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hi q raductr:, Rami G. Redondo * {Con Is colaboraciéa de’ Miguel Rubio y Jos Oliver) © Peaitons Robert Laffont, Pais, 1966 © Ed, casts Aliana Balti S.A, Made, 1974 Galle Mido, 38; 2 2000045 ISBN 84.20615344 Depésio legal: M. 39.769. 1974 opel fabrisdo por Torr: Hostench, S. A. Impreso en Breogin, LG, SA. Torte de Asdor (Mads) ‘Primed. in Spain Re ‘Todo comenzé con una cafda al agua Durante el inviemo de 1955, Allted Hitchcock vino a tsabajar a Joinville, en ef Studio SaintMautice, para la ppostsincronizacién de To Catch @ Thief (Atrapa a un Jedréi), cayos exteriores baba selude en Ia Costa Azul. ‘Mi amigo Claude Chabrol y yo decidimos entrevistarle para ler Cabiers du cinéma. Nos babian prestado un mag. netéfono a fin de grabat esa entrevista, que desedbamos extenga, precisa y fil, Estabe bastante oscuro en el auditorio donde trabsjeba Hitchcock, mientras sobre la pantalla desflaban sin ce- sar, en buce, las imigenes de una corta escena del film mostrando a Cary Grant y Brigitte Auber, que pilotaban tuna canoa automévil, En la oscuridad, Chabrol y yo nos presentamos « Alfted Hitcheock, quiéi\for esperdsemos en el bat del estudio, al otto extremo del patio. Salimos, cegados pot Ia luz del dia y comentando ‘on entssmo oe verdaeros fants del de I ind genes hitchcockianas cuyes primicias acababamos de com. templar, y nos dirigimos, tado recto, hacia el bat, que se 7 8 Frangois Traffect, encontraba a unos quince mettos enfrente de nosotros Sin darnos cuenta, cruzamos # la ver el delgado reborde de un gran estangue helado cays superticie olteca el rmismo color griséceo que el asfato del patio. Bl hielo Geis ron ne econrmon meas bat lech tn el agus, como dos tontos. Preguntés Chabrol: «ZY al ragnet6fono?» Bl levanté lentamente su brazo izquierdo Yel aparato emerpié del agua, chorzeando lastimosamente Como en un film de Hitchcock, la situacién careca de salida: el suelo del estangue estaba suavemente inclinado {eta imposible aleanzar el borde sin deslzarns de nve- vo. Necesitamos la mano ausiliadora de alguien que pa Sata por alll para ayudarnos # saliz. Por fit lo logramos, yuna encargada del vestuatio que seyin crelamos, 3 Eompadets fe noote, not condo bei uh eametino para que pudiésemos desvestiznos y secar nuestras ropas. ero pot el camino nos pregunt6: «jPabres mucbechor! ustedes son figurantes de Rif ches les horemes (Rififi)3 No seftore, somor periadstas. —/Ab, em ese caso no redo oeuparme de ustedes!» Y ast fue, tzitando de ffo en nuestros tajes an em: pple, spe nor resented muevo ante Aled : ‘minutos mis tarde. Nos miz6 sin hax cet comentarios sre moesto ettado y tavo lt bondad de proponetnes una nueva cite nel hotel Plaza Athénde para aguela misma noche. ‘Al af siguiente, cuando volvié a Pars, nos reconocié inmediatamente « Chabrol y a mi en medio de un grupo de periodistas parsinos y nos dijo: «Sefores, pienso en tutedes doz siempre que veo entrechocar los cubits de Filo en un varo de whisky.» ‘Afi después supe que Alfred Hitchcock habla em bellecido el incidente, enriguecigndolo con un final a su eatil. Segén la versidn hitchcock, tl y como la contaba 4 sus ambstades de Hollywood, cuando nos presentamos ante i tras nuestra calda al estanque, Chabro iba vestido decura y yo de agente de poica Si diez afios después de este primer contacto scustica sme ha venido el imperioso deseo de interrogar a Alfred I cine segén Hitchcoce ° Hitch, de lo misma manera que Edpo cooultbs a reulo, es porque en este tiempo mis propias experin- Cia com tetlinaon de ims ne an feta pee ad vez més la importencia de su contribuci6t al ejereiio de pee FRI we observa atentamente a carrera de Hitch cock, desde sus peliculas mudas inglesas hesta sus pelicu- las en color de Hollywood, se encuentra Ia respuesta @ algunas de les preguntas que todo cineasta debe plantepy- oe le peer’) HT SCC ERE ey | forma paremente visual? et EL cine segtin Hitcheock es un libro del que n0 me con sidero autor, sino tan sd iniiador 0, mefor ain, provoca- dor, Exactamente, = trata de un teabsjo petidistieo que comenas al acpi Alfred Hitcheock eto hermoso di {para mi fue un hermoso dia), el prineipio de una larga entrevista de cncuenta hors. eo ScD! pus, a Hitchcock para proponede que respon era a un euestionatio de quinientas preguntas exclusive trent enti su cnr, consider en a desarolo cxonolésieo. Proponfa que la dicusion se centase precisamente ls circunstancias que rodearon el nacimiento