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PRACTICAS HOSPITALARIAS
Supervisora:
Martha cielo Montejo Maldonado
Tema:
Investigación de técnicas para cambios posturales en pacientes geriátricos.
Alumnos:
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INDICE.
Introducción…………………………………………………………………pag.3
Objetivos……………………………………………………………………..pag.4
General.
Específicos.
Contenido.
Recomendaciones generales…………………………………………………………..pag.10
Dispositivos de protección………………………………………………………..….pag.11
Bibliografía……………………………………………………………………………pag.16
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INTRODUCCION.
Este trabajo fue realizado con el fin de brindar información acerca de las técnicas para
cambios posturales en pacientes geriátricos, donde los pacientes encamados son muy
importantes a la hora de proporcionarles confort y de prevenir la aparición de úlceras por
presión. Los cambios posturales los puede ejecutar cualquier persona que haya aprendido a
manejarlos, en el ámbito hospitalario el personal de enfermería realiza la valoración inicial
que hace al paciente, incluirá la necesidad de cambios posturales y la frecuencia de estos.
Recordemos que la postura es la alineación corporal que se adopta espontáneamente en
forma correcta o incorrecta y la posición es la alineación de segmentos orgánicos que se
adecúa intencionalmente con fines de comodidad, diagnósticos o terapéuticos. Por eso el
personal de enfermería brindara posición.
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OBJETIVO GENERAL:
OBJETIVO ESPECÍFICO:
• Que el personal de enfermería conozca como movilizar de manera correcta a los pacientes
que requieren ayuda parcial o total para así evitar el mayor riesgo de deformidades
favoreciendo la comodidad del paciente y así evitar lesiones en el profesional.
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CAMBIOS POSTURALES EN CAMA
Si el paciente fuera colaborador, puede hacerlo una sola persona, pero generalmente se
hace entre dos. Pondremos la cama horizontal (sin ángulo de elevación) y nos ayudaremos
de una entremetida (sábana doblada en su largo a la mitad), que colocaremos debajo del
paciente, cubriendo desde los hombros hasta los muslos.
Si el paciente está en decúbito lateral y lo queremos dejar en decúbito supino, cada uno se
situará a un lado de la cama y mientras uno lo aguanta por el hombro y la rodilla, el otro
retira la almohada y suavemente lo dejamos caer hasta dejarlo en la postura deseada. Para
subir un paciente que, por su postura, se ha escurrido hacia abajo, también le pondremos la
cama horizontal. Si estuviese de lado, lo colocaríamos en decúbito supino.
Las ulceras por presión constituyen una de las complicaciones más frecuentes que surgen
paralelas a la patología del paciente ingresado, siendo a la misma vez uno de los problemas
más frecuentes en la práctica diaria del personal de enfermería. La ulcera por presión se
puede definir como aquella lesión de origen isquémico producida por el daño tisular debida
a la acción combinada de factores extrínsecos como:
Presión: se define como la fuerza que actúa de forma perpendicular a la piel como
consecuencia de la gravedad, es decir, producida por el propio peso del paciente y,
esta fuerza, es la que va a ser responsable del aplastamiento tisular.
Fricción: es la fuerza que actúa paralelamente a la piel produciendo roces por
movimiento o arrastre. Esta situación es típica en pacientes encamados o en
sedestación, donde el roce con las sábanas o superficies rugosas va a producir este
tipo de fuerza, especialmente durante las movilizaciones. También nos podemos
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encontrar esta situación en zonas concretas y localizadas como pueden ser el pie
dentro del calzado que generalmente se produce por el uso de calzado inadecuado
que no se ajusta bien al pie, produciéndose movimientos de roce durante la
deambulación.
Cizallamiento: es el resultado de la combinación de las dos anteriores, por ejemplo
en la posición de Fowler, en la cual se produce un deslizamiento del cuerpo que
puede ocasionar fricción sobre la zona del sacro y a la vez, presión sobre la misma
zona.
