” rural. Ciertamente, estos programas establecidos de mane-
han sido reconocidas incluso por el Departamento de Agricultura ra centralizada, con una visión tecnócrata y sobre todo sin la
de los Estados Unidos (USDA, 1998). El debate en torno a la es- participación de los agricultores, han resultado en la destrucción
cala de los predios agrícolas ha sido intenso y apasionado porque de buena parte de la base campesina de las agriculturas naciona-
encierra una disyuntiva sobre la viabilidad del modo de vida cam- les. Sin embargo, existen alternativas exitosas, la metodología
pesino, estrechamente vinculado con la pequeña escala (Toledo, de Campesino a Campesino ha demostrado que la transición es
2002). Esta discusión es de particular relevancia en los países poco viable. En buena parte el renombre de la metodología se debe a que
industrializados, en donde buena parte de la producción agrícola se fundamenta en el estímulo de prácticas agroecológicas sencillas

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que no son culturalmente invasivas. No obstante, su éxito real- capaces de soportar condiciones de estrés climático? La evidencia
mente se debe a que en ella el proceso de transformación es llevado nos muestra que esta es una falsedad, en realidad las grandes trans-
a cabo por los propios campesinos (Holt-Giménez, 2008). En nacionales invierten cuantiosas sumas de dinero en bioprospección
Cuba encontramos extraordinarias muestras de la eficacia de con el fin de encontrar (y apropiarse) mecanismos de resistencia
esta metodología (Machín et al., 2010); mediante su empleo, en al estrés climático en las variedades locales. Las razas y variedades
el marco organizativo de la Asociación Nacional de Agricultores locales son animales o plantas adaptadas al entorno natural y cul-
Pequeños (ANAP) de Cuba, se logró que la agroecología llegase tural en el cual se originaron, y se caracterizan por presentar una
en tan solo diez años a 110 000 familias. Es relevante señalar que gran rusticidad. Las razas y variedades criollas son el resultado del
esta asombrosa expansión se tradujo en increíbles incrementos en la proceso de coevolución de las culturas humanas y sus respectivos
producción de alimentos a nivel local y en una reducción significa- ecosistemas. Los campesinos y pueblos indígenas han sido tradi-
tiva en el uso de venenos (Machín et al., 2010). La experiencia del cionalmente los guardianes y principales usuarios de esta biodiver-
Movimiento de Campesino a Campesino ha demostrado cómo los sidad agrícola. La diversidad genética contenida en las variedades
procesos descentralizados, fundamentados en el reconocimiento tradicionales constituyen un seguro de vida ante la crisis climática.
de los saberes ancestrales, la solidaridad y el apoyo mutuo, pueden Sin embargo esta biodiversidad se encuentra en grave riesgo, la ma-
lograr en el corto plazo resultados sorprendentes. yor amenaza que enfrenta es la uniformización de las razas y varie-
• Mentira 4: La agricultura de la revolución verde alimenta el mundo dades utilizadas a nivel mundial. Este es un fenómeno que ha sido
En este punto, luego de rebatidas las mentiras anteriores, se suele impulsado por la revolución verde y representa la causa fundamen-
argumentar que no se puede dejar de apoyar a la agricultura de tal de su erosión genética (i.e., pérdida de variedades y razas domes-
revolución verde, porque esta en última instancia es la que alimenta ticadas). En lo referente a los animales domesticados, la FAO (2000)
a la humanidad. Esta es una mentira repetida reiteradamente en to- ha publicado un estudio donde se muestra que la situación es muy
dos los centros de poder. Sin embargo, es la más grande de las fal- grave. Este trabajo, producto de diez años de recopilación de da-
sedades que hemos discutido hasta ahora. Con este argumento en tos en 170 países, ha establecido que actualmente una tercera parte
realidad se intenta invisibilizar una verdad fáctica del mundo actual: de los animales domésticos está en peligro de extinción y se estima
la agricultura campesina es la responsable de alimentar a la huma- que cada semana se pierden dos razas de animales domesticados. El
nidad, al menos al 50 % de esta (ETC Group, 2009), mientras que escenario se hace aún más alarmante cuando se considera la situa-
la agricultura industrial solo alimenta al 30 % de las personas del ción de los cultivos nativos. Durante milenios los seres humanos he-
planeta. Sin embargo, los apoyos financieros recibidos por estos mo- mos contado con una infinidad de especies de plantas para nuestra
delos están muy lejos de reflejar esta situación. alimentación. Sin embargo, hoy en día solo doce especies cubren
• Mentira 5: La biotecnología nos salvará del cambio climático el 80 % de nuestra dieta, y solo cuatro (arroz, trigo, maíz y papas)
Las grandes transnacionales de la agrobiotecnología prometen satisfacen más de la mitad de nuestras necesidades energéticas.
