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Revista de Psicología deEI Salvador, 1988, Vol. VIT,No.

29,253-266
UCA, San Salvador, El Salvador, C.A.

LA MUJER SALVADOREÑA Y LOS


MEDIOS DE COMUNICACION MASIVA
Ignacio Martín-Baró
Departamento de Psicología y Educación
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas
San Salvador, El Salvador

RESUMEN

Los medios de comunicación masiva (MCM) contribuyen a la


construcción social. de la identidad de las personas ofreciéndoles
modelos y reforzando ciertos rasgos. La imagen que de la mujer
ofrece la prensa y la televisión salvadoreñas tiende a reforzar la
concepción estereotipada de la mujer como un ser definido por su
corporalidad, cuyo destino es la vida familiar y cuyo sentido radica
en su connaturalidad con el orden social establecido.r'Se examina
esta imagen mediante un análisis de contenido del pertodico de
más tirada en El Salvador: los principales roles en que se presenta a
la mujer son el de participante en celebraciones sociales y el de
objeto sexual; y su caracterización típica es como coqueta y
maternal. /Tanto las series televisivas norteamericanas como las
telenovelas latinoamericanas presentan a la mujer ligada y / o
supeditada al hombre, tratando de triunfar con el recurso a su
belleza o a su capacidad de seducción. Frente a esta imagen de la
mujer transmitida por los MCM del país, se plantea la necesidad de
asumir una actitud crítica.

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1. Los medios de comunicación que forma parte, principalmente
masiva y la identidad de la aquellas personas que juegan
mujer un papel significativo en su exis-
tencia: padres, profesores, pa-
El presente trabajo no se rientes y amigos cercanos. A es-
centra en la participaci6n de la tas personas George H. Mead
mujer en los medios de comu- (1932/1972) las llamaba "los
nicaci6n masiva (MCM) o el uso otros significativos", porque es
que hace de ellos, sino la presen- principalmente frente a ellas
taci6n que se hace de la mujer como cada individuo llega a de-
en esos medios, es decir, qué finir su propio yo, su propia iden-
imagen de la mujer presentan tidad personal.
los MCM en El Salvador.
Somos, por tanto, hechura de
1.1. La identidad personal nuestras relaciones sociales, de
los influjos que recibimos a tra-
La identidad de las personas vés de nuestras relaciones inter-
no es un dato estático, algo que personales. En ese sentido, toda
se tiene permanentemente como identidad personal es, desde su
se posee un reloj o, incluso, como misma raíz, identidad social.
se poseen unos rasgos corporales Eso no quiere decir que seamos
o faciales. La identidad de las un simple producto de una defi-
personas es, más bien, una reali- nición social, en la que no ten-
dad dialéctica, que está some- dríamos nada que aportar; sig-
tida a una continua redefini- nifica, más bien, que nos cons-
ci6n en las relaciones sociales. truímos históricamente frente a
Las personas adquieren una la realidad objetiva y el influjo
identidad personal frente a los subjetivo de las demás personas
demás, en interacci6n con las de nuestro mundo social. Nos
demás personas (ver Martín-Ba- vamos encontrando, conociendo
r6, 1983a). Por ello, se puede de- y construyendo frente al espejo
finir la identidad personal co- .que nos ofrecen los otros (ver
mo el conjunto de relaciones que Cooley, 1909).
sitúan y signan a un individuo
al interior de una sociedad, así Todo espejo constituye no sólo
como el conjunto de rasgos que un reflejo, sino una interpreta-
lo hacen semejante y distinto al ción; de ahí que distintos es- tt

mismo tiempo de los demás in- pejos sociales" tiendan a produ-


dividuos. cir diferen tes tipos de persona-
lidades, En nuestra vida, conti-
Lo que cada cual es consti- nuamente estamos buscando
tuye un producto hist6rico sur- confirmación a nuestro conoci-
gido en buena medida de cómo miento -sobre nosotros mismos
lo han definido los grupos de los y sobre la realidad- en el espejo