Maceración o humedad: la presencia mantenida de humedad (sudor, orina, drenajes,
vómitos, etc.), va a producir un reblandecimiento y reducción de la resistencia de la
piel a los factores mencionados anteriormente.
Además de estos factores extrínsecos, interviene otro factor fundamental que es la relación
presión-tiempo, por tanto, la acción de estos factores de una forma prolongada, producirá
un aplastamiento tisular entre dos planos duros: uno formado por el propio tejido del
paciente (generalmente zonas de protuberancias óseas) y otro formado por aquel donde
descansa el tejido del paciente (cama, sillón, objeto, etc.). Como consecuencia de este
aplastamiento tisular prolongado, se producirá una disminución del riego sanguíneo y por
consiguiente, una disminución del aporte de oxígeno a determinadas zonas corporales, lo
cual propiciará una degeneración rápida de los tejidos, cuya gravedad podrá ir desde un
ligero enrojecimiento de la piel hasta la formación de úlceras profundas que afectan al
músculo y evolucionar a necrosis del tejido afectado.
El estado general del paciente se verá alterado por el aumento del riesgo de
infección, así como por las posibles complicaciones metabólicas.
Su aparición va a influir en la estancia hospitalaria del paciente, viéndose
aumentado el tiempo de recuperación.
Van a ocasionar al paciente pérdida de autoestima, independencia y autonomía.
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EQUIPAMIENTO NECESARIO
Sabanas de movilización
Sillones
Sillas de ruedas
Cama
Guantes
Almohadas
Ropa de cama: sabanas
La colocación de almo hadas de modo apropiado para esta posición será: una detrás de la
cabeza, una debajo de cada brazo, una debajo de los pies.
2. Decúbito supino.
Se acomodará al paciente colocándole una almohada debajo de la cabeza, otra debajo de los
gemelos, para mantener la posición de los pies utilizaremos una más y para los brazos
(opcional) dos almohadas, una para cada lado.
No debe producirse presión sobre los talones, sacro, cóccix, escápulas y codos.
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Debe mantener la cabeza con la cara hacia arriba, alineada con el resto del cuerpo.
La colocación de la almohada debajo de las rodillas es fundamental para evitar la
hiperextensión, los codos preferentemente estirados y las manos en ligera flexión.
Piernas ligeramente separadas.
Evitar la rotación del trocánter y la flexión del pie.
Evitar la presión sobre las orejas, escápulas, costillas, crestas ilíacas derecha e
izquierda, trocánteres, gemelos, tibios y maléolos.
La espalda estará ligeramente apoyada sobre la almohada, formando un ángulo de
45-60º.
Las piernas ligeramente flexionadas, quedando la que está en contacto con la cama
ligeramente atrasada con respecto a la otra. Los pies formarán un ángulo recto con
las piernas.
No elevar la cabecera de la cama más de 30º.
4. Decúbito prono.
El cuerpo descansa boca-abajo. Se coloca sobre el abdomen con la cara vuelta a un lado
sobre una almohada, los brazos ligeramente flexionados rodeando la almohada, las palmas
giradas hacia abajo y los pies extendidos. Apoyar los tobillos y las espinillas para prevenir
la flexión plantar de los pies. Para acomodar al paciente utilizaremos una almohada para la
cara, otra para la región esternal sin coger los hombros, una pequeña entre el diafragma
(por debajo de las mamas en las mujeres) y las crestas ilíacas para favorecer la expansión
torácica y por último en las piernas, colocando la almohada para evitar el roce de los dedos
de los pies con el colchón.
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Atención especial en esta posición a:
5. Fowler o semifowler
Colocado en decúbito supino, los pies están elevados sobre el plano de la cabecera,
formando un ángulo de 45º. En la invertida el paciente se encuentra en decúbito supino,
pero la cabeza y el tronco se encuentran en un plano superior al de las piernas formando un
ángulo de 45º.