milagrosos cultivos transgénicos capaces de “tolerar” el cambio ¿Qué ha sucedido con las otras plantas? La respuesta es alarmante:
climático. Pareciera que la única esperanza para enfrentar el cam- si aún no se han extinguido, se hallan en peligro. La FAO (2008)
bio climático se encuentra en los avances de la ciencia occidental. estima que el 75 % de agrobiodiversidad vegetal se extinguió
Sin embargo, ¿realmente estas compañías crean genes/fisiologías durante el siglo pasado. Esa enorme riqueza perdida, representaba el

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producto de diez mil años de cultura agrícola y es lamentablemente Otra mirada: El sistema como un todo
irrecuperable. Un importante factor que ha aumentado el riesgo de
extinción de las variedades criollas es la desmedida expansión del Constantemente somos bombardeados con noticias sobre gases de
cultivo de organismos genéticamente modificados, situación que efecto invernadero, uso irracional de energía, deforestación, acidifica-
solo puede empeorar con la liberación de cultivos transgénicos “to- ción de los mares, migraciones climáticas, deshielo polar y una larga
lerantes” al cambio climático. Es importante señalar también que la lista de otros tópicos relacionados con la crisis climática. Todas es-
agricultura alternativa/campesina, basada en el cultivo y cría de va- tas informaciones producen en nosotros un sentimiento general de
riedades y razas criollas presenta una alta resiliencia ante el cambio desasosiego. Es un sentimiento tan generalizado que los psicólogos
climático. Veamos, es muy posible que debido al cambio climático se han visto obligados a crear una nueva palabra para definirlo:
los fenómenos meteorológicos extremos (e.g., huracanes, sequías, solastalgia. Esta palabra expresa el dolor que se experimenta cuando
inundaciones) se hagan cada vez más frecuentes. Evaluar la resi- existe la creencia de que el lugar en el cual uno vive y ama está bajo una
liencia de los diferentes tipos de agricultura ante estos fenómenos inminente amenaza. La solastalgia puede ser entendida como parte de
es una manera de evaluar su resistencia ante el cambio climático. un sentimiento más general, común a todos los seres humanos, la bio-
Mediciones efectuadas en América Central después del paso del filia. Este es nuestro sentido de conexión con el resto de la naturaleza.
huracán Mitch (en 1998) han mostrado el alto grado de resiliencia Este sentimiento es una evidencia de nuestra entrañable unión a la red
de la agricultura alternativa/campesina basada en el uso de varie- de la vida. La red conforma un sistema con características propias de
dades locales. Las mediciones fueron realizadas por cien equipos conjunto, y las evidencias sugieren que se encuentra en un estado de
de agricultores-técnicos, en 1804 parcelas pareadas (i.e., parcelas autorregulación. Inclusive experimentos informáticos muy simples
agroecológicas y parcelas de revolución verde cercanas), ubicadas han mostrado la importancia que puede tener la autorregulación en
en 360 comunidades en Nicaragua, Honduras y Guatemala. Los un sistema como la biosfera. Tal vez el más famoso de estos experi-
resultados de este trabajo muestran que las parcelas agroecológicas mentos sea el llamado mundo de las margaritas (Watson y Lovelock,
diversificadas, las cuales conservaron entre 20 % a 40 % más la capa 1983). El mundo de las margaritas es un modelo informático que si-
superior de suelo, sufrieron menos erosión y tuvieron menores pér- mula la vida en un planeta calentado por un sol con radiación térmica
didas económicas. Estos resultados demuestran enfáticamente las creciente y poblado únicamente por dos especies: margaritas negras
ventajas de la agricultura alternativa/campesina a la hora de enfren- y margaritas blancas. En el modelo, en un principio se reparten se-
tar los desafíos impuestos por la crisis climática (Holt-Giménez, millas de ambas margaritas por todo el planeta. Las margaritas solo
E., 2008). crecerán a determinadas temperaturas. El resultado de este simple
modelo es espectacular: a medida que la temperatura del sol aumenta,
las especies van poblado diferentes regiones y de esta manera logran
mantener constante la temperatura del planeta. Las margaritas negras,
al absorber calor, no solo se calientan a sí mismas, sino también al pla-
neta. Por su parte, las blancas reflejan el calor, refrescándose a sí mis-
mas y al planeta. De esta manera, las dos especies de margaritas entran
en una dinámica autoorganizada que determina su ubicación. Esta

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Narrativas contrahegemónicas de la crisis climática La crisis climática vista desde la perspectiva agrícola

dinámica permite que la temperatura del planeta permanezca cons- invisibles para muchos. El origen del cambio climático se encuentra
tante, a pesar de que la temperatura del sol aumenta. De esta for- en nuestro modo de vida, es inherente a nuestro modelo civilizatorio.