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de los demás. Esta es una de las MCM no son muy efectivos para
razones por las cuales el len- cambiar imágenes o actitudes
guaje cotidiano tiene una impor- ya arraigadas en una sociedad
tancia configuradora de la vida (Brown, 1984). La razón de ello
social: a través del lenguaje co- parece radicar en el hecho de
tidiano, rutinario, del lenguaje que toda actitud significativa pa-
expresivo del "sentido común", ra una persona y/o para un gru-
reafirmamos nuestra percep- po social, tiene una funciona-
ción del mundo así como nues- lidad psicosocial, es decir, satis-
tra imagen de nosotros mismos, face alguna necesidad o respon-
parte muy importante de nuestra de a algún interés concreto.
identidad (ver Berger y Kellner, Cambiar esas actitudes requie-
1970). La ruptura de esta cotidia- re, por tanto, un cambio personal
nidad, de este sentido común, de o social muy profundo, no un
este lenguaje rutinario, repre- simple cambio de gusto o de opi-
senta un momento de seria cri- nión circunstancial.
sis personal y social.
Sin embargo, los MCM tie-
1.2. Los medios de comunica- nen un gran poder para reforzar
ción masiva como espejo las imágenes y actitudes exis-
colectivo tentes y, sobre todo, para crear
imágenes y actitudes nuevas, es
A la luz de las reflexiones decir, allá donde los grupos y
anteriores, aparece con claridad personas no tienen ninguna
el papel crucial que pueden de- idea o creencia previa (ver Zim-
sempeñar los MCM en el proceso bardo, Ebbesen y Maslach,
de socialización, es decir, en los 1982).
procesos por los que las personas
van construyendo históricamen- Debemos preguntamos, en-
te su identidad personal y social tonces, si los MCM salvadore-
(ver Martín-Bar6, 1983a, págs. ños transmiten alguna imagen
113ss.). En la medida en que los concreta sobre la mujer y, en
MCM se constituyen en espejos caso afirmativo, si esa imagen o
de la realidad, su particular for- imágenes tienden a reforzar al-
ma de reflejar la vida social, su gún tipo de creencias y actitudes
interpretación sobre lo que son socialmente existentes, o si más
los grupos y las personas, los bien tienden a promover un nue-
hechos y las cosas, puede tener vo ideal social de mujer.
un tremendo poder definidor de
la realidad misma. 2. La imagen de la mujer en loe
MCM salvadoreños
Frente a lo que se suele creer
con cierta ingenuidad, repetidas Vamos a analizar la imagen
veces se ha verificado que los de la mujer transmitida en dos

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de los principales MCM: la ver Orellana, Martínez y Man-
prensa escrita y la TV. Hay que z6n, 1982). Como puede verse en
aclarar, sin embargo, que la el Cuadro 1, se encontró un total
radio parece ser todavía el MCM de 2,289 referencias o "mencio-
con alcance más universal en nes" a la mujer en ese período
El Salvador. de un mes, lo que da un prome-
dio de 73.8 menciones por día.
2.1. La imagen de la mujer en "Mención" se entiende aquí en
la prensa salvadoreña un sentido informativo muy
lato, que abarca lo mismo las
A fin de verificar la imagen informaciones escritas que las
que de la mujer ofrece la prensa fotos, los artículos y editoriales
salvadoreña, se realizó un aná- que los anuncios publicitarios.
lisis de contenido de todos los
ejemplares del mes de julio de Es en la sección de las llama-
1986 del periódico de mayor das "notas sociales" (que, en el
tiraje del país' "La Prensa Grá- periódico analizado, "La Pren-
fica" (para un análisis similar, sa Gráfica", está encabezada

Cuadro 1
Menciones a la mujer en la prensa según seccién"

Sección N %

"Notas sociales" 1,273 55.6


Anuncios de cine 489 21.4
Publicidad (excluído el cine) 145 6.3
Noticias nacionales 141 6.2
Noticias internacionales 67 2.9
Deportes 39 1.7
Artículos y editoriales 9 0.4
Otras varias 126 5.5

Total de menciones 2,289 100.0


• Resultados obtenidos al analizar todos los contenidos del periódico con más
tirada de El Salvador, "La Prensa Grafico", del 1 al 31 dejulio de 1986.

con el significativo título de gráficos, cuya presentación de


"Hogar y sociedad'') donde con la mujer suele tener claras con-
más frecuencia se menciona a notaciones sexuales (21.4 %), Y
la mujer (55.6 %), seguida por la por la de otros tipos de publici-
secci6n de anuncios cinemato- dad, que tiende a utilizar tam-

