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CENTRO DE OOCUMENTACION, Viearla da Ia Sotidarkdad ‘EL CARDENAL EN LAS NACIONES UNIDAS — p—=——-—~—~ Documsntg Ne inarors OOGL a — o4 Eran las seis y media del Lunes 11 de Diciembre’ya estaba repleto el gran hall de la Asamblea General. lLentamente, dirigidos por el Presidente y el Se- cretario General, los premiados avanzaron hacia el proscenio que cubria el po- ium con pafio verde, para tomar asiento enfrentando al piblico. Hombres y mujeres de origen indio, africano, pakistano, rabe, negro, un, europeo y Latinoamericano, mostraban la universalidad de le lucha por los de- rechos humanos. Iauren Bacall, la notable estrella del teatro, de rubio pelo, figura er- guide y voz de contralto inspiradora, inicié el acto leyendo el predmbulo de a Declaracién de los Derechos Humanos. Uno a uno los laureados, personas e institutciones, representadas por cinco mujeres y tres hombres, fueron llamados para recibir sus premios y decir sus agradecimientos. Fué una ceremonia solemne, como todas las de Naciones Unidas. Polftico y categérico fué el Principe Alf Khans emotiva y triste Coretta Scott King, viude de Martin Luther King; valiente le sefiora Helen Suzan, incansable y heroica luchadora en contra del apartheid sudafricano. Amnesty International, la institucién que en pocos afios ha levantado 1a conciencia mundial sobre 1a dignidad del hombre y denunciado los abusos donde ellos se produzcan, recibié un merecido premio. Uno a uno fueron recibiendo el homenaje del Secretario Ge- neral y diciendo la esencia de su obra, con los aplausos de 1a masiva concu- rrencia. Finalmente fué llamado el Cardenal de Santiago. Una cerrada ovacién lo saludé al levantarse. Su discurso, breve y claro, reivindicando la misién de la Iglesia, inspirado en el mensaje que Pablo Sexto hab{a dictado desde esa misma tribuna 10 afios antes y recordando el mandato dado por Bernardo O'Higgins, \ fué netamente chileno. Hablé de Chile y de sus virtudes eternas: el derecho, } | a libertad, el respeto a 1a dignidad de las personas. Su voz soné entera, | profunda, vibrante y resuelta. No le hicieron falta los microfonos al Cardenal. | Su mensaje de respeto a las Naciones Unidas y su definicién de la esencia de lo que es Chile volvié a colocar el nombre de 1a Patria donde habia estado desde el nacimiento de la organizacién mundial. Tenia que venir el Cardenal para recrear, en tres minutos, e1 pedestal que estaba desaparecido. Su tftulo para hablar no es polftico ni su cargo ministerial 6 diplom&tico. Su derecho es de origen superior. HablS como Obispo de su pueblo, represents) a su pueblo mejor que nadie lo habfa hecho antes en esa inmensa sala, especial- mente a los que ya no tienen voz, a los que no pueden hablar, a los que han su- frido, a los que sufrén, & los que esperan. Ante la comunidad de 150 naciones, el Cardenal de Santiago don RaGl Silva Henriquez, represent a 1a nacién chilena | con la maxima dignidad y la m&és rotunda legitimidad. Honor para Chile, después de tanta mentira y vergiienza. Honor para la Iglesia, honor para el Cardenal, honor para la Vicarfa, la m4s notable pastoral creada por Iglesia nacional algu- na, honor a su Vicario Cristién Precht, honor a su Secretario Ejecutivo, Javier Luis Egafia, presentes en el acto. El Cardenal no habia sido invitado como autorigad. Wo venfa como Jefe de Estado. En la gran lucha mundial para que todo hombre tenga derecho a ser per~ Jove sona, habia sido reconocido, con 1a Iglesia Chilena, como un adelantado, un lfder natural. Treinta afios atrés, la Declaracién de los Derechos Humanos haba sido proclamada en esa Sala en un acto desprovisto de eae. Esta noche, los derechos humanos cobraron vida con el testimonio de mujeres y hom- bres eminentes venidos de todos los confines que demostraron como, por encima de las doctrinas, de la riqueza de unos y de la pobreza de otros, de los blo- ques y de les races, una fuerza irresistible energe de 1a conciencia de 10s pueblos, una gran ola comienza a rodar por el mundo, una nueva dimensién de la vida internacional que atropella las fronteras de los estados ha comenzado a imponerse, sin m&s armas que la verdad, la fuerza moral y la decisién de no dejarse atropellar. En csta gran marcha que alumbra la aurora de un nuevo mundo algunos van al frente. Entre ellos un chileno, un Cardenal chileno, con sus hombres de la Vicarfa de la Solidaridad, en un histérico reencuentro de la Iglesia y el Evan- gelio hecho accién con la humanidad que camina hacia la libertad, la justicia y la dignidaa. Después de la visita de Pablo Sexto, 1a Iglesia no hab{a sido reconocida en las Naciones Unidas como lo fuera esta noche. Nunca antes habia aqui dejado de ser la expresién respetada pero representativa de una minorfa en el mundo. Ahora aparecié inmersa en 1a gigantesca mayorfa de los hombres y mujeres hones tos de todos los continentes,de todo el mundo. La Iglesia chilena era seflalada por la comunidad internacional como una roca firme en la defensa de los valores humanos permanentes y como uno de los arquitectos de una nueva civilizacién que tendré que redimir al hombre de todas las opresiones. —

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