de cada film; Ia elaboracién y construccién del guin; los problemas particulates de la pesta'en escena de cada film; Is estimacién personal del resultado comercial y argc decade pelle resecto las eperanas_ Hitchcock acepts, La tims barrera a franquear era la del idioma, Me dizigh a mi amiga Helen Scott, de la French Film Office, ten Nueva York. Norteamericana educad en Francia, con tun dominio perfecto del vocabulario cinematogeafico en ambos idiomas y doteda de una verdadera solidez de jui- io sus raras cualidades. humanas hacfan de ella la céim- pice Real Un 13 de agosto —cumpleatos de Hitchcock aos a Hollywood. Todas las mafanas, Hitchoock p a recogernos al Bevery Hills Hotel y'nos conduefa a st despacho en el Studio Universal. Cada uno de: nosotrs estaba equipado con un sieréfono de corbata; en la he bitacién contigua un ingeniero de sonido grababa nuestiss palabras; distiamente sostenfamos una convessacién init ternumpida, desde las nueve de la mafiana hasta las seis ds Ja tarde. Este mara verbal en torn a a mesa continue ba incluso durante las comidas, que tomdbamos sia ne nes de la habitaciga, Al principio, Alfred Hitchcock, en dptiinas condiciones, Y como siempre le ocurze en las entrevista, se mostrd szepitn yo, px api del tert de vel6 més giav, sincero y profundamente autoctiic, des cbiendo minaciosamente su cartra, sus rachas de suerte y de desgraci, sus dificultades, sus bésquedas, sus duds, serena sr ef 4 poco fai comprobando el conttste existente en ‘re el hombre prblico, seguro de sf mismo, delibereda mente cinico, y la que me pareca ser su verdadera nate ‘aes Ie de uy hombre vulerable,senubley etctiva que siente profunda y fisieamente’ las sensacones que desea comunicat « 1 pablico, Ente hombre, que ha filmado mejor que nadie el mi. j do, es a su vez un miedoso, y supongo que su éxito st | estischamente relacionado con este tasgo caracterolgpico. A todo lo largo de su carrera, Alfed Hitchcock ha expe: timentado la necesidad de protegerse de los actores, de Jos productores, de los tdenieos, porque el més peach fallo o el menor capricho de cuslguiers de ellos podla somprometer la integridad del film, Pata Hitchcock la | mejor manera de protegerse ein la de Hegara ser el | tor con el que suefan ser dirgidas codes las estelas, | a de convertitse en su propio productor, la de aprender |e sobre Ia tein ae on inmost. An Te taba protegese del piblico y para ello Hitchcock aco tile trea de seducielo atetoreindle, hacinole Af escorted at emeciones fertes del nifieecxea- bdo se jugaba al escondite tas los muebles de la casa trans j quila, cuando estaban a punto de etraparte en Ia egllt Ciega, cuando por las noches, en la cama, un juguete < Vidido sobre un moeble se convertia en algo inguietan ¥ misterioxo ‘Todo esto nos conduce al suspense que algunos —s ineger que Hitchcock sea su macttro— consideran com tuna forma inferior del espectéculo cuando es, en sf, expectdcul. Fl suspense es, antes que nada, a dramatizacidn d material narrativo de un film 0, mejor ain, la present cin mis intense posible de las sitaciones dramatic Un ejemplo. Un personae sale de su casa, sube a v taxi y se dire a la estacion para tomar el ten. Se tra de una escena normal en el transcutso de wn film medi Ahora bien, si antes de subir al taxi este hombre mit su reloj y dice: «Dios mo, ex espantoso, no voy a leg. al érenv, sa teayecto se convierte en una escena pura ¢ suspense; poes cada disco en rojo, cada eruce, cada agen de la ciculacin, cada seal de trifico, cada frenazo, cac ‘maniobea de la caja de cambioe van a inensifcar el v lor emocional de a escena aa La evidenciay Ia fuerza persoagiva de Ia imagen so tales que el pablico no se ded: eB ef fondo no ext ta aprenitadov, 0 bien: aCogerd el préxina tren.» Gracias in tensién eronda por sl fenest de tn oagen, Ia wegen de i accidn no se podté poner en dada. ‘Una dramatizacin tan deliberada no puede funciona | evidentemente, sin alguna arbitrariedad, pero el arte ¢ Hitchcoeleconsste precisamente en imponer esta ath \ Valen caovess de igeemalniod” Htchoosk dee a eee Tfehénckorsanfea sus intrlgas-<_peciit—deuna_cnarm biel a que fe sominisee le stascien fam f i pave de ahs oy WabapconamTe oe avon ‘So ama, en anudarlo cada ver més estrechemente, dér +] 58 [dole el méximo de intensidad y de plausbilidad, ante 19 Loe desenredatlo muy aprisa tas un paroxismo, | © BP Bor repia gence! las escenas de sespense constinaye

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