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bién la imagen de la mujer co- braciones propias del "Hogar y
mo incitación sexual-comercial sociedad": fiestas familiares o
(6.3 %). Frente a esta "presen- parafamiliares como cumplea-
cia" de la mujer en cuanto acto- ños, bautizos y bodas, o cele-
ra central del "hogar y socie- braciones vinculadas a los típi-
dad" o como señuelo publicita- cos "ritos de transición", como
rio, su presencía.es relativamen- despedidas de soltero, salidas y
te mínima en las secciones de retornos de viajes, obtención de
noticias de actualidad, ya sean algún grado escolar. El segundo
nacionales (6.2 %) o internacio- rol en que la prensa presenta
nales (2.9 %), Y en las secciones con más frecuencia a la mujer
de pensamiento editorial (0.4 es el de "objeto sexual" (19.5 %
%). de las menciones), rol preferido
por la publicidad para señuelo
Dada la característica com- de sus productos o como producto
partimentación de la existencia en sí misma (pornografía). En-
que suele realizar la prensa tre ambos tipos de roles alcan-
escrita (Verón, 1971), los roles zan el 7"8.0 % de las menciones
que se muestra desempeñando a que la prensa hace de la mujer,
la mujer se siguen casi necesa- lo cual significa que, de cada
riamente de las secciones en cinco menciones, tres la mues-
que se la menciona (ver Cuadro tran en celebraciones vincula-
2). El rol principal de la mujer das al "hogar y sociedad" y una
(58.5 % del total de menciones) la presenta como señuelo sexual
es el de participante en las cele- de otros objetos o en sí misma.

Cuadro 2
Rolel de la mujer en la prensa cotidiana salvadoreña"

Rol N %

Participante en celebración social 1,340 58.5


Objeto sexual 445 19.5
Profesional 198 8.7
Madre y esposa 172 7.5
ArtistalDeportista 68 3.0
Religiosa 33 1.4
Delincuente 33 1.4

Total 2,289 100.0

• ReaultadOll. obtenidos al analizar todos los contenidos del periódico con mú


tirada de El Salvador, "La Prensa Gráfica", del 1 al 31 de julio de 1986.

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Podría sorprender que ape- desempeñando algún rol profe-
nas un 7.5 % de las menciones sional y un 3.0 % como artista o
muestre a la mujer realizando deportista.
el papel de "madre y esposa"; pe-
ro debe tenerse en cuenta que la De una manera coherente
presentación más instituciona- con los roles en que se muestra a
lizada de ese papel, es decir, la la mujer salvadoreña, las prin-
forma de desempeño del rol ho- cipales características que se le
garedo con mayor reconoci- atribuyen son la de "coqueta y se-
miento social se da a través de ductora" (35.5 %) Y la de "mater-
las celebraciones incluidas en nal y hogareña" (17.8 %) (ver
la sección "Hogar y sociedad". Cuadro 3). La primera es propia
Así, si se suman las menciones de la mujer cuyo primer atributo
como "participante en celebra- social es su cuerpo, es decir, su
ciones sociales" con las mencio- belleza y atractivo sexual; la se-
nes como "madre y esposa", re- gunda corresponde a la mujer
sulta que un 66.0 % de las integrada a su funci6n fami-
menciones que hace la prensa liar, lo que de fondo remite tam-
escrita salvadoreña de la mujer bién a su cuerpo, es decir, al
la presenta desempeñando un hecho biol6gico de la materni-
papel directamente relacionado dad.
con su función familiar. En
contraste, s610 un 8.7 % de las Si se clasifican los rasgos in-
menciones presenta a la mujer cluidos en el Cuadro 3 de aeuer-

Cuadro 3
Caracterización de la mujer
en la prensa cotidiana salvadoreña"

Rasgo N %

Coqueta y seductora 514 35.5


Maternal y hogareña 258 17.8
Inteligente, racional 128 8.8
Inde~ndiente, conquistadora, mujer de mundo 123 8.5
Sacrü5cada, abnegada, generosa 113 7.8
Sociable 106 7.3
Afectiva 85 5.9
Activa (artista, deportista) 79 5.5
Dura, ruda 25 1.7
Religiosa 20 1.4
Sin calificar 838
• B.aJtadoe obtenidos al analizar· todos 108 contenidos del periódico con más
tindadeElSalvador, "Lo Prensa Gráfica", del 1 al 31 dejulio de 1986.