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RECOMENDACIONES GENERALES
Al gráfico anterior, además habría que añadirle la posición de sentado que se intercalaría
con las representadas en el gráfico y se aplicaría durante los horarios de ingesta:
Desayuno (8-9 horas).
Almuerzo (13-15 horas).
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Merienda (17-18 horas).
Cena (20-21 horas).
De tal manera, que cada posición se mantendría en el paciente por un tiempo de
aproximadamente 2 horas.
DISPOSITIVOS DE PROTECCION
Consideramos dispositivos de protección a aquellas superficies especiales de apoyo
diseñadas específicamente para el manejo de la presión, reduciendo o aliviando sus efectos
sobre el paciente. Se incluyen dentro de este grupo: camas, colchones, colchonetas y
cojines de asiento.
Dispositivos de protección
Apoyar zonas de presión o Cojines: disminuyen presión y dan
confort.
o Almohadas: elevan las zonas de
presión del colchón.
Reducir la presión o Colchones:
Hinchables alternantes, colchón de
agua y colchón de gomaespuma.
Movilización del paciente o Camas especiales: que modifican la
posición del paciente de supina a
prona y viceversa y de un lado a
otro.
Protección local o Apósitos: protectores.
o Vendajes: protectores.
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CUIDADOS DE ENFERMERIA EN EL MANEJO DE CAMBIOS POSTURALES
Procedimiento:
Antes de movilizar a un paciente valorar la intensidad del ejercicio permitido, la
capacidad física del paciente, su capacidad para entender las instrucciones, la
comodidad o incomodidad producida por el movimiento, el peso del paciente, la
presencia de hipotensión ortostática y su propia fuerza y capacidad para movilizar al
paciente.
Utilizar una mecánica corporal adecuada para evitar autolesionarse.
Realizar lavado de manos.
Preparar el material.
Preservar la intimidad del paciente.
Informar al paciente.
Solicitar la colaboración del paciente y familia.
Colocarse los guantes no estériles.
Colocar la cama en posición adecuada y frenada.
Proteger vías, drenajes, sondas y otros dispositivos que pueda tener el paciente.
Colocarse de frente a la dirección del movimiento para evitar el giro de la espalda.
Adoptar una postura de base amplia para aumentar la estabilidad y mantener el
equilibrio.
Inclinar el tronco hacia delante y flexionar las caderas para hacer descender el
centro de gravedad.
Contraer los músculos glúteos, abdominales, de las piernas y los brazos al fin de
ensayar el movimiento y evitar lesiones.
Balancearse desde la pierna de delante a la de atrás cuando tenga que tirar, o desde
la pierna de atrás a la de adelante cuando tenga que empujar para vencer la inercia,
resistir el peso del paciente y obtener más fácilmente un movimiento suave y
equilibrado.
Movilizar al paciente a la posición seleccionada evitando fricciones y sacudidas
bruscas.
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Colocar dispositivos de apoyo necesarios para mantener la alineación corporal
(almohadas, estribo, bota de pie)
Vigilancia del estado general del paciente.
Dejar al paciente en una postura cómoda.
Retirar el material utilizado.
Retirase los guantes.
Realizar lavado de manos.
Registrar los cuidados realizados en los registros de enfermería.
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Movilización del paciente a posición sedente
Intervenciones:
• Comunicar al paciente qué se va a realizar para obtener su colaboración.
• Colocarse a un lado de la cama y ampliar la base de sustentación con un pie adelante
del otro.
• Explicar al paciente la forma de enlazar los brazos con la enfermera (o).
• El brazo del paciente apoyarlo en el hombro cercano de la enfermera (o).
• Usar una mano para apoyar la espalda y el cuello del paciente, y con la otra, el hombro.
Levantar lenta y suavemente al paciente y apoyarlo con los brazos enlazados
o con un cojín en su espalda.
• Continuar dándole apoyo con un brazo bajo la espalda y cuello, con la otra ayudarlo
a que se acueste por sí mismo.
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CONCLUSIÓN.
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BIBLIOGRAFÍA
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