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Wilham Rowe EI nuevo lenguaje de Arguedas en “El zorro de arriba y el zorro de abajo’ LA FRAGMENTACION DE LO MITICO El zorro de arriba y el zorro de abajo tiene como tematica el flujo ma- sivo de los campesinos serranos a la costa del Perd.? La actitud de Ar- guedas hacia esta nueva etapa del conflicto entre lo indigena y lo occi- dental] oscila entre el optimismo y el pesimismo, De un lado, por ejemplo, cree que esta confrontaci6n entre las tradiciones antiguas de la cultura quechua y un ambiente totalmente moderno puede abrir una perspectiva cultural enteramente nueva. “Puede surgir’, dice Arguedas, “de este magma otra vez un verdadero mundo nuevo, fruto directo y legitimo, nueva llama de una tradicién milenaria cuya hondura no ha de ser po- sible Ilenar tinicamente con cemento y lagrimas”? Sin embargo, Arguedas no podia negar el hecho de que los indios emprenderian esta lucha con una nueva realidad “abandonando sus dioses; abandonando sus tra- jes...; abandonando su idioma perfeccionado en siglos”.* En la novela péstuma, Arguedas intenta explorar los alcances de este proceso, sobre todo en la medida en que puede ofrecer una nueva sintesis cultural. Se propone también abarcar a Chimbote en su totalidad, 0 sea en sus dife- 1 Buenos Aires, Losada, 1971. Todas las citas son de esta edicién. Los siguientes estudios son los mas importantes: Antonio Cornejo Polar, Los universos narrativos de José Maria Arguedas, Losada, Buenos Aires, 1973, pp. 263-311; Julio Ortega, “El zorro de arriba y el zorro de abajo’, Suplemento Dominical del Comercio (Li- ma), 29 agost., 1971, p. 22; Luis Alberto Ratoo, “José Maria Arguedas, El zorro de arriba y el zorro de abajo”, Creacién y critica (Lima), No. 5, mayo, 1971; Emi- lio Adolfo Westphalen [EAW], “La ultima novela de Arguedas”, Amaru, No. 11, dic., 1969, pp. 27-30. 7 “La soledad césmica en la poesia quechua”, Idea, XII, Nos. 48-49, p. 2. pai in aeusiea de la narracién peruana”, Gaceta de Lima, junio-agosto, 1960, gina 10, William Rowe (Inglaterra) es profesor en literatura latinoamericana en King’s College de la Universidad de Londres y dirige una revista de poesia: Ecuatorial. Ha publicado una edicién critica de Los rios profundos de José Maria Arguedas, asi como varios ensayos sobre su obra. Su libro Mito e ideologia en la obra de Ar- guedas apareceré publicado préximamente por el Instituto Nacional de Cultura de Lima, Ha traducido al inglés a varios poetas latinoamericanos, incluyendo a Antonio Cisneros en The Spider Hangs Too Far From the Ground (Cape). El nuevo lenguaje de Arguedas 199 rentes niveles sociales y culturales. Eso implica incluir zonas enteramente nuevas desde el punto de vista de su narrativa anterior, como, por ejem- plo, el mundo de los burdeles, la “mafia” de matones, provocadores y soplones, el ambiente de las barriadas y los mereados y, finalmente, los extranjeros mas 0 menos peruanizados como Maxwell y los sacerdotes norteamericanos. E] problema basico consistia en cémo unificar estos elementos dentro de una estructura consistente. Efectivamente, la no- vela tiende a carecer de un principio de sintesis. Es importante, sin em- bargo, tener presente el hecho de que hay una diferencia muy grande entre El zorro y Todas las sangres, que es la tinica otra novela de Ar- guedas que se ocupa extensamente de personajes no andinos. Mientras que en Todas las sangres Arguedas a veces echa mano a un tipo de na- turalismo algo torpe, lo cual se hace sentir especialmente en el habla de los personajes costefios, en El zorro emplea un procedimiento distinto, donde el lenguaje viene a ser el método principal para penetrar en los mundos diferentes de los personajes. Hay un momento en que el lenguaje mismo llega a ser materia de comentario en la novela. Al final del primer capitulo, encontramos el siguiente dialogo entre los dos Zorros sobre el lenguaje como medio de entender el mundo: El ZORRO DE ABAJO: ;Entiendes bien lo que digo y cuento? EL ZORRO DE ARRIBA: Confundes un poco las cosas. EL ZORRO DE ABAJO: Asi es. La palabra, pues, tiene que desmenuzar el mundo. El canto de los patos negros que nadan en los lagos de altura, he- lados, donde se empoza la nieve derretida, ese canto repercute en los abismos de roca, se hunde en ellos; se arrastra en las punas, hace bailar a las flores de las yerbas duras que se esconden bajo el ichu, ,no es cierto? (p. 60). Se crea