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do a la concepci6n socialmente la imagen que de la mujer
predominante en El Salvador ofrece la prensa salvadoreña
sobre la masculinidad y la fe- tiende a reforzar los estereotipos
minidad (lo que es propio del predominantes sobre hombre y
hombre y lo que es propio de la mujer, estereotipos característi-
mujer), encontramos que el 75.5 cos de una cultura machista (ver
% corresponde a las típicas ca- ]daren-Baró,1981,1983a,1983b,
racterizaciones femeninas (co- 1987).
queta, maternal, sacrificada,
sociable, afectiva y religiosa), En el Cuadro 4 se ven los
mientras que s610 el 25.5 % corre- rasgos con que se presenta a la
sponde a caracterizaciones típi- mujer según la sección del peri6-
cas masculinas (inteligente, dico en que se encuentra la men-
independiente, activa y dura). ción. Como era de esperar, en
En otras palabras, de cada cua- las "notas sociales" predomina
tro caracterizaciones de la mu- la caracterización de la mujer
jer, tres responden a los rasgos como maternal u hogareña; en
que estereotipadamente se atri- la publicidad, el predominio es
buyen a la mujer, y s610 una a de la mujer seductora; y en la
rasgos considerados masculi- información, el rasgo más
nos. La consecuencia es clara: atribuído es el de inteligente.

Cuadro 4
Raseos de la mujer según sección del períódico"
Seccl6n del periódico
"Nota Anancla. Otra Inlo... Info... Total
8OC1at." de cme publicidad macl6n mación N %
nacional internacional

Maternal,
boprefta 127 7 7 O 2 143 41.7
Seductora,
coqueta 9 58 16 5 5 93 27.1
Independiente,
conquilltadora,
mujer de mundo 19 17 2 2 41 12.0
1ntelipnte,
nciOlUll 3 O 2 15 2 22 6.4
Sacriftcada,
pnerou 6 8 O 4 19 5.5
Activa (an.c.,
de¡aW> 3 6 3 1 O 13 3.8
Afectiva O 9 O 2 1 12 3.5

TocbN
., 167
48.7
105
30.6
30
8.8
29
8.4
12
3.5
343
- 100.0

• Reeultacb CJbteDidm al analizar todoe 1m. eontenidoe de "La PrenIKJ Grd/iCtJ" durante la 8e-
mana del 7 a113 dejulio de 1986.

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Finalmente, en el Cuadro 5 tena psíquica (87.0 % de las
se pueden ver los rasgos pre- menciones). Para describir a la
feridos para describir a la mu- mujer como madre y esposa, 108
jer según los roles mas ' fre- rasgos más usados son el ca-
cuentes que se la presenta de- rácter maternal (48.4 %), la
sempeñando. Así, cuando se la abnegación (32.4 %) Y la afec-
muestra como anfitriona o par- tividad (32.3 %). Como era de
ticipante de las celebraciones de esperar, dada la dicotomizaci6n
"hogar y sociedad", las caracte- de los rasgos masculinos y fe-
rísticas que se usan con más meninos, a la mujer profesional
frecuencia para describirla son se la tiende a caracterizar como
los rasgos maternales (69.8 %), inteligente (71.1 %) e inde-
lo que confirma la idea antes pendiente (18.4 %). Toda. estas
expresada de que estas celebra- descripciones presentan un alto
ciones constituyen la manifes- grado de estereotipamiento: la
tación más formalizada de la esposa maternal y acogedora, la
institución familiar. Parece ob- madre abnegada y cariñcsa, la
vio que los principales rasgos profesional inteligente e inde-
para describir a la mujer en su pendiente, la prostituta atractiva
rol de objeto sexual sean el y seductora (ver Martín-Bar6,
atractivo corporal y la coque- 1983b).

Cuadro 5
Rasgos de la mujer segün el rol·

Rol de la mujer
Rasgos Participante Objeto Madre; Prole- Total
celebraciones sexual Esposa sional

Maternal, hogareña 127 2 15 O 144


Seducto~,ooqueta 14 80 1 2 97
Independiente, con-
quistadora, del mundo 20 9 5 7 41
Inteligente, racional 3 O O 27 30
Sacrificada, generosa 14 1 10 2 27
Afectiva 1 O 10 O 11
Activa (artes, deportes) 3 O O O 3

Todas 182 92 31 38 343

• Resultados obtenidos al analizar todos los contenidos de "Lo Prenso Gr6/icG"


durante la semana del 7 al13 dejulio de 1986.