ma, el planeta actúa como un todo, autorregulando su temperatura Con respecto al cambio climático existen dos niveles que debemos
(Capra, 1996). Todas las evidencias apuntan a que algo similar ocurre discutir y enfrentar. En un primer nivel debemos establecer claramen-
con nuestro planeta. te cuál es el responsable directo del problema. En este caso no es otro
A pesar de todas estas evidencias, el modelo civilizatorio occiden- que el sistema económico mundial. El motor de esta entelequia es la
tal nos ha hecho creer que estamos separados del resto de la naturale- acumulación incrementada de capital. Se espera que esta acumulación
za. De acuerdo con esta tradición, el resto de la naturaleza tiene por no se detenga, como un perpetuum mobile. Sin embargo, preguntémo-
objetivo servirnos y solo tiene un valor instrumental, de uso. Esta nos: ¿es real un modelo de sociedad que suponga crecimiento infini-
es la razón por la cual se encuentra tan fuertemente arraigada en to en un mundo con recursos finitos? El sistema económico mundial
nuestra sociedad la idea de que la naturaleza debe ser dominada, ex- logra reducir a todas las personas a simples consumidores, descono-
plotada. La máxima expresión de esta racionalidad la encontramos en ciendo de esta manera las complejidades inherentes a cualquier ser
el concepto de “recurso natural” y su materialización en la práctica humano. En el marco de la lógica neoclásica, se reduce la complejidad
del extractivismo. Todos hemos escuchado historias sobre cómo an- del ser humano a una caricatura conocida como Homo economicus
tiguamente los mineros llevaban consigo canarios para saber cuando y se supone que las necesidades materiales de la sociedad son infinitas,
empezaba a faltar oxígeno en las minas. El canario servía como un razón por la cual el mercado debe ofrecer infinitos productos. Esto,
bioindicador, hoy en día son múltiples las especies que sirven como como ya se comentó, plantea el dilema básico de este marco teórico.
bioindicadores de la salud del planeta. Las incontables extinciones Sin embargo, también es importante apreciar que esta lógica irremedia-
que actualmente ocurren no son otra cosa. Estas no son eventos aisla- blemente implica producir incrementadas cantidades de desechos que
dos, son respuestas locales a fenómenos globales. El cambio climático son fundamentalmente tratados como externalidades. De este modo,
es la más grande de estas señales. Es una señal clara de que el sistema el sistema privatiza los beneficios, mientras que socializa los problemas
esta perdiendo balance a causa de nuestras continuas perturbaciones, ambientales. Dada la lógica del sistema, que plantea el crecimiento
a causa de nuestra ambición de dominación y control. Este es el tema y la acumulación de capital como condición sine qua non para su exis-
de fondo de la crisis climática. tencia, es imposible en este marco abordar y solucionar las causas de
fondo del problema. Las alternativas que nos proponen desde la lógica
neoclásica son solo paliativas, enfocadas en algunas de las consecuen-
Sobre las jerarquías y las soluciones reales cias. En esta perspectiva, tiene sentido producir granos en países pobres
para alimentar automóviles en países ricos. Es imposible que este siste-
Para poder encontrar la solución a cualquier problema es indispensa- ma ofrezca soluciones reales, las causas del problema se encuentran en
ble encontrar sus causas. De no hacer esto corremos el riesgo de luchar sus fundamentos básicos. El sistema no puede ser arreglado, debe ser
eternamente contra las consecuencias, sin llegar nunca a solucionar el cambiado. El primer nivel es tan obvio que resulta insólito que todavía
problema. Podríamos preguntarnos: la liberación de gases de efecto existan dudas al respecto. El segundo nivel (más importante aún) no
invernadero, la deforestación, la dependencia del petróleo ¿son causas es para nada tan obvio; en este debemos afrontar las jerarquías. Nues-
o son consecuencias? Estas no son las raíces, son otras, más profundas, tra sociedad esta fundamentada por una intrincada red de relaciones

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de dominación. Ciertos países dominan a otros, existen clases sociales con el modelo agrícola actual y darnos el lujo de escuchar y evaluar las