un contraste entre e] conocimiento recibido a través del “canto de los patos negros” y el que se consigue mediante la palabra. E] pato de altura o pariwana, que es un tipo de leit-motiv, significa e] conocer me- diante la naturaleza: su canci6n refleja la totalidad del mundo natural y lo unifica dentro de un solo mensaje. El lenguaje verbal funciona de ‘un modo opuesto: tiene que desmenuzar o desmantelar la realidad para examinarla y entenderla, E] contexto de la distincién esta sefialado en la pregunta ‘“;Entiendes bien lo que digo y cuento?”, que quiere decir: ghasta qué punto logra el primer capitulo hacer comprensibles el mundo de la costa? Quien hace la pregunta es el zorro yunga 0 costeno, que en este momento aparece en calidad del doble de Arguedas mismo. Se clarifica la oposicién entre el conocimiento por el lenguaje y el conocimiento por la naturaleza en la continuacién del didlogo de los zOrros: EL ZORRO DE ARRIBA: Si, el canto de esos patos es grueso, como de ave grande; el silencio y la sombra de las montafas lo convierte en musica fhunde en cuanto hay. . que Se aaneeRO DE ABAJO: La palabra es més precisa y por eso puede confundir. El canto del pato de altura nos hace entender todo el dnimo de) mundo. (p. 60). 200 William Rowe El canto del pato penetra en todo y por eso puede expresar toda la rea- lidad; es el mensaje de Ja naturaleza, el lenguaje de la naturaleza, El Jenguaje de las palabras, por el contrario, es disyuntivo; separa las cosas y nos puede llevar a la confusién al no lograr crear un mensaje unifi- cado. Debajo de esta oposicion esta la separacion entre e] lenguaje ver- bal y el de la naturaleza. La naturaleza suministra una unidad de pro- piedades fisicas y semdnticas,‘ pero el lenguaje verbal, en el contexto de Chimbote, y por eso fuera del ambito de la cultura quechua, esta separado del mundo natural. Puesto que la naturaleza no podia servir ya como fuente universal de conocimiento, Arguedas tenia que encontrar otras alternativas para definir e interpretar la realidad. En los Diarios hace frecuentes referen- cias a esta dificultad. Reconoce que Chimbote representa un mundo que no tiene relacién con su propia nifiez y sefiala que gran parte de la an- gustia motivada por la novela proviene del “susto ante el miedo de tener que escribir sobre lo que se conoce sélo a través del temor y la alegria adultos, y no en el zumbar de la mosca que uno percibe apenas el oido se forma” (p. 98). Sin embargo, en la desafortunada polémica con Cor- tazar, Arguedas reivindica un tipo de conocimiento vinculado con la naturaleza: “he aprendido menos de los libros que en las diferencias que hay, que he sentido y visto, entre un grillo y un alcalde quechua, entre un pescador de] mar y un pescador del Titicaca, entre un oboe, un pena- cho de totora, la picadura de un piojo blanco y el penacho de la cafia de azicar... Y este saber, claro, tiene, tanto como el predominantemen- te erudito, sus circulos y profundidades” (p. 204). Esta respuesta genera mas contradicciones porque este tipo de conocimiento, que podria Ia- marse “conocimiento natural’, en efecto no puede resolver todos los problemas que Arguedas confronta. Nos dice, por ejemplo, “sospecho, temo, que para seguir con el hilo de los «Zorros» algo mas 0 mucho mas he debido aprender de los cortazares, pero eso no s6lo significa haber aprendido la «técnica» que dominan sino el haber vivido un poco como ellos” (p. 210). Las posiciones contradictorias asumidas por Ar- guedas en los Diarios reflejan el hecho de que El zorro constituia una etapa nueva para la cual la visién y los métodos anteriores no podian servir, En Los rios profundos y Todas las sangres la cultura quechua provee un principio de interpretacién y sintesis a través del mito y del concepto de] orden natural, Elementos de la cultura quechua tradicional figuran en El zorro, expresandose en situaciones nuevas y en combinacién con elementos de la cultura moderna. Aunque adquieren nuevas formas, sin embargo, no llegan a tener nuevas funciones. Y sin la presencia de nuevas funciones, no puede haber una nueva coherencia. Consideremos primeramente el nuevo modo en que la cultura que- chua se presenta en El zorro, Un ejemplo es la combinacién de lo mo- + Lévi-Strauss, en El pensamiento salvaje, capitulos 1 y 8, i- dad es una caracteristiea de la cultura primitive, °° + ¥ 8 Sefiala que tal uni

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