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2.2. La imagen de la mujer en pio o que una mujer casada
la TV salvadoreña puede salir a cenar con un viejo
amigo sin que ello sea interpre-
Prescindiendo de los progra- tado como una aventura o infi-
mas ofrecidos por los dos cana- delidad sexual hacia su marido.
les estatales de TV educativa,
hay dos tipos predominantes de Supuesto este marco psicoso-
programas en los cuatro canales cial, la mujer es presentada en
comerciales de la TV salvado- papeles que tienden a exaltar,
reña: las series norteamerica- explícita o implícitamente, el va-
nas, sobre todo de tipo aventu- lor de la belleza corporal, de bus-
rero, y las telenovelas latinoa- car en forma individual los pro-
mericanas (venezolanas, mexi- pios objetivos y de contar con
canas u otras). A la espera de un poder en las relaciones sociales.
análisis más sistemático, se Por lo general, la mujer aparece
pueden hacer algunas afirma- como compañera o cliente del
ciones tentativas sobre la pre- protagonista, con el que a menu-
sentación de la mujer en estos do tendrá alguna relación
dos tipos de series. sexual de tipo pasajero, no com-
prometedor. Cuando la mujer es
2.2.1. La mujer en las series la protagonista, se la suele mos-
norteamericanas trar empleando su belleza corpo-
ral allá donde los hombres uti-
Las series norteamericanas, lizan su fuerza física, o usando
como es obvio, presentan a la formas más o menos sutiles de
mujer en el contexto de una seducción para tareas en las que
sociedad capitalista desarrolla- los hombres ponen en juego su
da, marcada por el principio del inteligencia. De este modo, las
consumismo, que asume como series definen un tipo de mujer
evidentes circunstancias, prin- a la búsqueda de su éxito indi-
cipios y normas que en la so- vidual, que triunfa socialmente
ciedad salvadoreña no lo son. mediante la utilización sagaz
Estos presupuestos van desde la de su belleza física. Cierta-
abundancia de todo tipo de ob- mente, esta mujer se mueve al
jetos o la disponibilidad de las interior de un orden social, que
tecnologías más avanzadas, has- no coincide sin más con el sal-
ta el diferente tipo de simbo- vadoreño: así, por ejemplo, es
lismos en las relaciones sexua- claro que, para las series nortea-
les o los distintos marcos nor- mericanas, el que una mujer
mativos de lo que se considera tenga relaciones prematrimo-
público o privado. En las series niales entra perfectamente den-
norteamericanas, por ejemplo, tro del marco de lo aceptable,
se da por supuesto que todo el mientras que resulta inacepta-
mundo dispone de un carro pro- ble el cuestionamiento del sis-

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tema de autoridad imperante o tinoameriano que se ofrecen por
del "American way of life". la TV salvadoreña puede sinte-
Pero ese orden queda con fre- tizarse en tres notas (ver, tam-
cuencia corno un presupuesto im- bién, Otano, 1985).
plícito, corno si la realidad nor-
teamericana fuera sin más "la" En primer lugar, los perso-
realidad natural. najes, en particular los feme-
ninos, existen en un mundo
Al no quedar suficientemen- cerrado de relaciones afectivas.
te explicitado el marco de refe- La trama (si es que se puede
rencia al que se remiten las llamar así) constituye un conti-
desviaciones comportamentales nuo enredar y desenredar a
aceptables o inaceptables, los ras- través de permanentes diálogos
gos o comportamientos de la mu- los afectos y sentimientos mu-
jer presentados en la pantalla tuos de las personas, obviamente
parecen tener un valor absoluto, patentes desde el primer mo-
independientemente de dónde se mento. El resto de la realidad
producen. Aparece así una ima- desaparece y sólo se alude a
gen de la mujer orientada hacia otros ámbitos de la existencia en
el éxito individualista, para lo la medida en que afectan o
cual cuenta con el recurso fun- pueden jugar un papel en las
damental de su cuerpo y su vinculaciones sentimentales.
belleza, del que debe valerse con De ahí que la gran mayoría de
la misma ambici6n y eficiencia las acciones que tienen lugar en
que el hombre se sirve de su las telenovelas ocurran en es-
fuerza o de su inteligencia. La pacios interiores, por lo general
imagen que se nos presenta en salones o comedores convencio-
las series norteamericanas nales de casas burguesas, total-
muestra por lo general a una mente abstraídos de cualquier
mujer con una libertad de ac- connotación que pueda hacer re-
ci6n respecto a su familia mu- ferencia a una situación histó-
cho mayor que la de la mujer rico-política concreta. "Se ha lo-
salvadoreña; pero que, en el grado un espacio camuflado de
fondo, no manifiesta una mayor tal manera que en él sólo pueden
libertad respecto a un orden so- suceder cosas y casos de amor o
cial cuyo dominio y valores pre- de emoción" (Otario, 1985, pág.
ponderantes siguen correspon- 175).
diendo al hombre.
En segundo lugar, la mujer
2.2.2• .La mujer en las telenove- se muestra simpre ligada al
las latinoamericanas hombre y, en buena medida,
irremisiblemente abocada a
La presentación de la mujer amarlo y someterse a él. No hay
en las telenovelas de origen la- más horizonte ni destino para la