que dominan a otras, hay religiones que dominan a otras, etnias que alternativas propuestas por avariciosas compañías que solo responden
dominan a otras, un género domina a otro, una especie domina a las al beneficio propio. Los políticos, concentrados en perpetuarse en el
demás. Las relaciones de dominación que mantenemos en nuestras poder, no han ofrecido ni ofrecerán soluciones genuinas y desintere-
sociedades se trasladan a nuestra relación con el resto de la naturaleza. sadas. No debemos perder el tiempo en esfuerzos sin esperanza que
Hemos desarrollado un modo de vida fundamentado en la agresión. apunten a un cambio promovido por el actual sistema político-eco-
La idea de la “dominación de la naturaleza” está profundamente arrai- nómico. Tal vez llegó la hora de escuchar a los que nunca han podi-
gada en nuestra psique. Encontramos ejemplos de esto en todos los do hablar. En el estado actual de las cosas solo podemos considerar
aspectos de nuestra vida: en nuestro modelo de agricultura, de urba- opciones que estén orientadas hacia la construcción de un modelo de
nismo, de producción industrial, de entretenimiento, de educación. sociedad sustentable, sin relaciones de dominación. Es importante
La creencia de que podemos dominar al resto de la naturaleza es la que reconozcamos los errores del pasado y asumamos que los medios
raíz del cambio climático. Esta creencia es una expansión subjetiva de deben ser coherentes con los objetivos. Esta es la lógica detrás de las
nuestras relaciones sociales de dominación y es la razón por la cual acciones prefigurativas. Si nuestro objetivo es destruir las jerarquías,
se señala que para solucionar el problema climático de fondo, debe- no podemos lograr esto utilizando estructuras jerárquicas. Este es
mos acabar con las jerarquías. No tiene sentido abordar el problema un principio básico. Las formas de organización que asumamos y las
del cambio climático sin cuestionarse la estructura jerárquica y exclu- alternativas tecnológicas que adoptemos deben prefigurar el mundo
yente de nuestra sociedad. El problema de las jerarquías es anterior al que queremos. Una de las alternativas más prometedoras a este som-
sistema capitalista, por lo tanto más profundo. Es cierto que solo en brío panorama es la transformación de los sistemas agrícolas indus-
el sistema capitalista esta circunstancia alcanza las connotaciones que triales en sistemas de base agroecológica. Es importante resaltar que
aquí discutimos. Sin embargo, de no ser solucionado, la espiral de la una transformación de esta naturaleza, traería consigo consecuencias
dominación siempre terminará por llevarnos al lugar en el cual nos positivas en todos los problemas que hemos discutido. La agricultura
encontramos ahora. En este sentido, la agricultura no puede seguir agroecológica se fundamenta en reproducir en el agroecosistema los
fundamentándose en el dominio de la naturaleza a través del uso de patrones y procesos observados en los ecosistemas naturales (Altieri
agrovenenos y biotecnología, ser un arma de coloniaje y dominación, y Nicholls, 2000). Esta aproximación es conocida como biomime-
ni desconocer los valores y sabiduría de los pueblos ancestrales. La tismo y con ella se espera que en el agroecosistema emerjan las pro-
actividad agrícola debe ser liberadora. No puede existir agricultura piedades características de los ecosistemas naturales. La lógica de la
exitosa, sin que este éxito contemple la eliminación de las relaciones agroecología se podría resumir en: trabajar con la naturaleza y no
de dominación y explotación. La generación de alimentos no pue- contra ella. Premisa que interpretada en un sentido más general, tal
de seguir siendo considerada una actividad marginal. No se puede vez pueda ayudarnos a salir de la crisis climática.
permitir que un puñado de compañías tengan en sus manos el con-
trol del sistema alimentario del planeta. Es una locura incentivar un
modelo que ha producido la extinción de las especies, variedades
y razas de las cuales nos alimentamos. Es inviable un sistema que redu-
ce el alimento a una mercancía. En definitiva, no es posible continuar

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