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mujer que el de la relaci6n amo- El ámbito propio de la mujer
rosa, destino al que la conducen es el de la familia y las relacio-
fatalmente sus propios afectos y nes interpersonales, sobre todo,
emociones, más fuertes que su en su carácter emocional y afec-
voluntad o su raz6n. tivo. Incluso cuando realiza 108
mismos papeles que el hombre
Finalmente, las telenovelas la mujer debe poner "el toque
presentan una rígida y estable femenino", entendido como la
separación clasista entre dos delicadeza afectiva o la seduc-
tipos de mujeres: las señoras, ci6n corporal.
mujeres pertenecientes a las
clases sociales acomodadas, y La mujer se encuentra inte-
las sirvientas o mujeres del grada a un orden social jerár-
pueblo. Alguna de las sirvientas quico, dominado por valores im-
podrá eventualmente, mediante puestos por el hombre. El orden
el camino del amor, ascender y social aparece no como un me-
realizar el sueño de la ceni- dio natural y, por tanto, in-
cienta; pero ello no alterará el cuestionable. A la mujer le toca
orden social-natural. aceptar ese orden y asumir los
-papeles que funcionalmente en
él se le asignan. Por tanto, los
2.3. La mujer según los MCM cambios en los roles que desem-
salvadoreños peña o en los comportamientos
que le son permitidos no supo-
Sintetizando los análisis rea- nen una modificaci6n esencial
lizados, podemos decir que la del orden existente. Así, por
imagen de la mujer que aparece ejemplo, lo único que consigue
en la prensa y en la TV sal- gran parte de la llamada "libe-
vadoreña tiene las siguientes raci6n femenina" tal como la
características: transmiten las series norteame-
ricanas es un relajamiento de
Su rasgo más definitorio es el los controles morales sobre las
de su corporalidad, y ello por relaciones sexuales de la mujer,
tres razones: (1) porque deter- pero no un cambio en la distri-
mina su belleza, que es su prin- buci6n del poder y la autoridad
cipal recurso en la vida social; social entre el hombre y la
(2) porque le permite engendrar mujer.
hijos, lo que define su principal
función en la sociedad; y (3) Todo esto muestra que los
porque la hace débil, necesitada MCM de El Salvador tienden a
de la protección o, cuando me- reforzar la imagen de la mujer
nos, de la seguridad que le ofre- en una posición social subor-
ce el hombre. dinada, por lo general en UD

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papel secundario o subsidiario, religiosas que se reciben. Los
embellecedor de las realidades o MCM son parte de ese medio am-
engrasador afectivo de las rela- biente y sus mensajes constitu-
ciones interpersonales. Poco o yen simples expresiones de la
nada sistemático hay en los realidad. El hecho de que los
MCM salvadoreños que estimu- MCM tiendan a confirmar fun-
len el desarrollo humano de la damentalmente la imagen im-
mujer en igualdad de condi- perante en la sociedad salva-
ciones que las del hombre. El doreña sobre lo que la mujer
caso más lamentable al respecto debe ser, cierra de antemano la
lo constituyen las llamadas "pá- posibilidad misma de que surja
ginas de la mujer", casi .redu- algún tipo de cuestionamiento a
cidas al cultivo de la belleza esa imagen. El argumento im-
física, a la transmisión de pre- plícito es muy sencillo, con la
suntos secretos para triunfar en típica circularidad viciosa del
el amor o a ofrecer fórmulas sentido común: la mujer es así
consagradas para servir más por que así debe ser, y debe ser
eficazmente al jefe, atender de así por que así es por natura-
una manera más integral al ma- leza.
rido o educar mejor a los hijos.
Quienes tienen una actitud
3. La mujer ante los MCM de aceptación inconsciente, ab-
sorberán el posible impacto ena-
Varias y diversas son las jenador de la imagen transmi-
actitudes que la mujer salva- tida por los MCM en forma
doreña puede adoptar frente a la proporcional a su exposición a
imagen que le transmiten los esos medios. Ese impacto se ob-
MCM. Una~ conducen, cons- servará sobre todo en la depen-
ciente o inconscientemente, a la dencia a ciertos gustos o modas,
aceptación de esa imagen, mien- o en la confusión respecto a cier-
tras que otras llevan a su re- tas formas tradicionales del
chazo. Veamos algunos de las comportamiento femenino co-
actitudes más importantes en mo, por ejemplo, las que regulan
nuestro medio. las relaciones prematrimonia-
les.
Quizá la actitud más exten-
dida sea la de aceptación incons- Una segunda actitud, mucho
ciente. Inconsciente significa menos común, es la de rechazo
aquí una aceptación no cuestio- consciente parcial: acepta fun-
nada, a la manera como se acep- damentalmente el mensaje de
tan las condiciones de la propia los MCM y las imágenes socia-
existencia: la familia o el país les que transmiten, pero se re-
en que se nace, la lengua que se chaza lo que se considera como
aprende a hablar o las creencias excesos o abusos. Tal es el caso

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de ciertas forma de violencia o el discurso de los MCM. Esto no
de pornografía explícita presen- significa, por supuesto, que la
tadas en el cine, la TV y la pu- persona no pueda leer el perió-
blicidad comercial. Por lo ge- dico o ver la TV relajadamente,
neral este rechazo conduce a un como una forma de descanso;
cierto control sobre la exposición esto quiere decir que se tiene
de los propios hijos a los MCM y, conciencia de que el MCM trans-
en el mejor de los casos, a mite unas opciones, unos valo-
ciertas protestas públicas, que 10 res, una interpretación del mun-
más que suelen obtener es un eco do y de los acontecimientos que
pasajero. Eventualmente se lo- reflejan unos determinados in-
grará el retiro de un anuncio o tereses sociales y, por tanto, que
de una película, sin que ello no puede aceptar sin más el
cambie el grueso del mensaje sentido impreso a los símbolos
cotidiano. transmitidos.

Quienes tienen esta actitud Quienes tienen esta actitud


de rechazo consciente parcial crítica saben que tienen que re-
sirven indirectamente como flexionar con frecuencia con
guardianes del discurso central otras personas acerca de los
que transmiten los MCM: al mensajes transmitidos por los
descartar sólo algunos casos MCM. Por ejemplo, ven y cri-
considerados abusivos o desvia- tican con sus hijos los progra-
dos, consagran indirectamente mas de TV o les estimulan a
la validez del mensaje aceptado leer ciertas noticias periodísti-
y, en nuestro caso, la imagen de cas y a comentarlas con ellos.
la mujer propuesta.
Pero la base principal de la
La última actitud, por desgra- actitud crítica la constituye el
cia muy poco frecuente en distanciamiento real en los mo-
nuestra sociedad, es una actitud delos y principios adoptados pa-
critica frente a los MCM. No se ra la propia vida respecto a la
trata de una actitud de acepta- imagen de la mujer ofrecida por
ci6n ni de rechazo; se trata de los MeM. En otras palabras, la
una postura de permanente diá- mejor actitud frente a la imagen
logo con los MCM, con su men- de la mujer presentada por los
saje, que a veces lleva a su MCM, reforzadora de la jerar-
aceptación y a veces a su re- quización sexual y de la cultura
chazo. Pero tanto en un caso del machismo, es la adopción de
como en otro, el resultado es con- un ideal y una práctica de mujer
secuencia de una postura cons- radicalmente diferente. Sólo
ciente de las propias opciones, sobre la base de este rechazo coti-
frente a las cuales evalúa lo que diano, aparecerá la ficción inte-
abierta o solapadamente propone resada de la imagen tnmsmi-

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